Sociedad Secularizada y Etica Laica

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 62 CUADERNOS DE PEDAGOGÍA. Nº36 6 MARZO 2007  } Nº IDENTIFICADOR: 366.014 El objetivo de este artículo es poner de manifiesto que la ética cívica es fundamental en toda sociedad democrática y que no puede tener su fundamento en las morales religiosas, sino que debe ser laica. La cuestión que se plantea en los momentos actuales es por qué las morales religiosas no son adecuadas para fundamen- tar una ética cívica en España. Si durante muchos siglos la moral católica ha sido el elemento sustantivo de la moral pública de los españoles debido a que la educación familiar y la cultura estuvieron sometidas a las normas y valores morales de la Iglesia católica, esa situación ya no puede ni debe man- tenerse porque el escenario político, social y cultural de nues- tro país es ahora totalmente diferente. La sociedad española ha cambiado mucho en los últimos 30 años: se ha seculariza- do, el Estado es democrático, laico y aconfesional, y el plura- Sociedad secularizada, ética laica y morales religiosas    C    H    R    I    S    T    I    A    N     I    N    A    R    A    J    A La mejor garantía jurídica, política y cultural de una auténtica convivencia democrática es, en opinión del autor, lograr la implantación progresiva de una ética laica que articule la cohesión social, moral y religiosa, sin exclusiones ni fanatismos de ningún tipo. Laica no significa antirreligiosa, sino neutral  y respetuosa con todas las creencias. LUIS MARÍA CIFUENTES PÉREZ  Educación para la ciudadanía

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Neste texto o autor procura esclarecer os conceitos sobre laicidade e laicismo e como diferencia-los.

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  • 62 CUADERNOS DE P

    El objetivo de este artculo es poner de manifiesto que la

    Sociedad seculy

    A tica cvica es fundamental en toda sociedad democrtica yque no puede tener su fundamento en las morales religiosas,sino que debe ser laica.

    La cuestin que se plantea en los momentos actuales es porqu las morales religiosas no son adecuadas para fundamen-tar una tica cvica en Espaa. Si durante muchos siglos lamoral catlica ha sido el elemento sustantivo de la moralpblica de los espaoles debido a que la educacin familiar y

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    AJEDAGOGA. N366 MARZO 2007 } N IDENTIFICADOR: 366.014

    LUIS MARA CIFUENTES PREZarizada, tica laica morales religiosas

    La mejor garanta jurdica, poltica y cultural

    de una autntica convivencia democrtica es,

    en opinin del autor, lograr la implantacin

    progresiva de una tica laica que articule

    la cohesin social, moral y religiosa, sin exclusiones

    ni fanatismos de ningn tipo.

    Laica no significa antirreligiosa, sino neutral

    y respetuosa con todas las creencias.la cultura estuvieron sometidas a las normas y valores moralesde la Iglesia catlica, esa situacin ya no puede ni debe man-tenerse porque el escenario poltico, social y cultural de nues-tro pas es ahora totalmente diferente. La sociedad espaolaha cambiado mucho en los ltimos 30 aos: se ha seculariza-do, el Estado es democrtico, laico y aconfesional, y el plura-

  • lismo moral y religioso es un hecho sociolgico nuevo quedemanda una nueva tica cvica basada en los valores y nor-mas morales inscritas en la laicidad y defendidas siempre porel laicismo (libertad, igualdad, tolerancia y justicia).

    La secularizacin de la sociedad espaola

    El primer punto que se debe analizar brevemente es en quconsiste la secularizacin, y si la sociedad espaola actualest ya secularizada. Como se sabe, la secularizacin es unproceso histrico que comienza en el Renacimiento europeoy que recibe un extraordinario impulso con la Ilustracin, enlos siglos XVII y XVIII.

