SHOWTIME!!

Por: Ana Silva

Detrás de bambalinas espero ansiosa el tercer timbre que anuncia mi salida…

…una oleada de adrenalina recorre mi cuerpo,

…una combinación de susto con la exaltación de salir al escenario y que sea Mi Momento.

Por fin suena el timbre y salgo al escenario…

El público me observa estupefacto y yo danzo…

Danzo la vida…

Danzo ese instante…

En ese momento no existe nada más que la música y mi cuerpo que se entrega con pasión

a cada movimiento…

Un taconeo flamenco… un giro coqueto de mis manos…

…y una vuelta con fuerza de mis piernas que hace que las borlas de mi falda se muevan

con el viento.

El minuto de fama se acaba y debo volver tras bambalinas.

Mi respiración jadeante y la adrenalina que antes me acompañaba…

… ahora se vuelve una emoción,

… un calor que brota del centro de mi pecho y se expande por todo mi cuerpo.

Escucho al fondo del teatro los aplausos,

…alguien grita ¡Bravo!,

… y la emoción se convierte en una satisfacción personal.

“¡Lo hice bien!, ¡lo hice bien”, me digo a misma,

… mientras me abrazo pensando: “¡buena chica!”

Ahora estamos en otro escenario…

Pero esta vez; no danzo yo, sino estoy en medio del público, soy otro espectador más.

El escenario está a oscuras…

Comienzan suavemente a sonar los acordes de una guitarra…

Una luz se enciende en toda la mitad del escenario…

…enfocando a una bailaora con traje negro,

(Imagen tomada de www.alaireyacompas.es)

…en su rostro la expresión de la fuerza del flamenco.

(Imagen tomada de www.alaireyacompas.es)

…Ahora es ella quien empieza a taconear al son de la guitarra.

(Imagen tomada de www.esfantastica.com)

…Sus brazos, sus manos y sus pies se mueven en una sincronía perfecta.

(La bailaora y coreógrafa Sara Baras durante la presentación de su espectáculo 'Carmen'. Imagen: Fernando Alvarado)

…en ella hay fuerza, hay expresión, hay pasión.

(foto publicada en www.diariodenavarra.es)

Y yo; que me he perdido entre los espectadores, comienzo a vibrar con su fuerza,

…y una corriente escalofriante recorre mi cuerpo.

…no es una corriente fría, más bien es una vibración de estar plenamente conectada con ese momento,

…de estar vibrando con la pasión que la bailarina me transmite.

Se cierra el telón.

Aplausos y gritos de exaltación se despiertan en el público.

Y yo me quedo sentada entre el público con la sensación de haber vivido un momento de intensa adrenalina,

…que ya pasó, y te quedas con tu cuerpo agitado por los efectos de la intensidad con la que viviste hace un instante.

Otro escenario… un público diferente… una intención diferente…

…ahora estoy en una conferencia.

…el orador pone a danzar sus palabras.

Imagen tomada de http://bit.ly/2e09HKn

…dándole más fuerza a unas, jugando con las tonalidades de su voz

…y con la postura de su cuerpo que se mueve en distintos puntos del escenario:

A veces se detiene… otras se acerca al público… y otras se aleja.

Pero la danza aquí es otra…

Ya no hay música…

Pero él está danzando sus palabras…

Lleva semanas preparándolo…

…se ha asesorado con expertos en lenguaje,

…que le han enseñado dónde poner las “íes”, dónde moverse y cómo, para darle más fuerza a su discurso.

Ha pasado horas enteras ensayando frente al espejo…

…le ha presentado su discurso a sus amigos más allegados.

Algunas recomendaciones… unos ajustes…

Y llega el momento de su showtime…

…y se encuentra de pie tras bambalinas sintiendo la misma adrenalina que yo sentí en mi momento antes de salir al

escenario.

Se abre el telón y comienza a danzar sus palabras…

…recordando al pie de la letra lo que su asesor le dijo: “párate aquí, cruza los brazos, sube la voz al decir esto, bájala al decir aquello”

Su minuto de fama pasa y se esconde detrás de bambalinas…

Escucha los aplausos…

… y ahora es él quien se abraza a sí mismo diciendo: “¡buen chico!”.

Estoy emocionada de que algunos hayan acudido a mi convocatoria…

… Entre el público hay personas que conozco de hace tiempo, amigos, compañeros de camino en distintos momentos de mi

vida.

Aquí estoy yo; de pie, frente a toda esta audiencia, que viene a escucharme.

No hay ensayos…

No hay asesor en lenguaje que me haya preparado para este momento…

Hay un sabor a confianza, en esa sabiduría interna que sabrá qué hacer.

Comienzo a compartir mi mensaje; con el lienzo en blanco,

…soltando las expectativas,

…olvidando los “deberías”.

Aquí; en frente del público, soy sólo un ser humano que quiere compartir su experiencia.

Mi Momento comienza, y las palabras vienen a mi como una danza coquetas,

… y fluyen, como navegando con la corriente de la inspiración.

No espero aplausos…

No espero abrazarme a mi misma diciendo “buena chica!”…

Sólo me entrego al momento conectando con cada uno de los espectadores…

… de corazón a corazón.

Termina la charla y alguien del público se me acerca diciendo:

“Ana, me conecté profundamente con tus palabras, gracias por compartir tu experiencia”

Y yo sonrío para mis adentros pensando:

Qué poderoso es cuando te conectas con tu propia sabiduría…

… y dejas fluir la vida,

… siendo tú misma, auténtica,

… en la totalidad de tu ser.

¿Conectamos de corazón a corazón?

anaencontacto@gmail.com