Semana Santa 2020 – Triduo Pascual. VIGILIA PASCUAL EN LA … · TRIDUO PASCUAL Solemne Vigilia...

12
Semana Santa 2020 TRIDUO PASCUAL Solemne Vigilia Pascual en la Noche Santa 12 de abril de 2020 «Ha resucitado y va por delante de ustedes a Galilea» «El Misterio de la Resurrección, en el cual Cristo ha aplastado a la muerte, penetra en nuestro viejo tiempo con su poderosa energía». Catecismo de la Iglesia Católica, 1169

Transcript of Semana Santa 2020 – Triduo Pascual. VIGILIA PASCUAL EN LA … · TRIDUO PASCUAL Solemne Vigilia...

Semana Santa 2020 TRIDUO PASCUAL

Solemne Vigilia Pascual en la Noche Santa 12 de abril de 2020

«Ha resucitado y va por delante de ustedes a

Galilea»

«El Misterio de la Resurrección, en el cual Cristo ha aplastado a la muerte, penetra en nuestro viejo tiempo con su poderosa energía».

Catecismo de la Iglesia Católica, 1169

Vig

ilia

Pas

cual

en

la N

och

e Sa

nta

20

20

1

Solemne Vigilia Pascual en la Noche Santa 12 de abril de 2020

«Ha resucitado y va por delante de ustedes a Galilea»

Reflexión teológico-litúrgica

«Esta es la noche en que, rotas las cadenas de la muerte, Cristo asciende victorioso del abismo» (Pregón Pascual).

Estamos ante la noche de la Resurrección del

Señor. Celebrar una vigilia en esta noche significa permanecer despiertos porque llega el Resucitado y quiere encontrarnos en vela (cf. Mt 24,46). Se trata de una espera que está prefigurada en la Pascua del Primer Testamento cuando el pueblo

esperaba el paso liberador del YHWH (cf. Ex 12,42). Por otra parte, se trata de una vigilia de oración. Es la oración litúrgica que dirigimos al Padre por el Hijo Resucitado en el Espíritu vivificador. Es la oración de toda la Iglesia, porque todos los miembros nos unimos en la alegría de la victoria de la Trinidad sobre la muerte y el mal. Se trata de una oración que desborda en alabanza, regocijo y gratitud. Nuestro júbilo es Cristo viviente: «Él vive y, como ser viviente, camina delante de nosotros; nos llama a seguirlo a Él, el viviente, y a encontrar así también nosotros el camino de la vida».1

Contemplar la Resurrección de Cristo, no significa quedarnos mirando lo que

le ha sucedido a Él. Desde el momento en que el Hijo de Dios se encarnó nuestra humanidad está unida a la vida divina. Por tanto, la Resurrección de Cristo es también nuestra resurrección. Si resucita Cristo, resucitamos todos. Siendo la Vigilia pascual la gran celebración del paso de Cristo de la muerte a la vida, en ella podemos ver nuestra participación en el acontecimiento de la Resurrección del Señor, de

1 BENEDICTO XVI, Homilía en la Vigilia Pascual, 15 de abril de 2006.

Sem

ana

Sant

a 202

0 –

Tri

duo

Pas

cual

2

manera que cada cristiano debe sentirse implicado para buscar el camino de la vida en abundancia. Así, nos alegramos por su paso de la muerte a la vida y, al mismo tiempo, experimentamos que somos sumergidos en este misterio. Esa participación la podemos observar en cada una de las cuatro partes de la Vigilia:

- En el Lucernario, primera parte de la Vigilia, los cristianos somos tocados por la luz de Cristo glorioso que disipa las tinieblas del pecado. La Vigilia es nocturna para simbolizar cómo la Resurrección de Cristo irrumpe en la oscuridad de la noche y destruye victoriosamente las más tenebrosas tinieblas del mal: la noche es vencida por el día. El pregón pascual resuena en medio del silencio y el desasosiego que había dejado la muerte: «Junto al cirio pascual resuena en la Iglesia el gran anuncio pascual: Cristo ha resucitado verdaderamente, la muerte ya no tiene poder sobre él. Con su muerte, ha derrotado el mal para siempre y ha donado a todos los hombres la vida misma de Dios».2 De esta manera nuestros ojos contemplan la luz y nuestros oídos escuchan un canto de júbilo que llega hasta el alma.

