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SOBERANÍA ALIMENTARIA Y AGROECOLOGÍA I INFOAGRO COLOMBIA 100 I MAYO 2014 Soberanía alimentaria y agroecología Una publicación de INFOAGRO COLOMBIA Edición No. 100 I Medellín I Colombia I Mayo, 2014 www.infoagrocolombia.com HERNÁN PÉREZ ZAPATA [EDITOR-COAUTOR] POR LA SOBERANÍA ALIMENTARIA NO A LAS IMPORTACIONES EDICIÓN ESPECIAL

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SOBERANÍA ALIMENTARIA Y AGROECOLOGÍA I INFOAGRO COLOMBIA 100 I MAYO 2014

Soberanía alimentariay agroecología

Una publicación de INFOAGRO COLOMBIA

Edición No. 100 I Medellín I Colombia I Mayo, 2014www.infoagrocolombia.com

HERNÁN PÉREZ ZAPATA[EdItor-CoaUtor]

POR LA SOBERANÍA ALIMENTARIA NO A LAS IMPORTACIONES

EdICIÓN ESPECIAL

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SOBERANÍA ALIMENTARIA Y AGROECOLOGÍA I INFOAGRO COLOMBIA 100 I MAYO 2014

Soberanía alimentariay agroecología

PONENCIAS, ARTÍCuLOS Y COMENTARIOS dE:Carlos E. NaraNjo ossa, Eudoro alvarEz CohECha, angel alberto Caro,

Guillermo vásqUEz vElásqUEz, leonel joaquín jUvINao CrUz, libardo GÓMEz, lilliam Eugenia GÓMEz alvarEz, alejandro hENao salazar, diana María PEña G.,

Francisco GUErrEro MENdoza, Germán vélEz (Grupo SemillaS), Mario alejandro valENCIa, Enrique daza GaMba, Eduardo sarMIENto PalaCIo, jorge Enrique roblEdo C.,

aurelio sUárEz MoNtoya, alfonso aPoNtE lÓPEz, ana Milena lÓPEz vélEz, alejandro rodríGUEz MEIsEl, ramiro CaMaCho bUstos,

yamel lÓPEz ForEro, Gustavo trIaNa sUárEz.HERNÁN PÉREZ ZAPATA [editor-coautor]

EdICIÓN EsPECIal INFOAGRO COLOMBIA 100/ MEdEllíN, Mayo dE 2014

POR LA SOBERANÍA ALIMENTARIA NO A LAS IMPORTACIONES

EdICIÓN ESPECIAL

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EL JuRAMENTOdE LOS INGENIEROS AGRÓNOMOS

(1936)Referencia al Centenario de las Ciencias Agrarias en Colombia (1914-2014)

[Resaltado y subRayado del editoR]

“Estimados amigos: Les comparto esta belleza de texto del juramento que prestaban los Inge-nieros Agrónomos que se graduaban en el Instituto Agrícola Nacional (hoy Facultad de Ciencias Agrarias, UN Medellín)por los años de 1936:

“¿Juráis a dios y prometéis a la Patria obedecer y observar la Constitución y las leyes de la República, sostener su independencia y soberanía, propender en todo tiempo por el adelanto del Instituto, ser leal a él, defender los intereses de los agricultores, especialmente de los pequeños, y desempeñar con honradez vuestra profesión?”

GuILLERMO VÁSQuEZ VELÁSQuEZProfesor Asociado - Dpto. Ciencias Forestales. Hidrología Forestal

Uso de la Tierra Rural. Facultad de Ciencias Agrarias. Universidad Nacional, Medellín

POR LA SOBERANÍA ALIMENTARIA NO A LAS IMPORTACIONES

EdICIÓN ESPECIAL

dEdICATORIA:A los aportantes a las conmemoraciones del centenario de las ciencias agrarias en Colombia (1914-2014).A los ingenieros agrónomos y demás profesionales de las ciencias agrarias en Colombia y a sus organizaciones gremiales.A los estudiantes, profesores y directivos de las Instituciones de educación agrícola en Colombia.A la conmemoración de 2014 como el AÑO INTERNACIONAL DE LA AGRICULTURA FAMILIAR (Naciones Unidas, FAO y Comités de impulso locales, regionales, nacionales e internacionales).A los movimientos de las Dignidades Agrarias y demás agrupaciones que luchan por la defensa de la producción agraria y alimentaria nacional en pro de nuestra SOBERANÍA ALIMENTARIA NACIONAL.A los campesinos, empresariado y trabajadores rurales que con su patriótico esfuerzo contribuyen a abastecer nuestra dieta alimentaria y enfrentan el ancestral abandono e incumplimiento del Estado que busca con los TLC acabar con nuestra producción agraria nacional.A nuestros consumidores nacionales que buscan una producción sostenible, saludable y agroecológica ante la invasión de la revolución verde de las transnacionales que ha caducado en el mundo y para la defensa de nuestra soberanía alimentaria y medio ambiente favorable para la humanidad.A los mártires caídos en las bananeras del Magdalena y Urabá por una Colombia libre y democrática.A Leonor Gómez de Pérez, mi inseparable esposa de 50 años de amor, felicidad y lucha y a nuestra familia que nos ha acompañado en todo este recorrido.

El editor

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CONTENIdO

PRÓLOGO Sobre soberanía y seguridad alimentaria / 7

PRESENTACIÓN Por la soberanía alimentaria y la agroecología / 9

01] POR LA SOBERANÍA ALIMENTARIA NACIONAL Sálvese el que pueda y que sobrevivan los más capaces / 10 La comida es el reto fundamental para una politica agraria nacional

y democrática en colombia / 12 Ingenieros agronomos indignados apoyan luchas campesinas civilizadas / 14 Cuestionamientos sin respuesta en el xix congreso de ingenieros agrónomos / 15 Carta abierta al gobierno nacional y a los campesinos del país / 16 Pacto Agrario Chimbo / 17 Cafeteros saldrán del mapa...si / 19 Cien años de las ciencias agrarias en Colombia / 21 La educacion y la agricultura. De la privatización a la financiación estatal con democracia / 23 Ateneo agrario: revoluciones verde y agroecológica / 24 ¿Hacia nueva movilizacion cívica nacional en defensa del agro? / 26

02] EL AGRO COLOMBIANO Y SuS PROBLEMAS fuNdAMENTALES / 27 Ponencia de carloS e. NaraNjo ossa y Eudoro álvarEz CohECha Visión empresarial nacional y la actual coyuntura del agro Colombiano / 48

03] LA AGRICuLTuRA fAMILIAR MOTOR dEL dESARROLLO / 50 El calvario del fríjol / 51 Remiendos inútiles [eudoRo alvaRez cohecha] / 52

04] PROPuESTA PROdEfENSA Y SALVACIÓN dEL SECTOR AGROALIMENTARIO dE ANTIOQuIA Y COLOMBIA / 53

05] EL NEGOCIO dEL HAMBRE Y LA SOBERANÍA ALIMENTARIA / 55 El negocio del hambre: una respuesta a la crisis de sobreacumulación de capital / 61

06] ALIMENTOS ECOLÓGICOS PARA uNA VIdA SANA / 67

07] VEINTICINCO AñOS SIN EL MAESTRO HERNANdO PATIñO CRuZ / 73

08] CuLTIVOS dE PLANTAS TRANSGÉNICAS, AMENAZA O ESPERANZA / 74

09] LAS LEYES dE SEMILLAS, ANIQuILAN LA SOBERANÍA Y LA AuTONOMÍA ALIMENTARIA / 77

¡A lo que llegamos! Semillas delincuentes / 85

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Debate sobre trangénicos: pongamos cuidado / 87

10] CRÍTICAS AL MOdELO NEOLIBERAL dE LA AGRICuLTuRA Y LA ALIMENTACIÓN EN EE.uu. / 89

11] EL TLC CON EE.uu., ¿ES BuENO PARA COLOMBIA? / 92 Recalca. El TLC: ¿cambiar la soberanía por “oportunidades de negocios” para unos pocos? / 95 Aprobación del TLC en su peor momento / 96 El TLC y la intensificación de la acción recolonizadora de EE.UU. / 97 El TLC con Estados Unidos: lo peor para Colombia en 192 Años / 98 Urge renegociar los TLC / 100 Verdades desconocidas de las “asociaciones” entre pequeños productores e Indupalma: caso de Coopsabana / 103

12] HOMENAJE A LA LuCHA Y A LOS MÁRTIRES dE 1928 EN CIÉNAGA / 109 A los 80 años de la lucha y masacre en las Bananeras del Magdalena / 110 Que el Prometeo de la Libertad guíe nuestras luchas por la Segunda Independencia de Colombia / 116 80 años y la masacre bananera continúa / 116 Declaración unitaria de Ciénaga frente al Prometeo de la Libertad / 117

13] BREVE HISTORIA dE LA INduSTRIA dEL BANANO EN COLOMBIA / 120 Amnesias y confusiones cafeteras / 121 Los desaciertos del libre comercio / 123

14] PROduCCIÓN ECOLÓGICA, ALIMENTACIÓN SANA / 125 Clinton, Haití y nuestra soberanía alimentaria / 128 Multinacional Anglogold Ashanti amenaza soberanía agroalimentaria / 129 Sin investigación no hay soberanía ni seguridad alimentaria / 130 Sobre el maíz en Iowa y Colombia / 131 La pérdida del maíz ETO / 132 Del palacio del maíz en Dakota, al reino de la estupidez en Colombia / 133 Declaración agroecológica de Lima / 134 Declaración del encuentro de la red de semillas libres de Colombia / 137

15] “LA AGROECOLOGÍA ES uN MATRIMONIO dE CONOCIMIENTOS Y LA VÍA CAMPESINA” / 140 entRevista con la agRoecóloga Clara inéS NICholls Estrada

16] LA AGROECOLOGÍA, uNA ALTERNATIVA PARA NuESTRO PAÍS / 143

17] REfLExIONES SOBRE ACIA Y EL ¿QuÉ HACER? / 146 Alfonso Aponte López propone impulso a los Cultivos Protegidos sin Suelo en Colombia / 148

18] PONENCIA: “LA uNIVERSIdAd EN EL CAMPO” / 149

19] INfORME ANALÍTICO SOBRE EL ENdOSuLfÁN / 154

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CSPA: carta abierta a Mindefensa sobre no uso de glifosato en aspersiones aéreas / 158

20] INTENTEMOS SALVAR LA PROduCCIÓN ALGOdONERA COLOMBIANA / 161

21] “fALSO POSITIVO” dEL GOBIERNO CON ASISTENCIA TÉCNICA AGRARIA / 162

22] ALIANZA dEL PACÍfICO: AMENAZA EL AGRO COLOMBIANO / 164 El TLC con Corea y la ganadería / 165 ¡La burla del Gobierno al sector lácteo y agropecuario del país! / 166

23] dEBATE TÉCNICO A fEdECAfE: ESTO APENAS EMPIEZA / 168 ¿Importación de agua a Colombia? / 169

24] TRAS 20 AñOS dE APERTuRA ECONÓMICA, CAMPO E INduSTRIA ESTAN EN RuINAS Y EL PAÍS EN RESISTENCIA / 171

25] SOBRE LA SITuACION dEL SECTOR AGROPECuARIO EN ANTIOQuIA / 173

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SOBRE SOBERANÍA Y SEGuRIdAdALIMENTARIAleonel joaquín juvinao Cruz / Ing. Agr. U.N Bogotá, Especialista en Estudios AmbientalesU. del Magdalena y Empresario Agrario. Ciénaga, Magdalena, 31 marzo, 2014 (Resaltados y subRayados del editoR)

ApreciAdo Hernán: He leído tus comen-tarios acerca del tema de soberanía y segu-ridad alimentaria y deseo aportar un grano de arena al debate.

Inicialmente la seguridad alimentaria abarcaba la idea de la disponibilidad –ac-cesibilidad– sanidad e inocuidad de los alimentos para una población. Con el de-sarrollo del libre comercio mundial y la abo-lición de barreras arancelarias el sentido conceptual del término fue ampliándose al servicio de esta apertura económica.

Es importante definir los conceptos mo-dernos y la diferencia entre sEGUrIdad alIMENtarIa y sobEraNIa alIMENta-rIa. La primera obedece a una visión global de libre comercio donde lo importante es poseer el dinero para comprar los alimen-tos producidos en cualquier parte del mun-do supuestamente en mejores condiciones de precios que los producidos localmente.

Se crea en ese sistema la idea de las “ventajas comparativas” en la cual un país produce un bien con más ventajas que otro y viceversa, creándose de este modo una globalización en la división de producción de alimentos.

En esta especialización mundial los paí-ses más ricos acaparan la producción de la dieta básica de cualquier población, cuales son las proteínas y carbohidratos que se encuentran en alto contenido en cereales (arroz, maíz, trigo, cebada, avena, sorgo, papa, etc.), frijol y soya principalmente.

PRÓLOGO

Estos productos además de constituir una dieta de calidad también sirven de in-sumo para la producción, a través de con-centrados de la proteína animal (carne, leche, huevos, queso, etc.)-

Cuando un país tenga que comprar en el exterior su dieta básica puede tener una seguridad alimentaria temporal, pero no tiene soberanía alimentaria.

La seguridad alimentaria con esa visión depende de muchos factores externos como el precio del dólar, los desastres na-turales en países lejanos, conflictos sociales y políticos internacionales, cambios en la geopolítica de los países desarrollados, etc. También depende de los especulaciones del capital financiero internacional y de las grandes transnacionales comercializadoras de alimentos. Un cambio intempestivo en la oferta de la dieta básica debido alguno de los factores mencionados anteriormen-te crearía una gran hambruna en el país de dimensiones catastróficas, aunque tenga-mos los dólares para comprar alimentos.

la seguridad alimentaria concebida en términos neoliberales es coyuntural y es un factor de dominación política y económica imperialista. Por el contrario la soberanía alimentaria es autónoma, sostenible y cum-ple una función estabilizadora en las rela-ciones internas y externas del país. la so-beranía alimentaria descansa en los brazos de los agricultores, técnicos, investigadores, funcionarios y ciudadanos nacionales.

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Se podría definir como la capacidad de pro-ducir (no de comprar) la dieta básica de la po-blación. La soberanía alimentaria es también uno de los pilares de la soberanía nacional.

En estos momentos Colombia importa mas del 50% de su dieta básica alimentaria debido a la errada política agraria acelerada por los Tratados de Libre Comercio.

Para construir una verdadera soberanía alimentaria necesitamos:

1. desarrollo de la investigación cientí-fica y tecnológica adaptada a las condicio-nes nacionales.;

2. asistencia técnica gratuita;

3. abaratamiento de insumos; 4. Control a importaciones de produc-

tos que pueda producir el país.; 5. Créditos de fomento (baratos, opor-

tunos y suficientes); 6. obras de infraestructura en el campo; 7. Fomento de especies nativas de alto

valor nutritivo.Todos esos elementos al servicio del em-

presariado y campesinado (grandes, me-dianos y pequeños) reemplazaría en corto tiempo la pérdida de soberanía alimentaria.

¡Eso si sería un gran pacto agrario ver-dadero!

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POR LA SOBERANÍA ALIMENTARIA Y LA AGROECOLOGÍA EN COLOMBIA

estAs reflexiones sobre el problema ali-mentario nos llevan a concluir que éste es consecuencia de las políticas neoliberales impuestas a Colombia y al mundo en los úl-timos 50 años.

Igualmente con la previsible hecatom-be, aún más grave que la primera, con las amenazas del libre comercio contra la pro-ducción agropecuaria de capital nacional y en especial con los Tratados de Libre Co-mercio, TLC, impulsados por el Gobierno Colombiano, entre los cuales se amenaza con la ruina a arroceros, paneleros, cafete-ros, maiceros y demás cerealistas, ganade-ros, avicultores, porcinocultores y la cadena láctea, entre otros.

La situación va a tornarse mucho más difícil para los productores nacionales y en consecuencia para los consumidores de ali-mentos, que en vez de importar los produc-tos alimenticios, perfectamente podemos

PRESENTACIÓN

producirlos en Colombia, con el necesario apoyo del Estado.

De este modo lo han hecho y lo conti-núan haciendo los países más desarrolla-dos del mundo.

Se analizan las políticas neoliberales que desarrolla el gobierno de Juan .Manuel Santos y sus Minagriculturas Juan Camilo Restrepo y Rubén Darío Lizarralde con re-lación a lo indicado. Se destaca la continui-dad de las políticas impuestas por Wash-ington a la nación colombiana en la que los TLC forman parte fundamental de los aten-tados contra los productores nacionales y la economía agroalimentaria colombiana en su conjunto...

Los autores de los documentos inclui-dos en estos materiales son responsables de sus propios conceptos. Los que no apa-recen con autor responsable, esta corres-ponde al editor de la publicación.

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[ El dEdo EN la llaGa ]hernán Pérez zapata

El Minagricultura Rubén Darío Lizarralde sigue mostrando sus posiciones neoliberales en

favor de la revolución verde de las transnacionales financieras y co-merciales y la libre importación con los TLC de productos como el arroz, básico en nuestra dieta alimentaria y generosamente subsidiado en más del 50% de sus costos de producción en E.U. y otros países con los que los dos últimos Gobiernos de Uribe y Santos han firmado tratados de libre comercio con condiciones desfavorables para nuestros productores.

En reciente reunión con productores de arroz en Fundación, Magdalena, les expre-só que “si el cultivo no les da ganancias o no les es rentable, pues que lo abandonen por otro que sí les de ganancias o les sea rentable”.

Su afirmación es congruente con los principios guías del neoliberalismo de las transnacionales: “Sálvese el que pueda y que sobrevivan los mas capaces”.

Inmediatamente, técnicos y producto-res de todo el país levantaron su voz de alerta y de indignación. Hasta la misma Fe-deArroz publicó un aviso en prensa nacio-nal reclamando la necesaria protección del Estado a la producción nacional que nos ha abastecido en las últimas cinco décadas.

SÁLVESE EL QuE PuEdA Y QuE SOBREVIVAN LOS MÁS CAPACES

Mientras tanto, el Congreso de E.U. ha duplicado los subsidios a sus agricultores, que los suministra desde su independencia del domi-nio inglés, hace 224 años. Ahora con el Farm Bill les ha duplicado los subsidios de US$46.000 millones a US$96.000 millones anuales para

los próximos 5 años.En la reciente inauguración del Año Inter-

nacional de la Agricultura Familiar, AIAF, el Minagricultura Lizarralde anunció el impul-so a su revolución verde de las transnaciona-les con el modelo INDUPALMA que contrató, sin poner un solo peso, con 8 cooperativas campesinas del Sur de Cesar y Santander. Los campesinos han recibido bajos precios por el grano de la palma africana, han que-dado hipotecados y endeudados en más de $7.200 millones con Bancos de las Islas Vír-genes y se encuentran en la más completa pobreza, desempleo y miseria. “Esclavos del siglo 21” como los ha identificado el Senador Jorge Enrique Robledo en sus debates en el Congreso de la República.

Igualmente, el Presidente Santos ha anunciado inversiones de más de $9 billo-nes en infraestructura y apoyos a la región de la Orinoquia para entregar esas tierras con alto peligro de convertirse en un de-sierto, como en California y el Medio Oeste

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agrario de E.U. y se deja al MinAgricultura con un presupuesto totalmente insuficien-te para apoyar la producción y la asistencia técnica de 15 millones de pobladores de las zonas rurales del país.

La política agraria neoliberal impulsada por el Presidente Santos y su Minagricultu-ra Lizarralde lleva a la ruina a campesinos y empresarios nacionales y los pone en ma-nos de las importaciones que solo benefi-cian a las transnacionales extranjeras.

Con sobradas razones, campesinos, tra-

bajadores y el empresariado patriótico reini-ciaron sus movilizaciones civilizadas y demo-cráticas desde el 17 de marzo en la capital y otras regiones del país y los cafeteros en su XIII Asamblea en Manizales, así como las reu-niones de las Dignidades en Armenia el 24 y en Bogotá el 26 de marzo las han llevado a anunciar nuevas movilizaciones desde el 28 de abril, en defensa de nuestra SOBERANÍA ALIMENTARIA Y NACIONAL, ante el incum-plimiento de los acuerdos con el Gobierno del Presidente Santos.

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Hace medio siglo cuando recibimos el grado de Ingeniero Agrónomo de la Facultad de Ciencias Agrarias de

la Universidad Nacional de Colombia en Medellín, la preocupación principal de los colombianos era la Reforma Social Agraria. Aunque no se ha solucionado por parte del Estado la inequitativa distribución de la propiedad rural, hoy estamos ante una situación totalmente diferente. El proble-ma nacional se ha agudizado fundamen-talmente por las políticas neoliberales o globalización de la economía impuestas al país por E.U., líder de la política y economía Internacional de dominación de los países como Colombia, bajo su órbita.

Ya el país que se abastecía de su dieta alimentaria, depende de las importaciones de alimentos. Antioquia era la despensa de los antioqueños y de la quinta parte de la dieta alimenticia de los Colombianos. Hoy se importa la “bandeja paisa” y 12 millones de toneladas de alimentos, sin contar el contrabando. Más de la mitad de nuestro consumo interno proviene del exterior en virtud de los TLC y políticas de libre impor-tación que benefician a unas pocos multi-nacionales que controlan desde el merca-do, hasta la tierra, las semillas, los créditos y demás factores de la producción para el campo.

La crisis del hermano país de Venezuela es nuestro mejor ejemplo negativo. A pesar de su enorme riqueza petrolera no ha esti-mulado su propia producción de alimentos y depende en más del 95% de las importa-

LA COMIdA ES EL RETO fuNdAMENTALPARA uNA POLITICA AGRARIA NACIONAL

Y dEMOCRÁTICA EN COLOMBIA

ciones. Sin comida producida por el herma-no país, el pueblo y demás integrantes de la hermana República no tienen absoluta-mente nada. Han perdido su soberanía ali-mentaria y estan en manos de los especu-ladores internos y especialmente externos para abastecer a sus ciudadanos.

Argentina y Brasil se han concentrado prioritariamente en la gran agricultura de la revolución verde de las transnacionales fi-nancieras y comerciales. Argentina tuvo un gran desarrollo como despensa del mundo, especialmente durante la I y II Guerras Mun-diales. Ahora depende del abastecimiento alimentario de las pocas multinacionales que controlan el negocio de los alimentos y con ello el “negocio del hambre” como lo ha sustentado la notable investigadora Lilliam Eugenia Gómez Alvarez.

Brasil por su parte, ha hecho una gran inversión en la agricultura familiar atada a la educación, al proveer la dieta alimenta-ria a buena parte de su población. No obs-tante, ésta bajo el régimen neoliberal de las transnacionales de la revolución verde que controlan transitoriamente más de un mi-llón de kilómetros cuadrados de sus mejo-res tierras, generan el deterioro ambiental y abandonan las tierras desérticas como ha ocurrido en los mismos E.U. Un ejemplo es la baja de su cosecha cafetera que disminu-ye de 60 a 48 millones de sacos en el pre-sente año.

A los grandes monopolios internacio-nales solo les interesa es el negocio. Su vi-gencia tiene el límite de sus ganancias y la

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resistencia de los pueblos al saqueo de sus recursos naturales y a la sostenibilidad que se agota y destruye con la revolución verde de esas mismas transnacionales.

En este año 2014, el año internacional de la agricultura familiar, debe servirnos para profundizar la prioridad de nuestras políticas que tienen que basarse en el ma-yor reto del momento. EL RETO DE LA CO-MIDA como asevera el destacado ambien-talista británico James Lovelock que con su escepticismo a sus 92 años sostiene que “es demasiado tarde para corregir el rumbo de la catástrofe que vive la humanidad por el desastre climático y ambiental provocado por las multinacionales impulsadores del

libre comercio y la globalización” (Rev. Se-mana, feb. 22 al 29, 2014)

La defensa de la producción alimentaria nacional, en consecuencia, se pone como prioridad a cualquier otra problemática, como la de la reforma agraria como ocurría hace 50 años. Con razón un Cacique del Toli-ma expresaba: “los indígenas no somos lom-brices…no comemos tierra” ante ofertas gu-bernamentales de dotarlos de tierras con las desventajosas condiciones del libre comercio y la globalización de la economía que sigue entregando el mercado interior de nuestro país a los más grandes monopolizadores que han tenido la humanidad, representados por el imperio estadounidense.

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En carta abierta al Gobierno de Juan Manuel Santos y a los campesinos del país, mas de 400 participantes en

el XIX Congreso Nacional de Ingenieros Agrónomos reunido en Villavicencio del 12 al 14 de septiembre de 2013, expresaron sobre el actual Movimiento Agrario Nacio-nal: “reiteramos el apoyo al reclamo de sus derechos frente al malestar ocasionado por la ausencia de una política de desarrollo rural eficiente en el país y nos sumamos a su clamor, esperando que un VERDADERO PACTO NACIONAL AGRARIO nos proporcio-ne a todos los nacionales una salida digna y beneficiosa para todos”.

Insisten en la participación de los 33.000 ingenieros agrónomos y más de 200.000 profesionales, técnicos y tecnólogos de las ciencias agrarias en Colombia, expresando: “le reiteramos a los gobiernos locales, re-gionales y nacionales, nuestro interés como profesionales en ayudar a la solución de la grave situación de las actividades agrarias desde nuestras fortalezas, nuestra capaci-dad y aún desde nuestras debilidades es-perando además ser mejor reconocidos en nuestro papel. Estamos seguros de tener las herramientas necesarias para hacer par-te de la solución”.

Además de participar con la dirigencia de los campesinos en soluciones democrá-ticas y civilizadas de la grave crisis del agro Colombiano, proponen “trabajar con la Co-misión Quinta del Senado de la República y la recién creada bancada agraria de sena-

INGENIEROS AGRÓNOMOSINdIGNAdOS APOYAN

LuCHAS CAMPESINAS CIVILIZAdAS

dores para lograr acceder a tierras y crédi-tos que impulsen fincas pilotos que sirvan como ejemplo de mejores rendimientos”.

“Hacemos un llamado tanto a profe-sionales de trayectoria como a jóvenes profesionales y estudiantes incluidas otras profesiones afines que permita asumir los retos del futuro y ampliar las formas orga-nizativas que son la manera más acertada de incidir en una verdadera política agraria para el país”

Plantean “como un avance en el proceso de recomposición del campo y sus gentes invitar a todo el sector (profesionales, cam-pesinos, intermediarios, consumidores) a un gran ENCUENTRO DEL CAMPO, regional y nacional”

Esta declaración aclamada por el máxi-mo evento de los Ingenieros Agrónomos Colombianos, que se realiza periódicamen-te desde 1952, es producto del reclamo de los delegados asistentes exigiendo la de-mocracia gremial que era limitada por las intervenciones de altos funcionarios del Ministerio de Agricultura, Fedearroz, mul-tinacionales de agrotóxicos, pretendientes de nuestras tierras en la altillanura de los Llanos Orientales y el resto del país, con el impulso a una “revolución verde” aliada con las fallidas políticas de libre importación y en meterle la mano al bolsillo del productor nacional provocando su ruina y el manteni-miento de las peores condiciones de vida para el 31% de la población que vive del trabajo agropecuario.

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Se cuestionó en el evento profesional la importación legal de más de 12 millo-nes de toneladas anuales, de productos

agrícolas que se pueden producir en el país con el absolutamente necesario apoyo del Estado. Con esas importaciones no se cuen-ta la mano de obra extranjera que se prioriza sobre la nacional, ni el creciente contrabando de alimentos que impide nuestra soberanía y empleo de decenas de miles de técnicos y de las mayorías de los 15 millones de pobla-dores en las áreas rurales del país (Informe PNUD entregado hace 2 años al Gobierno).

Se denunció la importación de 6.000 mi-llones de toneladas de agua consumidas en los países de donde se importan alimentos y que contribuyen al desastre ambiental que se presenta en economías como las de E.U., la antigua Unión Soviética, Cuba y Brasil. Se impone el modelo del uso intensivo de cos-tosísimos fertilizantes y plaguicidas que de-terioran los suelos, provocan la desertización, inundaciones, sequías y quemas incontrola-bles, acelerando la crisis por el mal denomi-nado “cambio climático” provocado por la “revolución verde” de las multinacionales. Se nos impone la agricultura sin agricultores y sus negocios favorecidos por las políticas del Gobierno Nacional, el Ministerio de Agri-cultura y sus Federaciones al servicio de los negocios de las multinacionales comerciales y financieras, que favorecen el saqueo y quie-bra de la agricultura y la ganadería nacional.

Tampoco hubo respuesta al interrogan-te a las multinacionales que con el uso in-discriminado de agrotóxicos, sus ventas sin control estatal a aplicaciones que prome-dian los 735 mililitros anuales de consumo

CuESTIONAMIENTOS SIN RESPuESTA EN EL xIx CONGRESO

dE INGENIEROS AGRÓNOMOS

de esos agrotóxicos, por cada habitante del país, de acuerdo con los cálculos del Conse-jo Seccional de Plaguicidas de Antioquia. Las multinacionales y sus representantes en el XIX Congreso no responden por el virtual en-venenamiento al que nos sometemos con la producción irracional actual en el país y que es todavía más grave con el uso intensivo de esos agrotóxicos en países que utilizan toda-vía más plaguicidas que en Colombia como ocurre con el modelo aplicado en los países más desarrollados con la gran empresa agrí-cola y todas las tecnologías basadas en el modelo de la revolución verde.

Se insiste en la búsqueda de modelos alter-nativos a la producción agropecuaria nacional como lo proponen los movimientos campe-sinos, de indígenas y afrodescendientes (que somos todos). La agroecología, la diversifica-ción de cultivos, el uso de materia orgánica, prácticas de conservación de suelos, mejor uso y almacenamiento de aguas, el uso racional y avanzado de las semillas nativas, utilizadas an-cestralmente por la humanidad, la exigencia de investigación científica con la biotecnología y transgénicos que deben ser probados en inves-tigaciones que lleguen hasta sus efectos en los mismos consumidores y en la protección del ambiente y la vida en el planeta.

Estos y otros cuestionamientos a la grave situación del campo tendrán que ser anali-zados y respondidos por la acción de las 10 agremiaciones de Ingenieros Agrónomos afi-liadas a la Federación FIACOL y el XX Congre-so Nacional que se convoca para la ciudad de Bucaramanga para 2015 en unión de los de-más sectores organizados de la producción agraria nacional.

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SOBERANÍA ALIMENTARIA Y AGROECOLOGÍA I INFOAGRO COLOMBIA 100 I MAYO 2014

Los Ingenieros Agrónomos representa-dos en el XIX Congreso Colombiano del gremio, reiteramos nuestro apoyo

al campesinado colombiano, recientemen-te movilizado en reclamo por sus derechos, frente al malestar ocasionado por la ausen-cia de una política de desarrollo rural efi-ciente en el país y nos sumamos a su clamor esperando que un VERDADERO PACTO NA-CIONAL AGRARIO nos proporcione a todos los nacionales una salida digna y beneficio-sa para todos.

Le reiteramos a los gobiernos locales, re-gionales y nacionales, nuestro interés como profesionales en ayudar a la solución de la grave situación de las actividades agrarias desde nuestras fortalezas, nuestra capaci-dad y aún desde nuestras debilidades es-perando además ser mejor reconocidos en nuestro papel. Estamos seguros de tener las herramientas necesarias para hacer par-te de la solución.

Proponemos: Participar en los escenarios de deci-

sión junto con el resto de profesionales, técnicos y campesinos.

CARTA ABIERTA AL GOBIERNO NACIONAL

Y A LOS CAMPESINOS dEL PAÍS

Trabajar con la Comisión Quinta del Senado de la República y la recién creada bancada agraria de senadores para lograr acceder a tierras y créditos que impulsen fincas pilotos que sirvan como ejemplo de mejores rendimientos.

Hacemos un llamado tanto a profesio-nales de trayectoria como a jóvenes pro-fesionales y estudiantes incluidas otras profesiones afines que permita asumir los retos del futuro y ampliar las formas orga-nizativas que son la manera más acertada de incidir en una verdadera política agraria para el país.

Igualmente como un avance en el pro-ceso de recomposición del campo y sus gentes invitamos a todo el sector (profesio-nales, campesinos, intermediarios, consu-midores) a un gran ENCUENTRO DEL CAM-PO, regional y nacional previo al próximo XX Congreso Colombiano de Ingenieros Agrónomos a realizarse en el año 2015 en la ciudad de Bucaramanga.

xIx CONGRESO NACIONAL dE INGENIEROS AGRONOMOSVillavicencio, sept. 14 de 2013

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Eudoro alvarez CohechaIng. Agr., Presidente AGAMETA.

Miembro de la Mesa Agropecuaria y Dignidad Arrocera Nacional

Con bombos y platillos, el gobierno nacional montó tarima en Bogotá, para lan-

zar “el gran pacto nacional por el agro y el desarrollo rural”; duran-te una semana, sonaron los telé-fonos de los ministerios de agri-cultura y del interior, del Incoder, y hasta los de la gobernación del Meta, invitando a “tirios y troyanos” a asistir al acto de lanzamiento del Pacto.

Encabezados por el presidente de la SAC, Lucho Garzón y las oficinas de cul-tivos del ministerio de agricultura (léase gremios de la producción), y la ausencia anunciada de los miembros de las Digni-dades agrarias, es decir de los campesi-nos y agricultores protagonistas del más prolongado y profundo paro agrario de los últimas décadas en Colombia, se dio el deslucido encuentro, en donde el presi-dente anuncio la expedición de 5 decretos dizque para reorientar la política agraria nacional, desastrosa en las últimas dos dé-cadas de la historia nacional y causante de la reciente explosión social rural.

La creación de un viceministerio de de-sarrollo rural (más burocracia), la elimina-ción de unos pocos aranceles; el anuncio de libertades vigiladas de precios de los insumos agrícolas (esquivando el control directo de precios), la imposición de algu-nas restricciones a importaciones de lacto-sueros y la reglamentación de los sistemas de participación popular, son las medidas anunciadas, eludiendo mencionar el as-

PACTO “CHIMBO”

pecto central de la crisis agraria que son los TLC , a los cuales ni se refirió el primer mandatario.

El mal no está en las sábanas señor presidente; la enfermedad es terminal y con paños de agua tibia no se cura a nadie.

La corrección de la política agraria es renegociando los TLC en su par-te agraria; tratados mal negociados y co-lofón de una política que empezó con la apertura en el gobierno de Gaviria que consolidó un modelo de crecimiento ex-cluyente, según el cual la competitividad se da con desventajas para la producción nacional, causando ruina, sí ruina, de pro-ducción y productores.

La insistencia en el libre comercio, la legalización de la indebida apropiación de los baldíos nacionales; la extranjerización de la tierra; la anuencia con la presencia de fondos especulativos de inversión en el ne-gocio agrario y el modelo Carimagua para desarrollar el campo, se oponen a un de-sarrollo democrático rural, implementado por campesinos y empresarios pequeños y medianos y grandes que se la jueguen con el país;” Es deber del Estado promo-ver el acceso progresivo a la propiedad de la tierra de los trabajadores agrarios” y “La producción de alimentos gozará de la es-pecial protección del Estado” , mandatos constitucionales, se “olvidaron “en el Pacto

Como dijo el director de informativo periodístico Agrollanos: “ese pacto resultó chimborrio”

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El Ing. Agr. Eudoro Alvarez Cohecha, Presidente de la Asociación de Ganaderos y Agricultores del Meta, AGAMETA, previene a mas de 400 de sus colegas participantes en el XIX Congreso Nacional del gremio en Villavicencio sobre la urgente necesidad de exigir renegociar el TLC con E.U. y los restantes 19 acuerdos firmados por el Estado Colombiano e implementados por el Gobierno de Juan Manuel Santos, provocando la más grave crisis del agro en las últimas décadas. De mantenerse esos TLC será el fin de la pro-ducción agraria nacional y con ello la desaparición de las carreras profesionales de las ciencias agrarias en Colombia. Foto cortesía de Jaime Enrique Sánchez Aceldas

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Coincidimos con la denuncia del Sena-dor Jorge Enrique Robledo que nos sirve para el titular. Fue repetida en

el conversatorio en Santa Fé de Antioquia con más de 300 líderes del Occidente de Antioquia. Igualmente en Apartadó (Ura-bá), en Amagá y Andes , en el suroeste, ante nutridos grupos de participantes. Fue el inicio de su campaña para continuar en el Congreso de la República, defendiendo al campesinado y al empresariado colombia-no, como cabeza de lista por el Polo Demo-crático Alternativo.

El Gobierno Santos propicia la compe-titividad y productividad con la revolución verde de las multinacionales de agro tóxi-cos y monopolizadoras del mercado. Con-tinúa la acelerada ruina para 560.000 fami-lias cafeteras en su gran mayoría pequeños, más del 90%, con menos de 5 hectáreas. Se propicia el monocultivo, el máximo uso de fertilizantes, plaguicidas y matamalezas químicos, con precios cada vez más altos. Se especializan en “meterle la mano al bol-sillo del caficultor” para engrosar sus arcas y las de las multinacionales.

Los precios del grano bajaron 18,91% en el 2013. Desde 2011 cuando se tuvo el máximo precio, estos han bajado 64,87%, según Fedecafé.

Ya los bananeros conocieron los nefastos resultados de éstas políticas. Se eliminaron los más pequeños y medianos en las Zonas Bananeras del Magdalena y Urabá. También los lecheros de California han visto la negra película. Si en 1980 había solo 6.700 produc-

“CAfETEROS Y AGRO VAN A SALIR dEL MAPA, SI…”

tores, ahora solo hay 1.600. Los más “peque-ños”, con 1.000 cabezas de ganado lechero, están trabajando a pérdida y acabando o vendiendo sus explotaciones, por la com-petitividad y productividad que propicia su quiebra por el salvajismo neoliberal.

Va a pasar igual con el resto de los 560.000 cafeteros, los 500.000 lecheros, los paperos, los ganaderos, los arroceros, los pequeños, medianos y aún grandes pro-ductores del campo Colombiano. Es la ley del capitalismo monopolista, de su fase su-perior de opresión a las grandes mayorías del campo y la ciudad.

Los monocultivos y monoexplotaciones animales se transforman en “agricultura sin agricultores”. El ambiente se deteriora por el uso intensivo de la revolución verde. Se generalizan las sequías, las inundaciones, los incendios forestales, los sunamis, las tormentas polares y tropicales, las amena-zas de aumentos de temperaturas hasta en 4 grados centígrados, el deterioro de los suelos, la desertización, la amenaza de desaparición de los trópicos y en general el auge de los “desastres ambientales” que los monopolios tratan de encubrir con la deno-minación mentirosa del cambio climático.

Podrán resistir los pequeños, medianos y los mismos empresarios del café, la leche-ría y el resto del campo, la arremetida del libre comercio globalizado con los 20 TLC aprobados por los Gobiernos de Santos y Uribe, con los 50 países más ricos del mun-do, encabezados por E.U., que subsidian generosamente sus productores?

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En Colombia se generaliza la ruina para los campesinos y el empresariado nacional. Queda solo el monopolio de las multina-cionales que buscan controlar todo, desde la tierra y su producción, hasta el mercado interno y externo. Los hechos demuestran que no subsistirán nuestros cafeteros, le-cheros, arroceros, paperos y demás produc-tores de nuestra dieta alimentaria, puntal de nuestra soberanía nacional.

Igual ocurre con la pequeña y mediana minería y con toda la industria de capital na-cional. De la minería no nos quedan sino los huecos, la desolación, la miseria, el desem-pleo. El régimen privatizado de salud solo permite que se atiendan urgentemente los Juan Manueles, los Cesar Gavirias, los Alva-ro Uribes, los Garzones y demás entreguis-tas de nuestra economía al capital foráneo

como lo imponen las transnacionales finan-cieras y comerciales desde Washington.

Por todas estas razones, debemos bus-car una nueva democracia en favor de nuestros caficultores, productores del agro y mineros nacionales, nuestros industriales del campo y la ciudad y quienes propugna-mos por adecuados servicios públicos de salud y educación para todos. Igualmente los que reclamamos el abastecimiento in-terno de nuestra dieta alimentaria, libre de agro tóxicos y de las exorbitantes ganancias al capital foráneo que les garantiza el actual Gobierno de los Juan Manueles, como los llama el Senador Robledo.

Nuestra única salida electoral, civilizada y democrática, es derrotar en las urnas a los voceros del modelo neoliberal, devastador de nuestro agro y globalizador imperante.

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La conmemoración de los primeros 100 años de la Facultad de Ciencias Agra-rias de la Universidad Nacional, sede,

Medellín fue motivo para convocar un ATE-NEO AGRARIO que analizar con los esta-mentos profesoral, estudiantil, egresados y los líderes de los movimientos por la Dig-nidad Agropecuaria que se han movilizado en todo el país, la situación del sector rural y su papel en el futuro inmediato y mediato de Colombia.

INFOAGRO COLOMBIA entrega a los 150 participantes, 25 ponentes, organizadores, a la comunidad universitaria, a los egresa-dos, los productores nacionales y nuestros amables lectores las MEMORIAS DEL ATE-NEO AGRARIO de Medellín (www.infoagro-colombia.com).

Es un libro-documento de más de 200 páginas con material de consulta sobre los antecedentes, la crisis, la situación actual y futura frente a las políticas impuestas al país por el libre comercio y la internacionalización de la economía, con los 20 TLC firmados o en proceso de firmar por parte del Gobierno de Santos con los 50 más ricos del planeta, causa central de la hecatombe de nuestro agro.

Los ateneístas agrarios coincidieron en sus críticas al modelo de la revolución ver-de de las transnacionales y en la necesidad de modelos alternativos que tengan por delante la defensa de la soberanía alimen-taria nacional y la agroecología.

Igualmente coincidieron en la necesidad de una mayor vinculación de la Universidad al campo con programas de educación, in-

CIEN AñOS dE LAS CIENCIAS AGRARIAS

vestigación y extensión que promuevan el mejoramiento de la producción, el empleo, y las condiciones de vida para las gentes del campo y la ciudad.

Desde la candidata presidencial Cla-ra Eugenia López Obregón, los dirigentes agrarios y campesinos nacionales Cesar Pa-chón, Oscar Gutiérrez, Eudoro Alvarez, Víc-tor Correa, Ramiro Camacho y la exdocente y productora antioqueña Sonia Jaramillo, coincidieron en impulsar la mayor protec-ción posible al campo por parte del Estado.

Los distinguidos profesores Guillermo Vásquez, Delmis Omar Camargo, León Da-rio Vélez y Elkin Alonso Cortés, de la Facul-tad de Ciencias Agrarias, contribuyeron con

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sus reflexiones, muchas de ellas autocríti-cas, para conducir a un análisis permanen-te de la crisis del campo y la necesidad de buscar el apoyo Estatal para la solución de su problemática como ha ocurrido en los países más desarrollados del mundo.

Las directivas universitarias encabeza-das por el Vicerrector, sede Medellín, Car-los Salazar y el Decano de la Facultad Jairo Alexander Osorio jugaron un papel definiti-vo, no solo en los análisis sino también en el apoyo al ATENEO AGRARIO que reunió dife-

rentes actores involucrados en el desarrollo del campo a nivel regional y nacional.

La Asociación de egresados de ciencias agrarias ASECA-UN, la Sociedad de Ingenie-ros Agrónomos de Antioquia, SIADA, el Co-lectivo de Apoyo a Vía Campesina, las Dig-nidades Agrarias y muchísimos actores más pusieron su grano de arena para hacer del evento de reflexión un aporte para el desa-rrollo hacia el futuro de una Universidad y Facultad mas vinculada con el campo y a la realidad nacional.

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La Ministra de Educación de Colombia Ma-ría Fernanda Campo Saavedra expresó a traves del periódico La República de Bo-

gotá, del pasado 4 de agosto (2011) que “ los jóvenes presentan problemas de pertenen-cia porque estudian disciplinas que el Estado no está demandando como ciencias básicas y agricultura”

Para cualquier ciudadano del universo esta expresión en representación del Gobierno de Juan Manuel Santos, quien hasta hace poco la habia encargado de la Alcaldia de Bogotá, es un anuncio de que las ciencias básicas y la agri-cultura no son importantes para Colombia.

Las ciencias básicas y la agricultura son el producto del conocimiento y el trabajo de la humanidad en más de 10.000 años, para el desarrollo económico y social de todos los pueblos, como lo demuestra el historiador in-gles J.M. Roberts en su Historia del Mundo (1a edición. impresa en España, en nov. 2010, con 1.222 pags.). Análisis como el citado no los debe conocer la funcionaria del MinEducación.

Lo que si debe conocer es el Plan de Desa-rrollo 2010-2014, del Gobierno Colombiano, guiado por el modelo neoliberal. Se priorizan las denominadas locomotoras de la minería y la agricultura, principalmente, para entregar las riquezas, el trabajo y las necesidades ali-menticias de los Colombianos, a las más gran-des multinacionales financieras y comerciales de E.U. y del mundo globalizado.

Podran saquear nuestras riquezas, si el pue-blo Colombiano lo permite. Pero el absurdo de que los jóvenes le hagan caso a la MinEduca-ción de no estudiar ciencias básicas y agricul-tura, no se había visto en ningún otro país del planeta tierra.

LA EduCACIÓN Y LA AGRICuLTuRAde la privatización a la financiación

estatal con democracia

Con la denominada locomotora de la agri-cultura, nos dejaran destruidas las más de 7 millones de hectáreas de nuestros suelos con-cesionados a las multinacionales, como ocurre con la locomotora de la minería a la que el Go-bierno entrega en concesión el resto de nues-tro territorio.

Con las masivas importaciones de alimentos crecerá el desempleo y la desnutrición. La loco-motora de la minería dejará saqueadas nuestras riquezas naturales de las que no nos quedará ni el hueco, porque tambien lo podran seguir sa-queando con el beneplácito del Estado.

Quienes realmente tienen problemas de pertenencia a la patria Colombiana son al alto Gobierno del Presidente Santos y su equipo de colaboradores, entre los que se encuentra su Ministra de Educación y sus Ministros de Agri-cultura y de Minas que actúan en consecuencia con la entrega de nuestras tierras a las multina-cionales.

MINISTRA dE EduCACIÓN CON PROBLEMAS dE PERTENENCIA

La protesta estudiantil muestra las presiones de la Ministra de Educa-ción que ha afirmado en declaraciones al periódico La República que los “jóvenes de hoy no tienen sentido de pertenencia por estudiar ciencias básicas y agricultura” áreas en las que no encuentran empleo con las locomotoras del Plan Nacional de Desarrollo del Presidente J.M. Santos. Foto enviada PoR nuestRo colega docente y colaboRadoR alvaRo loPeRa.

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La Facultad de Ciencias Agrarias de la U.N., sede Medellín, está conmemo-rando “100 años sembrando ciencia

y tecnología para el futuro” en Colombia (1914-2014).

Convocó para el 21 y 22 de noviembre de 2013 un ATENEO AGRARIO para analizar con candidatos Presidenciales, el Minagri-cultura, críticos del Congreso de la Repúbli-ca, dirigentes agrarios, especialistas en mo-delos tecnológicos avanzados, productores campesinos y empresariales, estudiantes, docentes, egresados y consumidores, la más grave crisis del agro que vive el país y mirar alternativas para salir del más manifiesto atolladero vivido en la última centuria.

Desde la época de la Revolución de los Comuneros (1781-82) no se daban movili-zaciones masivas como las de los Paros Na-cional Cafetero y el Agropecuario, con más de 100.000 y 300.000 participantes, respec-tivamente, que han puesto en jaque las po-líticas antiagrarias, antipopulares y antina-cionales del Estado Colombiano.

La situación de la producción nacional se ha agudizado con un ancestral abando-no de los Gobiernos al campo, que han im-perado en Colombia en más de 500 años. Se han caracterizados por el menosprecio al agro y su producción alimentaria. Mien-tras las economías más ricas del planeta, como las de E.U., la Unión Europea y los países más desarrollados, han protegido y subsidiado generosamente al sector rural, en Colombia ocurre lo contrario, desde el descubrimiento por los españoles y su do-

ATENEO AGRARIO : REVOLuCIONES VERdE Y AGROECOLÓGICA

Y PRESuPuESTO INSufICIENTE

minio colonial, hasta la época que vivimos, ahora como neocolonia, bajo el dominio estadounidense.

Con las imposiciones del imperio, la si-tuación se ha agudizado, especialmente, con la apertura de las importaciones, los tratados de libre comercio y la globaliza-ción de la economía.

Mientras su Congreso aprueba la nueva Ley de Agricultura (Farm Bill) con subsidios anuales de US $195.000 millones, durante el próximo quinquenio (1), al Gobierno Co-lombiano se le continúa imponiendo pre-supuestos pírricos, que llevan el sector rural a su desaparición.

Se importan más de 12 millones de tone-ladas de alimentos y productos que perfec-tamente se pueden producir en el país con el necesario apoyo estatal. Esto sin contar el masivo contrabando, lo cual suma más del 50 % del consumo nacional de cerca de 29 millones de toneladas de alimentos.

De manera insólita, basado en su libro “Elementos de Fisiología Vegetal Tropical” (2), el investigador Yamel López Forero (Ing. Agr., Ph.D., Profesor Emérito U.N. sede Pal-mira) denuncia que el país importa 6.000 millones de toneladas de agua que requie-ren los productos importados, sin contar el contrabando y el empleo a mano de obra extranjera, que desplaza la nacional.

Critica además, el manejo inadecuado del modelo cafetero en las laderas colom-bianas y las pretenciones de “ignorantes” para un mayor y apocalíptico desastre am-biental, con el cultivo de café robustas en

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los Llanos Orientales, con suelos pobres en los elementos básicos para una producción racional de la rubiácea.

Como salida a la crisis, el Gobierno del Presidente Juan Manuel Santos anuncia pí-rricos incrementos presupuestales del 40% para el 2014, sobre los insuficientes 2,3 bi-llones del 2013. Es decir, por las moviliza-ciones gestiona $5,2 billones, equivalentes al 2, 56% del presupuesto general de la na-ción de $203 billones, para el 32 % de la población del campo (3).

Estos temas, la confrontación del mode-lo fracasado para los campesinos de Indu-palma con el que el Ministro Rubén Darío Lizarralde, anuncia una “auténtica revolu-

ción verde” (4), fueron objeto de análisis y propuestas en el ATENEO AGRARIO con esquemas alternativos que como el de la revolución agroecológica, de amplia pro-yección universal, puede contribuir salva-doramente a la defensa y desarrollo de la producción agraria y nuestra soberanía ali-mentaria nacional.

Notas: (1) Samper Pizano, Daniel. Columna Cambalache; La colección

de moda: corruptos e ineptos. El Tiempo, Bogotá, septiem-bre 29 de 2013. Pag. 11, (Debes leer)

(2) López Forero, Yamel. “Elementos de Fisiología Vegetal Tro-pical” En: INFOAGRO COLOMBIA 81, abril 2013. Pp. 1-700 (www.infoagrocolombia.com)

(3) Cárdenas Gutiérrez, Mauricio (Colprensa). Presupuesto del agro del próximo año crece 40%. El Colombiano, septiem-bre 26, 2013.

(4) Lizarralde, Rubén Dario. Entrevista en el Periódico El Tiem-po. Bogotá, septiembre 15 de 2013.

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El incumplimiento del Gobierno de San-tos de los más de 159 puntos pacta-dos con la dirigencia de los recientes

paros cafetero de febrero y marzo y nacio-nal agropecuario de agosto y septiembre llevaron a la dirigencia de los campesinos, pequeños y medianos productores nacio-nales, agrupados en Dignidad Agropecua-ria Nacional, a convocar el 4 de noviembre en Neiva, Huila, una nueva reunión para evaluar la situación y decidir con las demás organizaciones populares y centrales obre-ras, una movilización y paro cívico nacional en defensa del campo.

Se atribuye a Calibán, el antiguo co-lumnista del Periódico “El Tiempo” de hace unos 50 a 60 años, la expresión que había tres formas de arruinarse en Colombia: “el juego, las mujeres y la agricultura. El juego, la más rápida. Las mujeres, la más dulce. La agricultura, la más segura”.

Por esa época se iniciaron las importa-ciones masivas de trigo en virtud de la Ley Pública de Comercio 480 de E.U. Se arruina-ron los productores del cereal que habían abastecido nuestros mercados nacionales por cerca de 250 años, cuando los españoles trajeron el rico cereal a Colombia. Los exce-dentes que los gringos echaban al mar co-menzaron a ser vendidos al país en peque-ñas cantidades. Ahora importamos más de 1.800.000 toneladas. Y los productores de Boyacá, Cundinamarca y Nariño, arruinados.

Con la disculpa del abastecimiento ali-menticio, como si fuera poco, con este Go-bierno ya se importan 12 millones de to-

¿HACIA uNA NuEVA MOVILIZACIÓN CÍVICA NACIONAL

EN dEfENSA dEL AGRO?

neladas anuales de productos alimenticios que perfectamente se pueden producir en Colombia, con el necesario apoyo del Es-tado. Y la gran mayoría de los productores campesinos y empresariales del país, arrui-nados.

Y para acabar de ajustar, con los 11 TLC firmados y los 9 más en proceso, con los 50 paises más ricos del planeta, metidos en la globalización y libre comercio del mundo, lo que queda de nuestra produc-ción agraria y agroalimentario, va directa-mente a la ruina.

El Gobierno del Presidente Santos, con su guía neoliberal impuesta por Washington y sus amigos de la OCDE, Organización de Naciones para el Co-mercio y Desarrollo de los más ricos del planeta, continua con sus programas de entrega de nuestro mercado interior al capital monopolista internacional….y con ello llevar a la ruina a nuestros pa-trióticos productores de nuestro agro y de paso a nuestra industria nacional.

Tendrán los campesinos y empresarios colombianos otra salida diferente a la movi-lización nacional, civilizada y democrática, en defensa de su trabajo y sus vidas, con to-dos los consumidores, en la salvación de su dignidad por la producción agropecuaria y de sus vidas?

De no hacerlo, seguirán condenados como sus antecesores y los actuales com-patriotas que persisten en su producción, a la ruina total, como lo presagiaba ese “pro-feta del desastre” que fue Calibán.

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Ponencia de Carlos E. Naranjo ossa y Eudoro alvarez Cohecha

Presentada al Ateneo Agrario de Medellín U.N. Facultad de Ciencias Agrarias / Noviembre 21, 2013

El campo colombiano ha enfrentado históricamente graves dificultades. Pero, sin ninguna duda, las dos prin-

cipales son las que provienen de las impo-siciones norteamericanas y de la creciente concentración de las mejores tierras en un reducido número de cada vez más podero-sos latifundistas.

La historia viene de muchos años atrás. Y en este Ateneo, que cuenta con una notoria participación de ingenieros agrónomos, es bueno que recordemos que el grito de alerta lo dimos tempranamente, así haya llegado a oídos sordos, desde la Asociación Colombia-na de Ingenieros Agrónomos, ACIA.

En abril de 1971, la asamblea anual de esta Asociación vivió un intenso debate en-tre dos sectores claramente definidos: por un lado los agrónomos que estaban empo-trados en los principales cargos de las insti-tuciones y empresas del sector agropecua-rio y, por el otro, un importante número de colegas jóvenes que plantearon fuertes crí-ticas a la política agraria oficial y se aprobó mayoritariamente una importante resolu-ción que respaldaba las masivas invasiones que los campesinos venían adelantando contra los latifundios improductivos de di-versas regiones del país.

Pero esta asamblea fue apenas el abre-bocas para lo que vendría más adelante.

En noviembre de 1971, en Medellín, se

EL AGRO COLOMBIANOY SuS PROBLEMAS fuNdAMENTALES

reunió el VI Congreso Nacional de Ingenie-ros Agrónomos, en el cual se debatieron intensamente los graves problemas que ya sufría el campo colombiano. Un buen nú-mero de ponencias coincidieron en señalar sus críticas al papel antinacional que juga-ban institutos como Incora, ICA, Inderena, Caja Agraria e Idema, instrumentos de apli-cación y desarrollo de las políticas que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos le imponía a Colombia.

Esto tenía sus razones de fondo, y para comprenderlas es conveniente devolver-nos a los años cincuentas. Recién terminada la Segunda Guerra Mundial, al resumir las experiencias de esa conflagración, los diri-gentes de las grandes potencias capitalis-tas tuvieron que dedicarle un buen tiempo a la producción agraria y a su importancia decisiva en los períodos de conflicto militar.

Siempre se ha creído, y muchos dirigen-tes caen en ese error, que la guerra se hace solamente con bombas, fusiles, cañones, misiles y ojivas nucleares. Algunos pasan fatalmente por alto que quienes disparan los cañones y lanzan las bombas deben ali-mentarse, que los alimentos tienen que ser transportados en vehículos conducidos por hombres, que la economía de las naciones en guerra debe dedicarse en gran parte a fortalecer la industria de producción de materiales de combate (aviones, tanques,

PONENCIA2<<VOLVER A CONTENIDO >>

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acorazados y las respectivas municiones y combustibles) pero que no pueden aban-donar la agricultura porque los habitantes de todos los países, se encuentren en gue-rra o no, necesitan alimentarse.

O sea, que una buena parte de los es-fuerzos nacionales deben estar orientados a la producción agraria, ya que sin ella pue-den quedar bloqueados en determinado momento. Si no alimentan sus tropas, és-tas pueden desfallecer; y si no alimentan a los obreros que quedan en las fábricas, así sea para producir materiales de guerra y uniformes para los soldados, esos obreros pueden morir, o rebelarse.

Es lo que después de la Segunda Guerra Mundial empieza a difundirse con el con-cepto de seguridad alimentaria. Y las po-tencias entendieron que es vital velar por su propia producción agropecuaria.

Entendieron, además, que una gran pro-ducción de alimentos no sólo es fuente de seguridad para un país sino que puede ser el camino para su fortalecimiento económico.

Por ejemplo, el poderío y el prestigio nacional e internacional que tuvo Juan Do-mingo Perón, el popular dictador argentino, se debió, en gran medida, al buen manejo que durante la Segunda Guerra Mundial y los primeros años de posguerra hizo de la riqueza agropecuaria de su país. Desde finales del siglo XIX Argentina era uno de los graneros del mundo, como gran pro-ductor de cereales, carne y derivados lác-teos en general, y durante las dos guerras mundiales aprovechó para vender bien los alimentos que producía, consolidar su mer-cado interno y expandir sus exportaciones, principalmente las agropecuarias, con altos precios y muy buenas ganancias.

Utilizando el arma de su gran produc-ción de alimentos, Perón, alrededor de la Segunda Guerra abasteció los países ham-breados, maniobró con destreza y le vendió

a los dos grandes bloques en pugna. Con los recursos obtenidos fortaleció el Estado mediante una serie de nacionalizaciones, entre las cuales la más importante fue la del comercio exterior: creó el IAPI (Instituto Argentino para la Promoción del Intercam-bio) y por su intermedio compró la produc-ción agropecuaria nacional a precios fijos y la vendió a precios altos en el mercado in-ternacional, lo que le dio para financiar sus planes de gobierno, apoyar la industria ar-gentina, subsidiar el consumo de la mayoría de la población, elevar los salarios, acabar prácticamente con el desempleo y reducir en forma considerable la deuda externa.

A todos los dejó contentos y, de paso, controló férreamente los sindicatos, que se convirtieron en base importante de su fuer-za política.

La bonanza argentina empezó a desva-necerse en la medida en que los países ca-pitalistas se dedicaron a estimular su propia producción después de la guerra. Y el paraí-so se convirtió en infierno cuando Estados Unidos impuso su política recolonizadora sobre América Latina y le apretó las tuercas a sus gobiernos lacayos.

En las últimas tres décadas del siglo veinte, los gobernantes que sucedieron a Perón, militares o civiles, terminaron con lo que éste construyó, aplicaron a sangre y fuego las órdenes norteamericanas, debi-litaron paulatinamente la economía, lleva-ron el desempleo a cifras cercanas a 20% y pusieron los sectores más pobres del pueblo a comer gatos para poder sobrevi-vir. En los años noventas hubo un nuevo y notable crecimiento en el sector agrícola de ese país, pero controlado por potenta-dos extranjeros como Soros y Benetton y las grandes comercializadoras de granos, como Continental Grain Company (Allied Mills), Bunge y Born, André y Cargill Inc. (o sus subsidiarias), que habían sido debilita-

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das por el monopolio estatal montado por Perón. Una nación que estuvo en tránsito al primer mundo fue devuelta a las filas de los países tercermundistas.

En el presente siglo, y con los esposos Kitchner a la cabeza, el Estado argentino ha tomado ciertas medidas en el sector agra-rio para que esté al servicio del país y su soberanía alimentaria, lo que trajo el año pasado movilizaciones agrarias que la gran prensa del continente mostró como luchas democráticas pero que no fueron otra cosa que la gran burguesía agroexportadora re-sistiéndose a perder su poder.

Estados UNIdos FortalECE sU aGro Volvamos atrás. Estados Unidos no su-

frió por la guerra, se benefició de ella. Y no vivió como Europa el dolor y la vergüen-za de que miles de personas murieran de hambre y frío en las calles de sus ciudades. Pero recogiendo experiencias de esos fa-tídicos años, inmediatamente después de terminado el conflicto, la potencia del Nor-te dedicó sus más grandes esfuerzos a for-talecer su producción agrícola. Para 1949, el Departamento de Agricultura de los Es-tados Unidos era ya el tercero dentro de lo que podemos llamar la jerarquía de los “ministerios” de esa nación, con un inmen-so presupuesto y miles de funcionarios, de todas las disciplinas profesionales, que fueron dedicados a impulsar su política agrícola general: acelerar su producción in-terna y llenar en el exterior los espacios de mercado dejados por los sectores produc-tivos que ellos quebraban. Fue, además, el comienzo de una intensa carrera para con-solidar la ventaja que le había sacado a Eu-ropa y a la URSS en la producción agraria, aprovechándose de que su desgaste fue mínimo por haber ingresado al conflicto sólo al final y fuera de su territorio.

Para cumplir el cometido de impulsar su agro, el Departamento de Agricultura llega-ba a todos los distritos rurales del país con créditos oportunos, suficientes y baratos, seguros para las cosechas, asistencia técni-ca e investigación científica y con una serie de programas que controlaban cuánto pro-ducían los agricultores y cuánto recibían por sus cereales.

A mediados de los años cincuentas, o sea, 10 años después de terminada la gue-rra, Estados Unidos era ya la única super-potencia agrícola en el mundo y el primer exportador de cereales, con sus firmas co-mercializadoras ubicadas en todo el Pla-neta. Los excedentes de producción se contaban por millones de toneladas, que era necesario vender o colocar de alguna manera. Sin embargo, los demás países no tenían con qué comprar esos sobrantes, ni hábitos de consumo para requerirlos, o estaban impulsando su propia agricultura, como era el caso de Europa.

La estrategia fue entonces crear condi-ciones favorables para el comercio alimen-tario y hacer que los otros comieran al estilo gringo. El primer paso fue convertir paula-tinamente a los consumidores de arroz y maíz en consumidores de trigo y facilitarles la compra de este cereal. No ha sido usual que los conquistadores cambien masiva-mente las costumbres alimenticias de sus conquistados, pero Estados Unidos lo logró masivamente en los últimos 60 años.

Para apoyar su estrategia, Washington aprobó una serie de medidas, la más impor-tante de las cuales fue la llamada Ley Públi-ca 480, y apoyándose en ella llevó a los dis-tintos países, especialmente a los llamados del Tercer Mundo, a adquirir sus excedentes agrícolas y a cambiar su régimen alimenta-rio. Los cereales han sido históricamente el alimento principal de la humanidad. Para Lenin: “El cereal es la divisa de las divisas”.

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Y Mao Tse Tung, el gran dirigente del pueblo chino, advertía que quien controla-ra los cereales controlaría el mundo.

