Síntesis de la historia de Ite

SÍNTESIS DE LA HISTORIA DE ITE

Contenido

I. LA EPOCA COLONIAL

1. Los inicios

2. Consolidación colonial

3. Crisis colonial

Referencias citadas

II. LA ÈPOCA DE LAS LUCHAS POR LA INDEPENDENCIA

1.Carácter y significado de la independencia

2.En la coyuntura de la guerra revolucionaria en Alto Perú y el extremo sur occidental.

1809 – 1815. Las rebeliones de Zela y Paillarelle.

4.Ite, Mirave escenario de la independencia

Referencias bibliográficas

III. LA ÉPOCA DE LA REPÚBLICA

1.En los inicios de la república

2.El militarismo de inicios de la república y la dominación británica.

3.La etapa de crisis y pre-guerra


4.Durante la guerra con chile

5.Las acciones guerrilleras


6. En la jurisdicción de Tacna Libre.


IV. LA ÉPOCA CONTEMPORANEA

1.Los proyectos de irrigación

2.La penetración de capitalismo americano

3. La creación del distrito de Ite

4.Ite en la provincia Jorge Basadre en el siglo XXI


1. LOS INICIOS

La etapa de los inicios del sistema colonial, desde una perspectiva crítico-nacional, comprende el estudio de la coyuntura política llamada de la “Conquista” (desde la visión española) o invasión y resistencia (Visión crítico-nacional) hasta el establecimiento de las estructuras de dominación colonial en 1570 y años siguientes.

Se trató de un período de saqueo de los ingentes tesoros del imperio derrotado, como de las huacas y adoratorios de las unidades étnicas locales. Luego de este desordenado y violento proceso de apropiación devino la necesidad de organizar la explotación de las riquezas del imperio conquistado. Al respecto, las investigaciones historiográficas coinciden en afirmar que el principal recurso apropiado fue la mano de obra indígena, muy aparte de los recursos naturales, y todo en nombre de la corona española y la religión católica.

Aparece entonces un nuevo orden feudalista señorial y mercantilista, muy traumático para los hombres del ande. Se produce una desestructuración económica y social sin precedentes en las bases de la formación social andina.

En enero de 1540, al entonces vecino de Arequipa don Lucas Martínez Vegazo le fue entregado inicialmente en calidad de depósito o provisionalmente la encomienda que se iniciaba en el río Tambo y culminaba en Tarapacá. Esta rica y extensa encomienda generó muchos recelos entre los demás conquistadores que se sentían con más o iguales derechos que Martínez. Comprendíase en esta disputada entrega los indígenas que ocupaban los valles de Ite, Locumba e Ilabaya.

Las encomiendas

Mediante provisión del 22 de enero de 1540, Francisco Pizarro, dispuso la creación de las encomiendas del valle de Tacna a favor de Pedro Pizarro y de Hernando de Torres. En esa misma fecha dicho gobernador ordenó la creación de una gran encomienda provisional que abarcó territorios desde Moquegua hasta Tarapacá a favor de su paisano Lucas Martínez Vegazo. En tal encomienda se registra al pueblo indígena de Ete (ahora Ite) y Meca en la boca del río Yravaya (Ilabaya, ahora denominado Locumba), texto que glosamos a continuación:

“…en un pueblo que se dize Meca a la boca del rrío de Yravaya con el principal del que se llama Casaveli con treinta yndios, y en otro pueblo que dize Ete con el principal Guara que está a la vera del dicho rrío veynte e cinco yndios”.

Por su parte, el licenciado Pedro de La Gasca, Gobernador del Perú que triunfó sobre la insurrección de Gonzalo Pizarro, ordenó la creación de la encomienda de Ilabaya con fecha 28 de agosto de l548 a favor del andaluz Hernán Rodríguez de San Juan.

En síntesis, en la cuenca del río Locumba desde los inicios de la colonia se establecieron dos encomiendas asignadas a los “señores de indios”:a) don Lucas Martínez Begazo, en 1540, los pescadores de Meca y aldeanos

marítimos de Ite, (como parte de una encomienda mayor que abarcaba a los indígenas pescadores de Ilo, Tacna, Arica y Tarapacá), y

b) don Hernán Rodríguez de San Juan, en 1548, a cargo de los indígenas que ocupaban la parte media y alta de la cuenca: es decir los poblados y ayllos de Sinto, Sitana, Locumba, Margarata, Ilabaya, Curibaya y Candarave.

La institución de la encomienda fue un beneficio personal y temporal, claro desde el punto de vista formal. Como premio a sus servicios en pro de la causa invasora, el encomendero recibía del régimen colonial cierto número de ayllus por un tiempo determinado, en condición de usufructuario de la mano de obra indígena, más no como propietario de la tierra, esto en el plano formal; porque en realidad todo el ambiente sociopolítico favorable a los conquistadores permitía el abuso y la exacción sin castigo.

La encomienda se entregaba por una vida, dos vidas o más. En el caso de dos vidas significaba el derecho de la encomienda por la vida del encomendero y la de su heredero. Para el caso de la encomienda de Lucas Martínez, esta pasó a su esposa doña María Dávalos del Castillo, cuando falleció este conquistador en 1567.

El repartimiento

Tras la dolorosa pérdida de los sistemas organizativos y políticos antiguos o prehispánicos, los naturales tuvieron que soportar un nuevo desgarramiento, quizá más doloroso: el repartimiento.

Señala María Rostworowski (1993) que desde muy temprana fecha el régimen colonialista quiso implantar las reducciones de indígenas, “pero las guerras civiles entre españoles impidieron poner en práctica ese plan.” Sólo ciertos lugares como en Los Reyes o Lima se adelantaron por la necesidad de repartir las tierras pertenecientes a los naturales de Lima, para otorgarlas a los nuevos vecinos que no disponían de solares y huertas.

Con miras a la eficiencia y control colonialista del tributo y de la catequización religiosa, el virrey Toledo ordenó a los indígenas el abandono de sus poblados ancestrales, sus campos para ocupar unas aldeas o reducciones según criterios europeos. Pero como se sabe no se logró este objetivo, en lo esencial; pues los indígenas estaban habituados desde siempre al sistema de ocupación espacial y de aprovechamiento de recursos en territorios discontinuos, territorios continuos, y otras formas diversas. Según Mendiburu, solamente en la época de Toledo (1572-1574) fueron fundadas 614 reducciones entre cuales cabe mencionar Tumbes, Otusco, Cajabamba, Huancayo, Abancay, Tacna, Puno, etc. Las reducciones erigidas en lo que actualmente Constituyen los departamentos Lambayeque, La Libertad y Cajamarca son un poco anteriores, de 1565 y l566 al iguaI que la de Santiago del Cercado las goteras de Lima (Espinoza,1980).

El repartimiento de Ilo-Ite, albergaba inicialmente a 173 indígenas tributarios. Procedían de los pueblos de Ilo, Chiribaya, Meca, Ete (Ite), Piato, Tamanco, Parica y Tarani.

En la fracción de repartimiento o pueblo de Ite, provenían de los ayllus ancestrales: de Meca (30 indígenas) e Ite (25 indígenas) dedicados a las tareas de pesca, agrícolas, mita, servicios personales, y minería (sal). A esta reducción o pueblo de indígenas, los pobladores fueron llevados compulsivamente, y los ubicaron en manzanas y casas, conservando sus ayllus de origen.

Este repartimiento de Ilo-Ite, durante la visita del virrey Toledo, en 1575 y tenía por cabeza al puerto de Ilo. Valle y puerto famoso por el intenso intercambio comercial que se producía entre sus productos agropecuarios (olivo, aceite de este producto, frutas) y pesqueros con Moquegua, Arica y Charcas, además de sus "lomas" muy valiosas en la cría de ganado mular. El pueblo de pescadores de Meca, y la estancia de yungas agricultores de Ite, en la boca del río Locumba, estaban como se afirmó bajo dependencia de la encomienda de doña María Dávalos. En lo político-administrativo estaba regentado gobernado por un teniente gobernador designado por el corregidor de Arica. En lo religioso fueron asistidos por los curas doctrineros de Ilabaya.

Con este sistema por un lado, los indígenas se ausentaban de sus comunidades de origen (ayllus y parcialidades) para cumplir con sus “servicios” y mitas y de esta forma se incorporaba al mercado de trabajo para adquirir dinero-circulante y cumplir el pago de tributos; y de otro, los encomenderos monetizaban los productos de la explotación de la mano de obra servil y demás tributos en especie, generando un sistema de reproducción de la relaciones serviles y mercantilistas en expansión.

Con las Nuevas Leyes Los titulares de encomiendas se sintieron profundamente afectados en su “derecho de conquista”, derecho que consideraban legítimo con todos los excesos de su ejercicio, por lo que emprendieron con oleadas de protestas que abarcaron todo el continente bajo el dominio colonial, lo que se ha dado en denominar “la rebelión de los encomenderos”, protagonizada en el caso del Perú por Gonzalo Pizarro.

Acotemos aquí que en el marco de las Nuevas Leyes se creó el Virreynato del Perú, el 20 de noviembre de 1542, cuyo primer Virrey fue don Blasco Nuñez de Vela, el mismo que vino al Perú en medio de la cruenta guerra civil que se vivía entre los partidarios de Francisco Pizarro y Diego de Almagro, tras su trágico final por el dominio del Perú, lo que se agravaba aún más con la rebelión encomendera. El Virrey murió víctima del rebelde Gonzalo Pizarro.

