Sensibilidad y Alteridad en Emmanuel Lévinas

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Alejandro Antúnez Olguín 5-A “SENSIBILIDAD Y ALTERIDAD EN EMMANUEL LÉVINASLo que caracteriza a Lévinas es que se situó fuera del orden gnoseológico. Fue víctima del holocausto judío durante la Modernidad. Una primera categoría que inserta es el Desear, que es el amor a otro como otro. Existe también el placer, pero éste es físico y mundano, el que importa es el Desear, porque esta más allá del simple placer carnal, es un deseo metafísico: el querer el bien hacia el Otro (la otra persona), el amor que se le puede sentir, es ser responsable por el Otro y a diferencia de los placeres normales el deseo metafísico no puede ser saciado ya que el amar al Otro te incentivara a seguir teniendo ese deseo. Entonces esta pulsión de alteridad es muy fuerte, ya que es un placer puro cuya aspiración no es condicionada por ninguna carencia previa , es un desear el bien del Otro, ver el porque de la felicidad o infelicidad del Otro. La ontología tradicional inserta al Otro en los Mismo (al otro sujeto en el sistema), con esto se niega el deseo metafísico del Otro. Por eso esta la crítica la cual no oprime al Otro en lo Mismo sino que pone a los Mismo en cuestión, ver las cosas como el Otro, esto es una ética que cumple la esencia crítica del saber. Aquí Lévinas propone: 1) una pulsión creadora que relanza a la Totalidad, a las pulsiones de auto-conservación y reproducción y a las pulsiones narcisistas; y 2) una razón crítica de las mismas. Cuando en 1947 escribe De la existencia al existente, trata el tema de la existencia, pero una existencia existente, un ente, el instante, la fatiga de la corporalidad . En el mudo el Otro no es tratado como una cosa, pero no es separado de las cosas. La relación con la desnudes es la verdadera experiencia de la alteridad del Otro . Aquí se trata el tema del existente sin mundo, pero existe en el tiempo del instante, éste es vulnerable antes que instante, sufre. Este ser que sufre, es vulnerable, traumatizante pero, vive, goza y habita, es por eso que nosotros tenemos una responsabilidad con el, nuestro Deseo debe de ser por el, debemos, verlo, saber de el, ponernos cara-a-cara para poder saber que nosotros somos responsables. Con Totalidad el horizonte de la ontología, la comprensión del ser, no sólo son antecedidos una y otra vez por una sensibilidad pre-ontológica, sino también por una exterioridad post-ontológica, pero ambos son como términos de una misma tensión. Desde una corporalidad sensible previa a la razón como comprensión del ser, la ética describe al psiquismo corporal aun más rico que la mera subjetividad de una razón conocedora, que vive y goza, tiene una afectividad (que puede ser afectado, traumatizado) como la mismidad del Yo. Es desde esta anterioridad que el Yo se abre al mundo, se exterioriza. Ahora existe un lenguaje entre el Yo y el Otro, una relación cara-a- cara, aquí fluye la racionalidad primera, es el infinito e la inteligencia que se presenta en el rostro. Y con esto podremos ver la asimetría que existe entre

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Reflexión del pensamiento de Lévinas en la Ética de la liberación

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Page 1: Sensibilidad y Alteridad en Emmanuel Lévinas

Alejandro Antúnez Olguín5-A

“SENSIBILIDAD Y ALTERIDAD EN EMMANUEL LÉVINAS”

Lo que caracteriza a Lévinas es que se situó fuera del orden gnoseológico. Fue víctima del holocausto judío durante la Modernidad. Una primera categoría que inserta es el Desear, que es el amor a otro como otro. Existe también el placer, pero éste es físico y mundano, el que importa es el Desear, porque esta más allá del simple placer carnal, es un deseo metafísico: el querer el bien hacia el Otro (la otra persona), el amor que se le puede sentir, es ser responsable por el Otro y a diferencia de los placeres normales el deseo metafísico no puede ser saciado ya que el amar al Otro te incentivara a seguir teniendo ese deseo. Entonces esta pulsión de alteridad es muy fuerte, ya que es un placer puro cuya aspiración no es condicionada por ninguna carencia previa, es un desear el bien del Otro, ver el porque de la felicidad o infelicidad del Otro.

