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FACULTAD DE MEDICINA, DE MEXICOJ

ALGUNAS CONSID ERACIONESSO 13RE

EL DALTONISMO*

POE L. CASTRO,

ALU.MXO I>F, LA KSCUELA X. DR MR DICIN'.I DE MEXICO,EX I’llACTICANTE

DEL HOSPITAL GENERAL DE SAX ANDHES,PILVCriCAXTE 1NTEKXODEL INSTITUT'D OKTALMOLOGICO VALDIVIF.I.SO,

SOCIO HOXOKA UK)

DE LA SOCIED.V DE IIISTOKIA NATUII.VL, V DR XI'MERO DE LAI'lLOIATKIC A.

TESTS INAUGURAL

MEXICO.137. —IMP. DE HORCASITAS HERMANOS.

i. (KlMtllH HE SVMl TERESA. ;l.

FACULTAD DE MEDICINA DE MEXICO

ALGUNAS CONSIDERACIONESS.OBRE

EL DALTONISMOWQm

Alnmno do la Zacusla IT, de Modicinado MexicoEx-Practicante delHospital general de San Andres, Practieaute intern©

del Institute Oftalniologico Valdivielso, Soeio houorariode la Soeiedad de Historia Natural, y de miniero

de la Filoiatrica.

TESIS INAUGURAL

MEXICO.Imprenta de Horcasitas Hermanos

CERRADA DE SANTA TERESA, NUM 3.1881

Ms es altamente satisfactorio darUN PUBLICO TESTIMONIO DE GEATITUD

II te liei jmlemandezy Mam?Per la proteccion desinteresada que me impartio duraute

una gran parte demi carrera.

los Senof\esr Snfcrato ji |lufucl 2hiubt:r,

Dedica este trabajocomo un insignificaate tribute de admiraciou

Kf Ultimo d« svf dhciptftos.

Seflores Dootores$Ucavio rvj (Oh. f^a^/vcO,

EecibaaUdes. un homenaje de respeto y una prueba de simpatia da

17n (ihcipnto Hf/radeoido.

71 hSO 013DAD MEXICANA DE HISTOEIA NATURAL.

25® p inguno mejor que vosotros habeis podido|0 ) apreciar en su verdadero valor, el sin-M £ aumero de inconvenientes que encuentra

en su camino, el que se atreve a marchar( p°r el terreno tan arnplio como escabro-

so de la Medicina.q. Ninguno mejor que vosotros habeis

podido tocar esa infinidad de obstaculos, que para elque apenas se inicia en el sendero luminoso de laciencia, forman verdaderas montahas que el mayornumero de veces no se atreve a ascender, temeroso deque en la mitad del camino le asalte el desaliento yla fatiga.

Ninguno mejor que vosotros sabreis concederindulgencia al que en estos mementos, sin pretensio-

6 EL DALTON 1SMO

nes de ningun genero, se presenta ante el jurado queformais, y espera que le otorgareis ingresar en el nu-mero de los que desean ejercer la noble profesion aque se ha dedicado.

Voy a ocuparme de una afeccion, que ha pasadogeneralmente desapercibida para algunas de las perso-nas, que cultivan con bastante esmero esa rama taninteresante como bella de la Medicina, que se desig-na con el nombre de “Oftalmologia.” Este olvido 6indiferentismo, si se me perdona la expresion, ca-rece de todo fundamento, si se atiende a la im-portancia cada dia mas creciente que esta adquirien-do en el extranjero, por la excesiva frecuencia conque se presenta. Tal vez ha dependido en gran par-te de que siendo una de esas manifestaciones que per-manecen ocultas por algun tiempo, hasta que se pre-senta una oportunidad de darse a conocer, es necesa-rio ir en su busca para encontrarla. Yo el primero,y digolo sin falsa modestia, soy quien va a indicareste punto tan importante, a instancias reiteradas demi apreciable maestro el Sr. Dr. Agustin Andrade, aquien me es muy grato dar publicamente un testi-monio de eterna gratitud, por el empeho desinteresa-do que ha tenido, para que mi pobre trabajo encierrealguna novedad. Mi escasa inteligencia no me va apermitir el ventilar esta materia con la lucidez quedeseara, por ser ella en si bastante ardua y diffcil ;

pero mas adelante por esta sola indicacion, vendranotras personas mucho mejor dotadas, que presen-ten un estudio concienzudo y bien meditado, que mar-que un verdadero adelanto en la Medicina.

FOR L. CASTRO. 7Estos lijeros apuntamientos tendran sin duda

muchas inexactitudes, abultadas por el desalino dellenguaje, lo que depende entre otras causas, de lospocos elementos de que he podido disponer, asi co-mo de la cortedad del tiempo que se nos otorga parael examen profesional. Escudome, no obstante, en labenevolencia que caracteriza a personas verdadera-mente doctas y de sana intencion, que creo sabrandisculpar mis errores, si atienden a que este trabajolleva por sello el cumplimiento de un estricto deber.

fo define el daltonismo, diciendo que esuna perversion del sentido cromatico.Sentido cromatico es aquel por el cualpercibimos los colores del espectro, y losdiversos matices que resultan de la fu-sion de dos 6 mas entre si.

El daltonismo se divide en congeni-to y adquirido; el primero es aquel que acompana alindividuo desde su nacimiento, y el segundo es elque se declara en alguno de los periodos de la exis-tencia, dependiendo las mas veces de una causa ex-trana que le ha dado origen y permitido su des-arrollo.

8 EL DALTONISMO

Dalton, cuyo nombre esta inscrito en el gran ca-talog© de los hombres ilustres, ocupando un lugarmuy distinguido, fue el primero que lo descubrio en supropia persona, y comunico su descubrimiento a laSociedad literaria y cientifica de Manchester, por elaho de 1798. Desde entonces hasta en la actualidadse ban emprendido estudios bastante formales, quehan suministrado datos muy preciosos, de suma im-portancia para la ciencia y de grande utilidad parael porvenir. Uno de los que han sido mas afanososy que ha trabajado sin tregua en el inmenso terrenoque le ofrece esta singular enfermedad, es el insigneDr. Favre: a el se deben principalmente los grandesprogresos que se han alcanzado en estos ultimos tiem-pos, tanto en la terapeutica como en la etiologfa. Es-tan junto a el Galezowski, Goubert, Wilson, Hart-mann, Thompson y algunos otros que seria largo enu-merar. Se ve por lo expuesto que no han escaseadoobreros laboriosos e inteligentes, que deseen con-duct por un sender© de progreso y verdaderamentepractice, un estudio que con mucha justicia ha llama-do la atencion de los oftalmologistas.

Hay una multitud de nombres, productos de laimaginacion siempre activa de los investigadores, queen un memento de inspiracion y de entusiasmo, novacilaron en aplicarlos a esta perturbacion de la fa-cultad cromatica, creyendo que con ellos sintesizabanpor decirlo asi, esta rara afeccion. Pero estan muy le-jos de signihear lo que sus autores se propusieron; ymuy al contrario existen algunos que envuelven unerror, si se admite la acepcion con que fueron crea-

POR L. CASTRO. 9

dos: asi acromatopsia que significa falta de vision delos colores y con la que se ha designado tambien a losdaltonicos, esunaexpresion impropia; no cabela menorduda de que al estamparla se asienta una idea bajo to-dos conceptos falsa, puesto que esta afeccion no consis-te en que un individuo haya perdido de tal manera lanocion de los colores, que no distinga sino el biancoy el negro: si distingue con perfeccion el amarillo yconfusamente el rojo y violeta es un daltonico: si noaprecia con perfeccion los diferentes tonos bajos 6 su-bidos de los colores fundamentals, lo es tambien; ylo sera igualmente y con mas razon, si llega a cqui-vocar por complete algunas tintas entre si. Existenotros, como aneritroblepsia que significa la imposibi-lidad de conocer el rojo; cromatoseudopsfa y seudo-acromatopsfa que equivale a la falsa perversion delsentido cromatico; la cromatodipsia, la cromatomcta-blepsia, son nombres todos no solo imposibles de rc-tener, pues para conseguirlo se necesita hacer unaverdadera gimnasia de memoria, sino aun dificil depronunciar, y sobre todo no satisfacen a las tenden-cias practicas y positivas de todo aquello que se re-lacione con el arte cientifico de la Medicina.