Lucas Martínez, desde 1535 era regidor del Cuzco, dueños de solares por tanto vecino privilegiado y favorecido con la encomienda inicial de Carumas y Ubinas. Realmente había contribuido en mucho a la invasión española y entonces figuraba entre los hombres de confianza de Francisco Pizarro, y –en

esta lógica- era merecedor de estos reconocimientos. Se destacó como infante o miembro de la caballería en grandes combates contra los ejércitos incas. Sin embargo no estuvo en la batalla decisiva de las Salinas (1538), lo que le trajo recelos y problemas, por lo que fue procesado y perdió la encomienda de Carumas y todos los beneficios recibidos hasta entonces. No tuvo otra alternativa que seguir camino al sur, hacia Arequipa, para que en otras condiciones, ya como vecino y destacado conquistador, recibiera otra provisión de enero de 1540 por la cual se le repartió 1637 indígenas tributarios ente mitmas de Arequipa y ocupantes de Ilo, Ilabaya, Azapa, Lluta y Tarapaca, que formaban parte de una gran encomienda.

Pero ¿cómo funcionaba esta encomienda inicial de Lucas Martínez en estos tiempos primeros de la implantación de la encomienda en el sur andino?

Un estudio de Efrain Trelles (1983) ayuda en mucho a desentrañar esta tarea.Para dirigir sus empresas, Lucas contaba con el apoyo de un grupo de apoderados, mayordomos y criados. El bachiller Alvaro Marín y Gonzalo de Tapia se encargaban de sus asuntos judiciales y los trámites pertinentes a sus negocios. Rodrigo Ximón administraba sus bienes en condición de mayordomo y recorría los pueblos de indios de la encomienda. El clérigo presbítero Alonso García ordenaba sus asuntos desde Arequipa, mientras Diego García de Villalón —al frente de algunos criados— hacía las veces de hombre de avanzada, capitaneando el barco de Martínez Vegazo o buscando minas de plata. Se dedicó al trafico negrero.

También contaba Lucas Martínez con el trabajo de sus yanaconas, un conjunto de indígenas de diverso origen que se habían venido plegando al conquistador desde su paso por Cajamarca y el Cuzco. Se dedicaron básicamente a labores agrarias, sirviendo con lealtad a Lucas quien, en su momento, los recompensaría con mercedes de tierras. (Trelles (1983)

Controlaba el encomendero la mano de obra de un grupo de indígenas, negros y españoles. Los indígenas mantenían relaciones serviles y de dependencia con el nuevo señor, cuyas tierras trabajaban; los negros eran esclavos “y tan pronto podían estar sirviendo la mesa del encomendero como calentando la fragua en las minas”. El tercer grupo estaba compuesto, además de los mayordomos, por un imprecisable número de mozos a sueldo —soldata se decía en la época— que cumplían los encargos de los administradores, servían de mozo de espuelas o de paje al encomendero, vivían bajo el dosel de la prosperidad de Lucas y, llegado el momento de las guerras civiles, tomaban la bandera de su señor y empleador. (Trelles (1983)

Martínez se convirtió muy pronto en el principal minero de la región y por tal en el más acaudalado de los conquistadores. Las minas de Tarapacá generaron una suerte de fiebre de plata por entonces. Esta actividad fue la que le reportaba su mejor fuente de ingresos.

Por agosto de 1541, había proyectado la instalación de una cordonería en Arica, un Molino en Guaylacana, una viña en Ocurica y una estancia de olivos

en Tacahuai (Ite). Como se puede apreciar el encomendero había diversificado sus colocaciones con inversiones en el comercio, la agricultura (trigo, uva, olivo) y la minería (plata); aparte de su incursión en la actividad vitinicultora y los servicios navieros, pues ofrecía el servicio de transporte hacia Panamá y toda la región.

Por los líos en los que anduvo Lucas Martínez a raíz del levantamiento de los rebeldes encomenderos, el Pacificador La Gasca lo enjuició acusándolo de crimen de lesa majestad contra la corona real, por lo que debía salir desterrado del Perú y por tanto devolver las encomiendas y demás mercedes entregadas a su favor. Pero, Martínez no se resignó a tal designio, buscó todos los medios para morigerar este mandato y se alió a un amigo muy cercano del Pacificador: este fue el primer alcalde de Lima don Nicolás de Ribera el viejo. La extensa encomienda de Ilo a Tarapacá de Martínez fue entregada por La Gasca al teniente Jerónimo de Villegas. Al final Martínez logró que no lo desterraran; y después de un penoso proceso judicial, le fue fueron restablecidas sus encomiendas (Trelles, 1983).

Pocos días antes de su deceso, en gratitud por los servicios recibidos por don Nicolás de Rivera, trasfirió en abril de 1567 la encomienda de Ilo-Ite-Tarapaca a una de sus hijas María Dávalos de Ribera, luego de firmar un arreglo de matrimonio formal. A fines de abril de este año falleció Lucas Martínez.

El 4 de marzo de 1570 la real Audiencia absolvió de los cargos a Martínez, ya fallecido.

A partir de entonces doña María Dávalos usufructuó de la encomienda indicada. Luego, serán sus descendientes quienes dirigieron la encomienda de Ilo-Tarapacà. Esta encomienda feneció en 1593.

Tasa del tributo y mitas

El tributo fue la manifestación externa y concreta de la institución feudal de la encomienda. Y el tributo la pagaron los indígenas explotados por el sistema colonial; primero entre quienes tenían 18 y 50 años de edad.

Cuando reinaba la inestabilidad política por las guerras civiles entre españoles fue difícil su ejecución. Pero apenas consolidada las bases del sistema colonial, con el Pacificador La Gasca se estableció las tasas de los tributos que debían sufragar los indígenas encomendados en todas las regiones. Claro que en este periodo de guerras las contribuciones debieron ser mayores, pues no había tasa regulada y se produjeron abusos y exacciones como los desarraigos compulsivos de tierras y bienes de los indígenas. (Rostworowski ,1993).

Respecto a la tasa del tributo que debían pagar los indígenas del repartimiento de Ilo-Ite, se tiene que esta se aprobó en Lima el 1 de marzo de 1550 por Pedro de la Gasca. Como se dijo el encomendero Martínez contaba en Ylo, en 1540, con 173 tributarios dedicados a la pesca y a la agricultura. Ese mismo año, estos tributarios debían pagar: 400 arrobas de pescado seco, 300

fanegas de trigo, 300 fanegas de trigo, 120 piezas de ropa, 10 fanegas de frijol, 10 puercos, 1560 huevos, 150 perdices, 8 indios para el servicio y 10 indios para criar el ganado. Además tenían que aportar sogas, lonas para los barcos, mandiles, mantas, 100 cestos de ají, etc. La Tasa no incluía pago de dinero. (Vargas, 1999).

Entre 1570-75, según la Tasa del Virrey Toledo, referente a la encomienda de Lucas Martínez (este falleció en 1567) y después de doña María Dávalos, referente a Ylo e Yte, era la siguiente: de los 50 tributarios de Ylo e Yte, se sacó un Curaca y los que restan pagan cada año 220 pesos y 4 tomines de plata ensayada, 70 arrobas de pescado seco de la mar a 4 tomines la arroba montan 35 pesos ensayados. 112 aves de Castilla a un tomin cada una montan 14 pesos ensayados. Suma toda la dicha Tasa 269 pesos y medio ensayada y marcada.(ibid)

De la Tasa de Ylo e Yte: 69 pesos de plata ensayada para la Doctrina de los indios y por las dichas provisiones del residuo se aplican para esto solamente 22 pesos y lo demás a la comunidad de los dichos indios (33) pesos, 4 pesos para el salario de un Curaca de estos indios. 18 pesos de la dicha plata los 12 para su doctrina y los 6 para las dichas justicias de que se aplicaron por las dichas Provisiones del residuo 2 pesos a la Comunidad de éstos indios. Suma y monta todo lo que se saca de las dicha 6 tasas para la paga de las dichas costas generales 2772 pesos cada año, Restan de todo para la dicha Encomendera (Plata 3595 pesos 4 tomines) libres de las dichas costa 3595 pesos y medio en plata y más todas las dichas especies que valen 696 pesos. Junto montan 4291 pesos y medio ensayados.(ibid).

Caciques de Ilabaya e Ite entre los primeros vecinos de Arica

AÑO 1581. Rómulo Cuneo Vidal (1978) señala en su Diccionario histórico biográfico del Sur del Perú citando un expediente de una causa seguida en 1581 por el protector de los indios de Arica, Ilo y Tarapacá, sobre los rendimientos pendientes de la encomienda que fue de Lucas Martínez Vegaso. (ANP.Leg. 2180. Cuad. 5181) a los siguientes jefes étnicos:

-Pedro Chipe, Cacique del Pueblo de Ilabaya. (¿Chire? o Chiri?)-Fernando Coaguila, cacique del pueblo de San Antón de Ite.

Cuando se dio la provisión a Lucas Martínez el 22 de enero de 1540 se reconocía al cacique Pola de Ilo y a un principal dependiente de este en Ite llamado Guara. (Se trata del pueblo de San Antón de Ite, y no de Ilo como por error tipográfico, al parecer, se nombra en la fuente indicada; ya que además se encuentra consignado el cacique de Ilo, don Hernando Malsari)

Abunda a este detalle que don Cristóbal Coahuila aparece en un expediente de 1657 como “indio gobernador que fue de dicho pueblo de Ilabaya” (AGN. Derecho Indígena. Cuad.131, Leg 9) ¿Habría una relación entre este indio gobernador con el Fernando Coaguila, cacique del pueblo de San Antón de

Ite?. El expediente titula así: Testimonio de una demanda que doña Isabel Aldana de Vasconcelos Vda. de Juan de Esquivel del Repartimiento y Doctrina de Ilabaya, interpuso por ante el Maestre de Campo D. Alonso de la Cueva Messià, Corregidor y Justicia Mayor que fue de la Ciudad de Arica y Visitador por su Majestad, contra Cristóbal Coaguila indio gobernador que fue de dicho pueblo de Ilabaya y contra Garcì Sánchez Paniagua, su fiador sobre pago de tasas que adeudaban al Maestre de Campo Juan Esquivel que fue Corregidor y Justicia Mayor de la ciudad de Arica. Año 1620-Antonio de Carvajal, teniente de corregidor en el valle de Locumba.-Toribio Castañón, hacendado de Locumba-Antonia de Castro, mujer del anterior. Fue hija del capitán don García de Castro y Mazuelos. Este fue heredero del conquistador y primer encomendero de Ilabaya, don Hernán Rodríguez de San Juan y de doña Catalina de Castro y Mazuelos.1642-Diego Meléndez Thineo. Casó con Juana Xaraba, una descendiente del primer encomendero de Ilabaya, Hernán Rodríguez. Por composición aparece desde mayo de 1642 como propietario de las tierras de Camiara que pertenecían a los indígenas de Ite.

