Sin Rumbo Cambaceres

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ARGENTINA EN EL SIGLO XIX Si existe un hecho histórico que marcará un antes y un después en el devenir de Argentina en el siglo XVIII ese es, sin duda, la creación delVirreinato del Río de la Plata, en 1776. Fue el interés que despertó el desarrollo del puerto de Buenos Aires a países como Portugal, (que hizo llegar su expansión colonizadora hasta el río de la Plata); Inglaterra y Francia, (que realizaron expediciones en la Patagonia y Malvinas); lo que hizo que España tomara conciencia de la importancia y autonomía de esta región. Aunque al principio la población se repartía entre distintos puntos del interior, poco a poco, gracias a la riqueza ganadera del litoral y a las bondades del puerto de Buenos Aires, la actividad económica se centralizó en la capital porteña. Virreinato del Río de la Plata En 1776, al producirse la revolución de las colonias de América del Norte, se hizo indispensable para el comercio inglés la apertura de los puertos de la América española. El precursor de la emancipación de las colonias españolas fue el General venezolano Francisco Miranda, quien desde el año 1790 trabajaba en Europa para conseguir apoyo. Al estallar la guerra en el año 1803, Gran Bretaña tomó en consideración el proyecto, y en 1804 estaba ya convenido que el primer Lord del Almirantazgo, Sir Home Pophan, acompañaría a Miranda en sus planes sobre América.

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ARGENTINA EN EL SIGLO XIXSi existe un hecho histrico que marcar un antes y un despus en el devenir de Argentina en el siglo XVIII ese es, sin duda, la creacin delVirreinato del Ro de la Plata, en 1776. Fue el inters que despert el desarrollo del puerto de Buenos Aires a pases como Portugal, (que hizo llegar su expansin colonizadora hasta el ro de la Plata); Inglaterra y Francia, (que realizaron expediciones en la Patagonia y Malvinas); lo que hizo que Espaa tomara conciencia de la importancia y autonoma de esta regin.Aunque al principio la poblacin se reparta entre distintos puntos del interior, poco a poco, gracias a la riqueza ganadera del litoral y a las bondades del puerto de Buenos Aires, la actividad econmica se centraliz en la capital portea.

Virreinato del Ro de la PlataEn 1776, al producirse la revolucin de las colonias de Amrica del Norte, se hizo indispensable para el comercio ingls la apertura de los puertos de la Amrica espaola. El precursor de la emancipacin de las colonias espaolas fue el General venezolano Francisco Miranda, quien desde el ao 1790 trabajaba en Europa para conseguir apoyo. Al estallar la guerra en el ao 1803,Gran Bretaatom en consideracin el proyecto, y en 1804 estaba ya convenido que el primer Lord del Almirantazgo, Sir Home Pophan, acompaara a Miranda en sus planes sobre Amrica.Dos aos despus, el 25 de junio de 1806, los ingleses desembarcaban en Buenos Aires y tomaban posesin del Fuerte, prometiendo a los bonaerenses la libertad de sus derechos. El criollo Juan Martn de Pueyrredn levant al paisanaje y el 12 de agosto atac la ciudad y obtuvo un triunfo completo, obligando a la rendicin a los ingleses.Sin embargo, el 28 de Junio de 1807 el General Whitelocke, al frente de 11.000 hombres, desembarc a doce leguas de la ciudad, y Liniers (Comandante General de Armas de Buenos Aires y Virrey del Ro de la Plata) cometi el error de presentarle combate en campo abierto, siendo completamente derrotado. Al conocerse ese resultado, el alcalde Martn de Alzaga fortific la ciudad. El 5 de Julio atacaron de nuevo los ingleses, pero fueron completamente vencidos y obligados a capitular gracias al concurso que en esta ocasin prest todo el vecindario.Mientras tanto, en Espaa se produce el levantamiento contra las tropas napolenicas, lo que provoca el encarcelamiento del rey Fernando VII. Como consecuencia directa, se desat una oleada revolucionaria en la colonia que an gobernaba el Virreinato del Ro de la Plata. El 25 de Mayo y el 16 de Julio de 1809 hubo dos importantes movimientos revolucionarios: uno tuvo por escenario Chuquisaca y el otro estall en La Paz. El virrey Cisneros, nombrado por la Junta Central en sustitucin de Liniers, disolvi la Junta de Montevideo, dej a los patricios en sus puestos, dict el decreto sobre comercio y estableci la instruccin primaria obligatoria. Sin embargo, la revolucin estaba en el ambiente y los nimos preparados para servirla.Influenciados por la concrecin de recientes independencias en otros pases, los criollos, finalmente, el 25 de mayo de 1810, se convirtieron en los hacedores de sus propias leyes y destinos. Una fuerte burguesa comercial ubicada en la zona del puerto fue la fuerza manipuladora detrs del movimiento revolucionario de 1810, el cul cre lasProvincias Unidas del Ro de la Plata. En ese rememorado da 25 de Mayo, el cabildo de Buenos Aires destituy el virreinato y anunci que de all en adelante gobernara en nombre del rey Fernando VII, por el cautivo de Napolen.Tras la batalla de Huaqu (20 de junio de 1811), la batalla de Tucumn (24 de septiembre de 1812) y la Revolucin del 8 de octubre del mismo ao, en 1813, la Asamblea integrada por el triunvirato Juan Jos Paso, Nicols Rodrguez Pea y Juan lvarez de Jonte, dictamin numerosas leyes tendentes a asegurar la independencia, se mand abolir el escudo de armas de Espaa, y la efigie de los antiguos monarcas fue borrada de la moneda; adems, se declar da de fiesta la fecha gloriosa del 25 de mayo. Pero cometi el error de rechazar la diputacin oriental, lo que ocasion la apertura de un abismo entre el Gobierno de Buenos Aires y Jos Artigas, jefe de los orientales, quien sublev los pueblos radicados en la Banda Oriental, Entre Ros y Corriente. La escuadra argentina procedi, entre tanto, al bloqueo del puerto de Montevideo. Como consecuencia, se firm una capitulacin estipulando que la plaza pasara a poder de los patriotas.