- En la Liturgia de la Palabra el Misterio Pascual se convierte en anuncio de la Buena noticia de nuestra salvación que debe ser escuchado para llegar al corazón, gracias a la acción del Espíritu. De esta escucha, como dice san Pablo nace la fe en la Resurrección (cf. Rm 10,17). Para comprender el valor trascendental de la Resurrección, la Iglesia nos invita a hacer esta noche un recorrido por los principales acontecimientos de la Historia de la Salvación, partiendo de la Creación y siguiendo por las grandes maravillas del Primer Testamento que fueron encaminando la historia hasta la plenitud de los tiempos, donde ocurre la encarnación y el Misterio Pascual.

- En la Liturgia bautismal la Iglesia celebra el sacramento del nuevo nacimiento, de manera que unas personas concretas de la comunidad son sumergidas en la Muerte de Cristo para resucitar con Él a una vida nueva. Así, queda patente que lo que Dios hizo con Cristo en su Muerte y su Resurrección, lo puede hacer con nosotros en el bautismo. En ese orden de ideas, los ya bautizados reavivamos el don de nuestro bautismo y hacemos un compromiso vital por medio de la renovación de las promesas bautismales. Además, lo que la Palabra de Dios ha proclamado en la lectura de la carta a los Romanos (epístola), se hace realidad en el sacramento del

2 BENEDICTO XVI, Audiencia general, 19 de marzo de 2008.

Vig

ilia

Pas

cual

en

la N

och

e Sa

nta

20

20

3

Bautismo y esto le da armonía a la liturgia de la palabra con la liturgia bautismal.

- En la Liturgia de la Eucaristía, Cristo resucitado se sigue ofreciendo por la vida del mundo, entregándonos su Cuerpo y su Sangre. Ahí está el vínculo con la Última Cena; ahora la Eucaristía se convierte en el sacramento de la presencia de Cristo Resucitado que le da vida a la Iglesia.3 La Iglesia vive de la Eucaristía y por eso, gozosa por la Resurrección de su salvador, lo recibe como Pan de Vida. La Fracción del Pan ha quedado para todos los tiempos como lugar por antonomasia del encuentro con el Resucitado. En ella nosotros también nos convertimos en el Cuerpo místico de Cristo y participamos de los frutos salvíficos de la resurrección. No hay mejor ejemplo que la escena de los discípulos de Emaús, donde reconocieron al Resucitado en la fracción del pan (Lc 24,30). Hoy nosotros debemos aprender a reconocerlo.

Los discípulos de Emaús nos pueden ayudar, de cierta manera, en esta Vigilia

a reconocer al Resucitado no sólo en el Pan partido, sino en la luz del cirio pascual, en la Palabra proclamada y en el agua bautismal. Toda la Vigilia pascual, pero especialmente la liturgia de la Eucaristía, pone a los cristianos en relación y contacto con Cristo Viviente, rescatado de la muerte.

Cristo, como Cordero, ha tenido que pasar por la inmolación para que

podamos celebrar una verdadera Pascua. Su sacrificio destruye la misma muerte, como dice el prefacio I de Pascua, nuestra muerte (con el posesivo “nuestra” para ver que es algo que nos atañe y de una manera radical y profunda). La muerte ya no tiene sobre Cristo ni sobre nosotros todo el poder que le quitaba sentido a la vida y nos dejaba inmersos en la desesperanza. Ahora, como sigue diciendo el prefacio, nuestra vida es restaurada, es decir, nuevamente embellecida con su esencia original, pero renovada para ser plena, para tener más sentido, para disfrutar no sólo del don de la vida meramente biológica, sino de la vida de Dios que está en nosotros y que perdura hasta la eternidad. Con la celebración litúrgica y con nuestra participación en ella se hace realidad en nosotros esta nueva Pascua.