La jurisdicción eclesiástica.

Al mismo tiempo en que se establecieron los repartimientos y encomiendas, se erigieron las tareas propias de evangelización en la doctrina cristina y católica para adoctrinar y someter a los indígenas. Las nuevas leyes (1542) habían Impuesto esta fórmula también.

En los inicios de la Conquista Española los pueblos de la cuenca del río Locumba fueron anexados a la comprensión del Obispado del Cuzco. Luego al de Arequipa. El repartimiento de indígenas de Ilo-Ite formaba parte del curato de Arica.

El Virrey del Perú, Juan de Mendoza y Luna, el 8 de marzo de 1614, establece una delimitación eclesiástico-política de la manera siguiente: forma 4 obispados: Cuzco, Trujillo, Huamanga y Arequipa.

Casi a fines del corregimiento, la circunscripción eclesiástica de Arica en 1765 presentaba 11 curatos a saber: Ciudad de Arica, Tacna, Loa, Tarapacá, Cibaya, Camiña, Cotpa, Tarata, Sama, Ylabaya e Ylo cada uno con varios anexos. Ite, por entonces, como es sabido, formaba parte del repartimiento de Ilo-Ite. En el templo del pueblo de Ite, dedicado a San Antón, se debió venerarlo con en su día de festividad, al lado de la imagen de Jesús Crucificado, llamado comúnmente “El Señor de Locumba”.

En este año -1765- según la” Relación de las provincias de Arequipa, sus autoridades, número de habitantes, curatos, producciones y minerales”, publicado por el padre Barriga (1940b) la provincia de Arica comprendía a 11 Curatos. Dice este documento “El primero es el de la Ciudad de Arica, que es

la Capital, situada a la orilla del mar en 18 grados, 28 minutos, con un buen puerto algo a sotavento. Fué muy opulento en tiempo en que por Allí se remitieron a Lima los caudales de Potosí, y otras Provincias. Con el orden de transportarse por tierra otros caudales, cesó el trajín, y comercio, y empezó a empobrecer con las ruinas que ha padecido con varios temblores, ha sido desamparada de sus principales vecinos, pasándose muchos de lucidas y antiguas familias al Pueblo de Tacna, que dista 12 leguas, en parece mas acomodado, y pingüe. Desde su erección tiene Cabildo con un Alcalde Ordinario, Alférez real, y demás oficios, que preside el Corregidor. Tiene Caja Real cuyos Ministros están partidos en la Ciudad y en Tacna para su mejor gobierno. Hay tres Conventos de Religiosos: De S. Francisco, de la Merced, y de Juan de Dios, pobres y maltratados. El 2do Curato es el de Tacna. Tiene 5 anexos que son: Pachia, Pallagua, Caplina, Toquella, Estique. El 3ro es el de Loa. Tiene dos anexos que son Matilla, y Huatacando. El 4to es el de Tarapacá, Tiene 4 anexos que son: Huavina, Camsana, Mamina, Iquique. El 5to es el Cybaya. Tiene 3 anexos, que son: Satoca, Macha, y Pachica. El 6to es el de Camiña. Tiene 3 anexos, que son: Minimini, Pisagua, y Sipisa. El 7mo es el de Cotpa. Tiene 17 anexos, que son: Pachica, Esquina, Timar, Tiguabuar, Sacsarma, Belén, Pachanie, Socoroma, Putre, Parinacota, Choquelimpe, Huayaquiri, Sora, Poconchile, Libilca, y Umagata.El 8vo es el de Tarata. Tiene 4 anexos, que son: Ticaco, Chaspaya, Tarucache, y Maure. El 9no es el de Sama. El 10° es el de Ilabaya Tiene 2 anexos, que son: Candarave y Locumba. El 11° es el de Ilo.(El subrayado es nuestro).

La crisis poblacional del repartimiento de Ite

Cuando el 22 de enero de 1540, el encomendero Lucas Martínez Begazo recibió la provisión o céedula del reparto, se hizo mención a dos puntos del litoral y valle bajo que pertenecen a la actual provincia Jorge Basadre: Meca e Ite. Efectivamente al encomendero Lucas Martínez le fueron entregados 25 indígenas tributarios de Ete (ite) y 30 indígenas en la boca del río de Ilabaya o Meca. Sin embargo estos tributarios pertenecían al cacicazgo del dicho Pola, que se extendía paralelamente al litoral desde Ilo hasta Arica.

Estos datos son los primeros que se tienen sobre la población de Ite desde los años iniciales de la encomienda dada al encomendero español Lucas Martínez. Si se multiplica este número de población aproximado de 55 tributarios (ya que los españoles no poseían por este año 1540 una cifra exacta de población) por el ratio de 5.1 ó 5 que aconsejan los especialistas del periodo (Trelles, 1983; Hidalgo, 2004) tendríamos una población total de pescadores (Meca) y yunga marítima (Ite) de 275 ó 280. Es decir una población total incluyendo a los niños, mujeres y ancianos y por cierto los tributarios.

Para 1618 según datos del visitador Vásquez de Espinoza, esta población descendió a 199 personas de todas las edades. De estas personas, 50 eran tributarios, de 18 a 50 años; 18 personas mayores que no pagaban tributo llamados “viejos de 50 años a mas”;22 “muchachos de 17 años y abajo”; 109 mujeres de todas las edades.(Cfr. Cook; 1975). Esta caída poblacional representa el 29 % en 78 años.

Asimismo, debido a las fuertes imposiciones de tributos en especies, entre 1549 y 1666, había una evidente caída demográfica en la fracción de la encomienda correspondiente al litoral de Ilo- Ite-Tarapacá. Diversos estudiosos del periodo basados en cronistas y documentos de la época lo aseguran. Al respecto María Rostowroski (2005) revisando cifras de la Tasa de La Gasca (AGI. Derecho indígena, cuaderno 15) encuentra que en 1549 el tributo en pescado seco y salado de la población del litoral señalado las cantidades siguientes: Tarapacá, 150 arrobas; Arica, 200 arrobas; e Ilo (e Ite), 400 arrobas de pescado.

Efectivamente, un siglo después, mejor 92 años después, en 1641, debido a la aniquilación de la población indígena asentada en el litoral señalado, debido a la sobreexplotación a la estuvo expuesta y a la reestructuración de las relaciones de producción, viose disminuida drásticamente. La misma autora antes citada, señala basada en un Juicio de residencia al Maestre de Campo Nuño de Ordóñez del Aguila, Corregidor del Repartimiento de Arica en 1666 (Archivo de Límites del Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú) que en la Retasa de la revisita del tiempo del Marqués de Mansera en 1641,”Tacna aportaba 27 arrobas y 23 libras de pescado salado; Lluta y Asapa 28 arrobas y 23 libras e Ilo 70 arrobas y 23 libras” del mismo producto.

En los análisis realizados al respecto de esta disminución drástica también ha afirmado Efraín Trelles que los cálculos de las encomiendas iniciales de poblaciones de indígenas se basaban en datos muy poco objetivos, pues los conquistadores o invasores españoles no tenían una estadística fidedigna. Entonces era muy probable además que el tributo señalado resultara desmesurado, para las poblaciones de Ilo, Ite, Arica y Tarapacá. Sugiere Trelles que esta consideración llevó a los colonizadores a disminuir la tasa posteriormente.

Sin embargo, en los repartimientos de Ilo e Ite de la encomienda del Conde de Monterrey, por ese entonces, la baja demográfica tan grande según el documento de la retasa antes citada se dice:

“Esta acauando y consumido por no auer ningunos indios, ni efectos de que cobrar cossa alguna por que las tierras que auian quedado de dichos indios en Ite que se llamauan de Camiara en el valle de Locumba que pertenecían a los indios del Repartimiento les quitó el licenciado D. Diego de Baños Sotomayor Juez por el gobierno para la venta de tierras deste corregimiento y las vendio a Diego Melendez Tineo en 15 de mayo de 1642 con que quedo consumido y acauado”.

Efectivamente, por la composición de tierras que efectuó el juez Diego de Baños Sotomayor en septiembre de 1643, don Diego de Menéndez Thineo fue favorecido no sólo con las tierras de Yte, -despojando a los indígenas de Ite y Camiara- y otro en Borogueña por 200 pesos, sino además con la hacienda de Talamolle por 500 pesos. (Hidalgo, 2004)

2. LACONSOLIDACION COLONIAL

Se ha dicho que la consolidación del sistema colonial se inició 1570 alcanzado el año 1780, gracias al apogeo de la minería fundamentalmente de Potosí y al sistema de haciendas. Fue el virrey Toledo quien promovió importantes innovaciones tecnológicas, e inversiones con este fin, y además asegurar concurrencia compulsiva de fuerza de trabajo campesina a la minería; y por último vinculó Potosí con Huancavelica estableciendo un círculo mercantil para la creciente demanda de insumos para el sector minero como el azogue.

El inmenso mercado minero resultante generó rutas mineras articuladas al Puerto de Arica, en donde los valles de Locumba, Ilabaya, Tacna, Moquegua y Azapa, desde muy temprano, proveyeron de productos agrícolas como de vinos y aguardientes.

Reginaldo de Lizárraga (1607) dice que el Puerto de Arica derrumbó al de Arequipa debido a que el virrey Toledo dispuso que la contratación de mercancías hacia Potosí se hagan por el puerto de Arica y no por el Arequipa. Esta disposición trajo la caída de los puertos vecinos entre ellos el de Chule. Ilo e Ite se vieron entonces favorecidas con estos cambios comerciales y rutas.

