Somos el movimiento social por la recuperación del agua y la vida

Espacio de articulación de diversas comunidades y organizaciones amenazadas oimpactadas por el extractivismo minero, forestal, agroalimentario y energético, asícomo por la presión inmobiliaria e industrial que seca nuestras aguas a lo largo yancho de todo el país y genera contaminación, desertificación, una expansióndesordenada de las ciudades, el desplazamiento forzoso, el desarraigo, el hambre, lacesantía, la criminalización, la pérdida de vida, de cultura y de identidad.

Somos por tanto una articulación territorial de comunidades que se encuentran ensituación de conflicto socioambiental, conocemos los impactos de este modeloeconómico y político, porque los vivimos. Desde ahí defendemos el agua y la vida, yentendemos que es un imperativo ético y urgente recuperarlas, devolverlas a losecosistemas, asegurar ahora, con conciencia de que ya es muy tarde pero conconfianza en el poder regenerador de la vida, en el rescate de nuestras cuencas y en ellibre flujo de nuestras aguas en ellas.

Somos un movimiento de carácter interregional, constituido por organizaciones deArica a Punta Arenas: comunidades indígenas, juntas de vecinos, organizacionesreligiosas, de mujeres, colectivos culturales, ong, organizaciones ecologistas,estudiantiles, asociaciones de agua potable rural, profesionales, técnicos y en fin, unadiversidad que nos da la denominación de "social".

Desde esta identidad colectiva, es que hoy venimos a la Comisión de Recursos Hídricosde la Cámara de Diputados convencidos de que hacer cualquier reforma al nefastoCódigo de Aguas de 1981, el cual ha secado a nuestro país, sin escuchar el sentir, lavoz, y el análisis de nuestras comunidades, sería un error político impresentable ysolo contribuiría a aumentar la ola de muerte y de conflictividad que ha traído consigola imposición de este modelo de lucro y usura en nuestros territorios. Antes de entrara nuestras propuestas, nos parece fundamental señalar que para nosotros el agua noes un recurso, no es un insumo simplemente disponible para las necesidades de loshumanos, factible de propiedad privada, administrable por el mercado. Para nosotrosy nosotras el agua es un BIEN COMÚN, constitutivo de los ecosistemas, no factible deapropiación. Sí es factible de uso, pero siempre tendiendo al equilibrio de losecosistemas involucrados, los que se constituyen como límites y horizontes.

Desde esta constatación preliminar, creemos que cualquier modificación a lalegislación vigente en materia de aguas debe;

1. Derogar y no reformar el actual Código de Aguas que no fue sometido aconsulta alguna y que es responsable de un criminal acaparamiento denuestras aguas por parte de un puñado de grupos económicos que estáalterando irreversiblemente el equilibrio en nuestras cuencas.

2. Comprender el agua y la tierra como un todo no divisible, no puede haber enChile agricultores sin agua, y empresarios que nunca han trabajado la tierracon miles de acciones de agua a su haber. Del mismo modo, se deben tratar las

aguas subterráneas y superficiales como sistemas integrados, los glaciares, losbofedales, las turberas, las aguas marinas y todos los sistemas y subsistemashídricos, como un todo, dadas sus interrelaciones. Fragmentarlas, y hacerreglamentos que las trate por separado sin noción de sistema conjunto es noentender cómo funciona el ciclo del agua, y con ello fracturarlo, sembrando lasequía intencionada en el país.

3. Ajustarse a los múltiples convenios y leyes que Chile ha suscrito, dando cuentade que el país comprende que el agua es un derecho humano y que debe sergarante de la vida en los diversos territorios. Adjuntamos un anexo con unlistado de convenios que hacen incompatible la actual legislación en materiahídrica con los compromisos suscritos por nuestro país, y con las sendasdeclaraciones valóricas que los inspiran.

4. Tener presente las diversas cosmovisiones y miradas que existen en nuestropaís en torno al agua, su gestión y su administración, promoviendo un debatereal multinivel, que permita asumir la responsabilidad colectiva que nos cabepara que vuelva a brotar el agua libre y abundante en nuestras cuencas.

