Sol Diciembre de 2017 Etapa III Nº 26...

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CULTURAL www.elsoldemargarita.com.ve Sol DICIEMBRE EN MARGARITA: Tradición e Identidad Etapa III Nº 26 Diciembre de 2017

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SolculturalEL DICIEMBRE DE PORLAMAR EN EL TIEMPO Sol

(4) SOL DE MARGARITA, Porlamar, diciembre de 2017 / www.elsoldemargarita.com.ve

DRA. VICDALIA GÓMEZ DE LUNARDR. RAFAEL A. LUNAR LEANDRO

La espera de la Nochebuena en Margarita, yespecíficamente en Porlamar, se transparen-taba en la ansiedad de los muchachos al con-tar los días que pasaban desde el primero dediciembre y cuya meta final era el 24 en lanoche cuando se acostaban temprano, para

levantarse el 25 y ver qué les había traído el Niño y asísalir rebosantes de alegría y muy contentos a la calle amostrar a sus amigos el valioso tesoro que había amaneci-do en su cama, o bajo la hamaca, donde dormían. Ropa,zapatos o algún útil, y lo más ansiado: juguetes, fueranmuñecas, carritos, soldaditos, pistolitas, un trompo o cual-quier otro objeto.

En esa tradición, las festividades eran acompañadascon celebraciones puntuales de ese mes tan esperado, queincluían el lucir el estreno de diciembre y la consabidacelebración de la Natividad del Señor con nacimientosvivientes, previa preparación de las parrandas y acudir alas misas de aguinaldo, lo que representaba algo impor-tantísimo en esas celebraciones. Todo ello acompañadocon la etnogastronomía propia de diciembre que incluía“los pasteles” (hallacas), la “leche burra” (ponche crema),la ensalada de gallina y los dulces tradicionales como elde “lechosa” y el “ron con ponsigué” (bebida espirituosarepresentativa en toda la isla, macerada con los “excelen-tes rones” destilados en las distintas poblaciones de LaMargarita, que incluían los de Porlamar),

Llama poderosamente la atención, apuntando hacia lastradiciones, la profusión de pesebres en las casas. Tradi-ción esta, herencia de la cultura española que se asentóen estas tierras americanas, que incluía a la devoción alNiño Jesús que nace como Salvador del mundo y ponelos juguetes y regalos. Esta tradición, en la actualidad, hasido sustituida en muchos hogares por el novedoso “arbo-lito de Navidad” y la espera de un viejo gordo vestido derojo “Santa Claus”, para traer los regalos, como tradicióno “efecto demostración” importada de Norteamérica.

Pero, al respecto, viajemos en el tiempo histórico, através de las noticias de los diarios de finales del sigloXIX y principio del siglo XX, para atisbar brevemente quese hacía en Porlamar en diciembre por ejemplo de 1891.En especial, los días 6, 8 y 13, con la importante celebra-ción de San Nicolás de Bari, patrono de Porlamar, dondepresidió los oficios religiosos el presbítero Jorge Real. Eldía 5 se comenzaban a celebrar las festividades del ono-mástico del santo patrono, que duraban desde ese día has-ta el octavario. Al día siguiente, del 6, era la víspera de lasagrada Virgen Inmaculada Concepción, cuando “…laimagen de la Purísima María sale del templo, que paraesa época era pequeño y se clamaba por su ampliación”,concentrándose la feligresía para acompañar el paseo dela Virgen por las calles adyacentes, con la característica

que en Porlamar era apoteósica la solemnidad de esa cele-bración, y que paradójicamente en la actualidad no se vis-lumbra, debido al ajetreo y a las vicisitudes de la NuevaEsparta de tiempos actuales. Es de hacer notar, según loexpresado por quien hace el comentario periodístico,colaboración con el nombre “Un Observador” (fecha 15de diciembre de 1891) titulado “Fiestas de Porlamar” (ElMarino: edición de intereses generales y de anuncios.Edición del 25 de diciembre de 1991, Año 1, Núm. 4, Pági-na 4), que si la celebración del 6 era significativa, los actosde la celebración del octavario del santo patrón, el día 13,revestía de igual importancia pues desarrollaba profu-sión de fuegos artificiales que a su vez enmarcaban lasfestividades decembrinas con las misas de aguinaldo.

