Símbolos religiosos y actividad político-electoral ...así, por ejemplo, la cruz figura en varias...

declaracioacuten de oaxaca bull sentencias relevantes en materia de control de convencionalidad

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Siacutembolos religiosos y actividad poliacutetico-electoral Comentario a la sentencia SUP-JRC-692003

Francisco Javier Diacuteaz Revorio

Las religiones forman parte de la historia y de la cultura de los pueblos desde los oriacutegenes de

la civilizacioacuten En cambio la libertad religiosa y la separacioacuten entre iglesias y Estado son prin-

cipios que con algunos antecedentes soacutelo comienzan en realidad a implantarse a partir de la

Revolucioacuten Francesa y los oriacutegenes de la Edad Contemporaacutenea Cuando se constituyen los

primeros Estados modernos la unidad religiosa dentro de cada uno de ellos es uno de los prin-

cipios fundamentales (frente a la universalidad religiosa medieval en el mundo moderno se

implanta el principio cuius regio eius religio) Maacutes tarde el principio de separacioacuten entre igle-

sias y Estado se establece casi siempre en sociedades de religioacuten uacutenica o dominante Hoy en

cambio las sociedades son cada vez maacutes plurales en todos los aspectos incluyendo el religioso

pero tambieacuten las expresiones religiosas y los siacutembolos de tal caraacutecter tienen presencia en la

vida social

La libertad religiosa el pluralismo y la separacioacuten entre Estado y confesiones religiosas

no pueden impedir que ciertos elementos caracteriacutesticas y siacutembolos de origen religioso se

mantengan en las sociedades y ordenamientos actuales Los ejemplos son muy abundantes y

pueden afectar al maacutes laico de los Estados en casi todos los paiacuteses occidentales los domingos

son considerados oficialmente diacuteas festivos junto a otras fiestas cuyo origen es religioso como

el diacutea de Navidad los siacutembolos de origen religioso se mantienen en varios sistemas laicos y

asiacute por ejemplo la cruz figura en varias banderas y escudos de Estados y regiones que hoy cla-

ramente no son confesionales

Con todo la regulacioacuten de los fenoacutemenos religiosos las manifestaciones religiosas en la

vida puacuteblica los siacutembolos religiosos las consecuencias juriacutedicas de los actos religiosos y las

relaciones entre el Estado y las confesiones religiosas son diferentes en los distintos Estados

incluso si limitamos nuestra consideracioacuten a aquellos que reconocen plenamente la libertad

religiosa y la separacioacuten con las confesiones religiosas

DR copy 2015 Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federacioacuten httpportaltegobmx

francisco javier diacuteaz revorio


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Asiacute por un lado puede sentildealarse la peculiaridad de sistemas como el britaacutenico y alguacuten

otro que nominalmente siguen reconociendo la prioridad o caraacutecter semioficial de algunas

religiones ldquoestablecidasrdquo (con consecuencias visibles como el hecho de que la Jefatura del

Estado coincida con la cabeza de la Iglesia Anglicana o que representantes de ciertas confe-

siones tengan presencia en la Caacutemara de los Lores) Pero dejando estos supuestos a un lado

suelen distinguirse dos grandes modelos por un lado modelos de laicismo estricto con sepa-

racioacuten radical entre Estado y confesiones religiosas ausencia en principio de relacioacuten entre

ellas indiferencia del Estado respecto a los fenoacutemenos religiosos y minimizacioacuten de toda

presencia religiosa en la vida puacuteblica incluyendo los siacutembolos religiosos cuya exhibicioacuten

suele restringirse en lugares puacuteblicos u oficiales En Europa tradicionalmente se ha mencio-

nado a Francia como modelo de este tipo Por otro lado modelos de laicidad colaborativa o

simplemente de no confesionalidad en los cuales la separacioacuten entre poder puacuteblico y confe-

siones religiosas es compatible con un reacutegimen de colaboracioacuten que puede plasmarse en

acuerdos que den reconocimiento o relevancia a ciertos fenoacutemenos religiosos desde el posi-

ble reconocimiento de efectos civiles a matrimonios religiosos hasta la ensentildeanza de las

religiones en escuelas puacuteblicas (si bien obviamente con caraacutecter libre y voluntario para los

alumnos) o la buacutesqueda de formas de financiacioacuten de las confesiones religiosas con la cola-

boracioacuten de sus fieles pero a traveacutes de viacuteas con reconocimiento puacuteblico como el pago de parte

de los impuestos La presencia de siacutembolos religiosos en la vida puacuteblica suele ser maacutes abierta

en estos sistemas En Europa se menciona habitualmente a Alemania Italia o Espantildea den-

tro de este modelo

Como se ve la cuestioacuten de los siacutembolos religiosos se ve afectada por el tipo de modelos

