Sesión 24.a, en martes 25 de marzo de 1952 (Ordi naría) (He Hi a I!I ) . IND ICE l. ASISTENOIA n....

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Sesión 24.a, en martes 25 de marzo de 1952 (Ordi naría) (He Hi a I!I ) . IND ICE l. ASISTENOIA n. APERTURA DE LA SESION ... IIl. TRAMITAOION DE AOTAS IV. LEOTURA DE LA OUENTA ... V. HOMENAJE: Fallecimiento elel Diputado st'ñol' Hultl1wrto Y;ífí<"z Yplns(·(I. (l>iS('lll'"" Pág. 1091 1091 1091 1091 del señor Buhws) . .. ... . ..... '" ..... , '" ". ,., " ,'" lO!):: VI, ORDEN DEL DIA: \fodifieación de la ley orgánica de nuE'YOS a la Co,'poración de Reconsüucción. f"'ÓlTog'il (11'1 p1a7,0 dI' la ('omü;ión,) Régimen de previsión para empleados ]lil/·tieula I'('S y a(· E'm]1rrsas d(' lltili dad pública. (No se 'insiste Pll mo(lificM'iones) , .... , Sesión secretn, '" ... ... ... . .. ',. .,. ... '" .. . ... '... .,. " 10fl4 1094 1098

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Sesión 24.a, en martes 25 de marzo de 1952 (Ordi naría)

(He Hi a I!I ) .

IND ICE

l. ASISTENOIA

n. APERTURA DE LA SESION ...

IIl. TRAMITAOION DE AOTAS

IV. LEOTURA DE LA OUENTA ...

V. HOMENAJE:

Fallecimiento elel Diputado st'ñol' Hultl1wrto Y;ífí<"z Yplns(·(I. (l>iS('lll'""

Pág.

1091

1091

1091

1091

del señor Buhws) . .. ... . ..... '" ..... , '" ". ,., " ,'" lO!)::

VI, ORDEN DEL DIA:

\fodifieación de la ley orgánica ~. ('flll(~('SlOJ1 de nuE'YOS I't'(~ursos a la Co,'poración de Reconsüucción. f"'ÓlTog'il (11'1 p1a7,0 dI' la ('omü;ión,)

Régimen de previsión para empleados ]lil/·tieula I'('S y a(· E'm]1rrsas d(' lltili dad pública. (No se 'insiste Pll mo(lificM'iones) , .... ,

Sesión secretn, '" ... ... ... . .. ',. .,. ... '" .. . ... '... .,. "

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1090 DIAR.tO DE SJ;JSI0 NES DEL ~ENADO ---------~======================

Pág .

. Modificación de la ley de previsión de peluqueros. (Se aprueba infor-me) ... ... ... ... . .......... , ........ , ... ... ... .. 1098

Destitución del Director del Servicio Social del Trabajo. (Se fija feeha para votarla) . '" ... ... •.•... .. . .. '" ... ... ... .. 109~j

VII. INCIDENTES;

~upl'esión de seSlOn ordinaria. Reco mendación a Comisione¡;¡ para acele-rar el despacho de proyectos ..... , ... ... ... '" .. , .. , ... .. 1099

I~a Sexta Reunión Ordilla1'ia de la Asamblea General de las Naciones Unidas:

Observaciones del señor Maza . .. . 1099 Observaciones del señor l;'rei .. ... 111 t: Observaciones del señor Ocampo . . . 1126

Conflictos del trabajo en las indm; trias del carhón, salitre y cobre. 011 cio . '" ... ...... ... ... ... ... ... .., ... ... ... '" .. .... II ;~:¡

Bscasez de agua potable en la Pobla ciún Británica "Santa Inés", de Vi-ña del Mar. Oficio ... '" ... .. ... ... ... ... .., ... .., 11:3(j

ANEXOS

ACTA APROBADA:

Sesión 22.a, especial, \.!1I 7 ele febrero tle 1952

DOCUMENTOS

, ; .

l. ---Proyecto de la {'úmura de Dipu tallos que cOll(~ede pemnon a las fa-milias de los fallecidos en la Ca.in de Seguro ObligatoriQ el 5 de sep­tiembre de 1938 ... ... ... ..... ... '" ... ... ... ... . ..... ] J a~

~ .-Informe de la Comisión de Cons titlH~ión. Lpgislación y Justicia ¡'e-caído en el Mensaje sobre desti turión del Director General del Ser-vicio Social del Trabajo .. .. . ... .... .. ... .... ... ... . ... 11 :j9

:¡ .-Informe· dr las Comisiones al" H¡¡('jellda y de rrrabajo Unidas, recaí-<10 en el lH'oye(~to sobre régimen (]e previsión para empleadOR parti-culares y de empresas de utili ,[:1(1 pública ... '" ... ... ... '" 11 :~9

4. -Informe de la Comisión de Tra h,do l·peaíd.o en el proyecto sobre p1'e: yisi6n para el gremio de peluque ros .. , .. , ... .., ... ... 1142

:í.-Resolución soh¡'e Alimentos y Hmllht·c aprobada por la VI Asam-hlea de las NN. UU. (Del diseur .~(I (1('1 señor Frei) ... '" ... '" 114:)

(). --Rmwlución sobre Reforma Agra "in a pl'obada por' la VI Asam blen (le las NN. UU. (Del discurso de' J señOl' f<'rei) '" .:. .., ... '. .114t;

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SESION 24.1t, EN 25 DE MARZO DE 1952 1091

V E R S ION T A. Q U I G R AF I C A

1. ASISTENCIA sidi'nte). - Se va a dar cuenta de los asnn­j os que hall llegado a Secretaría.

Asistieron los sefíores: ¡'JI señor Prosecretario. - Las signiellü's

Aldunate, Fernando Alelllla,ndri, Eduardo Alellllandri Ferna.ndo Alvarez, Humbette Amunátegúi, Gregorio

Bulnes, Francisco Cerda, Alfredo

Correa, , UliBeB

Duhalde, Alfredo Errázuriz, Ladislao

Ferná~dez, Sergio Figueroa, Hernán

Maira, Fernando

Marin, Raúl Ma.rtines, O&rloll A, Martinez, Julio Maza, José Ocampo, Salvador

Opits, Pedro '

Pereira, Julio Poklepovic, Pedro Prieto, Joa.quín Rettig, Raúl Rivera, Gustavo

Frei, Eduardo, Torres, Isauro González, Eugenio Vásquez, Angel C. Guamán, Eleodoro E. Videla, Hernán

Actuó de Secreta.rio el sefior Luis Vergara Do­noso, y de Prosecret&rio el señor Horado Hevia

Mujica.

PHlMEHA HORA

II. APERTURA DE LA SESION

-Se abrió la sesión a las 16.12, en pre­sencia de 13 señores Senadores.

El señor Alessandri, don Fernando (Pl'e­sidente). - En el nombre de Dios, se ahre la sesión.

III. TRAMIT ACION DE ACT AS

F;¡ señor Alessandri, don Fernando (Pre­sident.e). - El acta de la sesión 22,a. ('n 7

(1.. febr'ero, aprobada. El acta de la sesión 2::l.a, en 11 del pl'e­

sente. partes pública y secreta, queda a disposición de los señores Senadores.

(Véase el acta aprobada. en los Anexos).

IV. LECTURA DE LA. CUENTA

El señol' Alessandri, c1(1I1 Fel'TlatH10 (PI'P-

son las comunicaciones reeibidas:

Mensajes

Dipeü,éü; del Pt'psidellte de la República: ('OH los dos primeros, incluye,entre los'

asuntos Cl! que puede ocupai'se el Congl'e­s" Xn (:ioual, en la actual legislatura extl'll­tll'llina l'in , los siguientes proyectos de l~y:

1) El que concede fondos para los sel'­"idos eléctricos de la ciudad de Parral.

El (1 ue transfiere un terreno fisca 1 <l la 'Jfllni¡'ipalidad de Parral.

1<~1 que autoriza al Director de Sanidad pa 1',1 otorgar permisos especiales para ejer­('('1' la (lpntística a los prácticos que se sP­í"ialan.

El que declara computables, para los efec­lOS d(' la jubilación en la Administración Púhlica, los servicios prestados en la Em­)l1· .. sa de Agua Potable de Santiago.

1<;1 que hace extensivos al personal de Tnvefoltigaciones los beneficios establecidos lJara el Cuerpo de Carabineros en el artícu­lo n.o de la ley N.o 8.766, que se refierp a los funeionarios afectados por tuberculosis.

El que autoriza a la Municipalidad de Quinta Normal para ('ontratar un empré¡;;­tito.

El que modifica el artículo 5.0 (lel decl'e­j () con fuerza de ley N.o 153, de '7 de julio 11(> 1 ~32, para la cesión de una franja de tenenos del Parque del Congreso Nacional, uhieaela en.tre las calles Bandera y l\Iol>2n<1é.

El qu!' ('oncede una indemnización espe­('üll a los ex empleados y obreros ele la Em[ll'eSH 0racional de 'l'ransportes ('olecti­,"os ~. A .. que cesaron en sus cargos durall-1<' p} pet'Íodo comprendido enÍl'e el 15 ele septit'm h1'P (Je 1945 y el 31 ele c1iciernhre de 10;")0.

~

El ([He" t'egulal'iza el sistema de preüsión so(:ia} a (iue se encuentra afecto el funcio­nal'io (lel 'Ministerio del TntE'rio1". ¡;;eñor Efn11n Cáreamo Vera.

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1092 DIARIO DE SESIO NES DEL SENADO

El que posterga por un nño las ohliga­ciones de origen agrícola éontraídas po l' los productores de las provincias de COqUilD bu y Atacama en la Caja Nacional de AholTos, Caja de Crédito Agt'ario. ("a.in ch' Coloniza­ción Agrícola, Caja dl' Ul'éJito Hil}(ltecn J'íu e Instituto de Crédito Industrial.

El quc libera de. dcrechos <1(' interuaeión . a un cano-ambulancia para el servicio de

la i\sisieneia Pública (le la Jfnnicipalitht<l tle Cartagena.

El quc Jll odifica el. artículo 1.0 <1(. la lev X.o 10.043, que autorizn 11 div('rsas Mlllli­eí]l~lli(l¡Hles para contratar préstamos v 4.1('1'1-

f illa t: su TH'odllcto al financiamiellt;) d€ plHlltas de energía eléctrica.

2) El que otorga a.yuda ¿¡ ]w, soeiedades rn utualistas.

Se mandan al archivo. ('011 el Ü'l'c(·l'o. solicita el <tetlPl'do (,OI1S­

tit.uflonal necesa'rio para nombrat· Bmba­.indo]' Extraordinario y Plenipotenciario an­te ('1 Gpbiet'no de Italia. al S(llÍ(H' don .\míl­(',l!' Chio)']'iliÍ Alveti.

A indicación de los señores Alessandri don Eduardo, Correa y Aldunate, se exim~ de Comisión y se acuerda tratarlo en los últimos diez minutos de la Primera Hora.

COll 1mi 1Tecp últilllos. H<iliciÍlJ (>1 acuer­do cOllstitndonaJ llee(':'lal'Ío Jla ]'n con f('l'il' ascensos en las J,'uerzas AnnaduH. a las pel'­"Ollas que se indican:

. A Coroneles de Ejé,·(,ito. d(' los T .. niell-

t(';; Coroneles señores: 1 ) Daniel U 1'1'a Fuente;; 2) Héctol' Baeza Azócal' :1) ~r orge Armas Cruz .f) Octavio Cortés González ;-¡) ClllilJermo Aravella González (i) Alberto fi-re€llf> Haquedano í) .JuJio .Iháñez Ross R) A.lft'edo Baeza Anate. 9) A (l(llIPl'al de Brigad:l. del Corollel (1,'

B.i~t·ri .. o UOH ~\lalluel A. Délauo Diaz. "\ Contl'aa.ll1llr·antes. <1(, los Capit;mes de

Xavío, señores: 10) o'}, Fr-aneiseo O'Ryan 0nego 11 ) Vícto/·.K Oelckers Stoecker ~\ Capitanel'\ de Nnyío. (le lt)S Capitanes

<1(' Fragata señores:

12) .Juan Morandé Muñoz 1:1) Alfredo I~ópez Costa

Pasan a la Comisión de Defensa Kacioc

nal.

Oneios

tino ele la Cámara de Diputados. con el que comunica. que ha aprobado 11n pt'o:vecto <1e !('.v qUf' concede pensión a las familias de los que fallecieI'on en el edifiCio de b Universidad de Chile y de la Caja de Segu­ro Obligatol'io, el día 5 de septiembre de 19:18. (Véas(' en los Anexos, documento 1).

Pasa a la Comisión de Solicitudes Parti­culares.

Uno del señor Contralor General de la Hepública, eon el que acompaña el Balan· ee General de la Nación, correspondiente III Pjel'cico financiero fiscal del año 1951, y ('siado ele la Hacienda Pública al :3] de di­eiembl'l' del mismo año, con sus aHt('(~('dell­

tes. Se manda al archivo.

r 11 f m'HIt'S

Uno de la Comisión de Constitución, Le­gislación y Justicia recaído en el Mensaje <1el :Ejecutivo sobre destitudón de su car­"'o de Director General del Servicio Social ,., de] '1' t'aba;í o, del señor Héctor Muñoz Ay­lillg (Véase en los Anexos, do.cumento 2) .

Uno de las Comisiones de Hacienda y dI' Trabajo y Previsión Social unidas, recaí­do en (·1 J)l'oyecto de ley de la Cámara de Diputados que establece los heneficios de jubilación y montepío para los empleados particulares y de empresas de utilidad pú­hlica (Véase los Anexos, documento 3).

Once de la Comisión de Defensa Nacional, recaídos en los Mensajes de ascensos en las Fuerzas .i\lomadas de las siguientes per-sonas: .

1) A General de Brigada, del Coronel de Ejército don Manuel A. Délano Díaz.

A Coroneles de Ejército, de los Tenien-tes Coro.neles, señores

2) Daniel Urra Fuentes. :l) Héctor Haeza Azóearo .f! ;fol'ge A l'mas Cruz.

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SESION24.a, EN 25 D}<~ .JIAR~ DE 1952 1093

;-;) Octavio Cortés González. 6) Guillermo Aravena González. 7) Alberto Greene Baquedano. 8) Julio Ibáñez ROS3.

9) Alfredo Baeza Arr3te. 10) A Contraalmirante, ,del Capitán de

Navío, don J. Francisco O'Rylm Orre­go.

Il) A Contraalmirante, del Capitán de Navío don Enrique Lagreze Echava­nía.

Uno de la Comisión de Trabajo y Previ­sión Social, recaído en un proyecto de ley de la Cámara de Diputados, sobre modi­ficaciones a la ley N.O 9.613.- que fija las normas de pl'cvisi6n del gremio de pelu­quero y ramos similares (Véase en los Ane­xos, documento 4).

Quedan para tabla.

Solicitudes

Sobre rehabilitación de ciudadanía. de las pe~'sonas que se indican:

1) Angel Custodio Rodríguez Campofl. 2) José Fl'oilán Deliz Deliz. :1) Luisa Alvarez Díaz. 4) Nibaldo Hernán Rojas. ;;) Tomás M. Rojas Meztl. 6) María Pérez Fuentealba. Pasan a la Comisión de Constitución, Le­

gislación y Justicia. Sobre concesión de pensión de gracia, de

lafl siguientes personas: 1) Eduardo Flores Leiva. 2) Filomena Duarte Vah'erde ,- di' Ho­

jas. :-)) Eliodoro :\Iartlnez Ruhilar. 4 \ Sobre aclaración de la ley Xo 8.:n 4

y eoncesi6n lk pensión de gNlcin. d<:' düñro Cannela Poblete Toledo Y. ele Puentes.

ií) SO.bl'{' aumento de prllsión ,le gracia, de doña Blanea ~- c10ñn Eva HOllOl'ato Ossandón.

ni ~Ohh' reconocimiento (lr <;pl'Yieiofl. de (Ion Edgar Palma Fm·th.

í) SohrE' ahnno ,1,> tiemp'.), d,> <1011 ~iJIIÚll

Cuevas Palacios. Pasan a la Comisión de Solicitudes Parti­

cullt~s.

V. HOMENAJES

FALLECIMIENTO DEL DIPUTADO SEÑOR .

HUMBERTO YA~EZ VELASCO

El señol' Alessandri, don l<'e1'J;tallllu (Pr'p­sidente) .-- 'riene la palabra el Honorablt' señor Bulnes.

El señol' BuInes.~ Señol' Pl'esiilellte. fHI

Homhre de los Senadores liberales, cumplo el triste deber de expresar el profundo (10-

101' que nos aflige por el inesperado falle­cimiento de nuestro distinguido correligio­nario el Honorable Diputado por O'Flig­gins don Humberto Yáñez Velasco.

No dudo de que este sentimiento ha ele sp1' vivamente compartido por todos nues­t1'ofl Honorahles colegas, por las excepcio­nales condiciones que adornahan a tan es­l'laeecido servidor del País.

Iniciado desde muy joven en la vida po­lítica, convirtió en un culto de su espíritu la dedicación a lo!'; intereses nacionales, y logl"') prestar muy eficientes y destacados sel"vieios desde las ltivel'Sas actividades que ;lhmdú, dentro de su extraordinaria capa· (·idad de esfuerzo y (le la bül'.

En el ejercicio de su carg'o parlamenta-1'10, fné 'distinguido por :ms colegas del Paltido eon la presidencia del Comité Up 1m; Diputados lilléralefl, y, en esas fllncio­nrs de tal alta responsabilidad. supo (1 ('s­Plllpeña.rse siempre con fina inteligencia y ('on firme carácter, y encaminó la acción ,}(' sus representados dentro de las líneas (>stl'ictas qne informan 111lestl'a idf'ologiH política y nnestl'ns n 11 as inspil'ado1lPs .1(, hien público.

Al par que a los problemas de earácttT u'elH'rn 1. dedie6 sn ateur,ión más decidida al sf'lTicio <le las necesidades de la zonr, que le Ita bín eonfiado su ),f'presentaeión, ~.

S011 múltiples ~' de In más destacada impl)r­taneia las ohl'as que, con tf'ROllprO afán. lo­U)'() )'pnlizaJ' en lwneficio (lf> psa región. Fué el amigo y pI compañero. al mismo tiPlll po qne el más ahnegarlo servidor, de ",)(b UIlO d(' los ¡ln hitant'rfl dp la provincia '1tt(' T"t'p)'('sentn ]),1. qnieJl(,s. ('11 efltos instan-1 ('S. Jlllllentan ron sin('pro prsar !'iU (lesnpa­r'(·(·illlirnto 11(, In eS('('lla (1" In vi (la.

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109.4 JHAIWJ DI"; SESlO ~E~ DEI, ~ENADO .-o-~ .• ""=~.~.-~,"",,,====~===" ..

TlOS Senadores liber31es rendimos a su memoria nuestro más sentido homenaje y hacemos llegar' a los suyos nuestra emocio­nada expresión de condolencia.

VI. ORDEN DEL DIA

MODIFICACION DE LA LEY ORGANICA Y

CONCESION DE NUEVOS RECURSOS A LA

CORPORACION DE RECONSTRUOCION

m señor Alessandri, don ]i'ernando (Pre­sidente).- - J<jn el primer lugar del Orden del Día, corresponde tratar el proyecto que concQQ.e llUevos recursos ft la Corpora­('ióu de Reconstrucción.

En vista de qne el pl'oyel!to tielle tu'g'l'l!­eia declarada, y ya veneió 1'1 plm:() dI' 1" Comisión p31'a eyaenal' su infol'me, fOI'lIlU]O

indicación pal'a que ,w le 111'ol'J'ogue didll> 111:17,0 hastn ¡;¡ próxima semana,

Varios señores Senadores,_ Muy hien,

1~1 señor Aldunate,- ~ ~\le 1w1'mite, señUl' Presidente?

Ese pl'oyecto no fu¿; ('studiatlu ell la L'u­

ltlisión de Hacienda. J~l Sl'ñol' Alessandri, <1un Fel'llulldu (1'1'l'­

sidentc),- Todavía no tiene infol'me. y ya venció el plazo de que disponía la CUlllisiól1 para emitirlo; d{' modo que (~onn'Jl(ll'ía

aprohm' la Índie¡]ciólt que formulé. BI señor Correa,- ¿ Se prono/nll'Ía \:'1 pla·

zo hasta el martes próximo ~ ]'jI señor Alessandri. don FCl'llundu l PJ'('­

sidente ).- Hasta la pl'óximlt SPSliÍlI, 1I0lW

¡'a ble ~enad01', Acordado,

REGIMEN DE PREVISION PARA EMPLEADOS

PARTICULA.RES Y DE EMPRESAS DE

UTILIDAD PUBLICA

El señor Secretario,-· EH st'g'lltlllo 1 uga 1',

eOl'l'espollde iJ'ata!' los :cwlH:'rd os ado lli;Hl ()~ pOl' la C:'imat'H (1(' Di¡mta<1o::; a(~n'eH· de' la" modificaciolH's int!'o(lnc'ir1as JlP!' el Se?indo al proyecto de ley qlH' esta blect' Jos bel1e J'i cÍos 110 juhil:Jeióll y mOlltl'pío ¡11)l'(I los em­pleados pal'üeuJa l'PS.

Esta mat('rla ha sido in fOI'\Il<1d¡l PO!' LI";

\ 'omisioues dI' HIH'iewlil .\' (1\, T!'ahlljo y

l'n'I'isl(íll ::-\ol:lal. unidas. las (FI(', eon las Ú1'lI1HS de los IInllol'ables S(,J10I'eS b'iguel'o:t, Hi¡'('!'a, .\ldullall', Bullles. \<'l,('i ~' Rt>ttig, pl'O]JOllPll imüstll' ('ll los ;L('u('t'(!os ])J'imitií'a­lllpntl' adoptados por el Senado,

La ('úmal'a (1" Dipnta<los ¡'ee}¡nz(í ln !lit)·

difie<!eióll (11H' tielle ]llll' objeto ag1'ega!', ('.0·

mil ,ít'tíeulo ll.o, (,1 signic'llte, (jUP ('Ol'l'('SjlOll­

de al l~,n y al Hi,o, 1'd\lIldid.os, ¡]f>] jlr()y('('·

t() el\' ('sta UOjlOl'¡1 hJ(' ('(Il'}lOl'¡¡d<Íll,

"Al'tín¡jo ll.o-·"C T\'lldrúll ,1rl'('(']lO a ]>('!.

\'ibil' pensi6n (le jllbila('ióll [JOl' i1ntigii('dHd,

equiyalellü' al sllt>ldo hns(' ('stahl('("ido rtl ('1

lit,tíeulo B.o, Jos impollelltes q \le ü·ngilll 4(' años do set'vj('ios y ¡j(' j¡'ngan (j;) mios d .. e(la(1.", ¿'

La que ('ollsisle Cll ('onsigll<l1', l!UIIl() ,11'­

tíenlo 12,0, ('1 siguiente llUeyo:

"A l,tículo 12,0- 'l'endrún derecho a pen­sión 1)()l' yejez los que tengan (j;) añol" (1(; edad .v (li('z mios (le sl'l'yi('ios. ,1 Jo lIleno>;.

J~l monto d(· Ja pensión de jubi11lciún po:' y(·jez SP!'{¡ igual 11 tant.os -iO H"OS (1l'1 su<,ldu has\:' estahleci<1o eH pJ at'tíelllo t),() ('<mlU años (le s('l'vielos tenga el ]wllefieÍc1l'io ,í'

tI'lHhá pomo lllúxilllO (·1 llJOllto <lpl s\l(·ldo

hase meneiouado". En estas dos ideas insistl' la CÚl1lal'n (k

l>ipnta<los, ~. las Comisiones unidas propo­IlPIl <[LH' ('1 Sf'lla(1o, pO!' su par-tl', im;Ísi¡l Pll

~;¡¡S ac:uel'll(Js.

El :-;eñol' Alessandri, dOll ¡,'{'maudo (Pl>(,.. sident(') ,-- En discusión.

Ofrezco la palabJ'a,

. El señul' Bulnes,- Yo jJ('I'tened, st'Íio!' l't'esitlellte, i! las ('oltlisioll('s lllliü¡¡s ([i' Ha­

dellda y c1(~ 'rl'il hajo que (',;{wli,ll'OIl estt' 1)I'()~'('l'1o, y so." de los que e11 el sellO d(' ]¡¡s Comisiolles unÍ<1as, han yotado pOI'

que :-;c l't'emnit']Hle al ::-\PlIa<!() la. insisíc'Tl(,i,: ('ti sns }ll'ojlo:-;ÍeÍol1P:-;,

Est(, jll'o,\'\:'do, qm' rué muy detenidam¡'ll' tí' (':-;tudiado en l1W1 s(,l'i(· (le sesiones y (jUll

ItI ('O]H"lU']'f'lwia de téenieos, f'\1(' aprobado pOl' la COlllisiúú, 1)]'illli'¡'O, ,\' !JOI' (·1 SE'ilado, ,Ie';)!]lés, por unanimidad. El Senado, aJ J)l'()~

("('del' en esa forma, estimó -comu 111lly

bielJ ]0 <lijo el HOllo['nble s('ñoJ' Fn'i, ("lHUl­do SE' ih!l a yotar In Illalpriü-- qUl' RP tratn· Jla (le UlI eonjnnto (1" (llsjlo:-;ieiOlwf; qu(' dp­bíHll g'U¡)),(lal' la (Ir])üla estl'uetUl'¡j y en his

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SESIOK 24,a, ~}N 25 DE :\L\HZO DE lD5~ 1095

nmles IIU ('ahíall llllldifil'Hl'iones, )Hll'S "l¡n" podí<Hl altenll' pl l'ég'Ínwll ('I'eat!o y S11 fin;¡" eiallliellt, 1,

La Cámam dI' DipllllHlos. lal n'z, "lIl1l!!ill'-

1(' el mismo (·I'itel'io. jlOI'qlW "pl'O)¡"I, el! I't';)­

¡í¡Jad. el proyecto con las sojas IllOdifi('g(·io !lf'.'> de que se ha dmlo ('lH'llta, ('S dc(·jl', ,'s­tahJeep el {le¡'{:,cho a jubilar, P,1i' li! Silllp]', ¡'M,Ón (lf Hlltig'ü('(lad, a los :1;) nJíos, ('11 lll­

g'al' ,h' 40,

Para ilpl'Pl'ial' ,ld)id,lI11('llle ('j ,¡]('<lII('(' d(·] !lJ'oblema, cOlnri{'IH' tener lll'{'i:wnt,· ([11l' la jubilación {lf que se tnltn ps de ('x('ep('Í611, pOI' simple rHZ{11! al' ImtÍgüp{lad "H d C¡JI'­

go, pues el pl'oyel'to ('sta bIt'('!' la .in bÍ !;l(·iúI 1

]Hll' vfjez enalldose hall "lIl1lplido ¡¡;¡ aí'los de eda(l, o a (~ualquipl'a edad, cnaml,) SI'

'~()mpJ'tH·h¡l la péJ-dida de una (lpü:'j'Jll1na,l;: l'apaeidad (le tl'abajo,

• D(' manpl'a, seJíol' PI'esicll'llte. qne ],1 ,',IU­

sal ,le que me ocupo ('(lITeSPOIHle a hOlllhl'ps

que están en su plelUl ('¡j jla (·j(1a,1 al' t)'ah;l­jo, a pstos elUpleado~, se It's e(lllcedel'Ía la

, juhilación po)' la sola ein'ullstall('ia (le ha­IIPI' sen'ido ;1ií años, Llamo la atl'neiún ,1(, los señores Senadol'rs J1<lC1" 1" gl'¡1yeaaÚ que ellciel'l'a rstl' hedlO, J)eni 1'11 ,le ulla Imr­":1 doctrina, no debiera ser autoriz<l(l;¡ 1;;

,;nhilaeión pOI' simple Hlltig'ü('tla(l_ POI' (,1 l'ontt'lll'io. tal lWllpfieio rlebipl';J limitars(' ;¡

las ('ausales (11' yejt'Z (' ilwap¡¡('i(];¡,1. 8i se' aceptó la :lIltig'üpda(l ('omo ('ausa ,le juhila­(·iÓII. fné sólo pal'}1 ,lJ'1ll0niz<Jl' olliniOlws, 8,· ;Jepptat'on 40 años (Ir sel'Yi(·jos, ])"J',l establ{'­('1'1' un nla~o 1I1H' ('oi]](·j(li('l'a, más () 11l('1lC>S.

('(1') 1;1 ,inhila¡·jlíll qllP poclín "h1(']]('1' (,1 ('lilll](';1

,1,,1 /'1\1' r<Jusal (le cdacl_ 8n¡\'lni('n,ln '11H' l']

cn1pJ('adn C"Olil1(-'HZ(1 ;1 tl'nl,n,ial' ti lo''':' 1~~ q

)n" :?O años de f'dH'l. al .iuhiln J' ('1)11 lO '(' ,pt'yi(,ios "htpn,lt-í;l (li(']¡,\ )'(']I('Yi"i., ";¡'(';'

¡n.s (¡O niíos ~1~· ('tl;],l,

L;l If(\]](\l',ll>lf' C';íllla 1';1 (1" j)i; ,11L¡d"s 11" ,·¡'ddo dpl ('¡ISO ¡'(·dw,ir ,,1 plazo ,1(, -tO aJí"" :1 :lí_El ('f""j<l '-;('l';\ lkY;\I' l\ 1;\ ,inhila(·i.t\ll ;¡ h"1l1hl'r" :- illnÍl'I'ps ('11 plena I'flp,lri(la,l elp j l'a1'fl.in .'- ,1(':111"1 (lr nlla (,(1;:;1 ('n q11l' tlll ¡i,'n' ti ];¡ 1l(,(·,,!·,ic!;Hl ,11'1 ,lrsc-;11l,;n. Snp"­lli"n¡]n, ""P1Cl ,1f'l'í,:I'!"", qn(' r,l l'111r1p,,·-10 "'.j['ji'·11!:1I' ¡>jnpi('(·., ;¡ j;'nhnjnj' :1 ¡liS 18 ;l1io;" "on :¡-l (k i 1';\ h;ljo lí'THh:'¡ ('llmplir\ll"; '):¡ d,· ('d;],l. ~- "sin, ))()I' ,·i,')'111 110 f'S (·cln(1

(j1H' auto.l'lee para eo.nstitnirse e1l raj'ga pa­

ra ln so.ciedaa. Bs co.mún que entre no.so.tros se aiga y

)'('pita qUE' la gravísima situación l'eonómi­('a que vivimos se debe principalmente fl rlUE'stl'n falta de peo.ducción. Otro.s palsf's (Ille snfl'rn una situación económica análo­;11 tOlllnn merlidr.<" para estimular' ]11. pro­durri6n llH'eliantf' l'l trabajo: nquí hacemos prl'e1snllH'nt(' lo eo.ntrario., EstaP10s ~1)1:1cl1-do Ins rHwrtas parrt llevar a la. o 1'10 8lrl*1 n qnif'nes. co.mo dic2 la le:,-·. están en ple­na capaeielael dl' trabajo. po.rqne. dE' no estado., tE'ndrían nererho a la jnhila('i6n rOl' inr;¡paeielnd (¡ po.r eela(l avanr.adn,

Sohl'(' f'stn materia. f'n el último. núm,'­ro ¡]rlfl Revista de Previsión So.cial. qm' diri!)'(' ('1 .Tefe del Departnmento. (1(' Pr('­\"isió;1 Soei<J1. d docto.r .Tulio Bustos. SE' pn­h1iró r('riE'nt,('mente un muy interesante ('s­tnelio. rn qllr precisamente se ([esarrollnn ('sin s ideaR y ''l(> nemnestra que tfll fo.rm a (]riuhilneión no ¿¡,>hE' f'xistir ~ al mism\) tirn~po. SP Reñalan Jo.s males f'conómicos <]llr ro.n f'11a se caURan, Po.r f'jemplo.. se ha­('(' 1111 f'stl1dio comparativo rTItrE' una jubl­lnrión a los 60 nño.s ele e¿¡nd ;<" n lo.s 55 años. ('S (leC'Ír. Jos efectos eronómi('o.s de 11'1 jl1hi­l[¡pión ron ('in('o años de diferencia. y Sr' 11('/.\'11 a III ronclusión clf' C¡llr el númrro. d0 l1,lSiYos () :juhilndo.s qUf' trnnrían que en­har " v1yi1' a costa de la ))o.hlación activa .. ',>el,tl(lprr en un 50%-, Ue manE'ra que. S1 ",. enll('E'{le la juhnaeión a los 60 años dE' (',la(l, ('nrla jubilarlo deberá ser mn.nteni-

. . t 1 ",.. .¡ () ]lO!' () [l rhYo.s, y SJ sr o orga;] o.s ,),) di' rana, e[l(la ju11ilarlo deberll ser mante­,,1,10 1\()~' -1- artiyos. SI.' rom1wende el daño ',¡ ". csi o (',lusa a la rcono.mía nariollal; mr­r]()S jll'oduerión -:' mayoref: grayámenE's.

_\p;~l'l(' Jo :1'lto;'ior, f'Shl di~,po.sición yul­']('1'<1 el finnnC'Íamiento elel pro.ye·eto. Sal­\-,) Iils ('xeejleiones or que nos ocupamos, la ('"n¡;¡nl n('('ptú r1 pl'rclicamento del 8enll­,lo; y hie11 sabplllos que e SÍ(' último apro­!J() un finanl'iamiento. sobrE' la hasp de la in hila ('1(11l 11 los 40 años, Interro.gado uno ,1" los jefes rlel Dl'pal'tanwnto. de Previsión ~·,('i;¡1. aeen'n Ge si In. rlispo.sición de la C'á­ti!;¡ ¡'n af('rtarÍn ('1 finallciamiento.. rontestó :¡i'il'llHl1jyallll'lli .. : que' I() afedal'ía. y en ulla

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1096 DIARIO DE SESIO .i\ES DEIl SENADO

fo.rma apreciahiP. Y es muy fácil CDmpren­derlo, sobre tDdo. si to.mamo.s en cuenta 10 que habrá de o.currir en el primer tiempo de vigencia Uf' la ley: la cUo.ta de jubila­<'Io.s será mucho. más elevada si ~e da la opo.rtunidad de jubilar co.n cinco. año.s me­nOR df' sf'rvicios. De modo. que, si no. se in­sistf' en la disposieión aprobada pOol' el Se­nado. despachare mOR nuevamente una ley de carácter social desfinanciada, y nos en­(~ontl'al'eUl()S mañana, o pasado. mañana, a co.rto. plazo, co.n nuevo.s déficit y nuevas ca1'­gas a la pro.ducción.

Po.r eso,. seño.r Presidente, he sido. de o.pi­nión -yen esto mantengo. mi punto. dI' vista- de que debemo.s insisth' en 111 flis­po.sición apro.bada pOl' el Senado..

He dicho.. El seño.r Torres.- Pido. la palabra. BJ seño.r Martínez (no.n Carlo.s A.).- Pi·

do., la palabra. El señDr Alessandri, do.n Fernando. (Pr('­

sidente).- Tiene la palabra el Honorable seño.r To.rres.

