Sobre el pecado origninal

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IV. Teología del Pecado Original 1.1. La justicia original La situación-paraíso comprendería la existencia histórica de un lugar geográfico preciso, en el que una primera pareja habría disfrutado de la posesión actual del don de la gracia y otros privilegios que conferían a sus beneficiarios una especie de inmunidad frente a las experiencias negativas inherentes a la condición humana. 1.1.1 El designio originario de Dios El concilio de Trento, en su primer canon no quiso definir que Adán ya poseyese el don sobrenatural, pero sí bastaría con una ordenación a ese don. No es de fe que la situación-paraíso se haya realizado de hecho históricamente. El paraíso constituiría, pues, en un encontrarse inmerso en la corriente de una evolución sobrenatural; la justicia y santidad serías la orientación jacia la perfección escatológica, de acuerdo con la voluntad del creador. La realidad del paraíso no es de orden geográfico-histórico, sino de orden simbólico. El SH es creado no para quedarse en una hipotética condición de naturaleza pura, sino para realizar su apretura trascendental a Dios sobreabundantemente, más allá de su propia estructura ontológica. Adán es tipo del futuro, según el AT y el NT, figura del que había de venir; es en Cristo donde Dios nos ha dado a conocer el misterio de su voluntad. Por tanto el paraíso es el símbolo del Vervbo encarnado: la imagen velada del mismo Jesucristo. Hay una única economía de la salvación, y una única gracia, aquella por la que Dios ha querido desde siempre enriquecer a la humanidad, recapitulada y divinizada en su Hijo. 1.1.2 ¿Dones preternaturales? La teología clásica de los dones preternaturales, representaban un ensayo para la explicación del mal. El acoplamiento que se había dado a la doctrina del pecado original y la pecaminosidad humana que hacían énfasis en la limitación y caducidad de ésta, llevó a considerar a los teólogos que el hombre inocente gozaba de los dones de impasibilidad y omnisciencia; el de la inmortalidad del hombre inocente, el don de la integridad.

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Un recorrido histórico sobre la doctrina del pecado original

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IV. Teologa del Pecado Original1.1. La justicia original La situacin-paraso comprendera la existencia histrica de un lugar geogrfico preciso, en el que una primera pareja habra disfrutado de la posesin actual del don de la gracia y otros privilegios que conferan a sus beneficiarios una especie de inmunidad frente a las experiencias negativas inherentes a la condicin humana.