3 «Su Muerte fue un acto de amor. En la última Cena, Él anticipó la muerte y la transformó en el don de

sí mismo. Su comunión existencial con Dios era concretamente una comunión existencial con el amor de

Dios, y este amor es la verdadera potencia contra la muerte, es más fuerte que la muerte. La Resurrección

fue como un estallido de luz, una explosión del amor que desató el vínculo hasta entonces indisoluble del

“morir y devenir”». BENEDICTO XVI, Homilía en la Vigilia Pascual, 15 de abril de 2006.

Sem

ana

Sant

a 202

0 –

Tri

duo

Pas

cual

4

De esta manera, la oración litúrgica, unida al resplandor de la belleza de los

símbolos, también está llena de una manera totalmente nueva de ver las cosas. Quienes dirigimos, en nombre de la Iglesia, la oración litúrgica no podemos dejar pasar los acentos que hace cada plegaria refiriéndose a la Resurrección de Cristo y al acontecimiento de la nueva creación donde somos resucitados todos y todo el universo y la historia son restaurados. El ejercicio práctico consiste en revisar todos los textos litúrgicos y encontrar los lugares donde el acontecimiento de la Resurrección está implícito e explícito. Ponemos a continuación unos ejemplos:

Monición de entrada de la celebración

En esta noche santa, en que nuestro Señor Jesucristo ha pasado de la muerte a la vida, la Iglesia invita a todos sus hijos, diseminados por el mundo, a que se reúnan para velar en oración.

Conclusión del Pregón

Pascual

Que el lucero matinal lo encuentre ardiendo: ese lucero que no conoce ocaso, y es Cristo, tu Hijo resucitado, que, al salir del sepulcro, brilla sereno para el linaje humano, y vive y reina por los siglos de los siglos.

Oración conclusiva de la lectura de la Creación

Dios todopoderoso y eterno, admirable en todas tus obras, que tus redimidos comprendan cómo la creación del mundo, en el comienzo de los siglos, no fue obra de mayor grandeza que el sacrificio de Cristo, nuestra Pascua inmolada, en la plenitud de los tiempos.

En la Plegaria

Eucarística I

Reunidos en comunión con toda la Iglesia para celebrar (la noche santa) el día santo de la resurrección de nuestro Señor Jesucristo según la carne…

Indicaciones del Magisterio de la Iglesia

1. CARTA CIRCULAR SOBRE LAS FIESTAS PASCUALES4 77. Según una antiquísima tradición, ésta es una noche de vela en honor del Señor, y la vigilia que tiene lugar en la misma, conmemorando la noche santa en la que el Señor resucitó, ha de

4 CONGREGACIÓN PARA EL CULTO DIVINO Y LA DISCIPLINA DE LOS SACRAMENTOS, Carta circular sobre

las fiestas pascuales, 16 de enero de 1988, núms. 77-96.