Hasta hace muy poco tiempo tuve una idea ine-xacta de la frecuencia suma con que se presenta eldaltonismo; crei que seria un fenomeno excesivamenteraro, y con tanta mas razon, cuanto que mis maestrosa quienes he consultado sobre esta materia, me bandicho no haberse encontrado hasta ahora un caso se-mejante; pero con gran sorpresa me he convencidode que estaba en un error, pucs es mucho mas fre-

EL DALTONISMO.

cuente cle lo que a primera vista parece. He lefdo va-ries trabajos con el objeto de ilustrarme un poco en

este punto, entre otros los de Goubert y Galezowski;algunas ideas aunque en corto numero que corren im-presas en el tratado de ojos de Charles Abadie; algomuy en compendio que escudrihando pude encontraren la obra de Mackensie y varias observaciones en ex-treme interesantes en la Gaceta Hebdomadaria refe-rentes al niismo asunto: por todos ellos he venido enconocimiento de que esta perturbacion existe con fre-cuencia en los empleados de los caminos de fierro, enlos de la marina, en los soldados del ejercito, en arte-sanos de diferentes profesiones, en una palabra, enuna multitud de personas de las diferentes clases dela sociedad. En Inglaterra, Francia y Estados Uni-dos, ha aumentado tanto en estos ultimos tiempos,que se han hecho necesarias las medidas que tien-den a evitar todo aquello que pudiese original* gran-des perjuicios para los intereses sociales. La frecuen-cia vana en los dos sexos, pues existe en mayornumero en la mujer que en el hombre; igual cosa pasasegun los diversos periodos de la vida, siendo masnotables los casos que se presentan en los jovenes,que en los adultos; respecto de la predileccion queesta enfermedad pudiera tener por ciertas jDrofesio-nes, no me atrevere a dar una idea exacta porqueaun no estan formadas convenientemente las notasestadfsticas; pero si puedo congeturar que todas laspersonas que por sus varias ocupaciones manejenlos colores, estos produciendo excitaciones repetidasen la retina, llegara un momento en que se apague

POR L. CASTRO.

su irritabilidad y que venga a su consecuencia la ce-guera para algunos colores. Todo esto no pasa de losh'mites de una mera concepcion, y necesita del concur-so de la expenencia y una buena observacion paraemitir una idea madura sobre este particular.

Benedict segun los casos que ha podido regis-trar y que ban sido rectificados por Scheleke y Wec-ker, asegura que aproximadamente se cuentan cincodaltonicos por cicn personas examinadas. Favre dicehaber examinado hasta 10,000 individualmente, delos que ban resultado como mil que no reconocian losprincipales colores del espectro; esto da un diez porciento de daltonicos, el doble de lo que habia encon-trado Benedickt segun sus recientes observaciones.

En Mexico menos que en otras partes puede obte-nerse un resultado aunque sea aproximativo, si seatiende al escaso numero de enfermos que se banpodido observar. Yo he recogido diez y seis obser-vaciones, entre las que se enumeran siete cuyos resul-tados fueron enteramente negatives y nueve positi-ves. En las primeras se trataba de personas cuyosojos eran perfectamente fisiologicos, pues ninguna deellas padecia presbicia 6 miopia, y ningun vicio de re-fraccion u opacidad en los medios trasparentes delojo, y absolutamente ban dado el menor indicio deperturbacion en el sentido cromatico. En cuanto a lospositives son en numero de 9, y siempre se ba en-contrado al practicarles el examen oftalmoscopico, al-guna lesion de las membranas por la que se puedaexplicar la perversion del sentido. La conclusion na-turalmente necesaria, es de que el daltonism© no es

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muy comun en Mexico: sin embargo, no es este mimodo de ver la cuestion y tengo para mi que si sepractica una visita minuciosa y detenida a los diver-sos establecimientos de educacion primaria, asi comoa las escuelas profesionales 6 a los cuerpos del ejerci-to, a los artesanos de diferentes profesiones, a los en\-

pleados en los ferrocarriles, a los de la marina, etc., seadquirira el pleno convencimiento de que es una afec-cion mas frecuente de lo que se imaginara. Yo pormi parte no he recurrido a esas varias fuentes, por lafalta de tiempo, pues todas esas investigaciones, comopuede comprenderse facilmente, necesitan una dedi-cacion a que no me he podido entregar contra todami voluntad.

Por lo demas, es evidente que el numsro puedevariar mucho y en h'mites muy extensos, segun losdiferentes paises y sobre todo segun el metodo adop-tado por los oftalmologistas para su reconocimiento,pues esto ultimo a veces presenta muy serias clihcul-tades, por lo que deseo decir sobre ello algunas pa-labras.

Tres clases de consideraciones se presentan na-turalmente al investigador: i? La persona a quiense examina puede, obrando de mala fe, conducir a unerror al que le interroga, cuando no esta suhciente-mente preparado? 2* Las personas que no son capa-ces de conocer ala perfeccion los diversos tonos delespectro, son real y positivamente daltonianos? y 3?

ponerse al abrigo de un engano y convencersehasta la evidencia, de que un individuo esta realmen-te perturbado en su sentido cromatico? Respecto del

POR L. CASTRO. 13primer punto, se puede contestar afirmativamente;

ignora que los enfermos que examinamos, de laclase del pueblo generalmente, se inclinan del lado dela mentira, en la que encuentran una especial satis-faccion, e inducen al medico a errores algunas vecesbastante crasos, con perjuicio de la ciencia y a vecesde la humanidad? ignora que las respuestasdel paciente son a veces de pura complacencia y deningun modo el interprete de los males que les aque-jan? Sucede en esto lo que en otros muchos pade-cimientos, que el medico es quien los supone y noel enfermo quien los sufre, Pongo como ejemplo; unindividuo que se queja de que tiene tos, dispnea, y quearroja unos esputos purulentos que se semejan algoa los numulares; con tales dates se atreve a formularun diagnostic© de tuberculosis y como para mas con-firmar su primitiva impresion, le pregunta al enfermo,si no siente calentura por las tardes, si no hay sudo-res copiosos, ni calosfrios, en una palabra si hay esasintermitentes sintomaticas que in dican el reblandeci-miento de los tuberculos : el contestaratal vez por unacondescendencia de un modo afirmativo, y uno secreera mas seguro en su diagnostic©, siendo asi, quetal vez se trate solamente de uno de esos catarros cro-nicos de los enflsematosos, El medico en este caso, haformado la tuberculosis, y el paciente sufria tan solouna bronquitis por algun tiempo descuidada. Lo pro-pio succde con los que se sospecha padecen el dalto-nism©, pues se puede a voluntad, segun los deseosdel que interroga, encontrar 6 no pervertida la facul-tad para los colores. Pongo un ejemplo; a una per-

EL DALTNNISMO14sona se le presenta la escala cromatica, senalandoleel color rojo en su tono num. 10 y se le dice que cla-se de color es este que esta usted contemplando ? res-ponde despues de un momento de vacilacion, que esel cafe un poco debil. Si el investigador esta ansiosode encontrar a cada paso ejemplos de daltonicos, deseguro que por este solo hecho afirma mas tardeque ha descubierto un nuevo tipo de acromatopsia;lo que no dejaria de ser sin embargo un error a vo-luntad. Como este que acabo de citar hay otros mu-chos que demuestran en ultimo analisis, que muchasveces es mas de temerse al que esta avido de nuevasobservaciones, que a la mala fe de los enfermos a quie-nes interroga.

Paso a resolver la segunda consideracion:que no son capaces de reconocer a la perfeccion losdiversos colores del espectro, son verdaderamentcdaltonianos? de ninguna manera, pues se ha de sa-ber que el sentido cromatico es tan excesivamente'variable, que alguna autoridad hadicho, que si se po-seyesen instrumentos a proposito para las investiga-ciones, es muy probable que no se encontrarian dospersonas que alcanzacen la facultad para los coloresen el mismo grado.