El seño.e Torres.- ~o Ilegal'p yo. señol' Presidente, algo. que es una realidad en el mundo: el interés por aprovechar al máxi­mo. la eapacidnd de trabajo de lo.s indivi duo.s, y de terminar co.n el sistema llamadl} de juhilaeión pOl' .mtigiiedad, y esto, po.l obra e.!'lpeciaJ del avance que h:l tenido 1~

~l3lubridad €n los último.s tiempo.s, 10 que ha permitido disminuir la mo.rtalidad y]a mor­hilidad. prolongar la vida y mantener a los individuos en su mayo.r aptitud para ganarse (>1 sustento. Todo. ello. nos había hecho. a nos­otro.s -co.mo. lo. hicimo.S en el primer in­forme de las Co.misio.nes unidas-, infOl'­mal' favürab]emente, en el sentido de P(l­

ner una exigencia mínima de 40 año.s, p:i­ra tener derecho a la ]Jamada jubilaci6r. por antigüedad o. po.r !\ños de servicio.s; pe-1'0 la Cámara de Diputado.s insistió en 8n

primitiva propo.sición de 35 años, y. entono ('es, las Co.misio.nes unidas, como acaba de oír el Honorable Senado., evacuó S11 lnfm'­me después que se expresaro.n do.s o.pi­nio.nes divergentes: la de mayo.ría, que pro­pone mantener el pl'edicamento. de lo.s 4fl nffos, y la de los Ho.norables Senadores ¡¡¡('­

ñor~s Rettig' ~T Riv(>l'a y del S(>11adol' que

habla, en el sentido de aceptar el pensa­Illiento de la Cámara de Diputado.s, o. sea, d líniite ele 35 año.s, y no. insistir en el (le 40.

El punto. de vista sustentado. por los Ho· norables seño.res Rettig y Rivera y po.r el Renado.r que hahla ha tenido po.r funda­mento., especialmente, razones de justicia.

Creemos, seño.r Presidente, que Uo. es po.­sible principiar co.n lo.s empleado.~ parti­culares para establecer un régimen que de­hel'á terminar con la disparidad en la pre­yisión. Actualmente, existe en Chile gran (1iverl'\idad de sistemas de previsión. Como. lo va a oír el Hono.rable Senado., no. sólo hay geemios, muy respetables, que tienen (1erecho, a la juhilación con treinta y cin('o años de servicio.s, como. pro.po.ne en estt' proyeeto la Cámara de Diputado.s, sino con mueho.s menos. IJeeré una lista que demues­tra 10 que esto.y afirmando.:

"Bmpleauos público.s: 30 años de impo­siciones en la Caja Nacional ele Emplea­(los Públicos y Periodistas.

Periodistas: :~O año.s de servicios, con una juhi]a('ión mínima igual al slwldo vi­tal.

f,'oi ogra hadores y personal de imp1'c11-t,IS (1(' ohral'\: igual a los periodistas.

('a I'a hineros de Chile: jubilación desde los (liez años de servicios, co.n tantos trein­ta aVOR ('omo l1ños de S€I'vieio.s para los ofieialPR. ~' COll veinticin('o avos. pa¡'ll

per'sona 1 de tropa. \,'nf'l'zl;ls de la Deff'llsa Naeiomil: jubilH­

eión desde lo~ diez año.s de servicios. IJaR pensio.nes tienen varias escalas que Va1'Íall (lesde veinticin('oavos para la tropa del Ejél·('ito. hasta cuarentavos pl1l'l1 los ofi­(.jales.

Caja Bancaria, cuyos imponentes son em· pleados particulares: desue 13 años de an­tig'iiedad. con 35 año.s.

Caja de la MaI'Ína Mercante: también pmpleados particulares, jubilación co.n :::¡O años de servidos y 55 ele edad.

Em pIcados municipales de Santia go: :j()

(¡ más años de antigüeuad. [<}mpleados municipales de Valparaíso: :W

(' más año.sde antigüedad. Preparado.res, jineteH y empleaclos de hi-

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SESION 24.3, EN 2;) VE .:\L\HZO DE ]9;)2 109.

pódromos: desde los 20 años de servicios con lantos 30 ayos como sea la antigüedad".

Es indudable que esta lista admite algu­na discriminación,. Desde luego, respecto del personal de Carabineros, especialmente, <'.uyo sel'yicio es sanificado. con guardias llocturnas muy seguidas y trabajos diur­lIOS extraordinarios, el Estado ha hecho bien en permitirles jubilar eOH el mínimo lleaños de servicios. Pero, en ('am bio, otros (mpleados. como son los púbIieos ~- los mu­nicipales, que se asimilan, po]' sus condi­(·iones de vida y de trabajo. a los emp'ieados pa'rticulareH eH ,~'enf'ral. gozan. segúll la lis­Ia que acabo de leer. c1(' una situaeión mueho hejor que la prevista en el proyecto despa­chado por el Senado. Dije denantes, y lo l~epito, que los empleados públicos pueden ,juhilar eUIl Ueinta años de imposiciones; r.lgunos empleados particulares, como lo "OH los de la Caja Bancaria, simplemelltt' ton trect' años de antigl1t'dad, y 1m; em­pleadm; municipales de :::antiago, con tl'rin­ia años de antigiiedad.

O sea, señor Presidente. la disposicióll en que ha insistido la Cámara de Diputa­dos no constituye privilegio para un sce" tOI' tan grande de trabajadores, como es el dt' los empleados particnlal't's, para quienps se n1. a dictar esta ley.

Yo estoy de acuer'do, señor Presidente -y no puede menos qUe estarlo todo el ~'enado- en la necesidad de que, algún dia, Sf' armonice el conjunto de la legislación soeÍal del País. Sobre todo, como lo hemos sf'ñalado en repetidas ocasiones, no t's posi­ble tener parcelada la seguridad soeial de Chile en Un sinnúmero de Cajas e institu­(~iones de previsión, COn beneficios diversos ('ntre sí. Pero esta inicÍativa no la puede ¡¡doptar el Congreso sohre la base de co­metm' una injusticia con nn gremio, sino qne debiera vrnir del Ejecutivo. fundada en un estudio amplio y profundo sobre la legislación 'social del País, ('on el ohjeto de ponerla a tono con 10,:0; avances que la le­gisla.ción 1I000ial ha experimentado en el mundo )', también, ('on el mejoramiento dr las ('ondicion~ 01' vitalidad ? dI" hif'nt'st:u·

de los tra'bajadorell, tanto empleados como obreros.

Por eso, yo pienso, señOr Presidente, que, ya que se les va a otorgar un beneficio a los empleados particulares en general, no podemos cometer una injusticia con ellos, al dejarlos en posición desmedrada respec­to de los demás gremios de empleados. Por Ir¡ tanto, he votado, en la Comisión, en el sentido de aceptar el pronunciamiento de la Cámara de Diputados. Me ha movido también otro punto de vista: el deseo de I~(, delllorar más el dE'spacho del pro­y ccto, pues desde hace much-o tiempo los ewpJeados particulares están pidiendo que se ,'onvierta en ley.

Si el Senado .aceptara el punto de V1stJ de la Cámara, el proyecto quedaría defini­tivamente despachado desde luego. No su­friría un quinto trámite, que haría odioso y dificultoso el despacho de este proyecto. eon los inconvenientos que esto tendría des­de muchos aspectos.

Por estas razones, señor Presidente, soli­(·ito del Senado que, lisa y llanamentp, ;H'E'pte ]a insistencia de la Cámara de Di­put~dos, o sea, la jubilación de los emplea­ao¡.; particulares a los 35 años de servicios.

El señor Aa.essandri, don Fernando (Pre­sidente).- Tiene la palabra el Honorable señOr Martínez, don Carlos Alberto.

El señor Bulnes.- ¿Me permite la pa]a­bra, señor Presidente ~

El señor Alessandri, don Fernando (Pre­sidente).- Con la venia del Honorable se­iiof' l\Ial'tínez, tienf' ]a palabra Su Señoría.

El señor Bulnes.":- Desearía hacer Un 8.1-Ulllce &' 1a's observaeiones formuladas por el Honorab'le señOr Torres.

En realidad, los antecedentes que él ha invocado ante el Senad(l sobrE' detE'l'min¡¡­dos gremios que tienen derecho a jubilar, pOlO razón de edad, antes de los 40 años, fueron todos considerados en la Comisión. Ello no ob'stante, incluso el Honorable se­¡jUl' Torres votó por que se fijase E'1 mínimo (1(· -W años. Tuvo prE'sente la Comisión que, si pse sistema no había causado el daño so­cia] que t>sti destinado a ocasionar, es por­'llle todavía se aplica 8810 a ,\ll'cteTes IDlly

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lO!J~ DL\RJO DE 8ESIO XE~ DBL SENADO

reducidos; pero, desde el momento en que St'

aplique en general a la población, pI (larlO (,(,ollómicosocial será mucho mavor . .

El antecedente que señalo se hizo valer en la Comisión. De ahí que ella, con 'los all­tecedentes a la vista, despachara el pro­yecto en la forma que conoce el Senado, es decir, recomendó establecer la juhilación a los 40 años de servicios.

Por 10 demás, las observaciones del Ho­norable señor Torres, que se refie'ren di derecho de jubilación COn sólo 1'0, 1'5 ó 20 años de servicios, no tienen atinencia con el problema en debate, pues tales jubilacio­nes se otorgan en proporción a los años de servicio que tengan los beneficiarios.' No se trata, como en este -caso, de una jubila­ción que se concede con sueldo Íntegro a los 315 años de servicios.

Quería hacer este alcance. El señor Alessandri," don Fernando (Pl"f­

sidente).- Tiene la pálabra el Honorable señor Martínez, don -Carlos Alberto.

El señor Martínez (don Carlos A.).- Se­ñor Presidente, en la primera sesión en que se trató este proyecto, fuimos partidarios rte que, en esa misma oportunidad, se pro­cediera a la votación y no se insistiera en el acuerdo adoptado por el Senado en cuan­to a los 40 años. Ahora mantenemos esa posición, que se ha visto reforzada después de conocer los antecedentes expuestos en :relación a la disparidad que existe en ma­teria de previsión, entre otros gremios y el de los empleados particulares.

Las leyes de previsión, como es lógico, tienen como finalidad favorecer a los res­pectivos gremios. En este caso, en cambio. vamos a ocasionar un perjuicio a los em­p leados particulares. En erecto. mientras s~ ha demostrado que hay gremios que 1'8-

iál1 en situación de jubilar con 30 años de servicios, Re quiere casti~ar a los em­pleados particulares al establecer que só'io podrán gozar de ese benl'ficio cuando ten­Q:an 40 años servidos.

Nosotros ('stamos en todo de aeuenlu ('on el informe ele la Comisión }![ixta, con asistencia de los señores Rettig, -aiyera y Torres, en cuanto a que el Senado 110 deb'(,

i n"istir 1.'11 la jubilación a los 40 años, co­Ill" se propuso en el primer informe, sino <]eeptar, lisa y llanamente, el proyecto tal ('OIllO viene de la Cámara de Diputados.

El señor Alessandri, don Fernando (Pre-sidente).- Ofrezco la palabra. .

Ofrezco la palabra. Cerrado el debate. Se V~ a poner en votación si el Senado

insiste o no en los artículos aprobados. Bu votación. El señor Secretario,- Resultado de la

votación: 14 votos por la negativa; 11 por la afirmativa y 3 pareos.

El señor Alessandri, don Fernando (Pre­siclent(') .-- El Senado acuerda no insistir.

SESION SEORETA

m señor Amunátegui.- ~ Me permite, se­fíor Presidente?

Var'ios Senadores tendremos que au­sentarnos de la Sala, para a8istir a los fu­nerales del Diputado don Humberto Yáñez Velasco. Como deseamos participar en 1n votación del Mensaje sobre nombramiento (le Embajador en Italia del señor Amílcar nhorrini, desearíamos se recabara el acuer­do del Senado para votar inme·diatament(. (Echo Mensaje.

El señor Correa.- No hay oposieión. El señor Alessandri, don Fernando (Prp.

I'idente).- No hay ningún inconvenif'nÍf'. señor SenadOl'.

Se procedel'ií a constituir la Sa la .. n ,~c­

sión secreta. -Se constituyó la Sala en sesión secreta

a las 16.4:7. -Se reanudó la sesión pública lt las 17.

MODIFICACION DE LA LEY DE PREVISION

DE PELUQUEROS

El señor Secretario.- Siguiendo ~l or­den de la tabla, corresponde tratar el pro­yecto de la Cámara de Diputa.dos por {-l cual se modifica la ley sobrf' régimen d~ pl'Hisión de pe lnqueros.

Bl proyf'rto h~ folic:lo informado por la

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~E~IOX ~·!.~L EN" 25 DE ~rARZO DE 1952 109~j

{'omisión de Trabajo y Previsión Social la que. con las firmas de los Honorables se­ñores Torres y Rettig, y la del Honol'uble señor Rivera para los efectos reg-lanlíllta­rios, propone aprobarlo con modificai.·lo­nes.

-El referido informe figura en el Ane· xo de Documentos de esta sesión, página 1142. El proyecto, en la sesión 23.0, en 11 de marzo de 1952, página 959.

-Se aprueba en general el proyecto y se acuerda entrar a su discusión particu­lar.

-Se aprueban los dos artículos propues­tos por la Comisión.

El señor Secretario.- El Honorable sp­ñor Rivera ha formulado indicación par¡l agregar el siguiente artículo nuevo:

"Artículo.- Los dueños de peluquerías de tercera y cuarta categorías que traba­jen personalmente y no tengan empleados en sus establecimientos, estarán exentos del cumplimiento de las disposiciones de la pre­sente ley, sin perjuicio de que puedan aco­gerse a ellas si 10 estiman por convenien­te".

-Se aprueba la indicación. El señor Alessandri, don J:i'ernando (Pre­

sidente).- Terminada la discusión del pro­yecto.

DESTITUCION DEL DmECTOR DEL SERVI­

CIO SOCIAL DEL TRABAJO

1<:1 !'leñor Alessalldri, don Fernando (Pre­sidente).- Correspondería tratar el Men­saje del Ejecutivo sobre destitución del Director del Suvicio Social del 'I'rabajo se­ñor Hécfor Muñoz Ayling.

Propongo votarlo en la sesión del pró­ximo martes. al término de la Primerl'i Ro­l'a.

Si al Sellado ](' pHI·er·p. quedal'Í¡l así 11('01'­

dado. Arordado.

VII. INCIDENTES

SUPRESION DE SESION ORDINARIA

RECOMENDACION A COMISIONES PARA

ACELERAR EL DESPACHO DE PROYECTOS

El señOl' .A.lessandri, don Fernando (Pre-

sic1el1te).- Hago presente al Senado que 110 hay ningún proyect'o en tabla para la ,-;psión de mañana, miércoles, de tal mane­ra qut'. si a la Sala le parece. podría supri­mirse.

El señor Aldunate.- Muy bien. El señor .A.lessandri, don r,'ernando (Pre­

sidente).- Pero ruego a los señores miem­h1'oS ele las Comisiones de Hacienda y dI' Cj'ohierno Tnterior que aceleren el despa­"]¡o (le los proyectos pendientes.

Si no hay oposición, quedaría suprimida la sesión de mañana .

.. Acordado.

PRORROGA DE LA HORA

El señOl' Ocampo.- Desearía decir algu­IlIlS palabras en los Incidentes. pues había pensado hacerlo en la sesión de mañana que se acaba de suprimir.

El sf'ñor Alessandri, don Fernando (Pre­sidente).- Está inscrito en primer lugar el 1Iol101'ahle señor Maza y, en segundo, el Ho nOl'able señor Frei, de modo que Su Serro­ría podría hacer uso de la palabra a con­tinuación de ellos.

Si a la Sala le parece, quedaría prorro­"Ada la hora hasta que terminen sus oh­~e1'Yaciones los Senadores inscritos y el Ho­norable señor Ocampo.

Acordado. Tienr ]a palabra el Honorable señor }fa­

za.

LA SEXTA REUNION ORDINARIA DE :LA ASAMBLEA GENERAL DE LAS NACIONES

tTNIDAS

El señor Maza.- Señor Presidente: Deseo hacer ante el Senado una relaeión.

en lo posible suscinta, de la misi.ón qu~ aeabo de rumplir, para que se tenga. una idea de conjunto de 10 ocurrido en la Sex­ta Reunión Ordinaria de la Asamblea Ge-

11P1'nJ de las Naciones Unidas, que se ha ve­l'ificac1o en París, desde el 6 de noviembre (le .1 9:)1 hasta pI !) de ff'brero del pres~nte año.

Puncionamiento de las Naciones Unidas

Como mis Honorables colegas saben, 111

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1 LOu DIARIO DI!; SBSlO XES DEI~ 8BN.A.DC)

Carta (le San Francisco creó órganos per­manentes de carácter poHtico para }'eali­zar. con el Secretariado General, las grandes y yastas finalidades que informan la ('xis-

.' tencia de la Organización de las N aCiOlletl Unidas, tanto en el campo de la seguridad colectiva como en el de la cooperación in­ternacional, para llevar a la independen­cia a los pueblos no autónomos y para al­eanzar el progreso económico y social del mundo.

De éstos, el Consejo de Seguridad, qtLe está compuesto por representantes de OlHW

países. tiene "la responsabilidad princil'íll (le1 mantenimiento de la paz y de la segn­ridlld internacionales", obra en nombre al" todos los Estados miembros y es el {mi(~u

IÍrgllllo eDIl facultad para aplicar sancinnes ecol1lÍlllieas, militares o de otro orden, en ('aso di> queh1'antamiento dl" la paz.

1':1 C'ollKejo Económico y Social. integTado pUl' J'epn·sentantes (le dieeioeho ]la ÍKes. ('S e) II amado ti rea liza l' las filia lidn <1(>:,; ('C01l('-

11Iie(ls. s()('inles. culturales y hnmfmitaril1~:

de la Carta, Sesiona dos o tres veces al año, ('11 IJP]'íoüos que <1urrlll uno y dos meses, y tiene " Rl1 11isposición un "asto nHwmrisHlP 11e eOll1isio!les l)('!'mallelltrs, algunas de las euall,s SOlI 'técnieas, como la de Derce]lOs tlUlll<1nOS y otras, de tipo regioual. romo la ('omisi6n Beon6miea p<11'n A1l1prielt T,atilla, que tÜ'1W su s('(I(' ('11 Chile.

El CUllsejo \11' AIlndllistl'ac'iún ¡"idueia riH. ;letllalmplIt(' i11tegTil(lo rHlI' Ilocl' Estados, 1iell(, ('milo misilÍll ]¡¡ dp ol'ipllÜll' Ins tnlllH­j(),';. (le la O!'ganización h:1('ia 111 ]ll'og']'psiy" in(lpIH'[lClelll'in d" Jos it>l'I'itorim: 110 autóno­mos ~- fiKl'alizHl')a lallo!' lIP las poteneíns Hrl­lIIi11is1n\dol'HS, ,\] ignal que (>] COTIsrjo Eco lllÍmif'o Social, ti('lw SPSi011PS ]lP!'ilÍ(lirns. (lns () tr('s veees al nño,

Además del Secretariado GellPral, qlH' ti('­H(' euormps I'amifieaeiollps, y <1P los Conse­jos Permanen1es fl qtH' aenllo llé' n ln<lÍ1'. ];¡s XadOlws 1'"nidas tip1H'1I (1i\,PI'sns ot!'as J'{'­

]Jlll'ticimws, ('oIHn la ("omisl(íll EeonlÍmie:l JHu'a la _\lIlél'ieH Latina ,'- p;ll'a pl Asia, y <lÍ\'('l'sOS ol'ganislllos PSIW(,ializndos, ,'OlllO 1n P. "\, O" ]a tTXBSCO. la Organización i\1un­dinl d(' ]a ~alnd y clp la ¡'","iile'ión Civil, (11'­

pendientes de ella, Esto, apart" las 00-

1Il1SlOneH que t'n cada Asámhlea General s(' \'aH designando, como In Pequeña Asamblea, In t'omisiónEspecial (k Corea, In Comisióll de ]Jpl'pchos Humanos, l~ls eomisiones espe­ciales parll !'ealizar invpstig'aciones tmnbiéll !'s peciales, etc, ete,

rl'odn esta vasta organizacióll exige un¡¡ j'ppl'eselltaci611 pel'lnanentt> de cada uno ch' los (JO Estados, con el objeto ele servir df' intel'medial'ia pntl'e eada uno de éstos .\' la Il1stitllei()ll }[undial .\'. u 1 mismo tiempo, in­fol't1l<u' a los l'espectin¡:,; Gohiprnos soh!'t' las ,letiddmles quP s(' desalTollau, Además, los pa í:,;es l'epl'Psentados en los C'onse,ios y P11 las ('mnisiOlH'S (le1lpl1 (lpsignal' rep]'esentantes ('11 Jl!'opiedad, <!('1pgados :,;nplentes y perso­llal de secretaría ]Jara atender las s('si()]l('S (lp esos Consejos :r {'omisioTIt,s.

A pa rte lo anterior, que constituye In ll1ill'C'ha 1'('gulal' de la Organización, exist!,

la AKaHlblea Cen('!'<tl, l'n Jn cual están repre­selliados los ¡¡O paísis miemhros de ella. qut' .se 1'('([1]('11 en St'SiOIH'S ordinarias Hna "ez al año, IHll' (los () tl'es ll1es('s, Rn la .\sam h1<'<I ¡Hledell discutirse todas la:,; cuestiones que l'1I11'<111 en {>l llHll'('O (le la Carta de las Xn­(,imws Fniclus y fOl'mularsc recol11f'mlaei01H'.' el los países y 11 los otrO!; órganos de la Ins­titución. euya labol' dehe supf>rYlgilar,

De ahí que, en ('ada período de sesiollr~, (,1 OI'r]PIl (1(>] dí,l ,](' la .\samll]ell S('lI 11111\-

l':d PliSO y \',II'indo,

El i I'allll.io se (list!'ihuye eutre 8i('1(' gnw· (1<'s ('lll1lisiOlH'S, ('omlHlPsta eada ulla dí' e]l,ls pOI' IT]Jl'('S('lltantes (lp los (;0 país('s Jlliell1J¡1'os: la "Comisión Política". a la <jUl'

S(' ]1;1 agl'eg'ado la "C\mlÍsi<Ín Polítiea ESIW­cial", (5l'cada pUl'a eOlupartir ('1 gt'un l'ecm', go dI.' matrl'ias (le m'dell Jll'tamm1Íe políti­:'0: ln "Comisión Económica y Financiera": la "('olllisióll SocinJ. Cultural ;" Humanita­ria": 1<1 "('omisión de Administl'aeilÍn Fidn­cial'in": la "('omisión Administrati\-a y PresupuestaJ'ia" y In "('omisilÍn .Tul'ídiI'H", Estas ('omisiones tl'a hajan sin intel'l'11pcióll dUl'ant(' 1'] funei01wmlpnio de la A.samhk¡¡ y preparan todo el t.rahajo y las J'esolue1o­Iles, que son !lpspups l'atifieada~ ('11 sesiólI plenaria.

Para la, ('fieit'neia del i1'n hajo. la Carta

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SESION 24.a, EN 25 nE .:\LARZÚ DE .L95~ HOl

misma consigna que cada país tenelrú ci n­co representantes ante la Asamblea, y el I~e­glamento autoriza un número indetermina­do de Delegados Suplentes. De más está de­cir que estos representantes son designados 'especialmente para cada ocasión, en formn independiente del nombramiento de Dele· gados ante los Cunsejos o de funcioua do;> de las Delegaciones Permanentes.

La Delegación de Chile

La experiencia que me da el hecho de ha, hel' participado en la Conferencia de San ]'rancisco, de haber asistido a dos Asam­bleas Generales y de haber trabajado eJl pstl'echo contacto con la Delegación Per­manente de Chile, me permite afirmar que la nuestra es nna de las Delegaciones Pel" manentes menos numerosas y, posiblemcntl'. la más pequeña entre los países repre­sentados ~ algunos de .los Consejos Permanentes. Además, se' ha logrado reunÍ!' en ella un grnpo de personas, como nuestl'(¡ ex colega don Oscar Schnake, la señol'lt Ana Figueroa, el señor Carlos Valenzuela y la señorita Margarita Gallo, que han sido capaces de asegurar, con el activísimo Em­bajador don Hernán Santa Cruz, la repre­sentación en el Consejo Económico y Socia 1. en la Comisión de Dprechos Humanos, en lit Comisión Interina de la Asamblea y, ahora, en el Consejo de Segnridad, que han sido la base de las Delegaciones a la Asamblea Ge­neral, actuando en ellas como Delegados en propiedad o suplentes, y cuyo trabajo ha sido abrumador en los últimos años.

Ahora, la Delegación especial de Chile a la Sexta Asamhlea General fué integrad", por el número indispensable de personas que se requiere para cubrir el trabajo ele las siete Comisiones. Su composición fué la siguiente; el Senador que habla, qlúen la presidió; don Hernán Santa Cruz, Delegado Permanente; don 1\f8nue1 Trucco, Subsecre­tario de Relaciones Exteriores y Represen­tante ante la Comisión de las Naciones Uni­das para Corea; don Oscar Schnake, Asesol' Especial de la Delegación Permanente, y doña Ana Figueroa, Representante Perma­nente Suplente. Delegados Suplentes: don

Emiql1e Demstein, Consejeru de la Nmba­jada en París; don Fernando Donoso, Oón­su1 General en Ginebra y Representante ano ü· la Oficina Europea de la¡; ~aeiones Uni­das; y don Carlos Valenzuela, Consejero de la Delegación Permanente. Secretarios: do­íla Mal'garita Gallo y doña Isahel Rourke, de la Delegación Permanente, y los señores Alval'o Drognet, Alfonso Fabres, FrancisclJ Grebe, Ilugo l~ea Plaza, Francisco José Oyal'zún y Carlos Videla, de las diversas l'~mbajadas y Leg'aeiones acreditadas en Fmllcia y países yecinotl. En carácter a-1 honol'em actuó don José Miguel Yrarráza­yal.

:Esta DelegaeÍón fué una de las más l'p.

elucidas, en una Asamblea a la cual eonCl1-1'1'ie1'on alrededor ele treÍnta )linist1'os de Relaciones Exte¡'iul'l's, cerca de una centt'· na (le Parlamental'ios ~' más de dos mil per­sonas entre Delegados, asesores y secreta­rios. liJn nuestra Delegación, salvo el Sena­tlo1' 4,ue habla. tOflos los demás eran té.cni­eo,;¡ o funcionarios, lu que le imprimió un cal'úder de especialización que contribuyó a su eficiencia y evitó dispendios.

He querido dar estos datos, señor Pr('si­denü·, para (lrsvanecer la creencia, que existe en algunos sectores, de que nuestras repl'esentaciotl('s :mtr lus Naciones Unidas mismas o ante la Asamblea o los Consejos de que IOl'lllamos parte, son exageradas en II limero y desproporcionadas a nuestra im­portancia como país.

Pero, antes de terminal' este capítulo SIl ..

bre la Delegación Permanente ele Chile ,v sobre la especial a la reciente Asamblea Ge­neral, quiero expresar que nuestra acción se amoleló estrictamente a las extensas, de­talladas y claras instrucciones impal'tidas por el Ministel'Ío de Relaciones Exteriol't's. Yo conocía bien esas instrucciones por ha­lwr' ('C'lrhrado antes de mi partida, con Su T~x(~elrllCia el Presidente de la República y ('Ol1 rl j1inistro del ramo, numerOSqS y de' tenidas conferencias.

IJas lllH'yaS situaciones que se presenta­ron fueron consultadas sistemáticamente eOJl

la oportunidad que los acontecimientos per­mitieron.

La Drlegación enviaba semanalmente irt.

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J 1 ():2 IHAltW j)J,; ~E~lO SES DBL SBNADO

formaciones parciales sobl'e cada asunto y

uua relación especial y circunstanciada, ea­da vez que algún tmna terminaba.

No puedo llegar que la labor rué illtenS¡~

y sostenida y no puedo deja]' lle lllallife~

tal' aquí mi g]'atit1Hl 1lU1' la <:0Iabo1'aci61' pl'estada por todos lUI> miembros de la De­legación y mi l'eeuHocÍmientu pUl' la con­fianza COH que el Gohiemo me distinguió. al dejar, el veces, a mi cl'iteriu la determina­(·i(in de actitudes importantes.

Debate ll]r1HlJ'io

TJuego de iniciada la reunión de la Asam­blea General, sp procede a eleg'ir su MeSH Directiva y se oye la euenta del Secretario General.

En seguida, al referirse a esa cuenta. cu­da país expone sus puntos de vista sob!'!' la labor realizada y señala sus propósitos para el futuro, inmediato o remoto_ .

Es siempre, el que se realiza, un tOl'lleo de extraordinario interés. Cada jefe de de­legación se afana en hacer resaltar la posi­ción de su país y, a \'eces, en censul'lll' la de utros.

El discurso que pronuncié en una de esas ]'elmiones fué publicado en la prensa, y no creo que sea necesario resumirlo.

Dist.inciones a Chile

~~ntes de referirme a las principales ma­terias que discutió la Asamblea en París, desflo decir algunas palabras acerca de l10s· distineione.f. muy particulares que 'recibió Chile: su elección como miembro del Con sejo de Seguridad y la designación de :.1 seiíara AJla Figueroa como Presidente 8.e la Comisión Social, Cultural y Huma'pitaria.

T~a é1~cción de Chile para el ConseJl) ,le Seguridad fué lograda por 57 votos d'! lCIS

~)O dé la Asamblea, eS decir, un númerd no imperado p'or ningún otro país, en ésra f)

en . anteriores ocasiones, y superior al obte­nido por todos los países que fueron el()!!,i­dos para los otros Consejos. Esta elección hace qu-e Chile pertenezca ininterrumpida­mente, de'Sdc la creación de las Naciones

Cuidas, a uno de los dos más importantt'S ('ollsejos de la Organización, tille, juntos, SlI tllall sólo 24 cargos elegibles. En efecto, ('lll94G, fué elegido para el Consejo Bconó­l¡lÍeo y Social y reelegido en 1948. Este ho-1101' constituye una prueba de confianza y

ete aprecio a la labor realizada por nues­tros representant.es. Además, .':lignifica res­peto a su actuación, pues evidentemente obtuvo votos de países con los cualcs ha diferido profundamente en (>1 campo políti­('O internacional.

Al ser elegida la señora Ana Figueroa l'J'esiuente ue una de las siete grandes Co­misiones de la Asamblea, se designaba pOl' primera vez a una mujer en tan importan-1 t e función y por cuarta vez, en seis Asam­bleas Generales, Chile integraba por este motivo la Mesa de la Asam'blea, que tiene importantes funciones directivas, ya que anteriormente el señor Santa Cruz había sido elegido, en 19147, 1948 Y 1949, Presi­d('nte de la Comisión Económica.,. Finan-, ciera.

Labor de la Asamblea

N o deseo cansar la atención de los Hono­rables colegas haciéndoles una relación de­tallada de las discusiones de 106 6'8: p~ del temario de la Asamblea General y de todas sus resoluciones, Si alguno se intere­sa por conocer más a fondo este trabajo, tendrá ocaSlOn de consultar la Memoria ,de la Delegación, que tendrá más de 900 páginas, y una de cuyas copias pondré Jue­go a disposición del Senado.

Como todos los años, las Comisiones Eco­nómica, Social y de Administración Fídn­cjlnia, revisaron la labor de los Consejos Económico y Social y de Administración Fiduciaria y les dieron nuevas directivas; la Comisión Administrativa y Presupuesta­ria discutió los presupuestos, las contribu­ciones y la infinidad de problemas re'lacio­nados con la Administración de las Nacio­nes Unidas' la Comisión Jurídica examinó los trabajos' de la Comisión Permanente d,~ Derecho Internacional y los aspectos lega­les de mucbas cuestiones internacionales; y,

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SBBION 24,11, EN 2iíl>E :JL\HZO f>EIDj2 110::

en las Comisiones Política y de Política Especial, se discutieron acalorada, exten­sa y, a veces, agriamente, los pl'oblema~

de más ag11da y de más inquietante actua­lidad,

Paso a referirme a algunos de los más importantes problemas' tratados en París,

Desarrollo económico

Comenzaré pOr referirme a la aCClOn de la Asamblea General en favor del desen­volvimiento económi80 de los países insufi­cientemente desarrollados, Creo que al Ho­norable Senado le interesará este tema, porque lo que la colahoración internacional logre en este sentido, debe. favorecer direc­tamente a Chile, y porque, en esta ocasi6n, ('omo en oportunidades anteriores, fué nues­tra Delegación' la que encabezó dicha acción y fué ella la autora de las iniciativas que dieron origen a la,s más importantes! reso­luciones. Además, nuestros colegas los Ho­norables señores Frei y Cruz-Coke se en­enentran vinculados a esta labor, pues', en la V Sesión de la Asamblea y en la XII Sesión del Consejo Económico y Social, res­pectivamente, Se esforzaron para que la" Naciones Unidas impulsaran una política activa en el campo del fomento económieo.

La Organización Internacional, mediante 'sus órganos principales, ha logrado desper­tar la atención mundial hacia la necesidad imperiosa de desenvolver las economías de los países que viven en un atraso económi­eo y social que no Se compadece ni con el derecho fundamental de los seres humanos de vivir dignamente, ni con los progresos científicos y técnicos de nuestra época. El SO%, de los ha'bitantes de la tierra viven en estado primitivo. J~os estudios ordena­dos y dirigidos por las Naciones Unidas lJan superado todo lo que Se había hecho en el plano mundial, y los debates desarro­llados durante cinco año'S, sumados a e~tn­!lios y trabajos de economistas y expertos, han logrado despertar una conciencia que está creciendo y se está ampliando en to­ñas partes en el sentido de que, sin una acción intern8ciolls.l 'Seria ~ue coadyuve a

un rápido y efectivo desarrollo económico de aquellos países, la p.az y la idea de la ClemOCl'acia corren Uu peligro cierto y la es­tabilidad económica de los mismos países in­dustriales no podrá 'ser mantenida. En la creación <le esta conciencia, la DelegaciÓn de nuestro país ante los diversos órganos de las Naciones Unidas ha tenido gran respon­sabilidad, mediante una la bol' de cinco años. mantenida con tesonera persistencia y con Reriedad que se reconoce y se respeta.