El gobierno estadounidense puso sus mayores esfuerzos en la producción y con-trol del comercio mundial de cereales.

la lEy PÚblICa 480, INstrUMENto IMPErIalIsta En el VI Congreso Nacional de Ingenieros

Agrónomos, ya mencionado, Fabián Ramírez presentó una magnífica ponencia, Aspectos negativos de PL 480, que nos muestra en toda su desnudez a quién servía el Idema al acoger esa ley para distintos negocios de im-portación de productos agrícolas:

“La Ley Pública 480 no puede conside-rarse como ‘ayuda’ puesto que el país do-nante obtiene ganancias”. En otra ponen-cia, Problema nacional y agrario de Carlos Naranjo y Héctor Julio Ruiz, decíamos: “En 1970 el Idema importó aproximadamente 25.000 toneladas de maíz cuyo costo final (según documento de Roberto Morales, ge-rente del Fondo Financiero Agrario) fue su-perior a $2.300.oo la tonelada, es decir, más costoso que los mayores precios que tuvo el producto nacional cuando se tildaron de especulativos” (el destacado es nuestro). (Nota: estas y otras informaciones del VI Congreso pueden consultarse en el libro La tierra para el que la trabaja II. Editorial Pun-to y Coma, Bogotá, 1975).

Harold D. Cooley, presidente del Comité Agrícola del Senado de los Estados Unidos, citado por Ramírez, aconseja a los represen-tantes norteamericanos en el exterior: “No-sotros estamos interesados principalmente en deshacernos de estos excedentes, no im-porta cómo lo hagan y bajo qué autoridad.

Queremos que sean vendidos en dóla-res, en moneda extranjera o aun regalados” (El destacado es nuestro). Y Tweeten, tam-bién citado por Ramírez, concluye: “es más

antieconómico para los EEUU almacenar los excedentes por dos o más años, que do-narlos y pagar el transporte”. Pero el Idema pagó precios más que especulativos en las compras que le hizo en la época a EE.UU.

“Los países subdesarrollados subsidian la economía norteamericana a través de PL 480 y de trigo que es un alimento que podría ser reemplazado por un producto doméstico, especialmente en los países tro-picales”, nos dice Ramírez, y él mismo expre-saba en la ponencia citada: “El trigo consti-tuye el mayor componente de la ayuda”. No es casual, pues, que sea el trigo en Colom-bia el segundo producto agrícola de mayor importación y que casi se haya terminado con su cultivo desde los años sesentas.

Ramírez, anota: “Funcionarios de la FAO concluyen que el desarrollo agrícola nece-sario y deseable en los países subdesarro-llados o en desarrollo no podrá ocurrir si continúa la PL 480, pues la parte agrícola de su economía se ve sometida a fluctua-ciones de precios debido a la “ayuda”.

Con la aplicación de esta política el Ide-ma presentó año por año grandes pérdidas que el gobierno llamaba “subsidios al pue-blo consumidor”, pero que eran realmente regalos a la potencia americana, regalos que pagó el pueblo colombiano, para que acabaran con su producción agrícola.

Se llegó a extremos inconcebibles cuan-do el Idema importó cigarrillos americanos como excedentes agrícolas, poniendo en aprietos a la industria tabacalera del país, que igual que los agricultores de trigo, maíz, fríjol, cebada, sufrió los golpes de-moledores de esa antipatriótica política del gobierno colombiano.

alGo dE la hIstorIa trIGUEra NaCIoNal En los últimos decenios, con la política

neoliberal, Estados Unidos logró el mono-

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polio mundial de la producción y el comer-cio de toda clase de alimentos. En nuestro país el neoliberalismo ha tenido su mayor desarrollo a partir de 1990, pero tenemos antecedentes bien importantes.

Como en el campo agrícola el aspecto fun-damental es la producción de cereales, y no la producción de flores, pitaya, mora de Castilla, higos o morera para alimentar gusanos de seda, el primer golpe se le da a Colombia pre-cisamente en su producción de trigo. En 1954 prácticamente nos autoabastecíamos de este cereal. Pero en desarrollo de la política nor-teamericana, en esos años vinieron al país una serie de funcionarios gringos, hicieron firmar un “convenio triguero” según el cual comprá-bamos barato el cereal y lo pagábamos con buenos plazos y bajos intereses, hasta el punto que los gobernantes nuestros argumentaban que “era más barato comprárselo a Estados Unidos que producirlo en Colombia”, de la mis-ma manera, por la misma causa y por la misma época en que el Chian Kai-shek propagaba en Taiwan: “Comer trigo es patriótico”.

Obedeciendo los lineamientos de la Ley 480, Colombia empezó a cambiar sus hábi-tos alimenticios, se consumieron más pan y galletas, hamburguesas y perros calientes, y se elevó paulatinamente el consumo de trigo hasta llegar a importar alrededor de un millón de toneladas al año.

Es bueno anotar que al terminarse en 1960 el “convenio triguero”, se terminó tam-bién el trigo barato y tuvimos que pagarlo caro y de contado, lo que hemos hecho du-rante las últimos cuatro décadas. Esto llevó a que su producción apenas llegue a unas 40 mil toneladas anuales (40.245 toneladas en el año 2005, según Fenalce), en peque-ñas siembras familiares de Nariño y Boyacá, y que incluso parte de la política agraria sea eliminar esos reductos.

Fue el primer golpe directo a la produc-ción agrícola nacional. Si saltamos unos

años, encontramos que a finales de la déca-da de los 60 y comienzos de los años seten-tas viene la ofensiva contra otro producto nuestro, completamente nuestro, de gran consumo para la alimentación humana, para la ceba de animales y para la industria de alimentos concentrados.

Hablamos del maíz. Hoy, para mantener los consumos de este grano tenemos que im-portar anualmente más de tres millones de toneladas (3.3 millones de toneladas, datos de Fenalce) Desde el año agrícola 1969-1970 empezó a declinar la producción maicera; en ese año se produjeron en Colombia 1.250.000 toneladas. En el año 2007 la cosecha fue de 1. 370.000 toneladas, pero para un consumo anual de 4 millones 500 mil toneladas.

Es decir, el mayor consumo de maíz en Colombia ha sido suplido con impor-taciones, a pesar de que tenemos suelos, climas y conocimientos para producir más, mucho más.

Valga la pena señalar que un buen por-centaje del avance investigativo y tecnoló-gico de Estados Unidos en la producción maicera tiene como base el germoplasma que se llevaron de nuestros países. Desde hace unos años está de moda hablar de la biodiversidad, del germoplasma, de los ge-nes, pero hace 25 años, a 99.9% de la gente le parecía extraordinario que Estados Uni-dos viniera a investigar, que montara sus centros de investigación, que nos “ayudara” en la tarea de desarrollar el campo. No nos creían que esa investigación era para robar-se nuestra riqueza genética, como ocurrió con la del maíz.

los CErEalEs y la dIsPUta Usa-Urss Algunos investigadores y “politólogos”

señalan que el avance aceleradísimo de Estados Unidos en la producción agrope-cuaria de la posguerra precipitó la caída de

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la Unión Soviética y la pérdida de la carre-ra por el control del mundo, pues esta se dedicó a producir armas y se olvidó de la producción agrícola. Sobre eso hay un en-foque importante y es que a mediados de la década de los años setentas, cuando es-taba más aguda la confrontación entre las dos grandes superpotencias, se produjo por los gringos lo que se conoció como el “embargo cerealero”. A la débil agricultura soviética se le agudizaron los problemas, la sequía causó graves daños a los granos sembrados, el noveno Plan Quinquenal en-tró en dificultades y, por tanto, se desvane-cía la esperanza de una mejor alimentación para los soviéticos, a menos que se acudie-ra a multimillonarias compras de cereales extranjeros, y sólo Estados Unidos podría disponer de tales cantidades.

Después de largas e intensas negocia-ciones en las que participó el gobierno nor-teamericano al más alto nivel (el presidente Gerald Ford y el secretario de Estado Henry Kissinger estuvieron pendientes de ellas, dan-do orientaciones personalmente a sus nego-ciadores), le impusieron sus condiciones a la URSS. Por eso algunos platean que ahí empe-zó el declive de la superpotencia del Este.

El hecho concreto es que desde ese mo-mento Estados Unidos pudo hacer y des-hacer en el sector agropecuario y, especial-mente, en la producción cerealera. No hay quien le compita.

Se da el caso del arroz, por ejemplo. Esta-dos Unidos está en un puesto secundario en-tre los productores de arroz, pero es el tercer exportador mundial (solo produce el 1.5% del total en el mundo). ¿Por qué? Porque los gringos solo consumen una mínima parte de lo que cosechan. Al contrario, en China prácti-camente se utiliza todo el que se cultiva.

En Colombia sucede lo mismo: somos importantes productores de ese grano, pero todo se queda para el consumo inter-

no. Igual ocurre con Tailandia, Japón, Viet-nam. En cambio los gringos colocan en el mercado internacional la mayor parte del arroz que cosechan.

Hace varios años señalábamos que des-pués de acabar con el trigo, de golpear mor-talmente el maíz, de ponernos a importar la inmensa mayoría de la cebada que se con-sume en el país y debilitar la producción de sorgo, los gringos vendrían por el único ce-real que nos quedaba, el arroz.

¿Por qué querían acabar o por qué pre-tenden acabar con la producción de arroz?

Se debe señalar que en 1997 entraron más de 400 mil toneladas de arroz a Colom-bia e incluso en 1999 se importaron legal-mente alrededor de 200 mil toneladas, sin contar el de contrabando que entra por Ve-nezuela y por Ecuador, pero que viene es de Filipinas, Indonesia y Tailandia.

La Asociación Nacional por la Salvación Agropecuaria advirtió que el objetivo era quebrar la producción nacional arrocera. En las bolsas agropecuarias se manejaban por esos años unos diez o doce millones de toneladas de arroz al año que, comparadas con la bolsa de maíz o la bolsa de trigo, eran una suma ridícula.

Pero para el comercio exterior el mercado colombiano era y es muy importante porque aquí estamos consumiendo dos millones y medio de toneladas de arroz pady (lo que equivale a 1.8 millones de arroz blanco). En los cálculos económicos de las grandes co-mercializadoras mundiales quebrar nuestra producción arrocera y lograr que Colombia tenga que importarlo es un buen bocado.

oFENsIva NEolIbEral dE Estados UNIdos Después de derrotar a la Unión Soviética

y quedar solo en el mundo como superpo-tencia, Estados Unidos arreció a comienzos de los años noventas, como para cerrar bien

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el siglo XX, su ofensiva de política aperturis-ta. En Chile iniciaron su aplicación en 1973, a partir del golpe de Estado de Pinochet contra Salvador Allende.

Pero en Colombia fue después del des-plome del “socialismo”, después de 1989, ya que los gringos saben que este es un país difícil de manejar y necesitan hacerlo con cuidado. La propaganda de la apertura eco-nómica se lanzó a finales del gobierno de Barco, pero su aplicación fue a partir de la administración Gaviria. E inicialmente plan-tearon apertura económica solamente para la industria, porque según ellos la indus-tria era monopolística en Colombia y había sido protegida durante las últimas cuatro o cinco décadas, por lo cual se conformaron unos grupos económicos muy poderosos y era necesario romper esos monopolios. Pero en 1991 también le apretaron todo el acelerador a la apertura en el campo.

los ElEMENtos PrINCIPalEs dE Esa aPErtUra FUEroN: 1. Se abrió el mercado nacional para las

importaciones agropecuarias. Se bajaron al mínimo las tasas arancelarias, respetan-do algunos de los acuerdos sectoriales, con el Pacto Andino por ejemplo, países a los cuales también Estados Unidos les aplicó la apertura y bajó los aranceles.

Por ese camino, además, dio con fre-cuencia la conocida “triangulación”, para eludir las barreras de esos acuerdos secto-riales, pues el producto llegaba de un tercer país a alguno de los firmantes del pacto, y luego éste lo enviaba a cualquiera de sus compañeros de convenio. De esa manera a Colombia ha llegado arroz de Indonesia, Tailandia o Vietnam. Hoy se importa toda clase de productos agropecuarios. Inclusive es importada una buena parte del café con-sumido en el país. Y nos ha llegado papa de Canadá, Holanda o el Perú.

2. Se acabó el crédito de fomento. Te-nemos un crédito con tasas confiscatorias. Inicialmente dejaron unos puntos diferen-ciales entre los pequeños agricultores y los grandes y entre el crédito agropecuario y comercial o industrial, pero eso lo acaba-ron. La Caja fue convertida primero en un banco comercial más, compitiendo por ren-tabilidad con los pulpos financieros y luego la cerraron, para abrirla luego como Banco Agrario de Colombia, pero con una impor-tancia muy reducida.

Luego, cuando presuponían que el TLC sería aprobado con rapidez, Álvaro Uribe Vélez creó el Agro, Ingreso Seguro, con los resultados conocidos por todo el país y que, es bueno recordarlo, fueron anuncia-dos por el senador Jorge Robledo, cuando en el Congreso se discutía el proyecto para darle nacimiento a ese engendro. En una de sus intervenciones señaló que Agro, Ingre-so Seguro sólo serviría para “aceitar la ma-quinaria clientelista de Uribe”. Los hechos le dieron la razón, y fue él precisamente quien años más tarde empezaría a destapar esa olla podrida.

3. En la comercialización eliminaron las pequeñas ayudas. Hoy los agricultores vi-ven en “el sálvese quien pueda”. Acabaron con los precios de sustentación. Inclusive el café es sometido al vaivén del cambio inter-nacional de los precios. Hasta 1991 el Esta-do cumplía con el Idema una función regu-ladora de precios, así fuera en una mínima parte. Este instituto, debe recordarse, fue acabado en el gobierno de Ernesto Samper. Para reemplazarlo se estableció la Bolsa Agropecuaria, que hoy es la Bolsa Mercan-til de Colombia, en la cual los productores deben pagar altas comisiones por los nego-cios que se hagan por su intermedio. .

4. Acabaron con la investigación y la transferencia de tecnología para el cam-po. El ICA fue “reestructurado” y le quitaron

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toda responsabilidad en la investigación, después de haber sido su tarea principal durante más de treinta años. Y le dejaron un presupuesto miserable para proteger la sanidad agropecuaria nacional de la en-trada de plagas nuevas no existentes en el país, de enfermedades, de virus, de nema-todos etc. Dejaron el campo a la deriva. En el país han aparecido plagas y enfermeda-des nuevas, que han puesto en aprietos al ICA y al país. La investigación, es bueno que nosotros lo recordemos, tiene un comple-mento, la transferencia de tecnología. En el ICA acabaron la asistencia técnica a los pequeños agricultores y los programas de publicaciones; lo mismo habían hecho en la Caja Agraria.

En general toda investigación es cos-tosa. En el capital privado sólo pueden hacerla las multinacionales. Desarrollan sus paquetes tecnológicos para venderlos a altísimos precios y a nivel mundial, por-que no tienen otro interés que las grandes ganancias. CORPOICA fue creada como la solución para la investigación rural, con estructura de empresa mixta, pero termi-nó haciendo investigación por demanda y, lógico, quienes la hacen son las grandes plantaciones. La asistencia a la producción financiada con créditos de Finagro fue eli-minada desde 1993..

5. De reforma agraria ni para qué hablar. Desde apenas entrados los años noventas el Incora se convirtió en una pequeña empre-sa o bolsa de propiedad raíz rural. Y última-mente, cuando pretenden hacer creer en la “reparación a las víctimas” y en el retorno a sus tierras de los campesinos desplazados por la violencia, cambiaron el Incora por el Incoder. “Cucarachas del mismo calabazo”, dicen los agricultores costeños; “la misma perra con distinta guasca”, repiten los del interior. Lo grave de esta nueva pantomima es que los “reparados” serán enganchados

a los planes de grandes empresas controla-das por el capital financiero. Ya lo han dicho cínicamente varios funcionarios del Minis-terio de Agricultura: “Con el capital financie-ro vamos a quebrarle el espinazo al feuda-lismo”. Dentro de unos años oiremos decir a nuestros pobladores rurales: “Salimos de Guatemala para caer en Guatepeor”.

En gracia de discusión aceptemos que se logra aplicar la “reparación” que defien-de el ministro Juan Camilo Restrepo. ¿Será una verdadera solución? No lo creemos. Juan Manuel Santos habla de devolver dos millones de hectáreas. Sin embargo, datos oficialmente aceptados, informan que los terratenientes, con el apoyo paramilitar, se han tomado más de seis millones de hectá-reas y las pocas que han restituido han sido a costa de asesinatos a los líderes agrarios que han acompañado esos reclamos.

El plan de desarrollo de Santos, plantea entregar los baldíos de la nación a los gran-des propietarios (solo en la altillanura son más de seis millones de hectáreas). Cuando se mantiene la política neoliberal, e incluso se anuncia su fortalecimiento con la apro-bación en Washington del TLC con Estados Unidos; cuando del exterior siguen entran-do anualmente millones de toneladas de productos agrícolas; cuando miles de cam-pesinos están embargados o al borde del embargo; cuando se cuentan por miles los agricultores quebrados; cuando la violencia proveniente de distintos flancos se pavo-nea por los campos; cuando no hay vías, ni sistemas de mercadeo, ni tecnología ni in-vestigación que apoyen a los productores; cuando el crédito se desvía en beneficio de unos cuantos, ponernos a hablar de que la solución es entregarle una parcela a un campesino es una burla, es un chiste cruel, que nos recuerda al buzo que recibe en el fondo del mar un aviso del barco: ”Súbete que nos hundimos”.

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La única posición seria en la época que vivimos en Colombia es organizar a la gen-te y a los agricultores, inclusive a los em-presarios agrícolas y a sectores pequeños y mediados de los terratenientes, organizar lo más ampliamente posible el sector agro-pecuario para enfrentar la política neolibe-ral que busca quebrar totalmente la agri-cultura colombiana. Dejarnos, si acaso, una agricultura regional de subsistencia.

aGrICUltUra CaMPEsINa vs aGrICUltUra EMPrEsarIal La propaganda imperialista de esta época,

la del Banco Mundial y las agencias gringas y de las entidades nacionales que les hacen el juego, está dirigida a que la gente crea que lo correcto es defender la agricultura campe-sina, de subsistencia, y atacar la agricultura empresarial. Es lo que en general la gente en-tiende o acepta, pues es muy bonito y relati-vamente fácil plantear que primero se debe defender al campesinado. Casi que por tra-dición católica, por aquello de la caridad, se dice “sí, claro, hay que defenderlos; cómo no vamos a defender a un pobre campesino que no alcanza a mantener a su familia en la pe-queña parcela que tiene, o que no tiene par-cela y debe trabajar como arrendatario, como conuquero, al servicio de un terrateniente”.

Es cierto, debemos apoyar las medidas que defiendan al campesinado. Pero lo que debemos tener muy claro es que la política imperialista busca enfrentar los sectores de agricultura campesina con los de agricultu-ra comercial, con el sector empresarial co-lombiano. “Divide y reinarás”. Y es igual en los demás países de América Latina y del mundo subdesarrollado, vale para todos.

¿Qué es lo engañoso de esa política? Lo que ocurría al empezar a imponer la aper-tura económica. Los articulistas del gobier-no separaban la agricultura de la industria: “Acaben con la industria, con esos mono-

polistas, pero al sector agropecuario no le toquen un pelo”, alcanzaron a decirnos va-rios de los más “ilustres” dirigentes del sec-tor agropecuario colombiano.

Les respondimos con un dicho popular: “Si rasuran al vecino, pon tu barba a remo-jar”. Ahora nos plantean: Defendamos a los pobres agricultores que no tienen con qué comer ni con qué sembrar, hagamos una política caritativa, una política de subsis-tencia, de apoyo a la agricultura campesina. A los que tienen 20, 50 ó 100 hectáreas en arroz o maíz no deben ser defendidos por-que hacen parte de los ricos. ¿Y cuál es la esencia de esa posición?

Que el pequeño agricultor de subsis-tencia no les compite a las multinacionales, porque no alcanza a sacar sus productos al mercado, y si lo logra hacer no importa por-que son el tomate de árbol, la mora de Cas-tilla, la uchuva, productos que no les intere-san al imperialismo y a las multinacionales comercializadoras de productos agrícolas. Incluso cuando compiten también son víc-timas, como en el caso del fríjol sometido a la competencia de las importaciones o como la lenteja y el garbanzo destruidos con la producción foránea.

Sin embargo, La economía campesina es fuente de empleo: el 48% de los empleos rurales se originan en Ella; es la responsable de cultivos como cebolla larga y cabezona, haba, tabaco, trigo, papa, fríjol, arveja, hor-talizas, cebada, maíz amarillo tradicional, za-nahoria, cacao, banano, café, caña panelera, plátano e incluso arroz, así como de impor-tante segmento de la producción de carne bovina, leche, cerdo, aves y otras especies menores, todos ellos claves en la alimenta-ción de la población colombiana. Adicional-mente, a través principalmente del café, ge-nera un buen número de divisas al país

La participación campesina en el área co-sechada es del 51% y cerca del 30% de la mis-

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ma se halla amenazada en virtud del TLC con los Estados unidos, Por lo cual los ingresos de los hogares campesinos se verían afectados con disminuciones entre 45 y 31%.

El fríjol, típicamente campesino, tiene un cupo de importación, dentro de ese TLC, de 15.000 toneladas, sobre una producción nacional de algo más de 150.000 toneladas que se aumentará en 5% anual; ese fríjol importado, ingresará al país con precios menores entre 55 y 63%, según el valor del dólar en cada caso . Significa lo anterior una competencia casi mortal para la pro-ducción frisolera.

El pollo tendrá que competir con trozos de pollo, cuyo precio en el mercado gringo es menos de la mitad del normal por cuan-to no los consumen. En el mercado interno, el kilo vendría a menos de un Dólar (858 pesos la libra a precios de hoy), la produc-ción campesina suministra casi el 20 % de la oferta nacional de pollo.

La porcicultura campesina aporta el 35% del total nacional y tendrá que com-petir inicialmente con 8000 toneladas de carne sin arancel, sobre una producción na-cional de más de 170.000 toneladas, que se irá incrementando gradualmente y llegará a 2800 pesos el kilo, en condiciones de un peso revaluado como el actual.

La política anti agraria es tan brutal que importantes sectores de economía campe-sina están en el listado de productos por los cuales viene el capital transnacional.

Pero el arroz, el maíz, el trigo, la cebada, el sorgo y la soya, el algodón han sido el primer blanco; esos sí les interesan prioritariamen-te. Su política es acabar con ellos. Atacan la agricultura relativamente desarrollada exis-tente en el país, y mientras tanto hacen de-magogia defendiendo al pequeño campesi-no que no es factor de competencia.

Pero, además, el imperialismo y las cla-ses dominantes necesitan que la agricultu-

ra de subsistencia se mantenga, sobreviva, porque en determinado momento va a ser-vir como un colchón de seguridad para la sociedad o para inmensas capas de la po-blación, empezando por los mismos agri-cultores de subsistencia que no se van a morir de hambre porque pueden comerse así sea las raíces de los árboles de su peque-ña parcela.

La empresa agropecuaria tiene ese pro-blema: no sirve como alimento cuando en determinado momento la quiebran. Usted no puede comer tierra o tamo de arroz. Por eso la falta de ese colchón de seguridad, de ese amortiguador, de unos millones de campesinos en agricultura de subsistencia, puede llevar a las más explosivas movili-zaciones y levantamientos en estos países subyugados por el imperialismo.

En la situación conflictiva del mundo actual, de agudización de contradicciones crecientes, el imperialismo tiene que man-tener esos colchones de seguridad que no le cuesten mucho mientras obtiene cada vez mayores ganancias en la medida en que elimina competidores en la producción de cereales y alimentos estratégicos.

Es muy importante no dejarnos meter gato por liebre. Esa propaganda miserabi-lista de defensa del campesino paupérrimo y de ataque a los agricultores y empresarios agrícolas y ganaderos es una política con-tra la nación, es una política contra la pro-ducción agropecuaria, es una política clara-mente imperialista.

Al campesino tenemos que decirle que debe unificarse con los demás sectores de la producción agraria para luchar por la agricultura, por investigación, por crédito de fomento, para que se cierren las impor-taciones masivas de productos agrícolas, primera medida que debería tomarse para una reactivación en este país. No solo en el sector agropecuario, sino una reactivación

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en general pues al recuperarse el campo irradia desarrollo para el resto de la econo-mía y de la sociedad.

Todas las palabrejas de reactivación que se suelten, son pura y física mentira mien-tras no se tomen las medidas de proteger el mercado interior; que los 40 millones de colombianos consuman los productos de la nación. Con la propaganda imperialista que muchos aceptan, se dice: ¡maldita sea! es mejor comprar lo de afuera, pues es de más calidad y más barato. Pero Estados Unidos en el siglo XIX y en buena parte del siglo XX, en su disputa con las potencias europeas, y especialmente con Inglaterra, unificó el país para defender su economía, protegió su mercado interior, así lo de afuera llegara más barato y de mejor calidad.

¿Por qué Estados Unidos es hoy una potencia? Porque fue inmensamente pro-teccionista frente a la Europa más desarro-llada de la época, y especialmente frente a Inglaterra. Alemania tuvo conflictos gran-des con Inglaterra en el siglo XVIII porque aplicó una política proteccionista frente a la amenaza de las invasiones de mercancías y cereales de Inglaterra.

En la situación de hoy, Estados Unidos hace propaganda por todos los medios y en todas las formas y tiene intelectuales y gobernantes fletados para defender la li-bertad de mercado y combatir el proteccio-nismo de los demás países, pero ellos son altamente proteccionistas. Se protegen en mil formas: controlan el crédito a los países y empresas que quieran o intenten produ-cir para la exportación y que compitan con los productos norteamericanos.

Pero a nosotros nos imponen la apertu-ra. Y nuestros gobernantes dicen: ábranse. Lo peor es que una inmensa cantidad de personas y dirigentes, inclusive del sindica-lismo, aceptan que tenemos que abrirnos, y cuando no se atreven a decirlo así preten-

den meterse por la puerta de atrás con po-siciones vacilantes, dizque de concertación, cuando lo que se requiere para el país y es-pecialmente para la clase obrera es ponerse al frente de la lucha contra el neoliberalismo y por la defensa de la producción nacional.

UN Caso EsPECIal Colombia tiene una industria azuca-

rera importante, eficiente, alcanza para exportar y atiende todo el consumo na-cional. Aquí no se ha importado una to-nelada de azúcar. Este mercado ha esta-do altamente protegido por los distintos gobiernos desde su nacimiento. Es una industria que se ha desarrollado sobre la base del mercado interno.

El Valle del Cauca es económicamente una de las regiones más importantes de nuestro país. Y esa importancia se le debe principalmente al azúcar. Pero a los co-lombianos no se les dice, en esta época de aperturas, que el crecimiento del Valle y de su industria azucarera se ha dado es con el mercado nacional. Es con el consumo na-cional como se han enriquecido y moderni-zado los ingenios.

A ninguno de los dirigentes de los go-biernos de los últimos veinte años les ha dado por importar azúcar, mucho más ba-rata en el mercado mundial. Es decir, “re-sultaría más barato traerla del exterior que producirla acá”. Pero para los potentados del azúcar eso no es aplicable. Tenemos que aclarar que no estamos pidiendo que eso se haga, sólo mostramos cómo la políti-ca es para unos y para otros no.

Lo que pedimos es que esa política de protección se aplique para todos, así los productos salgan temporalmente más ca-ros aquí, porque es la única manera de im-pulsar el desarrollo nacional. No hay país que haya logrado su desarrollo sin la pro-tección de su mercado. “Es mejor la cizaña

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del país que el trigo del extranjero”, dice un proverbio oriental.

Y cuando el azúcar colombiano empe-zó a sentir pasos de animal grande con el Área de Libre Comercio de las Américas, ALCA, primero, y luego con el TLC que Esta-dos Unidos pretende imponer para todo el continente a partir del año 2005, Álvaro Uri-be Vélez les montó el gran negocio de los agrocombustibles, con fuertes garantías y cuantiosos subsidios estatales.

aGroINsUMos Costosos.El otro punto de dificultades para la

agricultura nacional es el de los insumos. En 1992 y 1993 nos hacían propaganda en el sentido de que la apertura era muy bue-na porque los agricultores iban a ver cómo los insumos, los productos necesarios para la producción agropecuaria, se iban a reba-jar y que así se podría producir con menos costos y, por tanto, se conseguirían condi-ciones para competir con el productor ex-tranjero. Falso de toda falsedad.

Los insumos agropecuarios han conti-nuado su marcha hacia arriba en precios y hacia abajo en calidad. Inclusive las multi-nacionales estuvieron muy contentas en los primeros años de la apertura porque como había libertad de precios, los pudieron su-bir a su arbitrio. El producto activo, que tenían que importarlo de la casa matriz, lo traían con arancel cero o muy bajo, pero el precio de venta al agricultor no bajó.

Los gobiernos no se han preocupado nunca por el costo de los insumos; han aplicado la plena libertad de explotación, de saqueo. La quiebra de la producción agropecuaria nacional hace que la deman-da de agroquímicos disminuya y buscan compensarla con el aumento del precio y vender menos pero más caro. Lo que no se sabe es hasta cuándo podrán seguir esti-rando el caucho.

volvaMos a la hIstorIa y a los avIsos No atENdIdos El 4 de octubre de 1972, Octavio Franco

y Carlos Naranjo, en ese momento presi-dente y secretario general de la Asociación Colombiana de Ingenieros Agrónomos, ACIA, respectivamente, señalaron en una carta dirigida a Asohuevo, la entidad gre-mial de ese sector avícola: “En la ACIA he-mos analizado en varios documentos cómo los distintos institutos y organismos oficia-les del sector agropecuario solamente son instrumentos de una política agraria que golpea a los campesinos pobres y medios, a los empresarios agrícolas no monopolis-tas, a los pequeños y medianos ganaderos y, entre ustedes, principalmente a los pe-queños y mediano avicultores…

Hemos dicho claramente que esta po-lítica favorece y fortalece a los grandes propietarios de las distintas ramas del sec-tor agropecuario y a los monopolios nor-teamericanos…

Hemos repetido, casi hasta el cansancio para quienes no comprenden nuestra posi-ción, que la política agraria colombiana (ofi-cial) es una política imperialista (impuesta, dictada por los monopolios norteamerica-nos) y proterrateniente (que favorece a los terratenientes colombianos, pues éstos de-ben ser beneficiados por esa política impe-rialista para servir de soporte y fachada a la explotación y dominación norteamericana sobre nuestro pueblo y nuestra nación)…

Decimos, por ejemplo, que en Colom-bia, en ningún momento deberíamos im-portar maíz, ni aceites vegetales, ni trigo, ni torta de soya, ni… nada, pues Colombia tiene condiciones óptimas, en todos los as-pectos, para producir lo que necesitamos.

Otra cosa es que el monopolio de la tie-rra en manos de los grandes terratenientes, el alto costo de los fertilizantes, los pesti-cidas y la maquinaria, lo deficiente y caro

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del crédito agrícola y las importaciones de excedentes agrícolas por parte del Idema no permitan nuestro desarrollo agrícola (¿Sabían ustedes que el Idema ha impor-tado excedentes de maíz a través de la ley pública 480 de los Estados Unidos, pagan-do los precios más altos que se han pagado en Colombia por este producto, muchísi-mo más altos que los que se han pagado a cultivadores nacionales cuando esos pre-cios se han calificado de especulativos? ¿Y sabían ustedes que los gringos ganarían regalando esos excedentes agrícolas y, sin embargo, “nuestro” Idema los paga muy por encima del precio vigente en el merca-do internacional?).

…Entendemos que el maíz, el sorgo, la soya, el algodón, el ajonjolí, son elementos necesarios para la producción de concen-trados, “alimento” de la industria avícola.

Y entendemos también que la produc-ción de dichos concentrados está mono-polizada por unas pocas firmas norteame-ricanas. Y sabemos, además, que el precio de los concentrados sube y sube y sube… Los productores agrícolas, los avicultores, los productores de leche, los cunicultores, no son sino parte de un todo, la economía colombiana. Y el enemigo es totalmente identificable: Estados Unidos y sus servido-res en el país.

…La ACIA cree, señores de Asohuevo, que la solución para sus problemas está no en implorarle al gobierno “la importación de determinadas materias primas que el país no produce en cantidad suficiente…” sino en luchar por la defensa de toda la indus-tria colombiana y en contra de los grande monopolios norteamericanos y los grandes “propietarios” criollos que generalmente lo único que hacen es servir de intermediarios a aquellos. Detrás de la crisis avícola (cri-sis significa ruina para muchos pequeños y medianos avicultores y la conversión en em-

presas mixtas de algunos un poco mayores) está, lo aseguramos, la concentración de la industria avícola en un número cada vez me-nor de grandes propietarios”.

En ese mismo año, el lunes 16 de julio, en la página 7B de El Tiempo, habíamos leí-do que el doctor Luis Guillermo Vélez, ge-rente del Idema, declaraba: “La producción de trigo ha rebajado en los últimos 10 años, mientras los consumos se han incrementa-do en proporciones sustanciales. En 1962 el país producía 120.000 toneladas, con lo cual prácticamente se autoabastecía.

Hoy la producción es apenas de 50 mil toneladas y la demanda es de 400 mil. Hubo una serie de factores que influyeron en la merma de la producción. El fomento se dio a la producción de cebada y Estado Unidos entregaba volúmenes grandes de trigo a Colombia, en los llamados acuerdos de excedentes agrícolas, con financiación a 20 años e intereses bajísimos”.

Por primera vez un directivo del Gobier-no confesaba que la importación masiva de excedentes agrícolas era una de las cau-sas (¿la principal?) de la menor producción triguera, pues lo que nos decían siempre nuestros “inefables” colegas directivos del ICA era que todo se debía a problemas agronómicos.

En 1972 se exportaron, según el informe oficial de Minagricultura, un total de 535.600 toneladas de distintos productos agrícolas (ajonjolí, algodón fibra, arroz, azúcar, bana-no, frijol, tabaco y flores). En 1973 esas ex-portaciones (adicionando hortalizas) llega-ron solamente a 388.400 toneladas. Es decir, las exportaciones bajaron 147.200 toneladas en 1973, con relación a 1972.

Con las importaciones ya se vivía algo diferente: entre 1971 y 1973 se importa-ron anualmente 559.100 toneladas de di-versos productos agrícolas (algodón fibra, cacao, cebada, maíz, sorgo, soya, tabaco,

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trigo, y aceites). De esos mismos productos, en 1974 se importaron 648.400 toneladas; quiere esto decir que se aumentaron las im-portaciones en 89.300 toneladas, con rela-ción al promedio de los dos años anteriores.

Cada vez se exportaba menos y se impor-taba más. La política del Ministerio de Agri-cultura no respondía a las necesidades del país. Era una política dependiente cada vez más de las orientaciones del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.

Con fecha 10 de mayo de 1974 apare-cieron en las páginas agrícolas de El Tiem-po varias informaciones y comunicados sobre la producción cerealera nacional e internacional.

Una de ellas, bajo el título: Crítica situa-ción en cultivos de cereales, anota que “los dirigentes de este sector de la agricultura señalan que promediando las cifras de la última década, se llega a la conclusión de un descenso en la producción sin que se hayan tomado medidas oficiales efectivas para contrarrestar este desaliento”.

Sobre trigo dicen que “durante 1963 se cultivaron en el país 150 mil hectáreas, para una producción de 162 mil toneladas. Diez años más tarde, en 1973, el área disminu-yó a 56.500 hectáreas con una producción de 76.400 toneladas”… “Se considera que el subsidio a las importaciones de este ce-real le vale al país $1.500 millones por año y que el precio del producto nacional se vino a reajustar a partir del año 1972 cuando “ya el enfermo no tenía cura”. Agrega que “en Colombia se le derrota (al trigo) al seguir con la política de importaciones”. Sobre la cebada comentan que debe estar “también haciendo frente al espectro de las impor-taciones y a la política oficial del no hacer excedentes exportables” Sobre el maíz “los dirigentes cerealistas culpan del desáni-mo en los cultivadores de maíz a la política seguida por el Idema”. Sobre el sorgo “los

cerealistas afirman que, como a los demás cereales, al sorgo también se le ha aplica-do `un freno´ al tomarlo como instrumento para controlar el alza del huevo y la carne de pollo, al abolirse el crédito para bonos de prenda y comprar sorgo gringo para desbancar al sorgo nacional”.

En El Tiempo del 19 de mayo, y bajo el ti-tulo “EEUU aumentó la exportación agríco-la”, encontramos la causa fundamental de la crisis en la producción nacional de cereales: la política agraria oficial está al servicio de la economía norteamericana, interesada en el fomento de las exportaciones de los pro-ductos básicos de la dieta alimentaria. Por ello la importación de excedentes agrícolas norteamericanos aumentará notoriamente cada año, pues a Colombia la necesitaban convertir en una gran importadora de la producción agrícola norteamericana.

El Tiempo lo decía: “Estados Unidos du-plicó con creces sus exportaciones agrícolas a la América Latina, debido en gran parte a los cuantiosos aumentos en los volúmenes y precios de los granos que vende a la región. El Departamento de Agricultura de los EE.UU. estimó hoy que las exportaciones agrícolas a la América Latina posiblemente alcancen un valor de 2.500 millones de dólares al terminar el año fiscal de 1974, el 30 de junio”.

El Idema fue refinanciado para hacer grandes importaciones agrícolas de los EE.UU., lo que significó la ruina de miles de agricultores colombianos y, a la larga, un mayor precio de estos productos y una ma-yor alza en el costo de la vida.

La Carta de ACIA escribía en ese enton-ces (1974): “Una de las primeras medidas tomadas por el gobierno fue precisamente la de suspender el subsidio que sobre el tri-go, y a través de las importaciones de este cereal, existía desde años atrás…

La historia de esta situación la hemos de-nunciado repetidamente. Pero sería bueno

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recordar que la producción de trigo, como posteriormente con el maíz (el pan dizque lo van a reemplazar por arepa, pero, ¿dónde está el maíz para esas arepas?), se empezó a quebrar en el país precisamente con las importaciones de excedentes norteamerica-nos a finales de la década de los cincuentas. Importaciones que el gobierno defendía en 1957 con las declaraciones de Raúl Varela Martínez, jefe de Planificación del Ministerio de Agricultura: `La parte noble del convenio – entre los gobiernos de Colombia y Estados Unidos para importar trigo y sus derivados, aceites y algodón durante 1957, 1958 y 1959 por un valor de US$20.400.000 - está en que el pago que debe hacer Colombia a EE.UU se hace en moneda colombiana.

Otra ventaja es que del valor total de las importaciones el gobierno de Colombia puede tomar el 60% para empréstitos a 30 años y 4% de rata con destino a obras de fomento agrícola e industrial. Y otra ventaja más es la de que el trigo, la harina y la sé-mola se pueden vender a 30% más barato que el precio nacional´”.

…Con estos argumentos: `Empréstitos para importar excedentes, a largos plazos, bajos intereses y un precio mucho menor, fue como terminaron con la producción tri-guera nacional, que en 1955 casi abastecía el consumo interno: `Es más barato impor-tarlo que producirlo aquí.

Y además en condiciones ventajosísi-mas´. Así hablaban los magos de la política nacional. Los magos de la entrega nacional. Los magos de la quiebra nacional, hoy muy clara cuando después de pocos años lógica-mente no producíamos trigo y lo tenemos que seguir importando a precios altísimos y en condiciones desventajosísimas. Los resultados fueron muy concretos. Alza tre-menda en el precio del trigo y del maíz. Alza en el pan y en la arepa, mayor hambre para el pueblo. …Y mayor enriquecimiento para

los monopolios importadores y panifica-dores que si bien a través de los subsidios obtenían muy buena tajada, ahora con las medidas tomadas por el `Mandato Caro´ sa-carán doble ganancia, pues hay libertad de importación (y libertad de explotación y es-peculación) y el presidente López ha dicho claramente que los precios son incontrola-bles… Claro que rápidamente se apresuran los sectores oficiales a hacer propaganda en el sentido que al suspender el subsidio se estimulará la producción de trigo nacional.

Nosotros decimos: ¡mamola! Con subsi-dio o sin él la política agraria oficial (como lo repetimos miles de veces) está orientada es a los negocios especulativos aunque se quiebre la producción colombiana.

En muchas ocasiones los ingenieros agrónomos nos referimos a las desastro-sas consecuencias que para el desarrollo de la agricultura colombiana tuvo (y sigue teniendo) la política de importación de ex-cedentes norteamericanos.

Denuncias concretas y oportunas hici-mos sobre cómo la importación de maíz y fríjol ha causado la ruina a gran cantidad de agricultores y el desestímulo a otros muchos que ven disminuidas sus ganancias por la baja en el precio del producto, a causa de la importación de grandes cantidades cuando llega precisamente la cosecha en el país.

El cultivador, ya explotado y golpea-do con el alza en el precio de maquinaria, semillas y fertilizantes, insecticidas, arren-damientos y distintos servicios para su producción, encuentra que todavía debe soportar más, pues al momento de vender, la baja en los precios es vertical.

El arrasaMIENto No ha sIdo total Por las lUChas dE los ProdUCtorEs Lo escrito hasta aquí muestra la base

de la política aplicada y defendida por los

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gobiernos de Colombia desde la década de los sesentas, política que se ha venido ha-ciendo más fuerte y abierta en contra de los intereses nacionales y a favor de la política estadounidense y las grandes empresas multinacionales.

Pero sin ninguna duda el año 1990 re-presenta un salto inmenso en esa tenden-cia: la apertura económica aceleró no-toriamente el proceso. En el caso de los agrónomos, algunos nos dimos a la tarea de desenmascarar tan nefastos designios, y para tal efecto volvimos a publicar Agri-cultura Tropical, la revista del gremio, y du-rante siete años (21 ediciones) publicamos en ella un gran número de declaraciones de organizaciones agrarias, entre ellas, ló-gicamente, la de la ACIA; hicimos crónicas de las luchas y movilizaciones que nuestros agricultores (cafeteros, maiceros, arroceros, paperos, paneleros) impulsaron a lo largo y ancho del país para buscar soluciones a sus crecientes problemas.

Como consecuencia de ello vimos cómo nacían y ganaban amplio apoyo la Unidad Cafetera, al Unidad Panelera, asociaciones regionales de maiceros y paperos y como iban confluyendo en la Asociación Nacio-nal por la Salvación Agropecuaria, la que sin ninguna duda ha sido la entidad que con más claridad y decisión ha defendido los intereses de los productores nacionales del campo, tanto del sector agrícola como del pecuario.

La última gran batalla en la que está em-peñada la asociación nacional por la Salva-ción Agropecuaria es la defensa de los miles de pequeños productores y comercializado-res de ganado, en especial de los lácteos y sus derivados, y también de la porcicultura, la avicultura y de otras especies menores, pues estos gobiernos neoliberales se han empeñado en eliminarlos por medio de una serie de medidas restrictivas de sus activida-

des, con la disculpa de la defensa de la sani-dad. Poco les interesa que eso signifique la pauperización y el hambre de centenares de miles de colombianos que históricamente se han alimentado y sobrevivido en las laderas de nuestras montañas mediante el producto de sus pequeñas parcelas con unas pocas re-ses, cerdos y aves de corral.

Detrás de esta nueva ofensiva neolibe-ral están, no nos cabe la menor duda, las grandes multinacionales como Danone, Parmalat, Nestlé-Fonterra, las que, es bue-no decirlo desde ahora, terminarán absor-biendo o controlando financieramente a empresas hasta ahora nacionales (¿) como Colanta o Alpina.

la PolítICa IMPErIalIsta hoy Resumamos, repitiendo que las políticas

antiagrarias han predominado en el país, es-pecialmente a partir de 1990, desde cuando Estados Unidos, el FMI y las demás institu-ciones financieras internacionales impusie-ron la apertura neoliberal. Han venido mar-chitando nuestra producción rural. Son más de veinte años de graves problemas, pues fueron eliminados o debilitados en gran me-dida los programas de apoyo o estímulo a la producción agropecuaria mientras se au-mentaban las importaciones de alimentos, los precios de los insumos agrícolas, los tri-butos, las tarifas y los intereses.

Se acabó con el crédito de fomento, con la asistencia técnica a los pequeños agricul-tores, con la investigación, con el apoyo al mercadeo. Fueron cerradas varias institu-ciones oficiales que en algo ayudaban al sector rural: el Idema y la Caja Agraria, el Inderena y el DRI, el Incora y el INAT, entre otras. Centenares de miles de empleos des-aparecieron, y centenares de miles de hec-táreas se dejaron de sembrar. Se acabaron prácticamente los cultivos de trigo, cebada, algodón, sorgo, ajonjolí, la producción de

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maíz suministra hoy una mínima parte de lo que requieren la industria y los consu-midores nacionales, obligando a importar anualmente más de 3.3 millones de tonela-das de este grano.

E incluso el café ha sido fuertemente golpeado, y se importa para el consumo interno, lo que ha llevado miseria y retro-ceso social y económico a gran número de regiones que años atrás eran prósperas. Los datos de los últimos años nos permiten ha-blar de importaciones agropecuarias cerca-nas a los 10 millones de toneladas anuales, propiciado este desbarajuste por la aplica-ción de la apertura económica.

Pero como si fuera poco, el imperio nor-teamericano, con la complicidad de los go-biernos de Álvaro Uribe Vélez, y del actual bajo el mando de Juan Manuel Santos, se empeña en profundizar su política colonia-lista para apropiarse de nuestras riquezas naturales, nuestro mercado interno, nues-tra biodiversidad y hasta del agua y el cono-cimiento ancestral de nuestros indígenas.

Eso es lo que pretende con su nefasto Tra-tado de Libre Comercio, TLC, que sólo traerá más quiebras, embargos, remates de parcelas y fincas y nuestra economía agraria tendrá que limitarse sólo a lo que Estados Unidos no esté en capacidad de producir, o sea, lo que ellos llaman cultivos tropicales, con el agra-vante que lo mismo les está ocurriendo a de-cenas de países con los cuales tendremos que competir por los estrechos mercados mun-diales de borojó y palmito, pitaya y maracuyá, granadilla y mora, por ejemplo.

Con motivo de los ruegos personales del presidente Santos para la aprobación del TLC con Estados Unidos, más explícitos en su reciente encuentro en Washington con el presidente Obama, el gobierno nor-teamericano le ha explicado a su opinión pública que el TLC con Colombia represen-tará un aumento de unos mil millones de

dólares anuales en la venta a nuestro país de sus excedentes agropecuarios. Y esto se hace y se dice en los mismos días en que los datos oficiales, vía DANE, reconocen que el agro colombiano tuvo un crecimiento cero en el año 2010. ¡Al caído caerle!

Con el TLC se intensificará la entrega de nuestro mercado interno, y con ello la nega-ción de cualquier posibilidad de construir una economía propia. Será la continuación de políticas y programas que les dan a los extranjeros lo que les niegan a los naciona-les, serán más numerosas las importaciones de los productos básicos, vegetales y ani-males, y lo mismo sucederá con la produc-ción industrial.

Desempleo, hambre, pobreza, cinturo-nes de miseria en las ciudades, descompo-sición e inseguridad social se multiplicarán a la par que las grandes riquezas de nuestra nación (carbón, oro, petróleo, coltán, recur-sos naturales, entre otras) y las utilidades de nuestra economía (vale mencionar las que se obtienen en la explotación de los servicios públicos, hoy en su gran mayoría en poder de empresas foráneas) serán para las empresas multinacionales y un puñado de vende patrias a su servicio.

la CoNCENtraCIÓN dE la tIErra En Colombia continua el proceso de cre-

ciente concentración de la tierra en grandes latifundios improductivos o en grandes plan-taciones controladas por el narcotráfico y el gran capital financiero, mientras hay cente-nares de miles de habitantes del campo que carecen de ella, otros tantos son desalojados después de embargarles y rematarles sus propiedades, son desplazados a las grandes ciudades por distintas formas de violencia o se debaten en la miseria amarrados a sus mi-nifundios antieconómicos.

Pero la concentración de la tierra no es solo causada por el desalojo violento de

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sus propietarios. Las consecuencias de la política aperturista de estos últimos veinte años han llevado a miles y miles de com-patriotas a perder sus tierras al no poder pagar sus deudas bancarias mientras los gobiernos hacen demagogia con planes de refinanciación que les dan más ganan-cias a los banqueros y que apenas aplazan el momento del remate de los endeudados, prolongando sus dificultades; o amarran a los parceleros de por vida, sometiéndolos a las cadenas y “alianzas” productivas, en las que el pequeño productor produce para la gran empresa, según sus normas, exigen-cias, precios y plazos o, a lo sumo, recibe su-mas ridículas por fungir como propietario de una tierra a la cual ni se puede asomar. Esta situación se multiplicará ahora con la política de “reparación” impulsada con gran demagogia por el gobierno actual.

“La apertura económica globalizó el problema agrario. El campo ya no enfrenta sólo ni principalmente la ‘vía terrateniente’, sino en especial al capital transnacional y su modelo de acumulación, que necesita ‘lim-piar’ el territorio de la gente que conside-ra ineficiente y poco competitiva”. Cuando no son arruinados por la apertura, sufren el desplazamiento causado por la violencia, sin dejar de señalar que en muchos casos son afectados tanto por la violencia como por la apertura.

Esto ha llevado a que “la participación de la agricultura en el PIB total pasara de 9,6% en el año 2000 a 8,5% en 2009. Con la particularidad que los únicos cultivos con aumento en sus áreas sembradas y en volú-menes de producción fueron los tropicales, tal como a comienzos de este siglo lo había recomendado el Plan Colombia” (ver. Suá-rez Montoya, Aurelio. Confianza inversio-nista. Ediciones Aurora, Bogotá, 2010).

Según estadísticas y estudios del mismo gobierno, un reducido número de gran-

des terratenientes (0.4% del total) acapara más de la mitad de la tierra del país (61.2%) mientras el campesinado (57.3% de los pro-pietarios rurales) sólo cuenta con 1.7% del área predial rural registrada, distribuidas en parcelas de menos de 3 hectáreas por propietario. Hay cerca de 40 millones de hectáreas de pastizales en ganaderías ex-tensivas o en rastrojos, mientras la produc-ción campesina y la agricultura comercial se confinan en apenas cuatro millones de hectáreas. Quince mil grandes latifundistas poseen casi cincuenta veces más tierra que casi dos millones de familias campesinas. Un estudio auspiciado por la Contraloría General de la República (Colombia: entre la exclusión y el desarrollo, 2002, edit. Alfao-mega), señala que mientras en 1992 sólo 1.4% de la población era propietaria de 46% de las tierras, en el año de 2002 ya un número menor de terratenientes (1.08% de la población) acaparaba 53% de los suelos, y que había más de un millón de campesi-nos desposeídos de ella. A todas luces esta tendencia de concentración de la tierra se mantiene en lugar de revertirse.

EN la orINoqUIa, PolítICa dE GraNdEs haCIENdasEn el gobierno de Juan Manuel Santos, la

propuesta en torno a las tierras que empie-zan a impulsar para una de sus “locomoto-ras”, es el denominado “modelo Carimagua” que se venía cocinando desde el gobierno de Uribe, en el cual es notorio el estímulo a la gran propiedad y la negativa a apoyar a los sin tierra de este país.

En el Plan Nacional de Desarrollo se dero-ga el Art. 21 de la ley 160 de 1994, que auto-rizaba el otorgamiento de subsidios para la compra de tierras por parte de campesinos, hasta por el 100% del valor de las mismas.

Pero, a la vez, el Plan se propone estable-cer explotaciones que excedan la UAF (Uni-

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dad Agrícola Familiar), fijando como tope inicial 10 UAF y determinando que ese tope puede ser excedido si media un proyecto de desarrollo agropecuario y forestal, caso en el cual el monto de hectáreas autoriza-das lo determinará el tamaño del proyecto.

Santos y Uribe coinciden en este plantea-miento: Uribe, en la inauguración de la ha-cienda “la Fazenda”, en Puerto López, Meta, ya había abogado por la gran propiedad al decir: “Me han expresado la preocupación por el tema de la propiedad de la tierra. Uste-des saben que hay una limitación legal, que no se puede adjudicar, titular sino una uni-dad agrícola familiar que aquí está, ¿en cuán-to?, en mil hectáreas y parece poco cuando un proyecto como este va a tener 40, 45 mil hectáreas” (Uribe 2006). En cuanto al modo, precisó: “Donde se necesita hacer un proyec-to grande, entonces hacer el convenio de participación, con quienes son poseedores de buena fe de la tierra -estamos hablando de poseedores que no tienen títulos- y darle validez a ventas de posesiones o a contratos de participación con posesiones… Y como hay la limitación para entregar el título, que entonces a cualquiera de esas figuras se le entregue la concesión. Y una concesión por todo el largo plazo que se pueda y renova-ble” (Uribe 2006)..

Pues bien, Santos comprometido en de-fender uno de los “tres huevos“de Uribe, la “confianza inversionista”, plasma esta idea en el Plan al proponer en el Art. 46: “… Créa-se la Comisión de Proyectos Especiales de Desarrollo Agropecuario y Forestal, con el objeto de recibir, evaluar y aprobar los pro-yectos especiales agropecuarios y foresta-les, autorizar las solicitudes de los actos o contratos de estos proyectos, cuando con estos se consolide la propiedad de superfi-cies que exceda de 10 UAF”.

Para asegurarse de que las solicitudes sean rápidamente aprobadas, se conforma

una “Comisión integrada por los ministros de Hacienda, de Agricultura, de Comercio Indus-tria y Turismo, el jefe de Planeación Nacional y el alto consejero para la Gestión Pública y Pri-vada de la Presidencia de la República” (Art. Plan Nacional de Desarrollo, 2011).

Ya nos podemos imaginar la diligencia de dicha Comisión tramitando las solicitu-des de los “Cacaos”, “Los Nuevos Llaneros”, y las multinacionales que ya tienen sentados sus reales en la zonas en donde se van a aplicar estas normas. Sobre este fenómeno ya se había alertado: “Es que la febril y des-ordenada actividad económica que registra la Orinoquia está condenando a muchos de los pequeños y medianos propietarios lla-neros al desplazamiento, o a convertirse en peones de los empresarios recién llegados, y está comenzando a erosionar las tradiciones y culturas propias de la región” (Rodríguez Becerra, Manuel. Artículo en El Tiempo).

En la Orinoquia colombiana, los grupos Aval, Santodomingo y Manuelita y las multi-nacionales Carguil, Mónica de Brasil, y otros inversionistas, alentados desde el gobierno de Uribe y apalancados por el corrupto AIS.(Agro, Ingreso Seguro), han comenzado la compra de derechos a los poseedores tra-dicionales de esas tierras, compras que su-peran los topes legales de 1(una) UAF, esta-blecida para la zona en 900 hectáreas, por lo cual públicamente han venido reclamando soluciones para superar la ilegalidad que les implica comprar tierras por encima del tope que establece la ley colombiana. El plan de desarrollo de Santos satisface sus deman-das y le pone el sello plutocrático al modelo agrario que quieren o pretenden imponer.

En el Planeta quedan pocas tierras para la expansión de la frontera agrícola. La Amazonia, los desiertos, el cerrado brasile-ro y la Orinoquia colombo-venezolana son las alternativas más notorias para cumplir ese cometido. La discusión sobre cambio

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climático deja por fuera el uso masivo de la Amazonia; los costos de adecuación de los desiertos limitan ese propósito a los ex-clusivos inversionistas de los “emiratos” pe-troleros, quedando por tanto sólo las tierras del Brasil que ya han comenzado a utilizar-se y nuestra Orinoquia.

No es casual que en enero pasado el invitado de honor a la feria de Catama, en Villavicencio, fuera la República Popular China, la cual a través de su embajador manifestó su deseo de hacer negocios en la Orinoquia, empezando por su interés en unas 400 mil hectáreas para impulsar gran-des proyectos productivos.

Es por lo que en la opinión mundial comienza a hablarse de “neocolonialismo agrario” (Ramonet, 2010), para ilustrar la ca-rrera de los países desarrollados y los emer-gentes (China), sumados a los productores de petróleo, que impulsados por sus nece-sidades alimentarias, unos, y por nuevos nichos de negocios, otros, se han lanzado a una carrera de compra de tierras que ya sobrepasan los ocho millones de hectáreas (www.grain. org/m/?id=213).

Derrotado inicialmente Santos, por la acción de Jorge Robledo y Wilson Arias, parlamentarios del POLO, en su intento de entregar a los grandes consorcios financie-ros y agroindustriales las tierras baldías de la nación, pretende con la presentación de un nuevo proyecto de ley, en cabeza del cuestionado ministro de Agricultura, Liza-rralde González, legalizar las apropiaciones ilegales, asesoradas por el ex embajador en Washington, y abrir las posibilidades al gran capital, con el taparrabo de las “alianzas productivas”, de tomarse la tierra en la nue-va frontera agrícola y agudizar la enorme concentración de tierras que en Colombia, donde los índices de desigualdad están re-flejados en un coeficiente Gini cercano a uno (el máximo de concentración territorial), que

nos coloca entre los peores el mundo.Partamos de que la pequeña y mediana

empresa rural, gran olvidada en este deba-te, también genera producción competiti-va. Aceptemos que la población campesina e indígena puede – lo ha venido haciendo- contribuir a producir alimentos, a generar empleo de manera incluyente y con sos-tenibilidad ambiental. Admitamos que el agronegocio exista sin permitirle acaparar tierras e instrumentos de política agraria.

La disyuntiva es: se da la tierra a los gran-des consorcios nacionales y extranjeros (mo-delo Carimagua) o se procede a la entrega de tan vital recurso natural a medianos y pequeños productores, acompañado de un gran plan de producción de la comida que importamos, generando no solo crecimien-to sino desarrollo, lo cual implicaría resolver viejas falencias sociales en Colombia. Es un problema de asumir la democracia o conti-nuar con la exclusión social que avergüenza nuestra nación en el concierto mundial.

¿CUál Es El CaMINo?No queda más salida, por tanto, que opo-

nernos decididamente a la firma y aplicación de los Tratados de Libre Comercio, o de cual-quier acuerdo que se le parezca y defender con entereza la producción nacional, recupe-rar la soberanía alimentaria y rechazar todas las políticas imperialistas que le impone Esta-dos Unidos a nuestro país y que han mante-nido con servil obediencia los gobiernos de Álvaro Uribe Vélez y Juan Manuel Santos.

Como hemos señalado, hoy es necesa-rio insistir en que se debe:

1. Rechazar la política neoliberal y los Tratados de Libre Comercio, TLC, de Colom-bia con Estados Unidos y con la Unión Eu-ropea, resguardar y fortalecer el mercado interno, proteger la producción nacional frente a las arremetidas de las grandes mul-tinacionales.

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2. Exigir que el Estado elimine de manera inmediata las importaciones agropecuarias que lesionan nuestra economía y la adop-ción de medidas contra el contrabando de géneros agrícolas e industriales.

3. Recuperar la soberanía y la producción alimentaría del país. Apoyar a los campesi-nos en sus luchas democráticas en contra de la concentración de la tierra y por su demo-cratización. Respetar los derechos históricos y las costumbres ancestrales de las comuni-dades indígenas y afro descendientes.

4. Condenar el desplazamiento forzado y propiciar el retorno de los desplazados a sus territorios, con plenas garantías de tie-rra, seguridad, respeto a su vida y a su in-tegridad, y respaldo para su desarrollo eco-nómico y social.

5. Eliminar las exigencias abusivas en los proyectos productivos rurales, y todos los mecanismos y normas que los supeditan a las cadenas productivas al servicio de las transnacionales.

6. Rechazar las privatizaciones y el des-monte de empresas estratégicas para el control nacional sobre la biodiversidad, los bosques, la fauna, los recursos marinos y acuícolas y, en general, sobre nuestros recur-sos naturales. Rechazar la exigencia sobre el uso de semillas transgénicas e insumos pre-determinados y el control monopólico y es-peculador de las multinacionales sobre ellos.

7. Proteger los recursos naturales reno-vables y no renovables del país frente a la voracidad de las multinacionales y sus me-gaproyectos.

8.- Exigir políticas eficaces para la dismi-nución del precio de los insumos y combus-tibles necesarios para la producción.

9.- Reclamar instrumentos de política indispensables como crédito de fomento, comercialización, investigación rural y asis-tencia técnica calificada.

9.- Renegociar los tratados de libre co-mercio (TLC), por su alto impacto negativo en la producción agraria e industrial.

Carlos Naranjo Ossa, Hernando Patiño Cruz, Alvaro Rodríguez Soto, Hernán Pérez Zapata y Octavio Franco M. Asamblea de la Asociación Colombiana de Ings. Agrs, ACIA. Bogotá.

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Los talibán de la apertura andan albo-rotados por el rechazo a los TLC de los campesinos que participaron en el “tal”

paro agrario. Y mientras insisten en que los TLC no son la causa del paro -lo cual es par-cialmente cierto- excusan los daños que es-tos le causarán al aparato productivo nacio-nal con el cuento, tantas veces repetido por los funcionarios involucrados en sus firmas, de que en todo tratado “habrá ganadores y perdedores”.

Lo más irresponsable del desespero por firmar tantos TLC a la carrera es que nunca se han hecho estudios serios sobre los beneficios y daños que ellos pueden comportar. Nace solo de apreciaciones de índole general, fruto de teorías, como la de la “ventaja comparativa”, que la vida real ha demostrado son hoy obsoletas. Pero no se necesita gran agudeza para entender que será muy difícil que haya muchos sectores suficientemente competitivos para enfren-tar esos TLC y ser ‘ganadores’ en un país tan atrasado en el escalafón de la competitivi-dad como Colombia.

El Foro Económico Mundial nos da el puesto 117 de 148 en calidad general de infraestructura; el 130 en calidad de las carreteras; el 110 en calidad de puertos; el 143 en cargas tributarias totales contra uti-lidades; el 123 en cuanto a efecto del siste-ma impositivo sobre los incentivos para el trabajo; el 101 en cuanto a la carga de los servicios financieros; el 104 en calidad de

ExPROPIANdO PERdEdORES:Visión empresarial nacional

y la actual coyuntura del agro Colombiano

la educación primaria; el 108 en calidad de la educación en matemáticas y ciencias; el 125 en confianza pública hacia los políti-cos; el 147 en costos del terrorismo para los negocios; y el 140 en costos del crimen y la violencia para los negocios. Ah, y eso sí: nos da el 6º lugar en fortaleza de la protección a la inversión extranjera.

En este escenario, bien difícil le quedará a cualquier sector del aparato productivo no acabar entre los ‘perdedores’ de los TLC. Mucho menos con los costos de energía más altos del continente y con una mone-da locamente sobrevaluada. De acuerdo con el ilustrado criterio de los talibán de la apertura, tanto los patronos como los tra-bajadores de esos sectores deben abando-nar su actividad por no tener la ‘eficiencia’ requerida para sobrevivir.

En el TLC con EE. UU. el gobierno colom-biano se comprometió a pagar compen-saciones monetarias cuando se anulen o menoscaben beneficios que los norteame-ricanos esperan recibir por el TLC. Y también aceptó hacer “el pago pronto, adecuado y efectivo de la indemnización” a inversio-nistas individuales cuando el Estado co-lombiano adopte medidas que afecten las expectativas de utilidades del inversionista extranjero, por considerar esa afectación una “expropiación indirecta” (así no haya una expropiación o transferencia formal del título de propiedad). La firma de un TLC es una medida del Estado que hará que los

Emilio sardiVicepresidente TECNOQUÍMICAS y Presidente de ASINFAR Agro

[el País, cali, sePt. 18 de 2013]

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‘perdedores’ colombianos sufran una ex-propiación indirecta.

El mismo TLC con EE. UU. reconoce “que los Artículos 13 y 100 de la Constitución colombiana disponen que los extranjeros y los nacionales están protegidos al am-paro del principio general de igualdad en el trato”. El Estado colombiano debe ase-

gurar esa igualdad en el trato a sus nacio-nales e indemnizarlos por las consecuen-cias de sus medidas, como lo hará con los extranjeros. La firma irresponsable de los TLC generará innumerables ‘perdedores’ para que unos pocos ‘ganadores’ puedan ganar, pero hasta los ‘ineficientes’ tienen derecho a respirar.

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Por estos días en diferentes escenarios nacionales el profesor Albert Berry candidato a premio Nobel de Econo-

mía viene presentando su tesis sobre creci-miento económico basado en las unidades familiares e insistiendo en el error de des-calificar su valioso aporte a la generación de empleo y riqueza , de alguna manera su teoría explica la razón por la cual a pesar de toda la política antiagraria contra me-dianos y pequeños productores desplega-da con especial énfasis por los dos últimos gobiernos, que no han tenido ningún repa-ro en dejar en evidencia su apuesta por la agricultura extensiva y en la altillanura, las cifras continúen reflejando la importancia del aporte en la producción nacional del trabajo de los pequeños agricultores.