Con el sucede lo que con los demas sentidos, quenecesitan una educacion mas y mas esmerada paraalcanzar el grado de delicadeza de que son suscepti-bles y en esto esta fundado el tratamiento modernode los que la padecen. Todo esto tiene sus h'mitesque es necesario no traspasar so pena de incurrir enuna falta que es tocar, en el extreme opuesto. Como

POR L. CASTRO. 15procederemos para adquirir la evidencia de que elindividuo que se sujeta al examen es positivamentcacromatico? De la manera siguiente; se le presenta laescala de Galezovvski 6 si se quiere unos cuadritos degenero, pintados de diversos colores que representenlos del espectro: se le ensena alguno de ellos y sc lepregunta que color es: si responde que es el rojocuando esta mirando el verde, es claro que esta enun error, pero no se le llama la atencion sobre este yse pasa a otros, tenicndo cuidado de volver despuesde cierto tiempo al mismo de antes; si interrogadosegunda vez vuelve a insistir en lo que habia expre-sado, es muy probable y casi seguro que se tra-ta de un daltonico. Lo que se ha hecho con un cua-drito, puede aplicarse a cualquiera otro y obligar asia la persona a que recorra todos y cada uno de ellos,para serciorarse de cua’es son los que confunde 6cuales deja de apreciar, y en vista de este resultadose clasifica en uno de los grupos que a continuacionvoy a exponer. Son en numero de dos segun Gou-bert: en el primero comprende a aquellos que banperdido completamente la nocion de color, son los ver-daderos acromaticos, pues solo distinguen el biancogris y el negro; en el segundo estan colocados lasque aprecian ciertos colores y otros no; algunos conmenos perfeccion y otros los confunden entre si: esteultimo se subdivide en tres variedades que son losmas notables, aunque pudiera hacerse un mayor nu-

mero sin gran dificultad. Los de la primera variedaddistinguen muy bien el amarillo y no conocen el rojoni el azul: los de la segunda, el amarillo y el rojo,

16 EL DALTONISMO

pero no el azul; y los de la tercera, el amarillo, el ro-]o y el azul. Los que solo aprecian el amarillo, sue-len a veces conocer aunque imperfectamente los otrosdos colores y lo propio sucede con los del azul y elrojo. Hay un tercer grupo y tal vez el que contienemayor numero, pues en el estan comprendidos losque sin pertenecer a un estado patologico, tampoco sepuecle decir que son perfectamente fisiologicos.

Etiologia. —Pueden dividirse en tres clases lasdiferentes causas que dan origen a la perversion cro-matica: y son ciertas, probables y problcmaticas.En la primera, existe una, que con toda evidencia leda nacimiento, es la herencia: en virtud de ella setrasmite la afeccion de los padres a los descendientes,siendo mas segura la influencia de la madre que la delvaron, y mucho mas todavia, si son los dos juntos quic-nes la poseen. Puede suceder muybien, aunque seacosa muy rara, que saltando una generacion, aparez-ca en la tercera, y deje a salvo la segunda; en todo ca-so, aquellos individuos que ban escapado a esta causatan poderosa y segura, quedan con una predisposicionque les hace aptos en extreme, para que bajo la in-fluencia de una causa ocasional cualquiera, nazea laafeccion que tal vez, solo habia permanecido ocultahasta ese momento. Entre las probables hay variasquevoy a enumerar, y son: el alcoholismo, el uso in-moderado del tabaco. las con insiones simples de lospdrpados, con especialidad en el superior; las heridasen el mismo sitio 6 en alguna otra region del erdneo,

&c. La primera causa se comprende perfectamente*si se dene presente que el alcoholismo cronico, trae a

FOR L. CASTRO. 17su consecuencia, aunque despues de un largo tiempo,afecciones que comenzando por la ambliopia, puedenllegar hasta ia ceguera completa : de extrano ten-drfa que se declarase la acromatopsia en el curso deuna neuritis alcoholica, cuando sabemos que las en-

fermedades del fondojdel ojo, dan casi con seguridadnacimiento a aquella perversion? Vienen en seguidalas contusiones y heridas de los parpados, que reunirdbajo un mismo grupo para mayor sencillez. A esteproposito se refieren casos excesivamente curiosos, depersonas queja influjo de un golpe, ban perdido la fa-cultad cromatica, volviendo a recobrarla tan luegocomo habian desaparecido las huellas que dejara lalesion primera; otros ban sufrido una contusion 6 he-rida en un ojo, y la afeccion ha aparecido en el del la-do opuesto, como si bubiere los coloresuna especie de simpatia, lo mismo que para otras en-fermedades del mismo organo, que tienen eco mas 6menos tardio sobre su congenere. Las heridas encualquiera region del craneo, para que ajsu conse-cuencia traigan una alteracion del sentido cromatico,es necesario, a mi modo de entender, que produzcanuna modificacion en la estructura de los nervios 6p-ticos, en su ongen 6 en el trayecto que recorrenpara llegar hasta los ganglios geniculados; de otramancra yo no me explicana como pudiesen originarel daltonismo. Las cnfermedades de las membranas,como las retinitis, de cualquiera causa que scan; lascoroiditis, las bemorragias, ya sea de la retina 6 dela coroides y algunas otras, dan tambien ongen a laacromatopsia. Las he colocado entre las probables,

EL DALTONISMO

porque aunque es cierto, que habiendo lesion deuna de las membranas, se puede casi asegurar queHabra una perturbacion del sentido cromatico, estono es tan absolute para tener una plena evidencia so-bre el caso que se presenter yo mismo, en las nueveobservaciones que coloco al fin de mi trabajo, regis-tro una de congestion retiniana en la que no existianada que se asemejara al daltonismo. Las hemorra-gias cerebrales, los tumores, las gomas sifilfticas, pa-ra que tengan eco sobre este sentido, es necesarioque se encuentren en las mismas condiciones que lasheridas a que me he referido anteriormente.

El abuso del tabaco tambien la produce, y aun-que no encuentro para ello explicacion bastante sa-tisfactoria, sin embargo, no he tenido inconvenienteen enumerarla, por estar patrocinado por autoridadcompetente como la de Goubert. Queda como terce-ra y ultima, la de las problematicas: (no encuentroreferido en los diversos tratados que han llegado amis manos, sino una) la fiebre tifoidea. que ca-mino se produce en este caso la perversion de loscolores? No podria darme cuenta de ello, y por lomismo no hago mas que enunciarla. En resumen,puedo dividir todas estas causas, en dos grandes gru-pos: uno que comprende la herencia, cuya accion seejecuta en los casos congenitos; y otro, formado portodas las demds que he enumerado y que son pordecir asi las determinantes de la afeccion.

Hay un punto al rededor del que, se han encon-trado las miradas de todos los investigadores, tantopor el profundo misterio de que se haya envuelto, co-

FOR L. CASTRO. 19mo porque una vez dilucidado este, arrojara un tor-rente de luz en la via del tratamiento que sera masseguro y racional de los puestos en practica actual-mente; quiero referirme al sitio anatomico de la le-sion, y al modo de explicar mas 6 menos satisfacto-riamente los modes tan variados con que se nos pre-senta. Hay varias teorias e hipotesis que tienden alevantar el velo, que hasta aliora ha encubierto estacuestion; entre otras las de Young, Helmholtz, Da-vid, Bewster, Gall, Spurzheim, etc., etc. Todastienensus puntos vulnerables y defendibles, algunos vaci'osque llenar, no satisfacen a las exigencias de una 16-gica formal, ni son capaces de correr las vicisitudesde un serio examen; sin embargo, para no dejar esteestudio incomplete, me ha sido forzoso enunciarlasuna a una, reservando para el ultimo, mi humilde opi-nion sobre este particular, opinion que fundo en lasobservaciones con que termina este trabajo.

Young y Helmholtz se expresan en estos termi-- o ; • o r- i . .

nos: Todas las manifestaciones del sentido cromati-co en su estado de perversion, se explican de unamanera clara y precisa, admitiendo en la retina laexistencia de tres clases de hbras, cuya existenciase traduce por tres colores diversos: rojo, verde yvioleta: (antes, rojo, amarillo y azul). Supone ade-mas, que la excitacion por su estimulante hsiologicoque es la luz, no obra con igual intensidad para todos,sino que es muy variable para cada uno de ellos.Asi el rojo exita en grado conveniente las hbras quedan nacimiento a este color, y moderadamente losdel verde y el violeta.

20 EL DALTONISMO

El amarillo excita con la intensidad suficiente lasfibras del rojo y verde, y con cierta debilidad las delvioleta, resnltando de esta excitacion desigual y simul-tanea aquel color.

El verde excita tan solo las fibras que hacen na-cer el color de este nombre.

El azul excita en grado necesario las fibras quele dan orfgen, y moderadamente las del verde y rojo.Resulta de todo esto que un color cualquiera se pro-duce por el grado de excitacion desigual que experi-menta cada una de estas fibras, excitacion que es aveces parcial, a veces simultanea; todo lo cual estaperfectamente de acuerdo con la teoria de las ondu-laciones por la que se comprenden todos los feno-menos fisicos en la actualidad.

