Soberania Alimentaria- Revista- Educación

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    ORGANIZACIONESCOEDITORASLa Va CampesinaPlataforma RuralFundacin Agricultura Viva-COAGGRAIN

    ORGANIZACIONESCOLABORADORASAmigos de la TierraEcologistas en AccinEntrepueblosIngeniera Sin Fronteras ValenciaMundubat

    Justicia Alimentaria Global VSFXarxa de Consum SolidariEmas Fundacin SocialPerifriesOSALA

    COMITEDITORIALPaul Nicholson.Jernimo Aguado Martnez.Eduardo Navarro.Henk Hobbelink.Helen Groome.Beln Verdugo Martn.Marta G. Rivera Ferre.Ismael Sanz Remn.Fernando Fernndez Such.Carlos Vicente.

    Eva Torremocha.

    EQUIPOEDITORGustavo Duch([email protected])Patricia DopazoCarles Soler

    ARTEYMAQUETACINwww.mareavacia.com

    DIRECCINPOSTAL:GRAINc/ Girona 25, principal08010 Barcelona

    WWW.SOBERANIAALIMENTARIA.INFO

    Depsito Legal B-13957-2010ISSN 2013-7567

    EDITORIALFormar o deformar?AMASANDO LA REALIDAD

    Reflexiones sobre la formacin agrcola y la Soberana AlimentariaUniversidad, sociedad y empresas tr ansnacionalesLa universidad como espacio de incidencia para la Soberana AlimentariaUn nuevo enfoque de la formacin profesional agrariaEN PIE DE ESPIGA

    Formarse desde la crtica radicalEscuelas campesinas para la

    Soberana AlimentariaExperiencias de formacin la Va Campesina SudamricaPALABRA DE CAMPO

    Cuando los cultivos alimentan cochesEducar es la mejor manera de luchar o la escuela sentida ATAQUES Y RESISTENCIAS

    La cooperativa HortigasLas colectivizaciones en CatalunyaPor la revitalizacin del mundo rural frente

    al saqueo de la bancaDE UN VISTAZO Y MUCHAS ARISTAS

    Las universidades de la tierraNos ayudas? Una investigacin colectiva

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    1317

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    2931

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    4546

    Soberana AlimentariaBiodiversidad y Culturas

    FEBRERO2014/NM.16

    Soberana Alimentaria, Biodiversidad yCulturas es una publicacin trimestral parael Estado espaol de informacin, debate yreflexin sobre temticas rurales bajo unaptica poltica de Soberana Alimentaria. Unnstrumento de pensamiento crtico hecho poras manos y para las manos de las gentes quentegran los movimientos que defienden un

    mundo rural vivo.

    Las fotografias que ilustran este nmero pertenecen en su mayora al libro El jardn escondido.Espacios verdes en la ciudad, de Pollen edicions, Barcelona. Un libro que es una invitacin a reverdecernuestras urbes. Sus autores, Pilar Sampietroe Ignacio Somovilla, empezaron a descubrir estoshuertos, balcones, y jardines desde el programa que Pilar dirige en Radio Nacional de Espaa, Vidaverde. Se sum Jabier Herreros, que haca una propuesta a cada descubrimiento con sus gafas

    de permacultor. Cuando El jardn escondidose hizo libro, adems, sesumaron las fot ografias del propio Ignacio, de Pilar, de Martin Dechant yPepichek; y las ilustraciones de Jorge Bayo, de las que tomamos una parala portada de la revista. Un libro coral que busc un continente coherentecon su contenido, y lo encontr en la ecoedicin de Pollen edicions.

    El jardn escondido. Espacios verdes en la ciudadrecorre 12 espaciosverdes de Barcelona, y nos recuerda que un jardn, un huerto empiezaen una maceta. De Pilar Sampietro y Ignacio Somovilla. Con lacolaboracin de Jabier Herreros y Jorge Bayo. 144 pginas. Dobleedicin bilinge: castellano/ingls y cataln/ingls. Huella de carbono:772 gramos de CO2 equivalente (ahorro de 466 gramos respecto unno-ecoedicin). Pollen edicions, Barcelona, septiembre 2013.

    Les invitamos a que se comuniquen con el equipo redactor ([email protected]) y nos enven

    us experiencias, sugerencias y comentarios as c omo aportaciones grficas para prximos nmeros. Los ar tculosfirmados son responsabilidad de sus autores. El material aqu recogido puede ser divulgado libremente, aunqueagradeceramos que citaran la fuente.

    Las organizaciones que coeditamos la revista Soberana Alimentaria, Biodiversidad y Culturassomos:

    Agradecemos la colaboracin en este proyecto a las ONG que figuran en la contraportada.Amb el suport de lAjuntament de Barcelona Cooperaci I nternacional, Solidaritat i Pau, i de la Fundaci Autnoma Solidaria de la UAB

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    Consejo editor

    En este nmero abordamos un tema que conside-ramos de extrema importancia en la lucha por lasoberana alimentaria: la educacin. La educacins un pilar fundamental en cualquier sociedad, un eje

    entral del desarrollo humano en todas sus reas; un eje

    ntegrador y vnculo de las personas a una sociedad y a su

    ntorno natural. Y nos preguntamos, qu aprende nues-

    ra juventud en las instituciones de enseanza superior?

    Salen conociendo su entorno rural, los valores rurales,

    a realidad del campo o sus problemas? Y conocen las

    lternativas que emergen de las personas que estn cons-

    ruyendo soberana alimentaria en nuestros territorios?

    La respuesta parece que es NO, si tenemos en cuenta el

    panorama educativo que nos hemos encontrado en las

    nvestigaciones para elaborar este nmero, los artculos

    que os presentamos y las Jornadas sobre Educacin y

    Soberana Alimentaria que coorganizamos el pasado mes

    de diciembre en Barcelona.

    Ninguna universidad espaola relacionada con el

    mbito agroalimentario en su vertiente ms tcnica llevasus grados anlisis complejos de la realidad del campo.

    Son pocas incluso las que ofrecen asignaturas optativas en

    orno a la agricultura o la ganadera ecolgicas, y ninguna,

    por supuesto, que hable de feminismo, ecologa poltica,

    ociologa rural o historia agraria.

    Esto nos lleva a reflexionar sobre el papel de las uni-

    versidades y centros de enseanza superior financiadas

    on fondos pblicos. Qu queremos la sociedad que sean

    as universidades y qu son ahora?

    La palabra Universidad procede del Latn Universitas,

    que significa universalidad, totalidad, conjunto, si a esto

    unimos que la Universidad es a nuestro entender un lugar

    n el que los alumnos y alumnas aprenden a pensar crti-

    amente sobre la realidad que les rodea, es evidente que

    EDITORIAL*

    *

    no est cumpliendo sus funciones y es nuestra obligacin

    exigirle que lo haga.

    La Universidad debera, como mnimo, mostrar al

    alumnado la totalidad de la realidad rural y que en la

    agricultura y en la alimentacin existen dos modelos

    enfrentados, el de la agricultura industrial y el de la agri-

    cultura campesina. Ensear la historia de cada uno, pensar

    crticamente sobre ambos modelos, por qu surgen, qu

    defiende cada uno, hacia qu modelo de sociedad nos lle-

    van? Pero no, la Universidad est ocultando una realidad,

    la de la soberana alimentaria, la propuesta que el modelo

    campesino pone sobre la mesa, sus luchas y sus

    alternativas.

    Lo que se oculta no es un modelo terico, es una

    realidad que, tomada de manera global, es incluso mayo-

    ritaria en porcentaje frente a la realidad de la agricultura

    industrial. El problema es incluso ms grave, no slo

    se invisibiliza, sino que la Universidad ha sido y es un

    actor fundamental en la promocin del modelo indus-

    trial, tal y como nos muestran sus colaboraciones conactores clave de este modelo, como es la corporacin

    Bayer.

    Y lo hace sin reflexionar siquiera en las consecuencias

    de ese modelo, que las personas que apostamos por la

    soberana alimentaria sealamos es un modelo machista,

    excluyente, generador de pobreza, de contaminacin

    ambiental, de degradacin y expoliacin de recursos

    naturales. En definitiva, nuestra universidad es hoy una

    institucin obsoleta, que no cumple su papel fundamental

    en la formacin integral de las personas.

    Por suerte, el panorama no es tan desolador. En la lnea

    editorial de nuestra revista, nos queremos centrar en las

    alternativas. Primero, existen huecos en las instituciones

    de enseanza formales. Existen profesores y profesoras

    que intentan mostrar esa realidad compleja desde sus reas

    de experiencia. Y las personas protagonistas de la sobera-

    na alimentaria en nuestro territorio, por otro lado, estn

    generando sus propias experiencias educativas, basadas

    en sistemas de enseanza no verticales, plurales, donde el

    campesino y la campesina son maestros/as y alumnos/as

    a la vez, trabajando desde la perspectiva en que todas las

    personas tenemos cosas para aprender y cosas para aportar

    en nuestra educacin, en nuestra formacin como perso-

    nas, en nuestra aportacin al medio rural.

    En este nmero, os queremos mostrar estas experien-

    cias tanto del mbito educativo formal como del informal,

    profundizando adems en la reflexin de que la forma-

    cin en Agroecologa y en Soberana Alimentaria resulta

    incompleta sin formacin en feminismo, lo cual es otro

    reto ms que tenemos que abordar.

    La formacin en Agroecologa y enSoberana Alimentaria resulta incompleta sin

    formacin en feminismo, lo cual es otro reto msque tenemos que abordar.

    Formar o deformar?

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    *Vicente Bordera

    En este texto reflexivo apreciamos cmo Vicente, agricultor y formador de larga trayectoria en el

    mundo de la agroecologa, transmite su preocupacin acerca de la evolucin de la alimentacin

    y la produccin eco lgica. Nacid a para transformar, se hizo un hueco en el merca do gracias a l

    esfuerzo de amantes de la agricultura y militantes ecologistas, y con su reciente popularizacin

    parece que, en algunos cas os, el sistema c apitalista la mo ldea y tergiversa su objetivo y sus mto-

    dos. Encontramos, as, quien la usa para enriquecerse, creando una imagen de empresa ama-

    ble y verde, ganando sectores de mercado concienciados con la salud y el medio ambiente.

    AMASANDOLAREALIDAD

    Reflexiones sobre laformacin agrcola y

    la Soberana Alimentaria

    LAFORMACINTRANSFORMADORA

    Aveces me encuentro ante un grupo de personasy no puedo evitar echar la vista atrs. Me pasacuando estoy en un curso o un taller. Me emocio-nan profundamente las preguntas. Me encuentro frente

    frente con el coraje y la determinacin en el brillo de

    os ojos y en la franqueza de las palabras. En el silencio,

    omparto con el grupo la presencia de la duda, que nos

    yuda a retomar el hilo. De la fluidez y la concordia, porortas que sean, me siento muy feliz. Y aun concentrado y

    ntregado, saltan como pequeas chispas desde mi memo-

    ia que me trasladan a mi propia formacin.