    Lo esencial del proceso de secularizacin europeo ha sido yes todava hoy la autonoma de la sociedad civil frente a laautoridad del clero cristiano en lo que se refiere a la poltica, elderecho, la moral y la cultura en general; es decir, la seculari-zacin es, ante todo, la apuesta por la racionalidad humanacomo fundamento nico y ltimo de todas las institucionessociales y culturales de la sociedad. Sencillamente se han sepa-rado de forma clara las esferas de actuacin y las finalidadesespecficas del poder civil y del poder eclesistico. Las perso-nas, a ttulo individual y tambin de modo comunitario, siguenteniendo libertad de religin y de culto, pueden expresar p-blicamente sus convicciones morales y religiosas con totallibertad en las sociedades europeas; sin embargo, las institu-ciones religiosas saben que deben respetar la autonoma delas instituciones polticas en todo lo referente a la configura-cin legal, poltica y cultural de la sociedad. Segn una encues-ta de la Fundacin Santa Mara, de abril de 2006, por prime-ra vez en Espaa, menos de la mitad de los jvenes espaolesse declaran catlicos (49%) y solamente el 5% asisten a misalos domingos (catlicos practicantes). Por el contrario, un 28%de los jvenes entre los 15 y 24 aos se declaran agnsticos oateos (Mayoral, 2006).

    En realidad, lo que hoy sucede en la sociedad espaola esms bien un fenmeno que se podra llamar indiferentismoreligioso, un desinters creciente hacia la religin catlica y laIglesia. La democracia no ha sido capaz de generar una ticacvica nueva asentada en una serie de valores cvicos compar-tidos por todos los ciudadanos. Como seala Victoria Camps(en Cerezo coord., 2005, p.30), nuestro pas, en concreto,que ha vivido el proceso de secularizacin tarde y a trompico-nes, con graves interrupciones y retrocesos, de repente se havisto en la necesidad de sustituir la moral catlica por unamoral laica caracterizada por la indeterminacin y la impreci-sin. Ha habido que darse cuenta de que laicismo no puedesignificar ausencia de moral. Se debe reconocer que la nuevatica laica como fundamento del civismo democrtico todavano ha logrado asentarse en nuestra sociedad, y eso no se con-seguir con una simple reaccin anticlerical.

    Una distincin que me interesa resaltar aqu es que lasociedad espaola est secularizada, como lo prueban todoslos recientes estudios sociolgicos, pero no est laicizada; esdecir, no es una sociedad consciente de la laicidad del Estadoni capaz de fundamentar su tica civil en valores laicos deconvivencia, como la libertad de conciencia, la igualdad jur-dica, la justicia y el respeto hacia los diferentes. Lo que se

    podra denominar proceso de laicizacin no es ni el merot e m a d e l m e s

    proceso de secularizacin que acompaa a la modernizacinde las sociedades ni tampoco la lucha contra las religiones.La tica laica, compaera inseparable de la filosofa laicista,exige una conciencia reflexiva y una actitud moral de com-promiso con unos valores determinados y la adquisicin deunas virtudes cvicas de tolerancia, solidaridad, respeto a laley y responsabilidad moral.

    La moral catlica

    El segundo tema que me interesa destacar es que la moralcatlica ha sido durante siglos el eje vertebrador de las tradi-ciones y costumbres morales de los espaoles. La moral catli-ca ha estado tan vinculada a la poltica, a la educacin y a la cul-tura de nuestro pas que para algunos ha sido el elemento clavede la configuracin nacional de nuestra identidad histrica ycultural. Nos basta una simple lectura de los manuales de reli-gin y moral catlica de los aos sesenta para comprender que,incluso despus del Concilio Vaticano II, se segua pensandoque la tica racional que no tuviese su fundamento en Dios erauna desviacin y una perversin inadmisible. La teologa moralcatlica de aquella poca, y tambin la actual, segua minusva-lorando la libertad de conciencia y proponiendo una estrechaconexin entre religin, moral catlica y poltica.

