Sociedad Conyugal

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SOCIEDAD CONYUGAL. Recordemos que la Sociedad Conyugal, es un régimen Matrimonial, entendiendo por tales, a aquellos regímenes o estatutos jurídicos que reglan las relaciones pecuniarias de los cónyuges entre si y respecto de terceros. La Sociedad Conyugal, se la puede definir, como la sociedad de bienes que se forma entre los cónyuges por el hecho del matrimonio. Esta definición se desprende de lo señalado por el Código Civil en su artículo 135 Inc. 1°. Estudio de la Sociedad Conyugal: 1) El activo y el pasivo de la sociedad conyugal. 2) La administración de la sociedad conyugal. 3) La disolución de la sociedad conyugal y la liquidación de la misma. El Activo de la Sociedad Conyugal. Respecto del activo de la Soc. Conyugal, es necesario distinguir dos haberes, si bien esta distinción no la hace la ley, ella es producto de la doctrina interpretando la ley. Se distinguen en el activo de la Soc. Conyugal: - El Haber Absoluto o Real. - El Haber Relativo o Aparente. 1

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SOCIEDAD CONYUGAL.

Recordemos que la Sociedad Conyugal, es un régimen Matrimonial, entendiendo por

tales, a aquellos regímenes o estatutos jurídicos que reglan las relaciones pecuniarias de

los cónyuges entre si y respecto de terceros.

La Sociedad Conyugal, se la puede definir, como la sociedad de bienes que se

forma entre los cónyuges por el hecho del matrimonio. Esta definición se desprende

de lo señalado por el Código Civil en su artículo 135 Inc. 1°.

Estudio de la Sociedad Conyugal:

1) El activo y el pasivo de la sociedad conyugal.

2) La administración de la sociedad conyugal.

3) La disolución de la sociedad conyugal y la liquidación de la misma.

El Activo de la Sociedad Conyugal.

Respecto del activo de la Soc. Conyugal, es necesario distinguir dos haberes, si

bien esta distinción no la hace la ley, ella es producto de la doctrina interpretando la ley.

Se distinguen en el activo de la Soc. Conyugal:

- El Haber Absoluto o Real.

- El Haber Relativo o Aparente.

El Haber Absoluto o Real: Está constituido por todos aquellos bienes que

ingresan a la Soc. Conyugal de manera definitiva e irrevocable, sin cargo de recompensa.

O sea esta constituido por aquellos bienes que efectivamente son de la Soc. Conyugal.

El Haber Relativo o Aparente: Está constituido por aquellos bienes que ingresan

a la Soc. Conyugal de manera aparente, esto es con cargo de recompensa, recompensa

que no es sino el crédito que tiene el cónyuge aportante o adquirente en contra de la

Soc. Conyugal y que hará valer al momento de la disolución de ésta.

El Haber Real o Absoluto:

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En virtud del ART.1725 Nº1 CC, “El haber de la Soc. Conyugal se compone: De los

salarios y emolumentos de todo género de empleos y oficios, devengados durante el

matrimonio”. Debemos entender, devengados durante la vigencia de la Soc. Conyugal, el

código no es propio al hablar de devengados durante el matrimonio.

De manera que todo lo que obtiene el marido con motivo de su actividad,

sueldos, honorarios profesionales, dº de autor, desahucio, pensiones de jubilación,

ingresan a la Soc. Conyugal. No así las pensiones de gracia, porque estas son una

adquisición a titulo gratuito.

Ingresa pues a la Sociedad Conyugal:

1) Toda remuneración de cualquier trabajo que se realice durante la vigencia de

la Soc. Conyugal: La ley no distingue entre actividad licita o ilícita, de manera que si el

marido comete un delito, lo que obtiene con motivo de la comisión de ese delito va a

ingresar al haber absoluto de la Soc. Conyugal.

Lo único que la ley exige para que la remuneración ingrese al haber absoluto de

la Soc. Conyugal, es que el trabajo que produce la remuneración se haya realizado

durante la vigencia de la Soc. Conyugal. Ni siquiera es necesario que la remuneración se

pague durante la vigencia de la Soc. Conyugal, basta con que el trabajo que produce la

remuneración se realice durante su vigencia.

Por ejemplo: si el marido durante la vigencia de la Soc. Conyugal, defiende a

alguien en un juicio, y los honorarios se le pagan una vez disuelta la Soc. Conyugal, esos

honorarios van a parar al haber absoluto real, y si el marido estando soltero defiende a

alguien en un juicio, los honorarios se le pagan durante la vigencia de la Soc. Conyugal,

para ver donde ingresan esos honorarios, va a depender: si se trata de bienes muebles al

haber relativo, si se trata de inmuebles a su patrimonio propio.

Respecto de las actividades divisibles no hay problema, aquella parte de la

remuneración que corresponda al trabajo realizado durante la vigencia de la Soc.

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Conyugal ingresa al haber absoluto y aquella parte de la remuneración que corresponda

al trabajo realizado antes de la vigencia de la Soc. Conyugal ingresara al haber relativo, si

se trata de cosas muebles, y al patrimonio propio del cónyuge, si se trata de bienes

raíces.

Tratándose de actividades indivisibles se plantea el problema, por ejemplo: una

novela o un cuadro. La doctrina sostiene que para ver a que patrimonio ingresa la

remuneración hay que atender al momento en que la obra se termina, porque la obra

existe cuando se termina y cuando ello ocurre se devenga la remuneración. Este criterio

es discutible, sea lógico o justo, una cosa es que la obra sea divisible o indivisible y otra

cuestión muy distinta, es que la Soc. Conyugal sea la dueña de todo o parte de la

remuneración, por ejemplo: el marido estando soltero estuvo 5 años pintando un

cuadro, contrajo matrimonio bajo el régimen de Soc. Conyugal, y dio la última pincelada

al cuadro; de acuerdo al concepto general de la doctrina, ingresa al haber absoluto esa

remuneración. A la inversa, el marido, casado bajo el régimen de Soc. Conyugal escribe

una novela y disuelta la Soc. Conyugal escribe el epilogo, en concepto de la generalidad

de la doctrina los dºs de autor ingresarían al haber aparente si son muebles y al haber

propio si son inmuebles, lo que obviamente parece injusto.

En concepto de la generalidad de la doctrina, tratándose de obras indivisibles hay

que atender al momento en que la obra se termina, porque la obra existe cuando

termina y por tanto en ese momento se devenga la remuneración.

2) Todo lo que el marido obtenga con motivo de su trabajo: Siempre que

naturalmente la actividad que produce la remuneración se haya realizado durante la

vigencia de la Sociedad Conyugal.

3) Las remuneraciones, sueldos, emolumentos que reciba la mujer con motivo

del trabajo que realiza conjuntamente con su marido: Siempre que la actividad se

realice durante la vigencia de la Soc. Conyugal. Que el trabajo sea realizado

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conjuntamente con el marido, significa que se realiza en colaboración con el marido, por

ejemplo: el marido tiene una tienda, la mujer le ayuda y el marido la remunera, esa

remuneración ingresa al haber absoluto. Pero, toda remuneración que la mujer obtenga

con motivo del ejercicio de un empleo, profesión, industria, comercio separado del de su

marido pasa a formar parte de lo que se denomina el patrimonio reservado de la mujer

casada.

Este patrimonio es administrado por la mujer durante la vigencia de la Soc.

Conyugal, como separada parcialmente de bienes. Pero cabe hacer presente desde ya,

que los bienes reservados son bienes sociales cuya administración se desplaza a la

mujer.

Para ver la suerte que corren estos bienes reservados, debemos distinguir dos

situaciones:

1ª situación: La mujer acepta los gananciales.

2ª situación: La mujer renuncia los gananciales.

1ª Sí la mujer acepta los gananciales a la disolución de la Soc. Conyugal: Los

bienes reservados incrementan los gananciales que se van a dividir por iguales partes

entre marido y mujer. O sea los bienes reservados se colacionan con los gananciales que

se van a dividir por iguales partes.

2ª Sí la mujer renuncia los gananciales: Conserva para sí los bienes reservados y

no participa de los gananciales provenientes de la actividad del marido.

4) Las Donaciones Remuneratorias: De acuerdo con el ART.1738 CC, ingresan al

haber absoluto o real “Las donaciones remuneratorias de bienes raíces hechas a uno de

los cónyuges o a ambos, por servicios que no daban acción contra la persona servida, no

aumentan el haber social; pero las que se hicieren por servicios que hubieren dado acción

contra dicha persona, aumentan el haber social, hasta concurrencia de lo que hubieren

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dado acción, no más, y siempre que los servicios se hubieren prestado durante la

vigencia de la sociedad conyugal”.

Son donaciones remuneratorias aquellas que se han hecho expresamente en

remuneración de un servicio específico de los que suelen remunerarse, por ejemplo: el

hijo defiende al padre en un pleito y el padre hace al hijo una donación remuneratoria.

Esta remuneración donatoria ingresa al haber absoluto de la Soc. Conyugal hasta

concurrencia de lo que hubiere dado acción en contra de la persona servida, siempre

que el servicio se hubiere prestado durante la vigencia de la Soc. Conyugal.

5) Todos los frutos, réditos, pensiones, intereses y lucros de cualquier

naturaleza que provengan, sea de los bienes sociales, sea de los bienes propios de los

cónyuges y que se devengue durante la vigencia de la Soc. Conyugal: ART.1725 Nº2 CC.

De manera, que la Soc. Conyugal pasa a ser dueña, sin cargo de recompensa, de los

frutos tanto civiles como naturales, que provengan de los bienes sociales, o de los bienes

propios de los cónyuges, y que se devenguen durante la vigencia de la Soc. Conyugal.

Y podemos preguntarnos: ¿Por qué la Soc. Conyugal se hace dueña de los frutos

civiles y naturales que provengan de los bienes sociales y de los bienes propios de los

cónyuges, siempre que se devenguen durante la vigencia de la Soc. Conyugal?

Como contrapartida de la regla del ART.1740 Nº5 CC, en virtud de la cual “La Soc.

Conyugal es obligada al pago, de los gastos de mantenimiento de los cónyuges,

mantenimiento, educación y establecimiento de los descendientes comunes y de toda

otra carga de familia”. Así, como contrapartida de esta obligación que pesa sobre la

Soc. Conyugal, ésta se hace dueña de los frutos tanto civiles como naturales que

provengan, sea de los bienes sociales, sea de los bienes propios de los cónyuges y que se

devenguen durante su vigencia.

El modo de adquirir por el cual la sociedad conyugal se hace dueña de los frutos

que producen los bienes sociales es la accesión. Como vimos en años anteriores, la

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accesión con propiedad, no es un modo de adquirir el dominio, porque la accesión de

frutos es una consecuencia del ius fruendi, atributo del dº de dominio.

La Soc. Conyugal se hace dueña de los frutos civiles y naturales que produzcan los

bienes propios de los cónyuges en virtud del dº legal de goce que tienen y cuyo

fundamento acabamos de señalar.

Sin embargo no ingresan al haber social los frutos de los bienes reservados de la

mujer casada. En virtud del ART.1724 CC, tampoco ingresan los frutos de las cosas

donadas, heredadas o legadas bajo la condición que dichos frutos no pertenezcan a la

Soc. Conyugal. A menos que se trate de bienes donados o asignados a título de legítima

rigorosa, porque en virtud del ART.1192 CC, la legitima rigorosa no es susceptible de

condición, plazo, modo o gravamen alguno.

De tal manera, si a cualquiera de los cónyuges se hiciera una donación, se le deja

una herencia o legado con la condición de que los frutos de estos bienes no pertenezcan

a la Soc. Conyugal, vale la condición y los frutos de esos bienes donados, heredados o

legados no le pertenecen a la Soc. Conyugal, a menos que se trate de bienes donados o

asignados a título de legitima rigorosa.

6) Todos los bienes raíces o muebles que los cónyuges adquieran a título

oneroso, durante la vigencia de la Soc. Conyugal: ART.1725 Nº5 CC. La ley no distingue

entre bienes muebles o inmuebles, pero la disposición se aplica a ambos.

Para ver si el bien adquirido a título oneroso ingresa o no al haber absoluto o

real, hay que atender al momento del contrato que sirve de título o causa de la

adquisición, y no al momento en que la adquisición se consuma, o sea al momento en

que se efectúa la tradición, por ejemplo: el marido estando soltero compra un bien raíz y

durante la vigencia de la Soc. Conyugal se le efectúa la tradición, este bien raíz ingresa al

patrimonio del marido porque el contrato que sirve de causa o título de la adquisición es

anterior a la Soc. Conyugal; a la inversa, el marido compra durante al vigencia de la Soc.

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Conyugal un bien raíz y la tradición, o sea la inscripción en el Registro Conservatorio se le

efectúa disuelta ésta, ese bien raíz ingresa al haber absoluto de la Soc. Conyugal. Así lo

dice el ART.1736 CC.

El ART.1736 CC en su inciso 1º nos da la regla general, “La especie adquirida

durante la sociedad no pertenece a ella, aunque se haya adquirido a título oneroso

cuando la causa o título de la adquisición ha precedido a ella”, y luego señala una serie

de casos, en una enumeración no taxativa. El precepto es bastante incorrecto, porque se

refiere en gran parte de sus numerales a adquisiciones a título gratuito.

ART.1736 CC:

Nº1 “No pertenecerán a la sociedad las especies que uno de los cónyuges poseía a

título de señor antes de ella, aunque la prescripción o transacción con que las haya hecho

verdaderamente suyas se complete o verifique durante ella”. Ello es lógico porque la

prescripción y la transacción son declarativas de dominio, y sabemos que la prescripción

presupone la posesión.

Nº2 “Ni los bienes que se poseían antes de ella por un título vicioso, pero cuyo

vicio se ha purgado durante ella por la ratificación, o por otro remedio legal” . Sabemos

que la ratificación opera con efecto retroactivo.

Nº3 “Ni los bienes que vuelven a uno de los cónyuges por la nulidad o resolución

de un contrato, o por haberse revocado una donación”. Sabemos que la nulidad y la

resolución operan con efecto retroactivo.

Nº4 “Ni los bienes litigiosos y de que durante la sociedad ha adquirido uno de los

cónyuges la posesión pacífica”.

Nº5 “Tampoco pertenecerá a la sociedad el derecho de usufructo que se

consolida con la propiedad que pertenece al mismo cónyuge; los frutos solo pertenecerán

a la sociedad”

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Nº6 “Lo que se paga a cualquiera de los cónyuges por capitales de créditos

constituidos antes del matrimonio, pertenecerá al cónyuge acreedor. Lo mismo se

aplicará a los intereses devengados por uno de los cónyuges antes del matrimonio y

pagados después”.

Nº7 “También pertenecerán al cónyuge los bienes que adquiera durante la

sociedad en virtud de un acto o contrato cuya celebración se hubiere prometido con

anterioridad a ella, siempre que la promesa conste en un instrumento público, o de

instrumento privado cuya fecha sea oponible a terceros de acuerdo con el artículo 1703.”

“Si la adquisición se hiciere con bienes de la Soc. Conyugal y del cónyuge, éste

deberá la recompensa respectiva.