Dalton, cuya afeccion consistia en la imposibili-dad de apreciar el color rojo, (era aneritropsico,) crefaque en los niedios transparentes del ojo, debia exis-tir una sustancia anormal, en virtud de la que, losobjetos aparecian con tintas muy diversas de las queposefan realmente. Tenia tal conviccion de la exis-tencia de esta sustancia, que encargo muy formal -

mente practicasen despues de su muerte la autopsiade sus ojos para la verificacion de un descubrimientosingular. Tal como el lo mandara se ejecuto, pero elexamen vino a dar una respuesta elocuente a lo quesin ningun fundamento se habia concebido, pues soloera una idea gratuita del ilustre quimico ingles. Susojoseran perfectamente fisiologicos, los msdios estabantrasparentes, los radios de curvatura deambas corneaseran iguales, en una palabra, si los globcTs oculares en

FOR L. CASTRO.

cuestion se hubiesen colocado junto a los de algunapersona en quien ni remotamente hubiese existido se-mejante aberracion, de seguro que no se habrfa en~contrado diferencia alguna.

Hay una hipotesis que concede a la coroides unpapel muy importante en los fenomenos de la vision; ysupone ademas que la retina posee una coloracion azul.Un rayo luminoso que parte de un objeto colorido enrojo, sufre ciertas modificaciones en su camino al tra-vez de los medios transparentes, pero con especialidadcuando toca en la retina, alii es absorvido su color ycuando llega a la coroides para producir el fenomenopropiamente luminoso, engendra un matiz muy di-verso del que poseia cuando partio del objeto tenidoen aquel color.

Asi se explica, segun el, como una persona esincapaz de apreciar este color, pudiendo distinguirel verde en su lugar. Es una suposicion gratuita queno tiene mas razon de ser, que el derecho inalienableqne asiste a todo individuo, para emitir sus ideas conentera libertad.

David y Bewster, fundan su aseveracion, en lasemejanza casi completa que existe en el organo delofdo y el de la vision. Dicen; hay personas cuyoofdo es muy ingrato, no son capaces de apreciar lasimpresiones agradables que produce la armonfa, al-gunos hay que no distinguen el ruido del sonido; afe que otros diferencfan varios ruidos entre si: Delrnismo modo se encuentran individuos, cuyo sentidocromatico es muy imperfecto para conocer todos los

22 EL DALTONISMO.

colores del espectro, y con mas razon los contenidosen las diferentes escalas cromaticas. Esta hipotesis,aunque a primera vista, sin importancia y fundada so-lo en la analogia, es la que para mi presenta mdsvastos horizontes y creo que mas tarde sea la queproporcione la clave de la explicacion que se busca.

Gall, que ha asignado un nucleo de cerebro acada una de las facultades intelectuales; Gall, que enla fantasia de su imaginacion ha ido hasta localizarlas facultades afectivas, no podia sin ser inconsecuen-te con su idea, dejar al acaso y como perdido, el si-tio que correspondiera al sentido cromatico. Para 61existe en uno los lobulos frontales y hacia su parteanterior; se funda paraemitir su opinion, en los resul-tados obtenidos al practicar las autopsias en personasque, durante su vida habian padecido la perversiondel sentido; por ellas llego a descubrir, que en el 16-bulo frontal se encontraba un nucleo de cerebro bas-tante notable, y por lo mismo se creyo que era el lu-gar que le correspondia. Otra razon es la de quecuando un individuo que no aprecia debidamente loscolores, sufre una contusion 6 herida a ese nivel, cau-sando alguna lesion material, sucede con bastante fre-cuencia que se perturbe esa facultad y que se vuelvea resolver cuando ha desaparecido aquella. Se ha no-tado tambien en ciertas personas una eminencia, co-mo al nivel de la gibosidad del frontal que estaria enrelacion muy extrecha con la porcion del encefalo enque se supone esta aquel localizado. Por todas lasrazones expuestasha inferido: i? que el sitio del sen-tido cromatico esta en el cerebro y 29, quecorrrespon-

POR L. CASTRO. 23de precisamente al lobulo frontal en su porcion ante-rior.

Yo por mi parte creo que el sitio de la lesion, y porlo tanto, el sentido cromatico se encuentra en la retinay no en el cerebro como antes se ha supuesto: las razo-nes en que fundo mi dicho, son las que voy a enunciara continuacion: En la mayor parte de las observa-ciones que he recogido, se ha tratado de enfermeda-des de la retina 6 del nervio optico; y casi todas ellasse han acompahado de la perturbacion de la facultadpara conocer los colores: mis observaciones, es cier-to, son en pequeho numero y no podrian autorizar-una conclusion muy absoluta, que por otra parte nome atrevo a sacar; pero al lado de las mias hay unamultitud en las que se ha verificado el mismo feno-meno, y creo que con todas estas ya se puede ser unpoco mas afirmativo. En efecto, si en cien casos, pon-go como ejemplo, ha habido noventa de afeccionesretinianas en las que seha perturbado el sentido cro-matico, y diez solamente en las que ha faltado, creoque estoy en derecho de decir, sin temor de equivo-carme, que el sitio de la lesion esta mas bien en laretina que en la masa encefalica. Se me puede obje-tar que a consecuencia de un derrame cerebral, lesha sobrevenido la perturbacion; que lo propio sucedeen los casos de tumor cerebral, de contusion 6 ben-da, gomas, abscesos, etc. etc., sin que haya sufrido lamenor lesion el globo ocular. Yo contestare a todoesto, diciendo que es muy probable que en tales ob-servaciones el tumor, derrame, herida 6 contusion,ha debido verificarse en un punto por donde deben

24 EL DALTONISMO

pasar los nervios opticos, y de esa manera ha produ-cido mas tarde 6 mas temprano algo que ha repercu-tido sobre la retina, siendo entonces facil de explicarel fenomeno de los colores. Paso a ocuparme ahorade la segunda parte de la cuestion, que no deja tam-bien de ser ardua y dificil. que imas personas de-jan de ver solo el color rojo, como sucedia a Dalton,distinguiendo en su lugar el verde? <;por que otros co-nocen perfectamente el amarillo y vacilan al designarel rojo y violeta? que los demas alia no son ca-paces de apreciar las tintas que resultan de la fusionde dos 6 mas colores del espectro? que confun-den el azul oscuro con el negro, 6 por que algunosllegan a ser incapaces de reconocer un color, quedan-do limitado su sentido al bianco gris y al negro? Tales la pregunta que surge naturalmente de la obser-vacion de los diferentes casos, y a la que hasta ahorano se ha podido encontrar una respuesta satisfacto-ria. Veamos, sin embargo, si con la teoria de Young,Helmholtz, nos podemos dar cuenta de los tipos quemas generalmente se presentan: segun ella, para pro-ducirse el rojo, amarillo y violeta, se necesita un gra-de de excitabilidad que varia para cada uno de ellos,y el excitante fisiologico es la luz. Designemos conlos numeros i, 2 y 3 el grado de excitacion que sonindispensables al rojo amarillo y violeta; y suponga-mos a un individuo cuya perversion consiste, en quesolo puede apreciar con perfeccion el amarillo y mal-mente el rojo y el violeta; si para producir colores fi-siologicos y normales, se necesitaban excitaciones co-mo 1, 2 y 3 en una persona, que tiene nocion del

POR L. CASTRO. 25amarillo, rojo, y violeta: cuando estas no se prodii-cen, es claro que, 6 ha faltado la excitacion normal, loque no puede suceder, porque la luz permanece lamisma, 6 bien lo qae es mas probable, las libras porun estado anormal que hasta ahora no se puede ex-plicar, necesitan de una impresion mucho mas intensa.Resultado; vision del amarillo, falta de percepcion delrojo y violeta e inversamente. Lo que he dicho de es-tos colores, puede aplicarse igualmente a todos losdel espectro y a sus combinaciones. Veamos aho-ra en estado patologico; una persona sufre una afec-cion de la retina, y a su consecuencia se ha origi-nado la perversion del sentido cromatico; antes de laafeccion, sus fibras eran excitables como i, 2 y pe-ro despues de sufrida la lesion, su grado de irrilabili-dad ha,disminuido en la misma proporcion; resultaque para que se produjesen los colores como al esta-do normal, se necesitaria un grado de excitacion ma-yor; pero como esta permanece la misma, solo se ha-ce nacer aquel matiz para quien la excitacion es su-liciente. Se me preguntara <;y por que .;e nace ya conesa clase de fibras, y sobre todo, con tan diversogrado de irritabilidad? no podria responder a esa pre-gunta, porque tendria que invadir el terr«no escabro-so de las causas primeras, que son las que mas esca-pan a las investigaciones, y que algunas permaneceraneternamente ocultas por el velo de la ignorancia.

Hay una ultima explicacion del Daltonismo, deDoelbeuf, dice; “Es sabido que en el espectro, la sen-sacion de los colores es mas marcada para los del cen-tre verde, que para los de los extremes (rojo, violeta).

