Situación Surrealista Del Objeto.

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UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA FACULTAD DE ARTES DEPARTAMENTO DE ARTES VISUALES CURSO: ARV-510 HISTORIA DEL ARTE CONTEMPORÁNEO I Texto Complementario 30. SITUACIÓN SURREALISTA DEL OBJETO BRETON, André, “Situación surrealista del objeto”, en Manifiestos del Surrealismo, Madrid, Ediciones Guadarrama, 1969, pp. 301-308. […] Las creaciones aparentemente más libres de los pintores surrealistas tan sólo pueden nacer, como es natural, mediante la operación de referirse el artista a "restos visuales" provenientes de la percepción externa. Unicamente mediante la labor de reagrupación de estos elementos desorganizados, en cuanto tiene de individual y de colectiva al mismo tiempo, se expresa la reivindicación de la personalidad de los artistas. El posible genio de estos pintores no se basa tanto en la novedad, siempre relativa, de los materiales que utilizan, como en la mayor o menor iniciativa que demuestran al sacar provecho de estos materiales. Del mismo modo, también es cierto que todos los esfuerzos técnicos del surrealismo, desde sus inicios hasta el presente momento, han consistido en multiplicar las vías de penetración de las capas más profundas del ámbito mental. Nosotros hemos procurado únicamente descubrir los medios de poner en la práctica aquella directriz de Rimbaud: "Digo que es necesario ser vidente, convertirse en vidente". En primer lugar, entre todos esos medios, cuya eficacia ha sido puesta a prueba exhaustivamente en los últimos años, figura el automatismo psíquico bajo todas sus formas (con él, los pintores tienen a su disposición un mundo de posibilidades que va desde el abandono puro y simple a la fuerza del impulso gráfico hasta la fijación efectista de las imágenes oníricas), así como la actividad crítico-paranoica definida por Salvador Dalí del siguiente modo: "método espontáneo de conocimiento irracional, basado en la objetivación crítica y sistemática de asociaciones e interpretaciones delirantes". Dice Dalí: "Mediante un proceso claramente paranoico ha sido posible obtener una imagen doble, es decir, la representación de un objeto que, sin la menor modificación figurativa o anatómica, sea al mismo tiempo la representación de otro objeto absolutamente diferente, representación, esta última, que también está exenta de todo tipo de deformación o anormalidad que pudiera revelar la presencia de cierto tratamiento. "La obtención de dicha imagen doble ha sido posible gracias a la violencia del pensamiento paranoico que ha sabido servirse, con astucia y habilidad, de la necesaria cantidad de pretextos, coincidencias, etcétera, etc., de los que se ha aprovechado para hacer aparecer la segunda imagen que, en este caso, ocupa el lugar de la idea obsesiva. "La imagen doble (digamos, a modo de ejemplo, la imagen de un caballo que, al mismo tiempo es la imagen de una mujer) puede prolongarse en continuación del proceso paranoico, y, entonces, basta con la existencia de otra idea obsesiva para que aparezca una tercera imagen (la imagen de un león, por ejemplo), y así sucesivamente, hasta que concurra un número de imágenes que únicamente queda limitado por el grado de capacidad paranoica del pensamiento".

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  • UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA

    FACULTAD DE ARTES

    DEPARTAMENTO DE ARTES VISUALES

    CURSO: ARV-510 HISTORIA DEL ARTE CONTEMPORNEO I

    Texto Complementario 30.

    SITUACIN SURREALISTA DEL OBJETO

    BRETON, Andr, Situacin surrealista del objeto, en Manifiestos del Surrealismo, Madrid, Ediciones Guadarrama, 1969, pp. 301-308.

    [] Las creaciones aparentemente ms libres de los pintores surrealistas tan slo pueden nacer, como es natural, mediante la operacin de referirse el artista a "restos

    visuales" provenientes de la percepcin externa. Unicamente mediante la labor de

    reagrupacin de estos elementos desorganizados, en cuanto tiene de individual y de

    colectiva al mismo tiempo, se expresa la reivindicacin de la personalidad de los

    artistas. El posible genio de estos pintores no se basa tanto en la novedad, siempre

    relativa, de los materiales que utilizan, como en la mayor o menor iniciativa que

    demuestran al sacar provecho de estos materiales.