Los corregimientos

Doblegada la insurrección encomendera, la monarquía española procedió al reajuste del régimen colonial. Una de sus acciones fue la creación de los corregimientos, una especie de gobiernos provinciales, que inicialmente tuvieron bajo su régimen a las encomiendas, hasta que estas se fueron extinguiendo. Por eso se puede decir que los corregimientos nacieron para frenar los excesos y abusos del régimen de encomiendas. Los corregidores, para cumplir sus funciones, recibieron el apoyo de curacas y curas, siendo tales funciones: Representación del rey en las provincias del virreinato; primera instancia judicial con derecho a ordenar cárcel; cobro el tributo con el apoyo de los curacas incondicionales; administración de la mita con el respaldo de los curacas; mantener el orden y control de las provincias.

El Gobernador del Perú, don Cristóbal Lope García de Castro se encargó de implementar los corregimientos. A partir del 17 de julio de 1565, fue creado el Corregimiento de Arica con jurisdicción sobre Tacna, Sama, Ilabaya, Arica y Tarapacá, siendo designado el minero don Francisco Rodríguez de Almeida como su primer corregidor. Hubo un corregidor, y tenientes corregidores en cada repartición. Dependían del corregidor, los tenientazgos o distritos de Tacna, Arica, Tarapacá y Locumba. En cada uno de estos lugares, la autoridad era el Teniente de Gobernador, dependiente del Corregimiento de Arica. El corregimiento funcionó hasta 1784. Según Dagnino (1909) el naciente corregimiento de Arica comprendía a “los partidos o tenentazgos de Tacna, de Tarapacá o Pica i de Locumba”. Inicialmente, el teniente corregidor de Locumba tenía autoridad sobre Ite.

Luego en 1575, después de las reformas del virrey Toledo, el “corregimiento de Arica comprendía los repartimientos de Lluca (Lluta), Tarapacá, Pica, Tacana, Hilabaya e Yte” (Barriga, 1948)

El 8 de marzo de 1614 se dividió la diócesis del Cuzco en tres obispados: Cuzco, Huamanga y Arequipa. El obispado de Arequipa abarcó a su vez a 7 corregimientos: Arequipa, Collaguas, Condesuyos, Camaña, Vitor, Ubinas y el de Arica dentro del cual estaba Ite.

Víctor Barriga (1940b) en “Arequipa y sus blasones” citando un documento titulado el “Corregimiento de Arequipa” fechado en Los Reyes, noviembre de 1578, expresa que el repartimiento de Hilavaya [Ilabaya] encomendada en García de Castro tenía 299 indígenas tributarios y 1468 personas reducidas en un pueblo llamado los Apóstoles de Ilabaya. Asimismo, el pueblo de San Antón de Ite de la encomienda de doña María Dávalos tenía 50 indígenas tributarios y 190 personas.

Se afirma que los Corregidores fueron los funcionarios coloniales más odiados porque fueron tantos o más explotadores que los encomenderos, pero con el agravante de estar investidos de autoridad y representar al monarca distante. En realidad, además de expoliar a los indígenas con el tributo, los corregidores también los obligaban a la compra de productos sobrevalorados e innecesarios en su precaria economía.

Los repartimientos de mercaderías fueron llevados cabo por estos funcionarios coloniales. A pocos meses del levantamiento de Tupac Amaru, ya se habían producido fuerte resistencia indígena, mestiza y criolla en todo el surandino. Estas resistencias contra la suba de la alcabala, del reparto obligatorio de mercaderías y la incorporación de los indígenas forasteros en el pago del tributo, terminaron por generar un ambiente creciente de luchas y levantamientos.

Sin embargo, en el área sur andina, los abusos de los corregidores no tuvieron mengua contra las poblaciones indígenas indefensas, y generaron violentas reacciones, entre ellas la insurrección tupacamarista que en el área regional fue acaudillada por Juan Buitrón, Ambrosio Ali y los ilacatas de Candarave durante el año 1781. Finalmente los corregimientos fueron suprimidos con las reformas borbónicas. En su reemplazo se crearon las intendencias en 1784.

En estos años primeros del dominio castellano, un religioso carmelita español Antonio Vázquez de Espinosa recorrió en 1618 por algunos valles y pueblos surandinos del virreynato y sus anotaciones las dio a luz en su "Compendio y descripción de las Indias Occidentales" publicada originalmente en 1672. Sus observaciones son agudas y puntuales, otorgaron cierto énfasis a los aspectos económico-sociales de los lugares anotados. Vázquez critica la mala administración colonial, como el bajo nivel de la moralidad en relación con el comercio, el fraude en el peso del oro en polvo y el hurto de mineral; observa la facilidad con que funcionarios públicos se enriquecen. Y la queja de los curas sobre el poco nivel de aculturamiento moral y religioso de los indígenas, lo explica por el mal ejemplo de los españoles. Critica la indiferencia de los sacerdotes del distrito de Arica que reciben sueldos de 4000 pesos sin siquiera preocuparse por poner puertas en sus iglesias.

En cuanto a las lomas del litoral de Ite, había observado en ella, plantaciones de olivo y mucho ganado. Por ello anotó, en "...toda la costa de la mar por este paraje hay muy buenas lomas como las referidas, donde hay olivares y molinos de aceite y muchos ganados...". Calculó que de este valle de Locumba al de Sama hay 5 leguas al Sur.

La propiedad de la tierra en Ite

Es don Diego Menéndez Thineo uno de los primeros españoles que inició el proceso de apropiación de las tierras de los indígenas de Ite y Camiara. En la composición de tierras de 1643 llevado a cabo por el Juez de tierras don Diego de Baños y Sotomayor se le menciona como “Diego Menendez” o Diego “Mendez” y consta que compró las tierras de Camiara (Ite) en 1150 pesos. En la Retasa de la revisita del tiempo del Marqués de Mansera en 1641, hay una alusión a una de las causas respecto de la disminución drástica de la población indígena en el repartimientos de Ilo e Ite ;se dice:

“Esta acauando y consumido por no auer ningunos indios, ni efectos de que cobrar cossa alguna por que las tierras que auian quedado de dichos indios en Ite que se llamauan de Camiara en el valle de Locumba que pertenecían a los indios del Repartimiento les quitó el licenciado D. Diego de Baños Sotomayor Juez por el gobierno para la venta de tierras deste corregimiento y las vendio a Diego Melendez Tineo en 15 de mayo de 1642 con que quedo consumido y acauado”.

Estas composiciones legalizaban las posesiones de facto realizadas por los españoles antes de 1593 en todo el territorio virreynal.(Espinoza, 1980)

Luego a partir de 1643 por composición de tierras aparecen los siguientes propietarios:-don Bartolomé Dávila, por la hacienda de Tacaguay-don Diego Menéndez, por la hacienda de Tallamolle -don Luis Yáñez y sus hermanos por la hacienda de Icui -don Diego Bustios, por la quebrada de Alfaro o Alfarillo-don Bartolome Dávila, por la quebrada de Guacaluna y Lomaquemada -don Diego Menéndez las tierras de Ite.

Esto originó un primer grupo de hacendados, algunos de ellos radicados en Locumba, otros en Arequipa, que iniciará un proceso expansivo de las haciendas dedicadas a la explotación de productos dirigidos al mercado regional.

La propiedad comunal ancestral debió verse muy afectada y disminuida por estas composiciones de tierras en Ite. Lo propio sucedió en Ilo.

Las minas de sal de Puite

Cuando visitó Locumba el Intendente Álvarez y Jiménez en 1793, las minas de sal de Ite fueron también objeto del informe por el acucioso y flexible funcionario Álvarez y Jiménez con los propietarios mineros. En dicho Informe se dice “ en el partido existen betas de sal, los cuáles nadie posee con dominio, por sí hacen uso de ella las personas proveyendo de ella también a Moquegua y Tacna, cuya calidad es denominada “Lluta””.Asimismo “existen 4 islas guaneras pertenecientes a esa doctrina, cuyos indios las explotan desde inmemoriales tiempos…” (Barriga, 1941). Esta situación se mantuvo también hasta la República, cuando las salinas fueron consideradas como bienes públicos o del Estado. “Fue estancado desde 1896, su explotación y venta han sido reservadas por Estado a través de la Caja de Depósitos y Consignaciones” (Paz Soldán, 1950)

Jorge Basadre (1969) escribe, en efecto que por ley del 11 de enero de 1896 se creó los fondos necesarios para el rescate de Tacna y Arica, pues el Perú debía pagar diez millones de soles si el voto favorecía en el plebiscito ordenado por el Tratado de Ancón. Con el “indicado fin se estancó la sal en el territorio de la República” y por tanto quedó prohibida la importación y exportación de este artículo en toda otra persona que no fuera el Estado”.

El Juez de Primera Instancia de Tarata, Dr. Mariano R. Fajardo, elevó a la Presidencia de la Junta Departamental, es decir al prefecto del departamento de Tacna, un denuncio de minería no metálica, por el cual los señores Manuel Yañez, y sus socios Manuel Alcázar, Lisandro Alcázar y Pablo Dávila, solicitan “Las minas de sal, denominadas de Puite” y “Pampa colorada”, que dicen ser abandonas y no tener dueño conocido” Lo remite para su conocimiento. El documento está fechado el 2 de junio de 1893.

3. CRISIS COLONIAL

El periodo de crisis colonial se caracterizó por el rompimiento de las estructuras de dominación española, y se produce entre los años 1784 a 1824. Fue un periodo en donde las reformas administrativas borbonas intentaron modernizar el sistema de dominación colonial, pero la desintegración del sistema colonial se hizo irremediable. Como consecuencia de ello el régimen colonial adoptó medidas de represión social e ideológica y fiscal contra la población indígena. Como correlato se produjeron una serie de levantamientos como parte del movimiento de liberación indígena, y después de su debelación, se instauraron las intendencias y subdelegaciones en reemplazo de los corregimientos.