de relacioacuten entre Estado y confesiones religiosas Sin embargo la clasificacioacuten de cada sistema

en uno u otro modelo tiene el peligro de mostrar una visioacuten demasiado estaacutetica del concreto

sistema Los mismos evolucionan bien mediante reformas constitucionales y legislativas bien

por la viacutea de los hechos relativos a las relaciones entre Estado y confesiones Por ello es impor-

tante una visioacuten dinaacutemica que tenga en cuenta esa evolucioacuten de la normativa sobre el fenoacutemeno

religioso y las relaciones entre el Estado y las confesiones En los paiacuteses esta visioacuten dinaacutemica

pone de relieve una mayor aproximacioacuten o convergencia en los principios de separacioacuten neu-

tralidad pero tambieacuten colaboracioacuten

El caso de Meacutexico requiere igualmente esa visioacuten dinaacutemica Sin duda el sistema constitu-

cional de 1917 parte de la configuracioacuten de un Estado radicalmente laico con una separacioacuten

estricta entre poder puacuteblico y confesiones religiosas y un notorio recelo a la presencia de cual-

quier elemento religioso en el aacutembito puacuteblico u oficial Probablemente estos elementos


siacutembolos religiosos y actividad poliacutetico-electoral comentario a la sentencia sup-jrc-692003


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encuentran una explicacioacuten en el intento de la revolucioacuten de hacer frente a la fuerte presen-

cia de la Iglesia Catoacutelica en la sociedad y en la vida poliacutetica durante las deacutecadas e incluso siglos

anteriores de manera que la separacioacuten radical se consideraba necesaria si bien la misma

durante cierto tiempo vino acompantildeada del recelo hacia las manifestaciones religiosas Pero

el sistema tambieacuten ha ido evolucionando hacia una cierta colaboracioacuten con las confesiones

religiosas con hitos fundamentales como la reforma constitucional de los antildeos 90 Como

sentildeala la sentencia objeto de comentario ldquoel concepto de Estado laico ha variado con el tiempo

-en los antildeos de la Revolucioacuten Francesa por Estado laico se entendiacutea anticlerical- hoy en diacutea

la evolucioacuten de las ideas ha permitido que la exposicioacuten de motivos de la reforma constitucio-

nal publicada el veintiocho de enero de mil novecientos noventa y dos afirmara que el laicismo

no es sinoacutenimo de intolerancia o de anticlericalismo Por el contrario el laicismo implica

actualmente por definicioacuten neutralidad imparcialidad no valoracioacuten positiva o negativa de

lo religioso en cuanto a talrdquo

Con todo el sistema en liacuteneas generales se mantiene dentro del aacutembito de los modelos

de laicismo estricto Y sobre todo permanecen ciertos elementos y prohibiciones en la Cons-

titucioacuten y las leyes que no son usuales en otros Estados pero que igualmente encuentran una

explicacioacuten histoacuterica en al caso de Meacutexico por la conveniencia de mantener una separacioacuten

que se antojaba difiacutecil en un contexto de fuerte presencia de la Iglesia Catoacutelica aunque es difiacute-

cil valorar en queacute medida existe hoy en diacutea la necesidad de mantenerlos Como ejemplo se

puede mencionar la prohibicioacuten a los ministros de culto de desempentildear cualquier cargo

puacuteblico o ser votado establecida en el artiacuteculo 130 de la Constitucioacuten La misma (que se antildeade

a la prohibicioacuten de asociacioacuten poliacutetica o de propaganda poliacutetica contenida en el mismo

artiacuteculo) es una importante restriccioacuten a un derecho fundamental que si bien al estar esta-

blecida en la Constitucioacuten es inobjetable en teacuterminos juriacutedico-formales plantea dudas sobre

su conveniencia oportunidad y proporcionalidad en el momento actual El mismo precepto

constitucional incorpora un inciso que sentildeala ldquoqueda estrictamente prohibida la formacioacuten

de toda clase de agrupaciones poliacuteticas cuyo tiacutetulo tenga alguna palabra o indicacioacuten cual-

quiera que la relacione con alguna confesioacuten religiosardquo

Estos preceptos sirven de contexto para entender la prohibicioacuten de utilizar siacutembolos reli-

giosos en la propaganda poliacutetico-electoral de cualquier partido establecida en los artiacuteculos 52

fraccioacuten XIX del Coacutedigo Electoral del Estado de Meacutexico y en el 38 paacuterrafo 1 inciso q) del

Coacutedigo Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales y que estaacuten en la base de la sen-

tencia que aquiacute se comenta En efecto en el caso que vamos a examinar el Tribunal Electoral

del Poder Judicial de la Federacioacuten hubo de pronunciarse sobre la legitimidad constitucional