Onza patriota acuada en 1813El triunfo del ejrcito y de la escuadra patriotas en Montevideo puso trmino a la dominacin espaola en la vecina orilla del Plata.En marzo de 1816 se reunieron en Tucumn representantes de varias provincias, proclamndose independientes de la soberana espaola y declarando la formacin de lasProvincias Unidas de Amrica del Surel 9 de julio. En eseCongreso de Tucumn, se consagr la bandera azul y blanca como el emblema de la nueva nacin y en el ao 1818 el diputado por Buenos Aires, Chorroarn, propuso al Congreso que fuese distintivo de la bandera de guerra un Sol pintado en el centro de ella. El emblema del Sol es el representativo de los incas.Aunque un supuesto Director Supremo fue nombrado para encabezar el nuevo estado, el Congreso fue incapaz de llegar a un acuerdo en la forma de gobierno. Muchos de los delegados favorecieron la creacin de una Monarqua Constitucional, postura que se encontr con la fuerte oposicin de los delegados que favorecieron un sistema federal de gobierno. La friccin de ambas facciones culmin con una guerra civil en 1819.Fue una lucha sangrienta la de unitarios y federales, y protagoniz la escena poltica durante los primeros y largos aos del joven pas.En 1825 la ley fundamental cambi el nombre de Provincias Unidas de Amrica del Sur por el de Provincias Unidas del Ro de la Plata; y por fin, la constitucin de 1826 convirti a las provincias unidas en la Nacin Argentina. Poco despus de la paz, comenzaron nuevos trastornos polticos que culminaron en la larga dictadura de don Juan Manuel de Rosas (1829-1832; 1835-1852), vencido en Caseros por Urquiza. El federalismo logr en parte sus objetivos con la constitucin de 1853 que, si bien instaur este sistema, no pudo terminar con los enfrentamientos entre Buenos Aires y las provincias.Los gobiernos de Urquiza, Pellegrini, Quintana y Figueroa Alcorta tuvieron el gran acierto de fomentar la prosperidad del pas. Lo cierto es que el poder de Buenos Aires como ciudad puerto y llave maestra de las exportaciones agropecuarias, base de la economa argentina, condicionara la historia del pas.NATURALISMO EN HISPANOAMRICANaturalismo Filosfico: movimiento que afirma que la naturaleza constituye el conjunto de la realidad y puede ser comprendida tan slo a travs de la investigacin cientfica. Negando la existencia de lo supranatural y restndole importancia a la metafsica o al estudio de la naturaleza ltima de la realidad, el naturalismo afirma que las relaciones de causa-efecto (como en fsica y en qumica) son suficientes para explicar todos los fenmenos.Como movimiento literario, el Naturalismo toma los preceptos de su homnimo filosfico y los adopta a su mbito y se define como toda teora segn la cual la composicin literaria debe basarse en una representacin objetiva y emprica del ser humano.El Naturalismo fue un movimiento nacido en torno a Emile Zola cuyo objetivo era reproducir la realidad con una objetividad perfecta en todos sus aspectos, tanto los ms sublimes como los ms vulgares.Segn Zola las bases tericas de la novela naturalista se resumen en el "estudio del temperamento y las modificaciones profundas del organismo bajo la presin del medio y las circunstancias". Antittico al espiritualismo y al optimismo ideolgico de la cultura romntica, en el naturalismo se subraya la dependencia del hombre de las condiciones ambientales y denuncia los lmites concretos de su personalidad tica. Se desplaza toda la atencin no tanto hacia la naturaleza, anulada por un pesimismo opuesto al optimismo ilustrado, como hacia la sociedad entendida como un mecanismo de atropello y de embrutecimiento del individuo.Los escritores naturalistas consideran que el instinto, la emocin o las condiciones sociales y econmicas rigen la conducta humana, rechazando el libre albedro y adoptando en gran medida el determinismo biolgico de Charles Darwin y el econmico de Karl Marx.En Hispanoamrica, el naturalismo aparece en la novela hacia 1880 en una corriente que busca sobre todo analizar los problemas tnicos y sociales a travs de la conducta de los personajes.Se caracteriza en estas zonas por la objetividad relativa en la descripcin minuciosa y precisa de ambientes, con preferencia del bajo fondo urbano y rural, aunque tambin se describen ambientes burgueses y aristocrticos. Tanto las clases superiores como las inferiores no son sino estratificaciones de una misma especie humana: el hombre desvalido e ignorante. Domina, pues, un espritu amargo y pesimista: el desafo a las leyes de la herencia biolgica precipita a los protagonistas en el fracaso. Estos personajes representan a todo un grupo social, no poseen individualidad.El Naturalismo en Hispanoamrica es una nueva posibilidad de interpretar la sociedad y de describir lo esencial de cada pas. Hay un momento dentro del Naturalismo en que los escritores hispanoamericanos estn fuertemente comprometidos con la tierra, lo telrico, la bsqueda de un vnculo original. Es decir, cualquiera que sea el tema, el escenario es la geografa del continente: la pampa, la llanura, la selva, el ro, la montaa, la sabana, el desierto, la costa, etc. . .Las problemticas sociales que explican la aparicin de la tendencia naturalista en Europa (la creciente industrializacin, la lucha de clases, los asuntos de ndole poltica, econmica y moral), tambin valen para Hispanoamrica. Sin embargo, aqu se incorporan ciertas temticas genuinas, como la oposicin entre el elemento autctono y el extranjero, las diferencias raciales, el enfrentamiento del hombre con la naturaleza, la situacin de los suburbios en las grandes ciudades, el caciquismo o la inestabilidad poltica.Posee, adems, unaNarrativa de Tesis: fiel testimonio de las circunstancias histricas, ambientales, polticas y raciales: valor de documento histrico. Pero, aunque se base en hechos y conflictos reales, la narrativa naturalista, para ser tal, tanto la europea como la hispanoamericana, concibe a sus personajes como empujados por un ciego determinismo que rige los actos de stos y que se quiere explicar, antes que por el clsico fatum de la tragedia antigua, por leyes de herencia y por circunstancias ambientales.En la novela, en concreto, nos encontramos con una tcnica de orientacin realista que la narrativa naturalista hace propia: la descripcin minuciosa y detallista del entorno se fundamenta en la capacidad de observacin y significa una valoracin de la realidad circundante con afn de verosimilitud.Se produce, pues, un auge de la novela experimental (observacin-experimentacin).Naturalismo en ArgentinaLa novela romntica haba dado su expresin ms representativa en Argentina conAmaliade Jos Mrmol. A partir de ese momento, la narrativa portea recorre el camino que va de la pintura costumbrista o sentimental a la reconstruccin histrica.La novela moderna en Argentina surge en un momento en que la inmensa mayora aplaudi la ola de prosperidad material, el auge de los negocios, el crecimiento prodigioso de la capital y el brillo de una vida social que redujo a la nostalgia las costumbres aldeanas. Factores de ndole econmicos, polticos y sociales rodearon el aire cultural de lageneracin del 80, caracterizada fundamentalmente por el liberalismo y el problema de la inmigracin.Esta generacin recibi y cultiv los modelos culturales europeos, destacando la llegada de la nueva literatura francesa: el Naturalismo. Y as como en Pars, tambin en Argentina produjo polmicas y escndalo: el 3 de agosto de 1879 La Nacin comienza a publicar en folletn el captulo inicial deLa Taberna(1877) de