    A veces reflexiono sobre ello Qu agradable es evo-

    ar todo el bien que me hicieron! Ante mis ojos pasan

    personas y lugares entraables, trabajo y cooperacin,

    ntrega desinteresada... Algunas murieron ya, pero fluyen

    nmortales sus buenas palabras y sus hechos. Todo esto

    onforma mi formacin. Libros, cursos, viajes y diplomas

    e diluyen y reordenan ante tanto ejemplo de valor y de

    ualidades humanas. Claro que tambin existen el sufri-

    miento y el dolor de otras tantas afrentas y situaciones

    deplorables. Pero al fin se esfuman convertidas en coraje

    Qu maravillosa transformacin!

    ABRIRLOSOJOSA veces, en m da a da en el campo encuentro alegras

    y a veces penas. Me apena la creciente presin para seguir

    adoptando formas y usos ya denostados. Y me alegra

    vernos dudar y rechazar tanta rancia oferta de cientos de

    nuevos fitosanitarios eco. Por otra parte est el aumento

    de las producciones extensivas y de la exportacin eco;

    la concentracin de la oferta en grandes superficies eco;

    maximizacin de beneficios y acumulacin de capitalen manos de unos pocos empresarios e inversionistas

    eco Esto debe alegrarme? Pobre vieja eco! Nacida para

    transformar y convertida en una depredadora de recursos

    disfrazada. Dnde estn los valores? Dnde la transfor-

    macin? O..., dnde no est.

    A veces dudo ante tal a luvin de propaganda bien-

    intencionada que nos llega de todas partes. Casi hasta

    me fascina la creacin de empleo, la recuperacin de la

    economa, la supuesta sostenibilidad de los mtodos, la

    accesibilidad del producto eco en las grandes superfi-

    cies.....Pero me preocupa el cmo sucede todo esto y me

    disturba tambin cmo lo aceptamos. Y vuelvo a evocar

    mi formacin, todo el camino que me ha trado hasta

    aqu, hasta estas convicciones. En el titubeo de mi nimo

    descubro el silencioso y profundo paso de mis etapas

    formativas.

    A veces me asusto de m mismo y del mundo. Qu

    fcil es manipular al viejo consumidor que llevamos

    dentro! Me doy cuenta de cmo seguimos durmiendo ante

    nuestras capacidades y potencialidades electivas.

    Nadie nos ense a despertarnos.

    Arrastramos un sinnmero de costumbressociales y familiares, un peso de normasy leyes, y toda una educacin paradesaprender que nos tiene bloqueados.

    Tenemos el convencimiento de que todo son males

    menores, y mientras tanto perdemos nuestra capacidad

    de ser sujetos de cambio. No hacemos nada mientras nos

    lo dan todo hecho, incluidos los medios para conseguir

    nuestros fines, esos heroicos y revolucionarios. En nues-

    tro propio idioma, con nuestro vocabulario y nuestras

    consignas. Y as, mantenemos la distancia campociudad,

    continuamos con las diferencias econmicas, tragamos con

    la injusticia social y medioambiental, explotamos nuestro

    entorno rural y el de pases del sur. Eso s, todo eco.

    No disfracemos de

    utopa nuestras necesidadesy las del planeta, porquelas convertiremos enfrustraciones estriles yenfermizas.

    El autor del artculo en la pelcula La Voz del Viento

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    UNTRABAJOINTERNO(INSIDEJOB)

    En el documental Inside Jobvemos una representacin delas reuniones celebradas entre lasecretara del Tesoro de los EE.UU.,

    controlada directamente por un

    equipo de ex ejecutivos de Goldman

    Sachs, y las grandes entidades finan-

    cieras privadas del pas, incluyendo

    tambin a la propia Goldman Sachs yJP Morgan, tal vez las dos ms influ-

    yentes. Pero en la obra se denuncia

    otra faceta de aquel expolio: el papel

    que jugaron en todo ello diversos

    docentes e instituciones universitarias

    que, a su vez, trabajan asesorando a

    esas empresas y ocupando ministerios

    y otros cargos de alta responsabilidad

    poltica. As, el director del depar-

    tamento de Economa de Harvard

    defiende impdicamente la inexis-

    tencia de conflicto de intereses en

    este triple rol de profesor, asesor y

    policymaker.

    El problema no es nuevo. El

    entorno en el que trabajan las univer-

    sidades constituye a la vez la fuente

    de sus investigaciones, de su financia-

    cin y de su prestigio, en un contexto

    cargado de conflictos de intereses, las

    ms de las veces ocultos.

    UNPOCODEHISTORIATodas las universidades e institu-

    ciones educativas estn impregnadasde esta tensin entre pensamiento

    cientfico e intereses de poder, si bien

    la influencia de la clase dominante no

    se manifiesta de forma uniforme ni

    determinante en todas y cada una de

    sus actividades. Ocurre as desde los

    tiempos de la Academia de Platn,

    el Liceo de Aristteles o el Jardn de

    Epicuro, tres instituciones educativas

    en las que se manifiestan tres modos

    diferentes de abordar su relacin

    con el poder. Muchos siglos despus,

    cuando se consolid el concepto

    actual de Universidad, las personas

    que defendan el modelo de sistema

    solar heliocntrico anatemizado por la

    Iglesia sufrieron persecucin en algu-

    nas universidades espaolas y euro-

    peas, en la poca en que Coprnico

    esconda sus conclusiones por miedo

    a la represin o Galileo era obligado

    a retractarse. El problema, pues, viene

    de atrs, y los casos citados son slo

    algunos de los ejemplos ms conoci-

    dos de un contexto general.Ya en el capitalismo, la interaccin

    de las universidades con la sociedad

    y su estructura de poder ha sido

    estudiada desde diversas posiciones,

    tratando de hacer luz en su doble fun-

    cin de avalista ideolgico del sistema

    imperante, por un lado, y creadora de

    propuestas de transformacin social,

    por otro. Podemos citar algunos

    autores como Marx, Max Weber,

    Durkheim. Gramsci, o, en Espaa,

    Manuel Sacristn, que hicieron apor-

    taciones de gran inters. Fuere cual

    fuere la perspectiva elegida, todos

    Y LATRANSFORMACINDELAFORMACINA veces quisiera que toda la formacin se transf or-

    mara. Encontrar amor a las diferencias donde nos pusie-

    on odio y rencor. Aunar nuestras capacidades en vez de

    nfrentar violentamente nuestros defectos. Compartir

    l mundo en vez de repartirlo. Descubrirnos felizmente

    para no seguir angustiados de nuestra propia existencia.

    Liberar nuestra creatividad para resolver todo aquello

    que nos preocupa......Y nos entiendo, tras tantas horas de

    scuela conceptual y marchita. Os perdono vuestra severa

    disciplina sin autoridad, pero autoritaria, para poder

    iberar mi espritu. Necesitamos cambiar sin atarnos al

    aciocinio del cambio. Elegir del pasado lo que nos sirva

    para evolucionar.

    A veces, cuando me encuentro, soy feliz de

    vivir en el campo, de ser capaz y creativo,de poderlo ofrecer y compartir con otrasdecisiones de vida. Soy feliz como agricultorcreando vida, ofreciendo salud y vit alidad paraste mundo enfermo y cruel. Y as tambinse alejan de m todas aquellas reiteradascrticas a una dudosa eleccin de vida, las querecib. Son fruto de la ignorancia y el miedo deaquellas personas que se han dejado dirigir.

    Y en esos pequeos instantes, deseo de todo corazn

    que la formacin que salga de mis labios lo haga con toda

    a fuerza de ese espritu que entre mucha gente se ha ido

    reando con el paso de los tiempos. Que los principios

    agroecolgicos beneficien la integridad de las personas.

    Que podamos crecer nutrindonos de armona, actuando

    en libre conciencia. Y no slo a veces.

    No disfracemos de utopa nuestras necesidades y

    las del planeta, porque las convertiremos en frustracio-

    nes estriles y enfermizas. No nos paremos en crticas

    de forma, como las que se le pueden hacer a ste texto.

    Busqumonos all donde nos encontremos cmodos, hay

    mucho trabajo por hacer Ojala podamos elegir bien, for-

    marnos libremente, acercarnos respetando nuestras dife-

    rencias y allanar los obstculos con cario! Cuando algo

    no nos acabe de satisfacer, otorgumosle el beneficio de la

    duda sin dejarnos atrapar por ella. La formacin debe dar

    paso a una accin libre, no dirigida. Y el consumismo se

    transformara en un uso creativo y saludable. Y la tierra

    en un planeta ms habitable.

    Y, para los amantes de la soberana alimentaria, en lalnea de la cual creo que se encuentra ste mi punto de

    vista, os invito a releer y reflexionar sobre la declaracin

    de Nyeleny. Es un maravilloso derroche de esfuerzo y

    creatividad concentrado en unas lneas.

    Salud.

    Vicente Bordera,

    campesino y formador en agroecologa

    y agricultura biodinmica.

    Asociacin Biolacant.

    *

    Universidad,sociedady empresastransnacionales

    Moiss Hidalgo

    Buena parte de quienes me lean recordarn el conocido documental que Charles Ferguson

    dirigi en 2010 bajo el ttulo de Inside Job. La pelcula muestra cmo se tom la decisin de

    aplicar una inyeccin de 700.000 millones de dlares en entidades financieras de los Estados

    Unidos en septiembre de 2008, con el objetivo aparente de salvar la crisis financiera que se

    avecinaba en ese momento. Una operacin que, como ya sabemos, se repetira varias veces

    en muchos pases, apoyando as a los mximos responsables de la actual crisis sistmica.

    en el capitalismo del siglo XXI

    SABC / FEBRERO 2014 / NM. 16 / AMASANDO LA REALIDAD8 9AMASANDO LA REALIDAD / SABC / FEBRERO 2014 / NM. 16

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    ideas defendidas por una ciencia en

    cada momento de la historia eso

    que algunos metodlogos llaman

    paradigma. Ah cabe introducir el

    anlisis de Gramsci y otros autores

    citados anteriormente: se construye,

    en definitiva, un entorno de con-

    senso aparentemente cientfico en

    torno a teoras falsamente objetivas

    y cargadas de intereses de las clases

    hegemnicas. As se ha construido,

    en Economa y Ciencias Sociales, el

    denominado pensamiento nico,

    concepto hace pocos aos inexistente,

    y siempre cuestionado.

    Y ENELESTADOESPAOL?Conviene recordar que Espaa, en

    buena medida, no es diferente: la

    evolucin de nuestras contradicciones

    se inscribe en el marco del capita-

    lismo depredador actual. En el tema

    que nos ocupa, fundaciones como

    FEDEA lobby neoliberal finan-

    ciado por BBVA, Banco de Santander

    o Bankia, entre otros se atribuyen

    en su web cualidades de indepen-

    dencia, y mantienen estrechos vn-

    culos con muchos grupos de inves-

    tigacin universitarios. Financian

    investigaciones y divulgacin en

    torno a temas estrechamente vincu-

    lados a los intereses de las empresas

    que los financian. Algunos ttulos son

    muy elocuentes: Lmites constitucio-

    nales al gasto pblico; Educacin

    y polticas educativas en Espaa;

    Capital Humano o La crisis dela economa espaola. Opine el/la

    lector/a, no hacen falta interpretacio-

    nes adicionales.