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de la decisioacuten del Tribunal del Estado de Meacutexico de anular unas elecciones locales en Tepot-

zotlaacuten por diversas irregularidades entre las cuales y en lo que aquiacute interesa estaacute el hecho de

que el candidato del Partido de Accioacuten Nacional distribuyoacute propaganda consistente en un diacutep-

tico en el cual figuraba junto a su propia imagen una cruz concretamente la que existe en la

plaza principal de la ciudad

El Partido de Accioacuten Nacional planteoacute Juicio de Revisioacuten Constitucional Electoral afir-

mando en lo que aquiacute interesa que la utilizacioacuten de la cruz en la propaganda no tiene un

sentido religioso sino que maacutes bien ha de entenderse como un siacutembolo de la poblacioacuten de

Tepotzotlaacuten

El Tribunal desestima la demanda planteada acudiendo en siacutentesis a los siguientes argu-

mentos 1) la cruz es un siacutembolo religioso catoacutelico o al menos esa es su dimensioacuten

fundamental y por tanto choca contra la prohibicioacuten de la legislacioacuten del Estado de Meacutexico

y la federal 2) por ello debe analizarse la compatibilidad de dicha prohibicioacuten legal con la

Constitucioacuten y los tratados internacionales el Tribunal afirma dicha compatibilidad dado

que 3) la utilizacioacuten no puede ampararse en la libertad religiosa dado que los partidos poliacute-

ticos son entidades de caraacutecter puacuteblico que a estos efectos carecen de la titularidad de dicho

derecho 4) la libertad de expresioacuten tiene como liacutemite el orden puacuteblico por lo que es inadmi-

sible que su ejercicio choque con las disposiciones legales

En lo que sigue desarrollareacute con brevedad los mencionados puntos nucleares Cabe apun-

tar la correccioacuten juriacutedico-formal de la argumentacioacuten desplegada por el Tribunal en el

contexto de la Constitucioacuten y la legislacioacuten mexicana Sin embargo creo que dicha argumen-

tacioacuten plantea algunas dudas y es susceptible de ciertas criacuteticas que afectan a determinados

puntos a los que me voy a referir a continuacioacuten siguiendo el orden sugerido

1 El Tribunal es claro a la hora de destacar el caraacutecter religioso del siacutembolo de la cruz

desmontando asiacute la argumentacioacuten del partido recurrente en el sentido de que su significado

era meramente representativo del municipio de Tepotzotlaacuten El recurrente sentildealaba que ldquoes

un monumento de caracteriacutesticas y valores arquitectoacutenicos de iacutendole totalmente ajeno a la

religioacuten y promueve valores de identidad exterior de los habitantes del municipiordquo (conside-

rando tercero) El Tribunal afirma que ldquola cruz que se contiene en tales diacutepticos no busca

reproducir un monumento colonial artiacutestico o elemento de identidad regional Su inclusioacuten

en las composiciones fotograacuteficas es evidente como un elemento religioso y principalrdquo Para

llegar a esta conclusioacuten realiza un meticuloso y concienzudo anaacutelisis de la disposicioacuten de las

imaacutegenes y su composicioacuten en los dos triacutepticos cuestionados afirmando que la misma da un

protagonismo a la cruz que evidencia su sentido religioso




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En mi opinioacuten y sin cuestionar la dimensioacuten obviamente religiosa de la cruz que es un

siacutembolo cristiano (maacutes ampliamente que catoacutelico que es el adjetivo que le da la sentencia de

la Sala Superior) hay que sentildealar que es inescindible al mismo su posible significacioacuten como

elemento cultural que puede tener una dimensioacuten histoacuterica o artiacutestica No tiene sentido ni

es posible medir o cuantificar el peso de la dimensioacuten religiosa y de otras vertientes cultu-

rales de la cruz en un contexto determinado Ya se ha apuntado que la cruz forma parte de

muchos siacutembolos que hoy estaacuten desprovistos de todo sentido religioso y en la cultura occi-

dental su presencia es muacuteltiple y se encuentra en diversos contextos Esta multiplicidad de

dimensiones (sin negar el predominio del significado religioso) ha sido reconocida en Europa

por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en la sentencia de 18 de marzo de 2011 (Gran

Sala) caso Lautsi y otros contra Italia137 En la actualidad creo que resulta un tanto simplista

reducir en todo contexto a la cruz a su significado religioso Y en el caso concreto del muni-

cipio de Tepotzotlaacuten cualquier buacutesqueda inmediata pone de relieve que dicha cruz es junto

a la iglesia principal un siacutembolo inequiacutevoco de la ciudad En cualquier caso y seguacuten el

