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    Lectura de "Prosas Profanas"Author(s): Anthony CussenReviewed work(s):Source: Revista Hispnica Moderna, Ao 39, No. 1/2 (1976/1977), pp. 26-35Published by: University of Pennsylvania PressStable URL: http://www.jstor.org/stable/30208644 .

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    LECTURA DE PROSAS PROFANAS

    Fuera del mundo exquisito y preciosistasobre el cual tanto se ha insistido alhablar de Prosas Profanas (1896; I9I01), 1 esta obra de Dario presentael afin desincretizar postulados divergentes, de formular un simbolo que concilie fuerzasantag6nicas.En todo el libro se nota la ansiedadpor una unidad subyacente, poruna sintesis; y para llegar a este fin Dario intenta reconciliar los sistemas sim-b61icosprobablementede mayor rango en Occidente: pitagorismo y cristianismo.Sin embargo la unidad de estos sistemas aparece continuamente asediada porirrupcioneser6ticas, por pasiones que destemplan la armonia entre las partes. Alpercatarsede la presencia inevitable de Eros, Dario intenta una nueva sintesis;no ya simplemente entre pitagorismoy cristianismo,o entre cuerpo, alma y es-piritu, que estos sistemas proponen,3 sino entre postulados contradictorios,entreel pecado y la virtud. Prosas Profanases, en cierto sentido, la vida y muerte deesta empresa escandalosa. A partir del titulo, que es seg6in Octavio Paz "unamuestra de confusi6n deliberada entre el vocabulariolittirgico y el del placer,"4la sintesis ideal del cristianismo teos6fico aparece intercalada con el elementoque la niega; el libro entero es concebido como una serie de irrupcionesde t6r-minos religiosos en el campo de la frivolidady del erotismo, y como una serie deprofanacionesde la sintesis religiosa; ambos polos pretenden penetrarsesin lograra la postre una fusi6n. Sin embargo, a pesar de la incoherencia del sistema deDario, hay una gran coherenciaen su intenci6n; la riqueza de su poesia estribajustamente en que encuentra las imigenes adecuadas para expresar esta luchairreconciliable.La poesia para Dario es el locus que, como el suefio, tolera lasproposicionesmis ins61itas.Pero no todo es 16gicamenteabsurdo en Prosas Profanas; al contrario, unode los mayores intereses del libro consiste en observar la lenta y cuidadosa erec-ci6n de un sistema y luego notar que Dario lo abandonay se entrega a diferentesalternativas.Parece que la particularidady la fuerza del impulso er6tico, asi como

    1 Ver, p. ej., Jose Enrique Rod6, "Rub6n Dario," Cinco Ensayos, 2a ed. (Madrid:Editorial-America,sin fecha), p. 26I: "No habiamos tenido en America un gran poetaexquisito"; y Max Henriquez Urefia, Breve historiadel modernismo,2a ed. (M6xico: Fon-do de Cultura Econ6mica, I962), p. 98: "ProsasProfanas destaca con preferenciaciertosaspectos del modernismo, sobre todo el del preciosismo,el del exotismo y el de la fan-tasia refinada."2 La idea de reconciliar ambas doctrinas estaba muy en boga a fines del siglo xIxdebido a la aparici6nde obras teos6ficas. Ver dos libros que, seg6n Arturo Marasso Rocca,Dario conocia (Rubin Dario y su creacid6nodtica [Buenos Aires: Kapelusz, 1954], pigs. 4y 28): Podmes et reveries d'un paien mistique, de Louis M6nard (Paris: Librairie de"L'Art Ind6pendant," I895) y Les Grands initiks, de edouard Schur6, que he consultadoen su trad. espafiola y aumentada,Los Grandes iniciados (Mexico: EditorialOlimpo, I972).Sobre la presenciade Pitigoras en diversos modernistas,ver Ricardo GuUll6n,Pitagorismoy modernismo,"Direcciones del modernismo (Madrid: Gredos, I97I), pigs. 104-136.3 Ver en Schur6 cap. sobre Pitigoras, esp. pigs. 212-214, y sobre Jesus, esp. pitgs.313-314. Ver tambidn Dario, Historia de mis libros, en Obras completas (Madrid: Ed."Mundo Latino," I919), XVII, I92: "Bajo un principio pinico, exalto [en el 'Coloquiode los centauros']la unidad del universo, en la ilusoria Isla de Oro, ante la vasta mar.Pues como dice el divino visionarioJuan: 'Hay tres cosas que dan testimonioen la tierra:el espiritu, el agua y la sangre; y estos tres no son rmAs ue uno'."4 "El Caracoly la sirena,"Cuadrivio,2a ed. (M6xico: Joaquin Mortiz, I969), p. 37.