Emile Zola, pero al da siguiente, sin justificacin convincente, suspende su publicacin. A partir de ese momento se suceden las diatribas y las apasionadas y escasas defensas del naturalismo en diarios y revistas de la capital argentina.Hacia 1890, a pesar de admoniciones y protestas, el naturalismo ha arraigado definitivamente en la literatura argentina. Hacia esa misma fecha se ha cerrado el circuito del rechazo; algunos de los antiguos detractores suavizan su actitud o llegan incluso a adoptar total o parcialmente las caractersticas del antes vilipendiado naturalismo.En Francia surgi como una respuesta natural a las condiciones sociales y econmicas del momento; pero en Argentina no existan las mismas condiciones: no haba surgido an una burguesa industrial poderosa con su obligado correlato de explotacin y clases pauprrimas y marginadas. Se adopt el naturalismo francs, sin advertir que corresponda a otra realidad histrica; as, se explica que el naturalismo argentino adopte ms los mecanismos y las tcnicas zolianasque sus objetivos fundamentales: Zola ataca frontalmente a la clase dirigente dela burguesa francesa; los naturalistas argentinos terminan por defender cerradamente la clase dominante a la cual pertenecen.Pero, a pesar de este falseamiento, la adopcin del Naturalismo abri a la novela argentina el campo de su conexin con la realidad, posibilitando la incorporacin definitiva de la temtica urbana.Entre los autores narrativos del movimiento naturalista en Argentina cabe destacar a: Miguel Can, Lucio V. Mansilla, Eduardo Wilde, Lucio V. Lpez, Eugenio Cambaceres, Martn Garca Mrou, Jos S. lvarez Fray Mocho, Paul Groussac, Joaqun V. Gonzlez, Jos Manuel Estrada y Pedro Goyena.EUGENIO CAMBACERES

Eugenio CambaceresNaci en Buenos Aires en 1843 y muri en Pars en el ao 1889. Su padre fue un francs llamado Antonino Cambaceres que lleg a Argentina como inmigrante en el ao 1833. Una vez establecido en el pas invirti su fortuna en la compra de campos, transformndose as en un poderoso estanciero. Por entonces, se cas con una mujer portea llamada Rufina Alais. De esta unin nace Eugenio Modesto de las Mercedes Cambaceres.Curs estudios en la Facultad de Derecho y Leyes, gradundose de abogado en 1869. Fue un porteo que incursion en poltica bajo el ideario liberal y progresista, perteneci al distinguidoClub del Progreso, ocup un puesto en el Congreso de la Nacin y se caracteriz por tener una cultura francesa. Esta cultura la hered de su familia paterna, los viajes a Europa y el conocimiento e influencia del novelista Emile Zola.Su vocacin literaria era notoria, tanto que represent en la narrativa argentina una bsqueda permanente de nuevas formas de expresin literaria, verdadero desafo a las buenas costumbres de la poca. Su narrativa desde el comienzo aparece caracterizada bajo el canon cultural del naturalismo francs, esttica que le permiti alcanzar una dimensin originalmente realista del mundo narrado hasta el punto de ser considerado el fundador del naturalismo no slo en Argentina, sino en Hispanoamrica.En 1870 es elegido diputado de la legislatura de la provincia de Buenos Aires y en 1871 figura en la Convencin de la misma donde presenta un proyecto de separacin de Iglesia y Estado que provocar un escndalo en la sociedad.En 1874 es electo diputado nacional y reelegido dos aos despus en su cargo, pero renuncia a su banca y deja la vida pblica para dedicarse a la elaboracin y publicacin de sus cuatro obras:Potpourri(1881);Msica sentimental(1884);Sin rumbo(1885); yEn la sangre(1887). Los dos primeros cuentos llevan el subttulo deSilbidos de un vago. Muri meses despus con 45 aos en la capital francesa.La produccin novelstica se centr en aquella zona de las costumbres que la hipocresa social manda tener velada; pint lo instintivo y lo grotesco tal como lo vea en su modelo real; sus novelas fueron los primeros relatos indagatorios sobre la vida de los instintos tal como aparece en el color local del ambiente cotidiano.La intuicin narrativa de Cambaceres no est solamente en dar una resea poltico-social y un estudio psicolgico de los personajes, sino tambin en desplegar un proyecto literario adscrito a la teora de Emile Zola: para comprender su produccin literaria es necesario situarse en el canon naturalista como un modo de representacin de lo real.El rasgo predominante que asume Cambaceres en su narrativa es la concepcin positivista de la literatura basado en un criterio cientfico y un mtodo crtico de naturaleza emprica. La literatura entendida como una creacin imaginaria de mundos posibles presenta una preocupacin permanente por la raza nacional, los inmigrantes y la xenofobia como atributos de una expresin de la sociedad que toma cuerpo a travs de una funcin cognoscitiva de la narracin, nota fundamental en el dominio de la novela naturalista. La interpretacin de la realidad en la novela de Cambaceres va a estar fuertemente impregnada por los aires culturales de Europa: el carcter cientfico de concebir el mundo, el concepto del fatalismo de corte eminentemente determinista, la lucha por la existencia, la ley de la herencia, la fuerza instintiva de la sangre y el arrebato de la bestia.Veremos a un narrador que se caracteriza por su capacidad de interpretar la realidad mediante la construccin de un escenario narrativo fielmente representativo del temperamento de los personajes; es la observacin y experimentacin de un narrador sagaz que ve la vida espasmdicamente a travs del esfuerzo pesimista que trasluce la bestia humana como una experiencia infausta de la ambicin y avaricia de la sociedad bonaerense.La narrativa de Cambaceres despliega segmentos instintivos e irracionales, mrbidos y patolgicos que se sostiene en un atavismo prcticamente brbaro. Los mbitos por donde discurre su discurso naturalista corresponde a aquellos lugares de la existencia humana que nos revelan la expresin de un fundamento de la realidad eminentemente nacional, secularizada y "sin rumbo" propio de personajes que pululan como muchedumbre atrapados por el engranaje recurrente de la maquinaria naturalista.Podemos definir, pues, la novelstica de Eugenio Cambaceres como una autntica experiencia del sentido de lo real que responde a los rasgos predominantes de la novela naturalista.SIN RUMBOEscrita en 1885,Sin Rumboes una de las obras ms logradas de la narrativa argentina decimonnica. Acomodada a las premisas del Naturalismo, representa no una vuelta de tuerca ms a ese fenmeno literario, sino la perfecta adaptacin de los rasgos definitorios del mismo sin caer en la monotona ni en la reiteracin saturada.Con esta obra, Cambaceres conquista por sus propios mritos un puesto eminente en la literatura argentina, puesto que se le haba negado tras su primera obra (Silbidos de un vago) a la que se quiso equiparar con esas obras pornogrficas que devoraban los adolescentes de la poca; tambin se pens que dicho texto no tendra continuidad. Pero cuando sali a la luzMsica Sentimentalla indignacin se hizo general; se insinu que el autor buscaba en la invectiva una vena inagotable y se le present como un cortesano de las bajas pasiones de la humanidad. Sin embargo, con su tercera obra se impone la fuerza de voluntad de Cambaceres y comenzarn a orse voces en defensa del autor deSin Rumbo, aunque seguirn las crticas hacia el mismo, exhibindolo como un fabricante de escritos afrodisacos y achacando su xito y popularidad al escndalo presente en sus obras.Centrndonos en la obra que nos ocupa,Sin Rumboes el estudio claro, intenso y desgarrador de una