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SEMINARIO SOBRE PAISAJE HISTÓRICO URBANO DE SEVILLA.IAPH. Sevilla 26-27 marzo 2015

Mesa Redonda.

CIUDAD HISTÓRICA VERSUS PAISAJE HISTÓRICO URBANO.

Jorge Benavides Solís1

La invitación para participar en esta Mesa Redonda, la acepté como un desafíoestimulante.

En un corto tiempo, no resultaba fácil la aproximación a la GUÍA DEL PAISAJE HISTÓRICOURBANO DE SEVILLA desarrollada en 782 páginas por 65 técnicos con una actividad profesionaldestacada a sus espaldas, sobre una tipología de un bien cultural como es el paisaje, cuyadefinición pienso que depende más de la teoría que de la doctrina por lo cual, aún tienenumerosas indeterminaciones y al mismo tiempo, no ha terminado de llenarse de nuevoscontenidos; más aún si es adjetivado como histórico y delimitado como urbano.

Para redactar la Guía se han consultado 345 publicaciones entre libros, artículos derevistas, periódicos y ponencias, así como también se han tomado en cuenta 124 documentosrelacionados en el apartado “normas planes y estrategias”2. Es la constatación de un granesfuerzo que merece una especial felicitación porque además así es como se ha conseguido ponera Sevilla entre las grandes ciudades como Madrid y Barcelona, que con fines similares ya handesarrollado sendos instrumentos.

No oculto que cuando leo o trabajo sobre el paisaje el número de las certezas disponibles,es mucho menor que las preguntas, por lo cual comprendo la dificultad de trasladar contenidosdel ámbito teórico o abstracto al nivel operativo y más todavía, al instrumental como de algunamanera, tiene que ser una Guía. Ésta, según la RAE, es un “tratado en que se dan preceptos paraencaminar o dirigir en cosas, ya espirituales o abstractas, ya puramente mecánicas”. También,dice, es una “lista impresa de datos o noticias referentes a determinada materia”.

Al leer las palabras paisaje histórico me pregunto:¿Acaso es posible un paisaje fuera del tiempo, vacío de hechos y con ausencia de

protagonistas?¿No es la persona incluso cuando contempla el paisaje también un protagonista y por lo

tanto, parte de él?¿Acaso quedan en el planeta paisajes naturales no hollados por el hombre y en

consecuencia, de hecho, con una indeleble impronta cultural?

1 Dr. Arq. P.T. de Universidad2 He echado de menos el registro de González Acuña Daniel: Forma Urbis Hispalensis. El urbanismo de la ciudad romanade Hispalis a través de los testimonios arqueológicos Premio Focus-Abengoa 2008 a la mejor Tesis Doctoral. BenavidesSolís Jorge: En Sevilla. Transformaciones. 2013

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¿Acaso será posible otro paisaje distinto al urbano dentro de pocos años, cuando 8 decada 10 habitantes del planeta, debido a la globalización del capitalismo y gracias a las TICs, vivanen núcleos urbanos como por ejemplo, ya sucede en Uruguay, Bélgica o Estados Unidos?3.

Toda ciudad es histórica porque lo contrario no es posible. Basta acudir al territorioasumiéndolo como un archivo.

Las posibles delimitaciones de una ciudad, bien podrían hacerse según su densidadcultural pues, cada época histórica se caracteriza por la velocidad y la forma de ubicar lostestimonios culturales en el territorio. Hasta antes de la primera revolución industrial fue distintoa cuanto sucedió durante y después de ella. Ahora, inmersos en la revolución determinada por laincorporación de la TICs hasta en la vida íntima es aún más diferente, desconcertante.

Bajo esta consideración, el centro histórico no sería sino la parte de un núcleo urbano conmás alta densidad cultural; de ahí la necesidad de protegerlo activamente, lo cual no significacongelar las formas sino generar estímulos para que su proceso vital de cambio sea de talmanera coherente, que hiciera posible un resultado vinculado al entorno y al contexto para poneren evidencia la continuidad y la unidad con diversidad del bien protegido.

Asumir la adjetivación de la palabra paisaje, como un recurso operativo utilizado paradelimitar el objeto de investigación, no sería un problema, pero, sí para comprenderlo y paraintervenirlo o condicionar la intervención incluso si ésta supone una operación meramentepreventiva. Quiero decir que también comprender y definir el paisaje supone un problema difícilporque no es simplemente un objeto ni tampoco un intangible: es un sistema4 complejo, con esasdos partes que se inter-relacionan e interactúan dentro de un entorno amplio y frágil también através de la mirada.

