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SEGURIDAD PRIVADA Y

SECTOR CONTRA INCENDIOS

DIR

ECCINGENERALDELAPOLICAYDELAGUARDIACIVIL

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Seguri

da

dCiudadana

UNIDAD CENTRAL DE SEGURIDAD PRIVADA

SEGURPRIMonogrfico Nmero 3 Julio 2010

La modificacin introducida en la Ley 23/1992, de 30 de junio, deSeguridad Privada, por la Ley 25/2009, de 22 de diciembre, conocida comoLey mnibus, y su correspondiente desarrollo reglamentario, operado porReal Decreto 195/2010, de 26 de febrero, por el que se da nueva redaccin aalguno de los artculos del Reglamento de Seguridad Privada, especialmente

al artculo 39, parece haber generado cierta inquietud en el sector, respectode las empresas dedicadas a la prevencin de la seguridad contra incendios,en el sentido de si es o no obligatoria su inscripcin en el Registro deEmpresas de Seguridad cuando pretendan realizar actividades de instalaciny mantenimiento de sistemas contra incendios.

Para tratar de aclarar el alcance y afectacin que estas modificacioneshayan podido suponer para el sector de la seguridad contra incendios, y trasconsultas efectuadas ante la Secretara General Tcnica del Ministerio delInterior, se emite el presente informe al objeto de fijar y dar a conocer laposicin de la Unidad Central de Seguridad Privada del Cuerpo Nacional de

Polica, como autoridad policial de control en materia de seguridad privada.

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ANTECEDENTES NORMATIVOS

El apartado primero del artculo 39 delReglamento de Seguridad Privada,aprobado por el Real Decreto 2364/1994, de9 de diciembre, estableca originariamenteque nicamente podrn realizar lasoperaciones de instalacin y mantenimiento

de sistemas de seguridad electrnica contrarobo e intrusin y contra incendios lasempresas autorizadas, no necesitando estarinscritas cuando se dediquen slo a la prevencin de la seguridad contraincendios.

Dicho apartado fue modificado por elReal Decreto 1123/2001, de 19 de octubre,que le dio la siguiente redaccin:

1. nicamente podrn realizar las

operaciones de instalacin y mantenimientode sistemas de seguridad electrnica contrarobo e intrusin y contra incendios lasempresas autorizadas. No necesitarn estarinscritas como empresas de seguridadcuando se dediquen solamente:

A) A la colocacin de alarmas u otrosavisadores acsticos u pticos contra robo ointrusin en vehculos automviles noregulados especialmente en este Reglamen-to o en las disposiciones de desarrollo delmismo a efectos de seguridad privada.

B) A la prevencin de la seguridad contraincendios.

No obstante, la prestacin a tercerosde servicios de recepcin, verificacin ytransmisin de las seales de alarma, ascomo su comunicacin a las Fuerzas yCuerpos de Seguridad, deber realizarsepor empresas de seguridad explotadoras de

centrales de alarma..

Tras la modificacin operada por elReal Decreto 195/2010, de 26 de febrero, elnuevo texto de dicho artculo 39.1 del RSPha quedado redactado con el siguiente textosimplificado:

1. nicamente las empresas autoriza-das podrn realizar las operaciones deinstalacin y mantenimiento de aparatos,dispositivos y sistemas de seguridad

electrnica contra robo e intrusin y contraincendios que se conecten a centralesreceptoras de alarmas.

A efectos de su instalacin y manteni-miento, tendrn la misma consideracin quelas centrales de alarmas los denominadoscentros de control o de videovigilancia,entendiendo por tales los lugares donde secentralizan los sistemas de seguridad yvigilancia de un edificio o establecimiento yque obligatoriamente deban estar controla-

dos por personal de seguridad privada.Adems de dar distinta redaccin,

aunque manteniendo el mismo sentido, alprimer prrafo del punto 1, lo que resultaverdaderamente sustancial, y representa uncambio total de escenario, es la supresincompleta del inciso final de dicho prrafo delpunto 1, en el que textualmente se indicaba:

No necesitarn estar inscritas comoempresas de seguridad cuando se dediquen

solamente:

A) A la colocacin de alarmas u otros avisa-dores acsticos u pticos contra robo o intru-sin en vehculos automviles no reguladosespecialmente en este Reglamento o en lasdisposiciones de desarrollo del mismo aefectos de seguridad privada.