5. Garantizar coherencia entre los distintos cuerpos legales que regulan la vidanacional. Es incomprensible que el artículo 1° de la Constitución, en su inciso 3°se establezca que: "El Estado está al servicio de la persona humana y sufinalidad es promover el bien común, para lo cual debe contribuir a crear lascondiciones sociales que permitan a todos y a cada uno de los integrantes delpaís su mayor realización espiritual y material posible, con pleno respeto a losderechos y garantías que esta Constitución establece", y que luego el agua seaprivatizada, acaparada y contaminada impunemente. Del mismo modo,Decretos Supremos como el 531/1967 del Ministerio de Relaciones Exteriores,que trata sobre la Convención para la Protección de la Flora, la Fauna y lasBellezas Escénicas Naturales de América, así como el Decreto Supremo 67(promulgado el 16 de enero de 1992), del Ministerio de Relaciones Exteriores,el cual Promulga el Tratado con Argentina sobre Medio Ambiente y susProtocolos Específicos Adicionales sobre Protección del Medio AmbienteAntartico y Recursos Hídricos Compartidos, suscrito el 2 de Agosto de 1991,se incumplen sistemáticamente. Cuestiones como éstas afirman nuestraconvicción de que la imposición del agua como recurso se aleja de lasconcepciones del sentido común, de las miradas comunitarias, y fueintencionadamente promovida para legitimar y naturalizar la expoliación delos bienes comunes por parte de quienes profítan del negocio extractivista. Elagua debe ser considerada por esta Comisión y por las propuestas legislativasque de ella emerjan, como un BIEN COMÚN.

En relación a las polémicas sobre la propiedad y los fantasmas sembrados porlos poderes fácticos como el Consejo Minero, la Sociedad Nacional deAgricultura y la Confederación de la Producción y el Comercio, creemosurgente señalar que:

1. El agua no es factible de propiedad, sí de sistemas consensuados deadministración, distribución y gestión, tomando en cuenta las preiaciones

de uso que la sociedad en su conjunto estime convenientes, pero entregarlaen propiedad es un crimen de lesa humanidad, insostenible y brutal, comoya ha quedado demostrado luego de 30 años de implementación por lafuerza del modelo del mercado de las aguas que vergonzosamente nos rige.La mayoría de los derechos de aprovechamiento de aguas, especialmenteen las zonas en las que hoy existe mayor criticidad, fueron entregadosgratuitamente por la dictadura de Pinochet a empresas, particulares,especuladores, consorcios y grupos económicos cómplices de la muerte dela democracia en nuestro país. Todas ellas deben ser devueltas al Estado, noen tanto un acto de expropiación, porque no medió relación económicaalguna para adjudicárselas, sino solo la imposición en una de las dictadurasmás horribles de la historia de nuestro continente. Para aquellos derechosobtenidos mediante el inconcebible pero tristemente existente "mercadodel agua", donde sí medió relación económica para obtener las aguas, sinsiquiera una correcta fiscalización que asegurara que lo que se vendíaexistiese realmente y con ello, las condiciones mínimas como paragarantizar la existencia del bien también a futuro; debe diseñarse unmecanismo transicional que permita de devolución de las aguas al Estado,garantizando enmendar el error de haber concebido el agua como factiblede propiedad, y procurando compensar el menoscabo que pudieragenerarse. Todo ello es susceptible de un análisis profundo, enconcordancia con el período de tiempo en que las aguas han sido utilizadas,los costos en los que ha debido incurrir el titular, etc. Cabe señalar, quedicho mecanismo transicional podría contemplar un gradualismo en suaplicación, todo lo cual es posible de ser diseñado con audacia yresponsabilidad. Es preciso tener en consideración que el Código de Aguasvigente otorga inmensas regalías a los privados, en comparación con losregímenes que se aplican en la gran mayoría de los países del mundo, en loscuales se entrega un permiso para la utilización de las aguas, pero no lasentrega en propiedad. Además, si Chile pretende seguir el ejemplo de laOCDE, cabe señalar que el Código de Aguas que nos rige nada tiene queaportar en ese sentido.Pensar, como lo hace la indicación sustitutiva del gobierno, que se puedereestructurar la institucionalidad hídrica sin terminar, ni discutir, laestructura de propiedad, y que con ello las nuevas leyes solo pesaran porlas aguas aún no entregadas en propiedad que alcanzan a menos de un 20%de disponible en el país, es absolutamente intolerable y claramenteinhumano. Además, es preciso considerar que las aguas aún no otorgadasse encuentran en la zona Austral del país, y no en el resto, en donde ladisponibilidad es negativa, dado que se ha sobreotorgado derechos deaprovechamiento tanto en aguas superficiales como en subterráneas. Paraello basta analizar los mapas de la DGA, en los que se tienen las cuencascon Declaración de Agotamiento, los acuíferos declarados Área deRestricción, así como los acuíferos declarados Área de Prohibición.En relación a las prelaciones de uso, entendemos que es tan aberrante teneruna legislación que homologue la necesidad de agua para el negocio minero