Es tangible el edificio, la calle o la colina, es intangible el tiempo, las nubes, la luz, inter-relacionadas por la mirada e incluso por el estado de ánimo de quien mira el paisaje. Es la inter-relación entre lo objetivo y lo subjetivo. Para que el sistema funcione debería aproximarse almenos a la armonía cuando no a la belleza. Son las condiciones indispensables para que emerja laemoción cuyo origen está en muchas fuentes neuroquímicas, fisiológicas y cognitivas, diceDamasio.

Desde la óptica de las Leyes de Patrimonio Cultural, sería indispensable proteger el paisajeque emocione. A partir de las Leyes de Medio Ambiente me parecería más eficiente proteger losdemás paisajes utilitarios construidos. Desde luego, lo deseable sería relacionar las acciones einiciativas provenientes de estas dos, y si acaso más vertientes. Ello supone como se puedeconstatar en la Guía, un trabajo multidisciplinar y habría sido mejor, un trabajo trans-disciplinarporque, lo “multi” depende de procesos de cuantificación, de extensión de ampliación, decantidades y descripciones mientras lo “trans” pone énfasis en los procesos, en las la inter-relaciones, en las cualidades, en las características y comportamientos. Quizá una hipotética “Leyde Desarrollo y Protección del Paisaje” lo hiciera posible.

Estaremos de acuerdo que el paisaje no es un artefacto, ni un puzle ni un lego compuestopor numerosas piezas o componentes que deben encajar perfectamente para hacer posible laconstrucción o la reconstrucción de un orden existente o pre-determinado. En el paisaje las partes

3 http://datos.bancomundial.org/indicador/SP.RUR.TOTL.ZS/countries4 Sistema. El análisis más simple de este concepto involucra las nociones de: a) Composición (partes); b) Entorno(objetos distintos de sus componentes y relacionados con éstos); c) Estructura (conjunto de relaciones, en particularconexiones y acciones entre los elementos y entre estos y los elementos del entorno); d) Mecanismo (conjunto deprocesos que le son peculiares, o aquello que lo hace funcionar). Bunge, Mario: Crisis y reconstrucción de la filosofía. Ed.Gedisa. Barcelona 2002.

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no encajan de manera estática. Se inter-relacionan e interactúan también con el entorno, demanera dinámica. Es lo que Monet5, demostró indirectamente, de alguna manera, al pintar laCatedral de Ruan con distinta atmósfera. Entonces, cabe otra pregunta:

¿El paisaje es un bien tangible o intangible?Es tangible a simple vista pero es intangible si se lo mira y si a través de la mirada acude la

emoción de quien lo mira. Siendo así, la Neurociencia tendría algo que decirnos, tal como insinúael historiador de arte J. Onians al hablarnos de Neuroplanning en la ponencia que presentó en elEncuentro Internacional de Arquitectura Contemporánea en Ciudades Históricas, realizado enSevilla y sus trabajos sobre Neurohistoria del Arte, viendo por otra parte como, gracias al neuro-científico portugués Damasio, podemos comprender qué son y de qué manera se producen lasemociones tanto como los modos cognitivos de la percepción. La percepción de los espacios en laciudad es diferente a la percepción de los paisajes de la ciudad.

Los avances de la ciencia y de las nuevas tecnologías, tienen una velocidad a la que seráobligatorio adaptarnos. No hay resultados ni verdades estáticas ni definitivas. Todo cambia y,cada vez más rápido.

Según Michu Kaku6, desde hace quince años gracias a la Física y a la Biología, antes que ala Filosofía y a la Psicología, sabemos más de la mente que en los últimos cien años.

Los avances tecnológicos y los sofisticados instrumentos (resonancia magnética) hacenposible escanear y cartografiar algunas de las respuestas a los estímulos que reciben los 100.000millones de neuronas que están en nuestro cerebro cuya plasticidad se está investigando cada vezmás7.

El desarrollo de los instrumentos operativos en defensa del paisaje a partir de la ConvenioEuropeo del 2000 ha sido notable pero, lo ha sido más debido a la doctrina que a la teoría,seguramente porque ésta tiene su campo en la Academia mientras aquella, está vinculada a laurgencia que demanda la acelerada transformación no controlada del territorio y de las ciudadesy porque además, facilita acceder a los ámbitos de la administración pública, poseedora de toda lacapacidad para poner en vigencia los instrumentos adecuados de control; aunque llegados a estepunto podamos advertir la presencia de ciertas dificultades, provenientes de las formas políticasde gobierno o, lo que es lo mismo, de los modos concebidos de hacer ciudad o mejor dicho, deconstruir la ciudadanía, último fin de la polis, lo cual debería suponer la existencia y disponibilidadde un amplio cauce de calidad que haga posible la participación proactiva de la sociedad8.