Las Naciones Unidas han demostr'ado que ha llegado el momento de adoptar me­didas concretas y prácticas en este terre­Ha. Gracias a una iniciativa de la Delega­ción de Chile, las Naciones Unidas estable­cieron en 1948 un· programa de asistencia 1 écniea para el desarrollo económico, que comenzó can un presupuesto de medio mi­I'ión de dólares al año y que -ahora cuenta con 20 millones. Por su intermedio, los paí­se's económicamente atrasados están reci­biendo asistencia en materia de economía general, salubridad, educación, seguridad .social, agricultura en todas sus ramas, avia­ción civil, 0tC.. Intervienen en este progra­ma las Naciones Unídas y 10'8 Organismos Especializados (la F AO, la UNE SO 0, la Organización Internacional del Trabajo, la Organización Mundial de la Salud y la de A vi ación Civil). En un año y medio, han financiado varios (oientos de 'becas para per­feccionamiento de estudiantes, profesiona­les, técnicos v funélonarios públicos· han enviado cerca" de 500 expertos a más de 30 }:'.aíses; han organizarlo seminarios y cen­tros de perfeccionamiento agrícola, de hio­estadística, etc. Se trata de Un programa que, bien aprovechado por los países, pro­ducirá beneficios enormes, que contribuirAn POdf'l'OSamente a su avanee social, económi.­ce y administrati.vo.

En la reeiente se~ión, la Asamblea Gene­ral decidió la contínnación de1 programa cuya importancia y cuyO!! resultados fue­¡'OIl encomiados por casi todas las Delega­ciones.

Dpsc1e hacp tres años, nuestra Delegación ha venido insistiendo en que, sin un eonsi· derable aumento en el flujo de capitales

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llw4 DL~RlO DE SESJO \'ES DEf~ SENADO

ir. ternacionales para ímpn Isa'!' (> J (lesa l' ¡'(l­Ila económico, es imposible rfectuCll' ninQ:ll­na obra positiva en este sentido, Esta· d~)s {Tnidos, Gran Bretaña, Franeia y ot1'OS

países industriales, sin oponer'sp ahiprül­mente a la intervención de las Xaei()j1('s l'nidas, han resistido la lt(lopción (lp lllP(li­da::; concretas, Como J'esultatlo (le pilo. S(' han multiplicado los estudios. Esos estn­(lios e investigaciones no hall hef'ho Sill\) ([emostrar la justeza de nn08t1'« posi' ('ión; han dejado en c'Jaro la extrema ne­cesidad de capitales' en los países su bdes­anolleidos, la imposibilidad de reunir inter­namente los capitales necesarios para un efectivo desenvolvimiento económico, la fal­ta de interés y de posibilidades del capital privado para coadyuvar deeisiyamente en esta obra (por lo menos en ciedos aspec­tos y en 'las etapas iniciales), ~; la insnfi­ciencia de las actuales fuentes elE' finalleia-1"liento internacionaL

Basada en todos estos heehos, nuestra DeJeg'ación solicitó de nuevo que la Asam­blea recomendara la preparacjón de pla­l' es detallados para "el establecimiento de nn Fondo Internacional para la concE'sión de subsidios y préstamos a 'largo plazo ~'

l'ajo interé's 'a los países insuficientemente desarrollados, a fin de ayudarlos a aee le­t al' su desarrollo económico y financiar los proyectos no rentableB que son fundamen­tales para su desarrollo económi co". Esta vez, la Delegación reunió datos estadbticos completos e hizo nn examen profundo so­bre todo el problema y so'bre los estudios efectuados, evidenció lo inútil (le una ma­yOr tramitación y demostró que la soluci6n (iUe proponía era la única justa y posible,

Estados Unidos expresó qur el rsfurl'zo de rearme impedía distraer recUl'SOS e11 nlla obra, a su juicio, necesarJa, pero <]11<' admi­tía ser l)ostrl'g'}l(la hasta. que el jlC'Jigl'O de :~gresión pasara. Nuestra Delegae'.ión ma­nifestó a su vez que el' prog'reso económÍro y social de los países de América T~atina,

Asia y ' .. -,\fríe,a eonstÍtula nna parte integTui y vital en 1a lncha contra 1a agresión,

Personalmente, ostlnlD qne III 'fcrdaclPl'fl )'!I;-';ón (1(' In oposi('iólI ;¡ I l'stn hle(,ilJlir11ÜJ a"

un gmll romlo ele finuuciamit'uto aUlllÍllil>· 1 rae/o Íntel'IlHeíollullllente, 110 es tanto la i'alta <le l'eeunws econólllieol:i eouw el clesev dc' (~ontillnar una política lJilatcr'al ele a::;is­il'llcia ('cullólllic<l, t'stl-echalllpnte eoncetatla ('011 el Íntel'él> político,

La discusión duró yurias semanas, y la . \:-;aInblpa aprobó la resolución propnestrr. por Chile, por ;JO \'otos contra 1 ti Y 11 a 1)8' tCllciones, entre [as cnales se contó el gl'llJH)

l>oviético, l.1a 1H'('11sa europea j' (le Bl:itados Luidos

(,olllentó que, por primera vez, se eOllllH'ob¡¡­lla en las i\aciones üniJa::; la existencia de dos frentes defillidol> al margen de la ln­eha soviético-democrática, e interpretó este fenómeno como uemostración de la fit'uH' yoluntac1 ele los países económicamente atl'a­hados de elevar el nivel de vida de sus habitantes,

('onjuntamellte C011 esta resolución, la ,.Asamblea (1eueral recomendó al Banco lll­te¡'mwional "l>eguir ampliando sus operacio .. nes de préstamo a los países insuficienü', ltleute desalTollados". Y, por iniciativa de Chile, se recomenuó a los g'obiernos, al COll­sejo Económico Social y a las Comisiones Económicas Regionales (Europa, Asia y ~\lllél'i('a Latina) que estudiaran la manel'(1 lle facilitar, meuiante acuerdos bilaterales o multilaterales, el movimiento de maqui­naria, equipos y materias primas industria­les que necesitan los países subdesarrollados para su fomento económico y para mejomr' I.ms ni veles de vida, y el desarrollo de lo" ¡,ecm'sos naturales que pueden ser utilizado;,; para las necesidades internas de estos paí· ses y pal'U las elel comercjo internacional,

Continuando una iniciativa toma(la pOl' pi Consejo Económieo y Social en agosto P'l­saclo, la Asamblea General recomendó me­([idas destinadas a proceder a reforma:.; ¿¡gr'al'Ías, destinadas a obteneL' un aument\i <le la producció1l agropE'cnaria y un mejol' rendimiento (le la explotación agl'íer)l<1, .\ llroposi('ióll de Chile, se recomendó, pO" unanimidad, al Banco Jnte1'nadollal, que ¡'considere favorablemente las solicitude~,

(lue hagan los paí¡,¡es insuficientemente des­'¡I'rollados. puyo ohjeto ¡,¡ea ponee en ejecu· (,j(¡n SlIS pt'og'I'[IIlI1IS de reforma agraria, es-

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SESlON 2:1:.a, EN 25 DE "\JAHZU DE 19,32 1105 ------

peeiahnentü las ('llCalllillaüas a hahiliüll' lluevas tierras para la agricultura", y se lo j¡lyitó a eOlleec1er estos préstamus en eUl1-uiciolles espeeiales de interés y de plazo_

Como complemento de estas llledidas, L Delegación de ('hile, eonjuntalllclltl' ,'OH ln_ de Bstados Unidos, propuso una resolueión, l/lH' fué apl'obilda por Ullallimidad, eH la que propicia una sr]'ie de recomrnc1aciOlws a lo" (}obiernos y a la Organización de las ::\al'i()­Hes Unidas pam la Alimentación y la Agri­eultura, destinadas a resolYrl' o mitigar el gravísimo })I'ohlema d(· la (>seaspz iIlundü: 1 dé alimentos y a crear uu mecanümlU inter­nacional, formado por las instituciones exis­tentes, para cnfrentar las e1"isis (le ('lll('I'gell-' cia })J'ovoeadas pOJ' l'atástrofrs. Para psft· objeto, se C'rearían "stoeks" de j'esrl"'n y Hll

sistema' que pel'lllitiría a las institueiOl] ('~ internacionales, públicas y pl'iYada~ H(,U­

dir rápidamente l'11 auxilio <le 1()~ In](']¡~()s

afectados ]JOI' tales erisis. Ln Delegn(~ióJl <1t;

Chile, al presental' el proyecto, hizo una ex­]loSIClOn detallada de la situación actual, con datos estadístieos que denuH'stran que pI mundo e11 general y, especialnH'ute. 10': países subdesarrollados, (lispOIlCll hoy (le menos alimrlltos que hnee diez allOS,

:En resumen, señor Presidente, jlUP(lo ;tfil'mal' qlle la labor de la Asnl\1hlea Gel1P­ral en el cnmpo económico y. P11 pnl'ticular, e!l el que se refie1'r a Ins {[l'ens atl'nsa­,las, fué C'ollsidel'a hle1l1ent\' J1) (¡s pj'cl'tiy¡¡ y (le mayores })royeceiones que en tollas las .\sambleas anteriores y demostró de modo palpahle que está madurando una conciencia intl'I'nacional PI! fnyo]' de una efeetiYil ¡¡('­ción común tendiente a resolver problema:, que, sien<1o seenlares, han alr'anzn(]o af'tn:¡]­mentp, un gl'a(lo (le agudizalllipnt() mu~­

g'l'ancle (lehido. en ("special. al despertar de plH'hlos que hasta hoy habían viyido illde­"(IlSOS y resignados.

Lo~ territorios !lO alli61l0llloS

nesg'l'aeia(lanlPnt(', aün qllPdan t'I! el mundo deeenas de pnehlos. ql1r eOlllpJ'P¡Fl!'1I

algunas ('entena s de millones (le seres hu­manos y (mhl'en millones (le kilómctl'us "1]" (hados <1(' snlWl'fic'ír, (jlH' 110 han ,,1l'<111z¡)(lo

:::;ti iJH!ept·m[plH'i<l. La ,('aria de las ;'¡acio­lIes l~niclas !JJ'oelamó, {'Il ~¡¡Il 1,1J'aneis(~o, el lll'inelpio (l\:· la autodeü'!'1Il1mwión tlp los lJUehlos. I·;lla contiene una disposición en la clIal SllS .\/ielllh¡'os <lUt· "tiPIWll o asumell la lTS pO!lsa hi lidatl de a <lmi !list I'a l' lus tenito­Fios ('uyns poblm'iolles)lo:::;p administrall eOlilplet ¿¡ meute ellas mismas, reconocen el prilleiJlju (1<0 la lJriOl'idad del illterés de lus hahitantl's ~- Heeptan, l'OlnO 11ft;) misión sa­gTar!;¡, la uiJligacióu d,' fayol'e('el', en la 1l1{!­did¡¡ dp Jo posible, su pl'uspeJ'i(l¡¡d. su pro­~n'S() Jlolítieo, sOela 1 y peonómico, y uesaTTo­llar sn ('apacidad de atlminislTal'sc pOI" sí mismos".

C!'('Ó b Ca!'!;), tmnhién, ll1l ¡'égiml'l1 inil']'­nacionn 1 Je ud mlnistraeión fidul'ia ria, ]'(;­gimen intermedio entre In indelWlldelll'ia )' el' Sititellli¡ eo]oniaJ, ])()J' medio (le] eun] los Imeblos se })1'\'pa1'an para su indrpelldeneia. La ('ada el'e<Í el ('UllS(>ju d{' .\dlllinistrnci(ín Fidueiaf'ia, fOJ'Jl1¿Hlo pOI' los países adminis­tra(]ol'(,s y un númeJ'o igual de países !lO

aLlminist ['a dures, elegidos por la ~\.samJ.¡lea

General, cuya fUlle1Ón pl'illcipal es fiscali­zaJ' el elllll pJimielltu d(' las disposil'iolleS de administ meión fidul'i:ll'ia, pn ya Jo eual "c- I

cih(' informes auuales de las autol'iJades administmuoras, recibe petieinnes l1e las poblaeiollcs y 1))'(lel1<1 ,-isitas lleriódiei:ls a los terrÍtol'ios mismos. ('OIllO l'esultado (ld ejel'('i('lo ndiyo y lllillU<'i(lSO ¡)p estas 1'aenl, tn(les. se h¿¡ logTn<1o IllPjOI'¿¡I' llota)¡]r­!ll('llte las ('ondieiOlws de tales 1l'lTitorios. y el ('()lIst',Ío ha r('(,oIllPllunaO una sel'i!: --1e llledirlas (1(, tillO ]JOlítico-ac1ministulti\'o. edueaeiullales, pte., que se est(¡n cumplien. do.

La Asamhl('a Gelleml ha :::;ido la gran im­pllls<ldol'n (jp esta ohra (1e1 Consejo (1(' ¡'H1-

millis1l'acióll Fitlneíal'ia. La mnyorÍa (le los lllil'llliJ¡,OS (le aquélla tienf' una posición con· sí(lel'nhleltlente mús firme y más progrcsis­ti! <{11e la (1(,1 ('onsejo, donde la influeneia d(' I(IS paÍsps a(lministradores ('s muy supe­¡'j(l!'. 1,¡1 mayol' parte rlf' las llleuidUll <1c1optadas hall tplliclo su origell en recomen· daeiOlH's de la "\samblea misma. Además, 1,1 .-\.salllhlpil Gelle!'al ha inteJ'Yenic1o en los t('!' I'i t <l1'ios eolonia1 es, exigi\'nc1o in forma­('iól1 ;'o' fOI'1ll1l1andu ['ecomell(laciones que es-

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1106 DIARIO DE SESIO NES DEL SENADO :=================================---~~-~

tán comenzando a ser pueBtas en ejecuC'ión. Durante la reciente sesión, la Asambleil

General, continuando por el mismo camino, recomendó al Consejo I]Ut' j"t'siahlecieru uua Comisión Permanente para el examen de las peticiones ue los habitante::' ue los te!Ti­torios bajo tutela, la cual debe proponer al Consejo el curso que debe seguir cada pe. tición, y dispuso que las autoriuaues aunú­ldstrauoras deben informar anualmente al Consejo sobre estas petieiunes. Recomendó, también, nuevos procedimientos para hael'l' más efectivos los resultados de las 'visitas de las misiones visitadoras; dispuso que se estudiaru la manera de hacer participar a representantes de las poblaciones indíge­nas en las labores del Consejo de 1hlmini.s­il'ación Fiduciaria; ordenó medidas para la (lifusión entre los pueblos no autónomos de las modalidades y derechos del régimen de administración fiduciaria; recomendó al Secretario General y a los organismos es­pecializados que estudiaran las posibilida­des <le aceler'ar el desarrollo económico y cultural de tales territorios, y prohibió los, castigos corporales en las regiones donue aun se practican.

En lo que se refiere a los territorios no autónomos o colonias, la Asamblen recibió la información de su Comisión }<~special,

creada el año anterior; aprobó sus conclu­siones, y transmitió sus ohserva~iones a los países administradores, al Consejo Econó­mico y Social y al de Administración F'idn-daria.

La Asamblea condenó, a.simismo. la medi­da unilateral tomada por la Unión Sudafri­cana de incorporar a su territorio el de Afd­ca Sudoccidental y reprobó su polWca de discriminación.

Podría extendermr mucho más .sobte es­te aspecto trm poco conocido de la labor c]C' las Naciones Unidas, quC' tiene proyeccio­nes muy grandes, porque refleja iR inquie' tud de los pueblos que aun no yiwn inde­pendientes para alcanzar su autonomía.

r~as Naciones Unidas están coac1vuvallflo a que este ohjetivo Re logre en rOJ;c1iciol1(,s que no constituyan un pel'jui(·jl) lJíII'n Jn.s propím; hahitantes, Está Cílllílliz<1ndo estos

anhelos hacia una acción progresiva que vaya acompañada de un desarrollo econó­mico y cultural efectivo que permita a esos pueblos sobrevivir en buenas condici011es después de su independencia.

r~a Delegación de Chile, como en años an­teriores, sin incurrir en desbordes dema­gógicos' que son contraproducentes, apoyó con firmeza las medidas constructivas que

se están tomando para hacer realidad este n]¡jetivo de la Carta de ~an I"rancisco.

Derechos humanos

lja Carta de San Francisco pl'oclllma. en tre los objetivos fundamentales de la Or­ganización de las Naciones Unidas, la pro­moción y la vigilancia de los derechof; y libertades fumlamentales del individuo. El! cumplimiento de estas disposiciones, rué creada. en 1946, una Comisión de Derechos Humanos fOl'mada por !f-( países. Chile pel"Í('­tenece a ella desde el comienzo y ha sido reelegido en dos ocasiones. Esa Cop1Ísión. durante los tres primeros años de su exis­tenda, preparó y' redactó Ja primera D(', claración Universal de los Derechos Huma­nos, que fué promulgada por la Asamblea General en 1948. Su efecto moral en el mundo ha sido inmenso. FuI' un gran éxi­to poner de acuerdo a los 54 países que 1<1 aprobaron (se abstuvieron los países so­viéticos y Africa del Sur), de tan diferen­te origen étnico, grado de cultura, forma­ción religiosa y espiritual, en un conjunto de disposiciones que comprenden todas las libertades políticas y civiles consagrada.s por III civilización occidental, y los dere­ehos económicos, sociales y culturales que la época moderna aeclara indisp(~nsables para asegurar la dignidad del ser humar10.

Ahora, se pro.cura que la Comisión de Derechos Humanos complete!a redacción de un Pacto Internacional, donde Jos pai.

SIc'S se comprometan solemnemente a respetar estos derechos fundamentales y donde se es­tahlezca un sistema de vigilanda y de san­ción internacionales para los casos de vio­lación. T~a gestación ele este Pacto ha sido extremadamente difícil, y ]a Asamblea Ge. lleral dehió dar pautas y directiyas a la

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SESION 24.3, EN 25 DE )1A.RZO DE 1952 1107

Comisión para que completara su tl'aba;jo para la próxima sesión de la Asamblea.

Bajo la presidencia de nuestro Delegado la señora Figueroa. se verificara]) exten­sos y apasionados debates. ]~a Delegación ehilella logró imponer su tesis de que en el Pacto debían quedar incorporados los Derechos Económicos, Sociales y Cultura­les; pero, por escasos votos, no pudo ob­tener que, tanto estos derechos como los políticos y civiles, formaran parte de un solo instrumento y no de instrumentos se­par·ados. En todo caso, me parece que, den" tro de un año, será posible entregar a la firma de los Gobiernos los textos ,)ompl(·­tos de una o dos Convenciones sobl'p I:'Et;¡

importante materia, que tan de Cer('fl mi­I'a el interés de todos los seres humano".

Libia

T,a Asamblea General tomo conocimiento de la deelaración de inoepemlencia del nuc~ \'0 :Estado de IJibia y de la cOHstitución de ,,11 Gobierno. l<~s preciso recordar que IX hia 16rmaba parte de las antiguas colonia~ italianas, sobre cuyo futuro debió decidir la Asamblea General en virtud de una cláu­sula del Tratado de Paz de las potencias aliadaf:i con Italia, que disponía tal proce(li­miento en caso de que éstas no 10g'ranm po­'1(']'sc de acuerdo. .,

La Asamblea General decidió. ell 19J9. que Libia debiera ser Estado indepenfli(m­te, fiel al principio de autodetermillarióll (lr Jos pueblos presCJ'ito por la Carta. v at(H1-

die'lldo al deseo manifestado por 'la raHÍ unanimidad de la población.

Este año., la Asamblea General, junto ClIl1

manifestar su satisfacción por la indepen­aenda de TJibia, tomó medidas para que las Nac.iones Unidas, por medio de S1lS órg-auos ('ompetentes, propor('ionaran ayuda técHI­('·fl al nuevo Estado, y, por iniciativa de ('hile, pidió al Consejo Económico y Social flue estudiara la manera cómo la comuni­dad internacional podía prestar asisteneia flnancirra a este país. Nuestra tesis fuf la de que las Naciones Unidas tenían a Sll res­pecto una responsabilidad excepcionaL pOl' haber dispuesto su independencia y que,

1)01' lo tanto. dehía tomar todas las precau­('iones necesarias a fin de que pudiera so­brevivir intlepenc1ienfe y gobernarse demo­eráticanwnte.

Alemania

Las Delegaciones de Estarlos Unidos. Francia y Gran Bretaña habían inscrito el tema: "nombramiento de una Comisión In­tel'llacional Imparcial, dependiente de las Naciones Unidas, con encargo de efectuar una investigación simultánea en la Repú· hlica Federal de Alemania, en Berlín y en la zona soyiétiea de Alem~nia, a fin de de­terminar si la situación allí existente per­mit(' la celebración de elp.cciOlles realmente lihres en c1ichas zonas".

Este ]mnto del programa estaba desti­nado a pr(),vo(~ar el mayor interés dentro del amhiente europeo y a mostrar la preo­('upación de las potencias occidentales en la - reeRtl'l1ctul'ación democl,[ttica. de un pals cllya importancia. en la políticfl intl'rnacio­nal (le1 mundo es innegable.

Las potencias proponentes del tema re­~()l"{laron que, desde 1945, habían constan­tement.e coilfirmado que Alemania debería T"('l1nifíclll'Se. tanto como fuera posible. con­form(' a principios democráticos suscepti­hles d(' dirigir el restablecimiento de una ,\ lemania libre. capaz de desempeñar un papp 1 en el seno de la asociarión paeífica de lafl naciones libres de Europa; recorda­ron. también, que ('1 r'anciller federal de Alemania hahía solicitado que la cuestión d(' celebrar elecciones libres en su patda. fnm'a sometida a la Organización de' las ~ariones Fnidas.

En una exposición hecha en 110m bl'(, (le !;¡s tres potencias, el representante hritá­nico hizo resaltar que era del interés (lp

todo el lIIundo conocer la opinión que so­hre {'ste tema se formara 11na comisión im­pal'cial: sostuvo que ninguna disposicit:n d(' la Carta impedía a las ~aciones rni<1as tratar de esta cuestión: afirmó que In ad­hesión de la URSS a un procedimiento tal contribuiría evidentemente a diSminuir la desconfianza y a reducir la tensióH inter­nacionales. y declaró que la Comi~ión prr). }lUesta no debería comprender ningún pH-

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1108 DIARIO DE SESIO NES DEL SENADO

sonero d(' las cuatro potencias ocnpantes

o de Alemania. . El representante de la URSN y l¡¡s (l('!egn­

ciones prosoviéticas se opusieron n la pro·

posición de las tres potencias occidentale:o;,

que calificaron de contrarias a los acuer-

dos de Yalta y de Potsdam y n la propia

Carta de San Francisco. Sostuvieron que

Estados Unidos," Francia y Gran Bt'ctaña

sólo querían mantener la división de Ale­

mania y que estaban decididos 'l remilita­

rizar a la Alemania Occidental y a hacer

de su territo.rio una base de partida para

la agresión contra los países elel Efite. Afir­

maron que sólo pertenecía a 105 p!'ujlios

alemanes, como lo había expresado el Ha­

mado Gobierno de la República "Democráti.

ca de Alemania, el entenderse sohre .m re­

glamento. que organizara elecciones ha.io el "t1·"dl . con ro e as cuatro potl'TlClaS ()('\IlJan-

tes. La Comisión Política ad hoc que cono­

cía ~lel tema, acordó invitar a los ,"epl't'sen·

tantes oficiales de las zonas occidental,

oriental y sectores de RC1'lín para formular

al respecto sus propias declaraciones, e¿,ta·

bleciéndose que no se entraría en polémi.

ca con los informantes alemanes invitados.

Así, las Naciones Unidas oyeron una

trascendental exposición hecha por el se­

ñor Von Brentano, representante de Ale­

mania Occidental, quien sostuvo la tesis de

Estados Unidos, Francia y Gran Br0üü"í:1.

Manifestó que el Gobierno F'ederáí estima­

ba que la reconstrucción de una Alemania

unificada es una necesidad imperiosa' que

ún paso decisivo en la vía de esta re~mifi­cación es la organización de elecciones li.

bres dentro de la República Federal y ('TI

las zonas ocupadas por las tropas so~-iéti­cas, incluyendo a Berlín. Sin embargo, afir­

m6, según ]a convicción del Gobierno Pe­

deral y de la mayoría del Parlamento.]r,

realización de elecciones libres no seria ]JO­

sib]e sino en el caso en que todos los terri­

torios en los cuales debían tener lugar exis­

tier'an condiciones lJreyias que hicier'an po­

sibles tales elecciones. Estas últimas no

podrían realizarse sino sobre· la hase de

un derecho indiscutible derivado de la

('ol1~titnrióll, qne (liel':1 n ('"da h:1 hi1 :1nte (le

Alemania la posibilidad de pronunciarse

en completa lihertad y plena posesión de

sus derechos cívicos y de igualdad ciuda­

dana. Declaró que, por esta razón, el Go­

bierno Federal, de acuerdo con todas las

fracciones del ParlaI~ento, con la sola ex­

cepción de la fracción comunista, que no

alcanza a disponer del 4% de la totalidad

de votos, ha demandado la institución de

una comisión de las Naciones Unidas en­

cargada de establecer si las éircunstancias

actuales de la República Federal, de la Re­

pública ele la zona soviética y de Berlíll

permiten efectivamente realizar elecciones

libres. Terminó expresando que la unión de

las cuatro zonas de ocupación y de Berlín

no podría consunlarse sino por una deter­

minación libre del pueblo alemán y que

nadie puede liberarse de esta obligación

hacia su pueblo. Por su parte, el señor Lothal' Bolz, Vice

Primer Ministro de la Repúhlica Popula,'

Democrática de Alemania, culpó a las po­

tencias occidentales de la división de eSt

llaís y afirmó que el imperialismo, el mili­

tarismo y el facismo hahían, de nuevo, he·

cho su aparición en Alemania Occidental.

Recordó las diferentes proposiciones que

su Gobierno había hecho al de Bonn para

la organización de elecciones genera les v

para la unificación de Alemania, En COl~" elusión, declaró que el prohlema de cele­

brar elecciones libres en Alemania era de

resorte exclllsiyo del pueblo alemRn, fj nI:'

la creación de todo órgano de las Naciones

Unidas con esto.s fines equivaldría a una

il~tervención en los asuntos internos pro­

pIOS del pueblo alemán y <,onstituiría así

una violación flagrante de la Carta de las

Naciones Unidas. El dehate se· prolongó hasta crear una

,-erdadera confusión de interpretaciones

d~l Reglam.ento, de la Carta y de las opj.

mones vertIc1a¡;. I<Jsta dilatación confusa d p

las intervenciones indujo al representante

de Chile en la Comisión Ql1C conocía del

problema, don Manuel Trueco, a pronn1J­

ciar un discurso, reproducido en los dia­

l'io~ de Santiago, qne, apoyando la tesis

occldent~l, sirvió poderosamente para acla-1':1 l' la sItuación.

El] r!vfiniliYn, In Pt'op(lsieióll de f:s1.ndo>;

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SESION 24.a, BN 25 nB MARZO DE 1952 1109

Unidos, Francia y Gran Bretaiin, ('1))] li­(Jeras enmiendas, fué aprobada por la Asam­blea General, por 45 votos a faYOI·. G f>ll eonh'n. y 8 a bstellciones.

Quedó nombrada una Comisión illtpgradn pOI' representantes ,1f>1 Brasil, Jsl:mdia, Paí­S('8 Bajos, Pakistán y Polonia, que efectuará

inmediatamente una investigación simultánea en la República F'ederal Alemana, en Berlín y en la zona soviética de Alemania. a fin <le informar si la situación allí existente 1)('1'­

mite la realización de elecciones realmente libres y secretas. La Comisión Ínvf>stigal'(l sobre el cumplimiento qUf> se <la a las <1ü;­posiciones coustituciolJalf>s yig'entes, acel'(~a

de la libertad con que los partidos políticos organizan y desarrollan sus actividades y

sobre la organización y actividades del po­Jer judicial, la policía y otros órganos admini3trativos. Las Naciones Fnidas in­vitaron a las autoridades de toda Alema­nia a que permitieran a la Comisión el ('UIlI­

plimiento de su cometido, Desde luego, Polonia manifestó 'jill:' 11;)

aeeptaba rOl'mal' parte <le la r'mnisión. lo enal augUl'¡¡ la im]losibiliaad de ¡ld":!1 (':1

la zona sovi{>ti('a.

AdmisilÍ]J de nuev()s llIieltl hros

Las :\"aeiolles Cnidas, como es sahido, St'

('omponell aetualmente de 60 lllicllI bJ'os. de los cuales 50 ingresaron en 1943, al :msC'l'i­hirse la Carta de San Francisco, y los otros 10 han sido aceptados posterioI'llJentp 1I1f'­

diant-e acuerdos entre los países ([c'woeráti­eos y la Unión Soviética, por considera1' que reúnen las C'oudiciones exigidas pOI' ('1 artículo 4.0 del Pacto. Esta disposieióll es­tablece que '(1) Podrán ser miembros dI" las Naciones Unidas todos los demás Es' tados amantes de la paz que ncep-1('11 las obligaciones consignadas en cs-111 Carta, y que, a juicio de la Orga­nizaclOn. estén capacitados para eUtll­

plil' (lichas obligaciones y Sf> hallen dis­puestos a hacerlo. 2) La admisión <1e t<llp,~

Estados eOlllO ::\liemlwos (1(' las :\a(,j(llH'S lJnidas se efectuará pO!' deeÍsión de la .. ham­blea General 11 1'f>('ome1H1aeióll (le] ('''!ISi',il)

dI' Stf>gm·ida(l".

Catorce son los Estados que han p1'esen­tildo solicitudes de allmisión en las Nacio­lles Unidas y a los cuales el Consejo ele ~('g'lll'idad les ha negado el ingreso, por desr,onorerll's la condición de amantes ele la paz, a "eces por mayoría, y otras por sim­ple ejercicio del veto por parte de la URSS. En f>stas condiciones están: Alballia, Aus­tl'Ül, Bnlgaria, Ceylán, Finlandia, Hungría, [l'l alllla , Halia, T~ihia, Nepal. Portugal, Rei­llO Hashemita (le 1'ransjorclmlÍa, He]lúhlira Popular <1p lVlongolia y Rumania.

En las diyel'sas sesiones antel'im'es de la Asamblea General ele las Naciones Unidas SI' había conocido este prohlema sin llegar

11 solución. Tja Unión So,-iética. so pl'l'texto de amparar el principio de la uniwl'salidad de las Naciones Unidas, pretenclíaque se diera paso a cinco de los Estallos someti­dos a su órbita, a los cuales los pH,íses democráticos negaron las condiciones exigi­das por el artículo 4 de la Carta. Así, la URSS planteaba la. tesis de todos (l ning'n­no, y los países democráticos buscaban ulla salida al "impasse" basánr1os,e en el Pacto di' San 'Francisco.

En la reciente Asamblea, el Perú, ]JO)' llUíl

parte, y por otra Guatemala, Honclm'as :­El Salvador, volvíeJ'on sohre el asunto f> itlscribieron el tema. La il1l1icaeión perua­nH, que fué presentada el mismo día que se inició la discusión del h'ma, tenía el de­fe(·to de introducir cOlllliciol1es de cal'úcter jUl'ídico que no podían sel' llcrpta(las por superar las exigencias del Pacto. Su es­))íritu, €'ll cambio, merecía aprobación. Por "sto, la Delegación de Chile, por in­termedio de su Presidente, ])resent6 f>ll-111 iendas que hicieron suyas COIOlll hia y lo" tres países eenhoamericanos, que fueron ilceptadas e incorporadas a la proposición, Así, la l'eso]ución aprohada l'peolllieJl(la que el Consejo de Seguridad estudie de nue­

i'O todas las solicitudes penrlientes sohre ad­misión de nuevos miemhros y recomÍen­(la a los ::\Iiemhros del r'onse,io que, al ))]'0-

,·",ler a esta nueva consideración, así como :' l¡¡. de todas las futuras solieitu­'(>s. tome en cuenta los hechos y prue­:1;;" </11(' los l~¡;;tadns solleitantes ]1urdftll

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1110 DIARIO DE SESIO NES DEL SENADO

l)1'esentaJ', y que hase su resolución exehlsi­vamente en las condiciones contenidas en la Carta y en los hechos que demuestran IH existencia de dichas condiciones,

T;a Unión Soviética yolvió ahiprt H 111 Ptl1p

sobre su tesis y se adelant6 a ]l\'O]H)]Wl' 1111<\

resolución, en el sentido de recomendal' al Consejo de Seguridad que examinara de nuevo las solicitudes de los 14 Elstndog men­cionados, Esta Iué una <wrpresa, porque Dnteriorm'Olnte la URSS se había limitado a negociar los ingresos.

Su proposición obtuvo 22 votos eonl ra ~ J Y 16 abstenciones, entre las (males se contó

Chile. , , El señOl' Ocampo, -Es dpeil'. Chilp a,vm1<'¡

a negar la entrada a catorce naciones. El señor Maza..- .. " de manera que ('s­

tuvo lejos r1p Jos (los tercios l'equel'irlos,

POI' resolución de :3 de lloviemul'(; de ] 950, titnlada "rnión Pl'O-Paz", la V Reu­nión de la Asamblea Ueneral de las Nacio­nes Unirlas habla pstableeido una Comisión de ".Medidas Colectivas", compuesta de Australia. TIélgica, Brasil, Bit'mania, Cana­dá, Egipto. Bstados Unidos de 'América, Filipinas,b'rancia, MéxÍ<'o, Reino Unido, 'l'ul'quía, Venezuela y Yugoeslavin, Se e¡~e:ll'· gÓ entonces a esa ¡Comi.sión que hiciera un estudio y pr'esentase un in rorme al {:'on­"ejo ele Seguridad y a la Asamblea Genenl1. en su sexto período (le st'siones sobre Jos métodos que podrían \'mplearse a fin de mantener y fortal\'cer la paz y la seguridad internacionales, conforme H los propósitos

de la Carta, tomando en consideración las disposiciones relativas a las medidlu; al' le- i

gítima defensa colectiva y a IOí-l acuerdos regionales (a rtículoiS 5] y ;')2 de la Cal'ta).

T~os antecedentes d(· esa l'f'soInción figu­l'an en el texto de la exposición qul' el Delegado Permanente de Chile antl' las Nn­('iones Unidas. don Hprnán Santa Cruz, hi­zo en la Comisión (le Rehwiones Exterio­reFl del Honol'able Senad(J {·l 23 dp marzo 'leJ año pasado,

Sil Exeelene1:1 1'1 P¡'t>si(lptlh' ,h· 1<1 I{f"pÚ-

hliea, en su Mensáje del 21 (le mayo ú] timo, ~(' ¡'efil'ió }wincipnlltlf'llt(, H J ]ll'UhJelltH (l(' la segul'Ídad colectiva.

POI' su partí'. el HOJ1Ol'ahl(· :-';Pllado)' don Eduardo l<'rei. al regre~al' dp Nne\"a Ym'k. donde llevó la ],f'pl'esentaeión t!f' Chih' ,llltf' la Y Asamhlpa General de las NcH'i01H'S l'ni­das, expuso a esta Corporación la impol'­tancia del acuerdo obtenido pn la ritn(ln n' solución "Unión Pro-Paz".

