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IN URO SEPTIEMBRE DE 2009 Nº 34 REVISTA MARXISTA ELECTRÓNICA DEL PARTIDO OBRERO REVOLUCIONARIO Se difunde por suscripción gratuita. Si deseas recibirla en tu dirección de correo electrónico, suscríbete en: http://www.netpor.org /esp/sinmuro.html [email protected] www.netpor.org Fundador: Arturo van den Eynde (Aníbal Ramos) TODO EMPIEZA POR LA UNIDAD MIGUEL SALAS (p. 2-5) SOBRE LA UNIDAD Y SUS RETOS EN MADRID CARLOS GIRBAU (p. 6-9) Para deshacerse de la derecha, ¿caben los acuerdos con la socialdemocracia? CARLOS GIRBAU (p. 10-13) “EL GOBIERNO PROTEGE A LA BANCA, ¿QUIÉN PROTEGE A LAS PERSONAS?” ENTREVISTA CON MIGUEL PORTAS (p. 14-16) OBAMA Y LA REFORMA DEL SISTEMA FINANCIERO FRED VITALE (p. 17-20) LA INSURRECCIÓN DE 1909 ANDREU NIN (p. 21-23) lAS ILUSTRACIONES SON DE JUAN GENOVÉS

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Los tiempos no son fáciles para el movimiento obrero. La crisis capitalista está lanzando al paro a millones de personas y las dificultades de la izquierda no facilitan la movilización política y social para que la salida de la crisis represente un cambio favorable a la clase trabajadora.

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IN UROS E P T I E M B R E D E 2 0 0 9 N º 3 4

REVISTA MARXISTA ELECTRÓNICA DEL PARTIDO OBRERO REVOLUCIONARIO

Se difunde por suscripción gratuita.Si deseas recibirla en tu dirección de correo electrónico, suscríbete en:

http://www.netpor.org/esp/sinmuro.html

RO [email protected]

Fundador:Arturo van den Eynde(Aníbal Ramos)

TODO EMPIEZA POR LA UNIDADMIGUEL SALAS (p. 2-5)

SOBRE LA UNIDADY SUS RETOS EN MADRID

CARLOS GIRBAU (p. 6-9)

Para deshacerse de la derecha,¿caben los acuerdos con

la socialdemocracia?CARLOS GIRBAU (p. 10-13)

“EL GOBIERNO PROTEGE A LA BANCA,¿QUIÉN PROTEGE A LAS PERSONAS?”

ENTREVISTA CON MIGUEL PORTAS (p. 14-16)

OBAMA Y LA REFORMADEL SISTEMA FINANCIERO

FRED VITALE (p. 17-20)

LA INSURRECCIÓN DE 1909ANDREU NIN (p. 21-23)

lAS ILUSTRACIONES SON DE JUAN GENOVÉS

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TODO EMPIEZAPOR LA UNIDAD

Miguel Salas

Los tiempos no son fáciles para el movimiento obrero. La crisis capitalista está lanzando al paro a millones

de personas y las dificultades de la izquierda no facilitan la movilización política y social para que la salida de la crisis

represente un cambio favorable a la clase trabajadora. El grupo de militantes revolucionarios que nos agrupamos

en el POR queremos encontrar respuestas a la contradicción que existe entre la profunda crisis

en que se encuentra el sistema capitalistay la todavía pequeña respuesta de lucha y movilización

de la clase trabajadora. Sabemos que las respuestasno saldrán de un círculo cerrado ni siquiera de algunas

cabezas pensantes, sino que necesitarán la combinación de la acción, la reflexión política y la convergencia de distintas

experiencias. Para desarrollar ese debate, intercambiar opiniones y experiencias, para buscar respuestas,

la militancia del POR, y todo aquél o aquella que quiera participar. En este número de Sin Muro publicamos algunas

aportaciones a ese debate.

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Queremos compartir los problemas quepreocupan a la militancia sindical, política oasociativa: ¿qué hacer frente a la crisis capi-talista? ¿Cómo defender el puesto de tra-bajo y el salario? ¿Cuáles son lasdificultades para que la clase trabajadoraresponda masivamente a la crisis? ¿Qué eslo que puede mover la gente en la empresapara mejorar sus condiciones salariales, devida y derechos? ¿Por qué la izquierda con-tinua tan dividida y le cuesta ofrecer alter-nativas? ¿Qué hacer para dar pasos hacíauna nueva sociedad más solidaria, másdemocrática, más igualitaria? ¿Qué pode-mos aportar un grupo de militantes marxis-tas? Para nosotros el punto de partida esque todo debe empezar por la unidad: uni-dad para luchar contra la patronal y elgobierno; unidad en el frente político para ircreando alternativas a las políticas neolibe-rales y unidad para agrupar a los marxistasrevolucionarios partidarios de una sociedadsocialista.

La lógica del capitalismo es profunda-mente antisocial, consiste en que unospocos obtengan el máximo de beneficio acosta de la mayoría de la sociedad. La globa-lización que el capitalismo impuso en lasúltimas décadas y su política neoliberal agu-dizó al máximo esas tendencias y en todo elmundo se agrandó aún más el abismo eco-nómico entre unos pocos y la mayoría de lapoblación. Esa misma política neoliberalcon su abuso y falta de control está en labase de la crisis actual y los mismos capita-listas, para salvar sus negocios, se estánviendo obligados a cambiar y matizar supropia política.

Una de las ideas más perniciosas paraadormecer las conciencias es la machaconaconsigna de que “ya estamos saliendo de lacrisis”, “que ya hemos llegado al fondo”,“que ya se ven los brotes verdes”… Las crisisson congénitas al sistema capitalista y, aun-que es evidente que las crisis no son eter-nas, lo que esa machacona idea transmitees: “no hace falta que hagáis gran cosa; sólopasaréis algunas penalidades y dentro de

poco habrá de nuevo trabajo y la prosperi-dad de los últimos años”. Y si eso ocurrieraasí, la salida de la crisis habría beneficiado alos mismos que la provocaron y las cosasseguirían básicamente igual.

Una época de crisis es siempre tiempode cambio. Quiere decir que lo que hastaese momento funcionaba ya no sirve parala sociedad. Esta crisis ha mostrado que lapolítica del neoliberalismo ha fracasado, yano podrá ser igual que antes. Las mismasclases dirigentes dudan sobre cuál deberíaser la política del futuro, de ahí la discu-sión sobre la refundación del capitalismo,la necesidad de establecer más controles,etc. Es decir, la crisis les obligará a cambiaraunque sea para que lo fundamental sigaigual.

Ese mismo debate es necesario entre lasfuerzas políticas de la izquierda. Una crisis,por profunda que sea, no refuerza automá-ticamente las posiciones de izquierda. Lohemos visto en las recientes eleccioneseuropeas o en el mapa político europeo,mayoritariamente en manos de la derecha.En la medida en que una crisis pone patasarriba las políticas anteriores lo que puedeproducirse es una tendencia a la polariza-ción social, hacia la derecha o hacia laizquierda. Depende de las fuerzas socialesque se movilicen y las políticas que se plan-teen. Por eso es tan importante y urgentedebatir sobre las condiciones y las políticasnecesarias para que el avance sea hacia laizquierda, favorable a las clases trabajado-ras.

* * *

Y situados ante esa disyuntiva el lema quequeremos grabar en mayúsculas y convertiren el eje de nuestras propuestas es: UNI-DAD. Si compartimos el punto de partida:la necesidad de una respuesta masiva de laclase trabajadora frente a la crisis y tenemosen cuenta las situación de una izquierda dis-persa y con dificultades para definir pro-puestas alternativas, la respuesta más

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práctica e inmediata es la de unir a todos losniveles las fuerzas que luchan. Parece evi-dente y sin embargo es una de las cosas máscomplicadas en la lucha política.