Tribunal dada la obvia dimensioacuten religiosa de la cruz su utilizacioacuten en la propaganda elec-

toral choca con las prohibiciones de la legislacioacuten del Estado de Meacutexico y de la federal en los

artiacuteculos ya mencionados

2 Con todo es preciso todaviacutea analizar si esas prohibiciones legales infrecuentes en el

aacutembito comparado son conformes con la propia Constitucioacuten y con los tratados internacio-

nales de derechos humanos aplicables La sentencia de la Sala Superior analiza los citados

preceptos legales destacando su finalidad de asentar el principio de separacioacuten entre Estado

e iglesias y preservar la libertad e independencia de los ciudadanos y llega a la conclusioacuten de

137 Esta sentencia rectifica la sentencia de la Sala que habiacutea considerado contrario al Convenio la presencia del crucifijo en los colegios puacuteblicos italianos entendiendo que la misma forma parte del margen de apreciacioacuten que posee el Estado italiano y por tanto no vulnera la libertad religiosa de nadie ni ninguacuten precepto del convenio Dicha sentencia afirma ldquoel Tribunal estima que el crucifijo es ante todo un siacutembolo religioso Los tribunales internos tambieacuten lo estimaron asiacute y por lo demaacutes el Gobierno no lo niega Si el simbolismo religioso agota o no el significado del crucifijo no es algo decisivo en esta fase del razo-namientordquo (paacuterrafo 66) Dado que el Gobierno italiano sentildealaba que ldquomaacutes allaacute de su significado religioso el crucifijo simboliza los principios y valores que fundan la democracia y la civilizacioacuten occidental justificaacutendose a este respecto su presencia en las aulasrdquo (paacuterrafo 67) el Tribunal afirma que ldquola decisioacuten de perpetuar o no una tradicioacuten pertenece en principio al margen de apreciacioacuten del Estado demandado Por otra parte el Tribunal debe atender al hecho de que Europa se caracteriza por una gran diversidad entre los Estados que la componen concretamente en el plano de la evolucioacuten cultural e histoacutericardquo (paacuterrafo 68) Por lo demaacutes ldquoel crucifijo colgado en una pared es un siacutembolo esencialmente pasivo y este aspecto es relevante a juicio del Tribunal en atencioacuten especialmente al principio de neutralidad (apartado 60) Concretamente no se le puede atribuir una influencia sobre los alumnos comparable a la que puede tener un discurso didaacutectico o la participacioacuten en actividades re-ligiosasrdquo La tradicioacuten y la vinculacioacuten del crucifijo con la cultura italiana justifican asiacute que el Estado italiano pueda mantener este siacutembolo en las aulas

La opinioacuten concordante del juez Bonello va mucho maacutes allaacute ldquo12 No se debe invitar a un tribunal europeo a arruinar siglos de tradicioacuten europea Ninguacuten tribunal y ciertamente no este Tribunal debe robar a los Italianos una parte de su per-sonalidad cultural

13 Antes de sumarnos a cualquier cruzada tendente a demonizar el crucifijo creo que es necesario que volvamos a colocar en su justo contexto histoacuterico la presencia de este siacutembolo en las escuelas italianas

(hellip) se podriacutea casi decir que el crucifijo estaacute ahiacute desde que las escuelas existen




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que los mismos son plenamente coherentes con el artiacuteculo 130 de la Constitucioacuten y sus prin-

cipios inspiradores en el contexto de un Estado laico Tampoco contradicen las libertades de

religioacuten y de expresioacuten reconocidas respectivamente en los artiacuteculos 24 y 6 de la Constitu-

cioacuten y en los tratados internacionales como vamos a ver a continuacioacuten138

3 A la hora de analizar la posible vulneracioacuten de la libertad religiosa el Tribunal sentildeala

que ni en el artiacuteculo 24 de la Constitucioacuten Federal ni en los tratados internacionales de apli-

cacioacuten se reconoce la titularidad de esta libertad a personas morales y que en ninguacuten caso los

partidos poliacuteticos podriacutean invocarla En efecto la sentencia partiendo de reconocer la dimen-

sioacuten individual y la colectiva de la libertad religiosa sin embargo parece negar la titularidad y

posibilidades de ejercicio de ambas a cualquier persona moral Aunque inicialmente parece

sugerir esta negacioacuten en teacuterminos absolutos muy de pasada y entre pareacutentesis contempla una

especialidad al sentildealar que ldquopor excepcioacuten y dada su especial naturaleza existan personas

morales como las asociaciones religiosas que puedan participar al menos parcialmente de las

libertades mencionadasrdquo Sin embargo esta pequentildea puerta abierta se cerrariacutea inmediata-

mente a los partidos poliacuteticos ldquoes impensable que una persona moral o entidad de intereacutes

puacuteblico con fines poliacuteticos -como lo es un partido poliacutetico- pueda gozar de la libertad religiosa