I. Fuentes manuscritas

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II. Fuentes bibliográficas

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II. LA ÈPOCA DE LAS LUCHAS POR LA INDEPENDENCIA

1.Carácter y significado de la independencia

La independencia fue un gran movimiento y un proyecto de desarrollo nacional, que se remonta a los tiempos inmediatos a la invasión ibérica, presentando dos versiones: Primero en la versión indígena (el movimiento de liberación nacional indígena), que se inicia con la rebelión de Manco Inca en el Cuzco de 1536, y que tuvo su expresión más culminante con Túpac Amaru, en 1780. Después en la versión criolla (el movimiento de liberación nacional criollo), que se inicia con la prédica de los precursores, entre ellos la "Sociedad Amantes del país", como una reacción ante la eventual reedición del movimiento tupacamarista, que por ser indígena, o con dirección indígena, entraba en contradicción con sus particulares intereses. Al respecto, Flores Galindo señala: "Los criollos, a pesar del tímido apoyo de algunos sectores intelectuales al movimiento tupacamarista, advirtieron también que si la iniciativa de la protesta contra la corona quedaba en manos de la comunidad indígena, se ponía en peligro sus más caros privilegios. La lección fue sabiamente aprendida".

Lo cierto es que el movimiento indígena fracasó. Su programa autonomista y colectivista no se plasmó. Túpac Amaru falló en sus intentos de incorporar a los criollos bajo su dirección, Pumacahua, un intento tardío, también falló en su apuesta por la convergencia de lo nativo con lo criollo. Por su parte los criollos, con definida opción ideológica occidental, triunfaron militarmente e impusieron su proyecto, el proyecto de la élite que desplazó del poder a los coloniales. Tal vez el mismo día de la Capitulación de Ayacucho – Capitulación condescendiente con el vencido - , los peruanos de buena voluntad aspirantes a un orden de justicia social, habrían experimentado la sensación de un proyecto frustrado, confirmado inmediatamente después ante la evidencia que poco o nada había cambiado. Como diría Pablo Macera: "La élite de criollos había jurado la República sin abjurar la conquista".

En ese contexto la pequeña población de Locumba, y de Ite debió ser impactada por las noticias y los debates sobre el futuro y destino político nacional. Su aporte será decisivo a la causa independentista como se verá más adelante.

2. En la coyuntura de la guerra revolucionaria en Alto Perú y el extremo sur occidental. 1809 – 1815. La rebelión de Zela y Paillardelle.

Durante los años 1809 y 1815 los pueblos del Alto Perú y del extremo sur occidental peruano fueron partícipes de una dura lucha civil–militar independentista contra el poder colonial. Primero fueron las juntas de gobierno de Chuquisaca y La Paz constituidas en cabildos abiertos por vecinos notables de extracción criolla; luego las insurrecciones populares en Tacna vinculadas a las expediciones militares argentinas en el Alto Perú, lo que significó un gran despliegue de fuerzas patriotas y fuerzas coloniales en el espacio y en el tiempo, con el impacto que ello supone en la población (diezmada por la guerra) y en la economía (aniquilada por las demandas de los bandos en conflicto).

Los pueblos de Tacna, (Candarave, Ilabaya, Locumba, Ite, Sama, Tarata y Tacna), se conmocionan ante los sucesos del Alto Perú. Entre mayo de 1809 y mayo de 1811 se produce un intenso trajín de tropas coloniales que van del Bajo Perú hacia el Alto Perú en auxilio del ejército de Goyeneche que combate a la insurrección altoperuana y al avance de los independientes argentinos que implementan la estrategia de su Junta de Gobierno de Buenos Aires (26-5-1810), consolidar su independencia combatiendo al poder colonial por el Alto Perú. Las tropas coloniales retornan por el camino a Tacna con bajas militares o para recuperarse.

El 20 de junio de 1811 (día de la batalla de Guaqui, en la que tropas realistas al mando del General Goyeneche vencen a los independentistas argentinos al mando del general Balcarce), los patriotas liderados por Francisco Antonio de Zela, toman los cuarteles realistas de caballería e infantería de Tacna, arrestan al coronel Francisco Navarro y ponen en fuga al subdelegado Antonio de Rivero y Araníbar. Zela asume la jefatura político-militar de la plaza con el grado de Comandante militar de las Fuerzas Unidas de América. Algunos reclaman el carácter popular de esta rebelión por la presencia de individuos de diferente extracción social. En efecto, desde Ilabaya, Locumba, Sama, Tarata, Pachía y Calana se desplazan presurosos grupos de lugareños criollos, mestizos, e indígenas que acuden al llamado de Zela.La rebelión fue debelada al tercer día.

La persistencia del trabajo político-insurreccional de Paillardelle volvió a reeditar otra rebelión a dos años de la iniciada por Zela.

En la noche del 3 de octubre de 1813, después de la procesión de la Virgen del Rosario, un grupo de conjurados bajo la dirección de Enrique Paillardelle, José Gómez y Manuel Calderón de la Barca, se desplazaron hacia la toma de

los cuarteles tacneños y la captura de los jefes realistas Teniente Coronel Francisco Suero y Capitán Antonio Palacios. Algunos oficiales criollos hicieron causa común con los insurgentes como el teniente Santiago Pastrana. Esta vez se notó una mayor participación de la población tacneña.

La reacción colonial no se deja esperar. Desde Arequipa el Intendente José Gabriel Moscoso ordena la salida de 200 soldados rumbo a Tacna, al mando del Coronel José García de Santiago para combatir la insurrección. El día 31 de octubre, en la pampa Camiara, exactamente en el camino y explanada de Sitana, al mediodía, se enfrentarían los dos ejércitos demostrando gran valor y arrojo, con el saldo desfavorable para los insurgentes patriotas.

3. Ite, Mirave escenario de la independencia

Entre marzo y mayo de 1821, el litoral tacneño de Arica, Sama e Ite será el primer escenario del movimiento de las tropas independentistas procedentes de Buenos Aires. Este ejército libertador al mando del general San Martin tenía en el comandante Miller su jefe de avanzada en Tacna. Por entonces, este jefe, siguió el rumbo del valle de Sama, donde obtuvo algunos caballos para luego continuar hacia Tacna.

En esa época la población de Tacna ascendía a 4 mil habitantes, cuya actitud por la causa patriota era sumamente favorable. En ese marco se produce la batalla de Mirave (Locumba) el 22 de mayo de 1821, con el resultado favorable a Miller y sus hombres.

Croquis de la campaña de Miller en Tacna y Moquegua

III. LA ÉPOCA DE LA REPÚBLICA

1.En los inicios de la república

Proclamada la Independencia de Lima, el Estatuto Provisorio establece la constitución de los Departamentos (sobre la base de las antiguas Intendencias) a la vez que se les subdivide en provincias (antiguos partidos) y en distritos (los que fueron parroquias o pueblos de importancia).

Es en estas condiciones que los pueblos Ilabaya, Sama, Tacna, Tarata y Candarave serán comprendidos en la jurisdicción de la provincia de Arica como distritos conjuntamente con el mismo Arica, Belén y Codpa. La Ley del 26 de abril de 1822 sancionó la existencia de once departamentos, entre los cuales se ubicaba Arequipa como el gran departamento del sur que llegaba hasta Antofagasta.

Ite, nace en la república, como anexo del pueblo de Locumba, y este a su vez comprensión del distrito de Ilabaya.

El distrito de Ilabaya, fue “creado en la época de la independencia” como lo expresa Justino Tarazona en su obra “Demarcación Política del Perú …”; y comprendió todo el actual territorio de la provincia de Basadre, desde Ite en el litoral hasta las comunidades de Cambaya, Borogueña y Santa Cruz. Posteriormente en 1855, el pueblo de Locumba tendrá la categoría de distrito. Ite acompañará a este naciente distrito en su calidad de anexo.

2.El militarismo de inicios de la república y la dominación británica.

La republica se inicia en el Perú, con el dominio de un periodo del militarismo liberal.Pero un militarismo que propiciaba el expansionismo del predominio inglés en la economía nacional. Todo el sur peruano fue invadido de mercancías de ese imperio ultramarino.

El militarismo liberal (que proclama libertades) o conservador (que restringe libertades) obstaculizó el real acceso de los civiles al ejercicio del poder y los redujo al clientelaje político, cambió constituciones de acuerdo a sus conveniencias (después de la constitución de 1823, se suceden con prisa las de 1826-1828-1834-1839-1855-1860). El militarismo manejó al Estado con ceguera administrativa en una época en que en otros estados se impulsaba la modernidad a exigencias del desarrollo técnico-científico. En general el militarismo fue una de las rémoras de la evolución democrática y de la consecución de la justicia social en el país. Si bien no se desconoce que los caudillos militares, unos más que otros, eventualmente impulsaron obras de progreso material (construcción de caminos, represas, canales de regadío, urbanismo, ferrocarriles locales) e intentaron algunas reivindicaciones sociales (liberación de tributos, educación), las bases materiales de la estructura global de la sociedad permanecieron incólumes por lo que continuaron las injusticias, se afianzó el centralismo y se acentuó la dependencia al exterior con el capitalismo inglés y después y ahora con el norteamericano.

Entre 1831 y 1833 se produjeron fuertes terremotos que diezmaron la economía y la población local. Por la falta de apoyo estatal de Lima, las poblaciones locales de Tacna, Locumba, Arica y Moquegua, pidieron a través de sus corporaciones edilicias su incorporación al vecino país de Bolivia.

La Confederación se estableció por decreto de Santa Cruz con fecha 28 de octubre de 1836. En Tacna se reunió un Congreso entre el 25 de enero y el 1º de mayo de 1837 para la estructuración del gobierno de la Confederación. Pero la reacción peruana dirigida por Gamarra y con la ayuda militar chilena, pusieron término al intento unionista en la batalla de Yungay del 20 de enero de 1839.