En periódico “El Sol”, del 2 de diciembre de 1908,Núm. 304, de los hermanos Rosario, el editorial reseñabacon júbilo que “…preparémonos para celebrar dignamen-te las festividades de este mes: la del glorioso Patrono SanNicolás de Bari el 6, la de la Inmaculada Concepción el 8,las misas de aguinaldo del 16 al 24, la Natividad de Nues-tro Señor el 25, la fiesta del amado evangelista Juan el 27y la de los Santos Inocentes Mártires el 28”. Sin olvidar ala tradición de “Los Niños de San Nicolás” (conocidocomo patrono de los niños, tres niñitos, a los cuales colo-cados en una cesta, se les daban donaciones en dinero yde esa colecta su monto se distribuía a los niños de menos

recursos en Navidad). Igualmente, era significativo el 31de ese mes para esperar el año nuevo y dar el Feliz Añoen unión familiar y amistades, como también para prepa-rarse para la venida de los Reyes Magos el 6 de enero.

En la edición de fecha 17 de diciembre, se presenta unacrónica, en amplio y detallado recuento de las activida-des realizadas hasta ese día, página 2 se insertó bajo eltítulo “Fiestas Patronales”, “…En la madrugada de las vís-peras (de la celebración de San Nicolás, día 5) después delos alegres repiques del Avemaría y a los acordes de lamúsica se repartió en hoja volante un soneto del jovenBalbino Farías dedicado al glorioso San Nicolás… losgozos del patrono cuya música que gustó a los oyentes,era obra de nuestro amigo José de J. de León”. Para eseentones el cura párroco, quien ofició la sagrada celebra-ción, fue el presbítero Dr. Silvano Marcano Maraver, todoello acompañado con fuegos artificiales, globos aerostáti-cos y una retreta especial en el centro de la plaza SanNicolás” (actual plaza Bolívar) para finalizar los actos,todo en el más perfecto orden y regocijo, finaliza el cro-nista.

Hoy, con la esperanza puesta en que el Niño Jesúscumpla nuestros deseos de salud y tiempos mejores porvenir, no resta más que desearles una Feliz Navidad y unventuroso año 2018.

DICIEMBRE ENMARGARITA: Tradición e Identidad

Etapa III Nº 26Diciembre de 2017

Solcultural

(2) SOL DE MARGARITA Porlamar, diciembre de 2017 /www.elsoldemargarita.com.ve

Quien conoce al hombre de este terruñotiene que sentir la bondad y el acerode aquellas manos que cosechan la vida.En conchas desde los siglosse encuentran refugiados.El que ha bebido la sonrisa sin letras de un margariteño tiene que reconocerla gentileza sueltaen la suave lluvia nocturna.

…lo dijoDENNIS BOURNE

Foto de PortadaARCHIVO

FundadorIVÁN CARDOZO YÁNEZ †

Directora GeneralMARIELA CONTRAMAESTRE DE [email protected]

Directora EjecutivaDANY FUENTES GONZÁ[email protected]

CoordinadorVERNI [email protected]

Editor de Diseño IVO ÁLVAREZ [email protected]

IMPRESO POR EDITORIAL 79, C.A.Dirección: Calle Fermín con Charaima, sector Genovés, Edif. Sol de Margarita, Porlamar, Nueva Esparta, Venezuela.

Teléfonos: (0295) 264.5522 (Máster)[email protected]

SOL DE MARGARITA NO SE HACE RESPONSABLE POR LAS OPINIONES EMITIDAS POR LOS ARTICULISTAS Y COLABORADORES DE ESTE DIARIO.

SolculturalUNIDOS EN NAVIDADROKI VISCUÑA

Las tradiciones de los pueblos surgen de las manifestaciones yexpresiones humanas que, en el trascurrir del tiempo, se rea-lizan de manera continua y colectiva, y que, además, se asu-men como formas consonantes con la manera de interpretarel mundo de ese colectivo.

En nuestras islas, desde el año 1500, a Cubagua llegó el primer contin-gente de europeos que pobló estas costas; con ellos, también llegaron lasmanifestaciones propias de sus tradiciones y entre ellas las vinculadas a lacelebración del tiempo pascual, época en la que se celebra el nacimientodel Niño Dios.

Durante más de 500 años, los isleños hemos estado vinculados demanera particular a esta tradiciones milenarias, venidas de ultramar ysembradas en nuestras playas donde adquirieron matices propios que lashan convertido en expresiones de identidad.

Una de ellas, la parranda, manifestación pascuera que consiste en visi-tar las casas de vecinos y conocidos llevando un regalo musical a los mis-mos y en la que otrora los “parranderos” pasaban días y hasta semanasenteras, es una de las que permanece con más fuerza en nuestra contem-poraneidad.