Vig

ilia

Pas

cual

en

la N

och

e Sa

nta

20

20

5

considerarse como “la madre de todas las santas vigilias”. Durante la vigilia, la Iglesia espera la Resurrección del Señor y la celebra con los sacramentos de la iniciación cristiana. a) Significado del carácter nocturno de la Vigilia pascual 78. “Toda la celebración de la Vigilia pascual debe hacerse durante la noche. Por ello no debe escogerse ni una hora tan temprana que la Vigilia empiece antes del inicio de la noche, ni tan tardía que concluya después del alba del domingo”. Esta regla ha de ser interpretada estrictamente […] 79. La Vigilia pascual nocturna durante la cual los hebreos esperaron el tránsito del Señor, que debía liberarlos de la esclavitud del faraón, fue desde entonces celebrada cada año por ellos como un “memorial”; esta vigilia era figura de la Pascua auténtica de Cristo, de la noche de la verdadera liberación, en la cual “rotas las cadenas de la muerte, Cristo asciende victorioso del abismo”. 80. Ya desde su comienzo la Iglesia ha celebrado con una solemne vigilia nocturna la Pascua anual, solemnidad de las solemnidades. Precisamente la Resurrección de Cristo es el fundamento de nuestra fe y de nuestra esperanza, y por medio del Bautismo y de la Confirmación somos injertados en el Misterio Pascual de Cristo, morimos con Él, somos sepultados con Él y resucitamos con Él, para reinar con Él para siempre. Esta Vigilia es también espera de la segunda venida del Señor. b) La estructura de la Vigilia pascual y la importancia de sus diversos elementos y partes 81. La Vigilia pascual tiene la siguiente estructura: Después del lucernario y del pregón pascual (que forma la primera parte de la vigilia), la santa Iglesia contempla las maravillas que Dios ha hecho en favor de su pueblo desde los comienzos (parte segunda o liturgia de la Palabra), hasta que, junto a los nuevos miembros renacidos por el bautismo (tercera parte), es invitada a la mesa, preparada por el Señor para su pueblo, memorial de su Muerte y Resurrección, en espera de su nueva venida (parte cuarta). Nadie está autorizado a cambiar a su arbitrio esta estructura del rito. 82. La primera parte consiste en una serie de acciones y gestos simbólicos que conviene realizar con tal dignidad y expresividad que su significado propio sugerido por las moniciones y las oraciones, pueda ser realmente percibido por los fieles […]. Prepárese el cirio pascual que, para la veracidad del signo, ha de ser de cera, nueva cada año, único, relativamente grande, nunca ficticio, para que pueda evocar realmente que Cristo es la luz del mundo. La bendición del cirio se hará con los signos y las palabras propuestas por el Misal o con otras, aprobadas por la Conferencia de Obispos. 84. El diácono proclama el pregón pascual, magnífico poema lírico que presenta el Misterio Pascual en el conjunto de la economía de la salvación. Si fuese necesario, o por falta de un diácono o por imposibilidad del sacerdote celebrante, puede ser proclamado por un cantor […]. 85. Las lecturas de la Sagrada Escritura constituyen la segunda parte de la Vigilia. Describen momentos culminantes de la historia de la salvación, cuya plácida meditación se facilita a los fieles con el canto del salmo responsorial, el silencio y la oración del sacerdote celebrante. La estructura restaurada de la Vigilia presenta siete lecturas del Antiguo Testamento entresacadas de los libros