Ahora. ('11 París, la Comisión prrsentó 1111

nfoem(' en cumplimiento del mandato ql1<'

se le había conferido, lVlHn¡f~¡;:tó que se ha­bía limitado a estudim' la preparaeión ,1e los Estados, así eomo las técnieas. los lile·

(11os y los procedimientos pan) ('O(\n!illnr la acción nacional (' intemaeiollal (>11 reln­ción con las medidas ('olectivas. Entre sn:-; ('ol)clusiones, la ('omisión f.leñaló qut'. n fin rle J]eval' a cabo su tarea, era preciso ha­

eer nuevos estudios ref.lpecto de Jaf.l m('<lidas eoler.tivas ;d(' cará(·te¡' e('onómiro. Winnll­('iero y militar.

El informe eomprendía, (>lltl'e sus anexo,;. un cuadro resumen de las eontef.ltacioll(,s re­cibidas de varios Estados ~fiemhl'os PH res­puesta a la invitación dirigida pOl' lit pa rlc' e de la resolución "Unión p/,o Paz" 'p:n'}l

que informasen ele las ,medidas que hu­bieran tomado para mantener dentí'o de SUf.l fuerzas armadas lIaeionalef.l elenH'ntos des­tinados a prestar servicios eomo unir1ad (l

unidades de las NacioYl(,¡; Unidas. El Ministerio de Relaciones E:xierio~és

aió a la publicidad la 1'eRlmesta quP (,~i­

le envió el 31 de agosto ltltimo, Dos proyectos de reso]ueión :-;e l)f'es(~lltll-

ron a la deliberación de la Asamblea, El primero, patrocinado por Jns DelegaeiOlws (/(' .Australia. Bélgiea. Br'asil, Canadií, Es1a­dos Unidos, f'ilipinas, Pl'anr.ia, Reino l~l1i­do, Turquía. Venezuela y Yugof'slavia, ('n­eaminado a: a) Tomar nota del ini'()]'llIc (1('

la Comisión de Medi(las C'oleet1yas y Hllf'O­

har' sus cwn ('1usi OlWR ; b) Rt'('OllH'lHla l' :) In,.;

f~stados Miemhros que: 1) Carla uno de ellos adopte las medidas nepesarias a fin de man­tener dentro <le sus flH't'zas :l t'Bladas llar.in­nales contingentes que 111lerlall })]'p"tal' sel'­"ipl0s ('Ol1w ll11;(larl('" (1(, 1111'1 .\"n('inn('~ FJ\i-

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SESION 24.a, EN 25 DE :MARZO DE 1952 1111 -_ .. _--- ----~_._-~._.---- _.--- .~.-- -~----'------ -----"-_._-.- ------.-~. __ ._----~-------------._._-- --

das; 2) Que adopten las medidas necesal'ias para que les sea posible proporcionar. ~11,

conformidad con :ms pl'ocec1Ímielltos (~OIlS­

titucionales respectÍYos, ayuda y tll(·ilida<!es a las fuerzas de las Naciones Unidas t'11l11e­íladas el] llt't'Íolles militares eolediY<1s: :l)

(~ue examinen su legü;!acióll ~v sus (lisposi­ciones admÍllÍstratiyC1S a fin tle aSP/Hll'¡¡ l' qw'

h's sea posible ejecutar pronta y efi('aZIlH'Il­te, de conf~rmidad con sus procrdimientos l'onstitucionales, las medidas C'olediYlls dp las Naciones Uú.idas; 4) Qup cOl1tinúrl1 p]

estudio de SUfl propios repUI'sos que llJ'es­eribe el párrafo 7 de la l'~solueión :377 (Y) y 5,) Que a más de la participación de eada lino de ellos ('11 el rég'imen <1(, seguridad (·.olectiva de las Naciones Unidas. procuren obtener, en el seno de los organismos in­ternacionales a que pertenezcan, o por mp­diación de ellos y de Jos acuel'dos intel'll<l­(,ionales en que sean parte. el máximo apo­yo para las medidas colectiyas emJlremli­das pOI' las Naeiones Unidas: (') Tnvital' íl

los Esfadm.¡ UD ~IiembI'os a estudia/' Jos mé­todos y los medios por los cuales podrían eontribuil' más eficazmente a las medidas eolcctiyas adoptadas pOl' las !\'aciollí'.-; t'ni­das; d) Pedir al SecrE'tario GenE'l'a 1 que Sl'

sirva nombrar lo antes posible a los )riE'll1-hl'oS d~l cuadro de exper'tos militares pl'e­visto ell (·1 pál'l'afo 10 (lE' la l'psohwión :177 (V). -;.' E') Eneal'gal' a la ('omisiólI dp .\1('­

elidas ('o]eetiYlls qne prosiga l!m'Hnü' un aiii\ más f;US ('studios y que rinda infol'me So­

l))'!' pI part1('u1aJ' al Consejo (lfO S('~nll'itlad

¡" a la AsamhJea O('11('ra] antes del séptiJll(l per'íodo (le sesiones de este último 6rgano,

n, El otro proyecto fué presentado lKlI'

h, URSS, según el cual la Asamblea 01'11('­

!'al debN'ía suprimil' la ('omisión (1r )fp­

ilidas Colectivas y l'ecomendar al f'ons('jo (1(' ~eguf'idad que convoqu(' sin (1('11101'<1, (1(' ronformir1acl con el aJ'tírnlo 2~ de la ('nrta.

a reuniones periódicas para estudia!' j""

métodos que podrían emplearse papa elimi· nap la tensión que existe actualmente ('11 las l'f·laeiones intprnarionales y para examinar, en ]ll'inwt' lUg'al'. los métodos que ([rhrl'ía adoptar 1'] f'onsf'jo <le ~egnl'i(1ad ('on (,1 111'0-

p6S1to (le contribui,. al hl1t'11 (·"ito (le las

negociaciones qur se' está1l celebrando rn rorea para el cese de las hostilidades,

El ,Prf>sid('nte de la Comisión de :Medidas Colectivas, al presentar el inform~, expresó que éste reconoce la necesidad de seguir estudiando. en consulta C011 los Gobiernos, los ol'g'aniRmos internacionales, los proble­mas refp1'entes a la aplicación de medidas {'(onómicas y financieras, así como de me­(lidas militares. La Comisión no trató de ('stahlecel' una distinción entre las medidas que deberían aplicarse para prevenir o eli­minar las amenazas a la paz y las que ten­gan por objeto reprimir actos de agresión n otros quebrantamientos de la paz, Expli­eó que la Comisión había estudiado cuida­dosamente las experieneias reeogidas en el

CfHSO de la actuaeión de las NaciOJws Uni­das el1 Corea. Respecto a las medidas mili­tares. la Comisión estimó que, si las Nacio­nes Unidas querían conducir con éxito ope­raciones militares, sería necesaria. la desig­na.eión ele una autoridad encargada de He­yarlas a efecto, al mismo tiempo o inme­cUatamente despu.és que las Naciones Uni­das decidan recurrir al empleo de las fuer­zas armadas.

Hizo presente el Presidente de la Comi­siólI, que ésta dedicó gran atención a las eonsecuencias prácticas del artJculo 103 de la Carta. y puso de manifiesto la importan­rÍn de que la participación de los Estados l'n las medidas colectivas de las Naciones Unidas. no les acarree dificultades de ca­l'iiet('l' ;jurídico en virtud de tratados U

otl'OS acuerdos internacionales, Respecto de la,; medidas económicas y financieras, la ('omisión recog-ió la experiencia de la So­riedad de las Naciones y de los problemas (Ir coordinación a que tuvieron que hacer fl'ente los países aliados en el curso de la segunda guerra mundial; dedujo conclu-

siones interesantes de los ejemplos concre­tos de ('ooperación económica suministrados P()]' las resoluciones adoptadas sobre los sistemas de control económico y financiero

]l()]' la Conferencia Interamericana que! se ('elehl'n en '\Vashington en los meses de ju­nio y julio de 1942; Y se intNesó, especial­llwntl'. rn los problemas que plantearía la di;-;t l'j1mción equitativa, entre los Miembros

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1112 DIARIO DE SESlO .'\E::-; DEL SENADO

de las Naciones Unidas, de las cargas eco­nómicas que resultaren de una acción co­mún.

Expresó, asimismo, que el informe pre­sentado por la Comisión no constituiría la última palabra en materia de seguridad '!olectiva ni de acción colectiva ae las N a­dones Unidas, que emana de la voluntad <le organizar la paz y prevenir ]a guerra, mediante el esfuerzo concertado por la comunidad internacional. N o es mecanismo destinado a mantener un "statu quo". Bl sistema de seguridad colectiva que las Na­ciones Unidas procura establecer presupo­ne la existencia de un método para el arre­glo pacífico de las controversias, que l)er­mita la evolución pacífica de las condicio­nes políticas, sociales y económicas.

Terminó el Presidente de la Comisión di­dendo que el sistema no tiende a resolver todos los problemas complejos de la época de transición en que se encuentra actual­mente la humanidad, ya que estos proble­mas rebasan todo sistema de organización de las fuerzas. Pero puede asegurar las con­(1iciones de paz en que la humanidad tien­da a establecer un orden internacional, que se ajuste a las aspiraciones de la vre~ente genera.ci6n.

]~n el curso del debate a que dió lugar el conocimiento del informe, se emitieron juicios que me permitiré recordar. BI De­legado de los Estados Unidos manifestó que "lo importante era que los Estados re­conocieran la responsabilidad que tienen de estar en condiciones de contribuir a una acción colectiva" ; el representante del Reino Unido consideró el informe "como -an documento de transacdón, pero que signi­ficaba un avance en el terreno de las ae­dones colectivas, que daba expresión prúc!­tica al principio de respuestas voluntaria~ a un estado de emergencia y que no obli­gaba a los Gobiernos a tomar medidascoll­cretas. Declaró que, en razón de que ning'u­no de los Estados que acepten inform(~ es­tá obligado 11 ndopt:n ])J·oeec1imientos ('SI)('-

ciales, su país lo apoyaba". El Delegado (1(' Canadá, en defensa del informe, Dlanifes­t() fllW "la nomisión no lHI,hía ('¡,raijo nill-

Q:UIl<l nlianza agresiva entre algunos E~ta­dos. ni níl elaborado planes militares; ¡.;us -:'I[ielllhros 110 han comprom~tido n los Go­hierllos rn nada que se aparte de lo¡.; oh­jrtivos generales mencionados rn la Car­ta. ni l1unca se ha previsto ningún plan (·uutra enemigo alguno preconcehido". El representante de Yugoeslavia dechtl'ó "r¡lll'

éste no bastaba por sí solo })ara crear ]a paz:, aunque pueda contribuir a ello eficaz­mente, pues advierte al agresor elr las l'lan­elones internacionales en que incurrirá".

J<JI Delegado. de la URSS recordó la re­soluci6n "Unión Pl"O Paz", la cual había da­do origen al problema de las medidas co­lectivas, y que aquélla no contenía un pro­gTmna para la consolidación de ]a ]1az, co­mo se había afirmado, sino un programa pa­ra la preparación de una nueva guerrn; mnnifestó que esa resolución tenía conexión con la agTesión de los Estados Unidos en ('orea. En una diatriba contra las potencias occidentales, atacó especialmente a ~ ort .. -nmérica y trató de probar que el sistema de medidas colectivas era un nuevo méto­do guerrero de los Estados Unidos La (']'eación del nuevo órgano ejecnth-o que Ü'!Hl!'ía Il su ('argo la aplicación rle lns me­(lidas colectivas era una solución ilegal y se la trataha de ;justificar por alusiones in­fn1Hlal1¡¡s y a rtificiosas sobre la ineapaci­(lad del Cons€'jo ele S€'gl1l'idad para cum!)lir sus obligaciones. T('rminó declarando que las eonclusiones del informe y elel proyecto conjunto de l·esolución cnreeÍan de funda­mento e hizo un llamado a todos los países pacíficos para qur Yotílran en (~olltra de rse proyecto.

J~l representante de F'rancia, al apoyar el informe y el proyecto de resolueión que Jp <1arÍa Yida, catalogó de negativa la res­puesta rusa, porque sólo se habla preocupa­do de atacar a las tres potencias y tratar las ('uestiones de Cor€'a y de la Ol:ganización (le1 A_tlántico Norte. Respecto de la cola­hor¡¡ción de lo!'; cinco mirmbros pel'lllanell­tc's (lel Consejo dI' 8e~nl1"ic1nd, considerada PIl S!111 Francisco como base de la seg'uridal1 y (le la paz mundial, manifestó Qne 111s coo­(lieiones fundamentales ba;jv las cuales fll~ (,I'tnhlp('i(h la vrgln (le la llnallimi7!a(1 ya

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8.ESlVN ;¿4.H, EN :2r¡ lH; .\JARZO DE 195Z lU:;

110 ('xÍstÍ,¡¡¡: ](1 ],]"ohaba la actuaeión L1e la Delegación di' la FRSS, qne había ohstruí, do 00 w(;es eou el veto la acción del Con­sejo. Esto para liza ba su aceión e imposibili­taba el funcionamiento del Comité de Esta­do Mayor previsto en la Carta. Lo aproha­do por la Organización en su resolución "Unión Pro Paz" trataba de suplir esa im­posibilidad, y las conclusiones de la Comi­sión de )Iedic1as Colectivas sólo consultaban los medios de ejecución de que (1is],ondría e~ Consejo de Seguridad o. en ,m íh'f!'cto, la. Asamblea General.

1m. intervención de Chile, (te qu(' diú cuenta la prensa de Santiago, estuvo COH­

fladaal Delegado señor Truceo. En general, nuestro pais estaba ele acuerdo cen el iu­fol'HW de la Comisión de ~Iedidas Colecti­vas y apoya ha el proyecto tle la resolución fJUP SI' proponia a la Asamhlea General. Chile hahía presentado dos enmiendas él­

,li(·ho pr'oyeclo; 1; la primera, conjunta­mente con Colombia y 3iéxico, tendiente a. a) "edactar un nuevo párrafo octavo del pl'eúmbulo referente a la importancia de Jos acuerdos regionales y de los acuerdos colectivos de legítima defensa; b) redactar ,le lluevo el primer párrafo de la parte dis­positiya indicando que la Asamhlea Gene­ral "toma nota", en vez de aprobarlas, de las conclusiones contenidas en el informe <le la Comisión de )Iedidas Colectivas; c) agregar unas palabras a los párrafos 2 y 3 fl fin de indicar que las contribuciones de los Miembros sean sin perjuicio de la segu­ridad interna, y hasta donde a su juicio se lo permita su capacidad; y d) redactar (le lluevo el párrafo cuarto de la parte dis­positiva recomendando a los Estados )Iiem­ln'os que determinen, a la luz de su legis­lación existente, qué pasos son adecuados para ])e"31' a eaho, pronta y eficazmente, <1p:1cue1'f10 eon sus normas constituciona­les, las medidas Cúlectin!s de las Naciones Uniaas; y 2) la segunda modificación, jun­to con Colomhia, encaminada a redactar de lllW\'O el sexto párrafo de la parte disposi­ti\':1 con el objeto, cntre otras cosas, de su­pl"Ímir las palabras un, más de la participa­niiíll ,le (~ada uno de ellos en el régimell de St'g,lTidad rolectiya".

"La razón simple y sencilla de las modifi­tm' iones -expresó el señor Trucco- radi­ea en que mi país, COlllO los otros Estados que forman partQ del sistema l'cgiQnal dt' las Repúblicas americanas, ha suscrito el Tratado de Asistencia Recíproca de Río de Janeiro y la Declal'ación de la Cuarta Re­unión de Consulta de los 1finistros de Rela­dones J<~xteriores, formulada en ,\1 ash­ington el 7 de abril del año pasado.

".Amhos compromisos obligan, fW1damell· talmente, a las 21 Repúblicas americanas, atender, inicialmente a Ja defensa de nues­tro Continen.te".

Se presentaron otras enmiendas para mo­dificar el proyecto de las 11 potencias, to­das ellas de carácter aclaratorio y restricti­yo. Parte de las enmiendas presentadas por Ohile fueron incorporadas al texto de Ja propuesta de las potencias.

Chil~ votó en conh'a de algunos de los pá !Tafos del proyecto de resolución, por no estar de acuerdo con la tesis de nuestra Cancmería y para dejar esü) blecido el es­píritu de nuestro <iobierllo en esos puntos particulares. ~nestro país apoyó, en cambio, en gene­

ral el proyecto de resolución conjunto, el cual fué aprobado por 51 votos contra cin, co y tres abstenciones.

El segundo proyecto de resolución, que como lo he recordado, provenía de la URSS, fué objeto de modificaciones que cambiaron completamente su contenido: a) una enca­minada a eliminar el párrafo por el cual se suprimía la Comisión de :Medidas Colecti­vas; y h) otra tendiente a suprimir las pa­labras "sin demora" del párrafo que re(~o­

mienua al Consejo de Seguridad que, en conformidad con el artículo 28 de la Carta, convoque a reuniones periódicas, y para agregar una frase al efecto de que se ('onvo­que a tales reuniones siempre que puedan eonü'ibuil" a eliminar la tensión internacio-11a1. Según esa enmienda, también se supl'i­me la última pal'te del proyecto de resolu­ción soviético que se refiere a las negocia­tiones ue un armisticio en Corea. En esta forma fué aprobado po!' 57 votos (Chile) ,\' du;; ¡l.bsteneiones.

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111-{

,\ f'lllamentos y (les¡u'Jl] (.

Esta matel'Ía vital, para la seguridad po­lítica de las naciones, tanto en tiempo de paz como de guerra, cuya reglamentación ha sido uno de los objetivos de la política internacional durante el siglo en que yjyj­

mos, fué nuevamente consirlel'ada en la Asamblea de París.

Las tres g-ra nGes potencias oeeidentalf's presentaron un proyecto sobre "Reglanwll­tación, limitación y reducción Plluilihrado de todas las fuerzas armadas y de todos los armamentos; control internacional de la f'nergía atómica", que fllP debatido (1nnm­te miÍs de dos meses,

La Asamblea General, 1)01' resolución 496 (V), del año 1950, había estableci.do una Comisión de los doce (Canadá y los once }fiembros del Consejo de Seguridad) en­eargada de estudiar los medios por los eua­les pudiera coordinarse la labOl' de la Comi­sión de Energía Atómica y In de J:1 Comi­sión de Armamentos de Tipo Corrienü' que tenían vida desde tiempo atrás .Y ((111'

110 habían alcanzado éxitos-, así como la conveniencia de fusionar las labores de estos dos órganos encolllt>nc1ándolas o mw llueva Comisión única de Desarme, y de in­formar al respecto a la ,\samblea GE'nel'al en su período de sesiones siguiente, La Co­misión de los doce presentó su informe re­comendando la fusión, y de fl conoeió la Asamblea de París,

Por su parte, los Cancilleres de Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia solicitaron la inscripción en el temario de la Asamblea General del ])royeeto de resolución dtado mÍls ttrriha, Bl señor Achesoll expresó quP SI' presentaba este pl'oyecto enando se J'ea­lizaha d mayOl' esfuerzo en tiempos de paz para construir defensas y, aunque parecie­ni paradójico, lo que deseaban las tres po­tenci.as era establecer garantías para afian­zar la seguridad de las naciones, tratando de lograr una' situación en que s(' eOl1ocif'­l:an todos 1m: hechos y no qupdíll'a mistpl'lO alguuq,

El ,pl'oyecto tL'ipm'tito pxpuso, en pl'ÍllH' l'

lugal', la necesj(lad d(' ('real un meeanismo internacional y, segnndo. (]lW cl{']wn se,U'llil'-

sp las l'ec()melllla~iolles de la Comisión d(~ los doee, e¡;¡tablecel' una sola Comisión y da 1'1 e o1'ientaeiones y normas, .El Secreta­rio (le Esta(lo norteamericano explicó el eambio de aetitud de su país en esta ma­teria, Su política inicial había sido que los problemas planteados en relación a la ener­o'Ía atómica eran tan nuevos que debían ~er tratados separadamente. Sin embargo, el informe de los seis Miembros permanen­tes de la Comisión de Energía Atómica que opinaron que no podía adelantarse nada en diseusiones aisladas, llevó a 10'3 Estados Unidos a una opinión distinta, Igual co!\a había sueedido con la Comisión de ArlUfl­mentos de Tipo Corriente.

El }Jlan propuesto consideraba cuatl'o el\~·

mentos principales: ]) EJ inventa río (' ins­lwcci6n illtpl'n<lcioual de u¡'mamelltos y Íuel'zas al'madas, mediantp un l)J'oce<limiell­to <¡p declaración y de verificación, 2) El desarme hasta límites convenidos. :3) La restricción y prohibición de las armas atú­micas, 4) El establecimiento de garantías,

IJa Cnión Soviética se refirió al de~'lcue/'­tlo existente (,11t1'(, las a('tuales proposlCW­nes coutenidas en eJ proyecto df' resolueÍón tripartito y las declaraciones respecto de la pulítica exteriol' de los países proponCll­tes, y estimó que ninguna de las proposicio­lles rep1'es('ntaha un avance, ni reflejaba una actitud más conciliadora, Señaló las di­fet'encias existentes entre la anunciada JllW­

va polítiea de los Estados proponentes y las circunstancias actuales, que son reflejo d\' .su polítiea ('xteriol', En su ataque a la po­lítica exterior de los Estados Unidos, se 1'('­

firió a la ¡;¡ituación d(' Jos países insuficien­temente desarrollados, que había empeora­do debido ;¡ qne la mayor )lal'te de las ren­tns que ohtuvif'l'on de sus recursos ha sido nhsol'bic1a pOI' los monopolios extranjeros,

Como Df'legado de Chile, inti'l'vine en el <lehate planteado en la Comisión Política, ;" manifestp, (,11t1'\' otras ideas, las shmientes:

"La Df'leg'ación fle C'hilf' reitt'l'a ante es­ta Comisión Jo que tU\'O oportunidad (1e e:-(­presa!' hace pocos (lías PI1 In Asamblea G('­nel'al. ('11 ('] sentido de que acepta la JH'OPO­

sicióu tripartita como una uasc que r.ondu­C'il'Íl ;l a le;jo!' lOfl Jwljgt·os (1(' llllíl guerra

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::sESlúN :¿4.il,0N 25 DE .\lAHZO DI': 1952 111.:, ===============~=--==.==-=-:::cc:::-:=~~ .

próxima. P11 ('aso de que elSa pl'Ol>OlSieión, u (ltm nnálo¡¡;n, sell ¡\\loptalln y lH·ata(la.

"~adie puede ya poner en elnda que la guel'l'a es imliYisihk y que una ('ollfla­g-raci6n entl't> las gnmdes potenrias 1l1'1'aS­tral'ía ¡¡ t()(1os los países. illpyitahlellH'l!tl', en sus eonseC'lH'lwÍ<lS iTágieas.

"Ac1emÍts, ['hil(', eOll1O todos los paÍ;;C's amant('s lIe la pax, tielw intNés expil'i.tual y matE'l'ial ell que se ('vite un nueyo (,Ol! ~

Dicto armado. Tiene interés <1('s(1<' el punto de vista ic1eológ-ieo. pül'qlH' sahe fjlH' xólo f~n

1ft paz esta bIe, honrarla ~- leal sr podrá lle­gar a obt('lle¡' la [('lirielad indi,'idual y eo­lectiva de los pueblos. 'ríen(' iJterés matt'­ria!, porque fué duramente afectado por la última g-uerrn y porque lo t'stá si('nc}o ('11

forma rigurosa en el estado actual de pre­paración armamentista, En efecto, (,lÜl'e lax pl'incipales producciones de Chile; se I'uen­tan el salitre, el cobre, el azufre y otras substancias que son de nohle us.o en la. pax. pero que tamhién son de uso indispensahle en la guerra.

"He escuchado en muchas oportunidades afirmar que los países productores dp matf'­rias primas estratégicas se benefician C011

las situaciones bélicas o prebélicas, pues la demanda de esas materias aumenta. Pero la verdad es muy distinta. En prÍtN'l' lugar, esos productos, considerados materiales ex­tr'atégicos, pasan a quedar sujetos al "con­trol" de precios, en tanto que los pI'odue­tos manufacturados o alimenticios q(le n('­cesitamos, o desaparecen del mercado o har que comprarlos a precios que aumentan COll­

siderablemeníf', y en mucho mayor propor­ción que el dE' los materiales estratégicos. No exagero si afirmo que, durante la gue­na pasada, Chile se perjudicó en cerca de mil millones cÍe dólares, a causa de la dif('­rencia de precios entl'e sus expol'taciones y las importaciones que adquirió, durante la guerra o d('spués, ron el producto de esas exportaciones, ]<~sa es una suma cuantiosa para la débil economía de mi país y sigllifi­ea una formida hlf' contribución que no siem­pre se tie11(' en euenta, porque no consiste en vidas ni sangre. pero <:onsixte en miSe¡'i:l y sufrimientos materiales.

"Además, países que ('sbín en pleno pro-

ceso de industrialización y ele diversifica­dón de sus economías, romo Chile, se ven a feeíac10s seriamente por estas situaciones, que disminuyen el ritmo de sus programas dp dpsnnollo, por la eseasi'Z de maquinaria y de equipos y porque, al concentrar esfuer­zos ('n una mayor producción ae materias primas, se acentúa su condición de depen­deu('ia económica, que está en relación in­ver'sa con una producción dh'ersificada.

"No ex vana, en consecuencia, la declara­dÓll que he hecho de que a mi país le inti'­resa un clima internacional ele paz y de con­fiam:a mutua por razones de orden espiri. tual y por razones de orden material".

Luego, en mi discurso, analicé el plan tri­partito y las objeciones soviéticas, y expli­qué las razones que movían a Chile a apo­yarlo.

Veintisiete países intervinieron en el de­bate de este tema, y el proyecto tripartito fué objeto de contraproposiciones soviéti­cas que afectaban su fondo y de enmiendas de ·diverso carácter sobre procedimiento.

En definitiva, hubo acuerdo en la crea­ción de la Comisión de Desarme, pero dis­paridad en cuanto a los objetivos genera­les de la proposición. Así, las tres grandes potencias occidentales proponen que la rf'­soluci6n prevea:

a) La reglamentaci6n, limitación y reduc­ción equilibrada de todas las fuerzas arma~ das y todos los armamentos. La URSS se opone a la idea de un sistema basado en la reducción "equilibrada" y que está vincula­da con el concepto "niveles".

b) La reducción equilibrada a nivele;,; adaptados a las necesidades de la defensa. pero no a la agresión. La URSS se opone a esta reducción, alegando que los niveles pre- . vistos podrían significar, tanto el aum(mto de los armamentos como su reducción, y que, en todo caso, el texto no constituye una propuesta concreta para la redtll:clón de armamentos,

e) IJa fiscalización internacional efectiva a fin de asegurar la prohibición de las ar­mas atómicas. I;a URSS se opone a esta restricción, alegando que no dispone la prohibición inmediata e incondicional de las armas atómicas, que antepone ]a fiscali-

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IJl(¡

zaClOn a la prohibición, y que sólo en el caso de que haya prohibición previa habría a,}go que fiscalizar.

Respecto de los pJ"illci pi os que hahrÍan de servir de guía a la nueva Comisión de Des­arme, hubo divergencias respecto de: a) fiscalización internacional de la energía ató­mica; b) organización de las etapas de pu­blicación, y, c) instrucciones que habrían de darse a la Comisión.

El punto a) es justamente el que <'11e1e-

1'1'a la gran diferencia de posicion~s entre las potencias occidentales y la Unión SO'df­tica; Las primeras exigen la simultaneida!l del "control" internacional de la energía atómica y su prohibición; la última preten­de que la prohibición sea previa y que luego venga el "control", lo cual es inaceptable.

El proyecto tripartito fué aprobado por la Asamblea General por 42 votos, entrt> ellos Chile, contra 5 (grupo soviético) y 7 abstenciones. Quedó creada la Comisión de Desarme; quedaron establecidas sus facul­tades, y fué encargada de presentar su in­forme a más tardar el 1.0 de junio de 1952. Declara que se debe convocar a una Con­ferencia de todos los Estados para exami·, nar las propuestas de proyectos de tratado o de tratados preparados por la Comisión tan pronto como su trabajo haya alcanza­do un punto tal que cualquiera de las par· tes de su programa pueda ser sometida a los Gobiernos.

Chile, como l\liemln'o del Consejo dE' SE'· guridad, es uno de los doce eomp/mentes d0 la Comisión de Desarme.

Apreciación general sobre la st'Sión

Una sesión de la Asamblea General o una del Consejo Económico y Social o' de la Comisión Económica para América Lati­na, no pueden ser juzgadas como Confe­rencias internaciona'les, que han sido con­vocadas para resolver, de una vez, un pro­blema concreto. ,Se trata de una de las re­uniones periódicas de organismos de ulla institución permanente, cuya labor es nece· sariam.ente lenta, por lo extraordinariamen­te vasto y complejo (le su misión. Si juz­gamos esta sesión tlon tal criterio, no po­demos mostrar insatisfac·cióu. Por el contra-

1'io, si la miramos en relación a su aptitud ¡-.ara resolver los graves y agudos proble­mas que en estos instantes están creando nna amenaza de guerra, debemos anotar cl.é'scontento y desilUSIón.

Por una razón u otra, la Asamblea Ge­neral no discutió ni la guerra ni la paz en Corea, ni los graves ihCidentes de Egipto, :\larruecos o Túnez, ni el problema del pe­b'óleo de Irán, que haií llenado los títulareR de los periódicoR en los últimos meses. P(>­ro, por otra parte, continuó su obra pro­gresiva de organizacÍón y orientación de la colahO'ración internacional en todos los te­rrenos establecidos en la Carta, que, por cierto, tiende a crear las únicas condiciones posibles para una paz pel'manente. Y, en .'ste telTeIlO. se observaron claros progre­sos; sobre todo, una mayor comprensión v conciencia de los medianos y pequeños países, y unainfluenc.ia cada vez más cr('· ciente de el'los en estos aRpectos de la vi.da internacional.

Como 10 dijo nuestro colega el HonorH­ble Senador señor Frei, el año pasado, al regresar de Su misión en Lake Success, las NaciQnes Unidas, no sólo son una garantía para los pueblos pequeños, sino que han const.it.uido el primer gran foro mundial donde pueden hacerse escuchar en los asun­tos en que tienen interé's vita'l.

La referencia que he hecho a la obra de esta Asamblea en materia de desarrollo eco­nómico, de progreso e independencia de los territorios no autónomos y de estímulo al re.speto de los derechos humanos fundamen­tales, constituye una demostración de mi aserto,

Por otra parte, esta especie de estabili­zación del estado de crisis política entre la Unión Soviética y el mundo libre, está p1'O­ówiendo en las Naciones Unidas, como ya he señalado anteriormente, divisiones dl' fuerzas, ajenas a la gran división política internacional, y lo!'; pequeños y medianos Estados pueden, cada vez con mayor f.xito, imponer sus puntos de' vista en las matf'­rías que Se vinculan más esfrf'rham(,llt(' ti

su conveniencia directa. El elima reinante en jas sesiones no fné

1ii más tenso ni más amistosl.l que en oca·

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SESION 24.a. EN 2fj DE 1L\RZO DE 1952 1111 - .-- ,--~.- . -- -..

810nes anteriores. Los eontenuores de la guerra fría continúan empleando este foro internacional para hacer propaganda a sus puntos de vista y rlesprestigiar los del COll­

trario. \La propaganda soviética estuVo dirigirla

esta vez, casi exclusivameute, a procurar demostrar que Estados Unidos y el Occi­dente persiguen una política de agresión y desean la guerra, y que, debido a esa po­lítica, el mundo enfrenta una crisis eco­nómica sin precedentes. Como siempre, esa propaganda no iba destinada a las Delega­ciones, sino a la: opinión pública mun­dial. Su éxito dependerá, seguramente, de la habilidad y la capacidad de los países que encabezan el mundo democrático para lesolver los proolemas sociales y económi­cos internos de estos países. Por tal razón, la violencia del lenguaje de los debates re­sultó algo artificial y, por sí sola, no tUYO el efecto de hacer más tensa la situación general. Existe ya una verdadera adapta­ción a este género dt' polémieas y. ('11 eiertD modo, tranquiliza el observar que, en tan­to se produce este desahogo verbal, se ha logrado evitar el e"talÍido de una nueva guerra mundial.

El sistema de seguridad colectivo ha sa­lido reforzado de- esta Asamblea, y, eviden­t<-1nen,te, el mundo dispone hoy de medios para garantizarla, que antes no poseía, Los pactos regionales, e'omo el sistema ínter­americano y el Pacto del Atlántico, unidos a 108 nuevos procedimientos aprobados en 19'51 y reforzados por la VI Asamblea, pa­ra asegurar una pronta y efectiva acción de las Naciones Unidas en casos de agre­slón, han disminuído los peligros y están trayendo tranquilidad' a los pueblos más úmenazados. Es claro que a esto ha contri­buído también, poderosamente, la pronta ~: eficaz acción que las Naciones lTnidas to­maron en el caso de la agresión en Corea.

En el aspecto negativo del balance, po­dría anotar cierta tendencia de Estados Unidos y demás grandes potencias a evital' fa intervención de las Naciones Ul1idas en asuntos de importancia, ya sea políticos o económicos. Con ello no contribuyen al for­talecimiento de la institución y al aumen­to de su prestigio ante la opinión mundial.

Creo que es preferible correr el riesgo de ciertas discusiones fafi¡rosas y difíciles, que dan margen a que se desarrolle una activa propaganda ile parte de los que Vulneran 100s mandatos y prinr~ipios de la Carta de laR Xaciones Unidas, que no debilitar la fuerza de la Organización Mundial, que e;;; y será la garantía suprema de ]13 PlJ,Z mun­dial.

Pa ea terminar, señor Presidente, quiero reafirmar mi fe en las Naciones Unidas v proclamar, sin reticencias, mi convicción d"e que el Gobierno, 'el Congreso y el País en­tero de'ben apoyarla de manera activa.

Las Naeiones Unidas son una reunión de puebíos, no sólo de gobiernos. Su éxito y su eficacia (1ependeñ de la medida en que ('stos pueblos la respalden y la hagan ac­tuar. 1'\ () puede juzgarse a la Organización Mundial como si se tratara de una entidad abRtraetn, independiente de los países. Nues­tra responsabilidad no es ]a misma de las grandes potencias, pero teneml1s nuestra parte ne responsabilidad. Chile. cualquiera que sen su gobierno, debe procurar eonti-1':ul1r dándo1e la importancia que merece, servir mediante ella a la causa de la paz ~- de la prosperidad mundiales y aproveehar los beneficios que pueda o'btener de su ae­dón. Chile goza en las Náciones Unidas de 1m prestigio tal vez no igualado por nin­guno de los p.atses del continente latino­americano. Es {~ste el producto de una 'ja­bol' patriótica y abnegada de nuestros re­presentantes, que' hím seguido una línea definida, firme, digna, independiente y pro­gresista, que ha merecido el respeto y el reconoclmento repetido de la mayoría de los miembros de la Orgánización ..

No creo que' podamos desperdiciar esta posición, alcanzaua en una labor mantenida (;urante seis años. Por el contrario" debe­mos procurar que las Nacione,; Unidas pres­ten siempre a nuestro país la ocasión para poder exhibir su envidiable nivel político ~. eu1tnral y su fino sentido de 10 que debe ser la convivencia entre los homhres. los ~I'llpo~ sociales y los pueblos.