Por supuesto, mantener una tradición implica asumir los cambios que

la evolución de las condiciones de vida imponen, por lo que aquellaparranda de casa en casa se ha convertido en “parrandas de tarimas” en laque los músicos exponen sus talentos al público que asiste con la inten-ción de disfrutar de esta tradición.

En los últimos 23 años, la parranda insular también ha visto consolidar-se una manera muy singular de hacerlo: “La parranda coral”. En la misma,cientos de coralistas unen sus voces para, a través del canto polifónico,compartir los cantos tradicionales de nuestras pascuas en espacios públi-cos en los que el aguinaldo, la parranda y las diversiones, adquieren mati-ces muy singulares.

La más antigua de ellas es la parranda coral Unidos en Navidad. Lamisma se inició en el año 1994 con la participación de las agrupaciones:Coral Magisterial, Coral Maneiro y la Coral Inocente Carreño y este añoparticiparon 12 agrupaciones: Coral UENSA dirigida por Luigi Bellomo,Cantoría  Infantil Maneiro dirigida por Robert Natera, Coral Tulio Álvarezdirigida por José Adalwil Silva, Coral Santa Rosa de Lima dirigida por IrisBrito de Bello, Coral SNOCJIV Núcleo Tubores dirigida por Iris Brito deBello, Niños Cantores de la Mar dirigida por Roki Viscuña, Coral Magiste-rial, Coral Ciudad de Porlamar, Coral Voces Naútica y la Coral ModestaBor, además de la Parranda Marinos de Punda y Las Guarichas Punderas,incorporando de esta manera la manifestación de La Diversión, símboloinequívoco de las Pascuas Insulares. Todos ellos rindiendo homenaje almaestro Alberto “Beto” Valderrama Patiño y honrando la memoria de José“Chito” Indriago.

DICIEMBRE ENMARGARITA:

VERNI SALAZAR

Para el margariteño de antes, las pascuaseran tiempos de alegría, de regocijo, deintercambio de familiaridad y sobre tododel compartir; estaban ligadas al respeto yla religiosidad, y eran un buen pretextopara que la población se vistiera de tradi-

ción, colorido, exaltación y hasta convulsión. Hoy seañora y se recuerda ese pasado; pero la inmensurabletravesía del tiempo le ha permitido adueñarse de nuevastradiciones, que distan mucho de lo que eran sus fiestasPascuales.

José Joaquín Franco “Cheguaco” nos dice:“En aquella Margarita, en la que se dormía con las

puertas abiertas, muchas cosas eran diferentes. El pasodel tiempo y la llegada de nuevas costumbres transfor-maron muchas de sus tradiciones, mientras que otras sehan ido perdiendo. La Navidad es una de ellas. Losniños de la Margarita de ayer no conocían a San Nico-lás, lo de ellos era escribirle cartas al Niño Jesús”.

La llegada del último mes del año parece decretarque no importa de donde vengan las costumbres, contal de que haya motivos para celebrar. Hoy son muypocas las tradiciones que se conservan, pues el acelera-do ritmo de vida, la modernización y el contacto conotras peculiaridades que siguen llegando día a día, y has-ta la pertinente inseguridad; entre otras cosas, han pro-vocado una alteración acelerada de los hábitos y cos-tumbres de los insulares, producto, quizás, de las trans-formaciones socio-culturales que se han dado a lo largode la historia.

Ángel Félix Gómez “Felito”, aseguraba:“En la Porlamar donde yo nací y viví hasta los 21

años, los padres acostumbraban a llevar nuestras cartasal Niño a la iglesia San Nicolás de Bari y las metían enun cofrecito que ponían allí. A veces nosotros mismoslos acompañábamos. Los arbolitos de Navidad eran unarareza, en las hallacas de antes -llamadas en ese enton-ces “pasteles”- estaba prohibido el uso del tomate en elguiso por la falta de neveras y en éste sólo se utilizabacarne de cochino”.

Con los años se empezaron a combinar elementosforáneos con las tradiciones locales; sin embargo, duran-te mucho tiempo en las casas margariteñas el pesebrefue el único protagonista y es allí donde se colocabanlos regalos. Era costumbre que los vecinos  visitaran lascasas para ver los pesebres, normalmente se colocabanen la sala de las casas y todo la familia participaba en suconfección.