En primer lugar porque la unidad nopuede ser un concepto abstracto sino quedebe estar ligado a objetivos concretos quesignifiquen la mejora de las condiciones dela clase trabajadora y refuercen su capaci-dad de organización y conciencia. No esfácil la unidad porque muy a menudo losdirigentes políticos o sindicales prefierenacordar con los gobiernos o las patronalesen vez de luchar por conseguir mejoras rea-les para las clases trabajadoras.

Por ejemplo, no es posible la unidaddetrás de un gobierno que practica políticasque siguen permitiendo los despidos indis-criminados o aprueba expedientes de regu-lación de empleo a favor de lasmultinacionales. Por el contrario, esimprescindible la unidad de todo el frentesindical para dar respuesta a los expedien-tes de empleo y a las pretensiones de lapatronal de despedir más barato o de noaplicar los convenios colectivos. Es necesa-ria la unidad del frente sindical, de todo elmovimiento obrero, para definir políticaspositivas para combatir la crisis: la defensadel empleo, el mantenimiento de los sala-rios, propuesta de obras públicas, planesindustriales, cambios en las políticas fisca-les para que paguen los más ricos, etc. Y aúnmás, habría que empezar a concretar medi-das: que en vez de despedir a los trabajado-res se reparta el trabajo entre las manosdisponibles; que no se acepten despidos enempresas con beneficios; que se tomendecisiones para avanzar en un cambio realdel modelo productivo y que no quede soloen buenas palabras.

Para que exista un cambio, para que lacrisis no la paguen las clases trabajadoras,hay que plantearse tomar medidas contralos capitalistas, contra quienes se han bene-ficiado durante años de la bonanza econó-mica y ahora siguen queriendo mantenersus beneficios a costa del resto de la socie-

dad. El problema es que para cambiar esadinámica se necesita la presión, la lucha, lamovilización. Las mesas de negociación porsí solas no podrán modificar las cosas. Lalucha es necesaria y sin unidad es difícil quearrastre a la gente y pueda modificarse lacorrelación de fuerzas.

* * *Decíamos antes lo complicado que es lalucha por la unidad y es una de las asignatu-ras pendientes de la izquierda del Estadoespañol. Para que sea posible un giro haciapolíticas de izquierda habrá que aprobar laasignatura porque si no corremos el riesgode que la situación gire hacia la derecha.Sigue habiendo tendencias que consideranque mejor ir solos, porque dicen tener elprograma y las propuestas más revolucio-narias, pero siguen siendo pocos y no logranconectar con sectores significativos de lapoblación trabajadora y la juventud. Siguehabiendo tendencias que se oponen a unfrente común de toda la izquierda contra laderecha y hasta aceptan o se resignan a quegane la derecha antes que reconocer quevale la pena golpear juntos.

Y si decisiva es la unidad desde la baseno lo es menos disponer de una organiza-ción política en la que puedan confluirdiferentes opciones que sobre la base deuna plataforma común represente unaalternativa a las políticas neoliberales.Para nosotros eso es Izquierda Unida,EUiA y Esker Batua. Reunir a las fuerzaspolíticas y a las personas que se sitúan a laizquierda de la socialdemocracia, de losgestores del capitalismo, es una necesidadpara retomar fuerzas, para plantearsenuevos desafíos. Este tipo de agrupamien-tos existen en muchos países europeos,como el Bloco d’Esquerda en Portugal oDie Linke en Alemania y allá donde noexisten son una necesidad.

Es una evidencia que Izquierda Unidaestá sumida en una seria crisis y sus pro-puestas y su fuerza no logran representaruna alternativa de izquierdas a la política

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imperante. Para los próximos meses estáplanteado un proceso de refundación de IUque puede ser una nueva ocasión para unimpulso de la movilización de la izquierda yde las políticas transformadoras, distintas ydiferenciadas de las del gobierno, y alterna-tivas a las del capitalismo. Si la refundaciónse limita a un cambio estético no habremosavanzada nada.

Para que sea un impulso la UNIDADtambién debe ser colocada en el centro.La refundación necesita de propuestashacia otras organizaciones a la izquierdade la socialdemocracia, hacia los movi-mientos sociales que se oponen a lasrepercusiones de las políticas neolibera-les, una apertura hacia la juventud, unaatención especial hacia el movimientosindical, un funcionamiento más abierto ydemocrático, poner a los cargos electos,diputados y concejales, en función de lasnecesidades del pueblo trabajador y,sobre todo, la refundación debe poner pordelante la movilización unitaria con pro-puestas de izquierda para responder a lasreivindicaciones de quienes luchan ysufren la crisis capitalista.

* * *

Y buscando respuestas a los problemasactuales no podíamos pasar por alto eldebate sobre la construcción de una orga-nización marxista revolucionaria. Defen-demos la unidad para la lucha pero soloeso es insuficiente. Así como es imprescin-dible un sindicato como un organismobásico para defenderse contra la explota-ción capitalista, se necesita agrupar a losrevolucionarios y revolucionarias que no selimitan a reformar el capitalismo sino quequieren transformar esta sociedad paraque los medios básicos de producciónestén manos de la sociedad y no en función

del interés privado de unas cuantos ban-queros y multinacionales.

Los y las militantes que nos agrupamosen el POR lo hacemos porque somos enemi-gos del capitalismo y partidarios de unanueva sociedad socialista, democrática ysolidaria. La tendencia política que repre-sentamos es el resultado de la confluenciaentre militantes provenientes de la ex LCR,del antiguo POR y de mujeres y hombresque se han incorporado en los últimos años.En ese sentido es un pequeño paso en elproceso de confluencia entre diversas ten-dencias y experiencias, pero solo unpequeño paso.

Como suele decirse, con la que estácayendo es difícil entender porque losdiversos grupos de militantes, todos bas-tante pequeños, no nos ponemos deacuerdo o, como mínimo, no confluimos ono estamos en contacto continuo para deba-tir y movilizar por los mismos o parecidosobjetivos. No se trata de la falsa ilusión de launidad por la unidad o de que uno tengaque aceptar el programa de otro... sino deestablecer un marco abierto de debate, dereflexión, de acción, en el que progresiva-mente podamos relacionarnos en la lucha,en las experiencias, sin dogmatismo, sinprevios, solo con la convicción de que paratirar adelante los marxistas también necesi-tamos unidad.

Demos algunos pasos prácticos. Mien-tras vamos caminando podemos ir deba-tiendo sobre cuales podrían ser las mejorespropuestas y el mejor programa. Lo impor-tante es empezar a caminar para lograr launidad y luchar para mejorar las condicio-nes de vida de la clase trabajadora, en launidad para conseguir alternativas deizquierda a las políticas neoliberales y en launidad de los marxistas revolucionariospara ir abriendo camino hacia una nuevasociedad socialista.

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SOBRE LA UNIDAD Y SUS RETOS EN MADRID

Carlos Girbau

“Cada paso del movimiento real vale más que una docena de programas. Por lo tanto, si no era posible

–y las circunstancias del momento no lo consentían- ir más allá del programa de Eisenach, habría que haberse

limitado simplemente, a concertar un acuerdo para la acción contra el enemigo común.”

Carlos Marx carta a W. Blackecrítica del Programa de Gotha (1875)

La “unidad” es un problema político de primera naturaleza. Antecada acción, ante cada paso, aquello que se suma y aquello que sedeja atrás son siempre comparados, cuestionados y abordadosuna y otra vez.

El mismo Manifiesto Comunista hizo de la unidad su divisacon aquello de: “proletarios de todos países, unios”. Fijémonosque no dijo: haceos comunistas, sino “uníos”. La unidad es, portanto, una llave que abre muchas puertas, incluida la del comu-nismo. Pero “unidad” no es un concepto neutral. Hay unidadesque favorecen claramente los intereses de la burguesía y unida-des que fortalecen a los trabajadores. Hablemos de estas segun-das a la luz del un ejemplo práctico, la lucha del Foro Social deMadrid por redactar una carta de derechos de ciudadanía. Pense-mos que en Madrid la división es objetivamente un problema que,hoy por hoy, impide avanzar en el programa, impide avanzar a laizquierda e impide debilitar y dividir al PP.