Sem

ana

Sant

a 202

0 –

Tri

duo

Pas

cual

6

de la Ley y de los Profetas, ya utilizadas frecuentemente en las antiguas tradiciones litúrgicas de Oriente y Occidente, y dos del Nuevo Testamento, es decir la lectura del Apóstol y del Evangelio. De esta manera, la Iglesia “comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas”, interpreta el Misterio Pascual de Cristo. Por lo tanto, en la medida en que sea posible, léanse todas las lecturas indicadas para conservar intacta la índole propia de la Vigilia pascual que exige una cierta duración. Sin embargo, si las circunstancias pastorales aconsejan que se reduzcan aún el número de las lecturas, léanse al menos tres lecturas del Antiguo Testamento, de manera que estén representadas la Ley y los Profetas; nunca se puede omitir la lectura del capítulo 14 del Éxodo, con su cántico. 86. El significado tipológico de los textos del Antiguo Testamento tiene sus raíces en el Nuevo y aparece sobre todo en las oraciones que el sacerdote celebrante pronuncia después de cada lectura […]. Evítese con todo cuidado que los salmos responsoriales sean sustituidos por cancioncillas populares. 87. Terminada la lectura del Antiguo Testamento, se canta el himno “Gloria a Dios”, se hacen sonar las campanas según las costumbres de cada lugar, se dice la oración colecta y de este modo se pasa a las lecturas del Nuevo Testamento. Se lee la exhortación del Apóstol sobre el Bautismo entendido como inserción en el Misterio Pascual de Cristo. Después, todos se levantan y el sacerdote entona por tres veces el “Aleluya”, elevando gradualmente la voz, y repitiéndolo la asamblea. Si fuese necesario, el salmista o cantor entona el “Aleluya”, que el pueblo prosigue intercalando la aclamación entre los versículos del salmo 117, tan a menudo citado por los apóstoles en la predicación pascual. Sigue el anuncio de la Resurrección del Señor con la lectura del Evangelio, culmen de toda la liturgia de la Palabra […]. No se omita a la homilía, aunque sea breve. 88. La liturgia bautismal es la tercera parte de la Vigilia […].5 89. A continuación tiene lugar la renovación de promesas bautismales introducidas por la monición que hace el sacerdote celebrante. Los fieles, de pie y con las velas encendidas en sus manos responden a las interrogaciones. […] 90. La celebración de la eucaristía es la cuarta parte de la Vigilia, y su punto culminante, porque es el sacramento pascual por excelencia, memorial del sacrificio de la cruz, presencia de Cristo resucitado, consumación de la iniciación cristiana y pregustación de la pascua eterna. 91. Hay que poner mucho cuidado para que la liturgia eucarística no se haga con prisa; es muy conveniente que todos los ritos y las palabras que los acompañan alcancen toda su fuerza expresiva: […] la plegaria eucarística primera, segunda, tercera, a ser posible cantada, con sus embolismos propios […].

5 Este año ha sido simplificada completamente. Si se estima realmente conveniente puede hacerse la

bendición del agua común.

Vig

ilia

Pas

cual

en

la N

och

e Sa

nta

20

20

7

c) Algunas indicaciones de carácter pastoral 93. Cuídese de tal modo la liturgia de la Vigilia pascual que se pueda hacer llegar al pueblo cristiano las riquezas que contienen las plegarias y los ritos; es necesario que se respete la verdad de los signos, se favorezca la participación de los fieles […] 95. En el modo de anunciar la celebración de la Vigilia pascual, evítese presentarla como el último acto del “Sábado Santo”. Dígase que la Vigilia pascual se celebra “en la noche de la Pascua”, y precisamente como una celebración unitaria (insistan en la conveniencia de participar en toda la Vigilia). 96. Para poder celebrar la Vigilia pascual con el máximo provecho, conviene que los mismos pastores hagan lo posible para comprender mejor tanto los textos como los ritos, a fin de poder dar una mistagogía que sea auténtica.

2. DECRETO II EN TIEMPOS DEL COVID-196

Vigilia Pascual. Se celebre solo en las iglesias catedrales y parroquiales. Para la liturgia bautismal, se mantenga solo la renovación de las promesas bautismales (cf. Missale Romanum).

Elementos para tener preparados

† Ornamentos blancos.

† Lo necesario para la celebración de la Eucaristía.

† El presbiterio decorado con flores y el altar con bellos manteles.

† Cirios para el altar (sólo se encienden en el momento del “Gloria”).

† Base para el cirio pascual junto al ambón.

† Cirio pascual preparado con sus orificios para colocar los cinco granos de cera de incienso.

† Linterna si se apagan las luces.

† Texto del pregón pascual en el ambón.

† Incensario y naveta.

† Campanilla para el momento del “Gloria”.

6 CONGREGACIÓN PARA EL CULTO DIVINO Y LA DISCIPLINA DE LOS SACRAMENTOS, Decreto en tiempo del

COVID-19 (II), 25 de marzo de 2020.