    La manipulacin ideolgica

    consiguiente se manifiesta tambin

    en el da a da de nuestras facultades

    y escuelas, ms all de las fuentes de

    financiacin de cada proyecto. En

    los estudios de Economa, cualquier

    interpretacin crtica es recibida

    frecuentemente con un rechazo irra-

    cional, fruto del consenso mono-

    plico mencionado. El pensamiento

    keynesiano se entiende casi comorevolucionario, mientras que la

    ecologa poltica o el estudio de la

    explotacin de clase mantienen una

    presencia meramente marginal.

    Pero en otras facultades y escue-

    las ocurren fenmenos similares.

    Algunos estudiantes de Agricultura y

    Agronoma consideran que han sido

    formados bajo argumentos falaces.

    Tan simplista como que, dado que

    la palabra fertilizante indica cuali-

    dad de generar fertilidad, da vida

    y no puede ser malo. El argumento

    se extiende a todos los productos

    llos estudian en qu medida existen

    uerzas que impulsan a las universida-

    des a ponerse total o parcialmente al

    ervicio de grupos o clases dominan-es o emergentes.

    Durante las ltimas tres dcadas,

    l modelo mal denominado neoli-

    beral ha logrado poner al mundo

    Acadmico a su servicio de manera

    mucho ms contundente y directa

    que en anteriores fases del capita-

    ismo. En los aos ochenta del pasado

    iglo, mientras en EE.UU. la fun-

    dacin Heritage ejerca una fuerte

    presin meditica, poltica y cultu-

    al para imponer el nuevo modelo

    n todos los mbitos acadmico

    ncluido, el gobierno conserva-

    dor britnico iniciaba un proceso de

    educcin de gasto pblico y reforma

    adical del Estado que incorporaba

    ambin reduccin en la financiacin

    pblica de las universidades. Esta

    prctica, llega hasta hoy a travs de

    os conocidos recortes. Todo ello haobligado a las universidades a buscar

    financiacin en grandes instituciones

    privadas para mantener su funcio-

    namiento, fenmeno nada novedoso

    pero cuantitativamente creciente a

    partir de ese momento.

    Buscar financiacin en empresas

    privadas, hoy en da es una prctica

    habitual en todas las universidades

    pblicas y en gran parte de los grupos

    de investigacin universitarios en

    l mbito de la medicina, qumica,

    groqumica y otros, dependen en

    buena parte de los ingresos obtenidos

    en esta conexin entre Universidad y

    empresa. Y de esta forma, en el con-

    texto actual de mercantilizacin de

    todo lo visible y lo invisible, esta inte-raccin pone a la ciencia de rodillas,

    al servicio de la explotacin de clase y

    de la acumulacin de capital

    FINANCIACINFILANTRPICA?Mencionemos algunos casos entre

    los muchos que podramos elegir. El

    Institute of Development Studies

    (IDS), de la Universidad de Sussex,

    en Inglaterra, ha dedicado gran parte

    de su atencin como otras univer-

    sidades a estudiar desigualdades

    de clase y de gnero, o situaciones de

    explotacin y exclusin creadas por

    los mercados agrarios internacionales

    en pases perifricos. Si miramos la

    lista de patrocinadores actuales del

    IDS, en su propia web encontrar

    entre ellos las Fundaciones Gates,

    Ford, o Rockefeller, por citar algu-

    nas. La Fundacin Rockefeller, a suvez, est estrechamente vinculada

    a JP Morgan, ese banco que, junto

    a Goldman Sachs (de nuevo apare-

    cen estos nombres.), controla los

    mercados internacionales de cereales.

    Los procesos especulativos generados

    en estos mercados elevaron el precio

    internacional de los cereales de forma

    alarmante en los primeros meses de

    2008 ms que duplicaron su valor,

    en algunos productos, y de nuevo

    en 2011, repartiendo y extendiendo

    el hambre por el planeta. La situa-

    cin provoc grandes revoluciones

    populares en ambos casos, incluida la

    primavera rabe.

    Algunos estudios realizados en

    el IDS mantienen un enfoque rein-

    vindicativo y transformador, pero

    podemos decir que su lnea general

    de trabajo se sigue elaborando en base

    a sus objetivos originales?

    Naveguemos ahora por las aguas

    de Monsanto. En su web encontra-

    mos que esta corporacin trabaja con

    y financia a diversas universidades

    en los pases en los que invierte.

    Tambin difunde en la red su imagen

    de Empresa Socialmente Responsable.

    Como es sabido, se trata de la cor-

    poracin ms poderosa del mercadomundial en el mbito de la agricul-

    tura tecnolgica, y ejerce a su vez un

    control directo sobre la Agencia de

    Medio Ambiente de EE.UU., la OMC

    y otras muchas instituciones con gran

    capacidad de decisin en torno a los

    asuntos que conciernen a la empresa.

    Es este curriculum bien cono-

    cido por las y los lectores de revistas

    como sta el que abre a Monsanto

    las puertas en la Universidad Son

    meras operaciones filantrpicas sin

    influencia sobre las lneas de investi-

    gacin y docencia de las instituciones

    receptoras de esa financiacin? Puede

    contestarse de manera intuitiva.

    Como puede verse, las universida-

    des se ven actualmente muy influidas

    por el llamado filantrocapitalismo,

    una lnea de accin promocionada por

    los habituales del Foro EconmicoMundial de Davos: grandes poderes

    financieros y especuladores los ms

    potentes del planeta, que invierten

    una pequea parte de los beneficios

    de sus expolios en estas acciones,

    cnicamente calificadas como filan-

    trpicas (etimolgicamente, amor a

    la humanidad).

    Ms all de estos mecanismos

    directos de financiacin privada,

    el proceso de creacin de ideologa

    al servicio del poder se consolida

    definitivamente cuando su influen-

    cia alcanza al ncleo central de las

    fitosanitarios sin ms detalles expli-cativos. As entre otros errores de

    lgica deductiva, se focaliza el estu-

    dio en un nico asunto, excluyendo

    su contexto. En el caso de los agroqu-

    micos, estudiando tan slo sus efectos

    inmediatos sobre la cantidad de

    produccin, minimizando o incluso

    ignorando otros impactos. Pero en la

    realidad, como sabemos, los sistemas

    interactan, y hay impactos de corte

    sanitario, ambiental, econmico y

    social, cuanto menos. El acotamiento

    en parcelas de estudio separadas, la

    miopa analtica beneficia as a los

    Existen fuerzas que impulsana las universidades a ponerse total oparcialmente al servicio de grupos oclases dominantes o emergentes.

    SABC / FEBRERO 2014 / NM. 16 / AMASANDO LA REALIDAD10 11AMASANDO LA REALIDAD / SABC / FEBRERO 2014 / NM. 16

  • 7/25/2019 Soberania Alimentaria- Revista- Educacin

    7/25

    ntereses del gran capital (divide y

    vencers, parece ser su lema, tam-

    bin en la ciencia).

    Este sistema de coercin ideol-

    gica no es perfecto, y existen otras

    manifestaciones de la actividad

    universitaria en las que se elabora

    pensamiento cientfico de manera

    coherente, proponiendo a la vez una

    praxis transformadora en beneficio de

    la poblacin y el entorno, y denun-

    ciando los mecanismos de explotacin

    social y de clase. Siempre ha habido

    y habr grupos de investigadores

    que traten de mantener esta senda.

    A modo de ejemplo, el concepto de

    soberana alimentaria, que nace de

    los movimientos sociales, es motivo

    de estudio en algunos foros acadmi-

    cos, generando un debate que, bien

    orientado, puede fortalecer su arraiga-

    miento en la sociedad.

    Moiss Hidalgo

    Economista, profesor de Universidad

    *

    El ejemplo de BayerConsejo Editor

    Podemos decir, en trminos generales que las Universidades pblicas del Es tado espaol se han demostrado como

    un instrumento til par a los intereses de las transnacionales agroalimentarias (Bayer, Syngenta, DuPont, etc.).

    Tres son los ejes fundamentales para avanzar en la consolidacin de un sistema agroalimentario depredador:

    La investigacin agronmica: la maltrecha financiacin pblica de la investigacin pblica

    ampla las oportunidades para la financiacin privada procedente de t ransnacionales y grupos de

    inversin. Las dudas que genera lo que ya se nos presenta c omo el oximoron investigacin pblica,

    son inmediatas: responden las Universidades a las necesidades de nuestra sociedad o a los objetivos

    de las empresas privadas que las financian? Existe un cdigo tico que regule esta relacin as como

    la accin de los equipos de investigacin que trabajan en este marco? Cmo financiar investigaciones

    que dudan de los dogmas del capital financiero como es el caso de la soberana alimentaria?

    La docencia universitaria: una gran parte de las universidades pblicas espaolas que imparten

    carreras vinculadas a la agroalimentacin (agronoma, veterinaria, et c.) fueron creadas durante el

    franquismo. Lejos de evolucionar, sus estructuras de gobernanza y gestin se mantienen intactas, como

    tambin su perspectiva docente, anclada en un desarrollismo caduco originario de los aos 60. El mismo

    marco creado para for talecer la revolucin verde hoy ofrece a mparo a la revolucin biotecnolgica.

    Las ctedras empresa: es la ltima frmula de colaboracin universidadempresa, a

    travs de la cual las empresas pueden alquilar un espacio (ctedra) reconocido por la

    universidad a cambio de una donacin econmica. Estos espacios son utilizados por las

    transnacionales como una herramienta para el marketing social, proyectando una imagen

    de apoyo a la Universidad pblica, de espacio par a la divulgacin, la innovacin, etc.

    La Ctedra Bayer CropScience de la Universitat Politcnica de Valnciaes un ejemplo reciente de

    Ctedra empresa que pretende ofrecer una imagen de servicio pblico. Su objetivo, dice ser promover y

    desarrollar el conocimiento cientfico () para una agricultura competitiva y sostenible. Es compatible

    la competitividad con la sostenibilidad? Desde luego los recursos que dedica la Ctedra a becas, estudios,

    talleres de formacin y charlas parecen apuntar ms a la competitividad que a prcticas agroecolgicas

    que garanticen una verdadera sostenibilidad. Sin embargo, como buenos trileros, la sostenibilidad y

    la ecologa aparecen bien notorias cuando la Ctedra pone en marcha acciones de marketing.

    La universidadcomo espacio deincidencia para laSoberana Alimentaria

    Mamen Cullar Padilla

    La Universidad es una institucin que tiene el poder social de producir verdad y conocimiento. En

    este contexto, por el que pasan miles de personas cada ao y trabajan otras tantas, las posibilidades

    de generar incidencia social y poltica son enormes. Sin embargo, tanto la Universidad como

    institucin como la Ciencia oficial, estn profundamente imbuidas del espritu neoliberal,

    en el que la modernizacin y el progreso, sinnimos de industrializacin, desagrarizacin,

    globalizacin y mercantilizacin, son el objetivo indudable a alcanzar y reproducir. Analizamos

    esta Institucin, y tratamos de aportar algunas reflexiones sobre la capacidad real que percibimos

    de generar incidencia poltica coherente con la Soberana alimentaria a travs de la misma.

