Ser, Saber, Hacer

11
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR JOSÉ MANUEL SISO MARTÍNEZ DOCTORADO LATINOAMERICANO EN EDUCACIÓN POLÍTICAS PÚBLICAS Y PROFESIÓN DOCENTE SEMINARIO: SEMINARIO DE INVESTIGACIÓN I APLICACIÓN CONCEPTUAL DEL TEXTO Ser, saber, hacer Autor: Abel A. Rodríguez C.I.: 15436207

Transcript of Ser, Saber, Hacer

Page 1: Ser, Saber, Hacer

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADORJOSÉ MANUEL SISO MARTÍNEZ

DOCTORADO LATINOAMERICANO EN EDUCACIÓNPOLÍTICAS PÚBLICAS Y PROFESIÓN DOCENTE

SEMINARIO: SEMINARIO DE INVESTIGACIÓN I

APLICACIÓN CONCEPTUAL DEL TEXTO Ser, saber, hacer

Autor:Abel A. RodríguezC.I.: 15436207

Facilitador: Dr. José Peña

Caracas-Venezuela, Enero 2017

Page 2: Ser, Saber, Hacer

DESDE EL TEXTO, SER, SABER, HACER HACIA LA PROPUESTA DE TESIS DOCTORAL

“MODELO DE EDUCACIÓN IMPULSADO POR LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE”

De acuerdo a las aplicaciones conceptuales desarrolladas hasta este momento, hemos abordado la temática del desarrollo sostenible desde cuatros perspectivas científicas distintas; la histórica, filosófica, epistemológica y sociológica, en atención a lo planteado por los autores: Alan Chalmers, Edmund Husserl, Juan Samaja y Jüger Habermas, en las obras académicas ¿Qué es esa cosa llamada ciencia?, “La idea de la fenomenología”, “Epistemología y Metodología, “Elementos para una Teoría de la Investigación Científica” y “Ciencia y Técnica como Ideología” respectivamente. En esta ocasión con el objeto de fundamentar a profundidad esta tesis doctoral desde la perspectiva filosófica, utilizaremos las argumentaciones del filósofo Mario Bunge expresada en su libro “Ser, Saber, Hacer”, esto nos permitirá fortalecer esta arista en particular incluida entre las cuatros esenciales que debe contener toda tesis doctoral, tal como la mencionamos al inicio de este apartado.

Según Bunge (2002) toda ciencia debe estar cimentada en los principios filosóficos y la filosofía práctica, para que esta pueda aportar al ser, saber y hacer, en este sentido, plantea tres ejes fundamentales en el quehacer de la ciencia.

1. Ontología: Ser y devenir. Es posible construir una metafísica en correspondencia con la ciencia, que permita enunciar y sistematizar principios relacionados al mundo que pongan al descubierto las raíces metafísicas de la ciencia, para ello, es ineludible tener un profundo conocimiento de los siguientes conceptos; objeto y propiedad, propiedades, materialismo, existencia y cambio, sistema y emergencia, espacio y tiempo, vida y mente, individuo y sociedad.

2. Gnoseología: Saber y semántica. Todo conocimiento se expresa a través de una proposición enunciada, esta puede presentarse de manera afirmativa o negativa en cualquier lenguas y es reconocida por el resto de las lenguas existente, además está impregnada de semántica necesaria para poner al descubierto la verdad y los conceptos afines, en este sentido, la gnoseología y la semántica con propósitos científicos, busca entender las oración y proposición, significado y verdad, explorar y explicar, relaciones de interacción sistémica, ciencia y técnica, humanidades e ideología y saber en sociedad.

3. Axiología y ética: Valor y hacer. La teoría de los valores y de la acción, considera la ética y la filosofía moral sobre la base de la ontología naturalista y la gnoseología realista que ubica los valores en los cerebros de los individuos y las normas de conducta en sociedad, la cual está fundamentada en los siguientes

Page 3: Ser, Saber, Hacer

conceptos; hecho y valor, normas técnicas y normas morales, la norma máxima, derecho y deberes, acción racional, acción moral y filosofía política.

De acuerdo a los tres ejes presentado por Bunge, haremos una vinculación entre estos y la temática del desarrollo sostenible desde la perspectiva de la educación, tal como lo plantea Martínez y Aznar, con el propósito de determinar el ser, saber, y hacer de esta ciencia.

Según Martínez (2009) considera que la educación para la sostenibilidad es abarcadora, es decir, es dirigida a todos los miembros de la sociedad independientemente de su edad, esta se desarrollara desde la visión del aprendizaje a lo largo de toda la vida y hace uso de las modalidades de aprendizaje formal, no formal e informal. Asimismo plantea, que la educación con pretensión al alcance de la sostenibilidad muestra la preocupación por una educación de elevada calidad que permita a las personas lograr entender lo que pasa (saber), a sentirse parte de la sociedad en la que viven (saber ser) y a conocer cómo pueden participar en los procesos de desarrollo (Saber hacer), por lo tanto, debe desarrollar la capacidad de aprender a aprender.