Si los bienes a que se refieren los números anteriores son muebles, entran al

haber relativo de la Soc. Conyugal”.

Respecto de este artículo llama la atención que se atiende al momento de la

celebración del contrato de promesa, o sea si uno de los cónyuges promete adquirir un

bien raíz o un bien mueble antes de la vigencia de la Soc. Conyugal, y el bien se adquiere

durante la vigencia de la Soc. Conyugal en cumplimiento del contrato de promesa, este

bien no ingresa al haber real, sino que ingresa, si es un inmueble al haber propio del

cónyuge; siempre y cuando la promesa conste por escritura pública o por instrumento

privado cuya fecha sea oponible a terceros en virtud del ART.1703 CC.

Esto significa trastocar todos los principios, porque la promesa no es título

translaticio de dominio, porque de ella emana una obligación de hacer y la expresión

título translaticio de dominio tenemos que tomarla en su sentido legal, y de acuerdo al

ART.703 CC, título translaticio de dominio es aquel que por su naturaleza sirve para

transferir el dominio.

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La Ley 18.802 introdujo este numerando por razones de justicia, pero no por

razones de técnica jurídica, porque pertenece al cónyuge el bien que adquiere durante

la vigencia de la Soc. Conyugal.

El instrumento privado adquiere fecha respecto de terceros cuando:

1º Consta haberlo presentado en juicio.

2º Cuando fallece uno de los que lo han otorgado.

3º Cuando se ha incorporado a un Registro Público.

4º Cuando ha tomado razón de él un funcionario publico, en su carácter de tal.

5º En virtud de lo que establece el C. O. T cuando ha sido protocolizado.

Ahora bien si los bienes a que se refiere el ART.1736 CC, son bienes muebles

ingresan al haber relativo o aparente.

Todos los bienes raíces o muebles que los cónyuges adquieran durante al

vigencia de la Soc. Conyugal a título oneroso, ingresan al haber absoluto o real, siempre

que el título o causa de la adquisición se realice durante la vigencia de la Soc. Conyugal,

por eso llama tanto la atención este Nº7, porque dice que no pertenece a la Soc.

Conyugal el bien cuando la promesa se celebro antes de la vigencia de la Soc. Conyugal,

y la compra venta se celebro durante la vigencia de la Soc. Conyugal.

Fallo Corte Suprema. Tomo 40, revista “Derecho y Jurisprudencia”, sección 1°, de

24 Agosto de 1942. Se trataba del siguiente caso: El marido realizó, durante la vigencia

de la sociedad conyugal, gestiones ante una casa de previsión para comprar un bien raíz,

la casa compró el bien raíz, pero no se la vendió al marido, se disolvió la sociedad

conyugal y el marido contrajo nuevo matrimonio bajo el régimen de sociedad conyugal y

bajo la vigencia de ésta sociedad conyugal la casa vendió el bien raíz al marido.

Planteándose el problema de saber a cual de las dos sociedades conyugales

pertenecía ese bien, la Corte falló que el bien raíz pertenecía a la primera sociedad

conyugal, no obstante debiera pertenecer a la segunda sociedad conyugal porque el

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título causa de la adquisición corresponde a ésta. La Corte suprema resolvió así porque

por título, dándole al término un sentido excesivamente amplio, debe entenderse todo

antecedente que conduce en forma obligatoria a la adquisición, en circunstancia que la

expresión título translaticio de dominio, esta definida por la ley y es aquel que por su

naturaleza sirve para transferir el dominio. ART.1736 N°5 CC.

El ART.1728 CC, se pone en el caso que durante la vigencia de la sociedad

conyugal, un cónyuge adquiera a título oneroso una finca contigua a una finca propia, la

finca que se adquiere ingresa al haber absoluto. Pero también se pone en el caso que la

finca contigua a la propia ha conformado una sola finca de tal manera que no pueden

separarse sin detrimento, en este caso se forma una copropiedad entre la sociedad

conyugal y el cónyuge, a prorrata de los respectivos valores de la finca al momento de su

incorporación.

El ART.1729 CC, señala que “La propiedad de las cosas que uno de los cónyuges

poseía pro indiviso y que durante la sociedad conyugal se hace dueño a título oneroso

pasa a pertenecer, pro indiviso, al cónyuge y a la sociedad conyugal”. O sea se forma

nuevamente una comunidad entre el cónyuge y la sociedad conyugal, a prorrata de lo

que valía la cuota del cónyuge y lo que le ha costado la adquisición del resto.

De acuerdo al ART.1731 CC, ingresa al haber absoluto de la sociedad conyugal la

parte del tesoro que según la ley corresponde al dueño del terreno, cuando el tesoro se

descubre en algún terreno que pertenece a la sociedad conyugal. La parte del tesoro que

corresponde al dueño del terreno es la mitad. Ingresa también al haber absoluto las

minas denunciadas por cualquiera de los cónyuges, porque en el descubrimiento de la

mina hay trabajo, no es producto del azar. Naturalmente que si la mujer, es por ejemplo,

ingeniero en minas y descubre una mina ésta ingresaría al patrimonio reservado de la

mujer casada.

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Respecto al producto del juego, sabemos que el juego es un contrato oneroso, si

el juego es de destreza física hay trabajo. Si uno de los cónyuges adquiere a título

oneroso un boleto de lotería, ¿A que haber debe ingresar si se lo gana?

En concepto de la generalidad de la doctrina, tanto el boleto como el premio

ingresarían al haber absoluto o real, porque el boleto se adquirió a título oneroso

durante la vigencia de la sociedad conyugal. Pero si el boleto se adquiere a título

gratuito, en concepto de Arturo Alessandri, tanto el boleto como el premio ingresan al

haber aparente o relativo de la sociedad conyugal. Sin embargo la cuestión en este caso

es discutible. En lo tocante a las acciones que se adquieren a título oneroso durante la

vigencia de la sociedad conyugal, ingresan al haber absoluto o real, lo mismo ocurre con

los dividendos y crías de esas acciones, que van a ingresar al haber absoluto.

Pero si las acciones se adquieren a título gratuito van a ingresar al haber relativo

u aparente y lo mismo ocurre con las crías. Los dividendos van a ingresar al haber

absoluto, porque los dividendos son frutos.

Haber Relativo o Aparente:

Esta constituido por aquellos bienes que ingresan a la sociedad conyugal con

cargo de recompensa. Esta Recompensa no es sino el crédito que tiene el cónyuge

aportante o adquirente en contra de la sociedad conyugal y que hará efectivo a la época

de la disolución de la misma.

De acuerdo a los números 3° y 4° del ART.1725 CC, ingresa al haber relativo el

dinero que cualquiera de los cónyuges aporte al matrimonio o durante él adquiera a

título gratuito, e ingresa al haber relativo las cosas fungibles y especies muebles que los

cónyuges aporten al matrimonio y que durante el matrimonio adquieran a título

gratuito. Dicho artículo no señala expresamente que la adquisición deba ser a título

gratuito, pero así lo señala el ART.1732 CC.

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Bajo la sola vigencia del CC regía el principio nominalista en materia de pago de

recompensas, y si se trataba de dinero la recompensa se pagaba peso a peso, o sea la

misma cantidad de dinero, si se trataba de cosas muebles aportadas al matrimonio se

pagaba el valor de dichas cosas muebles al tiempo del aporte, y si se trataba de cosas

muebles adquiridas durante la vigencia de la sociedad conyugal a título gratuito, se

pagaba el valor al tiempo de la adquisición.

La inflación endémica en nuestro país hizo inoperante el sistema de recompensas,

de ahí porque la ley 18.802 de 9/04/89 modificó el ART.1734 CC en el siguiente sentido:

Hoy las recompensas se pagan en dinero procurando que la suma a pagar tenga, en lo

posible, el mismo valor adquisitivo que la suma invertida al originarse la recompensa. O

sea las recompensas son reajustables.

La reajustabilidad la determina el juez partidor de acuerdo a la equidad natural,

porque la sociedad conyugal no es una sociedad mercantil. ART.1734 CC.

¿Cómo determinar cuales son las cosas muebles que los cónyuges tienen al

momento de contraer matrimonio, es decir las cosas muebles que aportan al

matrimonio?

Puede ocurrir que los cónyuges tengan la precaución de señalar, en las

capitulaciones matrimoniales, que se celebran antes del matrimonio; cuales son las

cosas muebles que tienen al momento de contraer matrimonio y aportan a éste, con el

objeto de dejar prueba pre constituida acerca de la recompensa que pueden hacer valer

en contra de la sociedad conyugal.

Las capitulaciones matrimoniales hacen plena fe de cuales son las cosas muebles

que los cónyuges aportan al matrimonio, y es muy importante que los esposos hagan

esta relación en las capitulaciones matrimoniales que celebran antes del matrimonio

frente al ART. 1739 CC, que establece una presunción del carácter social de los bienes.

Esta presunción se aplica solo respecto de los bienes muebles y no de los bienes raíces,

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porque respecto de éstos basta ver la inscripción en el registro conservador para darse

cuenta que el bien es propio de uno de los cónyuges, porque en la inscripción aparece el

título de la adquisición.

Tal presunción consiste en que todas las cosas, corporales o incorporales, que se

encuentren en poder de cualquiera de los cónyuges durante la vigencia de la sociedad

conyugal, o a la época de su disolución, se presumen sociales, a menos que aparezca o

se pruebe lo contrario.

ART.1739 inc.1° CC.

Esta presunción es simplemente legal y los cónyuges podrán acreditar por

cualquier medio de prueba, inclusive como se ha fallado mediante declaraciones de

testigos, que el bien es propio. Sin embargo hay un medio de prueba que no tiene valor

frente a terceros cual es la confesión de los cónyuges, que ni individual ni

conjuntamente, ni aunque se haga bajo juramento hace fe frente a terceros.

Pero la confesión produce efectos entre los cónyuges, y se mira como una

donación revocable, que confirmada por la muerte del donante se hará efectiva en su

mitad de gananciales o en sus bienes propios según haya lugar. ART.1739 inc.2° y 3° CC.

En seguida la ley establece una presunción de derecho, con el objeto de proteger

a los terceros acreedores, porque todo el ART.1739 CC, tiene por objeto proteger a los

terceros acreedores que no tienen porque saber que los bienes sobre los cuales

persiguen sus créditos son sociales, o sea no tienen como demostrarlo.

Tratándose de bienes muebles los terceros que contraten a título oneroso con

cualquiera de los cónyuges quedarán a cubierto de toda reclamación que pudieran

fundar los cónyuges fundada en que el bien es social o del otro cónyuge, si el cónyuge

contratante hubiere hecho al tercero de buena fe la tradición del bien mueble

respectivo. Esta presunción es de derecho y tiene por objeto proteger a los terceros que

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fueron inducidos a contratar con alguno de los cónyuges por la situación aparente.

ART.1739 inc.4° CC.

Pero no se presume la buena fe de terceros cuando el bien mueble, objeto del

contrato, aparece inscrito en un registro público a nombre del otro cónyuge como

cuando se trata de acciones, vehículos motorizados, o aeronaves. ART.1739 inc.5 CC.

Y también se presume, y esta presunción es simplemente legal, que los bienes

adquiridos después de disuelta la sociedad conyugal y antes de su liquidación se han

adquirido con bienes sociales, a menos que el cónyuge pruebe, y destruya así la

presunción, que la adquisición se ha hecho con bienes propios o con el producto de su

actividad personal. ART.1739 inciso final CC.

Para determinar si se trata de un bien aportado al matrimonio o adquirido

durante la vigencia de la sociedad conyugal a título oneroso hay que estar al momento

del contrato que sirve de título o causa de la adquisición, no al momento en que se

efectúa la tradición.

Por ejemplo: el marido compra, estando soltero, un automóvil; contrae

matrimonio bajo el régimen de sociedad conyugal y durante la vigencia de ésta se le

efectúa la tradición del automóvil. ¿Ese bien es un bien aportado al matrimonio o

adquirido durante la vigencia de éste a título oneroso? Es un bien aportado al

matrimonio, porque la causa o título de adquisición es anterior a la sociedad conyugal.

El número 4° del ART.1724 CC, habla de cosas fungibles y especies muebles, y por

consiguiente se refiere tanto a las cosas corporales muebles como a las cosas

incorporales muebles, el problema se hubiere planteado si el código hablara solamente

de cosas muebles, porque de acuerdo al ART.574 CC, cuando por la ley o por el hombre

se emplea la expresión "cosas muebles" debe entenderse por tales las que señala el

ART.567 CC, el cual se refiere a los muebles corporales por naturaleza, o por

anticipación.

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También ingresa al haber relativo u aparente la parte del tesoro que según la ley

corresponde al descubridor, y la parte del tesoro que según la ley pertenece al dueño

del terreno cuando el tesoro se descubre en terreno propio de alguno de los cónyuges.

ART.1731 CC.

De acuerdo al ART.1738 CC ingresa al haber relativo las donaciones

remuneratorias, que no dan acción en contra de la persona servida por servicios

prestados antes o durante la vigencia de la sociedad conyugal siempre que estas

donaciones remuneratorias se refieran a cosas muebles.

Y por último ingresa al haber relativo u aparente el precio de venta de las cosas

de alguno de los cónyuges. ART. 1741 CC.

Haber Propio de los Cónyuges:

Esta compuesto por aquellos bienes que no ingresan a la sociedad conyugal ni de

manera absoluta ni de manera aparente, sino que permanecen en el patrimonio propio

de los cónyuges, y esto es perfectamente posible porque la sociedad conyugal es una

comunidad restringida de gananciales, de tal manera que es perfectamente posible

distinguir en ella el patrimonio social, el patrimonio propio del marido y el patrimonio

propio de la mujer.

Permanecen en el haber propio de los cónyuges:

- Los bienes raíces que los cónyuges aportan al matrimonio, es decir, aquellos

bienes raíces que tienen al momento de contraer matrimonio y los bienes raíces que

adquieren durante la vigencia de la sociedad conyugal a título gratuito, así lo establecen

los ARTS.1726 y 1732 CC. Pertenecen a esta categoría los bienes raíces que los cónyuges

adquieren durante la vigencia de la Soc. Conyugal a título oneroso, cuando la causa o

título de adquisición es anterior a la Soc. Conyugal, de acuerdo a lo que establece el

ART.1736 CC.

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- Las donaciones remuneratorias hechas a cualquiera de los cónyuges por

servicios prestados antes o durante la vigencia de la Soc. Conyugal, y que no daban

acción en contra de la persona servida, siempre que esta donación remuneratoria

recaiga sobre bienes raíces. ART.1738 CC.

- En virtud del ART.1727 Nº3 CC, no obstante lo dispuesto en el ART.1725 CC, no

entrarán a componer el haber social todos los aumentos materiales que acrecen a

cualquier especie de uno de los cónyuges, formando un mismo cuerpo con ella, por

aluvión, edificación, plantación o cualquier otra causa.

De tal manera que los aumentos de valor que experimenten los bienes propios

de los cónyuges permanecen en el haber propio del cónyuge, porque lo accesorio sigue

la suerte de lo principal. Si el aumento de valor se debe a causas naturales, como por

ejemplo a la accesión, el cónyuge nada debe a la Soc. Conyugal, así lo establece el

ART.1771 CC.