No creo con estas notas agotemos ni lostipos de unidad, ni el debate sobre misma.Hay unidad práctica alrededor de tareas

inmediatas, la que nos ocupará, pero haytambién unidad de partido, de sindicato, devarios partidos, entre revolucionarios, de

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gobierno. En fin, las combinaciones son tanricas como la vida, pero siempre todastoman su referencia en un hecho: lastareas a las que se intenta responder.

UN SOMERO REPASOA MADRID

Políticamente la comunidad que alberga lacapital de España es, junto a la Comunitatvalenciana, el gran bastión de la derecha.En Madrid, el PP es el partido más votado ycon más afiliados (el doble que la suma dePSOE+IU), controla por mayoría absolutael ayuntamiento de la capital, que repre-senta el 50% de la población total de laComunidad, el parlamento autonómico y lamayoría de los ayuntamientos, incluidos losde más de 50 mil habitantes. El tiempo deese dominio se extiende ya, en los puntosnodales del poder político madrileño, enmás de 15 años. Un periodo largo que hapermitido que las políticas neoliberales másextremas hayan encontrado el mejor caldode cultivo para su desarrollo. Cerca del 50%del gasto de la Comunidad destinado a par-tidas sociales, especialmente sanidad y edu-cación, se gestiona ya directamente a travésde manos privadas.

Por otra parte, Madrid es una Comuni-dad profundamente endeudada en la que lacorrupción ha hallado también el lecho pro-picio para florecer a la luz de la especula-ción y el ladrillismo.

Estamos ante un laboratorio neoliberalque actúa como un lastre profundo, por supeso político y económico (capitalidad yPIB), contra cualquier posible paso hacia laizquierda, no sólo en la propia Comunidad,sino también en todo el Estado. En conse-cuencia, Madrid representa un problema defondo al que la izquierda debe hincarle eldiente.

Pero la izquierda en Madrid, la pri-mera implicada, se halla profundamentedividida, capitidisminuida, acobardada porla enorme presión de la derecha, y enfermade parlamentarismo chato. La izquierda

sólo encuentra en los sindicatos y, en menormedida, en las asociaciones vecinales y depadres, un marco con el que enfrentarse alapabullante peso del PP y sus políticas. Unmarco el descrito que, dominado por unafalta clara de movilización y mal conectadocon la política, no ha demostrado en estosaños ser capaz de gran cosa.

A pesar de las dificultades, no existe mása la izquierda de la ya señalada, alternativasdignas de tal nombre. Ni las organizacionesecologistas, que evidentemente tienen supeso, ni ningún otro tipo de movimiento ogrupos políticos son capaces de articularuna alternativa que arrastre y/o permitasubsumir a las grandes organizaciones o susbases. Al contrario, más allá de la izquierdacon filo mellado que configuran las grandesasociaciones y partidos, florece una pléyadede grupos que tampoco han logrado acordarningún plan político común y cuya inciden-cia resulta, entre otras cosas por ello, muyescasa.

LAS TAREAS

Parecería que el PP fuera imbatible y suspolíticas intocables. De hecho, buena partede la izquierda lo ve así. Pero, la vida es máscomplicada que una breve foto de la reali-dad. Las tareas para la izquierda están ahí ysin duda, las luchas, que son el mejor mediode cambiar la realidad aun a pesar de susdificultades actuales, van poniendo dichastareas sobre la mesa.

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La mayoría de campañas, manifestacio-nes y manifiestos giran alrededor de losasuntos siguientes: 1) la respuesta a la cri-sis: políticas activas, protección a los para-dos, modelo de desarrollo. 2) Defensa de losservicios públicos contra la privatización. 3)desarrollo de políticas y derechos sociales:dependencia e igualdad. 4) Derechos demo-cráticos: memoria, migraciones, mujer.

Por su forma, se trata de movilizacionesdefensivas que, por lo general, surgen y sequedan en el campo de los afectados sintrascender más allá.

Esto, representando un inconveniente,no las invalida para señalar cuáles son esastareas a las que hay que dar salida urgente.Parecería que el objetivo final común y cen-tral de tales retos no podría ser otro quedesalojar a la derecha del poder político yconstituir el gobierno que permita frenar laspolíticas neoliberales, por lo menos, las másextremas. A la hora de la verdad, en la divi-dida izquierda madrileña no hay ni siquieraun acuerdo claro sobre la urgencia impres-cindible de ese paso, sobre todo porque nise ve muy posible, ni se tiene dibujada alter-nativa real alguna. Evidentemente, lainmensa mayoría prefiere que el PP deje degobernar en el mayor número de sitios posi-ble, pero poco más.

LOS ESFUERZOSDEL FORO SOCIAL

Como señalé anteriormente, la movilizaciónconstituye condición ineludible para dete-ner la política neoliberal extrema del PP.Pero para que dicha movilización sea eficaz,debe ser, en primer lugar, grande, sostenidaen el tiempo y profunda y, para ello, sólohay un camino: la unidad. Una unidad que,a su vez, debe abarcar a sectores muyamplios de los trabajadores y la poblaciónmodesta. Este hecho únicamente puedeocurrir si coloca en el corazón del asunto losreclamos más sentidos por amplios sectorespoblacionales y se realiza de una maneraprecisa.

¿Qué se quiere decir con una moviliza-ción eficaz, grande y profunda? ¿Cómologramos que la unidad merezca ese nom-bre abarcando a grandes sectores? ¿Quéobjetivos nos damos y cuan precisos se pue-den llegar a plantear?

Son preguntas que necesitan respuesta,máxime cuando la movilización, la primeracondición, apenas existe.

Pero la pregunta previa sería: ¿hay hoybases suficientes para definir objeti-vos que permitan construir esa uni-dad que puede impulsar la moviliza-ción? Si a esa pregunta la respuesta fueranegativa, lo mejor sería “olvidarse de todo”.Ahora bien, si creemos que objetivamentehay una base común suficiente para unir,deberíamos trabajar a fondo por ello.

El Foro social de Madrid a través de sulucha por redactar una carta de derechos deciudadanía en la Comunidad está inten-tando, a su manera, dar cuerpo a esa basecomún y suficiente cuya existencia se reco-noce y se necesita para cargar a fondo con-tra el PP.

En el Foro se dan cita hasta un máximode 25 entidades, entre ellas: CCOO, UGT,Unión de Actores, Sindicato de Periodistas,Derechos humanos, la Federación Regionalde Vecinos, Paz Ahora, grupos de mujeres einmigrantes o la FAPA Giner de los Ríos. Esdecir, una representación muy plural de lasorganizaciones que llevan el peso político ypráctico de la mayoría de las actuales movi-lizaciones junto a otras muy activas aunqueminoritarias.

A partir de dichas entidades se ha lan-zando una propuesta de unidad sobre labase de transformar el conjunto de rei-vindicaciones defensivas y sus res-pectivas movilizaciones de hoy enuna propuesta unitaria común y posi-tiva. Así, la carta que se propone persi-gue responder a las tareas másinmediatas: unidad de quienesluchan y concentración de esfuerzospara levantar una alternativa queayude a desalojar al PP.

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La forma de trabajo es inclusiva, noparte de un escrito acabado al que el restodebe sumarse, sino que persigue construir(entre todos aquellos que quieran) unredactado común simple y sencillo que, porconsenso, represente lo que se persigue demanera principal. Con ello, no se anulan nise niegan las diferencias, sino que se “some-ten” a la unidad.