El experto Canadiense atribuye el es-tancamiento de la pequeña producción en Colombia a la falta de apoyo del Estado en investigación, asistencia técnica e inversión en infraestructura factores que inciden en la productividad, no reclama subsidios como los que emplean las naciones desarrolladas para soportar a sus productores.

El doctor Berry plantea un modelo dual en el que conviven la gran producción y la pequeña, pues mientras la primera en algu-nos renglones genera beneficios de escala, la segunda provee mejores ingresos y un

LA AGRICuLTuRA fAMILIAR: MOTOR dEL dESARROLLO

alto número de empleos necesarios en un país carente de industria como el nuestro, basa sus afirmaciones en el estudio de exi-tosas experiencias vividas por Taiwan, Indo-nesia y Tailandia.

A pesar de toda evidencia el gobierno no direcciona su política a darle sustentabilidad a este sector porque siendo coherente con su esquema de libre comercio, de apertura de nuestro mercado a la producción extran-jera uno de los mecanismos empleados para garantizar su acceso es diezmando cualquier competencia interna, por ello no extraña que en la pantomima montada el miércoles ante-rior en palacio para supuestamente evaluar el cumplimiento de los acuerdos Santos a través de los medios saliera a decir que todo se ha hecho mientras que los costos de producción se mantienen disparados porque en los pun-tos de venta de insumos los precios siguen en las nubes, las tarifas de servicios públicos son confiscatorias así como el precio de la gasoli-na, las llamadas de las casas de cobranza a los agricultores continúen incluso en las horas de su descanso, el contrabando campea en las rutas de frontera, las licencias para proyectos minero energéticos en zonas de producción agropecuaria se siguen otorgando y los pre-cios de venta de los productos son manipula-dos por especuladores; el 25 de mayo pode-mos cambiar este modelo.

libardo Gómez[diaRio del huila, neiva, maRzo 24 de 2014]3<<VOLVER A CONTENIDO >>

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Colombia siembra algo más de cien mil hectáreas de fríjol y estas arrojan, anualmente, cerca de ciento diez mil

toneladas, que llegan a los hogares colom-bianos, para la preparación, entre otras, de las famosas “frijoladas” y la emblemática Bandeja Paisa.

Los recuentos indican que Santander, Tolima, Huila, Antioquia, Nariño y Cundina-marca siembran el 98% del área total en el país, labor que despliegan más de cien mil campesinos. El Meta no figura en esas ci-fras, no porque no siembre sino por defec-to de las estadísticas, pues supera en área a departamentos registrados como Boyacá, Atlántico y Bolívar.

El promedio de producción del fríjol metense está por encima del nacional y mundial; se trata de cultivadores eficientes como los que más, afectados en su compe-titividad por arreglos comerciales interna-cionales que no compensan los subsidios externos con ayudas al producto nacional, ni instrumentos de política agraria que les mejore su idoneidad.

Este cultivo es de pequeños campesinos, que han desarrollado su actividad, básica-mente sin ayuda oficial; lo cual significa sin investigación y sin asistencia técnica especia-lizada, sin regulación de precios para sus insu-mos, sin canales de comercialización justos y sin representación gremial que los defienda.

EL CALVARIO dEL fRÍJOL

La productividad nacional es de tonela-da larga por hectárea, siendo la media mun-dial inferior a la nativa. En el mundo Brasil, India, China, Myanmar (Birmania), México y Estados Unidos, siembran la mayoría de los 17 millones de hectáreas que se cultivan. Los principales exportadores son Myanmar (Birmania), China y Estados Unidos; la ma-yor parte del frijol gringo va al mercado in-ternacional.

El TLC con Estados unidos, determinó un cupo inicial de importación de 15.000 tone-ladas que crecerán 5 % anualmente, que en-tran libre de arancel y la tarifa base para lo importado por fuera de dicho cupo es 40% , la cual deberá desaparecer en 10 años.

Los campesinos de san Juanito y El Cal-vario, denuncian que el precio en el primer año de TLC, se deterioró en casi la mitad de su cotización entre una cosecha y otra, he-cho que los coloca en situación de pérdida, incumplimientos de obligaciones crediti-cias e incertidumbre hacia el futuro, para una actividad convertida en la principal de su accionar agrícola. Transcurridos tres meses no ha sido posible una cita guberna-mental para ser escuchados.

Lo anterior a pesar de que el artículo 65 de la Constitución establece: “La produc-ción de alimentos gozará de la especial pro-tección del Estado”. Está contemplado esto en el “Pacto Agrario”?

Eudoro alvarez Cohecha[villavicencio, maRzo 23 de 2014]

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Mientras los productores de fríjol de la cordillera metense esperaban que la audiencia con el Ministro de

agricultura se concretara, luego de haber sido solicitada hace más de tres meses – no ha valido ni la intercesión de la Secretaría de Desarrollo Agroeconómico del Meta- desde el ministerio se conoció una resolu-ción, la 183, dizque para resolverles, según el boato con que acostumbran a cacarear esta medidas desde el gobierno.

En la mentada resolución se reconoce que: “desde el año 2012, con la entrada en vigencia de los tratados de libre co-mercio con EE UU y Canadá y con las im-portaciones de China y Perú, se aumentó la oferta en el mercado nacional de un volumen promedio de más de 30 mil to-neladas de fríjol con un precio inferior de 6% al del fríjol nacional … “ lo cual “… afecta el precio nacional … que enfrenta una caída de 41%...”; es decir se reconoce el problema, debidamente cuantificado: Según esto, sobre un precio de 500.000 pesos la carga de 125 kilos, el menosca-bo es de 205.000 pesos.

Con unas cuentas tan claras y una con-fesión excepcional sobre la causal de la de-bacle, cualquier persona medianamente sensata deduciría que la medida para con-trarrestar el desafuero sería proporcional al daño causado.

Veamos: “El valor del apoyo será de 100.000 pesos moneda corriente por tone-

REMIENdOS INÚTILES

lada vendida…”, Lo cual ocurrirá luego de cumplir con requisitos que en un beren-jenal de condicionamientos, obligados a plasmar contra reloj, para unos producto-res, 120.000 reconocidos por el Ministerio, quienes están localizados en apartadas regiones, seguramente sin mayor informa-ción y con un sistema de comercialización informal que dejará a la inmensa mayoría por fuera de este apoyo.

Los Campesinos pierden, a causa de la política errónea reconocida por el Ministe-rio, 205.000 pesos por carga y se le indem-niza con 12.500 pesos; Si les descuentan el 4x1000 y el costo de las transferencias electrónicas, qué le queda a un productor que haya vendido 1 tonelada, de tan míse-ros apoyos?... súmele los viajes, las cuentas de cobro, “los gastos a que haya lugar” de la bolsa Mercantil de Colombia, seguramen-te la conclusión es de que “sale más caro el caldo que los huevos”.

No cuadran las cuentas. Esa resolución parece una ofensa con alevosía y premedi-tación contra el campesinado frijolero.

Definitivamente la realidad de los buró-cratas del Ministerio no es la misma de las víctimas de la mala política agraria, en este caso campesinos abandonados por más de dos décadas de neoliberalismo rampante.

No se diga después que los campesinos son inducidos por agitadores profesionales a rebelarse y sumarse al paro nacional agra-rio en gestación.

[abRil 5 de 2014]

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El sector agropecuario de Antioquia se encuentra en un creciente abando-no por parte del Estado como conse-

cuencia de las políticas neoliberales, que muestran una problemática similar a nivel nacional. Esta situación afecta el empleo y el progreso de la población en los muni-cipios y zonas rurales del Departamento. En consecuencia afecta la calidad de la ali-mentación y el bienestar de los poblado-res urbanos. La migración y el desalojo se concentran en ciudades como Medellín y el área metropolitana.

Se importa más de la tercera parte de la dieta alimenticia. Los productos de la re-volución verde1 son altamente contamina-dos, tanto los producidos localmente como los importados.

El problema del campo debe atenderse prioritariamente a nivel local –municipal y departamental, y nacional. Se debe dedi-car al menos el 10% de los presupuestos públicos para apoyar el trabajo en el cam-po, enfatizando en la Soberanía Agroali-mentaria y el empleo masivo con base en la agricultura, la ganadería, la pesca y la re-forestación agroecológicas; todo ello con miras a proteger el ambiente, propiciar una producción limpia para el logro de una ali-mentación sana para los antioqueños y los colombianos, y el desarrollo sostenible del sector, para abastecer el mercado interior y exportar excedentes.

PROPuESTA PROdEfENSA Y SALVACIÓN dEL SECTOR AGROALIMENTARIO

dE ANTIOQuIA

Se debe apoyar además, la agricultu-ra empresarial de capital nacional sobre la base de acuerdos entre empresarios y tra-bajadores, para beneficio de ambos, que permitan el progreso del sector, y se apoye la inversión en las zonas de su ubicación, bajo criterios de sostenibilidad.

La revolución verde, se refiere al afina-miento de las técnicas de hibridación y a la introducción de los agroquímicos a finales del siglo XX. Es a partir de 1946, en la post-guerra que el apuntalamiento de la industria de las multinacionales productoras de pesti-cidas y agroquímicos toma auge, así como el nacimiento los grandes centros de investiga-ción agrícola que ven la luz en los años 1950, 60 y 70 (el G.C.I.A.T crea el IRRI, CIMMYT, ICRI-SAT, CIAT, ICARDA), instituciones creadas con dineros públicos que apoyan la ciencia con el objetivo de encontrar soluciones a los pro-blemas de hambre en el mundo.

uNA POLÍTICA AGRARIA PARA ANTIOQuIA Y COLOMBIA: “Antioquia produce sus alimentos,

reorienta y dignifica su ruralidad” . El go-bierno de Antioquia y todos los gobiernos municipales del departamento están obli-gados a proponer y aplicar una política agraria que garantice la Soberanía y la Se-guridad Alimentaria de sus pobladores. Tal política agraria sólo es posible por medio del fortalecimiento de la ruralidad como

Colectivo de apoyo a vía Campesina y salvación agropecuaria de antioquia

Coordinador: Miguel Angel Restrepo, Ing. Agr., M.ScExDecano de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la U.N./Medellín

y del Centro de Investigaciones y Estudios Ambientales, CIER

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escenario para una vida digna; la recupera-ción del territorio y sus servicios ambienta-les; y la destinación de la tierra a usos que garanticen la producción alimentaria, la unidad familiar, el orden comunitario y la armonía social para los pobladores rurales de Antioquia.

Una política agraria funcional a los pro-pósitos anteriores requiere:

1. Promover acuerdos de comercio in-ternacional que protejan y fortalezcan la agricultura campesina sostenible regional, cuidando que no degraden el territorio ni sus servicios ambientales, y no vulnere los derechos colectivos

2. Limitar las importaciones de bienes agrarios que lesionen los intereses de la sociedad, la economía local, regional y na-cional; con el fin de proteger e incentivar la producción local campesina.

3. Propiciar una reforma agraria integral, que contemple la redistribución de la propie-dad rural; el fortalecimiento de la organiza-ción campesina; la recuperación del patrimo-nio natural intangible e inalienable, como lo son las semillas nativas, que nos aseguran la Soberanía Alimentaria; reforzar las capacida-des técnicas productivas de las familias cam-pesinas, lo que implica la democratización y

acceso a los medios de producción rural. 4. Priorizar la atención a la población

desplazada y su vinculación a la vida rural con garantías de seguridad para sus vidas, de atención a sus derechos fundamentales de salud, educación y vivienda, y de inser-ción a una vida productiva que estimule la producción de sus alimentos y que genere los ingresos necesarios para su desarrollo humano integral y sostenible.

5. Fortalecer la asesoría y la asistencia técnica para la formulación participativa de proyectos de producción de economía campesina sostenible.

6. Rechazar las privatizaciones y el des-monte de empresas estratégicas para el control y protección nacional sobre la bio-diversidad, los bosques, la fauna, los recur-sos marinos y acuícolas y, en general, sobre nuestros recursos naturales, que forman parte del patrimonio colectivo, inalienable e inajenable, de los antioqueños.

7. Rechazar la exigencia sobre el uso de semillas transgénicas e insumos pre-determinados y el control monopólico y especulador de las multinacionales, en-tendida ésta como la garantía de empleo, educación, salud y vivienda de calidad, so-bre ellos.

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Un pequeño homenaje a un visionario Vincent Labeyrie (1924-2008), inves-tigador y humanista francés quien

marco en la Europa de la segunda mitad del siglo XX uno de los hitos más impor-tantes, al darle a la ecología, un enfoque político. Ya para 1975 como visionario, pre-vio los problemas que el desarrollo de los agrocombustibles acarrearían y en una de sus conferencias denunciaba:”No podemos dejar que los estómagos famélicos de los niños del tercer mundo, pasasen luego de los motores de los automóviles de los paí-ses desarrollados”.

Luego afirmaba que: “de las catástrofes del cambio climático, no se podía culpar a la ciencia de ella, ya que el análisis era necesa-rio hacerlo siempre desde lo político, es de-cir desde el sistema económico e ideológico dominante, comparándolo con el único ver-daderamente existente sobre el planeta La Tierra, ese de la Economía de la Naturaleza”. En ello no se equivoco el maestro y hoy la realidad de los hechos le da la razón.

El Alimento Motor de la civilización: La principal fuente de energía de la humani-

EL NEGOCIO dEL HAMBRE Y LA SOBERANÍA ALIMENTARIA

dad es el alimento: él es en última instancia el motor de todas sus luchas. El hombre ha tenido que hacer frente desde hace miles de años por la competencia con los demás seres vivos por el alimento que a ambos les interesa.

Hoy nos enfrentamos a una de las crisis Alimentaria Mundial con un caris de grave-dad, pero detrás de ella hay una historia; que se debe leer desde la Bolsa de valores de “Wall Street” durante 2001 y 2002, des-pués de la explosión de la burbuja financie-ra en el sector de las telecomunicaciones, los capitales se dirigieron hacia los merca-dos inmobiliarios, que dejaron sin techo a millones de familias en los EEUU, que hoy deambulan sin vivienda por las calles con el lema: “homeless revolution”

A continuación, cuando la burbuja de los mercados inmobiliarios explotó, se des-plazaron nuevamente hacia los mercados de materias primas, esencialmente el pe-tróleo y los productos de la agricultura.

Historia detrás de la Crisis Alimentaria Mundial viene ahora al orden del día: Los fondos de inversiones compran «futuros», es decir, las cosechas de los próximos años, no para adquirir productos agrícolas, sino para ganar dinero en la reventa posterior, y a un mayor precio.

El capital del la plusvalia ficticia cobra identidad, se establecen ganancias con los productos del suelo que aun no se han sembrado, pero que ya están vendidos; es el neoliberalismo en acción y ganado por adelantado.

lilliam Eugenia Gómez álvarez [Ph.D.1] alejandro henao salazar [1Ph.D. Ecología y Etología I. A. 2Biologo, aspirante

a Maestría Universidad Federal de São Carloso]

…Las bancarrotas se socializan, las ganancias se privatizan. Es más libre el dinero que la gente.

La gente está al servicio de las cosas. Eduardo Galeano

“Un testaferro del traidor de los aplausos

un servidor de pasado en copa nuevaque cosa fuera –corazón- que cosa fuera

que cosa fuera la maza sin cantera un eternizador de dioses del ocaso

Jubilo hervido con trapo y lentejuela”La maza. Silvio Rodríguez

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Lilliam Eugenia Gómez Alvarez, I.A., Ph. d. Ecología durante una marcha prodefensa

de las semillas libres en Medellín.

El Hambre las Cosechas y las Ganancias El precio de los alimentos subió 83% en tres años (Banco Mundial de junio del 2008). El índice para los precios de alimentos mun-dial subió 45% en nueve meses (FAO).

Un índice similar maneja The Economist’s (USDA 2008). Los objetos mayores de espe-culación con más relevancia son: la leche que entre el 2000 al marzo del 2008 aumen-ta de un 10 a 160 %, los granos en el mismo periodo pasan de 10 a 240%, y por último la especulación rebaza todos los limites con los aceites, de los cuales se puede extraer biodísel, sufriendo un aumento en el mis-mo periodo del 10 a 300%.

Según Jossette Sheeran, la directora del Programa Mundial de Alimentos, dijo: “Es-tamos viendo más gente con hambre que

antes. Hay comida en los estantes pero la gente no tiene con qué pagar”

En respuesta al alza de precios, la pro-ducción mundial de cereales alcanzó en 2008 un máximo histórico de unas 2.245 millones de toneladas, lo suficiente para satisfacer las necesidades anuales previstas y para permitir una modesta reposición de las existencias mundiales, pero… el poder adquisitivo de la gente no lo permite; se produce anualmente 2245 millones de to-neladas por 7000 millones

de personas lo que equivaldría a 320,7 Kilos por persona al año, esto equivale a decir que a cada persona le correspondería 0,878 Kilogramos por persona al día.

En los actuales momentos con un incre-mento estimado de 105 millones de ham-

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brientos en 2009, hay ahora 1020 millones de malnutridos en el mundo, lo que signi-fica que casi una sexta parte de la humani-dad padece hambre y según el Fondo de las Naciones Unidas para las Mujeres (UNI-FEM), el 70% de ellas son mujeres.

Los récords trágicos de la crisis alimenta-ria en el tercer mundo nos muestran que el número de hambrientos — quienes consu-men menos de 1.800 calorías diarias — es de 642 millones en Asia y el Pacífico y 265 millones en el África subsahariana.

En América Latina y el Caribe se registra-ron 53 millones de personas con hambre, un aumento del 12,8% con respecto al año anterior. FAO calcula que la agricultura en los países en desarrollo necesita una inver-sión anual de 30.000 millones de dólares para ayudar a los agricultores. Tal nivel de inversión es necesario para alcanzar la meta de la Cumbre Mundial sobre la Alimenta-ción de 1996, para reducir el número de hambrientos a la mitad para el 2015.

La cantidad es baja si se compara con los 365.000 millones de dólares gastados en 2007 en apoyo de la agricultura en los países ricos, los 1,340 billones dólares gas-tados cada año en el mundo en armamen-tos y los billones de dólares movilizados en poco tiempo en 2008– 2009 para apuntalar el sector financiero.

LA MuJER Y EL HAMBRE: La crisis alimentaria tiene un rostro es-

pecialmente femenino: siete de cada diez de las personas con hambre son mujeres y niñas. De Hecho, dos de cada tres mujeres en el mundo podrían estar en riesgo de su-frir hambre.

Según la OIT, las mujeres constituyen actualmente el 60% del total de trabajado-res y trabajadoras pobres. El 70% de la pro-ducción alimenticia mundial es aportado por las mujeres. Sin embargo, sólo el 1% de

la propiedad y tenencia de las tierras está a nombre de campesinas.

El alza en el precio de los alimentos se debe a una combinación de cinco factores: 1. El precio alto del petróleo. 2. La expansión de los agrocombustibles. 3. La producción de carne de animales a partir de granos. 4. Cosechas fallidas debido al mal clima. 5. La especulación en los precios de los alimen-tos—después de que empezaron a subir.

Hay bastantes alimentos para dar de comer a toda la población mundial. Todas las pretendidas soluciones basadas en el aumento de los rendimientos de la pro-ducción agrícola mediante el mayor uso de abonos o de transgénicos para «dar de comer a la población» no son más que en-gañosas excusas para promover un modelo productivo que incremente el poder de las industrias agroquímicas.

Los precios agrarios en los mercados internacionales pueden volver a bajar bru-talmente en cualquier momento, ya que, como se ha visto, están esencialmente liga-dos a los mecanismos bursátiles y a la es-peculación. La burbuja especulativa en los mercados agrarios puede explotar en cual-quier momento. Tanto las subidas como las bajadas brutales de los precios agrarios tienen dramáticas consecuencias para los campesinos y para los consumidores. Es necesario tomar medidas para hacer frente a estas situaciones.

RESuMIENdO LA CRISIS: Susan GEORGE, en su libro “Como muere

la otra mitad del mundo” afirma que el pro-blema más grave del hambre, es el control ejercido por aquellos que poseen el poder económico de los alimentos.

La miopía del Sistemas de producción impuesto en el mundo actual no le interesa comprender los beneficios económicos de la erradicación del hambre.

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SOBERANÍA ALIMENTARIA Y AGROECOLOGÍA I INFOAGRO COLOMBIA 100 I MAYO 2014

Si dicha situación se juzga desde el pun-to de vista moral ello parecería criminal, pero desde un punto de vista económico, muestra que la producción alimentaria de los países desarrollados está ligada sola-mente a una demanda solvente y no a las necesidades de los seres humanos.

dESMANTELAMIENTO dE LA SOBERANÍA ALIMENTARIA: Esta súbita subida de los precios agrarios

en los mercados mundiales, Colombia y mu-chos países se encontraron desabastecidos, ya que para alimentar a sus poblaciones ha-bían abandonado su producción nacional y aumentado su dependencia de importacio-nes agrarias durante los años 80 y 90.

Durante los dos últimos decenios, El Banco Mundial, el FMI y luego la OMC, han obligado poco a poco a todos los países a desmantelar todas las herramientas de po-lítica pública que permitían mantener una producción alimentaria capaz de cubrir las necesidades de las poblaciones. Los países se han visto empujados a producir para la exportación y a abandonar la producción alimentaria local.

Consecuencias: el 40,8 por ciento de los hogares colombianos está en estado de in-seguridad por falta de alimentos. El dato se establece a través de preguntas a las familias como si en el último mes faltó el dinero para comprar comida o si alguien en la casa dejó de comer por falta de alimentos. (Ensin, 2009).

En Colombia viven 20 millones de per-sonas en la línea de pobreza y 8 millones en la indigencia. Alrededor de 500 mil niños colombianos (13 % de la población infan-til), sufren de desnutrición crónica, según lo indica un informe del Centro de Estudios sobre Desarrollo Económico (Cede) de la Universidad de los Andes. Para entender lo grave de la situación sirve aclarar que el de-sarrollo de un ser humano se da en sus tres

primeros años de vida.¿Cómo entender que en el departamen-

to considerado la ‘despensa agrícola de Colombia’, un gran porcentaje de su pobla-ción no acceda a los alimentos básicos? En la tierra del fríjol, el maíz, la papa y la caña de azúcar, cada vez hay menos brazos para sembrar y más bocas para consumir.

Estudios de 2007 de la Gobernación de Antioquia señalan que la línea de pobreza en la región se ubica en 54,9 por ciento, y la de pobreza absoluta en 19 por ciento. Es decir, que de los 5.700.000 habitantes que tiene el Departamento de Antioquia, más de la mitad presenta serias dificultades para acceder a los alimentos básicos que pro-porcionan los requerimientos de nutrientes y energéticos necesarios para un buen de-sarrollo. Dicha situación se agrava en

los niveles 1 y 2 del Sisbén, donde existe mayor prevalencia de desnutrición crónica y aguda en los niños.

SOBERANÍA ALIMENTARIA: Un mundo Mejor si es Posible. La comi-

da no es global, la comida es local. Vincula-da a unas ciertas semillas, a un modelo de producción y a una cultura. La identidad de un pueblo es su comida y la gestión de sus tierras. El alimento es un DERECHO, no sólo una mercancía. Lo afirman así:

• La Declaración Universal de los Dere-chos Humanos, 1948.

• El Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y

Culturales, 1966.• La Conferencia Mundial de la Alimen-

tación, 1974.• El Pacto Mundial de Seguridad Alimen-

taria, 1945.• La Conferencia Internacional sobre Nu-

trición, 1992.• La Declaración del Foro Mundial sobre

la Soberanía Alimentaria, 1996.

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SOBERANÍA ALIMENTARIA Y AGROECOLOGÍA I INFOAGRO COLOMBIA 100 I MAYO 2014

La soberanía alimentaria es el derecho de los pueblos a los alimentos nutritivos y culturalmente adecuados, accesibles, pro-ducidos de forma sostenible y ecológica. Se trata del derecho de los pueblos a decidir el propio sistema de alimentación y pro-ducción. Esto coloca a quienes producen, distribuyen y consumen alimentos en el centro de los sistemas y de las políticas ali-mentarias, por encima de las exigencias de los mercados y de las empresas.

El concepto de Soberanía Alimentaria fue la definición lanzada por Vía Campesina en la reunión alterna al momento en que se daba la Cumbre Mundial de la Alimen-tación de 1996 en Roma en la FAO, en este Foro Mundial paralelo se acuña un concep-to que involucra el concepto de Soberanía.

Susan George, en su libro “Como muere la otra mitad del mundo” afirma que el pro-blema más grave del hambre, es el control ejercido por aquellos que poseen el poder económico de los alimentos.

La miopía del Sistema (Capitalista ---> Neoliberal) impuesto en el mundo actual no le interesa comprender los beneficios económicos de la erradicación del hambre.

Si dicha situación se juzga desde el pun-to de vista moral ello parecería criminal, pero desde un punto de vista económico, muestra que la producción alimentaria de los países desarrollados está ligada sola-mente a una demanda solvente y no a las necesidades de los seres humanos.

Recordar que en la Cumbre se hablaba de Seguridad Alimentaria, que es la que existe cuando todas las personas tienen en todo momento acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y para llevar una vida activa.

Por el contrario la Soberanía Alimentaria se define como la facultad de cada Estado para definir sus propias políticas agrarias

y alimentarias de acuerdo a sus objetivos de desarrollo sostenible y de seguridad alimentaria. Ello implica la protección del mercado doméstico contra los productos excedentarios que se venden más baratos en mercados internacionales y contra las prácticas del “dumping” (venta por debajo de los costos de producción).

En la definición de seguridad alimenta-ria no se mencionan las responsabilidades de los actores y se centran en la disponibi-lidad de los alimentos y el acceso a los mis-mos, ya sea por la producción y la compra en el mercado.

Es una definición que enfatiza lo técnico (Revolución Verde), la relación de los facto-res sin un contexto en particular, dejando su interpretación a cada país.

La Soberanía Alimentaria ubica al Esta-do como responsable y destaca el rol de las políticas públicas para el logro de la seguri-dad alimentaria.

Introduce el concepto de desarrollo sos-tenible incluyendo los conceptos básicos de seguridad en cuestión.

Por último la FAO en la cumbre de 1996 en su concepción de seguridad alimentaria no hace propuestas de políticas específicas que tengan que ver con el logro de ella.

Enfatiza que hay grupos vulnerables en cada país y reconoce a las mujeres en el centro de la seguridad alimentaria; Espe-cialmente como protectora y responsable de la alimentación familiar.

Mientras que la Soberanía Alimentaria establece relaciones con temas como la re-forma agraria, el control del territorio, los mercados locales, la biodiversidad, la auto-nomía, la cooperación, la deuda, la salud y otros relacionados con la capacidad de pro-ducir alimentos localmente.

En ese sentido, es una definición más amplia y sin la miopía de Sistema Econó-mico Capitalista, sino de la Economía de la

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Naturaleza dentro de la sostenibilidad del Sistema. Vivimos un momento sin prece-dentes en la historia de la humanidad, con una emergencia conjugada en tres crisis: La crisis Energética, La crisis Alimentaria y la crisis Climática.

Ahora, el modelo productivo agroeco-lógico, diversificado y ahorrador de insu-mos, se coloca claramente en oposición al modelo dominante, controlado por el agro negocio en el que se utilizan fuertemente las energías fósiles.

Conceptualmente la Agroecología no es nada más que la agronomía de los años 40/50 del siglo pasado, con la incorpora-ción de los extraordinarios avances científi-cos y sociales de los últimos 60 años.

La agronomía convencional hoy enseña-da en las escuelas, salvo honrosas excepcio-nes, abandonó las técnicas de respeto a la na-turaleza y a partir de la revolución verde pasó a ser en la práctica, un brazo de las industrias de agrotóxicos, fertilizantes de síntesis quími-ca y de otros insumos y maquinas sin ningu-na preocupación social o ambiental.

La Agroecología hoy en día se ha trans-formado en la estrategia clave de la pro-ducción campesina latinoamericana.

Existen en el mundo más de 30 millo-nes de hectáreas manejadas con sistemas agroecológicos y los resultados son espec-taculares. Por ejemplo, en zonas marginales con suelos y climas malos, y donde más se concentra la pobreza rural, se ha logrado in-crementar producción de cultivos alimenti-cios en más de 100%.

¿Queremos seguir con una agricultura que es dependiente y orientada a la agro ex-portación? ¿O el pueblo quiere una agricul-tura más familiar, biodiversa, que produce para los mercados locales alimentos sanos y baratos? ¿No sería mejor una agricultura de pequeña y mediana escala, soberana-mente independiente de multinacionales y

de insumos químicos/transgénicos caros y ambientalmente peligrosos?

¿Una bóveda de semillas en el Ártico? La Bóveda Global de Semillas de Svalbard tie-ne capacidad para almacenar 4,5 millones de muestras de diferentes semillas, cada muestra contiene en promedio 500 semi-llas. Guardan más de 7000 especies de plan-tas que históricamente han sido usadas en la dieta humana. Patrocinadores: Gobierno Noruego, The Global Crop Diversity Trust (Bill & Melinda Gates Foundation, Rockefe-ller Foundation, Monsanto, Syngenta).

Aquí se encuentra en juego no solo la soberanía alimentaria y cultural de la hu-manidad, ya que la posibilidad de que es-tas semillas sean clonadas, genéticamente modificadas y patentadas, adueñándose así del futuro del alimento del mundo a los patrocinadores de dicha bóveda.

Ante semejante amenaza la única al-ternativa viable es que los campesinos del mundo coleccionen sus propias semillas y constituyan bancos de vida, como parte de la soberanía alimentaria de sus pueblos.

Los problemas de las familias campesi-nas no quedaran resueltos por ningún or-ganismo internacional, de las grandes reu-niones y convenios solo queda las fotos de los gobernantes asistentes, pero los proble-mas de las familias campesinas quedan sin resolver, es a nuestros propios campesinos a los que corresponde acordar los mecanis-mos organizativos para tratar de resolver sus propias problemáticas.

BibliografíaBANCO MUNDIAL, 2011. Crisis Precios de los Alimentos. http://

www.bancomundial.org/temas/preciosalimentos/Carreño, B. 2011. El hambre de las ganancias infla el precio de

la comida. Periódico en línea publico.es. http://www.pu-blico.es/dinero/364865/el-hambre-de-ganancias-infla-el-precio-de-la-comida

FAO, 2011. Hambre. http://www.fao.org/hunger/hunger-home/es/LA VIA CAMPESINA, 2008. Las luchas del campesinado en el mun-

do. http://viacampesina.net/downloads/PDF/viacas.pdf.Max-neef, Manfred. 2009. El mundo en rumbo de colisión. Con-

ferencia dada en la Universidad Internacional de Andalucia.

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Quiero comenzar con una reflexión que hace Eduardo Galeano en “Pa-tas arriba”, a propósito del uso del

lenguaje: “En la época victoriana, no se po-dían mencionar los pantalones en presen-cia de una señorita. Hoy por hoy, no queda bien decir ciertas cosas en presencia de la opinión pública:

El capitalismo luce el nombre artístico de economía de mercado; El imperialismo se llama globalización; Las víctimas del im-perialismo se llaman países en vías de desa-rrollo, que es como llamar niños a los ena-nos; El oportunismo se llama pragmatismo; La traición se llama realismo; Los pobres se llaman carentes, o carenciados, o personas de escasos recursos; La expulsión de los ni-ños pobres por el sistema educativo se co-noce bajo el nombre de deserción escolar;

El derecho del patrón a despedir al obre-ro sin indemnización ni explicación se llama flexibilización del mercado laboral; El len-guaje oficial reconoce los derechos de las mujeres, entre los derechos de las minorías, como si la mitad masculina de la humani-dad fuera la mayoría; (…) El saqueo de los fondos públicos por los políticos corruptos responde al nombre de enriquecimiento ilí-cito; (…) Un negro es un hombre de color; (…) Nunca se dice muerto, sino desapari-ción física; tampoco son muertos los seres humanos aniquilados en las operaciones militares: los muertos en batalla son bajas, y los civiles que se la ligan sin comerla ni beberla, son daños colaterales (…)”

EL NEGOCIO dEL HAMBRE:uNA RESPuESTA A LA CRISIS

SOBRE ACuMuLACIÓN dE CAPITAL

Es así como este escritor uruguayo retra-ta la manera en que la Es sociedad nuestra disfraza con eufemismos la exclusión y la injusticia… Afortunadamente, existen per-sonas con las agallas necesarias para seguir llamando las cosas por su nombre, como estos dos científicos brillantes y compro-metidos con la gente: Alejandro Henao, o “Alejito” como lo llaman familiarmente los hombres y mujeres que se dedican a promo-ver la agroecología desde la academia; y la doctora Lilliam Eugenia Gómez, una mujer valiente y consecuente, que ha hecho de la defensa de la vida y la justicia social, el motor de sus acciones, profesionales y cotidianas.

Así pues, Alejandro y Lilliam nos presen-tan una tesis fuerte, exenta de maquillaje: el hambre es un negocio, hecho que van de-mostrando a lo largo de su exposición, para malestar de los hacedores de política, y para desconsuelo de quienes creemos en la posi-bilidad de construir una sociedad justa.

Con esta intervención busco comple-mentar esta tesis, con base en las argu-mentaciones de David Harvey acerca de la acumulación de capital, para contribuir al entendimiento de la crisis alimentaria, como consecuencia de la especulación fi-nanciera en sectores que por su naturaleza no deberían obedecer a la lógica del mer-cado, como lo son la salud y la comida. Sin embargo, el pensamiento acrítico sigue reproduciendo la lógica neoliberal, adscri-biendo generaciones enteras en esta “Es-cuela del mundo al revés”.

diana María Peña GarcíaEconomista de la U.Nal de Colombia, sede Bogotá

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Hacen bien los autores en buscar en la Bolsa de Valores la raíz de la crisis alimenta-ria del 2008, si bien cabe ampliar un poco más el tema de la especulación, a propósito de los cinco factores que ellos reconocen como causantes del alza en el precio de los alimentos, que caracterizó dicha crisis:

1. El precio alto del petróleo2. La expansión de los agrocombustibles3. La producción de carne de animales a

partir de granos.4. Cosechas fallidas debido al mal clima5. La especulación en los precios de los

alimentos (GÓMEZ, L; HENAO, A; 2009: p. 4)De entre estos cinco factores, quiero re-

saltar dos: 2. La expansión de los agrocom-bustibles; y 5. La especulación en los precios de los alimentos; no sin antes mencionar, que tanto las consecuencias del cambio cli-mático sobre la agricultura, como la exten-sión del área dedicada a la ganadería (tanto para el mantenimiento de los animales en sí, como para la producción de su alimen-to), son asimismo síntomas de la crisis de sobreacumulación del capital, concepto que pasaré a desarrollar a continuación.

La especulación en los precios de los alimentos Para comenzar, y como señalan los pro-

pios autores, debemos partir del reconoci-miento del carácter sistémico de la crisis, es decir, que no sólo se trata del aumento des-medido en los precios de UNO de los secto-res de la economía global, sino que se trata de la conjugación de por lo menos tres cri-sis: La crisis Energética, La crisis Alimentaria y la crisis Climática (GÓMEZ, L; HENAO, A; 2009: p. 8), a las cuales debemos sumar un cuarto e importantísimo factor: la crisis fi-nanciera.

Ahora bien, como anota el geógrafo británico David Harvey, existe “(…) un pro-blema crónico de sobreacumulación exten-

dido a la totalidad del capitalismo desde la década de los setenta”, hecho que obe-dece principalmente a la naturaleza mo-lecular de la acumulación del capital en el espacio y el tiempo (HARVEY; 2007: 80), es decir, al carácter individualista del proce-so, en el que cada capitalista se ocupa sólo de sus propios intereses, buscando sacar el mejor provecho a las situaciones que sur-jan, en los marcos regulatorios del estado (HARVEY; 2007: 40). De ahí que este proce-so “(aparezca) como algo perpetuamente expansionista y, por lo tanto, permanente-mente huidizo de cualquier tendencia hacia el equilibrio” (HARVEY; 2007: 84), condición que supone las crisis de sobreacumulación.

Harvey plantea tres posibles salidas a esta crisis (HARVEY; 2007: 93), pero antes de revisarlas, resulta provechoso repasar un par de conceptos previos: en primer lugar, y aunque parezca obvio, el concepto de ca-pital. Es importante entender las repercu-siones de una idea ya naturalizada, a saber: que el capital es “valor que se valoriza” , de-trás de esto hay una serie de connotaciones sociales, con una raíz histórica que –aunque no revisaremos aquí, conllevan la lógica de que los capitales que no reporten ganancia están ociosos, y que esto es una condición indeseable que debe ser corregida.

En segundo lugar, es útil exponer la di-ferenciación de la economía en tres circui-tos, que hace este autor: el circuito prima-rio, que tiene que ver con la producción y el consumo inmediatos; el circuito secun-dario, que es el del capital fijo y la forma-ción de fondos de consumo; y por último, el circuito terciario, responsable del gasto social, la investigación y el desarrollo (HAR-VEY; 2007: 93). Así, “el punto de partida de la crisis de 1973-1975 fue un colapso a escala mundial de los mercados de la propiedad inmobiliaria, seguido poco después por la virtual bancarrota de la ciudad de Nue-

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va York” (HARVEY; 2007: 95), esto habría obedecido a una inversión excesiva en los circuitos secundario y terciario del capital (Ídem.), condiciones que parecen haberse replicado en el caso que aquí nos convoca.

De este modo, ante escenarios de so-breacumulación de capital, esto es, capita-les excedentarios –que no encuentran sa-lidas lucrativas, se puede actuar de alguna de estas tres formas:

a. Desplazamientos temporales, “me-diante las inversiones de capital en proyec-tos de largo plazo o gastos sociales (tales como educación e investigación)”, los cua-les difieren hacia el futuro la entrada en circulación de los excedentes de capital ac-tuales.

b. Desplazamientos espaciales, o sea, la apertura de nuevos mercados.

c. Mediante una combinación de los an-teriores.

Sin embargo, no debe perderse de vista que “el problema de la sobreacumulación se alivia sólo a corto plazo” (HARVEY; 2007: 98)

Así pues, vemos que la lógica que opera detrás de los llamados mercados de futu-ros, es la necesidad de dar salida a los ca-pitales ociosos a través de desplazamientos temporales; y de manera análoga, el paso de capitales especulativos del sector de las telecomunicaciones al mercado inmobilia-rio, y de éste, a los agro-negocios, es la bús-queda de salidas espacio-temporales para capitales improductivos.

Aunado al concepto sobreacumulación de capital está otro constructo teórico de Harvey –acumulación por desposesión, cuya introducción nos permitirá ahondar aún más en la dinámica que opera en la es-peculación financiera.

Una de las principales bases teóricas de este concepto, es una revisión de la argu-mentación que hizo Marx, acerca de que el pillaje que permitió la acumulación pri-

mitiva u originaria de capital era un hecho superado; en contraste, el análisis que hace Hanna Arendt a las depresiones de los años sesenta y setenta del siglo XIX en Gran Bre-taña, en las que la especulación financiera como forma moderna de robo jugó un pa-pel importante, presupone que las formas de acumulación originaria no sólo siguen vigentes, sino que se constituyen “(en) una fuerza importante y permanente en la geo-grafía histórica de la acumulación de ca-pital mediante el imperialismo” (HARVEY; 2007: 115).

De esta manera, la depredación, el fraude y la violencia siguen siendo repro-ducidas hasta el día de hoy, y durante las últimas tres décadas se han acelerado pro-cesos como la privatización de industrias nacionalizadas, el desplazamiento de gran-jas familiares por grandes empresas agrí-colas, y de poblaciones campesinas (hecho que conlleva a la formación de un proleta-riado sin tierra), sometiéndoles a las lógicas de producción capitalista, en detrimento de formas de producción y consumo alter-nativas (HARVEY; 2007: 117). En este proce-so no sólo se arrebata a los campesinos sus tierras, sino también su dignidad y sobe-ranía, al despojarles sus semillas y conoci-mientos tradicionales.

Las reformas neoliberales a que hacen referencias los autores, y que han llevado al desmantelamiento de las políticas públicas “que permitían mantener una producción alimentaria capaz de cubrir las necesidades de las poblaciones” (GÓMEZ, L; HENAO, A; 2009: 5), a través de organismos multilate-rales como El Banco Mundial –BM, el Fondo Monetario Internacional –FMI y la Orga-nización Mundial del Comercio –OMC, se inscriben en estos procesos de acumula-ción por desposesión. Una de las principa-les consecuencias de esto sobre el agro, es la definición de la matriz agroalimentaria

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mundial, basada en una particular división del trabajo agrícola.

Es así como a principios de la década de los noventa, la OMC impuso una plan-tilla agrícola, cuyas repercusiones sobre las naciones de rentas media y baja, “(…) las ha convertido en altamente dependientes para alimentar su población en los géne-ros básicos; además de especializadas en la producción de bienes agrícolas tropicales (…) y sometidas a las leyes que rigen esos mercados en los cuales predominan las ventajas absolutas, en particular los bajos salarios con los que se remunera a la fuerza laboral” (SUÁREZ; 2008: 182).

Incluso antes de la creación de la OMC, en el marco de las negociaciones de la Ron-da de Uruguay, se definió el Acuerdo so-bre la Agricultura –AOA, que condujo a la liberalización del mercado agrícola, como consecuencia de esto se reforzó el predo-minio en la producción de alimentos en los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico –OCDE, cuyos subsidios para este sector han llegado a 314.88 millardos de dólares, lo que no tiene equivalente entre los paí-ses no pertenecientes a dicha organización, precisamente aquellos con rentas media y baja (SUÁREZ; 2008: 182-183).

Los agrocombustibles en el negocio del hambre “¿Cómo enriquecerse con el calenta-

miento del planeta?” Anuncio en el periódi-co estadounidense US Today, abril de 2007.

Si bien los agrocombustibles son un tema complejo, aquí se centrará todo el análisis en las consecuencias de éstos so-bre la producción de alimentos, relegando aspectos como el balance energético mun-dial, pese a su importancia. Por lo anterior, se utilizará el término agrocombustibles y no biocombustibles, ya que el primero pone

de relieve el hecho de que estos carburan-tes son generados a partir de monocultivos de maíz, caña o palma (URIBE; 2008: 40), lo que necesariamente crea una presión ne-gativa sobre la producción de alimentos.

Como exponía de manera profética el doctor Vincent Labeyrie en la cita que se presenta en la conferencia, el desarrollo de los agrocombustibles se sustenta en rela-ciones geopolíticas (es decir, de poder), en las que las necesidades agroalimentarias de los países del llamado tercer mundo, “pasan luego de los motores de los automóviles, de los países desarrollados” (1). Esta brillante apreciación nace de una correcta lectura del contexto de la época, y de dos eventos en particular: Las crisis petroleras de los setenta y la Convención Marco de las Naciones Uni-das sobre el Cambio Climático –CMNUCC.

El primero de estos aspectos, las crisis del petróleo, marcaría el fin de un periodo que Harvey denomina “la segunda etapa de dominio político de la burguesía” (HARVEY; 2007: 59), que comprende el periodo entre 1945 y 1970, cuando surgió el liderazgo es-tadounidense tras la Segunda Guerra Mun-dial. En el ámbito internacional, la consoli-dación de la pax americana se había dado a partir de los acuerdos de Bretton Woods, que establecían “(…) un marco internacio-nal para el comercio y el desarrollo econó-mico dentro y entre Estados independien-tes, a fin de estabilizar el sistema financiero mundial” (HARVEY; 2007: 57). Una de las medidas más importantes del nuevo or-den económico mundial que se pactó con Bretton Woods, fue la adopción del patrón-oro, que fijaba una equivalencia entre este metal y el dólar, que era la referencia para las monedas de los estados capitalistas. Esto conllevó “(…) un sistema monetario desmaterializado” (HARVEY; 2007: 62).

El segundo aspecto tiene que ver con el Cambio Climático y el deterioro de la capa

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de ozono como consecuencia de acciones humanas, que generan gases de efecto in-vernadero –GEI. Por esto, ya en 1979 (cuan-do estalló la Segunda Crisis Petrolera), se celebró la Primera Conferencia Mundial so-bre el Clima, para alertar sobre las influen-cia antropogénica en esos fenómenos. De esta manera: “(…) Los ambientalistas del mundo hicieron pública su preocupación por dos problemas globales e interrelacio-nados: uno, el previsible descenso y escasez de combustibles fósiles como el petróleo; y otro, los cambios climáticos asociados a la elevación de la temperatura del planeta como consecuencia del incremento en GEI, como el CO2. A partir de los informes del Club de Roma, el mundo se preocupó por buscar alternativas a estos problemas y se iniciaron esfuerzos para estudiar las venta-jas y desventajas de fuentes alternativas de energía incluyendo la acumulación en bio-masa vegetal y animal” (LEÓN S.; 2008: 29).

En 1988 la Organización Meteoroló-gica Mundial –OMM, y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente –PNUMA, crearon el Grupo Interguberna-mental de Expertos sobre el Cambio Climá-tico –IPCC, adoptándose posteriormente la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático –CMNUCC, el 9 de mayo de 1992, en la ciudad de Nueva York, a la que se adicionó una serie de com-promisos y acciones concretas para reducir las emisiones de GEI, en el año 1997, lo que se conoce como Protocolo de Kyoto. Según lo dispuesto en el Protocolo de Kyoto, en-tre los años 2008 y 2012, deberá haberse reducido la emisión de dichos gases en un 5%, respecto a las emisiones registradas en el año 1990. En este contexto surge un mercado mundial de activos de carbono, o Comercio de Derechos de Emisión – IET, en el que se prevé la transferencia de uni-dades de reducción de emisiones desde los

centros más industrializados hacia países como Colombia, que poseen importantes reservas forestales.

En el protocolo se establece que la res-ponsabilidad de las Partes firmantes de la CMNUCC –en su mayoría países industriali-zados, sea equivalente a sus niveles de emi-sión, sin embargo, Estados Unidos –respon-sable del 36,1% de las emisiones mundiales en el año 1990,26 no ratificó este acuerdo, e incluso se había retirado en el año 2001, bajo la presidencia de George W. Bush, quien ar-guyó que de lo contrario la economía de su país se vería gravemente afectada, optando por el desarrollo de energías más limpias. Re-sulta interesante el viraje en el discurso del presidente Bush, quien había sostenido que “(…) el Protocolo de Kyoto era una amena-za para el modelo de vida estadounidense (anunciando) que desarrollaría aún más su industria con el uso de mayores cantidades de petróleo y combustibles fósiles” (ÁLVAREZ; 2008: 154), pero a partir del 2006 comienza progresivamente a invocar las voluntades para mitigar las secuelas del cambio climá-tico, hecho que reflejó el momento de auge que atravesaba la industria de los agrocom-bustibles (RIBEIRO; 2007: 53), ya a principios del siguiente año decide subsidiar la produc-ción de etanol a base de maíz, beneficiando a las empresas de cereales ARCHER-DANIELS-MIDLAND –ADM, CARGILL Y BUNGE, respon-sables de más del 75% del comercio global de los principales cereales en el mundo (tri-go, maíz, arroz, avena y cebada) y el 30% de la producción de etanol en los Estados Unidos (RIBEIRO; 2007: 53-54). La industria del agroe-tanol de maíz había resurgido en el año 2002, y con el contexto favorable que comenzó a partir del 2007, pudo dar salida al excedente de maíz que tenía ese país, lo que conllevó a un alza en los precios de este cereal, tras la euforia inversionista por la naciente industria (ÁLVAREZ; 2008: 155).

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En la Décimo Quinta Conferencia Inter-nacional sobre el Cambio Climático, mejor conocida como COP 15 –Conferencia de las Partes, celebrada en Copenhague –Di-namarca, entre el 7 y el 18 de diciembre de 2009, el actual presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, reactivó las respon-sabilidades de su país con el Cambio Climá-tico; este es un gesto importante, pero no debe perderse de vista que la industria de agrocombustibles requiere de cuantiosas inversiones, lo que la hace rentable sólo para los grandes capitales, de ahí que siem-pre esté latente la posibilidad de que se conformen poderes monopolísticos, capa-ces de menguar la soberanía de los estados periféricos, en los que usualmente se insta-lan las plantaciones destinadas al agrodie-sel y el agroetanol. De esta manera, los be-neficios ecológicos que podrían obtenerse gracias a la utilización de este tipo de com-bustibles (que en todo caso son relativos), no compensan los perjuicios que traen a las sociedades en las que se producen.

Así, parece más correcto enmarcar este tipo de industrias en el ámbito de la finan-ciarización de la agricultura, más que en las acciones ambientalistas, sin embargo, bajo este último argumento países como Estados Unidos pueden subsidiar la produc-ción de cultivos como el maíz, eludiendo el esquema de prohibiciones de la Organiza-ción Mundial del Comercio –OMC (RIBEIRO; 2007: 54- 55). En el desarrollo del sector de los agrocombustibles se ha fomentado su producción alrededor del mundo, por esto el G829 planteó al Banco Mundial –BM y al

Banco Interamericano de Desarrollo –BID, que subsidiaran esta industria (RIBEIRO; 2007: 55). Lo anterior ha generado fuertes cuestionamientos acerca de las consecuen-cias sobre la soberanía alimentaria, debido a que se están destinando cultivos de alimen-tos como la caña de azúcar, el maíz, la soya, la remolacha, etc., para producir carburantes.

Bajo esta lógica, se ha dado la especia-lización de la agricultura de países como Colombia, en proyectos forestales y mi-nero-energéticos, que más que menguar el Calentamiento Global, sirven de motor para el negocio del hambre ; nuestro deber como académicos y ciudadanos conscien-tes es denunciar este estado de injusticias, y trabajar por la construcción de una socie-dad en la que la vida prime sobre la ganan-cia económica y el afán de lucro.

rEFErENCIas.• GÓMEZ, LILLIAM; HENAO, ALEJANDRO. “El negocio del

hambre y la soberanía alimentaria”, • HARVEY, DAVID, “El nuevo imperialismo”. Ed. Akal; Madrid,

2007. • ÁLVAREZ ROA, Paula. “Una mirada sobre la transformación

del campo: el caso de los agrocombustibles en Colombia” En: La cuestión agraria hoy: Colombia, Tierra sin campesi-nos. Instituto Latinoamericano de Servicios Legales Alter-nativos –ILSA, Textos de aquí y ahora, Bogotá, 2008.

• LEÓN S., TOMAS. “Biocombustibles en Colombia: las cues-tiones relevantes” En: GALLINI, STEFANÍA (Compiladora). “Los biocombustibles en Colombia a debate” Memorias del foro: Biocombustibles en Colombia a debate, Bogotá, 24 de abril de 2008, Congreso de la República de Colombia. Disponible en: http://issuu.com/biocombustiblesadebate/docs/los_biocombustibles_en_colombia_a_debate Con visita el 13 de marzo de 2010.

• RIBEIRO, SILVIA. Combustibles “ecológicos”: las crisis pro-pician los negocios. En: http://www.iade.org.ar/modules/noticias/article.php?storyid=2183

• SUÁREZ, AURELIO. “Agricultura y libre comercio en Colom-bia” En: La cuestión agraria hoy Colombia, Tierra sin cam-pesinos. Instituto Latinoamericano de Servicios Legales Alternativos –ILSA, Textos de aquí y ahora, Bogotá, 2008.

• PEÑA, DIANA. “Megaproyectos, desagrarización y soberanía alimentaria: El caso de la palma aceitera en el Bajo Atrato”. MONOGRAFÍA DE GRADO PARA EL TÍTULO DE ECONOMISTA 2010-1, Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá.

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6Cuando vamos al mercado

a comprar alimentos para nuestras familias, existe la

posibilidad que éstos sean: a) Pro-ducto de la agricultura química. b)Producto de las agriculturas “lim-pias”. c) Producto de la agricultura transgénica. d) Producto de las an-teriores agriculturas (campesinos).

La agricultura química es la más exten-dida y con la cual hemos convivido los últi-mos 60 años. Debido a los daños causados por los químicos, muchos países han opta-do por las tecnologías denominadas “lim-pias”; entre las cuales podemos mencionar:

1. La agricultura orgánica. 2. La agricultura biológica. 3. La agricultura ecológica. Estas son denominadas también agri-

culturas alternativas. En los países denomi-nados “desarrollados,” los alimentos están etiquetados de tal manera, que las perso-nas puedan escoger los que ellos deseen.

En los países como el nuestro, no exis-ten estas etiquetas, por lo tanto no sabe-mos qué tipo de alimentos compramos para consumir. Antes de entrar a detallar cada una de estas técnicas de producción de alimentos, analicemos el concepto de la “energía vivificante”.

CoNsErvaCIÓN y traNsForMaCIÓNdE la “ENErGía vIvIFICaNtE”Es indispensable hacer claridad que en

condiciones naturales (sin intervención del

ALIMENTOS ECOLÓGICOS PARA uNA VIdA SANA (LA OPCIÓN dE VIdA

PARA LAS fuTuRAS GENERACIONES)

hombre), en los ecosistemas existe un flujo permanente de “energía vi-vificante” que se transforma de ma-nera permanente e incesante para que sea usada por todos los orga-nismos vivos que coexisten armó-nicamente en dicho ecosistema.

Así por ejemplo, cuando una hoja del bosque llega al suelo,

los microorganismos encargados de des-componerla, la usan para su alimentación, extrayendo de ella la “energía vivificante” y depositan en el suelo el material “sobran-te”; cuando estos microorganismos mue-ren, los nutrientes de la hoja vuelven al suelo para reincorporarse al mismo y pos-teriormente son absorbidos nuevamente por la planta. Así se mantiene el flujo de la vida de manera natural.

En este sentido Eckhart Tolle en la “Uni-dad con la vida”6 dice: “cuando penetramos en un bosque que no ha sido transformado por el hombre nuestra mente pensante ve solo desorden y caos en torno a nosotros… solo si somos suficientemente silenciosos interiormente y el ruido del pensamien-to disminuye podemos llegar a hacernos conscientes de que hay ahí una armonía oculta, una sacralidad, un orden superior en el cual todo tiene su lugar perfecto…”

Se hace necesario recordar que mediante este proceso de intercambio de energía, to-dos los elementos constitutivos de la “vida” se encuentran en forma equilibrada en to-das las especies. Por esa razón los alimen-

Francisco Guerrero MendozaIng. Agr. U.N. Medellín, M.Sc., Santa Marta

Ponencia PResentada en el ateneo agRoalimentaRio [medellín, mayo 11, 2011]

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tos producidos bajo estas condiciones son alimentos nutritivos y sanos, ya que no han sido alterados por el hombre y mantienen el equilibrio “perfecto” entre los diferentes ele-mentos (vitaminas, minerales, proteínas etc.) establecidos desde el comienzo por el Crea-dor, para perpetuar las especies.

Ha sido el hombre que en su afán por dominar la naturaleza para enriquecerse, ha creado los desequilibrios nutricionales produciendo alimentos “muertos” sin nin-gún valor nutritivo.

Ahora veamos un poco cómo se produ-cen los alimentos en cada una de las tecno-logías actuales:

alimentos producidos mediante la agricultura química (“tecnología de la revolución verde”)El uso de los productos químicos como

insecticida tuvo su auge durante la segun-da guerra mundial. El Dr. Mario Mejía al res-pecto dice: “en 1939 Müller establece los poderes insecticidas del DDT, que Bayer vende al ejército alemán y Geigy al ameri-cano como piojicida”.7

Después de la guerra, los países que par-ticiparon en ella quedaron con suficiente material “tóxico”, que habían preparado para dicho fin. Fue en la segunda parte de la dé-cada de los cuarenta cuando se dio el uso de las sustancias químicas para el control de las denominadas “plagas” en la agricultura.

A partir de entonces se realizó una cam-paña de difusión y utilización a nivel mun-dial de tales productos, denominada “Re-volución verde” que tenía como objetivo “acabar” con el hambre en el mundo.

Este programa estuvo basado en los si-guientes aspectos: * Expansión de la fron-tera agrícola; * Siembra extensiva de mono-cultivos; * Uso intensivo de agroquímicos (fertilizantes y agrotóxicos); * Producción de semillas “mejoradas” (híbridos); * Uso

intensivo de maquinaria agrícola; * Uso in-tensivo del agua (distritos de riego). Cada uno de los aspectos anteriores llevaba el germen de la destrucción y/o eliminación de especies. El proceso de este tipo de agri-cultura cumple las siguientes etapas:

1. La destrucción de los bosques se cumple en los siguientes pasos:

a. Tala indiscriminada; durante este pro-ceso se eliminan muchas aves (“pichones”) y otras especies de animales que viven en el bosque.

b. Quema del material “sobrante”; des-pués de la tala y el aprovechamiento de algún material, se procede a la quema “con-trolada”; con esta actividad, se aniquilan las especies que no pueden volar, ya que el fuego consume todo lo que se encuentra en esa área.

2. Preparación de la Tierra (suelo). El primer paso es la arada que conlleva la re-moción de la capa orgánica, con la muerte de las especies que cumplen allí parte de su ciclo reproductivo. Luego sigue la rastrilla-da, que conlleva más eliminación de espe-cies y compactación del suelo. En algunos casos es necesario hacer uso del subsola-dor, el cual destruye las especies que se en-cuentran a niveles más profundos.

3. Siembra. Realizada la preparación del suelo sigue la “siembra” que incluye la aplicación del primer producto químico co-nocido como “matamalezas”, este tiene por objetivo eliminar del terreno algunas espe-cies de plantas que la “ciencia” ha etiqueta-do como “malas hierbas”.

4. fertilización. En esta actividad se usan otras sustancias químicas conocidas como “sales”, las cuales alteran el proceso fisiológi-co normal de la planta y por tanto, afectan

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la composición equilibrada que debe tener el producto final (alimento). Ana Primavesi sostiene que: “cuanto mayor sea el abona-miento con NPK, mayor es el desequilibrio provocado con los otros nutrientes”8

5. Crecimiento del cultivo. Durante el crecimiento del cultivo se hacen diferen-tes labores, pero las más importantes son las denominadas “controles” es decir el de “plagas”, el de “malezas” y el de “enferme-dades”. Para estos controles se utilizan las sustancias químicas conocidas con el ge-nérico de agrotóxicos (agroquímicos) en-tre los cuales están:

Los insecticidas que se usan para elimi-nar los insectos. Los fungicidas, para elimi-nar hongos. Los bactericidas para eliminar bacterias. Los nematicidas para eliminar nemátodos. Los acaricidas para eliminar ácaros. Los rodenticidas para eliminar roe-dores. Los herbicidas se utilizan para eli-minar “malas hierbas”. Y así sucesivamente existen venenos específicos para las espe-cies que se deseen eliminar.

Estas sustancias a las cuales la “ciencia” las ha denominado genéricamente como “pla-guicidas”, son en verdad biocidas; es decir, sirven para matar (eliminar) ¡SERES VIVOS!

6. Cosecha e industrialización. Duran-te el proceso de cosecha y almacenamien-to también se utilizan sustancias químicas (agrotóxicos) que sirven para proteger los alimentos. Posteriormente viene la indus-trialización, en la cual se emplean las sustan-cias químicas denominadas “conservantes” que se usan para prolongar la permanencia en los mercados y supermercados de los productos “muertos” que llegan a las ma-nos de los consumidores.

Se hace necesario aclarar, que desde el comienzo del proceso de tala del bosque, la producción ha estado sustentada en la eli-

minación de especies por lo que a este tipo de agricultura también se le conoce como la agricultura de “la muerte”.

Mario Mejía dice: “los insecticidas y los herbicidas fueron creados como armas de muerte; los clorados como gases de la pri-mera guerra mundial y piojicidas para la segunda; los fosforados como instrumen-tos de matanzas de judíos y “razas inferio-res”…”9 Además de ser “alimentos muertos” sin ninguna energía vivificante, los alimen-tos producidos bajo esta tecnología (im-puesta por las multinacionales y los gobier-nos), están altamente contaminados con agrotóxicos (venenos).

La ciencia logró demostrar que todos los agrotóxicos y otros insumos utilizados en la producción de alimentos como las hormo-nas (“reguladores de crecimiento”) y los ferti-lizantes, están asociados con enfermedades específicas. Así por ejemplo los clorinados como el D.D.T. están asociados con los dife-rentes tipos de cáncer. Los fosforados como el parathion, están asociados con enferme-dades del sistema nervioso central como el parkinson y el alzhéimer. Las sales utilizadas en los fertilizantes como la “urea” están direc-tamente relacionadas con las enfermedades de los órganos internos como la diabetes y así sucesivamente, cada químico utilizado produce una cierta enfermedad.

En 1974 Tompkins y Bird publicaron el libro “La vida secreta de las plantas” en don-de se puede leer: “… los médicos atribuyen al DDT y a sus derivados más venenosos el aumento de la leucemia, de la hepatitis, de la enfermedad de Hodking y otras dolen-cias degenerativas. Es aterradora la relación que hay entre el nacimiento del niño men-talmente retardado y el aumento de fertili-zantes y productos químicos venenosos”.10

7. Los reguladores de crecimiento (hor-monas). Otras de las sustancias empleadas

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en la agricultura química son los reguladores del crecimiento (hormonas y fitohormonas). Desde cuando la “ciencia” descubrió que los podía utilizar para producción de alimentos, alterando el ciclo de vida de los seres vivos, ha habido un uso indiscriminado de estas sustancias. El ejemplo más conocido son las hormonas utilizadas para la producción de todo tipo de carnes. En el caso de la produc-ción de carne de pollo, tenemos que en con-diciones naturales, cuando nace una “pollito” tarda (7) siete meses (210 días) para llegar a la etapa adulta, en donde alcanza un peso aproximado de tres libras (3lbs), comiendo sustancias naturales. Con los reguladores de crecimiento (hormonas) aplicado al “pollito” desde el día de su nacimiento, éste alcanza las tres libras de pesos en solo 45 días, es de-cir que su ciclo natural de vida de 210 días se acortó en un 79%. Esta disminución del ciclo de vida también se ha transferido a las per-sonas que consumen dichos alimentos.

De igual manera, la ciencia descubrió que existe una relación directa entre el consumo de estos alimentos y los cánceres de seno y ovarios en las mujeres y de próstata en los hombres. Así mismo, se sabe que existe una relación directa entre el consumo de estos alimentos (“hormonales”) y la obesidad, que ha llegado a niveles de epidemia. Estas pues, han sido las principales consecuencias pro-ducidas a la salud humana.

A raíz de toda esta situación negativa muchos países han optado por la produc-ción de alimentos sin sustancias químicas y fue así como a comienzos de la década de los años 70, aparecieron las campañas para las agriculturas “limpias”. Entre la más difun-dida de estas agriculturas está la denomi-nada agricultura orgánica.

LA AGRICuLTuRA ORGÁNICASe conoce con este nombre a la tec-

nología que en vez de utilizar sustancias

químicas para la eliminación de especies (seres vivos) usa sustancias naturales (or-gánicas) que sirven para el mismo fin, y es así como, esta tecnología usa los insecti-cidas orgánicos, para eliminar a los insec-tos, fungicidas orgánicos para eliminar los hongos, acaricidas orgánicos para eliminar los ácaros y así sucesivamente. También usa herbicidas orgánicos para eliminar las “malas hierbas” y utiliza abonos orgánicos para la fertilización.

En resumen esta tecnología se diferen-cia de la química, en que en vez de usar sustancias químicas para eliminar los seres vivos, utiliza sustancias orgánicas.

Una de las “ventajas” que aducen los promotores de esta tecnología es que no produce efectos negativos directos en la salud humana y contamina un poco menos el ambiente. Otra es la fertilización, ya que tampoco produce grandes alteraciones en la fisiología de la planta.

Las multinacionales, productoras de los agroquímicos, son las mismas que ahora es-tán produciendo los productos orgánicos, para mantener el mercado y la dominación de la producción de alimentos.

En síntesis, esta agricultura también está sustentada en la eliminación de seres vivos (orgánicamente) por lo que sus productos, también carecen de la “energía vivificante” de la naturaleza. No obstante, los alimentos producidos con esta tecnología son menos dañinos que en la tecnología química, ade-más están libres de venenos (agrotóxicos).