Si el aumento de valor, en cambio, que experimentan los bienes de uno de los

cónyuges se debe a la industria humana, el cónyuge queda deudor de una recompensa a

favor de la Soc. Conyugal, recompensa cuyo monto señala el ART.1746 CC. Para que

tenga lugar esta recompensa se requiere, según este precepto, la concurrencia de los

siguientes requisitos:

a) Que las expensas hayan aumentado el valor de la cosa.

b) Que el aumento de valor subsista a la disolución de la Soc. Conyugal.

Y si el aumento de valor de la cosa es superior al valor de las expensas se deben

sólo las expensas, es lo que nos dice el ART.1746 CC.

- Permanecen en el haber propio de los cónyuges las cosas muebles que los

cónyuges tenían al momento de contraer matrimonio y que excluyeron de la comunión

en las capitulaciones matrimoniales que se celebran antes del matrimonio.

16

Page 17: Sociedad Conyugal

Los esposos en las capitulaciones matrimoniales que celebran antes del

matrimonio pueden eximir de la comunión cualquier parte de sus bienes muebles,

designándolos en las capitulaciones matrimoniales, estos bienes muebles no ingresan al

haber social sino que pertenecen al haber propio del cónyuge, así lo dice el ART.1725

Nº4 inc.2º CC. No ingresan a la Soc. Conyugal, por consiguiente, los aumentos de valor

que experimentan estas cosas muebles, porque lo accesorio sigue la suerte de lo

principal.

- En virtud del ART.1724 CC, si a uno de los cónyuges se hiciera una donación o se

dejare una herencia o legado con la condición que las cosas donadas, heredadas o

legadas, no pertenezcan a la Soc. Conyugal, vale la condición; y por consiguiente los

frutos de las cosas donadas, heredadas o legadas, ingresan al patrimonio propio del

cónyuge, pero esta condición no vale cuando se trata de bienes donados o asignados a

título de legítimas, porque de acuerdo al ART.1192 CC, la legitima rigorosa no es

susceptible de condición, plazo, modo o gravamen alguno.

En cuanto a los bienes donados, heredados o legados, si se trata de bienes

muebles, ingresarán al haber relativo o aparente, porque se trata de bienes muebles

adquiridos durante la vigencia de la Soc. Conyugal a título gratuito, y si el bien donado,

heredado o legado, es un bien raíz, ingresa al patrimonio propio del cónyuge, porque se

trata de un bien raíz adquirido durante la vigencia de la Soc. Conyugal a título gratuito.

- Por último, permanecen en el haber propio de los cónyuges los bienes raíces

adquiridos durante la vigencia de la Soc. Conyugal adquiridos a título oneroso que hayan

venido a subrogar a un bien raíz propio del cónyuge, o a valores propios del cónyuge

destinados a su adquisición en las capitulaciones matrimoniales, o en una donación por

causa de matrimonio. ART.1727 Nº1,2 Y 3 CC.

SUBROGACIÓN EN LA SOCIEDAD CONYUGAL.

17

Page 18: Sociedad Conyugal

EL CC señala en su artículo 1608, “La subrogación es la transmisión de los

derechos del acreedor a un tercero que le paga”. Y esta institución se encuentra

tratada dentro de los modos de extinguir las obligaciones, Del Pago con Subrogación.

Los bienes raíces que los cónyuges adquieren durante la vigencia del matrimonio

a título oneroso ingresan al haber absoluto de la sociedad conyugal. Pues bien, la

subrogación en la Soc. Conyugal importa una interesante excepción a esta regla, porque

los bienes raíces adquiridos a título oneroso durante la vigencia de la Soc. Conyugal que

vienen a subrogar a un bien raíz Propio del cónyuge o a valores propios del cónyuge,

destinados a la adquisición de este bien raíz en las capitulaciones matrimoniales o en

una donación por causa de matrimonio, ingresan al haber propio del cónyuge.

Esta institución de la subrogación tiene enorme importancia y no sólo para la

mujer, sino también tiene importancia para el marido. Supongamos que durante la

vigencia de la Soc. Conyugal el marido vende un bien raíz propio, el precio de venta

ingresa al haber relativo o aparente de acuerdo al ART.1741 CC. Si con posterioridad el

cónyuge destina ese dinero a la compra de otro bien raíz, ese bien raíz ingresa al haber

absoluto de la sociedad conyugal. Pues bien, mediante la subrogación en la Soc.

Conyugal se evita esto, porque el bien que se adquiere va a remplazar el bien propio,

porque pasa a ocupar la misma situación jurídica que el bien raíz propio del cónyuge que

se vendió.

La subrogación puede ser real o personal. Es real cuando se reemplaza una cosa

por otra que pasa a ocupar jurídicamente su lugar, y es personal cuando una persona

reemplaza a otra ocupando jurídicamente su lugar. El caso más importante es el pago

con subrogación.

Fuera de la subrogación real que opera en la Soc. Conyugal, otro caso de

subrogación real se produce cuando la especie o cuerpo cierto que se debe perece por

hecho o culpa del deudor, en este caso el deudor queda obligado al precio de la cosa y a

18

Page 19: Sociedad Conyugal

la indemnización de perjuicios, pues bien este es un caso de subrogación real porque el

precio pasa a ocupar el lugar de la especie o cuerpo cierto. Otro caso de subrogación

real: La suma asegurada en caso de siniestro pasa a ocupar el lugar de la cosa asegurada

y la prenda y la hipoteca pueden hacerse efectivas sobre la suma asegurada.

Pero la subrogación real más importante que contempla nuestra legislación es

la que opera en la Soc. Conyugal.

La subrogación es una institución de excepción, por ello la ley ha sido muy

estricta en su tratamiento, porque viene a alterar los principios sobre los cuales está

construido el régimen de sociedad conyugal. De tal manera que basta con que falte uno

de los requisitos señalados por la ley para que no opere la subrogación y el bien raíz que

se compra ingrese al haber absoluto de la Soc. Conyugal.

La subrogación en la Soc. Conyugal puede ser de dos clases, a saber:

1) Subrogación de inmueble a inmueble: Opera cuando el inmueble que se

adquiere viene a reemplazar a un inmueble propio de uno de los cónyuges.

2) Subrogación de un inmueble a valores: Opera cuando el inmueble que se

adquiere viene a reemplazar a valores propios del cónyuge, que se destinaron a su

adquisición en las capitulaciones matrimoniales o en una donación por causa de

matrimonio. El inmueble subrogante, o sea, el bien reemplazante, necesariamente debe

ser un inmueble. El bien subrogado, o sea, el bien reemplazado, puede ser mueble o

inmueble. A la subrogación en la Soc. Conyugal se refiere el ART.1733 CC.

Subrogación de inmueble a inmueble: a) Por Permuta, o b) por Compraventa.

Ello según que el bien propio del cónyuge se permute por otro inmueble o que el bien

propio de uno de los cónyuges se venda, y con el producto de la venta se compre otro

inmueble.

a) Subrogación de inmueble a inmueble por permuta.

19

Page 20: Sociedad Conyugal

Ella tiene lugar cuando un inmueble propio de uno de los cónyuges se permuta

durante la vigencia de la Soc. Conyugal por el inmueble de un tercero.

Para que opere la subrogación de inmueble a inmueble por permuta no basta

con que durante la vigencia de la Soc. Conyugal se permute un bien raíz propio de uno

de los cónyuges por un bien raíz de un tercero, es indispensable que en la escritura

pública de permuta, y no en otra se exprese el ánimo de subrogar, el cual debe

manifestarse expresa e inequívocamente.

No es necesario que se empleen términos sacramentales, ni siquiera es necesario

que se emplee la expresión subrogación, pero debe manifestarse de manera expresa e

inequívoca la intención de que el bien que se está adquiriendo va a ocupar o va a

reemplazar el bien propio. Ello debe hacerse en la escritura de permuta y no en otra,

porque la subrogación es una institución de excepción.

En segundo lugar, para que opere la subrogación se requiere que concurran los

requisitos comunes a toda subrogación, estos son los siguientes:

a) Es menester que exista proporcionalidad entre los valores de los bienes que se

subrogan. Proporcionalidad que la ley se encarga de señalar, y alcanza al 50% del valor

del bien que se adquiere.

b) Que la subrogación que opera en bienes propios de la mujer requiere de la

autorización de la mujer.

b) Subrogación de inmueble a inmueble por compraventa.

Ella tiene lugar cuando durante la vigencia de la Soc. Conyugal se vende un

inmueble propio de uno de los cónyuges, y con el producto de la venta se adquiere otro

inmueble.

Para que opere la subrogación es necesario que el producto de la venta del

inmueble propio se destine a la adquisición de otro inmueble, no es necesario que se

20

Page 21: Sociedad Conyugal

trate de la misma moneda o que se endose el cheque, lo que la ley quiere es que con el

producto de la venta del inmueble propio se compre otro inmueble.

Además de los requisitos comunes a toda subrogación, esto es, proporcionalidad

entre los valores de los bienes que se subrogan y autorización de la mujer cuando la

subrogación opera en bienes propios de la mujer, se requiere que en la escritura pública

de venta y en la escritura pública de compra se exprese el ánimo de subrogar.

En la escritura pública de venta debe expresarse la intensión de que se está

vendiendo ese inmueble para destinar el producto de la venta a la compra de otro

inmueble que va a venir a reemplazar al primero, y en la escritura de compra debe

expresarse también el ánimo de subrogar. Debe expresarse en forma inequívoca la

intensión de que el bien que se compra va a reemplazar el bien propio que se enajenó.

No hay ningún inconveniente en que la venta y la compra se realicen en un solo

acto, por ejemplo: en una misma escritura en que el cónyuge aparece como vendedor

del primer inmueble y comprador del segundo y se exprese el ánimo de subrogar.

Se ha presentado el problema de saber si puede uno de los cónyuges comprar un

inmueble expresando en la escritura pública de compraventa que este inmueble está

destinado a subrogar un inmueble propio que se va a vender después, es la llamada

subrogación por anticipación, en que, a diferencia del caso anterior en que se vende

primero y se compra después, aquí se compra primero y se vende después. El código

civil francés prohíbe expresamente la subrogación por anticipación.

Se plantea el problema de saber que ocurre en nuestro derecho con la

subrogación por anticipación. Un sector de la doctrina sostiene que es perfectamente

posible y en este caso opera la subrogación, porque la ley no la prohíbe. Es la opinión,

entre otros, de don Arturo Alessandri, no hay ningún inconveniente, dice don Arturo

Alessandri, que se compre un inmueble, se exprese en la escritura de compraventa el

ánimo de subrogar, se quede debiendo el precio y después se venda un inmueble propio

21

Page 22: Sociedad Conyugal

y con el precio de venta se pague el precio del inmueble que se adquirió, subrogación

por anticipación.

Otra Opinión, es que la cuestión es discutible, porque la subrogación es una

institución de excepción, y porque de los términos del ART.1733 CC, parece

desprenderse que la venta debe preceder a la compra y no tendría cabida en nuestro

derecho la subrogación por anticipación.

Subrogación de Inmuebles a Valores

De acuerdo al ART.1727 Nº2 CC, no ingresan al haber social, y por consiguiente

permanecen en el haber propio del cónyuge, las cosas compradas con valores propios

de uno de los cónyuges, destinados a ello en las capitulaciones matrimoniales o en una

donación por causa de matrimonio.

Para que opere la subrogación de inmuebles a valores, no basta con que durante

la vigencia de la Sociedad Conyugal se compre un inmueble con valores propios del

cónyuge, es indispensable que los valores estén destinados a la compra de un inmueble,

a fin de que opere la subrogación, en las capitulaciones matrimoniales que se celebran

antes del matrimonio o en una donación por causa de matrimonio. De tal manera, que

los valores deben haberse destinado, afectado a esta finalidad.

No obstante que la subrogación es una institución de excepción y no obstante

que el ART.1727 Nº2 CC, nos dice que los valores deben estar afectados a esta finalidad

en las capitulaciones matrimoniales que se celebran antes del matrimonio o en una

donación por causa de matrimonio, la doctrina concluye y algunos fallos de nuestros

tribunales lo han resuelto así, que la afectación puede hacerse también en una

asignación testamentaria, porque ésta al igual que la donación es un acto a título

gratuito.

La expresión valores hay que tomarla en su sentido natural y obvio, se entiende

por valores la moneda nacional, la moneda extranjera, la moneda de oro, acciones,

22

Page 23: Sociedad Conyugal

bonos, debentures, etc. Los valores, a menos que se trate de moneda nacional deben

venderse, y con el producto de la venta de los valores debe comprarse un inmueble.

Se plantea el problema de saber, si puede permutarse directamente los valores

por un inmueble, por ejemplo: la mujer tiene 2000 acciones de Endesa, ¿podría la mujer

directamente permutar esas acciones por un inmueble?.

Hay quienes sostienen que si, en opinión de algunos profesorres la cuestión es

discutible, porque el ART.1727 CC, dice “las cosas compradas con valores propios del

cónyuge”, y la subrogación es una institución de excepción.

Por último y sin perjuicio que concurran los requisitos comunes a toda

subrogación, es decir, la proporcionalidad entre los valores de los bienes que se

subrogan y la autorización de la mujer, si la subrogación opera en bienes propios de la

mujer, es menester que la escritura pública de compra se exprese el ánimo de subrogar,

es decir, se exprese de manera inequívoca la intención de que el inmueble que se esta

adquiriendo va a reemplazar a los valores destinados a su adquisición en las

capitulaciones matrimoniales, en una donación por causa de matrimonio o en una

asignación testamentaria.

Además es indispensable, que en la escritura pública de compra se exprese la

inversión de los valores, esto significa que en la escritura pública de compra debe

decirse expresamente, que el inmueble se esta comprando con los valores o con el

producto de los valores destinados a la adquisición del inmueble en las capitulaciones

matrimoniales, en una donación por causa de matrimonio o en las asignaciones

testamentarias.

Aquí encontramos una diferencia entre la subrogación de inmueble a inmueble

por c/v y la subrogación de inmuebles a valores, porque en la primera, basta con que en

la escritura pública de venta y en la escritura pública de compra se exprese el ánimo de

subrogar, no es necesario que se diga que el inmueble se esta comprando con el

23

Page 24: Sociedad Conyugal

producto de la venta de un inmueble propio, este es un requisito de fondo, pero no es

requisito de forma.

En cambio, en la subrogación de inmueble a valores la escritura pública de

compra debe contener una doble declaración:

1) Debe expresar el ánimo de subrogar.

2) Debe expresar la inversión de los valores, es decir debe manifestar de manera

expresa que el inmueble se esta comprando con los valores o con el producto de los

valores destinados a su adquisición en las capitulaciones matrimoniales celebradas antes

del matrimonio, donaciones por causa de matrimonio o como concluye la doctrina en

una asignación testamentaria, así lo dice el ART.1733 CC.

Para que opere la subrogación, la ley no exige que exista identidad entre los

valores de los bienes que se subrogan, porque si la ley lo exigiera, sería muy difícil que

operara la subrogación. Todo se traduce en un problema de recompensas.