B) A la prevencin de la seguridad contraincendios.

Igua lmente , y aunque contrascendencia diferente, tambin se ha supri-mido por completo el prrafo segundo dedicho punto 1, que textualmente deca:

No obstante, la prestacin a tercerosde servicios de recepcin, verificacin ytransmisin de las seales de alarma, ascomo su comunicacin a las Fuerzas y

Cuerpos de Seguridad, deber realizarsepor empresas de seguridad explotadoras decentrales de alarma.

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En consecuencia, y conforme a unainterpretacin literal de lo dispuesto en elartculo 1 (Servicios y actividades deseguridad), artculo 2 (Obligatoriedad de lainscripcin y de la autorizacin), y artculo 46(Requisitos de conexin), en relacin con lanueva redaccin dada al artculo 39.1(mbito material), todos ellos del Reglamento

de Seguridad Privada, las empresas queinstalen o mantengan aparatos, dispositivos ysistemas de seguridad electrnica contraincendios que se conecten a centralesreceptoras de alarmas o a centros de control,tendrn que ha l la rse inscr i tas ,obligatoriamente, en el Registro de Empre-sas de Seguridad y estar autorizadas, almenos, para el desarrollo de dicha actividad.

De ser esto as, resultara indudablepensar que se ha producido una total

mutacin del escenario legal y empresarialpreexistente, hasta el punto de invertirse lasituacin, pues anteriormente se permita,como excepcin, que las empresas que sededicasen solamente a la instalacin ymantenimiento de sistemas contra incendios,conectados o no a central de alarmas, nonecesitaban estar inscritas como empresasde seguridad (antiguo Art.39.1.b R.S.P.), yahora se exigira, como regla sin excepcin, justamente todo lo contrario, esto es, quenicamente las empresas autorizadas e

inscritas son las que podran realizar dichainstalacin y mantenimiento de sistemascontra incendios cuando stos se conecten acentrales de alarma o centros de control(nuevo Art. 39.1. RSP).

Si sta fuese, efectivamente, lacorrecta interpretacin legal de la modifica-cin reglamentaria producida, los efectosformales, empresariales y de seguridad, queello producira seran, adems decontradictorios con la reforma emprendida,netamente perjudiciales, ya que:

A) Desde el punto de vista de la obliga-toria inscripcin en el Registro de Empresasde Seguridad y autorizacin para el ejerciciolegal de la actividad, nos enfrentaramos,potencialmente, a un nmero elevadsimo desolicitantes de inscripcin, con las lgicasrepercusiones que esta masiva solicitudtendra para la propia gestin yfuncionamiento del Registro (colapso,

tardanza, duplicidad de gestiones, aumentode cargas administrativas, etc.).

B) Desde el punto de vista empresarial, yal margen, aunque no ajena, de la adversacoyuntura econmica, empresas quefuncionan de forma correcta en el mercado,se veran obligadas, de querer seguir conlas actividades que venan realizandolegalmente, a iniciar un procedimiento deinscripcin en el Registro de Empresas de

Seguridad, soportando, adems, lasadversas consecuencias enunciadas en elapartado anterior.

C) Desde el punto de vista de la estrictaseguridad, se producira la indeseadaparadoja, mantenida durante algn tiempo,de que el inmenso parque existente deinstalaciones contra incendios (infinidad deactividades y la prctica totalidad deinmuebles cuentan con estos sistemas),quedasen, al menos, sin un mantenimiento

reglamentariamente prestado conforme a lanormativa vigente, pues, en puridad, estasempresas, hasta su inscripcin yautorizacin, deberan de abstenerse deprestar estos servicios en aquellasinstalaciones conectadas a centrales dealarma o a centros de control, que no hayque olvidar que representan un gran nme-ro de instalaciones.

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DIRECTIVA DE SERVICIOS

La Ley 17/2009, de 23 de noviembre,sobre el libre acceso a las actividades deservicios y su ejercicio, ha incorporado alderecho espaol la Directiva 2006/123/CE,del Parlamento Europeo y del Consejo, de 12de diciembre, relativa a los servicios en el

mercado interior (en adelante, Directiva deServicios).