Las diversiones se constituyen en la expresión máscompleta del sentir insular, convirtiéndose por muchosaños en la esencia de las fiestas pascuales conjuntamen-te con las parrandas, que al recorrer las calles durantelos días decembrinos alegran la gente por su especialcolorido y ritmo contagioso, aunque tenemos tristemen-te que reconocer como se ha ido mermando, la quepodría ser nuestra manifestación insignia del sentir purode nuestra identidad; sin embargo, mantenemos la espe-ranza que vuelva a ser lo que antes era.

Ahora bien, si por un lado es cierto que la celebra-ción de la Navidad ha experimentado un cambio de fon-do, también es cierto que aún existen grupos en muchaspartes de nuestro estado, que se resisten a perder nues-tra esencia, y realizan actividades para conservar y man-tener vivas diversas manifestaciones y tradicionesdecembrinas, algunas como: la misa de gallo, que se ori-gina en la creencia popular de que el Niño Jesús nacióal cantar el gallo, después de medianoche; los originalespesebres, sin muchas modernidades, simplemente concariño para rendir culto al Niño Dios; entre otras, y apesar de las dificultades debemos unir nuestros corazo-nes y pedirle al Niño Dios, que nos siga acompañandosiempre, en las alegrías y en la dificultades y así conentusiasmo expresamos que: “Todavía es Pascua endiciembre”.

PALABRAS PARA LA NAVIDAD

MAGALY SALAZAR SANABRIA

Intentamos encender las lucespara alejar el olor a tristeza.La ruina no es una percepciónes como una iglesia donde las plegarias se abandonan.Pero tratamos de armar una caja con corazones y sueñospara regalar esperanza en Navidad.La caja somos todosy apostamos contra cualquier intento de fragilidad.Descubrimos que el bostezode los depredadores es de barroy nuestra pasión de libertad es un martillocomo la del pájaro carpinteroque viene como recadero de Dios.Aunque Judas ronda entre nosotrosla ternura prevalecepor eso insistimos en nuestra verdadcon fuerza, con tenacidad.Queremos dar jugos de nuestro corazóna los hermanos sedientos.Tanto insistió el pico del aladoque abrió las ventanas de la pazy en esta Navidad y en el Año Nuevose instalará en el espíritu de Venezuelala esperanza de emancipación.

EL INTRODUCTOR DEL ARBOLITODE NAVIDAD EN MARGARITAROSAURO ROSA ACOSTA (+)

La vieja costumbre de adornar las viviendas en los días pas-cuales, con el Nacimiento, se va extinguiendo en la Isla. Yano hay las romerías a los cerros en busca de caracueyes omelones de monte, o de piedras de variados matices para laconfección en los hogares del Pesebre para venerar al NiñoDios.

Las parrandas de aguinalderos que inspiraban sus coplas en la Vida,Pasión y Muerte del Señor, se acabaron también.

Las Pascuas, que empezaban en Margarita después del Día de losMuertos y concluían el Día de la Candelaria, han perdido todo su entu-siasmo, su alegría, su esplendor. Ya no hay “diversiones” ni “disfrazados”,ni “sancochos” ni “parranderos”. Ni siquiera "quien las llore”, como eraritual costumbre en la última Noche de Reyes.

Al Nacimiento lo reemplazó el arbolito de pino o la rama de cualquierárbol vernáculo, primorosamente adornado con luces multicolores o configuras de latón.

Porlamar fue la primera población margariteña que conoció el ÁrbolNavideño. Fue en las Pascuas de 1871, en una casa de la calle Mariño, allado de la vivienda de los Hermanos Rosario.

Don Jorge Guillermo Rothe expuso en la sala de su casa e1 símbolonavideño de su región lejana. Al lado del adorno colocó cuadros de paisa-jes europeos que el público porlamarino admiró con regocijo.

Para las navidades de 1872 eran varios los hogares de Porlamar quelucían arbolitos al lado de apresurados Nacimientos. Después la costumbrese hizo más firme por la influencia que aportaron los hogares norteameri-canos en los campos petroleros del Zulia, de Monagas, de Anzoátegui, yque trajeron a su tierra los obreros margariteños.

Mr. George William Rothe, alemán de nacimiento, arribó a Margaritaen los meses finales de 1871. Buscaba un sitio de paz para olvidarse de loshorrores de la guerra franco-prusiana, donde combatió y alcanzó conde-coraciones.

Era químico y farmacéutico. Fundó en Porlamar la Noticia Alemana,que regentó hasta su muerte. Contribuyó a la educación popular y fuemiembro destacado de instituciones benéficas, culturales y sociales.

Contrajo matrimonio con la señorita Mariana Aguirre y, al enviudar,casó con la señorita Simona Ramos. En ambos matrimonios dejó descen-dientes.