26 EL DALTONISMO

El Daltonismo es la exgeracion de este hecho normal,de tal manera que el verde, ganando en intensidaddomina y oscurece a los demas.”

De esta teorfa se puede decir que explica satis-factoriamente el daltonismo segun lo concibe Doelbeuf,pero no el que se observa a cada paso.

Diagnostico.—Comprende varios puntos capi-tal es: i °

. Investigar si la persona que se presenta esverdaderamente daltonica: 2 0

. En cual de los gru-pos y variedades en que aquellos estan clasificadosdebe colocarse el sujeto de que se trata: 3 0

. Si escongenita 6 adquirida esta afeccion. De laresolucionde estas diferentes cuestiones depende en gran parteel pronostico mas 6 menos serio, asi como el trata-miento que se debe instituir.

Para lo primero, se necesita tener a la mano unaescala cromatica, la de Galezowski 6 la de GiraudTeulon; yo prefiero en todo la primera.

Le presentoal individuo por examinar la escala,haciendole recorrer todos los colores que contiene;primero de seguido y despues salteados, pregun tan -

dole los nombres con que los conoce 6 sus equivalen-tes; si por este catequismo se adquiere una plena con-viccion, casi evidencia, de que no hay vacilacionalguna al designarlos, ya se puede afirmar sin temorde un equivoco, que la persona posee su sentido cro-matico en estado satisfactorio. El preguntar salteadoslos colores, presenta para mi unagrandfsima ventaja,es una especie de rectificacion a la primera prueba,durante la que los examinandos pueden nombrar las

FOR L. CASTRO. 27diversas tintas, ya valiendose de la graduacion quesiguen todas ellas, cosa a que serecurre generalmen-te, ya estableciendo una especie de termino de com-paracion; en la segunda prueba, no hay esa oportuni-dad, sino por el contrario se les desorienta por com-plete y asf se adquiere una certidumbre que de otromodo no se habria alcanzado.

La segunda cuestion es mas facil de resolver-pues basta fijarse en el color que distingue con mayorperfeccion, en el que deja de conocer, en el que con-funde con otro muy diverse y asi se dice; que perte-nece a tal 6 cual grupo, a tal 6 cual variedad de lasestablecidas previa y convendonalmente. Por ejem-plo; una persona se sujeta al examen por la escala, yde el resulta que el color que mejor aprecia es el ama-rillo, pero que antique imperfectamente conoce tam-bien el rojo y el violeta, sin que tenga de ellos unanocion precisa; es claro que tal individuo debe colo-carse entre los del 2? grupo variedad primera. Un su-jeto se nos presenta, diciendonos que para el todoslos objetos son de un color bianco gris, segun su pro-pia expresion; si segun el examen que le practique-mos, resulta que no distingue ninguno de los con-tenidos en la escala, podremos llegar a concluir quepertenece a los del primer grupo indivisible, y quecomprende a los que ban perdido la nocion de color,puesto que el bianco gris que distingue no se reputacomo tal. Como estos dos ejemplos, pueden ponerseotros muchos que daran una idea suficiente del meto-do que se sigue para clasificarlos. 3? <:Es congenito 6adquirido? Para responder satisfactoriamente, basta

28 EL DALTONISMO

examinar con detencion las diversas circunstanciasque rodean al casode que se trata: si es una personaen quien concurren antecedentes de familia; en quiense encuentra un ojo enteramente normal por su con-formacion, que el mismo confiesa que su vision estaperfecta, que distingue tan bien de lejos como decerca, que aprecia los objetos con toda claridad yprecision, que distingue sus contornos, pero que elunico defecto que posee es el atribuirles colores queno tienen y que si no fuera por eso, se atrevena aasegurar que era perfectamente fisiologico; nosotrospodremos afirmar que es una afeccion congenita ytal vez hereditaria.

Pero si al lado de esa persona, encontramos otraque nos refiere tener una singularidad que ha notadohace poco tiempo, y que ademas nos menciona algunaccidente como herida, contusion 6 bien la existenciade algo que nos revele la presencia de un tumor, derra-me 6 cosa parecida y en un lugar muy cercano a aquelque da origen a la perversion del sentido cromatico,podremos decir con muchas probabilidades, que suafeccion es adquirida, y que tal vez se relacione mas6 menos estrechamentc con alguna de las circunstan-cias que nos ha mencionado. Lo mismo que he dichode las causas antes mencionadas, puede aplicarse a

las enfermedades del fondo del ojo, pues ellas mas

que ningunas dan on'gen al padecimiento de que me

ocupo.Pronostico. — El Pronostico varia segun que

sea congenito 6 adquirido, teniendo presente que lagravedad de la afeccion se refiere mas a la dificultad

FOR L. CASTRO. 2 9que presenta el tratamiento, que a las consecuen-cias que pueda traer al paciente. En efecto, cuandoes congenito tiene cierta importancia, si se atiende aque los medios que se emplean para modificarla, noson perfectamente seguros, dejan todavfa algunos va-cios que llenar; es cierto que segun las experienciashechas ultimamente por Favre, se ha dado un granpaso en la via del tratamiento, pero aun con el, unasveces los resultados obtenidos son enteramente satis-factories y en otras enteramente nulos. Asf lo certih-can las estadisticas que el mismo ha comunicado. Lapersona que sufre esta perturbacion se puede conser-var en perfecto estado de salud, sin que las funcionesde sus principales organos hayan resentido el masligero ataque, aun la vision segun lo he dicho an-tes y que ahora vuelvo a repetir, reune las condicio-nes de un organo que se encuentra en estado fisiolo-gico, salvo este incidente que no deja de preocuparal individuo y que si pertenece a los que piensandemasiado en sus afecciones, puede arrastrarlo bas-tante lejos y entonces compremeter su salud muy se-riamente.

No sucede asi con la sociedad y los ataques tandirectos, cada dia mas frecuentes que esta experi-menta, han sido el principal movil, la palanca pode-rosa que ha impulsado a los oculistas, para que em-prendan un estudio que aun actualmente deja muchoque desear.

Los siniestros maritimos que con tanta frecuen-cia se repiten, con gran perjuicio de los tripulantes yde las compamas, algunos accidentes ocurridos en los

30 EL DALT0N1SM0

caminos de fierro y que son por desgracia bastantefrecuentes; los asuntos judiciales que se suscitan porlos propietarios, en contra de sus dependientes, cre-yendolos complices de un error que no ha estado ba-jo el dominio de su voluntad; las consecuencias fata-tales que ella puede acarrear en los campos de bata-11a, cuando los abanderados la padecen y algunosotros que seria facil referir, son una amenaza constan-te que es necesario desviar a toda costa, para que asise eviten las desgracias continuas que aquejan a lahumanidad.

Tratamiento.—He aquf el punto culminante deeste estudio, al que se deben dirigir todas nuestrasatenciones, por ser en la Medicina la parte practica,la mas importante, la unica positiva y de la que de-bemos exigir brillantes resultados 6 cuando menosconcebir halagtienas esperanzas. Hace poco tiempo,la terapeutica habia estado cruzada de brazos, se ha-bia declarado impotente para curar una enfermedadque es tanto mas terrible, cuanto que su naturalezahasta ahora ha permanecido ignorada por completo;pero Favre, cuyos esfuerzos se han encaminado siem-pre en pro del tratamiento, ha llegado por fin, a fuer-za de constancia, a conseguir lo que hasta hace muypoco se consideraba como una quimera. En efecto,por sus estudios detenidos y bien meditados, ha ob-tenido un procedimiento, que si no es del todo exce-lente, si bastante racional para ponerse en practica yjustifica la sana observacion y la experiencia, siendode una grande utilidad para el porvenir. Esta funda-do en que, como ha dicho muy bien Charles Abadie,

POR L. CASTRO.

la perversion del sentido cromatico es mas del domi-nio de la fisiologi'a que de la patologfa; y por lo tan-to, todos nuestros esfuerzos deben tender mas al per-feccionamiento de una funcion que al remedio de unaenfermedad; por eso Favre ha basado su tratamientoen el ejercicio metodico, en una verdadera educacionde todos aquellos que la padecen, y por ella ha pre-sentado ya unas estadisticas bastante favorables, queestimulan a ponerlo en practica como uno de los queha proporcionado brillantes resultados.