    SABC / FEBRERO 2014 / NM. 16 / AMASANDO LA REALIDAD12 13AMASANDO LA REALIDAD / SABC / FEBRERO 2014 / NM. 16

  • 7/25/2019 Soberania Alimentaria- Revista- Educacin

    8/25

    Son muchos los retos y los frentes que se nos plan-tean en esta aventura de la Soberana alimentaria.Unas personas la van conformando en espacios deutogestin, rodeadas de un sistema y unas instituciones

    que entorpecen su desarrollo la mayora de las veces de

    una manera bastante activa. Otras miran a este sistema

    y a estas instituciones con la idea de ir introduciendo

    as lgicas y principios de la Soberana alimentaria en

    llas y a travs de ellas. La Universidad es una de estas

    nstituciones.

    LAUNIVERSIDADCOMOINSTITUCINHablamos de una institucin del sistema. Un espacio

    muy activo histricamente en la construccin de lo que

    hora tratamos de deconstruir: la Revolucin Verde, la

    modernizacin y el progreso, la globalizacin economi-

    ista, etc. Y esto se refleja en los currculums formativosde las Universidades as como en las lneas de inves-

    igacin hegemnicas, donde encontramos esa visin

    apitalista de la modernizacin. Se trata de una visin

    profundamente impregnada de nociones tales como

    ndustrializacin, mercados globales, competitividad o

    modernizacin tecnolgica. Las universidades pugnan

    por dar la imagen de centros modernos, altamente tec-

    nificados, muy volcadas en su dimensin internacional

    y en sus relaciones con empresas, valoradas segn su

    amao y su proyeccin en el mercado global (invito a

    visitar el vdeo de presentacin del Campus de Excelencia

    nternacional Agroalimentario creado en Andaluca

    por cinco universidades pblicas: www.youtube.com/

    watch?v=zKedqMeK2w4; donde se refleja en tres minutos

    y de una manera muy grfica lo que aqu exponemos).

    Adems, y si profundizamos un poco en sus meca-

    nismos de funcionamiento, vemos cmo los criterios de

    valuacin de su calidad y los procedimientos de selec-

    in de su personal investigador y docente estn basados

    n la competitividad, la individualidad, la jerarqua, la

    oncentracin de poder y el fomento de la globalizacinapitalista. Que la Ciencia y la Investigacin, en nuestro

    pas, estn dentro de lo que se ha llamado el Ministerio

    de Economa y Competitividad, es una excelente seal

    de ello. Como lo es el reparto de fondos para la inves-

    igacin que se hace en las diferentes convocatorias

    anto de las propias universidades como de las distintas

    dministraciones.

    Esta Universidad ha sido un agente detransformacin social muy importante. Perouna transformacin social en el sentidoopuesto a los planteamientos de la SoberanaAlimentaria: modernizacin y progreso comosinnimos de desagrarizacin, concentracin

    de poder, industrializacin, prdida deidentidades culturales y urbanizacin delterritorio, entre otros procesos promovidos.

    En este contexto, nos planteamos la posibilidad de

    hacer incidencia a favor de los principios y pilares de la

    Soberana Alimentaria. Y si consideramos los datos del

    Instituto Nacional de Estadstica, observamos que en el

    curso 2010 2011 haba algo ms de novecientas mil

    personas cursando estudios universitarios, y cerca de

    doscientas mil personas trabajando en estos centros. Con

    estos datos podemos afirmar quela institucin universi-

    taria aglutina a una comunidad muy importante, y ya no

    solo por tamao, sino sobretodo porque de ella saldrn

    las futuras profesionales que gestionarn las polticas

    pblicas, que darn licencias de apertura de una actividad,

    que elaborarn normativas y legislaciones, y en definitivaque establecern lo que se puede y no se puede hacer en

    nuestros pueblos y campos, en nuestra alimentacin, en

    nuestras relaciones sociales y econmicas alrededor de la

    alimentacin, entre otros.

    Esta realidad nos hace plantearnos que es un espacio

    difcil, pero importante. Y, al final, como en todas las ins-

    tituciones, son las personas las que les van dando conteni-

    dos en el da a da. Aqu es donde encontramos algunas

    reflexiones valiosas y positivas, ms all de la esquizofre-

    nia que puede suponer estar dentro de una institucin

    como esta, tratando de plantear y hacer las cosas de otra

    manera, pero teniendo que aceptar a la vez sus reglas del

    juego para garantizar tu permanencia en ella.

    ELPARADIGMADELASOBERANAALIMENTARIA ENLAUNIVERSIDAD

    La incidencia de los principios de la Soberana

    Alimentaria se puede plantear en la Universidad a travs

    de personas concretas y propuestas concretas. Y de hecho

    las hay, como el paradigma de la Ciencia con la Gente

    que, bajo diversas nomenclaturas, es el que ha conseguidoromper con la superioridad del conocimiento cientfico

    sobre otras formas de conocimiento llamadas populares.

    Reconociendo que la ciencia es una estructura social

    donde existen intereses, ideologas, preferencias subjetivas,

    una de las primeras cuestiones que aborda es la falsedad

    del mito sobre la neutralidad de la misma. La ciencia no es

    objetiva, no es neutra, la hacen personas con toda la carga

    subjetiva que esto supone, que deciden en cada momento

    qu investigan, cmo, para quin... y cada una de estas

    preguntas tiene mltiples opciones, y no slo una como

    requerira la neutralidad y objetividad tan aclamadas.

    Sin embargo, en muchos casos, la ciencia es un ser-

    vicio pblico. Y entonces nos replanteamos estas pre-

    guntas: para quin, para qu, quin se beneficiar de sus

    resultados, qu escenarios potencian estos resultados y

    cules destruyen, etc.

    El paradigma de la Ciencia con la gente plantea, en

    base a estas reflexiones, una tica de la investigacin en la

    que sta realmente se pone al servicio de la sociedad.

    Y para que esto no quede en titulares, desarrollametodologas de investigacin en las que realmente es la

    gente la que hace sus propios diagnsticos de las proble-

    mticas a resolver, orienta las investigaciones, establece

    los objetivos y dialoga con sus propios conocimientos con

    el estamento cientfico para generar soluciones desde sus

    propias realidades y lenguajes. Se trata de metodologas,

    como la Investigacin Accin Participativa, con sus diver-

    sas nomenclaturas, basadas en el dilogo de saberes y en

    la democratizacin de la toma de decisiones. Las personas

    investigadoras ya no son las expertas que ostentan la

    verdad, sino personas con herramientas de investigacin

    cientfica que ofrecen sus servicios y sus conocimientos a

    los grupos sociales con los que deciden trabajar, y funcio-

    nan a travs de una negociacin y un dilogo continuos en

    torno a los objetivos, los diagnsticos, los resultados y los

    impactos, etc.

    Esta Ciencia con la Gente tambin tiene sus homlo-

    gos en la educacin formacin. Existen numerosas pro-

    puestas pedaggicas, muchas de ellas con largos recorridos

    histricos, que plantean esta horizontalidad en el inter-cambio de saberes, esta construccin colectiva de conoci-

    miento desde las realidades, contextos y lenguajes de las

    personas implicadas. Bien recogidas quedan en el artculo

    ESCUELAS CAMPESINAS PARA LA SOBERANA

    ALIMENTARIA de esta misma revista.

    Todas estas propuestas se pueden potenciar y desarro-

    llar desde la Universidad, a travs de personas y grupos

    afines a las mismas, en sus mbitos de actuacin.

    La Soberana Alimentaria tiene la complejidadde que no slo plantea unos contenidosdistintos a los de la modernizacin, progreso,hegemona del conocimiento cientfico, etc.Aparte de estos contenidos, con propuestas

    SABC / FEBRERO 2014 / NM. 16 / AMASANDO LA REALIDAD14 15AMASANDO LA REALIDAD / SABC / FEBRERO 2014 / NM. 16

    http://www.youtube.com/watch?v=zKedqMeK2w4http://www.youtube.com/watch?v=zKedqMeK2w4http://www.youtube.com/watch?v=zKedqMeK2w4http://www.youtube.com/watch?v=zKedqMeK2w4
  • 7/25/2019 Soberania Alimentaria- Revista- Educacin

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    muy concretas, tambin plantea el retode hacer las cosas de otro modo. De lahorizontalidad, de la democratizacinde los espacios y los procesos.

    CAMINOSPOSIBLESCon todo lo dicho, podemos afirmar que asumir la

    nstitucin universitaria como vehculo para difundir y

    onstruir la propuesta de la Soberana Alimentaria tiene

    varias vertientes. Por un lado, a travs de los contenidos

    de la formacin, de la investigacin y de la transferencia

    de conocimiento. Ser un paso fundamental lograr, a

    ravs de las personas y grupos afines en la universidad, ir

    ntroduciendo en los currculums formativos y las lneas

    de investigacin, los principios y pilares de la Soberana

    Alimentaria. Esto requiere alianzas y redes, y mucha

    apacidad de conviccin a travs de los mecanismos quea ciencia habilita para reproducirse (artculos de impacto,

    organizacin de congresos, presentacin de comunicacio-

    nes, investigacin a travs de proyectos financiados por

    onvocatorias de excelencia, presentacin de proyectos de

    nnovacin pedaggica basados en este paradigma, entre

    otros). La nica dificultad, enorme por otro lado, la ten-

    drn estas personas puente con la institucin, que tendrn

    que asumir las reglas de juego de la Universidad para esta-

    bilizarse en ella y poder consolidar esta incidencia.

    Pero el gran reto, bajo mi punto de vista, aparece en

    os cmo, ms que en los contenidos. En asumir los prin-

    ipios de la Soberana Alimentaria, en cmo se abordan

    as aulas, los proyectos de investigacin, o los proyectos

    de transferencia de conocimiento. Aqu est el gran reto

    y, asumiendo la derrota del pesimismo, surge la enorme

    duda de si en el marco de esta institucin realmente se

    pueden transformar las metodologas:

    En el mbito de la investigacin, las distin-

    tas convocatorias que existen, su estructura, sus

    plazos, sus requisitos, sus resultados exigidos, soncasi incompatibles para que podamos desarrollar

    nuestras propuestas. Los procesos de construccin

    colectiva de conocimientos y de dilogo horizontal

    de saberes, y del desarrollo de propuestas colectivas

    entre personas de distintos mbitos, contextos y

    objetivos requieren tiempo, no permiten predecir

    unos resultados ni establecer unas hiptesis.

    En el mbito de la formacin, los planes for-

    mativos o currculums de las universidades estn

    cerrados. Se establecen a priori, al detalle, y se

    exigen unos mecanismos de evaluacin deter-

    minados. Si bien sigue existiendo la libertad de

    ctedra, habr determinadas cuestiones que se

    tendrn que respetar, y que desde luego nada tienen

    que ver con las propuestas pedaggicas planteadas.