Dicha Ley pretende establecer losprincipios y las disposiciones necesarias parafacilitar la libertad de establecimiento de losprestadores y la libre prestacin de los servi-cios que se realizan con contrapartida econ-mica en Espaa, simplificando los procedi-mientos y fomentando un nivel elevado decalidad en los servicios. La Ley 17/2009, de23 de noviembre, incide especialmente en

limitar el rgimen de autorizaciones adminis-trativas para el establecimiento y la presta-cin de servicios slo cuando as lo exijanrazones imperiosas de inters general(orden, seguridad y salud pblica, proteccinde los consumidores, etc.).

Ahora bien, como indica su Exposicinde Motivos, para alcanzar el objetivo dereformar significativamente el marco regula-torio no basta con el establecimiento de losprincipios generales que deben regir la regu-lacin actual y futura de las actividades deservicios, sino que es necesario proceder aun ejercicio de evaluacin de toda la normati-va reguladora del acceso a las actividades deservicios y de su ejercicio para adecuarla alos principios que dicha Ley establece.

En este marco se inscribe la Ley25/2009, de 22 de diciembre, de modificacinde diversas Leyes para su adaptacin a laLey sobre el libre acceso a las actividades de

servicios y su ejercicio, cuyo objetivo esadaptar la normativa estatal de rango legal alo dispuesto en la Ley 17/2009, de 23 de

noviembre. As, mediante la citada Ley sehan modificado aproximadamente 49 Leyesordinarias estatales, entre las cuales figurala Ley 23/1992, de 30 de julio, de SeguridadPrivada, considerndose que, si bien el m-bito de la seguridad privada, en principio, seencuentra excluido del mbito de aplicacinde la Directiva de Servicios, resulta necesa-

rio introducir una novedad legislativa paraaclarar la situacin de las actividades deinstalacin y mantenimiento de sistemas deseguridad.

En efecto, la Directiva de Servicios, en elapartado segundo de su artculo 2, excluyede su mbito de aplicacin a los servicios deseguridad privada, concretamente en elprrafo k), y, en coherencia con lo anterior,la Ley 17/2009, de 23 de noviembre, en elapartado segundo de su artculo 2, concre-

tamente en el prrafo k), igualmente excluyede su mbito de aplicacin a los servicios deseguridad privada.

Ello, no obstante, el Manual sobre latransposicin de la Directiva de Servicios,publicado por la Comisin Europea en 2007,establece lo siguiente: la exclusin recogi-da en el artculo 2, apartado 2, letra k),abarca los servicios de vigilancia de bienese instalaciones, los de proteccin de perso-nas (guardaespaldas), las patrullas de segu-

ridad y la supervisin de edificios y asimis-mo los servicios relativos al depsito,salvaguarda, transporte y distribucin deefectivo y objetos de valor. Los serviciosque no son de seguridad propiamente di-chos, como los de venta, entrega, instala-cin y mantenimiento de equipos tcnicosde seguridad, no son objeto de la exclusin.Por tanto, tendrn que considerarse en lasmedidas de transposicin de la Directiva.

En consecuencia, a las actividades deinstalacin de mantenimiento de aparatosdispositivos y sistemas de seguridad debede aplicrseles un rgimen distinto del pre-visto para las actividades propias de la se-guridad privada en la Ley 23/1992, de 30 de julio (vigilancia y proteccin de personas obienes, custodia de efectivo o transporte deobjetos valiosos, por ejemplo)

Para ello, se ha modificado la Ley23/1992, de 30 de julio. Concretamente, la

modificacin introducida en dicha Ley con-siste en aadir una nueva Disposicin Adi-cional Sexta, segn la cual los prestadores

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de servicios o las filiales de las empresas deseguridad privada que vendan, entreguen,instalen o mantengan equipos tcnicos deseguridad, siempre que no incluyan la pres-tacin de servicios de conexin con centra-les de alarmas, quedan excluidos de la legis-lacin de seguridad privada, siempre y cuan-do no se dediquen a ninguno de los otros

fines definidos en el artculo 5, sin perjuiciode otras legislaciones especificas que pudie-ran resultar de aplicacin..