La ontología tradicional inserta al Otro en los Mismo (al otro sujeto en el sistema), con esto se niega el deseo metafísico del Otro. Por eso esta la crítica la cual no oprime al Otro en lo Mismo sino que pone a los Mismo en cuestión, ver las cosas como el Otro, esto es una ética que cumple la esencia crítica del saber. Aquí Lévinas propone: 1) una pulsión creadora que relanza a la Totalidad, a las pulsiones de auto-conservación y reproducción y a las pulsiones narcisistas; y 2) una razón crítica de las mismas.

Cuando en 1947 escribe De la existencia al existente, trata el tema de la existencia, pero una existencia existente, un ente, el instante, la fatiga de la corporalidad. En el mudo el Otro no es tratado como una cosa, pero no es separado de las cosas. La relación con la desnudes es la verdadera experiencia de la alteridad del Otro. Aquí se trata el tema del existente sin mundo, pero existe en el tiempo del instante, éste es vulnerable antes que instante, sufre. Este ser que sufre, es vulnerable, traumatizante pero, vive, goza y habita, es por eso que nosotros tenemos una responsabilidad con el, nuestro Deseo debe de ser por el, debemos, verlo, saber de el, ponernos cara-a-cara para poder saber que nosotros somos responsables. Con Totalidad el horizonte de la ontología, la comprensión del ser, no sólo son antecedidos una y otra vez por una sensibilidad pre-ontológica, sino también por una exterioridad post-ontológica, pero ambos son como términos de una misma tensión. Desde una corporalidad sensible previa a la razón como comprensión del ser, la ética describe al psiquismo corporal aun más rico que la mera subjetividad de una razón conocedora, que vive y goza, tiene una afectividad (que puede ser afectado, traumatizado) como la mismidad del Yo. Es desde esta anterioridad que el Yo se abre al mundo, se exterioriza.

Ahora existe un lenguaje entre el Yo y el Otro, una relación cara-a-cara, aquí fluye la racionalidad primera, es el infinito e la inteligencia que se presenta en el rostro. Y con esto podremos ver la asimetría que existe entre el Yo y el Otro. Aquí surge un nuevo tipo de Voluntad, diferente al de Schopenhauer o Nietzsche, cuando el otro aparece diametralmente opuesto a mi, la Voluntad queda antes de toda decisión impactada como responsable, es decir, Yo soy responsable de lo que le pasa el Otro. Sin embargo, uno es libre de hacerle caso a la Voluntad o no, pero no es libre de rechazar la responsabilidad que esta lleva, no podemos ignorar el mundo porque en el vivimos.

Con el paso del tiempo Lévinas se volverá mas radical, dirá que el Desear es lo que mueve todo movimiento ético que se encarga de ayudar al Otro y deformar lo Mismo. También llevara la responsabilidad a otro nivel al decir que el Yo es un perseguido a causa del Otro, como un rehén, esto es entregar la vida para salvar la vida del Otro. Es el tema de la redención del Otro ante el Poder del sistema, el cual testimonia la propia obsesión por la víctima. La subjetividad es en su último contenido sensibilidad que se expresa en el dolor. El dolor es el comienzo de la creación, de lo nuevo, el así corporal se expone siempre y necesariamente ante la Sistema (el Tercero) como religado al Otro, que descubrió el cara-a-cara.

Ahí esta la víctima, el Otro, el cual ahora es responsabilidad y obligación del Yo, se debe de reconocer esto: el para-el-Otro como responsabilidad que obliga.