    Por eso la tesis fundamental era que la Moral catlica nuncadebe reducirse a una tica puramente racional (Tejedor,1968). En la leccin primera se deca: La tica puede definir-se como el estudio a la luz de la razn de los actos humanosen su ordenacin a su ltimo fin natural, que es Dios (p. 7).Despus se aada lo siguiente: La moral natural, por ser pu-ramente racional, corre el peligro de desviarse. La desviacinfundamental es la moral independiente, que prescinde de Diosy fundamenta la bondad o malicia de los actos en el placer(hedonismo), la utilidad (pragmatismo o utilitarismo), la adap-tacin a las circunstancias presentes (moral de situacin), etc.(pp. 7 y 8).

    Como se puede fcilmente apreciar, todo lo que no se fun-damentaba entonces, y ahora, en la teologa moral catlicaera una desviacin de la naturaleza humana, que ha sidohecha a imagen y semejanza de Dios. Y el principio de laautonoma moral basada en la racionalidad y en la libertad,cuestin que hoy da se considera el verdadero eje de todatica y de toda educacin moral de los nios y jvenes, eraentonces juzgado como heterodoxo y desviado. Esta tesis,que ha sido una constante en todo el pensamiento catlicodesde hace muchos siglos, sigue todava vigente hoy en lasesferas de la jerarqua eclesistica y son muy pocas las vocescrticas que reivindican dentro de la Iglesia otro tipo de enfo-que de la tica (Masi, 2006, pp. 28-31). Y en el campo de lapoltica, la conexin entre moral catlica y ley positiva otor-gaba a la poltica espaola un significado teocrtico muy dif-cil de encajar con la democracia.

    A propsito de la relacin entre la tica y la poltica, elactual Papa escribe en la pgina web del Estado vaticano(http://www.vatican.va): Qu es la justicia? ste es un pro-blema que concierne a la razn prctica; pero para llevar acabo rectamente su funcin, la razn ha de purificarse cons-tantemente, porque su ceguera tica, que deriva de la pre-{ N 366 CUADERNOS DE PEDAGOGA. 63

    ponderancia del inters y del poder que la deslumbran, es un

  • ner a los que no comparten la fe sus propias perspectivas ysus modos de comportamiento. Desea simplemente contri-buir a la purificacin de la razn y aportar su propia ayudapara que lo que es justo aqu y ahora, pueda ser reconocidoy despus puesto tambin en prctica.

    paola actual exige una refundacin de la tica civil sobrenuevas bases. La transicin poltica se hizo en su momentomediante un gran esfuerzo de dilogo y de bsqueda de con-senso; ahora es el momento de realizar la transicin moral yreligiosa, asentando sobre nuevas bases una tica cvica queEn conclusin, segn el Papa, la moral catlica sigue siendola gua luminosa que se propone llevar por la senda del bieny de la justicia a los seres humanos porque la razn por s solano puede alcanzar ese objetivo. La Iglesia trata de purificar larazn porque est ciega para los verdaderos valores moralesque proceden de la perspectiva teocntrica y sin los cuales lademocracia no puede realizar plenamente su cometido. Segnesta encclica papal, hay que elevarse hacia un orden moralsuperior que procede de los horizontes de la divinidad y quepuede vivificar y purificar la capacidad racional de los sereshumanos. No es esto una sutil forma de teocracia que puedepeligro que nunca se puede descartar totalmente. En estepunto poltica y fe se encuentran. Sin duda, la naturalezaespecfica de la fe es la relacin con el Dios vivo, un encuen-tro que nos abre nuevos horizontes mucho ms all del mbi-to propio de la razn. Pero al mismo tiempo es una fuerzapurificadora para la razn misma. Al partir de la perspectivade Dios, la libera de su ceguera y le ayuda a ser mejor ellamisma. La fe permite a la razn desempear del mejor modosu cometido y ver claramente lo que le es propio. En estepunto se sita la doctrina social catlica: no pretende otorgara la Iglesia un poder sobre el Estado. Tampoco quiere impo-64 CUADERNOS DE PEDAGOGA. N366 }

    llegar a deslegitimar hasta la misma democracia?haga posible la convivencia en libertad y en paz. Para ello, losvalores de la laicidad y del laicismo, tal como fueron pensadosy practicados por los creadores de la Institucin Libre deEnseanza, pueden seguir siendo de enorme validez. Las vir-tudes cvicas comunes y bsicas pueden ser asumidas portodos si se entiende que la laicidad es un espacio de libertady de tolerancia, no de beligerancia. La condicin esencial paraque la laicidad sea reconocida como un mbito de dilogo yde respeto es que los partidarios de una religin no intentenimponer su moral a todos los ciudadanos y que los laicistasrespeten las creencias particulares de cada grupo de fieles