existencia desaprovechada para el bien y para la felicidad. Un vividor fatigado de la vida (Andrs), retirado en una estancia donde fortalece su cuerpo marchito, deshonra a una humilde campesina y despus del estregamiento de la posesin, la abandona embarazada, con el fruto de su falta en las entraas por los encantos y atractivos de la capital. All se siente atrado por un nuevo antojo. Se encapricha de unaprima donnacasada y trata de hacer revivir en sus brazos las sensaciones que crea aletargadas para siempre.Pero el hasto se encarniza en su existencia. Retrado, adusto y desencantado, interrumpe, por fin, aquella dolorosa ilusin, y regresa al campo impulsado por un sentimiento cuya existencia no sospechaba en el fondo de su ser. All se encuentra con su hija, cuya madre muri al dar a luz sin revelar la identidad del padre de la criatura, pero l, desde el principio, asume esa nueva condicin. La paternidad lo ennoblece y purifica; su nica felicidad, su nico porvenir, el norte de su vida, la esperanza de su salvacin, todo se encierra para l en la pequea cuna en que reposa el cuerpo de su hija. Una primavera insospechada cubre de flores las fisuras de aquel corazn en ruinas.Pero un da se levanta violenta la expiacin. Aquel ngel inocente muere ahogado por la enfermedad del crup (difteria) y su padre, ante la visin de una vuelta a una existencia solitaria, vaca sin su Andrea, se abre el vientre delante de su cadver an tibio, algo que jams imagin que sera capaz de hacer por nadie. Al mismo tiempo, una mano criminal incendia sus bienes, y en el fondo de aquel cuadro sombro"la negra espiral de humo, llevada por la brisa, se despliega en el cielo como un inmenso crespn!"EnSin Rumbo, Cambaceres se complace en pintar escenas de la vida cotidiana burguesa mediante la buscada perfeccin de detalles y la introduccin de cuadros realistas que definen y destacan su potente originalidad literaria. El viaje a caballo, bajo el sol del medioda, hasta el rancho de la campesina que le entrega el cuerpo y el alma; el furor imponente de la tormenta que cambia los arroyos en torrentes y pone en peligro la vida de Andrs; la agona de Andrea, su muerte y el suicidio de su padre; todos los cuadros son dignos de un escritor de un talento brillante.Estilo y CaractersticasEl texto de Eugenio Cambaceres est dividido en dos partes que, adems de en la extensin (la primera de ellas es bastante ms extensa que la segunda), difieren tambin en el carcter del protagonista. Al principio de la obra, Andrs es el prototipo de burgus vividor, mundano, frvolo y superficial preocupado nica y exclusivamente por l mismo. Sin embargo, observamos una transformacin en la segunda parte, donde debido a su nueva condicin de padre su carcter se torna amable y alegre y ese sentimiento de egosmo e indiferencia hacia los dems es sustituido por un profundoamorhacia su nia Andrea.Adems, hay quien atribuye al texto un cierto esquema circular al observar que elinicioy el final del mismo es similar en tanto en cuanto que se vale de la tcnicafestapara la construccin de ambos. As, al comienzo de la obra Cambaceres nos presenta la imagen de un grupo de gauchos ejercitando la faena del esquileo en la calle: las carnes, cruelmente cortajeadas, se mostraban en heridasanchas, desangrandoY al final, cuando Andrs se quita la vida, nos encontramos de nuevo con esefesmo, esta vez, quizs, ms evidente y grotesco: y recogindose las tripas y envolvindolas en torno de las manos,violentamente, como quien rompe una piola, peg un tirn.Un chorro de sangre y de excrementos salt, le ensuci la cara,la ropa, fue a salpicar la cama del cadver de su hija, mientrasl, boqueando, rodaba por el sueloEstefesmo, adems, pone de manifiesto una constante en el texto de Eugenio Cambaceres: elanimalismo, esto es, la constante comparacin que hace entre el hombre, el ser humano en s y los animales. En este caso en concreto, vemos que del mismo modo que anteriormente eran las ovejas las que se desangraban, ahora es el propio Andrs quien lo hace.No es exclusivo de este pasaje eseanimalismo, sino que lo observamos a lo largo de toda la obra en momentos como la descripcin que realiza al comienzo del gaucho:con la rabia impotente de la fiera que muerde un fierro caldeado al travs de los barrotes de su jaula, o la que realiza sobre Donata:con la gracia ligera y la natural viveza de movimientos de una gama; o incluso, ya al final de la obra, cuando al tiempo que enferma Andrea se mueren las reses por el temporal.Como vemos, Cambaceres se vale de este recurso ms propio del Romanticismo que del Naturalismo durante toda la obra; continuamente existe una equiparacin entre la naturaleza del ser humano y la del animal, especialmente la del animal salvaje, en libertad, resaltando de esta manera la participacin que sobre nuestra forma de ser y nuestra personalidad tienen esos consabidos instintos naturales y primarios, difcilmente superables o, ms bien, completamente inherentes al propio ser humanoracional. Esa herencia de gnero, de la raza humana, es imposible de eliminar de nuestro interior. Aunque s es posible ocultarla o enmascararla mediante la educacin; pero cuando esos instintos afloran se convierten en fuerzas avasalladoras que anulan cualquier tipo de norma civilizada.El autor argentino no nos presenta aqu a personajes excesivamenteanimalizados-a excepcin del ya citado momento del suicidio de Andrs-, sin embargo, esa idea est constantemente presente para que el lector sea consciente de que, incluso en las clases ms altas o en la burguesa, los instintos animales son parte indivisible e inseparable del individuo. Cuando eseanimalismose endurece y es llevado a sus mximas consecuencias, es entonces cuando del animal se pasa a la bestia:en el brutal arrebato de la bestia que est en todo hombre. Ya no estamos solamente ante un animal irracional e instintivo, sino ante un verdadero monstruo perverso, depravado, casi antinatural, dominado por la locura:y era un desequilibrio profundo en su organismo [....] como un estado mental cercano a la locura; consecuencia ltima, esa locura, del dejar hacer de los instintos, del no saber, no poder o no querer dominarlos.Existe, por otro lado, una implicacin constante del elemento natural en el devenir de la obra y sus personajes, una interaccin entre stos y la propia naturaleza. De este modo, cabe aludir de nuevo al pasaje donde al mismo tiempo que enferma la hija de Andrs, las reses de la hacienda mueren; o en el mismo sentido, el da en que Andrea enferma, tras una maana calurosa y soleada, se ven venir las nubes, se siente silbar el viento y finalmente llueve de forma intensa.Adems, la descripcin que Cambaceres hace de la naturaleza en cada momento es detallada y preciosista; cargada de adjetivos y metforas, as como del elemento sensorial que salpica cada una de esas descripciones:un olor a claveles y mosquetas,el aroma capitoso de las flores. Las mismas, son en ocasiones exageradamente minuciosas y extensas, ms propias de la literatura Romntica, pero que se hacen imprescindibles para la total comprensin del texto en s y en el conjunto de toda la obra de Eugenio Cambaceres.En tales descripciones se vale el autor de muchas enumeraciones y oraciones compuestas, as como de gran cantidad de aposiciones y ablativos absolutos, como la que realiza sobre el casucho de la calle Caseros donde se ven a escondidas Andrs y la Amorini en el captulo XVIII de la primera parte de la obra, o ,dos captulos despus, la que realiza sobre las calles bonaerenses tras una lluvia copiosa.