con la necesidad de agua para el consumo humano, promoviendo que antela escasez decida el mercado, que sin duda ya considerar las prelaciones deuso es un avance. Sin embargo, nos preocupa que en las actualespropuestas no se considere adecuadamente el resguardo de losecosistemas, teniendo en consideración su amplia diversidad, ni de laseconomías locales como una prioridad, como si no se entendiera ladimensión de la falta de agua que azota a los territorios, debido alacaparamiento, el robo, la especulación, la contaminación y el agotamientode las aguas por actividades extractivas. De hecho, cuestiones como que las"aguas del minero", pretendan ser mantenidas, aun cuando es evidente lacarga usurpadora y atentatoria al bien común de esta figura legal; o que nose establezca el aseguramiento de caudales ecológicos mínimos en latotalidad de las cuencas, nos parece inconcebible y exigimos que searevisado, dado que por ejemplo en los ríos en los que la totalidad de losderechos fueron otorgados antes de la existencia de la figura del caudalecológico, no existiría posibilidad de asegurar un mínimo escurrimiento deaguas

Sobre la necesidad de que se restituya un diseño de la institucionalidad nacionalponiendo al centro la vida y el bien común y no más las tasas de ganancia de gruposmarginales de la sociedad, y menos la continuidad de nociones desarrollistasanacrónicas que postulan un crecimiento ilimitado en un planeta limitado; o que laciencia y la tecnología resolverán todos los inconvenientes, o que el más fuertesobrevive instalando la competencia como matriz existencial en medio de unanaturaleza claramente colaborativa y codificada en otros lenguajes; queremos señalarque:

1. Ustedes como legisladores y legisladoras, fiscalizadores y fiscalizadoras delbuen funcionamiento del Estado, tienen una posibilidad privilegiada defrenar el suicidio colectivo que la cultura extractivista promueve, que elinterés general de la nación, deje de ser sinónimo del interés particular dequienes nos gobiernan, es un desafío ineludible que ustedes debenacometer, más aun viendo el prácticamente nulo compromiso del poderejecutivo con el trabajo de esta Comisión, que presentó vía indicaciónsustitutiva la voluntad política de los grupos económicos, para suponerla ala voluntad política de los vastos sectores sociales que ustedes han estadodispuestos a escuchar, en virtud de los deberes y de la responsabilidaddemocrática que poseen.

2. Mientras sea el interés corporativo el que oriente el diseño de los cuerposlegales del país, y ustedes lo permitan, nuestro movimiento entenderá quelas soluciones propuestas no buscarán devolver el agua a la tierra, a lascomunidades ni a los ecosistemas, sino que solamente colaborarán enperpetuar el actual modelo de acaparamiento y de imposición de la sequíacomo destino nacional. Por lo tanto, entenderemos que iniciativas como lascontempladas en la indicación sustitutiva de trasvasije de aguas de una