    Del mismo modo, tambin es cierto que todos los esfuerzos tcnicos del surrealismo,

    desde sus inicios hasta el presente momento, han consistido en multiplicar las vas de

    penetracin de las capas ms profundas del mbito mental. Nosotros hemos procurado

    nicamente descubrir los medios de poner en la prctica aquella directriz de Rimbaud:

    "Digo que es necesario ser vidente, convertirse en vidente". En primer lugar, entre

    todos esos medios, cuya eficacia ha sido puesta a prueba exhaustivamente en los

    ltimos aos, figura el automatismo psquico bajo todas sus formas (con l, los pintores

    tienen a su disposicin un mundo de posibilidades que va desde el abandono puro y

    simple a la fuerza del impulso grfico hasta la fijacin efectista de las imgenes

    onricas), as como la actividad crtico-paranoica definida por Salvador Dal del siguiente

    modo: "mtodo espontneo de conocimiento irracional, basado en la objetivacin crtica

    y sistemtica de asociaciones e interpretaciones delirantes". Dice Dal:

    "Mediante un proceso claramente paranoico ha sido posible obtener

    una imagen doble, es decir, la representacin de un objeto que, sin la

    menor modificacin figurativa o anatmica, sea al mismo tiempo la

    representacin de otro objeto absolutamente diferente,

    representacin, esta ltima, que tambin est exenta de todo tipo de

    deformacin o anormalidad que pudiera revelar la presencia de cierto

    tratamiento.

    "La obtencin de dicha imagen doble ha sido posible gracias a la

    violencia del pensamiento paranoico que ha sabido servirse, con

    astucia y habilidad, de la necesaria cantidad de pretextos,

    coincidencias, etctera, etc., de los que se ha aprovechado para

    hacer aparecer la segunda imagen que, en este caso, ocupa el lugar

    de la idea obsesiva.

    "La imagen doble (digamos, a modo de ejemplo, la imagen de un

    caballo que, al mismo tiempo es la imagen de una mujer) puede

    prolongarse en continuacin del proceso paranoico, y, entonces,

    basta con la existencia de otra idea obsesiva para que aparezca una

    tercera imagen (la imagen de un len, por ejemplo), y as

    sucesivamente, hasta que concurra un nmero de imgenes que

    nicamente queda limitado por el grado de capacidad paranoica del

    pensamiento".

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    Tampoco se ignora la importancia de la funcin determinante, en la creacin de la

    particular ptica que nos ocupa, de los "collages" y los "frottages" de Max Ernst, quien a

    este respecto dice:

    "Las investigaciones sobre el mecanismo de la inspiracin, que los

    surrealistas llevan a cabo con fervor, han conducido al

    descubrimiento de ciertos procedimientos poticos, capaces de

    sustraer al impuesto de las facultades llamadas conscientes la

    elaboracin de la obra plstica. Estos medios (de embrujamiento de

    la razn, la voluntad y la sensibilidad conscientes) han conducido a la

    rigurosa aplicacin de la definicin del surrealismo al dibujo, a la

    pintura, e incluso, en cierta medida, a la fotografa; estos

    procedimientos, algunos de los cuales, en especial el collages, han

    sido empleados con anterioridad al nacimiento del surrealismo, pero

    que ste ha sistematizado y modificado, han permitido a algunos

    artistas fijar en el papel o en la tela la fotografa estupefaciente de

    sus pensamientos y sus deseos.

    "Al pretender dar aqu la definicin del procedimiento que, en primer

    lugar, nos sorprendi y nos puso en la senda que deba llevarnos al

    descubrimiento de muchos otros procedimientos, siento la tentacin

    de decir que consiste en la explotacin del encuentro fortuito, en un

    plano adecuado de dos realidades distantes (lo cual no es ms que

    parfrasis y generalizacin de la clebre frase de Lautramont: Bello

    como el fortuito encuentro, en una mesa de diseccin, de una

    mquina de coser y un paraguas), o, para servirnos de una frase ms

    breve, el cultivo de los efectos de un extraamiento sistemtico...

    "Este procedimiento empleado, modificado y sistematizado sobre la

    marcha por casi todos los artistas surrealistas, tanto pintores como

    poetas, les ha llevado, desde su descubrimiento, de sorpresa en

    sorpresa. Entre las ms hermosas consecuencias que de l han

    deducido debemos mencionar la creacin de aquello que dichos

    artistas han llamado objetos surrealistas.