He dicho. El señor Alessandri, don Fernando (Pre­

,:i.tlrnl('\. -,- 'I'ien(' la l)alah1'a ('1 Honorable sefior 1<'1'ei.

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i 118

El señor Frei.- ~;fior Presidente, co­mienzo por manifestar que lamento no ha­ya en la Sala el número de Senadores suficiente para adoptar acuerdo en el sen­tido de que el discurso del Honorahle se­iior Maza sea publicado "in extenso".

El Honorable señor ~Iaza nos ha hecho el servicio de presentarnos una síntesis com­pleta y objetiva de lo ocurrido en]a re­ciente Asamblea de las Naciones Unidas. y aquellos que, como él, tenemos fe en dicho organismo, pensamos que esta ex­posición debiera ser conocida, no sólo por los señores Senadores, sino por la opinión pública en general. Porque 11l€' parece que son los países como el nuestro los más in­teresados en la labor de tal organismo. Y sólo una opinión pública debidamente in­furmada de lo que allí ocurre, puede pres­tar a la referida organización el apoyo que necesita.

Por eso, me atrevo a manifestar, señor Presidente - no sé si será procedente ha­cerlo en esta Sala-, mis felicitaciones al Honorable colega, no sólo por su brillante actuación, que conocemos y que su eX!H:'l'iell­eia y talento hacían presumir, sino, tam­hién, poe la cuenta que el Senado ha es­cuchado.

N o puedo hacerme intérprete de la opi­nión de otros señores Senadores, pero, por 1 () menos, expreso la mía.

Tenía la intención, en esta oportunidad, de haberme referido a algunas de las mate­l'ias que Se trataron en la reciente Asam­hlea y que, es evidente, el Honorable se­ñor Maza no ha podido analizar en detalle, puesto que nos. ha presentado un cuadeo panorámico, si bien completo, de todo lo OCUJ'l'ido all1. Y aun cuando Su Señoría ~illtentizó prácticamente cada una de las materias que deseaba señalar, creo conve­niente ahomlar un poco más I'n algunas de ('llas.

Cnando tuve el honor tle eoneunil' a la ",\Namhlt'a de las Naciones Uniüas, me inte­resé e;:;pecialmente por los tl'ahajos de la Comisión Económico Social, en la cual se refleja la labor permanente del Consejo 1~eonómico Social. He visto ahora que, en el curso de la reciente Asamhlea, no se ha llecho sino continuar la labor de Jos ol'ga-

nisll10s creados por la Asamblea y la Or­;iwllización de las Naciones Unidas. En mi opinión, tres de los temas que, en esta opor­tunidad, trató el Comité Económico Social, ~' que durante el curso del año fueron ana­lizados en el Consejo Económico Social, 1ienen mayor importancia práctica, por lo ({Ui' toca al criterio con que deben enfren­tarse algunos problemas. en nuestro País.

Uno de ellos es el tema que se titula "Ali_ mentación",

El Delegado permanente de Chile, que fué Presidente uel Consejo Económico So­cial, señor- Santa Cruz, pronunció un dis­curso sobre esta materia en la Asamblea ¿¡iscurso que Yoy a analizar por su gran in~ terés.

Destacó, en él, los principales anteceden­tes que había proporcionado la F.' A. O. a la N. U .. En ese informe, que hace mención (lr antecedentes de seriedad técnica indis­cutible, se establece que la producción de alimentos en 0'1 mundo, tomando como base el período 1949 a 1950 en relación con el período 1934 a 1938, ha aumentado en 1 por ciento, mientras que la población mundial aument6 en 13 por ciento. Esta compara­(·i6n indica que, en los últimos 10 años, no se ha progresado en materia de producción <le alimentos y que, en cambio, el número (le consumidores ha aumentado de manera considerable. Más aún, este dato no refle­ja en toda su amplitud la gravedad del pro­blema, porque, en el hecho, si ha habido al­gún aumento de la producción de alimen­tos superior al 1 por ciento - en áreas 10-caJes. como en el caso de Estados Unidos (1<. Norteamérica - tal incremento se ha producido en países en que, precisamentp., el consumo de productos alimenticios ha aumentado también. En consecuencia, pode­mos establecer ·que, en el resto de las áreas más atrasadas del mundo, junto con cre­cer la población, ha disminuído ele manera exil'aonlinaria la cantidad de bienes de a limentación producidos. que ya eran esct!­flOS.

Bxisten diversos informes, st'ñol' Peesi­d('llte, relacionados con esta materia, que, ,,1 no fueran tan extensos, me habría agra­(laan dar a conocer en esta 8ala.

El añil' 1950, las Naciones Unidas realiza-

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SES ION 24.a, BN 25 DE ..\IAl~Z() DE 1952 [ 11U

J'on un estuJio económico sobre Europa, en pI que se consigna lo siguiente: en el úl­tillJo año agrícola completo, correspondien­te el 194:9-1%0, la ])]'oducción neta de la agrieultura en Europa era aún inferior en 7 por ciento al promedio de los rinco años inmediatamente anteriores a la guerra. Además, en un cuadro que se incluye en (Istn misma información, puede verse que las importaciones de abastecimiento de ali­llH'lltos básicos han sido reducidas consi­tlerablemente en Europa occidental. Por (jemplo, en 1948, se importaron 17.7.33.000 toneladas de cereales panificables, en tan­to que, en 1950, sólo se importaron 11.479.000; y a esta merma en las importa­ciones, se agregó una disminución en la pro­ducción agrícola.

Si se examinan estos mismos hechos eeo­n6micos en Asia, en América Latina o en l;~tll'()pa, podemos observar, }JOl' ejt'mplo, que. ~pgún Si> establece en el estudio con­junto que reaJiz6 la Comisión Económiea para América Latina con la Comisión Eco­nómica para Europa y con la Organización para la Agricultura y la Alimentación, el eonsumo "per capita" de grasas y aceih's en Europa Occidental, excluídos el Reino Unido y Alemania, descendió de la cifra de 41 kilogramos por }Jersona y por año, de antes de la guerra, a 34 kilogramos po!' persona, en 1950. La misma publicación de­mnrstl'a, en seguida, que los abastecimien­tos hrutos <le trigo disponibles para consu­mo doméstico en América Latina, descen­dieron, también, del nivel de 55,3 kilogra­mos por persona y por año, registrado en ] 934-1938, a 51,3 kilogramos por persona y por año, en 1946-1949.

Es necesario agregar, como consta en el mismo (locnmento que estoy citando, que más del 90 por ciento de la producción de ar·tíclllos alimenticios se consume en lus propios pnfses productores de ol'ig'en; y se ohsen'a la tendencia a que este porcentaje aumente aun más. En eonsectH'ncia, se corre rl J'iesgo de que todavía disminuya más el 10 por dento restante de la pI'oducción mundial de nlimentos que ingl'esa al eo­IlH'I'eio internacional, para hncer frente a las necesidades corrientes de países no pro­ductores de alimentos a las necesidades de

emergencia provocadas pO'r una sequía u <'t1'a catústrofe de similares consecuencias.

Estos hechos, /Señor Presidente, suficien­tementr ('omprobados, no son meros pro­ducto!> de la literatura: son hechos que pa­ra nosotros tienen consecuencias prácticas.

Observamos que la producción mundial de alimentos es inferior, en una cuota im­portantísima, al aumento de la población -;¡ que, en consecuencia, el mundo va 8. su­frir, dentro de los próximos años, como ID predicen todos estos Informes concordan­tes, una escasez grave de .alimentos, esca­sez que se traducirá, además, en Ulla dis­lr.inución de las disponibilidades de alimen­tos en el' comercio internacional. Gomo se ha comprobado que en miestro país la pro­dncción agrícola no guarda relación con las EC('esidades de consumo, noS encontraremos en el próximo año con la übligación de concurrir al mercado internacional en bus­ca de- los productos alimenticios que no so­mos capaces de producir, y nos hallaremos (~on un mercado que, o no los tendrá para su venta, o cuyos precios serán extraordi­nariamente prohibitivOfi.

Esto va' a tener mayores consecuencias, 1JO sólo para el proceso ü.fIacionista de Chile y para el nivel de vida de la pobla­ción, sino que necesariamente también pa­ra la situación social y la paz interna del País.

La Asamblea de las Naciones Unidas, en conocimiento (le esto:.; informes, tomó .algu­lias retloluciones en que se contienen las iÚtlas sobre la política general que deben l'ieguir Jos países en relación a estos pro­blemas. Así por ejemplo, en una parte de la resolución sobre "Alimentos y Hambre", aprobada en enero dé- 19'52, cuya inserción en el Diario d(é esta sesión solicito, se dice lo siguiente ...

El señor Alessandri, don Fernando (Pre­sidente).- Si a la Sa"la le parece, se hará la inserción solicitada por el señor Senador.

Acordado. -El documento que ~ &.cuerda msertar

figura en el Anexo de esta sesión, página 1145.

El seliOr Frei.- .,' "Consciente del esta­rlo generallzado de alimentación insuficien­te que prevalece en muchas partes del mUll-

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IJ20 nIARI0 DE SESIO '.;ES DEI.; SENADO

do, estado que se agrava por el hecho de que el ritmo de aumento de la producción mundia1 de alimentos eS menos rápido que el ritmo de crecimiento de la población mundial, y consciente de que ese desequili­brio entre la producción de alimentos y el crecimiento de la población es especialmen­te grave en aquellas partes del mundo don­Oe ya prevalécen estados de alimentación insuficiente" -si bien e's cierto que en nues­tro país no existe situación, de penuria, hay déficit de alimentos.

"La Asamblea insta a todos los Gobier-110S a que den un alto grado de prelaci~n a los programas de producción de alimen­tos y continúen 'Sus esfuerzos por conseguir los demás objetivos recomendados en la re-601ución 202 (nI); a que atribuyan en sus planes nacionales de' desarrollo económico ía debida importancia a la producción de lllimentos, facilitand.o por los medios más expeditivos el transp'orte de alimentos {l.

las regiones donde amenacen o reinen efec­tivamente situaciones excepcionales de ham­bre' intensificando su coÜLboración con la Or~anización para la Agricultura y la Ali­mentación en los e'sfuerzos de ésta por au­ruenta,r la producción de a1imentos mediá:'il­te la' ampliación de los servicios agrícolas nacionales· aumentando las posibilidades de adquirir i~strumentos agrÍcolas' y fertni­¡mntes a un costo r"azonable; empleando al máximo el capital nacional y la asistencia financiera extranjera de que pueden dis­poner para el establecimiento o la expan. sión de sistemas de crédito agrícola; apli­cando las medidas-de reforma agraria in­dispensables; meJorando la recopilación de illformación técnica y estadística, Y partici. pando en programas (le asistencia tpcnica encaminados a aumentar la producción de alimentos y eliminar las causas de 1as si­tuaciones de hamhre."

En el' conjunto de las rtwomcnda('lollC¡; Sé observa algo, señor Presidente, a lo cual nos hemos referido con bastante insistencia en nuéstro país: en l;s planes de desarro­llo económico nO hay nada más urgente que intensificar la prQuuccjón agrícola y ,wien­tal' 1as inversiones del capítal público y privado hacia didlR producción. Los países que ignoran estos hechos se yerán enfren-

tados a las mayores crISIS de disponibili­dades en cuanto a moneda extranjera y a abastecimiento en su propio país -crisis que nuestro país, como fácilmente se de­muestra, ha sufrido-, y si no reconocen en su propia región la realidad de los re­nómenos que las Naciones Unidas han es­tudiado y expuesto, se precipitarán, a mi juicio, mucho más en el proceso inflacio· nista y, seguramente, en una e crisis de abas­tecimiento cuyas consecuencias catastrófi­cas son previsibles.

Complementariamente cOn este teml,L, se­ñor Presid.ente, está el que ya señaló nues­tro Honorable colega seftoT Maza, el de la reforma agraria.

Me llamó profundamente la atención en la Asamblea de las Naciones Unidas del año 1960, el hecho verdaderamente extra­ño para algunos, perú para otros muy ex­plicablt·, dI:' que los Estados Unidos, Gran Bretarta y otras grandes potencias occiden­tales insistieran ante los países no desarro­llados y especialmente ante los de América IjatjnR, en ]a necesidad de una reforma agraria, como único medio de resolver el prohlema de la alimentación, que hemos ve-nido i-leñalando. .

El proyecto ile 10f! Rstados Unido-s en esa Asamblea, el cual reafirma los conceptos que ya había expuesto en ocasiones anterio­res, tiene como finalidad aprobar una refor­ma agraria y está basado, en la opinión de sus autores, en que -"la estructura agrícola, y, en especial, el régimen de tenencia de la tierra, impiden el mejoramiento de las con­diciones económico-sociales de los tra'baja­dores_ de la tierra y ponen obstácnlos al desarrollo económico."

Esto último expresan los considerandoi-l de las proposiciones de lo:;: Estados Unidos, Canadá y otros países industriales, después de procurar demostrar que los sistemas de tenencia de tierras en América I~atina son, según su expresión textual. "antieconómi­cos y antisociales". Se puede ob'servar -di­ce nuestra Delegación al Ministerio de Re­laciones- la intención de los Estados UnÍ­aos, Canadá y Francia -que, por lo demáf.:, es lógica conclusión de 10's hechos- de ayu­('(al' a contrarrestar el déficit de producción agraria de estos países 'mediante una ayuda

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SESION 24.a, :EX ~;> 1) I'~ :\L\RZO DE 1952 1121

fmanciera para el desarrollo económico de ellos, siempre que previamente corrijan las deficiencias legales y administrativas que entraban su progreso, pOl" la vía de medi­das internas. El delegado del Canadá 1legó }'asta a afirmar que la reforma agraria constituía un pre-refJuisito para toda ¡¡yu­da financiera a los planes de desarrollo económico.

La idea de establecer este pre-requisito 1.0 es nueva, señOr Presidente. Ya en la Asamblea de 19'50, tanto Estados Unidos como Gran Bretaña ;: Canadá, en particu­lar y también Francia, Bélgíca y otras na­ciones, insistieron en la idea de que el au­xilio económi<,o a los países no desarrolla­(\Oi-; y, especialmente, a los de América La­j :na, muchas veces se perdía porque éstos hahían desconocido la importancia de la agricultura y porque la mantenían en un régimen social y económico extraordinaria­mente atrasado.

1"1 Deleg~Dn chilena reaccionó, eviden­temente, frente al propósito de establecer como pre requisito la reorganizaeión de su aetual sistema agrario, y presentó una in­dicación para que se 'instara a la organiza­Clon intel'nacÍona'l a ayudar eeonómiea­mente para esa refo'rma y al mejoramien­te del régimen de explotación de 1aR tie­rras, mejoramiento que exige esfuerzoR fi-11ancieros en gran escala; y que indujera ~: las instituciones que conceden préstamos internacionales a fJue dieran ~ acogida favo­rable a las peticiolJf's <le los paises de AmÍ'­r:ca Latina económicamente poco desarro­llados, para la realización de sus progl'a­mas de reforma agraria; así como para q11e pida también a djeha's instituciones que eS­tablezcan condiciones de interés, ~' amorti­zación que no graven excesivamente a los países prekítatarios.

Me detengo en esta idpa. señOr Presiden­te, porque estimo que tal apreciación tie­ne gran fundamento en la realidad de nuestra situaci6n agraria, que he analizado en repetidas ocasiones. ::\0 puede pstable­eerse como un pre requisito, sino que po­,'tría imponerse como una conilición Ri­I1lUltánea: otorgar la ayuda con pI compro­Liso de realizar lasrefol'mas necesarias.

Dphemo:'l (lestI1CI11' qnp los 01'g'llniRmOS in-

t cl'UaCiUllales, sistemá ticamen te. han pi ,,,sto difieultadu; [JanL el financi"lI1Ji",¡10 (Ú' :ltll'S·

(l'OS P IHlH's dl' clesa lTollo agl'Íeo]¡¡ .• \.sí, (,hi­J\'. (}lH' tieu(' el más alto 111 taés ('11 COI1-

1,:1' <,\11\ \),In'm; !le l'egauío destir!aJH'; a tl';111S-

formal' regiones como la zona norte, a lo que me j'eú'l'iré eH fecha próxima. BU ha ]lol._;i­d!, pfpl'Íuul' tales planes. En ('sa zona. ('d­

JlIO Jo han IlpllloRtrado técnicos dt> 1:; "'.\.O .r del Banco Internacional, ,xisfe !ir,:: '\,n extenso desierto. Y podemos deei,' qUl' :-;all­tia go es )'<1 UII pl'P desierto, desde ",1 pun­to de vista (h' la técnica agrícola. Hemos YÍsto eÓlllo zOllas de] Norte que a b¡¡siecíall df' productos a gl'Ícolas a ~antiago y a re-1:.('iol1t'S ('ntel'as üe pr'oclncción minera. hoy no

lo puedell ha epI', ('on ocho años de sequía. Mientl'as en ln NU se plantea como JH'e

l't'quisito la ¡'p¡'()l'mil ag¡'¡¡l'ia, PS justo que Jn Delegaeión ~hilena, junto con las de otros

]Hl ísps. como T ndia, haya hecho la tlhSPl'y,l­

('ió11 PII pI sentido de que si acep+¡llnm; esta idea, también llpdimos que los organis­m os ínter'naeiomdes corn prenda 11 )lUestl'H ) situación y que, cuando recurram.os, dentro t1r términos ¡·1l7.ollal>les, a préstamos inter­!)¡\('iol1ales )lnra ohras tan decisIYilS como e)

l'egadío, se nos concedan éstos, que !Ion eseneia!es panl pfeetulI1' eamhios en la pro­ductividad I1gTícola de nuestro país. Pode­mos vel' aquí. señol' Presidente. una relación ei'tl'e(·hn pntt'\' lllH'stnl situación ('(11H'l'eÍll. rel11. la que estamos viviendo, y la que nos kstá afeetando en los }JrecÍos y en los mer­cados. ('O!1 las grandes doctrinas y h('cho~ que se ;lI1aJiz¡¡n en la NF. Podemm; 1)1'eSe11-tal' el caso ('oucr'eto de planes de (lesarro­llo il p:l'Íeola ampliamente justificados. socín 1 y económicamente. y que 110 encl1entr:m ('1 finilncÍnmipnto actecundo,

·Junto eOll plantear esto. también PS ill­tel'eSilntp anotn1" lOR términos en qu(' ln COll­

frderaeión T nternacional ue 8inui(~atos Li­bres s(' c1irigió a la Asamblea de la NU. Tal

('onf(,oera(·ióll. ('11 la cnal están il(2:'1"npac1as las ,los gl'illHles ot'gilnizaciones norteamer-i­('allas. la Alllerican Federation of Ll1boul' y

pI CJO. ha planteado la reforma agraria (1es(1r sus puntos de "istn. Y, a mi juicio. eso ('8 im])ortante. pues ht ha hecho con ;un srniido de compt'rnsión para palRes ('Oli)O eJ

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1122 DIARIO DE SESIO NES DEI; SENADO

nuestro, Bn su cuestionario habla es1 a. en­tidad de que la reforma ag-ral'ia dl']¡P i'Wl"

efectiva y conduciJ' a aumenta l' 'la pl'odlW­ción agríc01a en vez de disminuirla, Esto es muy impol'tantl', Pal'ece eurioso que esta organización sindical ponga el ¡¡f'cnto eH la prud~ncia y sentido eficaz ('(lH (lue dchl'll llevarse a efecto las reformas agrarias, de modo que en sus primeras etapas no surjan retrocesos en la producción agrí­cola, como ha ocurrido en algunos casos por el trastorno qul' acarrea todo eamhio, ('osa que otros paísrs lr¡m podido soporta l' ~por' ejemplo. México-, pero quP, en el caso nuestro, no podríamos resistir,

Añade la Confederación que "ese fímu}('Í;¡­miento de la reforma agrar'ia dl' los países poco avanzados presenta problemas paJ'ti-culares, 11 causa de la gran escasez ele ea­

pitnles utilizables frente a la inmensa ex­tensión de necesidade¡; qu(' implica el"(1psen­volvimiento de esa reforma", Es particu"" larmente interesante que la Confederación Internacional de Sindieatos Libres reco­nOZca el hecho de que la reforma agraria exige un financiamiento extraordinariamen­te costoso y que nuestros países no dispo­nende una masa de capitales sufieiente para emprenderla,

Señala, como finalidades (le las invf'r­siones que deberían hacerse', las siguientes: adquisición de tierras; explotación dI' las tierras que se l'eclamléll1 y las explotadas de manera insuficiente: diversifi.eaeióll (le la produceión agrícola; estahlecimiento dp in­dustrias rurales y fábricas de maquinarias agrícolas, y la educación, prepar-ación e in­vestigación agrícola, ~L\ f'sto ha bría fJ1H.' agre­gar los planes de regadío,

Por último, señor Presidente, vienen las resoluciones que la Asamhlea adoptó sobre

esta materia, y que no hacen sino ('onfir .. mar los antecedentes que en pI delJate se expresaron, La resolución aprobada rué

presentada por Brasil, Chile, Esta(los Uni­dos, Francia, India, IsraeL Pakistáll. Polo­nia, Reino Unido y Tailanclia, y yo J'ogaría, para no cansar a los ~enad()l'es, quP este documento fuera insertado ell (,J Dial'io d(' Sesiones, pues me parpce (le sumo inte-

l'és y también porque, Pll oÍl'a ocasión, se illsertaron las l'('soluciones ('.orrespoudientes a la anterior Asamblea,

El seño]' Alessandri, (1011 ¡-'('mando (Pn>­sidente),- Si le parece, al Senado, SI' pl'O­

eederá en la forma que señala Ru ~eil()l'Íil,

Acordado, ,-El documento que se acuerda insertar,

figura en el Anexo de Documentos, pág. 1146

El señor Frei,- Sin embargo, señor Pre­sidente, quisiera dar lectura a algunos pá­rrafos de esa resolución que son particu­larmente importantes: "2. Convencida de que en muchos países la estructura agraria y, en especial, el régimen de tenencia de tierras impiden el mejoramiento de la con­dición economlCa y social de los tra­bajadores de la tierra, ponen obstácu­los al desarrollo, económico y son cau-

sa de inestabilidad política; 4, He('ollo<,icll­do qUI:', cuando sea. posible, las l'pfol'1nns dc' los J'egímenes de propiedad de ti('I'If\S <1<,­hen emprend('l'se (l(·¡JtI'o ele un P 1'0(,('1',11 11 <1

genl:'J'al ele ,'e[ol'llla agn1l'in ('Olt el fin de mejorar efectivamente las eoudiciones de vida de los tl'l1hajndol'ps agrícolas: a) (:;:¡­

rantizar al agricultor pl seguro (Usf¡'ute .1(' la posesión dI:' las tierras a fin dI:' I:'stimu­la1'1e a me,jora]' su productividad y CO!1sel'­Yal' sus reeursos, y la posihilida,l d., eonSCl~ Yal' una pal·te equitativa de la produeción: h) Brindar al agricultor la opo1'Íunidad de llegar a ser' propietal'io de las tierras".

Como se Yé. señor Presidente, también fa Asamblea de las Naciones Unidas se preo-enpó en esta ocasiólI, en forma especial. (h'

la situación de vida de los traba,jadores, No quisiera extenderme mayormente sobre este punto, pnf'S habriÍ más oportunidades (1(' refe1'Írse a él, pero quisiera señalar que, en

el tema "Nivel de "ida de Ja ll()hI¡)('i6" trabajadora", la Asamblea aprobó, por 49 votos, una proposición que dice así:

"Considerando que la evolución gl:'nel'a1 de la situación económica l1mnd:al, des(1e r 1; quinto período de ,sesiones 'de la Asam, hlea Genera J, puede influir desfavorablll­mente en la estabilidad económica de 11111-

ehos paÍsf's. r eonsiderlllldo qne tnlll hif>1l 1'11

muchos de ellos ha !lirml11111í<1o (,1 nllo!' !'enl

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SESION 2-1.a, EN 2'3 DE 1IARZO DE 1952

de los salarios debido al aumento ,le lw pl'eeios y a la inflación, lo eual puede tam­bién influíT desfavorablemente en el llivel de vida de la población trabajadora; 2. Re­

eomienda <[11(>. panl comhatil' la inflaeión y mmrtenel' y eleyal' el niyel dcdda gr'llO· ral de su población. todos los 11icmhros (le las Naciones l~nidas dediquen espe(~ial

atención: 1), en la esfera nacional, al au­mento de la producción de alimentos y dp bienes dp COllsumo, a la rrclucción de las (~aJ'gas fiscales que pesan sohre los s('cto­res de la población cuyos ingr'esos SO:1 ha­jos, a la aprobación de una legislaeif:l w-cial y de otras medidas encaminadas a me­

jorar las e~)ndiciones en materia de hig;i'l!(" ,,'n-ienda y enseñanza y a fortalecer los de­

rechos sindicales; y JI), ('n la esfera in­ternacional, a la promoción ele J'elaeio]],o.<; económicas comerciales entre todos los pHí­ses".

Si se conjuga esta dec'laración con las J'ésoluciones de la reforma agraria, qu" Sfi

van a ins·ertar, y qUe inciden de una ma· nera especialísima en la-situación de los (bre1'os y de los pequeños propietario's agrí­colas, puede observarse ·que el espíritu qne lJa animado estas ]'esoluciones es esencial­mente de progreso y <le justicia sociales y de Rentido humano, Yo diría, señor Presiden­te, que coincide COn todas las tesis del so· rialcristiani'Smo que hemos defendido en Chile

¡Todos los que han tenido la snerte de poder conrurJ'ir a alg'unas. de las sesiOlws de lns ~aciones Uni<1as en que se ha abor­nado e'Sta materia, han podido observar que la actitud unánime de todos los países del mundo es hacer participes a todos los hom­bres de las ventajas del progreso técnico, de L distribución racional de las rentas. po­sibilitar el acceso- de los- fi'abajadores a la propiedad de la tierra que cultivan v el I'espeto por el esfuerzo humano. .

Estas dos resolucionps sobre reforma agraria y situación de lo's trabajadores agrí­colas y de los asalariados en g-enera1. imprimen una línea dE' conducta a esta 01'­g-anización que debe ser meditada por nues­tros legisladol'f's. y son Un ejemplo del modo

en que estos grandes países han estado <1 bordando el problema social. .

PO'l' úlijimo, voy a referirme ..--lblfeve­{[Icnte, porque el Honorable señor Maza ya 11ft trataao esta matena- al otro gran te­ma que se viene analizando en las Naciones PnÍ<1as y que (lice relación a Jos planes de (le8ar1'ollo económico y, lo que ~s más im­portante. al financiamiento de dichos pla­nes.

El Presidente del Consejo Económico So­cial, Delegado chileno señor Santa Cruz, en Ginebra, el 21 -de septiembre de 1951, pro­nunció Ull discurso en el cual resumió al­"'unos datos estadistico'; proporcionados por o • los técnicos de las Naciones Umdas, y en-tre ellos señaló los siguientes:

"1.o.) Que el Banco Internacional para el Fomento ha prestado en seis años de ope­raciones sólo 554 millones de dólares para

1 11 ,." proyectos ele (esarro o economlCO . Esta cifra ele 554 millones de dólares l'e­

snlta yerdacleramente absurda si, al mismo t.iempo, se considera que todos los estudiQs de los economistas que las Naciones Uni­(las hall contratado, y que son en este sen­tido ·13S más altas figuras del mundo, esti­man que, a menos de producirse un flujo de capitales del orden de los dos mil millo­JIPS ele (lólaJ'ps, anuales, no hay posibilidad dl' desaJ'J'ollm' los planes económicos pro­puestos.

Esta sola eifl'H indicaría. de acuerdo con los té('nicos üe las Naciones Unidas, que (lehien1 ha1)(']' existido un flujo, en los úl­timos seis años, de doce mil millones de dólares. pI cual se compara con sólo 55·{ millones rle dólares, que es la suma realmen-1(' prestada.

"2.0 \ Ql1l' (' l Punto Cuarto.. iniciativa. magnifiea ('H su concepción y en sus ob­jetivos. no cuenta con medios financieros superiores a 200 millones de dólares al año.

"3.0) Que del total de más o menos q6 mil millones de dólares de inversiones internacionales y coloniales, públicas y privadas" -y ésta es una cifra, se­ñor Pl'psic1entc, que debiera hacer medi­tar a nuestros g:obernantes- "hechas c1e~·

pué s dp la guel'l'H y hasta 1950, sólo 16 se hiciel'on en raí~es insuficientemente desarro-

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1124 DIARIO DE ~~ESIO XES DEL SENADO ---=================

Iladol'l, que comprenden el 80 por ciento de la población del mundo.

O sea, señor Presidente, de 36 mil millo­nes de dólares de inversiones sólo 16 se hicieron en países subdesarrollauos. Voy a dar después un dato complementario que reafirma esta cifra -confirmada por los técnicos de las Naciones Unidas- y que parece inverosímil.

"4.0) Que, atendidas las alzas de precios entre 1920 y 1950, el flujo anual de capi­tales a países subdesarrollados, iUf'lnyendo subvenciones y préstamos y la !)(>ci6n del Banco Internacional, ese flujo es igual o inferior hoy en día al que había en los años 1920 a 1930".

Recuerdo que, en una sesión del Consejo Económico y Social realizado en Chile, pu­de establecer que en nuestro país, entre los años 1920 y 1930, había hahido un flu­jo de capitales, entre' préstamos y ventas hechas por la Nación, superior casi en tres veces al flujo de capitales habido r,11t1"C 1940 y 1950 y que, en consecuencia, todos e:,tos organismos realmente no se podrían justifi­car si tales hechos eontinuaran.

Generalmente, algunos periódicos respe­tables, en nuestro país, insisten con maja­dería en decir que no debemos apelar a las Inversiones públicas y que deben c1n,r'le fa­cilidades a las inversiones privadas. lIneen esta afirmación sin estuiHnr ]O" hechos. T,as inversiones privadas, (lrspnés de ]a guerra, han sido prácticill1t\~nte insignjfj­cantes en el mundo entero. Más [lnn, de todas lag inversiones (1e capitales privados que se han hecho despl1~!l de la guerra el' países insuficientemente· desarrollaáü,;. fn 10'1 cualeS' incluímos a todos los de Amédca Latina, un 70 por ciento ha sido d,'stina­do a actividades petrolífe}o:)s; y el l'esto, a empresas subsidiarías ya eRtahleddas en estos p1\Íses. Estas III 18mas i nformai'101h's de las Naciones l-)lÍdas comprueban que las inversiones extranjeras y llaci~)r,ales, pú­blicns y privadas, (·n los mIsmos paIses, en aquél perÍodp, podrían c-kvar la renta anual per cápita, en sólo un 314%.

Más aun, según el "Estudio Económico .1949-1950", publicado por el Secrdal'lo Ge­neral de Jas Naciones Unidas, "tomalldo la'l

(>stadisticas de 70 países, se llega a la ('011-

c1usjón (le que doce de estos 70, compren­(liendo a una tercera parte de la pohlaci,)n mundial, disponen de sólo un 4 por ciento

. dE la renta total, a razón de mellOS de flO éiólares por -habitante. Cuarenta países, qu(> incluyen casi los dos tercios restantes de la póblación mundial, disponen del 15 por dento del total de la renta del mundo y

- de menos de 200 dólares por cabeza". Una minoría, entonces, inferior al lO por ciento de la -población del globo, digpoD" del 81 por ciento del total de la renta del mundo, y por cabeza negan~ a disponer: como en el caso de Estados Unidos, hasta 00 1)"00 (1<1-I¡¡res al año.

"Las cifras anotadas, dejan en'- claro la imposibilidad de ningún ahorr.) aprepiabh'. que permita inversiones importantes para aceJrJ'al' el desarrollo de les mismos pníses. Esta renta no alcanza para 1a'3 necpsid;Hl(>f; vitales de commmo de la población"-

Et>te ant(>cedente, señor President~, es, a '--111 jl1iC-ln, <1(' tal €nv(~rgadut':::' qu,~ jll<;tifi­ea por' sí solo todos los planes de desl1l'1'o-110 pa~a las na.ciones subdesarl'oHadu3. No pued(>n insistir las grandes potencias en que sean esos países los que financien su propio desarrollo, porque esas cifras están indicando que' ellO por ciento de la po­hhtción del globo dispone del 81 por ciento del total de la renta del mundo y que que­da sólo nn 19 por ciento de ciicht1 renta. n! rrstante 90 por ciento de la población mundial, para poder financiar sus planes el(' c1esenyolvimiento.

Pero hay más, señor Presidente. ~e ha podido establecer, y consta en los informes insertos en el citado discurso -lamento no poder detenerme más en este ü'snnto-- 1.0) c¡ue los países subdesarrollados se han eJl1-poln'('cido (>n los últimos diez afíos; 20.) q,w, 1'11 ese lapso, se ha continuad" acentuando (>J d<?sniv(>t de prosperidad eutl'0 dos sef'to­¡w;: del mundo; 3.0) que aquellos países diR­})'men de menos articulos aiiment1.e1os que hace diez años; 4.0) qu(' el problpma só]'-' puede Sf>r resuelto mediante invel'siCJ1H's ,J". \,<11'jos niiles de millones de dólares; 5.0 Que f'stáD imposibilitados par::l, financiar in­tf'l'nament(' ('1 iléficit (l" capital nE'Cf'RIWio,

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SESION 24.8. EN 25 DE MARZO DE 1952 1125

norque, entre otras cosas, no tielH'n la com­pleta fiscalización ne sus recursos l1atm'a­les y porque una porcil5n considerahle .r desproporcionada de la renta proveniente de ellos se exporta al extran.im'(I; 6.0) que fas inversiones privadas internacionales en estos mismos países son muy pequeuas en relación can las necesidades, y casi nulas en el campo de nn autfntico. desulTollo eco­nómico, y 7,0) que existen en el mundo los l'e('ursos naturales, de mano de ohra. tf.cni­cos y financieros necesu?'ios para enfrentar el problema en forma seria y decisiva.

Estas no son concluRicllle:> superfieialp:-. sino el rHsultado de informes de rxper'tos, nomhrados especialmelltr, informes 1'11 los ('uales han participado 'los b.)mhrrs más destacados de Estados Unidos. Caua(M v Europa occidental. .

Todos estos antecedentes rigen pcl1'a ~\mr­l'Ícn IJatina de una manel'a cspeeial. En la t'dieión dominical dP1 New Yo!'k Times, del 10 de marzo, viene un cuadro grlifieo que lamento no S(~ pueda::'cprodnnir en el Dia­rio de ~esionc¡;;. porque insteuil'Ía a h opi­nión pübIieft de Chile mucho más que Ya-1'Íns lihros.