Recompensa a favor de la Soc. Conyugal, cuando la finca o el inmueble que se

adquiere vale más que el inmueble propio, recompensa a favor del cónyuge cuando la

finca que se adquiere vale menos que el producto de la venta del inmueble propio, el

valor del inmueble que se permuto o los valores invertidos, por ejemplo: El marido

vende un bien raíz propio en 8 y compra un bien raíz en 10, faltan 2, esos 2 los pone la

Soc. Conyugal, que queda acreedora de una recompensa en contra del cónyuge,

recompensa que se hará efectiva a la disolución de la Soc. Conyugal, a la inversa, el

marido vende el bien propio en 10 y compra un bien en 8, la Soc. Conyugal queda

debiendo al cónyuge una recompensa por los 2.

Pero esto tiene que tener un límite, porque con un criterio de amplitud sería muy

fácil burlar a los acreedores, por ejemplo: el cónyuge, marido o mujer vende un bien raíz

propio en 10 millones y compra un bien raíz en 100 millones, los 90 millones restante los

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Page 25: Sociedad Conyugal

pone la Soc. Conyugal, quien queda acreedora del cónyuge de una recompensa que se

hará efectiva al momento de su disolución, burlándose de este modo a los acreedores.

Por eso el ART.1733 CC, en su inciso penúltimo nos dice: “Pero no se entenderá

haber subrogación cuando el saldo en favor o en contra de la Soc. Conyugal excediere a

la mitad del precio de la finca que se recibe”, en el ejemplo propuesto, cuando el

cónyuge vende en 10 y compra en 100 no opera la subrogación, excede el 50% del

precio de la finca que se adquiere; a la inversa el cónyuge vende en 100 y compra en 10,

el saldo en contra de la Soc. Conyugal asciende a 90, no opera la subrogación porque el

saldo en contra de la Soc. Conyugal excede el 50 % del precio de la finca que se

adquiere.

En estos casos no hay subrogación, porque no existe la debida proporcionalidad

entre los valores, y el bien que se adquiere ingresa al haber absoluto de la Soc. Conyugal,

porque es un bien raíz adquirido a título oneroso durante la vigencia de ésta, pero la

Soc. Conyugal queda deudora al cónyuge de una recompensa por el precio de venta o

por los valores invertidos; recompensa que asciende al precio de la finca que se enajeno

o a los valores respectivos.

Pero, el cónyuge conserva el derecho a llevar a cabo otra subrogación,

comprando otro inmueble y existiendo la debida proporcionalidad entre los valores, es

lo que nos dice el inciso penúltimo del ART.1733 CC.

El segundo requisito común a toda subrogación, es que si la subrogación opera

en bienes raíces de la mujer se requiere la autorización de ésta, si la mujer no presta su

autorización para que opere una subrogación en bienes propios de ella, el bien raíz que

se adquiere va a ingresar al haber absoluto, o sea no opera la subrogación.

Así, la subrogación evita que un bien raíz adquirido a título oneroso durante la

vigencia de la Soc. Conyugal ingrese al haber absoluto, porque el bien raíz que se

adquiere pasa a ocupar la misma situación jurídica que el bien raíz propio del cónyuge

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Page 26: Sociedad Conyugal

que se vendió, permuto o los valores del cónyuge destinados a la adquisición del bien

raíz en las capitulaciones matrimoniales, en una donación por causa de matrimonio o en

un asignación testamentaria.

PASIVO EN LA SOCIEDAD CONYUGAL.

Para comprender claramente es menester distinguir dos situaciones o dos

cuestiones:

1) El problema de la obligación a la deuda.

2) El problema de la contribución a la deuda. Ambos problemas vistos al

tratar de la solidaridad en materia de obligaciones.

El problema de la obligación a la deuda, se plantea durante la vigencia de la Soc.

Conyugal entre los cónyuges y los acreedores. Consiste en determinar sobre que

patrimonio pueden los acreedores hacer efectivos sus créditos. Desde este punto de

vista es social, aquella deuda o aquel crédito que los acreedores pueden hacer efectivo

en el patrimonio del marido, cuyos bienes se confunden con los de la Soc. Conyugal

durante su vigencia, pero desde este punto de vista no hay obligaciones personales de la

mujer, es decir obligaciones que sólo puedan hacerse efectivas sobre los bienes propios

de la mujer que administra el marido.

El problema de la contribución a la deuda, dice relación con determinar cual es

el patrimonio que en definitiva soporta el pago de la obligación. Este problema se va a

plantear a la disolución de la Soc. Conyugal. Pero desde este punto de vista son sociales,

aquellas deudas cuyo pago en definitiva lo soporta la Soc. Conyugal y forman lo que se

denomina el pasivo definitivo de la Soc. Conyugal.

Y desde el punto de vista de la contribución a la deuda, son obligaciones

personales del marido o de la mujer, aquellas obligaciones que si bien son sociales,

desde el punto de vista de la obligación a la deuda, porque las paga el marido cuyos

bienes se confunden con la Soc. Conyugal, su pago en definitiva no lo soporta la Soc.

26

Page 27: Sociedad Conyugal

Conyugal porque ésta adquiere un crédito, una recompensa en contra del cónyuge que

contrajo la obligación, o a quien la ley se la impuso, estas obligaciones forman lo que ha

dado en llamar el pasivo relativo, aparente o provisional de la Soc. Conyugal.

Desde el punto de vista de la obligación a la deuda, es decir del patrimonio sobre

el cual los acreedores pueden hacer efectivo su crédito, son obligaciones sociales:

a) Las obligaciones contraídas por el marido durante la vigencia de la Soc.

Conyugal.

b) Las obligaciones contraídas por el marido antes de contraer matrimonio.

c) Las obligaciones contraídas por la mujer con mandato general o especial

del marido, de acuerdo a lo que establece el ART.1751 CC. Si la mujer mandataria actúa

a su propio nombre, no obliga los bienes sociales sino los bienes que conforman su

patrimonio reservado, los bienes que administra como separada de bienes de acuerdo a

los ARTS.166 y 167 CC.

d) Las obligaciones contraídas por la mujer conjuntamente con el marido, y

aquellas en que la mujer se obliga solidariamente con el marido o subsidiariamente con

el marido. Si la mujer se constituye codeudora solidaria de su marido o afianza al

marido, esta obligación puede hacerse efectiva sobre el patrimonio del marido, que

durante la vigencia de la Soc. Conyugal se confunde con los bienes sociales.

Respecto de las obligaciones que contrae la mujer casada bajo el régimen de Soc.

Conyugal, durante la vigencia de ésta, en virtud de un contrato celebrado por ella, sólo

obliga su patrimonio reservado y los bienes que administra como separada parcialmente

de bienes en virtud de los ARTS.166 y 167 CC, así lo establece el ART.137 N°1 CC.

e) Las obligaciones contraídas por la mujer en las compras que hace al fiado

de objetos inmuebles destinados al consumo ordinario de la familia. Porque

supongamos que la mujer no tiene patrimonio reservado y esta separada parcialmente

de bienes, y el marido no le proporciona el dinero necesario, la mujer compra al fiado

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Page 28: Sociedad Conyugal

objetos muebles destinados al consumo ordinario de la familia, en este caso la

obligación puede hacerse efectiva sobre los bienes del marido que se confunden con los

de la Soc. Conyugal. La mujer sólo resulta obligada hasta concurrencia del provecho que

hubiere obtenido del acto, comprendiendo en este provecho el de la familia común en la

parte en que en derecho la mujer haya debido proveer a las necesidades de la familia

común, es lo que nos dice el ART.137 inc.2° CC.

f) Las obligaciones contraídas por la mujer con autorización judicial cuando

ella administra ordinariamente la Soc. Conyugal. La mujer va a administrar

ordinariamente la Soc. Conyugal en el caso del ART.145 CC, es decir cuando el

impedimento del marido para administrar la Soc. Conyugal no fuere de larga o indefinida

duración, en este caso la mujer puede actuar respecto de los bienes sociales, de los

bienes del marido y de los bienes propios con autorización judicial, y el acto se mira

como un acto celebrado por el marido, obligando por tanto los bienes del marido que se

confunden con los bienes de la Soc. Conyugal. Obliga sus bienes propios hasta

concurrencia del beneficio que reportare del acto, en virtud del principio del

enriquecimiento sin causa. En este caso no procede la administración extraordinaria.

Respecto de las obligaciones cuasi contractuales, sí la mujer casada en Soc.

Conyugal desempeña un rol activo en el cuasicontrato, por ejemplo: sí la mujer actúa

como agente oficioso de un 3º, obliga solamente sus bienes reservados y los bienes que

administra como separada parcialmente de bienes, en virtud de los ARTS.166 y 167 CC.

Pero, si la mujer tiene un rol pasivo en el cuasicontrato, y se trata de bienes de la mujer

que administra el marido, como si alguien actúa como agente oficioso en los bienes de la

mujer que administra el marido, la deuda es social y da acción sobre los bienes del

marido que se confunden con los bienes de la Soc. Conyugal.

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Page 29: Sociedad Conyugal

Hay ciertas obligaciones, sin embargo, que no sólo pueden hacerse efectivas

sobre los bienes del marido, que se confunden con los bienes de la Soc. Conyugal, sino

también sobre los bienes propios de la mujer, estas deudas son:

1) Las contraídas por el marido durante la vigencia de la Soc. Conyugal en

virtud de un contrato que cede en beneficio personal de la mujer, como por ejemplo: si

el marido paga una deuda contraída por la mujer antes del matrimonio, así lo dice el

ART.1750 inc.2° CC.

2) Las obligaciones contraídas por la mujer antes del matrimonio. Cuando la

mujer estaba soltera y contrajo esta obligación, los bienes estaban afectos al

cumplimiento de esa obligación, y por consiguiente estaban comprendidos en el

derecho de prenda o garantía general de los acreedores, por el hecho que la mujer

contraiga matrimonio bajo el régimen de Soc. Conyugal no tiene porque disminuir el

derecho de prenda general de los acreedores. Porque el matrimonio bajo el régimen de

Soc. Conyugal altera la administración del patrimonio de la mujer, pero no tiene porque

disminuir el derecho de prenda general de los acreedores, esta es la razón por la cual las

obligaciones contraídas por la mujer antes del matrimonio pueden hacerse efectivas

también sobre los bienes propios de la mujer que administra el marido.

3) Las obligaciones que provengan de un delito o cuasidelito cometido por la

mujer, así se desprende del ART.1748 CC. Este precepto hay que relacionarlo con los

ARTS.1465 y 2469 CC, que consagran el dº de garantía gral.

4) Las obligaciones que la ley impone a la mujer. Este es el problema de la

obligación a la deuda que dice relación con determinar cual es el patrimonio sobre el

cual el acreedor puede hacer efectivo su crédito durante la vigencia de la Soc. Conyugal.

Desde el punto de vista de la contribución a la deuda. Son deudas personales del

marido o la mujer aquellas deudas que si bien son sociales, desde el punto de vista de la

obligación a la deuda, porque las paga la Soc. Conyugal, en definitiva su pago no lo

29

Page 30: Sociedad Conyugal

soporta la ésta, porque la Soc. Conyugal queda acreedora de una recompensa en contra

del cónyuge, recompensa que se hará efectiva a la disolución de la Soc. Conyugal. Estas

obligaciones personales, desde el punto de vista de la contribución a la deuda

conforman lo que se denomina el pasivo relativo, aparente o provisional de la Soc.

Conyugal.

Todo el sistema de recompensas esta inspirado en el principio del

enriquecimiento sin causa, tienen por objeto evitar que uno de estos patrimonios se

enriquezca sin causa a costa de otro patrimonio.

Pasivo Definitivo de la Sociedad Conyugal.

Materia a la que se refiere el ART.1740 CC, en sus números 1, 2, 4 y 5. Las que

señala el n°3 del ART.1740 CC, son deudas personales.

1.- De acuerdo al N°1 del Art.1740 CC “La sociedad es obligada al pago de todas

las pensiones e intereses que corren en contra de la sociedad sea en contra de

cualquiera de los cónyuges y que se devenguen durante la vigencia de la sociedad

conyugal”. De tal manera que la sociedad conyugal soporta en definitiva el pago

de las pensiones e intereses que corren en contra de la sociedad conyugal. Lo

cual es lógico porque la sociedad conyugal es deudora de estas obligaciones,

pero también es obligada a pagar las pensiones e intereses que corren en contra

de cada uno de los cónyuges. No obstante se hayan contraido en beneficio

personal del cónyuge. Por ejemplo: El marido pide un préstamo al Banco del

Estado, quien paga los intereses que devenga ese crédito? La sociedad conyugal,

porque ésta se hace dueña de los frutos, civiles y naturales, que producen los

bienes propios de los cónyuges. De tal manera que los cónyuges conservan en su

patrimonio una especie de nula propiedad. Y tiene una especie de derecho legal

de goce sobre los bienes de los cónyuges.

30

Page 31: Sociedad Conyugal

1. –“Es obligada al pago de las deudas y obligaciones contraídas durante el

matrimonio por el marido o la mujer, con autorización del marido, o de la justicia en

subsidio. Y que no fueran personales de aquel o ésta como lo serían las que se

contrajesen para el establecimiento de los hijos de un matrimonio anterior. La sociedad,

por consiguiente, es obligada con la misma limitación, al lasto de toda fianza, hipoteca y

prenda constituida por el marido”. ART.1740 N°2 CC. La ley 18.802 de 1989, derogó o

abolió la incapacidad relativa de la mujer casada al menos teóricamente, y hoy en día la

mujer para actuar en la vida jurídica no requiere autorización del marido o del juez en

subsidio, por consiguiente en esta parte, el precepto debe ser entendido tácitamente

derogado. A estas obligaciones hay que agregar las obligaciones contraidas por la mujer

con mandato general o especial del marido, aquellas obligaciones en que se obliga la

mujer conjunta, solidaria o subsidiariamente con el marido. Estas deudas son sociales a

menos que sean personales del marido o de la mujer, y el CC pone un ejemplo.

2. - El CC agrega "la sociedad esta obligada, con la misma limitación, al lasto

de toda fianza, hipoteca o prenda constituida por el marido". Lastar, según el diccionario

de Escriche, significa suplir lo que otro debe pagar con derecho a reintegrarse. Si la

fianza, la prenda o la hipoteca la constituye el marido para garantizar una obligación

social, la sociedad conyugal es obligada a su pago, porque ésta es deudora de la

obligación principal, en consecuencia es deudora de la obligación accesoria, pero si la

fianza, prenda o hipoteca la constituye el marido para garantizar una obligación personal

suya o una obligación personal de la mujer, ésta obligación no es social, de tal manera

que si las paga la sociedad conyugal queda acreedora de una recompensa en contra del

cónyuge que se hará efectiva a la disolución de la sociedad conyugal. ART.1740 N°2

inc.2° CC.