AGRICuLTuRA BIOLÓGICASe designa con este nombre a la tecno-

logía que usa a unas especies para elimi-nar a otras. Cuando la especie usada para eliminar es más grande que su “presa,” se denomina “predatores” y cuando la especie usada para eliminar es más pequeña que su presa se denomina “parásito”.

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Así por ejemplo se pueden criar gatos que sirvan para eliminar ratones, o se pueden criar especies de pájaros, para eliminar insectos.

Esta tecnología también está basada en la eliminación de seres vivos, mediante el uso de otros seres vivos. Por lo tanto, esta agricultura también está sustentada en la alteración de la “energía vivificante” de la naturaleza, aunque tiene la ventaja que no contamina la salud del hombre.

LA AGRICuLTuRA TRANSGÉNICAActualmente la “ciencia” ha manipula-

do los códigos genéticos de las especies y ha creado la nueva tecnología de los TRANSGÉNICOS. Se denomina “transgéni-co” a todo aquel producto que ha sido el resultado de una manipulación genética previa, utilizando para ello especies de di-ferentes reinos. Así por ejemplo, se “cruzan” (mezclan) genes humanos con los genes de plantas, o genes de animales con genes humanos, o genes de animales con genes de plantas. Un ejemplo muy conocido es el utilizado para darle al tomate resistencia al frio: se cruzó un gen de un pez del polo norte con un gen de tomate. En la práctica estos cruzamientos han producido “mons-truosidades” sin embargo la “ciencia” en su afán de lucro oculta estas realidades.

De allí que, en estos momentos, se des-conoce cuáles serán las consecuencias para las nuevas (futuras) generaciones que se vienen alimentando con productos trans-génicos, sin que nadie conozca su origen. Un ejemplo del producto transgénico pue-de ser el “hombre araña” que sería un cru-ce de genes de araña con genes humanos. Aun cuando aparezca como “ciencia fic-ción”, es posible que en los laboratorios de las multinacionales existan monstruos des-conocidos para nosotros.

Generalmente los daños causados al hombre aparecen 30 ó 40 años después de

haber sido usado por primera vez el pro-ducto “novedoso”. Así por ejemplo, durante la guerra del Vietnam en la década de los años sesenta (60), se utilizó un producto conocido en ese entonces como “agente naranja”, que era un defoliante hormonal; solo 40 años más tarde los Vietnamitas se percataron que los nietos de aquellos sol-dados de la guerra estaban naciendo con alteraciones genéticas (monstruosos) de-bido al “agente naranja”; igual pasó con el uso del D:D:T:, que solo 40 años después de su utilización masiva, la “ciencia” se percató que era cancerígeno.

En ese orden de ideas, se espera que dentro de 30 ó 40 años aparezcan los pri-meros “monstruos” de los transgénicos que hoy estamos consumiendo. Es decir que serán nuestros bisnietos, quienes sufran las consecuencias directas.

LA AGRICuLTuRA ECOLÓGICASe denomina así a la tecnología que usa

la convivencia pacífica y armoniosa de to-dos los seres vivos para producir alimentos llenos de “energía vivificante”.

En esta tecnología el hombre hace el papel de “coordinador” de la armonía, para que todos los seres vivos que se encuentran en ese espacio (finca) puedan desarrollarse libremente. Las características más impor-tantes de esta tecnología son las siguientes:

a. No hay eliminación de ningún ser vivo. En esta tecnología no existen los conceptos de “plagas,” “malas hierbas” ni “patógenos”.

b. No existen los monocultivos. La agri-cultura ecológica, requiere de muchas es-pecies que compartan el mismo espacio. Se utiliza la “simpatía” entre las especies para producir sinergias, es decir, que dos especies se siembran juntas para que ambas crezcan más fuertes que si estuvieran separadas.

c. Se utilizan abonos producidos en la misma finca, utilizando como materia pri-

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ma el estiércol de los distintos animales do-mésticos de la finca.

d. Bajo ningún pretexto se pueden utili-zar “reguladores de crecimiento”; todos los seres vivos deben crecer de manera natural.

e. Los alimentos obtenidos bajo esta tecnología son alimentos “vivos” con un alto valor energético y nutricional, que per-mite que todo aquel que lo consuma eleve los niveles de su sistema inmunológico, por lo tanto puede vivir libre de enfermedades.

Se ha querido estigmatizar esta agricul-tura argumentando que es muy costosa en mano de obra, pero la realidad es que es la única tecnología que está basada en una relación no mecánica ni monetarista entre el hombre y la naturaleza, sino que está sustentada en una relación de “amor” por la vida y en ese sentido los trabajadores no se sienten esclavizados, sino que son un componente más de la convivencia pacífica y armónica con la naturaleza y el universo.

La única opción para tener una comida nutritiva y verdaderamente saludable es que los alimentos sean ecológicos.

REGuLACIÓN dEL MERCAdOPara asegurar que las personas consuman

los alimentos conociendo su procedencia, y la tecnología utilizada en la producción de los mismos, los gobiernos de muchos países han establecido tanto el etiquetado como la “certificación” de los alimentos. Con ello se persigue que sea la misma persona la que elija el alimento que ella desee, desde lue-go que esta elección está mediatizada por el precio de los alimentos, y así se tiene que los producidos con químicos y los transgénicos son los de más bajo precio, y los orgánicos y ecológicos son de precios elevados. Esto hace que las personas de más bajos ingre-sos y quienes son la mayoría en el mercado mundial, se vean obligadas a consumir los “peores” alimentos y por tanto, son quienes

más sufren las consecuencias directas del daño que producen estas comidas.

Las multinacionales que manejan la pro-ducción y comercialización de alimentos obtienen grandes ganancias a expensas de la salud de los pobres.

En algunos países están regulados los trans-génicos, y en otros países como el nuestro, no existe regulación alguna, siendo además bien-venidos aunque está comprobado que afec-tan la soberanía alimentaria. Las comunidades ancestrales prefieren seguir consumiendo sus alimentos con tecnología ecológica que les ga-rantiza una alimentación sana.

CONCLuSIÓNLa opción más viable para tener una ali-

mentación ecológica, es la de difundir esta tecnología en todos los niveles educativos, pero fundamentalmente en las universida-des dedicadas a formar e instruir profesio-nales de las carreras agropecuarias.

Vivimos bajo un manto de ignorancia impulsado por las multinacionales, a tra-vés de todos los medios, lo cual hace que sigamos “alimentándonos” con la comida “chatarra” y “frankistein” que solo producen enfermedades. Defendamos el derecho a la vida, debemos exigir para la alimentación de los niños productos ecológicos.

rEFErENCIas bIblIoGráFICas rECoMENdadas• TOMPKINS PETER,-BIRD CHRISTOPER “La Vida secreta de las

Plantas” Editorial Diana, México.• MEJIA GUTIERREZ MARIO “Agricultura sin agro tóxico”. 2ª.

Edición Corporación mi nuevo mundo Cali (Colombia). 1997.• MEJIA GUTIERREZ MARIO “Agricultura para la vida” 4ª. Edición

Corporación Mi Nuevo Mundo. Bogotá. (Colombia) 1997.• PRIMAVESI ANA “Agricultura Sustentable”, Manual del pro-

ductor rular, Editorial Livraria Nobel, Sao Paulo (Brasil) 1992• PRIMAVESI ANA “Manejo Ecológico de Plagas y Enfermeda-

des” Editorial Livraria Nobel, Sao Paulo (Brasil).• PRIMAVESI ANA. “Manejo Ecológico de Pastos” 1. Editorial

Livraria Nobel, Sao Paulo (Brasil) 1992.• PRIMAVESI ANA, “Manejo Ecológico de Pastos”. Editorial Li-

vraria Nobel, Sao Paulo (Brasil) 1992• MEJIA C. JAIME. “Manual de Alelopatía Básica y Productos

Botánicos. Editorial Kingraf Ltda.• KOLMANS ENRIQUE- VASQUEZ DARWIN, Manual de Agri-

cultura Ecológica. 1ª. Edición Maela-Simas. 1996.• RAMIREZ C. GUSTAVO. “Agricultura Orgánica” 1998• UNIV. PEDAGOGICA Y TECNOLOGICA DE COLOMBIA Medio

Ambiente y agricultura ecológica, Corporación Bioma.• GUERRERO FORERO EDUARDO. “MICORRIZAS” Recursos Bio-

lógico del suelo. Fondo FEN Colombia, Bogotá, Col.,1996.

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7Hernando Patiño Cruz (1939-1986), el fi-nado Profesor Emérito de la Universidad Nacional de Colombia, nos dejó un lega-

do académico de enorme trascendencia para el agro, la ciencia y la nación Colombiana. El 28 de agosto se cumplieron los primeros 25 años de su temprana desaparición en Cali, a consecuen-cia de una afección cancerígena estomacal, con-tra la que luchó con los mejores especialistas de la época, con el mismo ánimo y fe, con los que dedicó su vida a su profesión como ingeniero agrónomo, biólogo, fitopatólogo, entomólogo, agroecólogo, gremialista con sus colegas y los productores nacionales y ateneístas.

Fue exponente de la defensa de la ciencia única y universal. Buscó y promocionó el cono-cimiento científico y tecnológico más avanza-do al servicio de la nación y el pueblo Colom-biano. Propició la integración de las ciencias naturales con la agroecología para tener una visión lo más completa posible de la realidad, sus problemas fundamentales y la búsqueda de soluciones con la ciencia y la defensa de la Universidad Pública, financiada por el Estado.

Como Ateneista, recuperando la metodolo-gía de la Antigua Atenas (Grecia) abierta al libre análisis de los fenómenos de la humanidad, ca-racterizó los procesos físicos, químicos, bioló-gicos y sociales que han tenido ocurrencia en el largo proceso evolutivo en su síntesis “De las Estrellas al …Hombre”.

Con la editora Tercer Mundo resumió sus incursiones en su trabajo Ecologia y sociedad, con su Asociación Colombiana de Ingenieros Agrónomos, HACIA, y la segunda edición del li-bro La tierra para el que la trabaja, dejó resumi-da su disertación sobre la lucha por la ciencia y la democracia en las Facultades de Agronomía y afines, entre otros aportes de su prolífica obra académica y de avanzada.

El reciente Ateneo sobre Ciencias Agrope-cuarias y Alimentarias realizado en Medellín el 12 y 13 de mayo pasado y un acto preconme-morativo de su legado el 18 de noviembre de 2010 en la Universidad Nacional, sede Palmira,

VEINTICINCO AñOS SIN EL MAESTRO HERNANdO PATIñO CRuZ

un autorizado grupo de sus colegas, discípu-los y compatriotas han resumido buena par-te de sus aportes al desarrollo agropecuario y agroecológico nacional..

Sus planteamientos merecen un perma-nente análisis en la academia, la Universidad y la sociedad Colombiana en su conjunto. Nos atrevemos a compararlo con los aportes de José Celestino Mutis y sus discípulos con la Ex-pedición Botánica que sirvió de semillero de ideas para la primera independencia de Co-lombia del yugo extranjero español que frena-ba nuestro progreso y el de toda la nación.

Estamos en desarrollo de una nueva Expe-dición Botánica, una revolución cultural que enarbola las banderas de la ciencia y la demo-cracia contra la opresión neoliberal que aniquila nuestra producción nacional, nuestra soberanía agroalimentaria, nuestra independencia como nación, que con los TLC y las políticas globaliza-doras impuestas por el Consenso de Washing-ton, golpea la cultura, la economía y la felicidad de nuestro pueblo en beneficio de las transna-cionales financieras y comerciales que van por todo, por la plata de los ricos, por nuestros recur-sos naturales, por nuestro trabajo, por nuestra independencia y soberanía del terruño que nos vio nacer. ¡Gloria eterna a la memoria y legado del Maestro hernando Patiño Cruz!

hernando Patiño Cruz (1939-1986) el mas destacado Ingeniero agrónomo en Colombia, según la revista Flor y el Periódico INFoaGro ColoMbIa.

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Se entiende por transgénesis el conjun-to de técnicas de laboratorio, mediante las cuales se insertan genes foráneos

en organismos microbianos, animales y ve-getales, con el fin de obtener organismos que expresen las características codificadas por los genes transferidos. Las característi-cas adquiridas mediante esta transferencia de genes pueden ser de orden nutricional, productivo, resistencia a plagas, enfermeda-des, herbicidas y diversas clases estrés como altas temperaturas, salinidad, sequía, etc.

Aunque se han considerado como alen-tadoras las promesas de la transgénesis, hay aun un debate intenso sobre sus “be-neficios” en aspectos políticos económicos, socioculturales, científico-técnicos, ecoló-gicos y éticos. Este debate no ha concluido.

Desde el surgimiento de ese conjunto de técnicas en la década de los años 1970, se comienzan a crear las bases para la pro-ducción de los cultivos transgénicos. El primer alimento genéticamente modifica-do por transgénesis fue comercializado a mediados de los años noventa. Desde ese entonces, variedades transgénicas de soya, maíz y algodón, entre muchos otros culti-vos, se han mercadeado en diferentes áreas del mundo. En la actualidad se estima que los cultivos transgénicos cubren aproxima-damente el 4% del área cultivable global.

PROMESAS dE LA BIOTECNOLOGÍA Hacia el futuro se vislumbra la produc-

ción de organismos genéticamente modifi-

CuLTIVOS dE PLANTAS TRANSGÉNICAS:

AMENAZA O ESPERANZA

cados, en las siguientes direcciones: a) Aumentar la producción de alimen-

tos por unidad de superficie para atender la necesidad creciente de suministro de los mismos debido al aumento de la demanda de poblaciones ya existentes, como en los casos de China e India, así como al aumen-to de la población en general.

b) Mejorar la calidad de los alimentos en general y, en especial de aquellos que cons-tituyen casi la dieta única de muchos seres humanos como es el caso del arroz.

c) Descontaminar suelos y aguas con elevados contenidos de metales pesados resultantes del incremento de actividades extractivas mineras en varias regiones del mundo.

d) Producción de moléculas combusti-bles a partir de varias fuentes de biomasa no utilizables, por ahora, en los escenarios actuales de producción.

e) Producción de moléculas para el tra-tamiento de enfermedades de los humanos y de otras especies, tanto vegetales como animales.

f ) Producción de moléculas y sus polí-meros como materias primas para muy va-riados materiales y procesos.

g) Mejorar la competencia humana para entender el funcionamiento de los organis-mos y sus comunidades.

AuMENTO dE LA PROduCCIÓNEl aumento de la producción de alimen-

tos por unidad de superficie podría ser una

Colectivo regional de apoyo a vía CampesinaRedacción: J.Guillermo Yepes J. Ing. Agr. Ph.D.

INTROduCCIÓN

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buena intención, pero… El uso de biotécni-cas para producir y usar plantas transgéni-cas que permitan aumentar la producción de alimentos por unidad de superficie, es una promesa que se puede lograr desde el punto de vista técnico, aunque en el pa-sado se han presentado problemas que se pueden corregir en el futuro.

A pesar de lo anterior, hay aun en la socie-dad quienes pensamos que dichos proble-mas no se pueden resolver si se mantiene un sistema de producción y uso de organismos transgénicos que se caracteriza por:

a) La prevalencia de la producción y uso de organismos transgénicos funcionales a las organizaciones y estados que tienen el poder de imponer sus intereses.

b) La producción y uso de organismos transgénicos que acentúen la prevalencia de modelos de producción con alta demanda.

c) Aumentar la producción de alimen-tos por unidad de superficie para atender la necesidad creciente de suministro de los mismos debido al aumento de la demanda de poblaciones ya existentes, como en los casos de China e India, así como al aumen-to de la población en general. 2 b) Mejorar la calidad de los alimentos en general y, en especial de aquellos que constituyen casi la dieta única de muchos seres humanos como es el caso del arroz.

d) Descontaminar suelos y aguas con elevados contenidos de metales pesados resultantes del incremento de actividades extractivas mineras en varias regiones del mundo.

e) Producción de moléculas combusti-bles a partir de varias fuentes de biomasa no utilizables, por ahora, en los escenarios actuales de producción.

f ) Producción de moléculas para el trata-miento de enfermedades de los humanos y de otras especies, tanto vegetales como animales.

g) Producción de moléculas y sus polí-meros como materias primas para muy va-riados materiales y procesos.

h) Mejorar la competencia humana para entender el funcionamiento de los organis-mos y sus comunidades.

El aumento de la producción de alimen-tos por unidad de superficie podría ser una buena intención, pero… El uso de biotécni-cas para producir y usar plantas transgéni-cas que permitan aumentar la producción de alimentos por unidad de superficie, es una promesa que se puede lograr desde el punto de vista técnico, aunque en el pa-sado se han presentado problemas que se pueden corregir en el futuro.

A pesar de lo anterior, hay aun en la so-ciedad quienes pensamos que dichos pro-blemas no se pueden resolver si se man-tiene un sistema de producción y uso de organismos transgénicos que se caracteri-za por:

a) La prevalencia de la producción y uso de organismos transgénicos funcionales a las organizaciones y estados que tienen el poder de imponer sus intereses.

b) La producción y uso de organismos transgénicos que acentúen la prevalencia de modelos de producción con alta deman-da de insumos materiales y energéticos, producidos bajo el control de organizacio-nes sociales y estados que tienen el poder de imponer sus intereses.

c) La centralización creciente de la capa-cidad científico-técnica para producir orga-nismos transgénicos.

d) Las restricciones crecientes para que científicos y técnicos que quieren trabajar en direcciones alternativas de producción y uso de organismos transgénicos, puedan hacerlo. En efecto, el proceso de patenta-ción de procedimientos y de productos transgénicos (asi como de organismos,

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partes de organismos, genes, etc. no trans-génicos), hace cada vez más probable que cualquier intento de producción y uso de organismos transgénicos, tenga que en-frentar graves demandas legales.

Aunque las patentes son otorgadas por cada estado, en la actualidad hay un esce-nario de acuerdos y tratados internaciona-les que tiende a convertir la patentación de procesos y de productos en un obstáculo de magnitud creciente para las organiza-ciones sociales y los estados que no tienen el poder de imponer sus intereses.

ENTONCES, ¿QuÉ HACER? Se ha dicho “¡no a los transgénicos!”

Aunque pensamos que se trata de una con-signa justa, puede ser interesante conside-rar que:

a) Los cultivos transgénicos representan una amenaza para la soberanía alimentaria mundial. Sin embargo nos parecería más justo y más claro decir que el sistema de producción y uso de organismos transgéni-cos es lo que constituye la amenaza para la soberanía alimentaria mundial.

b) Los transgénicos son peligrosos para la salud humana… Si, algunos lo son. Sin

embargo, sin patentes y restricciones per-versas al uso de semillas locales, el arroz do-rado podría contribuir a la salud de los con-sumidores y a enriquecer las dietas locales de muchos ciudadanos del mundo.

ENTONCES, ¿LOS TRANSGÉNICOS SI? Sí. Siempre y cuando los sistemas de

producción y uso de transgénicos estén re-gidos por los más altos estándares de inte-rés por lo público y fortalezcan, por lo tanto, los procesos de transición de la producción mundial de alimentos hacia formas que res-peten y profundicen la soberanía alimenta-ria, la justicia y la solidaridad entre los pue-blos y la preservación de la base natural de la riqueza de las sociedades.

FUENtEs bIblIoGráFICas rECoMENdadas

• ALDEAS INFANTILES SOS COLOMBIA. Escuela Granja Agroecológica. Folleto “Los Cultivos Transgénicos, una amenaza para la soberanía alimentaria mundial.”. Sin fecha.

• ALTIERI, Miguel A. Biotecnología. Mitos, riesgos ambienta-les y alternativas. CIED/PED - CLADES - FOOD FIRST. 2001.

• BLANCO, Carlos A. Coordinador. Cultivos Transgénicos para la Agricultura Latinoamericana. Fondo de Cultura Econó-mica. México, 2008

• CHAPARRO, A. Editor. Propiedad intelectual en la era de los cultivos transgénicos. Universidad Nacional Bogotá, 2009.

• GRACE, E. S. La Biotecnología al desnudo. Promesas y reali-dades. Anagrama, Barcelona. 1998.

• MARTINS de C. Horacio. Semillas, Patrimonio del pueblo al servicio de la humanidad. Coordinadora latinoamericana de organizaciones del campo. Quito, 2004

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9La semilla fundamento de la cultura y

soberanía alimentaria de los pueblos.Desde los orígenes de la agricultura,

las semillas se han constituido en un com-ponente fundamental de la cultura, de los sistemas productivos, de la soberanía y la autonomía alimentaria de los pueblos. Las semillas, son el resultado del trabajo co-lectivo y acumulado de cientos de gene-raciones de agricultores, que las han do-mesticado, conservado, criado, utilizado e intercambiado desde épocas ancestrales. Múltiples grupos humanos en diferentes regiones han mejorado y adaptado varie-dades a un amplio rango de ambientes, condiciones de suelos, climáticas, sanitarias y requerimientos culturales, productivas y socioculturales.

La característica fundamental de estas semillas es que caminan libremente de la mano de los agricultores y no tienen un dueño definido, porque son patrimonio colectivo de todos los pueblos. Es por ello que para los pueblos y las comunidades locales es inaceptable que cualquier for-ma de vida y específicamente las semillas, pueda ser controlada monopólicamente mediante patentes o protección de ob-tentores vegetales.

Las semillas producidas en los centros de fitomejoramiento convencional, se ba-san en el estrechamiento de su base gené-tica de la especie, a partir de la selección de variedades que expresan unas característi-cas específicas, tanto los híbridos como las variedades transgénicas.

LAS LEYES dE SEMILLAS, ANIQuILAN LA SOBERANÍA Y AuTONOMÍA

ALIMENTARIA dE LOS PuEBLOS

El resultado de esta forma de manipula-ción, se ha denominado “semillas 8” , pero en realidad estas se deberían llamar “semi-llas de alta respuesta” a insumos, porque funcionan en condiciones optimas; es por ello que los campesinos las consideran “semillas desmejoradas”, puesto que no se adoptan para sus condiciones ambientales, productivas y culturales. Este sistema de mejoramiento genético y protección de se-millas, se basa en el desarrollo de semillas que sean nuevas, estables, homogéneas y distinguibles; pero el mejoramiento que hacen los agricultores locales se basa en fundamentos totalmente contrarios a estos requisitos.

Semillas como instrumento de control y dominaciónLas empresas biotecnológicas en las úl-

timas décadas han identificado el enorme valor que tienen las semillas en el control de la agricultura mundial. Son consientes que quién controle las semillas y los pa-quetes tecnológicos asociados, va a con-trolar los sectores productivos y en siste-ma alimentario. Se calcula que el posible valor de mercado de todos los alimentos que consume la humanidad, es más gran-de que el mercado conjunto del petróleo y de la industria automotora. Pero gran par-te de ese mercado potencial no está aún en manos del capital y hoy el objetivo del capital es primero, forzarnos a comprar los alimentos y luego, por supuesto, contro-lar ese mercado de alimentos. Para lograr

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este objetivo las empresas necesita termi-nar con las semillas independientes que no controlan las corporaciones y también con la capacidad de los campesinos y los indígenas de producir independiente los alimentos (GRAIN, 2010).

Actualmente el mercado de semillas co-merciales está controlado por un puñado de empresas transnacionales, El ETC Group, 200810, calcula que diez empresas contro-lan el 77% del mercado de semillas; de es-tas solo tres; Monsanto, Dupont y Syngen-ta, controlan el 47% del

mercado. Señala además, que el 82% de estas semillas están patentadas, de las cua-les el 79% corresponde a cultivos agrícolas, el 17% a vegetales y flores y el 4% a pastos y leguminosas forrajeras.

Hoy más que nunca las empresas bio-tecnológicas de Estados Unidos y Europa, están presionando a sus gobiernos, para que impongan en todo el mundo leyes que permitan ampliar el control global de estos mercados. Para lograr este objetivo, actual-mente en el mundo se están imponiendo sistemas de propiedad intelectual que per-miten privatizar todas las formas de vida, los recursos naturales, los territorios y los sistemas productivos.

En muchos países del Sur se están mo-dificando las leyes de semillas, adecuán-dolas a las necesidades de la industria y del comercio, que buscan entregar a un puñado de empresas el control de toda la cadena de la agricultura y la alimenta-ción. Incluyen normas de protección de variedades vegetales y patentes; normas de control y certificación obligatoria de la agricultura orgánica, de registro y certi-ficación de semillas, y normas de biose-guridad que facilitan comercio semillas transgénicas. E00stas leyes buscan regu-lar la comercialización de semillas, y defi-nen que semillas se pueden vender y cuá-

les no. Pero en el fondo lo que pretenden es romper el sistema 0de semillas criollas conservadas por milenios y que han ge-nerado la autonomía de los pueblos, bus-can que las variedades tradicionales no puedan circular libremente, aniquilan la diversidad genética en el mercado y ge-neran pérdida del poder de los agriculto-res (GRAIN, 2005).

El dolor de cabeza para las empresas se-milleras, es que aún no controlan todo el mercado de semillas; y sueñan con que en el mundo solo se utilicen unas pocas semi-llas propiedad de estos monopolios; pero el obstáculo que aun ven, es la complejidad ecosistémica y cultural de nuestros países, expresada en una enorme biodiversidad que esta incrustada en nuestros sistemas tradicionales de agricultura, y que hace muy difícil aniquilarlas, homogenizar y con-trolar totalmente el sistema de semillas y alimentario en nuestros países.

Es evidente la profunda crisis por la que atraviesan los sectores productivos agro-pecuarios en Colombia, en donde en los últimos veinte años hemos pasado de ser un país autosuficiente en la producción de alimentos a ser un importador de la mayor parte de la alimentación básica, es una ver-güenza que un país con el potencial pro-ductivo como Colombia para el año 2010 se importo 9,5 millones de toneladas de alimentos, de estos por ejemplo 3.500.000 toneladas de maíz12.

Pero a pesar de esta crisis, la mayor parte de lo que queda de la producción nacional de la alimentación básica, todavía está en manos de los pequeños agricultores. Es así como ellos siembran el 70% del área culti-vada de maíz, el 89% de la caña panelera, el 80% del Fríjol, el 75.5% de las hortalizas y 85% de la yuca, entre muchos otros produc-tos, que garantizan lo que queda de la sobe-ranía y la autonomía alimentaria del país.

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Las leyes de semillas, acaban con la agricultura local y la soberanía alimentariaEl gobierno de Colombia en su afán de

cumplir con los requisitos impuestos por Estados Unidos y la Unión Europea en el marco de los Tratados de Libre Comercio, que desesperadamente quiere suscribir, esta adecuando la legislación nacional en todos los ámbitos del comercio, para crear las condiciones que requieren los inversio-nistas para ampliar el control global de los sectores productivos estratégicos.

Uno de los ejes fundamentales que son prioritarios en estas negociaciones, es la adecuación y homologación de las normas de propiedad intelectual que se aplican en los países del Norte. Es de especial interés las leyes sobre biodiversidad y conocimien-tos asociados, por el gran potencial que re-presentan los recursos genéticos presentes en países megadiversos como Colombia.

También las transnacionales les intere-sa poder ampliar el control monopólico de las semillas y de toda la cadena productiva agrícola.

El país desde hace varios años viene adecuando estas normas de propiedad in-telectual y también implementando nor-mas de certificación semillas, sanitarias, para el control de la producción agroecoló-gica y normas de bioseguridad para culti-vos transgénicos; adecuándolas a los están-dares legales implementados en Estados Unidos y la Unión Europea. El objetivo es acabar con la agricultura y la producción de alimentos independiente, y pretenden que las empresas controlen las cadenas produc-tivas agrícolas y alimentarias. Entre estas normas se destacan:

• La Decisión 345/93 de la CAN, sobre el Régimen Común de Derechos de Obtento-res Vegetales: Esta norma protege los de-rechos de los fitomejoradores, mediante la

aplicación de los lineamientos de la Unión para la Protección de Obtentores Vegetales (UPOV)

• La Ley 1032/2006, que modifica el ar-tículo 306 del Código Penal: se refiere a la usurpación de derechos de propiedad in-dustrial y derechos de obtentores de va-riedades vegetales; dice: El que, fraudulen-tamente, usurpe derechos de obtentor de variedad vegetal, protegidos legalmente o similarmente confundibles con uno prote-gido legalmente, incurrirá en prisión de 4 a 8 años y multa de 26.6 a 1.500 salarios míni-mos legales mensuales vigentes. Esta nor-ma que ha pasado casi desapercibida en el país, es extremadamente lesiva, puesto que pretende que todos los agricultores utilicen solo semillas registradas y certificadas y fi-nalmente volver las semillas criollas ilegales y criminalizar su uso.

• La Resolución 187/2006 (ICA). Re-glamenta la producción, procesamiento, certificación, comercialización y control de la producción agropecuaria ecológica. Esta norma pretende controlar y estable-cer restricciones para que los agricultores agroecológicos y orgánicos no puedan se-guir controlando autónomamente la cade-na productiva, desde sus semillas y anima-les, el manejo de las parcelas productivas, el procesamiento y la comercialización de sus productos.

Se establecen condiciones irrealizables e inaceptables que obliga a que los pro-ductores agroecológicos a que se registren en el ICA y obtengan un aval y certificación por una entidad autorizada. Se pretende con esta norma quitarles el control a los pequeños agricultores del mercado de la producción agroecológica y orgánica y en-tregarle su control a las empresas certifica-doras y comercializadoras.

• El decreto 4525/2005. Reglamenta la im-plementación en Colombia del Protocolo de

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Cartagena sobre Bioseguridad. Es una nor-ma muy perversa que crea las condiciones para facilitarle a las empresas la entrada de semillas y alimentos transgénicos en el país. (Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, 2010, AGRONET, www.agronet.gov.co).

Entre los aspectos más críticos de este decreto se destacan:

1. Crea tres CTNBio, que aprueban de forma independiente el uso y comercializa-ción de OGM, asignados a cada uno de los tres Ministerios: Ministerio de Agricultura (OGM de uso agrícola, pecuario y foresta-les); Ministerio de Ambiente (OGM de uso ambiental) y Ministerio Protección Social (OGM de uso para la salud y para alimenta-ción humana).

Las evaluaciones de riesgo que debería hacer las autoridades, son realizadas por el solicitante, convirtiendo al interesado en “en juez y parte”. 4. En el proceso de aprobación de esta norma no fueron consultadas las co-munidades indígenas, y afrocolombianas.

La Resolución 970/2010, del ICA. Una esto-cada mortal a las semillas criollas El ICA recien-temente expidió esta norma sobre semillas13, la cual ha pasado desapercibida en el país y es-pecialmente en las comunidades locales, que aun no han dimensionado el impacto de esta resolución y de otras normas que se relacionan con el control de las semillas.

El gerente del ICA ha dicho en su comu-nicado oficial, (ver recuadro anexo), que la Resolución 970 fue sometida a “consulta pública”, lo cual es totalmente falso, pues-to que el ICA no tiene como sustentar que se haya realizado consulta previa a los pue-blos indígenas y comunidades negras, a quienes la Constitución y las leyes vigentes en el país, obliga que actos legislativos y administrativos que puedan afectar los te-rritorios y la cultura de estas comunidades, debe realizarse consulta previa. Este hecho es extremadamente grave, puesto que es

evidente que cualquier norma que se refie-ra a las semillas, afecta irremediablemente los patrimonios culturales, los sistemas pro-ductivos y la soberanía alimentaria de estas comunidades.

Esta argumentación se sustenta en la jurisprudencia existente en el país, en don-de la Corte Constitucional declaro en 2008 inexequible la ley Forestal y la ley del Esta-tuto de Desarrollo Rural, en 2009, porque el gobierno en el proceso de aprobación de estas leyes no realizó la consulta con los pueblos indígenas y comunidades negras.

Aspectos críticos de la Resolución sobre semillasA primera vista esta norma no genera

una preocupación y en una lectura rápida queda la impresión que solo se refiere a una reglamentación mas que se aplica para la producción de semillas de las empre-sas que producen y comercializan semillas certificadas en el país; puesto que extraña-mente a pesar que en todo el texto no men-ciona las semillas nativas y criollas, lo que llevaría a un lector desprevenido a pensar que esta norma no pretende regular este tipo de semillas; pero en realidad si se apli-ca a estas semillas y se convierte en un claro instrumento para criminalizar el uso de las semillas de los agricultores. Veamos con de-talle el trasfondo de esta perversa norma.

El Objetivo de esta resolución es regla-mentar y controlar la producción, importa-ción, exportación, almacenamiento, comer-cialización y transferencia a título gratuito y/o uso de la semilla sexual, asexual, plán-tulas o material micropropagado de todos los géneros y especies botánicos para siem-bras de cultivares obtenidos por medio de técnicas y métodos de mejoramiento con-vencional, incluyendo los OGM, con el fin de velar por la calidad de las semillas y la sanidad de las cosechas.

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El campo de aplicación son todas las personas naturales o jurídicas que investi-guen en mejoramiento genético, evalúen cultivares, produzcan, acondicionen, im-porten, exporten, almacenen, comerciali-cen, transfieran a título gratuito y/o usen semillas, plántulas o material micropropa-gado de todos los géneros y especies botá-nicos para siembra.

Esta norma se presenta como una regla-mentación orientada a mejorar la calidad y sanidad de las semillas certificadas, re-gistradas y protegidas por DOV y patentes, utilizadas en el país. Pero en realidad su al-cance e impacto va mas allá de la calidad de las semillas, puesto que lo que se pretende es entregarle el control de todo el sistema de semillas a las grandes empresas, y espe-cialmente se constituye en un instrumento para ilegalizar el uso, manejo, intercambio y comercialización de semillas nativas y crio-llas. Claramente la norma en su ámbito de aplicación dice que la regulación es sobre todo el sistema de producción y comercia-lización de semillas, y no hace la excepción respecto a las semillas que poseen las co-munidades indígenas y campesinas

RESOLUCIÓN 970 DE 2010, (marzo 10). Diario Oficial No. 47.648 de 11 de marzo de 2010. Instituto Colombiano

Agropecuario. Por medio de la cual se es-tablecen los requisitos para la producción, acondicionamiento, importación, expor-tación, almacenamiento, comercialización y/o uso de semillas para siembra en el país, su control y se dictan otras disposiciones.

Para el ICA, las semillas nativas y criollas no existenLa norma define siete tipos de semillas,

todas ellas obtenidas a partir de programas de fitomejoramiento, de tal forma que man-tienen la pureza e identidad genética. Pero se desconoce la existencia de semillas obte-

nida por métodos de mejoramiento genéti-co no convencional, realizado por los agri-cultores; es decir a pesar que regula todas las semillas, no considera que existen semillas nativas y criollas y no se reconoce el papel que han desempeñado las numerosas gene-raciones de agricultores y agricultoras en el desarrollo de la agrobiodiversidad; aspectos que han sido claramente reconocido por la FAO en los “derechos del agricultor”, median-te la Resolución 5/89/FAO.

Solo son legales las semillas certificadasEl ICA considera que las únicas “semillas

legales” son las registradas y certificadas; es decir, por deducción todas las demás semi-llas que los pequeños agricultores campe-sinos e indígenas, producen, utilicen, inter-cambien y comercialicen, son ilegales. En el fondo lo que busca esta norma y otras rela-cionadas es crear el escenario para criminali-zar la producción, el uso, y comercialización de las semillas que aun poseen los agricul-tores. Se pretende quitarles el control ances-tral que han tenido sobre sus semillas; lo que es una evidente violación de los derechos fundamentales de los pueblos indígenas y comunidades negras y campesinas.

El ICA considera que solo existen dos sistemas para la producción y comerciali-zación de semillas: Certificada: semilla de origen sexual y asexual destinada a comer-cialización; y Seleccionada: Corresponde a un sistema de producción sin supervisión del ICA, pero la comercialización si será supervisada por el ICA. Los productores de semillas están obligadas a cumplir con los requisitos de calidad de las semillas, en todo el proceso desde la producción hasta la comercialización, estableciendo su pro-pio control interno de calidad, consideran-do parámetros genéticos, fisiológicos, sani-tarios, industriales, culinarios. Solo puede

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comercializarse semillas en los empaques originales de las empresas productoras, de-bidamente rotuladas o etiquetas.

La norma impone el concepto de semi-lla de buena calidad y certificada, debe ser uniforme, es decir igual e invariable y ade-más estable, que no cambia en el tiempo. La calificación de semilla de buena calidad, no incluye para nada el comportamiento agronómico. Sabemos que solamente la se-milla producida por las grandes empresas semilleras es toda igual, pero esto no signi-fica que sea mejor. (GRAIN, 2010).

Registro nacional de cultivadores nacionalesSe crea el “Sistema de información de

cultivos”; manejado por el ICA; en el cual debe registrarse toda persona natural o ju-rídica que se dedique a la producción, im-portación, exportación, almacenamiento, fitomejoramiento de semillas, transferen-cia a título gratuito y/o uso de semillas, del producto de su cosecha y sus transforma-ciones. Se debe registrar en el Sistema de Registro de Cultivares. El productor debe inscribir los cultivares comerciales, los lotes de producción y reportar semestralmen-te a esta entidad la información sobre el material a sembrar, número de hectáreas, ubicación, fecha de siembra, categoría de la semilla, producción y venta de semillas y deben seguir las recomendaciones técni-cas para la siembra y manejo de las semillas para cada subregión agroecológica.

Adicionalmente debe cumplir con la reglamentación sobre bioseguridad, en el caso de ser cultivares modificados genéti-camente y deben mantener las característi-cas del cultivar registrado Esto significa que el gobierno pretende regular todas las se-millas en el país, tanto las certificadas y pa-tentadas, como también las semillas criollas que están por fuera del mercado formal.

Se prohíbe producir semillas sin autorización del ICAEsta resolución establece prohibiciones,

señalando claramente que las personas na-turales o jurídicas, se abstendrán de registrar cultivares, cuyos nombres induzcan a error o a confusión sobre su lugar de origen; Induz-can a confusión por las características o con otros materiales que ya se encuentren en el mercado; o presenten similitud o induzcan a confusión respecto variedades protegidas y/o registradas. Igualmente se prohíbe alma-cenar, realizar tratamiento semillas con insu-mos no aprobados. Estas prohibiciones son inaceptables para los agricultores, puesto que muchas de las semillas criollas y nativas pueden presentar características fenotípicas similares a las semillas protegidas, y se po-drían en algunos casos confundir con las va-riedades protegidas.

Esto podría tener implicaciones judicia-les y los agricultores ser penalizados con multas exorbitantes o incluso con la cár-cel, como lo determina la ley 1032/2006, que dice que la sanción se aplica al uso de “variedades protegidos legalmente o simi-larmente confundibles con una protegida legalmente”.

El ICA establece que el agricultor intere-sado en reservar semillas de su propia cose-cha para sembrarlas en su misma explota-ción, debe solicitar autorización al ICA. Esta reserva de semillas sólo podrá ejercerse por una sola vez en el ciclo agrícola; indican-do la ubicación y el área del predio, la cual debe tener máximo de cinco hectáreas; debe tener en el predio una distancia ma-yor a mil metros respecto del predio donde otro agricultor esté usando el mismo gé-nero o especie vegetal; y utilizarla para su propio uso y no puede entregarla a terce-ros bajo ningún título; debe demostrar que en la explotación en su último cultivo solo ha usado solo semilla legal, certificada o se-

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leccionada. Esta autorización para reservar semillas no procede para especies o géne-ros frutícolas, ornamentales, forestales y semillas modificadas genéticamente u ob-tenidas por mutaciones. Estas restricciones hacen imposible que los agricultores pue-dan conservar, mejorar, usar, intercambiar y comercializar sus semillas, lo que es una clara violación del derecho del agricultor y rompe con el derecho consuetudinario que ancestralmente han ejercido los agriculto-res, sobre sus semillas.

¡Escondan las semillas que llegó la policía!Se establece que toda persona natural o

jurídica estará en la obligación de permitir la inspección o el ingreso a cualquier inmueble de los funcionarios del ICA o a aquellos debi-damente acreditados, para ejercer el control de todas las actividades realizadas con las se-millas en el país. El ICA podrá cancelar el re-gistro cuando se compruebe que el cultivar ha perdido su estabilidad, homogeneidad o cuando sus características y su comporta-miento agronómico constituyan riesgos en el equilibrio ambiental, sanitario y económico.

En estos casos se impondrán medidas de control y sanciones, de conformidad con lo establecido en el Capítulo X del Decreto 1840 de 1994, sin derecho a indemnización alguna.

Es inaceptable que el ICA no considere que las semillas nativas son bienes patrimo-niales fundamentales de estas comunidades y que determine que solo se pueden comer-cializar las semillas registradas y certificadas, por lo que guardar, conservar, producir y utilizar las semillas por los agricultores es un acto ilegal que debe ser sancionado.

¿Qué podemos hacer frente a estas perversas normas de semillas?Respecto a cómo podemos enfrentar

estas leyes de semillas, GRAIN, 2010, señala

“No es fácil para los Estados implementar estas leyes porque es mucha la gente a la que tienen que controlar: gente que lleva siglos resistiendo, batallando y producien-do comida. Por lo tanto estas leyes, a pesar de lo terribles que son, son aún sólo papel y letra y seguirán siéndolo en la medida que sigamos produciendo comida de manera independiente. En la medida que soltemos la producción de alimentos y dejemos que esa producción sea controlada por las tras-nacionales, estas leyes van a ser sumamente reales. La pelea va a ser dura, pero por otro lado no hay que olvidar que el ataque es así de feroz e implacable, porque la capacidad que hoy día tienen los pueblos campesinos e indígenas del mundo de seguir producien-do comida es sumamente importante.

Si la comida que producen los pueblos campesinos e indígenas fuese marginal, no se necesitarían estas leyes, dejarían que las comunidades campesinas e indígenas mu-rieran por sí solas. La intensidad del ataque tiene que ver con la importancia de lo que todavía mantienen en sus manos las comu-nidades indígenas y campesinas. Por eso hoy en día es más importante que nunca mantener las semillas propias y todos los sistemas colectivos que permiten que esa semilla se mantenga viva y se mantenga ca-minando”.

Para enfrentar estas normas regresivas, debemos fortalecerlos procesos de recu-peración y usos de las semillas criollas y los sistemas tradicionales basados en el ma-nejo de la biodiversidad, como estrategia para valorar y defender nuestras semillas, porque el día que dejemos perder las semi-llas que están en manos de los agricultores, quedaremos en manos de las transnacio-nales que nos dirán que podemos sembrar y comer. No podemos aceptar que las se-millas se privaticen y que sean controladas por unas pocas empresas y mucho menos

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permitir que se criminalice el uso y la pro-ducción de semillas.

Los agricultores y agricultoras de todo el país debemos hacer todo lo contrario de lo que imponen las leyes de semillas; frente a la privatización y monopolización, tenemos que garantizar que las semillas no tengan un solo dueño y que caminen con los agriculto-res en todas las direcciones; frente a las se-millas homogéneas, mantendremos toda la diversidad de semillas en nuestras parcelas y dejemos que ellas convivan y fortalezcan sus múltiples características adaptativas y productivas como siempre ha ocurrido.

Es evidente que esta norma viola los de-rechos especiales que la Constitución de Colombia, los tratados internacionales y las leyes nacionales le conceden a los pueblos

indígenas y comunidades negras sobre sus territorios, sus recursos y sus bienes cultu-rales. Es una clara violación a los derechos de los agricultores y de las comunidades indígenas y afrocolombianas, por la no rea-lización de la consulta previa antes de su aprobación, lo hace que sea una norma in-constitucional, y perfectamente cabria una acción judicial para derogarla.

No podemos dejar que se impida el flujo horizontal de las semillas entre los agricul-tores y que se rompa la relación de inter-dependencia entre los pueblos con sus se-millas; puesto que ellas son fundamentales como el aire que respiramos, es así como las consideran los pueblos ancestrales andinos que sabiamente dicen: “las semillas nos crían a nosotros y nosotros criamos a las semillas”.

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Cómo habrá sido eso de horrible. Si-quiera no estuve ahí para verlo. El ICA hizo ocho brigadas de control a

“semillas ilegales” - a quienes también se re-fiere como “semillas de costal” - y decomisó más de un millón de kilos el año pasado.

Sucedió en el Tolima, Huila, Casana-re, Boyacá, Córdoba y Cesar. Eran semillas de arroz, papa, maíz, trigo, pastos, arveja, cebada, fríjol y habichuela. Hoy acaba de informar la radio que el ICA decomisó 70 toneladas de semilla de arroz a los agricul-tores de Campoalegre en el Huila.

¿Qué les habrán hecho a esas semillas fuera de la ley? ¿Tal vez quemarlas para que dejaran de delinquir? Y fuera de la ley, también ¡por andar metidas en costales! Las semillas modernas, las legales, son em-pacadas en hermosos sacos de papel con etiquetas, código de barras y cosidos a má-quina con hilaza de tres hebras.

¡Abajo los tres rayas!Lo sucedido hoy viene desde años atrás,

cuando a mediados del siglo 20 la Organi-zación de las Naciones Unidas abrió el es-cenario de la FAO para trabajar sobre Ali-mentación y Agricultura, en un esfuerzo supranacional por acertar y dirimir conflic-tos a nivel global.

Para fatalidad de los agricultores de todo el planeta, un nuevo hito sucedió en 1980, hace 31 años, cuando Monsanto con-siguió que el Senado de los Estados Unidos atendiera su solicitud de Patentes Gené-ticas en La Ley de Patentes. Al día de hoy

A LO QuE LLEGAMOS:¡SEMILLAS dELINCuENTES!

cuenta con 23 genes patentados. Durante estos 30 años ha sido tanto el lobby reali-zado por Monsanto, que algunos de sus vi-cepresidentes y altos funcionarios han sido jueces, funcionarios de la FDTA y de altos cargos gubernamentales con injerencia en temas de seguridad alimentaria.

¿Participarán de la idea de dominar el mundo? Hoy día el 90% de toda la semilla de soya sembrada en los Estados Unidos es Monsanto y contiene genes patentados de Monsanto. Desde entonces, la semilla de maíz incrementó su precio en 135% y la soya de 108%. De la Ley HR875 (Monsanto) se dice: “Esta ley tiránica pone toda la pro-ducción de alimentos bajo la autoridad del Departamento de Seguridad Nacional”.

La ONU y la FAO, viendo por donde ve-nían aguas pues habría una guerra entre los sistemas de semillas campesinas y los que sabemos, abrieron un nuevo espacio pro-moviendo el “Tratado Internacional para Recursos Fitogenéticos para la Agricultura y la Alimentación – TIRFAA”, Y éste fue ratifi-cado por 127 países.

Contiene algunas perlas como estas: pro-mueve patentes genéticas, cuando la Dra. Vandana Shiva, autoridad en defender la vida y su mayor expresión que es la semilla - rege-neradora y multiplicadora – dice: “las paten-tes genéticas han desatado una epidemia de piratería de la creatividad de la naturaleza y de milenios de innovación indígena”. Vida-Campesina.org dice: “El Tratado debe dar prioridad a los derechos campesinos, donde los derechos de los agricultores sean vincu-

ana Milena lópez de vélezIng. Agrónoma, U.N. de Colombia. Mestre Agrónoma,

Universidad Federal da Bahía, Brasil[lopezdevelez@ yahoo.com]

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lantes y los de los fitomejoradores subordi-nados a ellos. No lo hace así, por el contrario, privilegia los derechos de propiedad indus-trial sobre las semillas. El Tratado está dirigido para legitimar el acceso de la industria a las semillas campesinas. Y, para abreviar, el resul-tado es un Tratado que legitima las leyes de la Organización Mundial del Comercio, OMC.”

Del Proyecto Matrix, dice el respetado analista Simon Hart: “con esta legislación, las semillas orgánicas tradicionales, trans-mitidas de generación en generación, se consideran de hecho “semillas contaminan-tes”, una amenaza para la “seguridad” en los alimentos.” Por eso es que el ICA, institución encargada de hacer cumplir las leyes de Convenios internacionales, las de la OMC, las del Senado de Colombia, los Tratados y demás en el sector agropecuario, sale en patrullas volantes a vaporizar las semillas orgánicas. Y pregunta algo parecido a los poseedores de las semillas: ¿tiene usted de-rechos de obtentor?

Porque la industria semillista si los tiene. ¿Si iba a reservar una parte de su cosecha para semilla, por qué no solicitó autoriza-ción al ICA? La industria semillista siempre lo hace”. “Demuéstrenos que ha habido ago-tamiento del derecho de obtentor respecto a la primera siembra; éste es un material protegido por la ley”.“Oiga, no puede hacer reserva de semilla para la próxima cosecha si es OGM (Organismos Genéticamente Mo-dificados). Será multado y demandado por Monsanto si es maíz o soya;, o por Bayer si es algodón o por BASF, Syngenta, DOW si es por... Y no vaya a contaminarles con genes los cultivos de ellos. ¿OK?”

El ICA ha cumplido su función al expedir y aplicar la Resolución 970 de marzo del 2010, que legisla sobre los requisitos para produc-ción, acondicionamiento, importación, expor-tación, almacenamiento, comercialización y uso de semillas en el país, su control y otras.

¿Qué tal si no? Si algo pasa en Colombia ¡será porque las semillas orgánicas nos han contaminado! Y expidió otras 23 Resolucio-nes en estos 18 meses: Organismos Vivos Modificados (OVM), Organismos Genética-mente Modificados (OGM), semillas trans-génicas, permisos de importación, permi-sos para probarlas en diferentes regiones, permisos para multiplicarlas como semilla.

Maíz, remolacha, soya, algodón. Y para no quedarnos rezagados, la Federación Na-cional de Cafeteros obtuvo también la au-torización para trabajar OGM con Café, con tabaco enano y con el hongo - control bio-lógico – Bauveria.

¿Por qué tanto movimiento de esas transnacionales? Por ambición. No les bas-ta que el negocio sea muy bueno. Hay que desaparecer del planeta las semillas orgáni-cas y los agricultores y campesinos que las cultivan. Y se apoyan en la Ley de Propiedad Intelectual - por la que abogó el Presidente Obama en su encuentro con nuestro Presi-dente-, en la Ley de Patentes Genéticas y en el Tratado TIRFAA. Después de la aprobación de la Ley, los proyectos de Monsanto y sus otros compañeros Templarios como Bayer, BASF, Syngenta, DOW han quedado dentro de la Ley. Y todos los demás productores de semillas – hombres, árboles, arbustos, pas-turas, frutales, flores, cultivos de pan coger, tubérculos, - han quedado fuera de la ley. Sí señores. Para que veamos qué tan visio-narios y buenos administradores de empre-sas son estos empresarios trans-fronterizos, y unos cuantos criollos avisados. Hermosa manera de hacer negocios.

El camino para llegar hasta este momen-to tiene la huella del hombre. Que tal, seño-res Senadores, legisladores, si retornamos, haciendo eco y equipo con más de 150 or-ganizaciones en 70 países representantes de 200 millones de agricultores y campesi-nos del medio rural?

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El estudio e investigación sobre Orga-nismos Genéticamente Modificados (OGM), está sometido a una estrategia

de monopolio. La ciencia, con raras y aisla-das excepciones, infortunadamente, está al servicio de esos intereses monopolistas. Además, aún persiste un lastre estructural de religión e iglesia sectaria que sólo apun-ta a reivindicar el feudalismo, el monopolio de las tierras y de la naturaleza, un atraso del cual se benefician señores feudales que en la modernidad atan sus negocios al capi-tal financiero (1), especuladores y Multina-cionales de gobiernos imperialistas en los cuales funcionan universidades privadas y otras ya no tan públicas, aunque el nombre diga otra cosa.

En ningún caso los transgénicos han lle-vado a un aumento de la producción y mu-cho menos de la productividad y la eficien-cia. Los cálculos financieros y económicos no incluyen los balances energéticos de los ciclos ecológicos, pues siempre van a resul-tar en(-) menos (Caso de la soya transgéni-ca roba nutrientes http://bit.ly/orqFZP). El caso del algodón transgénico de Monsan-to con tecnología BT en la India (http://bit.ly/9vSAVR) es otro ejemplo importante de mencionar para deslegitimar la denomina-da eficiencia de los transgénicos hasta aho-ra comercializados.

La tecnología y el conocimiento hasta ahora vislumbrado por la manipulación ge-nética es incipiente y son contados con una mano los casos exitosos de marcadores ge-néticos que han influenciado la productivi-

dEBATE SOBRE TRANSGENICOS:PONGAMOS CuIdAdO

dad de una planta, pero no representan en nada un balance costo beneficio positivo y mucho menos han ayudado en la guerra contra el hambre, argumento usado hasta la saciedad por los gobiernos para apoyar el negocio de las transnacionales.

Los transgénicos en si son una herra-mienta, un avance científico sin prece-dentes en la historia de la humanidad que genera conocimiento e información de ma-nera acelerada pero hasta ahora imprecisa, puesto que aún solo poseemos informa-ción genética, pero no de lo que está más allá de esos genes, es aún una nube oscura por descubrir.

Hasta hace muy poco los científicos y su rígida estructura eclesiástica y sectaria, se dieron cuenta de este error y aceptaron que no solo lo que se hereda son los genes y no todo lo que importa es el ADN, o sea en últimas asumieron el fin del dogma central de la biología molecular (La unidirecciona-lidad en la expresión de los genes).

La epigenética, el degradoma, el trans-criptoma, etc.. son sólo algunos términos que se están usando ahora para tratar de denominar todo aquello que interfiere de manera directa o indirecta en la expresión de los genes y por ende en la real funciona-lidad que tienen los genes o genoma.

Esto lo menciono, para mostrar que no es la tecnología el problema, sino la políti-ca de monopolio, un modelo que manipula la ciencia generando por ejemplo: semillas knockout que imposibilita al agricultor uti-lizar las semillas del fruto que producen. La

alejandro rodríguez MeiselBiólogo U.N. de Colombia, Bogotá

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gran mayoría de plantas transgénicas se han desarrollado para aguantar el efecto de herbicidas y pesticidas de la misma casa matriz que vende las semillas transgénicas, haciendo de este el mejor negocio posible para la multinacional monopolizando gran parte de la cadena.

El modelo de cultivo de los transgéni-cos para ser eficiente económicamente tie-ne que utilizar un sistema de monocultivo, con poco manejo del suelo, esto es diver-sificación y descanso del suelo. Requiere grandes extensiones de tierra ampliando la frontera agrícola, inversionistas ligados a plantaciones de largo período vegetativo que destruyen el bosque, la selva, desvían o desapareCEn fuentes de agua y especies asociadas a estos ecosistemas.

El monocultivo transgénico requiere menos jornales de trabajo y más maquinas. Es un desplazamiento forzado, fenómeno que aumentará el conflicto social deriva-do de la improductividad de estos cultivos para el desarrollo agrícola campesino y la seguridad alimentaria, es decir, estamos hablando de un problema de soberanía.

Y por si todo esto no fuera suficiente, las multinacionales en contubernio con go-biernos sometidos a sus intereses, fomen-

tan el cultivo de transgénicos cerca a eco-sistemas donde la biodiversidad genética es muy alta y por ende bastante frágil. La contaminación génica es un efecto secun-dario que no se ha estudiado con seriedad y posee las características de catástrofe am-biental si en términos de conservación eco-lógica se habla.

La tecnología de los transgénicos u or-ganismos modificados genéticamente, debe ser empleada para resolver el flage-lo de las hambrunas y en beneficio directo de los agricultores y campesinos, no para la corruptela del estado y la vagabundería de los monopolios y multinacionales. Son ya miles de millones de dólares, gran parte de nuestro bolsillo, gastados en la ingeniería genética para beneficio de unos pocos y sus ansias de poder. Pongámosle freno a esto de manera radical sin desconocer el avance de la ciencia pero siempre criticando el modelo sectario y monopolizado del conocimiento.

___________(1). Aurelio Suárez Montoya en su libro, “El infarto de Wall

Street: 2008”, página 219, comenta a Eric Janszen, acerca del sector que curiosamente denomina FIRE (Fuego. Por Finance, Insurance, Real Estate, que equivale a finanzas, seguros y fin-ca raíz) se tomó el control del Estado, en tanto la manufactura declinaba. Los medios, los bancos y la política les pertenecen. Es una “maquina”, así la describe, de soportar “astronómicos” flujos de capital y generar con ellos billones de dólares adicio-nales de valor.

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10El más reciente análisis de la situación

del sector agropecuario en E.U., hecho por un selecto grupo de más de 20 in-

vestigadores, líderes sociales y periodistas resumido en la película y libro Food Inc (Ali-mentos controlados por unas pocas trans-nacionales) ha puesto el dedo en la llaga sobre la crisis no solo de su sistema produc-tivo, sino todavía más grave, de su sistema alimentario.

Ese modelo se viene transfiriendo a Co-lombia desde hace cerca de 100 años cuan-do nacen las profesiones universitarias para el sector, precisamente en Medellín, con su Facultad de Ciencias Agropecuarias de la U. Nacional (1914-2014). Un modelo que con-tinúa con la revolución verde, en la que pri-man las agriculturas química y transgénica como su base fundamental, sin la suficiente comprobación científica y experimental.

Se basa en el interés de la supervivencia de seis o siete transnacionales que contro-lan todo el sistema de la producción hasta la venta de sus hamburguesas, perros calientes y pizas, con materias primas alimentarias de dudosa sanidad química y transgénica que envenenan y enferman al pueblo estadouni-dense y colombiano e inundan al mundo globalizado. La imposición de estas políticas se acelera con los TLC con E.U., la Unión Eu-ropea (UE), Canadá y otros países controla-dos por el capital monopolista internacional.

Tanto en E.U., como en la Unión Europea (U.E.). y demás países desarrollados surge un gran movimiento internacional de re-sistencia contra ese modelo de muerte de

SOBRE LA CRÍTICA AL MOdELONEOLIBERAL AGROALIMENTARIO

EN EE.uu.

la humanidad. Luchas de los trabajadores, los campesinos, los empresarios pequeños, medianos y aún grandes miran nuevas al-ternativas con base en la agricultura orgá-nica en E.U., con más de 50 de millones de consumidores involucrados.

Igualmente se presentan destacamen-tos avanzados en pro de la producción eco-lógica, reivindicando el conocimiento mas avanzado para ponerlo al servicio de una producción ecológica y saludable para los consumidores del campo y de la ciudad.

¿COMIdA SANA EN LA CRISIS GLOBALIZAdA?Las críticas al sistema agroalimentario

de E.U. de periodistas best sellers como Eric Schlosser, Michel Pollan y otros en su libro y película Food Inc (Alimentos S.A.) encuen-tra hoy una respuesta en la publicación del nuevo libro del escritor agrónomo Ph.D. Oran B. Hesterman que se identifica con el titulo Fair Food (Comida sana)

Coinciden en la tremenda gravedad de la “comida chatarra, envenenada y transgé-nica y antinatural” controlada por menos de seis o siete transnacionales que con el úni-co interés de sus superganancias, han con-vertido el sistema alimentario globalizado en un enorme problema de salud pública.

El documento de Oran B. Hesterman profundiza en soluciones al problema con base en sus experiencias como agricultor, profesor de la U. de Michigan State y asesor técnico de organizaciones sociales y filan-trópicas interesadas en la grave problemá-

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tica que es parte de la actual crisis econó-mica globalizada.

Enfatiza en correctivos basados en prin-cipios como la equidad, la diversidad, la integridad ecológica y la viabilidad econó-mica como salida a sus planteamientos fun-damentales de la producción agroalimen-taria de tipo “orgánico”. Eso sí, de la mano de las grandes empresas transnacionales y el gobierno de E.U. que han propiciado la crisis vigente con las políticas neoliberales del Consenso de Washington.

La polémica es de interés para los colom-bianos y demás pueblos de mundo que en-frentan no solo sus crisis agroalimentarias, sino también los de su soberanía y desarro-llo con soluciones independientes de la do-minación imperial de la que somos objeto por parte de los países más ricos del planeta, como E.U. líder de la política neoliberal que se nos impone con los TLC, “a las buenas”, o las guerras de sometimiento, “a las malas”.

Con las masivas importaciones actua-les de más de la tercera parte de la dieta alimentaria de los colombianos y su previ-sible duplicación en los próximos años, si se implementan los TLC con E.U., Canadá, Suiza y la Unión Europea, y con la entrega de más de 7 millones de hectáreas de nues-tras de tierras a las transnacionales agroa-limentarias como ejecuta el actual gobier-no de Juan Manuel Santos, vamos hacia un abismo peor que el que viven los propios consumidores estadounidenses y demás consumidores de “los desechos” que nos envían con el beneplácito de nuestros ac-tuales gobernantes.

NO MAS ENTREGA dE TIERRAS Y MERCAdOS A TRANSNACIONALESLos Congresos Ganadero y Agropecua-

rio Internacionales de Expo Agro Futuro y el Ateneo Agroalimentario realizados en Medellín del 9 al 11 de junio pasado, los

primeros, y el 12 y 13 de mayo, el ultimo, ponen sobre la mesa las cartas del Gobier-no del Presidente Juan Manuel Santos y su Minagricultura Juan Camilo Restrepo y las propuestas de Salvación Agropecuaria con sectores intelectuales, productores de ca-pital nacional y agroecologistas, sobre la salida a la actual coyuntura en la que esta en juego la soberanía agroalimentaria co-lombiana.

Mientras distintos países prohíben la venta o concesión de sus tierras a inversio-nistas extranjeros, la política neoliberal al mando en Colombia continúa la entrega de nuestras tierras y mercado alimentario a las transnacionales de E.U., la Unión Europea y otros países, aun latinoamericanos. La de-nominada globalización de la economía con el libre comercio como su política ava-salladora de los capitales nacionales pone el Estado de los colombianos al servicio de la voracidad del capital financiero y comer-cial monopolista.

Tanto el MinAgricultura Juan Camilo Restrepo, el codirector del Banco de la Re-publica Carlos Gustavo Cano, los dirigentes de Expoagrofuturo liderados por Roberto Hoyos Wills, los ponentes Ignacio Negri del Grupo Tejar de Argentina, y su compatriota Martin Garcia Fernandez, Eduardo Blasina de Uruguay, Alonso Pinilla del Peru, Renato Saja del Grupo La Sierra de Chile, asi como voceros del Proyecto Cerrado de Brasil, el Chileno Sergio Torres Troncoso, Carlos Zu-niga de Guatemala y Jaime Fuenzalida vo-cero de negocios con China, coincidieron en la priorización del libre mercado y la en-trega de millones de hectáreas de nuestras tierras en favor de la inversión extranjera en el país, con el total apoyo del Estado.

Son siete millones de hectáreas de la Altillanura, de las cuales 4,5 millones están siendo cedidas a las transnacionales. El go-bierno les ofrece las garantías que niega al

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campesinado, pequeños y aun medianos y grandes productores de capital nacional. En el solo Puerto Gaitán son 1.700.000 hec-táreas para siembras de cultivos para agro-combustibles como el maíz y la soya trans-génica. Igualmente para palma africana y renglones para exportación al mercado y consumidor que les pague los mas altos precios globalizados.

En el nordeste de Antioquia, la empresa forestal La Sierra de Chile, se ha apoderado de 26.000 hectáreas en los municipios de Maceo, Yolombó, Vegachí, Amalfi y Yondó. En Palmira, se adecua otra planta para pro-cesar frutales de la denominada Fruticol de capital chileno vinculado con las transna-cionales que monopolizan el mercado de productos como piña, fresa y mango.

El Grupo Tejar que controla 922.000 hectáreas en Argentina y Uruguay, preten-de parte de la feria de nuestras tierras en la Altillanura de la Orinoquia. Los Chinos quieren 400.000 hectáreas para cultivar alimentos trayendo sus insumos, semillas, maquinarias, técnicos y trabajadores para enviarles el producido a sus millones de consumidores. Todos nos dejaran el hueco y el deterioro ambiental como en las explo-taciones del saqueo minero..

La soberanía agroalimentaria no está para nada en los planes del Gobierno an-tinacional de Santos-Restrepo. Con la crisis

mundial de precios de los alimentos, la si-tuación de hambre y desnutrición, desem-pleo y esclavización de nuestros campesi-nos y trabajadores será el pan nuestro de cada día. Con ello la soberanía de la patria y la nación colombiana estará al servicio del capital monopolista transnacional.