Entre diciembre de 1841 y febrero de 1842, grupos de guerrilleros conducidos por Juan Bautista Ramos y Manuel Lavayen combatieron victoriosamente a los invasores bolivianos en los valles de Sama y Locumba. Se destaca el combate

de estos guerrilleros en los altos de Chipe, el 25 de diciembre de 1841. Allí convergió el grupo tacneño dirigido por José Rosa Ara procedente de Tacna. Los bolivianos derrotados se replegaron al valle de Sama, donde también serían combatidos victoriosamente. Al promediar febrero de 1842, las tropas bolivianas retornaron a su país.

El periodo llamado del boom guanero (1850-1876) dio por resultado el inicio de una etapa republicana de estabilidad económica y un crecimiento y modernización del Estado con el liderazgo del presidente Ramón Castilla.

En Tacna hay un crecimiento comercial en su circuito con Bolivia y el noroeste boliviano. Las casas de comercio inglés, alemán y francés instaladas en la ciudad heroica, dinamizaron el comercio de exportación e importación por el puerto de Arica.

3. La etapa de crisis y pre-guerra

Los actuales pueblos de Locumba, Ilabaya e Ite, por ley del 2 de enero de 1857 pertenecían a la comprensión del Departamento denominado Moquegua cuyas provincias fueron las de Tacna, Arica y Tarapacá, y su capital la ciudad de Tacna.

La Convención Nacional formó esta norma el 29 de diciembre de 1856 y la promulgó el Presidente don Ramón Castilla; además por esta se ordenó establecer el registro cívico, para elegir las primeras municipalidades por la Constitución.

Luego, por ley del 25 de junio de 1875 las provincias de Tacna, Arica y Tarata pasaron a conformar el departamento de Tacna, durante el gobierno de Manuel Pardo.

La provincia de Tacna estaba dividida en 6 distritos: Tacna, Calana, Pachía, Sama, Locumba e Ilabaya. Igual número de distritos albergaba el distrito de Tarata: Tarucachi, Estique, Ticaco, Candarave, Curibaya y Tarata. La provincia de Arica, por su lado, comprendía otro tanto de distritos: Arica, Lluta, Socoroma, Livilcar, Belen y Codpa.

Carlos Basadre en sus “Apuntes sobre la provincia de Tacna” publicado en sucesivos números en la Revista de Lima entre los años 1862-1863 describía respecto al dilatado valle de Locumba e Ite lo siguiente.

“(…) pero desde el pago de Chipe, donde principia el distrito de Locumba, las quebradas se ensanchan considerablemente hasta llegar al pie del pueblo de ese nombre. En este punto algunos manantiales de agua dulce que nacen en una quebrada lateral dan riego a los hermosos viñedos que constituyen la riqueza principal de Locumba. Tres leguas más arriba y siguiendo una quebrada que se va apartando hacia el norte se encuentra el no menos valioso

valle de Cinto, cuyas magníficas viñas riegan aguas manantiales y las que conducen desde las faldas del Tutupaca al canal de Tacalaya.

Siguiendo hacia abajo pasa el río por los pagos de Sitana, Camiara, Camiarita, La Sopladora y encuentra en el mar por Ite (…). En Ite se dilata el valle formando su extenso valle cubierto de gramadales; más al sur se encuentran las hermosas pampas de Meca y hacia el norte las de Talamolle, que todos podrían regarse fácilmente con el caudal de agua que considerablemente se pierde en el mar.”

El terremoto de 1868

El devastador sismo de 1868 trajo consecuencias funestas para la franja de Arica y Tacna. "El valle de Locumba había sufrido como el resto; Tacna, por el contrario, poco, mientras Arica estaba como podría decirse totalmente destruida. El pueblo de Sama desapareció".( Witt, 1987). El historiador José Toribio Polo refiriéndose a los estragos causados a los valles tacneños señala: "En Sama y Locumba se perdió gran parte de las cosechas y la tierra se abrió a trechos en hondas grietas que vomitaban agua cenagosa".(citado por García, 1997)

Ite, Locumba, como Tacna, estuvo muy próxima al epicentro y sintió el terremoto a las 5:06 p.m. Hubo primero un sacudimiento vertical, de abajo a arriba, y luego otro ondulatorio que impedía tenerse en pie, y duró siete minutos. A los pocos segundos se experimentó otro remezón más fuerte y más largo, que también impedía estar de pie. Siguió un movimiento suave ondulatorio que duró hasta las 11 de la noche [sic] y que se repetía con intervalos cada vez más largos de cinco en cinco y de diez en diez minutos y después cada cuarto de hora [...] Cayeron de 50 a 60 casas, murieron tres individuos y resultaron algunos contusos [...] El mismo [día] 13, a las ocho de la noche, se vio en el cielo de NE a O una faja luminosa estrecha, de color rojizo, que se extendió hasta cubrir el horizonte, en ese sentido, en toda la calle del Comercio; pocos segundos después cesó el fenómeno para renovarse con luz menos intensa.(Polo, citado por García, 1997)

El censo de 1876

La Dirección Nacional de Estadística en 1878 publicó el Censo general de habitantes del Perú. (Imp. Del estado. Lima,1878) levantado en 1876. Su resumen señaló que la ciudad de Tacna alcanzaba los 7738 habitantes. La provincia de Tacna albergaba a 18.932 personas, mientras que los distritos de Ilabaya a 1548 y el de Locumba 1415 habitante. Ite junto a La Sopladora alcanzaba a 32 habitantes.

Poco antes del inicio de la Guerra con Chile (1879) las principales haciendas registradas en Ite fueron las siguientes: “Pampas de Ite” de don Carlos Zapata y herederos, Hacienda Icuy de Constantino Martinez, hacienda Ite de José Laureano Artieda y hacienda Talamolle de Modesto Pomareda. Estas

haciendas de regular extensión se habían especializado en el cultivo de algodón, ají, maíz y alfalfa dirigido al mercado regional.

4.Durante la guerra con chile

La participación de los pueblos de Ite, Locumba e Ilabaya fue constante y heroica durante el proceso de guerra por la defensa nacional. Sus suelos, por la preciada existencia de excelentes recursos para el sostenimiento de la guerra, fueron objeto de múltiples ocupaciones y exacciones por el ejército chileno.

Desde el instante inicial de la declaratoria de guerra por el Estado chileno, la ciudad de Tacna y los pueblos del interior reaccionaron en forma entusiasta y resuelta a favor de la Patria en peligro. Luego las corporaciones edilicias hicieron lo propio.

Después de la batalla de Tarapacá, del 27 de noviembre de 1879, a pesar del triunfo nacional, el teatro de operaciones se trasladó a la zona Arica-Tacna-Ite-Moquegua. Las tropas victoriosas fueron conducidas hacia Arica por el temor de un reagrupamiento del enemigo.

Desde principios de enero de 1880, las distintas columnas guerrilleras conformadas por los más hábiles y audaces jefes del ejército del Sur, custodiaban los puntos posibles de desembarco enemigo en el litoral. El coronel Cáceres resguardaba desde Ite hasta El Conde (estación ferroviaria, en Moquegua), reforzado con la División boliviana de Castro Pinto y por los Cazadores de Daza. Por su parte, el coronel Albarracín, hacía lo propio con su escuadrón “Flanqueadores de Tacna”, desde Sama a Ite. Al joven Coronel Leoncio Prado le correspondió guarecer la costa Norte de Arica, y al coronel Juan Luís Pacheco de Céspedes, en la quebrada de camarones, al sur de Arica. En estas bases de operaciones se habían establecido pequeños cuerpos militares para resistir el desembarco enemigo, sobre todo en la boca de los ríos de Sama, Locumba e Ite.

Mientras ocurrían estos aprestos, el alto mando aliado, tenía conocimiento de los temerarios recorridos de reconocimiento que efectuaban los buques de guerra chilenos.

Sabíase del desembarco de tropas chilenas en Ilo, del 31 de diciembre de 1879; y asimismo, de los bombardeos chilenos sobre Ite, del 3 de enero. Sobre esta acción dice Mariano Felipe Paz Soldán: “La Magallanes se presentó el 3 de enero en la caleta de Ite, en donde estaba de guarnición el batallón de Arequipa; rompió sus fuego sobre la tropa (4 p.m.) y pocos minutos después desprendió dos lanchas cargadas de gente de desembarco, que fueron rechazados con sólo fuegos de fusilería, pues no había en tierra ninguna pieza de artillería; frustrado su intento, se retiraron las lanchas y la nave haciendo fuego de cañón hasta las 6.30 de la tarde, hora en que abandonó la caleta sin haber causado sino insignificantes daños materiales y ninguno personal. Luego

esta avanzada chilena por mar bombardeó la caleta de Sama para dirigirse a hacer lo propio en Ilo.

Podríamos señalar que estas escaramuzas en Sama-Ite-Locumba entre las fuerzas chilenas y peruanas eran las primeras que iniciaron la guerra con Chile en Tacna.

La Hacienda de Ite convertida en Campamento del ejército chileno.

Hay una relación o diario de guerra hecha por un oficial chileno, fechada en el Campamento de la caballería en la Hacienda de Ite, abril 30 de 1880 y que fue publicado por el diario El Mercurio de Santiago. Relata este oficial de caballería que “desde el día 7 de abril de 1880, recibimos órdenes de alistarnos para marchar en la madrugada del siguiente día a Locumba, vía Hospicio.”

El día 8 a las 6 a.m. “sale todo el regimiento de Cazadores”.(…) En Hospicio nos encontramos con el coronel Vergara, secretario del general, que ha sido nombrado comandante general de la caballería. La primera división, al mando del coronel Amengual, marcha con la caballería a tomar posesión de Locumba. El regimiento Granaderos trae 247 individuos, al mando del comandante Yávar. En Hospicio se incorporó a este regimiento el alférez Rodríguez, que con una mitad de 25 hombres había salido dos días antes a practicar un reconocimiento por las cercanías de Locumba.”