3. - De acuerdo al N°4 del Art.1740 CC, “La sociedad conyugal soporta en

definitiva el pago, de todas las cargas y reparaciones usufructuarias de los bienes

31

Page 32: Sociedad Conyugal

sociales o de los bienes propios de cada cónyuge”. Porque la sociedad conyugal se hace

dueña del producto del trabajo de los cónyuges. No dice la ley cuales son las cargas o

reparaciones usufructuarias, y por consiguiente habrá que acudir a la acepción que le

dan las reglas generales al tratar del derecho legal de usufructo en los ARTS.795 y 796

CC. Según ellos, son los gastos de conservación y cultivo de los bienes. Asimismo tienen

el carácter de cargas o reparaciones usufructuarias las pensiones, cánones, y en general

las cargas periódicas con que de antemano se hubiere gravado la cosa, y el pago de los

impuestos fiscales y municipales. No tiene el carácter de cargas o reparaciones

usufructuarias las obras o refacciones mayores, necesarias, esto es, las que se hacen por

una vez y a largos intervalos de tiempo, y dicen relación con la permanente conservación

y utilidad de la cosa.

De tal manera que si la sociedad paga una obra o refacción mayor, que se hacen

en bienes de uno de los cónyuges, adquiere una recompensa en contra del cónyuge.

Aunque los ARTS.795 y 796 CC, no lo digan. La doctrina concluye que tienen el carácter

de cargas o reparaciones usufructuarias los gastos jurídicos hechos para conservar la

posesión de los bienes de los cónyuges, indispensables para que la sociedad conyugal

ejerza el derecho legal de goce que tiene sobre esos bienes. En situación diversa se

encuentran los gastos jurídicos hechos para conservar el dominio de los bienes propios

de los cónyuges, estas no son deudas sociales, de tal manera que si en definitiva las paga

la sociedad conyugal adquiera una recompensa en contra del cónyuge.

4. “La sociedad conyugal soporta el pago del mantenimiento de los

cónyuges, y el mantenimiento, educación y establecimiento de los descendientes

comunes, y en general de toda otra carga de familia”. Y el CC nos dice que se entiende

por cargas de familia, los alimentos que uno de los cónyuges este por ley obligado a dar

a sus descendientes o ascendientes aunque no lo sean de ambos cónyuges, pero podrá

el juez moderar este gasto si le pareciera excesivo imputando el exceso al haber del

32

Page 33: Sociedad Conyugal

cónyuge. Este precepto debe concordarse con los ARTS.230 y 231 CC (introducido por la

ley 19.585 16/10/1988). El ART.230 CC nuevo nos dice: "Los gastos de educación, crianza

y establecimiento de los hijos son de cargo de la sociedad conyugal, según las reglas que

al tratar de ella se dirán, si no hubiere sociedad conyugal los padres contribuirán en

proporción a sus facultades", y el ART.231 CC agrega: "Si el hijo tuviera bienes propios,

los gastos de establecimiento, y en caso necesario los de su crianza y educación se

sacarán de los bienes propios del hijo, procurando conservar íntegro los capitales si ello

fuera posible". Los gastos de mantenimiento de los cónyuges y los de los hijos son

siempre sociales, los soporta en definitiva la sociedad conyugal.

En cuanto a los gastos de educación es menester distinguir si son:

- Ordinarios: su pago en definitiva lo soportara la sociedad conyugal.

- Extraordinarios: por ejemplo si al hijo se le ocurre irse a estudiar a Japón,

habrá que distinguir si el hijo tiene o no bienes propios, si no los tiene estos gastos son

sociales, los soporta en definitiva la sociedad conyugal. Si el hijo, por el contrario tiene

bienes propios, estas expensas extraordinarias de educación se sacarán de los bienes

propios del hijo, en lo que pudiere y le fuere efectivamente útil, a menos que conste, de

un modo auténtico que el marido, la mujer o ambos de consuno, han querido hacerlo de

lo suyo.

En cuanto a los gastos de mantenimiento que tienen por objeto dar al hijo una

situación estable que le permita subvenir a sus necesidades, habrá que distinguir si el

hijo tiene o no bienes propios.

- Si el hijo no tiene bienes propios, los gastos de establecimiento los

soporta, en definitiva, la sociedad conyugal.

- Si el hijo tiene bienes propios, los gastos de establecimiento se imputarán

a sus bienes propios, si pudiere y le fuera efectivamente útil, a menos que conste de

33

Page 34: Sociedad Conyugal

modo auténtico que el marido, la mujer o ambos de consuno han querido hacerlo de lo

suyo.

ART.1744 CC.

La sociedad conyugal esta obligada al pago de toda otra carga de familia, este

concepto tan amplio esta definido por el inc.2 del N°5 del ART.1740 CC, que señala que

se mirarán como carga de familia los alimentos que uno de los cónyuges, éste por ley

obligado a dar a sus descendientes o ascendientes, aunque no los sean de ambos

cónyuges. Pero en este caso el juez puede moderar el gasto si le pareciere excesivo

imputando el exceso al haber del cónyuge. Los alimentos que se deben por ley a los

descendientes comunes son gastos de mantenimiento, y por consiguiente el juez no

puede moderar este gasto imputando el exceso al haber del cónyuge, son siempre a

cargo de la sociedad conyugal.

Se ha entendido también que es carga de familia, el sueldo de los empleados

domésticos, los gastos de vacaciones, los regalos de costumbre.

En virtud del ART.1740 inc. final CC, si la mujer se reserva en las capitulaciones

matrimoniales el derecho a que se le entregue una suma de dinero o una pensión

periódica que va a administrar como separada parcialmente de bienes, el pago de ésta

suma de dinero lo soporta la sociedad conyugal, a menos que en las capitulaciones

matrimoniales, que se celebran antes del matrimonio, se hubiere impuesto esta

obligación expresamente al marido.

Por último la sociedad conyugal soporta, en definitiva, el pago de las compras

que la mujer haga al fiado de objetos muebles destinados al consumo ordinario de la

familia, y obliga también sus bienes propios hasta concurrencia del beneficio particular

que hubiere reportado el acto, comprendiendo en este beneficio el de la familia común

en la parte en que de derecho haya debido proveer a las necesidades de ésta. ART.137

inc.2° CC.

34

Page 35: Sociedad Conyugal

Estas obligaciones forman el pasivo definitivo de la sociedad conyugal, es decir

aquellas deudas cuyo pago en definitiva soporta la sociedad conyugal.

Pasivo Relativo, Provisional o Aparente.

Esta constituido por aquellas deudas que si bien son sociales, desde el punto de

vista de la obligación a la deuda, porque las paga la sociedad conyugal, en definitiva su

pago no lo soporta la sociedad conyugal, porque ésta queda acreedora de una

recompensa en contra del cónyuge que contrajo la obligación o a quien la ley impuso la

obligación.

Toda vez que la ley diga que una obligación la paga la sociedad conyugal, pero

queda acreedora de una recompensa en contra del cónyuge esa deuda es personal y no

social.

El ART.1740 N°3 CC, se refiere a estas obligaciones personales. Son obligaciones

personales:

a) Todas aquellas contraídas antes del matrimonio.

b) Aquellas contraídas durante la vigencia de la sociedad conyugal, pero que

son en beneficio exclusivo del marido o de la mujer, como lo serían las contraídas

para el establecimiento de un hijo de un matrimonio anterior. Pero los gastos de

crianza y de educación de este hijo habido en un matrimonio anterior son cargas de

familia, y su pago lo soporta en definitiva la sociedad conyugal.

c) En virtud del ART.1748 CC, son deudas personales los perjuicios causados

a la sociedad conyugal por dolo o culpa grave.

d) Las que provienen de un delito o cuasidelito cometido por cualquiera de

los cónyuges.

e) El ART.1778 CC, contiene una especie de presunción acerca del carácter

social de las deudas. Así como el ART.1739 CC, contempla una presunción del

carácter social de los bienes. De este modo, el marido es pues responsable de todas

35

Page 36: Sociedad Conyugal

las deudas de la sociedad, salvo su acción en contra de la mujer para el reintegro de

la mitad de estas deudas, porque si la deuda es social la soporta el marido y la mujer

por iguales partes, de tal manera que si bien es cierto el marido responde de todas

las obligaciones de la sociedad conyugal tiene una acción en contra de la mujer para

que le reintegre la mitad de lo que ha invertido en el pago de las deudas.

Disolución de la sociedad conyugal.

Nosotros sabemos que la Soc. Conyugal tiene su vigencia fijada en la ley.

Comienza con el matrimonio. No puede estipularse que la Soc. Conyugal comience antes

o después de celebrado el matrimonio, de acuerdo al ART.1721 CC. Y termina cuando

concurre alguna de las causales de disolución que señala taxativamente el ART.1764 CC.

En virtud de este precepto, la Soc. Conyugal se disuelve:

1) Por la disolución del matrimonio. Esta causal tenemos que entenderla

referida a la muerte real de uno de los cónyuges.

2) Por la presunción de muerte de uno de los cónyuges, según lo

prevenido en el título del el principio y fin de las personas.

3) Por la sentencia de divorcio o de separación total de bienes, si la

separación es parcial, continuará la Soc. Conyugal con los bienes no comprendidos

en ella.

4) Por la declaración de nulidad del matrimonio.

5) Por el pacto de participación en los gananciales o de separación total

de bienes, según el título 22 a del libro 4º y el ART.1723 CC.

6) Por la Declaración Judicial que autoriza a los cónyuge a Separarse de

Hecho.

Fuera de estas causales no existen otras causales de disolución de la Soc.

Conyugal. Bajo la sola vigencia del CC, todas estas causales de disolución de la Soc.

36

Page 37: Sociedad Conyugal

Conyugal eran causales en que ésta se disolvía sin intervención alguna de los cónyuges,

o sea, la disolución operaba por causas independientes de la voluntad de los cónyuges.

La ley N° 7.612, de 1943, permite a los cónyuges mayores de edad sustituir

durante la vigencia del matrimonio el régimen de Soc. Conyugal por el régimen de

separación total de bienes. La ley 19.334, de 23 de Diciembre de 1994, permite a los

cónyuges mayores de edad sustituir el régimen de Soc. Conyugal por el de participación

en los gananciales.

Estas son causales de disolución de la Soc. Conyugal que tienen su origen en la

voluntad de los cónyuges, o sea, se admite en cierto modo la autonomía de la voluntad.

Si nosotros examinamos las causales de disolución veremos que son susceptibles

de agruparse en 2 clases:

a) Aquellas en que la Soc. Conyugal se disuelve por vía consecuencial, como

consecuencia de haberse disuelto el matrimonio, porque no puede haber Soc. Conyugal

sin que exista matrimonio. Así ocurre con la muerte real y con la declaración de nulidad

del matrimonio.

b) Las otras causales, la presunción de muerte de uno de los cónyuges, la

sentencia que decreta el divorcio, la sentencia que decreta la separación judicial de

bienes o el pacto de separación total de bienes o de participación en los gananciales, son

causales en que la Soc. Conyugal se disuelve subsistiendo el matrimonio. Si se decreta el

divorcio se disuelve la Soc. Conyugal. Decretada la separación judicial de bienes, los

cónyuges pasan a estar casados bajo el régimen de separación total de bienes y lo

mismo ocurre cuando los cónyuges, durante la vigencia del matrimonio pactan,

separación total de bienes o régimen de participación en los gananciales, la Soc.

Conyugal se disuelve pero el matrimonio subsiste.

Análisis de las Causales en Particular:

1) La Soc. Conyugal se disuelve por muerte real de uno de los cónyuges.

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Page 38: Sociedad Conyugal

No era esta la solución a que llegaban los primeros proyectos, ni es la solución a

que arriban algunas legislaciones en derecho comparado en que la Soc. continúa entre el

cónyuge sobreviviente y los herederos del cónyuge difunto.

En nuestro sistema jurídico, disuelta la Soc. Conyugal, se forma una comunidad

entre el cónyuge sobreviviente y los herederos del cónyuge difunto, comunidad que va a

ser administrado con iguales facultades por todos los comuneros y que se rige por las

reglas generales, por consiguiente, cualquier comunero puede pedir la partición de las

cosas comunes. Esta comunidad se forma respecto de los bienes que tenían el carácter

de sociales.

Ello produce graves trastornos en la vida de los negocios, sobre todo cuando

fallece la mujer y no deja como herederos hijos menores que se encuentren bajo la

patria potestad del padre, porque los acuerdos de una comunidad debe adoptarse por

todos los comuneros, por unanimidad y cada comunero goza del ius prohibendi, puede

oponerse a los actos que pretenden realizar los demás.

2) En virtud del ART.1764 CC, la Soc. Conyugal se disuelve por la presunción

de muerte de uno de los cónyuges.

Según lo prevenido en el título del principio y fin de las personas. O sea, el código

se remite a las reglas que da al tratar de la muerte presunta. La regla es que la Soc.

Conyugal se disuelve en virtud del decreto que concede la posesión provisoria de los

bienes del desaparecido, y si no procede dictar el decreto de posesión provisoria de los

bienes del desaparecido se va a disolver en virtud del decreto que concede la posesión

definitiva de los bienes del desaparecido. Así lo establecen los ARTS.84 y 90 inc.3º CC.

Pero se plantea un problema que consiste en saber cuando se entiende disuelta

la Soc. Conyugal, una vez que se concede el decreto de posesión provisoria o definitiva

de los bienes del desaparecido, o en el día que se fija como día presuntivo de la muerte.

38

Page 39: Sociedad Conyugal

Hay quienes sostienen que si la disolución procede en virtud del decreto que

concede la posesión provisoria de los bienes del desaparecido o la posesión definitiva de

los bienes del desaparecido, si no procediere dictar el decreto de posesión provisoria, la

Soc. Conyugal queda disuelta una vez que se dictan estos decretos. En nuestro concepto,

si bien es cierto que para que se disuelva la Soc. Conyugal es menester que se dicte el

decreto de posesión provisoria de los bienes del desaparecido o el decreto de posesión

definitiva de los bienes del desaparecido, si no procede dictar el decreto de posesión

provisoria, la Soc. Conyugal debe entenderse disuelta en el día que se fija como día

presuntivo de la muerte, que no coincide con la fecha del decreto que concede la

posesión provisoria de los bienes del desaparecido.

El día que se fija como día presuntivo de la muerte es el último día del primer

bienio contados desde las últimas noticias que se tuvieron del desaparecido y

transcurridos 5 años es decreta la posesión provisoria de los bienes del desaparecido.

La Soc. Conyugal se disuelve en virtud del decreto que concede la posesión

provisoria o definitiva de los bienes del desaparecido, pero debe entenderse disuelta en

el día que se fija como día presuntivo de la muerte porque de lo contrario en el

interregno el desaparecido estaría adquiriendo bienes que pasarían a ser sociales o

bienes propios, y si se disuelve la Soc. Conyugal es precisamente porque el sujeto ha

muerto, naturalmente para que ello ocurra debe dictarse el decreto de posesión

provisoria de los bienes del desaparecido o el decreto de posesión definitiva de los

bienes del desaparecido. El argumento de texto es el ART.85 CC, que establece que el

patrimonio en el cual se sucede queda fijado en relación a ese día.

¿Qué pasa si el desaparecido reaparece?

