SOÑEMOS Juntos€¦ · es un catequista de Zacualpa, en el departamento del Quiché. Lleva varios...

16
La fraternidad no 5 AGOSTO 2013 Juntos

Transcript of SOÑEMOS Juntos€¦ · es un catequista de Zacualpa, en el departamento del Quiché. Lleva varios...

La fraternidad

SOÑEMOSno 5 AGOSTO 2013

Juntos

Soñemos Juntos

Saludos a todos amigos y amigas:Apreciado amigo o amiga que te acercas a nuestra Revista.

Desde esta primera página deseamos dejarte inquieto con preguntas impor-tantes. Y lo hacemos con toda intención... porque a veces hablamos de la FRATERNIDAD como si se diese por hecho, por conseguido, por algo relati-vamente fácil, e incluso como algo que tiene que ver más con ser personas, y menos con ser cristianos, y por lo tanto fruto de nuestro esfuerzo y nada más.

Cuando termines de leer esta revista y realizar las actividades que te pro-ponemos, nos gustaría que te quedaras reflexionando por algunos días en lo siguiente:

1. ¿Te sientes discípul@ de Jesús? Si tu respuesta es afirmativa entonces debes tener en cuenta que ser discípulo va marcando una forma de ser como persona y como individuo en grupo: eres hijo@ y eres herman@. ¿Vives esto?2. ¿Sabes dónde aprendemos a ser hijos? Desde la interioridad, desde la oración. ¿Cómo te va con eso? Parece muy difícil que alguien viva la frater-nidad cristiana si antes no ha experimentado sentirse hijo de Dios.3. ¿Sabes dónde aprendemos a ser hermanos y hermanas: es decir a vivir la fraternidad? Sobre todo en el servicio al prójimo, en el que vive necesidad, en el marginado. ¿Qué nota llevas en esa asignatura?

Te dejamos con ese proyecto. Reencontrarte con el Padre y con los herma-nos, y de esta forma la fraternidad no será solamente letra de una canción, o lema que suena bonito en la familia marista. Será en verdad un fruto del Espíritu. Interioridad, fraternidad y solidaridad caminan de la mano, una debe llevar a otra en la vida del cristiano. Ánimo.

En 1824, el hermano Juan Pedro Martinol, director de Boulieu, vino una vez de visita a La Valla. Cuando al día siguiente, de madrugada, se disponía a regresar a su comunidad, el padre Champagnat le dijo:

- ¡Mire!, como no se ha levantado aún el hermano cocinero, llévese este pequeño pan bendito que me correspondió el domingo por haber oficiado la misa mayor; desayúnese con él por el camino.

- No, padre – replicó el hermano -, se lo llevaré a los hermanos y lo comeremos juntos. Nos va a saber a gloria, pues todo lo que recibimos de la casa madre de La Valla nos resulta deli-cioso y nos sienta de maravilla. Me encanta proporcionar tal dicha a los hermanos: seguro que saltarán de gozo y que, en

Compartir el pan...

2

toda la comida, no hablaremos sino de usted y de estos her-manos de La Valla.

Encantado por tales sentimientos, el venerado padre exclamó:

- Me hace llorar de alegría, querido hermano, al hablar así. Ésos son exactamente los sentimientos de espíritu de familia que han de animar a todos los hermanos de María. Mientras conservemos cuidadosamente esos sentimientos y ese es-píritu, gozaremos plenamente de la felicidad de la vida re-ligiosa.

Espíritu de familia3

Hace algunos años, dos hermanos maristas fuimos a compartir con algunas comunidades indígenas de Gua-temala. En esa ocasión Dios puso en nuestro camino a una persona que nos hizo comprender el profundo sen-tido de la fraternidad.