    "Una realidad totalmente consumada, cuyo ingenuo destino parece

    haber quedado determinado de una vez para siempre (un paraguas)

    al encontrarse sbitamente en presencia de otra realidad muy

    distante y no menos absurda (una mquina de coser), en un lugar en

    el que las dos han de sentirse en extraamiento (una mesa de

    diseccin), se hurtarn, en mritos de dicho hecho, a su ingenuo

    destino y a su identidad; pasar desde su falsedad absoluta, merced

    al desvo de una relacin, a un nuevo, verdadero y potico absoluto:

    el paraguas y la mquina de coser se harn el amor. Creo que el

    mecanismo del procedimiento queda de relieve con el anterior y

    simple ejemplo. La completa transmutacin, seguida de un acto puro,

    cual es el acto de hacer el amor, se producir inevitablemente

    siempre que los propios hechos creen las condiciones favorables

    para ello, siempre que se d el aparejamiento de dos realidades que,

    en apariencia, no se pueden emparejar, y se d en un plano que, en

    apariencia, sea incongruente con ellas.

    "Ahora slo me queda hablar de otro procedimiento a cuyo uso fui

    directamente inducido por las aclaraciones referentes al mecanismo

    de la inspiracin contenidas en el Manifiesto del Surrealismo. En la

    evolucin de mi personalidad, este procedimiento que no se basa

    ms que en la intensificacin de la irritabilidad de las facultad del

    espritu, y al que, en su aspecto tcnico, me atrevera a denominar

    frottage, ha tenido quiz una influencia superior a la del collage,

    del que, a mi juicio, no se diferencia bsicamente.

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    "Partiendo de un recuerdo infantil, en el curso del cual unos postigos

    de imitacin de caoba, situados ante la cama en que me encontraba,

    cumplieron la funcin de provocador ptico de una visin de

    duermevela, y hallndome, en tiempo lluvioso, en un albergue junto

    al mar, qued dominado por la obsesionante atraccin que en mi

    irritada mirada ejerca el entarimado cuyas ranuras haban sido

    ensanchadas por un incalculable nmero de fregados. Entonces

    decid averiguar el simbolismo de esta obsesin y, para prestar ayuda

    a mis facultades meditativas y alucinatorias, hice de las tablas una

    serie de dibujos, por el medio de colocar al azar, encima de ellas,

    hojas de papel que frot con lpiz plomo. Debo recalcar el hecho de

    que los dibujos obtenidos por este medio van perdiendo

    progresivamente, al travs de una serie de sugestiones y

    transmutaciones que se producen de manera espontnea -tal como

    ocurre en las visiones hipnaggicas-, el carcter de la materia

    interrogada (la madera), y toman el aspecto de imgenes de

    inesperada precisin, cuya naturaleza es propicia a revelar la causa

    primera de la obsesin o a producir un simulacro de dicha causa.

    Con la curiosidad estimulada, y muy maravillado, me dediqu a

    interrogar, sin distingos y por el mismo medio, cuantas materias

    encontraba en mi campo visual: nervudas hojas de planta, los bordes

    deshilachados de una pieza de arpillera, los trazos de la esptula en

    una pintura moderna, un hilo colgando de una bobina, etc. Bajo el

    ttulo de Historia Natural, reun los primeros resultados obtenidos por

    el procedimiento de frottage, desde El mar y la lluvia hasta Eva,

    la ltima que queda. Despus, gracias a limitar crecientemente mi

    participacin activa, a fin de ampliar la parte activa de las facultades

    del espritu, llegu a ser testigo, cual un espectador, del nacimiento

    de cuadros tales como Mujeres atravesando un ro mientras

    gritan, Visin provocada por las palabras padre inmvil, Hombre

    caminando por el agua, mientras coge de la mano a una

    muchacha, y empuja a otra, Visin provocada por un cordel que

    encontr sobre la mesa, Visin provocada por una hoja de papel

    secante, etctera".