La opinión más lógica es que se restituye la Soc. Conyugal. Esta es la idea del

código, aunque no esta explícita, porque éste caso no está contemplado como caso de

separación total de bienes. Si el desaparecido reaparece tiene que quedar sin efecto

39

Page 40: Sociedad Conyugal

todo el procedimiento de muerte presunta y tienen que cesar, por consiguiente, las

consecuencias jurídicas de esos decretos. Pero cuando, en virtud de la declaración de

muerte presunta, se disuelve el matrimonio naturalmente no se restituye la Soc.

Conyugal.

3) Se disuelve la Soc. Conyugal por la sentencia que decreta el divorcio

perpetuo.

Decretado el divorcio perpetuo se disuelve la Soc. Conyugal y los cónyuges pasan

a estar casados, por disposición de la ley, en el régimen de separación total de bienes.

4) Y también se disuelve la Soc. Conyugal por la sentencia que decreta la

separación judicial de bienes a petición de la mujer.

La mujer puede pedir la separación judicial de bienes por las siguientes causales:

a) Si el marido por su culpa no cumple con las obligaciones que le imponen

los ARTS.131 a 134 CC, que establecen los dº - deberes personales entre los

cónyuges.

b) Las causales de divorcio habilitan a la mujer para pedir separación judicial

de bienes.

c) Tratándose de ausencia del marido, la mujer puede pedir la separación

judicial de bienes transcurrido un año desde que se produjo la ausencia del marido.

d) Si los cónyuges se encuentran separados de hecho judicialmente

decretada,

e) Por administración fraudulenta del marido.

f) Por insolvencia del marido.

g) Cuando los negocios del marido se encuentran en mal estado, a

consecuencia de especulaciones aventuradas o de una administración negligente o

descuidada. Es lo que nos dice el ART.155 CC.

40

Page 41: Sociedad Conyugal

h) También se disuelve la Soc. Conyugal cuando la mujer no quiere tomar

sobre sí la administración extraordinaria de la Soc. Conyugal ni someterse a la

dirección del curador del marido, en cuyo caso la mujer puede pedir la separación

judicial de bienes, siempre y cuando la administración extraordinaria no tenga su

origen en la menor edad del marido y siempre y cuando la mujer sea mayor de edad.

Decretada la separación judicial de bienes se disuelve la Soc. Conyugal y los

cónyuges pasan a estar casados bajo el régimen de separación total de bienes.

5) Se disuelve la Soc. Conyugal por la declaración de nulidad del matrimonio.

Para que la declaración de nulidad del matrimonio produzca la disolución de la

Soc. Conyugal se requiere que el matrimonio tenga el carácter de matrimonio nulo

putativo, porque el matrimonio nulo putativo produce los mismos efectos que el

matrimonio válido, de tal manera que si ambos cónyuges están de buena fe, existió Soc.

Conyugal para ambos, y si uno de los cónyuges esta de mala fe, la solución más lógica es

entender que hubo Soc. Conyugal para ambos, pero el cónyuge de buena fe decide si la

masa que queda se liquida conforme a las reglas de liquidación de la Soc. Conyugal o a

las reglas de la partición de una comunidad.

Si el matrimonio es simplemente nulo, en virtud del efecto retroactivo de la

nulidad, judicialmente declarada por sentencia ejecutoriada, ha de entenderse que

jamás hubo Soc. Conyugal, solamente existió una comunidad entre convivientes o

concubinos.

6) Los cónyuges mayores de edad pueden sustituir durante la vigencia del

matrimonio el régimen de Soc. Conyugal por el de separación total de bienes o por el

de participación en los gananciales, y también pueden sustituir el régimen de

separación total de bienes por el de participación en los gananciales. A este pacto se

refiere el ART.1723 CC.

41

Page 42: Sociedad Conyugal

Depende de la voluntad de los cónyuges, se permite o reconoce la autonomía

de la voluntad.

¿Qué pasa si los cónyuges menores de edad celebran estos pactos?

En concepto de la generalidad de la doctrina la sanción sería la nulidad

relativa. En nuestro concepto la sanción es la nulidad absoluta, porque el precepto es

prohibitivo, prohíbe a los cónyuges menores de edad celebrar este pacto.

Este pacto es solemne, debe otorgarse por escritura pública y debe subinscribirse

al margen de la inscripción matrimonial, dentro del plazo fatal perentorio de 30 días,

contados desde la fecha del otorgamiento de la escritura y no produce efectos ni entre

las partes ni respecto de terceros sino desde la fecha de la subinscripción. De manera

que la Soc. Conyugal se disuelve una vez que se subinscriba.

Cuando se pacta separación total de bienes o participación en los gananciales en

las capitulaciones matrimoniales que se celebran antes del matrimonio o en el acto del

matrimonio, estos pactos no son susceptibles de condición, plazo o modo alguno. Aquí

encontramos un repudio por parte de la ley a las modalidades.

La ley agrega que este pacto no perjudicará en caso alguno los derechos

válidamente adquiridos por terceros respecto del marido o respecto de la mujer, y no

puede ser dejado sin efecto por mutuo acuerdo de los cónyuges. O sea, los cónyuges no

podrían volver al régimen de Soc. Conyugal, y en este sentido se mantiene la

inmutabilidad del régimen matrimonial.

También, en la misma escritura en que los cónyuges pactan separación total de

bienes o participación en los gananciales, pueden proceder a liquidar la Soc. Conyugal.

La liquidación de la Soc. Conyugal es un conjunto de operaciones que tienen por

objeto que los cónyuges retiren sus bienes propios, liquidar las recompensas y

determinar si los cónyuges son acreedores o deudores de la Soc. Conyugal, dividir el

pasivo y, por último, dividir los gananciales por mitades entre marido y mujer.

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Page 43: Sociedad Conyugal

Por razones de economía, tiempo, dinero y para facilitar las cosas, la ley permite

que en esta escritura en que los cónyuges pactan separación total de bienes o régimen

de participación en los gananciales, liquiden la Soc. Conyugal o determinen el crédito de

participación. Pero es curioso, se permite liquidar una Soc. Conyugal que todavía no está

disuelta, porque va a estar disuelta cuando se sub inscriba la escritura al margen de la

inscripción matrimonial. Pero esta liquidación de la Soc. Conyugal y estos pactos entre

los cónyuges no producen efecto ni entre las partes ni respecto de terceros sino una vez

que la escritura se sub inscriba al margen de la inscripción matrimonial, porque sólo una

vez que la escritura se sub inscribe al margen de la inscripción matrimonial se disuelve la

Soc. Conyugal y se consuma la separación total de bienes.

También la ley permite que en esta escritura los cónyuges celebren pactos lícitos

que la ley permite a los cónyuges separados de bienes.

Pese a que no es un pacto sino un acto jurídico unilateral, se ha entendido que en

esta escritura la mujer puede renunciar los gananciales.

Esta causal de disolución de la Soc. Conyugal es una causal que depende de la

voluntad de las partes, dando lugar, en cierto modo, a la autonomía de la voluntad, ya

que se permite sustituir un régimen por otro, pero no introducirle modificaciones.

Si no se efectúa la sub inscripción este pacto adolece de nulidad absoluta o más

aun, sería inexistente.

También debe subinscribirse al margen de la inscripción matrimonial el decreto

que concede la posesión provisoria o definitiva de los bienes del desaparecido. Debe

subinscribirse, al margen de la inscripción matrimonial, la sentencia que decreta el

divorcio perpetuo y también la sentencia que decreta la separación judicial de bienes y

la sentencia que declara la nulidad del matrimonio, de acuerdo a lo prescrito por el

ART.4 L.R.C.

43

Page 44: Sociedad Conyugal

Si no se efectúan estas subinscripciones la sanción es que esta separación de

bienes no puede hacerse valer en juicio, o sea, es inoponible en juicio. Claro está que

para practicar estas subinscripciones no hay plazo, pueden hacerse en cualquier

momento.

Por último, si se trata de matrimonio celebrado en país extranjero, previamente

debe procederse a la inscripción del matrimonio en Chile en el libro de matrimonio que

lleva el oficial del registro civil de la 1ª sección de la comuna de Stgo, que es Recoleta, y

debe acompañarse el certificado de matrimonio debidamente legalizado. Luego

proceder a la inscripción del pacto.

Efectos de la sociedad conyugal.

Principales efectos:

1) Termina la sociedad conyugal, se extingue.

2) Normalmente la disolución de la sociedad conyugal da origen a un

procedimiento de liquidación. Disuelta la sociedad conyugal termina esta sociedad

de bienes tan sui generis, que constituye el régimen legal de bienes en nuestro país,

y se forma una comunidad respecto de los bienes que tenían el carácter de sociales.

Comunidad que se va a formar entre el marido y la mujer, o entre el cónyuge

sobreviviente y los herederos del cónyuge difunto si la disolución se produce por

muerte natural o presunta de uno de los cónyuges. El CC no dice expresamente que

a la disolución de la sociedad conyugal se forma una comunidad, pero así lo ha

entendido la doctrina y la jurisprudencia de manera uniforme, porque los bienes

sociales no eran bienes del marido ni de la mujer, y el ART.1776 CC, establece que la

división de los bienes sociales se sujetara a las reglas establecidas para la partición

de los bienes hereditarios.

3) Termina la administración del marido, y si la sociedad conyugal estaba

siendo administraba extraordinariamente, termina la administración extraordinaria

44

Page 45: Sociedad Conyugal

de la sociedad conyugal. Y como se forma una comunidad, ésta se rige por las reglas

generales y va a ser administrada con iguales facultades por todos los comuneros. Y

si el marido, creyéndose dueño de un bien que era social y que ahora es común lo

enajena, la mujer o sus herederos pueden reivindicar su cuota, porque en lo relativo

a la cuota de la mujer estaríamos frente a la venta de cosa ajena. No hay ningún

inconveniente en que el marido siga administrando esta comunidad, pero no la va a

administrar como marido, sino como comunero y mandatario de la mujer o de los

herederos de ésta. Y si la sociedad conyugal termina por muerte de la mujer y esta

deja hijos menores como herederos, que están sujetos a la patria potestad del

marido, el marido administrara esta comunidad como marido y en su calidad de

padre que detenta la patria potestad de los hijos menores.

4) Una vez disuelta la sociedad conyugal, como termina esta sociedad de

bienes se fija definitivamente el activo y el pasivo, y todos los bienes que con

posterioridad a la disolución, adquiera el marido o la mujer pasan a tener el carácter

de bienes propios del marido o de la mujer a menos que los adquieran en conjunto,

en cuyo caso serán comuneros en la proporción en que los hayan adquirido según las

reglas generales. Y todas las deudas que el marido o la mujer contraigan una vez

disuelta la sociedad conyugal serán deudas personales del marido o de la mujer, a

menos que las contraigan en común, en cuyo caso van a ser comuneros en la deuda.

5) Se fija, también, la situación de los frutos. A ello se refiere el ART.1772 CC.

De tal manera que todos los frutos pendientes y los percibidos después de disuelta la

sociedad conyugal, que produzcan los bienes propios de los cónyuges, ingresan al

patrimonio del cónyuge respectivo. Y los frutos pendientes al tiempo de la disolución

y los percibidos con posterioridad, que produzcan los bienes sociales que ahora son

comunes, ingresan a la comunidad. A pesar de que la regla del ART.1772 CC, esta

45

Page 46: Sociedad Conyugal

redactada en términos muy amplios tenemos que entenderla referida solamente a

los frutos naturales, porque los frutos civiles se perciben día a día.

Procedimiento de Liquidación.

Liquidación que tiene por objeto distribuir los bienes propios de los cónyuges,

liquidar las recompensas, y determinar si los cónyuges son acreedores de la sociedad o

deudores de ésta, dividir el pasivo y dividir los gananciales.

La disolución de la sociedad conyugal, generalmente da origen a un

procedimiento de liquidación. Esto significa que la liquidación no es obligatoria, los

comuneros pueden permanecer en estado de comunidad todo el tiempo que deseen;

además si la mujer renuncia a los gananciales no va haber un proceso de partición, pero

eso no significa que no haya liquidación alguna, porque si la mujer renuncia a los

gananciales tiene derecho a deducir los bienes propios y a liquidar las recompensas.

Si la sociedad conyugal se disuelve por muerte de uno de los cónyuges, nos

vamos a encontrar con dos comunidades:

- La comunidad que se forma entre el cónyuge sobreviviente y los

herederos del difunto respecto de los bienes sociales.

- La comunidad hereditaria.

Será necesario, previamente, liquidar la sociedad conyugal antes de proceder a la

partición de la herencia, o sea la liquidación de la sociedad conyugal es previa a la

partición de la herencia.

RENUNCIA A LOS GANANCIALES POR PARTE DE LA MUJER O SUS HEREDEROS.

La mujer o sus herederos pueden renunciar a los gananciales. La mujer puede

renunciar en las capitulaciones matrimoniales, que se celebran antes del matrimonio.

Puede renunciar también en la escritura pública en que los cónyuges sustituyen el

régimen de sociedad conyugal por el de separación total de bienes, o de participación en

los gananciales, porque el ART.1723 CC, señala que en esta escritura puede celebrarse

46

Page 47: Sociedad Conyugal

cualquier pacto lícito entre cónyuges separados de bienes, y se ha entendido que la

mujer puede renunciar a los gananciales no obstante que ésta es un acto jurídico

unilateral.

La segunda oportunidad en que la mujer o sus herederos pueden renunciar a los

gananciales es una vez disuelta la sociedad conyugal, mientras no haya entrado a su

poder parte alguna del haber social a título de gananciales. ART.1782 inc.1° CC.

Durante la vigencia de la sociedad conyugal la mujer no puede renunciar los

gananciales, porque la mujer esta sujeta a las influencias del marido, y la ley no quiere

que el marido influya en la mujer para que ella renuncie a los gananciales en detrimento

de sus intereses propios.

En suma puede renunciar a los gananciales en dos oportunidades:

1) Capitulaciones matrimoniales.

2) Una vez disuelta la sociedad conyugal, mientras no haya entrado en su

poder parte alguna del haber social a título de gananciales.

La renuncia que se efectúa en las capitulaciones matrimoniales, es solemne, y

esta sujeta a las mismas solemnidades de las capitulaciones matrimoniales, estas son:

- Escritura pública.

- Inscripción después de 30 días, y produce efecto una vez celebrado el

matrimonio.

La renuncia que se efectúa una vez disuelta la sociedad conyugal, es consensual,

pero rigen a su respecto las limitaciones a la prueba testimonial, y por consiguiente debe

constar por escrito.

Características de la Renuncia a los Gananciales por parte de la Mujer o sus

Herederos:

1) En cuanto a la capacidad, si la mujer renuncia en las capitulaciones

matrimoniales, y es menor de edad requiere del consentimiento de la persona o

47

Page 48: Sociedad Conyugal

personas cuyo consentimiento fuere necesario para el matrimonio, y además

necesita autorización judicial. Si la mujer está declarada en interdicción requiere,

para renunciar, autorización de su curador y además autorización judicial. Hay

quienes sostienen que si la mujer declarada en interdicción por disipación es menor

de edad, necesitaría también la autorización de la persona o personas cuyo

consentimiento le fuere necesario para el matrimonio.