La hacienda de Ite, de propiedad del prefecto de Tacna Carlos Zapata, en efecto, se había convertido en el cuartel general del enemigo. Este hermoso oasis, que queda muy cerca a Locumba, fue el centro de operaciones chileno en su marcha hacia el sur.

El incendio de Locumba, Ilabaya e Ite.

Después del serio revés sufrido por la columna chilena al mando del teniente Dublé Almeida en Locumba, el 1o de abril de 1880, por acción de la partida guerrillera de Albarracín; fue el coronel José Francisco Vergara con un regimiento de 500 hombres, quien tenía órdenes precisas de aniquilar al escuadrón patriota. A partir del 10 de abril llegaron los primeros escuadrones enemigos para acometer tales objetivos y asimismo escarmentar y castigar al pueblo de Locumba, por su concurso en el ataque sorpresivo a las tropas de Dublé Almeida.

Fue el 2 de mayo cuando se concretó la venganza sobre Locumba. El holocausto comprendió no sólo las principales bodegas de los hacendados locumbeños, sino las llamadas rancherías, casas y la Iglesia del pueblo de Locumba; es decir la orden fue allanar en cenizas todo lo que se llamó pueblo y campiña de Locumba. Un crimen completo de lesa humanidad. Lo propio se hizo con la hacienda Pachana de Ilabaya, como con la iglesia de Ilabaya.En el valle de Ite, en la hacienda Camiarita de don Rafael Vargas fue incendiada probablemente el 28 de Abril de 1880 cuando se produjo el desembarco de los Regimientos 3º de Línea y “Lautaro”, y el posterior avance

hacia Sama y Tacna. Años después, en 1904, sus hijos don Demetrio y don Rodolfo Vargas solicitaron el titulo supletorio ante el Juzgado de primera instancia de Locumba porque los documentos originales fueron incinerados cuando fue incendiada por orden del coronel José Vergara. instancia Don Emilio R. Chipoco, el auto que literalmente señala lo siguiente: “ Autos y vistos: de conformidad con lo dictaminado por el agente fiscal, y por las razones que aduce: se declara que todo lo actuado en este expediente es suficiente título supletorio de la finca Camiarita de propiedad de los recurrentes Don Demetrio y Don Rodolfo Vargas, sita en Locumba pasándose desde luego al registrador de la propiedad inmueble para que haga la inscripción y hágase saber: Chipoco: Ante mi Emilio R. Chipoco ”.

La resistencia en Ite

Investido en el cargo de prefecto y comandante general de Tacna, el coronel Juan Luis Pacheco de Céspedes, protagonizó con las fuerzas a su mando los reñidos combates de Sama y Coruca (Quebrada Seca) los días 11 y 12 de octubre de 1883, respectivamente, con fuerzas expedicionarias chilenas que habían partido de la ciudad de Tacna. Estas acciones de resistencia sucedieron a sólo una semana de la vergonzosa firma del tratado de Ancón por los plenipotenciarios de Miguel Iglesias.

En Camiarita (Ite), se produjo una escaramuza entre las fuerzas enviadas por el jefe político-militar chileno Manuel José Soffia y las del incansable guerrillero Pacheco de Céspedes. Al final, las fuerzas chilenas lograron disociar y replegar la columna guerrillera hacía Locumba. Esta acción debió producirse en los primeros días de septiembre de 1883, tal como se puede deducir de la nota aparecida en el diario El Tacora del 14 de octubre de 1883.

6. En la jurisdicción de Tacna Libre. 1884 – 1929

El Tratado de Paz del 20 de octubre de 1883, ratificado por el congreso peruano con mayoría iglesista, en 1884, puso término a casi un lustro de guerra entre Chile y Perú. Este convenio internacional estipulaba que las provincias de Arica y Tacna pasaban a poder chileno por un espacio de 10 años, al cabo del cual se convocaría a un plebiscito para decidir su destino futuro. En virtud de ello se erigió una zona ocupada y otra libre en la antigua provincia de Tacna, el trayecto del río Sama definía sus límites. Por ello los territorios de los distritos de Locumba (que comprendía al anexo de Ite) e Ilabaya, ubicados al norte del río Sama conformaron lo que se llamó la jurisdicción de Tacna Libre. Fue anexado también a esta zona parte de la jurisdicción de Tarata.

Obsérvese la zona norte del río Sama llamada Tacna Libre. Ahí se ubicó el anexo de Ite, del distrito de Locumba. Fuente: Porras, Raúl. Historia de los límites del Perú. Lima, 1926

El Presidente Miguel Iglesias, creó por Ley, el departamento de Moquegua con fecha 1ro de abril de 1884, incorporando en este nuevo ámbito jurisdiccional a los históricos distritos tacneños de Locumba (Anexo de Ite) e Ilabaya y a la provincia de Tarata.

El 20 de abril de 1885, el presidente Iglesias creó el Puerto Menor de Ite para paliar el anómalo estado en que se encontraba el comercio y la actividad industrial de la región, luego de la pérdida de su natural puerto como era el de Arica, “mientras se encuentre ocupada Tacna y Arica por las fuerzas chilenas.”

En octubre de 1886, el nuevo presidente Andrés Avelino Cáceres decretó nulos los actos políticos internos de los gobiernos de Piérola e Iglesias, “que habían asaltado el poder con las armas que la Nación les había confiado”, y en mérito a ello se anuló la creación del departamento de Moquegua, entre otros actos, retornando los distritos de Locumba, Ilabaya y la provincia de Tarata a la jurisdicción del departamento de Tacna, llamado localmente “Tacna Libre”.

En virtud de estas nuevas disposiciones gubernamentales, se estableció en el departamento de Tacna (llamado Tacna libre) una Junta Departamental que fue presidida por el prefecto coronel Marcelino Varela Barrios. Este insigne patriota gobernó de fines de 1886 hasta julio de 1889 en que falleció.

Una nueva Resolución Suprema fechada el 10 de Enero de 1890, dispuso que el pueblo de Locumba fuera capital provisional de la Provincia y del Departamento deTacna. Así Locumba se convirtió en sede las autoridades políticas, militares, judiciales y eclesiásticas del departamento; además que desde allí se fijó la representación parlamentaria: un Senador y dos Diputados uno por Tacna y otro por Tarata.En cuanto al servicio judicial, como nos lo recuerda el entonces Presidente de la Corte de Justicia de Tacna Libre (1925), Eduardo Gómez Carrera, “Desde la invasión chilena del departamento, en 1880, de hecho quedó suprimida la Corte de Tacna y hoy depende el departamento, en lo judicial, de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, que por resolución suprema de 5 de junio de 1861 había sido ya declarada competente para conocer de las causa de la corte de Moquegua o Tacna, cuando esta se hallara legalmente impedida.Ocupada en 1883 la ciudad de Tarata por las fuerzas chilenas, el doctor don Julián Grimaneso Vargas, primer juez de primera instancia de esa provincia, abandonó definitivamente el cargo en el que después fue reemplazado por el doctor don Mariano R. Fajardo, nombrado juez de primera instancia de la provincia de Tarata y Tacna. El juez doctor Fajardo se trasladó de Candarave, capital provisional de la provincia de Tarata, a Ilabaya, que lo fue igualmente de la de Tacna y allí permaneció hasta el año 1890, en que por resolución suprema de 10 de enero de ese año, se aprobó la designación de Locumba como capital provisional del departamento”.(Gómez, 1925)

Aplicando la nueva ley de municipalidades, que fue puesta a tono y al servicio de las Juntas Departamentales, el 1º de enero de 1893, se había renovado el Concejo Provincial de Locumba, recayendo el cargo de Alcalde en don Rufino López Torres. Lo acompañaban, don Augusto Pérez Liendo, en calidad de teniente alcalde; y como síndicos don Aureliano Sologuren y Rafael Diez Canseco. Los inspectores electos fueron don Tomas Chapman, en puentes y caminos; Mariano Y. Vélez, en aguas; Ricardo Maldonado, en espectáculos públicos; Neptalí Maldonado en mercado y lugares de detención; Rufino López Torres en Instrucción e higiene. Augusto Pérez en Obras públicas; Juan F. Tamayo en alumbrado público y policía; Leandro A. Alcázar en estado civil; Federico Cornejo en jardines y paseo; Aureliano Sologuren en pesos y medidas; Demetrio Vargas en estadística: y por último Pablo Federico Chocano en asuntos contenciosos. (ART. Documentos administrativos. Libro de sesiones del Concejo provincial de Locumba. Tacna libre. 1893)

La Aduana de Sama fue creada por ley de 21 de noviembre de 1887. La indicada ley disponía la organización y funcionamiento de una institución con el carácter de aduana de primera clase, ubicada en el pago de Buena Vista, del

distrito de Sama, de la provincia de Tacna. En mérito a este dispositivo el poder ejecutivo debería conformar el reguardo de la línea de frontera desde Ite y Morro de Sama hasta El Maure.

Para favorecer su desarrollo en el territorio de Tacna libre dio la ley de 14 de noviembre de 1894 por el que se señalaban las rentas provenientes de los fondos nacionales y se aseguraba la primera instrucción o educación primaria y de un colegio secundario, que por cierto logró funcionar al año siguiente en Locumba. Los niños de Ite debieron venir hasta Locumba para su instrucción por estos años.

Todos los órganos y servicios públicos se concentraban en Locumba, por lo que los ciudadanos del anexo de Ite acudían en estos años en procura de sus necesidades y sus obligaciones ciudadanas. Tenía sede el pueblo de Locumba, la municipalidad, la prefectura, la junta departamental, la Caja de consignaciones, la policía, el juzgado de paz y de primera instancia, etc.


Archivo Regional Tacna. ART:Documentos administrativos. Prefectura.1893Documentos administrativos. Prefectura. Informe del prefecto Boza.1893Documentos administrativos. Concejo provincial de Locumba. Tacna libre. 1893Documentos administrativos diversos. Tesorería departamental. Tacna. 1895.

Documentos administrativos diversos. 1888-1929.