o de culto puesto que no es sujeto activo de esa relacioacuten juriacutedica constitucionalrdquo lo cual es

coherente con lo que un poco antes afirma la propia sentencia sobre ldquola especial naturaleza

que tienen los partidos poliacuteticos como organizaciones o entidades de intereacutes puacuteblico y coga-

rantes de la legalidad del proceso electoralrdquo lo cual permite trasladarles exigencias de

neutralidad en materia religiosa praacutecticamente similares a las que se imponen al propio Esta-

do139 Por lo demaacutes el mismo argumento es utilizado por la sentencia a la hora de valorar la

conformidad de la prohibicioacuten con los tratados internacionales aplicables ya que entiende que

los mismos reconocen derechos predicables exclusivamente de personas individuales lo cual

le sirve al Tribunal para entender que la prohibicioacuten supera el examen de convencionalidad

138 Aunque en general esta conclusioacuten se fundamenta y expresa adecuadamente en mi opinioacuten en alguacuten momento la sentencia parece invertir el paraacutemetro y el objeto del examen de constitucionalidad cuando afirma ldquoresulta evidente que las libertades religiosas y de culto consignadas en especial en el artiacuteculo 24 de la Constitucioacuten federal no son de manera alguna incompatibles con el texto del artiacuteculo 52 fraccioacuten XIX del Coacutedigo Electoral del Estado de Meacutexico y el 38 paacuterrafo 1 inciso q) del coacutedigo federal de la materiardquo No se trataba obviamente de valorar la conformidad de la Constitucioacuten con el Coacutedigo Electoral sino del Coacutedigo Electoral con la Constitucioacuten Es solo a mi juicio una inadecuada expresioacuten que no afecta al fondo del asunto

139 La sentencia afirma literalmente ldquoEfectivamente las organizaciones poliacuteticas comparten las caracteriacutesticas de indepen-dencia y libertad auto-organizativa que el mismo Estado Mexicano determina en especial en el artiacuteculo 130 constitucional en el cual se establece claramente como principio constitucional baacutesico la separacioacuten absoluta entre las iglesias y el Estado Incompatible con tal circunstancia seriacutea que siendo el Estado laico el partido que formara gobierno tuviera naturaleza con-fesionalrdquo




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Desde mi punto de vista estas ideas son igualmente susceptibles de ciertas matizacio-

nes Como todas las libertades que tienen junto a su dimensioacuten individual una dimensioacuten

colectiva (por ejemplo la libertad de asociacioacuten o la libertad sindical) la libertad religiosa

(o al menos algunas de sus dimensiones colectivas) es susceptible de ejercicio por parte de

ciertas entidades colectivas como son las propias confesiones y tal y como deja entrever la

propia sentencia las asociaciones religiosas Sin embargo en principio no hay razoacuten para

impedir dicho ejercicio a otras entidades o asociaciones aunque no sean estrictamente reli-

giosas ya que cualquiera de ellas podriacutean tener entre sus presupuestos o fundamentos ciertos

valores de contenido religioso como pueden tener otros de caraacutecter moral o filosoacutefico o

incluso unir varios de distinta naturaleza Acaso aquiacute la uacutenica duda es si dichas manifesta-

ciones (reunioacuten manifestacioacuten asociacioacuten organizacioacuten interna difusioacuten de sus ideas

comunes) lo son propiamente de la libertad religiosa o maacutes bien de otros derechos funda-

mentales como las mismas libertades de reunioacuten y manifestacioacuten asociacioacuten o expresioacuten

Quizaacute hay ahiacute un liacutemite sutil y difuso pero sus consecuencias son en todo caso maacutes teoacutericas

que praacutecticas Lo importante es sentildealar que la naturaleza de las ideas o principios que fun-

damentan la entidad colectiva o persona moral no puede utilizarse para restringir o eliminar

los derechos de esta

Ciertamente los partidos poliacuteticos son entidades muy peculiares ya que a su naturaleza

asociativa unen una serie de importantes funciones puacuteblicas Se trata quizaacute de una entidad

mixta de caraacutecter puacuteblico-privado o al menos de una entidad de base privada pero que asume

funciones puacuteblicas En todo caso no es necesario terciar en este complejo debate sobre su

naturaleza para afirmar que en cuanto asociacioacuten o entidad colectiva el partido (y las per-

sonas que lo integran) puede ejercer determinados derechos fundamentales o algunas de sus

dimensiones Por lo demaacutes no es descartable que entre las ideas o principios que configuran

el sustrato ideoloacutegico de un partido puedan estar principios religiosos o que tengan tal raiacutez