    Por supuesto, sin entrar en las salidas a campo o

    las prcticas fuera de laboratorios y aulas que las

    universidades ofertan en sus programas forma-

    tivos, cuya exigidad nos da una idea de la nula

    importancia que se le da a la formacin fuera del

    campus universitario y al dilogo con otros saberes

    y conocimientos.

    MIRARNOSTAMBINANOSOTRASMISMASEl reto que se nos plantea para concebir la univer-

    sidad como un espacio de incidencia poltica coherente

    con la Soberana Alimentaria no recae, a pesar de todo

    lo expuesto, nicamente en la institucin universitaria

    y las personas que la componen. Tambin en las propias

    organizaciones campesinas, redes y articulaciones en tornoa la alimentacin, y otros grupos sociales vinculados de

    alguna u otra manera a la construccin de la Soberana

    Alimentaria nos encontra mos una falta generalizada de

    cultura de la participacin y del dilogo de saberes.

    Por ello, algunos de los aprendizajes ms interesantes

    que podemos extraer es la necesidad de ir incorporando

    habilidades colectivas y de dilogo que se salen de los

    egos y de las consignas de la competitividad y el reco-

    nocimiento social. Esto a nivel de grupos sociales y de

    personas es difcil pero abarcable. Y desde la Universidad,

    espacios existen y se pueden ir abriendo para ir cam-

    biando conciencias y percepciones.

    Con todo lo dicho, rescatamos un elemento accesible

    y posible para generar incidencia y transformacin social

    a travs de la Universidad. Merece la pena, a pesar de las

    dificultades, generar redes y articulaciones de incidencia

    en la Universidad, con alianzas estratgicas al interno de

    la misma a travs de grupos docentes, investigadores y de

    gestin afines, con el objetivo de ir introduciendo nues-

    tros principios y anlisis en esta institucin. No en vano,

    es una institucin que acoge a mucha gente cada ao y,sobretodo y como ya hemos dicho, a las futuras profesio-

    nales vinculadas a los sectores agroalimentarios.

    Mamen Cuellar Padilla.

    Instituto de Sociologa y Estudios Campesinos

    de la Universidad de Crdoba.

    *

    Un nuevo enfoquede la formacinprofesional agraria

    Jos Manuel Turzo

    Al lado de la Poltic a Agraria Comn, las ayudas a la incorporacin de jvenes, la mejora de l os

    regados, los precios, la cadena alimentaria, las ayudas para la reestructuracin de algunossecto res, los ataques de la fauna salvaje, etc., qu lugar ocupa la formacin del sect or agrario

    profesional en el ra nking de las preocupaciones d e las y los polti cos, sindicalis tas, tcnicos y otros

    agentes? Se reivindica una mejor formacin agraria? Nos preguntamos por los recursos que se

    emplean para este fin? Nos preocupan los contenidos y la planificacin de esta formacin?

    LAHERMANAPOBRE

    Siempre en este pas la formacin profesionalagraria ha sido la hermana pobre de la familia dela formacin profesional en cuanto a preocupacinsocial y poltica, a pesar de disponer, en algunos casos, de

    muy buenos medios a nivel de Centros educativos. All

    sobre los aos 70 hubo un esfuerzo en la formacin, con

    la apertura de varios centros pblicos (Escuelas y Centros

    de Capacitacin Agraria) y privados (Colegios Familiares

    Rurales y Escuelas Familiares Agrarias) repartidos por

    todo el pas. Haba que modernizar el agro hacia la meca-

    nizacin y concentracin de explotaciones para liberar

    mano de obra y cubrir la creciente demanda industrial en

    aquellos momentos.Incluso en aquella poca falt coordinacin y entender

    las especificidades de esta formacin. Se abran centros

    pblicos cercanos a otros donde existan privados y se

    dejaban comarcas enteras sin cubrir. Se implantaron las

    enseanzas en alternancia (una semana en el Centro y otra

    en casa con tareas supervisadas) copiando el modelo fran-

    cs de las maisons familiares rurales. Pero ni se explic, ni

    se entendi completamente, abandonando con el tiempo

    ese tipo de enseanza que en Francia sigue vigente y

    cerrando en la dcada de los 80 y 90 la mayora de los

    centros privados y posteriormente varios de los centros

    pblicos.

    Los programas y curriculums imitaban en sus dise-

    os a los de otros sectores como industria y servicios.

    Se olvidaba que en stos ltimos se formaba mayorita-

    riamente a profesionales por cuenta ajena que salan al

    mundo laboral para ser contratados. En el sector agrario

    tiene que ser distinto porque se trata de formar a profe-

    sionales que van a incorporarse mayoritariamente como

    autnomos y teniendo como base la finca familiar, que

    conlleva unas condiciones de las que partir: terreno,

    edificios, maquinaria, ganado, etc. y algo que tendemos

    a olvidar, la gestin compartida con el actual titular, en

    la mayora de los casos el padre, con todo su bagaje de

    conocimientos, experiencia y de entender las cosas. Bagaje

    transmitido de generacin en generacin desde hace dca-

    das, cuando en el campo haba ms soberana y apenas se

    dependa de agentes externos. Saliendo de esas escuelasel relevo jven llegaba con otros aires a trabajar, bajo la

    influencia comercial del hay que modernizarse.

    Hay que indicar que esto suceda con la juventud que

    estudiaba y volva al sector, que era poca, ya que gran

    parte no estudiaba y, si lo haca, era como una oportu-

    nidad para dejar el sector. Si no haba estudios, los agen-

    tes comerciales an lo tenan ms fcil para imponer el

    modelo agroqumico.

    SEIMPONELAREVOLUCINVERDELos inicios de la formacin agraria reglada coincidie-

    ron con la llamada revolucin verde: mecanizacin y

    uso fcil y masivo de productos qumicos (pesticidas y

    abonos qumicos).

    SABC / FEBRERO 2014 / NM. 16 / AMASANDO LA REALIDAD16 17AMASANDO LA REALIDAD / SABC / FEBRERO 2014 / NM. 16

  • 7/25/2019 Soberania Alimentaria- Revista- Educacin

    10/25

    Es una formacin fcil, a pesar de las muchas horas

    mpleadas en aprender materias ac tivas de pesticidas que

    pronto se quedan anticuadas, el comportamiento de los

    res principales elementos (N, P, K) que aport an los abo-

    nos qumicos, los sntomas de la enfermedades del ganado,

    a identificacin de algunas malas hierbas y plagas de

    os cultivos y poco ms. Muchos contenidos que apro-

    bar en exmenes y pocas cosas tiles que aprender, pero

    uficientes para despreciar los conocimientos de nuestros

    ntepasados.

    Finalmente, la formacin agrcola o ganadera es tan

    sencilla como saber manejar y mantener el tractor y saber

    hacer caso a los numerosos comerciales que te visitan enla explotacin, que te van a ensear a utilizar esas mqui-

    nas nuevas que dejaban anticuadas las de la Escuela, esos

    productos para nuevas plagas y enfermedades, frmulas

    de abonos estndar que ponen a tu disposicin, nuevas

    semillas que no puedes reproducir pero mejor adaptadas

    a los qumicos y peor a las condiciones ecolgicas del

    agrosistema, piensos y tratamientos que solo la o el tcnico

    agrcola o veterinario entiende o tiene autorizacin para

    utilizar. Ah estn para ayudarte, cuando en realidad

    generan fuertes dependencias.

    Todo en pro de un modelo productivista,donde lo importante es sacar las mximasproducciones por unidad de hectrea ocabeza de ganado, algo de lo que podamospresumir en el bar o que nos ayude asentirnos una buena o buen profesional.En la Escuela apenas nos han enseado agestionar que estamos trabajando con seresvivos que han de vivir en equilibrio con el

    medio. Se ensea cmo hacer la explotacincada vez ms grande. Nuestras y nuestrosconvecinos son rivales por la posesinde la tierra que es vista como un bien demercado o de especulacin y no como elmedio donde se desarrolla el agrosistema.Se transmiten unos conocimientosque no sirven para aumentar nuestraautonoma, nuestra soberana.

    ELNECESARIONUEVOENFOQUEFrente a ese modelo que llaman convencional, como

    si hubiese sido el de toda la vida cuando solo est con

    nosotros desde los aos 60, y que se replica en la for-

    macin profesional, hemos de ser conscientes que est

    Estoy convencidoque la formacinagroecolgica es el futurode la formacin agraria.

    surgiendo un nuevo modelo; s, nuevo, pero con races en

    las prcticas de toda la vida, que abarca los conocimientos

    y avances de siempre y al que las Escuela Agrarias tienen

    que responder y dar apoyo. Es el llamado agroecolgico,

    aqul que sabe que producir alimentos es trabajar con

    seres vivos, plantas o animales, que viven y deben vivir

    en equilibrio con el medio para que nos puedan ser tiles

    y podamos ser mas sostenibles en trminos energticosy medioambientales. De hecho a este modelo es al que

    deberamos llamar modelo agrario en contraposicin al

    mal llamado convencional que se debera llamar agro-

    qumico, porque se sustenta en la utilizacin de produc-

    tos qumicos y no en el equilibrio de la tierra y toda la

    biodiversidad que rodea a las plantas y al ganado.

    Pero falta formacin en el profesorado, hay pocos con-

    tenidos en las Universidades y escasa investigacin. Las

    multinacionales no van a investigar en aquello que reduce

    los insumos o que hace que stos puedan estar al alcance

    de las y los agricultores de forma sencilla y barata.

    El reto de quienes nos dedicamos a esto es enorme

    y no siempre contamos con la comprensin del sector.

    Las generaciones presentes, y sobre todo las futuras, nos

    lo exigen. Ms all de modas, ms all de la produccin

    ecolgica como una forma ms de situarse en el mercado,

    con etiquetado o sin l. Estamos hablando de un modelo

    de produccin con futuro, quizs el nico, no solo de un

    tipo de produccin concreta para satisfacer a un sector

    concreto del mercado.

    Estoy convencido que la formacin agroecolgica es

    el futuro de la formacin agraria. Porque la agricultura yganadera debe tener en cuenta la ecologa, o su viabilidad

    a medio o largo plazo se va a ver comprometida. Ecologa

    entendida como la ciencia que se ocupa de las interaccio-

    nes entre los organismos y su ambiente. Una formacin

    para ser tiles a la sociedad siendo dueos y dueas de

    nuestras decisiones.

    Jose Manuel Ruiz Turzo

    Director del Centro de Formacin Agraria

    de Vialta, Palencia

    *

    SABC / FEBRERO 2014 / NM. 16 / AMASANDO LA REALIDAD18 19AMASANDO LA REALIDAD / SABC / FEBRERO 2014 / NM. 16

  • 7/25/2019 Soberania Alimentaria- Revista- Educacin

    11/25

    o agricultura convencional y no agroecologa.No te facilitan el conocimiento ecolgico,ni la motivacin sobre ste. En cuanto avariedades autctonas, no se habla nada.Todo lo encaran a las variedades y razasmodificadas o comerciales. Hay que decirtambin que depende de la persona, hayprofesores que se les ve muy marcada lainfluencia de una multinacional detrs.