LAS DIFICULTADES

No constituye ésta una batalla ganada, nilogrará, en caso de ganarse (algo por otraparte difícil) ir más allá que poner en valorla base común de las distintas luchas a tra-vés de unirlas alrededor de un cierto obje-tivo y lanzarlo contra el PP. En otraspalabras, sería un pequeño pasito, peromuy real.

El Foro expresa, hoy por hoy, sobretodo, la voluntad de una parte nada despre-ciable de gente de las principales organiza-ciones y de organizaciones enteras que venen la unidad el medio fundamental paracombatir a Esperanza Aguirre, para desalo-jar al PP del poder y que quieren dar esepaso.

Dicho de otra manera, el foro y su pro-puesta de carta aparece contra otras unida-

des en el seno de la lucha entre las clases enMadrid. “Unidades” que esperan sacar ven-taja para un sector, mientras el resto sedebilita. Unidades que tienen en la desmo-ralización, la falta de victorias y el oportu-nismo su base.

Los problemas vividos en Caja Madrid,sanidad o los presupuestos de 2008 repre-sentan tres perlas de esas actuaciones. Peroa ese collar, también le aportan sus cuentasel sectarismo que surge también de la faltade éxitos y que marca el quehacer de variospequeños grupos. Grupos que anteponensus “peros” a los objetivos que la moviliza-ción se da y que renuncian así de facto a laorganización práctica de la misma, sustitu-yendo ésta por un conjunto de críticas queles incapacita para jugar papel alguno.

Ante cada reto el debate se va a plantearcon toda crudeza. Un debate que no respetaa nadie y que, por lo tanto, cruzará todas lasorganizaciones, demostrando una y otra vezque nada está ganado de ante mano.

El esfuerzo por llegar a tener, no másallá de verano de 2010, una tal carta dederechos de ciudadanía responde comopuede verse, a la idea de favorecer un pasitoen el movimiento real, por tanto, unitario,sobre la base en que hoy y ahora es posible.Ni más, ni menos. Veremos si lo logramos.

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PARA DESHACERSE DE LA DERECHA,

¿CABEN LOS ACUERDOS CON LA

SOCIALDEMOCRACIA?C. G.

“Los desacuerdos entre el comunismo y la socialdemocracia han llegado muy lejos. Yo los considero irreconciliables. Sin

embargo, el curso de los acontecimientos plantea con frecuencia ante la clase obrera tareas que exigen imperiosamente la acción común de los dos partidos.

¿Es posible una acción semejante? Perfectamente posible, como atestiguan la teoría y la experiencia histórica:

todo depende de las condiciones y el carácter de las tareas citadas. Ahora es mucho más fácil emprender una acción

conjunta, cuando para el proletariado no se trata de iniciar la ofensiva para lograr nuevos objetivos, sino de defender

las posiciones conquistadas.”

León TrotskyCarta a un obrero socialdemócrata

Publicado por The Militant, 1 y 15 de abril de 1933

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Si seguimos lo escrito por Trotsky diremosque, con frecuencia, hay tareas que exigenimperiosamente tal unidad. Podemospor el contrario considerar que eso eraplausible en 1933, pero no ahora. Quiencrea que esos acuerdos no son ni posibles,ni deseables debe, al igual que quienes cree-mos que lo son, poner el debate en funciónde lo que Trotsky nos señala. Por supuesto,“no porque lo diga Trotsky”, sino porquecomo él indica son las condiciones y elcarácter de las tareas las que marcan elfondo de este debate.

En su escrito, Trotsky señala ademásotro elemento: es mucho más fácil empren-der una acción conjunta cuando se trata dedefender las posiciones conquistadas. Esdecir, cuando se trata de acumular fuerzascontra una clase enemiga que tiene la inicia-tiva.

Veamos todas estas cuestiones a la luzde un ejemplo práctico: el esfuerzo por des-hacerse de la derecha y su aplastante domi-nio en Madrid (esa sería la tarea). Lapregunta es: ¿Cabe en ese esfuerzo algúntipo de acuerdo con el PSOE?

Al responder a esta pregunta entramos,sin deshacernos del primer asunto, en elsegundo problema: las condiciones. Peroantes de abordar ambos resulta necesarioentrar en otro nuevo: ¿en qué situaciónestamos?

Empecemos por esta tercera cuestióndado que podría resultar que por ahí “no secumpliera el requisito”. Es decir, que laclase trabajadora de Madrid mostrara unapujanza en sus luchas y un nivel de exigen-cia que, lejos de indicar que nos hallamosante una situación defensiva, nos señalaraque estamos en una situación de ofensiva.Desgraciadamente, ni el número de horasde huelga, ni la cantidad ni masividad de lasmovilizaciones ciudadanas permiten avalartal suposición. El dominio de la derecha,refrendado en las últimas elecciones euro-peas, es muy amplio. Tampoco podemosagarrarnos a que ese dominio se vea cues-tionado por el hecho de que alguna fracción

de la izquierda saque ventaja con ello. Alcontrario, la larga hegemonía del PP hadebilitado a toda la izquierda en su con-junto y, especialmente, a la más conse-cuente. Con lo cual, podríamos decir queMadrid “sí cumple los requisitos expuestospor Trotsky”.

ECHAR A LA DERECHA

Deshacerse del PP es la tarea que abre lasotras puertas. Estos años de dominio de lospopulares demuestran empíricamente quela izquierda, sobre todo la transformadora,no se puede reforzar ni política, ni numéri-camente sin, a la vez, restarle peso a la dere-cha. Debilitar a la derecha ayudaríaobligatoriamente a fortalecer a toda laizquierda (incluida la transformadora) ydaría pie a una mejor capacidad de propa-ganda a la izquierda revolucionaria. Esta esla llave de la bóveda madrileña, más allá dela voluntad de los diversos actores que par-ticipan en esta función. Actores que, comoveremos, se resisten a trabajar juntos.

En su conferencia de apertura de cursopolítico en Madrid, lo establecido por lossocialistas representa un paradigma de esasresistencias a trabajar juntos a las que anteshacíamos mención. El PSM ha decididoprofundizar en una línea suicida de “inten-tar liquidar al PP” sobre la base de grandespactos con ellos. Pactos en sanidad, educa-ción, presupuestos, crisis, Caja Madrid, etc.Es decir, una especie de sui géneris abrazodel oso que hasta hoy sólo ha cosechado fra-casos para la izquierda. En resumen, en superspectiva parlamentaria y de discurso, elPSOE, que es la fuerza mayoritaria, no seorienta hacia un “pacto de la izquierda”,sino hacia la derecha. Sin embargo, dar apartir de aquí el debate por cerrado consti-tuiría un error. La apariencia de las cosas,por muy importante que sea, es únicamenteuna parte de tales cosas y, como todo elmundo sabe, las cosas resultan más compli-cadas de lo que parecen.

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Para empezar, aún siendo hoy el dis-curso y la acción parlamentaria la parteprincipal de la política, no constituyenTODA la política. Segundo, esa posición depactos con la derecha no es unánime dentrode las filas del PSM. Tercero, esta política depactos se lleva en nombre de echar a Espe-ranza Aguirre y a su PP. O sea, es en símisma una gran contradicción. Cuarto, haymás caras en el poliedro de la política delPSM, caras que son hijas de la realidadobjetiva: la asfixia de los ayuntamientos deizquierda, el esfuerzo por la laicidad, lanecesidad de muchos sindicalistas de afron-tar la crisis de otra manera, responder a losservicios que se degradan, la ley de depen-dencia que no se aplica, los derechos de lamujer... Por lo tanto, los intentos por hacerotra política, una más a la izquierda, peleanconstantemente con esa idea oficial delpacto con el PP y lo hacen, día a día, ocasióna ocasión. Para finalizar, esas propuestas depacto con la derecha tampoco fraguan rápi-damente; deben someterse, al igual que laposibilidad de trabajo común de laizquierda, al filtro de las tareas y de lo posi-ble.