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    su eco en la conciencia, originarannuevos arranques, y ningmin istema resultaraeficaz pues siempre habrniuna sensaci6n punzante que afecte su equilibrio. Lospoemas de Prosas Profanasforman asi una constelaci6n en continuo movimiento,aunque todos participande la fuerza de ese motor central que los impulsa haciauna unidad que, a su vez, se ve inexorablementeperturbada.

    El poema en el que Dario formula mejor la magnitud de su problema es el"Coloquio de los centauros." En 61 aparecen dos elogios a la belleza que nosofrecen una de las claves de Prosas Profanas.En el primero, que comienza con losversos "Cuando del sacro abuelo la sangre luminosa / con la marina espumaformaranieve y rosa,"6 Quir6n narra el nacimiento de Venus. Hija del crimen yde la inocencia, Venus evoca la distancia insalvable que separa a los dos polos:Urano y Gea;7 pero el poder de su hermosura es tal que nos hace olvidar estaseparaci6ny la reemplaza por la fuerza del deseo. Su imperio consiste en sub-yugarnos a una ambivalenciafatal: su hermosuragenera un deseo de uni6n quefinalmente resulta falsa. Mgs adelante,despuQsde la condenaci6n de la mujer porla centauresaHipea y de la sentencia de Quir6n que expresa el anhelo de unaunidad andr6ginaque abolir8la distanciay el deseo, Caucantes nos da una visi6ndiferente de lo hermoso: "Naturalezasabia, formas diversas junta, / y cuandotiende al hombre la gran Naturaleza/ el monstruo, siendo el simbolo, se viste debelleza" (p. 577). Ante la hermosura de Venus- risa, sombra fugaz, visos inasi-bles que pretenden ocultar una hendidura fatal- aparece la proposici6n de Cau-cantes que no es ya la sintesis arm6nica entre cuerpo, alma y espiritu del pita-gorismo o del cristianismo, sino que es una sintesis "monstruosa," es decirdesproporcionada,contradictoria,16gicamenteimposible, literaria. Sin embargo,hay belleza en esta sintesis pues es simb61icade fuerzas irreconciliablese irreduc-tibles que encuentranexpresi6n y unidad en el poema.

    Estructuralmente,Prosas Profanas muestra una progresiva tendencia a poblarel mundo de los monstruossimb61icosque nos describeCaucantes.Hasta el poemaque cierra la primeraparte del libro- "Ite, missa est" - Dario nos ha presentadoun mundo en que la frivolidad hace todo lo posible por subsistir,en que el deseobusca su satisfacci6n en una serie de "fetes galantes" cuya fragilidad es incapazde detener la paulatina ntromisi6nde una fuerza antitdtica llimese tiempo, con-ciencia, culpa, melancolia que amenaza su integridad.

    5 Al hablar de Prosas Profanas tengo en cuenta su estructura definitiva; es decir, lamanera en que Dario orden6 - tanto en la edici6n de 1896 como en la de 190o - poemasescritos a partir de 1891.6 Dario, "Coloquio de los centauros," Prosas Profanas, en Poesias completas, ed.Alfonso M~ndez Plancarte (Madrid: Aguilar, I968), p. 575. Las citas subsiguientes de poe-mas de Dario aparecen en el texto, con indicaci6n entre par~ntesis de la pigina de suprocedencia.7 La sangre del "sacroabuelo" es la sangre de los 6rganos viriles de Urano cercena-dos por su hijo Cronos para vengar a Gea. Ver Hesiodo, Teogonia, 154.8 Los conceptos de desproporci6n y rareza como condici6n de lo bello son bastantefrecuentes en el siglo XIX.En "Ligeia" (1838) Poe citaba del ensayo "Of Beauty" deBacon: "There is no exquisite beauty... without some strangeness in the proportion."Esta misma cita aparece en el ensayo de Rod6, p. 264. En Hispanoam~rica,durante elsiglo xix, la nota de desproporci6n y rareza como condici6n de lo bello se encuentraexpresadadesde Jos6 Maria Heredia, por lo menos: "...siempre / Lo comfin y mezquinodesdefiado,/ Ansia por lo terribley sublime" ("Nicaragua,"vs. 14-16, 1824 6 1825).