Para ello toma unos cuadritos de genero tehidosde diferentes colores; rojo, amarillo, violeta, azul, ver-de, etc., 6 mejor cuadritos cuyas tintes representan,aquellos que confunde facilmente el examinando. Sele colocan en la mano y se le recomienda que los va-ya designando con sus respectivos nombres; si du-rante el examen no acusa error alguno, 6 si llegan-do a los que equivoca vuelve a insistir en su eror, estiempo ya de que se emprenda con el el metodo deeducacion. Se le dicen los verdaderos nombres deloscolores y se le obliga a que los repita contmuamentepara que llegue a gravar en su memoria lo que antesno podia apreciar; se comienza un nuevo examen yse observa el grado de adelanto que ha adqairido; side el resulta que todavia hay vacilacion al designar-los, aun se vuelve a insistir hasta que se logre el ob-jeto deseado.

Creo que lo que recomienda Favre puede susti-tuirse con la escala cromatica que constituira nna es-pecie de abecedario, no con 27 letras, pero si con 80colores; y que si no se consigue del alumno que lie-

32 EL DALTONISM©

gue a conocerlos con perfeccion, si podra ai menos,como dice un sabio autor, estar al tanto del a, b, c deeste nuevo alfabeto, con lo que se habra obtenido un grantriunfo de su afeccion. Esta ensenanza ha surtido muybien, tanto en los jovenes como en los adultos; peroprincipalmente en los primeros.

“Doelbeuf, en una memoria que leyo en la Socie-dad de Biologia de Paris, ha llamado la atencion so-bre una propiedad muy notable de la fusina. Dice ashCuando un daltonico mira al traves de una disolu-cion de esta sustancia, su enfermedad desaparece ca-si por complete.” No se sabe a punto fijo a que cla-se de daltonicos se refiere, sin son aquellos en losque domina el verde ocultando a los demas, 6 si sonlos que todos conocemos: si es lo primero, no pongopor un momento en duda la asercion de Dcelbeuf, por-que nada tendria de particular que un color ofuscaseal otro; pero si sc trata de los otros tipos que se nos

presentan, aunque no lo creo imposible, si me pareceun poco dificil. Sin embargo, serfa muy convenienterectificar ese dicho, porque en caso de salir cierto,no cabe duda que habria hecho dar un paso gigan-tesco al tratamiento del Daltonismo.

Hanse recomendado tambien los antcojos verdespara mejorar, aunque sea parcialmente esta perver-sion; pero los casos en que se funda su autor paraencomiarlos, son bastante problematicos y no se pue-de construir sobre ellos edificio solido, ni sacar unaconsecuencia positiva y practica. Sin embargo, nun-ca estara por demas el usarlos, siempre que se pre-sente una oportunidad, para cerciorarse de que el he-

POR L. CASTRO. 33cho es 6 no exacto. Los vidrios amarillos son tam-bien unos de los que ban gozado de mas rcputacion;se ban empleado desde hace mucho tiempo, y los re-sultados obtenidos ban venido a corroborar la buenaidea que de ellos se tenia. En efecto, cuando a unapersona que confunde mas 6 menos el rojo y el ver-de durante el dia, se le hace ver al traves de lentesamarillos, se observa que los colores que antes se con-fundian, se distinguen con mayor precision y claridad.Todos los que ban repetido el mismo experimento,ban llegado a convencerse de la veracidad del hecbo;pero no podian dejarlo consignado sin dar de el unaexplicacion. Se ha observado que el verde y rojo,que a la luz del dia se distinguen con gran dificultad,a la luz de una lampara aparecen tal cual ellos son.Este fenomeno, bastante singular, tiene, no obstante,su razon de ser; la luz del sol se compone, comose sabe muy bien, de siete colores simples y fundamentales que estan en porporciones muy diversas,existiendo en minima cantidad el amarillo. La luz ar-tificial (la de una lampara, por ejemplo), se componede los mismos colores que la natural; pero el amarillose encuentra en mayor proporcion: con los vidrios ama-rillos se logra, hasta cierto punto, igualar la composi-cion de las dos luces, y de aquf que con ellos se dis-tinga aun en pleno dia el rojo y verde, como realmenteson. Asi es como obran los vidrios que tanto se banpreconizado para perfeccionar el sentido cromatico-

Respecto al daltonismo adquirido, creo quesu tratamiento esta subordinado en todo a la cau-sa que le did origen; si es una enfermedad del

34 EL DALTONISMO

fondo del ojo, es claro que modificando esta se mejo-rare aquel; si es el alcoholismo 6 el abuse del tabaco,lo primero es alejar los vicios que ban engendrado yaprobablemente alguna lesion de la retina, y luegoatacar energicamente esta ultima, y asi de los denies.

Restame tan solo decir algunas palabras tocanteal empleo de la santonina, con la cual se produce unamarillo artificial. Yo no le encuentro ninguna ven-taja a su empleo, porque en primer lugar el tinte quese produce es puramente pasajero, y para conseguir-lo se necesita a veces llevarla hasta la dosis tosica; yen segundo, porque una vez conseguido esto de nin-guna utilidad seria para el paciente sustituir, porejemplo, al bianco gris, el amarillo.

Aunque por todo lo expuesto se ve que el trata-miento de la acromatopsia tiene todavia muchos de-sideratum, no se debe desalentar sin embargo, y si

continuar con actividad y constancia en el senderode la observation, para que mas tarde se llegue a pre-senter un descubrimiento grandiosamente util para lahumanidad.

Este imperfecto trabajo no seria de ninguna uti-lidad, si se limitara a concepciones puramente teori-cas, haciendo a un lado por completo la parte practicede la cuestion; por tal motivo me veo en la indispen-sable necesidad de indicar algunas conclusiones quetiendan al bien de la sociedad.

Conclusiones.—Los medicos de los caminos defierro deben examinar a sus empleados, al menos aaquellos que deben manejar luces de colores para lassenales. Los empleados de la marina deben tambien

POR L. CASTRO. 35ser interrogados por sus respectivos medicos al entraral servicio de los buques.

Seria tambien muy conveniente que los medicosde ejercito al verificar la revision de sus cuerpos res-pecto de su estado de salud, no olvidaren el interro-garlos sobre su sentido cromatico. Lo propio debe ha-cerse con los que traten de ingresar en el ejercito enealidad de reemplazos

Ya que el rojo y verde se confunde con tantafrecuencia, seria de desearse que se sustituyesen conel bianco y el amarillo.

Dado el caso de que se adquiera la conviccionde que son daltonicos, 6 se les somete a un trata-miento constante, hasta obtener una mejoria, en cuyocaso pudieran aceptarse, 6 se les desecha por com-plete.

36 EL DALTONISMO

OBSERV AC I O N E S

Observacion mini- 1

Espiridion Rosas de 32 alios de edad, robusto y de buenaconstitucion, esta acostado en la cama numero 24 del serviciodelprofesor Josd Bandera. Vino a solicitar los recursos de lacien-cia por una afeccion ocular, que data de unos dos anos segun dlrecuerda. Dice que su vista se le ha ido nublando poco d poco, algrado de que en la actualidad, no distingue los objetos, sino d unacorta distancia y con gran trabajo; que ademds ha padecido algu-nas punzadas al rededor de la drbita, y principalmente en lassienes. Su enfermedad tiene su sitio en una de las membranas pro-fundas del ojo, pues segun el exdmen practicado por el oftalmosco-pio, hay una neuro-retinitis que reconoce como causa una infeccionsifilitica que tuvo hace algunos anos. El no habla absolutamente deninguna perturbacion en la facultad para los colores, lo que se de-be tal vez d que no ha tenido una oportunidad faborable para cer-cionarse de ello, pero presentdndole la escala cromdtica d interro-gdndole respecto de algunos de los principales, se nota en dlcierta vacilacion, no puede apreciarlos debidamente. Para tenermayor evidencia de su perturbacion le presento el azul en su to-ne numero 5, y luego le enseno el morado en su misrao tono; am-bos me dice son enteramente iguales. Sigo hacidndole recorrercon la vista otros varies colores, y en la mayor parte de ellos acu-sa unos equlvocos bastante notables.

OBSERVACIONES.

Creo pues, segun el exdmen que le he practicado, que es unindividuo que debe e«tar clasificado entre los daltonianos, cuyaafeccion es adquirida por relacionarse de una manera muy direc-ta con la afeccion retiniana. No puedo decir el lugar que le cor-responderia en los grupos de Goubert, porque las equivocacio-nes que padece para los colores, son excesivamente variadas.