LA SALSA DE LA POLÍTICA

¿Es tarea común con el PSM echar PP?Señalo esta cuestión, dado que si bien elPSOE es oposición en la Comunidad es, a lavez, el partido sobre el que se sostiene elgobierno del Estado.

Para empezar, no son los mismo partido,gobierno y territorio. Además. Si bien escierto que tanto el gobierno de Aguirrecomo el de Zapatero sirven a la burguesía,no por ello sus formas de hacerlo son lasmismas, ni los sectores que sobre los que seapoyan idénticos. Segundo, no hablamos deadoptar como propia la gestión delgobierno del PSOE, sino de trabajar y apo-yarnos, entre otras cosas, en las resistenciasque el PSM está obligado a poner sobre lamesa. Resistencias que constituyen unaparte nada desdeñable del cuerpo de esa

tarea común de la que hablamos. La salsade la política está hoy en las pequeñascosas, más que en los grandes discursos. Y,en esa salsa, hay base y programa de acciónsuficiente para la tarea y en ella está metidoel PSM.

Echar a la derecha exige una profunda yamplia movilización sostenida en el tiempoque, por fuerza, debe abarcar a los másamplios sectores posibles. Hoy esa movili-zación apenas existe; es más un deseo (porel que hemos de saber no apuestan seria-mente ni la dirección del PSM, ni la de IU,ni la extrema izquierda) que una realidad. Apesar de ello, representa una de esas impe-riosas necesidades que exigen de la unidad.Unidad con el PSM, pero unidad tambiéncon los sindicatos, con IU, con la extremaizquierda. O sea unidad de todos y lamáxima posible.

Descartada la voluntad de los principa-les actores, lo cual a todas luces complicanuestro objetivo, la única base que tene-mos para la unidad son las resisten-cias a la política neoliberal que se danen todas sus formas, consecuentes ono. Ejemplos de tales resistencias lasencontramos en más de una alcaldía, en lossindicatos y en los jóvenes de la universidado del antifascismo.

Tratada la cosa así ya se ve mejor elfondo de la unidad que perseguimos: launidad de la variada resistencia y, enella, obviamente, entran los socialistas, quea su manera, también resisten. No se tratade la unidad con su aparato con mayúscu-las. No es eso hoy posible. Pero sí con partesdel mismo y sobre todo, con una parteamplísima de su base. Los socialistas repre-sentan hoy una ventana hacia el obrero quesólo vota, el joven que se siente laico o deizquierdas, hacia el cooperante o haciadiversas iglesias de base. Por lo tanto, son lapuerta para llegar a esa amplitud que lamovilización contra la derecha debe tenerpara poder debilitarla.

El sustrato para el trabajo común es eseesfuerzo defensivo que existe en Madrid.

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Esa es LA BASE SUFICIENTE con la quecontamos nosotros para realizar la unidadde acción común imperiosamente necesariaen la que entran los socialistas. No hay otra.

No se trata, por lo tanto, de grandesacuerdos o de acuerdos de gobierno, sino deacuerdos de acción unitaria contra el ene-migo común.

Sólo la movilización de todos puedecambiar la conciencia. Los acuerdos deacción con partes de la socialdemocracia

constituyen hoy en Madrid una necesidadpara ello. Si queremos fortalecer a laizquierda, no puede haber previos paraunir, organizar y movilizar contra la dere-cha.

En resumen, estamos en la situación enque la unidad es más necesaria: la defen-siva. Tenemos tarea: echar a la derecha.Tenemos base suficiente para el acuerdo:las resistencias a la política de Agui-rre. A qué esperamos.

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“EL GOBIERNO PROTEGE A LA BANCA,

¿QUIÉN PROTEGEA LAS PERSONAS?”

Entrevista con Miguel Portas, europarlamentariodel Bloco de Esquerda de Portugal

Los resultados de las elecciones europeasno fueron positivos para la izquierda. Sinembargo sí lo fueron para el Bloco deEsquerda de Portugal que se convirtió en latercera fuerza política del país vecino yreunió 382.000 votos (10,7%) Miguel Por-tas es unos de los europarlamentarios ele-gidos y nos explica qué es el Bloco y cuálesson sus propuestas.

Las recientes elecciones europeashan significado un salto importantepara el Bloco, ¿cómo lo habéis anali-zado?

Esperábamos una subida. Lo notábamosdesde hacía un año. La crisis ha consoli-dado la tendencia. Desde el 10 de setiem-bre solo se habla de crisis. Pero enPortugal eso viene de lejos, desde el 2001.

El Bloco de Esquerda es hijo de la crisis.Le damos mucha importancia al discursopolítico y social. Esperábamos el aumentode votos, que venían confirmados por lasencuestas, pero los hemos superado.Hemos frenado uno de los criterios que seha dado en Europa, que es la polarizacióndel voto. Ha habido dos factores. Uno, lamanera de hablar de Europa, ligada a losproblemas de la gente, con propuesta eco-nómica y social. Dos, el eje de trabajo quehemos desarrollado, que es plantear unareforma de la seguridad social: la jubila-ción a los 40 años de trabajo. Con ella setoca a jóvenes y mayores. Y con estohemos movilizado. Que Europa cuentecon un fondo complementario, con un sis-tema de Seguridad Social armonizado,cuya financiación lo sea con las tasas a lastransacciones económicas (Tasa Tobin).

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Con esta propuesta se situaban dos cosas,justicia social y una propuesta económica.Hemos dado credibilidad. Tenemos unapolítica abierta, de llamado -y confluenciaa veces- con los socialistas que respondeny/o se enfrentan a las políticas neolibera-les.

¿Qué es el Bloco?

El Blocode Esquerda es una organizaciónpolítica que cuenta con 10 años de existen-cia. Se funda en Portugal en 1999. Resultade la convergencia entre cuatro áreas osectores diferentes: 1) cuyo origen es detipo maoísta (albanés); 2) la sección de laCuarta Internacional; 3) origen en gentedel PCP pero con gente no del PCP; 4)independientes. Entre las tres fuerzashabía no sólo un diagnóstico político,teníamos que saber si estábamos deacuerdo en como veíamos Europa, elmundo, el país… La primera dirección quese eligió estuvo formada mayoritariamentepor independientes de los grupos. Era unamedida para frenar posibles ambiciones dealguna de las tendencias. Las propuestas seaprueban por consenso.

¿Cómo está organizada la vidainterna en el Bloco?

El Bloco está organizado con estructurasmuy simples que se van precisando con eltiempo. Siempre se procura no reglamen-tar demasiado. No hay centralismo demo-crático. No tenemos organización dejuventud, pero sí una CoordinadoraNacional de Jóvenes. Lo que queremos estener un Bloco joven, no hacer un ghettocon los jóvenes. No hay fracción sindical.Tenemos una Coordinadora Nacional deTrabajo. Damos libertad de sindicación.Tenemos una fuerte influencia entre losprofesores. Probablemente hayamos sidoel partido más votado entre los profeso-res. El año pasado 150.000 profesores desecundaria desarrollaron una importante

movilización. Es posible que unos100.000 votos de los que hemos tenidohayan sido de profesores, como un castigoal gobierno.

Tenemos dirigentes sindicales, tam-bién sectores críticos con las direccionessindicales que organizan profesores ensectores alternativos. Lo importante estrabajar en convergencia, de maneraindependiente.

Trabajamos a partir de núcleos. Todo loque se discute en el espacio público que sehaga en público y con gente no del Bloco.Eso enriquece. Los núcleos son producto-res de iniciativas.

La convivencia entre las sensibilida-des…. Tenemos el Principio de confianza.Eso es muy importante. Usamos el parla-mento como el principal expositor denuestras políticas. El grupo parlamenta-rio tiene mucha capacidad política. Unamayoría de los dirigentes utilizan esa tri-buna y son conocidos por su trabajo polí-tico.