Teatro Coln, emplazado frente a la Plaza de MayoPor ltimo y antes de estudiar las caractersticas de los diferentes personajes femeninos que aparecen enSin Rumboy su indudable influencia en la obra, cabe resaltar tambin el concepto del destino e incluso de la divinidad omnipotente: Dios. A este respecto observamos un cambio radical entre el Andrs de la primera parte y el de la segunda; la despreocupacin por todo lo ajeno a su persona de la que haca gala al inicio, contrasta con las dudas acerca del porvenir y el futuro que se plantea una vez que ya es padre, cuando ya no ocupa su persona la totalidad de sus pensamientos, sino que ese puesto es conquistado ahora por Andrea. Ese cambio jerrquico trae consigo la preocupacin y la curiosidad sobre el maana, sobre qu le deparar su futuro, su destino.Toda la segunda parte de la obra est plagada por esas dudas de Andrs respecto a su futuro, pero sobre todo respecto al futuro de su hija; y ese continuo temor hacia lo que estaba por venir, terminar por convertirse en realidad con la enfermedad y posterior muerte de la pequea Andrea:pero como si entre las leyes ocultas que gobiernan eluniverso existiera una, brbara, monstruosa,exclusivamente destinada a castigar por el delito dehaber gozado alguna vez, el sueo acariciado porAndrs no deba tardar en disiparse convertido enuna irona sangrienta del destinoCuando la enfermedad de Andrea se hace patente, Andrs, lejos de aceptar su destino, se encomienda a Dios, actitud que nunca antes haba mostrado. Es al darse cuenta de que nada puede hacer l ante ese golpe del destino cuando recurre a la oracin, ltimo recurso para la salvacin de su querida nia:slo un milagro, slo Dios poda salvarla. Pero ante la esterilidad de sus rezos e intentos por hacer que l la salvara, se cuestiona Su identidad e incluso Su existencia:Dios... pero, dnde estaba ese Dios [....] el Dios omnipotente que miraba impasible tamaas iniquidades!.Tras esa negacin de la divinidad, Andrs realiza un ltimo intento y vuelve a recurrir a l, rezando y reafirmndose como creyente:s, creo en ti, creo en todo, con tal de que me la salves. Pero todo es intil y Andrea finalmente muere.Ese arrepentimiento final y la vuelta a la fe es una caracterstica propia de la novela naturalista, como vemos, por ejemplo, enSantade Federico Gamboa. Sin embargo, en sta se concluye que Dios perdona a todo aquel que se arrepiente de corazn y la muerte de la propia Santa ser, al final, su salvacin. EnSin Rumbono es fructfera esa reconversin al catolicismo, puesto que Andrea muere por los pecados de su padre y ste finalmente se suicida, algo completamente impensable para un buen catlico, quizs como venganza contra ese mismo Dios que no quiso ayudarle. El proceso destructor de Andrs se relaciona con las teoras filosficas decimonnicas, est condicionado por un determinismo psicolgico y fsico:DARWIN.determinismo .sin rumbo.lucha por la existencia CRISIS .pesimismo.fuerza instintiva DE .la nada.llamada de los sentidos ANDRS .hasto.arrebato de la bestia .confusos temores.suicidioSCHOPENHAUEREl personaje femeninoA pesar de que la obra trata la historia de Andrs y sta ocupa la totalidad de la narracin, es incuestionable e irrebatible el papel fundamental que en ella asumen los diferentes personajes femeninos que aparecen a lo largo del texto. Desde la aparicin en escena de Donata hasta la muerte final de Andrea, el rumbo que toma la vida del protagonista est siempre regido y condicionado por el gnero femenino, omnipresente en cada uno de sus actos.Por otra parte, la actitud que hacia las mujeres tiene Andrs experimenta un cambio entre la primera parte de la obra y la segunda: si bien, al inicio vemos a un Andrs frvolo y aprovechado, que se vale de las mujeres para su mera satisfaccin y goce sin importarle en absoluto lo que sientan ellas o qu les pueda ocurrir despus, en la segunda mitad observamos cmo el protagonista se deshace en elogios y carios hacia su hija y siente un profundo respeto hacia la Ta Pepa.En esa primera parte nos encontramos con un elemento de poder en las novelas de Cambaceres: el sexo como posibilidad de placer que pertenece slo a las clases altas. En este sentido, Andrs tiene una vida sexual muy activamente detallada por el narrador; mientras que es clara la diferencia que existe con otra obra suya:En la sangre, donde del protagonista, Genaro, no se conoce prcticamente nada de su vida sexual. La llamada de los sentidosrige la existencia de Andrs en dos aventuras amorosas de muy distinto signo, ambas dentro del campo de la naturaleza, al margen de las relaciones estables codificadas por la tradicin cultural. La unin con la campesina Donata se produce bajoel brutal arrebato de la bestia, lo mismo que en la novelstica de Zola; la ataca de sbito, sin ceremonias previas, y ella se entrega,acaso obedeciendo a la voz misteriosa del instinto, subyugada, a pesar suyo, por el ciego ascendiente de la carne encontactode ese otro cuerpo de hombre. La pasional aventura con laprima donnadel Teatro Coln se caracteriza por el dominio de los sentidos, por la sumisin del cuerpo. Pero este desenfreno pasional no satisface las apetencias vitales de Andrs; al contrario, genera el hasto, la marchasin rumbo, en la noche negra y helada de su vida.Vemos, pues, de qu manera el sexo es el punto de conexin entre Andrs y los dos primeros personajes femeninos. Es por eso, quizs, que su actitud hacia ellas sea de dominacin y de indeferencia; slo las utiliza para su goce personal.DONATA:la campesina, hija de un servidor antiguo de la casa de Andrs, asistente de su padre en las batallas que haban tenido lugar muchos aos antes contra las tiranas.Donata haba sido criada tan solo por su padre, pues era hurfana de madre, all en el rancho.Cambaceres nos la describe como una muchacha bella, linda y agradable y, para ello, se recrea en la descripcin de su fsico en el captulo IV de la primera parte, donde retrata a la joven de tez y cabellos morenos, de ojos negros, dientes blancos, etc... Ms tarde, en el captulo VIII expone el autor el carcter de la chica:ignorante de las cosas de la vida [....] cariosa, ardiente, linda, pura. Para estas descripciones, como hemos visto anteriormente, Eugenio Cambaceres se vale de numerossimas enumeraciones para ofrecer ms detallismo y realismo a su creacin literaria, as como del omnipresente cotejo entre el hombre y el animal. De esta suerte, observamos de qu manera Donata es comparada con una gama por su ligereza y viveza de movimientos. Adems, tambin existe otra comparacin con el elemento natural, concretamente con las flores, lo que contrarresta el tratamiento animal que, en todo momento, se