Solo el que lo lea

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“Solo el que lo lea”. Alberto Enrique Flores lleva siete años trabajando en el baño de un restaurante en la parte centro de ciudad, él vive solo, come solo y duerme solo. De ocho a cuatro Alberto se para fuera de los sanitarios y se dedica a repartir cuadros de papel, limpiar los escusados y dar mantenimiento a las instalaciones a cambio de la propina que le dan los clientes, a veces mientras lo único que se escucha es su respiración en el baño, toma un plumón de color negro y escribe su nombre y dirección justo en la puerta de uno de los retretes. Alberto tarda treinta minutos de su casa al trabajo, ese tiempo lo dedica a dormir y algunas veces a escribir sus datos en los asientos del autobús, no le gusta saber si es leído, esa extraña practica solo la considera liberadora y rutinaria. como siempre se postro donde siempre se postraba y saco el papel sanitario que le tocaba repartir esta tarde, tomo un plumón de su estuche y escribió sobre cada cuadro que seria repartido su nombre y dirección con la única utilidad de ser recordado por alguien. Mariana y Carlos son pareja, trabajan en el mismo lugar y viven en la misma casa, el pasado martes antes de ir a trabajar los dos decidieron desayunar en un restaurante del centro de la ciudad, Carlos se levanta de su asiento y se dirige a los baños. Corre, sube las escaleras, mira de izquierda a derecha, se toca el estomago, encuentra el baño, toma quince cuadros de papel y entra…, sale, en el bolsillo trasero lleva tres cuadros que no uso, saca tres pesos y los deja en el espacio de las propinas. Ese día al llegar a casa, Carlos coloco sobre la mesa central los cuadros de papel que le habían sobrado durante la mañana, cada uno marcado con pluma. Jueves. Mariana toma cada cuadro de papel escrito, lo mira, se ríe, le da una vuelta, piensa que esos pequeños cuadros esperan ser devueltos a la dirección y al nombre que tienen grabados, se

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Ejercicio de dirección.

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Page 1: Solo el que lo lea

“Solo el que lo lea”.

Alberto Enrique Flores lleva siete años trabajando en el baño de un restaurante en la parte centro de ciudad, él vive solo, come solo y duerme solo.

De ocho a cuatro Alberto se para fuera de los sanitarios y se dedica a repartir cuadros de papel, limpiar los escusados y dar mantenimiento a las instalaciones a cambio de la propina que le dan los clientes, a veces mientras lo único que se escucha es su respiración en el baño, toma un plumón de color negro y escribe su nombre y dirección justo en la puerta de uno de los retretes.

Alberto tarda treinta minutos de su casa al trabajo, ese tiempo lo dedica a dormir y algunas veces a escribir sus datos en los asientos del autobús, no le gusta saber si es leído, esa extraña practica solo la considera liberadora y rutinaria. como siempre se postro donde siempre se postraba y saco el papel sanitario que le tocaba repartir esta tarde, tomo un plumón de su estuche y escribió sobre cada cuadro que seria repartido su nombre y dirección con la única utilidad de ser recordado por alguien.

Mariana y Carlos son pareja, trabajan en el mismo lugar y viven en la misma casa, el pasado martes antes de ir a trabajar los dos decidieron desayunar en un restaurante del centro de la ciudad, Carlos se levanta de su asiento y se dirige a los baños.

Corre, sube las escaleras, mira de izquierda a derecha, se toca el estomago, encuentra el baño, toma quince cuadros de papel y entra…, sale, en el bolsillo trasero lleva tres cuadros que no uso, saca tres pesos y los deja en el espacio de las propinas.

Ese día al llegar a casa, Carlos coloco sobre la mesa central los cuadros de papel que le habían sobrado durante la mañana, cada uno marcado con pluma.

Jueves. Mariana toma cada cuadro de papel escrito, lo mira, se ríe, le da una vuelta, piensa que esos pequeños cuadros esperan ser devueltos a la dirección y al nombre que tienen grabados, se levanta y sale, busca la calle y el número y finalmente los deja debajo de la puerta en la casa señalada.

Jueves. Alberto vuelve a casa y encuentra los cuadros que él había escrito debajo de su zapato, les da una vuelta, recuerda ese martes y duerme tranquilo, por que no le interesa como llego cada fibra de papel a casa sin embargo ahora sabe que no esta solo, sin saber que era lo que necesitaba.

“Andamos solos, vivimos escribiendo nuestros nombres y direcciones hasta en cuadros de papel, lo necesitamos y nos duele, por eso no lo sabemos”.

Notas:

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# Trabajar mas con la necesidad de escribir el nombre y la dirección para buscar compañía, eso podría sustituir la escultura.

#Pensar en la oposición del conflicto aquella que borra los mensajes por que limpia los baños hasta que él lo escribe en los cuadros de papel y ella los encuentra.

#Delimitar el espacio escénico con líneas de papel de baño pintadas.