INTERPRETACION DE LAREFORMA

El apartado primero del artculo 3 delCdigo Civil establece que las normas seinterpretarn segn el sentido propio de sus

palabras, en relacin con el contexto, losantecedentes histricos y legislativos, y larealidad social del tiempo en que han de seraplicadas, atendiendo fundamentalmente alespritu y finalidad de aquellas. Conrespecto a la significacin y transcendenciade este precepto, el prrafo decimotercerode la Exposicin de Motivos del Decreto de31 de mayo de 1974, por el que se apruebael Texto Articulado del Ttulo Preliminar delCdigo Civil, afirma que en ningn caso esrecomendable una frmula hermenutica,cerrada y rgida.

Por ello, de la redaccin de esteartculo se pueden deducir hasta cinco crite-rios interpretativos de una norma jurdica(gramatical, sistemtico, histrico, sociolgi-co y teleolgico), lo cual no significa quedeba atenderse a una priorizacin de uncriterio sobre otro como si existiera una je-rarqua entre todos ellos, sino a la bsquedade la finalidad o razn de ser de la norma.

El Tribunal Supremo se remite conmucha frecuencia a la interpretacin teleol-gica de las normas desde su Sentencia de

26 de noviembre de 1929, sobre la base deque si la justicia ha de administrarse recta ycumplidamente, no ha de atenderse tanto ala observancia estricta y literal del texto delprecepto legal como a su indudable espritu,recto sentido y verdadera finalidad.

En la misma lnea que dicha Sentencia, y

tras la aprobacin del vigente Ttulo Prelimi-nar del Cdigo Civil, una reiterada jurispru-dencia del Tribunal Supremo ha afirmadoque aunque el artculo 3.1 del Cdigo Civilsuprime toda idea de jerarquizacin, late enel mismo el principio de desvelar que la ratiolegis, el espritu y finalidad de la norma,constituye no simplemente un criterio msde hermenutica, sino el fin mismo del pro-ceso de interpretacin (Sentencias de laSala 2 de 2 de marzo y 3 de noviembre de1979; Sentencias de la Sala 3 de 21 de

mayo y 27 de octubre de 1979; y de la Sala6 de 14 de marzo de 1979, entre otras).

Teniendo en cuenta lo expuesto anterior-mente, y atendiendo a una interpretacinteleolgica de las modificaciones normativasa las que venimos haciendo referencia, lle-garamos a la conclusin de que las empre-sas que se dedican a la instalacin y mante-nimiento de aparatos, dispositivos y siste-mas de seguridad electrnica contra incen-dios que se conecten a centrales receptoras

de alarmas, no necesitan estar inscritas co-mo empresas de seguridad para llevar aacabo dicha actividad.

Las razones que llevaran a dicha conclu-sin son las siguientes:

En primer lugar, la modificacin de la Ley30/1992, de 30 de julio, llevada a cabo atravs de la Ley 25/2009, de 22 de diciem-bre, as como la modificacin del Reglamen-to de Seguridad Privada, mediante el RealDecreto 195/2010, de 26 de febrero, preten-dan adecuar la normativa en materia deseguridad privada a lo dispuesto en la Direc-tiva de Servicios.

La Directiva de Servicios tiene una finali-dad liberalizadora de la prestacin de servi-cios, as como del ejercicio del derecho deestablecimiento, eliminando las barreras ylas trabas administrativas que dificultan oimpiden su ejercicio. Esta finalidad liberali-

zadora ha implicado que no todas las activi-dades vinculadas con la seguridad privadatengan el carcter de servicios de seguridad

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privada. As, como ya se expuso anterior-mente, la Comisin Europea ha considera-do que la venta, entrega, instalacin y man-tenimiento de equipos tcnicos de seguri-dad no constituyen servicios de seguridadprivada, por lo que no quedaran excluidosde la Directiva de Servicios.