    CHRISTIAN INARAJALa tica laica, fundamento de la tica cvica

    La moral catlica, como se ha visto hasta aqu, no tiene yaen nuestro pas la posibilidad de fundamentar la tica civil delos espaoles. De nada sirve que la jerarqua catlica insistaen que el catolicismo ha sido durante siglos el cdigo moralde la mayora de los ciudadanos de este pas. El monopoliomoral del catolicismo, perpetuado a travs de la educacin yde su influencia en el mbito de la cultura, parece que ha sidodefinitivamente superado.

    El pluralismo moral y religioso existente en la sociedad es-con tal de que no vulneren los derechos humanos.

  • Las condiciones jurdicas y polticas que debe tener unestado laico son la separacin efectiva entre las iglesias y elestado y la neutralidad estricta del estado en materia de con-vicciones religiosas y morales de los ciudadanos. Sin estosrequisitos no se puede hablar en realidad de un estado laico,sino de un estado ms bien criptoconfesional, que no actasegn los principios de la laicidad. sta es, a mi juicio, lasituacin real que se da en nuestro pas desde que se firma-ron los Acuerdos entre el Estado espaol y la Santa Sede(1979) y que ha impedido hasta ahora el desarrollo del pro-yecto de laicidad en Espaa.

    Cules pueden ser entonces los valores comunes quetoda la ciudadana pueda compartir? Cmo se puede con-seguir articular la convivencia en paz y en libertad respetan-do el pluralismo moral y religioso de nuestra sociedad? Noes la tica laica portadora de valores universalizables queestn en consonancia con los derechos humanos y que unestado laico tiene el derecho y el deber de promover entrelos ciudadanos?

    Los valores comunes que se sitan como fundamento detodo el orden jurdico son aquellos que se proclaman en laDeclaracin Universal de los Derechos Humanos y que cons-tituyen la base de la convivencia cvica. En el caso de Espaa,estn en el artculo 1 de la Constitucin: Espaa se consti-tuye en un Estado social y democrtico de Derecho, que pro-pugna como valores superiores de su ordenamiento jurdicola libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo poltico.Estos valores pueden desarrollarse desde una filosofa de lai-cidad del siguiente modo: la libertad es ante todo libertad deconciencia, una libertad esencial e inalienable de todas laspersonas y que debe ser adecuadamente desarrollada desdela infancia y a lo largo de toda la vida. No es solamente lalibertad ideolgica o religiosa, sino algo ms esencial, msprofundo: el respeto a la conciencia de cada persona comosujeto de racionalidad y de voluntad inviolable al que no sedeben imponer dogmticamente ideas ni sentimientos irra-cionales. Es una especie de refugio interior nico e ntimo alque se debe orientar y ayudar, pero nunca violentar ni mani-pular. En el lenguaje de la filosofa moral se trata de la auto-noma moral de cada persona (Cifuentes, 2005, pp.77-84).