Basta recordar a tiacutetulo de ejemplo que la democracia cristiana ha tenido y tiene implanta-

cioacuten significativa en diversos paiacuteses europeos El Tribunal Europeo de Derechos Humanos

que tiene una amplia jurisprudencia sobre las finalidades de los partidos y las posibilidades

de disolver o declarar inconstitucionales o ilegales los mismos por vulneracioacuten de los dere-

chos fundamentales no ha considerado que la presencia de principios religiosos pueda ser

justificacioacuten suficiente para argumentar que el partido quede fuera del sistema constitucio-

nal salvo en el extremo caso analizado en la sentencia del caso Refah Partisi contra Turquiacutea

en la cual el partido disuelto lo fue porque sus fines eran contrarios a los principios demo-




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craacuteticos y a los derechos del convenio140 En fin aunque un partido poliacutetico no pueda sin maacutes

equipararse a otras entidades asociativas la importancia de sus fines puacuteblicos no justifica

tampoco su mera equiparacioacuten a los poderes puacuteblicos ignorando su base asociativa y su natu-

raleza de agrupacioacuten de personas unidas por unas ideas entre las cuales si bien se presupone

que prevalecen las de caraacutecter ideoloacutegico o poliacutetico no cabe descartar otras de naturaleza

filosoacutefica moral o religiosa siempre que se mantenga su fin y perfil esencial Por lo demaacutes

y en el caso concreto de la propaganda electoral no cabe ignorar que la misma normalmente

(y desde luego en el caso en examen) no soacutelo se refiere o afecta al partido sino tambieacuten al

candidato a tiacutetulo individual Este uacuteltimo a traveacutes de la misma no soacutelo ejerce sus derechos

de participacioacuten poliacutetica sino tambieacuten otros como la libertad de expresioacuten sin descartar que

pueda invocar su libertad ideoloacutegica o incluso religiosa

4 La sentencia que venimos comentando analiza tambieacuten la compatibilidad de la prohi-

bicioacuten de utilizacioacuten de siacutembolos religiosos con la libertad de expresioacuten reconocida en el

artiacuteculo 6ordm de la Constitucioacuten y en los tratados internacionales aplicables en Meacutexico Afirma

dicha compatibilidad con el argumento de que la libertad de expresioacuten encuentra entre sus

liacutemites la proteccioacuten del orden puacuteblico Por tanto se excede de los liacutemites cualquier actuacioacuten

que produzca una perturbacioacuten del orden puacuteblico algo que el Tribunal parece identificar con

la violacioacuten de preceptos fundamentales del ordenamiento juriacutedico En el caso concreto cual-

quier infraccioacuten del ordenamiento juriacutedico parece suponer una perturbacioacuten del orden puacuteblico

dado que la sentencia afirma que

hellipes evidente que con dichos diacutepticos del Partido Accioacuten Nacional se transgrede dicho orden y no

se pueden traducir en el ejercicio del derecho de libre expresioacuten constitucionalmente determinado

sino que por el contrario violentan clara y llanamente el orden juriacutedico por lo que no es suscepti-

ble de proteccioacuten dicho acto en los mismos teacuterminos establecidos en nuestro maacuteximo ordenamiento

140 Sentencia de 31 de julio de 2001 confirmada por sentencia de la Gran Sala de 13 de febrero de 2003 El Refah Partisi o ldquoPartido de la Prosperidadrdquo trataba de implantar la charia un sistema considerado incompatible con el Convenio europeo por tratarse de un conjunto de normas y dogmas divinas dictadas por la religioacuten que presenta un caraacutecter estable e invariable al que no son aplicables los principios de pluralismo poliacutetico o la evolucioacuten incesante de las libertades puacuteblicas contemplando ademaacutes medios violentos como la djihad para acceder al poder El Tribunal sentildeala las condiciones para que un partido poliacutetico pueda proponer un cambio de la legislacioacuten o de las estructuras legales o constitucionales del Estado que los medios sean lega-les y democraacuteticos y el cambio propuesto sea compatible con los principios democraacuteticos fundamentales Como he sentildealado aunque el TEDH no se plantea expresamente la cuestioacuten de esta y otras sentencias se deduce claramente que la presencia de principios inspiradores de caraacutecter religioso en un partido poliacutetico no es justificacioacuten suficiente para su disolucioacuten o ilegalidad siempre que los mismos sean compatibles con los derechos fundamentales y los principios democraacuteticos fundamentales A tiacutetulo de ejemplo pueden mencionarse las sentencias de 5 de abril de 2007 caso Kavakccedili contra Turquiacutea 2 de febrero de 2010 caso Partido Demoacutecrata Cristiano del Pueblo contra Moldavia




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Sirve como criterio orientador de que la mencionada violacioacuten afecta directamente el orden e inte-

reacutes puacuteblicos el que en teacuterminos del artiacuteculo 1deg paacuterrafo primero del Coacutedigo Electoral del Estado de