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    Ya en "Bouquet" comienza Dario a expresar a travds de la confrontaci6nsimb61icaentre blanco y rojo--el contraste entre la pureza y la pasi6n; luegoen "Faisin," equivocadamente lamado"la obra maestra de la Frivolidad,"9 apareceen forma manifiestala melancolia que roe la inconciencia exquisita y la ligereza.En "Gargonniare,"el poema subsiguiente, surge en medio de una noche decopas de champafia,de deseo y poesia- Venus, la Dea, y una insinuaci6n delsistema pitag6rico que Dario luego formulari en forma mis explicita. La impor-tancia estructuralde este poema es que por vez primera aparece una conceptua-lizaci6n, aunque algo precaria, insertada en el centro de la frivolidad. Si hasta"Bouquet"Prosas Profanashabia configuradoun mundo precioso y univoco, estepoema, junto con "Faisin" y "Gargonniire,"constituyen una progresivamodula-ci6n hacia un mundo en que la frivolidady el erotismo aparecenacompafiadosdeuna antitesis que establece dentro del mismo poema una polaridad,una distanciaque Dario intenta abolir.

    El poema "Ite, missa est" es el illtimo de esta secci6n que podriamos llamarla "misa rosa" de Dario. Este maravillosopoema, uno de los hitos del sincretismodariano, es un cosmos en que erotismo, pitagorismo y cristianismointentan unaeucaristiaque religue el mundo escindido. Dario comienza levantando una hostiaque no es mis que blancurainmaculada,puro espiritu; mas de pronto descubreel cuerpo, la materialidad: ojos, labios. En ese momento abandona la presenciade la imagen y ejecuta en la infinitud del futuro una transubstanciaci6na travisdel coito: la pasi6n, el sacrificio supremo de su "misa amorosa."El sincretismode Dario, sin embargo,no se limita a integrardoctrinas o afectos contradictorios,sino ademis intenta conciliar,o mis bien abolir, las distintas faces del tiempo. Lostercetos de ese soneto describen un instante en el futuro en que apareceuna pro-fetisa tremante, que es ademis una esfinge, una vestal y una "faunesaantigua." oComo se ve, pasado y futuro tambidnparticipan en este sacramento ucr6nico yut6pico en el que desaparecen- al adquirir la mujer en cada verso una formadistinta-- los limites de la identidad. "Ite, missa est" constituye el instante enque comulgan todas las contradictoriasparticulas de un mundo que fuera delpoema se niega a si mismo. La "imposible"eucaristia se leva a cabo en la infinituddel poema, en este tiempo y lugar sin limites y sin gobierno, en la "acracia"queDario proclamabaen sus "Palabras iminares." Al final de esta "misa amorosa"surge el monstruo simb61icoque sintetiza la ambici6n de unir erotismo y espiri-tualidad: esfinge y faunesa representanen su constituci6n gen~tica la "monstruo-sidad" de la tentativa de Dario, pero son ademis la expresi6n sincr~tica simb6-lica, bella--de esta tentativa, hostias transubstanciadasde esta misa profana."Ite, missa est" culmina la modulaci6n entre la inocencia,o mejor inconciencia,delos primeros poemas de Prosas Profanas en que palabraso instantes eucaristicosaparecencon ciertafrecuencia,siemprepara simbolizar blancuray pureza (ver, perejemplo, "Cisne" y "Bouquet") y el monstruo simb61icoque seri el tema delesplendoroso "Coloquiode los centauros."

    9 Rod6, p. 282.10toVer Schur6, pigs. 195-I99, que aclara muchas de las alusiones de este poema. La"profetisa"parece estar inspiradaen la descripci6n que hace Schur6 de la pitonisa Teocleacuyos oriculos dichos en trance interpretabaPitigoras.