Observacion mim. Q.-—Santos Guzman de 37afios de edad, de mala constitucion, estd acostado en la cama mi-mero 26 del servicio del profesor Josd Bandera. Se ha presen-tado en el Hospital, solicitando la cama que ahora ocupa, paracurarse de una enfermedad ocular que de tiempo atras viene pa-deciendo, El Sr. Bandera me manifesto que, habidndolo exami-nado el fondo del ojo por medio del oftalmoscopio, descubrio portodos los signos objetivos que la caracterizan una neuro-retinitis 1regresira. Buscando el origen de su afeccion no ha sido dificil en-contrarlo, porqne el paciente, Idjos de ocultar con tenacidad susantecedentes sifiliticos, como lo hacen la mayor parte de los quetienen la desgracia de sufrirlos, los confiesa a unas cuantas pre,guntas que se le dirigen. sobre su sentidocromatico, me dice que aparte de ver los objetos como envuel-tos por una niebla, ha observado que casi todos ellos tienenuna coloracion roja, lo que le ha llamado rnucho la atencion; yenefecto, presentdndole la escala, algunos de los colores comoel violado y el verde oscuro, los confunde con el rojo. Seguneste resultado, puedo clasificar i. este hombre, entre los dal-tonianos cuya afeccion es adquirida y depende probablemente dela lesion del ojo que padece. Pertenece al gran grupo de Gou-bert, de los que solo pueden distinguir el color rojo. El trato-miento que se ha seguido con este enfermo, es el mixto de yodu-ro de potasio y mercuriales, y como era de esperarse ha surtidasus mas saludables efectos, pues en el momento en que le exami-ne (hoy 25 de Noviembre de 80,) estd muy mejorado.

No he podido investigar si la mejorla tan notablede su prin-cipal enfermedad, ha traldo consigo una retrogradacion de la per-turbacion del sentido, 6 si ha permanecido en su propio estado

3 8 EL DALTONISMO.

Observacion num 3.—CArmen Reseudez, in-dividuo como de unos 30 alios, robusto y en perfecto estado de sa-lud, ha sido administrador de una Hacienda desde hace muchotiempo. Entr6 a este establecimiento (institute oftalmoldgicoiValdivielso,) el 15 de Junio de 80, para curarse de una enferme-dad de la vista que estd sufriendo desde hace un ano aproximada-mente. Refiere que de unos seis meses i. esta fecha, ha perdido porcomplete la nocion de los colores; que para dl no existen sino el.bianco gris y el negro, puesto que asi es como se le presentan te-nidos todos los objetos que examina; y en efecto, mostrdndole lahoja de un drbol ,rae dice que debe ser verde, porque es el co-lor que tienen las hojas de los arboles, pero que para su vistaes bianco gris; le enseilo un objeto que estd tehido de azul y meresponde que es el bianco gris; le presento los cuadros que existenen la casa y que representan la retina ensu estado finoldgico 6 pa-toldgico y le parece que tienen el bianco gris. Este individuo es,segun el exdmen que he hecho de su facultad para los colores, undaltdnico bien caracterizado y que segun la clasificaoion de Gou-bert, debe estar colocado en el grupo de los incoloros. La afec-cion no es congdnita, pues data tan solo de un ano y esta relaciona-da indudablernente con alguna lesion del fondo del ojo; centalobjeto se le examina por medio del oftalmoscopio, de cuyo exd-men resulta que hay una atrofia incipiente de ambos papilas.

La perturbacion del sentido cromdtico, esta, pues relacionadacon la enferraedad del fondo del ojo. Se le administrd el yodurode potasioy los mercuriales por haber encontrado en sus antece-dentes algo que revelaba la existencia de una infeccion sifilitica,L as dosis comenzaron por un gramo de yoduro y ascendieron has-ta la de diez gramos por dia. En cuanto al mercurio se le admi-nistro con la prudencia que reclama el use de esta sustancia. Des-pues de algun tiempo de esta medicacion (dos meses prbxima-mente,) se noth alguna mejoria, pues cuando mdnos se consiguidque la atrofia no avanzara, sino que permaneciera en su estatu-quo, lo que fud casi un triunfo de la terapdutica, Respecto i los

OBSERVACIONES. 39colores, liege d distinguir un poco mas el verde que le era tan-confuso; y en cuanto al amarillo no se pudo conseguir gran co-sa; se ie administraba la santonina d la dosis hasta de cinco centi-gramos y lo unico que se logro, fud la xantohsia pasajera queduraba cuando mds una 6 dos boras, pero que nuuca llego d serpersistente. El amarillo jamas lo pudo recobrar, lo misrao que losotros colores. En tal estado vuelve d Querdtaro, iugar de su resi-dencia, sin que hasta ahora haya vuelto a tener noticia de dl.

Observacion num. 4=.“Mariano Farias, de 45anos de edad y de oficio relojero, se ha presentado en esta consul-ta el 28 de Agosto de 80, solicitando los recursos de la Medicinapor und enfermedad ocular que le aqueja hace un ano aproxi-rnadamente. Su afeccion le principio viendo todos los objetos bas-tante nublados, lo que no dejo de preocuparlo bastante aunque nolo suficiente, para que se determinara a consultar d un facultativo:pero el mal toma nuevas creces de dia en dia y ya ha llegado elmomento de distinguir las cosas con bastante dificultad, d lo quese agrega un nuevo fendmeno que le inquieta no radnos que loanterior: el fendmeno consiste en que por espacio de dos d tres bo-ras tiene delante de si unas luces de Bengala (son sus propias pa-labras) de color bianco azulado y que desaparecen poco tiempo des-pues. Independientemente de esto dice, que hardcomo unosdos me-ses poco mds d mdnos, que ha comenzado a observar que cuandodirije su vista a algunobjeto siempre le encuentra ua.circulo rojo,y como de unos tres centimetres de diametro sobre un fondo ne-

gro que tiene la misma forma y que le constituyeuna especie defaja al rededor, y de un centimetre de extension.

El comprende que no puede ser propio de los objetos, sino unaperturbacionde la vista, por la que viene d consultarnos. Se le ins-tila un poco de la solucion de atropina y se le recomienda asista aldia siguiente para reconocer el fondo del ojo por medio deloftal-moscopio. Al examinarlo se observa que la papila comienza dtomar un color bianco en dmbos ojos y que por lo mismo se pue-d« decir que hay una atrofia incipiente .Por los fendmenos curio-sos que presenta, me decidi d interrogarle respecto de su sent'.do

40 EL DALT0NISM0

cromdtico: le presento la escala y le hago recorrer los coloresprincipales, con sus diversos tonos: mis sospechas no han sido in-fundadas, pues confunde algunos de los del espectro y otros losdistingue con bastante dificultad; el rojo oscuro me dice que leparece el negro; el azul no lo diferencla del violeta, y asi los de-mils. Es pues, un individuo daltbnico que aprecia el color ro-jo } que algunos de los otros los distingue con bastante trabajo, yaiin hay algunos que no los reconoce. No lo puedo clasificar en

ninguno de los grupos de Goubert, porque los errores que sufreson muy variados. Para instituirle un tratamiento algo racional,he tenido necesidad de recurrir d sus antecedentes, pero no he po-dido encontrar nada que se relatione con el alcoholismo 6 la sifi-lis, algo que hubiera engendrado la enfermedad de los nerviosdpticos, de lo que depende indudablemente laperversion de la fa-cultad cromdtica.

Lo unico que le he descubierto, son unas manchas muy se-

mejantes d las que se observan en los que padecen el mal del Pin-to: irregulares todas ellas y en distintas partes del cuerpo, sien-do las mds notables en mimero de tres; una estd situada en el dor-so de la mano derecha; otra en la parte dntero-interna de la piernaizquierda y la ultima en la parte de la cabeza que corresponde dla union del frontal con los dos parietales, en donde ha causadola caida del pelo. gLa perturbacion de los colores, tiene eneste caso especial, una relation intima con la atrofia papilar,6 bien con las manchas que existen en el individuo? Si he deresponder atendiendo d los caso# de atrofia que he observadoy en los que he encontrado esta perversion, deberia contestar, di-ciendo que era dependiente de lo primero: respecto de lo segun-do, no puedo ser mds afirmativo porque como es el unico caso quehe visto, y como por otra parte el Sr. Ruiz y Sandoval que pre-sentd un estudio bastante perfecto sobre el particular, me refiereque no ha tenido oportunidad de observarlo, me coloca en la ne-cesidad de suspender mi juicio para mds tarde, esperando nuevosdatos de los investigadores que me sigan, para dar asi una sol u-cion satisfactoria. Volviendo d la cuestion de tratamiento, se leprescribieron unciones mercuriales y yoduro de potasio, por si re-motamente existiesen algunos vestigios de sifilis constitucional.