En consecuencia, la aprobacin delReal Decreto 195/2010, de 26 de febrero,debera implicar, con respecto a las empre-sas inscritas en el Registro de Empresas deSeguridad con anterioridad a su entrada envigor, o bien el mantenimiento de las mis-mas empresas existentes en la actualidadinscritas en dicho Registro o, en su caso,la reduccin del nmero de empresas inscri-tas en ste, por la baja de aquellas empre-sas que se dediquen exclusivamente a laventa, entrega, instalacin y mantenimiento

de equipos tcnicos de seguridad que noincluyan la prestacin de servicios de co-nexin con centrales de alarma.

En segundo lugar, los trabajos prepa-ratorios de la elaboracin y aprobacin deuna norma constituyen un elemento esen-cial a la hora de interpretar la verdaderafinalidad de la misma. A este respecto, cabesealar que durante la tramitacin de la Ley25/2009, de 22 de diciembre, en las versio-nes iniciales de su Anteproyecto se haca

referencia a la exclusin de la legislacin deseguridad privada de las empresas y parti-culares que vendan, entreguen, instalen omantengan equipos tcnicos de seguridad,siempre que no incluyan la prestacin deservicios de conexin con centrales de alar-ma y aviso a las Fuerzas y Cuerpos deSeguridad.

Teniendo en cuenta la finalidadliberalizadora de la Ley 25/2009, de 22 dediciembre, la supresin final del inciso y

aviso a las Fuerzas y Cuerpos de Seguri-dad del Anteproyecto se debera a la volun-tad del legislador de simplificar la redaccinde la nueva Disposicin Adicional Sexta dela Ley 23/1992, de 30 de julio, y no a la deampliar el mbito de aplicacin de dicha Leya las centrales de alarma que no se hallanconectadas con las Fuerzas y Cuerpos deSeguridad.

En consecuencia, habra que interpre-tar que los servicios de conexin con cen-

trales de alarmas, que estn incluidosdentro del mbito de aplicacin de la legisla-cin de seguridad privada, de conformidad

con lo previsto en la Disposicin AdicionalSexta de la Ley 23/1992, de 30 de julio, sonaquellos que se comunican con las Fuerzasy Cuerpos de Seguridad, pudiendo enten-derse, a sensu contrario, que aquellascentrales de alarma o centrales de controlque no se comuniquen con Fuerzas y Cuer-pos de Seguridad, no es necesario que

sean gestionadas por empresas de seguri-dad.

Estas centrales de alarma o centrales decontrol que no se comunican con Fuerzas yCuerpos de Seguridad, seran, por ejemplo,las que gestionan las empresas que sededican a la instalacin y mantenimiento deaparatos, dispositivos y sistemas de seguri-dad contra incendios, las cuales nodeberan, pues, inscribirse en el Registro deEmpresas de Seguridad, ya que, por una

parte, nunca se les ha exigido la inscripcinen dicho Registro y, por otra parte, la finali-dad de la Ley 25/2009, de 22 de diciembre,y del Real Decreto 195/2010, de 26 defebrero, nunca fue que les resultara deaplicacin este rgimen jurdico.

APLICACIN DE LA NORMA

Si tenemos en cuenta lo que podramosdenominar como nuevo marco de juego es-tablecido en el Reglamento de Seguridad

Privada tras la reforma operada, cuatro son,entre otras posibles, las ideas bsicas queparecen deducirse de dicho marco normati-vo respecto al asunto que nos ocupa:

1. La seguridad contra incendios no es unaactividad de seguridad privada recogida enlos artculos 5 y 1 de la Ley y del Reglamen-to de seguridad Privada.

2. Las alarmas de incendios no exigen,necesariamente, la preceptiva intervencinpolicial, y tienen un protocolo propio deverificacin y comunicacin.

3. No es legalmente obligatorio que unsistema de seguridad de prevencin contraincendios se conecte con la seguridad priva-da, bien con una central de alarmas contrarobo o intrusin (CRA), bien con un centrode control o videovigilancia (CECON).

4. Lo que resulta legalmente obligatorio esser empresa de seguridad, autorizada einscrita, cuando se instale o mantenga un

aparato, dispositivo o sistema de seguridadelectrnico (contra robo, intrusin o contraincendios), conectado con seguridad

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privada a CRA o CECON que de aviso a lasFuerzas y Cuerpos de Seguridad.