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    La mitologia le ofrece a Dario el mundo ideal e ilimitado donde su ins61itasintesis halla acogida. La monstruosidadde sitiros y centauros es el resultado deuna tradicionalfuerza expresiva, y el uso y la convenci6n los han convertido enhabitantes habituales de la geografia literaria. En otras palabras, son monstruosperfectamente aceptablesy lo absurdo de su gendticacasi desaparecepor su anti-giiedad y por su simbologia.Pedro Salinas ha dicho que "la mitologia es la mejorsimb61icaposible del deseo";1 este simbolismo no s61ose restringea la presenciaomnimoda de Eros, sino que explica tambi~n la presencia en Dario de un buenn:imero de deidades y seres mitol6gicos, en una como "taquigrafia"cultural. Deestos seres son los centauros, junto con Pan, los que mejor resumen el deseodariano: un deseo tal vez monstruoso pero que aspira a una sintesis que redimalas fuerzas antag6nicas que corroen su ser. Hijos de Ixi6n y la Nube, de la con-cupiscencia y de la sublime altura, los centauros redinenla pasi6n animal y lainteligencia: "Sus cuatro patas, bajan; su testa erguida, sube" (p. 574). En laIsla de Oro, en una especie de limbo po~tico, Dario intenta sublimarsu deseo pormedio de la belleza simb61ica, nica alternativaa la fugaz y vacia belleza venu-sina; mas el Enigma 6iltimoe inolvidable sigue en pie. La muerte en el "Colo-quio" representaun estado de paz y de olvido, parececonstituirla linica posibilidadde alcanzar la quietud eterna, el retorno a la unidad primigenia; pero el Enigmaes inviolable para los centauros ya que son seres mitol6gicos que s6lo puedenproferir conceptos paganos. La poesia de los centauros se origina en el Enigma("El Enigma es el soplo que hace cantar la lira."-p. 575 -), pero no puedetrascenderlo;los centaurospostulan la sintesis con sus cuerpos y sus palabras,perodesconocen la Palabra,el Verbo.El "Responso" a Verlaine representahasta cierto punto la respuesta al pro-blema planteadoen el "Coloquio."Aquel poema propone una soluci6n mis expli-cita a la dualidad pagana de los centauros. Como se ha visto, el "Coloquio,"apoyado en la tradici6n mitol6gica, representa una soluci6n plausible al ins61itosincretismo de "Ite, missa est," pero deja de lado lo que es probablementesuelemento preponderante,el cristianismo.En el "Coloquio" se logra una armonia,pero para eso ha debido Dario dejar latente el elemento cristiano y s61o al finalnotar la insuficienciade su sistema que no puede dar una respuesta adecuadaal"Enigma."En el "Responso,"en cambio, Dario logra formular con precisi6n la sintesisque 61 propone para sublimar la dicotomia entre la pasi6n er6tica y la espiritua-lidad, entre pecados y virtudes (cuya demarcaci6n se ve tan claramente en el"Reino interior").A travs de la m6isica,del arte en su dimensi6n pitag6rica, selogra la redenci6n. La mfisica pasa a ser el nexo que disuelve los extremos de ladialictica paganay nos religa con Cristo. Debe notarse que Dario escoge un sitiro- es decir, un ser de raigambrepagana que en su misma constituci6nfisica osten-ta una ineluctable dualidad para significarla conversi6n. En Los Raros hay unpasaje curioso e importante que nos revela la forma en que debemos leer el finaldel "Responso"; no se trata aqui de un acendramientototal de la carne y delpecado, pues la naturalezamisma, que ha barajadogenes humanos y animales,lo impide:

    11 La Poesia de Rubin Dario: Ensayo sobre el tema y los temas del poeta, 3a ed.(Buenos Aires: Losada, I968), p. 89.

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    30 ANTHONY CUSSEN RHM, XXXIX (1976-1977)

    iHab~is leido unas bellas historias renovadas por Anatole France de viejasnarraciones hagiogrificas, en las cuales hay sitiros que adoran a Dios, y creenen su cielo y en sus santos, ilegando en ocasiones hasta ser santos sitiros?Tal me parece Pauvre Leliin, mitad cornudo flautista de la selva, violador dehamadriadas, mitad asceta del Sefior, eremita que, extitico, canta sus salmos.El cuerpo velloso sufre la tirania de la sangre, la voluntad imperiosa de losnervios, la llama de la primavera, la afrodisia de la libre y fecunda montafia;el espiritu se consagra a la alabanza del Padre, del Hijo, del Santo Espiritu,y sobre todo, de la maternal y casta Virgen; de modo que al dar la tentaci6nsu clarinada, el espiritu ciego, no mira, queda como en sopor, al son de lafanfarria carnal; pero tan luego como el saitiro vuelve del boscaje y el almarecobra su imperio y mira a la altura de Dios, la pena es profunda, el salmobrota. Asi, hasta que vuelve a verse pasar a travis de las hojas del bosque,la cadera de Kalixto... 12