Por lo general se considera que el aprendizaje se centra en los espacios educativos, sin embargo, también se aprende fuera del sistema de enseñanza a lo largo de toda la vida, a través de las interacciones cotidianas en los centros de trabajos, en el seno de la familia, observando la televisión y experimento, usando el ordenador, etc., en este sentido, al momento de diseñar programas y estrategias educativas para el desarrollo sostenible debemos considerar estos otros espacios, con el objetos de extraer de ellos conocimientos y practicas sostenible que nos permitan desarrollar actitudes individuales y colectivas para el cuidado medio ambiental (Martínez 2009).

Por otra parte, el aprendizaje no es exclusivo de la esfera individual sino también es producido desde el ámbito social, es por ello, deben de efectuarse cambios en las instituciones educativas y estructuras sociales, con el propósito de promover la participación personal y grupal en la búsqueda de pautas de organización que generen cambios sociales en un esfuerzo por establecer los mecanismos y las estructuras idóneas para avanzar hacia la sostenibilidad (Martínez 2009).

La educación para la sostenibilidad debe poseer característica de toda experiencia educativa de calidad, por lo tanto, es ineludible incorporar al proceso de enseñanza-aprendizaje los valores propios del desarrollo sostenible, las cuales son:

Page 4: Ser, Saber, Hacer

1. (Saber), desarrolla el pensamiento crítico, enfrenta dilemas y capacita para buscar soluciones a los problemas que obstaculizan el desarrollo sostenible.

2. (Saber ser), está fundamentado en valores, de forma que éstos se expliciten, se discutan y puedan seleccionarse de acuerdo al desarrollo sostenible.

3. (Saber hacer), está orientada a la acción, la sola conciencia no genera cambios, más allá de sensibilizar la educación para la sostenibilidad promueve el compromiso (Martínez 2009).

En este mismo orden de idea, Aznar (2006) plantea que la educación para la sostenibilidad no sólo incluye la búsqueda del cuidado medio ambiental, sino también la equidad y la justicia social como criterios y valores que son necesarios introducir en los procesos de formación; esta consideración debe estar en los contenidos de la planificación de los programas y actividades orientadas a lograr los objetivos de la “década de la educación para el desarrollo sostenible” promulgada por la ONU en el año 2002 y gestionada por la UNESCOS entre 2005-2014, en lo que se resalta; la reducción de la pobreza, igualdad de sexos, promoción de la salud, protección del medio ambiente, transformación rural, derechos humanos, comprensión cultural y paz, producción y consumo responsables, respeto a la diversidad cultural y acceso igualitario a las TIC, de acuerdo a estos aspectos declarado por la UNESCO, la sostenibilidad es caracterizada como sistémica y compleja en lo que se interrelacionan aspectos económicos, sociales, culturales y ambientales del desarrollo humano sostenible que se deben contemplar en los procesos de formación.

La educación para el desarrollo sostenible tiene su campo de acción en los ámbitos; formal, no formal e informal, a través de la aplicación de los distintos tipos de racionalidad, la racionalidad teórica, la racionalidad práctica y la racionalidad ética (Aznar 2006).

1. La racionalidad teórica (Saber). Se ocupa por el descubrimiento o surgimiento de nuevos conceptos de la ciencia, que transciende la objetividad fragmentaria de los análisis reduccionista fundamentado en la perspectiva analítica y mecanicista, esta racionalidad a partir de explicaciones multidimensionales y comprensivas ofrece propuestas epistemológicas y metodológicas de acuerdo a la necesidad de abordar interdisciplinariamente los fenómenos naturales, socio-económicos y culturales del medio ambiente y desarrollo, asimismo, ofrece propuestas teórico-metodológicas para la comprensión de:

Page 5: Ser, Saber, Hacer

a) La problemática medio ambiental que afecta negativamente la sostenibilidad, esta al ser abordada desde la perspectiva educativa permite dilucidar sobre todos los enfoques posibles que promueven el desarrollo sostenible.

b) La interacción entre los seres humanos y el medio ambiente natural y socio-cultural.

c) El vínculo entre el pensamiento y la acción en el desarrollo de las competencias que un desarrollo humano ambientalmente sostenible requiere.

2. La racionalidad práctica (Saber Hacer). Permite el surgimiento de nuevos conocimientos a partir de los constituidos y la construcción de estos desde los materiales de la experiencia, derivados por la aplicación del conocimiento científico en los distintos ámbitos de actuación, la práctica de la educación para la sostenibilidad no es posible sin la integración con la teoría, por lo tanto, es necesario el ejercicio de un saber reflexivo para hacer, asimismo un hacer reflexivo para saber, esta racionalidad centra su acción en:

a) Hacer reflexiones críticas sobre los fines y objetivos de una educación para la sostenibilidad.

b) Analizar y valorar los informes mundiales sobre el desarrollo, por el hecho que representan importantes documentos para el análisis y comprensión de la realidad sobre el desarrollo humano, permite qué opciones plantear en respuestas y propuestas para el desarrollo sostenibles.

c) Construir y aportar modelos y sistemas de indicadores para evaluar el proceso de una educación para la sostenibilidad.

d) Construir y aportar modelos de acción educativa integral en los diferentes niveles del sistema educativo y en los ámbitos no formales de la educación.

e) Construir y aportar modelos de acreditación del cuidado medio ambiental y sostenibilidad para las instituciones educativas formales y no formales.