En cuanto a la renuncia que hace la mujer después de disuelta la sociedad

conyugal, la mujer y sus herederos mayores pueden renunciar libremente, pero la

mujer menor o sus herederos menores para renunciar a los gananciales requieren

autorización judicial. ART.1781 CC. La ley habla de aprobación pero debe entenderse

autorización, porque la autorización es anterior o coetánea al acto y la aprobación es

posterior.

Si la mujer esta declarada en interdicción por demencia podrá renunciar

representada por su curador, y si esta declarada en interdicción por disipación podrá

renunciar a los gananciales representada o autorizada por su curador, aquí la ley no

exige autorización judicial, y las formalidades son de derecho estricto.

De tal manera que la renuncia a los gananciales es un acto solemne o

consensual según el momento en que se efectúe.

2) Como acto jurídico es unilateral, porque para nacer a la vida jurídica

requiere de la voluntad de una sola parte, y si quienes renuncian son los herederos

estamos frente a un acto unilateral complejo, porque la parte esta integrada por

varias voluntades que actúan en un mismo sentido en pos de un mismo interés.

3) La renuncia debe ser pura y simple. La renuncia que hace la mujer debe

ser total, no puede aceptar parte de los gananciales y renunciar en parte a los

gananciales, debe renunciar totalmente a éstos, pero los herederos de la mujer

pueden aceptar unos los gananciales y otros renunciar a los gananciales, en cuyo

48

Page 49: Sociedad Conyugal

caso la porción de aquellos que renuncia acrece a la porción del marido. ART.1785

CC.

4) La renuncia a los gananciales no es rescindible, salvo tres casos de

excepción:

a) Puede rescindirse cuando se probare que la mujer o sus herederos han

sido inducidos a renunciar por engaño o dolo. En este caso basta con que el dolo sea

determinante porque como se trata de un acto jurídico unilateral no hay partes, y

por consiguiente no es menester que sea obra de una de las partes. El dolo puede

ejercerlo el marido o un tercero.

b) Cuando se probare que la mujer o sus herederos han sido inducidos a

renunciar por un justificable error acerca del verdadero estado de los negocios

sociales, como si el marido omite en el inventario la relación de ciertos bienes

intangibles que forman parte del establecimiento mercantil y de ello resulta que el

pasivo es superior al activo.

c) Por la fuerza, según las reglas generales.

d) Cuando la mujer o sus herederos menores renuncian sin sujeción a las

formalidades habilitantes, o cuando la mujer declarada en interdicción o los

herederos declarados en interdicción renuncian sin sujeción a las formalidades

habilitantes que la ley establece.

La acción rescisoria la puede entablar la mujer, sus herederos o cesionarios

dentro del plazo de cuatro años contados desde la disolución de la sociedad

conyugal. ART.1782 CC.

5) La renuncia a los gananciales, como toda renuncia es irrevocable. Una vez

hecha no puede dejarse sin efecto.

Efectos de la Renuncia a los Gananciales.

49

Page 50: Sociedad Conyugal

1) Si la renuncia se hace en las capitulaciones matrimoniales, en virtud del

ART.1753 CC, se produce un efecto de carácter negativo. Aunque la mujer renuncie

los gananciales no recobra los frutos de sus bienes propios, los que se entienden

entregados al marido para soportar las cargas del matrimonio.

2) Los derechos de la sociedad y del marido se confunden e identifican aún

respecto de la mujer. ART.1783 CC. Consecuencia de ello es que a la disolución de la

sociedad conyugal no será necesario efectuar una partición de bienes, pero ello no

significa que no debe hacerse liquidación alguna, porque la mujer tiene derecho a

retirar sus bienes propios y a que se liquiden las recompensas e indemnizaciones que

se le deben. ART.1784 CC.

3) La mujer queda libre de responsabilidad por las deudas sociales, es decir

no va a responder por éstas.

4) El efecto más importante respecto de la mujer o sus herederos es que

conservan para sí los bienes reservados, y excluyen al marido de toda participación

en el producto de su trabajo.

¿Puede el marido renunciar a los gananciales?

No hay un precepto que lo prohíba, y el ART.1721 CC, habla de renuncia a los

gananciales sin distinguir. Por ende el marido si puede renunciar a los gananciales,

pero esta renuncia no puede producir los mismos efectos que la renuncia que

efectúa la mujer o sus herederos, porque este es un beneficio que la ley otorga a la

mujer y a sus herederos. Por ello el marido puede renunciar a los gananciales, pero

esto no le va a exonerar del cumplir con las obligaciones sociales que han tenido su

origen en la administración que él ha hecho de la sociedad conyugal.

Tal renuncia sólo puede ser un acto de mera liberalidad del marido, que en

cuanto a su naturaleza jurídica sería una donación revocable, que produce el efecto

de identificar los bienes sociales con los bienes de la mujer.

50

Page 51: Sociedad Conyugal

Si la mujer, o sus herederos, acepta los gananciales, se entiende que acepta

con beneficio de inventario, es decir, responden de las deudas sociales hasta

concurrencia de su mitad de gananciales. ART.1767 CC.

Recompensas

Son créditos que existen entre marido y mujer y la sociedad conyugal, y que

pueden reclamarse recíprocamente por las razones, en los casos, y en el momento y

forma que se van a determinar.

Razones por las cuales se justifican.-

1) Ellos nacen como consecuencia en virtud del régimen legal de matrimonio.

(S.C.)

Existen involucrados 3 pt distintos:

- de la sociedad conyugal

- del marido

- de la mujer

2) Se explica la existencia de estos créditos porque de acuerdo al funcionamiento

de este régimen legal matrimonial, que es la comunidad restringida de gananciales, se

generan a lo largo del tiempo relaciones jurídicas entre los distintos punto, tanto

respecto de los cónyuges como de 3eros. Es decir, nos encontramos con 3 partes en que

se justifican los créditos por que los 3 pt entran en una relación respecto de los cónyuges

y de 3eros.

Así, hay bienes que debiendo ingresar a 1 pt resulta que ingresan a 1 pt distinto

en forma transitoria o aparente, como ocurre con los bs muebles aportados o adquiridos

en vigencia del matrimonio a título gratuito o deudas que deben ser pagadas o deben

ser carga de un parte que son pagadas por otro parte que no es el que debe soportar esa

deuda. Y nos trae las nociones del pasivo relativo y del pasivo definitivo.

Esta situación exige y dda una recompensa.

51

Page 52: Sociedad Conyugal

3) Se explica la existencia de estos créditos porque una vez disuelta la S.C. se

necesita realizar un ajuste de cuentas que permita lograr el justo equilibrio de los partes.

Y, en definitiva evitar el enriquecimiento injusto de una parte a costa del otro. O sea, el

pt se beneficia con el pago de las deudas que paga otro pt y que en realidad le

correspondían a éste.

Con ello, fluye el fundamento último de las recompensas, que es el

enriquecimiento sin causa. O sea, el crédito tiene su origen en la ley y han sido

establecidos para evitar el enriquecimiento injustificado de un pt a costa de otro, como

un mecanismo que permite restablecer el equilibrio a través de los respectivos

reembolsos.

Categorías en materia de recompensas.-

Dice relación a favor de quien se establecen. Ahora, en base a este criterio que es

en beneficio de quien existe, en la recompensa se distingue:

a.- Las que la SC debe a los cónyuges

b.- Las que los cónyuges deben a la SC

c.- Las que los cónyuges se deben entre sí.

a.- Recompensas que la SC debe a los cónyuges

a.1.- Debe recompensas a los cónyuges por las especies muebles que éstos

aportan al mt, o los adq a título gratuito en vigencia del rég.

Son bs que ingresan al haber relativo o aparente de la SC, el que debe su

naturaleza precisamente, a la existencia del crédito contra la SC. Esta recompensa se

encuentra en el art 1725 Nos. 3 y 4 cc, y reiterada en el art 1726 inc 2 cc.

Art. 1725. “El haber de la sociedad conyugal se compone:

3.- Del dinero que cualquiera de los cónyuges aportare al matrimonio, o durante

él adquiriere; obligándose la sociedad a pagar la correspondiente recompensa;

52

Page 53: Sociedad Conyugal

4.- De las cosas fungibles y especies muebles que cualquiera de los cónyuges

aportare al matrimonio, o durante él adquiriere; quedando obligada la sociedad a pagar

la correspondiente recompensa”.

Art. 1726. “Las adquisiciones de bienes raíces hechas por cualquiera de los

cónyuges a título de donación, herencia o legado, se agregarán a los bienes del cónyuge

donatario, heredero o legatario; y las adquisiciones de bienes raíces hechas por ambos

cónyuges simultáneamente, a cualquiera de estos títulos, no aumentarán el haber social,

sino el de cada cónyuge.

Si el bien adquirido es mueble, aumentará el haber de la sociedad, la que deberá

al cónyuge o cónyuges adquirentes la correspondiente recompensa”.

Para que se configure la recompensa es necesario que sea bs muebles o dineros

aportados al mt o adq en vigencia del mt a título gratuito, o dineros que se han adq en

vigencia del mt.

Esta recompensa y su monto tiene un modificación en el cc, toda vez que antes

del ´89 se recogió la teoría del nominalismo, o sea, la recompensa sin reajustabilidad, así

lo establecía los Nos. 3 y 4 del art 1725 cc, que establecía que la SC restituye la misma

suma en relación al dinero. Y, el No. 4 en relación a las especies muebles y a las fungibles

que establecía que se restituye el valor que tuvieron al t´del aporte o adquisición.

Ahora el cc sigue la teoría de la reajustabilidad. Ver art 1725 Nos. 3 y 4. Esto tb

rige respecto de los bs muebles y cosas fungibles. Esto lo determina en el art 1734 cc.

En el título respectivo existen otros arts que se refieren a los bs muebles, como el

1731 cc, que se refiere al tesoro, o el 1738 inc 2 que se refiere a las donaciones

remuneratorias.

Art. 1731. “La parte del tesoro, que según la ley pertenece al que lo encuentra, se

agregará al haber de la sociedad, la que deberá al cónyuge que lo encuentre la

correspondiente recompensa; y la parte del tesoro, que según la ley pertenece al dueño

53

Page 54: Sociedad Conyugal

del terreno en que se encuentra, se agregará al haber de la sociedad, la que deberá

recompensa al cónyuge que fuere dueño del terreno”.

Art. 1738. “Las donaciones remuneratorias de bienes raíces hechas a uno de los

cónyuges o a ambos, por servicios que no daban acción contra la persona servida, no

aumentan el haber social; pero las que se hicieren por servicios que hubieran dado acción

contra dicha persona, aumentan el haber social, hasta concurrencia de lo que hubiera

habido acción a pedir por ellos, y no más; salvo que dichos servicios se hayan prestado

antes de la sociedad, pues en tal caso no se adjudicarán a la sociedad dichas donaciones

en parte alguna”.

a.2.- Cuando con bs de estos se satisface una deuda considerada social en lo que

se refiere a la contribución de las deudas, o sea, el pt que en definitiva debe soportar la

respectiva deuda.

Esto quiere decir que la obl es social en relación a la contribución a las deudas,

deudas que forman parte del pasivo definitivo de la SC, como serían el pago de crianza y

establecimiento y el de educación de los descendientes comunes que paga uno de los

cónyuges. El tiene un crédito en contra de la SC, a menos que conste que él se hizo

responsable de los gastos o con bs de uno de los cónyuges se hace la reparación o carga

usufructuaria que son para conservar los bs sociales, o para mejorar el bs social.

En definitiva, la SC debe recompensas por deudas sociales que pagan uno de los

cónyuges, que son el pasivo definitivo de la SC.

a.3.- Por los precios pagados al vender un bs que pertenece al haber propio de

estos, a menos que el cónyuge respectivo haya invertido tal cantidad en la subrogación o

en algún negocio personal. P ej, pagar las deudas personales. El precio ingresaría al

haber relativo de la SC y esta debe recompensa. Así lo establece el art 1741 cc: el dinero

por la venta que se ha sometido por la regla del art 1725 No. 3, o sea, ingresa a la SC el

54

Page 55: Sociedad Conyugal

dinero que aportaron al mt o que durante él adq si el cónyuge nada hace con el precio

de venta de un inmueble propio.

Art. 1741. “Vendida alguna cosa del marido o de la mujer, la sociedad deberá

recompensa por el precio al cónyuge vendedor, salvo en cuanto dicho precio se haya

invertido en la subrogación de que habla el artículo 1733, o en otro negocio personal del

cónyuge cuya era la cosa vendida; como en el pago de sus deudas personales, o en el

establecimiento de sus descendientes de un matrimonio anterior”.

a.4.- Dice relación con la subrogación. Cuando el precio de venta de un inmueble

propio de uno de los cónyuges es superior al precio de compra del inmueble que lo

subroga.

En este caso hay subrogación, pero el precio de venta es superior al precio de

compra, o sea el que vendió valía aun más que lo que compró. La diferencia ingresaría al

haber relativo de la SC, y ésta debe una recompensa por este exceso.

b.- Recompensas que los cónyuges deben a la SC

b.1.- Por el pago que ésta haya hecho de deudas personales de los cónyuges.

La SC tiene un crédito contra el cónyuge por el pago de las obls que no son

sociales desde el pto de vista de la contribución a la deuda, no obstante que desde el pto

de la obl a la deuda ya se haya pagado la deuda por la SC a los acreedores. La SC exige el

valor de la deuda que haya pagado con anterioridad.

b.2.- Los cónyuges, como aplicación de la primera recompensa, deben

recompensa a la SC por los perjuicios que le haya causado a ésta por dolo o culpa grave

en el pt social. P ej, un cónyuge incendió un inmueble que pertenece al haber absoluto

de la SC con dolo o culpa grave.

Existen casos de hechos ilícitos de los cónyuges respecto de 3eros, como la resp

extracttual, y en este caso deben recompensas a la SC por la indemnización que deben

en relación al delito o cuasidelito que han cometido. O sea, un cónyuge causa un daño a

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Page 56: Sociedad Conyugal

un tercero por dolo o culpa grave, se condena a pagar el perjuicio, la SC paga y el

responsable es el cónyuge.

b.3.- La SC tiene un crédito por la multas que la SC ha debido pagar a raíz del

delito o cuasidelito en que han incurrido los cónyuges (art 1748).

Art. 1748. “Cada cónyuge deberá asimismo recompensa a la sociedad por los

perjuicios que le hubiere causado con dolo o culpa grave, y por el pago que ella hiciere de

las multas y reparaciones pecuniarias a que fuere condenado por algún delito o

cuasidelito”.

b.4.- Los cónyuges deben recompensa a la SC por los gastos de toda clase que

hiciere como consecuencia de la adquisición de bs o ds o cobros de créditos que

pertenezcan a los cónyuges (art 1745).

Art. 1745. “En general, los precios, saldos, costas judiciales y expensas de toda clase que

se hicieren en la adquisición o cobro de los bienes, derechos o créditos que pertenezcan a

cualquiera de los cónyuges, se presumirán erogados por la sociedad, a menos de prueba

contraria, y se le deberán abonar”.