    En el "Responso,"Dario propone la alternativa al mundo pagano, pero su solu-ci6n es atenuada. Por un lado Verlaine-S&itiros esclavo de su cuerpo y no puededestruir su naturalezaegipinica; por el otro, es- como Rimbaud--"esclavo desu bautismo,"13 y ese sello indeleble hace que busque y adore a Cristo.Como se ve en el pasaje de Los Raros, esta dualidad es hasta cierto puntotrigica. La "monstruosidad"de "Ite, missa est" logra en el "Responso"una ex-presi6n mis verosimil, o al menos mis 16gica,pero no desaparece por completo.Dario aspira a la sintesis y a la redenci6n pero no desea renunciar a su cuerpoy a la pasi6n carnal. Este es, por supuesto, el tema del famoso "Reino interior."Este poema nos presenta el "alma frigil" del poeta que observa el paso paralelode las siete virtudes y de los siete pecados capitales; despierta, es incapaz dedecidir si prefierea los pecados o a las virtudes, mas al sumirse en el suefio pro-nuncia su deseo inconfesable: "--iPrincesas, envolvedme con vuestros blancosvelos! / --iPrincipes, estrechadme con vuestros brazos rojos!" (p. 605). S61ocuando se recurre a lo onirico, campo libre e ilimitado, puede reconciliarse loirreconciliable.Suefio y poema se identifican en una misma empresa de liberaci6ncontra las leyes naturalesy racionales.Incapazde trascender a dicotomiabien-mal,Dario crea una sintesis contradictoriay absurda pero que expresa su inherenteconstituci6n pinica. Como dijo al hablar sobre Verlaine y el "Responso": "Hagover las dos faces de su alma pinica, la que da a la came y la que da al espiritu;la que da a las leyes de la humana naturalezay la que da a Dios y a los mis-terios cat61icos,paralelamente." 4El mismo adverbioapareceen "Reino interior";Psiquis despiertavuela entre los acantiladosparalelosde los pecados y las virtudesque designan una hendidura infinita. Al liberarse de los limites que le impone laraz6n, Dario funde las lineas paralelas en la infinitud del poema. Nuevamenteobservamosque a travis de la sintesis po~tica Dario encuentra el sustituto de unaredenci6n que el dogma y la raz6n le niegan, una sintesis que abarcael climulo

    12 "Paul Verlaine,"Los Raros, 2a ed. (Barcelona-BuenosAires: Maucci, 1905), pigs.48-49. Sobre el "Responso" ver Alan S. Trueblood, "El 'Responso' a Verlaine y la elegiapastoril tradicional,"Actas del Tercer Congreso Internacional de Hispanistas (1968). M6-xico: El Colegio de M6xico, I970, pigs. 861-870.13 Arthur Rimbaud, "Nuit de l'enfer," Une saison en enfer, en (Euvres, ed. SuzanneBernard (Paris: Garnier, I960), p. 220.14 Dario, Historia de mis libros, p. 195.

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    de pasiones, deseos, suefios, nostalgias, culpas y aspiraciones.El poema se con-vierte en un reino infinito y abierto en que comulga el ser entero y contradic-torio del poeta; lo cual significa ademis la entrada de todo el espacio y todo eltiempo; Dario recordariamis tarde en Cantos de vida y esperanza que habiatenido "hambre de espacio y sed de cielo / desde las sombrasde mi propio abis-mo" (p. 629). Enclaustradoen su reino interior Dario busca su liberaci6n en lainfinitud; su ser escindido, contradictorio,"monstruoso,"necesitaba abarcar todoel mundo y el tiempo para desligar sus ataduras: "El monstruo expresa un ansiadel coraz6n del Orbe (p. 577). Se ha observado que "Dario personifica... unode los momentos de apertura de la cultura hispinica." 15 Ello permiti6 que elpoema se convirtieratanto en una cosm6polis como en una sincronia,una reuni6nindiscriminada de pueblos y tiempos; pero como tambidn se ha mostrado, todaesta ansia de aperturase llevaba a cabo en el mundo ideal del libro. 16 La cosm6-polis de Dario esti pobladade alusiones literarias,por ella pulula un conglomera-do de autores de distintas dpocas y naciones. El ansia de libertad se logra asi enel libro habitado por una multitud de libros. El libro libera: liber = liber.