Sem

ana

Sant

a 202

0 –

Tri

duo

Pas

cual

8

Esquema de la celebración Como esta celebración tiene una estructura muy diferente a lo acostumbrado, conviene hacer una catequesis litúrgica previa que prepare cada signo especial para favorecer una mejor comprensión y participación de los fieles.

Primera parte: LUCERNARIO O SOLEMNE COMIENZO DE LA VIGILIA «Para el “Inicio de la Vigilia o lucernario” se omite el fuego, se enciende el cirio y, omitida la procesión, se hace el pregón pascual» (Decreto I en tiempo del COVID-19).

† El presidente y los ministros se dirigen al frente del altar (se tienen las luces apagadas, si parece oportuno).

† Saludo del presidente (En el nombre del Padre, etc.).

† Monición inicial (es presidencial y se encuentra en el Misal).

† Omitiendo la bendición del fuego, se hace la preparación del cirio.

† Se enciende el cirio diciendo: La luz de Cristo, que resucita glorioso, disipe las tinieblas del corazón y del espíritu (se encienden las luces del templo; el presidente decidirá si es conveniente que algunas otra personas que estén participando o sirviendo como ministros en la celebración puedan encender su vela. El decreto no dice nada al respecto).

† Se coloca el cirio pascual en su lugar y se inciensa.

† Quien va a proclamar el pregón pascual pide la bendición.

† Se inciensa el pregón pascual.

† Se canta el pregón pascual. Segunda parte: LITURGIA DE LA PALABRA

† Monición (es presidencial y se encuentra en el Misal).

† Primera lectura (La creación: Gn 1, 1-2, 2 o 1, 1. 26-31a), el salmo (103 o 32) y oración conclusiva.

† Segunda lectura (El sacrificio de Abrahán: Gn 22, 1-18; 1-2. 9a. 10-13. 15-18), el salmo (15) y oración conclusiva.

† Tercera lectura (El paso del mar Rojo: Ex 14, 15-15, 1; no se dice “Palabra de Dios”), su cántico (Éx 15) y oración conclusiva.

† Cuarta lectura (La nueva Jerusalén: Is 54, 5-14), el salmo (29) y oración conclusiva.

Vig

ilia

Pas

cual

en

la N

och

e Sa

nta

20

20

9

† Quinta lectura (La salvación que se ofrece gratuitamente a todos: Is 55, 1-11), el cántico (Is 12) y oración conclusiva.

† Sexta lectura (La fuente de la sabiduría: Bar 3, 9-15.31-4,4), el salmo (18) y oración conclusiva.

† Séptima lectura (El corazón nuevo, el espíritu nuevo: Ez 36, 16-28), el salmo (41-42) y oración conclusiva.

† Terminada la última lectura del Antiguo Testamento se encienden los cirios del altar.

† Se entona el “Gloria” mientras se tocan las campanas.

† Oración colecta.

† Lectura del Apóstol (Rm 6,3-11).

† El presidente entona el Aleluya.

† Salmo responsorial 117, entonado por un salmista.

† Lectura del Santo Evangelio según san Mateo 28,1-10.

† Breve homilía. Tercera parte: LITURGIA BAUTISMAL «En la “Liturgia bautismal” solo se renuevan las promesas bautismales» (Decreto I en tiempo del COVID-19). Se hacen la monición presidencial y las preguntas como lo propone el Misal. Enseguida se hace la oración de los fieles. Cuarta parte: LITURGIA EUCARÍSTICA

† Presentación de los dones. Oración sobre las ofrendas.

† Prefacio I de Pascua.

† Plegaría Eucarística I o II o III.7

† Rito de comunión. Oración poscomunión.

† Bendición solemne (texto propio)

† Pueden ir en paz, Aleluya, Aleluya…

7 I. Cuando se utiliza el Canon romano, se dice “Reunidos en comunión” propio. En las misa de la Vigilia

pascual se dice: para celebrar la noche santa; después se dice siempre: para celebrar el día santo.