    Otro valor moral esencial es la igualdad ante la ley, quedebe ser la base del trato entre todas las personas; una igual-dad jurdica que no admite discriminaciones de ningn tipo(ni de raza, ni de lengua, ni de sexo, ni de religin ni de mora-lidad). La igualdad de todos los ciudadanos ante la ley es unacaracterstica del Estado de derecho que articula todas lasgarantas legales de los ciudadanos en un sistema jurdico dederechos y libertades fundamentales en el marco de laConstitucin. Esa idea de igualdad no resuelve todas lasinjusticias reales de la desigualdad econmica, cultural ysocial, pero exige que el poder judicial aplique el imperio dela ley a todos sin excepcin y que no haya privilegios arbitra-rios ni prebendas abusivas para ningn grupo social. En esesentido, la igualdad ante la ley nos iguala a todos y todosdebemos obedecerla en un Estado de derecho. La igualdadjurdica es de carcter formal y por ello la laicidad debe ir msall del formalismo jurdico y analizar las causas reales de ladesigualdad econmica y social.Por eso, un valor importante que se ha incorporado a lafilosofa de la laicidad y que procede sobre todo de la tradi-t e m a d e l m e s

    cin socialista es el de la justicia. En la Constitucin Espaolase habla de la justicia como valor superior de todo el orde-namiento jurdico, y la filosofa moral laica se apoya en laigual y esencial dignidad de todos los seres humanos; sebasa en los derechos y libertades fundamentales de cadaindividuo. Adems, la laicidad insiste en la idea del pueblo,del ,, que alude a la multitud indiferenciada, sin jerar-quas clericales ni polticas; por ello, la filosofa moral y polti-ca de la laicidad debe integrar la justicia en su acervo devalores morales. Sin ella, sin la lucha por la solidaridad y lajusticia, el laicismo se puede reducir a una mera defensa delos derechos de carcter liberal e individualista. La justiciadebe ser el horizonte tico final al que un estado laico debetender, puesto que la lucha por la libertad y la igualdad estambin el combate por la emancipacin de los individuosfrente a todo tipo de injusticia econmica y social.

    La idea de ciudadana exige una educacin que trasmitavalores morales comunes, vnculos morales que puedan sercompartidos; una educacin que trate de crear una sociedadcivil fuerte, autnoma y responsable que no est sometida aldictado de los partidos polticos ni de las iglesias. Los ciuda-danos y ciudadanas de un estado laico deben formarse antetodo en el cultivo de una virtud cvica sin la cual es imposiblela convivencia. Me refiero a la tolerancia, al respeto a las cre-encias ntimas, sean religiosas o no, y a las convicciones mo-rales de cada persona; pero para todo ello es preciso educarseriamente en valores y en actitudes ticas. Y eso no sepuede dejar nicamente en manos de los medios de comu-nicacin ni del mercado. Las familias, el sistema educativo yel estado tienen sus respectivas obligaciones y no puedenhacer dejacin de su responsabilidad. Si la nueva materia deEducacin para la Ciudadana logra plantear correctamenteel sentido de esa nueva tica cvica y laica, entonces se refor-zar indudablemente la calidad de nuestra democracia den-tro del sistema educativo y en toda la sociedad espaola.

    CCeerreezzoo PPeeddrroo ((ccoooorrdd..)) ((22000055)):: Democracia y virtudes cvicas.Madrid: Biblioteca Nueva.CCiiffuueenntteess,, LLuuiiss MMaarraa ((22000055)):: Qu es el laicismo? Madrid:Laberinto.DDee BBllaass,, PPaattrriicciioo ((ccoooorrdd..)) ((22000055)):: Laicidad, educacin y democra-cia. Madrid: Biblioteca Nueva.MMaassii,, JJuuaann ((22000066)):: Tertulias de biotica. Madrid: Trotta.MMaayyoorraall,, VViiccttoorriinnoo ((22000066)):: Espaa: de la intolerancia al laicismo.Madrid: Laberinto.TTeejjeeddoorr,, CCssaarr ((11996688)):: Camino, verdad y vida. La moral catlica.Madrid: Editorial SM Madrid.ZZwweeiigg SStteeffaann ((22000011)):: Castellio contra Calvino. Barcelona: ElAcantilado.

    Pgina web del Estado vaticano: hhttttpp::////wwwwww..vvaattiiccaann..ccaa

    para saber ms{ N 366 CUADERNOS DE PEDAGOGA. 65

    descriptores: Educacin para la ciudadana