P ej, los saldos de precios que pagara la SC con motivo de un bs comprado antes

del mt; si se adq 1 bs rr, éste ingresaría al pt propio y el saldo de precio lo paga la SC y

ésta es acreedora del saldo contra el cónyuge; las costas judiciales que la SC tenga que

pagar con motivo de juicios relativos a los bs propios de los cónyuges: ej 1 juicio

reivindicativo de bs rr de uno de los cónyuges o la dda de nulidad o resolución de un ctto

o deudas hereditarias o testamentarias que afecten al cónyuge que ha adq bs por

sucesión por causa de muerte o bien por testamento sin imponer ciertas cargas al

cónyuge.

b.5.- Dice relación con la subrogación que opera por la venta de un bs propio del

cónyuge cuando el precio de venta del inmueble propio es inferior al precio de compra

del inmueble que lo subroga. La diferencia se entiende que la ha sacado de los bs

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Page 57: Sociedad Conyugal

sociales, por tanto el cónyuge debe recompensa por esta diferencia. Así lo establece el

art 1733 cc inc 3 2da parte.

Art. 1733. Para que un inmueble se entienda subrogado a otro inmueble de uno

de los cónyuges, es necesario que el segundo se haya permutado por el primero, o que,

vendido el segundo durante el matrimonio, se haya comprado con su precio el primero; y

que en la escritura de permuta o en las escrituras de venta y de compra se exprese el

ánimo de subrogar.

Puede también subrogarse un inmueble a valores propios de uno de los cónyuges,

y que no consistan en bienes raíces; mas para que valga la subrogación, será necesario

que los valores hayan sido destinados a ello, en conformidad al número 2.- del artículo

1727, y que en la escritura de compra del inmueble aparezca la inversión de dichos

valores y el ánimo de subrogar.

Si se subroga una finca a otra y el precio de venta de la antigua finca excediere al

precio de compra de la nueva, la sociedad deberá recompensa por este exceso al

cónyuge subrogante; y si por el contrario el precio de compra de la nueva finca excediere

al precio de venta de la antigua, el cónyuge subrogante deberá recompensa por este

exceso a la sociedad.

Si permutándose dos fincas, se recibe un saldo en dinero, la sociedad deberá

recompensa por este saldo al cónyuge subrogante, y si por el contrario se pagare un

saldo, la recompensa la deberá dicho cónyuge a la sociedad.

La misma regla se aplicará al caso de subrogarse un inmueble a valores.

Pero no se entenderá haber subrogación, cuando el saldo en favor o en contra de

la sociedad excediere a la mitad del precio de la finca que se recibe, la cual pertenecerá

entonces al haber social, quedando la sociedad obligada a recompensar al cónyuge por

el precio de la finca enajenada, o por los valores invertidos, y conservando éste el

derecho de llevar a efecto la subrogación, comprando otra finca.

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Page 58: Sociedad Conyugal

La subrogación que se haga en bienes de la mujer exige además la autorización

de ésta”.

b.6.- Deben recompensa a la SC por las expensas o mejoras no usufructuarias

que hayan hecho en bs de los cónyuges, siempre que se reúnan 2 condiciones:

1) Que las expensas aumenten el valor del bs propio del cónyuge

2) Que este mayor valor del bs subsista a la fecha de la disolución de la SC

P ej, en un bs rr se construye un jardín que aumente el valor del bs rr, si se

disuelve la SC y el jardín no existe, no existe recompensa, por cuantiosa que sea la

inversión.

La recompensa asciende al mayor valor del bs, con una limitación: no puede ser

superior al valor de la mejora. Si el valor es superior al monto de la mejora sólo se debe

el monto de la mejora. (Art 1746)

Art. 1746. “Se la debe asimismo recompensa por las expensas de toda clase que

se hayan hecho en los bienes de cualquiera de los cónyuges, en cuanto dichas expensas

hayan aumentado el valor de los bienes, y en cuanto subsistiere este valor a la fecha de

la disolución de la sociedad; a menos que este aumento del valor exceda al de las

expensas, pues en tal caso se deberá sólo el importe de éstas”.

Respecto de esta recompensa interesa:

1) No se debe recompensa a la SC por la reparación usufructuaria realizada en los

bs propios de los cónyuges. O sea, expensas de reparación y cultivo.

Esto es así porque esta reparación usufructuaria pertenece al pasivo definitivo de

la SC por el art 1740 No. 4, y además es lógico porque los frutos de los bs propios

ingresan al haber absoluto de la SC por el art 1725 No. 2. O sea, el fruto del bs propio

pertenece a la SC, al igual que los intereses. Tb el fruto de los bs sociales. En los bs

propios existe el d de goce sobre los frutos del bs, por ende la SC carga la reparación

58

Page 59: Sociedad Conyugal

para mantener la cosa en e de dar los frutos. Este pago forma parte del pasivo

definitivo de la SC.

Art. 1740. “La sociedad es obligada al pago:

4.- De todas las cargas y reparaciones usufructuarias de los bienes sociales o de cada

cónyuge;”

Art. 1725. “El haber de la sociedad conyugal se compone:

2.- De todos los frutos, réditos, pensiones, intereses y lucros de cualquiera

naturaleza, que provengan, sea de los bienes sociales, sea de los bienes propios de cada

uno de los cónyuges, y que se devenguen durante el matrimonio;”.

2) No se deben recompensas por el mayor valor que se debe a razones

independientes de la industria del hombre (art 1771) o que este mayor sea por razones

naturales.

Art. 1771. “Las pérdidas o deterioros ocurridos en dichas especies o cuerpos

ciertos deberá sufrirlos el dueño, salvo que se deban a dolo o culpa grave del otro

cónyuge, en cuyo caso deberá éste resarcirlos.

Por el aumento que provenga de causas naturales e independientes de la

industria humana, nada se deberá a la sociedad”.

b.7.- Arts 1742 y 1747 cc.

Art. 1742. “El marido o la mujer deberá a la sociedad recompensa por el valor de

toda donación que hiciere de cualquiera parte del haber social; a menos que sea de poca

monta, atendidas las fuerzas del haber social, o que se haga para un objeto de eminente

piedad o beneficencia, y sin causar un grave menoscabo a dicho haber”.

Art. 1747. “En general, se debe recompensa a la sociedad por toda erogación

gratuita y cuantiosa a favor de un tercero que no sea descendiente común”.

Estos arts dicen relación con la donación o erogación gratuita que los cónyuges

hagan de parte del haber social con 3 excepciones:

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Page 60: Sociedad Conyugal

1) No se debe recompensa a la SC por la donación de poca monta o de escasa

cuantía, atendida la fuerza del haber social.

2) No se debe recompensa por las donaciones realizadas en favor de un

descendiente común aunque sean cuantiosas

3) No se deben recompensas por la donaciones hechas por razones de

beneficencia y sin causar un grave menoscabo al haber social.

C.- Recompensas que se deben los cónyuges entre sí.

Aquí impera el ppio gral, y dice relación con que se deben recompensas entre sí,

si cdo uno de ellos se beneficia a costa del pt del otro o sufre un perjuicio por el hecho o

culpa del otro cónyuge.

1.-) La primera recompensa es aquella que se deba por las mejoras de los bs de

uno c/cargo de los bs del otro o por adq de bs c/cargo a bs del otro.

2.-) Por bs que se emplean en el pago de deudas personales

3.-) Cdo un cónyuge debe recompensas al otro por los daños ocasionados por

dolo o culpa grave a los bs del otro cónyuge (art 1771 cc).

Art. 1771. “Las pérdidas o deterioros ocurridos en dichas especies o cuerpos

ciertos deberá sufrirlos el dueño, salvo que se deban a dolo o culpa grave del otro

cónyuge, en cuyo caso deberá éste resarcirlos.

Por el aumento que provenga de causas naturales e independientes de la

industria humana, nada se deberá a la sociedad”.

Aspectos grales de la recompensa.-

Momento en que se hacen efectivas las recompensas.-

Se hacen efectivas una vez disuelta la SC, y precisamente sólo en ese momento

se hacen exigibles. En consecuencia, no pueden reclamarse vigente la SC.

60

Page 61: Sociedad Conyugal

La liquidación se define como el conjunto de operaciones que tiene por objeto

separar los bs propios de los sociales, de determinar gananciales si los hubo, de

repartirlos y pagar las deudas.

Etapas de la liquidación:

1.-) Determinación y pago una vez que se ha formado el acervo común

2.-) Formación del haber absoluto

Cómo se prueban, cómo se determinan y cómo se pagan las recompensas.-

Prueba de la recompensa

Ella corresponde a aquel de los cónyuges que la reclama para él o para la SC, en

específico, deberá probar tanto el hecho que la genera como su monto. Esta prueba se

puede hacer a través de todos los medios probatorios, a excepción de la confesión (art

1739 inc 2° cc).

Art. 1739. “Toda cantidad de dinero y de cosas fungibles, todas las especies,

créditos, derechos y acciones que existieren en poder de cualquiera de los cónyuges

durante la sociedad o al tiempo de su disolución, se presumirán pertenecer a ella, a

menos que aparezca o se pruebe lo contrario.

Ni la declaración de uno de los cónyuges que afirme ser suya o debérsele una

cosa, ni la confesión del otro, ni ambas juntas, se estimarán suficiente prueba, aunque se

hagan bajo juramento.

La confesión, no obstante, se mirará como una donación revocable, que,

confirmada por la muerte del donante, se ejecutará en su parte de gananciales o en sus

bienes propios, en lo que hubiere lugar.

Tratándose de bienes muebles, los terceros que contraten a título oneroso con

cualquiera de los cónyuges quedarán a cubierto de toda reclamación que éstos pudieren

intentar fundada en que el bien es social o del otro cónyuge, siempre que el cónyuge

61

Page 62: Sociedad Conyugal

contratante haya hecho al tercero de buena fe la entrega o la tradición del bien

respectivo.

No se presumirá la buena fe del tercero cuando el bien objeto del contrato figure

inscrito a nombre del otro cónyuge en un registro abierto al público, como en el caso de

automóviles, acciones de sociedades anónimas, naves, aeronaves, etc.

Se presume que todo bien adquirido a título oneroso por cualquiera de los

cónyuges después de disuelta la sociedad conyugal y antes de su liquidación, se ha

adquirido con bienes sociales. El cónyuge deberá por consiguiente, recompensa a la

sociedad, a menos que pruebe haberlo adquirido con bienes propios o provenientes de su

sola actividad personal”.

La confesión no opera entre los cónyuges, en consecuencia si el marido o la

mujer confiesa que es deudor de una recompensa, ya sea en escritura pública o en

instrumento privado, o testamento, no hace prueba y no sirve para acreditar esta

recompensa. Y, por lo tanto, si no existe otra prueba, lisa y llanamente no habrá lugar a

la recompensa.

Determinación y pago de la recompensa

La determinación se hace al momento de formar el acervo propio, y puede retirar

los bs propios y hacer el pago de la recompensa.

Para la doctrina, probadas las recompensas, en definitiva se van a determinar

cuáles son las recompensas que corresponden a la SC y cuáles a los cónyuges, y en

definitiva se determina quién resulta deudor:

a.-) Si los cónyuges resultan deudores de recompensa deben reintegrar al fondo

social los montos de que resulten deudores. No siempre existe un reembolso, sino que

se imputa a lo que corresponde por gananciales. Son la base de acumular

imaginariamente el monto de la recompensa a lo que se deba a la SC (art 1769 cc).

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Page 63: Sociedad Conyugal

Art. 1769. “Se acumulará imaginariamente al haber social todo aquello de que

los cónyuges sean respectivamente deudores a la sociedad, por vía de recompensa o

indemnización, según las reglas arriba dadas”.

P ej, el fondo del haber social es de 50 mil y c/cónyuge debe 10 mil, entonces se

acumula imaginariamente por 60 mil, entonces le corresponde la mital del total, que son

30 mil, y el cónyuge deudor sólo recibirá 20 mil.

b.-) Si los cónyuges resultan acreedores de la SC.

En este caso los cónyuges tendrán d° a deducir del fondo social el monto que les

corresponda como recompensa. La ley ha establecido la forma de hacer el pago, que es

el orden que el partidor debe respetar las recompensas. Y estas se hacen efectivas:

1.-) Por el precio, por el dinero y los bs muebles de la SC

2.-) En la forma subsidiaria, si la anterior resulta insuficiente, se hará sobre los bs

rr de la SC. (art 1773 inc 1° cc).

Art. 1773. “La mujer hará antes que el marido las deducciones de que hablan los

artículos precedentes; y las que consistan en dinero, sea que pertenezcan a la mujer o al

marido, se ejecutarán sobre el dinero y muebles de la sociedad, y subsidiariamente sobre

los inmuebles de la misma.

La mujer, no siendo suficientes los bienes de la sociedad, podrá hacer las

deducciones que le correspondan, sobre los bienes propios del marido, elegidos de

común acuerdo. No acordándose, elegirá el juez”.

Se parte con la existencia de una preferencia a favor de la mujer, porque ella se

paga antes que el marido de las recompensas. Otros d°s que la ley reconoce a la mujer

en el pago de las recompensas son:

1.-) Que la mujer se paga de las recompensas antes que el marido

63

Page 64: Sociedad Conyugal

2.-) Si los bs sociales son insuficientes, puede la mujer hacer las deducciones en

los bs propios del marido.Estos bs se eligen de común acuerdo, y de no acordarse es a

elección del juez.

3.-) Goza la mujer de un privilegio de 4ta clase para hecerse pago de las

recompensas (art 2481 No3)

Art. 2481. “La cuarta clase de créditos comprende:

3º Los de las mujeres casadas, por los bienes de su propiedad que administra el marido,

sobre los bienes de éste o, en su caso, los que tuvieren los cónyuges por gananciales”.

Esta norma debe entenderse extendida al caso en que los bs ya no pertenecen a la

mujer, pero que ya la SC le deba recompensa. Esto no se puede restringir a los bs de la

persona del marido que adm el mismo.

Reajustabilidad de las recompensas

Se consagra en el art 1734 cc. Se ha dejado atrás el ppio del nominalismo y se

reconoce la reajustabilidad de la cantidad adeudada, a fin de que se mantenga el valor

adquisitivo. Se ha establecido un sistema flexible y se ha entregado el criterio al partidor,

él en consecuencia deberá velar porque se obtenga una cantidad que represente a lo

que dio origen a la recompensa, procurando que no cause un gravamen

desproporcionado para el otro cónyuge. Así lo establece el art 1725 n°s 3 y 4 cc.

Actualmente estos arts se han modificado, antes se decía “por el va...” y hoy se eliminó

la razón.

Pago

Todas las recompensas se pagan en dinero, y en definitiva y si se pagan con

bienes no es necesario realizarlos. Lo que se ha querido establecer es que las

recompensas se calculen en dinero.

Cuando la mujer va a ejecutar su recompensa sobre los bienes del marido hay

una dación en pago.

64

Page 65: Sociedad Conyugal

Las recompensas se definen como “aquellos créditos que por disposición de la

ley puedan reclamar el marido, la mujer y la sociedad conyugal una vez disuelta ésta, en

el proceso de liquidación a fin de que cada cónyuge aproveche los aumentos y soporte

en definitiva las cargas que le corresponden”.

65