Falleció en Porlamar, el 12 de octubre de 1901.(Tomado de la Revista “Margariteñerías”, N° 41 de diciembre de 1974)

Tradición e Identidad

SOL DE MARGARITA Porlamar, diciembre de 2017 / www.elsoldemargarita.com.ve (3)

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Quien conoce al hombre de este terruñotiene que sentir la bondad y el acerode aquellas manos que cosechan la vida.En conchas desde los siglosse encuentran refugiados.El que ha bebido la sonrisa sin letras de un margariteño tiene que reconocerla gentileza sueltaen la suave lluvia nocturna.

…lo dijoDENNIS BOURNE

Foto de PortadaARCHIVO

FundadorIVÁN CARDOZO YÁNEZ †

Directora GeneralMARIELA CONTRAMAESTRE DE [email protected]

Directora EjecutivaDANY FUENTES GONZÁ[email protected]

CoordinadorVERNI [email protected]

Editor de Diseño IVO ÁLVAREZ [email protected]

IMPRESO POR EDITORIAL 79, C.A.Dirección: Calle Fermín con Charaima, sector Genovés, Edif. Sol de Margarita, Porlamar, Nueva Esparta, Venezuela.

Teléfonos: (0295) 264.5522 (Máster)[email protected]

SOL DE MARGARITA NO SE HACE RESPONSABLE POR LAS OPINIONES EMITIDAS POR LOS ARTICULISTAS Y COLABORADORES DE ESTE DIARIO.

SolculturalUNIDOS EN NAVIDADROKI VISCUÑA

Las tradiciones de los pueblos surgen de las manifestaciones yexpresiones humanas que, en el trascurrir del tiempo, se rea-lizan de manera continua y colectiva, y que, además, se asu-men como formas consonantes con la manera de interpretarel mundo de ese colectivo.

En nuestras islas, desde el año 1500, a Cubagua llegó el primer contin-gente de europeos que pobló estas costas; con ellos, también llegaron lasmanifestaciones propias de sus tradiciones y entre ellas las vinculadas a lacelebración del tiempo pascual, época en la que se celebra el nacimientodel Niño Dios.

Durante más de 500 años, los isleños hemos estado vinculados demanera particular a esta tradiciones milenarias, venidas de ultramar ysembradas en nuestras playas donde adquirieron matices propios que lashan convertido en expresiones de identidad.

Una de ellas, la parranda, manifestación pascuera que consiste en visi-tar las casas de vecinos y conocidos llevando un regalo musical a los mis-mos y en la que otrora los “parranderos” pasaban días y hasta semanasenteras, es una de las que permanece con más fuerza en nuestra contem-poraneidad.

Por supuesto, mantener una tradición implica asumir los cambios que

la evolución de las condiciones de vida imponen, por lo que aquellaparranda de casa en casa se ha convertido en “parrandas de tarimas” en laque los músicos exponen sus talentos al público que asiste con la inten-ción de disfrutar de esta tradición.

En los últimos 23 años, la parranda insular también ha visto consolidar-se una manera muy singular de hacerlo: “La parranda coral”. En la misma,cientos de coralistas unen sus voces para, a través del canto polifónico,compartir los cantos tradicionales de nuestras pascuas en espacios públi-cos en los que el aguinaldo, la parranda y las diversiones, adquieren mati-ces muy singulares.

La más antigua de ellas es la parranda coral Unidos en Navidad. Lamisma se inició en el año 1994 con la participación de las agrupaciones:Coral Magisterial, Coral Maneiro y la Coral Inocente Carreño y este añoparticiparon 12 agrupaciones: Coral UENSA dirigida por Luigi Bellomo,Cantoría  Infantil Maneiro dirigida por Robert Natera, Coral Tulio Álvarezdirigida por José Adalwil Silva, Coral Santa Rosa de Lima dirigida por IrisBrito de Bello, Coral SNOCJIV Núcleo Tubores dirigida por Iris Brito deBello, Niños Cantores de la Mar dirigida por Roki Viscuña, Coral Magiste-rial, Coral Ciudad de Porlamar, Coral Voces Naútica y la Coral ModestaBor, además de la Parranda Marinos de Punda y Las Guarichas Punderas,incorporando de esta manera la manifestación de La Diversión, símboloinequívoco de las Pascuas Insulares. Todos ellos rindiendo homenaje almaestro Alberto “Beto” Valderrama Patiño y honrando la memoria de José“Chito” Indriago.