Meacutexico debe considerarse de orden puacuteblico cualquier disposicioacuten contenida en ese ordenamiento

por lo que actuar en contrario de lo dispuesto en el artiacuteculo 52 fraccioacuten XIX del coacutedigo respectivo

es evidentemente una perturbacioacuten al mencionado orden e intereacutes puacuteblicos

En mi muy modesta opinioacuten es importante sentildealar el riesgo que supone la utilizacioacuten de este

argumento A mi juicio no puede equipararse el orden puacuteblico con el conjunto del ordena-

miento juriacutedico (aunque la sentencia se refiere inicialmente a preceptos fundamentales

termina por admitir que cualquier vulneracioacuten del Coacutedigo Electoral del Estado de Meacutexico

supondriacutea un ataque al orden puacuteblico) por la simple razoacuten de que ello supondriacutea que cual-

quier ley puede restringir sin liacutemite un derecho fundamental constitucionalmente reconocido

De esta manera se somete la norma de mayor rango (la Constitucioacuten) a cualquier tipo de regu-

lacioacuten en una norma de rango inferior (la ley) de modo tal que los derechos quedan a

disposicioacuten del legislador contradiciendo una de las finalidades esenciales de la Constitucioacuten

No es necesario acudir a la doctrina del contenido esencial de los derechos para defender que

si bien es obvio que el legislador puede establecer liacutemites a los derechos constitucionales

(desarrollar legalmente un derecho es casi por definicioacuten limitarlo) esos liacutemites tienen a su

vez sus liacutemites de tal manera que no pueden desfigurar el disentildeo constitucional ni el signifi-

cado preexistente del derecho o implicar vulneracioacuten del derecho constitucional De lo

contrario perderiacutea sentido el control de constitucionalidad de la ley que restringe derechos

siempre que la Constitucioacuten haya establecido el orden puacuteblico como liacutemite a los mismos En

el caso concreto afirmar que el orden puacuteblico se equipara con ldquotodo lo que disponga el legis-

ladorrdquo implicariacutea que el constituyente ha querido dejar iacutentegramente la definicioacuten y

configuracioacuten del derecho al legislador Por eso parece maacutes acorde una visioacuten maacutes restrictiva

del orden puacuteblico que lo viene a equiparar con el conjunto de valores constitucionales funda-

mentales que configuran el nuacutecleo o esencia del sistema juriacutedico-poliacutetico Con lo que se

tratariacutea de analizar si la prohibicioacuten de utilizar siacutembolos religiosos choca contra ese conjunto

esencial de valores constitucionales mexicanos aspecto sobre el que no me atrevo a pronun-

ciarme aquiacute

En fin la sentencia comentada en el uacutenico punto que aquiacute hemos examinado aplica los

preceptos constitucionales y legales a un caso concreto llegando a la conclusioacuten de que en el

ordenamiento mexicano no es posible utilizar una cruz en la propaganda electoral en tanto

en cuanto aquella mantenga su simbolismo religioso preponderante Puede que esa sea la solu-




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cioacuten maacutes acorde con los peculiares paraacutemetros del ordenamiento mexicano pero quizaacute eso se

debe a que el mismo a pesar de las muy importantes reformas de los antildeos 90 mantiene cier-

tos elementos de laicismo radical incluyendo un recelo hacia todo factor religioso al que

resultariacutea posible ldquoaislarrdquo de su contexto cultural y reducirlo al aacutembito de la libertad religiosa

individual o de la actuacioacuten privada

Puede que ello sea explicable teniendo en cuenta la historia previa de tensiones y fuerte

presencia de la Iglesia en la vida puacuteblica asiacute como las dificultades para establecer su separa-

cioacuten del Estado Pero no seacute en queacute medida ello sigue siendo hoy necesario o conveniente del

mismo modo que desconozco cuaacutel es la capacidad real de influencia de un siacutembolo religioso

que hoy es praacutecticamente universal y en muchos contextos presenta unas dimensiones cultu-

rales tradicionales o artiacutesticas al menos tan evidentes como la religiosa141

Con independencia de las ideas y creencias de cada uno parece difiacutecil separar la religioacuten

de la cultura y como antes se apuntaba el maacutes laico de los sistemas juriacutedico-poliacuteticos alber-

garaacute elementos que tienen un origen religioso No en vano y despueacutes de muchos debates hoy

el Preaacutembulo del Tratado de la Unioacuten Europea tras su reforma por el Tratado de Lisboa en