    Pau, Estudiante del grado de ingeniera agraria

    y alimentaria, especi alizado en producci nagraria y productor de hortcolas en Valencia.

    Tambin nos encontramos con un tercer factor que

    acta contra la esencia de la universidad: la compartimen-

    tacin del conocimiento, aceptada como dogma durante

    muchos aos y que ha llevado a planes de estudio que

    atomizan el conocimiento cientfico y que, unida a la

    rigidez curricular antes comentada, hace casi imposible la

    generacin de los espacios de encuentro transdisciplinar

    necesarios para conseguir una visin realmente holstica e

    integrada en los problemas que habremos de afrontar.

    No es normal que en la primera clase defruticultura el profesor suelte una frase comosta: Los transgnicos permiten hacer unproducto a la moda, si por ejemplo estn demoda las manzanas con pulpa rosa, pues sepueden hacer manzanas con pulpa rosa. Es

    una vergenza que se digan cosas c omo sta.Hice un trabajo sobre la mariposa monarca yla influencia del cultivo de maz transgnicoen el cinturn del maz en EEUU y Mjico,porque haba estudios que demostrabanque la mariposa se vea perjudicada porste. Sin embargo, una serie de estudiosen contra y defendidos por lo que llaman lacomunidad cientfica (que no es ms que ungrupo de cientficos vendidos a las grandesempresas y multinacionales) para misprofesores eran mucho ms vlidos. No mequise quedar all y busqu las personas quehaban llevado estos estudios: pertenecan aMonsanto y otras multinacionales, o haban

    formado parte de ellas o haban estado oestaban dentro del gobierno de EEUU. Sesupone que era un trabajo de investigacino bsqueda de informacin, pero ellostenan muy claro lo que queran que dijera.Por qu en clase no se habla de todo elalimento que se tira por temas de mercado,de las jugarretas capitalistas y de la asfixiaque supone para el agricultor competir enun mundo tan globalizado? Por qu no sehabla de los problemas que ha supuesto el

    monocultivo? Por qu no se habla de losproblemas derivados de la revolucin verde?El profesorado se est convirtiendo enpublicista, ms que en educadores.

    Gabriela, Estudiante de ITA, especializada

    en hortofruticultura y jardinera.

    *ENPIEDEESPIGA

    LHortet y Ambient Crtic, asociaciones de estudiantes

    de la Universitat Autnoma de Barcelona,

    junto con testimonios individuales.

    Formarse desdela crtica radical

    Dicen que la universidad es un espacio de debate yopinin, de crtica y de transformacin social. Pero,nuestra experiencia como estudiantes nos muestraon claridad que la universidad actual se caracteriza prin-

    ipalmente por transferir aquellos conocimientos y capaci-

    dades que se consideran como necesarios para la socie-

    dad, es decir, para formar personas que sean tiles para lo

    que la economa requiere en cada momento histrico.

    Lo que creo que tiene mucha influencia enlas clases es la insistencia del mercado enla disminucin de costes, en que lo principal

    es el rendimiento econmico. La industriaalimentaria se ve como una industria ms, queen parte lo es y en parte no, porque estamoshablando de alimentos. Un ejemplo: si sedefiende la calidad organolptica es porquecon ella se consiguen mejores beneficios,no porque sea ms saludable o de mejorcalidad. En una charla se explicaban nuevosmtodos de conservacin a base de impulsoselctricos que reciban los alimentos. Lamisma persona que daba la charla hizo elsiguiente comentario: la investigacin seencamina a producir comida para vagos. Estecomentario lo justificaba con que el mercadova encaminado a esto, a la comida preparada.

    En definitiva, todo est regido por la demandadel mercado y ste por las empresas.Cuando preguntas sobre otras posibilidadeste tratan como: en qu mundo vives.

    Dolors, Estudiante del grado en

    ingeniera agraria especializada

    en Industrias alimentarias.

    Este enfoque tecnicista que se encuentra en prcti-

    camente todas las reas de la educacin superior lleva a

    considerar como neutrales y objetivas unas ideas que

    realmente no lo son, reproduciendo as la lgica del sta-blishment de una forma disimulada y sin que muchas y

    muchos de nuestros compaeros sean conscientes.

    Por otro lado la rigidez de la estructura curricular y

    acadmica, que gran parte del profesorado sigue de forma

    metdica dificulta el debate y obstaculiza la oportunidad

    de formarnos no solo en conocimientos, sino tambin en

    valores.

    Cuando se realizan preguntas en clasesobre ecologa u OMG el profesoradotiene un dilogo muy cuidado para noentrar en ello, para no mojarse. Siemprerecomiendan practicar agricultura integrada

    Lo que piensan los colectivos de estudiantes

    sobre la formacin agraria en las universidades

    21

  • 7/25/2019 Soberania Alimentaria- Revista- Educacin

    12/25

    *

    Estos factores, entre otros, hacen que la realidad de

    as universidades sea muy diferente de la que muchas ymuchos pensamos debera de ser. Irnicamente, esta insti-

    ucin pblica atada a su propia estructura y que debera

    er crtica, hace precisamente lo contrario. Y todo esto se

    hace muy evidente ante paradigmas alternativos como el

    de la Soberana Alimentaria.

    Las caractersticas de complejidad, de potencial revolucio-

    nario, su crtica a las lgicas establecidas son las que hacen

    que la Soberana Alimentaria no se aborde en las aulas, que-

    dando relegada en el mejor de los casos a un simple concepto

    a definir o como una lectura recomendada.

    Que la Soberana Alimentaria o la Agroecologa sean

    una realidad en expansin y de referencia para muchos

    movimientos y poblacin tampoco est, de momento,

    haciendo que su pensamiento se incorpore en carreras

    que, es obvio, las deberan de tratar con mayor concrecin,

    omo Veterinaria o las Ciencias Agrarias, ni en estudios

    ms interdisciplinares como las Ciencias Ambientales o

    a Geografa. E, insistimos, cuando se incluyen se hace de

    orma compartimentada y aislada, sin entender los desa-os pedaggicos que implica tratarlas en profundidad.

    Esta es la opinin de un alumnado inconformista, des-

    pierto, que ha tenido la suerte de encontrar unas grietas

    de pensamiento crtico. Jornadas como las celebradas

    n la Universidad Autnoma de Barcelona a finales del

    pasado ao 2013 ayudan a conseguir ms masa crtica y

    emover el pensamiento de compaeras y compaeros.

    Tambin para conocer a aquellas personas que ya hace

    iempo luchan por las mismas utopas, para compar-

    ir experiencias y acumular conocimientos y prcticas.

    Realizar las jornadas en el marco de la universidad pero

    uera de su lgica nos hizo reflexionar sobre cul es la

    ealidad de nuestras facultades.

    El profesorado se est convirtiendo enpublicista, ms que en educadores.

    Y es a partir de la constatacin de la situacin actual de

    la universidad que creemos que urge mover ficha en otrasdirecciones. Hay que buscar formas de conectar al profe-

    sorado crtico con el alumnado ms implicado, motivar

    a las y los estudiantes para que se planteen qu hay ms

    all de la estructura dominante y crear espacios de conoci-

    miento compartido y horizontal.

    Estos son los objetivos que comparten Ambient Crtic,

    lHortet de lAutnoma y tantas otras iniciativas similares.

    Pretendemos forjar un debate entre nuestros compaeros

    y compaeras de pupitres y, ms que emitir argumentos,

    aprender cmo contrastarlos y fo rtalecerlos. Queremos

    autoformarnos y aprender no slo de la academia sino

    tambin de otros agentes de la sociedad (activistas,

    organizaciones sociales, campesinas y campesinos, etc.)

    tejiendo esas alianzas que desde la soberana alimentaria

    se demuestran imprescindibles.Y lo queremos hacer desde

    espacios asamblearios, en colaboracin con otras institu-

    ciones estudiantiles y del profesorado, poniendo en las

    pizarras las diferentes formas de razonamiento y visiones

    que puedan existir sobre un mismo tema, contra el pensa-

    miento nico.

    El camino hacia nuevos paradigmas de aprendizajeest lleno de dificultades y es posible que mientas tanto

    surjan otros espacios para desarrollar las tareas menciona-

    das, pero la universidad contina siendo un lugar esencial

    donde desarrollar lo expuesto y tiene un enorme poten-

    cial. Creemos firmemente que vale la pena luchar por

    reivindicar los valores de la opinin, el debate y la crtica

    radical.

    LHortet i Ambient Crtic

    www.hortet.cat

    ambientcritic.blogspot.com.es

    Escuelas campesinaspara la Soberana

    Alimentaria

    Jernimo Aguado, Antonio Vias y David Gallar

    CAMBIO, TERRITORIOYLIDERAZGO

    Son muchos los cambios que acontecen en la socie-dad donde vivimos, cambios que se producen demanera muy rpida en el contexto internacionaly que diariamente afectan a nuestra vida cotidiana .

    Cualquiera que desee situarse de forma activa y crtica

    ante el mundo tiene que hacer una apuesta firme por la

    formacin permanente, entendida sta como un espacio

    donde se aprende a interpretar y reinterpretar el mundo

    que nos rodea para as poderlo cambiar. Aprender significa

    sentirse en la historia persona de pleno derecho, saberse

    heredera y parte, actor y consciencia.

    Como personas que persiguen con afn Un mundo

    rural vivonecesitamos hacer de la formacin una herra-

    mienta clave para asegurar la presencia activa y crtica, as

    como la incorporacin de personas militantes (en especial

    jvenes) en el conjunto de las organizaciones y movi-

    mientos sociales, haciendo mayor hincapi en aquellas de

    orientacin campesina que estn en la lnea de la sobera-

    na alimentaria. Creemos que es urgente construir nuevos

    Compromiso y formacin poltica para el cambio social

    Estudiantes y profesorado de la Escuela de Accin Campesina en el primer encuentro presencial el pasado mes de enero en Segovia.

    SABC / FEBRERO 2014 / NM. 16 / EN PIE DE ESPIGA22 23EN PIE DE ESPIGA / SABC / FEBRERO 2014 / NM. 16

  • 7/25/2019 Soberania Alimentaria- Revista- Educacin

    13/25

    iderazgos campesinos en estas entidades, que asuman y

    vivan en plenitud la esencia de la lucha por un medio

    ural, y que miren hacia los valores de la agricultura de

    proximidad y la ciudadana.