hace de ella. Esa analoga con las flores salvajes sin espinas dulcifica y suaviza la imagen de la joven Donata, al mismo tiempo que le otorga un carcter de libertad y de independencia impropio de la servidumbre de un patrn de hacienda.La actitud que hacia ella manifiesta Andrs a lo largo de toda la obra es de total indiferencia:una cosa, carne, ni alguien siquiera, llegando a sentir verdadera repulsin por la muchacha en determinadas ocasiones, como, por ejemplo, la vez que se le antoj dormir con ella:la vecindad de Donata, sus carnes frescas y mojadas desudor, ya un brazo, el seno, una pierna, el pie que Andrs,en su desasosiego constante alcanzaba a rozarle por acaso,bruscamente lo hacan apartarse de ella como erizado alcontacto de un bicho asqueroso y repugnanteEsa indiferencia es llevada a su mximo exponente cuando Donata le confiesa que est embarazada, hecho que apenas perturba a Andrs y que no logra sacar de l ms que una fingida preocupacin y un tono de condescendencia hacia Donata que consiguen calmarla para que l pueda emprender su viaje rumbo a Buenos Aires sin remordimiento alguno que le atormente.En la segunda parte de la obra, seremos informados de la muerte de la muchacha en el momento de parir, as como de su fortaleza y su ya mencionada independencia al no decir en ningn momento quin es el padre de la criatura que lleva en las entraas, asumiendo de esta manera su propia culpa al dejarse engaar por Andrs.MARIETTA AMORINI:cantante de pera, unaprima donna, que Andrs conoci en su estancia en Buenos Aires, gracias a su amistad con el empresario que contrat a la compaa lrica donde actuaba la soprano, Solari. Mujer casada, lo que no supuso ningn inconveniente para los propsitos de Andrs.Fsicamente, se trata de una mujer alta, morena, hermosa. Una vez ms, el autor recurre a la comparativa con el reino animal para su descripcin; as, Cambaceres dir:desnuda, se adivinaba en ella la garra de una leona y el cuerpo de una culebra, sus posturas pegajosas de gata morronga,es una tigra!, ... La analoga entre Marietta Amorini y los animales, va evolucionando en la mente de Andrs al mismo tiempo que su opinin sobre ella se va negativizando, producto del cansancio y aburrimiento que va experimentando el protagonista respecto a la cantante. De su primer encuentro en el que Andrs qued fascinado por su belleza y la compar con la fuerza de una leona, vemos una degradacin hacia lo que l mismo calific como una lora.Como ocurra con Donata, tambin en la descripcin de la Amorini existe una parangn con la naturaleza verde, con la flora:palpitante, como palpitan las hojas sacudidas por el viento. Si bien, en esta ocasin, tal smil le vale al escritor argentino como una imagen ertica que describe el estado de excitacin y frenes en que se encontraba Marietta Amorini. Esta imagen la toma Cambaceres de la tradicin lrica popular castellana; la estampa del viento agitando y revolviendo las hojas de la copa de un rbol, tradicionalmente se interpret como una imagen ertica, as como tambin lo es la estampa del viento revolviendo el pelo de la muchacha.El tratamiento que Andrs le da a la cantante, como ya hemos sealado, va en decadencia: de una profunda admiracin por la belleza de la Amorini, se torna en un rechazo y aversin profundos, pasando por la total indiferencia que siempre mostr tiempo atrs con Donata. Cabe resaltar, en este punto, que tanto con la primera como con la campesina, Andrs tena una especial fascinacin y fetichismo por los pies de ambas mujeres, algo que confiesa para sus adentros l mismo mientras observa a la cantante el da del debut:y el pie, y los dedos del pie sobre todo, as ceidos, a pesar suyo lo atraan, secretamente provocaban lascivia en un refinamiento de extravo sensual.Cabe hacer una referencia al fragmento de la famosa pera del compositor italiano Giuseppe Verdi (1813-1901),Aida(1871) que la cantante recita al principio de su amistad con Andrs:D'uno spergiuro non ti macchiar, prode t'amai; nont'amerei spergiuro!Se adivina ya en este fragmento el giro que tomar la situacin entre ambos y el cambio de actitud de Andrs ante laprima donna. La hija del Rey de Etiopa, Ada, habla de tal modo al valeroso Radams.Respecto a la actitud de la Amorini, cabe resaltar en qu forma ella coquetea de manera fingidamente ingenua con Andrs, simulando un recato y una fidelidad a su marido que desde el primer momento se aprecian como engaos. Es necesario aqu hacernos la siguiente pregunta: tal es el poder de atraccin que ejerce Andrs sobre las mujeres en general y sobre laprima donnaen particular que provoca que sta engae a su marido? Puede ser. Sin embargo, teniendo en cuenta que se trata de una mujer italiana, una inmigrante de los muchos que llegaron a tierras porteas durante el siglo XIX, lo ms probable es que el autor quiera resaltar con esta actitud de la Amorini el carcter inmoral y deshonesto de estos inmigrantes. Denuncia, Cambaceres, aqu esa ingente cantidad de italianos que llegaron a Argentina y que se fueron, poco a poco, haciendo con la burguesa de la sociedad bonaerense. Esta crtica es mucho ms evidente en su siguiente obraEn la sangre, donde el propio protagonista es uno de esos inmigrantes italianos que consigue hacerse con un puesto elevado en la burguesa del pas por medio de engaos y mentiras.Los encuentros entre los dos amantes se hacen cada vez ms frecuentes, al tiempo que la actitud de Andrs hacia ella se va tornando en indiferencia y hasta desprecio; se encuentraharto de aquella vida. Lo que otrora le pareciera hermoso y bello, ahora le pareca desagradable y tosco. Nada le agradaba ya de aquella mujer que haba abandonado a su marido por estar con l.Finalmente, Andrs acaba por cansarse verdaderamente de ella y se vuelve a su casa, dejndole una nota de despedida donde, de nuevo y como ocurra cuando parti hacia Buenos Aires, notamos un tono de condescendencia en sus palabras hacia la Amorini, incitndole a que vuelva con su marido puesmal acompaada, andars siempre mejor que sola. En estas letras se observa el concepto que de Marietta Amorini tiene Andrs y que Cambaceres nos inculca a nosotros, los lectores: el de una mujer que no es nada por ella misma, que necesita de un hombre, de un buen hombre que le acompae y la gue.Al contrario que ocurra con Donata, no sabremos qu ser de Marietta Amorini una vez que Andrs se vaya.ANDREA:desde el primer momento, Andrs experimenta un sentimiento de atraccin hacia su hija, hacia algo que es suyo,subyugado por la fuerza de la sangre. Hay todo un mundo entre el Andrs de antes y el que ahora tiene a su hija en brazos: se esfuerza porque se encuentre lo mejor posible, hace todo lo posible