La alternativa se ha planteado en el Ateneo por la Soberanía Agroalimentaria Nacional con una visión agroecológica y el necesario apoyo del Estado tanto a nivel municipal, departamental como nacional. Es lo que han hecho y continúan haciendo los países más desarrollados del mundo, como E.U. y la Unión Europea.

El finado dirigente de los trabajadores Felipe Mora expresó momentos antes de su fallecimiento en Medellín en el año 2000: las transnacionales vienen por todo. Vienen por la plata de los ricos y el sudor y la san-gre de los pobres.

Hacia ese abismo nos conduce la loco-motora de la agricultura del gobierno de Juan Manuel Santos y Juan Camilo Restre-po. Solo nos salva el cambio del modelo de desarrollo, de la libre importación y entrega de nuestras tierras, por un programa por la defensa y salvación de nuestros producto-res y consumidores nacionales en pro de nuestra soberanía agroalimentaria.

Sacramento, California, Junio de 2011.

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Ante la eventual aprobación del TLC con Estados Unidos, este repaso del texto del Tratado, de los informes

oficiales y de las declaraciones de funcio-narios colombianos pone de presente que el TLC no aumentará nuestras exportacio-nes y traerá graves daños para el medio ambiente, la salud y el sector agropecuario mientras beneficia a Estados Unidos.

VOLVER A LO ESENCIALDurante los años de la negociación,

2004 a 2006, el TLC fue un asunto central de la agenda colombiana. Los gremios de la producción, los sindicatos, las fuerzas po-líticas y los medios fijaron sus posiciones y hubo cientos de estudios, debates, análisis y proyecciones sobre el impacto económi-co y social del tratado.

Pero hoy en día la discusión no se refiere al contenido ni a los efectos previsibles del TLC sino a las estrategias del gobierno San-tos para lograr su aprobación -lo cual deja de lado la cuestión más importante: ¿el TLC es bueno para Colombia?

Por eso vale la pena recordar lo que con-cluyeron los mismos estudios oficiales.

NO ExPORTAREMOS MÁSUno de esos informes, elaborado por

el Departamento Nacional de Planeación (DNP) y publicado en julio de 2003, sostu-vo que con el TLC las compras colombianas a Estados Unidos aumentarían 11,92 por ciento, mientras las ventas tan sólo lo ha-rían en 6,44 por ciento.

EL TLC CON EE.uu: ¿ES BuENO PARA COLOMBIA?

Otro estudio del Banco de la República de 2006 indicó que las importaciones des-de Estados Unidos aumentarían en 1.629 millones de dólares, mientras que las ex-portaciones colombianas lo harían en tan solo 1.016 millones de dólares.

Y otro estudio realizado para el Minis-terio de Agricultura concluyó que no era cierto que el TLC permitiría comprar comi-da barata: “no hay evidencia que sustente la hipótesis según la cual las reducciones en el precio de la materia prima básica importa-da se transfieran… al consumidor final”. [1]

LOS dAñOS COLATERALESEl ex–ministro Rudolf Hommes comen-

tó: “no han podido entender que el bene-ficio del comercio proviene más de poder importar que de exportar”. Pero fuera de este argumento peregrino, en realidad no existen investigaciones que demuestren que el TLC traerá beneficios para la econo-mía colombiana. Por el contrario, todas lle-gan a la conclusión de que el tratado bene-ficia a las multinacionales estadounidenses pero acarrea pérdidas para los trabajadores, productores y consumidores colombianos. Esta conclusión se sigue del propio texto final del TLC en sus 23 capítulos y más de 1.600 páginas:

-En materia ambiental, de gran impor-tancia para Colombia, puesto que es la ter-cera potencia en biodiversidad del mundo, el TLC indica que los dos países realizarán “todos los esfuerzos razonables” para otor-gar patentes sobre plantas y animales.

Mario alejandro valenciaCedetrabajo, Recalca.

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Este capítulo establece que “las políti-cas comerciales y ambientales se apoyen mutuamente”, es decir, de manera que la legislación ambiental no afecte el comercio y que cualquier protección ambiental se ca-talogue como un obstáculo injustificado al comercio. El TLC allana el camino para ex-poliar los recursos naturales no renovables, en lo que el gobierno ha llamado la “loco-motora minero-energética”, que hoy tiene solicitadas en concesión 39 millones de hectáreas del territorio nacional.

-En materia de salud, hoy en el ojo del huracán ante el fracaso de la ley 100, el TLC incluye medidas de propiedad intelectual que dejan a más de cinco millones de co-lombianos por fuera del acceso a medica-mentos genéricos [2]. “Datos de prueba”, “patente de usos”, “linkage”, “excepción bo-lar”, “licencias obligatorias”, son algunos de los tecnicismos que contiene el TLC y cuya consecuencia será aumentar el precio de los medicamentos en 919 millones de dó-lares anuales [3].

El TLC no permite el control de precios, por ejemplo en los medicamentos, como en forma populista ha declarado el presi-dente Santos. De ejercerse este control, las farmacéuticas demandarían al Estado ante un tribunal de arbitramento internacional, obligando a indemnizarlas por un monto igual o superior a las expectativas de ga-nancias que tuvieran los inversionistas.

En el sector agropecuario, Estados Uni-dos no acordó ningún tipo de desmonte de los subsidios a su producción, mientras que Colombia abandonará el sistema andino de franjas de precios, que regula los precios internos de los alimentos; eliminó el meca-nismo público de administración de con-tingentes y cedió la protección arancelaria de todos los productos.

No es verdad que Colombia haya con-seguido un acceso real al mercado esta-

dounidense, porque lo único que negoció en materia de Medidas Sanitarias y Fito-sanitarias fue una carta adjunta donde se comprometen a “cooperar” y realizar los “es-fuerzos” para promover la “implementación del Acuerdo MSF de la OMC”. El estudio de Luis Jorge Garay para el Ministerio de Agri-cultura muestra que en el primer año de vi-gencia del TLC Estados Unidos venderá 4,6 millones de toneladas más de alimentos, mientras que Colombia sólo aumentará sus exportaciones en 63.000 toneladas. Según el estudio, el TLC provocará la pérdida de por lo menos 365.000 hectáreas dedicadas a la agricultura y más de 86.000 puestos de trabajo, aumentando la miseria en campos y ciudades.

En minería e hidrocarburos, que repre-sentan el 64 por ciento de las ventas totales de Colombia, tampoco se ganó nada pues ya hay libre acceso al mercado estadouni-dense, aún sin TLC.

BuENO PARA ESTAdOS uNIdOSLas evidencias son tan contundentes

que incluso funcionarios gubernamentales reconocen que el TLC beneficia solamente a los Estados Unidos.

-En noviembre de 2008, en plena cri-sis financiera, el viceministro de comercio (¡de Colombia!) Eduardo Muñoz dice que la aprobación del TLC: “es un tema central dentro de la discusión de reactivar la eco-nomía de los Estados Unidos…Los acuer-dos comerciales juegan un papel importan-te para mantener e incluso incrementar las exportaciones estadounidenses”.

-En enero de 2009, la embajadora de Co-lombia en Washington, Carolina Barco, ma-nifestó: “Los Tratados son importantes para la economía Americana…Esto representa el crecimiento de sus empleos; vamos a tener que trabajar…y buscar que dentro de esa apertura que requieren los Estados Unidos

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para el crecimiento de su economía, avan-ce el TLC de Colombia.” De nuevo, en enero de 2010, la funcionaria expresó: “me saltó el corazón cuando escuché Colombia”, al refe-rirse al discurso de Obama sobre el estado de la Unión, donde dijo que iba a duplicar las exportaciones de su país, valiéndose de aliados como Colombia.

-En enero de 2011, en gira por Wash-ington, el vicepresidente Angelino Gar-zón dijo: “A quien más le conviene en los actuales momentos el TLC de Estados Uni-dos con Colombia es al gobierno de los Estados Unidos y al pueblo de los Estados Unidos...Los productores agrícolas de los Estados Unidos en los últimos tres años, han dejado de exportar a Colombia cer-ca de 800 millones de dólares…Y ¿usted

se puede imaginar nosotros con TLC con Canadá y sin TLC con los Estados Unidos? Por eso le reitero que el que más gana hoy con la firma del TLC entre Estados Unidos y Colombia es Estados Unidos.”

Ya ni siquiera se cuidan de guardar las apariencias ni de insistir en el engaño. Es-tados Unidos se encuentra en una de las situaciones económicas y sociales más di-fíciles de su historia, luchando contra una profunda crisis sistémica. En el terreno eco-nómico, quienes gobiernan buscan nuevos mercados, como los que se abren a sus cor-poraciones con el TLC y la confianza inver-sionista. El gobierno colombiano conoce y sirve a esta estrategia, profundizando el modelo, a pesar de que los hechos prueban el desastre causado y el que está por venir.

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Con el TLC se pone a competir, en con-diciones desventajosas para Colom-bia, a nuestro débil aparato produc-

tivo con la primera economía del mundo, fuertemente exportadora de productos agrícolas, industriales y de servicios y dece-nas de veces más grande.

El texto del tratado establece un proce-so rápido de desgravación arancelaria, úni-ca forma de protección de la producción nacional. Con ello peligran no solo los arro-ceros, avicultores, lecheros, cerealeros, al-godoneros, sino los pequeños y medianos industriales. También se da pleno acceso a los capitales estadounidenses sin la posi-bilidad de establecer unos mínimos con-dicionamientos, de tal forma que en lugar de la depredación ambiental y el saqueo de los recursos y el trabajo nacionales, contri-buyan al desarrollo. Los exportadores de ese país se están frotando las manos y los productores colombianos deberían estar seriamente preocupados.

Con el TLC el Estado Colombiano se pri-va de la posibilidad de controlar los flujos especulativos, los precios de los medica-mentos, y se sustrae de promover el forta-lecimiento del mercado interno, la indus-trialización y el desarrollo social. Esto se debe a que en todos los campos se instaura el predominio de la iniciativa privada y el afán de lucro, el Estado colombiano limita su radio de acción y debe adaptar su legis-lación a las normas estadounidenses.

Durante los años en que estuvo vigen-

denuncia Recalca: ¿EL TLC: CAMBIAR LA SOBERANÍA POR “OPORTuNIdAdES dE

NEGOCIOS” PARA uNOS CuANTOS?

te el ATPDEA, que eliminaba aranceles en E.U. para miles de partidas, Colombia sólo exportó a ese país unas decenas de produc-tos, principalmente básicos y sin mayor ela-boración, lo cual demuestra las limitaciones estructurales de nuestra oferta exportable. En ese tiempo no sólo no se desarrollo una nueva capacidad exportadora sino que au-mentó sensiblemente la pobreza, el des-empleo y la concentración de la tierra.

El gobierno colombiano en lugar de es-tar elevando el nivel de vida de la población para fortalecer la producción agraria e in-dustrial, ha decidido, apostar todo el futuro del país a que algunos empresarios tengan “oportunidades de negocios”. El precio que paga es la pérdida de la soberanía nacional. (Subrayado nuestro)

El “Plan de Acción” Obama-Santos, no fue sino un pretexto para atenuar la opo-sición de sectores del partido demócrata al TLC, pero la realidad laboral no ha cam-biado. Más allá de los asesinatos de sindi-calistas, las sucesivas reformas laborales han deteriorado las condiciones laborales y debilitado a los sindicatos. Las cooperativas de trabajo que burlan los derechos de los trabajadores se mantienen en otras formas.

El TLC consiste en la profundización de un modelo económico que condujo al mundo a la crisis que se vive desde 2008 y representa la consolidación, mediante un tratado internacional, de las políticas de apertura económica que han llevado al país a la grave situación que vivimos.

Enrique a. daza GambaVocero de la Red Colombiana de Acción

frente al Libre Comercio, Recalca

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El TLC cada vez aparece más extemporáneo. Cuando la iniciativa empezó a discutirse en el gobierno de Clinton, se consideraba

que el libre mercado era una bendición que fa-vorecía a todos los participantes.

Se esperaba que la reducción de los aran-celes y el libre movimiento de capitales propi-ciaran una elevación de la productividad y sala-rios que favorecía a los dos socios.

La experiencia de apertura en Colombia controvirtió la creencia. En veinte años que siguieron a su adopción, la economía experi-mento el menor crecimiento del siglo, las tasas de desempleo más altas y un severo retroceso de la distribución del ingreso.

A nivel mundial las cosas tampoco evolucio-naron de acuerdo con los deseos. Los ingresos laborales bajaron con respecto a la productivi-dad y la brecha entre trabajadores calificados y no calificados aumentó. La nivelación de los sa-larios se hizo hacia la baja. En todos los países disminuyó la participación del trabajo en el PIB y se ampliaron las desigualdades.

El desbalance no sólo acentuó las desigual-dades, sino que interfirió con el crecimiento y la estabilidad mundial. Los bajos ingresos del trabajo y las enormes ganancias del capital dieron lugar a un exceso de ahorro que que-bró el orden económico internacional. Y como la población no está en capacidad de adquirir los bienes que pueden elaborar, la economía evoluciona por debajo de sus posibilidades en materia de producción y empleo y está ex-puesta a una gran inestabilidad. La resistencia a aceptar esta realidad y enfrentarla constituye la principal explicación de la recesión 2008 y de la posterior recaída.

El TLC no es otra cosa que la profundización de la apertura, agravada por la pésima nego-ciación del acuerdo. La reforma arancelaria es totalmente asimétrica; la mayor reducción se da en el país de menor desarrollo, que requiere

APROBACIÓN dEL TLC EN Su PEOR MOMENTO

más de la protección. Colombia baja los aran-celes de 13% a 0 y Estados Unidos de 3% a 0. El sumo se da en la agricultura. Mientras Colom-bia abandona la protección de los aranceles, E.U. mantiene los subsidios.

El régimen de patentes es mucho más es-tricto que el existente a nivel internacional. El país renuncia a los mecanismos de control de capitales y regulación cambiaria. Todo esto constituirá una severa limitación para la agri-cultura de cereales, la diversificación industrial, el aprendizaje en el oficio y la estabilidad de la balanza de pagos.

Los TLC con E.U. representan una interferen-cia con la integración latinoamericana orienta-da a ampliar los mercados internos y propiciar la industrialización. Los países quedan en con-diciones de triangular el intercambio comer-cial, adquiriendo las importaciones en E. U. y colocándolas a mayores precios en la región. Se convierten en facilitadores de las importa-ciones y las multinacionales en contra del valor agregado y el empleo nacional.

La aprobación del TLC se inició cuando las teorías de comercio internacional estaban en todo su furor y la aprobación se da cuando están totalmente desprestigiadas. Todas las evidencias señalan que el libre comercio en-vilece los salarios y amplía las brechas entre trabajadores calificados y no calificados, pro-picia desbalances financieros entre los países y regiones y torna más frecuentes las recesio-nes y las crisis cambiarias.

En la forma como está concebido, el Tra-tado le significará a Colombia el alejamiento de la industrialización, la agricultura tempe-rada y al avance tecnológico. El país man-tiene la estructura subalterna de mediados del siglo XX, dominada por la minería y los servicios, que redundará en crecimiento mo-desto, empleo inadecuado y deterioro de la distribución del ingreso.

Eduardo sarmiento PalacioRemitido por RECALCA

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El experimentado historiador inglés J.M. Roberts en su último libro “HISTORIA DEL MUNDO, de la prehistoria a nuestros días”

, impreso en 1222 páginas en España para el mundo en nov. 2010, describe en detalle como todos los países imperialistas han sometido a las “buenas” o con la guerra a los países oprimi-dos por sus designios. Todos los imperios han desaparecido porque su base era la opresión. Y donde hay opresión hay resistencia.

El TLC recientemente aprobado por E.U., simula haberse logrado sin un sometimiento guerrerista. Se acordó con el beneplácito de los dos últimos Gobiernos Colombianos que han aceptado ser cada vez mas colonia del país del norte, para beneficio de las mas grandes em-presas financieras y comerciales, del imperio mas grande y poderoso que ha tenido la hu-manidad, según la dramática historia descrita por J.M. Roberts.

El Presidente Juan Manuel Santos, conti-nuador de la administración de Alvaro Uribe Vélez que hizo la entrega de nuestras patria a la voracidad del capital monopolista estadouni-dense y de sus satélites en Canadá, la Unión Europea, Suiza, Mercosur y demás socios del país del norte de América. Ha calificado el TLC con E.U. como que “es en términos comercia-les el más importante que hemos firmado en nuestra historia”.

El Embajador Michael McKinley en un ex-tenso y cínico reportaje de “El Tiempo” (Oct. 16, 2010,pág. 8, Sección Debes leer) con Yamid Amad indica que “El TLC no es ninguna amena-za para Colombia”.

El Senador Jorge Enrique Robledo quien desde los debates contra el ALCA y el TLC desde 1990, ha sostenido que estas imposiciones del libre comercio con E.U. representaban el mas grande atentado contra la nación y el pueblo Colombiano en los últimos 500 años, ha aler-tado al país de hechos como los anotados por el actual mandatario y contrarios a la farisaica

EL TLC Y LA INTENSIfICACIÓN RECOLONIZAdORA

dE ESTAdOS uNIdOSexpresión del representante del imperio en Co-lombia, que como una mansa paloma y falaces aseveraciones trata de que los Colombianos aceptemos como “bobos” e “idiotas” la esclavi-tud a la que nos somete el TLC aceptado por la clase dirigente nacional que ha entregado nuestra soberania, nuestra autodeterminación, indefinidamente a los mas grandes potentados de la historia universal.

La historia de Colombia es muy rica en acontecimientos. Primero, del dominio espa-ñol sobre nuestro territorio. Segundo, de nues-tra independencia incompleta del dominio ex-tranjero y de acciones mas recientes como la toma de Panamá por E.U., el enclave y masacre en las bananeras y todo el proceso de someti-miento de la economía Colombiana al capital financiero en los últimos 60 años, en los que los E.U. vienen sometiendo nuestra territorio y nuestro pueblo, a través del endeudamiento externo y la imposición de todas su políticas de toma y saqueo de nuestros recursos natu-rales, nuestro petróleo, oro, platino, carbón y nuestro agro con el café y demás productos de exportación. Con la apertura económica de las importaciones nos ha llevado a ir agotando nuestra soberanía agroalimetaria, privatizando nuestra educación y los servicios básicos de salud, agua potable, telecomunicaciones y de-mas servicios públicos domiciliarios.

Todos los imperios se han caído por estar basados en la opresión de las naciones y de las masas populares. En nuestro caso no de-bemos aceptar ser una neocolonia de E.U. ni de ninguna otra potencia extranjera que pretenda aprovecharse de nuestras riquezas naturales y del trabajo de nuestros compa-triotas. Como pregonaba el finado dirigente y mártir del magisterio antioqueño Froilán Pe-láez Zapata: “No qUErEMos y No Nos da la GaNa sEr UNa ColoNIa NortEaMErICaNa. y sí qUErEMos y sí Nos da la GaNa, sEr UNa ColoMbIa lIbrE y sobEraNa.”

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El TLC con Estados Unidos es lo más malo que le ha ocurrido a Colombia luego de la Independencia de Espa-

ña, el 7 de agosto de 1819. Porque lleva las relaciones entre los dos países a unas muy parecidas a las que tuvo la Nueva Granada con la Corona española, le arrebata al país toda posibilidad de resolver sus graves pro-blemas económicos, sociales y políticos, condenándolo, mientras dure el Tratado, a la pérdida de la soberanía, el atraso científi-co y productivo, la desnacionalización eco-nómica, la concentración de la riqueza, el maltrato laboral y ambiental, la corrupción, el desempleo y la pobreza. Ganarán, sí, los pocos colombianos que logren separar su suerte personal de la de la nación, al conec-tar sus intereses con los de las trasnaciona-les que avasallan a Colombia.

El Tratado tiene 23 capítulos y 1.300 páginas que reglamentan en detalle toda la economía colombiana: exportaciones e importaciones, agro, industria y servicios, inversiones extranjeras, sector financiero, telecomunicaciones, propiedad intelectual, compras públicas, asuntos culturales, labo-rales, ambientales y sanitarios, en fin, todo. Ninguna norma nacional podrá contener nada que contradiga su texto, pues este equivale a la Constitución económica de Colombia. El TLC, además, no podrá modi-ficarse sin permiso de E.U. y su derogatoria unilateral por parte de Colombia, que pue-de darse, tendría que obligar a las trasna-cionales a soltar la presa.

Los TLC están montados sobre menti-

EL TLC CON EE.uu.:LO PEOR PARA COLOMBIA

EN 192 AñOS

ras. No es cierto que para venderle a E.U. haya que tener un TLC con ese país: nadie en Europa lo tiene, ni China, ni Japón, ni Brasil. También es falso que a los países los desarrollen los extranjeros, y más si solo in-vierten cuando les garantizan monopolios y materias primas, impuestos y mano de obra baratos. Tampoco es verdad que los estadounidenses desmontarán sus desco-munales subsidios industriales y agrarios. Y es falaz afirmar que a Colombia se le impo-ne lo que hicieron norteamericanos, euro-peos y japoneses para desarrollarse. Por el contrario. El TLC le quita los principales ins-trumentos que esas naciones usaron para construir sus economías.

Colombia no negoció un TLC con E.U.. Los llamados “negociadores” fueron un grupito de “hombres sí”, a cuyo director, el ministro de Comercio, no le dio vergüenza salir del cargo para irse a Washington a un puesto en el Banco Mundial. Que todos los TLC de América sean iguales obedece a que las trasnacionales le indican a la Casa Blan-ca cuáles son sus intereses y esta se los con-vierte en tratados. Las diferencias se limitan a establecer el plazo en el que la industria y el agro de los países víctimas perderán toda protección, es decir, a darles orden a las quiebras: quiénes en el primer año, quiénes en el quinto y quiénes el décimo, que suele ser la desprotección más tardía.

El libre comercio no va a empezar en Co-lombia con los TLC. Lo inició César Gaviria y avanzó en los gobiernos siguientes. Lo nuevo es que buscan profundizarlo y ha-

jorge Enrique robledo[bogotá, octubRe 14, 2011]

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cerlo irreversible. Y dos décadas de ruina y retrocesos industriales y agropecuarios por las mayores importaciones, de desempleo y pobreza, al igual que de unas exportacio-nes limitadas a los mismos productos agro-pecuarios y mineros de siempre, muestran la falacia de los pajaritos de oro que pintan con el TLC con E.U, a cuyos daños se suma-rán los tratados con Canadá, la Unión Euro-pea y Corea.

Si este TLC era malísimo en 2006, cuan-do se negoció, ahora es peor. Primero, por la grave crisis estadounidense y mundial. Y segundo, porque la revaluación ha dismi-nuido en 20% la competitividad nacional, revaluación que tiene como causa principal

que E.U. reducirá las importaciones y au-mentará las exportaciones como sea, inclu-so imprimiendo dólares sin parar, en algo así como una gran falsificación de moneda.

Las privatizaciones son parte del libre comercio. Por eso Santos no desmonta el sistema de las EPS, estrangula financiera-mente a las U. públicas y busca legalizar el lucro en la educación, negocio impuesto por el capítulo de inversiones del TLC con E.U. Y otra vez se demostró, esta vez con Obama y sobre el caso de los crímenes con-tra los sindicalistas colombianos, que Wash-ington permuta negocios por derechos hu-manos (Libro “El TLC recoloniza a Colombia” en http://bit.ly/jho8XW).

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Desde su fundación, en 2005, el Polo Democrático Alternativo se ha constituido en la principal fuerza

de política de la izquierda en el país y de oposición a los gobiernos de turno, lo-grando alcanzar en dos oportunidades el cargo de Alcalde de Bogotá. Actualmente su bancada cuenta con cinco senadores, cinco representantes a la Cámara y un re-presentante al Parlamento Andino. Jorge Enrique Robledo, uno de sus figuras más representativas y senador desde 2002, habló con El Espectador sobre los retos y proyectos de la colectividad.

dEfENSA dE AMBIENTE SANOLos temas ambientales han estado

siempre en la agenda del partido ¿a qué le apuestan en ese ámbito?

El Polo Democrático Alternativo y yo par-ticularmente, hemos sido bastante activos en los temas ambientales. Para darle un ejemplo: en el tema de la minería hemos acompañado los reclamos ciudadanos en defensa del me-dio ambiente. Estamos muy de cerca al caso del páramo de Santurbán, en el caso de la Colosa, en el caso del mar de Santa Marta y de Ciénaga. La temática ambiental está muy cercana a nuestras preocupaciones y defen-demos un ambiente sano, no sobre la base de que no se haga nada sino que debe existir energía y debe haber economía, pero cuidan-do el medio ambiente.

MINERÍA: SÍ…PERO NO ASÍ…¿Entonces su propuesta propone con-

“uRGE RENEGOCIAR LOS TLC”

ciliar el cuidado del medio ambiente con el desarrollo?

Vamos a explicarlo de una manera más concreta: para el caso de la minería, noso-tros decimos minería “sí” pero “no así”. Cla-ro, puede haber minería en Colombia, pero debe cumplir ciertos requisitos tales como pagar los impuestos, las regalías que deben ser, no maltratar a los trabajadores y para efectos de esta pregunta, debe ser muy cuidadosa en el tema ambiental. Hay cosas que no se deben hacer y otras sólo deben hacerse en la medida en que cumplan algu-nos criterios ambientales básicos.

VIVIENdA CON ECONOMÍA SANA CON INGRESOS A LOS POBRES¿Y en el tema de acceso a la vivienda qué

proponen?En Colombia hay un déficit en vivienda

supremamente grave, pero este tiene una causa y, si no se modifica, el problema va a seguir. El problema es la pobreza de la gente. Pero para atacar el problema de la pobreza es necesario tener una economía sana, para que los colombianos tengan su-ficientes ingresos para adquirir las vivien-das que ofrece el mercado. Mientras eso no se resuelva, es necesario que el Estado respalde a los más débiles subsidiándoles de una u otra manera sus viviendas. Ade-más los precios de la vivienda están dispa-rados porque son precios de monopolio y frente a ello el Estado no hace nada. Mien-tras que el Estado no intervenga, el pro-blema de la pobreza va a empeorar.

steven Navarrete CardonaEntrevista a jorge Enrique robledo

(Entre títulos y subrayados de INFOAGRO COLOMBIA)[el esPectadoR, bogotá, eneRo 31 de 2014]

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SALud: ACABAR LA EPS COMO EN CANAdÁCon todos los escándalos que se han

destapado en torno al tema de la salud en el país ¿cuál sería la fórmula para resguar-dar el bienestar de los colombianos?

Yo he venido proponiendo que las EPS se deben acabar. Los colombianos ya no nos morimos por enfermedades cardiacas sino por culpa del sistema de salud, así de malo es. La causa principal de eso son las exorbitantes ganancias de las EPS, cuando éstas sobran como instrumento de inter-mediación financiera. Proponemos acabar con los intermediarios y aplicar un mode-lo inspirado en la experiencia canadiense donde no hay EPS. Si lo hiciéramos entra-rían como cuatro o cinco billones de pesos al sistema de salud anualmente. Así podría mejorar muchísimo en comparación con lo que hoy tenemos.

SALud COMO A MAGISTERIO Y MILITARES: SIN EPS¿Entonces con cuál modelo remplaza-

ríamos la administración de la salud?Hay muchas formas de administración

de salud en el país. Por ejemplo, el Magis-terio en Colombia y las Fuerzas Armadas, que no tienen EPS, son un ejemplo. Se po-dría discutir cómo se remplazarían, pero de todas formas tienen que desaparecer. Por ejemplo, ese es el problema con la reforma al sistema de salud que está promoviendo Juan Manuel Santos. Las EPS se van a em-bolsillar 6 billones de pesos anuales como ganancia, además de los costos de admi-nistración y lo que ganan los gerentes y los abogados. Seis billones de pesos que no lle-gan a medicamentos, a médicos, a cirugías y que en buena medida explican el desastre por el que estamos atravesando.

EduCACIÓN uNIVERSAL, PÚBLICA

Y dE ALTA CALIdAdEl tema de la educación también es fuen-

te de duros debates respecto al modelo ideal. ¿Cuál es la posición del Polo en este tema?

Nosotros respaldamos la propuesta de la MANE (Mesa Amplia Nacional Estudiantil) que señala que la educación superior debe orientarse por una educación que sea uni-versal, pública (gratuita) y de alta calidad. Esas son las ideas principales en las que creemos. Esto no quiere decir que no pue-dan existir universidades privadas, pero la existencia de las mismas debe ser la excep-ción y no la regla. El Estado es el que debe garantizar la educación de alta calidad.

fINANCIACIÓN CON TRIBuTACIÓN MINERA¿Y de dónde propone sacar el dinero

para esas transformaciones?Eso es relativamente fácil de hacer. Con

que solo se pusiera a las mineras a tributar lo que deben, aparecerían los recursos sufi-cientes para financiar una reforma educati-va para fortalecerla. Si en Colombia no exis-te la educación que le menciono, es porque a muchos sectores no les interesa, porque esas son las ordenes que vienen del Banco Mundial, pero en términos de financiación es posible, sin duda alguna.

LO MÁS uRGENTE EN AGRO E INduSTRIA: RENEGOCIAR LOS TLC¿Qué reforma cree que es la más urgente

para el país?Renegociar los TLC es nuestra mayor

urgencia. Si Colombia no modifica los TLC no hay ninguna posibilidad de que el país tenga agro o industria. Salirse de las po-líticas que se conocen como del Consen-so de Washington y dejar de hacer lo que recomienda el Banco Mundial, es la clave para la solución de todos los problemas. Pero también la reforma de las EPS y de la

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educación que ya he mencionado. También debe construirse una política de respaldo a la industria y al agro, y alzas del salario mí-nimo que garanticen una mayor capacidad adquisitiva de los colombianos.

SALVACION dEL AGRO: CON dIGNIdAd AGROPECuARIA¿Y cómo planean enfrentar la proble-

mática agraria?Acojo las propuestas que ha estado plan-

teando el Movimiento de Dignidad Agrope-cuaria. ¿Qué estamos planteando allí? Que existan precios de sustentación dados por el Estado para los productos del agro, que se condonen las deudas impagables de los sectores del agro, que el Estado desarrolle una política de investigación científica que le permita al sector nutrirse de los descubri-mientos más importantes y que el Estado brinde asistencia técnica, pero al final sólo es posible si se cambian los TLC. Nosotros acogemos la petición de dignidad agrope-cuaria que señala que lo más urgente y lo más importante es renegociar los TLC y el libre comercio en general.

POSCONfLICTO: NO CREO SANTOS fIRME ALGO CON uN CAMBIOPensando en un escenario de paz pro-

ducto de los diálogos en la Habana ¿cuál es

su propuesta para el posconflicto?No conozco en pleno las propuestas de

lo que se está negociando en Cuba. No creo que en La Habana se logren transformacio-nes profundas porque no creo que Juan Manuel Santos firme algo que en realidad produzca un cambio profunda para el país.

ELEGIdO: NO ME ENTREGARE AL GOBIERNO A CAMBIO dE MERMELAdA¿Cuál es su compromiso con los colom-

bianos si llega de nuevo al Senado?Seguiré siendo el mismo de estos años.

No traicionaré mi manera de ser o de ac-tuar. No me entregaré al gobierno a cambio de mermelada o algo por el estilo. Pero esto se puede ver en tres cosas puntuales: no habrá proyecto de ley contrario a los inte-reses nacionales que aprobemos a cambio de alguna garantía. Seguiremos votando los proyectos de acuerdo a nuestras convic-ciones. Segundo, continuaremos haciendo los debates de control político que la ciuda-danía muy bien conoce. Y tercero, pondré la investidura de senador al servicio de los reclamos democráticos de la gente. Vamos a seguir acompañando las peticiones de los colombianos en sus reclamaciones en temas como empleo, salud, educación y en general en lo que los colombianos recla-men. Así el gobierno se moleste.

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Mientras los pequeños productores asumen todo el riesgo agrario y ga-nan poco o nada, Indupalma corre

cero riesgos y gana bastante. Servidumbre del siglo XXI. Y este es el modelo agrario que Santos le encomendó al ministro de Agricultura implantar en todo el país.

Hay muchas verdades sobre el modelo de Indupalma que son desconocidas por la gran mayoría de colombianos, verdades que se analizan en el documento elabora-do por la Unidad de Trabajo Legislativo del senador Robledo que se anexa.

El modelo que se describe en este do-cumento es el que el presidente Santos le encomendó al Ministro de Agricultura im-plantar en todo el país:

El Caso dE CooPsabaNa, saNtaNdEr Mientras los pequeños productores asu-

men todo el riesgo agrario y ganan poco o nada, Indupalma corre cero riesgos y gana bastante. Servidumbre del siglo XXI. Y este es el modelo agrario que Santos le enco-mendó al ministro de Agricultura implantar en todo el país.

1. Características generales del pro-yecto. En 2007, Indupalma dio inicio a uno de sus proyectos asociativos denomina-do Plan de Expansión mediante Alianzas Productivas con cultivadores Asociados – Proyecto Coopsabana, para sembrar 1.300 hectáreas de palma de aceite en Sabana de Torres (Santander). El entonces gerente de Indupalma, Rubén Darío Lizarralde, lideró

VERdAdES dESCONOCIdAS dE LAS “ASOCIACIONES” ENTRE PEQuEñOS PROduCTORES

E INduPALMA: CASO dE COOPSABANA

el proceso de convencer a los pequeños productores de las bondades del proyecto.

Treinta y ocho pequeños productores –propietarios de esas tierras dedicadas a la ganadería y a otros cultivos desde antes del proyecto palmero– aceptaron la propuesta de Indupalma y, bajo su orientación, se aso-ciaron en la Cooperativa de Palmicultores de Sabana de Torres (Coopsabana).

2. Modelo del proyectoIndupalma no invirtió en el proyecto. Sin

contar el valor de las tierras, la inversión ini-cial fue de $7.280 millones de pesos. Debe quedar claro que esos recursos no los apor-tó Indupalma –que tampoco puso tierras de su propiedad–, sino que se los prestó el Banco Agrario a la Cooperativa, con la deu-da respaldada por el Fondo Agropecuario de Garantías (FAG). Como Indupalma no puso plata ni respaldó el crédito, todo el riesgo financiero del cultivo lo tienen los pequeños productores, que respaldan la deuda con sus tierras y podrían perderlas.

Ante el fallo de los cálculos, los peque-ños agricultores asociados en CoopSabana terminaron contratando otro crédito con un banco localizado en un paraíso fiscal en las Antillas, seguramente por orientación de Indupalma. Y los colombianos han vis-to en la televisión a Rubén Darío Lizarralde induciéndolos a tramitar un tercer crédito

Los recursos de los “asociados” los ad-ministra Fidubogotá. El Banco Agrario no le entregó el préstamo a la Cooperativa,

Oficina de Prensa. Documento elaborado Por Unidad de Trabajo Legislativo del Senador Jorge Enrique Robledo. [bogotá, sePtiembRe 16 de 2013]

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sino que Coopsabana suscribió con Fidu-bogotá (Grupo Aval) un contrato de fiducia mediante el cual se constituyó un patrimo-nio autónomo que recibió el préstamo [1]. Con los recursos del crédito, la fiducia hace las inversiones que requiere la implemen-tación del proyecto, inversiones que son orientadas por Indupalma.

La fiducia también recibe los ingresos por la venta del fruto que producen los so-cios de Coopsabana, con los que paga los créditos, los costos del proyecto, la comi-sión que recibe Indupalma por operarlo, los honorarios del interventor, la comisión que cobra Fidubogotá y las utilidades de los so-cios de la cooperativa, si las hubiere. De 38 socios, apenas 9 han llegado al punto de equilibrio.

El contrato faculta a que, en represen-tación de la cooperativa, la fiducia suscriba con Indupalma un contrato de administra-ción logística, mediante el cual Indupalma asume la administración del proyecto. La fiducia también contrata al interventor del proyecto.

El patrimonio autónomo es administra-do por un Comité Fiduciario que está inte-grado por: Dos representantes de la Coope-rativa, con voz y voto; Dos representantes de Indupalma, con voz y voto; El Interven-tor, que es escogido por el mismo Comité. También tiene voz y voto.; Un representan-te de Fidubogotá, con voz pero sin voto; Un representante del Banco Agrario, con voz pero sin voto.

Es de resaltar que Indupalma tiene dos representantes en este comité, a pesar de no haber aportado ni un peso para cons-tituir la fiducia. E Indupalma y Fidubogotá tienen una especie de poder de veto, pues la cláusula 7.3 dispone que el quórum deci-sorio será de tres, “siempre que estén pre-sentes la Fiduciaria y el Ejecutor (Indupal-ma)”. Es decir, si los dos representantes de

Indupalma no están de acuerdo con una decisión, se pueden salir de la reunión y desbaratan el quórum. Dada la composi-ción de este Comité, es muy improbable que los que Indupalma llama sus “asocia-dos” –los representantes de CoopSabana– puedan influir realmente en las decisiones.

También existe un Comité Técnico en-cargado de aprobar el presupuesto y los gastos del proyecto, el cual está integrado por: Un representante de la Cooperativa, con voz y voto; Un representante de los asociados, con voz y voto; Dos representan-tes de Undupalma, con voz y voto; El Inter-ventor, con voz y voto;Un representante del Banco Agrario, con voz pero sin voto.

Por la administración de estos recursos, Fidubogotá, cobra una comisión equiva-lente a cuatro salarios mínimos mensuales (a hoy, $ 2.640.000 al mes).

Indupalma es el ejecutor del proyecto.

Indupalma, que no invirtió en la tierra ni en la instalación del cultivo, es la encargada de operar todo el proyecto, de ejecutarlo, pre-rrogativa que le da gran poder de decisión. Así, Indupalma suscribió con Fidubogotá, quien actuó como vocera de la Cooperativa, un contrato de servicios de administración logística[2] mediante el cual dicha empre-sa, entre otras cosas, contrata la adecuación de las tierras, compra los insumos que re-quiera el proyecto y contrata la asistencia técnica y las demás actividades necesarias para mantener los cultivos de palma.

Indupalma entonces contrata los agróno-mos y compra los fertilizantes y demás bienes y servicios que requiera el proyecto, los cua-les son pagados con los recursos de la fiducia, previa aprobación del Comité Fiduciario y del Comité Técnico, en el que Indupalma tiene dos representantes y poder de veto.

De acuerdo con las denuncias de los productores “asociados”, algunos de los ser-

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vicios contratados por Indupalma son más caros que los que ofrecen el mercado. Tam-bién señalan que mientras otras empresas regalan la semilla, Indupalma se las vende.

Alto el cobro de Indupalma por ejecutar. A cambio de ejecutar el proyecto, Indupal-ma le cobra a la Cooperativa una comisión equivalente al “8% de los ingresos (…) por concepto de venta de fruto”. Esto quiere decir que Indupalma se apropia del 8% de las ventas del proyecto, comisión que es muy alta y que recibe haya o no utilidades para sus “asociados”. Las utilidades de 2012 de Riopaila, por ejemplo, representaron el 4.6% de sus ingresos operacionales, casi la mitad de lo que Indupalma se gana por ad-ministrar este proyecto.

Además, durante los tres primeros años del proyecto, Indupalma cobró como comi-sión el 14% de todos los pagos mensuales, de los cuales apenas se excluyeron las co-misiones a favor de Fidubogotá, las cuotas del crédito y la comisión pagada al Fondo Agropecuario de Garantías. Si se considera que en ese lapso se invirtió el equivalente al crédito de $7.200 millones contratado con el Banco Agrario, Indupalma cobró por eje-cutarlos del orden de mil millones de pesos.

En una de sus columnas, Rudolf Hommes escribió sobre este caso: “Un productor me-diano, lector de prensa, también escribió y envió información sobre las condiciones de un proyecto asociativo de una gran empre-sa productora de aceite de palma con una cooperativa de propietarios en el Magda-lena medio. Ellos se quejan de que el pro-yecto quedó mal concebido, que no previó el problema de flujo de caja de los campe-sinos durante el período de maduración y, sobre todo, que la empresa comercial cobra una comisión excesiva sobre los ingresos. Otros empresarios privados consultados coinciden en que las comisiones que ella

cobra por administración, asistencia técni-ca y otros servicios son muy superiores a las corrientes y opinan adicionalmente que en el caso de la palma africana esas asociacio-nes solamente funcionan porque el Estado las subsidia vía créditos y que no son soste-nibles a largo plazo”. http://www.eltiempo.com/opinion/col...

3. Los “socios” tienen que venderle el fruto a IndupalmaLa Cooperativa suscribió con Indupalma

un contrato mediante el cual los producto-res se comprometieron a venderle toda la producción de sus cultivos a Indupalma, quien la procesa en una extractora de acei-te de su propiedad, planta industrial de la que los llamados “asociados” de Indupalma no son socios, por lo que no reciben ni un centavo de las utilidades de ese negocio. El contrato dice que el precio del fruto será el 17% “del precio del aceite de palma cru-do observado en el mercado nacional para la zona central, el cual es publicado men-sualmente por Fedepalma”, la agremiación de los mayores palmeros del país, en cuya junta directiva ha tenido silla Ruben Darío Lizarralde en representación Indupalma.

Pero los productores asociados en la Cooperativa han denunciado que el precio que les paga Indupalma es inferior al del mercado. Un artículo de Vanguardia Liberal, publicado en noviembre de 2012, asegura que, de acuerdo con un campesino “asocia-do”, “la tonelada la está pagando Indupal-ma $50 mil por debajo de lo estimado en el mercado”. (http://www.vanguardia.com/santander...)

4. Los “socios” terminaron de jornalerosLos ingresos de los llamados “asociados”

de Indupalma dependen del flujo de caja de la Fiducia. Si después de pagar la cuota del

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crédito, la comisión del FAG, la comisión de la Fiducia, la comisión de Indupalma, los gas-tos mensuales (que Indupalma contrata), los honorarios del ejecutor y de dejar una reser-va para garantizar el crédito, quedan exce-dentes de los ingresos por la venta del fruto, los asociados reciben un pago mensual.

Dado que Indupalma no paga a buen precio el fruto y que los costos son enor-mes (el 8% de las ventas se lo queda Indu-palma), es casi imposible que queden ex-cedentes para el común de los asociados a CoopSabana. Como la gran mayoría no ob-tienen utilidades que les permitan subsistir –porque además ya no tienen los produc-tos agrícolas de los que vivían antes de vol-verse palmeros–, se convirtieron en jornale-ros y le han solicitado a Indupalma cambiar los términos del contrato para que el 20% de los ingresos sean entregados a los pro-ductores: “Tenemos las fincas hipotecadas. Estamos pidiendo un replanteamiento del contrato firmado con Indupalma. Se plan-teó en una reunión que sostuvimos la se-mana pasada (viernes 23 de noviembre) que nos devuelvan el 20% de la venta men-sual como sostenimiento económico de las familias que están quebradas, porque no se ha visto recursos alguno a la fecha desde que se suscribió el convenio”. http://www.vanguardia.com/santander...

Sin embargo, en un video publicado por Noticias RCN, el exgerente de Indupalma –hoy Ministro de Agricultura– les respondió que mejor sacaran otro crédito para subsis-tir: “Ustedes pueden decirle al banco prés-teme a tanto tiempo y de una manera inte-ligente (…) ¿Parte del préstamo lo pueden utilizar para qué? Pues precisamente para eso que están diciendo, para sobrevivir y al mismo tiempo pagar”. http://www.semana.com/opinion/artic...

El país pudo ver en la televisión a un campesino “asociado” a Indupalma: “éra-

mos pobres y pasamos a limosneros”. Por-que, en realidad, quienes eran campesinos terminaron convertidos en jornaleros, cu-yos únicos ingresos son los bajos salarios Indupalma les paga por su trabajo como obreros agrícolas contratados por Coope-rativas de Trabajo Asociado.

5. Indupalma denunció penalmente a sus “asociados”Por considerarlo un mal negocio, varios

de los asociados decidieron retirase de la “sociedad” con Indupalma y venderle la fru-ta otra empresa extractora de aceite, que la está comprando en mejores condiciones que Indupalma. Además, han logrado redu-cir los costos de producción en relación con lo que les cobraba Indupalma, con lo que están obteniendo ingresos mensuales.

Ante la decisión de varios productores de CoopSabana de independizarse de In-dupalma, ésta, gerenciada en ese momen-to por Rubén Darío Lizarralde, los denunció penalmente, acusándoles de apropiarse ilíci-tamente del fruto, como si se estuvieran ro-bando la producción de la palma que sem-braron. La denuncia penal no prosperó, pero Indupalma decidió demandarlos civilmente.

6. El negocio de la palma haría crisis sin los subsidios del Estado.Dentro del mito construido por Rubén

Darío Lizarralde sobre sus “asociaciones” con pequeños productores está el presentar el aumento del área de palma en Colombia casi que como obra suya, fábula que también ha usado en sus pocos días como ministro para defender los TLC y maltratar a los demás productores agropecuarios. Pero nada más lejano al libre comercio que el negocio de la palma, cuya existencia ha dependido de manera determinante del respaldo y los sub-sidios del Estado, por lo que haría grave crisis si esa protección desapareciera.

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Para la muestra un botón: aunque el bio-diesel es bastante más costoso que el ACPM originado en hidrocarburos, el Estado obliga a los colombianos a consumirlo y pagarlo de acuerdo con un precio determinado oficial-mente, que les garantiza utilidades a los pal-meros –por lo menos a algunos. De acuerdo con los analistas, el consumo obligatorio de agrocombustibles –incluye alcohol– le cues-ta a los colombianos –como subsidio– entre medio y un billón de pesos al año.

CONCLuSIONESEs evidente que este modelo, diseñado

por el actual ministro de Agricultura, tiene un propósito central: darle importantes ganan-cias a Indupalma por el negocio de la palma de aceite, pero manteniéndola por fuera del riesgo agrario y de la inversión en tierras, res-ponsabilidades y riesgos que en el 100 por ciento les traslada a sus “socios” (costos de producción, precios de venta, plagas, sequías, inviernos, etc.), al igual que la posibilidad de de perder sus parcelas, si no pagan las deudas contraídas. Y es el Estado el que con su cré-dito –y el riesgo que asume– también hace viable el negocio de Indupalma.

Es un modelo de gana-gana –de cero riesgo– pero solo para Indupalma. Por-que maneja el proyecto contratando todo cuanto requiera el montaje e instalación de los cultivos y por ellos recibe una jugo-sa comisión, sea que el negocio agrícola dé utilidades o pérdidas. Y tiene el monopolio de la compra del fruto –barato, dicen los denunciantes– para procesarlo en su ex-tractora, de la que recibe otra importante ganancia, de acuerdo con los precios de compra fijados por otra empresa –Fedepal-ma–, en cuya junta directiva ha tenido silla Rubén Darío Lizarralde.

En conclusión, los “asociados” de Indu-palma arriesgan en todas las partes riesgo-sas del negocio e Indupalma gana en todas

las partes de cero riesgo. Cómo no recordar la conclusión de un palmero lo suficien-temente grande para poseer un negocio integrado: “pierdo plata en el cultivo de la palma, pero gano plata en la extractora”, conclusión que mejorada con la interme-diación parece haber inspirado a Indupal-ma y a Rubén Darío Lizarralde.

En cambio los campesinos están per-diendo, porque, en la práctica, han pasado de ser propietarios libres a una especie de aparceros de Indupalma. Son como una es-pecie de siervos del siglo XXI, atados a con-tratos leoninos durante 18 o más años, que pasan de obtener ingresos por la produc-ción –ganadería, arroz, etc.– a ingresos por su mano de obra y que pierden el dominio sobre sus tierras, porque Indupalma decide qué se hace en sus predios. Además, asu-men todo el riesgo financiero y si el proyec-to fracasa, deben responder por la deuda con sus tierras. Y si se retiran del proyecto, terminan demandados por Indupalma, que con la siguiente carta a uno de ellos expre-sa cómo es el tipo de relación con los que llama sus “asociados”:

“Con absoluta preocupación hemos recibido información acerca del incumpli-miento que se ha generado por parte suya a la oferta de compraventa de fruto enun-ciada en la referencia de este documento, incumplimiento consistente en la no entre-ga a INDUPALMA LTDA del fruto producido en el predio denominado La Guayabera, como a continuación se describe:

Los días dos (2) y cuatro (4) de abril del año en curso se realizó una cosecha sin previa autorización de Indupalma y con personal ajeno al contratado por nuestra sociedad en nombre de Coopsabana, don-de se alzaron aproximadamente un total de VEINTE Y NUEVE (29) toneladas de fruto, lo anterior de acuerdo al promedio de peso de los racimos.

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Lo anterior es una clara y grave contra-vención a los compromisos y obligaciones establecidos en la oferta de compra de fru-to debidamente aceptada por la coopera-tiva, en su nombre y representación, y a la que se encuentra vinculado el predio del cual usted es propietario, la cual señala en el literal a) del numeral tercero la obligación por parte del destinatario de ´…Entregar la totalidad del fruto proveniente de los culti-vos indicados, a partir del momento en que dichos cultivos empiecen a producir´.

Este incumplimiento constituye la apro-piación indebida por parte suya de los di-neros producto de la venta del fruto que se ha debido entregar a Indupalma como comprador exclusivo del mismo, dineros que están comprometidos y destinados ex-clusivamente, como fuente de pago, para el pago de la deuda que Coopsabana I tiene con el Banco Agrario por cuenta suya y de los demás beneficiarios del proyecto Coop-sabana I. Además constituye el incumpli-miento de la oferta mercantil mencionada en cuanto la violación del -Derecho de Ex-clusividad-que Indupalma tiene, en virtud del cual esta empresa es la única que puede comprar el fruto procedente de los predios vinculados al proyecto.

En virtud de lo indicado, y teniendo en cuenta la facultad contractual de exigir el cumplimiento, es absolutamente necesario que usted de manera inmediata y dentro de los cinco (5) días siguientes al recibo de la presente carta, reintegre al patrimonio autónomo el valor dejado de recibir por las catorce (14) toneladas del dia 2 de abril y las quince (15) toneladas del dia 4 de abril de 2013 de fruto que no fueron vendidos (en-tregados) a Indupalma, suma que asciende a un total de SIETE MILLONES SEISCIENTOS

TREINTA Y CUATRO MIL NOVECIENTOS CUA-RENTA Y SEIS PESOS (7.634.946).

En caso de no cumplirse con lo anterior-mente advertido, Indupalma, la coopera-tiva Coopsabana I y/o el Banco Agrario de Colombia se verán obligados a adelantar las acciones judiciales que se requieran para recuperar los dineros antes menciona-dos para el pago de la deuda ante el Banco Agrario de Colombia”.

¿Si estuvieran en el pellejo de sus “asociados” de Coopsabana, Indupalma y Rubén Darío Lizarralde suscribirían con un “socio” un contrato como este? ¿O lo rechazarían, además de por las razones ya expresadas, porque el riesgo moral que se corre con el ejecutor de todos los gastos del contrato es inaceptable.

Notas

1. De acuerdo con la cláusula 5.1. del contrato, el objeto del acuerdo es “destinar los recursos del Fideicomiso al pago del crédito que tiene el Fideicomitente con el Banco Agra-rio”; “efectuar todos los demás pagos que exija la imple-mentación del PROYECTO”; “mantener invertidos los recur-sos en los Fondos Comunes que administra la Fiduciaria”; “suscribir, como vocera del presente Patrimonio Autónomo y en nombre y representación de EL FIDEICOMITENTE, el contrato de INTERVENTORÍA TÉCNICA, en los términos y condiciones que establezcan las partes de dicho contra-to, previa aceptación e instrucción del FIDEICOMITENTE”; “Aceptar, como vocera del presente Patrimonio Autónomo y en nombre y en representación de EL FIDEICOMITENTE, la oferta de venta de servicios de ADMINISTRACIÓN LOGÍS-TICA presentada por INDUPALMA, en los términos y con-diciones que establezca INDUPALMA COMO OFERENTE, previa aceptación e instrucción del FIDEICOMITENTE”.

2. De acuerdo con el contrato de operación logística, Indu-palma está obligada a: i) “coordinar aquellas labores con-cernientes a la preparación de las tierras”; ii) “Determinar todas las actividades relacionadas con las áreas técnica, administrativa y financiera del proyecto, especialmente en lo relativo al establecimiento, siembra, conservación, pro-ducción y comercialización de los productos de la palma de aceite del proyecto”; iii) “Actuar en nombre y por cuenta de Coopsabana, como su mandatario, para comprar todos los elementos y suministros, así como para contratar los servicios de adecuación de tierras, el establecimiento del cultivo, mantenimiento, conservación, incluidas las vías in-ternas de cada plantación, producción y comercialización del fruto de palma de aceite”; iv) “Contratar en nombre y representación de Coopsabana, profesionales que presten asistencia técnica. (…) El costo relativo a la contrapresta-ción de los profesionales antes aludidos, no se encuentra incluido dentro de la comisión que para Indupalma prevé la presente oferta, por lo cual se constituirá en un gasto del proyecto”. Bogotá, 15 de septiembre de 2013

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12La conmemoración de los 80 años de

la lucha de los trabajadores de las ba-naneras del Magdalena, el homenaje

permanente a los mártires masacrados el 6 de diciembre de 1928 en la Plaza del Fe-rrocarril en Ciénaga y el rechazo al terror y exterminio de trabajadores en los cuatro meses siguientes a ese vergonzoso aconte-cimiento, se constituyen en el objetivo de esta publicación.

El 16 de enero de 1929, Jefferson Caffery, embajador de E.U. en Colombia, escribió al Departamento de Estado en Washington :

“tengo el honor de informarle que el representante de la United Fruit Company en Bogotá, me dijo ayer que el número to-tal de huelguistas muertos por los militares colombianos excede del millar...”

En su vibrante denuncia de los atropellos en Ciénaga, Jorge Eliécer Gaitán expresó en el Congreso de la República, en septiembre de 1929: … “el Gobierno colombiano tiene la rodilla temblorosa en tierra para el oro yan-qui y la metralla homicida para el pueblo”...

Como consecuencia, la UFC, hoy co-nocida como Chiquita United Brands Continental Company, es inmensamente rica y los trabajadores y la gran mayoría de los productores nacionales y sus fa-milias son inmensamente pobres y des-poseídas de los elementos esenciales para vivir decentemente.

Estos hechos llevaron al movimiento obrero, estudiantil y popular a impulsar en 1978 la construcción del monumento del maestro Rodrigo Arenas Betancur, en el si-

HOMENAJE A LA LuCHA Y LOS MÁRTIRES dE 1928 EN CIÉNAGA,

MAGdALENA

tio de la mayor masacre ocurrida contra los trabajadores en el mundo. Se reivindica el grito de los huelguistas: !Viva Colombia li-bre y democrática!, acallado por las balas asesinas del régimen colombiano en defen-sa del capital estadounidense.

La entrega de los gobiernos de Colom-bia en estos últimos 80 años a los intereses de las empresas multinacionales de los Es-tados Unidos, continúa vigente. Y se acele-ra en el gobierno neoliberal de Alvaro Uribe Vélez en los últimos seis años con sus po-líticas de seguridad democrática y con su insistencia por la aprobación del Tratado de Libre Comercio, TLC, impuesto por E.U. para beneficio de las empresas transnacionales del imperio.

La masacre en el Magdalena ocurre en momentos previos a la grave crisis econó-mica en Wall Street que llevó a la Gran De-presión ocurrida entre 1929 y 1933 en E.U. y en el mundo.

Ahora estamos ante una hecatombe de mayores proporciones con la crisis de su-perproducción y quiebras de las grandes empresas globalizadas, que se vive hoy en todos los mercados del mundo, especial-mente en los Estados Unidos, como conse-cuencia de todas sus políticas neoliberales y globalizadoras de la economía para salvar de la ruina a sus monopolios.

Pretenden con la guerra permanente contra los pueblos del mundo y con los Tratados de Libre Comercio, como el que imponen al gobierno sumiso de Alvaro Uri-be Vélez, salvarse y rescatar a sus grandes

por una colomBia liBre Y democrÁtica

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empresas financieras y comerciales, de su hecatombe y recolonizar nuestro país para esclavizarnos, en su propio beneficio.

Debemos unirnos los colombianos para evitar que se repitan masacres como la de las bananeras del Magdalena y que defen-damos nuestra soberanía, nuestro trabajo, nuestra producción y nuestros recursos na-turales para beneficio de las grandes mayo-rías nacionales.

Ese es el mejor homenaje que pode-mos hacer a nuestros mártires en la con-memoración permanente de las luchas civilizadas y democráticas de los trabaja-dores y el pueblo, en contra de la opre-sión inmisericorde del capital imperialis-ta y sus portaestandartes nacionales para que nunca se vuelvan a repetir hechos como los de la nefasta masacre en las ba-naneras del Magdalena en 1928.

La conmemoración del cincuentenario de la lucha y masacre en las bananeras, con la inauguración del monumento al

obrero bananero, del maestro Rodrigo Are-nas Batancourt, el 6 de diciembre, en home-naje a los mártires de 1928, es motivo para examinar y reivindicar el significado de esa batalla heroica y patriótica, que tiene la im-portancia para nuestra segunda liberación nacional que tuvo la de los comuneros para nuestra primera independencia.

¿Cuáles fueron los antecedentes, obje-tivos y desarrollo del movimiento? ¿Cómo se efectuó la nefasta masacre? ¿Cuáles fue-ron sus consecuencias desde los puntos de vista económico, político, laboral y cultural? ¿Cuál es la situación actual del sector bana-nero? ¿Qué posiciones han girado alrede-dor del importante hecho histórico? ¿Cuál debe ser nuestra actitud ante el mismo?

Tales son algunos de los interrogantes que se intentan dilucidar en este resumen.

AntecedentesLa penetración de la United Fruit Com-

pany, UFC, en la zona bananera del Mag-dalena desde 1898, adquiere mayores pro-

porciones en la década de los años 20, ante las inmensas prerrogativas que le otorgó el régimen hegemónico de los terratenientes en el poder desde 1885.

La UFC controlaba el ferrocarril de Santa Marta a Fundación; los distritos de riegos con las excelentes aguas provenientes de la Sierra Nevada; cerca de 60 mil hectáreas; el puerto de Santa Marta y la Flota Blanca para el transporte de la fruta; el telégrafo; el hospital; los talleres de Sevilla; la tecno-logía; los contratistas de los más de 32 mil proletarios agrícolas; los comisariatos para el abastecimiento de víveres y mercancías; los contratos con los productores naciona-les y los precios monopolísticos y viles de la fruta y, como lo reconocía el mismo Gobier-no, “en la zona bananera todo depende di-rectamente de la United Fruit Company”. 1

Con el capitalismo imperialista surgía en Colombia la clase obrera y en consecuencia la lucha contra su opresión y la del régimen entreguista. En 1924 y 1927, el proletariado petrolero de Barrancabermeja había dado sus primeros combates contra la Tropical Oil Company.

La crisis de la sociedad colombiana se

A LOS 50 AñOS dE LA LuCHA Y MASACRE EN LAS BANANERAS dEL MAGdALENA

Conferencia del Profesor Titular Hernán Pérez Zapata de la U. del Magdalena dictada en las universidades del Atlántico y del Magdalena en noviembre de 1978

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manifiesta más agudamente en la zona ba-nanera del Magdalena, en donde se daban las peores condiciones para el pueblo. La UFC violaba la misma legislación vigente al desconocer el seguro colectivo, el pago de accidentes de trabajo y el descanso domi-nical remunerado. Pagaba salarios de ham-bre entre $0.80 y $1.20. Imponía el ignomi-nioso régimen de contratistas para eludir las prestaciones sociales. Monopolizaba el comercio e impedía el desarrollo de la in-dustria nacional a través de sus importacio-nes sin impuestos de víveres y mercancías que vendía en sus Comisariatos.

Hacía préstamos en “vales” para poner los trabajadores en manos de los agiotis-tas y especuladores de la misma Empresa. Mantenía la población en la más absoluta carencia de asistencia pública, con 2 ó 3 remedos de hospital. Cercenaba el salario de los obreros para sostener estos pésimos servicios.

En pocilgas se albergaban hasta siete personas para vivir en la más absoluta mi-seria, sin ventilación, ni servicios sanitarios. El analfabetismo dominaba casi el 100% con la carencia total de instrucción prima-ria (a cambio de escuelas, hasta en el último recodo se encontraba un Estanquillo).

Hambre y miseria para el pueblo traba-jador: saqueo y opulencia para los opreso-res yanquis y sus aliados nacionales. Tal era el panorama básico de esa época en la zona bananera del Magdalena.

Lo que pasó en las bananerasLa Unión Sindical de Trabajadores del

Magdalena, encabezando la confrontación contra la UFC, presentó el 6 de octubre de 1928 el histórico pliego de peticiones y re-clamos que contenía los siguientes puntos:

1. Pago de seguro colectivo obligato-rio. 2. Pago de seguro contra accidentes de trabajo. 3. Derecho al descanso domi-

nical remunerado. 4. Aumento de un 50% en todos los salarios. 5. Suspensión de los comisariatos de la Compañía. 6. Pagos se-manales y no por quincena. 7. Abolición de los préstamos en “vales”. 8. Supresión de los contratos individuales para establecer los contratos colectivos. 9. Creación de un hos-pital o puesto de salud por cada 400 obre-ros que tuviese la Compañía.

La respuesta del gerente de la UFC Tho-mas Bradshaw fue evasiva. Se niega a aten-der a Erasmo Coronel, Nicanor Serrano y Pedro J. del Rio, representantes de los 32 mil trabajadores, a quienes “declaró incom-petentes, según la Ley, para toda gestión de esta índole, puesto que la Compañía no tiene obreros”.2

Ordena el descargue completo de las fincas, para dejar sin piso el movimiento.

El 12 de noviembre se declara la huelga, ante la intransigencia de la UFC. El Gobier-no envía inmediatamente un batallón en-cabezado por el general Carlos Cortés Var-gas, ante la obligante petición del gerente Bradshaw, que señalaba en mensaje al pre-sidente Abadía Méndez:

“Estimando situación delicadísima, rue-go impartir órdenes tan inmediatas como vuestra Excelencia estiméis, fin garantizar, proteger intereses Compañía, desarrolla-das bajo amparo autoridades constituidas, como también vidas empleados depen-dientes, dando garantías para trabajadores deseen trabajar”.3

Con ello se facilitó la acción dilatoria, la de los provocadores de la Compañía e in-cluso se conseguía personal (los mismos soldados) para tratar de romper la huelga.

Pero ningún movimiento ha logrado tanto respaldo como el de las bananeras. Obreros, braceros, colonos, artesanos, co-merciantes, algunos productores nacionales inconformes con el trato dado por la UFC y más del 95% de la población lo apoyaban.

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Prometeo de la libertad de rodrigo arenas betancur en la Plaza de los Martires bananeros de Ciénaga, Magdalena. Promovido por la asociación Colombiana de Ingenieros agrónomos, aCIa y centenares de organizaciones de trabajadores, campesinos, profesores y estudiantes Colombianos. diciembre 6 de 1978 en el cincuentenario de esos nefastos acontecimientos.

Ello obligó al gerente Bradshaw, al go-bernador José María Núñez Roca, a los de-legados de los grandes productores y te-rratenientes Atilio A. Correa, César Riascos, Enrique A. González. Eduardo Noguera, José María Leyca, José B. Vives, el secretario de Gobierno y Hacienda Joaquín Solano, el mayor E. del Valle, representante del gene-ral Cortes Vargas, a sentarse en la mesa de negociaciones el 20 de noviembre.

“Informalmente” acogen cuatro de los puntos. Suspenden unilateralmente las dos únicas reuniones efectuadas. Así, la huelga continúa. Posteriormente, a fines de no-viembre, el gerente de la UFC “promete” al doctor Rafael Hoyos Becerra, jefe de la Ofi-cina General del Trabajo, que había venido de Bogotá a mediar en el conflicto, que ac-cedería a conceder 6 de los 9 puntos del pliego de peticiones.

Los huelguistas aceptan. Envían sus de-legados a Santa Marta a firmar el ACUER-DO. El gerente se esconde. Elude cumplir lo “prometido”.