    El poema que mejor muestra esta ansia de liberaci6n total es "Divagaci6n,"uno de los mis altos elogios al deseo en nuestra literatura. Pedro Salinas nosrecuerda oportunamente un pasaje de Quevedo que explica la mddula de estepoema: "Es nuestro deseo siempre peregrinoen las cosas de esta vida y asi, convana solicitud anda de unas en otras, sin saber hallar patria ni descanso. Alimdn-tase de la variedad y dividrtese con ella, tiene por ejercicio el apetito."17 "Diva-gaci6n" consiste en una larga serie de breves fantasias er6ticas; el poeta trans-forma y multiplica la imagen de la amada que apenas alcanza a constituirsecuando es sustituida por otra; esta constante "divagaci6n"del deseo que buscasatisfacerse en una pluralidadde objetos y no encuentra satisfacci6n en ningunofue Ilamada por Dario "un curso de geografia er6tica." 8 Marquesas, princesaschinas, la Reina de Saba configuranesta cosm6polis de figuras literarias de todoslos tiempos y forman un v6rtice de frigiles miscaras que carecen de la intensi-dad necesaria para satisfacer, individualmente,al poeta. Salinas ha visto en estepoema la insatisfacci6nque procede de esta mujer m6ltiple e interpretala pendil-tima estrofa como el delirio del poeta que nota la fugacidad de sus fantasias y,sin dejar de desear a la mujer miltiple, clama "por la vuelta a la mujer una,"19cuya realidad e intensidad pueda satisfacerlo:

    Amame asi, fatal, cosmopolita,universal, inmensa, inica, solay todas; misteriosay erudita:imame mar y nube, espuma y ola.

    (p. 556)

    15 Luis Mongui6, "En torno a 'El reino interior',de Ruben Dario," Notas y estudiosde literaturaperuana y americana(M6xico: Editorial Libros de M6xico, 1972), p. 199.16 Mongui6, "De la problemitica del modernismo: La critica y el 'cosmopolitismo',"ibid., pigs. I77-I78.17 Salinas, p. 105.18 Dario, Historia de mis libros, p. 190o.19 Salinas, p. 132.

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    La conclusi6n que Salinas propone es que esta estrofa muestra la sed de unidady la sed de multiplicidadde Dario, pero que ni siquiera la mujer que es una ym61iltiple uede satisfacersu anhelo amoroso. No me parece acertadoeste juicio;la plttora de adjetivos en dicha estrofa expresa mis que un delirio de insatis-facci6n, una suerte de orgasmo verbal que satisface el deseo del poeta por Po-ligenia, la mujer imposible que es una y todas. S610 asi puede entenderse lailtima estrofa que sefiala la calma que sigue al 6xtasis: "descansa en mis pala-cios solitarios. / Duerme. Yo encender6 los incensarios."

    El poema es para Dario un cosmos fuera del tiempo y del espacio donde susins61itos deseos se satisfacen; su ansia entera- per lo uno y por lo m61tiple,por la mujer y todas las mujeres, por el cristianismo-teos6ficoy el helenismo pa-gano, por la sintesis monoteista y por la proliferaci6nsimb61icade las deidadesgriegas - se explaya en la utopia del poema, en un mundo ilimitado y acritico.Afios despu6s de la publicaci6n de Prosas Profanas,dice Dario en las "Dilucida-clones" a El Canto errante (190o7): "Yo he dicho: Es el Arte el que vence elespacio y el tiempo. He meditado ante el problema de la existencia y he pro-curado ir hacia la mis alta idealidad. He expresado lo expresable de mi alma yhe querido penetrar en el alma de los demis, y hundirme en la vasta almauniversal." 1

    Al perder las dimensiones de tiempo y espacio, y al desaparecer como en"Divagaci6n"--los contornos de la identidad, el poema tiende a convertirseen torbellino, en entidad vertiginosa.Esta tendencia apareceen forma muy laten-te en Prosas Profanas ya que Dario controla el v6rtice (ya el verbo ,nos delataque la acracia de Dario es relativa) por medio de la estructurapogtica y de lasreferencias literarias y mitol6gicas que a pesar de pertenecer a distintas dpocasy lugares, o de no pertenecer a ninguno, tienen la virtud de "ubicarnos," desituarnos en contextos mis o menos delimitados. , Forma y referencia literariason hasta cierto punto lo que permite que el mundo de Dario no se suma en untorbellino. Nuevamente observamos la inherente paradojade Dario: Arte libre,si; pero siempre y cuando las palabrasno sean entidades fr giles que se desva-nezcan en una obra descontrolada.En las "Palabras iminares" de Prosas Profa-nas Dario no s61oproclam6 una "est~tica acritica," sino que ademis culp6 a los"nuevos de Amdrica... de un completo desconocimientodel mismo Arte a quese consagran."La posici6n de Dario es, en este respecto, clara: no hay libera-ci6n sin oficio; sin un profundo conocimiento del Arte en su dimensi6n formale hist6rica, la poesia se reduce a un conglomerado amorfo de palabras d~bilesque no significan nada. Es decir, el poema es un lugar sin limites y sin tiempo,pero s61o puede existir si sus elementos buscan el simbolo expresivo.