2007 reconoce la impronta del factor religioso en Europa al afirmar que los Jefes de Estado

que figuran como sujetos del tratado actuacutean ldquoINSPIRAacuteNDOSE en la herencia cultural reli-

giosa y humanista de Europa a partir de la cual se han desarrollado los valores universales de

los derechos inviolables e inalienables de la persona asiacute como la libertad la democracia la

igualdad y el estado de derechordquo

Bibliografiacutea Dadas las caracteriacutesticas y el formato de este trabajo se ha prescindido de las referencias

bibliograacuteficas en el texto o a pie de paacutegina No obstante se considera conveniente seleccionar

algunas obras uacutetiles y de relevancia para el anaacutelisis de la temaacutetica en examen

Amoroacutes Azpilicueta JJ La libertad religiosa en la Constitucioacuten de 1978 Madrid Tecnos

1984

Beneyto Peacuterez JM ldquoArtiacuteculo 16 libertad ideoloacutegica y religiosardquo en Alzaga O (Dir)

Comentarios a la Constitucioacuten espantildeola de 1978 vol II Madrid EDERSA-Cortes Gene-

rales 1997

141 No tengo elementos de juicio y probablemente fundamentar esta duda requeririacutea anaacutelisis socioloacutegicos pero de alguna manera todo el caso en examen parece presuponer que la utilizacioacuten de la cruz en la propaganda electoral tendriacutea un efecto positivo o favorable respecto a los votantes que se sentiriacutean maacutes inclinados a apoyar al candidato que lleva a cabo dicha utili-zacioacuten Un presupuesto que por ejemplo me parece difiacutecilmente aplicable al caso de Espantildea




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Asiacute por un lado puede sentildealarse la peculiaridad de sistemas como el britaacutenico y alguacuten

otro que nominalmente siguen reconociendo la prioridad o caraacutecter semioficial de algunas

religiones ldquoestablecidasrdquo (con consecuencias visibles como el hecho de que la Jefatura del

Estado coincida con la cabeza de la Iglesia Anglicana o que representantes de ciertas confe-

siones tengan presencia en la Caacutemara de los Lores) Pero dejando estos supuestos a un lado

suelen distinguirse dos grandes modelos por un lado modelos de laicismo estricto con sepa-

racioacuten radical entre Estado y confesiones religiosas ausencia en principio de relacioacuten entre

ellas indiferencia del Estado respecto a los fenoacutemenos religiosos y minimizacioacuten de toda

presencia religiosa en la vida puacuteblica incluyendo los siacutembolos religiosos cuya exhibicioacuten

suele restringirse en lugares puacuteblicos u oficiales En Europa tradicionalmente se ha mencio-

nado a Francia como modelo de este tipo Por otro lado modelos de laicidad colaborativa o

simplemente de no confesionalidad en los cuales la separacioacuten entre poder puacuteblico y confe-

siones religiosas es compatible con un reacutegimen de colaboracioacuten que puede plasmarse en

acuerdos que den reconocimiento o relevancia a ciertos fenoacutemenos religiosos desde el posi-

ble reconocimiento de efectos civiles a matrimonios religiosos hasta la ensentildeanza de las

religiones en escuelas puacuteblicas (si bien obviamente con caraacutecter libre y voluntario para los

alumnos) o la buacutesqueda de formas de financiacioacuten de las confesiones religiosas con la cola-

boracioacuten de sus fieles pero a traveacutes de viacuteas con reconocimiento puacuteblico como el pago de parte

de los impuestos La presencia de siacutembolos religiosos en la vida puacuteblica suele ser maacutes abierta

en estos sistemas En Europa se menciona habitualmente a Alemania Italia o Espantildea den-

tro de este modelo

Como se ve la cuestioacuten de los siacutembolos religiosos se ve afectada por el tipo de modelos

de relacioacuten entre Estado y confesiones religiosas Sin embargo la clasificacioacuten de cada sistema

en uno u otro modelo tiene el peligro de mostrar una visioacuten demasiado estaacutetica del concreto

sistema Los mismos evolucionan bien mediante reformas constitucionales y legislativas bien

por la viacutea de los hechos relativos a las relaciones entre Estado y confesiones Por ello es impor-

tante una visioacuten dinaacutemica que tenga en cuenta esa evolucioacuten de la normativa sobre el fenoacutemeno

religioso y las relaciones entre el Estado y las confesiones En los paiacuteses esta visioacuten dinaacutemica

pone de relieve una mayor aproximacioacuten o convergencia en los principios de separacioacuten neu-

tralidad pero tambieacuten colaboracioacuten

El caso de Meacutexico requiere igualmente esa visioacuten dinaacutemica Sin duda el sistema constitu-

cional de 1917 parte de la configuracioacuten de un Estado radicalmente laico con una separacioacuten

estricta entre poder puacuteblico y confesiones religiosas y un notorio recelo a la presencia de cual-

quier elemento religioso en el aacutembito puacuteblico u oficial Probablemente estos elementos




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