    LAPEDAGOGALIBERADORADEPAULOFREIRE: AURORAYESPEJO

    Las diferentes iniciativas que los movimientos cam-

    pesinos estn llevando a cabo se inspiran en la visin

    que aporta el pedagogo brasileo Paulo Freire desde su

    manera de entender la educacin como una prctica de liber-

    ad, ttulo que da pie a uno de sus libros. Nacido en Recife

    1921), destaca por su labor de alfabetizacin en comuni-

    dades rurales latinoamericanas y africanas, proponiendo

    un mtodo de lectoescritura que incorpora la dimensin

    poltica (no hay texto sin aprehender el contexto) y creativa

    del individuo.Mi visin de la alfabetizacin , vino a decir, vams all del ba, be, bi, bo, bu. Porque implica una compren-

    in crtica de la realidad social, poltica y econmica en la que

    st el alfabetizado. En s misma, esta manera de afrontar la

    generalidad del acto educativo como un hecho de inves-

    igacin y comunicacin entre iguales (de liberacin y

    descubrimiento, no de adoctrinamiento, s de educacin

    popular) conduce a que su pedagoga sea considerada

    omo una de las perspectivas ms renovadoras en materia

    de educacin del siglo XX.

    La formacin se plantea como un acto poltico de

    orientacin de personalidades hacia una aprehensin y

    ambio de la realidad rural/urbana actual. Y todo ello

    desde un visionado crtico y unas prcticas coherentes

    on una revisin del valor histrico de lo campesino y de

    a soberana alimentaria. La educacin ha de producir un

    fecto de desarrollo personal liberador y solidario; es decir,

    que la formacin en y para la nueva cultura rural empren-

    dedora debe permitir al individuo no solo adiestrarse en

    habilidades de carcter tcnico-prctico, sino relanzarlo

    hacia actitudes de motivacin hacia el aprendizaje perma-

    nente y a la transformacin social de su entorno.

    Si el sistema econmico-laboral solo piensa en trminos

    de adaptacin-entrenamiento, los procesos formativos que se

    generen desde las propuestas campesinas debieran orientarse

    hacia dinmicas de denuncia y anuncio, de pronuncia-

    miento y transformacin, de aprendizaje, creacin y cambio

    social, teniendo como referencia la cultura de la tierra: la

    agricultura.

    UNIVERSIDADPARAELMUNDORURAL

    La Universidad Rural Paulo Freire (URPF), despus

    de un profundo debate de varios aos, nace en 2006 en el

    Estado espaol como un proyecto educativo que parte del

    La URPF es el result ado de un proceso de resis tencia y de toma de conciencia del valor de la cultura

    rural. Somos grupos diversos, de diferentes comarcas y regiones, como diversa es la realidad y la

    riqueza de los lugares donde vivimos y trabajamos. A todos nos identifica la lucha por mantener vivos

    nuestros pueblos, a pesar de su actual decadencia; vivas nuestras agriculturas, a pesar de su constante

    desmantelamiento tras la imposicin del modelo agroindustrial; vivos nuestros ecosistemas, a pesar de

    su galopante deterioro; y, sobre todo, la creencia firme de que vivir en el medio rural merece la pena.

    reconocimiento de la vida campesina, de la valorizacin

    y validacin del saber popular y del saber prctico, de la

    experiencia como punto de partida de la educacin y la

    creacin sociocultural. Existen en el medio rural personas

    con un cmulo de conocimientos de carcter emprico

    que, por su experiencia de vida y de trabajo, han venido

    desarrollando propuestas concretas dentro del campo de la

    produccin sustentable. Y estas experiencias requieren ser

    tenidas en cuenta por el mbito institucional a la hora de

    validar tecnologas apropiadas y esenciales en la actualidad

    para desarrollar el concepto de sustentabilidad. Volver a

    descubrirlas y rescatarlas para que no nos sigan allanando

    el saber y lo conviertan en un erial uniforme es un obje-

    tivo esencial en esta tarea educadora. Como dira Freire:ser, para que no sean por m y afirmar la sabidura rural y

    universal de los pueblos. Nos situamos en una perspectiva

    social de la ciencia y la investigacin: el conocimiento

    como construccin colectiva entre iguales.

    Nuestra apuesta es clara, la URPF es:

    un instrumento ms para favorecer procesos que

    construyan un desarrollo a escala humana, donde

    la sustentabilidad ecolgica sea la base de la vida

    en armona con todos los seres vivos y la intercul-

    turalidad sea un valor y no un problema, donde se

    favorezcan las relaciones armoniosas entre hombre

    y mujer,

    donde se creen estructuras sociales que constru-

    yan la democracia participativa y radical,

    donde la solidaridad llene de sentido comunita-

    rio nuestra vida, y

    donde el conjunto de bienes y servicios sean

    patrimonio comn de la humanidad.

    En este contexto, se concibe desde la perspectiva de un

    desarrollo rural integral. Es decir, aquel que, partiendo de

    un paradigma conflictivista, se configura como estrategia

    y metodologa de planificacin que persigue la organiza-

    cin autosuficiente de las comunidades rurales, en base

    a procesos de formacin crticos, concientizadoresy trans-

    formadores. Es un modelo de desarrollo comunitario,

    solidario y sustentable y, por lo tanto, este planteamiento

    implica cambios profundos sobre la estructura social

    del sistema que afectan a una redistribucin justa de la

    riqueza.

    LAESCUELADEACCINCAMPESINALa ltima de las iniciativas en el Estado espaol es la

    Escuela de Accin Campesina, un proyecto de formacin

    dentro de las organizaciones campesinas locales para

    avanzar en el cambio agrocoecolgico hacia la soberana

    alimentaria.

    De manera esencial esta Escuela de Accin Campesina

    pretende ser un espacio para construir este sentido propio

    de vivencia y accin rural ligada a la agricultura comoforma de vida, y su ineludible vinculacin con el acto de

    alimentar a la sociedad y cuidar del medio ambiente desde

    lgicas sustentables. Se trata de fortalecer nuestras prcti-

    cas y discursos frente a una cultura alimentaria y una pol-

    tica hegemnica en las que prevalece una economa que se

    hace insostenible a todas luces, al apoyarse en los valores

    de la mercanca, la competitividad y la injusticia.

    La Escuela de Accin Campesina se orienta hacia una

    formacin autodidctica, que participe del compromiso

    por la historia del campesinado y sus relaciones con el

    valor de la tierra (agricultura).

    La Escuela de Accin Campesina pretende que las perso-

    nas que participen en ella sean capaces de impulsar procesos

    de reflexin y accin colectiva hacia la restitucin de la

    dignidad del medio rural en todos sus mbitos.

    En ese sentido, en gran medida deben desarrollar habi-

    lidades para el anlisis de la realidad global aplicada a lo

    local y dinmicas de interlocucin social y poltica con los

    grupos humanos, las entidades del entorno y las admi-nistraciones pblicas. Construir liderazgo es hablar de

    personas insertas en procesos y organizaciones que, poco a

    poco, deben ir aprendiendo profundamente a escuchar las

    necesidades de su territorio en la propia voz de territorio.

    De aprender a estar arriba y abajo, dentro y fuera. De

    ser ave y lombriz, orilla y ro, montaa y valle. De sumar

    accin y pensamiento.

    UNENFOQUEESENCIAL: PLANDEACCIN, ORGANIZACINYTERRITORIO

    Esta primera propuesta formativa de la Escuela basa su

    planificacin curricular en un enfoque que ha de configu-

    rar todo el proceso educativo: la definicin y ejecucin de

    un Plan de Accin Campesina para y con la organizacin

    social y el territorio.

    El Plan de Accin Campesina que debe elaborar cada

    alumno/a se constituye como uno de los ejes sobre el que

    girar el proceso de enseanza/aprendizaje. Su definicin

    se har en dilogo con la organizacin y con la persona

    que desarrollar las funciones tutoriales desde el punto de

    vista pedaggico. Y est destinado a reconocer junto conellos cules son los principales elementos y procesos de la

    agricultura y la soberana alimentaria en los territorios;

    a partir de ah se trata de definir de manera participativa

    con los agentes del territorio qu hacer para fortalecer los

    procesos transformadores de la organizacin y la sobera-

    na alimentaria en la regin. Para ello se trabajar con la

    alumna el manejo de las metodologas participativas. En

    este proceso la trada alumna-tutora-organizacin es la

    base fundamental para ubicar la utilidad y arraigo de este

    Plan de Accin Campesina. Su construccin es una de las

    bases pedaggicas y evaluadoras del proceso de formacin.

    Este Plan de Accin ha de levantarse teniendo en

    cuenta su intencionada vocacin de laboratorio para

    desarrollar estrategias de accin social crtica en un doble

    Liderazgo es hablarde personas insertas enprocesos y organizacionesque, poco a poco, deben iraprendiendo profundamentea escuchar las necesidades

    de su territorio en lapropia voz de territorio. Deaprender a estar arriba yabajo, dentro y fuera.

    SABC / FEBRERO 2014 / NM. 16 / EN PIE DE ESPIGA24 25EN PIE DE ESPIGA / SABC / FEBRERO 2014 / NM. 16

  • 7/25/2019 Soberania Alimentaria- Revista- Educacin

    14/25

    La Escuela de Accin Campesina es un proyecto

    que se genera dentro de la Universidad Rural Paulo

    Freire (URPF) y en el que estn comprometidas

    otras entidades amigas ligadas a la Plataforma

    Rural. Alianzas por un mundo rural vivo: Fundacin

    Mundubat, COAG, Colectivos de Accin Solidaria

    (CAS), Amigos de la Tierra, VSF/Justicia Alimentaria

    Global, el Instituto de Sociologa y Estudios

    Campesinos (ISEC) y ENHE Bizkaia. Desde cada

    una de ellas se est haciendo todo lo posible por

    levantar este proyecto educativo. Es un valor comn

    el que se quiera ser una aportacin firme, desde

    lo educativo, a esa necesidad de cambio de rumbo

    que necesita la sociedad actual y especialmente

    la sociedad rural. Desde una perspectiva global,

    se tiene claro que lo campesino es la va. Lacultura campesina, con todas sus contradicciones e

    imperfecciones, creemos que encierra las claves para

    plantear de manera ms correcta la construccin

    de un modelo de desarrollo local sustentable.

    entido: hacia la propia organizacin a la que se perte-

    nece, procurando la reflexin sobre aquellos aspectos que

    puedan mejorarla sustancialmente desde la participacin

    y la recreacin colectiva de su misin. Y, por otro lado,

    eniendo como escenario el territorio para la necesaria

    movilizacin de los activos sociales. El territorio como

    hogar fsico y social desde el que materializar dinmicas

    para seguir configurando una filosofa y unas prcticas de

    vida campesina.

    MDULOSDECONTENIDOSBSICOSEn paralelo a la construccin del Plan de Accin, la

    Escuela ha seleccionado una estructura de contenidos para

    eflexionar con el alumnado los conocimientos bsicos en

    a tarea de comprender, impulsar y fortalecer el cambio

    ocial agroecolgico hacia la soberana alimentaria en

    os territorios. En este sentido, se han seleccionado seismdulos de contenidos de trabajo:La alimentacin en el sis-

    ema internacional; Herramientas y metodologas de educacin

    opular; La propuesta campesina; Aproximacin a la historia

    graria y sus movimientos sociales; La propuesta feminista

    ampesina y Actores y dinmicas sociales en el medio rural.

