GRASAS QUE

CURAN

Grasas que matan,

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Semana del 7 al 12 de noviembre de 2016 N.033

¿Que hacer?Evita las grasas saturadas

y chía. También se puede en-contrar en ciertos vegetales de hoja verde (la verdolaga es la hoja verde con mayor concentración de omega 3), en algas de agua dulce (la espirulina), en semillas (nuez, soya, aceituna) y en el germen de trigo. Debi-do a la contaminación de los mares, sobre todo los de aguas frías, y la consecuente absorción de sustancias toxi-cas –metales pesados y conta-minantes persistentes- en el cuerpo graso de los peces, nos quedan los vegetales orgáni-cos como la fuente de omega 3 más fiable. En este sentido, las mayores concentraciones se encuentran en las semillas de lino y chía.

Chía, otra rica herencia de los mayas

La chía puede utilizarse a través del aceite de sus semi-llas. Dado su alto contenido de omega 3, basta con inge-rir apenas un gramo de aceite crudo para cubrir las necesi-dades diarias de ácido lino-lenico. Las semillas de chia, aunque parcialmente des-provista de su valioso aceite, continua sorprendiéndonos, y de ahí su uso como harina. Es

altamente proteica, debido a su composición de aminoácidos, al no tener fac-tores limitantes (ausencia de aminoácidos esenciales) como otras semillas.

Otras virtudes de esta peque-ña semilla es el alto contenido de flavonoides (antioxidantes que nos protegen de tumores, afecciones cardiovasculares y radicales libres), vitamina B, calcio, fosforo, potasio, zinc y fibra soluble (mucilagos). Esto la hace ideal para preparar productos de panadería y un sinnúmero de preparaciones culinarias. Los requerimientos diarios de omega 3 se cubren con apenas cuatro gramos de harina.

Las fuentes de omega 6En el caso del ácido linolei-

co, las carencias no suelen ser tan graves a nivel cuanti-tativo, pero si lo son a nivel

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Es mejor cocinar con un poco de manteca de buena calidad que usar margarina o produc-tos elaborados con aceites hi-drogenados. No te desesperes, la naturaleza tiene sus fuen-tes ricas y nutritivas de ácidos grasos, están las semillas y las frutas oleosas como el lino, la chía, el girasol, el sésamo, la aceituna, la nuez, la al-mendra, el cacahuate o el maní, el pistacho, la castaña, el aguacate o palta, etc. Si consu-mes algunas semillas diarias, obtendrás la cantidad necesaria de ácidos grasos esenciales para tu organismo. Por otra parte, exis-ten pequeños negocios ar-tesanales que prensan en frio estas semillas para conseguir aceites total-mente libres de los dañi-nos procesos de la refina-ción industrial. Por lo común, la

gente considera que el aguacate o palta es generador de colesterol. Este fruto tiene un 25% de lí-pidos constituidos por ácidos oleico y linoleico, muy diges-tibles y químicamente simila-res al aceite de oliva, de ahí su efecto hipolipemiante, o sea que baja el nivel de co-

lesterol en la sangre. De su pulpa se obtiene un sustituto ideal para la manteca si se le aña-de sal de mar, limón y especias.

Las fuentes de ome-ga 3

El ácido linoleico –cabeza de fila

de los ome-ga 3- es el más difícil de obtener y el más esca-so en nues-tra dieta. Las fuentes más impor-tantes son los peces de

agua fría y las semillas de lino

cualitativo. En los vege-tales está presente en las semillas de girasol, m a í z , soya, sé-s a m o , nuez, ca-cahuate o maní, acei-tunas, ger-men de trigo, aguacate o palta, espirulina, etc. Tam-bién se encuentran en carnes de animales, de preferencia los de origen salvaje, a fin de evitar los efectos nocivos de la cría industrial.

Limpieza del hígadoUn hígado cansado y sobre-

cargado genera una gran va-riedad de síntomas físicos: dificultad para asimilar ali-mentos, inapetencia, dolores de cabeza después de comer, boca pastosa, lengua blancuz-ca o amarillenta, sabor amar-go en la boca, inflamación de vientre, acumulación de ga-ses, vértigo, piel amarillenta, cutis graso, acné, gripe, estre-ñimiento, heces en forma de confites o poco consistentes y de color amarillo, insomnio y dificultades para despertar por la mañana, migrañas, do-lor en la nuca, síndrome pre-

menstrual, fatiga muscular, calambres, mala circulación venosa, coloración verdosa del rostro y los ojos, fobia a la luz, dificultad para perma-necer al aire libre, problemas de visión, afecciones oculares y perdida de la vista.

La relación hígado-visión, es fácil de verificar dado al estrecho vínculo entre ambos órganos y la rápida respuesta que se genera. Una depura-ción hepática incrementa au-tomáticamente la capacidad visual.

Como el hígado es el res-ponsable de la formación de la albumina y las hormonas, su disfunción repercute di-rectamente en los sistemas inmunológico y endocrino. El hígado y la vesícula son órga-nos pares, es decir, se afecta mutuamente, si está mal uno, también está mal el otro.