    Con la erudici6n y la forma Dario ataca al demonio del caos que amenazala integridad de su mundo. Dario se da cuenta de la fragilidad de este mundo- compuesto de suefios, deseos y palabras y por eso el problema le preocupa.

    Sobre el conflicto ntremonoteismo politeismo n Dariover HernlinDiaz Arrieta(Alone), "El Sentimiento religioso en la obra de Ruben Dario," La Torre, XV, 55-56(enero-junio, I967), 255-272.21 Dario, Poesias completas, p. 698.Ibid.: "He impuesto al instrumento lirico mi voluntad del momento, siendo a mivez 6rgano de los instantes..."

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    LECTURA DE "PROSAS PROFANAS" 33

    A trav~sde ProsasProfanashay un detalle estilistico que delata el temor de Dariode que su palabra se desvanezca. Este detalle consiste en su tendencia a verba-lizar sustantivos: "perlar," "muequear,""zafirar."23A primera vista este fen6-meno nos parece simplemente un recurso estilistico original y expresivo y quehace el verso mis ligero y gricil. Sin embargo, la frecuencia con que ocurre (hecontado siete verbos de este tipo en Prosas Profanas: "ritmar,""perlar,""madri-galizar," "piruetear,""muequear,""zafirar,""pitagorizar")parece indicar la con-ciencia de Dario de la fragilidad de su cosmos, de su ligereza no ya expresivasino material, que se nota en la sustancia misma de la poesia, en el Verbo quetiende a transformarse n verbo.

    Uno de los instantes en que mejor se Fercibe esta fragilidades hacia el finalde "Canci6n de carnaval"que nos lleva al borde del vertigo. En medio del car-naval, Dario le dice a su musa:

    Piruetea, baila inspiraversos locos y joviales;celebre la alegre liralos carnavales.Sus gritos y sus canciones,sus comparsas y sus trajes,sus perlas, tintes y encajes

    y pompones.Y Ilena la rauda brisa,

    sonora, argentina, fresca,la victoria de tu risafunambulesca!

    (pigs. 562-63)

    Dario nos sume en un mundo de piruetas vertiginosas cuya inica cualidad per-ceptible es su continua movilidad- de ahi la necesidad del verbo "piruetear"-;el poema se convierte en una actividad funambulesca,en una risa que se desva-nece con un soplo de aire. "Canci6n de carnaval," que a primera vista puedehaber parecido un simple ejercicio frivolo de virtuosismo, contiene el germen delo que se desarrollarimagistralmenteen poemas como "La pigina blanca" y "Yopersigo una forma," en los que Dario no s61o contempla su reino interior, sinoademis la sustanciadel mundo en que se ha expresado, la materialidaddel poe-ma, su fragilidad.

    Dario, que en Prosas Profanasha intentado simbolizary perpetuaren el poe-ma la movilidad contradictoriay exacerbante de su ser, observa que la ins61itasintesis, que habia encontrado refugio en la infinitud del poema, no es mis queun cuimulode suefios y palabrasque cruzan, como lentos dromedarios,el desiertode la pigina blanca. Observa que su utopia tiene lugar en el topos del poema,cuya ligereza y movilidad impide perpetuarsu sintesis, y que al pasar los versos

    23 Ver Rafael Lapesa,Historia de la lengua espaiiola, 4a ed., aum. (Madrid: Escelicer,I959), p. 282.

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    34 ANTHONY CUSSEN R1HM,XXXIX (1976-1977)

    - sustancias en movimiento, sustantivos que tienden al verbo- no queda misque lo que habia al comienzo, es decir nada, la pigina blanca, el desierto:iY el hombre,a quiendurasvisionesasaltan,el que encuentra n los astrosdel cielo

    prodigios que abruman y signos que espantanmira al dromedariode la caravanacomoel mensajero ue la luz conduce,en el vagodesiertoque forma

    la pigina blanca!(p.589)Las palabras sobre la p~iginano difieren sustancialmentede los ensuefios queevoca el poeta. Ambos se desvaneceny tienden a formar una brumafrigil que con-trasta con los signos luminosos y aterradoresque forman las constelaciones. En"La pigina blanca" con un uso de los "blancos" de la pigina similar al deMallarm6, aunque mucho menos osado Dario altera ligeramente la disposici6ntipogrifica tradicional para concentrar nuestra atenci6n en el artefacto poetico,en el poema como objeto.