De ser esto as, y tambin entre otrasposibles alternativas que pudieran imaginar-se, cabe pensar que el sector contra incen-dios, en razn al estricto cumplimiento de laley, se encontrara ante cuatro posibles alter-

nativas:1 No hacer instalaciones ni mantenimientosde aparatos, dispositivos o sistemas deseguridad electrnica conectados a CRA oCECON, que den aviso a las Fuerzas yCuerpos de Seguridad.

2 Hacerse empresa de seguridad autoriza-da para instalacin y mantenimientos, de losartculos 5.1.e) y 1.1.e) de la Ley y Regla-mento de Seguridad Privada.

3 Hacer un centro de llamadas slo paralas alarmas de incendios, con lnea y funcio-namiento independiente de CRA y CECONconectadas con Fuerzas y Cuerpos de Se-guridad, a modo semejante de lo que suce-de en otros campos sanitarios o asistencia-les: Enfermos cardacos, enfermos deAlzheimer, teleasistencia a mayores, perso-nas discapacitadas, etc.

4 Conectar los sistemas de prevencincontra incendios con otros tipos de serviciosde atencin de urgencias, como el 112.

En relacin con dichas alternativas, sereitera lo ya manifestado en el informe, porlo que se considera que una empresa quese dedique a la instalacin y mantenimientode sistemas de alarma contra incendios, noes necesario que se inscriba en el Registrode Empresas de Seguridad, siempre ycuando no se conecte con centrales recep-toras de alarma que se comuniquen conFuerzas y Cuerpos de Seguridad.

En consecuencia, si estas empresas obien no se conectan con ninguna centralreceptora de alarmas, o bien efectan suconexin con centros de llamadas que no seconecten con las Fuerzas de Seguridad delEstado, o bien se conectan con servicios deatencin de urgencias (como el 112), no esnecesario que se inscriban en el Registro deEmpresas de Seguridad.

Esta interpretacin de lo dispuesto en

el Reglamento de Seguridad Privada, espe-cialmente en su artculo 39, tras la reforma

llevada a cabo en ste a travs del Real De-creto 195/2010, de 26 de febrero, respeta elstatu quo vigente del sector de las empre-sas que instalen equipos de seguridad co-ntra incendios y es coherente con el espri-tu liberalizador que preside la reforma de laLey 23/1992, de 30 de julio, mediante la Ley25/2009, de 22 de diciembre.

CONCLUSION

En razn de todo lo anteriormente ex-puesto, y en atencin al espritu liberalizadorque inspira la Directiva de Servicios2006/123/CE y su consiguiente adaptacinal ordenamiento espaol por Ley 17/2009,sobre libre acceso a las actividades deservicios (Ley Paraguas) y la ya citada Ley25/2009 (Ley mnibus), as como el hechode no haberse interesado ni por el sector

privado de la seguridad ni por el de contraincendios, ni haberse pretendido por laAdministracin un cambio normativo tanrelevante y contrario a la anterior situacin ya los principios inspiradores que fundamen-taron la reforma, y teniendo en cuenta elsuperior criterio de la Secretara GeneralTcnica del Ministerio del Interior acerca delalcance y efectos de dicha modificacinreglamentaria, se considera que ni la modifi-cacin de la Ley 23/1992, de 30 de julio,llevada a cabo por la Ley 25/2009, de 22 de

diciembre, ni la reforma del Reglamento deSeguridad Privada, mediante el Real Decre-to 195/2010, de 26 de febrero, han pretendi-do ampliar su mbito de aplicacin a lasempresas que se dedican a la instalacin omantenimiento de dispositivos y sistemas deseguridad electrnica contra incendios.

En consecuencia, no sera necesario quedichas empresas tuvieran que inscribirse enel Registro de Empresas de Seguridad parapoder llevar a cabo su actividad.

Evidentemente, en un futuro, cuando seaborde una reforma del Reglamento deSeguridad Privada o su desarrollo normativopor Orden Ministerial, sera convenientedejar zanjada la cuestin planteada a unnivel estrictamente normativo, para despejarcualquier duda o situacin de inseguridadjurdica que pueda crear una solucin basa-da en criterios estrictamente hermenuticos,de forma que dichas empresas quedarnexcluidas expresamente de su mbito de

aplicacin.

Unidad Central de Seguridad Privada

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