cuenca a otra, cambio de puntos de captación, traslado de derechos deaguas residuales desde las desembocaduras, son FALSAS soluciones, osoluciones para los proyectos de inversión y no para los territorios, y conello, solo traerán más confrontación, conflicto y consecuencias nefastaspara la sana convivencia nacional.No es compatible el afán de resguardar los ecosistemas, de proteger elmedio ambiente, y de garantizar el derecho humano al agua, con laproyección de quintuplicar la inversión minera de los últimos 20 años enmenos de la mitad del tiempo, o de renovar el decreto ley 701/1974 defomento forestal, o de entregar el mar al arbitrio de 7 familias que ya estánbuscando subterfugios para desconocer la validez de las cuotas de capturasque los Comités Científicos han determinado. Esta profundizado!! del maldesarrollo debe ser cuestionada, y bajo ninguna circunstancia la legislaciónque regule las aguas en Chile puede contribuir a posibilitarla. De hecho,resulta urgente diseñar mecanismos efectivos de protección de losecosistemas altoandinos, incluidos glaciares, ambiente periglaciar,bofedales y lagunas, así como también de otras represas naturalesinvaluables como son las turberas en los ecosistemasde baja altitud comose da en el caso de Chiloé, zona tan afectada por centrales de generación deenergía eólica instaladas en los sitios menos propicios, afectando la aúnexistente, biodiversidad que allí se tieneFinalmente, exigimos una profunda inyección de recursos sobre losdecaídos departamentos de la DGA, tales como el de Conservación yProtección de Recursos Hídricos, así como sobre la Unidad de Fiscalización,los cuales evidentemente no son capaces de atender las tareas que les sonpropias. Se hace necesario dotar de verdaderas atribuciones a la DGA, demodo de que pueda efectivamente desarrollar internamente los estudiosque se requieren.. Es preciso que se termine con las irregularidades en elotorgamiento (y en el sobreotorgamiento] de derechos, y en el sistema demultas y patentes, y que se promueva y reconozca experiencias deadministración comunitaria de las aguas, para el beneficio colectivo y laprotección de los ecosistemas locales. Específicamente, exigimos deinmediato la modificación a los instrumentos que han generadorecientemente un mayor retroceso, al que se ha dado lugar durante laadministración de Pinera, en el que se modificó el Reglamento sobrenormas de Exploración y Explotación de Aguas Subterráneas, a través delDS MOP N°203/2013, permitiendo mayores facilidades en la materiarespecto de las que se tenían anteriormente a través de la Resolución DGAN°425/2008, al aumentar la vulnerabilidad de los sistemas ecológicos enbienes nacionales, reducir la importancia de los sitios pertenecientes alSNASPE, Humedales y Sitios Ramsar. (Se debe revisar la Resolución DGAN°425/2008 en sus artículos N° 13, 15, 22 f), y 27, los cuales se haneliminado del nuevo reglamento). Además, se exige la inmediatamodificación a las normas de la DGA que han permitido mayoresextracciones sobre los sistemas acuíferos, tales como el caso de laResolución DGA [Exenta] N° 2.455/2011, permitiendo el

sobreotorgamiento de derechos provisionales pasando de un 25%, hacia un100 % en la mayoría de los casos. Asimismo, se insta a la modificación delas resoluciones que permiten mayores facilidades en torno a laconcentración de derechos de aprovechamiento de aguas, como es el casode la Resolución DGA (Exenta] N°1.800/2010, así como a exigir a la DGA laaplicación del Convenio 169 de la OIT en el otorgamiento de derechos deaprovechamiento de aguas, así como la exigencia del otorgamiento de losderechos de aguas en el marco del SEIA, y no fuera de este como se procedeen la actualidad.

La presidenta Bachelet declaró que la "sequía llegó para quedarse" y ningúnparlamentario, ninguna fuerza política impugnó esta declaración, no obstante si unaministra declara que en las clínicas cuicas se hacen abortos, todos los conglomeradosse manifiestan escandalizados y exigen la renuncia. Esta impunidad para tratar lascuestiones matrices del desarrollo país con desenfado y una irresponsabilidad cruel ycriminal, debe llegar a su fin. La sequía no llegó para quedarse, están construyendopolíticamente condiciones como para que esto se consolide, pero los territorios,personas, comunidades que amamos nuestra tierra, que amamos y valoramos la vida,no lo permitiremos, la naturaleza nos regala el agua y son los gobiernos los que laquitan. La miopía, el cortoplacismo, la soberbia pretende imponernos una sequía a laque exigirán que nos adaptemos, mientras los grandes grupos económicos distribuyenagua embotellada... no se le puede pedir a la vida que se adapte a la muerte, este es elescenario que la Dirección General de Aguas describe de nuestro país [imágenes) másde 30 años de vigencia del Código de Aguas de Pinochet produjeron este descalabro,adaptarnos sería hacernos cómplices con la destrucción irreparables de losecosistemas que nos enseñaron la vida. El movimiento social por la recuperación delAgua y la Vida, no solo no se adaptará a la perpetuación de la sequía impuesta, sinoque aprendiendo de ella, comprendiendo los vicios humanos e institucionales que lahicieron posible, nos declaramos fortalecidos, en estado de alerta y convencidos deque cambiar esta situación requiere del protagonismo colectivo, protagonismo al quehoy venimos a invitar a esta Comisión... nuestros viejos hoy se mueren intentandoprofundizar sus pozos, nuestros niños hoy se enferman por consumir aguascontaminadas, hoy nuestros cultivos se secan, hoy los jóvenes migran de los campos,hoy la semilla deja de brotar cercada por el extractivismo... pero la fuerza de la semillaestá intacta, solo necesita agua y tierra para nacer en un país donde la vida vuelva aestar al centro.