DICIEMBRE ENMARGARITA:

VERNI SALAZAR

Para el margariteño de antes, las pascuaseran tiempos de alegría, de regocijo, deintercambio de familiaridad y sobre tododel compartir; estaban ligadas al respeto yla religiosidad, y eran un buen pretextopara que la población se vistiera de tradi-

ción, colorido, exaltación y hasta convulsión. Hoy seañora y se recuerda ese pasado; pero la inmensurabletravesía del tiempo le ha permitido adueñarse de nuevastradiciones, que distan mucho de lo que eran sus fiestasPascuales.

José Joaquín Franco “Cheguaco” nos dice:“En aquella Margarita, en la que se dormía con las

puertas abiertas, muchas cosas eran diferentes. El pasodel tiempo y la llegada de nuevas costumbres transfor-maron muchas de sus tradiciones, mientras que otras sehan ido perdiendo. La Navidad es una de ellas. Losniños de la Margarita de ayer no conocían a San Nico-lás, lo de ellos era escribirle cartas al Niño Jesús”.

La llegada del último mes del año parece decretarque no importa de donde vengan las costumbres, contal de que haya motivos para celebrar. Hoy son muypocas las tradiciones que se conservan, pues el acelera-do ritmo de vida, la modernización y el contacto conotras peculiaridades que siguen llegando día a día, y has-ta la pertinente inseguridad; entre otras cosas, han pro-vocado una alteración acelerada de los hábitos y cos-tumbres de los insulares, producto, quizás, de las trans-formaciones socio-culturales que se han dado a lo largode la historia.

Ángel Félix Gómez “Felito”, aseguraba:“En la Porlamar donde yo nací y viví hasta los 21

años, los padres acostumbraban a llevar nuestras cartasal Niño a la iglesia San Nicolás de Bari y las metían enun cofrecito que ponían allí. A veces nosotros mismoslos acompañábamos. Los arbolitos de Navidad eran unarareza, en las hallacas de antes -llamadas en ese enton-ces “pasteles”- estaba prohibido el uso del tomate en elguiso por la falta de neveras y en éste sólo se utilizabacarne de cochino”.

Con los años se empezaron a combinar elementosforáneos con las tradiciones locales; sin embargo, duran-te mucho tiempo en las casas margariteñas el pesebrefue el único protagonista y es allí donde se colocabanlos regalos. Era costumbre que los vecinos  visitaran lascasas para ver los pesebres, normalmente se colocabanen la sala de las casas y todo la familia participaba en suconfección.

Las diversiones se constituyen en la expresión máscompleta del sentir insular, convirtiéndose por muchosaños en la esencia de las fiestas pascuales conjuntamen-te con las parrandas, que al recorrer las calles durantelos días decembrinos alegran la gente por su especialcolorido y ritmo contagioso, aunque tenemos tristemen-te que reconocer como se ha ido mermando, la quepodría ser nuestra manifestación insignia del sentir purode nuestra identidad; sin embargo, mantenemos la espe-ranza que vuelva a ser lo que antes era.

Ahora bien, si por un lado es cierto que la celebra-ción de la Navidad ha experimentado un cambio de fon-do, también es cierto que aún existen grupos en muchaspartes de nuestro estado, que se resisten a perder nues-tra esencia, y realizan actividades para conservar y man-tener vivas diversas manifestaciones y tradicionesdecembrinas, algunas como: la misa de gallo, que se ori-gina en la creencia popular de que el Niño Jesús nacióal cantar el gallo, después de medianoche; los originalespesebres, sin muchas modernidades, simplemente concariño para rendir culto al Niño Dios; entre otras, y apesar de las dificultades debemos unir nuestros corazo-nes y pedirle al Niño Dios, que nos siga acompañandosiempre, en las alegrías y en la dificultades y así conentusiasmo expresamos que: “Todavía es Pascua endiciembre”.

PALABRAS PARA LA NAVIDAD

MAGALY SALAZAR SANABRIA

Intentamos encender las lucespara alejar el olor a tristeza.La ruina no es una percepciónes como una iglesia donde las plegarias se abandonan.Pero tratamos de armar una caja con corazones y sueñospara regalar esperanza en Navidad.La caja somos todosy apostamos contra cualquier intento de fragilidad.Descubrimos que el bostezode los depredadores es de barroy nuestra pasión de libertad es un martillocomo la del pájaro carpinteroque viene como recadero de Dios.Aunque Judas ronda entre nosotrosla ternura prevalecepor eso insistimos en nuestra verdadcon fuerza, con tenacidad.Queremos dar jugos de nuestro corazóna los hermanos sedientos.Tanto insistió el pico del aladoque abrió las ventanas de la pazy en esta Navidad y en el Año Nuevose instalará en el espíritu de Venezuelala esperanza de emancipación.