¿Cuáles son las propuestas estratégi-cas del Bloco?

Tenemos propuestas estratégicas. Procura-mos tener siempre una campaña en lacalle.

1. Sobre la crisis. Ante una propuesta en elParlamento sobre nacionalizacionesbancarias, el Bloco votamos en contraporque no se daban las garantías sufi-cientes. Nosotros lanzamos la consigna“El gobierno protege la banca, ¿quiénprotege a las personas?”

2. Denuncia de los beneficios de las gran-des empresas energéticas: “A todos loque es de todos”.

3. Derecho de todos los parados a recibirun subsidio de paro. Hoy en Portugal, el50% de los parados no tiene derecho.

Cosas simples pero directas. Evitandoun lenguaje ideológico. Hablar claro.

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¿Cuál es vuestra actitud respecto algobierno socialista?

El gobierno socialista es el problema. Seprocura converger con los que gritan, conlos que se oponen. Por ejemplo estáManuel Alegre diputado socialista queapoya iniciativas progresistas. Creo quemás de 100.000 votos que hemos tenidohan sido de transferencia socialista. En elmedio rural hemos cuadruplicado el voto(4-5%), en las ciudades medianas hemostriplicado (8-9%) y en las grandes ciudadeshemos duplicado (11-18%).

Nosotros queremos tener mayoría. Enesta legislatura hemos presentado 89 leyesde las cuales han sido aprobadas 8. Ha sidoposible negociando muy seriamente.Importante es la relativa al secreto banca-rio. Lo llevamos lo más lejos posible paraser útiles para el cambio.

Hacemos oposición, claramente. Nonos proponemos ir con esos líderes socia-listas, los queremos derrotar. Hemos sidola oposición más dura. Queremos crearlas condiciones para un espacio popularmás grande que el Bloco de Esquerda.¿Los aliados? Electores socialistas. Traba-jando sobre la convergencia y mucho diá-logo.

Uno de los difíciles problemas de laizquierda europea es la existencia dedivisiones a la izquierda de la social-democracia ¿cómo se vive ese pro-blema en Portugal?

Con el Partido Comunista Portugués comosi dijésemos vamos por calles paralelas.Evitamos las polémicas públicas. El temadel aborto, ha sido un ejemplo. Ellos noquerían que se realizase el referéndum.Nosotros nos metimos a fondo. Es necesa-rio crear fuerza para cambiar. En el marco

europeo estamos en el mismo grupo. Esoes bueno.

En muchas ocasiones la izquierdaportuguesa y la española parece quehayan estado de espaldas ¿Cómoestán esas relaciones actualmente?

Nos encontramos con los catalanes (EUiA)en el marco del Partido de la IzquierdaEuropea. Sería necesario desarrollarla másesta relación. Tenemos relaciones con elBloque Nacionalista Galego, con ERC,Espacio Alternativo,… deberíamos multi-plicar las relaciones y el diálogo.

¿Cuál es el proyecto europeo delBloco?

Hay un proyecto europeo que es el PIE(Partido de la Izquierda Europea). Noso-tros somos europeístas. Queremos unaEuropa con derechos, con iniciativa legis-lativa. También sería útil una Unión Euro-pea no reglamentadora. Debería tratarsobre políticas complementarias paratodos los países (educación, seguridadsocial, sanidad, política económica y nomonetaria). Todo eso es difícil porque elparlamento que ha salido ahora está más ala derecha que el anterior

Respecto a la política de alianzas… laque permita comunicarnos. No solo está elPIE, están Los Verdes, también una partede los socialistas. Hay que ampliar bien laspropuestas sociales. No se trata de buscarla identidad propia, sino el espacio queencuentra su identidad en la iniciativa.

En relación a los agrupamientos… elBloco está en el Partido de la IzquierdaEuropea, participa en las reuniones de laConferencia Anticapitalista cuando las hayy también en el NELF (grupo de reflexiónde partidos nórdicos)…

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OBAMAY LA REFORMA DEL

SISTEMA FINANCIEROFred Vitale

Para cambiar la asistencia médica,millones de personas han de pasar a la acción

La administración Obama gobierna desdeenero con el apoyo de la mayoría de lapoblación y el respaldo de la clase diri-gente. Habiendo una mayoría demócrataen ambas cámaras del Congreso, la admi-nistración Obama ha asegurado unpaquete de 780.000 millones de dólarescomo estímulo para la economía, ademásde 3 billones de dólares para el rescate delos bancos.

Pero las cosas están cambiando. Lapopularidad de Obama está cayendo. Elpresidente Obama declaró que quería queel Congreso aprobara una reforma del sis-tema de salud antes de irse de vacacionesen verano. Pero no se acercó a ese obje-

tivo. Un comité presentó un proyecto deley el último día y el debate sobre la sani-dad se desplegó durante el verano conestridentes reuniones dominadas por laderecha, que critican sus políticas públi-cas.

Conseguir un cambio de verdad en elsistema sanitario que sea beneficioso parala mayoría, con unos costos estimados enbillones de dólares, implica un traspasosignificativo de riqueza de los ricos hacialas clases media y trabajadora. Esto solopuede suceder con un gran, amplio y pro-fundo movimiento de la población trabaja-dora. Esta es la realidad que hay detrás dela crisis de la sanidad.

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El comité del Congreso aprueba el proyecto de ley

El 31 de julio el Comité para la Energía y elComercio de la Cámara de Representantesaprobó el proyecto de ley con la reformadel sistema de la sanidad. El proyectorepresenta un intento de responder a laenorme crisis de la sanidad en los EstadosUnidos. Es probable que incluso este pro-yecto sea modificado a favor de las empre-sas antes de su aprobación.

Según un resumen hecho público, elproyecto de ley impediría que las personasque posean seguros de salud puedan serrechazadas de las coberturas médicasdebido a una “condición preexistente”.También proporcionaría, dentro de unasdirectrices limitadas, un seguro público desalud subvencionado por el gobierno y dis-ponible como opción a los seguros priva-dos.

Buena parte del debate está enmarcadoen torno al coste. Los Estados Unidos gas-taron en sanidad 2,8 billones de dólares enel 2008, lo que representa el 20% del pro-ducto interior bruto, 7.500 dólares percápita, aproximadamente el doble de loque gasta el siguiente país.

Estados Unidos ocupó en el 2006 ellugar 24 del ranking en esperanza de vida,tanto para hombres como para mujeres.Ocupa el puesto número 20 en bienestarinfantil. Cerca de 50 millones de estadouni-denses no tienen cobertura sanitaria de nin-gún tipo, y eso sin incluir a los 12 millonesde trabajadores sin papeles. Por encima del60% de las quiebras en los EEUU se deben alas facturas médicas y el 70% de la gente ahíclasificada tiene seguro médico.

Uno de los puntos de acuerdo de laizquierda en todo EEUU es apoyar un sis-tema de salud con pagador único, si nocomo objetivo final, sí como un serio pasoadelante para la gente trabajadora en Esta-dos Unidos.

[Nota: Pagador único significa que hayun “único pagador” para toda la asistencia

sanitaria, que es el gobierno federal. Uneslogan popular para expresar estademanda es “Medicare[1] para todos”, des-pués de que el gobierno pagara para cubrirel seguro de todas las personas mayores de65 años.]

Los ataques a la reforma de la sanidaden las reuniones mantenidas por los con-gresistas dominaron las noticias de princi-pios de verano. La derecha inventómentiras sobre la sanidad, como los “jura-dos de la muerte” del gobierno autorizadospara “desenchufar a los ancianos”. En esasreuniones muchos de esos “ciudadanos”disgustados estaban pagados por lasempresas de seguros médicos y de la salud.Los medios de comunicación, que tomaronpartido contra la sanidad para todos,cubrieron esas reuniones extensamente.En un esfuerzo por responder, Obama sedirigirá al Congreso y a la nación lapróxima semana [9 de septiembre].