3. La racionalidad ética (Saber Ser y Valorar). Facilita el cambio de nuestras construcciones mentales sobre la realidad desde un sistema ético, al integrar la teoría-praxis en el plano de la educación para la sostenibilidad no sólo interviene el saber y hacer, sino que al ser guiados por un sistema de valores colectivos creados para el cuidado medio ambiental, adquirimos una formación sobre esos valores, es decir, un saber de carácter ético y de compromiso que orientan nuestras acciones. La racionalidad ética semánticamente involucra al desarrollo humano ambientalmente sostenible, la concepción moral y actitudes

Page 6: Ser, Saber, Hacer

fundamentadas sobre los valores de la sostenibilidad, esta ética además de ser ecológica es multifactorial, es decir, es integradora de distintos ámbitos, social, ecológica, política, económica, institucional, humano y sociedad, asimismo, la interacción con el conglomerado de sistemas bióticos y abióticos, desde una perspectiva intra-gubernamental e inter-generacional. En virtud a estos ámbitos, los seres humanos pueden aprender a saber vivir éticamente en un medio ambiente compartido y cuidado por todos.

Hasta este punto, podemos decir, que de acuerdo a lo planteado por Bunge respecto a la ontología; ser y devenir, el desarrollo sostenible metafísicamente tiene sus raíces en la existencia de un mundo que posee un desequilibrio atmosférico, producto al calentamiento global, este surge como consecuencia del uso irracional de los recursos naturales que en definitiva ponen en peligro o la extinción de la vida en el planeta. Esta existencia requiere cambios inmediatos en los sistemas económicos y modelos de desarrollo que actualmente imperan, los cuales deben ser ejecutados con emergencia por la profunda gravedad del caso, es por ello, se deben de establecerse políticas públicas para el cuidado de todos los espacios naturales, urbanos y pristinos, es decir, protección del medio ambiente, con el propósitos que estos espacios permanezcan en el tiempo, a saber, que sean sostenible y garanticen la vida en el planeta, esta pretensión será lograda a través de un proceso mental o racionalidad ambiental que desarrolle cada individuo mediante la educación para construir una sociedad con criterios de sostenibilidad.

Respecto a la gnoseología; Saber y semántica, “La clave de un desarrollo sostenible e indispensable es la educación, educación que llega hasta todos los miembro de la sociedad, a través de nuevas modalidades, nuevas tecnologías a fin de ofrecer oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todo”. (Mayor, 1997). Asimismo, “el desarrollo visto desde la sostenibilidad es una estrategias poderosa de crecimiento que garantiza el futuro”, la oración expresada por mayor y la que hemos construido nos muestra la proposición para comprender el desarrollo sostenible, cuyo significado enfatiza la satisfacción de las demandas presentes sin afectar negativamente las posibilidades de las futuras generaciones, el cual evoca la verdad de la necesidad de alcanzar la sostenibilidad, por lo tanto, se debe de explorar todas las posibilidades que permitan su estudio, análisis y discusión, asimismo explicar a través de estas posibilidades su concreción, partiendo de la interacción de todos los sistemas involucrados en lo que están presente la ciencia y la técnica como mecanismo de desarrollo y de ideología, la cual se constituyen en el saber de la sociedad.

Page 7: Ser, Saber, Hacer

En relación a la axiología y ética; valor y hacer, el desarrollo sostenible está fundamentado en el hecho del uso equilibrado y racional de los recursos naturales promovido a través de la educación, esto es constitutivo de valor para la sostenibilidad en el cual se fundamentan las normas técnicas, es decir, la aplicación de tecnologías para la explotación de los recursos naturales con criterio de cuidado medio ambiental, y las normas morales que guían nuestras perspectivas para explotar los recursos disponible en el planeta; ambas establecen la norma máxima que orientan nuestras acciones racionales que en definitiva son referidas a nuestras acciones morales, que derriban en una filosofía política en la que se sustenta la sostenibilidad.

En concreto, el ser, saber y hacer, como principios filosóficos y la filosofía práctica están presentes en el desarrollo sostenible, por lo tanto, lo constituye en una ciencia. En este caso particular lo hemos vinculado desde la perspectiva educativa.

BIBLIOGRAFÍAS

Bunge, M. (2002). Ser, saber, hacer. Editorial Paidós Mexicana, S.A. y Facultad de Filosofía y Letras Universidad Autónoma de México. DF, México.

Martínez, J. (2009) La educación para la sostenibilidad. UNESCO: Decenio de las Naciones Unidas de la Educación para el Desarrollo Sostenible.

Mayor, F. (1997) Conferencia general de la UNESCO “Educación para un futuro sostenible”.