Los mejores inspectores de las alteraciones del paisaje son los ciudadanos; por ejemplo,aquellos que se manifestaron en contra de la Torre Pelli, un objeto arquitectónico extraño a suentorno. Basta verlo.

En este contexto, la Guía del Paisaje Histórico Urbano de Sevilla para una gestiónsostenible es de importante actualidad. Hace parte del cumplimiento de compromisosinternacionales y lo que es más, ayudará tanto a los gobiernos: autonómico, provincial y local a

5 Monet: "Cuanto más viejo me hago, más cuenta me doy de que hay que trabajar mucho para reproducir lo que busco:lo instantáneo. La influencia de la atmósfera sobre las cosas y la luz esparcida por todas partes"6 Michu Kaku: El futuro de nuestra mente. Barcelona 20147 http://www.scientificamerican.com/article/london-taxi-memory/ (2011) Con la nueva investigación, los científicosdefinitivamente se pueden decir que los taxistas de Londres no sólo tienen centros de memoria más grandes que lamedia en sus cerebros, sino también que su formación intensiva es responsable del crecimiento del hipocampo.8 Seminario: Democracia, sociedad y participación ciudadana. Benavides Solís Jorge: Planeamiento, gestión ydemocracia en la construcción de la ciudad. Sevilla 2009.www.centrodeestudiosandaluces.es/datos/factoriaideas/PN01_09.pdf

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desarrollar iniciativas para que se atenúen las intervenciones urbanísticas y arquitectónicasdesastrosas.

Es necesario saber que hacer arquitectura es hacer paisaje y que el Planeamiento y susredactores, no solamente deberían limitarse a cumplir sino que también podrían interpretar lasLeyes. El cambiante contexto, obliga. Lo que sugiero aquí, lo he dicho con otras palabras apropósito de la edificación que se está terminando en la calle Santander de Sevilla:

El respeto y la protección de los Centros Históricos no supone solamente una cuestióntécnica, de legalidad o de tramitación formal, tampoco depende únicamente de la (in) cultura delos gobernantes o de los técnicos. Las cuestiones objetivas es posible constatarlas y hastacuantificarlas; por esta razón, finalmente resultan simples, tal como lo demuestra un técnico de laGerencia de Urbanismo que ha comprobado e informado que el proyecto aquí comentado, se“ajusta a la normativa urbanística”, sin más.

La cuestión de la herencia cultural en un centro histórico es compleja porque, por unaparte es subjetiva, alude al gusto, a la sensibilidad, a la identidad diferenciadora pero integradora,a la teoría, a la filosofía; no a la técnica ni a la norma solamente, por tanto es relativa y por otraparte, no afecta a los individuos de manera aislada o individualizada sino a la sociedad y a la casade todos, la ciudad, que como he dicho en otras ocasiones, es el producto cultural más sofisticadoque desde hace siete mil años está construyendo la sociedad.

De tal forma que si la intervención urbanística o arquitectónica en un centro histórico eserrónea, se convertirá en un incómodo y duradero castigo visual con toda la pedagogía socialnegativa que ello supone. O sea, la protección depende sobre todo de la inter-relación vigenteentre el ciudadano, habitante o transeúnte y el patrimonio cultural, urbano, arquitectónico,paisajístico e incluso inmaterial.

Una norma no garantiza la belleza o el buen gusto aunque puede aproximarlo. Eso sí, lanorma hace posible la convivencia, por eso es ineludible que gobernantes y gobernados lacumplan pero, sobre todo, que por un lado los ciudadanos ejerzan sus derechos, iniciativas ydeberes de manera permanente y no sólo en tiempo de elecciones, por otro, la forma de gobiernolo facilite y los técnicos indispensablemente cultos, redacten instrumentos fiables apoyados envalores antes que en referencias preponderantemente lucrativas. En consecuencia, no se tratasolamente de proteger el paisaje sino también de hacer posible su desarrollo sostenible yagradable.

Guardo la esperanza de que la Guía ayude a que lo dicho se haga realidad en Sevilla.

Sevilla 25.03.15