Muchos estadounidenses están agobia-dos por la crisis económica y piensan quelos problemas de la sanidad no son tanimportantes. Según un sondeo del 24-25de julio, menos del 20% decía que el sis-tema sanitario estaba en crisis, un porcen-taje que no ha cambiado en los últimos 15años. Casi 7 de cada 10 estadounidensesopinaban que los temas relacionados conla economía eran el principal problema dela nación; solo el 16% decía que la sanidadera el principal problema.

En la misma encuesta, mientras el 44%pensaba que la reforma de la sanidadbeneficiaría a la nación, solo el 26% creíaque su propia asistencia sanitaria se bene-ficiaría, frente al 34% que opinaba queempeoraría. Este es otro signo del fracasode la administración Obama para ofreceruna visión de la reforma de la sanidadcomo algo que interesaría a la mayoría.

La economía sigue siendo, con mucho,lo más importante en la mente de la gente.La mayor parte de la gente está satisfechacon su atención sanitaria, no importa lomala que sea. Prefieren conservar la asis-

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tencia sanitaria que conocen, por muypobre que sea, antes que cambiarla por unsistema desconocido.

Existen conflictos internos entre las cla-ses en el poder sobre los beneficios conse-guidos por las empresas de segurosmédicos y de la salud. Los gastos por laasistencia sanitaria continúan aumen-tando a razón de tres veces la tasa de infla-ción. Estos gastos son pagados por otroscapitalistas, ya que el 60% de la poblacióntiene seguro médico a través de su empleo.Esto significa que los empresarios, son losmayores compradores de seguros médicos.A nivel nacional, las primas por el seguromédico familiar que pagan los empresarioshan aumentado un 119% entre el 1999 y el2008. La reforma del sistema de saludforma parte del conflicto entre los propioscapitalistas sobre las ganancias y sureparto.

Obama ha negociado algún control deprecios con la industria farmacéutica queles garantiza beneficios aunque a un nivelalgo inferior. Un acuerdo similar se estre-lló contra una de las más conocidas organi-zaciones opositoras a la asistencia médicanacional, la poderosa asociación de médi-cos de los EEUU, la American MedicalAssociation (Asociación Americana deMédicos).

Si Obama quiere de verdad luchar porla asistencia médica, tendría que lucharpor una asistencia médica de pagadorúnico. Sin controlar los gastos mediantecontrol gubernamental, “reformar” el sis-tema de salud es otro modo para los ricosde robar fondos públicos a través de lascompañías aseguradoras y de los monopo-lios de la salud.

Lucha de los trabajadores

La nueva realidad de la crisis capitalista –pérdidas de puestos de trabajo continuas yen gran número y reducciones salariales,pérdida de una gran parte de los ahorroscolectivos de las pensiones privadas de

toda una generación, pérdida de billonesde dólares en el valor de las viviendas –está empezando a calar entre los trabaja-dores y la clase media de los EEUU. Losgobiernos estatales y locales se tambaleanpor la caída en los ingresos por impuestosde propiedades y están recortando servi-cios y despidiendo temporalmente a traba-jadores, y obligando a los funcionarios atomarse días libres sin remuneración. Loseconomistas predicen un cambio de rumboen el empleo para el año que viene, peroincluso siendo esto cierto, ahora no hayninguna ayuda inmediata. Hay una pro-funda inquietud y temor, una nueva y másseria atención sobre el futuro del país yuna conciencia política creciente, expre-sada en la elección de Obama.

También es verdad que el rescate de losbanqueros y el enorme paquete de dineropara estimular la economía parecen haberralentizado la caída en la depresión. Lasituación parece más estable; la genteempieza a exigir más justicia e igualdad enlos rescates y en los sacrificios.

Los problemas de la guerra en Afganis-tán – elecciones polémicas, aumento de losmuertos en combate y los costes – hanhecho que el apoyo a la guerra cayera un10% en tres meses.

La mayor parte de los problemas de laadministración Obama, incluyendo la cri-sis económica, fueron heredados del régi-men de Bush, pero el equipo de Obama hatenido casi 10 meses para desarrollar unapolítica diferente. En bastantes cuestionesclave, desde Afganistán a Guantánamo, hamantenido las políticas de la administra-ción Bush.

Después de que sus esfuerzos para con-seguir un acuerdo con los republicanos enel tema de la sanidad no dieran ningúnfruto, su compromiso con el cambio estásiendo puesto en duda. Los partidarios deObama, Paul Krugman, ganador del Pre-mio Nobel de economía, y Bob Herbert,periodista liberal afroamericano, cuestio-nan su estrategia para ganar la batalla por

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la asistencia médica. Sus partidarios máscercanos a los movimientos obreros y radi-cales, como Bill Fletcher y Ron Daniels,han cuestionado públicamente su táctica.Plantean cuestiones importantes acerca desu capacidad para hacer frente a los capita-listas después de sus amplios compromisoscon las industrias farmacéuticas y de lasalud. Estos activistas, junto con muchosotros, se mostraron especialmente preocu-pados cuando la administración Obamadescartó desde el inicio el pagador únicopara todos los ciudadanos. Las compara-ciones de Obama con los antiguos presi-dentes Kennedy y Roosevelt se hanconvertido en comparaciones con John-son y Hoover.

Hay otras razones para oponerse quevan más allá de los alborotadores profesio-nales. La crisis económica ha sacudido losmismísimos cimientos del país. El presi-dente Obama fue apoyado por la mayoría,en parte, viéndole como un salvador. Comoaquel caballero sobre un caballo blanco delproverbio, él solo podía hacerse cargo detodo y salvar al país. Muchos trabajadorespensaron que votar por él era un acto polí-tico suficiente como para cambiar la polí-tica de EEUU. Pero no fue así. Existe unalucha entre las clases trabajadoras y laclase rica. Obama es, primero y ante todo,un político de los ricos, aunque bajo muyexcepcionales circunstancias.

La gente de clase trabajadora en losEEUU necesita pasar a la acción y pensarindependientemente de los ricos y de suspartidos políticos. Tiene que hacer oír susvoces y necesidades y exigir empleos,comida y alojamiento. Las viejas infraes-tructuras, incluidas las fábricas abandona-das, deben ser rediseñadas y reconstruidas.

Los trabajadores estadounidenses necesitanasistencia médica universal y el fin de lasguerras de Afganistán e Irak.

La derecha ha utilizado el fracaso de laadministración para satisfacer las necesi-dades de los trabajadores para intentarmovilizar a la atemorizada población declase media-baja y de los sectores máspudientes de los obreros, aquellos que hansufrido las mayores pérdidas económicas,contra los trabajadores peor pagados y lagente pobre. Y usan también el temorracista de Obama.

Existe un malestar creciente entre lospartidarios más radicales de Obama que seañade a las críticas que han provenido sis-temáticamente de las organizacionessocialistas desde el principio. Es un intentode construir puentes entre las organizacio-nes tradicionales y los nuevos movimien-tos; un feliz intento hasta el momento es elapoyo durante las últimas semanas paraexigir un sistema de pagador único y uni-versal de salud. Otro puede ser algunasacciones contra la guerra programadaspara el otoño.

Para los aproximadamente 50 millonesde personas que no están aseguradas, paraotros 100 millones de personas pasar atener un buen seguro médico, supone quemillones de trabajadores en los EEUUpodrían estar en acción política. Todavíano ha sucedido, pero la temperatura va enaumento.

Fred Vitale,es un activista político de Detroit.

[1] Medicare: seguro médico estatal paraancianos y discapacitados (nota del tra-ductor)

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LA INSURRECCIÓNDE 1909

Con motivo del centenario de los acontecimientos comúnmente llamados la Semana Trágica (una huelga general en Barcelona iniciada como oposición al envío

de jóvenes a luchar para defender los interesescoloniales españoles en África) reproducimos un muy

interesante artículo de Andreu Nin publicadooriginalmente en la revista Comunismo en agosto

de 1933.