El Gobierno saca disposiciones amena-zantes contra los que no regresen al tra-bajo desde el 1º. de diciembre. El día 3 se ofrecen garantías a los rompehuelgas y se intenta por parte de la UFC y los grandes productores, con el apoyo de la tropa, rei-niciar los cortes y los embarques de la fruta. Los obreros se oponen.

La Unión Sindical por su parte, organiza una gran marcha y manifestación pacífica, para presionar la firma del Convenio “pro-metido”. El día 5 se concentraron en la Plaza del Ferrocarril de Ciénaga miles de trabaja-dores provenientes de toda la zona bana-nera y se prepararon para seguir el 6 de di-ciembre a Santa Marta.

El gerente de la UFC, el gobernador y el jefe de la Oficina General del Trabajo iban hacia Ciénaga, “presumiblemente” a firmar el Convenio. Se regresan desde Pozos Colo-

rados ante los falsos informes de César Rias-cos y otros grandes productores y terrate-nientes de que iban a ser atacados. Estos a su vez engañan a los obreros prometiéndo-les ir a Santa Marta y regresar con el Con-venio firmado. Sus acciones eran pura farsa. Estaba premeditada la matazón, como lo demostrara posteriormente en el Congreso de la República Jorge Eliécer Gaitán. 5

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La nefasta masacreSe conjuraba contra los obreros. El mi-

nistro de Guerra Ignacio Rengifo B., había solicitado al gerente Bradshaw “informa-ción imparcial, exacta y detallada sobre la situación en un mensaje del 3 de diciembre.

Mr Bradshaw lo llena de motivos contra los huelguistas y le reitera “confío plena-mente en que el Gobierno de Colombia dé la protección debida a los intereses de la Compañía y a la vida de sus empleados. 6

Cuando miles de proletarios esperaban encabezar la marcha pacífica hacia Santa Marta, se da a conocer el Decreto Legisla-tivo No. 1 de diciembre 5, mediante el cual se declaró turbado el orden público en el Departamento del Magdalena y el general Carlos Cortés Vargas era designado jefe Ci-vil y Militar.

Mediante el Decreto No. 4 el oscuro y servil Gobierno asesino señala a los huel-guistas como “cuadrilla de malhechores”, ordena perseguir y encarcelar a los dirigen-tes del movimiento y autoriza a los solda-dos a disparar. Estas medidas eran la fór-mula “legal” y la orientación del gerente de la UFC a un Gobierno servil a sus intereses, para perpetrar la nefasta masacre.

El presidente Miguel Abadía Méndez, sus ministros de Gobierno Enrique J. Arrá-zola, de Relaciones Exteriores Carlos Uribe, de Guerra Ignacio Rengifo B., de Industrias y Comercio José Antonio Montalvo, de Educación Nacional J. Vicente Huertas, de Correos y Telégrafos José Jesús García y de Obras Públicas Sotelo Peñuela, pasan a la historia como los firmantes de la criminal determinación.

El destacado dirigente de la huelga, Al-berto Castrillón R., describió la verdad his-tórica de lo acontecido a la 1:25 a.m. del día 6 de diciembre de 1928, así:

“Incontinenti, se dieron tres toques de corneta con intervalo de un minuto cada

uno y una descarga cerrada ahogó el grito de VIVA COLOMBIA LIBRE, que quedó cuaja-do en los témpanos de sangre en las bocas de más de cuatro centenares de víctimas indefensas que cayeron allí envueltas en el tricolor nacional, en momentos en que en Santa Marta el Gerente yanqui y los pro-ductores nacionales se frotaban las manos en señal de satisfacción.

Dos ametralladoras y la doble hilera de fusiles reforzados habían lanzado sus pro-yectiles sobre una multitud de no menos de 4.000 personas. Un minuto de intervalo y otra descarga igual a retaguardia ahogó las voces de SOCORRO que imploraban piedad.

Niños de corta edad, mujeres en cinta, jóvenes vigorosos, hombres, ancianos, ca-yeron allí asesinados de manera cobarde, por un hombre que hubiera deshonrado a las huestes de Atila; si ellas hubieran pre-senciado ese drama sangriento, habrían huido sobrecogidas de espanto”.7

A Horacio Hernández, chofer del munici-pio de Ciénaga, le correspondió con su com-pañero Bovea, el transporte de los cadáve-res masacrados en la Estación del Ferrocarril. Hernández es hoy (1978) maestro de escuela en San Pedro de la Sierra. Entrevistado por Gabriel Fonnegra, dijo: “Después de la mata-zón, un Cabo nos ordenó al Negro Bovea y a mí, que subieramos a los camiones... “Hay que arrear esta gente”, nos dijo.

Comenzamos el trabajo de trasladar cadáveres entre el Negro Bovea y yo. Cada uno hizo un viaje hasta una Playa (hoy se conoce como Miramar) donde había tres botes. Fueron unos 80 cadáveres, que des-pués fueron llevados a alta mar en el Buque Pichincha y echados a los tiburones.

Después otro viaje cada uno hasta unos terrenos de César Riascos, en el antiguo matadero, donde hoy queda el Barrio Be-llavista, unos 70 cadáveres. Allí se cabó una fosa común en la que fueron sepultados.

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Por último, el Negro Bovea hizo tres viajes y yo cuatro, con unos 500 cadáveres, hasta el lugar llamado Aguacoca. Los enterramos en otra fosa común. Solo dejaron 9 muertos. El Coronel Oscar Pérez, apodado “Chiguita”, los señalaba al que pasaba y decía: “Ahí tienen los nueve puntos del pliego”. 2

A lo que Jorge Eliécer Gaitán calificó como la página mas bochornosa de la histo-ria, siguió un período de terror con más de 1.500 víctimas. Castrillón2 reporta que los funcionarios gringos, fuertemente armados por Cortés Vargas, asesinaron esa misma tarde, más de 15 huelguistas a mansalva en Sevilla. El ciudadano de E.U. Mr. Crespi, con su propia mano ultimó a Erasmo Coronel, que se hallaba gravemente herido en las cercanías de la Superintendencia de Sevilla. Luégo, lo desvalijó de los papeles y un par de mancornas de oro que guardó como tro-feo de su hazaña. En los tres días siguientes desaparecieron de la Superintendencia de la UFC en Aracataca, 120 obreros.

El embajador Jefferson Caffery, envió el 16 de enero de 1929, desde Bogotá, un mensaje al secretario de Estado en Wash-ington, el cual decía textualmente:

“Con referencia a mi informe previo so-bre el paro de Santa Marta y con especial referencia al Despacho No. 55 de diciem-bre 29, tengo el honor de informarle que el representante de la United Fruit Company en Bogotá, me dijo ayer que el número to-tal de huelguistas muertos por los militares colombianos excede del millar.” 8

Así culmina la primera parte de este episodio en el que el Estado colombiano muestra totalmente su catadura antina-cional y los imperialistas norteamericanos tienen el “honor” de reportar que sobre los cadáveres de más del millar de obreros co-lombianos se consolida el emporio de la United Fruit Company en el sagrado territo-rio de nuestra patria.

Las primeras consecuenciasCon la criminal represión durante los

120 días que dura el Estado de Sitio y la denuncia de los Consejos Verbales de Gue-rra seguidos a 600 detenidos, se empieza a mostrar al país lo acontecido. Los abogados Jorge Eliécer Gaitán, Manuel F. Robles, Ra-fael Campo y Lanao Loaiza comenzaron a hacer luz sobre el horrendo crimen oficial de las bananeras.

La protesta nacional del 8 y 9 de junio de 1929, con el asesinato del líder estudiantil Gonzalo Bravo Pérez en Bogotá, lleva a la caída del ministro de Guerra Ignacio Rengi-fo, su testaferro designado jefe de la Policía Nacional general Carlos Cortés Vargas y se precipita la caída del régimen terrateniente de Miguel Abadía Méndez.

También desaparece el Partido Socia-lista Revolucionario, que traicionó a los dirigentes y trabajadores del movimiento bananero. Más adelante, en julio de 1930, nace el Partido Comunista de Colombia.

Los gobiernos de Benjamín Olaya He-rrera, Alfonso López Pumarejo y Eduardo Santos, facilitaron la consolidación de la opresión norteamericana sobre la Zona Bananera del Magdalena y la nación en-tera. Y la dirección revisionista del movi-miento obrero lleva a éste a ir a la cola de la falsa demagógica de la Revolución en Marcha y con ello a apaciguar las luchas del proletariado.

La huelga y lucha de las bananeras per-mite el logro de importantes conquistas para la clase obrera en los terrenos organi-zativo, laboral, político y cultural.

Las conquistas alcanzadas son una conse-cuencia de la valerosa lucha de la clase pro-letaria que en la Zona Bananera del Magda-lena enarboló las banderas de la liberación nacional, contra los principales enemigos de nuestra patria, el imperialismo norteameri-cano y sus aliados nacionales.

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Sobre la situación actualUn estudio del Centro Internacional de

Investigaciones para el Desarrollo, CIID 9, hecho a través de la Oficina Regional para la América Latina demostró con investigacio-nes propias y de la FAO que las Compañías transnacionales del banano (United Brands Continental Co, antigua UFC, Standard Fruit Co y Del Monte Corporation) controlan la comercialización del banano, que constitu-ye la parte más rentable del negocio.

Controlan el comercio y la distribución del producto a nivel mundial, obteniendo las mayores ganancias y generando depen-dencia tecnológica para conservar su po-der en el dominio de la industria.

Los productores nacionales (de Colom-bia y Latinoamérica y el Caribe que produ-cen el 72% mundial) tienen una participa-ción del 11.5% en el precio final de la fruta, mientras que las empresas extranjeras se quedan con la mayor porción.

Es decir, que con esa participación del 11.5% los productores nacionales deben cumplir todo el proceso productivo, inclu-yendo el costo de la mano de obra.

Esta es la única explicación a la situación de hambre y miseria que vive el proletaria-do y el campesinado vinculado al sector bananero. Es igualmente la explicación de porqué lo único que se desarrolla en la Zona Bananera del Magdalena, Urabá y demás zo-nas productoras del continente, es el capita-lismo imperialista de estos pulpos multina-cionales que reciben todas las prerrogativas de los gobiernos de turno a su servicio.

Nuestra posición consecuenteAl reivindicar en este cincuentenario la

heroica y patriótica lucha de los obreros de las bananeras, nos corresponde reivindicar su orientación en contra de la explotación norteamericana sobre nuestro país, de-nunciar ante el pueblo el crimen horrendo del imperialismo y las oligarquías lacayas y redoblar nuestros esfuerzos al lado del proletariado y el campesinado por nuestra liberación nacional y hacer algún dia real el grito de los mártires de las bananeras, acallado transitoriamente, pero que nueva-mente se pone en el orden del dia:

¡VIVA COLOMBIA LIBRE Y DEMOCRÁTICAGLORIA ETERNA A LOS MÁRTIRES BANANEROS¡

bibliografia citada

(1) Guerrero A. Justo (General Comandante de la División Ba-rranquilla). Carta al periódico La Prensa de Barranquilla, el 15 de noviembre de 1928.

(2) Castrillón, Alberto. Ciento veinte días bajo el terror militar. Edit, Tupac Amarú. Bogota. 1974. Pag. 33.

(3) Radiograma del gerente de la UFC Thomas Bradshaw al Presidente de la República, 12 de nov. de 1928.

(4) Radiotelegrama del gerente general de la UFC, Thomas Bradshaw, al Presidente de la República de Colombia el 12 de noviembre de 1928.

(5) Gaitán, Jorge Eliécer. La masacre en las bananeras. Debate en la Cámara de Representantes en septiembre de 1929. Gaitán hizo famosa su frase : “El Gobierno colombiano tie-ne la rodilla temblorosa para el oro yanqui y la metralla ho-micida para el pueblo”.

(6) Radiotelegrama del ministro Ignacio Rengifo, el 3 de di-ciembre de 1928, y respuesta del gerente Thomas Brads-haw el dia siguiente.

(7) Fonnegra, Gabriel. Bananeras: testimonio vivo de una epo-peya. Ed. Tercer Mundo. Bogotá. 1979.

(8) El Tiempo. La masacre en las bananeras. Suplemento espe-cial. Bogotá. Diciembre 3 de 1978. Documento confidencial No. 71 de la Legation of the USA en Bogotá. Enero 16, 1929.

(9) CIID. Banano y plátano: características de su producción y comercialización en los paises de la UPEB y en algunos otros de la América tropical. Oficina Regional para la Amé-rica Latina. Documento de trabajo. Bogotá. Noviembre de 1976. Pp. 1-48. En multilith.

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Con una gran movilización nacional e internacional de dirigentes de or-ganizaciones sindicales, sociales,

académicas y políticas, acompañados de autoridades y ciudadanía de Ciénaga y el Departamento del Magdalena, se conme-moró exitosamente, el 80º. aniversario de la huelga y de rechazo a la nefasta masacre de 1928, el pasado 6 de diciembre de 2008, en la capital bananera y frutícola de Colombia.

Mas de 10.000 personas se hicieron pre-sentes en conferencias, foros, coloquios, conversatorios, tertulias, actos religiosos, culturales y folclóricos, marchas y una gran concentración en la Plazoleta de los Már-tires, frente al monumento del maestro Rodrigo Arenas Betancur, que identificara

certeramente como el PROMOTEO DE LA LIBERTAD.

La historia de éstas luchas y de la horri-pilante masacre perpetrada por el Gobier-no en defensa de los intereses de la United Fruit Company, hoy Chiquita Brands Conti-nental Company, queda consignada en dos libros de un nutrido grupo de autores e in-vestigadores : 80 AÑOS DE LA LUCHA Y MA-SACRE EN LAS BANANERAS y MEMORIA DE UNA EPOPEYA, para que la opinión nacional e internacional y las futuras generaciones tengan amplia documentación sobre los atropellos cometidos contra los derechos sindicales y la vida misma de los principales creadores de riqueza, los trabajadores y los productores nacionales.

QuE EL PROMETEO dE LA LIBERTAd GuÍE NuESTRAS LuCHAS POR LA SEGuNdA

INdEPENdENCIA dE COLOMBIAPrometeo de la Libertad / A los mártires de las bananeras.

Rodrigo Arenas Betancur

Existe una enorme coincidencia entre la lucha de los Comuneros y la de los tra-bajadores bananeros. La primera guió

nuestra independencia del yugo de Espa-ña. La segunda con el homenaje a los már-tires de 1928, en Ciénaga, con el aporte del PROMETEO DE LA LIBERTAD del maestro Rodrigo Arenas Betancur, enarbola los mis-mos propósitos independentistas por una Colombia Libre y Democrática, es decir, por nuestra segunda independencia, esta vez del yugo del imperio estadounidense.

La defensa del trabajo, de la produc-ción y de nuestros recursos naturales na-

cionales, es decir, de nuestra soberanía y autonomía de la patria, está en el orden del dia de quienes aspiramos a construir democracia, para bien de las grandes ma-yorías de nuestros compatriotas y no para beneficio de los saqueadores de lo nues-tro y de quienes directa o indirectamente estan a su servicio.

Que ese símbolo que es el PROMETEO DE LA LIBERTAD guíe nuestras acciones en los difíciles tiempos por venir, en pro de la defensa de nuestra patria Colombiana y del esfuerzo de los nuestros para la felicidad y el mejorestar de nuestro pueblo.

OCHENTA AñOS Y LA MASACRE BANANERA CONTINÚA

Conferencia del Profesor Titular Hernán Pérez Zapata de la U. del Magdalena dictada en las universidades del Atlántico y del Magdalena en noviembre de 1978

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Se denuncia como el Gobierno de Abadía Méndez, de acuerdo con el Embajador de E.U. Mr. Jefferson Caffery reportara el 16 de enero de 1929 al Departamento de Estado en Wash-ington “:…tengo el honor de informarle que el representante de la United Fruit Company en Bogotá, me dijo ayer, que el número total de huelguistas muertos por los militares co-lombianos excede del millar…”

Y nuestro líder Jorge Eliécer Gaitán ex-presara en el Congreso de la República en septiembre de 1929 “…el Gobierno Colom-biano tiene la rodilla temblorosa en tierra para el oro yanqui y la metralla homicida para el pueblo…”.

En estos últimos 80 años, las Compañías bananeras norteamericanas han continua-do masacrando el trabajo y la producción generada por los cultivadores nacionales, al quedarse con el 88.5% del producto bana-nero. A los empresarios nacionales les ha co-rrespondido solo el 11.5% del cual solo el 2% es recibido por los proletarios bananeros.

Con las nuevas políticas neoliberales agenciadas por Washington y en la práctica abaladas por el Gobierno de Barak Obama y la familia de Bill Clinton, manteniendo la naturaleza de fuerza y acción del imperio, las comercializadoras bananeras compra-ran en el mundo a los productores que ten-

gan la mayor disposición para venderles mucho mas barato y asi seguirse haciendo mas ricos y nuestros compatriotas y demás productores y trabajadores de las industrias bananeras, continúen haciéndose cada vez mas pobres y miserables.

Cuentan para ello con su representación en el Gabinete de Barack Obama y la familia Clinton, del Fiscal General de E.U.Eric Hol-der, abogado defensor de la transnacional Chiquita Brands en las acusaciones de fi-nanciación y transporte de armamentos en respaldo a las masacres de los paramilitares en Urabá y Magdalena.

La DECLARACIÓN DE CIENAGA, aclamada unitariamente por trabajadores, productores nacionales y autoridades locales, impulsa un frente para la salvación de nuestra producción bananera en el Magdalena y Urabá, como tendrán que hacerlo los demás productores agropecuarios e industriales del pais, ante las amenazas recolonizadoras y esclavizadoras del TLC que pretende el Gobierno de Alvaro Uribe Vélez, (continuado por Juan Manuel Santos) para que sea avalado por el Congreso de E.U., con las condicionamientos de las mul-tinacionales financieras y comerciales gringas y el arrodillamiento del Gobierno Colombia-no, fiel a los dictámenes de sus amos extran-jeros. Ciénaga, diciembre de 2008.

dECLARACIÓN uNITARIA dE CIÉNAGA fRENTE AL PROMETEO dE LA LIBERTAd

Sobre los 80 años de la huelga y rechazo a la masacre en las bananeras del magdalena y en de-fensa de la producción y el trabajo nacional en la actividad bananera

Los trabajadores asalariados han reali-zado cruciales luchas democráticas en defensa de sus reivindicaciones y sus

derechos laborales y políticos mas senti-dos, ante la cruel opresión imperialista que salvajemente agobia a Colombia, a los pue-blos latinoamericanos y del mundo, inclui-

das las grandes mayorías del pueblo esta-dounidense.

Las movilizaciones de Chicago el 1o. de mayo de 1886 por 8 horas de trabajo, 8 ho-ras de educación y 8 horas de descanso y de Nueva York el 8 de marzo de 1908, por el derecho a un salario justo y trato igualitario

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a la mujer trabajadora, terminaron con dos de las mayores masacres ocurridas contra la protesta civilizada de los trabajadores y las trabajadoras.

Otra lucha democrática como la de hace 80 años con la huelga que culminó con otra ignominiosa y nefasta masacre, acaecida el 6 de diciembre de 1928, en las banane-ras de Ciénaga y del Magdalena, ha sido igualmente rechazable, por el horrendo cri-men perpetrado por parte de un Gobierno como el Colombiano, en defensa de los in-tereses de la multinacional estadounidense United Fruit Company (hoy Chiquita Brands Continental Company). Mas de un millar de trabajadores fueron asesinados cobarde-mente para que la multinacional se volviera inmensamente rica, mientras los trabajado-res y la mayoría de productores nacionales y de nuestro pueblo se volvieron inmensa-mente pobres y miserables.

Como hace 80 años, E.U. y el mundo se encuentran sumidos en grandes depre-siones y crisis económicas, con pirámides como las de Wall Street y Colombia, despo-jando a los trabajadores, ahorradores, pen-sionados, pequeños y medianos producto-res y comerciantes de todo el mundo, del esfuerzo de su trabajo, incluidos nuestros nacionales.

Las guerras e imposiciones del libre co-mercio, para consolidar la concentración de capitales en manos de las minorías que dominan las mas grandes multinacionales financieras y comerciales, que oprimen la humanidad para beneficio del imperio es-tadounidense y del reducido grupúsculo de sus aliados nacionales, son usufructua-rios del accionar de las multinacionales globalizadas que sumen a pueblos como el Colombiano en las peores condiciones de recolonización, esclavización y saqueo de sus recursos naturales, pisoteando su sobe-ranía y super-explotando a sus trabajado-

res y grandes mayorías de los productores nacionales.

Gobiernos neoliberales, como el enca-bezado por Alvaro Uribe Vélez en Colom-bia, con su reducida camarilla de séquitos continúan fieles a los intereses del imperio con sus políticas guerreristas y de libre co-mercio, imponiendo la desregularización financiera como en el caso de las defrauda-doras pirámides de Colombia y Wall Street, sumiendo a la nación en el atraso y miseria permanente y sin esperanza.

Expresamos nuestro respaldo a la de-nominación hecha por el maestro Rodri-go Arenas Betancur a su Monumento a los Mártires de las Bananeras como el PROME-TEO DE LA LIBERTAD que enarbola las ban-deras por una Colombia Libre y Democráti-ca acalladas cobardemente por los autores de la infame masacre de 1928, como una representación de las banderas por nuestra segunda independencia nacional, como lo fue la lucha de los Comuneros por nuestra liberación del yugo de España.

Ante las políticas del libre comercio y preferencia de las multinacionales del ba-nano, por el producto a menor costo, por parte de los trabajadores y los cultivadores del Magdalena y Urabá, acogemos la pro-puesta de impulsar con las autoridades lo-cales y regionales, con organizaciones sin-dicales y sociales del sector, de un Frente amplio prodefensa del trabajo y la produc-ción nacional del banano.

Al rendir un nuevo homenaje a los már-tires de las bananeras hacemos un llama-do a los demás trabajadores y al resto del pueblo Colombiano y pueblos latinoame-ricanos y del mundo oprimidos por E.U. y sus multinacionales, a aunar esfuerzos por la mas completa democracia y por la defensa de nuestra soberanía, trabajo, producción y recursos naturales, para be-neficio del pueblo Colombiano y demás

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naciones y pueblos oprimidos por el mas salvaje de los capitalismos.

¡VIVA COLOMBIA LIBRE Y DEMOCRÁTICA¡GLORIA ETERNA A LOS MÁRTIRES DE LAS BANANERAS!¡VIVA EL PROMETEO DE LA LIBERTAD DE CIENAGA!

COMITE ORGANIZADOR CONJUNTO Alcaldía de Ciénaga representada por Luis Gastelbondo García y los Secretarios de Cultura y Comunica-ciones de su administración; Comité de Impulso de la conmemoración de los 80 años de la lucha y rechazo a la masacre de los trabajadores bana-neros presidido por José Borja y el asesor Jorge Rivera Cuao de Sintrainagro; la Gran Coalición De-mocrática representada por su Coordinador Angel

Manjarres; Sintraminenergética; SINDESS Magda-lena y la CUT con sus delegados Samuel Antonio Arenas y Nidia Castañeda; la CGT representada por Jesús Cahuana; CTC por Jaime Echeverría; Fecode representada por Edumag; Movimiento Comunal Cívico, Asociación de Ediles, SindeCiénaga, Utra-dec, Sintrasmag, Unete de Ciénaga; Red de Acción frente al libre comercio, TLC y ALCA, RECALCA; Alianza Social Continental, ASC; Fundaciones Ca-ribe, Unidos por el Magdalena� con su Presidente Jorge Agudelo Moreno y 6 de Diciembre; repre-sentada por Jairo Alemán; Cedetreabajo y su Re-vista Deslinde con su representante Hernán Pérez Zapata; Asociación Colombiana de Ingenieros Agrónomos, ACIA y la Asociación por la Salvación Agropecuaria del Magdalena representadas por Leonel Juvinao Cruz, los escritores Carlos Payares González, Luis Páez Mares y Guillermo De la Hoz Carbonó , entre otros participantes.

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Sirve la conmemoración de los 80 años de la Masacre de las Bananeras, en Ciénaga el 6 de diciembre de 1928,

para trascender al funesto episodio y ha-cer una mirada al desarrollo de la industria del banano en Colombia, reseñar los mo-dos de producción que ha tenido en un siglo y mostrar cómo en ellos se traslucen las formas que ha adoptado la presencia de las empresas norteamericanas. Al co-nectar estas actividades con las políticas de Estados Unidos, se da cuenta de la in-jerencia que han tenido sobre las naciones donde el banano germina tanto que se les denomina con el peyorativo nombre de Banana Republic.

Debido a las largas ventajas que los go-biernos de los primeros años del siglo XX hicieron al capital norteamericano, nacen las concesiones petroleras que terminaron en manos de la Tropical Oil, la expansión cafetera, financiada en alguna porción por casas comerciales de Londres y New York, las concesiones de ferrocarriles y el enclave del banano de United Fruit Company en el Magdalena. Una narración del embajador de Francia a su Canciller en París al respecto lo describe así:

“Para demostraros la invasión practica-da por la United Fruit Cy os diré que alre-dedor de los pueblos de la región bananera no queda terreno... ella obligará a emigrar a todas las gentes que no trabajan en sus plantaciones de bananos…el pueblo será conducido a suspender sus empresas de cultivo y de cría de ganado hasta llegar a vender las tierras a la United Fruit y el país

BREVE HISTORIA dE LA INduSTRIA dEL BANANO EN COLOMBIA

está amenazado por la dominación de los americanos…”.

En ese ambiente, donde muchas gabe-las se alcanzaron con sobornos, como en el control del ferrocarril, se dio la Masacre. Los obreros eran pagados a destajo y con bo-nos de los comisariatos de United. Épocas de plusvalía absoluta.

En los años sesenta, en la Guerra Fría, United, con el nombre de Compañía Frutera de Sevilla, promovió la zona de Urabá, atrac-tiva no sólo por las ventajas agrícolas para el cultivo sino estratégica por la cercanía al Canal de Panamá y el acceso por mar en una extensa área hasta entonces casi inhóspita.

El modelo productivo fue diferente, es-taba acorde con la característica política que exigía la contienda con Unión Soviéti-ca por la hegemonía global. La Sevilla, que otorgaba crédito para siembra y en un co-mienzo para drenajes, dejó la producción en manos de nacionales, quienes corrían con el manejo laboral y demás riesgos im-plícitos. La multinacional se encargó de la asistencia técnica, la comercialización y el transporte de la fruta. Así se llegó a más de 20.000 hectáreas sembradas, al aumento de las exportaciones y, en medio de agudos conflictos, salpicados de enrevesadas vio-lencias, los trabajadores conformaron sin-dicatos y alcanzaron derechos colectivos.

A partir de los noventa, con la globali-zación, el modelo volvió a cambiar. United Brands, la multinacional de marras, co-mercia desde 1990 la marca Chiquita y en conjunto con Dole y Del Monte, y luego de los efectos de una quiebra por la crisis de

aurelio suárez Montoya[bogotá, diciembRe 9, 2008]13<<VOLVER A CONTENIDO >>

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superproducción mundial, se concentra como comercializadora avanzando en el control de mercados minoristas del Norte. Entre las tres controlan el 60% del negocio mundial. Chiquita opera en muchos casos con barcos y equipos subcontratados y se reestructura alejándose del proceso pro-ductivo y ubicándose en el área más lucrati-va. Factura al año alrededor de 4.500 millo-nes de dólares y opera en más de 70 países.

Así mismo, reconoció que entre 1994 y 2007 entregó 1,7 millones de dólares a gru-pos paramilitares de Urabá y el Magdalena y permitió remesas de armas para estas faccio-nes en barcos a su cargo. Por ello fue sancio-nada por una corte norteamericana por 25 millones de dólares y está expuesta a cente-nares de demandas de familias de víctimas.

Los trabajadores, por el exceso de oferta a escala planetaria, están sometidos a res-

tringir sus peticiones por el peligro de ser preferido producto de otras latitudes que pudiera resultar más barato. Igual sucede con los productores, supeditados al precio que les quieran pagar por caja. Todo bajo el imperativo de la competencia global entre pobres para dirimir quién desayuna. Se pre-sagian vientos de plusvalía absoluta.

El desarrollo de la industria del banano en Colombia está enmarcado por la estra-tegia económica, política y militar de las compañías, adelantada de la mano de los gobiernos de Estados Unidos, teñida de sangre de nacionales. No se sabe lo qué deparará el nombramiento de Eric Holder, abogado de Chiquita ante las cortes esta-dounidenses por los cargos de apoyo a pa-ramilitares, como nuevo Fiscal General del gobierno de Obama. ¿Se estará ante otro nuevo mal episodio de esta historia?

AMNESIAS Y CONfuSIONESCAfETERAS

Aurelio Suárez Montoya[5 de diciembRe del 2013. bogotá]

Hay que desarrollar tecnología para hacer factible el minifundio y de-mocratizar las instituciones y el

manejo del Fondo. Carlos Lleras, en el ar-tículo ‘Las características generales del mercado del café’, denotaba la superiori-dad de la oferta sobre la demanda, con el consecuente influjo en los bajos precios y el consumo preponderante de mezclas de los distintos tipos de grano. En ‘La cuestión cafetera’, agregó: “Las casas intermediarias (…) tienen ventaja indudable (…) en la im-posición de los precios” y en ‘La futura po-lítica cafetera’ escribió: “La especulación ha estado jugando su papel”.

¿Siguen vigentes estos elementos? La respuesta es sí. El consumo global en la úl-

tima década pasó de 110 a 142 millones de sacos y la capacidad productiva creció de 123 a 146. Entre 2009 y 2012, el promedio anual del consumo creció 2,4%, en porcen-taje similar a la producción. Y, pese al pu-blicitado incremento de los “especiales”, en Estados Unidos sólo 3 millones de sacos, de 22 importados, van para ese segmento. Ade-más, la tendencia reciente de consumos cre-cientes se da en países como Brasil e India, productores, y no en destinos tradicionales.

Cinco empresas manejan el 50% del mercado mundial y, en los “especiales”, Starbucks, excepto ciertos nichos, detenta la posición dominante. Subió de 8.500 tien-das en 30 países a 18.000 en 62, comprando 400 millones de libras anuales. Los ingresos

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empresariales son 10 veces mayores que los de los cultivadores: en Norteamérica, mientras las importaciones del grano valen 4 mil millones de dólares anuales, la cadena al final se acerca a 50.000 y, aunque la coti-zación por libra de materia prima —de abril de 2011 a diciembre de 2013— cayó 46%, el precio del tostado al detal subió 16%. En cuanto a la especulación, un reporte de World Gold Council, para transacciones bursátiles de commodities entre el 2006 y el 2010, muestra que de cien contratos a futuros de café, apenas nueve se volvieron entregas físicas.

Expertos como J.J. Echavarría, cuando analizan la crisis cafetera, omiten estas du-ras leyes. Remiten las soluciones a sembrar otras variedades, a desmontar institucio-nes o a meros problemas de productivi-dad. El ministro Lizarralde recomienda “no sembrar más” o “cafés diferenciados”. Car-los Gustavo Cano habla de “fincas cafete-ras pequeñas e inviables económicamen-te”. De estos diagnósticos se concluye que se desconoce qué hacer.

El problema se agravó con Gabriel Silva en la Federación. Tras la hipérbole con los “especiales” (propuso comprar Starbucks), se redujo el ritmo de renovación de los ca-fetales y, contrario sensu, se admitió que la OIC modificara la resolución 407 de febrero

del 2002, que obligaba a todo embarque a cumplir “normas de calidad exportable”, por la 420 de mayo del 2004, que volvió voluntario dicha exigencia. El Tiempo, en-tonces, anotó que este viraje obedeció a condiciones impuestas por Estados Unidos para volver a la OIC. Colombia accedió al re-querimiento. Hoy circula un 25% del grano bajo modalidades “basura”.

Para agravar las cosas, en este crítico contexto, la capacidad de maniobra del Fondo Nacional del Café está menguada. Su patrimonio, entre el 2000 y el 2012, cayó 33% y los pasivos crecieron 110%. Hay que reconocer que la revaluación ha hecho su trabajo.

A raíz del LXXIX Congreso Cafetero vale refrescar estas realidades. Hay que desarrollar tecnología para hacer factible el minifundio, democratizar, de verdad, las instituciones y el manejo del Fondo, ratificar la necesidad del precio de sus-tentación y asumir una posición digna en el mercado mundial para recuperar terre-nos perdidos en materia de calidad en el comercio y en la interlocución con los po-deres dominantes, partir de la economía política. Lo otro son fórmulas neolibera-les de mercado y oferta que, tarde o tem-prano, nos estrellarán contra realidades estructurales. Será Troya.

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Varios países renunciaron a los aranceles y a los contro-les de capitales y aceptaron

que el manejo del tipo de cambio lo determine por vía de la tasa de interés internacional, la Reserva Federal.

El país se enmarcó en una pro-liferación de TLC y en la Alianza del Pacífico sin saber a ciencia cierta que ha ocurrido con la apertura comercial de los últimos veinte años el fracaso del euro y la crisis del 2008. El resultado del TLC con Estados Unidos es de-plorable. En el año siguiente de la firma del tratado el balance comercial del país entre exportaciones e importaciones se desplomó de US $ 7.600 millones a US $ 2.800.

El superávit acumulado durante décadas se redujo a la tercera parte. En la actualidad Colombia aparece como una de las econo-mías más vulnerables. El déficit en cuenta corriente asciende a 3.8% del PIB con claros visos a aumentar. De acuerdo con el índice Big Mac divulgado por la revista The Econo-mist, Colombia revela con uno de los tipos de cambio más revaluados del mundo. Por eso, en la mayoría de las actividades indus-triales y agrícolas los precios nacionales su-peran los internacionales. Así lo confirma el paro campesino y el cierre de las empresas ensambladoras de automóviles.

Las cuatro economías de la Alianza del Pacífico tienen TLC con Estados Unidos y ahora procedieron a desgravar el 93% de

LOS dESACIERTOS dEL LIBRE COMERCIO

los productos. Al igual que los paí-ses periféricos de Europa, se verán seriamente desguarnecidas ante las economías más desarrolladas. Para completar, el país está en cla-ra desventaja dentro de la Alianza, porque tiene una menor demanda por los productos de ventaja com-

parativa, como lo corrobora el cuantioso déficit en cuenta corriente que ha registra-do durante décadas con los tres socios. En particular, revela un claro atraso con Méxi-co en la industria y con Perú y Chile en la agricultura.

América Latina no ha evaluado los da-ños del libre comercio. No ha advertido que los resultados fueron muy distintos a los previstos y que los países desarrollados han cambiado de actitud. Estados Unidos y Alemania no han respetado las leyes del mercado que condujeron al sistema de tipo de cambio flexible. Sin ambages, Estados Unidos mediante la compra de títulos del tesoro coloca la tasa de interés mundial por debajo de cero e induce grandes flujos de capitales hacia los países emergentes que esterilizan su discrecionalidad sobre el tipo de cambio. Y luego de haber exigido en los TLC desmontar los aranceles a la agricultu-ra, ahora anuncia la duplicación de los sub-sidios al sector que tendrá un enorme im-pacto en los precios internacionales.

Mal podría imaginarse que la Alianza pueda enfrentar este contexto dentro del

Eduardo sarmiento Palacio

américa latina marcha a la deriva. la mitad de la región está abocada a grandes liberaciones comerciales cuando

el mundo se mueve en dirección contraria. el esPectadoR, 16 de FebReRo de 2014

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purismo de mercado. La información más reciente muestra como cambios pequeños en la tasa de interés mundial y en los movi-mientos de capitales inducido por Estados Unidos ocasionan enormes alteraciones en los países con altos déficits en cuenta co-rriente y tipos de cambio revaluados. Si el desmonte total del mecanismo de relaja-miento cuantitativo (QE) recae sobre los ti-pos de cambio, estaríamos ante el aumento de la inflación, alza de las tasas de interés

y caídas notables de los ingresos laborales.Lo menos que se puede hacer ante esta

amenaza es anticiparse a los ajustes con nuevas modalidades cambiarias, aplica-ción selectiva de aranceles y controles a los movimientos de capitales. En lugar de los despliegues efectistas para firmar tratados y bajar aranceles, los líderes de América La-tina debían juntarse para demandarle a Es-tados Unidos que cumpla las reglas que les exige a los socios.

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La importación anual de más de 10 mi-llones de toneladas de alimentos, es ya una hecatombe nacional. Importamos

la tercera parte de nuestra dieta alimenti-cia, que perfectamente podemos producir en el país con el necesario apoyo del Es-tado. Una nación que no produce su dieta alimentaria básica, está sometida a los con-dicionamientos de quien se la suministre. Tiene ser expuesta su soberanía y autode-terminación.

No obstante, esas importaciones, así como la forma como se produce tanto en E.U. y otros países imperialistas, como en Co-lombia y países dominados por los primeros, nos lleva a ampliar el interrogante no solo de cómo nos autoabastecemos, sino también de cómo logramos una producción ecológi-ca para una alimentación sana.

Las agriculturas basadas en la química, los transgénicos y la producción orgánica, tienen bases comunes relacionadas con la amenaza a la vida humana. Como alternati-va, se plantea el interrogante de si ¿la salida está en la agricultura ecológica basada en la preservación de la vida, con una produc-ción limpia para una alimentación sana?

Para ello debemos tener en cuenta el conocimiento científico y tecnológico más avanzado, para beneficio de los colombia-nos y de la humanidad.

ANTECEdENTESEl finado profesor Hernando Patino Cruz

de la U. Nacional, Palmira, en las áreas de agronomía, biología, fitopatología y ecolo-gía, entre sus legados más notables, encon-

PROduCCIÓN ECOLÓGICA,ALIMENTACIÓN SANA

tramos su documento “De las estrellas…al hombre” (5). Destaca la secuencia de proce-sos físicos, químicos, biológicos y sociales en el desarrollo del planeta y de la humanidad.

El ex consultor de empresas y escritor ingles Cyril Aydon (1) concluye que el hom-bre (Homo sapiens) se consolida en su de-sarrollo biológico en África oriental hace unos 100.000 años. Desde allí se inicia el poblamiento del planeta.

Apoyado en los análisis de B.D. Smith (6) sintetiza el surgimiento de la agricultura hace 10.000 anos. En la creciente fértil (Palestina a Iran) se presenta la domesticación de cereales como trigo y cebada y animales como cabras, las ovejas, las vacas y los cerdos.

En China, hace unos 8.500 años se do-mestican el arroz, los cerdos y los búfalos en la parte central (Rio Yantsé). En el Norte (Rio Amarillo) el mijo, los pollos y los cerdos.

En América Central (México) hace más de 5.000 años, ocurre esa domesticación en los casos del maíz, la calabaza y las judías (frijoles). En América del Sur, hace 4.500 años, se tienen domesticadas las patatas, la quinua, las llamas, alpacas y los conejillos de indias, en lo que hoy es Perú, Chile y Bo-livia. En el África subsahariana, hace 4000 años se reporta la domesticación del sorgo, el mijo y las vacas.

Destaca este autor que “las variedades domesticadas son creaciones del hombre, y la mayor parte de ellas dejarían de existir sin la intervención humana”.

Es el trabajo, para la alimentación y su-pervivencia humana, lo que ha dado origen y desarrolla desde entonces el conocimien-

EL PROBLEMA14<<VOLVER A CONTENIDO >>

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to de la naturaleza y su civilización al ser-vicio de la humanidad. Las comunidades agrícolas primitivas originaron las aldeas desde Jericó en Palestina hasta las grandes urbes de hoy.

Las ciencias agropecuarias como tales se consolidan hace solo 300 años y en Co-lombia completamos el primer centenario en 2014. Estas disciplinas son desarrollos de las prácticas de la producción, la experi-mentación y las luchas de clases que cono-ce la humanidad.

De todos estos modos de producción (fuerzas productivas y relaciones de produc-ción) debemos analizar críticamente sus ex-periencias más significativas para evaluar lo que ha ocurrido a nivel global y en el caso colombiano para entender mejor el presen-te y predecir nuestro futuro, teniendo en cuenta lo más conveniente para las grandes mayorías nacionales y universales.

Cyril Aydon resume algunos de los prin-cipales estudios que han tocado el tema. Unos 60.000 años antes de nuestra era ocu-rrieron las primeras migraciones de pobla-ción que salieron de África, origen del gé-nero humano.

Los primeros hombres modernos migra-ron a Australia hace 50.000 años, a Europa 30.000, a Asia central 20.000 y hacia Améri-ca hace unos 15.000 años.

Federico Engels (7) destaca el paso de la humanidad por los estados del salvajismo, el barbarismo y la civilización. Diferencia los modos de producción de la comunidad primitiva, el esclavismo, el feudalismo, el capitalismo y el socialismo.

El trabajo ha sido un aporte fundamen-tal en el desarrollo de la humanidad. Ha contribuido a la formación del lenguaje en la intercomunicación humana. También en la transformación del hombre de recolector de cosechas y cazador de animales en las sociedades rurales primitivas a su organiza-

ción social en la familia y el establecimiento de las ciudades y el estado como forma de gobierno y solución de los conflictos entre las clases sociales que se consolida desde la época de la civilización.

La lucha de clases manifestada a través de guerras permanentes y la formación de distintos estados llevó a la formación de im-perios que establecieron la opresión y domi-nación sobre las clases laboriosas y los pue-blos sometidos a los designios de monarcas y dictadores que se apropiaron del producto del trabajo de los pueblos del mundo.

Todos esos imperios sucumbieron. Los Estados esclavistas como Roma y Grecia, dieron paso a la monarquía como expre-sión de la dominación terrateniente sobre el campesinado. La revolución de las fuer-zas productivas sobre las relaciones de producción llevó a grandes movilizaciones de la Europa feudal y con el capitalismo en pleno ascenso, a la conquista y colonia de América hace un poco mas de 500 años.

Los españoles transfirieron su lengua, religión y modo de producción feudal a los territorios y comunidades existentes en el denominado Nuevo Mundo. Con el auge del capitalismo inglés se trasladaron gran-des contingentes de mano de obra escla-va, desde África, donde eran capturados y tratados como animales, a las minas y zo-nas de producción agropecuaria en todo el continente, principalmente en lo que hoy son los Estados Unidos y Brasil.

En el caso colombiano se presenta la importación de mano de obra esclava a través de Cartagena, ante la resistencia de los primitivos pobladores encontrados en este territorio, para dedicarse a la minería, la agricultura, la ganadería y los oficios do-mésticos de los de los conquistadores, co-lonizadores y encomenderos.

Es en este contexto de un régimen mo-nárquico en decadencia, un capitalismo en

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ascenso con el surgimiento de fuerzas de-mocráticas incursionando en las ciencias para el desarrollo de fuerzas productivas.

El colonialismo cae en desgracia para dar paso a las revoluciones culturales y de emancipación de los pueblos americanos después de tres siglos de colonialismo ata-do a la explotación de mano de obra esclava. El surgimiento de las ideas democrático bur-guesas en Estados Unidos, Inglaterra y Fran-cia abren paso a la consolidación del capita-lismo democrático en los siglos XVIII y XIX.

La formación de los Estados, la reforma agraria, la abolición de la esclavitud fue-ron tomando forma con el establecimiento de gobiernos independientes en el nuevo mundo, incluida Colombia.

Las migraciones de España a países como Colombia, entre 350 y 400 años atrás contribuyeron a la formación de socieda-des como las antioqueñas. De 400 a 500 familias que se interrelacionaron entre sí dieron origen a sectores que logran alguna acumulación de tierras y de capital y parti-cipan en la gesta emancipadora del domi-nio ibérico.

Las fuerzas laboriosas del campesina-do acomodado, los pequeños y medianos productores nacionales con un incipiente mercado interior, la mano de obra esclava en proceso de rebelión contra los opresores extranjeros, se transforman de esclavos en libertos, a la servidumbre y al surgimiento paulatino de los trabajadores asalariados en las minas de oro y otros metales, en las obras publicas, en la formación de las ciu-dades, en el surgimiento de plantaciones de banano en el norte del país, en las ca-feteras que se fueron generalizando con tendencia hacia la exportación, en el libre comercio con la importaciones de mercan-cías que no se producían en el país.

Las comunidades primitivas americanas se encontraban entre la fase media y supe-rior del salvajismo hace 500 años. Vivían de la caza, la pesca y la agricultura, entre la que se destacaba el cultivo del maíz, originario de México, que había sido traído al sur del continente con las migraciones desde hace mas de 4.000 años, hacia el norte de Co-lombia y Venezuela.

Las comunidades indígenas precolom-binas fueron sometidas por los conquista-dores españoles. Estos introdujeron instru-mentos de trabajo y de organización social al transferir formas precapitalistas de pro-ducción. La imposición de la lengua y la re-ligión fueron elementos que contribuyeron a impulsar el paso de los indígenas sobrevi-vientes a la conquista española, hacia una sociedad con características feudales.

Al no someterse los indígenas al traba-jo forzado en las minas y en la agricultura, fueron importados esclavos del África, los cuales contribuyeron a esas explotaciones mineras, a la agricultura, la ganadería y los servicios domésticos.

La gesta emancipadora del dominio es-pañol fue un gran paso adelante para Co-lombia. El libre cambio triunfó en las luchas contra la economía natural. Se crearon con-diciones favorables para el desarrollo del li-bre comercio, teniendo en cuenta la inexis-tencia de industria nacional.

Las exportaciones de productos como el café, contribuyeron a estimular el inter-cambio con E.U. y Europa. Se exportaba el grano y se importaban textiles, maquinas y productos de uso personal. Estas exporta-ciones e importaciones estimularon el co-mercio interior, , lo que trajo como conse-cuencia alguna acumulación de capitales, que se invirtieron principalmente en tierras y en viviendas urbanas.

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La grave situación de soberanía alimenta-ria que vive Haití, como consecuencia del terremoto del 12 de enero pasado, pone

sobre el tapete el tema que revive Bill Clinton con una “bufonada” de su arrepentimiento por haber acabado con la producción de arroz, en uno de países más pobres del mundo..

El informe “Con alimentos baratos Haití no se puede alimentar” de Jonathan M. Katz pu-blicado en The Huffington Post de Puerto Prin-cipe, Haití, del pasado 21 de marzo, Clinton se autocriticó: “públicamente pidió perdón por haber abanderado las políticas que destruye-ron las producciones… de arroz de Haití”.

El país más empobrecido de América impor-taba en el 2005, el 51% de sus alimentos y dentro de estos, el 80% del arroz. Hace 30 años solo im-portaba el 19%. Las presiones del neoliberalismo de E.U. y Europa, los obligó a bajar los aranceles del cereal al 3%. Un desastre similar o peor ha ocurrido en Colombia con el trigo y el maíz.

Del trigo nos autoabastecimos más de 250 años, hasta 1958, cuando comenzaron las im-portaciones, con base en la Ley de Comercio, PL 480 de E.U. Para 1966 importábamos 140.000 toneladas frente a una producción nacional de 160.000 toneladas. Ahora importamos 1.5 mi-llones de toneladas, más del 90% de nuestro consumo interno.

Con el maíz se repite la historia. Nos au-toabastecimos desde los tiempos precolombi-nos, hace unos 4000 años, cuando los primeros indígenas poblaron el norte de Colombia, pro-cedentes de México, de donde trajeron el maíz. En 1991 importamos las primeras 20.000 to-neladas, en virtud de las mismas imposiciones de E.U. a Haití. Ahora importamos anualmente más de 4 millones de toneladas, es decir, más del 90% de nuestro consumo interno.

CLINTON, HAITÍ Y NuESTRA SOBERANÍA

ALIMENTARIACon el TLC impuesto por E.U. a Colombia se

duplicará la actual importación de más de 10 millones de toneladas de productos alimenti-cios que perfectamente podemos producir en Colombia, con el necesario apoyo del Estado. De paso incrementamos el desempleo y el su-bempleo y se afectara el ingreso a millones de compatriotas.

¿Y qué dicen los candidatos presidenciales ante esta grave situación? Apoyan el TLC y las bases militares de E.U. en Colombia, que ame-nazan nuestra soberanía alimentaria y nacional y las de nuestros vecinos. ¿Esperan que los Clin-ton, los Bush y los Obama se autocritiquen con “bufonadas” como las de Haití, ante cualquier desastre en Colombia y el vecindario?

Solo el candidato del Polo Democrático Al-ternativo, ha tocado con mayor amplitud este problema que tiene que ver con nuestra sobe-ranía alimentaria, la paz negociada al conflicto armado, la democracia, un mejor empleo y ca-lidad de vida para millones de colombianos y relaciones con todos los países en pie de igual-dad, respeto mutuo y asistencia reciproca..

Pero ese programa de la recuperación del campo tendrá que hacerse sin los TLC impues-tos por E.U y Europa, sin bases militares extran-jeras en nuestro territorio, con nuestras propias decisiones y esfuerzos soberanos y no con las falacias neoliberales gringas que solo les inte-resan sus negocios y los de sus transnacionales financieras y comerciales, para que ellos sean mucho más ricos y los colombianos seamos cada vez más pobres, desempleados y esclavi-zados por el imperio.

Los Ángeles, CaliforniaAbril de 2010

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El Gobierno Colombiano es muy generoso con las compañías multinacionales. A la su-rafricana Anglogold Ashanti le han hechos

concesiones para explotar más de 850.000 hec-táreas de terrenos para extraer oro en todo el te-rritorio nacional. Utiliza testaferros para obtener las concesiones o para comprar terrenos que tie-nen yacimientos de oro, como los de las zonas paneleras del Departamento de Antioquia.

La crisis económica mundial ha llevado el viernes pasado 19 de agosto de 2011, a la venta de la onza troy de oro por la suma de US$1.852. Expertos extranjeros estiman que en poco tiempo el oro tendrá precio hasta de US$5.000 la onza troy de oro. Esa es la razón fundamental por la que ésta y otras compañías imperialistas se están apoderando del territorio nacional con la ayuda de los gobernantes de turno.

Países como Brasil han prohibido hacer con-cesiones y ventas de sus tierras a los extranje-ros. Todo para defender su soberanía nacional. Lo que están haciendo la transnacional Anglo-gold Ashanti es comprar tierras a bajos precios en regiones paneleras como la de Cisneros y municipios vecinos. Atentan contra nuestra so-beranía agroalimentaria y contra el empleo de cosecheros, pequeños, medianos y aún gran-des propietarios de la región.

La panela tiene un gran valor histórico, des-de que Don Juan de la Cosa la trajo a Colom-bia. Ingresó por la región de Urabá hace ya 500 años. Se ha convertido en el segundo renglón en importancia en el agro colombiano, des-pués del café.

Hay una razón histórica para valorar la im-portancia de la panela. Ha sido con el maíz, el fríjol y la lechería, uno de los cuatro productos básicos de la alimentación de nuestro pueblo. Todo por su enorme valor como fuente de vita-minas, minerales y aminoácidos componentes de la proteína (22 a 28%).

Por eso ¨nuestra agua de panela¨ tiene un gran valor alimenticio como el maíz, el fríjol y la leche. Por ello tenemos que defender nuestra producción panelera. La venta de las tierras a la multinacional o a sus testaferros saca de la

MuLTINACIONAL ANGLOGOLd ASHANTI AMENAZA

LA SOBERANÍA AGROALIMENTARIA

producción todas estas áreas de trabajo. De la explotación minera no nos quedara sino el hueco y la miseria.

Aquí muy cerca, en el nordeste de Antio-quia, la empresa forestal “La Sierra” de Chile, se ha apoderado de 26.000 hectáreas en los mu-nicipios de Maceo, Yolombó, Vegachi, Amalfi y Yondó. Las está reforestando y seguramente siguiendo el camino de las demás transnacio-nales de superexplotar nuestros recursos na-turales y nuestros trabajadores y campesinos para acabar con el sagrado territorio de nues-tra patria para beneficio del capital extranjero.

Por todas estas razones debemos mantener nuestras tierras y hacer un gran frente unitario para exigir al Estado Colombiano no entregar nuestras tierras a las compañías imperialistas. Tambien debemos exigir el apoyo de los Go-biernos municipales, departamentales y na-cional a la producción agropecuaria, base de nuestra soberanía agroalimentaria en Colom-bia. El maestro José A. Morales, en su composi-ción A la caña, nos decía:

“Una noche le cortaronel corazón a la cañay desde entonces se escuchanlamentos por los trapiches,lamentos que van diciendo...para qué le cortaronel corazón a la caña.Lo mismo cortan las vidaspor el placer de cortarlaspara que quede la tierra,con dolores en el alma...porque las manos labriegasque suelen acariciarlas...las cortan como a la cañapor el placer de cortarlas”.

Con los cosecheros, empresarios y consumi-dores paneleros evitemos que le corten el cora-zón a la caña y con ello a nuestra querida patria colombiana. Prueba fehaciente de que la políti-ca agropecuaria gubernamental nos conduce a la mayor de las catástrofes, es la reducción de la investigación y la transferencia de tecnología

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La soberanía alimentaria ha sido reducida a su mínima expresión. Igualmente, la abo-lición del énfasis en los productos básicos

para nuestra soberanía y seguridad alimenta-ria, para priorizar los productos tropicales ex-portables, que Estados Unidos no puede pro-ducir baratos en la zona templada.

La privatización de la investigación y la transferencia de tecnología del ICA, con la crea-ción y acción de Corpoica (Corporación Colom-biana para la Investigación Agropecuaria) en los últimos diez años, cambia la orientación de estas actividades.

Hace 30 años, en el ICA, éramos más de 7 mil funcionarios, incluidos 1.500 investigadores de alta capacitación. Hoy, son 1.700 empleados, con solo 385 en la experimentación, en 28 cen-tros y estaciones experimentales. Todos están preavisados. Ya se hicieron los primeros despi-dos a fines del año pasado en Tibaitatá, el prin-cipal centro nacional experimental. En pocos días será igual con otros 600.

Mientras se protegen salarios de $15 millo-nes para el director ejecutivo y de $9,5 millo-nes para sus asesores y subgerentes, los 383 investigadores experimentados ganan solo $2 millones y los 1.200 trabajadores que sirven de apoyo a la investigación y transferencia de tec-nología, ganan menos de dos salarios mínimos mensuales. Contra éstos dos últimos sectores se prioriza la masacre laboral.

Los programas de Corpoica enfatizan en productos de exportación como frutas tropica-les, forestales, cacao, plátano, palma africana y yuca. La orientación anterior en el ICA, desde su fundación en 1962, enfatizó en productos de la dieta básica alimentaria nacional. Ahora estos productos pasaron de un segundo plano, a su desaparición. Los casos del trigo, maíz, frí-jol, papa, arroz, avicultura y demás ramas pe-cuarias, son ejemplos concretos.

Importamos más de 1.300.000 toneladas anuales de trigo. Compañías transnacionales nos invaden con derivados del cereal, como el pan. Más de 95% de nuestras necesidades in-ternas provienen del exterior. Traemos más de 3 millones de toneladas de maíz al año, siendo

SIN INVESTIGACIÓN NO HAY SOBERANÍA ALIMENTARIA

Colombia uno de los centros mundiales de ori-gen del rico cereal.

Traemos más de 66% de nuestras necesida-des internas. Tenemos los aportes investigati-vos más avanzados de latinoamérica, así como materiales genéticos abandonados y sin trans-ferencia a los productores. Eso sí, saqueados por las entidades transnacionales estadouni-denses.

Hemos llegado a importar más de diez mi-llones de toneladas de alimentos por año con la apertura económica que se viene aplicando en los últimos 18 años. Con el ALCA-TLC con Estados Unidos, nos imponen la meta de 0% arancel para dentro de diez años. Terminare-mos importando la totalidad de productos ali-menticios altamente subsidiados y protegidos por el imperio. Se golpea de muerte nuestra soberanía y seguridad alimentarias.

El presupuesto de Estados Unidos para agricultura, que es de US$180 mil millones, alcanzaría para 6 mil años en Colombia pues el de nuestro país es de sólo US$30 millones. Y el de investigación y desarrollo, que es de US$1.700.000 millones, comparado con los US$30 millones del Sistema Nacional de Cien-cia y Tecnología (Colciencias-Corpoica-Univer-sidades) alcanzaría para cerca de 57 mil años en Colombia. Así, es imposible competir en condiciones de igualdad, como nos impone Washington, con el ALCA-TLC.

Un país que no produce sus alimentos, está condenado a ser esclavo de sus abastecedores. Si le va mal a la investigación agropecuaria y a la transferencia, los productores no podrán mejorar su productividad y eficiencia. No serán competitivos. No nos abasteceremos. Por tan-to, les irá mucho peor al campo y al país.

La investigación y la transferencia de tecno-logía agropecuaria, abandonadas por el Esta-do, con su antinacional política agropecuaria, requieren un tratamiento adecuado, como lo sustentan los trabajadores e investigadores de Corpoica, para la salvación de la investigación y la transferencia, para la salvación de la sobera-nía y la seguridad alimentarias para los colom-bianos. [medellín, eneRo 22 de 2004]

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Iowa State University (ISU) está celebrando 150 años de existencia. Sus gentes laboriosas la han llevado a convertirse en una institución

agraria que con sus 25.000 estudiantes de E.U. y 100 países más, incluido Colombia, dan vida a la ciudad de Ames, desde la cual se proyecta su educación para el avance de la humanidad.

Desde la época del gobierno progresista de Abraham Lincoln (1861-1965), con la Ley (Act) Morrill, ISU se estableció como un Land Grand College (Colegio de Tierra Donada).para inte-grar el modelo de educación con investigación y proyectar el conocimiento a la sociedad a tra-vés de la extensión.

Allí se construyó el primer gran compu-tador que existió en el mundo, el Atasanoff-Berry-Computer (ABC) desde la década de los años 30. No obstante, una de sus experiencias más impactantes fue proyectar el conocimien-to sobre el cultivo del maíz. El Estado de Iowa se transformó con los programas de extensión agricola de ISU, financiados por el gobierno, en el primer productor del cereal en E.U. y demas paises del universo.

El modelo integrador de la educacion, in-vestigacion y extension se promovió en todo el mundo. En Colombia tuvo vida en la Facultad de Agronomía de Medellin desde 1914.

Con la Estacion Experimental Tulio Ospina formo miles de profesionales sobre la base de los trabajos experimentales en maiz de Eduar-do Chavarriaga Misas. Logro uno de los mayo-res hallazgos con la creación del Maiz ETO (Es-tación Tulio Ospina).

Aunque el actual territorio de Colombia había sido autosuficiente en la produccion y abastecimiento del maiz en más de 4.000 años, las investigaciones continuaron con el lideraz-go de los genetistas Manuel Torregroza, Daniel Charria y Climaco Cassalet, entre otros.

Se desarrolló la producción tecnificada con las semillas mejoradas reproducidas y distribui-das por la Caja Agraria y el fomento al cultivo por parte del Minagricultura, las zonas agropecuarias y secretarias departamentales de agricultura..

Hoy, E.U., con más de 218 años de protec-ción y subsidios del gobierno a los producto-

SOBRE EL MAÍZ EN IOWA Y COLOMBIA

res, incluidos los apoyos a universidades como la de Iowa, tiene la mayor produccion del ce-real en el mundo.

Colombia, abandonó a su suerte a los pro-ductores nacionales del cereal. Hoy, importa tres millones de toneladas anuales de maiz, es decir, más del 90% de nuestro consumo. Los apoyos a la educacion, la investigacion y la ex-tension se han disminuido a su minima expre-sion. El maiz se convirtió en un producto exóti-co en las 18 Facultades de Agrnomia y demás Instituciones que tienen que ver con la cultura agropecuaria, incluidos los colegios y escuelas rurales de primaria y secundaria.

Estamos ante una autentica vergüenza uni-versal. Tienen toda la razón, el columnista An-tonio Caballero, de la Revista Semana y el sena-dor y profesor Jorge Enrique Robledo Castillo, cuando denuncian la gestión del actual minis-tro de Agricultura, como la peor en todos los 59 años de existencia de esa importante cartera.

Y si se consolida el TLC como lo impuso E.U., con el total apoyo del gobierno del Presidente Álvaro Uribe Vélez, se profundizará no solo la hecatombe para uno de nuestros productos in-signia, el maiz, sino también para toda nuestra producción de alimentos, para entrar a depen-der de los que nos quieran suministrar los E.U. con sus condicionamientos recolonizadores y los precios que más convengan a sus monopo-lios comercializadores y financieros.

De nuevo repetimos con nuestro poeta del maíz, Gregorio Gutiérrez González:

!Salve frisoles, mazamorra, arepaSalve segunda Trinidad benditaCon nombraros no más se siente hambre.No muera yo sin que otra vez os vea!

[sacRamento, caliFoRnia, agosto de 2008]

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La historia “amarga” del maíz tiene en la “pérdida” del maíz ETO (Estación Tulio Ospina) la prueba reina de lo que pren-

tenden los E. U. con su intencion de impo-ner las patentes de propiedad intelectual para vegetales y animales en las “negocia-ciones” del Tratado de Libre Comercio, TLC.

El exdirector de Corpoica, Rafael Aubad, denuncio desde hace 7 anos, la “perdida” del maiz ETO, variedad colombiana que fue creada por investigadores encabezados por Eduardo Chavarriaga Misas en las deca-das de los anos 40 y 50 (Revista ICA No.1, 1966). “Extranamente” aparecio patentada por una Universidad de los E.U. (1)

El sacerdote jesuita Dario Chavarria-ga(2), hijo del notable investigador desapa-recido, rememora que su padre se sentia orgulloso porque esa variedad, especial para las zonas cafeteras del pais, sirvio para “calmar el hambre en la India” y en mas de 38 paises en los que se difundió el más im-portante hallazgo genetico y de fitomejora-miento colombiano.

Compartimos su aseveración en el senti-do de seguir desenmascarando “...la prepo-tencia de las naciones que creen que pueden adueñarse incluso de los productos nativos y autóctonos de nuestras tierras, con el pretex-to de haberles hecho algunas mejoras...”

Con la propuesta de E.U. de legalizar las patentes de propiedad intelectual de orga-nismos vivos, como el Maiz ETO, del que se

LA “PÉRdIdA” dEL MAIZ ETO

apropiaron en un acto tipico de biopirate-ria, se pretende imponer por encima de los intereses generales de la alimentacion de nuestro pueblo, el interes particular del im-perio y sus transnacionales.

Con la sola perdida del Maiz ETO y mu-chas de las 6.400 colecciones del Banco Mundial de Germoplasma del ICA (hoy Cor-poica) trabajadas por Manuel Torregroza y su equipo de investigadores continuadores de la obra del cientifico Chavarriaga, ya E.U. nos ha impuesto la importacion de dos mi-llones de toneladas anuales de maiz, las dos terceras partes de nuestro consumo interno.

Con las patentes de propiedad intelec-tual a los demás cultivos y especies anima-les nacionales, terminaran totalmente con nuestra seguridad alimentaria autoabaste-cida. Entonces, seremos esclavizados a vo-luntad de E.U. y los dueños de las patentes del TLC y el ALCA.

Una razón más para oponernos a la vinculación de Colombia y demás países latinoamericanos al proyecto del TLC y el ALCA, recolonizador de E.U. sobre el sagra-do territorio y recursos naturales de nuestra patria colombiana.

sacRamento, caliFoRniajulio de 2004

Referencias citadas(1) Rodrigo Arenas. Profesional especializado Cornare, Antioquia. (2) Dario Chavarriaga, S.J. Universidad Javeriana, Bogotá.

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Las zonas deserticas de Dakota del Sur en los E.U. fueron consideradas en 1805, en los relatos de Lewis y Clark, como tierras

solamente aptas para búfalos. No obstante, a los escasos residentes de la localidad de Mit-chell en 1892, se les ocurrió construir el deno-minado Único Palacio del Maíz en el mundo (www.cornpalace.com).

Con pocas excepciones (en la gran depre-sión y la I y II guerras mundiales), durante el verano realizan hermosas y coloridas exhibi-ciones con base en las cosechas de maiz que atraen anualmente a mas de 500.000 visitan-tes. En los restantes 9 meses del ano, el Palacio se utiliza en actividades culturales y deportivas, con mucho éxito.