    El objeto surrealista, tal como ha sido definido por Salvador Dal, es decir, "objeto que

    se presta al mnimo funcionamiento mecnico, y que se basa en los fantasmas y

    representaciones que pueden ser provocados por la realizacin de actos

    inconscientes", no pueden sino parecernos la sntesis concreta de este conjunto de

    preocupaciones. Me limitar a recordar que su construccin concebida, cual tambin

    dijo Dal:

    "Al modo de objeto mvil y mudo, cual la bola suspendida de

    Giacometti, objeto que contena ya todos los principios esenciales de

    la precedente definicin, pero que dependa de los medios propios de

    la escultura. Los objetos de funcionamiento simblico no dan la

    menor oportunidad a las preocupaciones formalistas. Al corresponder

    con fantasas y deseos erticos claramente caracterizados, dichos

    objetos dependen nicamente de la imaginacin amorosa de cada

    cual, y son extraplsticos".

    Es importante hacer constar la considerable aportacin de Marcel Duchamp en la

    elaboracin del objeto surrealista. Debo insistir en la gran influencia ejercida, en este

    sentido, por los "ready-made" (objetos fabricados que, al ser elegidos por el artista,

    quedan elevados a la dignidad de objetos de arte), mediante los cuales Duchamp se ha

    expresado casi exclusivamente, a partir de 1914.

    En septiembre de 1924, en la Introduccin al discurso sobre la poca realidad,

    propuse ya "fabricar ciertos objetos que tan slo se nos aparecen en sueos, y que

    parecen tan poco recomendables desde el punto de vista de la utilidad como desde el

    del placer". Y escrib:

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    "Una de estas ltimas noches, en sueos, puse la mano sobre un

    libro harto curioso, en un mercado al aire libre existente en las

    cercanas de Saint-Malo. El lomo de este libro estaba formado por un

    gnomo de madera, cuya blanca barba, al estilo asirio, le llegaba

    hasta los pies. El grosor de esta estatua era normal, sin embargo no

    impeda en modo alguno volver las pginas del libro, que eran de

    gruesa lana negra. Me apresur a adquirirlo, y, al despertar, lament

    no encontrar el libro a mi lado. Era relativamente fcil reconstruirlo.

    Me gustara poner en circulacin objetos de este tipo, cuyo destino

    me parece eminentemente problemtico e inquietante...

    "Quin sabe si, al hacerlo, contribuira a la aniquilacin de esos

    trofeos concretos y tan odiosos, a sumir en el mayor descrdito esas

    cosas y estos seres de razn? Habra mquinas de sapientsima

    construccin que careceran de utilidad; se trazaran minuciosos

    planos de ciudades inmensas que nos sentiramos incapaces de

    fundar en el resto de nuestra vida, pero que, por lo menos,

    clasificaran las ciudades presentes y futuras. Unos autmatas

    absurdos y muy perfeccionados que no haran nada como nadie,

    cumpliran la funcin de proporcionarnos una idea correcta de lo que

    es la accin".

    En este aspecto, es fcil advertir, en la actualidad, la distancia recorrida.

    La predeterminacin en el hombre de la finalidad a alcanzar, en el caso de que esta

    finalidad sea del orden del conocimiento, y la adaptacin racional de los medios a esta

    finalidad, bastara para protegerla de toda acusacin de misticismo. Afirmamos que ha

    pasado ya el tiempo del arte imitativo (imitativo de lugares, escenas y objetos

    exteriores) y que el problema del arte radica en nuestros das en llevar la

    representacin mental a una precisin crecientemente objetiva, mediante el ejercicio

    voluntario de la imaginacin y de la memoria (dejando bien sentado que nicamente la

    percepcin externa ha permitido adquirir involuntariamente los materiales de los que

    deber servirse la representacin mental). El mayor beneficio que en la actualidad el

    surrealismo ha obtenido de esta clase de operacin estriba en haber conseguido

    conciliar dialcticamente esos dos trminos tan violentamente contradictorios para el

    hombre adulto: percepcin y representacin. Y tambin consiste en haber colocado un

    puente sobre el abismo que los separaba. La pintura y la construccin surrealista han

    permitido organizar, a partir de la presente poca, y alrededor de elementos subjetivos,

    las percepciones con tendencia objetiva. Estas percepciones, que en s mismas tienden

    a imponerse como objetivas, tienen una naturaleza trastornadora y revolucionaria, por

    cuanto dirigen una imperiosa llamada, en la realidad exterior, a cualquier cosa que

    pueda responderles. Cabe prever que, en gran medida, esta cosa ser.

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