Como obedeciendo a una consigna, laprensa republicana y socialista ha dejadopasar unánimemente en silencio el aniver-sario del levantamiento de 1909.Sin embargo, los acontecimientos que seprodujeron en nuestro país en la últimasemana de julio del año mencionado mere-cen ser recordados por las lecciones queencierran y por la enorme influencia queejercieron en el desarrollo del procesorevolucionario. Bastará señalar, comoíndice de la importancia de aquel movi-miento, que, a partir de 1909, se interrum-pió el ‘turno pacífico» de los dos partidos

dinásticos que constituía el eje del meca-nismo político de la monarquía desde laRestauración y se agravó profundamentela crisis del régimen. La España feudal dioun crujido que hizo tambalear el trono.

Sin el 1909 no habría sido posible el1917 (una huelga general en todo el país) niel 1931 (proclamación de la Segunda Repú-blica). Al menos por gratitud, los que tanfácilmente conquistaron el poder hace dosaños y medio no deberían olvidar a los quecon su gesto heroico les allanaron elcamino.

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Recapitulemos ante todo y brevementelos hechos que marcan la iniciación de losque varios años después terminaron con lamonarquía de Alfonso XIII.

La guerra de Marruecos, profunda-mente impopular, provoca un profundodescontento entre las masas trabajadoras.A principios de julio, el descontento tomaformas violentas. Surge la protesta airadaen todos los ámbitos del país: en mítines ymanifestaciones tumultuosas, durante lascuales son frecuentes las colisiones con lafuerza pública, las masas populares clamansu indignación contra la política delgobierno. La movilización de los reservis-tas es la gota que hace rebosar el vaso. Laprotesta toma proporciones amenazado-ras. En distintos puntos de España se pro-ducen graves desórdenes en el momentode embarcar las tropas.

La atmósfera está terriblemente cal-deada. Las protestas esporádicas de lasprimeras semanas se convierten en unimponente movimiento, de carácter neta-mente antimonárquico. La opinión popu-lar del país atribuía toda laresponsabilidad de la criminal e insensataaventura a Alfonso de Borbón, instru-mento interesado de un puñado de capita-listas.

El 26 de julio estalla en Cataluña lahuelga general, declarada por la Confede-ración Regional de Sindicatos "SolidaridadObrera». El movimiento, que desde los pri-meros momentos toma un carácter neta-mente revolucionario, es secundado conadmirable unanimidad. Sólo los tranvia-rios de Barcelona, tradicionalmente rea-cios a la solidaridad con los demástrabajadores, ofrecen cierta resistencia asumarse a la huelga; pero la resistencia esfácilmente vencida, aunque cuesta algunasvíctimas. Los tranvías que salen de lascocheras en la mañana del 26 son tirotea-dos por los obreros y convertidos en lasprimeras barricadas.

Pocas horas después de haber empe-zado, la huelga general se transforma en

insurrección, que las autoridades se venimpotentes para sofocar. Los soldados seniegan a hacer fuego y en muchos puntosfraternizan abiertamente con los revolu-cionarios. Las fuerzas de la guardia civil yde la policía son a todas luces insuficientespara repeler el impetuoso ataque de lasmasas. Durante dos o tres días los insur-gentes son dueños absolutos de la situa-ción, tanto en Barcelona como en el restode Cataluña, por la cual se extendió elmovimiento como un reguero de pólvora.

¿Qué formas concretas tomó la insu-rrección? En Barcelona, los revoluciona-rios, al mismo tiempo que luchaban con lafuerza pública, pegaban fuego a conventose iglesias. En el resto de Cataluña, enmuchas poblaciones se limitaban a impe-dir, con las armas en la mano, la salida delos reservistas; en otras, destituían a lasautoridades y proclamaban la república.Claro está que si en Barcelona, que es laque da la pauta, el levantamiento hubieratomado formas más concretas, persi-guiendo desde su iniciación objetivos biendefinidos, las demás poblaciones catala-nas hubieran seguido inevitablemente suejemplo.

Pero los obreros barceloneses, sin unaorganización o un partido político que lesorientara, se vieron desamparados y con-centraron su furor en los conventos y lasiglesias, personificación tangible, a susojos, de la reacción. La organizaciónobrera, después de haber declarado lahuelga general, creía haber cumplido yacon su misión. Ahora, según ella, eran lospartidos republicanos los que debíanentrar en acción y canalizar el movimientoen el sentido de la lucha decisiva contra lamonarquía. Pero en vano los delegados delcomité de huelga, único organismo direc-tivo del movimiento, visitaron a los líderesrepublicanos para solicitarles se pusieranal frente de la insurrección. Unos habíandesaparecido, otros se escondían en el des-ván, otros se los echaban de encima a cajas

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destempladas. A la hora de las responsabi-lidades, todos se volvían atrás.

Entretanto, ¿qué ocurría en el resto delpaís? La Cierva, ministro de la Goberna-ción, lanzaba maquiavélicamente la ver-sión de que el movimiento era separatista;la Unión General de Trabajadores y el par-tido socialista adoptaban una actitudpasiva. Como resultado de ello, el levanta-miento quedó aislado, el gobierno tuvo laposibilidad de mandar considerablesrefuerzos a Cataluña y de actuar eficaz-mente, aplastando la insurrección en esemomento crítico en que la resolución conque obren las fuerzas en presencia decidedel resultado de la lucha. Las detencionesen masa, la clausura de todos los sindica-tos y entidades de carácter obrero, sinexcluir los ateneos; las monstruosas con-denas de los consejos de guerra y los fusila-mientos en Montjuich fueron el corona-miento de aquellos sucesos que hanpasado a la historia con el nombre de«semana trágica».

De aquella memorable insurrección,que constituye una de las etapas másimportantes de la historia de la revoluciónespañola, se desprenden algunas lecciones,que es necesario señalar:

1ª Ya desde la iniciación del procesorevolucionario es la clase obrera la quedesempeña un papel predominante en elmismo; los acontecimientos de los añosposteriores no hacen más que confirmarirrebatiblemente esta afirmación.

2ª Por no tener una política propia, laclase obrera de nuestro país, en losmomentos decisivos, se libra a accionesestériles, esporádicas y carentes de orien-taciones, o se ve obligada a hacer la políticade otra clase.

3ª Los partidos republicanos, pormiedo a la acción de las masas populares,por miedo a la revolución propiamentedicha, le vuelven la espalda en elmomento en que muestra su verdaderafaz. Les es más grato ver los fusiles en lasmanos de la guardia civil que en las de lostrabajadores.

4ª Sin la coordinación, mediante unaorganización rigurosamente centralizada,de la acción de los trabajadores de todaEspaña, la derrota del proletariado esinevitable.

5ª Finalmente, la lección fundamentalque se desprende de los acontecimientos de1909 y de todos los que han caracterizado eldesarrollo de la revolución española, es quela clase trabajadora no tiene más que uncamino de salud: romper todo contacto,directo o indirecto, con las fuerzas políticasburguesas y pequeño burguesas y organi-zarse en un potente partido revolucionariode clase, sin el cual será totalmente imposi-ble su liberación.

Desgraciadamente, la mayoría del pro-letariado español no ha sabido aprovechartodavía las lecciones de la experiencia his-tórica y sigue dando tumbos entre lademocracia pequeñoburguesa y el castra-dor reformismo socialista, de una parte, yel putschismo histérico del anarquismo,por otra.

No ocurre lo mismo con la burguesía,que comprende perfectamente el sentidode los acontecimientos revolucionariospasados. Por esto su silencio alrededorde la insurrección de 1909 no tiene nadade casual.

Andreu Nin,revista Comunismo,

agosto de 1933