Un Comité cívico, apoyado por la comunidad y el gobierno de la ciudad de Mitchell programa cada año la tematica a exhibir. Una gran cons-truccion mantiene el relato de las exhibiciones hechas durante más de 100 anos. Cherie Ram-sdell, Dean Stranf, Calvin Schultz y Oscar Howe, entre otros, han dedicado sus mejores esfuerzos con decenas de colaboradores, para preparar los murales y festivales de la cosecha y las pro-mociones con los visitantes que mueven la vida alegre y hospitalaria de gentes laboriosas.

El maiz, con el trigo, se ha convertido en importantes renglones de la produccion de in-mensas y ricas zonas agricolas de Dakota del Sur, al igual que en los casos de Iowa, Illinois y Minesota. Han contado con el apoyo y grandes subsidios del Gobierno, desde 1790 a la fecha. Gobiernos como los de Washington, Adams, Je-fferson, Lincoln y Bush con su politica de consi-derar la produccion de alimentos un problema de soberania y seguridad nacional, han apoya-do la produccion de alimentos de este país.

Su produccion ha sido muy abundante, con grandes excedentes agropecuarios exporta-bles. Estas han pasado en E.U. de 53 a mas de 87 millones de toneladas en los ultimos 8 anos.

dEL PALACIO dEL MAÍZ EN dAKOTA AL REINO dE LA ESTuPIdEZ EN COLOMBIA

El presidente Alvaro Uribe Velez, en su lo-bby en el Congreso de E.U., desde hace 4 anos, se comprometio con los legisladores de Dakota del Sur, a comprarles 4 millones de toneladas anuales de maiz y trigo, si aprobaban el Tratado de Libre Comercio, TLC, que “negociaba” con el Gobierno del Presidente George Bush.

Mientras los agricultores del medio oeste de E.U. reciben todo el apoyo y subsidios del Estado para desarrollar una abundante pro-duccion de cereales, como lo ha manifestara recientemente el propio Presidente Bush, el Presidente Uribe no solo ha cumplido con to-das las peticiones de su gobierno, sino que también que se ha excedido en el otorgamien-to de lo solicitado.

Los 6 anos de Gobierno del Presidente Co-lombiano lo han llevado a exhibir como uno de sus trofeos mas destacados, el tener el record de importar más de 8 millones de toneladas de productos agricolas, sobrepasando todos los Gobiernos anteriores.

Entre esas promesas cumplidas esta la de importar mas de 3 millones de toneladas de maiz y 1,5 millones de toneladas de trigo he-chas a los legisladores de Dakota..

Seguramente, que el Comite del Palacio del Maiz de Mitchell, encontrara un tema para sus proximas exhibiciones, en esta aplicacion de la teoria de la estupidez de un Presidente como Alvaro Uribe Velez, que le cumple sus prome-sas al imperio, a costa de la ruina y miseria de sus propios cultivadores nacionales.

Y que de paso entrega la soberania nacio-nal para depender del suministro de nuestra dieta alimentaria de una potencia a la que solo le preocupan los intereses de sus multinacio-nales financieras y comerciales.

sacRamento, caliFoRniaagosto de 200

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En la Universidad Agraria La Molina, Lima, Perú, entre el 10 y el 12 de sep-tiembre de 2013, más de 700 personas

de 30 países asistimos al Cuarto Congreso Latinoamericano de Agroecología organi-zado por la SOCLA, reunidos bajo el lema : Potenciación de la pequeña agricultura para la soberanía alimentaria y la resiliencia frente al cambio climático y la crisis económica?

Nosotros, representantes de universi-dades, instituciones de investigación, de movimientos sociales, campesinos, ONG y estudiantes de la región, jóvenes y mujeres SOCLA, conscientes de la crisis ambiental, económica y energética que afecta pro-fundamente la realidad agraria latinoame-ricana; la cual es producto de un modelo de agricultura industrial hegemónico, que perpetúa el hambre, la inequidad, el des-plazamiento de los campesinos, destruye las culturas, saberes locales, provoca la de-gradación ambiental y erosiona la biodiver-sidad, consideramos la Agroecología como una propuesta científica, metodológica y política, ligada a la práctica de los movi-mientos sociales como la única alternativa para enfrentar los desafíos del cambio cli-mático y lograr la soberanía alimentaria de los pueblos.

frente a esto, la asamblea declara:1. Que la realidad agraria de la región

continúa agravándose con la expansión de monocultivos de transgénicos y biocom-bustibles, el acaparamiento de tierras, el acrecentamiento de la minería y la explota-

dECLARACIÓN AGROECOLÓGICA dE LIMA

ción del petróleo que afectan zonas agríco-las enteras y sus poblaciones.

Frente a estos procesos depredadores, impulsaremos decididamente desde todos nuestros esfuerzos personales y colectivos, propuestas de desarrollo territorial basados en la agroecología.

2. Los avances científicos de la agroeco-logía han estado vinculados a la práctica social y se han logrado fructíferas alianzas estratégicas con los movimientos sociales. Estas alianzas no solo han contribuido a la sistematización de experiencias exitosas de innovación social productiva, sino que sien-tan las bases para configurar estrategias lo-cales que fortalecen a las comunidades en

[12 de sePtiembRe de 2013]

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la gestión de sus recursos, defensa de su identidad cultural y el logro de la soberanía alimentaria, energética y tecnológica con base agroecológica.

Esta sinergia social ha permitido inves-tigaciones aplicadas clave para escalonar la recuperación de suelos degradados, el rescate de semillas criollas, la producción diversificada y sana de alimentos accesibles y el desarrollo de sistemas productivos res-ilientes al cambio climático.

3. La necesidad de fortalecer los meca-nismos para la incidencia política que se traduzca en políticas agrarias que favorez-can la transición agroecológica. No solo basta con que existan normas y políticas, sino que es necesario que la actuación vi-gorosa de los movimientos sociales organi-zados, en alianza con los demás sectores de la sociedad (consumidores, movimien-tos de economía solidaria y justicia social, etc.) ejerzan presión para que estas leyes se cumplan.

4. Manifestamos nuestra solidaridad con todos los movimientos campesinos y pueblos indígenas que luchan por el de-recho a la tierra y al agua, su autonomía cultural y económica y la preservación de sus modos de vida.

5. La agroecología ha logrado irradiar sus perspectivas en las esferas internacio-nales y esperamos que esto se traduzca en una cooperación solidaria y no en una estrategia para cooptarla o desvirtuarla de sus fundamentos esenciales de equidad social y la construcción de la soberanía ali-mentaria de los pueblos.

¡Apoyamos a los ciudadanos de todos los países latinoamericanos en su lucha para que se aprueben e implementen leyes que favorezcan la soberanía alimentaria, la

agroecología y la conservación de la biodi-versidad! ¡Apoyamos a los pueblos latinoa-mericanos en su lucha por la defensa de los territorios y en particular para que nuestra región se libre de los cultivos transgénicos!

dECLARACIÓN dE JÓVENES POR LA AGROECOLOGÍALos jóvenes de alma y espíritu de SO-

CLA nos hemos reunido el jueves 12 de septiembre a las 15.30 hasta las 17 ho-ras, en los pastos frente al rectorado de la Universidad Nacional Agraria La Molina para reconocernos, intercambiar expe-riencias y fortalecer la red de jóvenes ya constituida en el III Congreso SOCLA Oax-tepec, México 2011. Hemos llegado a las siguientes propuestas:

1. Somos Jóvenes y nos reunimos por que tenemos necesidad de estar en RED y dentro de SOCLA. (Si quieres llegar rápido camina solo, si quieres llegar lejos, camine-mos juntos).

2. Aportar en la constitución de los nue-vos congresos con una participación activa y vinculante en todos los niveles; logístico, de ponencias, académicos, de recolección de recursos, y becas para los locales, etc.

3. Solicitamos representación dentro de la directiva como vocales (5 postulados desde los jóvenes)

4. Fortalezcamos lo local, articulemos lo internacional. (Con herramientas de comu-nicación virtual y haciendo presencia cuan-do sea posible)

5. Por último, Reiteramos nuestro com-promiso con la coherencia de nuestros actos y pensamientos en torno a la trans-formación de nuestra forma de habitar y creemos firmemente que cuando decimos agroecología, estamos conscientes de que conlleva mucho más que el simple aspecto técnico; es un diálogo y rescate de saberes, de experiencias, espiritual, de convivencia,

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de colaboración, de reciprocidad, de abun-dancia y de amor.

dECLARACIÓN dE LA dELEGACIÓN dE MÉxICOMéxico, reconocido como el centro de

origen y de diversificación constante del maíz está en un grave peligro ante la even-tual autorización de la siembra comercial de maíz transgénico.

La liberación de maíz transgénico en su centro de origen pondría en grave riesgo el reservorio genético de este cereal. Estudios científicos han demostrado que los trans-genes de los cultivos transgénicos se mue-ven a miles de kilómetros de distancia por polen y semillas. No es posible contenerlos, ni restringir el libre intercambio de semillas.

Los maíces nativos o criollos constituyen una riqueza genética que no se ha podido superar. Las variedades nativas han resuelto

y podrán resolver muchas de las necesida-des de los agricultores del planeta, asimis-mo, podrán contender contra las adversida-des que representan el cambio climático.

La aprobación de siembras de maíz transgénico abriría las puertas a la contami-nación de los maíces mexicanos y pondría en grave riesgo la alimentación de millones de habitantes del planeta. El maíz es hoy la base de la alimentación de millones de seres humanos no sólo en América Latina, sino en África. El maíz en la actualidad ocu-pa el primer lugar en el mundo en términos de volumen de producción entre los tres cereales que alimentan y formaron a la hu-manidad: maíz, trigo y arroz.

El Gobierno mexicano tiene hoy la gran responsabilidad de preservar el patrimonio genético del maíz libre de transgénicos y como un bien público al servicio de la ali-mentación de la humanidad.

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Colombia es uno de los países del mun-do con mayor agrobiodiversidad, ex-presada por miles de variedades na-

tivas y criollas que están en las manos de millones de agricultores de las comunidades indígenas, afrocolombianas y campesinas.

Las semillas son “Patrimonio de los pue-blos, al servicio de la humanidad” y han sido el fundamento para su soberanía y autonomía alimentaria; por lo cual deben continuar en manos de los agricultores.

En Bogotá los días 2 y 3 de octubre de 2013 reunidas 80 organizaciones indígenas, afrocolombianas, campesinas y sociales de diferentes regiones del país realizamos el primer Encuentro Nacional de la Red de Semillas Libres de Colombia, donde plan-teamos y acordamos construir estrategias y acciones para la defensa de las semillas. En este contexto se inscriben los siguien-tes puntos de posición que consideramos fundamentales para las comunidades y que deben incluirse en las políticas guberna-mentales sobre semillas:

1. Todas las normas de semillas que ope-ran en Colombia, se sustentan en el Conve-nio internacional de la Unión para la Pro-tección de Obtentores Vegetales (UPOV), aprobado mediante la Decisión 345 de 1993 de la Comunidad Andina de Naciones, que protege los Derechos de los Obtento-res Vegetales (DOV).

Posteriormente, la ley 1032 de 2006, en el artículo 4, penaliza la usurpación de los (DOV); y en 2010 el ICA expidió la Resolu-

dECLARACION dEL ENCuENTRO dE LA REd

dE SEMILLAS LIBRES dE COLOMBIA

ción 970, que controla la producción, uso y comercialización de semillas.

Finalmente en 2012 se aprobó la ley 1518 que implementa el Convenio UPOV 91, norma que fue derogada recientemen-te por la Corte Constitucional. Estas normas violan los derechos sobre el patrimonio ge-nético de la nación, los derechos colectivos de los pueblos para el libre uso, producción y comercialización de las semillas y crimina-lizan el uso de las semillas por los agriculto-res y han sido proferidas sin realizar consul-ta previa libre e informada con poblaciones étnicas y campesinas.

2. No aceptamos ninguna norma de propiedad intelectual aplicada sobre las se-millas (patentes y derechos de obtentores vegetales), puesto que permiten su privati-zación y el control corporativo, mediante el monopolio de los mercados.

Las normas de semillas y sus modifica-ciones en los últimos años en Colombia, responden a presiones desde los países in-dustrializados para que adecuen las leyes nacionales a las normas de propiedad inte-lectual y al control que ejercen las empre-sas semilleras.

Es así, como normas de semillas, fueron aprobadas en el marco de los Tratados de Libre Comercio, lo que conlleva a que solo se beneficien las grandes transnacionales semilleras y no a los pequeños agricultores.

3. Exigimos la derogatoria de la reso-lución 970 y rechazamos cualquier norma

[bogotá, octubRe 2 y 3 de 2013]

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que pretenda sustituirla. La 970 fue expedi-da con el argumento de lograr la sanidad y calidad de las semillas, pero en realidad, lo que permite es entregar el control mono-pólico de las semillas a las empresas y vol-ver obligatorio el uso y la comercialización de semillas certificadas y registradas, como también criminaliza y prohíbe la produc-ción y comercialización de semillas criollas.

En el borrador de la nueva norma el ICA pretende incluir un párrafo adicional que dice; “Se excluye del ámbito de aplicación de la presente resolución, aquellas semillas de variedades locales, cuyo fin no sea la co-mercialización”.

Este cambio en la norma lo que preten-de es controlar y prohibir que las semillas criollas puedan ser usadas, intercambiadas o comercializadas por los agricultores, y que estas se mantengan confinadas en las parcelas de los agricultores y no puedan ser entregadas a terceros o comercializadas.

Asimismo es inaceptable la forma como el ICA pretende realizar la consulta para proyectos sobre semillas que afecten a es-tas comunidades, que definió hacerla a tra-vés de internet.

4. Rechazamos los decomisos de semillas y judicializaciones a agricultores que el ICA está realizando en diferentes regiones del país.

Entre 2010 y 2012 se decomisó más de 4.167.225 kilogramos de semillas, de acuerdo con información oficial del ICA. Considera-mos ilegales estos decomisos, porque se está violando los derechos de los agricultores.

En la resolución 970 del ICA, se estable-ce que el agricultor sólo podrá reservar de su cosecha semillas de las empresas, por una sola vez, en parcelas de máximo cinco hectáreas y no puede entregarla a terceros bajo ningún título; además debe demostrar que en su último cultivo sólo ha usado se-milla legal certificada.

Esta determinación es inaceptable y va en contravía de los “Derechos del Agricul-tor”, consagrado en el Tratado Internacio-nal de Recursos Fitogenéticos (TIRFAA), de la FAO que señala: “Nada de lo que se dice en este artículo se interpretará en el senti-do de limitar cualquier derecho que tengan los agricultores a conservar, utilizar, inter-cambiar y vender material de siembra o propagación conservado en las fincas, con arreglo a la legislación nacional y según proceda” (Art. 9, inciso 9.3)

5. Rechazamos los cultivos y alimentos transgénicos que el Gobierno Nacional ha autorizado para la siembra y el consumo en el país y exigimos que se revoquen las au-torizaciones para todos estos organismos transgénicos. Existen suficientes evidencias científicas en el mundo que muestran los impactos ambientales, socioeconómicos y sobre la soberanía alimentaria de los pue-blos, la salud humana y animal. Así mismo rechazamos la contaminación genética que generan los cultivos transgénicos sobre las semillas criollas.

Es evidente el fracaso del algodón trans-génico en el país, puesto que los agriculto-res de Córdoba y Tolima han tenido millo-narias pérdidas por las pésimas semillas de algodón transgénico que les han vendido las empresas multinacionales.

6. Exigimos que no se obligue a los agricultores la utilización de semillas cer-tificadas y registradas en los programas y proyectos gubernamentales de fomento agrícola y como requisito para acceder a los créditos financieros.

7. Exigimos que el gobierno ejerza un fuerte control sobre las empresas transna-cionales que se apropian de las semillas certificadas y patentadas, que monopoli-

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zan el mercado, la disponibilidad de semi-llas e imponen precios especulativos, como en los casos de semillas de algodón, arroz y papa. Igualmente deben realizarse estric-tos controles de la calidad y sanidad de las semillas de las empresas, para que no afec-ten las semillas y la agricultura campesina.

8. Exigimos que las políticas públicas so-bre semillas se aborden integralmente y se orienten a favorecer los sistemas vivos de semillas, su libre circulación, uso, manejo y cuidado bajo el control de los pueblos y co-munidades, promoviendo la agroecología y la investigación participativa para el desa-rrollo de semillas de buena calidad, acordes con sus necesidades y condiciones ambien-tales, culturales y socioeconómicas.

9. Las comunidades indígenas, afro y campesinas de Colombia nos comprome-temos a conservar, proteger y compartir nuestras semillas; esta es la mejor forma de resistir contra el despojo y la mejor forma de preservar la biodiversidad. Continuare-mos trabajando dentro de nuestros pro-pios sistemas de propagación de semillas. Las semillas en manos de las y los agricul-tores son un elemento fundamental para que las poblaciones rurales y urbanas ga-ranticemos nuestra soberanía y autonomía alimentaria ante la crisis climática actual. Es por ello que como Red de Semillas Libres de Colombia y de América estamos guar-dando, intercambiando las semillas, no solo para nosotros, sino como patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad.

Por cada semilla que nos decomisen, haremos que estas germinen y florezcan de nuevo, se multipliquen, se esparzan y cami-nen libremente con los agricultores por los campos de Colombia.

Organizaciones que firman el documento: Cam-paña Semillas de Identidad, SWISSAID, Sunahisca, Cam-po Crianza; Canasta Solidaria de Bogotá, Casa Colombia - Consejo de asentamientos sustentables de las Amé-ricas; La Otra Bienal, FENACOA CLOC VIA CAMPESINA, PODEA UNAL; Banco Comunitario de Semillas Huerta de Belén; Semillas de Esperanza Vida y Paz, Dignidad Pa-pera de Boyacá, Mesa Distrital de Agricultores Urbanos de Bogotá, Cultivos Orgánicos Agricultura Sostenible – COAS Colombia, Asociación de Promotores; Productores Campesinos del Oriente de Antioquía “ASPRORIENTE”, Red Colombiana de Agricultura Biológica de Antioquia – RECAB Antioquia; Cabildo Indígena Mokana- Atlántico; Corporación para el Desarrollo Solidario – CDS Carta-gena; Cooperativa de Paperos de Boyacá –COOPEBOY; Agrosolidaria Boyacá; ASOFADESTI M, Boyacá; Colec-tivo Amapolas Incidentes – Bucaramanga; Fundación San Isidro –Boyacá, Cabildo de Cañamomo y Lomaprieta – Riosucio, Resguardo.Indígena San Lorenzo-Riosucio, Fudación Semillas de Vida-Riosucio, Red de Custodios de semillas del Resguardo de Cañamomo y Lomaprieta, Diócesis de Florencia- Vicaria Sur, FUNCOP, FUNDECIMA, ATUCSARA, FONDO PAEZ, Consejo Regional Indígena del Cauca - CRIC,; Cabildo Nasachacha Tierradentro – Cauca, Unidad de Organizaciones; Afrocaucanas- UAFROC; Pue-blo Misac – Guambia, Asociación de Productores de Pu-rísima –APROPAPUR, ASPROCIG, ASPROAL, Resguardo Zenú San Andrés de Sotavento, Arroceros Huila, Consejo Regional Indígena del Huila – CRIHU, Red de Guardianes de Semillas de Vida - Nariño –RGSV, Parroquia Nuestra Señora del Carmen – Putumayo; Aldea del artesano de Salento – Quindío, Custodios de Semillas de Quindío, Custodio de semillas de Santa Rosa de Cabal – Risaralda; FUNDAEXPRESION – Asomaklenke – Santander, Asocia-ción de Productores de San Antonio de Palmito – Sucre –ASPROINPAL; Asociación de Mujeres de Colosó – AMU-COL,; Asociación de Mujeres Productoras de San Jaime – Sucre – ASOMUPROSAN, Corpogualí- Fresno, Consejo Regional Indígena del Tolima –CRIT, Diócesis de Liba-no Tolima, Grupo Semillas, Manos de Mujer Natagaima - Tolima, ECOLPROVYS Cali, Red de Mercados Agroeco-logicos del Valle, Escuelas Agroecológicas del Valle, Ins-tituto Mayor Campesino de Buga – IMCA, Asociación de Pequeños Productores Campesinos de la Marina Valle- ASOPECAM, Mamapacha Tenza – Boyacá, Asomercamp Tolima, Cabildo Indígena de Yanobuco Huila, Festracol Boyacá, Mercado Orgánico Bogotá, Mercados Campesi-nos de Bogotá – ILSA, Comité de Interlocución Campe-sino y Comunal – CICC, Acción Campesina Colombiana, Mesa de unidad Agraria – MUA, Asociación Nacional de Usuarios Campesinos Unidad y Reconstrucción - ANUC-UR, Familia de la Tierra Bogotá, CENSAT Agua Viva, Jardín Botánico de Bogotá, Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo –CAJAR, Organización Nacional Indígena de Colombia – ONIC, Galería Santa Fé, Universidad Minuto de Dios – UNIMINUTO, Corporación Custodios de Semi-llas, Guardianes de Semillas Bogotá.

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15La crisis climática afecta los más despro-

tegidos, los que viven en zonas margi-nales. Los pequeños agricultores que

no causaron el cambio climático son los que están sufriendo. La agroecología es una alternativa para resistir a los efectos del cambio climático, usando diferentes téc-nicas de sembrar y ayudando las plantas a adaptarse a esos efectos del cambio climá-tico. Mientras que en los países de Nortea-mérica y en Europa se habla de mitigación de los efectos del cambio climático, en La-tinoamérica se habla de adaptación de los mismos.

“En Latinoamérica la mitigación ya no nos sirve; la adaptación, en cambio sí”, afir-ma Clara Inés Nicholls, Ingeniera Agrónoma y Doctora en Entomología. Ella es docente de agroecología en la Universidad de Cali-fornia en Berkeley y en Stanford University.

ILSA: ¿En qué cantidad se practica la agroecología en Colombia en comparación con otros países latinoamericanos?

Clara Inés Nicholls: En Colombia no existe un estudio de lugares donde se de-sarrolla la agroecología. Aquí hay mucha gente trabajando en agroecología y existen muchas experiencias exitosas, pero falta sistematizar las experiencias prácticas.

¿En otros países latinoamericanos ya existe ese mapeo?

En Brasil, por ejemplo, hay un apoyo ins-titucional por el Ministerio de Desarrollo Agrario. También se está haciendo un traba-

“LA AGROECOLOGÍA ES uNMATRIMONIO dE CONOCIMIENTOS

y LA VÍA CAMPESINA”

jo desde la Sociedad Brasileira de Agroeco-logía en el mapeo de las experiencias y las Universidades brasileñas están haciendo un trabajo interesante de investigación. Pero en Colombia la agroecología sí llegó a los círculos académicos.

¿Cómo así?La Universidad Nacional, sede Medellín,

es la única Universidad en toda América que ofrece el doctorado en agroecología. La otra Universidad que hace eso es la Universidad Internacional de Andalucía en Córdoba. En muchas organizaciones no gubernamenta-les colombianas la agroecología forma parte de los proyectos de sustentabilidad regional.

¿Cómo llegó el conocimiento sobre las ventajas de la agroecología a Colombia?

La metodología De Campesino a Campe-sino, por ejemplo, que consiste en la trans-misión de experiencias y conocimientos, na-ció en Centroamérica. En esos tiempos, los agricultores no se podían organizar porque habían sido perseguidos por la guerra. Eso fue el caso por ejemplo en Nicaragua y en Guatemala. En sus inicios ese movimiento era apolítico. Lo único que interesaba a la gente perseguida era aprender cómo imple-mentar la agroecología en sus fincas.

En Centroamérica más de 42.000 fami-lias se beneficiaron de una práctica para fijar nitrógeno. Tal vez en Colombia se em-pezó a practicar la agroecología a través de las escuelas campesinas. En ellas se in-

Entrevista CoN la Notable agroecóloga InternacionalClara Inés Nicholls Estrada

[httP://ilsa.oRg.co:81/node/564]

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terrelacionan investigadores, agricultores y otros organismos en la identificación y práctica de alternativas creadoras conve-nientes para resolver problemas ambienta-les y agropecuarios desde el conocimiento biológico y los saberes locales.

¿Pero hoy el movimiento campesino tie-ne un contexto político?

1993 nació La Vía Campesina*, un movi-miento internacional que agrupa a millones de campesinos y campesinas, pequeños y medianos productores, pueblos sin tierra, indígenas, migrantes y trabajadores agríco-las de todo el mundo. Desde entonces, el movimiento campesino es mucho más po-lítico y organizado.

¿Por qué las técnicas de agroecología son más económicas que la agricultura convencional?

Porque la agroecología no usa insumos externos. La agricultura convencional, en cambio, depende mucho de ellos porque ha tenido una visión puramente productivista. La agroecología trata de fomentar procesos, mientras que la agricultura convencional ataca síntomas con el uso de pesticidas, fer-tilizantes y agroquímicos. La agroecología busca entender la causa, intenta tener una visión holística para ver las raíces del proble-ma y así alcanzar la sustentabilidad.

¿De dónde nace la agroecología?De la ciencia occidental con el cuestio-

namiento de la agricultura convencional. Los primeros que hablaron de la crisis de la agricultura convencional fueron los en-tomólogos. Rachel L. Carson** en su libro “La primavera silenciosa” publicado en el año 1962 habla sobre el efecto de los pesti-cidas. Carson explica porque se mueren los pájaros, etcétera. El libro fue una llamada de atención. Un grupo de científicos de la

Universidad de California creó el concepto de control biológico como alternativa a los pesticidas. A partir de la crítica a la llamada Revolución Verde*** se fueron formando grupos críticos, entre ellos entomólogos, sociólogos y antropólogos. La agroecología es un matrimonio de conocimientos.

¿A qué época remonta la agroecología?La agroecología existe desde milenios:

pensemos en las terrazas de los asiáticos, en las técnicas de los incas y en aquella de los pobladores en Mesoamérica. De todos ellos hemos aprendido muchísimo. Por eso digo que la agroecología es un matrimonio de conocimientos.

A la agronomía convencional no le im-portó el conocimiento milenario de agri-cultura. El mensaje a los campesinos fue de “modernizar” suprimiendo los conoci-mientos de sus ancestros. Lo que hace la agroecología es retomar esos conocimien-tos. Por eso hay experiencias de agricultura tradicional muy valiosas en Asia, América Latina y África.

Usted y Miguel A. Altieri escribieron el ar-tículo “Agroecología: Potenciando la agri-cultura campesina para revertir el hambre y la inseguridad alimentaria en el mundo”. ¿Ha viajado a Cuba, México y las Filipinas, los países mencionados como experiencias locales en el artículo?

Si, a los tres. Mi estancia en Cuba fue un gran aprendizaje para mí. Estuve ahí cuan-do estaba haciendo mi doctorado. En los libros se lee muchas cosas, pero es algo di-ferente ver lo que es un país sin pesticidas, pero con un capital humano impresionan-te. El gobierno cubano ha invertido mucho en la educación y eso permite que en Cuba las soluciones se busquen desde el punto de vista científico y también desde el punto de vista práctico.

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¿Por qué Usted dice que su estancia en Cuba fue una gran experiencia?

Fue interesante aprender todo sobre el control biológico que maneja Cuba y la producción sin fertilizantes químicos. Una cosa es ver una finquita que funciona orgá-nicamente, pero es otra cosa ver el 80% de un país funcionando sin agrotóxicos.

¿Cuáles fueron sus experiencias en Mé-xico y en Asia?

En Asia fue importante ver cómo las personas han mantenido sus variedades de arroz. En México ocurrió lo mismo con las variedades de maíz. Los continentes han evolucionado de manera diferente, pero los pequeños agricultores tuvieron la misma racionalidad de mantener las variedades locales, su propia cultura, su paisaje y su identidad cultural. Uno cuando viaja se da cuenta que en comunidades supremamen-te alejadas las unas de las otras existen los mismos principios de diversidad y de enti-dad, reciclaje y usos de recursos naturales, sea en Latinoamérica, Asia o África.

* El movimiento La Vía Campesina defiende la agricultura sostenible a pequeña escala como un modo de promover la justicia social y la dignidad. Se opone a los agro-negocios y las multinacionales. La Vía Campesina comprende aproximadamente 150 organizaciones locales y nacionales en 70 paí-ses de África, Asia, Europa y América. Representa a alrededor de 200 millones de campesinos y cam-pesinas. Es un movimiento autónomo, pluralista y multicultural sin afiliación política y económica. La

Vía Campesina fue fundada por un grupo de orga-nizaciones campesinas procedentes de los cuatro continentes en 1993 en Mons, Bélgica. En aquel momento, las políticas agrícolas y la agroindustria se estaban globalizando y los campesinos necesita-ban desarrollar una visión común.

** Rachel Louise Carson contribuyó a la pues-ta en marcha de la moderna conciencia ambiental. Su libro “La primavera silenciosa” tuvo una gran in-fluencia, proporcionando fuerza a lo que hasta en-tonces era una conciencia incipiente, ayudando a que se cristalizara el movimiento ecologista.

***Revolución Verde es el nombre con el que se bautizó en los círculos internacionales al incremen-to de la productividad agrícola entre 1940 y 1970. Revolución Verde consistió en utilizar variedades mejoradas de maíz, trigo y otros granos, cultivando una sola especie en un terreno durante todo el año y la aplicación de grandes cantidades de agua, fer-tilizantes y plaguicidas.

Lecturas recomendadasBraulio Machín Sosa, Adilén María Roque Jaime,

Dana Rocío Ávila Lozano y Peter Michael Rosset. 2010. Revolución agroecológica: El Movimiento de Campesino a Campesino de la ANAP en Cuba. 1a edición. Cuba: Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, ANAP.

Eric Holt-Giménez. 2008. Campesino a Campe-sino. Managua, Nicaragua: Servicio de Información Mesoamericano sobre Agricultura, SIMAS.

Miguel Altieri y Clara I. Nicholls. 2000. Agroeco-logía. Teoría y práctica para una agricultura susten-table. 1a edición. México D.F., México: Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

Miguel A. Altieri y Clara I. Nicholls. 2010. Agroecología: Potenciando la agricultura campe-sina para revertir el hambre y la inseguridad ali-mentaria en el mundo. Revista de Economía Crítica, nº20, ISSN:2013-5254. Rachel L. Carson. 1962. La primavera silenciosa.

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Un recorrido histórico de la actividad agrícola como medio de producción de alimentos, nos lleva a los oríge-

nes del hombre cuando éste tomaba, como cualquier otro animal frutos y otras partes de los árboles para alimentarse; el ser hu-mano evoluciona y observa la germinación de las semillas que caen al suelo dando ori-gen a nuevas plantas, decidiendo ensayar la implantación de semillas en lugares es-cogidos por ély en consecuencia inicia su intervención directa en el natural desarro-llo de las especies vegetales.

Convertido ya en un agente que influye en algunos procesos de la vida vegetal ha inventado utensilios para la labranza de la tierra y va perfeccionando sus prácticas de campo; la población crece rápidamente y miles de años después vienen las hambru-nas y los problemas de desnutrición en al-gunas regiones del planeta; en el año 1943 el ingeniero agrónomo estadounidense Norman Borlaugbuscando solucionar es-tos problemas inicia en Sonora Méjico un proyecto que mejora extraordinariamente la producción en cultivos de trigo, arroz y maízcon la aplicación de avances tecnológi-cos y científicos; grandes monopolios finan-cieros como las fundaciones Ford y Rocke-feller encuentran en el proyecto una bonita oportunidad para aumentar sus capitales y se van apoderando de él,presentándolo más adelante como la REVOLUCIÓN VERDE;

LA AGROECOLOGÍA, uNA ALTERNATIVA

PARA NuESTRO PAÍS

así van naciendo las multinacionales Mons-nato, Dupont, Syngenta, Dow Chemical y otras que producirán los insumos agrícolas.

La falta de soberanía de nuestra nación permite que se imponga a los colombianos el modelo con el consentimiento de nues-tros gobernantes, iniciando de esta manera la destrucción progresiva de nuestras fami-lias campesinas que arruinadas y desampa-radas llegan a las ciudades a incrementar los problemas sociales del país. seis prácticas de cultivo caracterizan la revolución verde y explicanel porqué es llamado el “modelo de la muerte”: Preparación de grandes ex-tensiones de tierra con maquinaria agríco-la, arrasando toda la vegetación silvestre y desvinculando a las familias campesinas del proceso,como la máquina lo hace todo, el campesino estorba; se imponen las semi-

oscar ruízEducador, Técnico Agrícola y Secretario del PDA

en Santa Fe de AntioquiaexPosición PResentada en evento del comité municiPal

con el FRente amPlio PoR la deFensa de la PRoducción camPesina y el mejoRamiento de sus condiciones de vida

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llas transgénicas que por ser foráneas es-tán en desventaja frente a las nativas para adaptarse a las condiciones de la región, son semillas producidas por empresas tras-nacionales incluyendo manipulaciones ge-néticas en laboratorios que pueden afectar la salud humana.

Se impone la siembra en monocultivos, favoreciendo la multiplicación de plagas y enfermedades y acabando con la variedad de productosen las despensas; Los riegos cada vez son más necesarios por la des-trucción progresiva de la materia orgánica en los suelos que los vuelven altamente permeables; imponen los abonos químicos derivados del petróleo que merman pro-gresivamente la capacidad productiva de los suelos; y para controlar plagas y enfer-medades veneno y más veneno importa-do que contamina las plantas, el aire y las aguas atentando contra la salud y la vida de las especies animales incluyendo al hom-bre que en el comedor le esperauna buena porción de veneno.

Es una agricultura que arruinó nuestros campesinos porque los insumos, el nego-

cio de las multinacionales,progresivamente se hicieron más necesarios y más costos; pero en el fondo nuestra nación corre un riesgo de grandes proporciones,con una agricultura que depende exclusivamente de insumos importados, como quien dice que si nos cierran el ingreso de estos la va-mos a pasar muy mal, la resolución 970 de 2.010 del ICA pretendía, aunque lo nieguen, acabar con las semillas nativas para crear la dependencia exclusiva de las transgénicas en todas las siembras; el líder Cubano José Martí escribió: “pueblo que no logra pro-ducir sus propios alimentos, es un pueblo esclavo”.

Los resultados desastrosos de la revo-lución verde empiezan a cuestionarse por movimientos ecologistas en la década de los setenta del siglo pasado y comienzan las experiencias con cultivos agroecológicos-para producir alimentos y fibras sin agro-tóxicos y en armonía con el medio ambien-te; comienza el movimiento agroecológico de campesino a campesino desarrollado en países centro-americanos (Nicaragua y Méjico). En Cuba después del triunfo de la

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revolución en 1.959 empieza a pensarse en un modelo agrícola soberano y sostenible que garantice la seguridad alimentaria de la población, sin importar lo que piensen o hagan en el resto del planeta; la asociación nacional de agricultores pequeños (ANAP), arranca en el año 1.997 un proyecto llama-do movimiento agroecológico de campesi-no a campesino (MACAC), impulsado por el gobierno revolucionario de Cuba y respal-dado por organizaciones internacionales tomando las experiencias vividas en otros países; en el año 2.010se publica el libro Modelo agroecológico de Braulio Machín Sosa y otros miembros de la ANAP, donde cuentan los prodigios de sus experiencias: Más de 100.000 familias campesinas orga-nizadas en cooperativas, miles de hectáreas protegidas con medidas de conservación, la producción de abono orgánico y humus de lombriz como práctica común y masiva entre esos campesinos; es el modelo de las zonas rurales con animales, árboles, con campesinos, familias y comunidades que trabajan con la biodiversidad y que produ-cen alimentos sanos para la población.

Las mismas seis prácticas agrícolas en este modelo para que deduzcan porqué es llamado “el modelo de la vida”: Prepara-ción de parcelas con el trabajo de la familia

campesina respetando la vegetación nativa que protege contra los vientos y la erosión; de cada cosecha se seleccionan las mejores semilla que utilizarán en las próximas siem-bras y compartirán con sus vecinos; diver-sificación de cultivos y rotación de los mis-mos en las parcelas, ayudando al control de plagas y enfermedades; el aumento pro-gresivo de materia orgánica en los suelos ayuda a la retención de agua reduciendo la exigencia de riegos; utilización exclusiva de los abonos orgánicos producidos por ellos mismos en el compostaje y los cultivos de lombriz; control biológico y uso de produc-tos de origen vegetal para controlar las po-cas plagas y enfermedades que sobrevivan a las prácticas de cultivo anteriores.

Es este un modelo de producción agrí-cola queno utiliza ningún producto impor-tado, por lo que es soberano, sostenible y tiene garantizada la seguridad alimentaria del pueblo con productos variados, frescos, y con el sabor que no podrán igualar los pro-ductos de la revolución verde. Si el cambio debe originarse en una política de estado, vale la pena preguntar ¿cuál partido político en Colombia se acerca en sus propuestas a esta visión de zonas campesinas? Y ¿cuáles líderes colombianos se han ganado la con-fianza para encomendarles la tarea?

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1. Antecedentes y situación actual de ACIADesde su creación el 1 de agosto de 1941, como Sindicato gremial, la Asociación Co-lombiana de Ingenieros Agrónomos, ACIA, ha sido un referente de estos y demás pro-fesionales del agro, cuando completamos el primer centenario (1914-2014) del sur-gimiento de las profesiones universitarias del campo en Colombia. Estas venían evo-lucionando en el mundo desde hace 100 siglos con el surgimiento de la agricultura y la ganadería como elementos básicos en la alimentación de la humanidad.

ACIA ha tenido dos períodos básicos en su existencia. El primero va desde su funda-ción hasta 1971 cuando estuvo al lado de las instituciones y políticas predominantes del Gobierno en nuestro agro. El segundo en el periodo de independencia del Estado, que sigue hasta nuestros días.

Formamos parte de un proceso unita-rio alrededor de FIACOL, Federación de Ingenieros Agrónomos de Colombia, ante insucesos en su quiebra, como resultante de priorización de los “negocios” gremiales vinculados a las políticas agrarias imperan-tes con el Estado Colombiano en la primera etapa de ACIA.

En su segundo período ha entrado a defender la participación de los profesio-nales del agro en la defensa de la produc-ción agraria apoyando y participando en las luchas civilizadas y democráticas de las Asociaciones por la Salvación Agropecua-ria y las Dignidades Cafeteras, Cacaoteras,

REfLExIONES SOBRE ACIA Y EL ¿QuÉ HACER?

Cerealeras, Paneleras, Arroceras, Paperas, Lecheras y del resto del agro colombiano.

2. La situación actual del agro y las políticas que lo afectan

Colombia vive en su sector agrario una profunda crisis que afecta el resto de la economía. Desde la imposición del libre comercio globalizado, especialmente des-de 1990 con la apertura económica de las importaciones, la situación nacional viene empeorando para nuestras profesiones del agro y para todos nuestros productores y consumidores nacionales.

Colombia fue la “despensa” de los Co-lombianos. Nos autoabastecimientos hasta 1958 cuando comenzó la invasión de cerea-les con la Ley Pública 480 de E.U. (Comercio) que abrió las puertas a las importaciones de trigo, cebada, avena y otros productos. Esas importaciones se aceleraron desde 1990 con la apertura económica de las importaciones y se intensifican con los últimos Gobiernos y el actual con los 20 Tratados de Libre Comer-cio, TLC, firmados o en proceso de concretar con las 50 naciones más ricas del planeta.

Todo en favor de sus transnacionales que vienen por todo, por nuestro mercado interior, por nuestras tierras y por el traba-jo de nuestros compatriotas. Todo en be-neficio de unas pocas transnacionales que controlan desde E.U. y otros países nuestra economía agraria y con ello la economía global. El neoliberalismo ha agravado la situación de nuestras profesiones, nuestro agro y nuestra economía en su conjunto.

resumenPResentado PoR heRnán PéRez zaPata en la asamblea oRdinaRia de acia

en bogotá el Pasado 20 de maRzo

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3. El papel del Ingeniero Agrónomo y los profesionales y técnicos del agro en la solución de la problemática agraria, el desarrollo rural y el de la economía nacional

Con el liderazgo académico, gremial y político de nuestros más connotados cole-gas, el finado Hernando Patiño Cruz y Car-los Eduardo Naranjo Ossa encontramos un derrotero patriótico a seguir.

El finado Hernando Patiño Cruz, con los ATENEOS de Palmira en 1985 y Medellín en 1986, se cuestiona el modelo de la revolu-ción verde de las transnacionales y se plan-tean modelos alternativos basados en la agroecología por nuestra SOBERANIA ALI-MENTARIA y desarrollo nacional soberano.

Carlos Eduardo Naranjo Ossa con su deci-dida defensa de la asistencia técnica agraria desde Fedearroz en 1968, hasta la organi-zación y desarrollo de los movimientos por la salvación y dignidad agropecuaria se han sentado las bases para la defensa de la pro-ducción alimentaria y nuestra soberanía na-cional para beneficio de nuestro gremio y de las grandes mayorías del campesinado, los trabajadores y el empresariado nacional.

Un nutrido grupo de nuestros colegas han dedicado sus mejores esfuerzos, al fren-te de la defensa de la producción nacional y la asistencia técnica, al lado de la educación y la investigación agraria, con su mira pues-ta en engrosar los movimientos civilizados y democráticos que consoliden un sector rural participativo y decisorio en el desarrollo de las gentes de la ciudad y el campo.

4. Propuestas para el desarrollo de ACIA

en el futuro inmediato y mediatoDebemos concentrar en las más recien-

tes experiencias de la lucha gremial vin-culada a la defensa del campo frente a las políticas antidemocráticas, anti-agrarias y antinacionales que nos impone el Estado

Colombiano al servicio de las transnaciona-les financieras y comerciales ampliamente favorecidas con el libre comercio globaliza-do y la revolución verde que ya mostró su nocivo efecto en el desastre ambiental que propicia en perjuicio de la vida de la huma-nidad en Colombia y en el planeta.

Debemos fortalecer a ACIA, no solo como organización nacional, sino también con Comités en las regiones donde puedan aglutinarse núcleos de colegas y compa-triotas en defensa de lo nuestro. Debemos apoyar las organizaciones locales, regiona-les y nacionales de los ingenieros agróno-mos y profesionales del agro, en defensa de los mismos objetivos.

Debemos continuar los ATENEOS AGRA-RIOS. Patiño promovió los dos primeros y recientemente hemos cumplido tres más en Antioquia con participación de mu-chos de los dirigentes de nuestro gremio, dirigentes de las dignidades agrarias y de la academia. Debemos fortalecer nuestra permanente actualización de los avances y luchas en pro de una nueva agricultura y ganadería para la SOBERANIA ALIMENTA-RIA y NACIONAL exigiendo el apoyo estatal como ha ocurrido y ocurre con los países más desarrollados del planeta.

Debemos fortalecer nuestros órganos de comunicación con AGRICULTURA TRO-PICAL y el nuevo INFOAGRO COLOMBIA al servicio de las causas que nos son comunes.

Los comuneros, defendiendo nuestras ideas con sus movilizaciones y la Expedición Botánica nos dieron el ejemplo de su posi-ción por la defensa de nuestra soberanía na-cional y lucha por el conocimiento científico y tecnológico más avanzado al servicio de nuestra profesión y la trascendental activi-dad de nuestros productores nacional.

Debemos poner nuestros granos de are-na en la revolución cultural en marcha por nuestra segunda independencia del yugo

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extranjero que afecta nuestra ACIA, nues-tras profesiones y nuestra producción na-cional al servicio de nuestro pueblo.

Referencias y documentos de consulta1. www.infoagrocolombia.com2. Memorias Ateneos Agrarios . Facultad de Cien-

cias Agrarias UN Medellín. Nov. 21 y 22 de 2014; Agroalimentarios de Santa Fé de Antioquia (Mayo 24, 2012) y Medellín mayo 12 y 13 de 2011.

3. Declaración del XIX Congreso Nacional de In-genieros Agrónomos, Villavicencio en apoyo al movimiento de las Dignidades Agrarias. Sep-tiembre 12 al 14 de 2013.

4. Ecología y Sociedad. Hernando Patiño Cruz. 1969. Ediciones Tercer Mundo. 1969.

5. Agricultura sin agricultores? Medellín, Septiem-bre de 2013. (www.infoagrocolombia.com)

6. Sin comida no hay vida, ni país…en los 100 años

de las ciencias agrarias en Colombia. Mayo de 2013. Medellín (www.infoagrocolombia.com)

7. TLC VS SOBERANIA ALIMENTARIA. 2012. (www.infoagrocolombia.com)

8. Sin maíz no hay país. 2009. Hernán Pérez Zapa-ta. Santa Marta.

9. La tierra para el que la trabaja (I, 1972 y II, 1975). Editor Carlos E. Naranjo O.

10. Historia de la huelga y masacre en las banane-ras. Resúmen de 6 ponencias. Editor coautor Hernán Pérez Zapata. 100 p. dic. 6 de 2008 en los 80 años del nefasto acontecimiento. Histo-ria del Monumento de Rodrigo Arenas Betancur en Ciénaga, en homenaje de los mártires bana-neros, promovido por ACIA.

11. Elementos de Fisiología Vegetal Tropical. Yamel López Forero. Pp 1-700. 2013. (www.infoagro-colombia.com).

Bogotá, marzo 20 de 2014.

ALfONSO APONTE LÓPEZPROPONE IMPuLSO A CuLTIVOS PROTEGIdOS

SIN SuELO EN COLOMBIA

El experimentado Ingeniero Agrónomo Alfonso Aponte López egresado de la U.N Palmira, con experiencias em-

presariales en el Valle del Cauca y Sabana de Bogotá y especializaciones en México y Perú, propuso impulsar cursos y desarrollos de modelos de HIDROCULTURA alimentaria para propiciar un desarrollo empresarial para los mercados internos y la exportación con base en productos limpias para una ali-mentación sana. Lo denomina “CULTIVOS PROTEGIDOS SIN SUELO que se ejecuta con TECNOLOGÍAS DE PUNTA HIDROPÓNICAS, AEROPÓNICAS Y ACUAPÓNICAS, combina-das con las últimas tecnologías de CLIMATI-

ZACIÓN del microclima del área protegida, para evitar los daños del EFECTO INVERNA-DERO que se produce por los rayos infraro-jos que se atrapan cuando entra la radia-ción solar al invernadero”.

Su iniciativa fue acogida y el nuevo Co-mité Directivo analizará la realización de eventos de divulgación de éste y otros pro-yectos que permitan fortalecer la actividad profesional y solución a problemas de em-pleo, abastecimiento interno y desarrollo de la economía agraria intensiva. Esta ini-ciativa también ha sido presentada igual-mente en las Juntas Directivas de ASECA UN, y SIADA, en Medellín.

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18Extensión, Comunicación, Cooperación

y Desarrollo Rural por la SOBERANIA ALIMENTARIA con el apoyo de la ense-

ñanza y la investigación al más alto nivel, en pro del bienestar y progreso de la produc-ción agropecuaria en Antioquia, priorizan-do la alimentación sana y agroindustrial, con base agroecológica y familiar, para be-neficio de la población rural y urbana. Resú-men elaborado por Hernán Pérez Zapata, Ing. Agr., MSc. Comunicaciones, exdecano UPTC, Tunja, exprofesor titular U. del Mag-dalena, Santa Marta. Marzo 31 de 2014.

Participantes: Asociación de Egresados de la Facultad

de Ciencias Agrarias, ASECA-UN, sede Me-dellín; Sociedad de Ingenieros Agrónomos de Antioquia, SIADA; Colectivo Regional de Apoyo a La Vía Campesina, Salvación y Dignidad Agropecuaria; el Comité conme-morativo del 2014 como Año Internacional de la Agricultura Familiar, la Asociación Co-lombiana de Ingenieros Agrónomos, ACIA y el Comité Coordinador Conmemorativo del centenario de la Facultad de Ciencias Agra-rias, UN, sede Medellín (1914-2014).

EL PROBLEMA dE LA PROduCCIÓNY ALIMENTACION dE LA POBLACIÓN uRBANA Y RuRALLa Asamblea Departamental y la Gober-

nación de Antioquia crearon mediante la Ordenanza 011 del 23 de marzo de 1914, la Escuela de Agricultura y Veterinaria Tropi-cal, hoy Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional sede Medellín.

Su objetivo central fue la preparación de personal profesional y técnico con el apro-

PONENCIA :LA uNIVERSIdAd EN EL CAMPO

vechamiento de la ciencia para el desarrollo de la producción agrícola y ganadera para abastecer las necesidades alimenticias del campo y la ciudad, propiciando el máximo empleo y el desarrollo agroindustrial del Departamento y el país.

ANTIOQuIA, dESPENSA dE ANTIOQuEñOS Y COLOMBIANOSSe han graduado cerca de 7.000 profe-

sionales y técnicos de las distintas ramas de las ciencias agrarias en niveles de pregrado, postgrado y técnico-tecnológico.

La Secretaría Departamental de Agricul-tura de Antioquia desarrolló exitosos pro-gramas de Extensión, Comunicación, Coo-perativismo y Desarrollo Rural entre 1960 y 1990, con la participación anual de 1.100 profesionales y técnicos permanentes en sus labores de asistencia técnica y social en los 125 municipios del Departamento.

Se impulsaron programas de extensión y desarrollo rural con la organización de cooperativas agrarias, algunas de las cua-les subsisten, como COLANTA Y CONSUMO, para garantizar el mercadeo de los produc-tos alimenticios y agroindustriales.

Antioquia fue la DESPENSA de los antio-queños y el abastecedor de más del 20 % de las necesidades alimenticias de los Co-lombianos que hoy consumimos más de 27 millones de toneladas de alimentos.

Esos programas de la Secretaría Depar-tamental de Agricultura de Antioquia se redujeron a su mínima expresión desde la década de los 90s. Hoy solo emplea un limi-tado grupo de planificadores y evaluadores de programas que están muy lejanos de atender a la gran población rural que com-

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prende más del 30% de la población del Departamento.

Como resultado del libre comercio de alimentos, hoy el país importa más de la mi-tad de la dieta alimentaria de antioqueños y colombianos, sin contar el contrabando. Esta situación afecta el empleo y el medio ambiente de manera significativa.

Se hace necesario desarrollar alternativas que permitan recuperar nuestra producción rural, especialmente, la alimentaria, con la mira puesta en la SOBERANIA ALIMENTARIA y el desarrollo de empleo masivo con el apo-yo a la agricultura familiar, rural y aún urba-na, para una producción alimentaria sana y proveer empleo masivo no solo de los pro-fesionales y técnicos del agro, sino también de la población campesina, pequeños, me-dianos y aún grandes productores agrarios y de Antioquia y el País.

Logrado este objetivo podrá impulsarse la exportación de productos agroecológicos que se constituyen en el “mejor negocio del mundo” como lo promociona la India y lo demandan los países más desarrollados (1).

ANTECEdENTES EN ANTIOQuIA,COLOMBIA, E.u. E ISRAEL, LA ANTIGuA uRSS, CENTRO AMÉRICA Y EL CARIBE, ARGENTINA, BRASIL Y VENEZuELA, entre otros.Además de las experiencias de Exten-

sión y Desarrollo Rural de la Secretaria De-partamental de Agricultura de Antioquia se tiene el caso del Comité de Cafeteros Depar-tamental de Antioquia. Su División Técnica ha prestado un servicio integral de exten-sión en toda la zona cafetera del Departa-mento. Esos programas se han concentrado en la caficultura a través del monocultivo, afectando el desarrollo y economía de los productores, su empleo permanente y su alimentación, al eliminarse el énfasis en la diversificación de explotaciones.

En Estados Unidos, un ejemplo notable, es el del Servicio de Extensión de Iowa Sta-te University. Con el apoyo del Estado de Iowa y el Gobierno Federal llevan la ciencia a los 101 Counties (Munipios) y han conver-tido al Estado de Iowa en el primer produc-tor de maíz en E.U.

Esa experiencia, con la Universidad en el Campo, se ha extendido a más de 18 Es-tados con otras instituciones universitarias para convertir el Medio Oeste de E.U. en el despensa de granos del mundo, con la pro-ducción en maíz de más de 325 millones de toneladas del grano, alimento básico para la nutrición del pueblo y la industria de procesamiento del cereal, esencial en la nutrición animal y la alimentación de los es-tadounidenses.

El modelo de revolución verde aplica-do ha sido un fracaso, especialmente, en los últimos 30 años. Con el monocultivo, proliferan las inundaciones, las sequías, los incendios, la desertización y demás efectos del desastre ambiental que se generalizan debido al uso predominante de la agricul-tura con agrotóxicos y los transgénicos mo-nopolizados por unas pocas mismas trans-nacionales que controlan igualmente el sistema alimentario, sin la suficiente com-probación científica.

Israel muestra un desarrollo exitoso en sus programas de asistencia técnica con el impulso a sus cooperativas en las modali-dades de Kibutz (colectiva), Moshav Ov-dim (familiar) y Moshav Shitufí (colectiva y familiar). Con la agrupación de esas or-ganizaciones solidarias han constituido un sistema cooperativo de comercialización y agroindustria que provee los mercados in-ternos de sus asociados y toda la población rural y urbana.

Además, participa en las exportaciones, especialmente de productos que no pue-den producirse en las zonas templadas por

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el rigor del invierno. Estos sistemas fueron intentados en Colombia por el INCORA con las Empresas Comunitarias, de las cuales solo subsiste una en el Municipio de Guarne.

Actualmente, el Gobierno Nacional im-pulsa programas particulares como las EPSA-GROS, Empresas Prestadoras de Servicios de Asistencia Técnica para el agro, que han tenido enormes limitaciones en Antioquia y todo el país, debido a los incumplimien-tos en las contrataciones centralizadas en el MADT, FINAGRO, DRE Y BBVA, con muy limi-tados presupuestos y una gran incertidum-bre para el mercadeo de su producción ante las masivas importaciones de alimentos en virtud de los TLC. Igualmente por la falta de continuidad en programas de desarrollo ru-ral integrado a nivel de la ciudad y el campo, los municipios y el Departamento.

La URS y Cuba siguieron el modelo de revolución verde de las transnacionales. Contribuyó al fracaso de su producción alimentaria. En Centro América se ha ori-ginado el modelo de agricultura familiar apoyado con la transmisión de experien-cias campesino-a-campesino, que ha sido aplicado en el Caribe con mas de 125.000 familias, contribuyendo en el caso cubano a abastecer las necesidades alimentarias de gran parte de su población rural y urbana.

Argentina tuvo un enorme desarrollo con su producción alimentaria el siglo pa-sado, especialmente durante los períodos de la I y II Guerra Mundiales. Como des-pensa del mundo tuvo un gran desarrollo económico. Mas recientemente, con la im-posición del modelo de la gran agricultura monopolista y de monocultivos ha caído en manos de unas pocas transnacionales para su abastecimiento interno.

Con Brasil se presenta una situación dual. Su programa por la seguridad alimentaria con apoyo a la producción familiar campe-sina, atada al abastecimiento de la alimenta-

ción de las Escuelas y Colegios ha consolida-do una gran experiencia que se pone como ejemplo mundial en el año internacional de la agricultura familiar. Con la vía libre a la gran agricultura monopolista y del mono-cultivo ha entregado mas de un millón de kilómetros cuadrados a unas pocos multi-nacionales que tienen el sistema alimentario familiar y escolar en grave peligro.

El caso más crítico que observamos ac-tualmente es el de Venezuela. Con el aban-dono del campo y su concentración en las importaciones alimenticias, en mas del 95% por ciento de su consumo y esta sometida a la mas grave crisis alimentaria y política de su historia reciente.

BASES PARA uNA ORdENANZA dE LA ASAMBLEA dEPARTAMENTALdE ANTIOQuIA EN EL CENTENARIO (1914-2014) dE LA fACuLTAd dE CIENCIAS AGRARIAS dE LA u. N., SEdE MEdELLIN El modelo de revolución verde de las

transnacionales está agotado. Ha fracasado en Antioquia, Colombia, Iowa, en el Medio-Oeste y California en E.U., en la antigua Unión Soviética y Cuba que han seguido el mismo modelo de desarrollo. Ahora China pretende seguir el mismo Modelo con otros países de los distintos continente, con pre-visibles fracasos por el desastre ambiental que promueve ese modelo tecnológico (2).

El ATENEO AGRARIO realizado en la Fa-cultad de Medellín el 21 y 22 de noviembre de 2013, analizó la problemática de la cen-tenaria institución y su relación con la crisis agraria, con la presencia de 25 ponentes del movimiento agrario y profesional de las ciencias agrarias, incluidos los voceros de los docentes más destacados.

Se concluyó en la urgente necesidad de una mayor vinculación de la UNIVERSIDAD AL CAMPO con programa basados en mo-

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delos alternativos como los que ofrecen la AGROECOLOGIA y ramas afines para impul-sar la SOBERANIA ALIMENTARIA de antio-queños y Colombianos.

Se sugiere desarrollar modelos de co-municación campesino a campesino que han dado sorprendentes resultados en la recuperación de la agricultura familiar en Centro América y el Caribe y otros medios donde se han probado en los últimos 20 en Africa, Asia, Oceania y más de 120 países es-timulados por La Vía Campesina y otras or-ganizaciones rurales. Esas orientaciones se ratifican en declaraciones como la reciente VI Conferencia efectuada en Yakarta, Indo-nesia, en agosto de 2013 y en la Declara-ción de Lima de septiembre de 2013 ( www.infoagrocolombia.com) .

La reciente carta abierta de las dignida-des agrarias colombianos al Gobierno de Juan Manuel Santos, ponen sobre el tapete la necesidad de salidas que nos permitan impulsar la defensa de nuestra soberanía alimentaria con base en el apoyo y desarro-llo de la agricultura familiar.

Debe orientarse con programas surgi-dos de consensos con las comunidades agrarias en todos los municipios, con la vin-culación de profesionales y técnicos vincu-lados localmente con la asesoría y apoyo de profesores y estudiantes, en los Municipios y el Departamento de Antioquia, para recu-perar el que ANTIOQUIA SEA LA DESPENSA DE LOS ANTIOQUEÑOS y se proyecte a nivel nacional como ejemplo abastecedor de su dieta alimentaria basada en la producción regional y nacional.

Estos programas deben orientarse con la defensa y desarrollo de las semillas an-cestrales de nuestros mayores, la materiales genéticos desarrollados y adaptados a las condiciones locales y regionales, la preser-vación y mejoramiento del medio ambien-te, la conservación y desarrollo de las cuen-

cas hidrográficas y sobre todo garantizar el empleo, la educación, la salud y una dieta alimentaria sana para la población rural y urbana.

Se plantea que la Facultad establezca su Servicio de Extensión, Comunicaciones, Cooperación y Desarrollo Rural Integrado con el apoyo de sus actividades de educa-ción e investigación acumulados en los úl-timos 100 años.

Se debe dar prioridad a programas don-de se disponga y se facilite el desarrollo de granjas experimentales y explotaciones de profesionales y técnicos que impulsen la agroecología como modelo de producción para la alimentación sana y la agroindus-trias alimentaria en el Departamento, en el país y para la exportación de excedentes.

BIBLIOGRAfÍA CITAdA, CONSuLTAdA Y RECOMENdAdA(1) Hesterman, Oran E. Fair Food. Growing a

healthy sustentable food system for all. Founder a fair food network.Public Affairs, New York. 2011 [este PRoFesoR de michigan state u. y exPResidente de la Fundación Kellog, comPaRte las cRíticas de los auto-Res de Food, inc y Plantea como salida la agRoecología. se diFeRencia de los movimientos agRoecológicos en que PRoPone el contRol del estado al seRvicio de las tRans-nacionales del sistema agRaoalimentaRio, como existe hoy, en el mundo globalizado].

(2) INFOAGRO COLOMBIA (Periódico virtual). 99 ediciones de septiembre 2010 a abril de 2014: www.infoagrocolombia.com

(3) MEMORIAS ATENEOS AGRARIOS de la Facul-tad de Ciencias Agrarias, U.N. sede Medellín del 21 y 22 de noviembre de 2013; de Santa Fé de Antioquia, Fundepaz, mayo 21 de 2012 y de Medellín, Hotel Nutibara, mayo 12 y 13 de 2011. (www.infoagroco-lombia.com). Ponencia de la Profesora Sonia Jarami-llo al ATENEO AGRARIO [memoRia ateneo agRoalimen-taRio. hotel nutibaRa, medellín. mayo 12 y 13 de 2012. PP 1-404. en cd. contiene 36 Ponencias y documentos Re-FeRentes a los PRoblemas Fundamentales del agRo en e.u. y colombia; el negocio del hambRe y la sobeRanía alimentaRia; antecedentes de las ciencias agRaRias en el valle del cauca; análisis y PRoPuestas del cambio climático de las Reunión de

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delegados de los Pueblos en cochabamba, bolivia, 2010; ex-PeRiencias agRoecológicas en el oRiente y occidente de antio-quia; y memoRias y documentos del ateneo de cali de 1985 con aPoRtes del PRoFesoR heRnando Patiño cRuz y sus discí-Pulos y colegas sobRe ecología y sociedad y exPlicaciones de la evolución de las estRellas al hombRe / memoRia del ateneo agRoalimentaRio de santa Fé de antioquia. FundePaz. mayo 25 de 2012. PP. 1-300. comPRende más de 30 Ponencias y documentos sobRe PaRte de las temáticas del de medellín. se comPlementa con documentos y Ponencias sobRe semillas y tRansgénicos y mineRia al seRvicio de quién?]

(4) Weber, Karl, Editor. Food, Inc. How industrial food is making us sicker, fatter an poorer-and what you can do about it. Public affairs. New York. 2009. Pp 1-322 [documento cRítico elaboRado PoR más de 20 Pe-Riodistas, PRoFesoRes univeRsitaRios, banqueRos, PRoductoRes, sindicalistas, diRigentes cívicos y comunitaRios, indePendientes de las tRansnacionales que dominan el sistema alimentaRio, desde las semillas hasta la comida RáPida, es deciR el sistema nutRicional de e.u. y su PRoyección a nivel global].

(5) Pérez Zapata, Hernán (Editor y coautor). Sin

comida no hay vida, ni país, en los cien años de las ciencias agrarias en Colombia (1914-2014) [aPoR-tes de más de 10 autoRes Relacionados con el análisis de la ecología, la Revolución veRde, la Política agRaRia y ali-mentaRia, esPecialmente en los últimos 60 años. maRzo de 2013.(www.inFoaRocolombia.com)]

(6) ________. TLC VS SOBERANIA ALIMENTARIA. Publicación del Colectivo de apoyo a Vía Campesi-na y Salvación Agropecuaria. Medellín, febrero de 2012. (www.infoagrocolombia.com). [comPendio de Ponencias y documentos de más de 20 autoRes Relacionados con la cRítica a los tlc con e.u. y 13 Paises o gRuPos de Países mas con colombia].

(7) ________. Sin maíz no hay país. Santa Marta, noviembre de 2009. Pp 1-101.

(8) ________. ¿AGRICULTURA SIN AGRICULTO-RES? Recopilación de ponencias y documentos de distintos autores. Septiembre de 2013. (www.infoa-grocolombia.com)

(9) Patiño Cruz, Hernando. Ecología y Sociedad. Editores Tercer Mundo. Pp 1-191.1988.

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Me permito suministrarle la informa-ción que la Corporación posee so-bre los plaguicidas Endosulfan:

A. Información parte jurídica-administrativo:1. El Endosulfan es un plaguicida cata-

logado como insecticidas, comercializado con los nombres de: Endosulfan, Thiodan y Thionil.

2. Es un insecticida con clasificación toxicológica I (extremadamente tóxico). En Colombia los insecticidas categorías I y II están prohibidos en el cultivo del café, ya que, la ley pública del reglamento europeo No. 2092 de 1991 no acepta café de expor-tación con trazas de insecticidas cataloga-das extremadamente tóxicos. La toleran-cia cero, para órgano - clorados en EE.UU. y Europa rigen hoy.

3. El Endosulfan = Thiodan y Thionil, tie-nen como ingrediente activo (IA) un órgano - clorado clasificado en el grupo de los ciclo-dienos. Los plaguicidas con este I.A. están prohibidos en el uso del cultivo de café, des-de el 12 de mayo de 1978, según una reso-lución de Minagricultura No. 209, resolución que esta vigente en la actualidad.