    Jernimo Aguado, Antonio Vias y David Gallar

    son miembros de la Universidad Rural Paulo Freire

    Experiencias deformacin laVa Campesina

    Sudamrica

    Andrea Francine Batista

    LAFORMACINCAMPESINATRANSFORMADORA

    Frente a las polticas neoliberales que han globalizadotodos los territorios han surgido respuestas desde laresistencia y la lucha de movimientos sociales organi-zados destacando la articulacin internacional de organiza-

    ciones del campo: la Va Campesina Internacional (VCI),

    que viene forjando una propuesta fundada en la agroeco-

    loga y la soberana alimentaria. La VCI, desde su estruc-

    tura organizativa horizontal y colectiva, busca construir

    la unidad de las organizaciones del campo impulsando las

    luchas, campaas y procesos de formacin en agroecologa

    de sus integrantes, forjando as, su propio pensamiento y

    la consciencia de su propia clase.

    Los procesos de formacin de la VCI, realizados en

    especial en Latinoamrica, se pueden considerar a dos

    niveles. En primer lugar poniendo esfuerzos en la forma-

    cin de base, con talleres, campaas, y el mtodo campe-

    sino a campesino buscando llegar al mximo nmero de

    campesinas y campesinos. Y, en segundo lugar, se desarro-lla una estrategia de construccin de Escuelas e Institutos

    de Agroecologa con cursos tcnicos, , ingenieras y post-

    grados, siempre apuntando los elementos estratgicos de

    la soberana alimentaria y la agroecologa.

    ELMTODOCAMPESINO/AACAMPESINO/AEl histrico mtodo de trabajo de base Campesino a

    Campesino surge en la dcada de los 60 con prcticas en

    Guatemala, Mxico, Honduras y Nicaragua, promoviendo

    la crtica a la revolucin verde. En 1997 es rescatado

    por la Asociacin Nacional de Pequeos Agricultores

    (ANAP), miembro de VCI en Cuba, proyectando el

    Movimiento Agroecolgico Campesino a Campesino

    con gran crecimiento a partir de 2004. Este movimiento

    toma sus bases del pensamiento de Paulo Freire y traza

    una metodologa de comunicacin horizontal entre locampesino y lo tcnico, contraponindose a la forma cl-

    sica de extensionismo agrario donde son las y los tcnicos

    quienes unilateralmente trasladan sus criterios. Desde una

    concepcin de educacin popular y trabajo de concientiza-

    cin, este mtodo est fundado en la praxis de la forma-

    cin para la transformacin social.

    Otras acciones que componen el mtodo Campesino a

    Campesino consisten en aprender las claves de la agroeco-

    loga hacindose preguntas colectivas y experimentar

    y evaluar las posibles alternativas para solucionar un

    problema formulando hiptesis de trabajo, observando y

    comparando resultados. El desarrollo de las habilidades

    de comunicacin en grupo permite socializar mejor los

    resultados y aumentar su efecto multiplicador.

    Todos estosprocesos son destinadosal campesinado que formaparte de las organizacionessociales integrantes de laVa Campesina.

    *

    Ms informacin de la escuela campesina:[email protected]

    SABC / FEBRERO 2014 / NM. 16 / EN PIE DE ESPIGA26 27EN PIE DE ESPIGA / SABC / FEBRERO 2014 / NM. 16

  • 7/25/2019 Soberania Alimentaria- Revista- Educacin

    15/25

    *PALABRADECAMPO

    El xito del Campesino a Campesino est en descu-

    brir, reconocer, aprovechar y socia lizar los conocimientos

    igados a sus condiciones objetivas e histricas concretas.

    LASESCUELASCAMPESINASTambin es importante mencionar las experiencias de

    onstruccin de Escuelas e Institutos en Agroecologa de

    a VCI donde se realizan cursos tecnolgicos, de grado y

    post-grado gracias a acuerdos entre los movimientos socia-

    es y Universidades o Institutos de los sistemas pblicos

    de cada estado. Citamos como ejemplo los Institutos de

    Agroecologa Latinoamericanos IALA como el IALA

    Paulo Freire ubicado en Venezuela y el IALA Guaran

    ubicado en Paraguay con el curso de Ingeniera en

    Agroecologa;; o el IALA Amaznico ubicado en l a regin

    maznica de Brasil con el curso de Especializacin en

    Agroecologa. Tambin importante mencionar la EscuelaLatinoamericana de Agroecologa ELAA, en el sur de

    Brasil con el curso de Tecnlogo en Agroecologa; y la

    Universidad Campesina UNICAM en Argentina con *

    cursos libres y talleres de agroecologa. Todos estos proce-

    sos son destinados al campesinado que forma parte de las

    organizaciones sociales integrantes de la Va Campesina.

    Estas experiencias de formacin poltica y agroeco-

    lgica realizadas por La Va Campesina, juntamente

    con sus procesos organizativos, sus luchas y discusiones,

    son acciones claras contra la hegemona del capital en el

    campo y sus consecuencias.

    Andrea Francine Batista

    Profesora del Curso de Educacin del Campo de la

    Universidad Federal Fronteira Sul Campus de Laranjeiras

    do Sul Paran - Brasil. Integrante de Movimiento de los

    Trabajadores Rurales Sin Tierra (Brasil).

    [email protected]

    Cuando los cultivosalimentan coches

    Primer da de clase. Un ao ms me enfrento alhorror del inicio de curso.Mi pedaleo tembloroso me va acercando a lapuerta del insti, donde ya de lejos distingo varios rostros

    conocidos. Ah estn, las ms populares, en la mismsima

    puerta, y tengo que pasar delante. Intento hacerme la

    invisible pero no lo consigo: Nuclear me suelta una colleja

    que despierta unas risas encendidas. Menos mal que logro

    escabullirme para que no me hagan pasello.

    Merodeo por el patio, a la espera de que suene la cam-

    pana, observando los pocos cambios. Somos las de siem-

    pre, unas llaman ms la atencin y otras menos... y otras

    nada, claro. Oigo comentarios acerca de la nueva pero no

    consigo hacerme a la idea.

    En conserjera me informan de que me ha tocado el

    grupo B. Este ao parece que han optado por la separa-

    cin: dicen que a vosotras se os saca ms rendimiento

    cuando os juntis, ya sabes, algunas brillan demasiado,me susurra la conserje.

    Me encamino a la clase. Oh, no, ah est el Petri,

    como me vea... Tengo suerte, est completamente ensi-

    mismado en explicarle a un grupo de novatas que l tiene

    para rato, que lo del pico ese que se rumorea es un chisme

    estpido.

    Me asomo al aula que me ha tocado. Lo que me espe-

    raba, me han colado en la clase de las Renos.

    Desde el umbral observo el ambiente sin decidir a qu

    grupito sumarme. Entonces veo unas aspas hacindome

    seas. Ufff, qu alivio, est en mi clase Molino Hidrulico.

    Se ha colocado en la ltima fila, como cada ao. Me

    encanta estar con l porque consigue darme nimos para

    seguir con esto. A l no le importa nada ser un nisu,

    incluso presume de pertenecer a la genealoga ms antigua

    del insti, y siempre me recuerda que hay que tener pacien-

    cia, que ya vendrn otros tiempos en los que no seremos

    unas incomprendidas. Me cuesta creerle.

    Le pregunto por el verano, aunque s que lo ha pasado

    de maravilla en el pueblo, y de paso le sonsaco informa-

    cin sobre la nueva, de la que he odo que se da muchos

    aires.

    Bueno, aires, lo que se dice aires no se da. Ya sabes

    que como nuestra Elica no hay ninguna.

    S, nuestra Elica se da muchos aires pero lt ima-

    mente se ha vuelto demasiado sofisticada. Me gustaba ms

    antes, menos estilizada. A m, esas aspas que bambolea

    ahora me resultan un poco tenebrosas.

    Mira, cada una evoluciona como con sidera. Pero me

    habas preguntado por la nueva. Me han dicho que se lo

    tiene un poco subido. Pero el bombazo es que la haban

    colado en el grupo A y ha venido su familia a protestarporque queran que estuviera en el B.

    Pero si las del A son siempre las mejores, las que ms

    xito tienen, las de mejores notas.

    S, pero no las ms lista s y sta parece serlo mucho.

    El ruido nos interrumpe. La tutora ha entrado y

    cada cual vuelve a su sitio. Qu mala suerte, otra vez mi

    asiento est detrs de Geomotriz, con ese olorcillo a huevo

    podrido que desprende. Por su parte, Maremotriz s e queda

    en medio del pasillo, caminando hacia delante y hacia

    atrs, sin decidirse en qu silla colocarse. Undi, una de

    sus mejores amigas, le hace estruendosas seas desde las

    primeras filas, mientras la profesora le recuerda que si este

    ao sigue tan ruidosa la manda al fondo del aula, donde

    suele quedarse ms tranquila si no surgen problemas.

    PALABRADECAMPO

    Publicamos el segundo de los textos premiados

    en el certamen de relato corto de Ecologistas en Accin

    LANUEVADELACLASE

    SABC / FEBRERO 2014 / NM. 16 / EN PIE DE ESPIGA28

  • 7/25/2019 Soberania Alimentaria- Revista- Educacin

    16/25

    Dando el tiempo de cortesa por terminado, la tutora

    da unos pasos para ir a cerrar la puerta cuando llegan

    otundas Presa y Embalse, que no tenan muy claro si les

    ocaba el grupo A o el B.

    Venga, chicas, cada ao os veo ms despistadas.

    Empecemos ya. Buenos das a todas, bienvenidas al nuevo

    urso. Espero que este ao...

    Justo entonces se abre la puert a y aparece la nueva.

    Todas contenemos el aliento. Es ella.

    Buenos das, siento el retraso. Me llamo B iodisel y

    me han dicho abajo que mi clase es la B, se presenta.

    T qu dices! Biomasa se revuelve airada De bio,

    nada. Agrodisel como mucho. De los agrocombustibles,

    a nica bio soy yo...

    Pues s soy bio porque la emisin de gases de efecto

    nvernadero es mucho menor y provengo de materia

    vegetal...Venga, mona, no nos cuentes milongas le replica

    Elica, que por tu culpa se ha disparado la produccin de

    monocultivos con la consiguiente amenaza a la biodiversi-

    dad del mundo vegetal.

    Habl la asesina de pjaros le replica Solar, que se

    mete en la discusin.

    T te callas, elitista responde altiva Elica. Adems,

    Agrodisel, pretendes ir de bio pero explotas a los p ases

    del Sur tanto o ms como las del A.

    Me ests comparando con l a Nuclear o con el

    Petrleo?

    Digamos que te conviertes en un producto ms del

    mercado, te ofreces como una alternativa competitiva

    explica con calma Geotrmica que no tiene por qu

    reducir el nivel de consumo. Y eso ya sabes que gusta

    mucho.

    Me lo est diciendo una que conta mina aguas arriba y

    abajo intenta defenderse Agrodisel.

    Perdona que te explique, pero no es la nica que con-

    tamina aguas Biomasa vuelve a la ca