Archivo Regional de Tacna. Libro de Actas de la Junta Departamental de Tacna. 1887

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IV. LA ÉPOCA CONTEMPORANEA

El período reciente de nuestra historia está marcado por profundas transformaciones en las esferas económicas, demográficas, políticas, sociales y culturales.

1.Los proyectos de irrigación

Luego de muchos intentos fallidos, un proyecto sostenido de Irrigación, nace luego de suceder la reincorporación de Tacna al Perú en 1929. Dicho proyecto alentado desde el Estado, tuvo por colonos a ex plebiscitarios, “quienes tuvieron que lidiar con las agrestes condiciones del suelo, agua y clima, entonces fue poco lo que se avanzó en el logro de una agricultura eficiente.” Después de la guerra, en las áridas planicies que conforman el territorio de Ite, fueron cedidas a los combatientes de dicho conflicto con el propósito de promover su explotación agrícola, el mismo que no se cumplió por las características edafoclimáticas de la zona y por la poca experiencia en labores agrícolas que poseían dichas personas; “sin embargo, posteriormente fue poblada por agricultores arequipeños, los cuales con pujanza y voluntad, poco a poco instalaron los primeros cultivos de alfalfa para alimentar su ganado y otros, dentro de los que se puede mencionar el algodón, la higuerilla, el maíz, entre otros.” (Municipalidad de Ite,Plan de Desarrollo Plan de Desarrollo Concertado 2006 – 2015)

2.La penetración de capitalismo americano

Con la penetración del capital extranjero norteamericano en la economía nacional, las relaciones de producción capitalistas arribarán a su última y superior etapa. La presencia de SPCC a partir de fines de 1950, articuló en torno suyo a los grupos tradicionales de hacendados y comerciantes. La derivación de las aguas del valle frutícola de Cinto, con el fin de permitir la explotación cuprífera en Toquepala, anuló el esplendor vitivinícola que ofrecía Locumba, deformando las relaciones económicas y sociales en el valle.

Con la explotación minera en Toquepala y la derivación de sus relaves se generó un pasivo ambiental en la zona del liroral de Ite. Estos impactos afectaron la vida y el medio ambiente del litoral y marino.

En el plano demográfico, después de un leve incremento poblacional en las décadas del 40 y 50, en los decenios siguientes se produce una notable disminución debido al flujo migratorio del campo a la ciudad, y principalmente a la capital del departamento.

2. La creación del distrito de Ite

La creación política del distrito de Ite data del 26 de abril de 1961, mediante Ley Nº 13660, promulgada posteriormente con fecha 12 de junio del mismo año, por el Presidente Constitucional de la Republica Don Manuel Prado Ugarteche, y el Ministro Ricardo Elías Aparicio.

Su Capital es el pueblo del mismo nombre y actualmente sus anexos son: Camiara, Talamolle, Alfarillo, la Sopladera, Miramar, Casa Blanca, San Isidro, Nuevo Ite, El Mirador, Centro poblado Menor las Vilcas, Pampa Baja y Pampa Alta.

3.Ite en la provincia Jorge Basadre en el siglo XXI

La creación de la provincia Jorge Basadre tiene sus antecedentes en los proyectos de creación de la Provincia Locumba y la Provincia Toquepala, cuya autoría correspondió al Diputado Víctor Bacigalupo en los años 1957 y 1959 respectivamente; ambos proyectos elevados a la Cámara de Diputados.

El primer proyecto fue presentado a fines de septiembre de 1957, se trataba de la creación de la Provincia Locumba con sus distritos Locumba, Ilabaya y Curibaya. El Diputado Bacigalupo pretendía reivindicar a estos pueblos postergados por el centralismo pero su proyecto no tuvo el respaldo de los otros congresistas tacneños de orientación odriísta. Bacigalupo era pradista. El principal diario tacneño de orientación odriísta se encargó de diluir el proyecto en la opinión departamental. Se estableció que los tres distritos sumaban un

reducido perímetro inadecuado para la creación de la provincia; asimismo que tenían escasa población, ya que el censo nacional de 1940 había registrado en Locumba 1682 habitantes, en Ilabaya 1762 y en Curibaya 1240; además se argumentaba que tales poblaciones no contaban con recursos necesarios para sus rentas y el mantenimiento de la administración. Por último que el pueblo de Locumba ubicado en una pequeña terraza (en el caso de ser capital de provincia),no disponía de un espacio para el ensanche urbanístico.

Otro antecedente de la provincia se encuentra en el proyecto de creación de la provincia Toquepala que el mencionado Diputado Bacigalupo presentó en su cámara el 28 de febrero de 1959.

La provincia Toquepala debería comprender los pueblos, campamentos, caseríos y anexos siguientes: Toquepala, Incapuquio, mil siete, Puite Mecalaco, Tacalaya, Huaytire, Plataforma Pampa de Vaca, Toma de Agua. En este caso, por la ubicación de las fuentes de agua de Tacalaya y Huaytire, el Diputado Bacigalupo le hacía la corte a la transnacional minera Shouthern. No obstante el proyecto tampoco prosperó.

La provincia Jorge Basadre se creó mediante Ley Nº 24799 del 19 de abril de 1988, Ley promulgada por el Presidente Alan García Pérez el 21 de abril del año en mención, siendo representantes por el Departamento de Tacna los Diputados Henry Rondinel Cornejo y Gróver Pango Vildoso. La Provincia Jorge Basadre se creó con los distritos Locumba, Ilabaya e Ite; se ubica al Nor-Oeste de la Región Tacna, con niveles altitudinales que van desde el nivel del mar hasta más de 4,900 m.s.n.m. Sus coordenadas son: 17º 5’ 18” y 17º 59’ 34” latitud sur y 70º 19’ 40” y 71º 8’ 18” longitud Oeste.

Provincia Jorge Basadre, Capital, Superficie y AltitudPROVINCIA Y DISTRITOS CAPITAL SUPERFICIE km2 ALTITUD m.s.n.m Departamento Tacna Tacna 16 075, 89

Provincia Jorge Basadre Locumba 2 928, 6 Distrito Locumba Locumba 969. 0 559Distrito Ilabaya Ilabaya 1 111, 4 1 425Distrito Ite Ite 848, 3 175 Fuente.- INEI

El distrito de Ite, según el Censo Nacional del 2007: XI de Población y VI de Vivienda, cuenta con una población de 3 299 hab.; donde el 63,63% es de varones. El 78,36% constituye una población mayor de 15 años. La densidad poblacional es de 4 hab/km2. La tasa de analfabetismo de la población mayor

de 15 años de edad es de 2,3 %. De la población mayor de 3 años de edad el 94,43% sabe leer y escribir y el 5,57% no sabe leer y escribir.

El distrito de Ite, según el Censo de Población y Vivienda del año 2007, tiene 896 viviendas, de las cuales el 85.16% se encuentra ocupada, ya sea por personas presentes, ausentes y de uso ocasional, el 4.13% está desocupada.

El Distrito de Ite cuenta con un Centro de Salud, el cual se ubica en la capital del distrito, el puesto de salud está a cargo de un Médico.

Las enfermedades más frecuentes son las infecciones respiratorias agudas (IRAS), seguida de las infecciones estomacales. Cuando se trata de enfermedades más complejas o la situación amerite atenciones más delicadas son derivados a Tacna al Hospital Hipólito Unanue (Hospital Regional).

La principal actividad económica del distrito de Ite es la agricultura que utiliza el agua del río Locumba para su abastecimiento. Los productos son para venta y para subsistencia en menor escala. El mercado final de la producción son los mercados de Ilo y Tacna.

Según el Censo del 2007 el 49.13% de la PEA trabajan en la Administración Pública, defensa, incluye a los pensionistas de ESSALUD, el 30.32% se dedica a las actividades agropecuarias y en tercer lugar a las actividades de construcción con un 3.7%.

Ite es una zona eminentemente agrícola y ganadera, la población se dedica al cultivo de ají (páprika), cebolla y maíz siendo el primer exportador al interior del país, en cuanto a la ganadería se dedica a la crianza de ganado vacuno, bovino y avícola, además de la producción de queso y leche.

Según el Censo de Población y Vivienda del año 2007, la Población Económicamente Activa del distrito de Ite es de 1792 habitantes, esto representa el 60.31% del total de la población del distrito que tiene edad para trabajar. La Población Económicamente Inactiva o No PEA, la cual abarca a los menores de 15 años y mayores de 65 años de edad que por alguna razón no pueden trabajar (estudiantes, personas de la tercera edad, etc.), está representada por el 39.68%.

La PEA ocupada representa el 58.16% y equivale a 1728 habitantes, la PEA desocupada pero busca activamente trabajo representa el 1.94% del total de la población y equivale a 64 habitantes.

En los últimos años, en la línea de la modernización urbanística y de la infraestructura agraria, Ite se ubica entre los distritos más progresistas del litoral del extremo sur peruano. Su Alcalde, Don Pablo Ysaul Rivera Chávez, fue elegido el año, 2003, reelegido para el periodo 2007-2010. Anteriormente se desempeñó en dos periodos consecutivos de 1993 a 1998. De la gestión correspondiente a los dos últimos periodos destacamos las siguientes obras:

- Construcción Reservorios 1 y 2 Ite (Quebrada).- Sistema de Riego Tecnificado.- Construcción de Mercado Municipal.- Construcción Edificio Centro Cívico.- Intersección Vial Costanera – Ite.- Construcción de Albergue Municipal.- Electrificación Rural.- Centro de Acopio Agrícola.- Asfaltado de 25 km. carretera Ite – Panamericana Sur.- Servicio de agua potable para los anexos del distrito e implementación de instituciones educativas

- Museo del Desierto y el Mar del Sur, con seis salas para exposiciones permanentes de colecciones arqueológicas, documentos históricos, especies biológicas y muestras geológicas; además exposiciones temporales de creaciones artísticas, productos agrícolas y artesanales, incluyendo festivales musicales, certámenes culturales diversos.


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Síntesis de la historia de Ite

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