Se presentd un poco mds tarde” muy contento, porque se ha

OBSERVACIONES. 41mejorado tanto de las manchas como de su afeccion ocular, perovolviendo d presentarle la escala, encuentro que su sentidocromdtico permanece en el propio estado, sin modificarse abso-lutamente.

Observacioil niim. 5.—Manuel Ndjera, de 45alios de edad y de ohcio impresos, se presentd d la consulta el 16de Oetubre de 80, quejdndose de un padecimiento ocular. Noscuenta que su enfermedad le comenzd por neuralgias en la frenteque un poco inds tarde principle d ver los objetos nublados des-apareciendo al propio tiempo las neuralgias; que su mal avanzacada dia nils y mds, y en la actualidad le cuesta mucho trabajodistinguir d una persona aun d media vara de distancia. Este in-dividuo estd afectado de una atrolia avanzada de las papiias, se-

gun lo que se ve con el oftalmoscopio. Buscando sus antecedentes,se encuentra que ha -tenido manifestacionessecundarias de la sifilisy por lo mismo se le prescribe un tratamiento mixto. Toma duran-te un mes yoduro y los mercuriales, al cabo del cual vuelve d con-sultar: entdnces le presento la escala cromdticay lo hago recorrertodos los colores. No conoce ya ninguno; por toda respuesta ob-tengo que le parece estar viendo un color negro sobre fondo bian-co; ya hallegado d ese ultimo grado en que solo se conoce el bian-co gris y el negro, debe estar clasifxcado ea el grupo de los incolo-ros de GGilbert.

Obssrvaoion niim 6.--Jesus Rodriguez, de 45alios do edad, ha ejercido dos oficios: uuo de rebocero y otro defundidor de metales, Cuenta que siernpre liabia sido sano do suvista; veia perfectamente, de lejos como de cerca y distinguiaios objetos cou toda claridad; p_U’o que hace peco tiempo estandoen su trabajo junto al homo de fundicion, le ocurrib salir.hd.ciafuora, lo que ejecutb violentamente, sin proocuparse del aire frio,que segun dl cree, fud el que le originb su afeccion y quedbcornrdetamente ciacro ■ No distingue va ninsrun detalle: no apre-

4 2 el daltonism©cia el tamano, la forma ni el color de los objetos; estd en una com-pleta oscuridad. En tal estado se aventurd d abandonar su lugarnatal (Querdtaro) para venir d Mdxico d pedir los socorros de laMedicina. El Sr. Vdrtiz d quien primero para su en-fermedad, le reconoce por medio del oftalmcscopdo, y se cer-ciora que existe un trabajo flegmdsico en la retina, una neuro-retinitis regresiva. Le instituyd el siguiente tratamiento: masaazul inglesa un gramo, extracto de nuez vdmica veiute centlgra-mospara veinte plldoras, de la>s que ha tornado tres diarias. Con es-to, seguidodurante tres meses, ha obtenido los mas felices re-sultados, pues en el momento en que le examino (29 de No-viembre de 80), ha recobrado su vista al grado de que me es fdcilinvestigar el estado de su sentido, por medio de la escala deGalezowski: ella me hizo saber de que tanto el azul como el yer-de, el rojo y algunos otros mds, los equivoca d cada mo-menfo, sin poder dar respuestas afirmativas d lo que le pregun-to. Debe pues, segun el resultado de este cxdmen, clasificarsoentre los daltdnicosaccidentales, cuya causa estd en su enfermcdadprincipal; no puedo colocarlo en alguno de los grupos de Goubertpor ser may variadas las aberraciones quo presenta. Es may pro-bable y casi seguro que habiendo surtido tan satisfactoriamenteel tratamiento instituido, al aliviarse de la neuro-retinitis se me.jore tambien de la facultad cromdtica, pues en este caso creoque la una estd intimamente relacionada con la otra.

Observacion mini. 7'.—'Ignacia Hernandez, de50 anos de edad, es de buena constitucion y ejerce la profesion decomerciante desde hace algunos anos. Siempre ha sido buena ysana de su vista, pues no se acuerda haber tenido ninguna enfer-medad, ni aun en la edad de su niliez. El 27 de Noviembre do 80so ha presentado en el Institute d consular sobre un mal quole ha sobrevenido hace nlgunos dias; consiste en que para ellalos colores todos le parecen mucho mds bajos de lo que realmenteson; el azul oscuro lo cree azul claro; cl amarillo canario le pare-ce que se aproxima al bianco gris; el rojo oscuro lo encuentra co-mo el color de rosa y as! otros. No contento con cl dicho del pa-

OBSERVACIONES. 43ciente, trate de cerciorarme de si es 6 no exacto todo caanto merefiere y con tal objeto le enseno la escala y le preguntopor diferentes colores: me convenzo basta la evidencia de queno hay exageracion alguna en sus apreciaciones sino una tristerealidad tcdo lo que ve. No hay un solo color que no le encuen-tre deslavado como ella expresa (son sus tdrminos); he recorridouno por uno los colores a que ella se ha refmido y he encon-

trado que es muy exacto todo lo que dice. Creo por lo mis-mo deber elasificarla en el numero de los daltor.icos, c-;yogrupo me es enteramente desconocido, Como independientc-mente de esta perversion, se queja tambien de que ve loiobjetos como cubiertos por una niebla, me fud absolutamen-mcn*e indispensable examinarlo por medio del oftalmosco-pio: del reconocimiento ha resultado existir una congestionretiniana bastante rnarcada; y como la persona que la pade-ce se le ha smpendido su periodo hace algunos meses, no va-cilo en afirmar que probablemente es suplementario el mal deque se trata. Muy bien puede ser que tenga por unica y exclusivacausa la congestion retiniana dque dntes me he referido. Se le ad-ministra el acibar d la ddsis de un gramo en diez plldoras, para to-rnar una diariarnente. La enferrna no ha vuelto d la consulta y esde sentirse, porque no me lia sido posible hacerun paralelo entre elestado en que vema hace po o, y el en que se encuentra en la ac-tualidad, pai a ver si sa ha disminuido la congestion y mejoradoun tanto su sentido cromdtico.

Observacion mini. 8."-Nestora Ramirez, de50 ahos de edad, viuda y costurera en b 1 nco, vino d la mismaconsulta el dia 29 de Noviernbre de 80. Hace como quince diasque se ha enfermado de los ojos, no distingue los objetos conclaridad, le parec como que estdn velados por una gaza ypadece punzadas circumorbitarias, Examinada por medio deloftalmoscopio sc dcscubre una congestion papilar muy biencaracterizada; dice trabajar muy seguido y principalrnente enla noche en su quehaceres de costura, y que d, ello debe su en-

44 el daltonismo.

fermadad, Le examino su sentido cromdtico y encuentro quedistingue bastante bien los colores en sus tonos principales; pe-ro que tratdndose de los otros grades del color, le es demasiadodificil responder con prontitud y precision. Ignore si esto esefee-to mds bien de una falta de costumbre, porque ssgun dice no tie-ne oportunidad de verlos, 6 es que realmente estd algo perverti-do su sentido. Se le receta para su congestion un gramo de aci-bar en diez plldoras, para que tome una diariamente por la.noche. No ha vuelto d presentarse en la consulta 6 ignore siha mejorado de dmbas afecciones.

Observaoion num. 9.—-Ladislao Avil?, de 30alios de edad, se presents a dicha consulta el 14 de Julio de 78 pa-ra curarse de los ojos. Padece punzadas circumorbitarias y muyparticularmente en las sienes; ademas dice que Is salen comounos g-usanos del dngulo interno de a mhos ojos, cosa que le mo-lesta en extreme, porque no puede dirijir su vista d ningun objeto,sin que se le presenten luego y aun teniendo los cerrados.

Examinado por medio del oftalmoscopio, se le encuentra unacoroiditis atrofica da causa probablemente sifilitica, segun los an-tecedentes que suministra. Por la escala cromdtica dd los erro-res siguientes: azul en tono numero 14, como en el numero 10confundido con el negro; el amarillo canario 5 sea el tono numero 1del amarillo, con el bianco; en cuanto d los dsmds colores los re-conoce aunque con alguna dificultad. Se le instituye el trata-miento mixto por su sifilis anterior, pero lleva ya dos meses dsostar con esa terapdutica y aun no se ban obtenido los efectos sa-ludables que se esperaban. El enfermo sale de este estableci-miento poco tiernpo despues, sin que se le haya vuelto d ver 6 ig-nordndose por complete la marcha que haya seguido su enfer-medad.

Mdxico, Febrero de 1881.

MEXICO.137- IMPREXTA DE HORQASITAS, HERMAXOS

3. Cervathtlie Sta. Teresit, 3.