4. En Colombia con anterioridad los ór-gano - clorados habían sido prohibidos por la resolución 447 de diciembre 6 de 1974, que quiso proteger las exportaciones de café. Se tienen también las resoluciones

INfORME ANALÍTICO SOBRE EL ENdOSuLfAN

No. 1849 de septiembre 23 de 1985 y la No. 010255 de diciembre de 1993. Así como los Decretos 704 de marzo 3 de 1986, Decre-to 305 de febrero 16 de 1988, que prohibe la importación, venta y utilización de pro-ductos con I.A órgano - clorados, expedida por el Ministerio de Salud y el Ministerio de Agricultura en cabeza del ICA y con vigen-cias hasta la fecha.

5. En 1995, el Ministerio de Salud saco la resolución 0021 de enero 16 firmada por el señor Ministro de Salud de entonces, doctor Alfonso Gómez Duque y el Secretario Gene-ral del Ministerio, pero que nunca fue publi-cada en el diario oficial, por lo que no tuvo vida jurídica. En ella se consideraba que:

El Endosulfan presenta un perfil de toxi-cología aguda, que lo hace generador de un riesgo muy alto para la salud de quienes lo manipulan, dado su potencial de absor-ción por: ingestión, inhalación y contacto con la piel.

Que dicha sustancia es extremadamen-te tóxica a organismos acuáticos, especial-mente peces y entomofauna benéfica.

6. El Endosulfan está prohibido en el país de Bélgica y severamente restringido en: Argentina, Bangla Desh, Brasil, Canadá, República Dominicana, Dinamarca, Finlan-dia, Gran Bretaña, Hungría, India, Sry Lanka, Holanda, Noruega, Nueva Zelanda, Filipi-nas, Portugal, Singapur, Antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, Tailandia, Venezuela y Yugoslavia.

lilliam Eugenia. Gómez álvarez Ph.D. eco-etología, I.A. [octubRe 10 de 2010]

CORPORACIÓN AUTONOMA REGIONAL DEL CENTRO DE ANTIOQUIA

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7. El Endosulfan junto con el Deltametri-na, El Paraquat y varios órgano fosforados y carbonatos se encuentran listos para ser in-cluidos en el PIC (Prior Informed Conserid) del Código de Conducta de la FAO, sobre distribución y uso de plaguicidas.

8. En Colombia el Ministerio de Salud ex-pidió resolución 01669 del 27 de mayo de 1997, prohibiendo la producción, importa-ción, comercialización y uso de I.A. Endo-sulfan autorizado en el artículo 4º, el uso y manejo único para broca en café. Lo hemos encontrado utilizado en hortalizas y flores en Antioquia.

B. Informe parte técnica Endosulfan:1. Los compuestos como el Endosulfan

que contienen enlaces entre átomos de carbono y cloro, son muy escasos en la na-turaleza, por lo cual los sistemas vivos no se encuentran adaptados para descompo-nerlos, esta circunstancia unida al hecho de ser altamente lipofílico, explica que mu-chos de estos químicos fabricados, tiendan a acumularse a través de la cadena trófica.

2. La dosis letal (DL 50) oral para ratas machos y hembras es 43 y 18 mg/Kg (Hayes y Laws 1991); lo que lo cataloga en la cate-goría I de la E.P.A., extremadamente tóxico según la agencia de protección ambiental de los Estados Unidos. Y clase Ib, altamen-te tóxico de la organización mundial de la salud OMS. El isómero alfa-endosulfán es más tóxico que el isómero beta Endosulfan, lo que hace variar algunas clasificaciones en I y II de la OMS.

3. En el departamento de Antioquia entre lo que ha sido reportado y atendió se encuentran los siguientes casos: a) In-toxicaciones en humanos: El doctor Darío Córdoba, profesor de Toxicología de la U.

de A., afirma “que se han atendido, varios pacientes intoxicados por Endosulfan, sin tener estadísticas el Hospital Universitario San Vicente de Paul”.

La Cruz Roja de Antioquia ha atendido entre agosto 1998 y junio 1999, 11 casos de intoxicaciones, con la muerte de una niña de 2 años, en el municipio de Andes, caso en el que sus padres manifestaron haber fumigado la casa de residencia, mes de mayo de 1999. Este caso fue expuesto por la doctora María Eugenia Jaramillo de Toxi-cología de la Cruz Roja ante el Consejo Sec-cional de Plaguicidas del cual es miembro Corantioquia. [Se anexan estadísticas de la Cruz Roja de Antioquia (anexo 3)].

En Ciudad Bolívar en 1997 luego de un Cabildo Abierto y de una dura polémica entre casas comerciales y los miembros del Consejo de Plaguicidas, se presentó un “suicidio” por “una apuesta”, donde la per-sona fallecida ingirió ½ copa de Endosul-fan, caso atendido por el doctor Manuel Méndez médico salubrista presidente del Consejo de Plaguicidas en ese entonces. La Fiscalía, atendió el caso como suicidio.

4. El Endosulfan tiene efectos sobre: La reproducción: En dosis de 5 mg/kg/día su-ministrado a ratas durante los días 6-14 de gestación causó incremento de mortali-dad en el esqueleto de los fetos. En ratas machos el suministro de 10 mg/kg/día por 13 días causó degeneración en túbulos se-miesféricos y disminución en el peso de testículos. (Hayes W 1984 y 1991).

Efectos mutagénicos: En sistema bacte-riales y en pruebas micro nucleares con me-dula ósea de ratón, sin dañar de los cromo-somas óseos, con niveles de 1 ppm causó daño en eritrocitos humanos. (Hayes 1991).

Capacidad de inducir anormalidades cromosómicas, estructurales como alte-raciones en la mitosis, se ha utilizado para

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descubrir las dosis antimutagénicas de la vitamina C. (Pednekar, MD, et all 1987).

En el metabolismo, es lipofílico, cuando se suministra en grandes dosis, puede apa-recer en la leche en forma de un sulfato.

En plantas es metabolizado a sulfato. En la mayoría de frutas y hortalizas solo el 50 % de los residuos se pierde en 3 a 7 día (Wor-thing 1987) en café el intervalo de seguri-dad es de 120 después de la última aplica-ción (Toledo 1994).

Alteraciones enzimáticos: actúa sobre enzimas metabolizantes de xenobióticos en el cerebro e hígado de ratas; se ha en-contrado que el Endosulfan puede aumen-tar la toxicidad del Malatión por inhibir la acción de enzimas desintoxicantes (Sudan-te et al 1990).

Activación sinergética de estrógenos re-ceptores con combinaciones de la química del medio ambiente (Arnold S et all 1996).

Efectos nitrificantes en 3 tipos de sue-los, con conversiones de amonio a nitratos (Stratton 1990) [(Anexo 1 Revisión bibliográfi-ca encontrada en internet sobre Endosulfan)].

C. Información sobre incidencia, Endosulfan - Broca del caféLa Broca del café: Hypothenemus ham-

pei, es un coleóptero de la familia Scolyti-dae, al pertenecer al orden coleóptero es un insecto poco evolucionado, rudo y con gran capacidad de adquirir resistencia a in-secticidas químicos. Como fitófago de gra-nos de café, se clasifica como un endopará-sito. Es decir que pasa gran parte de su vida activa, el 99 % en interior del grano, para la hembra y 100 % para el macho. El insec-to mide 1.5 mm de largo por ser poco evo-lucionado, no presenta dimorfismo sexual marcado, solamente que el macho pasa su vida dentro del grano, donde nace y muere. La hembra luego de postura no puede vo-lar, pues atrofia los músculos alares.

La hembra sale a buscar frutos nuevos para sus hijos, luego de copular dentro del grano, esto se supone, ya que solo se co-nocen datos de los tiempos que toma para cada estadio, pero no hay un verdadero es-tudio de ciclo biológico donde se tengan como componentes su ecología y etología.

Poco se conoce de la dispersión de la hembra, según Gómes de Lima, ha sido poco estudiado, los datos que se tienen son de Toledo 1940 y Bergamin 1943 quien es-tudió la incidencia de la temperatura en los períodos de: incubación, larvarios y pupa.

Sobre la emergencia del adulto y sus hábitos de cortejo y del macho en sí, no se conoce nada. Como es normal para un co-leóptero, no existe la reproducción parte-nogémica, esto un factor de evolución para los insectos.

La hembra fecundada sale del grano para realizar en un grano nuevo, su única postura, perforando cerezas con el 75 % de humedad (Ticheler 1963). La hembra se al-berga en una galería recta en la corona del fruto hasta alcanzar uno de los cotiledones que estén aptos; donde forma una cámara para poder depositar su postura. Los hue-vos son depositados durante 131 días, en grupos 2 ó 3 por grupo.

La postura se inicia entre el 5 a 10 días, después de la hembra salir del fruto donde se gestó y copuló y coloca 74.1 hueso en promedio (Bergamin 1943).

Calcular el momento de la emergencia del grano de la hembra fecundada para que se de el fenómeno denominado en etología de “coincidencia” concepto este, que estudia el momento en que el huésped es apto para ser controlado por el parásito o depredados, o cuando el control o aplica-ción deben ser utilizado, dominando para ello factores espaciales y temporales. Lo que en este caso sería emergencia de las hembras con la aplicación del Endosulfan,

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para que este control fuese efectivo. En nuestro medio es casi imposible, tanto para nuestros caficultores y técnicos del agro, ya que para esto, se necesitan verdaderos es-pecialistas, que tengan el dominio etológi-co para calcular con una ecuación de regre-sión; manejando parámetros de velocidad de desarrollo de la hembra en función de la temperatura. (Gómez Liliam 1991).

Teniendo en cuenta que todos los gra-nos no son infestados al mismo tiempo y que todas las hembras tampoco emergen al mismo tiempo, una aplicación de Endo-sulfan sólo lograría un control entre el 4 y 8 % de insectos; lo que es poco eficiente.

O sea que científicamente el control de Broca con Endosulfan, es mínimo, pero si causa un daño enorme al medio ambiente, teniendo al hombre incluido dentro de este medio ambiente. Por ello no es cierto que sin Endosulfan o cualquier otro químico, se acaba la caficultura colombiana.

Los químicos no sistémicos (que no flu-yen por el xilema y floema de la planta) no controlan ningún insecto endoparásito de granos (Gómez Liliam 1980).

d. Otras alternativas1. Manejo cultural y control biológi-

co con insectos parásitos, donde se tenga conocimiento de las interacciones entre la planta, el insecto fitófago y sus enemigos naturales (Gómez Liliam 1983).

La liberación de micro himenópteros parásitos, insectos de gran evolución, par-teno- genéricos en su mayoría, de finos há-bitos de cortejo y excelentes parásitos por sus hábitos reproductores como son: Pro-rops nasuta (w), Cephalomomia stephario-deris (B) y Heterospilus coffeicola (Sch) .

Es necesaria su liberación masal y la inte-rrupción del control químico, así como del seguimiento de la dinámica poblacional en campo. La utilización del hongo Beauveria bassiana dentro de un manejo integrado de la plaga.

2. Utilización de proteinazas con efectos inhibidores sobre quitina de huevos y lar-vas (anexo 2). Aspectos sobre los cuales las casas comerciales distribuidoras del Endo-sulfan podrían reconvertirse, en investiga-ción y producción, de plantas mejoradas, eso si avanzando con pruebas específicas sobre consecuencias secundarias.

Bibliografía existente en internet35 páginas más (revisadas por E. Urueta y yo)TI TITLE (ENGLISH): Synergistic activation of es-

trogen receptor with combinations of environmen-tal chemicals

AU AUTHOR(S): Arnold,-S.F.; Klotz,-D.M.; Collins,-B.M.; Vonier,-P.M.; Guillette,-L.J., Jr.; McLachlan,-J.A.

AF AUTHOR AFFILIATION: Dep. Environ. Health Sci., Tulane Univ. Public Health and Tropical Med., 1501 Canal St., New Orleans, LA 70112, USA

SO SOURCE (BIBLIOGRAPHIC CITATION): SCIEN-CE-WASH. 1996 vol. 272, no. 5267, pp. 1489-1492

IS INTERNATIONAL STANDARD NUMBERS: ISSN 0036-8075

PY PUBLICATION YEAR: 1996LA LANGUAGE OF TEXT: EnglishLS LANGUAGE OF SUMMARIES: EnglishPT PUBLICATION TYPE: J (Journal-Article)AB ABSTRACT: Certain chemicals in the envi-

ronment are estrogenic. The low potencies of the-se compounds, when studied singly, suggest that they may have little effect on biological systems. The estrogenic potencies of combinations of such chemicals were screened in a simple yeast estrogen system (YES) containing human estrogen receptor (hER). Combinations of two weak environmental estrogens, such as dieldrin, endosulfan...

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Integrantes Consejo Seccional de Pla-guicidas, miembros e invitados perma-nentes: Dirección Seccional de Salud de

Antioquia, Secretaría de Agricultura, Se-cretaria del Medioambiente de Antioquia, CORANTIOQUIA, CORNARE, CORPOURABÁ, ÁREA METROPOLITANA, U. N, Fac de cien-cias agronómicas, EIA. Universidad de An-tioquia: Escuela de Ingeniería de Antioquia, Toxicología, PECET, Universidad La Sallé, E.I.A., ICA, ARP- ISS, ANDI, Comité de Cafe-teros de Antioquia, Asociación de Consumi-dores, Aplicadores de plaguicidas, Cuerpo de Bomberos de Medellín, Secretaría de Salud de Medellín, SIADA (Sociedad de In-genieros Agrónomos de Antioquia ), ONGS. Pantagoras, Representante Sociedad Civil.

Señor Ministro Juan Carlos Pinzón Bueno Ministerio de Defensa NacionalBogotá. D.C.[ASUNTO: Carta manifestando nuestra preo-

cupación por la reanudación de las Aspersiones aéreas, para la “erradicación” de cultivos de cuya producción se hace un uso ilícito].

Respetado Señor ministro Pinzón:El Consejo Seccional de Plaguicidas del

Departamento de Antioquia que es un ente de carácter asesor, creado por el Decreto 1843 de 1991 por el Ministerio de Salud, y que está integrado por miembros e invi-tados permanentes representantes de ins-tituciones oficiales y particulares, a saber: Dirección Seccional de Salud de Antioquia,

CSPA: CARTA ABIERTAA MINdEfENSA SOBRE NO uSO

dE GLIfOSATO EN ASPERSIONES AÉREAS

Secretaría de Agricultura, Secretaria del Medioambiente de Antioquia, Corantio-quia, Cornare, Corpourabá, Área Metropo-litana, U. N, Fac. De ciencias agropecuarias, EIA. Universidad de Antioquia: Escuela de Ingeniería de Antioquia, Toxicología, PECET, Universidad La Sallé, E.I.A., ICA, ARP- ISS, ANDI, Comité de Cafeteros de Antioquia, Asociación de Consumidores, Aplicadores de plaguicidas, Cuerpo de Bomberos de Medellín, Secretaría de Salud de Medellín, SIADA (Sociedad de Ingenieros Agrónomos de Antioquia ), ONGS. Pantagoras, Repre-sentante Sociedad Civil; aprobó en la sesión 363 de Febrero 6 de 2014 muy respetuosa-

conSeJo Seccional de plaGuicidaS de antioQuia[medellín, FebReRo 12 de 2014]

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mente enviar a usted una comunicación escrita para manifestar nuestra preocupa-ción por la reanudación de las Aspersiones aéreas, para la “erradicación” de cultivos de cuya producción se hace un uso ilícito1.

Es de anotar que en 1996 desde este Consejo Seccional de Plaguicidas de Antio-quia (Colombia), se hizo pronunciamiento y unieron fuerzas con muchas otras institu-ciones en denuncias contra la problemática de las “Aspersiones aéreas de “Roundup”” basados en que la legislación colombiana cuenta con la Ley 99 del 93 donde el Princi-pio de Precaución en el Titulo 1, Artículo 6 dice: “La formulación de políticas ambien-tales tendrá en cuenta el resultado del pro-ceso de investigación científica. No obstan-te la Autoridad ambiental y los particulares darán aplicación al principio de precaución conforme al cual, cuando exista peligro de daño grave e irreversible, la falta de certe-za científica absoluta no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficientes para impedir la degra-dación del medio ambiente”.

Las firmas transnacionales de plagui-cidas fabrican moléculas y venden al go-bierno USAmericano y colombiano para la aspersión aérea contra los cultivos de cuya producción se hace un uso ilícito, aquello que para la opinión pública se denomina “GLIFOSATO”, pero para varios expertos quizás puede ser una molécula desconoci-da, convirtiéndose esto en un nuevo factor de desasosiego.

En el caso de ser Glifosato, este actúa inhibiendo una enzima necesaria en los vegetales, para elaborar tres aminoácidos aromáticos esenciales para su crecimiento y desarrollo; como no se presenta esta ruta metabólica en los animales, se infiere en-tonces que no es tóxico sino en altas dosis. Como lo ha afirmado siempre el gobierno colombiano y reitera la Ministra María Án-

gela Holguín, en las declaraciones dadas al programa Hashtag, el pasado mes de Septiembre de 2013, luego de que se co-nociera la firma del Acuerdo para cancelar la demanda ante el Tribunal Internacional de Justicia interpuesto por el gobierno del Ecuador en 2008.

Se ignora así, por completo, la salud de los campesinos, que viene siendo asperja-da desde 1996; y que el POEA contiene una molécula muchísimo más tóxica que la del Glifosato, lo que le confiere al Roundup unas características toxicológicas diferentes a las del Glifosato. El herbicida Roundup contie-ne 1-4 dioxano, el cual ha causado cáncer en animales y daños en hígado y riñones en humanos; este compuesto es del grupo de las dioxinas y furanos, llamados Conta-minantes Orgánicos Persistentes o COPs. Entre los síntomas visibles se podrían men-cionar: incremento en la mortalidad por cáncer en tejidos blandos, linfoma del no Hodgkin, problemas del sistema nervioso, déficit cognitivo, cirrosis y afecciones del sistema inmunológico. Como disruptores endocrinos, afectan el sistema hormonal sexual, cuyas consecuencias son entre otras disminución de la fertilidad, mal formacio-nes como paladar hendido. (L. Gómez 2011, Conferencia: La problemática con los pes-ticidas en Colombia, www.lapluma.net.co)

El CosmoFlux es utilizado por su afini-dad para adherirse a la cera y quitina de los insectos, con lo que se logra mejor acopla-miento entre la cutícula de tales animales y el ingrediente activo. Ignoran acaso los gobiernos, ¿cuál es su efecto en la dermis humana que, es sabido, tiene componen-tes lipofílicos?

Se desconoce entonces que el Roundup tiene descendencia, es decir que forma meta-bolitos, dado que al liberar un producto en el ambiente, empieza a participar del tejido de la naturaleza y no es común que permanezca

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inalterado; he aquí una de ellas: el principal subproducto de la degradación del Glifosato en ambientes terrestres, es el Ácido amino-metilfosfónico o AMPA, también tóxico.

El Glifosato puede contener cantidades traza de N-nitroso-glifosato o combinarse en el ambiente con nitratos presentes, por ejemplo en la saliva humana o en los fer-tilizantes y formar N-nitroso glifosato. La mayoría de los compuestos N-nitroso son cancerígenos y no existe nivel seguro de ex-posición a un cancerígeno. La degradación del Glifosato puede generar formaldehído, por la vía Glifosato � AMPA � Metilamina � Formaldehido. Este es otro carcinógeno re-conocido. El Roundup Ultra® es fruto de un contrato militar entre empresas alemanas y el ejército de Estados Unidos, para producir un arma química binaria con actividad bio-lógica (www.lphmexico.org/).

¿Y qué podemos decir del daño a los Ecosistemas y por ende a la Biodiversi-dad? Hoy sabemos, que entre otros facto-res, las sustancias xenobióticas para este caso el Roundup, es decir, no producidas por la biota, en su gran mayoría alteran el desenvolvimiento del ecosistema, que a la naturaleza le ha costado millones de años de evolución y coevolución. Este daño no tiene precio, es irreparable, no negociable y deja a los gobiernos colombianos, que han permitido las aspersiones desde 1996, como grandes depredadores del ecosiste-ma, ante el pueblo colombo-ecuatoriano y las generaciones futuras.

No se pueden olvidar las luchas que el pueblo afectado ha dado, las acciones po-pulares para hacer la Demanda en 2008, los múltiples trabajos científicos como los del Dr. Adolfo Maldonado, el Amicus Curiae, los estudios del grupo de científicos y de mé-dicos españoles en 2003, los de IDEA de la Universidad Nacional y tantos otros. Toda ellas, al parecer, fueron en vano…

Es por ello que desde este Consejo, como órgano asesor, se considera que la población Colombiana en los departamen-tos donde se realicen estas aspersiones, así como la biodiversidad y los ecosistemas como tal, seguirán expuestos a un gran pe-ligro. Por ello solicitamos que sea reconsi-derada la puesta en marcha de la reanuda-ción de dichas Aspersiones.

Reciban nuestras consideraciones.

Lilliam Eugenia Gómez ÁlvarezPh.D. Presidente Consejo Seccional de Plaguicidas de Antioquia

Cc.: Ministra de Medio Ambiente y Desa-rrollo Sostenible Dra. Luz Elena Sarmiento Villamizar y al Señor Ministro Alejandro Ga-viria Uribe, Ministerio de Salud y Protección Social. Bogotá. D.C.

Una aclaración necesaria: el adjetivo que demos a la acción del uso que se haga de los cultivos, es una decisión humana, no de la naturaleza; ella no ha evolucionado en especies lícitas o ilícitas, simple-mente ha evolucionado y coevolucionado. En con-secuencia, se está calificando para una cultura, que el uso de tales cultivos no es permitido. Atendiendo a las razones anteriores, en adelante hablaremos de cultivos de cuya producción se hace uso ilícito.Aclaremos también, que el término correcto es AS-PERJAR y no FUMIGAR, ya que solo se fumiga con gas, en sitios cerrados, como fue el caso de las cá-maras de gas nazis, donde se fumigaron seres hu-manos con el pesticida Cyclon B, a base de ácido cianhídrico (ácido prúsico).

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20Quizás suene utópico y hasta cierto pun-

to descabellado pero desde muy joven aprendí que ”la peor diligencia es la

que no se hace”. Pues bien, Colombia está ad-portas de que tal como sucedió con el trigo, cebada, maíz y otra larga lista de cultivos y acti-vidades , su área algodonera se reduzca a cero (0), para sustentar esta posibilidad Monsanto acaba de divulgar que suspenderá la venta de semillas de algodón en Colombia. [http://www.portafolio.co/negocios/monsanto-no-se-va-colombia#comments].

No se requiere ser profeta, ni tener la bola de cristal, simplemente es la realidad de lo que está sucediendo y se agravará a partir del año 2015, fecha en la cual, aparentemente concluye la política mediante la cual a través el CONPES 3401 de diciembre del 2005 recomendó conti-nuar con el PMG (precio mínimo de garantía) hasta el 2015.

Lo que se observa es que los apoyos del Es-tado no han servido para lograr las metas que se propusieron en términos de crecimiento de los rendimientos por hectárea, ni reducción de los costos de producción, el área al terminar el 2013 estaba alrededor de las 30.000 hectáreas cifra que delata que aun con el PMG el produc-tor no se siente estimulado para incrementar las siembras de algodón.

Sin conocer aun las conclusiones de un tra-bajo financiado por el MADR y el Fondo de Fo-mento Algodonero que dará pautas al gobierno para diseñar la política a partir del 2015 y con base en las declaraciones del ministro Lizarralde a raíz de la crisis del arroz, lo más probable es que se modifique el subsidio para el algodón.

¿qué debemos hacer los productores y los ingenieros agrónomos ante esta situación? En mi concepto lo primero es estudiar qué ha pa-sado en estos últimos 10 años? ¿Por qué a pesar del uso de semillas trasgénicas que se anuncia-ban como la solución para incrementar los ren-dimientos y reducir los costos de producción,

INTENTEMOS SALVAR LA PROduCCIÓNALGOdONERA COLOMBIANA

tampoco es un acicate para el productor? ¿Es competitivo el algodón producido en

Colombia? Me atrevo a solicitar que se revisen las conclusiones del trabajo realizado en 1995 y 1996 en el Cesar, apoyado por: Ministerio de Agricultura, CORPOICA y el IICA , sobre abonos verdes y siembra directa, este trabajo mostró que con semillas convencionales (no trasgé-nicas) y siembras directas, los rendimientos en lotes comerciales, 50 hectáreas cada uno, se podía triplicar la producción; este trabajo ade-lantado por el ingeniero Carlos Brigard no se le ha hecho un acompañamiento y proceso con-tinuado de observación. En países como Brasil, Argentina, Paraguay y Chile grupos de agricul-tores tenían problemas similares a los nuestros, compactación del suelo, erosión muy avanza-da, pérdida de materia orgánica, aumento de uso de fertilizantes de síntesis, no hacían culti-vos de abonos verdes, esto sucedía por los años 1970-1975, cuando grupos de agricultores re-solvieron intentar nuevos sistemas de cultivo y entendieron que el uso del arado junto con el exceso de labranza se destruye la materia or-gánica y por lo tanto la estructura del suelo y abren la puerta de la erosión. Debemos insistir en el cuidado del suelo y sus componentes, el suelo no es una matera es un cuerpo vivo con miles de habitantes que los componen y lo mantienen vivo y por lo tanto productivo.

Existe también investigaciones sobre al-godón orgánico que muestran resultados po-sitivos, unamos todos estos esfuerzos y pon-gámonos como meta lograr que, además de continuar los apoyos del Estado, se mejore la productividad y se reduzcan costos. En próxi-mas notas intentaré profundizar en este tema y espero los aportes y comentarios de todos los que creemos en la capacidad de los colombia-nos para producir lo que el país requiere.

Webgrafía: https://www.dnp.gov.co/Portals/0/archivos/documentos/Subdireccion/Conpes/3401.pdfhttp://www.youtube.com/watch?v=Iy-W-CU3HGM

angel alberto Caro

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21Las EPSAGROS, Empresas Prestadoras de

Servicios de Asistencia Técnica Agraria de Antioquia, Boyacá, Nariño, Guajira y

otros Departamentos, son objeto de un “Fal-so Positivo” con serios descalabros. Se en-cuentran en procesos de quiebra y liquida-ción por el incumplimiento en los pagos por sus servicios profesionales por parte de sus contrataciones con el Gobierno de Juan Ma-nuel Santos, al Mnagricultura Rubén Darío Lizarralde, por Finagro y la Fiduciaria BBVA. En consecuencia, los productores campesi-nos, pequeños y medianos se encuentran indignados por la falta de soluciones a un programa cuestionado y que ofrece conti-nuidad incierta por el ancestral abandono del Gobierno al campo, favoreciendo a las transnacionales financieras y comerciales.

Desde Yalí, Itaguí y Medellín se envian cartas al Minagricultura, al Director del Pro-grama Desarrollo Rural con Equidad, DRE (antiguo AIS) Luis Eduardo Quintero, y al Director de Asistencia Técnica de Finagro Jorge Mario Gómez, entidad enemiga de la Asistencia Técnica (desde la Ley 5ª. de 1973) que eliminara la actividad profesional de un “plumazo”, como un requisito a los usuarios del crédito, afectando el empleo de 10.000 asistentes técnicos en todo el país.

Antioquia en las décadas de 1960s a 1980s fue con más de 1.100 asistentes téc-nicos de la Secretaria Departamental de Agricultura, la “despensa alimentaria” de antioqueños y colombianos. Abastecía más de la quinta parte de nuestra dieta diaria nacional. Ahora con menos de 15 profesio-

“fALSO POSITIVO” dEL GOBIERNO CON ASISTENCIA

TÉCNICA AGRARIA

nales, se importa casi toda la “bandeja pai-sa” y con el contrabando más de la mitad de la dieta alimentaria nacional.

Criticamos las pretenciones del Minagri-cultura Juan Camilo Restrepo. Con “bom-bos y platillos” anunció $150.000 millones del DRE para la asistencia técnica a nivel municipal. Era tan insignificante su progra-ma, que solo alcanzaba de a $10 para cada uno de los 15 millones de pobladores del sector rural colombiano.

Con el incumplimiento del MinAgricul-tura del Gobierno Santos, esos programas de asistencia técnica se convirtieron en unos pírricos “aproximaciones de secos de loterías” que se ganaban unos pocos pesos, en menos del 10% de los 1.100 municipios del país. Y dentro de estos, unos pocos pro-yectos, como los contratados con las EPSA-GROS de los Departamentos. Solo llegaban a 7.109 cultivadores.

La “encima” vino con la no entrega y/o entrabamientos con el 20% de los antici-pos, y los retardos de pago de los dineros acordados en las contrataciones del Go-bierno con las EPSAGROS, en estado “agó-nico” o en liquidación.

Las víctimas: los asistentes técnicos, los tecnólogos y operarios de los programas ejecutados en 2012-13; los campesinos vinculados a los programas que les duró el primer año y no cuentan con continuidad garantizada; y los Municipios que con sus mínimos presupuestos tienen que hacer aportes para que se les incluya en el fra-casado programa de la política antiagraria,

hernán Pérez zapataEl dedo en la llaga [www.inFoagRocolombia.com]

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antidemocrática y antinacional del Gobier-no del Presidente Santos. Como “toque fi-nal”, con las masivas importaciones de más de 12 millones de toneladas de alimentos, que se pueden producir en Colombia, con apoyo gubernamental efectivo a la asisten-cia técnica y a la protección del mercado in-terior, se amenaza al país con la quiebra y liquidación del campo.

Para eso son los 20 TLCs con los 50 países más ricos del planeta, los que el actual y el anterior Gobierno han firmado con incon-veniencias y desventajas para Colombia. Documentadamente, los ha denunciado el Senador Jorge Robledo en el Congreso de la República. Los campesinos los han rechazo con sus movilizaciones. Se planea renegociarlos favorablemente para nuestra soberania alimentaria y nacional. Estos TLC van en favor de las multinacionales que vie-nen por todo. Vienen por nuestro mercado interior, tierras, minas y soberanía alimenta-ria en favor de unas pocas multinacionales, con el apoyo del mandato neoliberal que oprime a la nación y el pueblo Colombiano.

Ahora quiere perpetuarse, reeligiéndo-se con “falsos positivos” como los que de-

nunciamos, en contra de la asistencia técni-ca y del bienestar y la vida de las mayorías del campesinado y empresariado nacional. Los mismos actores que han alimentado y contribuido a desarrollar las ciudades y el campo en los últimos 100 años.

El candidato cabeza de lista a la Cámara de Representantes por Antioquia, Rodrigo Saldarriaga y sus compañeros podrán recor-darle a Antioquia y Colombia al poeta de la raza y el maíz Gregorio Gutiérrez González cuando escribía: “Salve segunda Trinidad Bendita; Salve frísoles, mazamorra, arepa; con nombraros no más se siente hambre; Que no muera yo sin que otra vez os vea”.

SOS: La distinguida profesional de las ciencias sociales y estudiante de doctorado (Ph.D.) en agroecologia Erica Rojas se encuentra desapare-cida desde el 2 de enero. Sus familiares y amigos en Tunja, Boyacá, sus compañeros de la UDEA-U.de California (Berkeley), el Colectivo de Apoyo a La Vía Campesina, Salvación y Dignidad Agraria y el Con-sejo Seccional de Plaguicidas de Antioquia, en los que participaba en Medellín, invitamos a enviarnos noticias de su supervivencia.[Medellín, enero 26 de 2014]

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22La Sociedad de Agricultores de Colombia,

SAC, se opone rotundamente al acuerdo co-mercial de la Alianza Pacífico, argumentando

que lo pactado perjudica gravemente la estabi-lidad del sector agropecuario que hasta ahora se mantiene. Para la agremiación es claro que el gobierno colombiano nunca indicó al sector pri-vado y a la opinión pública que utilizando como aranceles de partida el acuerdo con Estados Uni-dos, desgravó unilateralmente al sector agrope-cuario al establecer aranceles iniciales más bajos a todos los productos agrícolas.

Transfirió a los países de la Alianza Pacífico, sin conocimiento de nadie, el avance del pro-grama de liberación que va corrido con EE.UU., con el único fin aparente de acelerar la libera-ción y exposición del sector agropecuario co-lombiano a los intereses y beneficio de los de-más socios de la Alianza Pacífico.

Vale la pena decir que los 74 productos que se consideraron sensibles fueron los contempla-dos por el mismo Gobierno; pese a que los bie-nes sensibles de Colombia eran realmente 209.

Adicionalmente, en estos productos que el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de-termina como sensibles se incluyen las sensibi-lidades de los demás socios comerciales y no precisamente los nuestros.

Otro elemento preocupante es que el Go-bierno Nacional elimina de tajo el Sistema Andino de Franjas de Precios, a pesar de las constancias y solicitudes expresas de algunos congresistas de no hacerlo, dentro de los deba-tes de aprobación de la Ley Marco de Alianza Pacífico. Así mismo, no tuvo en cuenta la soli-citud de varios parlamentarios de proteger el sector agropecuario.

El acuerdo no contempla mecanismos de Defensa como Salvaguardias ni Derechos An-tidumping y por tratarse de un acuerdo pluri-lateral, no cuenta ni con la posibilidad de uti-lización de los instrumentos de salvaguardia consagrados en la OMC.

En casos como el del maíz blanco, donde el Gobierno habla de plazos de 17 años, no dice

ALIANZA dEL PACÍfICO: AMENAZA EL AGRO COLOMBIANO

a la opinión pública que de entrada redujo el arancel base o arancel de partida de 40% a 20%, con lo cual da una desgravación inicial de 50% a los socios de esos países a cambio de nada. Se-gún el Gobierno estableció plazos muertos que no existen, pues aún si no se aprueba inmedia-tamente lo pactado los cronogramas de desgra-vación parten en 2014, con fecha determinada para garantizar que la desgravación avance y se aplique corrida apenas se apruebe el acuerdo.

El caso de la carne de cerdo es aún más gra-ve, el Gobierno informó a la opinión pública en declaraciones de prensa que había logrado 10 años de plazo con 5 años muertos.

Al revisar los listados enviados por el Go-bierno el pasado 6 de febrero la SAC examinó que son 5 años de plazo con México, se des-montan las franjas, se reduce el arancel de par-tida al de Estados Unidos y se desgrava la carne de cerdo en 3 años. En casos críticos como el de la leche se termina de perforar el arancel con el Mercosur, al desgravar la leche en polvo a Chile en tres años.

Una de las causantes del reciente paro agrario fue la importación de leche de Chile, país al que el Gobierno de Colombia se niega a aplicar cualquier medida comercial afectan-do gravemente la producción nacional. Sin medidas de salvaguardia ni mecanismos de defensa abre, “por la puerta de atrás”, el mer-cado colombiano al Mercosur.

En casos como el azucarero, en el cual el Gobierno se ha refiere a exclusión, omite indi-car que de manera consciente y premeditada abre una seria perforación arancelaria al azú-car al incluir en la desgravación los productos con azúcar de la partida 21.06 que generarán flujos de azúcar de consideración al mercado nacional a costa de otros subsector de la pro-ducción nacional.

Así, pues, son estas las razones que llevan a la SAC a mantener su posición de rechazo al acuerdo comercial de la Alianza Pacífico y cues-tionar la transparencia de lo pactado por el go-bierno colombiano.

rEvIsta dINEro.CoMRemitido por Ramiro Camacho Bustos

[la doRada, caldas. Feb., 2014]

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La bancada de la Unidad Nacional del Con-greso el pasado 12 de Noviembre aprobó el Tratado de Libre Comercio con Corea del

Sur, aceptando sin chistar toda la argumenta-ción esgrimida por los voceros oficiales, idénti-ca a la presentada para garantizar el visto bue-no de los 14 TLCs anteriores que han llevado al traste con la producción agropecuaria del país. Con parlantes amplificadores, la dirigencia de las organizaciones gremiales del sector vocife-raban con el Ministro:

“Estamos ante una acuerdo comercial con Corea que es claramente beneficiosos para Colombia, para el agro colombiano y por eso, a pesar de la coyuntura que está atravesando el agro, es el momento de decir que vamos a firmar un acuerdo para apoyar el agro colom-biano”. 1. Las cifras son contundentes y nos muestran el engaño. El sector agrario nacional no tiene la más mínima posibilidad de arreba-tarles parte del mercado de Corea a los países que hoy lo abastecen.

Que solo oportunidades nos ofrece Co-rea, nos anunciaron, que será la puerta para la toma del gran mercado asiático, que tiene 48 millones de consumidores con un ingreso per capita de US$25.000, que es el quinto impor-tador de bienes y quinto de servicios, que es la 12 economía del mundo, que importa 25.000 millones de dólares anuales en alimentos, etc. Recordemos tan solo la alharaca altisonante de los 200 millones de habitantes americanos y los 500 millones de europeos que ávidos es-perarían la llegada de las exportaciones colom-bianas tras la firma de los acuerdos comerciales

“TLC con Corea Del Sur puede consolidar la ganadería colombiana” afirmó Fedegán; “es un hito en la historia, no solo del sector ganadero, sino del agrícola y agroindustrial del país, ya que después de ser fuertemente golpeado con ne-gociaciones comerciales con países altamente ganaderos y directamente competidores, Corea del Sur representa la primera oportunidad para el sector de ser un verdadero ganador en un TLC”, explicó el secretario técnico del Fondo De Estabilización de precios Augusto Beltrán Segre-ra; y además señaló “ que más del 90% de los pe-queños productores de Colombia “viven de las precarias rentas, tanto del engorde del ganado como de la producción de leche” y concluyó “ Es así como el TLC con Corea del Sur puede salvar a la ganadería colombiana al evitar que vendan

TLC CON COREA Y LA GANAdERÍA

leche a bajos precios, en muchas ocasiones por debajo del costo.” 2.

El presidente de la SAC, Rafael Mejía, señaló que el gran beneficiado con la aprobación en el Senado del TLC con Corea es el agro. “Las fru-tas, carne de cerdo y lácteos son algunos de los alimentos que aumentarán sus exportaciones hacia este país”3.

Estados Unidos, Nueva Zelanda, Australia, Países Bajos, Francia, Alemania, Canadá, Italia y Uruguay, son los 9 países que en orden de im-portancia hoy abastecen el mercado de Corea en leche y productos lácteos y a quienes tene-mos que desplazar si pretendemos colocar allí un kilo de los lácteos nuestros. El mercado de Corea no está desabastecido; por el contrario, se lo disputan las potencias lácteas mundiales, Nueva Zelanda, Estados Unidos y la Unión Eu-ropea. Nuestra leche no tiene la más mínima posibilidad de competir con ellos y no deja de ser un engaño irresponsable a los ganaderos co-lombianos, mostrarles este TLC como su tabla salvadora. Causa suspicacia que quienes mani-festaron reparos a la firma de los acuerdos ante-riores por lesivos para el sector lácteo nacional, como en la práctica sucedió, hoy afirmen que seremos capaces de despojar a nuestros “so-cios” del mercado del país asiático. Y también a Argentina, que coloca 200 mil toneladas de le-che anuales al mercado internacional, atrás de Nueva Zelanda y la UE, y que ya ha incursionado en el mercado de Corea con leche larga vida. 4. (Valorsoja.com, 13 de Sep de 2013 )

En carne la situación no es diferente, ten-dremos que derrotar 10 poderosos contrin-cantes. En el presente año Brasil ha exportado 1.8 millones de toneladas de carne, India 1.6, Australia 1.5 millones, Estados Unidos 1.3 mi-llones, Nueva Zelanda 580 mil, Uruguay 300 mil, Canadá 310, Paraguay 300, Unión Europea 205, México 200 y Argentina 180 mil . Colombia 17.000 toneladas. 4. Hacen alboroto porque se le exportaron 25 toneladas a Angola. Risible.

Quedarán al desnudo estos dirigentes ven-trílocuos de la antinacional política santista, como vienen quedando todos los desvergon-zados neoliberales de oficio, ante la contun-dencia de las cifras que muestran al agro como el gran perdedor y frente a las multitudinarias manifestaciones de la inmensa mayoría de los productores agrarios que hoy resisten el desas-tre causado por más de 20 años de apertura.

ramiro Camacho bustos[la doRada, caldas, 7 de diciembRe de 2013]

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El sector lácteo quedó para efecto de los acuerdos firmados con el gobierno na-cional a raíz del Paro Nacional Agrope-

cuario, en la mesa de negociación al lado de los productos de clima frio. El pasado Jueves 24 (Oct.), Dignidad Agropecuaria convocó una reunión para abordar la discusión sobre el grado de cumplimiento del gobierno so-bre lo firmado y para preparar la reunión con el Ministro de Agricultura programada para el viernes 25. El 7 de Octubre el Ministerio de Industria y Comercio, expidió el decreto 2210, por el cual se establecen unas medi-das de salvaguardia, primera exigencia de la movilización agropecuaria.

En total se rubricaron 88 puntos para productos de clima frio y leche, café, cacao, arroz y panela. Se han cumplido totalmen-te 5, parcialmente 10 y se ha incumplido en 71. Menos del 7% se han honrado, y se han incumplido en más del 80%.

Para los cultivos de clima frío y leche, se firmaron 46, cumplidos 3, parcialmente cumplidos 6 e incumplidos 35. Los compro-misos están inconclusos en un 76%.

En la reunión con el nuevo gerente del Banco Agrario y el Ministro, quien llegó con más de tres horas de retraso y participó es-casos minutos, no fue posible la discusión de la matriz de cumplimiento de los acuer-dos presentada por nuestros voceros; no estar preparado para ello dijo el ministro y estar recién posesionado argumentó el ge-rente. Se nos informó del proyecto de Ley 134 de 2013, presentado al congreso, “Por medio de la cual se adoptan medidas en materia de financiamiento para la reacti-vación del sector agropecuario, pesquero,

¡LA BuRLA dEL GOBIERNO AL SECTOR LÁCTEO

Y AGROPECuARIO dEL PAÍS!

acuícola, forestal y agroindustrial, y se dic-tan otras disposiciones relacionadas con el fortalecimiento de la Corporación Colom-biana de Investigación Agropecuaria - COR-POICA”, y se nos instó a participar en la dis-cusión del mismo en el legislativo.

Para resolver el álgido problema de los desbordados costos de producción, nos en-teraron, sin detalle alguno, de la expedición de una tarjeta que habilitaría a los produc-tores para adquirir sus insumos a precios diferenciales a los del mercado.

En conclusión, no se pudo discutir con la dirigencia oficial, el grave retraso en el cum-plimiento de lo pactado, mucho menos la efectividad de las medidas ya tomadas para el punto central, como son las importacio-nes de productos agropecuarios. La trage-dia de nuestros agricultores y ganaderos con las deudas bancarias y a terceros, que-da en el limbo al depender de la suerte del proyecto de Ley presentado al congreso y la reducción efectiva de los costos de pro-ducción queda supeditada su discusión a la aparición de la tarjeta comentada.

Con el decreto 2210, del 7 de Octubre, se otorga un contingente de 1.644 ton de leche en polvo a los países de la Comuni-dad Andina. En 2012, de Bolivia ingresaron 726 Ton, de Ecuador 3.471 para un total de 4.197 Tonelaadas. Las 2.553 toneladas que dejarían de ingresar al aplicaar la medida, re-presentan tan solo el 5% del total de lo ator-gado en todos los TLCs firmados, volumen que puede ser fácilmente reemplazado por leche chilena, país con el que tenemos libre comercio y que nos envió más de 10.000 ton el año pasado. La medida es totalmente ino-

ramiro Camacho bustos

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cua para la crisis que padece el sector. Para lactosuero, el decreto 2210, otorga un con-tingente de 4.698 ton a los países de la Co-munidad Andina y Mercosur. En el cuadro, de la Oficina de Planeación de Fedegán, y de la Dian, se muestran las importaciones de lactosuero desde el año 2001 y del que podemos concluir:

Que en promedio en la década pasada, ingresaron al país más de 6.000 toneladas de lactosuero. El decreto 2210, de entrada le otorga a estos países el 77% de lo impor-tado, que debe sumarse a las toneladas que sin ninguna restricción nos puede llegar de Chile, Estados Unidos y la Unión Europea, a quienes les otorgamos libre despacho con cero arancel desde el primer día de la firma de los acuerdos.

Ante la burla que para el sector lácteo podemos considerar las decisiones toma-das al amparo del decreto 2210, la negli-gencia del gobierno de honrar la palabra empeñada, y la gravedad de la situación socio económica de las áreas rurales, los productores de leche debemos apoyar y participar de manera activa en la Movili-zación hacia Bogotá, que ha convocado Dignidad Agropecuaria Nacional para fines de Noviembre o principios de Diciembre, y que ratificará la persistencia en el rescate y la salvación de la producción y el empleo agropecuarios del país.

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23Para empezar este debate, es absoluta-

mente imbécil, porque quienes están proponiéndolo a favor del café robus-

ta son unos ignorantes absolutos de la fi-siología del cafeto. y resulta que ignorante no es quien desconoce las cosas, sino como decía platón, ignorante es quien pretende conocerlas y habla desde su ignorancia. como lo hace el ministro lizarralde.

Un hombre no sólo ignorante sino co-rrupto como se lo ha demostrado desde hace algunos días el senador jorge robledo, porque no ha respondido la pregunta clave sobre de quién es realmente indupalma y porqué quienes esquilman a los agriculto-res pobres de diferentes partes del país, tie-nen sus sedes financieras en panamá y las islas caimán.

Ningúna especie o variedad de cafeto resistiría la toxicidad de los altos niveles de aluminio de los suelos de la altillanura del orinoco, así que quienes desde su arro-gante ignorancia quieren meter al país en el esperpento de cultivar robustas en tales lugares son unos irresponsables, así como aquellos que se inventaron el esperpen-to de tumbar los bosques nativos y los de sombrío de la zona cafetera para sembrar caturra y variedad castillo acabando a su paso con los cafetales de arabigo.

Esto ha sido una tragedia para la cafi-cultura colombiana y un ecocidio de pro-porciones bíblicas. por más tecnología y fertilizantes calcáreos que se gasten en los suelos altamente ácidos de la altillanura, no

dEBATE TÉCNICO A fEdECAfE Y MINAGRICuLTuRA:

ESTO APENAS EMPIEZA

podrán resolver la cuadratura del círculo que implica la elevación del ph de 2.5 en promedio, a un nivel decente para todos los cultivos y especialmente para todas los robustas del órden de 5.3.

O sea que aún resolviendo el problema del ph, estos suelos, debido al su alto con-tenido de aluminio,finalmente sólo servirán en adelante para cultivar helecho marrane-ro o para hacer ladrillos, porque no existe sobre el planeta, y menos en colombia, un estado económicamente suficiente para adecuar los suelos de la orinoquia.

Sospecho que este costo se lo trans-ladarán los propietarios como el Ministro Lizarralde y sus secuaces, al bolsillo de los colombianos como usted. la propuesta no sólo es imbécil sino satánicamente venta-jista y canalla.

Reto a cualquiera resolver el problema de que el aluminio inhibe irreversiblemen-te el ingreso de los cationes como el calcio,

yamel lópez ForeroCarta de Yamel Lçópez Forero (Ing. Agr. Ph.D.) a Álvaro Tobón Jaramillo,

sobre el atentado del café robusta en la orinoquia.

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el potasio, el magnesio y otros nutrimentos vegetales a nivel de la membrana de las cé-lulas radicales, lo cual genera un insoluble problema nutricional para la mayor parte de los cultivos económicamente representati-vos. El ejemplo clásico y más representativo que estos ignorantes dueños de la palma africana se niegan a aceptar, torpe y malicio-samente, por su codicia infinita, es el de la pudrición del cogollo de la palma africana.

Esta resulta del complejo constituido por los altos niveles muy tóxicos de alumi-nio en los suelos, los bajos niveles de calcio en ellos, así como los estados deficitario de boro en todos ellos (< 1 ppm).

Por otro lado, cómo resolverán la defi-ciencia endémica del molibdeno necesario para el metabolismo del nitrógeno? Así las cosas, mi querido amigo, báileme este trom-po en la uña y me comunica los resultados.

Reciban un gran abrazo usted y Nubia,Yamel López forero

Ah!, se me olvidó mencionar el proble-ma casi insoluble de las inundaciones esta-cionales en los suelos de la orinoquía. redu-cen la oxigenación de ellos , lo cual inhibe el ingreso de los nutrimentos a la planta, ya que tal ingreso es un fenómeno de trans-porte activo que necesita irremediable-mente del concurso del oxígeno a nivel de la membrana de las células radicales.

Cómo resolverán este problema los ge-nios que están proponiendo este esper-pento?, los reto a que me respondan. de nuevo, reciban un gran abrazo, Yamel

[Artículo La República: http://www.larepu-blica.co/economia/el-debate-sobre-la-siembra-de-robustas-divide-al-minagricultura-de-la-federaci%c3%b3n_64826 economia, viernes, septiembre 27, 2013]

¿IMPORTACIÓN dE AGuA A COLOMBIA?

Colombia posee una de las más abun-dantes existencias y reservas de agua del mundo. Podrá aceptarse que so-

mos uno de los más grandes importadores de ese vital y precioso líquido? Veamos los argumentos del NOTABLE Ingeniero Agróno-mo tolimense Yamel López Forero, egresado de la UPTC, Tunja, Magister del Programa de Graduados del ICA-UN-Tibaitatá, Master y Ph.D. en Fisiología Vegetal de la Univ. de Lo-vaina, Bélgica y Profesor Emérito de la Univ. Nacional, sede Palmira. Es además autor del libro “Elementos de Fisiologia Vegetal Tropi-cal” difundido por INFOAGRO COLOMBIA en su edición 82 (www.infoagrocolombia.com/archivos/edición 82/mayo 16-31/2013).

Yamel López forero: “para producir una tonelada de soya (planta c3) son necesarias 600 toneladas de agua, mientras que para

producir una tonelada de maíz (planta c4) se consumen 400 toneladas de agua en pro-medio, por tanto, para producir una tonela-da de maíz (c4) y de soya (c3) se consumen (600 + 400)/2 = 500 toneladas de agua.

Por tanto, como estamos importando 12 millones de toneladas de productos agríco-las tanto c3 como c4, tenemos que el total de agua invertida en esos productos impor-tados es: 12 millones x 5oo=6.000 millones de toneladas de agua.

No estamos contando el valor del traba-jo requerido para producir esos 12 millones de toneladas de cosechas agrícolas, lo cual quiere decir que no sólo importamos agua desde usa, argentina, brasil, bolivia y cana-dá sino también el valor del trabajo de los obreros de esos países productores, con el consecuente paro de nuestros trabajadores y campesinos.

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Por eso debemos alertar a nuestros campesinos del peligro inminente del gru-po alianza del pacífico pues nos inunda-remos de productos agrícolas de méxico, chile, perú y triangulados desde usa, lo cual desaparecerá nustra agricultura y nuestra soberanía alimentaria.

Viva el paro nacional agrarioYamel López foreroIngeniero Agrónomo, PhD

Colombia puede producir las casi 30 millones de toneladas de alimentos que consumimos anualmente los 47 millones de pobladores de nuestro país. Para ello se requiere el apoyo del Estado como ha ocu-rrido por más de 224 años en E.U. y en la Comunidad Europea, con subsidios, inves-

tigación, asistencia técnica, mercadeo y de-más apoyos necesarios para lograr ese au-toabastecimiento y el mejroestar del 32 por ciento de la población colombiana que vive en las zonas rurales del país (Estudio PNUD entregado al Gobierno Santos en 2012).

Estas argumentaciones muestran fe-hacientemente que las políticas para el campo son antiagrarias, antinacionales, an-tiambientales causante del desastre climá-tico global. Benefician temporalmente a los países con los que el Gobierno Colombiano ha acordado Tratados de Libre Comercio, TLC, favorables a los intereses externos y en contra de nuestros productores y con-sumidores nacionales. Y con ello en contra de nuestro desarrollo nacional soberano y nuestra soberanía alimentaria.

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24Las dos más grandes movilizaciones de

resistencia del sector agropecuario en las últimas décadas son el paro de cul-

tivadores y jornaleros de café y cacao inicia-do en febrero de 2013 -que duró doce días, movilizó a 120 mil campesinos y abarcó a 13 de los 32 departamentos del país- y el Paro Nacional Agrario, que empezó el 19 de agosto y aún se mantiene, contando con la participación en algunos momentos de más de 300 mil protestantes y coincidente con camioneros y mineros. Ambas han puesto al descubierto la destrucción del débil aparato productivo nacional como secuela de la fu-nesta aplicación de las políticas imperialistas neoliberales y de libre comercio.

Desde 1990, al final del gobierno de Virgi-lio Barco y pasando por los gobiernos de Ga-viria, Samper, Pastrana, Uribe y Santos, se ha impuesto a rajatabla todo el recetario neo-liberal y aperturista del Consenso de Wash-ington. Estados Unidos obligó al país a des-proteger por completo el mercado interno, a levantar las barreras arancelarias, a eliminar las solicitudes previas de importación, anuló al Banco de la República en el control de la tasa de cambio y demás manejos de la mo-neda e impuso los leoninos tratados de libre comercio (TLC) con Estados Unidos, con la Unión Europea y ahora con la denominada Alianza Pacífico, entre muchos otros. Resulta cada vez más dañina la carga de la actividad extractiva de carbón, níquel, oro, esmeral-das, petróleo y gas, con dadivosas ventajas a las multinacionales gringas y europeas y con la grave consecuencia de la enferme-

TRAS 20 AñOS dE APERTuRAECONÓMICA: CAMPO E INduSTRIA

EN RuINAS Y EL PAÍS EN RESISTENCIA

dad holandesa, provocada por esa inversión extranjera que revaloriza el peso, abarata las importaciones de todo tipo y arruina a los escasos exportadores de la industria y el agro nacionales.

Las consecuencias no pueden ser más funestas. Pasamos de importar 700 mil to-neladas de alimentos en 1990 a 10 millo-nes en 2012. En reciente debate, el senador Jorge Enrique Robledo denunció que pasa-mos de importar cien kilos por habitante de productos agropecuarios en 1994 a 231 en 2011, todo en detrimento de los producto-res nacionales grandes y pequeños. La su-perficie de cultivos transitorios descendió de 2 millones de hectáreas en 1993 a me-nos de 1,5 millones de hectátreas en 2011.

Hoy gran parte de los más de 20 millo-nes de hectáreas de tierras aptas para el cultivo, se dedican a ganadería extensiva, como también a plantaciones de palma africana, caucho, flores y caña para azúcar y etanol mientras perdemos la soberanía alimentaria.

La economía campesina, ya agonizante por la apertura económica de los años 90, ve venir su liquidación total con las impor-taciones en curso de lácteos, carnes de cer-do, pollo y res, arroz, jarabe de maíz, grasas, legumbres y verduras, con la implementa-ción de los TLC con Estados Unidos, Euro-pa y la Alianza Pacifico. Razones suficientes para que los campesinos organizaran las contundentes manifestaciones que hoy sa-cuden a Colombia y elevaran su compren-sión sobre la soberanía económica y la de-

Gustavo triana suárez

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fensa del mercado interno.La situación del resto de la economía no

es menos grave. La participación de la in-dustria en el Producto Interno Bruto dismi-nuyó del 21,1% en 1991 al 12% en 2012. La balanza de pagos del país se tornó negativa y la deuda externa superó los 83 mil millo-nes de dólares.

Por la negación de derechos y obligacio-nes sociales el aparato estatal se achicó; los servicios públicos domiciliarios se privatiza-ron en manos de monopolios extranjeros; la salud y la educación se convirtieron en mer-cancías a las que solo acceden los ciudada-nos que pueden pagarlas y la mano de obra fue abaratada hasta la pauperización como condición sine qua non para los inversionis-tas extranjeros y las privatizaciones.

No menos desastroso se vislumbra el pa-norama laboral: desempleo del 11%, infor-malidad laboral del 60%, de las más altas del continente junto con Bolivia y México, de los salarios más baratos de América Latina y una tasa de sindicalización del 4% de la pobla-ción económicamente activa, efectos todos devastadores de la pérdida de soberanía. La recolonización imperialista, en suma, está destruyendo el modesto aparato producti-vo construido durante más de un siglo y lan-zando al atraso a la nación entera.

La resistencia ha ido en aumento. Pro-ductores, campesinos y jornaleros se han levantado en manifestaciones cada vez más grandes y combativas. Van en aumento las huelgas y protestas obreras en defensa de los recursos naturales, contra los abusos de las multinacionales y contra la tercerización laboral y por estabilidad en el empleo.

Las luchas cívicas contra los megapro-yectos mineros han movilizado hasta a cien mil personas en una sola ciudad, como es el caso de Bucaramanga para defender la cuenca hídrica de su acueducto ante las pretensiones de la minera Grey Star de

Canadá. Y los estudiantes universitarios organizados en la Mesa Amplia Nacional Estudiantil, MANE, detuvieron la regresiva reforma de las universidades intentada por Santos.

Son cada vez mayores los apoyos a las luchas populares provenientes de obispos, sacerdotes, gobernadores, alcaldes, diputa-dos, concejales y empresarios de los niveles regionales. Mientras tanto, en lo nacional se hacen escuchar dirigentes gremiales, gen-tes del arte y la cultura, académicos, depor-tistas, columnistas, y la comprometida ban-cada parlamentaria del Polo Democrático Alternativo con el senador Jorge Enrique Robledo y con su candidata presidencial, Clara López, a la cabeza, acompañando to-dos los pleitos de las masas y los sectores sociales afectados por las políticas del pre-sidente Juan Manuel Santos. Es el único par-tido con presencia en el parlamento que no apoya a un gobierno que se caracteriza por favorecer los intereses de los inversionistas extranjeros, apoyar incondicionalmente la política exterior norteamericana y que ac-túa con autoritarismo contra las protestas ciudadanas.

Durante el desarrollo de este Paro agra-rio, minero, de camioneros y trabajadores de la salud abundaron los abusos y excesos de fuerza de la policía contra los manifes-tantes e incluso infiltró las marchas para co-meter actos de vandalismo y desprestigiar la lucha, como lo prueban serias denuncias que circulan por las redes sociales.

Los multitudinarios levantamientos de poblaciones enteras, ayudarán a que termi-ne concretándose el más amplio frente de los afectados por las políticas imperialistas. Solo un frente así será capaz de recobrar la soberanía y establecer en Colombia un go-bierno nacional y democrático.

Bogotá, septiembre 4 de 2013

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251La falta de voluntad política, para cum-

plir con los mandatos de la Constitu-ción Política Colombiana y las leyes del

país, que pretenden garantizar la soberanía y seguridad alimentaria de la población y la calidad de vida de los agricultores.

2. Los auxilios del Estado se han conver-tido en limosnas, más que en un verdadero fomento a la producción, comercialización e industrialización de los productos del sector. Esto no resuelve ningún problema, pero si contribuye a la corrupción y estan-camiento del sistema productivo.En caso de pactar ayudas, deben ir dirigidas a los agricultores debidamente legalizados ante el Estado, yen especie más que en dinero.

3. Altos costos de los insumos. El señor Ministro de Turno doctor Francisco Estupi-ñan señaló que el problema es complejo, puesto que no se conocen los costos invo-lucrados en la cadena, lo cual es desconcer-tante, sobre todo viniendo de la primera autoridad del sector agropecuario del país.

4. Los hechos de corrupción señalados permanentemente por las diferentes me-dios de comunicación, lo que ha conducido al ingreso de mercancías de contrabando, tanto de insumos como de productos (leche, papa, hortalizas, carne…)sin los debidos controles.Dónde está la función de la DIAN, el ICA, el INVIMA y demás autoridades?

5. Altos costos de los combustibles y de las fuentes de energía. La energía eléc-tricase tiene que pagar como energía co-mercial para tanques de enfriamiento, equipos de ordeño, equipos de bombeo y otros equipos requeridos en las activida-des agropecuarias.

SITuACIÓN dEL SECTOR AGROPECuARIO EN ANTIOQuIA

6. El retraso de la DIAN en devolver los IVAs generados por la compra de materias primas para la producción.

7. La deficiencia en las vías de comuni-cación, por falta de mantenimiento y en otros sitios por carencia. Poco desarrollo de sistemas de cables-vía, que pueden ayudar a transportar los productos en las zonas más escarpadas.

8. Altos costos de los fletes de las vere-das a los municipios y de éstos a los centros de acopio, agravados por los procesos de intermediación y condiciones desfavora-bles de los campesinos frente a los interme-diarios. En muchas ocasiones no se pagan ni los fletes, en cuyo caso los agricultores tienen que dejar perder las cosechas, con la imposibilidad de tener un ingreso mínimo para su subsistencia y la de su familia.

9. La falta de planeación y ejecución oportuna de los recursos para el apoyo de las investigaciones y programas de trans-ferencia de tecnología. Cuando llegan los recursos, los agricultores están cansados de esperar y pierden la confianza en las instituciones.

10. El desgaste del sistema de investi-gación por falta de objetividad en la eva-luación de los proyectos, desinformación y cambios permanentes en las normas de las convocatorias, las cuales a última hora pueden ser intervenidas por los gober-nantes de turno, para reducir los aportes o cambiar las prioridades. Esto ha venido desestimulando a los investigadores, por la dificultad para conseguir los recursos suficientes, oportunos y sin trabas admi-nistrativas para su ejecución.

Documento aportado por la Ing. Agr., Profesora Emérita Univ. Nacional, Medellín y Vocal de SIADA: [email protected]

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11. La falta de conformación de verda-deros equipos multidisciplinarios e inte-rinstitucionales, que conduzcan a resolver de manera eficaz los problemas de la pro-ducción agropecuaria de manera sosteni-ble ambiental, económica y socialmente. Hay mucho recelo entre investigadores de las diferentes entidades e incluso dentro de las mismas. Debe haber un mayor con-trol social y establecerse mecanismos para romper los feudos y lograr la cooperación entre y dentro de las instituciones. Los mé-ritos se deben reconocer por los avances en los procesos productivos y no por las publi-caciones, muchas de las cuales no se cono-cen en el país.

12. La incorporación de nuevos agricul-tores con muchos recursos de orígenes des-conocidos, los cuales han desplazado a los pequeños productores de sus actividades diarias puesto que no pueden competir en condiciones de igualdad. Era más próspero el Municipio xxx cuando muchos pequeños agricultores cultivaban su parcela, orde-ñaban sus vacas y tenía ilusiones y buena calidad de vida, que ahora que hay gran-des extensiones de un cultivo, con efectos ambientales serios y que explotan al jorna-lero, pues no se genera un proceso de vin-culación laboral, ni de compartir utilidades como se realizaba en el sistema anterior.

13. Poco desarrollo agroindustrial en las zonas de producción o de valor agregado a los productos.

14. Dificultad para acceder al crédito, el cual a su vez no tiene incorporado el con-cepto de un verdadero crédito de fomento.

15. Se ha privilegiado la actividad co-mercial frente a las actividades DE PRO-DUCCION. Se aplica el adagio de que la tie-rra empobrece y embrutece.

16. En un alto porcentaje de los muni-cipios y/o sus veredas, no hay buenas con-diciones para la calidad de vida en el cam-po en cuanto a servicios de agua potable, luz, teléfono, internet, campos de deporte y otras actividades de recreo y formación académica y cultural.

17. Se ha perdido la vocación de las nue-vas generaciones por las actividades del campo, en condiciones de una actividad de personas de bien.

18. La falta de experiencia de campo de los profesores de las facultades agrarias, que se han enfocado a la vinculación de doctores (Ph.D), sin experiencia ni cono-cimiento a profundidad de los problemas del campo. Esto conduce a la realización de proyectos de investigación muy costo-sos y descontextualizados de las verdade-ras necesidades de la producción y a la for-mación de profesionales con muy buenas bases de teoría, pero poco prácticos y con muy poco contacto con el campo y sus problemas productivos. Hay que buscar un equilibrio entre los conceptos básicos y sus aplicaciones, entre los profesores muy experimentados en el campo y los muy es-pecializados en los trabajos de laboratorio, para dar una verdadera formación integral, incluyendo las bases de economía, ética y capacidad de transferir el conocimiento a los diferentes niveles de productores del campo colombiano.

SELECCIÓN Y COMPILACIÓN DE ARTÍCULOS / COAUTORI Hernán PéREz zAPATA I

D I S E Ñ O Y D I A G R A M A C I Ó NI Elkin J. CALLE CORTéS I

Una publicación de INFOAGRO COLOMBIA/2014I www.infoagrocolombia.com I