1.1.1 El designio originario de Dios El concilio de Trento, en su primer canon no quiso definir que Adn ya poseyese el don sobrenatural, pero s bastara con una ordenacin a ese don. No es de fe que la situacin-paraso se haya realizado de hecho histricamente. El paraso constituira, pues, en un encontrarse inmerso en la corriente de una evolucin sobrenatural; la justicia y santidad seras la orientacin jacia la perfeccin escatolgica, de acuerdo con la voluntad del creador. La realidad del paraso no es de orden geogrfico-histrico, sino de orden simblico. El SH es creado no para quedarse en una hipottica condicin de naturaleza pura, sino para realizar su apretura trascendental a Dios sobreabundantemente, ms all de su propia estructura ontolgica. Adn es tipo del futuro, segn el AT y el NT, figura del que haba de venir; es en Cristo donde Dios nos ha dado a conocer el misterio de su voluntad. Por tanto el paraso es el smbolo del Vervbo encarnado: la imagen velada del mismo Jesucristo. Hay una nica economa de la salvacin, y una nica gracia, aquella por la que Dios ha querido desde siempre enriquecer a la humanidad, recapitulada y divinizada en su Hijo.1.1.2 Dones preternaturales? La teologa clsica de los dones preternaturales, representaban un ensayo para la explicacin del mal. El acoplamiento que se haba dado a la doctrina del pecado original y la pecaminosidad humana que hacan nfasis en la limitacin y caducidad de sta, llev a considerar a los telogos que el hombre inocente gozaba de los dones de impasibilidad y omnisciencia; el de la inmortalidad del hombre inocente, el don de la integridad. Estos dones no deben ser vistos como elementos adjetivos aadidos al don sustantivo de la gracia, sino como dimensiones propias de la situacin originaria que tienen como objetivo la perfecta autoposesin del hombre.1.2. Pecado originante?1.2.1. Pecado original sin pecado originante? La existencia de una situacin universal contraria a la voluntad divina, en cuanto que es un estado que no debiera darse, presupone que ha sido causada por una culpa; slo la culpa personal puede fundar el no-ser de algo que, segn el querer de Dios, debiera ser. Si se prescinde de un pecado originante, no hay modo de garantizar la existencia y extensin del pecado originado Si la fe confiesa la existencia del pecado, porque segn el NT, Cristo es el salvador de todos, esa misma fe postula el pecado originante, porque segn en AT, Dios es el creador de todos. El pecado queda as comprendido en la esfera de la libertad humana; el motivo de que todos estemos enrolados en su reino no es ni el puro hecho de que todos saquen personalmente, ni el fruto de una necesidad ciega e impersonal: Dios no crea pecadores, el hombre nace pecador, puesto que algo ha tenido que intervenir; ese algo es el pecado originante.1.2.2. Adn Quin es? No es la personalidad histrica de Adn lo que importa a la teologa del pecado original, sino su funcin introductoria del reino del pecado. Adn es una cifra; la cifra de una mediacin humana. Al comienzo de la historia, tal mediacin no ha cumplido su objetivo: en vez de ser receptora y transmisora de gracia, la ha rechazado, ha respondido a Dios con un no. Ahora no es cmo concebir en concreto a Adn, sino cmo concebir el pecado originante y no el o los pecadores. Hay tres respuestas posible:a) Monoculpismo: El primer pecado de la historia basta, por s solo, para constituir el pecado originante.b) Policulpismo: El pecado originante es el pecado del mundo, entindase por tal el conjunto de las acciones pecaminosas cometidas a lo largo de la historia.c) Concausalidad (del primer pecado y de los restantes): El pecado originante sera una magnitud dinmica, no esttica, que comienza producir su efecto desde la comisin del primer pecado histrico y que se va engrosando con todos los pecados personales; cada accin pecaminosa afirma la dominacin del mal sobre el mundo y aumenta el peso de la culpabilidad que pende sobre cada existencia humana. 1.3. El pecado originado1.3.1. El actual estado de la cuestin Conviene considerar los elementos que constituyen la doctrina del pecado original segn Rahner: Una situacin universal de condenacin, que abarco a todos los hombres con anterioridad a su propia decisin personal libre, y que, sin embargo, es historia y no constitutivo esencial de la naturaleza. Para Kster es posible enumerar los puntos que articulan la cuestin: El pecado original es: 1. Una situacin previa a la opcin personal. 2. De no salvacin. 3. Comn a todos desde el primer momento y solo superable por la anexin a Cristo. 4. Procedente de una accin humana, 5. Que tiene a los ojos de Dios carcter de verdadera culpa.1.3.2. Hacia una relectura actualizada del pecado original Una teologa renovada del pecado original ha de comenzar por tomar postura frente a la antropologa subyacente en las teoras tradicionales. En ellas el hombre es visto, sobre todo, como una naturaleza, lo que los constituye es lo inmutable del ese-in, una esencia cerrada sobre s, autoconsciente, que se mantiene invariable a lo largo del tiempo. La interpretacin de lo humano hoy difiere en mucho de la tradicional. El hombre es una realidad dinmica, que se va haciendo, como ser personal, en y por la relacin, a travs de la apertura al t y la insercin en la sociedad. El ser-con es uno se sus distintivos. Hay pro tanto entre los hombres un solidaridad de base que no se deriva slo del hecho de participar en una naturaleza comn, sino que depende de la comn historia nica, que constituye el supuesto de la libertad personal y determina interiormente al yo singular. En esta estructura histrico-social de la concreta realidad humana concierne tambin al orden sobrenatural. La gracia se dispensa corporativamente en la mediacin de la comunidad humana, como y porque esa comunidad es mediadora de la propia personalidad.a) El hombre nace como miembro de una sociedad que es, segn el NT, el reino del pecado, sociedad sin gracia.b) Esta privacin es pecaminosa por dos razones: porque se trata de una situacin irregular, que no se ajusta la designio de Dios, sino que contradice su voluntad; por otra parte, la accin pecaminosa se hace visible en la opcin personal. Si no interviene la gracia, esta accin ser un pecado personal, una apropiacin irresponsable de la nativa privacin de gracia.c) La doctrina del pecado original hace la funcin contra el naturalismo de corte pelagiano.d) El pecado original es algo que atae a la relacin hombre-Dios; una realidad concerniente a la esfera de lo personal, no de lo natural.e) El hombre, por tanto, es indisolublemente un ser social y personal; una libertad determinada de ante mano por su medio; y una libertad responsable y autnoma.1.4. A modo de recapitulacin a) El pecado posee un espesor de una potencia dinmica que sobrepasa al individuo pecador aisladamente considerado y a la mera suma de los pecados personales.b) Percatarse de la hondura y gravedad de la situacin de no salvacin es estar ya en el camino hacia la conversin; slo quien resuelve ser fiel es capaz de sondear las dimensiones de su indidelidad.c) La idoneidad del trmino pecado. Es obligado reconocer que su uso generalizado no es beneficioso.