SeñaJa ese ruac1ro cuáles son las inver­l'1ione1' extranjeraH (12 Estados Gni,los dYs­pué s de la Guerra. las que aSeil'llc1en :1

35.500 millones de dólares. De éstos, 6.200 millones se han invertido en el IJcjano Orien­te: 1.100 millones, en armamentos, y 5.100 millones, en ayuda económica. En Austra­lia y Nueva Zelandia, fueron invertidos 50 millones en armamentos, y 1.:300 millones en ayuda económica; en Europa, V100 millo­nes (son cifras recientes) .-m nrmalll('ntos. y 23.400 millones ('n .1yuda económica .. ,

El señor Ocampo,- Que sÍlTen tamhién para fabricar al'mam€lltos.

El señor Frei.- ... : en Africa, 800 mi­llones en armamentos. y ] .500 millones en ItTuda económica; en ..:\.n! ~d('a Latina . 60 millones en armaníent(\s. \. 700 lailÍonl"s (para el fota 1 al' eRte eonti;1r.,·¡tr) I?ll n~'ll­da (>(,0nómie[l.

('omparemos las ('iEras l'('l~tiYas a a~ 1[­

da económicn para AméJ'ica Latina. con Jos 2:3.400 millones de dól::m's l'fcibidos pn]' Europa. ron los 1.,100 milhm's qn.> hnn 1(1"

al Afl'icn. con los 5.100 millones destinados al J-1ejano Oriente y con los 1.300 miHones -casi el do.ble de lo invertido en toda Amé­dca Latina·-- que han lle!!ado a Australia y Nueva Zelandia. Esto quiere decir que uuesh'o continente, dentro de estas líneas, eRtií con llenado ; que nuestra América La­tina está en una situación ext.l'aot'(linal'ia­mente difícil. Nosotros hE'mos insistido so­bre éRta mat.eria en el Consejo Econ6mico y Social, y la Delegación chilena, especial­ment.e un Delegado permanente como Presi­<lent.e de esa entidad, y el señor Schnacke, eomo lo reconoció t.an objetivamente pI Ho­norable Reñor Maza en su informe, han des­pll'g'ac1o una labor de una calidad, de una 111<le])enOe11Cia y de nn valor extraordina­rios.

Yo. señor Presidente, por mis convic('io­neR, por ]0 que considero que es la ubica­eión geográfica de Chile y por las ideas qur sustento, creo que el nuestro es un país que dehe entenderse con los EstadQs Unidos d(· .:\ot'feamérica y con las democracias occi· dentales: pero estoy. asimismo, convencido <1e que el peor servicio que ie pcdrú',1l10s ti!1 cer a eflta cuusn sería cometer la cobar­¡Hu de no señalar las cifras que nos están cOlldenando pl'ogrf'sivamente a Hna situa­('ion económica desesperada.

:\iuestros países han hecho un f'sÍlwrZ'o. ~i. hubieran recibido la a~"Uda COl'1'espon­diente a su población, a su import:wcia y a su ext.ensión y relación geográfica. ha­hrían podido realizar, durante l(\s últimos años. una gnm labor de progreso s(wiaI y. dE' estahilidad de sus institucloEfS demo­crátif'as.

Estas (·i fras no son proporci.onadas, señor Pre"ídentf'. pOl' gente superficilJl, llÍ por gente que desf'e Cl'ear som'bras dentro de las clf'mocracias occidentaleil, P'n' el ('ontrn­rio. ninguno de estos informes ha sido pro­pOJ'cionndo pOI' personeros de los países I'onsiderados "tras la cortina de hie-rro", No, Son in::deses. Ron francesf's, son belgas, son ;ll1le]·ieanof<. son canadienses quienes: los (·mitieron. Estos informes han sido entre­g'ados pOl' la Sp(~l'etm'ín General de las Na­eiOlws Cnidas.

Yo (~l'e() qUf' eOIlOOT y profundiza:' estos J¡(.(.J¡, •. ~ ('n <1 .. 1.Jitlil j'(I!'m¡l por' ·lluestJ'o,;¡ l.)gis-

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1126 DIARIO DE SESIO XES DEL SBNADO :=== •

ladores, por la opUllon públicll del País y por 'nuestro Gohierno, es de- una importan­cia extraordinaria. Desgraciadamente, en la última reunión de las NaeioneR Unidas, (-ti

el aspecto económico y social, nuevarwmte no se avanzó en forma coner'eta ,)11 d lla­mado "financiamiento de los planes de des­arrollo". Se avanzó en el conocimiento del problema, en su exposieión. en 1m dolorosa rfalidad, pero no en lo tocantü a :;us reme­dios, a pesar de que nuestl'O Delegado en el Comité Económico lib-rlj una batalla ey('epcional.

ISeftor Presidente, hago est,) anáHsis en la esperanza de que la voz de un represen­tante, del legislador de un país afectado l)(it' estos renómenos, plH'da llegar' hasta las Naciones Unidas. Creo que éstas deben re­cibir las corriente de opinión y los pensa­mientos, por modestos que sean, de los más lejanos países. Debo dejar constancia de la desolación que produce en el ánimo de un demócrata convencido el hecho de que no se avance en estos planes de desarrollo en forma realmente eficaz.

Así como me complazco vivamente en la actitud adoptada PO)' ]a Delegación chilena, que rné acompañada --y esta ('8 la -ver­dad, la palabra no es preteIleiosa- por la I1wyor parte de los países asisteíltes a las ;\j·p.dollf's TTlJidas, tt"ugo que reconocer que lfls }'esultados no fueron proporéiollados a los esfuerzos desplegados y il ln n~'g€ncja del problema.

PC>l' último, si'ñol' P~'p_~idellte, qlU8Wl'a unirme a las expresiones tan elocuentes del Honorable señor Maza. 'reng::> el conven(~i­m.H'nto de que a nuest1 '08 países, precisa­mente por los hechos qn,~ aqul he manifes­tado, les conviene partienlarment0 h~ rxis­tem'ia de un organismo donde ('stos pl'ohle­ma~: tengan cabida y se rl'J¡'i a CO!fOcer. Esto ~s de un interés trascendentai par~l su des-óno. .

Estimo qlH' no puede haber superfi­c'illlidail más torpe que la de psa gente que di"e: "ése es un lugar par .. ) dis~nrsos, para propaganda". i Qué ridículo ~ Es el mismo argumento de los nacista;; t"üntm lo~ P:1l'­hnil('l1Íoii ('TI Jos paí"f'<l EI1M rliCI'D qUí' "11

,:;~ Pal'lamentos se vieQe :; hablal'. Bfi'cti­yanwnte, pero se .-ielle il (,Xj)ouel' Jos pr')­hle1l1as públicos. para d:lI'~~" slllueión. Bn ,~,te Sf-llti l'i, las Narjo'l('; Unidas rOlistiVI­::UI eJ P¿¡}'lamento del l!.lllIlClo, drmde hay una tribuna parll oír las opiniones. y los qlh' 'ligan que esto es ~tl1'lHl están descollo­"!t:lI'lo nnn de las gn:rlclLs l'ealidades his­j:}rlcas. No hay naíses m5J 1nteresados en </u.' esa tri huna se mantenga que, precisa­mente. los nuestros. Y {-sta es una de las verdades más importantes que se han expl'e­sado en este hemieiclo, ('01110 Jo decía el HOn01'llhle sellor Maza, que ]0 comprohó pel'Honalment.e, como pude comproba!'lo yo también en la Asamhlea anterior'. Y es im­portante que se señale aquí el hecho de que no existe sólo la di-visión de la ~ucrra fría entre }}stadüs Unidos y HUSlu, sino que exis­te otra división: la división m1tl'c los pue­blos no desarrollados y los super-industria­lizados. Ahí se libra la ha talla que es llue~­tra.

Míentr-as no logren los paises pobres una clístl'ibución más justa de la renta mundial. necf'saria para que eleven su nivel de vida, si bien no estarán fl'aCaRaaOR; quedarán. en gran medida, limitados. .

El señor Ocampo.- Señol' Presidente, la supresión de la sesiÓn de mañana me ob'Ji­ga a intervenir en esta oportunidad.

Mi objetivo era referirme a algunos con­flictos obreros que deben merecer la aten­dón del Parlamento y del Gobiemo. pero la intervención de los Honorables 'señores ::\ofaza y Frei me obliga, también, a decir dos palabras acerca de la Organización la" Naciones Unidas.

Discrepo 1'11 algunos puntos, naturalmen­tt;, de la cuenta que, complementada con ¿¡lgunos valiosos aportes del Honorable 'se­lior FTei, nos ha dado el Honorable señor Maza, a quien, dI' todas maneras. debemos Rgradecer la benevolencia y valentía que 'ha tenido al señalarnos, en cumplimiento de su deber, las actividades desarrolladas por la Organización de las Naciones Uni­das y por la re'Pre~entacjón del Gobierno en la misma.

Pero los trabajadores del mundo -y ha-1110 como tra'bajadol' chileno- estamos to-

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SESION 24.a, EK 25DB MARZO DE 1952 1127

talmente deeilusionados de la mayor parte de la labor desarrol1ada por esa Organiza­ción. Pensamos que ella se está apartando, úÍa a día, de las resoluciones que tomaron los hombres que vencieron al na cisma y al facismo en los campos de batalla, y del eS­píritu de los acuerdos de las Conferencias de Yalta, Potsdam y San Francisco. Esta tlt'silusión se debe a la prepotencia y pre­ponderancia que, en esa Asamblea, deten­ta Estados Unidos de Norteamérica.

El di'Scurso del Honorable señor Maza, 3, quien respeto como el que más en esta Corporación, continúa, naturalmente, aun­que sin manifestarlo abiert.ament.e, lit línea política que ha tenido el Gobierno. desde hace tiempo, frente a la lucha que, en las Naciones Unidas, se libra entre dos políti­cas: la de la Unión Soviética y las Demo­cracias Populare'S, o política del progreso, y la del ,bloque imperialista, o política del pasado, que pretendl' sostenerse en el mun­do entero.

oiJo interesante que aUn perdura en la Asamblea de las Naciones Unidas, es que todavía se pued0 exponer allí el pensamiento de todos los pueblos y que los trabajadores puedpll escuehar lo que allí se dice.

Quisiel'H fuera I'l'alidad lo qm' h,1 di­cho el Honorable señor Frei en orden a que los países pobres, dependientes de cualquil'1' }!a1s capitalista, especialmente del imperia­lismo norteamericano, como es el caso de América Latina, pudiéramos unirnos para repeler la agresión de que somos víMimas.

Pero ¿ qué vemOs 1 En las Naciones TI ni· das ha.y un país grande y poderoso (lUe ()~pecula diariamente con el problema de la lucha contra la agresión o del posib'le agre­N01'. Si nosotros miramos el problema de América Latina, llegaremos a la concln­,~jón de que el único agresor que hemos te­nido permanentemente ha sido el imperia­lismo norteamericano. Allí están, señor Pre­.ddente, para ~omprobarlo, casos como -e'l ele Colombia, país al cual le fué dividido su 1 erritorio para dar lugar a la construcción fiel Canal de Panamá. Sin embargo, afor­tllnndament0. ell Panamá existen CÍudada­. 'o:,; que han sabido y saben rebelarse, co-11:0 lo llPJllOS \'i~fo, Pll ('onh',l (11'1 op1'r<;o1'

norteamericano. Además de Colombia, ahí está México, que ha perdido la mitad de su territorio, el cual ha pasado a manos de :Estados Unidos; ahí e§tá Nicaragua, que sufrió hace algunos años la invasión norte­ltmericana; ahí e'sta Guatemala, reciente­lr.ente agredida por Estados Unidos, y aquí tenemos a Cuba, a Chile, a Bolivia, a Cos­ta R.ica, al Perú, a Puerto Rico, coloniza­do a la fue¡'za bajo la bandera norteame· J'iean:1, y il tollas las naciones de Latino­américa. actualmente agredidas económ~ca y militarmente por la nación del Norte.

Estas cosas no se dicen en las Naciones Unidas, porque, como lo ha expresado el Honorable señor Maza, la discusión de es­tos problemas ha tenido que soslayarse. Es­to ocurre porque, en ese organismo inter­nacional, hay una mayoría que cierra los ojos cuando Estados Unidos así lo ordena. y lo peor es que nosotros. qul' podíamos trner cierta independencia para discutir estos problemas -me refiero a nuestra po-1ítica internacional según la apreciam(}s los tra'bajadores-, no lo hacemos. Y creo que de la misma manera estiman estos proble­mas todos los trabajadores democmticos dr América. cuya opinión puede oh'se en las reuniones de sus sin-dicatos.

Siempre e'stán los representantes de Chi­jE: sirviendo a Estados Unidos como una es­reeie de mandaderos. Lo que no son capa­CI'S de decirlo los propios "yanquis", no faltará alguno de los países de Centro o Sudamérica que lo diga. Igual cosa ocurre el~ Asia y Afriea, donde domina e1 capita. lismo norteamericano por medio del Plan MarshalI y ~l Pacto del Atlántico, planes y pactos, 'Por lo demás, eminentemente bé­licos .. ,

El señor Frei.- h Me permite una inte­lrupción, Honorable Colega T

Creo que las observaciones de Su Seño­'l'Íason extraordinariamente injustas,

La De'legación chilena ante las Naciones Lnidas. cuya actuación conozCo -y lo in­"ito a que lea la relación a que hace un momento me he referido-o en numerosas cr'asiones ha estado en violenta. contradic­c-ión ron los planteamientos económicos y !"(Il·ial!'" formlllados PO]' la Drlegación de

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1128 DIARIO DB SESIO "ES DEL SENADO

Estados Unidos 11 otras grandes potencias. Ha mantenido una actitud de absoluta in­dependencia y ganado votaciones en con­tra de proposiciones sustentadas por Esta­dos Unidos, que ha respetado nuestra po­sición en un plano de dignidad y aprecio mutuos.

El señor Ocampo.- Un día de estos. traeremos al Senado -un cuadro con Jn re­lllción de las votaciones produeidas en el seno de las Naciones Unidas. Por otra par­te, Honorable colega, no me he referido en especial a la 'reciente actuación de la Dele'gación chilena, sino a la línea que ha seguido nuestro País en general.

Deseo decir algo lliá's, pero antes daré :.¡ conocer un he"ho verdaderamente extraor­dinario. No Sf. si el señor Santa Cruz envíe un cable desmimféndolo. IJa verdad es que. cuando estuve en Estados Unidos, en una de las primeras sesiones de ese organismo, 'que se efectuaba en Nueva York. en 1947, euando nuestro País rompió relaciones con la Unión Soviética, Yugoeslavia y Checo­eslovaquia, 'e] señor Santa Cruz me dijo personalmente r¡ue él !la'bía enviado una comunicación al Gobierno de Chile -me mostr'ó parte de 1a- copia de una carta al respecto-, donde expresaba que ~1 se sen­tía desautorizado en 'in actitud ante las Naciones Unidas.· porque él sostenía que '-.. uestro país debía estar cerca de la Unión Soviética y de las naciones f!.emocráti.cas, por ser ésta, a su jüicio, la mejor actitud para defender los intere'ses de nuestros pueblos, amenazados siempre por el impe­rialismo. Agregó el señor Santa Cruz que s('ntÍa vergüenza al entrar al recinto de se­siones, por la forma ('omo 10 miraban aho­ha esos Delegados por haber aceptado aque­l1a actitud. Si él se 'Sometió después, fué, pTobablemente. por las instrucciones que le dió la Cancillería o nuestro Gobierno. Acep­tó continuar una lucha -en la cual se ha ca­racterizado, en los ú1timos tiempos, por sus repetidos ataques a los repre'sentantes de la Unión Soviética y de las 'l1UeVaR rterno­('radas.

Ahora, otra cuestión: Si los Estados Unidos se negaron a <le('p­

tal' aquel ingreso de 14 J1Iwiones, que nos da a conocer el H. señor Maza, nadie se ex-

plicn por qué Chile 'le negó también a acep­tarlo. Si Estados Unidos no acepta el in­greso de otros l)aíses a la Organización de las Naciones, no nos neguemos nosotros a admitirlos. N o podemos desconocer que hay millones y millones de seres humanos que requieren un sitio en las Nacione" l:niaas y a las cna h's se niega este derecho. ¡En cambio, se sostiene a Chiang Kai-Shek, y ~·.e despl'eein a la República Demoe!'áticH de China, con 450 millonef> de seres! Creo que las Naciones Unidas deben reconquistar en el mundo su prestigio como organismo in­ternacional, creado para el manteni.ruie~lto (le la paz.

Pero, si las Naciones Unidas niegan sus derechos a algunos países; si hay un P;lCt.O

del Atlántico, que ha servido para lanzar una ofensiva contra determinadas naciones; si hay un Plan Marshal1, que no ha sido otra cosa que un sistema de someti"nlento 11 los Estados Unidos y que se está admi­nistrando para el aplastamiento de 10,5 i"lí­ses europeos; si la misma Conferencia de vVáshington en su cuarto punto impoJ'ta un sometimiento de nuestras economías primi­tivas; si hs Naciones Uni(las le dan la es­palda a estas cosas y prefieren ignorm' (¡Lle. en su. propio seno, se está preparando la guerra, no es difícil concluir, entonces, que alH se habla mucho de paz, pero que, en verdad. no se labora por la paJI.

Así, tenemos, por ejemplo, el caso de Alemania. sobre el cual ya nos ha indieadü algo el Honorable señor Maza, y yo tengo a la m:.¡no una revista en la que se repro­duce una versión de lo que sostuvieron Bolz, y, si no me equivoco, el doctor Evert, que represent.aban a la Alemania Oriental. & Qll¿ demostraron estos personeros de Alemani'l Oriental? Que actualmente Alemania Occi­dental (lebe soportar cargas que se eleval1 a 15 mil millones de marcos al año, por efect.os de la militarización. lo que da ori­gen a una gran elevación de los impuestn". En cambio, en Alemania Oriental -en la cUí1l he estado y he comprobaélo personal· mente estos hechos. como lo han podido hacer otros delegados chilenos que 110 son comunistas-, los l)recios han bajado del 15 nI !=lO po.r ciento en este último tiempo; adf'­más. no hny eesnntes. Bn eambio, en Alr-

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SESION 24.a, EN ;23 DE ~IARZU VE 1952 1129

mania occidental, que man-ejan los gran­des capitalistas, existen más de 300 mil ce­santes, que elaman por trabajo.

Estos hechos son los que a nosotros nos hacen pensar que las Naciones Unidas es­tán fracasando. Se me podrá objetar que pueden cambiar las cosas, y que la Unión Soviética, junto con otros países, puede constituir mayoría en las Naciones Unidas, y esa mayoría se encontrará con las mis­mas dificultades que hay actualmente. En­tonces habrá quienes dirán que las cosas no son tan sencillas como decía el Senador Ocampo, pues ahora son otros los que pro­testarán. Ese sería un argumento falso, v si así fuera, la NU, en lo futuro, sería ta111'­bién inaceptable.

Las N aciones i~Unidas son un organismo creado pan'- la paz y destinado a defender los intereses fundamentales de la humani­dad; ha permitido, sin embargo, la masacre d; mujeres y niños en Corea bajo su pl"0-

PUl bandera, un crimen que los trabajado­res del mundo jamás le vamos a perdonar. En el territorio de Vietnam están también asesinando a los patriotas ;ue sólo desean la libertad de su patl'ia; en fin. al igual que en Corea, en Egipto y en numerosos otr0s países está ocurriendo otro tanto.

Estos hechos no los deberían tolerar las Naciones Unidas, }wro los aceptan porque la opinión de los Estados Unidos determi­na la de casi todos los demás países y. so­bre todo, la de los de América Latina. Co­mo muy bien lo vemos en nuesh'o propio país, no somos independientes, sino que es­tamos sometidos a la política económica e inteJ'IHlcionlll ae Norteamérica. Muy demos­trativo, al l'espeeto. es lo que ha ocurrido a propósito del problema del cobre. Sohre el particular. el Delegado de la Unión So­viética dijo que, en Chile, a los obreros cu­príferos se les pagan 80 centavos de clólal' al día; uno de los representantes de Esta­dos Unidos protestó y manifestó que se les paga igual que a los obreros de los Esta­dos Unidos, o sea, de 9 a 11 dólares. Inter­vino el Delegado de Chile. señor Hernán Santa Oruz, quien dijo que ni uno ni otrn tenía la razón, pues al obrero chileno se le pagan 4 dólares. Pero ni el Delegado de

Estados rllirlos ni el señor Santa Cruz di­;jrron la wrc1lld. pues en Chile se pagan 80 ccnillvos (le dólar a los obreros del cobre, y mucho menos, también. ¿ Por qué se mien­te, señor Presidente? Y todavía un señor de 'Van Str'eet se ha permitido la insolencia de protestar, l)orque el señor Santa Cruz no dijo que se pagan ocho u once dólares diarios a los obreros del cohre. En otras pala bras. se protestó contra la Delegación de Chile, VOl' no haber defendido los inte­reses de algunos ms·gnates de los Estados Fnidos. Estos magnates de las cacerolas o (le los sombreros. del cobre o de cualquier producto qne los Estados {'nidos que se 11e­,'on de estos países, creen que el señor Santa Cruz tiene la obligación de defender los in­tereses de "\\, a11 Street. y este hecho no mereció una protesta de parte de nuestro Gobierno, sino una simple aclaración. Es­tas cosas que ocurren en la l\ru, que no tienen mayor repercusión en el Pals ni en el Parlamento, nos hacen pensar que debe­mos preocuparüos mucho más de los pro­blemas que allí se debaten y dejar las cosas que allí ocurren en su justo lugar.

El señor Maza.- Con la venia de la Me­sa, rogaría al señor Senador me permitie­ra una interrupción.

El señor O campo. - Con mucho gusto, Honorable colega.

El señor Maza. - Es la única manera que tengo de contestar las observaciones qne está haciem10. pues entiendo que la pró-1'l'ogn (1e la hm'a dura hasta que Su Se­fíol'Ía dé término a su discurso.

El señor Ocampo.- Ahora me voy a re­ferir a los préstamos de dólares. tema que tocó el Honorable señor Frei.

RlWg'O al Senado me perdone que hable t'll forma improvisada, pues no t.raje los. a ntecpdentes pertinentes, los que daré a co­IIneet' en otra oportunidad.

;Por qué presta dólares Estados Unidos al margen de las Naciones Unidas? Todos sabemos que continuamente se conceden millones y millones de dólares para fomen­to económico y otras inversiones y propó­sito~. pel'o la verdad es que, entre los prés­tamos para otros fines, se incluyen tam­hién nuevos millones para armamento. Y es-

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~ "

1130 DIARiO DI:; ~ESlU Sb:S DBL ):jENADO

tos préstamos hay que pagarlas, con inte­reses, señor Presidente. Se trata de prés­tamos hechos por los Estados Unidos, al margen de las Naciones Unidas y los paí­ses que se dicen beneficiados van a estar agohiados por estas deudas durante mu­chos años. Esto es el fracaso del sistema capitalista, que pretende afianzar la NU. Para que esta institución sea verdadera­mente útil y necesaria, es indispensahle que haga cosas más positivas y asentadas en la tierra; no es posible que se convierta en un centro destinado a que los Estados Uni­dos dirijan a las naciones pequeñas y de economía dependiente, y las dominen. Ojalá que algún día sea realidad el sueño de los Honorahles señores Maza y Frei, en el Sf'll­

tidó de que los países dependientes de Amél'ica Latina puedan formal' un bloque para defender (nuestros territorios. nues­tras materias primas, nuestros intereses, nuestros !homhres ,y nuestras mujeres, ~ para que no nos encontremos ante el peli­gro de que, inclusive, sirva para enviar gente a Corea a defender los intereses nor­teamericanos.

Concedo la interrupción que me solicitó el Honorable señor Maza, pero después de­searía terminar mi intervención dando lec­tura a dos o tres telegramas que he reci­hido, relativos a conflictos obreros nacio­nales.

El señor Maza.- Gracias. Honorable Se­nador.

Deseo agradecer, ante todo. tanto al Ho­norable señor Frei como al Honorable se­ñor Ocampo, las palabras benévolas que han tenido en relación con mi reciente inter­vención en el Senado.

Me voy a referir sólo. a dos aspectos <1d discurso del Honorable señor Ocampo: pri­mero. a la conversación que él tuvo el año 1947 con el señor Santa Cruz, en Nueva York; y, en seguida, a esta incomprensión en que nos encontramos él y yo, respecto de la' posición de Chile dentro de las N a­ciones Unidas, especialmente en relación a lílS corrientes que allí existen.

En cuanto al asunto del señor Sm1ta Cruz, en esa fecha me tocó uresidir la dr­legación chilena ...

El señor Ocampo.- Exactamente. El señor Maza.- Como recordará el Ho­

rcorable Senado, poco antes se había pro­ducido en Chile un cambio brusco de fren­te, en la política gubernativa. El señor Santa Cruz, antes de ese cambio, estaba de­fendiendo, como es natural, la anterior po­lítica del Gohierno y, en consecuencia, va­rios de sus discursos fueron incluso sim­patizantes para con los países que actúan bajo la influencia de la Unión Soviética.

Después del cambio de frente habido aquí en Chile, por razones que son conoci­das y que, seguramente, el Honorable Se­nador no encontrará justificadas -otros lo estiman justificado-:-, la actitud del f,eñor Santa Cruz tenía q!te cambiar.

Cuando llegué apresíd1r la Delegación de Chile ante las Kaciones Unidas, toda­vía no se habían roto nuestras re1ac,iones <,OIl la Unión Soviética, de modo que tuve varias reuniones con los Delegados de ese país, los señores Gromyko y Vishinsky. Incluso cumplí con una éomisión que me encomendó nuestro Gobierno ante el señor Vishinsky para tratar de cons'eguir la sali­da de Rusia de] hijo y 'de la nuera Ue Iluestro Embajadór, que ya se había retira­do de 'su cargo, gestión que no tuvo éxito.

De modo que bien puede que sean exac­tos los términos que ha re~ordado el Ho­nora.ble ,Senador. Seguramente el señor Santa Cruz no estaba entonces al cabo de 10 que aquÍ había acontecid(l, de los 'descubri­mientos que hizo la SecciQn de Seguridad y ele todos los demás hechos que, finalmen­tr, obligaron al Gobierno a tomar repenti­namente una resolución que, de no haber­la adoptado, habría colocado a nuestra eco­lloll1ia bajo el dominio de una potencia ex­tranjera.

El señOr Ocampo . ....:.:- Ese es su punto de vísta, Honorable colega. El verdadero ori~ gen de ese eambio de actitud es muy dife­rente.

El señOr Maza.- Estoy recordando có­mo ocurrieron los hechos. Su Señoría esta­La en Estados Unidos euando ,se produjo eS­te cambio, de modo que es muy pro­bable que el ¡;¡eñor Santa Cruz, en un rasgo de confianza y de amistad para con el

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1132 . DIARIO DE SESIO y ES DEL SENADO

illeOl'porándose a la Organización aquella::! naciones que observen los principios y pro­pósitos de la Carta.

En mi discurso en la Asamblefl General de las Naciones Unirlas, dije -voy a tocal' este punto, ya que Su Señoría me fuerza a· e11o- que hay SOclOS fundadores y no fundadores. Fueron fundadores 'los q~e eH­taban u~idos por un pacto de guerra en contra de Alemania y Japón, y que firma­ron la Carta de la Naciones Unidas. No se discriminó acerca de qui.s.es tenían propó­sitos de paz o no los tenÍoo; quiénes res-

petaban o no, dentro de sus territorios, los principios y los derechos humanos, quié­nes mantenían o no, dentro de sus teni­torios, ciertas instituciones ancestra1es que sen vergüenza para la dignidad humalla.

En esta forma, entraron cincuenta paí­ses, sin discriminación. Pero, para los clté,­más, ¡.qué dice el estatuto? Que tirnell Que

ser países amantes de la paz y dispuestos a cumplir los principios de la Carta. Una vez que estos requisitos son calificados por la Asamblea, se hace la propuesta al ('cm­

sejo de Seguridad.

A nuestro juicio, a juicio del Presi.df'11-te de la Delegación y de la Delegación en­tera, respaldada pOI' el Gohiemo, <le estos catorce })aíses, no todos merecen llegar a las Naciones Unidas, porque no todos reR­petan sus principios, no todos se ajustan a las disposiciones del caso. Esa fué la ra­zón de la abstención de Chile.

En seguida, nos abstuvimos por esta úl­tima razón, que es filosófica; nosotros no creemos que se deban negoeial' las entra­das: cinco votos contra diez; dos contnl. <,uutro; uno contra dos. N osotros hemos sosteniuo, desde el primer rUolllento, que 1ft Carta señala los requi<;ito,> flm'[l poder jn­gresar. Los que los (·umplf'll. deben ingrt>­sar, cualquiera sea su ideología politica. El que no cumple, 110 dehe inQ;resar', mien­tras ~o demuestre y compruebe que sahe respetar las ideas de los demás. la vida y la dignidad ajenas, que sahe respetar la independencia de los pueblos y la emisión libre de las opiniones, así como al que de­sea adorar a su Dios y defen<1f'r 11 su palTia.

Re dicho.

Agradezco. la interrupción que me ha concedido al Honorable señor Ocampo.

El señor Ocampo.- Señor Presidente, co­mo no tenemos sesión mañana y el caso que estamos discutiendo es inte1'esante y vale la pena dedicarle algunos minutos más, si bien comprendo que estamos cansando al señor Presidente y a los señores Senadores nresentes en la Sala, deseo agregar algunas palabras a lo que ya he manifestado, para decir que aquella m'1yorÍa a que ha aludido el Honorable señor Maza, que es la que se reserva el derecho de calificar a los países que pueden entrar a la Asamblea, es una mayoría que está regida por Estados Uni­dos ...

El señor Maza . ...:-. Pero existe el veto. El señor Frei.- Existe el derecho a veto. "El señor Ocampo.- Bien. Pero esa ma-

yoría es la que califica quiénes pueden in­gTesar y qui~nes no. Es lo que está ocu­rriendo. Si Estados Unidos califica a una nación, de que no respeta los derechos hu­

. mano~., por ejemplo, esa nación no puede . ingre<:ar a las Naciones Unidas. Yeso acu-ne en todas partes. Aquí mismo, en el Se­'llado, sabemos de antemano ]0 que signifi­cal'Ía si una mayoría tuviera que determi­nar ...

El señor Frei.- Pero hay unaproposi­ción al Consejo de Seguridad, y en el Con­sejo de Seguridad hay veto ...

El señor Ocampo. - Afortunadamenf{· todRda hay. Pero lo importante que hay en discusión ahora es liquidar el veto y 1'es01-ver este asunto en la Asamblea General. Esa es la diferencia.

El señor Maza.- Es una recomendación, nada más.

El sf'ñor Ocampo.- Se pretende que sea ahora la A~amblea quien. resuelva estas im­portantes cuestiones. Se pretende liquidar el veto porque ]a Unión Soviética ha para­lizado, por intermedio de él, algunas abr­rrl1ciones que se han querido hacer.

El señor Frei.- Quiero destacar algunas de las palabras del Honorable señor Maza, J)01' estimarlo conveniente para la opinión públira del País. Me refiero a las que pro­nunció para' dejar de manifiesto que la Deleg'ación chilena, en los seis años que lle­va en las Naciones Unidas, ha mantenido

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1 SE~LUN U.a, 8N 2:) DE ~\LtUZO D.B 1952

"rfior SrlH)(lo¡', que IlU teu(lJ>Ía por qué no 1\:'11('1'10, j)l'o]l()]·(·ionií algunos documentos priniclos de las .:\ aciones Unidas,

1~1 seüor Ocampo.-· En una p;lr1c'. UIIO

de ellos hablab;¡ (1(' eso.

El señor Maza.- Pero seguramente, una vez qUe el señor Santa Crl1z tuvo cono(+ miento de las razones que motivaron \:'J cambio de política de Chile, adoptó la acti· tud que había tomado el Gobierno de Chi­ll', ya que él era representante de dicho

. Gobierno. En esta forma se explica la ac­tuación de nuest!'o Delegado Permanente Hnte las Naciones Unidas.

Acerca del otro aspecto del problema, tanto el Honorable senor l!~rei como el pro­pio señOr Ocampo, han eomprendido per­fectamente la forma en que yo planteo el problema. Desrle luego, h!' hecho una rela­ción muy resumida, pero, sin duda algu­na, imparcial. Cuando he repetido lo que expres6 el Delegado soviético. lo he hecho resumiendo, en forma exacta, lo que efec­tivamente he creído que quería expresar. Me he limitado, por lo tanto, a exponer lo que afirmaba una corriente y lo que respondía la otra. Pero en esto hay que es­tablecer un distingo entr!' el terreno eco­nómico y el politico.

En el terreno económico, la actitud cons­bu te de la DelegaCión de Chile ha condu­ddn a cosas trascendentales. Desde luego, se ha efectuado un sinnúmero de estudios que permiten exhibir a la luz del mundo la tl'ágica realidad de ¡que, mientras crece en un porcentaje enorme la población, apenílS aumentan los alimentos, y que, mientms en los países poco desarrollados mltla día 8e aminora la producción alimen­ticia, en las grandes naciones se consume 1'1 90%, de la producción.

Estos datos Se han obtenido, en gran parte, gracias a una iniciativa encabezada Jlor la Delegación de Chile y tendientt' a hacer comprender al mundo que es necesa­rio a.doptar medidas que permitan aumentar ]a producción, especialmente]a agrícola. pnra alimentar a la población.

En esto, señor Senador, tenemos un fren­te propio; algunas veces hemos contado con

rl apoyo de países que están bajo la in­rlnenr.ia dp la Unión Soviética, y con la uposición de algunas de las Hamadas na­l'iones occidentales, a quienes hemos de­h:do hacer frente. Hemos ganado varias \"otaciones cuando nos hemos presentado ('OUlO un grupo de países pequeños, frente a las gTandes potencias que no quieren a lll·il' los ojos ante el problema que plan­t!'áhamos.

En el ai:lpecto político, el señor Senador tiene toda la razón. Pero nosotros no es­tamos con Estados Unidos, ni obedecemos aI imperia1ismo, por la miseria de dólares que nos han dado, como ha dicho el Ho­norable señOr Frei -personalmente no quí­EJe entrar en cifras-, ayuda que podl'\a ser mucho mayor y que nos dan cuando les conviene, sobre todo ahora, cuando el mun­do no tiene capitales privados y son los Gobiernos los que se ven obligados a in­yertirlos para el progreso de unos, en be­neficio de otros; porque todo lo que se ha­ga eH heneficio del progreso lmmano, fa­vorece a los demás. N o votamos, Plles, en tal o cual sentido, porque estemos sub­ordinados; lo que ocurre es que estamo's ('11 rína corriente distinta de la de Su Se­ñoría. Prueba de ello es el hecho de que 10 que el séñor Senador llama "crimen y agre­sión de Corea", para nosotros es "defensa de un puehl0 atacado". Hay dos puntos de vista distintos, y estamos de'1 lado de los que piensan como nosotros, o de acuerdo con 1& que ellos piensan.