para que no coja fro, para que no tenga demasiado calor, le consiente todos los caprichos... El rechazo y la repulsa que haba sentido anteriormente por Donata y por la bella Amorini se haban tornado en un desmedido cario y preocupacin por su hijita.Tanto es el amor que siente hacia ella, que no cesa de inquietarse y torturarse con la posibilidad de que algo malo le suceda a su pobre nia, algo que al final se convierte en realidad.Andrea es descrita en la segunda parte en el captulo XXXIII, con 2 aos, con la carita triguea de higo de tuna, con los ajos grandes y azul zafiro y las pestaas muy negras. En la primera de las descripciones, nos encontramos, por tercera vez, con una comparacin entre la belleza femenina y la naturaleza, con la tuna, una planta perenne. Con este smil, se alude al deseo de Andrs de que la belleza y la vitalidad de su hija nunca se terminen, de mismo modo que la tuna no caduca. Esta preocupacin se ve reflejada en el captulo XXXIV en las disertaciones que el propio Andrs realiza sobre la suerte que correr la nia de sus ojos:todos esos pasajeros bienes de la edad florida.Al contrario de lo que sucede con las dos fminas anteriores, de Andrea apenas se realiza una descripcin minuciosa sobre su aspecto. Al margen de lo ya citado, no existe en el texto de Cambaceres un prrafo extenso donde, gracias a la ayuda de multitud de enumeraciones y comparativas con el reino animal, se nos dibuje la imagen de la nia. Sin embargo, s sabemos de ella que es dulce, apasionada, buena... y tambin una nia consentida por su padre.El mrito de la pequea estriba en el poder que sobre su padre ejerce, provocando ese ya citado cambio en su personalidad. Como l mismo dice, es gracias a ella que sabeamar y a perdonar, a no ver sino lo bueno en los dems, a buscar slo lo honrado y lo puro de los otros; gracias a ella ama a los hombres, a los animales, a las cosas, a l mismo. Este hecho contrasta con la idea de suicidio que le cruz por la mente cuando estaba en Buenos Aires con la cantante de pera. Sin embargo, toda esa felicidad que siente debido a su querida nia no parece serle suficiente pues constantemente teme y sospecha que algo malo va a ocurrirle a la criatura; se tortura pensando que esa felicidad no ser eterna y preguntndose qu ms puede hacerle para evitar lo que est por venir.Por otro lado, si a lo largo de la obra observamos el paralelo existente entre los personajes que en ella aparecen y la naturaleza, es con Andrea donde se produce una completa interaccin entre ambos. Esa naturaleza solidaria del Romanticismo hace aqu acto de presencia en el momento en que todo es felicidad y alegra cuando la pequea est feliz y sana y, por el contrario, se oscurece el cielo y estalla la tormenta al mismo tiempo que Andrea enferma de crup:se vio aparecer all, en el horizonte, una mole enorme desombras. [....] cambiaba de color. Era oscura primero, casinegra; luego azul, luego gris, de un gris sucio y terroso alacercarse.Ese cambio atmosfrico parece preludiar el empeoro fsico de la nia; la naturaleza agitada, brutal, violenta no es ms que la confirmacin de las teoras e inquietudes que Andrs albergaba desde haca un tiempo. Adems, esta variacin del tiempo no se queda slo en eso, en mera ancdota y coincidencia, sino que su accin provoca otro hecho destacable: la muerte y prdida de las reses de la hacienda, los caballos, las ovejas... sufren los efectos del temporal. De esta forma, se acenta la interaccinhombre - naturalezade la novela; del mismo modo que aqullas mueren, tambin Andrea ver su fin. Una nueva mencin alanimalismoomnipresente enSin Rumbo. La imagen del padre agarrando a su hija de los brazos mientras sta se resiste para obligarla a tomar las medicinas, nos recuerda inevitablemente al inicio de la obra, al momento del esquileo de las ovejas que, en vano, tratan de zafarse de los gauchos. Incluso se realiza una comparativa entre la nia y un cordero degollado, aumentando elfesmoya visto en la escena del esquileo y en el final de la obra con el suicidio de Andrs.La muerte de Andrea, a pesar de los vanos intentos de su padre por evitarla, motivan un nuevo cambio en el comportamiento de Andrs; toda la alegra suscitada por la presencia de su hija, al morir sta es transformada en sequedad, impasibilidad y desafecto. Andrs no llora, no siente, no se queja. Con una frialdad asombrosa, se quita la vida en el mismo cuarto donde yace el diminuto cuerpo de la nia de la manera que ya hemos citado anteriormente. As, pues, el final de Andrea ser tambin el final de Andrs.LA TA PEPA:ltimo personaje femenino de relevancia en la obra de Eugenio Cambaceres. La actitud que hacia ella muestra el protagonista de la novela no la ha sentido por nadie ms a lo largo de la misma. Es un inesperado sentimiento de respeto y admiracin lo que le inspira al final la vieja mulata a Andrs; un respeto que le infunde la sensatez de la mujer, esa sabidura popular que posee.Es ella quien se encarga de la nia, de educarla y de intentar contrarrestar la actitud de Andrs hacia la misma, que la malcra consintindole todos los caprichos y no rindole por nada. Es, pues, una verdadera madre, lo que desde el principio Andrs saba que necesitaba su pequea:muerta Donata, pens, era indispensable un ama [....] cmo aquella infeliz viva sin madre?.Cuando Andrea enferma, la ta Pepa trata de calmar a Andrs, de inculcarle tranquilidad, consolarle, pues, en ese estado, en nada beneficiaba a la pequea. Apelando a su sabidura, la vieja le explica al afligido padre que todos los nios deben pasar enfermedades, que no se preocupe.El papel de la ta Pepa es significativo, pues no es habitual en la literatura de la poca una defensa de la mujer, aunque sea tan nimia como la que aqu nos encontramos; se habla de su juicio, su prudencia, pero tambin de su papel en calidad de madre de la nia (amor), de educadora (sabidura). Algo que se contrapone radicalmente con los personajes de Donata y Marietta Amorini.Sin embargo, a lo largo de la obra ser constante el menosprecio y la infravaloracin de la mujer en la sociedad, no slo en la representacin de las dos amantes de Andrs, sino en las propias disertaciones que el protagonista tiene en la segunda parte de la novela.Menosprecio de la mujerEl menosprecio que de la mujer se hace enSin Rumboes constante y claramente observable en cada captulo de la novela. Ahora bien, si en la primera parte del texto ese sentimiento de inferioridad de las mujeres respecto de los hombres est representado en los personajes de Donata y la cantante de pera y en cmo Andrs las utiliza y se vale de ellas para su goce personal, en la segunda mitad sern las propias cavilaciones y