Sonriente nos recibe Don Encarnación y su familia. Él es un catequista de Zacualpa, en el departamento del Quiché. Lleva varios años colaborando con la vida de fe de su comunidad. Su casa, al filo de la montaña, con-siste en un pequeño cuarto en donde duermen él, su esposa y sus cuatro hijos. A la par, una pequeña choza en donde, alrededor del comal, se comparten las torti-llas y los frijoles.

- “La cena está lista” nos dice doña María (su esposa). Toda la familia se sienta a comer, pero “el primer plato es para los visitantes”, el cual, además de tener más comida, lleva un pedacito de pollo. Y es que para Don Encarnación dar lo mejor que tiene es casi una obli-gación.do

n enc

arna

cion

La alegría del compartir

4

Llega la hora de dormir y los hermanos nos miramos intentando descifrar donde nos ubicarán. ¡No hay espacio! Para Don Encar-nación no hay duda, -“ustedes duermen en la cama grande”- nos dice. La cama grande era su propia cama. Nuestra primera reacción es decirle que no, pero antes que podamos hablar, toda la familia se ha reacomodado, haciendo vida el dicho “donde hay dos allí caben tres”.

Apagan las velas y a pesar de la pobreza lo que allí se respira es hogar, alegría...fraternidad.

hogaralegría

fraternidad5

Un joven y sus dos amigos caminaban por una calle. Después de mucho caminar, el joven se dio cuenta de que los tres habían muerto en un accidente. Hay veces que lleva un tiempo el que los muertos se den cuenta de su nueva con-dición.

La caminata era muy larga, cuesta arriba, el sol era fuerte, y los tres estaban empapados de sudor y con mucha sed. Precisaban desesperadamente agua. En una curva del cami-no, vieron un magnífico portón de mármol que conducía a una plaza calzada con bloques de oro, en el centro de la cual había una fuente donde brotaba agua cristalina.

El joven se dirigió al hombre que desde una garita cuidaba la entrada. - Buen día, - dijo el joven.

REFLEXIONA Y COMPARTE

in out&Entrar al cielo

6

- Buen día, - respondió el hombre.- ¿Qué lugar es éste tan lindo? - preguntó el joven.- Esto es el cielo -, fue la respuesta.- ¡Qué bueno que hemos llegado al cielo: estamos sedientos!, - continuó el joven.- Usted puede entrar a beber agua a su voluntad -dijo el guardián, indicándole la fuente.- Mis amigos también tienen mucha sed. - Lo lamento mucho, -le dijo el guardia-. Sus amigos no pueden entrar.

El joven se sintió muy decepcionado porque su sed era grande. Pero él no bebería, dejando a sus amigos con sed. De modo que prosiguió su camino. Después de mucho caminar cuesta arriba, con la sed y el cansancio multiplicado, llegaron a un sitio cuya entrada estaba marcada por un viejo portón semiabierto. El portón daba a un camino de tierra, con ár-boles a ambos lados que proporcionaban sombra. A la sombra de uno de ellos, un hombre estaba recostado, con la cabeza cubierta con un sombrero. Parecía dormir. - Buen día, - dijo el joven.- Buen día, - respondió el hombre.- Estamos con mucha sed, mis amigos y yo.- Hay una fuente en aquellas piedras - dijo el hombre indi-cando el lugar-. Pueden beber lo que quieran. 7

El joven y sus amigos fueron hasta la fuente y saciaron su sed. - Muchas gracias, -dijo el joven al salir.- Vuelvan cuando quieran, - respondió el hombre.- A propósito, -dijo el joven-, ¿cuál es el nombre de este lugar?- Cielo, - respondió el hombre.- ¿Cielo? ¡Pero si el guardia junto al portón de mármol me dijo que allí era el cielo...!- Aquello no es el cielo, aquello es el infierno.El joven, perplejo, replicó:- Esa información falsa debe causar grandes confusiones.- De ninguna manera, -respondió el hombre-. En realidad, ellos nos hacen un gran favor, porque allí se quedan los que son capaces de abandonar a sus mejores amigos.