En el caso de Alemania, que Su Señoría ha recordado, ya dije, en síntesis, lo que mal1ifest,aron los personeros de una y de otra corriente. No es que debamos estar de acuerdo ni recibir instrucciones ni insinua­eÍones de nadie.

Su Sf'ñorÍa preguntaha por qué Chile se él bstnvo de votar la indicación soviética 11m'a qn\' se r\'cibiera a 14 miembros. Por una razón muy sencilla. No estuvimos ni eon uno, ni con otro bando; actuamos sim­plemente de acuerdo con nuestro criterio. La tendencia de las Naciones lTnidas es ha'­(·in lA u1l1versalidaA pero esto no quiere tlecil' que entren países sin fiscalización alguna, sino sencillamente que podrán ir

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SESION 24.8, EN 25 J)E :\lARZO DE Ül52 :e:'''==== -----nna actitud de extrao.rdinaria independen­('ia, especialmente respecto de lo.s problem,s sociales, económico.s, de derechos humano" y dt>fensa (le1 tra hajatlor, (]ue son 1m; fu" damentales.

En el prohlt>ma político, que es tan fUll­

damental co.mo los otros, evidentemente el Honorable señor Ocampo. tiene que recono­rel' qut> el País está en un hando.. que no ('8tft entregado ...

El seño.r Ocampo.- ¡ Que otro.s hagan el pnpel de sirvientes! ¡ N o no.so.tro.s!

El señor F~ei.- Creo que no. ID hemos he· <'hu nunca.

El señor Ocamilo.- Sí, señor Senador, en más de una vez ... Una vez fué en Bogot!í..

1'11 señol' Frei.- Estamo.s hablando. de las ~aciones Unidas.

El señor Ocampo.- Pero 1, qué fué Bo­gotá, sino una continuación de la política norteamHicana en las Nacio.nes Unidas?

El señor Frei.- l<Jn las Naciones Unidas, Chile nunca ha tenido. una actitud se~vi1.

El señor Ocampo.- Se lo. vamos a pro.­bal' aquí. ~e han votado. hasta discriminaciones ra­

f'iales 0, por 10 menos. se ha intentado. es· t.ablecerlas, ('on rt>specto a Pakistán, Sud­áfrica , et.c .. en las que Chile SI.' ha mani· festado. con a bstencio.nes muy dolorosas.

El señor Frei.~ Desafío al HonoNtht~ Sf'­

iior Ocampo. a que me lo pruebe. El señor Ocampo.-· Buscaré Jos ani"el'E'­

dentes. El señor Frei.- Hay testimonios ;le que

en las cuestiones relacionadas con Sndáfri­ea, Pakistán y los Protectorados, Chile ha tenido una aetitud extremadamente Y[·Jel'O­

sr. (' independiente. El señor Oéampo.- Quislt'ra estay equi-

YlI('ado. ....' F.l señol' Frei.- Creo que Su Srñol'ía Jo

pstá.

CONFLICTOS DEL TRABAJO EN LAS INDUS­

TRIAS DEL CARBON, SALITRE y COBRE.

OFICIO.

El st'ñoI' Ocampo.- Bi~n. seüol' Pn'si­dentt>. deseo dar lectura a dos o ü'es tele­gramas que tengo a mano.

En primer lugar, uno de los obt'('I'os mi­neros de Lebu, que diee:

"yIilít>ros de Jjebu están indignados por 111, aditud i\e1 Gerente que regresó a San­tiago. ~ill solueionar ]a fórmula presentada por el Gohipl'llo y que se eomprometi6 el nerente a poner en práctica una vez que los ('ollflietos o los Pliegos sean aceptados pOl' Lota .r Schwager, que era donde se ll\ ostra ha la l'e~istencia".

"Lo;.; ohrt>ros están dispuestos a tomar lllNlidm; \'11 defensa de sus justas peticio­nes".

Quie¡'o sostener que, efectivamente, la (liscusión se inició en los pliegos de los sin­(lieatos de Lota y Schwager, donde está el ('entro más grande de la clast> trabajadora. Pero en reuniones celebradas en el Ministe­rio del Trabajo. y ante el propio Presiden­tI' de la R.epública, a la cual, naturalmente, no asistí, los gerentes de estas empresas, f's[wcialmenie de Lebu y Arauco., se como prometieron a aceptar las condiciones a que Si' arribara con los obrt>ro~ de Lebn ~' .qchwager.

~le permito, por eso, Solicitar de la Mesa line l'l'ectbe el acuerdo. de la Sala para que este telegrama sea puesto en conocimiento del -:\JIinistro del ramo, a :fin de que se sir­va ordenar se adopten las medidas condu­eentes a que el señor gerente de esta em­presa, que promet.ió poner en práctica los mismos acuerdos que se adoptaron en Lo­tn y en Schwagel'. lo. haga a la brevedad posihle. He recibido eomunicaciones de los eOIll rañel'os de l;o.ta y Coronel, en que mu­lli ficstan que están dispuestos a secundar la acción de lo.s obreros de Lebu, ya que éstp fné el eompromiso fo.rmal que, en mi ]!I'esencia. Sí' tomó en la Intendencia de Concepción, y que conoce el señor Minis­tro elel 'l'rahajo, quien dijo que se haría un debf'l' en ayudar a lo.s o.breros de Lebu y 11(> ln proyincia de Arauco a obtener las mismas garantías que para los otro.s.

El sellm' Alessandri, don Fernando (Pre­si<1C'nte). - Jja indicación de Su Seño.ría quedará pendiente para ser votada cuando haya número en la Sala.

E] s('ñol' Ocampo.- Y quiero hacer no· tar qut" la justicia de estas peticio.nes es ('viclf'nte, pues Jos salnrios que se paga a los ohl'el'OS ('11 ('stas faenas son muy exiguos. Tanto es así, que, aún a.umentados en la

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proporción que los obreros solicitan, se con­tinuarán pagando en T __ ebu salarios de 70 y de 80 pesos a homhres que deben rea­lizar su faena en la profundidad de las mi­nas. j Creo que no hay derecho para infe­rir semejante ofensa a la dignidad huma­na!

De María Elena. he recibido un telegTa­ma que dice:

"Totalidad cuerpo de delegados 45 ser­ciones trabajo Sindicato María Elena piel .. ' pronta y satisfactoria solución conflicto huelguístico prolongación culpable prepo­tencia Compañía intransigencia reconocer necesidades mínimas obreros y familiares. Denunciamos Compañía alzó precios artícu­los establecidos convenio violando leyes chi­lenas. Pedimos a usted interponga su in­fluencia fin mejorar fórmula Ministro Tra­bajo y discusión demás puntos. Plazo máxi­mo un año".

No entraré ahora en detalles sobl'e e::;te particular. Quiero, sí, dejar en claro que el pliego de peticiones que mantienen los tra­bajadores mediante la huelga en María Ele­na y Pedro de Valdivia no es una cosa del otro mundo. Los aumentos que piden pue­den estimarse, en este momento, en treinta y cinco pesos diarios, con lo cual los sala­rios llegarán, término medio, a 100 y 110 pesos diarios, para los que perciben los mas a Itas. Actualmente hay salarios de 60 y 70 pesos.

Quiero, asimismo, informar que en esta huelga participan más de seis mil trahaja­dores. Ha sido declarada en forma casi unánime. En Pedro de Valdivia, por ejem­plo, han votado por la huelga :3.:328 obre­ros, y sólo 57 votaron en contra. Y, en Ma­ría HIena. la aceptaron :3.136 obreros, y 80 votaron en contra. Como. se ve, los ohreros, uuánimement(', reclaman la aprobación d(' un pliego de peticiones modificado que pre­sentaron. Tengo a mano copia dI' él; es un nuevo pliego, ('n el cual ellos j'enuncian <1

algunas de sus aspiraciones, en el de::;eo (le negar a un pronto entendimiento.

Destaco el hecho de que esta huelga se acerca ya al mes de duración. Por eso, des­de esta tribuna, llamo a los trabajadores de mi patria para que empiecen n ayl1dar eco­nómicamente a esto.S obreros. No sólo Sp

trata de seis o siete mil hombres, sino que, junto a ellos, están también sus mujeres y sus hijos, prestándoles apoyo en su lucha por un mejoramiento económico.

Lo más grave es que, en Antofagasta, como ocut't'ió en Nebl'askn, existe zona de emergencia, y se les impide a los ohreros J'eunirse. Cada vez que quieren hacerlo, de­ben recurrir al jefe militar de la zona. Los trabajadores en huelga debieran tener li­bertad absoluta para celebrar reuniones, eomo lo han pedido en muchas oportunida­des. Tal libertad, sin embargo, se les ha ne­~'ado, En esta forma se aplastó la huelga de Nebraska. No se permitió a ningún obre­ro, de los siete campamentos que estaban en huelga, participar- en reuniones públi­cas; por medio de las armas, de los autos blindados y de la artillería, cercaron y si­tiaron a los obreros, hasta tratar de poner­los "de rodillas", según dice el gerente de la eompaiiía de Tarapacá y Antofagasta. Pero esto no es cierto. j Los obreros sogui­rán luchando y triunfarán!

m gerente de la CompafIía de Tarapacá y Antofagasta, Osyaldo de Castro, ha decla­rado al Ministro del Trabajo que él pensa­ba eliminar "sólo alrededor de 1:30 ó 150 obreros". Hasta el momento, los anteceden­tes que tengo indican que han sido arroja­dos a la calle cerca de 600 trabajadores, si bien en la lista figuran poco más de 360. Así, pues, este señor ha aprovechado las facilidades y el apoyo que le prestó el Go­hierno para lanzar a la cesantía a un nume­I'OSO grupo de chilenos. De esta manera, con la anuencia del Ejecutivo, se pretende aplastar una huelga que era perfectamen­te legal. Sin embargo, ello .no impidió a las autoridades del trabajo archivar el pliego dr los obreros de Nebraska, usando un pro­crc1imiento muy curioso, que ahora se va a aplicar tamhién a los obreros dp) ferro­carril dr Tocopilla a El Toco.

Debe sa hers(', ]H)I' el Honorable Senado, que 10::; trabajadores del grupo Nebraska presentaron un pliego de peticiones por me­dio de los procedimientos quP indica la ley. Pt'l'O la .Junta de Conciliación estimó que los obreros no tenían derecho a pedir lo qnp ellos necesitan, sino lo que se le ocurre

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SESION 24.a, EN 25 DE ',\lARZO OE 195~ 1135

a la Junta. Como los obreros insistieran en seguir su conflicto adelante por las vías le­gales, la Junta df' Conciliación - yaliente eonciliación ~ les archivó el pliego, les aunló sus peticiones y los dejó en la (lis­yuntiva de entregarse a la empresa o ir a la huelga, que era legal, pe!'o que por la tr'ampa de las oficinas del trabajo quedaba ilegalizada .... para el Gobierno y las em­presas. Vino la represión. se atropelló a los obreros, se les quitó por las armas su sindicato, se apresó a sus dirigentes, a quie­nes se les aplicó la maldita Ley de Defell­sa de la Demoeraeia. Y eomo los que ad­ministran justicia, en lquique son muy eumplidores de la ley y muy amigos del gerente de la compañía salitrera, se con­tentar'un con tener 12 días incomunicados a los dirigentes o&reros1. .. Y, gracias a la" protestas elevadas en todo el País. no eOll­tinUfll'On con ese al'bitrfll'io procedimieuto, que estos -;\linistl'os sólo emplean con los obrel'os y los pobres y jamás con los agio­tistas o ladrones de tierras fiReales que 1ailto abundan en Tarapacá!

Tales son las medidas que, en este caso. se han tomado contra los trabajadores (le \' e hraska. Yo rogaría a los señores Sena­dOJ'es se impusieran en el )Iinisterio del Tl'ahajo de los antecedentes l'elatiyos al conflicto de la Ofieina "Nebraska". Podrán imponerse de que allí se pagan a los obre­ros salarios irritantes y vergonzosos, quc a veces no suben de 100 pesos diarios. i Y en pleno desierto del salitre!

Así. pues, este señor ha aprovechado las faeilida(}es y (>j apoyo que le presta el Go­bierno pm'll lanza!' a la cesantía a un in­mellSO grupo de obreros. De esta nUlllera, ron la anueneia del 1<Jjecutivo, se pretendf> aplast.ar una huelga perfectamente legal. Porque la huelga es legal. Sin f'mbargo. pIlo Jl() imp\diú al Gohierno archivar el pliego de -peticiones. usando un procedi­miento muy curioso. qut' ahora se va a apIi­enl' n los ohreros d('1 PelTorarril (le Toro­pilla a El Toco,

En 'f'ocopilla, los Oll1'Cl'OS pidieron el eum­plimienh) de los puntos estahlecidos en su pliego, pero la ,Tunta dI' Conriliación esti-

mó que el pliego sólo podía abarcar cuatro puntos. Los obreros se negaron, entonces, a aeeptar la resolución de la Junta, y fueron II la huelga, ¿ Cuál fué el resultado? Les apliea \,Ol[ la Ley de Defensa Permanente de la Democracia. A raíz de este conflicto, hay 11 hombres presos; y el Ministro de la Corte, que se ensaña con los pobres, con los que 1}O pueden defenderse, no solamente sallciona a estos hombres con los días de il1(~Olnunicación que legalmente puede im­poner. sino que los mantiene incomnnica­<los algunos días más, porque, según expre­sú. "tenía algunas cosas que averiguar de ('~.;j os (lil'igentes".

Tales son las medidas que, en este easo, pomo cn pI de Nebraska, se han tomado, eontl'll los trabajadores. Rogaría a ·101$ seño­I'(,S Spnac!ol'es se impusieran, en el Minis­tel'Ío del Trabajo. <h' los antecedentes re­lati.yos al conflicto en la oficina Nebras­kil, Podl'ún comprobar. así, que allí se pa­!.!'Illl ,1 los oh¡'el'os slIJal'Íos tan reducidos (,,)jIlO ¡os ya indicador;.

('OlHU <ligo, este inaceptahle procertimien­tI! que comento, fué aplicado también, en ]wrjnieio de los obreros, contra la directiva dl'l fen'ocat'l'il de 'l'ocopilla a El Toco, Los obn~\'O::; pre::;entarOll un pliego de peticiones qUf' ahal'ca val'Íos puntos; pero la geren­cü: y In ,Junta sólo acepta ron entrar al es­tw 1i () dI' seis de ellos. Felizmente, esta vez lo:;; Ohl'12I'OS no "pisaron el palito".

ESjlPl·1lYtJus. ya que estos Obl'el'OS fueron obligados a SOllJeterse a las imposiciones de 1111,1 le." l'J'eada para defender sus intere­se:;;. pero que ahora se quien> desvirtuar Pll !lPrjnü'io de ellos, que 110 sr les aplica­rúll (lisposiciones de leyes <le emergencia o tIc la ley de Defensa de la Democracia ('11ando recurTan al derecho de huelga. ~e adn('f' 1/1H' ('1 ferrocart'Íl de Toeopilla a El TO('(J ('S Ul1 servicio de utilidad pública y qUf'. JiO)' (,()llsiguiente, su personal no puede drelar'at· la huelga. Sin emIJargo, cuando los O\}l'PI'OS n'daman participación de uti­lidi¡dl'S. entonces la emJ)resa aduce ... , que 110 PS d(> utilidad pública!

La empl'12SlI. aprovechándose de esta ar­g-l1lll\'lIl;reiúll. ha cometido los peores abu­so::; ton los trabajadores, a tal extremo que, .'

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.IIJG

t'n t'stos momentos, permanece encarcela­do en Antofagasta un grupo de compañeros c1irigentes de los obreros de esa empresa. Se les aplicó la ley de Defensa de la Demo­eracia y se les apresó. Hace algunos días, estos mismos dirigentes, como una protes­ta por el atropello de que han sido víctimas, deelararon la huelga del hambre.

Señalo estos hechos, porque quiero ade­lantarme a los propósitos de esa empresa, que dl'seará hacer lo mismo que hizo en los años pasado y antepasado: envia!' a la c<11-­cel a los dirigentes obreros que no se so­meten a sus pretensiones. Hay dirigentes que están en prisión en Antofagasta desde haee dos y tres l1ños, sin que se les haya condenado todavía. Y lo g-rave es que per­maneeen en esta situaeión únicamente pOI'­

que el :\Iinistro que instruye el proceso aUIl !lO' ha dietado senteneia. Cuando' hablú eon el señOl' Ministro de ,Tusti(~ia. !p pedí que, dt' una vez pOI' todas, pusiel'Hu rn li­hel'tatl a esos dirigentes obreros o Jicta­l'aIl la sentencia, a fin de solicitar su am­nistía, porque todos tienrn familia y nu­merosos hijos. Pero nada se ha hecho.

Por último, quiero dar a conocer otro telegrama, enviado desde Punitaqui, que di­ec 10 siguiente;

"Gran asamblea sindicato obreros Los Mantos acuerdan pedir Ministro Trabajo y Dirección General Trabajo. den pronta audiencia nuestros delegados actuaÚnellie esa. Pedimos solución favorable pliegos de peticiones elevados primero de enero de 1952 y que Compañía nos tramita desde esa fecha. Caso contrario haremos efectiva huelga legal 28 de marzo 1952".

Me limitaré, por ahora, a e!lfocar sólo estos problemas. Podría plantear muchos más de este tipo; pero no he tenido tiem­po para poner en orden mis papeles y tra­tar otros problemas que preocupan a los t ¡"¡¡bajadores.

ereo que los tres telegramas que he leí­do demuestran al Senado y al Paí¡; la impe­¡·losa necesidad de que el Gobierno se apre­\;11re a resolver estos pliegos de peticiones, que no tienen otro origen que la enorme

('~uestía de la vida que aflige a los traba­jadores de Norte a Sur de la República.

Los obreros sólo piden, y COIl justicia, n1t'jores salarios. En el caso de la Compa­ñía Carhonífera de Lebu, la solución que aca ba de darse al conflicto de sus obreros ni siquiera afectará su economía, pues el Gobierno aportará la diferencia de salarios. Esta empresa actúa, por lo tanto, en esta forma eon el único objeto 'de mantener 11

lus obreros en un estado de angustia y de­f'(~,;peración que conviene a sus intereses políticos.

He deseado llamar la atención del Hono­rulJle Senado hacia estos tres conflictos pa­l'a que el País los conozca. Al mismo tiem­JlO desearía' que estas observaciones se pu­siel'an t>u conocimiento del señor Ministro (lel rrrabajo, con la petición personal del Senador que habla de que adopte las medi­das que permitan, a la mayor brevedad, re­soJn>l' (>st08 problemas_

};¡ sellol' Alessandri, don f'ernando (Pt'e­sidellte). - En la próxima sesión se dará euenta de la' petición de Su S.eñoría, pues ahora no hay número para la votación.

ESOASEZ DE AGUA POTABLE EN LA PO­

BLACION BRITANIOA "SANTA INES", DE

VIÑA DEL MAR. - orrOIO ,\i!t'

El señol' Secretario. - gl Honorable se­ñOl' Mal'tinez, don Carlos Alberto, solicita se dir'ija oficio, en su nombre, al señor Mi­nistro de Obras Públicas y Vías de Comu­nicación, solicitándole se preocupe de dar soluci6n al problema del agua potable pa­ra la Pohlación BI'itánica de "Santa Inés" lIt' Viña del Mal', problema previo que tie­lle detenida la pavimentación de ese sector.

El señor Alessandri, don Fernando (Pre­sidente). - Queda pendientr la indieación !la!'H la sesión próxima.

Se levanta la sesión. ,_ -Se levantó la sesión a las 19.40.

Alfonso G. Huidobro S., .Tefe snhrogante de la Redacción.

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SESION 24.a (ANE XO DE DOCUMENTOS) 1137

ANEXOS

ACTA APROBADA

8ESION :J2.a. ESPECIAL, EN 7 DE FEBRFjRO

DE 1952

Pt'esidencia de Jos señores Allende y I<'i­g:uel'oa.

~Véase la asisteneia en la versión con P""

]l(It!(lipnfr. l~ágina 938).

El -,;eiior Presidente da por aprobadu t-'l ¡¡CUl de in sesión 20.a; ordinaria, en '22 df\ "neJ'o ppdo., que no ha sido obsel'yada.

El acta de la sesión 21.a, ordinarIa, rH

sus purt<,s púhlica y secreta, en 23 del mes dI' enero !lpdo., queda en Secretaría, a dis­posicióJl de los señores Senadores hasta la sesión próxima para su aprobación.

Re da cuenta, en seguida· de los nego­('ios que se indican en la \'e]'sión ('ones­¡,ol1,liente, página 938.

El seílul' Presidente recaba el asentimien­to de la Nala para enviar un cable ele eon­(loleneia a la Cámat'a de_ los Lores de lll­!!'1aterra.¿ con motiyo del fallecimiento de ~. :\I. Bl'itállica, el Rey Jorge Vl.

El Sellado. unánimemente, apl'ueba estai jlJ'opn;,irión del señor Presidente.

ORDEN DEL DIA ~'''--:T';;'Y9' 1

Proyecto de ley de la Cámara de Diputados que

prorroga la vigencia de determinados impuestos

fste proyecto. ha rechazado la modificación 11(.J Senado que tiene por objeto agregal' a "))ltinuación de la letra a). la signientp

. llUeva; "h) J 12 por ciento sobre las rentas de la

C]uinta categoría". En disensión esta modificación, usan de

1 ,i palabra los señores Martínez, don Carlos .\~b(,l'to, Lafertte, Allende, ~rartínez Montt, ())la~o y Maira.

El s~ñor Opaso, apoyado pOI' los señores

1 \ U IrleS y Prieto formula indicación para q1\\' quede en segunda discusión la modifi­(·ación.

Cerrado el debate, se pone en votación jil indicación del señor Opaso para :ilegun­,h dh;cusión, y se obtienen 7 votos por la ,1 f'il'luativa y 8 por la negativa, con lo cual J'('snlta rechazada.

En seguida, por asentimiento tácito de la :-~ala, se acuerda no insistir en la modifiea­tilÍlJ dest'chaua por la Honorable Cámara.

Qneda terminaua la discusión de este i ,¡'oy('cto y su texto aprobado es el siguien­te;

Proyecto d~ ley; jx:t'~".¡;t'/~

"~Al'tícul() l.o - Prorróganse hasta el 31 d(' diciembre de 1953 la vigencia de los si­g'llit'llt(·s ]'('eargos sobre los impuestos sobre In "puta y sobre la internación, producción .1' ('i fnl de negocios, de aquellos que fueron rst<l hleeidos pOI' la ley N.o 7.750, de 7 de '11('1'0 de 1944 y prorrogados por las leyes SA04, H.920 y 9.363:

il) 1 por ciento sobre las rentas de la ('lU1l'Ía categoría;

h) 1 por ciento sobre 1M; rentas grava­das t'on el impuesto adicional;

(') :! ]Jor dento sobre el valor de las es­'1('cies internadas;

(1) 2 por eiento subee el "alOJ' en que l'\~

I :'il n sfiel'an las especies producidas o trans-' t'l1Jadas en el paM; y e) 11!2 por ciento sobre la cif.ra de ne-

g·()<"io~.

}~1I la aplicación de estos impuestos tran­sitorios se ohseryarán las mismas reglaí> <tllf'. S('g'Úll el trxto refundido por decreto X.o 2.772, ele IR de agosto de 1943, y sus lllodificHeiones. rigen para los impuestos psj¡¡hlecidos en los artículos 1.0. 5.0 Y 7.0 del expI'esado decreto.

¡htículo 2.0 - Prorróganse hasta el 31 11<' dieiembre de 1953, la vigencia del rec.ar· ~'U de 30 por ciento que actualmente se apliea en virtud de lo ordenado en las Ie­yí'S Xos R.~::lR, 9.040. !Un 1 y 9.854. en el

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1138 DIARIO DE SBSlO NES DEIl SENADO

pago de los siguientes impuestos sohre la renta:

a) Los de las categorías 2.<1, :1.a y 4.a, y el adicional, establecidos en );1 k~' Xo 8.419, cuyo texto se fijó por ([p{'reto N.o ] 3:31, de 27 de marzo de 1946, y en la ley ~.o 6.334, de 26 de abril de 1939, cuyo tex­to se fijó por decreto N.o 2.300, <le 20 de n !I:,osto de 1940; Y

h) El que grava los beneficios ('xcesivos de acuerdo con los artíenlos 13 y siguien­tes de la ley N.o 7.144, de :31 <le diciembre

I de J 941, modificado por In lry x,() 9.629, de 18 de julio de 1950.

Artículo 3.0 - -Frorróganse hasta el 3J de diciembre de 1953, las tasas adiciona­les transitorias en vigor hm,ta el :31 de di­eipmbre de 1951, para el cobro de los im­puestos a la internación, producción y ci­fra de negocios,. establecidos en los artícu­los 1.0, 3.0, 5.0 y 7.0 del Decreto Supre­mo N.o 2.772, de 18 de agosto de 1943, tex­to definitivo de la ley sobre Impuesto n la Internación, Produeeión y Cifra de N e­gocios.

Artículo 4.0 - Esta ley comenzará a reg-ir desde el 1.0 de enero de 1952".

Se levanta la sesión.

DOCUMENTOS

1

PROYECTO QUE CONCEDE PENSION A LAS

FAMILIAS In] LOS l'ALLECTDOS EN LA CA·

.IA 1m fH;G1mO OBLIGA'fORIO. EL 5 DE

HEPTU]MBRE DE ]938

Santiago, 10 de octubre de 1951. Con motivo de la moción, infol'll1r y ano

tcenJ(Jnic-s que tengo d honra paSIH ;¡ ma­llOS dt' Y. E .. la Cámara de Diputados ha hnidc a, hirn prest.ar su aprobación 111 si· gni<-ntl3

Proyecto de ley:

siguitntes personas, que encontraL'On la muerte en los sucesos ocurridos el f) (¡('

septiembre de 1938, en los edificios de la ütiversidad de Chile y de la Caja de Se­g'Ul'O Ohligatorio, tendrán derecho a perci­;',i:·. en el orden de preferencia quc se St'­

fil' i", las pensionrs mensuales (PU, ,':t' 11,(h­calt :

.\lvar ~oto, Jorgr

.\l'íh :Uolina, Emihulio Ballesteros Miranda, ~rt,S(I';

Barraza Robles, Carlos 1 ¡ouilla '1'aján, Alejandro Chávez 'Wahlen, Domingo ('h(:;·, ilJcneses, Renato Bspinoza Lizana, Heríberto l<Jcllegaray Mella, Pedro F'el'lJmdez Ponicio. Salvado!' ~7j~~'nrl'oa Figlle1'oa, ,José 11 rl"l:1n¡}r,1 Garda, .Tulio .Ii/'H González, Timoleón Alf.l1:s,) .lo~ge .Teleles, Moisés Kusch Dietl'ieh, "Na11er Maldonado 0hávez, FI'U?lei:'lCO Maragaña Flores, Félix 1\Iénelez Ur'etu, RalíJ Micheli Canelia, Hermes ::,! (ll'eno Donoso, Rugo l\J¡í'lOZ Cárdenas, Víctor :''¡ ¡p'illo JY1uñoz, Alberiú :¡"chard ];'Ox, Juan ¡ • " ¡, da Renríquez, Césa l' I ü ez Perreta, 1Lu" ü

'Hamírez Zamora, Alberto 1:i\,;uelme Tl'ivíño, 1'",11'.) Angl:'l h'veros Sáez, C'1' (i:,

H(\'lríguez Ber1'ío3, EfraÍn S:er1.heda Césped~;. ;rllrge Sepúlveda Soto, NeftaJí Silva Durán, Manuel SUya '1'e110 .• Juan

~oicllnayor' 8otoma:,ol', .1psf ti':,';,,:·

Suárez Suárez, Eduardo Tapia Briones, Vi ~t':o.-·

'1'heunet Gillet, Iluís 'l'hennet Gillet, Héctor 'r(;pprl' TIl';](]anovir,. .T01'g'1'

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SESION 24.a (ANB XO DE DOCuílVIEN'rOS) 1139

Valenzuela San Cristóbal, .Jurge Villasiz Sura, Julio César; y White Alvarez, Ricardo a) Un mil pesos ($ 1.000) la duda; b) Un mil pesos ($ 1.000), los hj.i()~ le­

gítimos; y

e) Un mil pesos $1.000) al pudl'e, Sll'IH­

¡.J·t· que tenga más de sesenta años ,le edad;

d} t~ n mil persos ($ 1.000) la m:Hlre viu­Ila, con o sin hijos.

Para el goce de estas pensiones se apli­carán las disposiciones de la ley de Monte­pío Militar y se entenderán, también, con­eE,didas a los padres, hijos y hermav0s 11:1-

tUl'ales. El gasto que demande el cumplimiento

de esta ley, se imputará al respectivo ítem de P€-nsion'¿S del Pre%puest) del Ministe­rio de Hacienda.

Para acogerse a los benE'ticlos de la pre­SE'nte ley, habrá un plazo de sei.;; meses, (ontado desde la fecha de su vigeneia".

Dios guarde a V. E. - Astolfo Tapia. Ernesto Goycolea..

2

1 NF'ORME RECAIDO EN EL MENSAJE SOBRE

1>ESTITUCION DEL DIRECTOR GENERAL

nFJL SERVICIO SOCIAL nEL TRABAJO

HonorahlE' Senado: Vuestra Comisión de Constitución, Legis­

lación y .Justicia ha considerado, por ter­cera ve~, el oficio del Gobierno con el ennl solicita vuestro acuerdo para destituir de su cal'go de Director General del Renriclo Social del Trabajo al señor Héctol' ~1:uñ()7.

Ay1in!r y no habiéndose allegado por el in­teresado ningún nuevo antf:cedente, se ye en la necesidad de insiRtir en los términos y conclusiones de sus informes anteriores de fecha 8 de septiembre de 1950 Y 28 de agosto de ] 951.

Sala de la Comisión, a 20 de marzo l1e 1952.- Humberto Alvarez.-- Fernando Alessandri.- Hernán Figueroa.- E. Ortú­zar, SecJ'etar-io de la Comisión.

3

LNF'OR]\{E RECAIDO EN EL PROYECTO SO­

nRE .TUl3ILACION DE EMPLEADOS PARTI­

cnA HE8 y DE EMPRESAS DE UTILIDAD

PUBLICA

Honorable Senado: Las Comisiones de Hacienda, y de Tra­

bajo y Previsión Social unidas, en cumpli­miento de vuestro acuerdo de :fecha 11 del actual, hnn estudiado las modificaciories del Senado, rechazadas por la R. Cáman de Diputados, al proyecto de ley que e~­tablece los beneficios de jubilación y mon­tepío para los empleados particulares y que se encuentran en 4.0 trámite constitu­cional.

La H. Cámara de Diputados ha dado su aceptación a las nuevas ideas incorporadas por el Senado a este proyecto en orden a que los beneficios de jubilación y monte­pío se hagan exclusivos a todos los emplea-' dos particulares sin discriminación alguna, pero ha disentido en cuanto al número de años de servicios que se requerirán para jubilar y a las condiciones exigidas para. jubilar por edad.

RI proyecto remitido por la H. Cámara consulta la ;iubilación por antigüedad 1, 1m; :35 añ08 de servicios o a los 65 años de edad. El monto ele la juhilación :,;erá igual <1 tlw­tos 35 avos del sueldo como años de impo­siciones t('nga el imponente. En el caso de los que juhilen 1'01' edad, la pensión eo­l'responc1l'rá <11 número ele años servido.;;, el' derlr. qnt' si t1l'l1en 5, 3 ó 2 años, jubi­larán con los ~5 avos correspol1ciientes.Es­tal' fli8J)osiciones se encuentran contenidas r11 los artículos 14 :,' 16 el.:>l proyecto de la H. Cámara de Diputados.

El ~enado en sus enmiendas, estllbleció n!l;l ,1iff'l'eneia en la jubilación por anti.­güellacl ~- pOI' edad. Al respecto estableció que la juhilnciiin por antigüedad será para los qnt' teng'all 40 años de servicios y no tengan 65 años ele edad, y la por edad, que Dasa a ser llamada "por vejez", será para los que tengan 65 años de edad y diez años (11' 8ervicios a lo menos. Su monto corres­ponclerlÍ a tantos 40 avos del sueldo como años tengan ~er"ic1os, siempre que tengan

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1140 DIAHIO DE SESIO NES DEL SENADO

los 10 años exigidos como mwuuo. Estas disposiciones se contienen en los artículos 11 y 12 del nuevo texto propuesto a 1:1 Cá­mara,

La divergencia entre mnbax Cámar'¡,;, es­tá por consiguiente en el número de afíos d(' servicios, :15 Ó 40 po]' una parte, y por la otra en sí al empleado con 65 años de edad se le otorga la jubilación con diez años de servicios a lo menos o sin mínimo alguno. No pueden estos dos casos resolver­se por separado, pues aunque figuran f'11 el texto del Senado en artículos distintos, constituyen un todo y deben. f'n ronseCllell­cia, resolverse en conjunto.

Antes de daros a conocer su pronuncia­miento sobre esta materia, las Comisiones Unidas creen necesario formular algunas consideraciones y allegar otros tantos an-. tecedentes, que permitan formar juicio so­bre el alcance de este problema,

No se trata sólo de una diferencia en 5 años, más o menos, para obtener la jubila­ción, sino que de un asunto que tiene Ín­tima relación con los conceptos modernos que informan la Seguridad Social, cuya fi­ll:alidad es promover la salud y dar los me­dios económicos necesarios de subsistencia á los que han perdido su capacidad para 'obtenerlos.

Las jubilaciones por antigüedad o por años de servicios, como quiera llamárselas, no corresponden a la atención de 111ngún riesgo, ya que no hay destrucción de la ca­pacidad de obtener remuneraciones por f'1 trahajo realizado. Los riesgos que debe cu­brir la Seguridad Rocial, rn d ('11S0 de los medios económicos a conr.eder. son 101' pl'O­

venientes por invalidez, () sea in lE, hílídai: para el trabajo, ve:jtz y muerte. En estl' último easo. se favorer.e a los familiares (viuda, hijos, ascendientes). . Estas pensiones -por antig-:ir(lalÍ S011 In herencia dejada POf los COll1wptos ('aídos en desuso, de épocas en que s(' (lid;¡!'oll le­yes que conceden jubilaciones l' 1'('111 n tUl'as. sin ordenación técnica alguna y sin que Sf' hubiere debidamente estudiado sus aspel'­tos y alcances económico socialf's. De allí la existencia de grandes grupos tlp jubi­lados que buscan afanosanlf'nte otras ;-l,('tl-

ddades para desarrollar sus labores, no obstante las distintas leyes sobre incompa­tibilidades que se dictan para evitar esa dualidad en la percepción de recursos: ju­hilaciones y sueldos,

El Senado en el nuevo _ texto que ha pro­puesto ha consultado así los riesgos de in­validez, vejez y muerte y también la pen­sión por antigüedad o años tle sc¡'ylcioR. pero no ha podido desentenderse de la rea­lidad de una práctica en uso, que no ptlf'­

de abolirse súbitamente, sino que ]1a de S('l'

suprimida en forma paulatina en nuevas lf'­gislaeiones, como se ha hechn en el caso di' la reforma de ]a ley 4.054, sobre' 8egul'o Obrero, que sólo consulta los tres riesg'os antes señalados. Ha debido; en com;ecu.,n­cia, establerer en el caso de los empleado!' partieu1ares 40 años de serviciaR. como unn f6rmula de paliar lo;;; efectos económlco-so­('irlles ya citados,

l;~stos efectos pueden resumirse en tl'(S 6rdelles eoncordantes entre sí: rlemográi'i­('(\s. H,lHl ómicos y sociales.