reflexiones del protagonista las que pongan de manifiesto esa infravaloracin del llamado sexo dbil.El abuso que sobre las mujeres de la primera parte hace Andrs no es sino consecuencia inevitable de la educacin que le han inculcado, de la sociedad en la que vive. Una sociedad donde la mujer tiene un papel secundario, de mera compaa del hombre, usada solamente para su goce personal y para la reproduccin. Por espacio de siglos se inst a las mujeres a cumplir con sus deberes conyugales, prestndose en todo momento a los requerimientos sexuales del marido, algo que an se mantena en la poca en que vivi Eugenio Cambaceres y que no ha podido destruirse hasta hace bien poco. Es la derivacin de vivir en una sociedad patriarcal, donde el hombre domina y la mujer se deja dominar.Se trata, pues, de la herencia recibida de la sociedad, una herencia de gnero recibida en un determinado medio donde le ha tocado vivir. Sin embargo, esto no significa que estemos ante las consecuencias del determinismo, sino que son los simples resultados de ser un hombre en la Argentina del siglo XIX.Cabe destacar a este respecto, el captulo VII, donde se describe la fiesta del pueblo de Andrs; all, cada estrato social est apostado en un determinado lugar, para diferenciarse del resto. Las mujeres entran las ltimas al recinto, mostrando as su papel secundario en ese tipo de reuniones, de meros adornos:todo en ellas juraba, blasfemaba de verse junto, desde el terciopelo y la seda hasta el percal. Cajones enteros de pacotilla alemana, salidos de los registros de la calle de Rivadavia, haban hallado all su debouch.En la segunda parte de la novela, no existe por parte de Andrs ningn tipo de vejacin hacia el gnero femenino como los encontrados en la primera mitad; no encontramos aqu a ninguna mujer de quien Andrs se aproveche para su propio beneficio y, despus, la abandone de la peor de las maneras. No obstante, ese menosprecio de la mujer se hace, quizs, ms evidente en las disertaciones que l mismo realiza durante sus cavilaciones sobre lo que va a ser de su niita. Se alude al tpico del sexo dbil, la fragilidad de las mujeres en un mundo dominado por los hombres, un mundo no hecho para ellas:pensaba en la triste condicin de la mujer, marcada alnacer por el dedo de la fatalidad, dbil de espritu y decuerpo, inferior al hombre en la escala de los seres.La mujer est sometida al hombre por obra y gracia de Dios, parece querer decir aqu Eugenio Cambaceres; no es el hombre quien la somete, sino que es un poder superior quien ha determinado que as sea y el hombre, de esta forma, se limita a obedecer esa premisa divina:relegada por la esencia misma de su naturaleza al segundo plan de la existencia. Es, pues, una autoridad suprema y la propia naturaleza de la mujer quien fija y establece su posicin en la escala natural de las especies.Se entiende mucho mejor ahora la constante comparativa entre el gnero femenino y el reino animal, pues pertenecen -segn la novela- a un escalafn similar, si no al mismo. Eseanimalismoes, por tanto, una forma ms de dejar constancia del papel inferior de la mujer en la sociedad; como los animales, no tienen potestad para decidir sobre sus vidas, sino que estn subyugadas a la voluntad del hombre. Es ste quien sentencia sobre lo que la mujer debe o no debe hacer, se vale de ella para su goce personal y para el cuidado de la casa, pero ms all de eso, el gnero femenino no tiene relevancia alguna en la sociedad.Sobre ello se plantea Andrs una duda:por qu hacerla igual hombre?; si como es obvio, la mujer es un ser esencialmente consagrado al amor, por qu se les haca libres? Se recrea Andrs pensando en la sociedad oriental, donde las hembras viven privadas de toda libertad, encerradas en sus casas, sometidas a los hombres quienes las protegen de todos los males, y, de esta forma, son menos desgraciadas, ms dichosas que all, donde tienen un conato de libertad y, por eso, estn indefensas ante las vicisitudes del destino. Todo ello amparado en el cumplimiento de las leyes que rigen la naturaleza del ser humano desde tiempos ancestrales.Delibera, tambin, sobre la poligamia. Para l, esta prctica extendida en las sociedades orientales es la solucin a todos esos males que aquejan a la mujer: prostitucin, ilegitimidad de los hijos, incluso ve el celibato como un mal, puesto que esclaviza y oprime a los instintos naturales de todo ser humano.El menosprecio de la mujer, tambin se hace patente en el captulo XL cuando la nia ya ha enfermado y Andrs no sabe qu hacer ante la inminente muerte que se le avecina a Andrea:ponerse a llorar a gritos, como una mujer, como una criatura. As, pues, se alude de nuevo al cotejo entre las mujeres y los animales (criaturas); ambas lloran, gritan; el hombre, en cambio, no llora, no sufre, es valeroso y firme. Tres captulos despus, en el XLIII, es ahora el doctor que atiende a la pequea el que expresa ese sentimiento de infravaloracin del gnero femenino en relacin al hombre:con las seoras no debe uno contar en estos casos; apunta aqu, de nuevo, el carcter endeble y dbil de la mujer, propensas a desfallecer en casos extremos como ese, debido a su sensibilidad. Sin embargo, esto contrasta con la imagen que nos ha dado Cambaceres de la ta Pepa: consolando a Andrs, tratando de mantenerle en pie e inculcndole un poco de esperanza sobre la suerte que correr su hija.Por ltimo, habla Andrs tambin de la belleza pasajera, don cruel de la naturaleza, que otorgando solamente esa beldad a las mujeres, no les provee de ningn otro atributo para sobrevivir en este mundo. El hombre, por lo tanto, tiene fuerza, valor,seguridad, entereza, incluso inteligencia:la limitacin estrecha de sus facultades, los escasosalcances de su inteligencia incapaz de penetrar en eldominio profundo de la cienciaA la mujer, por contra, tan slo se le ha concedido la belleza, la delicadeza, dones agradables pero totalmente innecesarios para el quehacer diario.En conclusin, es obvio el trato de menosprecio que a lo largo de la obra se hace de la mujer por su condicin de sexo dbil debido a su propia naturaleza; tanto en la actitud que Andrs muestra en la primera parte del texto ante Donata y Marietta Amorini como en las reflexiones que el propio Andrs hace sobre el gnero femenino en la segunda mitad. Tal tratamiento no es sino fruto de la sociedad en la que viven Andrs y el mismo Eugenio Cambaceres. Si bien, cabe resaltar que ser en el siglo XVIII (pocos aos antes de la publicacin deSin Rumbo) cuando el movimiento feminista, encarnizado en la persona de Flora Tristn, comience a dar sus primeras manifestaciones en la sociedad y cultura hispanoamericanas y tambin europeas