    En un presente que se desvanece, el poeta trata de ejecutaruna metamorfosisque busca el simbolo, la belleza que resulta de la uni6n de los contrarios; peroa la postre se da cuenta de que la materia que esti transformando s insustancialy se esfuma como las aparienciasde Venus. El Simbolo y Venus, que en un mo-mento nos mostraron dos tipos contrastantes de belleza una sintdtica y plena,otra falsa y hueca- participanahora de un desvanecimientocomfin. Uno de losmis bellos pasajes del "Coloquio de los centauros" muestra el arduo afin delpoeta por llegar a formularla sintesis y por escapar de las mutaciones de Venusy de la difuminaci6n de las palabras: "[Tiene la hembra humana] la risa / delagua que la brisa riza y el sol irisa" (p. 576). Los vocablos evocan esa metamor-fosis casi imperceptible, esa ligera variaci6n que constituye la naturaleza cam-biante e inasible de Venus y del Simbolo.No es otro el problemadel fauno de Mallarm6.Lo que al principio del poe-ma aparece como un deseo de recuperar a presencia de las dos ninfas fugaces:"Ces nymphes, je les veux perpdtuer,"termina siendo una lucha per apresar lapalabray una aceptaci6nde la incapacidadde detener el flujo del tiempo: "Couple,adieu; je vais voir l'ombre que tu devins."24

    Al notar la fragilidad y la ineficacia de la palabra,tanto Mallarm6como Darioponen en cuesti6n la esencia misma de la poesia. El primero elabora una estdticanegativa, se acerca por caminos hermdticosa contemplarel n6icleodel poema po-blado por el silencio y la nada, y termina formulando en Un Coup de dis - apo-teosis de la poesia critica que explaya en sus piginas lenas de blancos los sietetipos de la anti-constelaci6npodtica que el 6inico decir posible es la negaci6n

    24 Mallarm6, "L'Aprbs-midid'un faune," (Euvres completes (Paris: Gallimard, I965),pAigs.50-53.

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    LECTURA E "PROSASPROFANAS" 35

    del decir. Dario, en el maravilloso soneto que cierra Prosas Profanas de 1901I- "Yo persigo una forma que no encuentra mi estilo"--tambi6n reconoce laineficaciade la poesia (p. 622):

    Y no hallo sino la palabra que huye,la iniciaci6n mel6dica que de la flauta fluyey la barca del suefio que en el espacio boga;

    pero en el 6iltimo verso de la siguiente y ihtima estrofa aparece un nuevo in-terrogante,no ya sobre la naturaleza o la materialidad del poema, sino sobre elpoeta:

    y bajo la ventana de mi Bella-Durmiente,el sollozo continuo del chorro de la fuentey el cuello del gran cisne blanco que me interroga.

    Como ha notado Octavio Paz: "En el verso final el poeta ve al mundo como unainmensapregunta: no es el hombre el que interrogaal ser sino dste al hombre."25Gracias a la urgencia de ese gran interrogante que lo obliga a volver los ojoshacia el mundo, pudo Dario en Cantos de vida y esperanza(1905), al afirmar ascircunstancias,afirmarsu ser. Este libro signific6 un retorno a la raz6n, al tiem-po, al espacio. En l61oslay6 Dario la infinitud y la aperturaque habia logradoen Prosas Profanas, pero al mismo tiempo logr6 plasmar una forma de vitalidadque 61 apunt6, a partir del titulo mismo del libro, con caricter perentorio.En esta nota he intentado mostrar que Prosas Profanas constituye una utopiapo6tica cuyo "sistema" contiene una voz critica, un germen que la niega. La im-portancia y el interds de este libro residen no s61o en la apertura lograda porDario y en el desarrollode una poesia critica que concentra nuestra atenci6n enla naturalezay hasta en la materialidaddel objeto est6tico, sino ademis en la per-cepci6n de un nuevo limite, del enclaustramientocircular de la conciencia artis-tica, que configura buena parte de la poesia moderna. Dario, me parece, logratrascender ese limite en el iltimo verso de Prosas Profeanas:el cisne nos fuerzaa desplazarnos uera del texto, nos indica las grafias que estin fuera de la piginablanca, nos hace percibir los signos de un poema mis vasto.

    ANTHONYCUSSENUNIVERSITY OF CALIFORNIA,BERKELEY

    25 Paz, Cuadrivio, p. 42.