8

Para compartir

1. ¿Qué características exigirías a un verdadero amigo? Enuméralas por orden de importancia.

2. ¿Por qué crees que fracasan las amistades? Menciona algunas causas.

9

3. En la amistad ¿qué supone poner de tu parte?

4. Escribe el nombre de tus mejores amigos/as y por qué lo con-sideras tus mejores amigos/as.

La fraternidad es más que vivir juntos. Implica conocerse y compar-tir lo mejor de cada uno de nosotros. El Padre Champagnat lo com-prendió muy bien. Amó a sus Hermanos de tal modo, que no le im-portaba “dar hasta lo que no tenía” con tal de que ellos estuviesen bien.

10

En esta canción puedes encontrar elementos que te ayuden a comtemplar aquello que conforma el espíritu de familia que cara-cteriza las comunidades maristas.

FAMILIA MARISTA(kairoi - Marcelino, un corazón sin fronteras)

AMAOS COMO YO OS HE AMADO,CON EL CORAZÓN ABIERTO,

CONSTRUYENDO ENTRE TODOSLA FAMILIA DE MARÍA. (2)

No podemos renunciar a lo que otros nos dejaron,

Marcelino vive hoy a través de nuestros brazos.

Debemos continuar lo que ellos comenzaron.

Donde haya un hermano allí tengo yo mi casa,

con el pan y con el vino celebramos el encuentro,

es un signo de familia acoger al que ha llamado.

Son testigos de esperanza los tres puestos que anhelamos,

una cruz en el camino, el sufrir de cada hermano,

el Belén de cada día y el altar de nuestras manos.

11

ESPÍRITU DE FAMILIA

Breve descripción de lo que significa el espíritu de familia dentro de la Espiritualidad Marista.

MARISTAS EN FAMILIA

Reseña de la vida de San Marcelino Champagnat, en donde nos enfatiza sus op-ciones de vida. Al final hace una propuesta que puede ser muy interesante para ti.

Para ver y compartir...

http://youtu.be/jpgbUUQvdtk

http://www.youtube.com/watch?v=3PeSfJcmag4

12

NOTICIAS de familia

HACIENDO COMUNIDAD MARISTACienfuegos (Cuba)El lunes 28 de mayo nos reunimos en Cienfuegos los hermanos maristas que hacemos parte del proyecto Cuba con los hermanos Antonio Peralta, provincial de Santa María de los Andes e Hipólito Pérez, nuestro hermano Provincial.

Iniciamos nuestro encuentro con un momento de oración. La ma-ñana la dedicamos a recibir información sobre los preparativos de la segunda Asamblea de Misiones que se celebrará en Nairobi y sobre la Conferencia General que se llevará a cabo en el Hermitage en el próximo mes de septiembre. El H. Hipólito nos compartió noticias 13

de la Provincia. Fue una mañana rica que nos permitió vibrar con la marcha de la Congregación y de la Provincia.

Un sabroso almuerzo nos dio la oportunidad de paladear la alegría del encuentro y de la fraternidad

La tarde la consagramos a compartir nuestro caminar marista en Cuba. Aportamos ideas en torno a la etapa final del Noviciado de Mario y sobre posibles escenarios para su Escolasticado. Intercam-biamos informaciones sobre nuestros proyectos apostólicos. Con-cretamos detalles en torno a una futura convivencia vocacional con jóvenes aspirantes a la vida marista para el mes de julio. Experi-mentamos el gozo de ver que nuestra familia crece y se rejuvenece, comprobamos que el Señor nos acompaña en nuestro día a día y que no deja de colocarnos nuevos retos y sorpresas.

Nuestro agradecimiento al Señor, a María y a Marcelino por la opor-tunidad que nos brindó de sentirnos hermanos herederos de un ca-risma maravilloso y comprometedor.

14

HERMANOSHERMANOSHERMANOSHERMANOSHERMANOSHERMANOS