II. Cuando se dice la plegaria eucarística II, se dice “Acuérdate, Señor propia”. En la misa de la Vigilia

pascual se dice: en la noche santísima; después se dice siempre: en el día santísimo.

III. Cuando se utiliza la plegaria eucarística III, se añade la intercesión Confirma en el santo propósito y

se dice el recuerdo propio en la intercesión “Atiende los deseos”. En la misa de la Vigilia pascual se dice:

en la noche gloriosa; después siempre: en el día glorioso.

Sem

ana

Sant

a 202

0 –

Tri

duo

Pas

cual

10

Vida litúrgica Diócesis de Zipaquirá SOLEMNE VIGILIA PASCUAL EN LA NOCHE SANTA 12 de abril de 2020

Moniciones Entrada La monición es presidencial y se encuentra en el Misal (página 194).

Para la preparación del cirio pascual El cirio pascual es el símbolo de Cristo Resucitado, principio y fin de la historia. Contemplemos esta preparación litúrgica en oración alegre. Para el Pregón pascual En medio del silencio que nos ha dejado la Muerte de Jesús, ahora resuena el canto de júbilo y alabanza que nos anuncia el triunfo de la Resurrección. Con actitud orante escuchemos este gran himno. Liturgia de la Palabra La monición es presidencial y se encuentra en el Misal (p. 204). Para el “Gloria” y el “Aleluya” el sacerdote explica brevemente con sus palabras el sentido de esos momentos.

Liturgia bautismal – renovación de las promesas bautismales La monición es presidencial y se encuentra en el Misal (p. 215).

Presentación de los dones En esta Noche Santa celebramos el verdadero Banquete Pascual. Cristo Resucitado se hace presente en el altar para que lo reconozcamos al partir el pan. Con gozo desbordante unámonos espiritualmente a este acontecimiento. Comunión Por la comunión espiritual, en silencio, encontrémonos con el Resucitado, que nos dice: “Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo”.

Vig

ilia

Pas

cual

en

la N

och

e Sa

nta

20

20

11

Vida litúrgica Diócesis de Zipaquirá SOLEMNE VIGILIA PASCUAL EN LA NOCHE SANTA 12 de abril de 2020

Oración universal

Hermanos y hermanas: Oremos al Padre de la Vida que en esta noche ha resucitado a Jesucristo, su Hijo, llenando nuestros corazones de la exultante alegría de la salvación. Aclamemos a Cristo, el Viviente, cantando:

R/. El Señor resucitó, Aleluya; de la muerte nos libró, Aleluya.

† Cristo Resucitado vive en la Iglesia. Pidamos por el Pueblo de Dios para que grite con todas sus fuerzas que la muerte ha sido derrotada.

† Cristo Resucitado vive en los pastores. Pidamos por el Papa Francisco, por nuestro obispo Héctor Cubillos y por todos los sacerdotes del mundo.

† Cristo Resucitado vive en la humanidad. Pidamos por cada persona humana para que su vida se mantenga protegida integralmente.

† Cristo Resucitado vive en los que sufren. Pidamos por los enfermos de COVID-19 y sus familias. Que permanezcan en la alegría de la fe.

† Cristo Resucitado vive en los que sirven. Pidamos por el personal médico y sanitario que afronta directamente la pandemia. También por aquellos que nos han facilitado la vida por estos días.

† Cristo Resucitado vive en los bautizados. Pidamos por nosotros que participamos espiritualmente de esta Vigilia para que en esta noche podamos pasar con Cristo de la muerte a la Vida.

Padre de misericordia, que en Cristo Resucitado nos has entregado el amor que es más fuerte que la misma muerte, en estos tiempos de prueba, escucha la oración de tu Iglesia, que brota de nuestra alegre esperanza. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.