En el orden demográfico se encuentra el cOl1junto de habitantes dividido en tr('s grupos, que se renu(wa periódicamente. y que son los siguientes:

1.0- J,os activos, que producen traba­jo y riqueza;

2.0- IJ()s pasivos, producir, ya sea por (lad o vejez; y

incapacitados parfl enfermedad, inhabili-

:3.0'-- IJ()S futuros activos, o ños hasta 16 ó 18 años.

sea los ni-

En el orden económico, se encuentrnn los hienes producidos por los activos, so­bre quienes gravita todo el peso económi­co de la nación.

IJas jubilaciones prematuras, concedidas por el sólo hecho de cumplir un determi­nado númeJ'o ele años de servicios, vienel~ así a interferir el proceso demográfico de natural renovación periódica y lleva a UlI

~lI·tifjcial ere cimiento del grupo pasiyo al snstraf'rse <'lel activo a pel'sonas perfectll· mente capacitadas para producir, con lo eual, a su vez. se alterlt el orden eeonónll­eo.

1<:n enanto H lo social, se establece UPH

}ll'(¡etiea pE'l'niciosa, pues no habría. al'g'tl­m('ntol-; yalec1el'os parH negar Hunos gTUpoS

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SESION 24.a (ANE XO DE DOCUMENTOS) 1141

sociales los beneficios de previsión que se concedan a otros. Al persistirse en ella en úlvor de determinados sectores, se produce el consiguiente desequilibrio en los grupos productores.

Bl señor Dh'ector General de Previsión Social, doctor don .Julio Bustos, en respues· ta a 18.s consultas que se le formularon so­bre este particular dijo, ante ,"uestraseo­misiones Unidas, lo siguiente:

"La, jubilación que se concede solamen­te por el hecho de cumplir un determina­no número de años de ser"icio~ sir, COl~si· derar la edad del beneficiario reduce el lío mite superior de la edao de actividad. Por ~jemplo, 35 años de servicios y una entra~ da a la actividad a los 20 años, dan 55 años de edad pa1'a paRar a la pasividad. ;::\1 eRte procedimiento no ha producido hasta hoy desequilibrios más notables en nuestra es­tructura demogrMica y económica es por las circunstancias siguientes:

a) Ha sido concedida solamente a ~ecto,

res restringidos de nuestra población acti­\'a: Administración Civil del Estado, Fue!'­~ó:\S Armadas, CarahineroR. Personal de los !"prrocarrilE's. etc.;

b) La inestabilidad económica cpn sus permanentes alzas de prllcios y eleyación

t) de sueldos ha reducido el poder adquisitivo " de las pensiones las que una vez concedi­

das se mantienen fijas en su monto por lo que los asegnrados difieren el uso del de­recho adquirido, a fin de mantener 8U ni­ve J de vida alcanzado.·

Por otra parte los progresos de las cien­cias médicas, la quimioterapia, los antibió­ticos, etc.. han traído una disminución de la morbilidad y un desplazamiento general de la población hacia laR edades más avan­

. zadas. es decir, un aumento de la duraei6n \le la vida humana.

Aoemás, con la reforma de la ley de Se­g'ur'o Social de los obreros (Ley 4.054) y la de los empleados particular~s, el dere­cho a la jubilación Re hace extensivo a ca­si toda la población del país y en estas condiciones es importante considerar el cuadro quP se consigna más adelante.

Para demostrar objetivamente la impor­tancia que tiene la fijación de la edad má-' xima de actividad, tomaremos como ejem­plo a nuestra población, según el censo de J 940, Como es obvio, si la edad máxima para la actividad se fijara en 55 años, por p.ipmpJo, la población pasiva sería, natural­mente, mucho mayor que si se la fijara. en. fíO años. como puede verse en el cuadro siguiente:

PoblaCIón ccnsuada de la

Edad Móxima PoblaCIón reolment~ edad que se indico y

Porcentaje de

2 sobre

S5 años 60 añoR

activo

1.740.189 1. 740,189

superiores

2

416.991 2r.6,067

24 16,4

-----------~_._~_. -_._~ -----1:10.924 8,4

_.============================================= 8i la eelad máxima de aetiddarl fuese de

:)5 años -habría un exceso pe 130,924 ju­bilados- rada cuatl'() activos tendrían que trabajar tanto para sí mismos ~. sus fami­liares, romo l}rlemiís, para un pasivo; en ('amhio, si se fija e1l 60 años rada pasiYn será. mfllltrlli,lo por 6 activos",

Las ComisiOlws. después de analizar los antecedentE's antes expuestos, han tomado el acnenlo, por 5 votos contra 3 y una abs­t011ció11. de l'eromendaros insistir en las mo­(lificnriones que ha rechazado la H. Cáma­ra c10 Di putados. esto eS. en los artículos 11 y 12 propuestos por el Senado, quedt'ter­minnn, resp('ctiyamente. la jubilación por antÍ¡,tü0flarl n los 40 años de sel'vieiolil y por

, ,

. ,

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1142 DIARIO DE S:ESIO SE~ DEIl SENADO ,>~ •• ~==_===~::;~...c:::~~

vejez a Jos 65 años de edad, con diez años de servicios, a lo menos.

Los HH. señores Rettig, Rivera y Torres estuvieron por aceptar el rechazo acorda­do por la H. Cámara y el Honorable señor Frei se abstuvo de vota.r.

Sala de la Comisión, a 20 de marzo de 1952.

Acordado en sesión de fecha 19 del ac­tual, con asistencia de los señores Videla (Presidente), Aldunate, Bulnes, Fernández, Frei, Poklepovic, Rettig, Rivera y Torres.­Hernán Videla.- Gustavo Rivera.- Fran­cisco Bulnes.- Fernando Aldunate.- Raúl ltettig.- Edua.rdo Frei.- Eduardo Yra­rrázaval Jaraquemada., Secretario de la Co­misión.

4

INFORME RECAIDO EN EL PROYECTO SO­

BR.E PREVISION PARA EL GREMIO DE

PELUQUEROS

Honorable Senado; Vuestra Comisión de Trabajo y Previsión

Social ha estudiado Ull proyecto de ley, re­mitido por la H. Cámara de Diputados, eon el que se proponen algunas modificaciones a la ley N.O 9.613, de 7 de julio de H150, que fija las normas de previsión del gremio de peluqueros. y ramos slmilares.

Este proyecto, que ha tenido su origen eH un Mensaje del Ejecutivo, tiene por objeto corregir algunas defi.ciencias y anomalías que se han anotado en el texto de la citada ley al procederse a su reglamentación.

Las modifieacionrs consultadas consistell, por una parte, en el cambio df> ubicación {le un inciso y en corregir una referrllcia tl

mención a una disposición del Código del Trabajo relacionada con normas de p1'oeec1i. miento en el caso de aplicación (h' multas,

. y, por la otra, en dar una mwva rf>dacción a un artículo que fija pOl'rentajps varia­bles anuales para el eobrode detp¡'mina­das sumas adidonalps sobre las tarifas de' los establecimientos de ppluquPI'Ías.

Esta última disposición que se encuentra contenida en el inciso primero del artículo 6.0 or la Ir;\' N.O 9.G13, estahlece que se eo-

brará sobre el valor del sel'vieio un p01'ce11-t11je adicional que anualmente será fijado por las Comisiones Provinúiales de Sueldos con consulta 11 la Comisión Mixta de Suel­dos, pl'eyios algunos informes de la Di¡'ce­ción dé Previsión Socia] y (le la Caja dp Previsión (le 8m1l1eados Particulare". Este pOl'cC'ntaje (lebe tlt']wsitaJ's(', lihI't' de todo illl¡JUt'sto, ('ll la Caja de Bmpleados Pm·Ji· culares rat'a, (:ubl'i,' las illlposiciones del em­pleador, del empleado y lJal'a los firH's <le los casos de enfermedad a que se l'efieJ'ell los artículos 160. lGl Y lG:2 del Código del Trabajo.

Se ha estimado incollvenicllte tai pi'Llce­dimiento qn~ lleva a fluctuaciones anuaies en la fijación üe tal porcentaje, por lo ena ¡ se propone fijar en la ley una determinada cifra que se consulta sea de un 23% perma­ll!znte y al mismo tiempo establecer tamhién porcentajes fijos para la di visión que se ha ue hacer respecto de su producido en lo concerniente a las imposiciones qUe corres­ponde por los rubros antes mencionados.

Además, la H. Cámara de Diputado" 111\ agregado al proyecto un artículo por el, cual se propone que el dueño del estudi.o. salón, establecimiento o negocio de peluqueo ¡'ía que trabaje personalmentte en algunas de las actividades a que se refiere la ley go· zará de todos los benefi~ios que se otorgan a los empleados, y deberá depol'litar la tari­fa adicional cobrada al púhlico en 111 Caja de Empleados Partienlares. Esta disposi­ción se encuentra ~~a conteniila en e] artícu­lo 11 ele ]11 mism11 lt'y, salvo el último pre­eepto que ordena hacer depósito del C'Ol'j'f'S­

pondientf' porcent.aje adiciona] 11n efl 111'eyi­sión.

La Comisión, eonjun tamente (wn !?ste proyeeto, ha conocido memoriales y pl'esell­taciones de las distintas organizncion('s dpl gremioile peluqut'l'oS :- escuchó a repre­sentantes de ell11s, quienps lp fOl'llmlaron di­versas }1t'ticiones, fncilminac1Hs tanto a oh­tener enmiendas n SU!'l (lisposiclOllPs. (·.nm o ineol'pol'ar otras nuevas. En especia], se señala la fOl'lllulada por algunos !'lcetol'C's (1r tlnrños 11(' pelllqnel'ías (le 8.a )' 4.[1 ~nt('-

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~ESlON 24.a (ANE XO DE DOCUMENTOS) 1143

gUl'Ías, quienes solicitaron se les dejast' cx­duídos de la ley para los efectos de sn pro­pia previsión.

De estas peticiones la Comisión ha ac:ogi­do aquéllas que ha estimado COllyelliputes pUl'a mejorar el proyecto, y por raZOlles ob· vias no ha aceptadq la exclusión de uingúll seeto1', puesto que todo régimen de lll'('vi­úón ha tle SCI' general, A eRjp ]'cspedo, rl n, señot, RiYC1'U estuvo por da]' <>l eat'¡l!'1(']'

de v\Jlnntari;\ a la llH'lnsión (le tlichas pe]' sonas.

IJa Comisión h<t dado su a pl'obaeiún n \'s­te proyecto, pero ha estimado 1!I:'cesa 1'io ha­('el' Jiversas enmiendas, algunas de r('üac­('ión .r otras J-a sea pam cOl'l'egir su texto 11 ordenar sus disposiciones en fOl'ma <1(, !weel' Illás expedita su aplicación,

En efecto, en el artículo 1.0 se consulta ulla disposieión destinad n. a establecel' que el1 el artículo 4,0 oe la ley N.O 9,613 deb(' nlmbial'se de ubicación su inciso tercero el1 furma qu(' vaya :> continuación del cuartu, l<~l citado al't1eulo 4,0 se ocupa de la fija­ción de las tarifas tIe los servicios de pelu­queJ'Ías y también del porcentaje adicional que Sí' (:obrará al público sobre ('l1as pal'a los PÍectos de las imposiciones sobre pl'('yi­xión ya antes señaladas. En el inciso tel'C~!'-

1'0 figura una 1ra8(, que se rela(,10na eOJ1 esos porcentajes adicionales, señalando Hll

monto mínimo para ellos y por estar incluí­do en el mismo texto que se ocupa de las ta­rifas en gencl'al. en la práctica ha dado lu­gal' a dificultades de interpretación.

Por este moti\'o, los gremios interesados han pedido ¡¡ la Comisión el solo cambio de ubicación de la referida fras(" sin innovn¡' fnl cuanto al I'esto del inciso se I'cfirre, Ln Comisión, con la abstención del n, señ01' RiYera ha aeeptlluo esta petición,

En lo concerniente :t la referencia elel Có­digo del Trabajo sobl'l~ llormas t1e }1l'ocecll­miento, a que se refiere el artículo 3, o de1 1>royecto rn informe. la nneya (·ita que S('

propone en j'eemlllazn de la Fontenida en la ley 9.61:1, uo eoincitle tampo('o ron la qlW

debe señalarse (le <I('11e1'(10 con la Ol'dena­eión del referido C(,(lig-o -;.- ha sido neresn­,'io (~orregirI1l,

r,'j,nnlmelÜP, eH ji) que Se relaciona l'OIl lu

propuesto en 1'1 artícnlo 4.0 del proyecto y que es una repetición, como ya se ha dicho. anteriormente, de lo preceptuado por el ar­tículo Jl de la ley 9.613, se ha preferido agl'egar sólo a este a rtículo la frase de que antes se hizo mención, que obliga a deposi­tar las imposiciones (le los patrones para su previsión en la Caja de Empleados Particu­lares.

Como complemento de ella se ha agl'ega­do un artículo lluevo, solicitado por los in­tpl'esados, por el cual se determina que esl' l'o\'centaje adicional sólo se depositará a pal'tirde la fecha de esta ley para aquellos dupños (Ir rstablecimientos que aún no se han acogido 11 la franquicia concedida, y los lihel'a elr! ]lago de sumas ya llercibidas.

l<':n mél'ito lle ju pxpuesto. ':llestra Comi­sión de 'l'l'ahajo y Pl'cyisión Social os reco­mien(la hl aprobación del proyecto <m in­fUl'l1w eOll las siguientes IIlOdificaciollps:

Artículo 1,0

!'4ustituírlu 1'01' (.] signirnte: "Art.ículo, . ,- Modifícanse, en la forma.

que a continuaeión se indica, las siguientes disposiciones de la ley N.O 9.613, de 7 de julio de 19;')0, sohre previsión social de los }wluqueros:

1) Suprímese en el inciso tercel'o de su artículo 4.0 la frase que dice "Este monto mínilllD s(,],ií fijado eH un ;)Oj~ del promedio anual del año anterior en la forma y condi-ciones que detel'lninp el l'eglamento": '

1I) Agrégase. al final drJ inciso enarto de 1 al'tículo -1,,0, lo siguiente: "Este monto mÍllimo será fijado en un ;jO% del pl'ome­(lio anual del afio [Interior en la, forma y eOlldieiollps que detel'mine el reglamento";

Artículo 2.0

Pasa a setO nÚml:'l'O fU (lel artículo 1.0, con la modificación (le reemplazar en su in· ciso srgundo la frase "." en la siguiente fOl'lllíl :". lJOl' 1:1 siguiel11e: ,.", rttH' debell destinarlo: ",

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1144 DIARIO DE SE~IO ~ E:-; DEL :-;ENADO

Artículo 3.0

Pasa a sel' llÚme¡'O rv df'l al'tÍenlo 1.0 y su texto se sustituye por el siguj(,llü':

"IV) Reemplá:.-:asc en el inciso segundo del artículo 9.0 la frase" ... el procedilllien­to señalado en la ldra e) del Títnh I <1pl J..ibro IV delC6<ligo del 'l'tabajo". por la siguiente: ..... el procedimiento señlllado en la letra e) del Pán'afo JI del '!'ítulo del Libro 1V del ('ó<ligo (1f>[ Trabajo",

Articulo 4.0

Pasa a ser- número V dPl artículo 1.0 y su t,exto se sustituye pOl' el siguiente:

"V) Agrégase, al final del inciso primero del artículo 11, después de reempla:.-:ar el punto (.) pot' una coma (.), la siguiente frase: ", .. y deberá deposita]' la tal"ifa aiti. CÍona! cobrada nI públi('o, en la Caja de Empleados Particmlares".

A continl1ad6n del antf'l'ior. y como al'­

tlCulo 2.0 se agrega el siguiente llUevo: "Artículo .... ~ 1,os dueños (le estahJeci-

.,mientos de peluquería. y demás a que se re­fiere el artículo 11 de la. ley 1'\.0 9.61:~ que hasta esta fecha no ~;e han Iwo~'¡d() Il sus disposiciones. (leberÁ,n depositar. a partir de lafccha de publicaci6ll dp la lH'csente ley en e] Diar'jo Ofical. las cantitlatles co· lTeSpOn(~j~ntefl ;) la ta lifa adicional que en adelanie perciban para los efectos de su previsión y se les libera del pago de torln suma que por tal concepto hubiesen ya percibido".

, El proyecto aprobad(\. con las moclHica·

ciones, ((neda como sigue:

Pl'Oyecto de ley:

"Artículo 1.0- M ooifícanse. en la 'forma que a continuaei6n se indica, las siguientes disposiciones de la ley N.O 9.613. de 7 (le de julio de 1950. sohre previsión social <1(' los peluqueros:

1) Suprímese en el inciso tercero de su artícuio 4.0 la frase qne dice: "Este monto mínimo será fijado en un 50% del prom@-

\tio anual del año anterior en la fOl'ma y eundieiones que determine el reglamento";

11) Agrégase, al final del inciso cuarto del ¿¡ ¡·tículo 4.0, lo siguiente: "Esto monto mínimo serú fijado en un 30~{¡ del pl'ome­dio aunal del año anterior en la forma y eoudiciolles que determine el reglamento":

1 ti) Heemplázase el inciso primero del ar­tículo G.o pOi' el siguiente:

"En los establecimientos () estmlios en qlH' tntbajcn 1m: personas inuicadas ene] artículo .1.0 de esta ley, se eobmrú sobj'e el yalo!' úel servicio un porcentaje mlieionaJ d(' :>':310 que, libre de todo impuesto, serií ocpositado íntegramente en la Caja di.' Pro­\"isión de los Empleados Partieulal'es, (lll\~

deben destinarlo: a) El 77,16% para culJril' las imposicio­

nes que corresponden al empleador; b) El 18,27 % para cubrir' las imposicio.

nes que correspondan al empleauo; c) El 4,57% para cubrir el cumplimiento

de lo ordenado en los attícnlos 160, 16J Y 162 del Código del 'rrabajo. y el financia· miento de lo que correspunde a esta letr:\;.

IV) Reemplázase en el inciso segundo del :u·t1culo 9.0 la frase: "... el procedimien­to señalado en la leü'a e) del Título 1 del Libro IV del Código del Trabajo", por la siguiente: '¡... el procedimiento señalado en la letra C) del PHl"rafo Ir del Título I del Libro IV del Código del Trabajo"

V) Agrégase, al final del incÍso primer<' del al'ticulo ]1. después de reemplaza!' pI punto (.) por una coma U, la siguiente frase: "... y rleberiídepoRitar la tal'ifa adicional cobrada al público, en la Caja de lijmpleados Particulares."

Artículo 2,0 - Los dueños de eslalJleci-1nient08 de peluquería y demás a que se re· fiere el artículo 11 de la ley N.O 9.613 que hasta esta fecha no se han acogido a sus disposicionl's, deberán depositar, a partl!' de la fecha de publieaeión de la presente ley en el Dial'io Oficiat, las cantidades co­lTespondientes a la taJ'ifa adicional que en adelante perciban para los efectos eh, su previsión y se les libera de] pago de toda suma que p01' tal concepto huhiesen ya re­cihido"

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8ESION 24.a (ANE X~ ~B D(jCUMENTO~~_ :====1=14:::5

Sala de la C'omisÍ<Íu, a 20 ele mal'zo de 1952.

Acol'dado 01 sesión (le fe('ha 18 dd a('-tuaL ton asü;trnda (tI' los S01101'l'8 '1'orl'('s don Isauro (Pl'f'~:i(ll:'n'tt·). F'ernán<l0z. (lOll S~'gio. Rettig- don Haúl y I~iYe)'¡¡ :loll On8-.tavo.--- Isauro Torres.- Raul RettIg.-Gus­tavo Rivera, sólo para los efertos 1'ef!la­mentaJ'ios.- Eduardo Yrarrázaval Jara· quem.ada, Secretario dI' l:t ('pmisiiíll.

HESOLCCION SOBRE ALIMENTOS Y RAM> BRE. APROBADA POR LA VI ASA~[BLEA DE

LAS NN. UF.

"La Resolución aprohada ctiee como si­gne:

Alimentos y hambre

La Asamblea General, Consciente de la generalizada situación

de penuria de alimentos que reina en mu­chas parte~ del mundo, situación que se agrava por el hecho de que el ritmo de au­mento de la producción de alimentos es menos rápido que el ritmo de crecimiento de la población mundial, y c.onsciente de que ese desequilibrio entre la producción de alimentos y el crecimiento de_ la pobla­ción es especialmente graye en aquellll8 partes del mundo donde ya existen situa­ciones de penuria.

Preocupada por el hecho de que, a más' de dicha. generalizada situación de penuria de alimentos, se producen de vez en cna11-do. críticas situaciones de hambre, y como resultado. de majas cosechas debidas a pla­gas. sequías, inttndaciones, al añublo, el'upciones vo.lcánicas, a mo.vimientos sís­micos y a otras calamidades naturales aná­loga.s,

Convencida de que las situaciones de hambre pueden hacer más difícil la labor de las Naciones Unidas y de los organismos espN'.iali:w<1os "X el logro de los objetivo!! de las Naciones Unidas con respecto al des­arrollo económico, al bienestar de la hn­lR~niilllil y al m~tntenimiento de la paz,

Recordando su ·resolución 202 (In) del 8 de diciembre de 1948 Y las medidas ad~p­tadas por el Consejo Econ6mico y SOCIal con respecto al problema de la escasez de alimentos.

Tomando nota de las reso.luciones sobre "la escasez de alimento.s y el hambre" Y so.bre "Reserva de alimentos para situacio­nes de emergencia". aprobadas por la 0,;­~;!'ani7.ación para la Agricultura Y la Ah­mf'ntación en su conferencia de Roma ec­lehrada en diciembre de 1951, que figuran f'n anexo a la presente resoluci6n,

Tomando nota con satisfacci6n de ]a la­¡}(jI' que realizan las Naciones Unidas, ,los organismos especializados y otras organIza­ciones intergubernamentales para ayudar a dominar algunas de las fuerzas naturaleR qu€' pueden cansar situacio.nes de hambre.

Expresando su reconocimiento por la la­hor de los organismos privados no guber­namentales de lo.S diversos países, labor que constituye un co.mplemento indispensable de Jos progresos guberna.mentales encami­nados a aliviar los sufrimientos cansados por críticas situaciones de hambre,

L- Insta a todos los Gnbiernos a que cooperen para atacar los problemas de la penm-ia de alimentos y d€'l hambre por los medios siguientes:

a) Dando un 'lIto grado. de prelación a los 'programas de producción de alimentos v continuando sus esfuerzos po.r conseguir los (¡emás objetivos recomendados en ]a resolución 202 (lIT);

h) Atribuyendn en sus planes nacionales de desarrollo E'conómico la debida impor­tancia a la producción de alimentos;

e) li'acilitando por los medios más expt'­(1itos el transporte de alimentos a las re­giones donde amenacen o reinen efectiva­mente críticas situaciones de hambre;

el) Intensificando su colaboración con la Organización para Agricultura y la Ali­mentación en los esfuerzo.s de ésta por au­mentar la l)roducción de alimentos media.n­te: la ampliación de los servicios agrícolas nacionales; el aumento de las posibilida­des de adquirir instrumentos agrícolas y fertilizantes 8. un costo razonable; el má­ximo empleo del capital nacio.nal y de la asistencia financiera extranjera dfl que pue­(lan dü~poner para el establecimiento o la

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J14b DIA-RIO DE :::LbtllU \:ES DKL SEXAIH)

expansión de sistemas de crédito agrícola.

la ejecución de las medidas 11e 1'p1'on;;;1

agraria necesarias; la mejora de Ja recopi­

lación de información técnica encaminados

a aumentar la producci6n de alimen tos v

a combatir las causas dI:' las sltua('iOll0S (-!:., hambre. -

2.- Insta, además, a todos los Gobierni)~

a que: fomenten y faciliten la labor de los

organismos privados no gubernamentall's

creados para hacer frente a las situl\CiofH'S

de hambre y para fomentar el áesarrollo

agríco1a; estimulen el interés y la partici­

pación del público en dicha labor; armoni­

cen y coordinen los recursos y los progra·

mas de los referidos organismos privados

con s_us propios recursos y programas de

socorro; y l)roporcionen listas recientes de

las funciones, de los programas y de los

r('cursos potenciales de los organismos de

esa índole existentes en el pa1s t·es1>e~ti,·o;

3.- Invita a la población <'le to-Jos los

países a dar cada vez mayor 1I])oyo !1 la

labor de los organismos privados no guber­

namentales, labor 'lue constituy(' un t:Onl­

plemento indispensable de los programa1'l

gubernamentales encaminados a aliviar los

sufrimientos causados por críticas situacio­

nes 'de hambre y un medio de qne cada ciu­

dadano contribuya a la realización de los

objétivos humanitarios de la Carta;

4.- Hace suya la recomendación formu.

lada por el Consejo Económico y Social en

su resolución 405 (XIII) de :31 d.:> agosto de

1951 en el sentido de que la Organización

para la Agricultura y la Alimentación pre­

pare informes urgentes en caso de a,le

amenacen críticas situacioneR ele eseasez 'de

alimentos o de hambre' , 5.- Expresa la esperanza de que el

Consejo Económico y Social podrá tener a

su disposici6n y examinar en su 15.0 pe­

ríodo de sesiones los resultados del estu­

dio que va a emprender el Consejo de la.

Organizaci6n para la Agricultura y la Ali­

mentación sobre los sistemas y los medios

que permitan constituir, para casos ele

emergencia, una reserva de alimentos que

pueda ponerse rápidamente a disposición

de los Estados Miembros amenazados 1)

afectados por una grave escasez de alimcn­

t~s o s~tuación de hambre; y espera reci­

bIr el lllforme del Coniejo Económico y

= :

Social inmediatamente después de que el

Consejo haya ('ompletado el exam('n de es­

te asunto; 6.- Pide a todos los Estados Miembros

de las Naciones Unidas que se sirvan brin­

(1m' su más amplia cooperación a la Orga­

nizaci6n para la Agricultura y la Alimen·

tación con el fin de facilitar el estudio a

que se hace referencia en el precedente pá­

rrafo 5; 7.- Pide al Secretario General se sirvn

preparar, en consulta con los directores ge­

nerales de la Organización pat'a la Agri.

cultura y la Alimentación y de la Organi­

zación Mundial de la Salud y con los jefes

administrativos de otras ol'ganizaeiofJelJ

competentes, recomendaciones sobre los pro­

cedimientos encaminados a lograr sill demo­

ra una acción concertada y eficaz de los

gobiernos, la:;: organizaeionüs ínterguberna.

mentales y los organismos privados en ea.

so de que amenace o reine efectivamente

una crítica ~ituacíón de hambre, originada.

por calamidades tales como las menciona­

das en el preámbulo de la presente resolu.

ción, con el fin de presentar tales recomen.

daciones al Consejo Económico y Social pa.

ra que las examine en el 14.\) período de

sesiones; 8.- Recomienda que S0 tenga en cuentf\

e: ~rincipio de que la ayuda a regiones

vICtImas de la escasez de alimentos y del

hambre, no dehe supeditarse a la obtenciólI

po: .los . países que proporcionen ayuda dt'

prIVIlegIOS políticOR. econóníicos o milita. re!'!;

!l .. -:-. Pide al Consejo Económico y Social

que meluya en su informe 1t la Asamble~

Genera 1 una sección especial relativa al P1'(I.

hlen:a de ]a ¡:'SCRsez de alimentos y 3, 1&8

medl~as. que hayan tomado los orgltni:3mo~

el'lpeCIahzados y los g!)biernos de los Estll·

¡los .\lirmhl'os paJ'a resolver el problema.".

RFJSOLUCION SOBRE REFORMA AGRARIA

APROBADA POR LA VI ASAMBLEA DE l .. A;<I

NN. UU.

(n~l dillcmso .del se:lior Frei. pá.g. 1122)

La Asamblea General,

1. Habiendo tomado nota dé1 infoI-lilH-

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..

dt>l S('(~rf'tHr10 Ci-f'ne,>al s\)bre l')R "DdpI~1n" de la f'Rtrnrtnra agraria que impiJt!'il 1']

desarrollo económico", preparado PJi ('\1m­

plimipl1tn al' ln ,>rsoluejón 401 rVi i!I' la Asamhlea General;

2, Convenrid¡¡ (le que en much.)'i P;l Íses la estructura agraria y, en especial, ('1 ¡,<'­gimen de tenencia d€' tierras impicl€'n d 1l~(,­

joramiento de la eondición económic:' ~' ".()­cial de los trabajadol'es de la tierra, ponen obstáculos al desarrollo económieo ," ,i)]l

causa de inestabilidad política; 3, Reconociendo que, en vista de la gran

diversj(bd c1€' las condiciones existpntes en ~ los territorios insuficientemente desarroll<1-

dos de diferentes partes dpl mundo. ning:¡, na medida uniforme ni ningún otro gruP(' de medidas uniformes puede considera "1'('

como el más adecuado a las condicjol1€'s (1(, tocios esos territorios;

4, H<,'colloci('nüo que, cuando !lea posi­ble, las reformas de los regímenes de pro pieda.d de tierras deben emprenderse den-1'1'0 (le lUí P¡'og')'illll;¡ 12,'('))('1'<11 ch' l'€'forllJ¡; ¡1~Ti1-ría con el fin de mejorar efectiVflmente In:.; condiciones de vida de los trflha,indor€'s agrícolas;

5. Estimando que un rápido Ill€'jora­miento di' la estructura agraria y del ré­gimen di' tenencia de tierras existentes en mnchos países insuficientemente d€',Hu>rolla­dos exige inversiones financieras en gran­de escala;

G. Convencida de que la forma que pue­de tomar una nueva distribución equitativa y provechosa de la propiedad de las tierras depende, en gran parte de y en muchos paí­ses, de las relaciones existentes entre 1/1. densidad de población, los l'ecursos en t.ir­l'l'as y los demás recursos;

7. Recoge con beneplácito la eonstata­ció n que hace el informe antes mencionflt1o del Secretario General acerca de los resul­tados favorables que, en el orden socín!, han obtenido países que dotaron de tierras yaguas a los campesinos que car€'cíall (lr ellas;

8. Aprueba las recomendaciones di'l Consejo Económicu y Social soh!'€' €'ste pro­blema, consignadas en la resolución :170 (XIII) del Consejo, del 7 di' i'1rptif'mhre de 1951;

1147

~) Insta a todos los Gobiernos, en euan­i () sean procedentes las recomendaciones" di' ];¡ ¡'esolueión precedente a las circunstan­('1<11' técnicas y financieras especiales de sus p:l íSt,s, n que apliquen tales recomendacío­JIPI' .\' IHlopt.en medidas prácticas para apli­en ¡. r€'formas agrarias que:

;¡ I eOlltribuyen a incrementar la pro­,l:l"('i(m agrícola, a eliminar la escasez de \ll,t\(lnctos alimenticios, a aumentar el bien­{'"till' d€' la población de los países insuñ­:,ntemente desarrollados, y salvaguarden

]0:, illtereses de los agricultores. pequeños y IlH,(!i;ll10S, así como de los trabajadores "~I'ícolas sin tierras que forman la mayo­,í;¡ ,lp la población rural de los países in­Sil t'i!'it'ntemente desarrollados.

1») incluyan medidas que permitan a ¡os agricultores proeurarse maquinaria <1gTlrola, animales de tiro, semilla, abonos y l'1'é<1ito a~rícola <1 bajo interé~ y les ayu­.len ti ('onstituir cooperativas u{' diversas (·bst's para la producrión y venta de los pl'(J(luctos;

(') incluyan medidas que permitan a 108

tl'<I ha.iadOl'cs agrícolas, arrendatarios y ag-I'ieultores pequeños y medianos reducir o liquidar las deudas que puedan haber ('olltraído como consecuencia de alquileres indebidamente elevados, de las condiciones tlesfavorables de la tenencia de la tierra y ([r los tipos usurarios de interés de la com­¡mL de semillas, equipo agrícola, animales de tiro y otras cosas;

di entrmlen medidas legislatiyas apro­pia(l;¡s en materia de salarios y otras d~ índole socia ltendientes a mejorar las con­dieiOl]€'S de los trabajadores y a elevar el llíwl de vida del trabajador agrícola;

(, ) apoyen las asociaciones agrícolas ya éxisientes y, cuando sean procedentes, con­tt'Íbnyan a organizar nuevas asociaciones agrícolas de trabajadores agrícolas sin tie­l'I'as. arrendatarios y agricultores pequeño/! - llH'rlianos cuyo principal interés sea He­

\' ;1]' a la práctica todas las medidas previs­i as en las reformas agrarias y que estén llfllllac1a.s a desempeñar una parte activa eJl ('llns;

10. Eneareee, además, a todos los Go­Inrl'nos la cooperación con el Secretario C:t'¡wral y con lo\! organismos especializados

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DIARIO DE SESlU '\ I~~ D!<Jr.J 8ENADO

"interesados en la preparación de los infor­mes solicitados por el Consejo en el l1fÍrra­ro 8 de la Resolución mencionada;

11. Insta a los Gobiernos de los Bstados ·Miembros a que, al elaborar sus políticas fiscales estudien activamente la cuestión ,le proporcionar fondos para los proyectos de reforma agraria e invita a las instituciones que conceden préstamos internacionales lt

que consideren favorablemente las solicitu-. (1<>8 de préstamo que les hagan los país!:''! insuficientemente desarrollados y cuyo oh­jeto sea poner en ejecuciGn sus programas de reforma agraria, incluso los encamina­dos a habilitar nuevas tierras para la agri­cultura, e invita, además, a dichas institu­ciones a que establezcan para esos présta­mos' C'ondiciones de interés y de amortiza­eíón que graven lo menos posible a los paí­ses prestatarios, de manera compatible con

la ronservación de esas instituciones como rntidades económicas viables;

] 2. Encarece al Secretario General, a la Organización de las NU., para la Agri­('ultma y la Alimentación y a la UNESCO, ('OUlO ha recomendado el Consejo, que eon­«edan prioridad a las recomendaciones con­(enidas en loa párrafos 5 y 6 de la Resolu­('i<'in del Consejo, y se disponga a efectuar estudios específicos y formular recomellda­('Íones concretas, a petición de los Gobier­lIOS, para el adelanto económico y social de 1 n población agríeola de sus países;

13. Decide incluir el tema de la reforma a.graria en el programa de su VII período de sesiones y pide al Secretario General q uc informe a la Asamblea, en dicho perlo­<10 de sesiones, acerca de las medidas adop­tadas y del progreso re~lizado.

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