EL INTRODUCTOR DEL ARBOLITODE NAVIDAD EN MARGARITAROSAURO ROSA ACOSTA (+)

La vieja costumbre de adornar las viviendas en los días pas-cuales, con el Nacimiento, se va extinguiendo en la Isla. Yano hay las romerías a los cerros en busca de caracueyes omelones de monte, o de piedras de variados matices para laconfección en los hogares del Pesebre para venerar al NiñoDios.

Las parrandas de aguinalderos que inspiraban sus coplas en la Vida,Pasión y Muerte del Señor, se acabaron también.

Las Pascuas, que empezaban en Margarita después del Día de losMuertos y concluían el Día de la Candelaria, han perdido todo su entu-siasmo, su alegría, su esplendor. Ya no hay “diversiones” ni “disfrazados”,ni “sancochos” ni “parranderos”. Ni siquiera "quien las llore”, como eraritual costumbre en la última Noche de Reyes.

Al Nacimiento lo reemplazó el arbolito de pino o la rama de cualquierárbol vernáculo, primorosamente adornado con luces multicolores o configuras de latón.

Porlamar fue la primera población margariteña que conoció el ÁrbolNavideño. Fue en las Pascuas de 1871, en una casa de la calle Mariño, allado de la vivienda de los Hermanos Rosario.

Don Jorge Guillermo Rothe expuso en la sala de su casa e1 símbolonavideño de su región lejana. Al lado del adorno colocó cuadros de paisa-jes europeos que el público porlamarino admiró con regocijo.

Para las navidades de 1872 eran varios los hogares de Porlamar quelucían arbolitos al lado de apresurados Nacimientos. Después la costumbrese hizo más firme por la influencia que aportaron los hogares norteameri-canos en los campos petroleros del Zulia, de Monagas, de Anzoátegui, yque trajeron a su tierra los obreros margariteños.

Mr. George William Rothe, alemán de nacimiento, arribó a Margaritaen los meses finales de 1871. Buscaba un sitio de paz para olvidarse de loshorrores de la guerra franco-prusiana, donde combatió y alcanzó conde-coraciones.

Era químico y farmacéutico. Fundó en Porlamar la Noticia Alemana,que regentó hasta su muerte. Contribuyó a la educación popular y fuemiembro destacado de instituciones benéficas, culturales y sociales.

Contrajo matrimonio con la señorita Mariana Aguirre y, al enviudar,casó con la señorita Simona Ramos. En ambos matrimonios dejó descen-dientes.

Falleció en Porlamar, el 12 de octubre de 1901.(Tomado de la Revista “Margariteñerías”, N° 41 de diciembre de 1974)

Tradición e Identidad

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DRA. VICDALIA GÓMEZ DE LUNARDR. RAFAEL A. LUNAR LEANDRO

La espera de la Nochebuena en Margarita, yespecíficamente en Porlamar, se transparen-taba en la ansiedad de los muchachos al con-tar los días que pasaban desde el primero dediciembre y cuya meta final era el 24 en lanoche cuando se acostaban temprano, para

levantarse el 25 y ver qué les había traído el Niño y asísalir rebosantes de alegría y muy contentos a la calle amostrar a sus amigos el valioso tesoro que había amaneci-do en su cama, o bajo la hamaca, donde dormían. Ropa,zapatos o algún útil, y lo más ansiado: juguetes, fueranmuñecas, carritos, soldaditos, pistolitas, un trompo o cual-quier otro objeto.

En esa tradición, las festividades eran acompañadascon celebraciones puntuales de ese mes tan esperado, queincluían el lucir el estreno de diciembre y la consabidacelebración de la Natividad del Señor con nacimientosvivientes, previa preparación de las parrandas y acudir alas misas de aguinaldo, lo que representaba algo impor-tantísimo en esas celebraciones. Todo ello acompañadocon la etnogastronomía propia de diciembre que incluía“los pasteles” (hallacas), la “leche burra” (ponche crema),la ensalada de gallina y los dulces tradicionales como elde “lechosa” y el “ron con ponsigué” (bebida espirituosarepresentativa en toda la isla, macerada con los “excelen-tes rones” destilados en las distintas poblaciones de LaMargarita, que incluían los de Porlamar),

Llama poderosamente la atención, apuntando hacia lastradiciones, la profusión de pesebres en las casas. Tradi-ción esta, herencia de la cultura española que se asentóen estas tierras americanas, que incluía a la devoción alNiño Jesús que nace como Salvador del mundo y ponelos juguetes y regalos. Esta tradición, en la actualidad, hasido sustituida en muchos hogares por el novedoso “arbo-lito de Navidad” y la espera de un viejo gordo vestido derojo “Santa Claus”, para traer los regalos, como tradicióno “efecto demostración” importada de Norteamérica.

Pero, al respecto, viajemos en el tiempo histórico, através de las noticias de los diarios de finales del sigloXIX y principio del siglo XX, para atisbar brevemente quese hacía en Porlamar en diciembre por ejemplo de 1891.En especial, los días 6, 8 y 13, con la importante celebra-ción de San Nicolás de Bari, patrono de Porlamar, dondepresidió los oficios religiosos el presbítero Jorge Real. Eldía 5 se comenzaban a celebrar las festividades del ono-mástico del santo patrono, que duraban desde ese día has-ta el octavario. Al día siguiente, del 6, era la víspera de lasagrada Virgen Inmaculada Concepción, cuando “…laimagen de la Purísima María sale del templo, que paraesa época era pequeño y se clamaba por su ampliación”,concentrándose la feligresía para acompañar el paseo dela Virgen por las calles adyacentes, con la característica

que en Porlamar era apoteósica la solemnidad de esa cele-bración, y que paradójicamente en la actualidad no se vis-lumbra, debido al ajetreo y a las vicisitudes de la NuevaEsparta de tiempos actuales. Es de hacer notar, según loexpresado por quien hace el comentario periodístico,colaboración con el nombre “Un Observador” (fecha 15de diciembre de 1891) titulado “Fiestas de Porlamar” (ElMarino: edición de intereses generales y de anuncios.Edición del 25 de diciembre de 1991, Año 1, Núm. 4, Pági-na 4), que si la celebración del 6 era significativa, los actosde la celebración del octavario del santo patrón, el día 13,revestía de igual importancia pues desarrollaba profu-sión de fuegos artificiales que a su vez enmarcaban lasfestividades decembrinas con las misas de aguinaldo.

En periódico “El Sol”, del 2 de diciembre de 1908,Núm. 304, de los hermanos Rosario, el editorial reseñabacon júbilo que “…preparémonos para celebrar dignamen-te las festividades de este mes: la del glorioso Patrono SanNicolás de Bari el 6, la de la Inmaculada Concepción el 8,las misas de aguinaldo del 16 al 24, la Natividad de Nues-tro Señor el 25, la fiesta del amado evangelista Juan el 27y la de los Santos Inocentes Mártires el 28”. Sin olvidar ala tradición de “Los Niños de San Nicolás” (conocidocomo patrono de los niños, tres niñitos, a los cuales colo-cados en una cesta, se les daban donaciones en dinero yde esa colecta su monto se distribuía a los niños de menos

recursos en Navidad). Igualmente, era significativo el 31de ese mes para esperar el año nuevo y dar el Feliz Añoen unión familiar y amistades, como también para prepa-rarse para la venida de los Reyes Magos el 6 de enero.

En la edición de fecha 17 de diciembre, se presenta unacrónica, en amplio y detallado recuento de las activida-des realizadas hasta ese día, página 2 se insertó bajo eltítulo “Fiestas Patronales”, “…En la madrugada de las vís-peras (de la celebración de San Nicolás, día 5) después delos alegres repiques del Avemaría y a los acordes de lamúsica se repartió en hoja volante un soneto del jovenBalbino Farías dedicado al glorioso San Nicolás… losgozos del patrono cuya música que gustó a los oyentes,era obra de nuestro amigo José de J. de León”. Para eseentones el cura párroco, quien ofició la sagrada celebra-ción, fue el presbítero Dr. Silvano Marcano Maraver, todoello acompañado con fuegos artificiales, globos aerostáti-cos y una retreta especial en el centro de la plaza SanNicolás” (actual plaza Bolívar) para finalizar los actos,todo en el más perfecto orden y regocijo, finaliza el cro-nista.

Hoy, con la esperanza puesta en que el Niño Jesúscumpla nuestros deseos de salud y tiempos mejores porvenir, no resta más que desearles una Feliz Navidad y unventuroso año 2018.

DICIEMBRE ENMARGARITA: Tradición e Identidad

Etapa III Nº 26Diciembre de 2017