SONETOS ELEMENTALES

LUIS ROBERTO BARROSO (Año 1964)

INDICE

MI TERRUÑO .................................................................................... 2 LA CARTA......................................................................................... 3 DEVOCION........................................................................................ 3 TU....................................................................................................... 4 TU JUVENTUD.................................................................................. 4 SUS MANOS ..................................................................................... 4 DACION ............................................................................................. 5 RUEGO.............................................................................................. 5 EL FALSO BRILLO........................................................................... 6 EL ENCUENTRO............................................................................... 6 EN TU DIA ......................................................................................... 7 PLEGARIA......................................................................................... 7 CUENTO ............................................................................................ 8 ESTAR VACIO .................................................................................. 8 TU Y YO............................................................................................. 9 MI SONETO....................................................................................... 9 MISERERE NOBIS.......................................................................... 10 EL CAMAFEO ................................................................................. 10 LA FLOR SECA .............................................................................. 10 RETRATO........................................................................................ 11 EL SUEÑO....................................................................................... 11 BELLEZA......................................................................................... 12 DESTINO ......................................................................................... 12 LA DESPEDIDA .............................................................................. 13 INGENUIDAD .................................................................................. 13 EL ESPEJO ..................................................................................... 14 LA RESPUESTA ............................................................................. 14 ILUSION........................................................................................... 15 EL BESO ......................................................................................... 15 LA TIERRA...................................................................................... 15 LOS OJOS....................................................................................... 16 PAISAJE.......................................................................................... 16 LA DULCE PALABRA .................................................................... 17 TU NOMBRE ................................................................................... 17

LUZ Y SOMBRA.............................................................................. 18 YO PECADOR................................................................................. 18 SABER CALLAR............................................................................. 19 EL MILAGRO................................................................................... 19 LA FLOR Y LA VIDA....................................................................... 20 EL CORAZON AGRADECIDO ....................................................... 20 IDILIO TRUNCO .............................................................................. 21 AVENTURA ..................................................................................... 21 ELOGIO ........................................................................................... 21 LA DULCE MUERTE....................................................................... 22 PRESAGIOS.................................................................................... 22 ENTREGA........................................................................................ 23 PROFECIA....................................................................................... 23 PRESUNCION ................................................................................. 24 VELEIDAD DE NIÑO....................................................................... 24 LA POESIA...................................................................................... 25 EN TU AUSENCIA .......................................................................... 25 CENIZAS ......................................................................................... 26 CONFESION.................................................................................... 26 INTENCION ..................................................................................... 27 LA LECCION ................................................................................... 27

A mi madre, en su homenaje. A mi esposa, que me ha inspirado.

MI TERRUÑO No me serás jamás indiferente Porque he corrido en ti desde mi infancia, Y a través de mis ojos, tu arrogancia Toma el sello inmortal de lo evidente. Si estoy allá, te tengo a ti presente; Si estoy aquí, aspiro tu fragancia; Te llevo donde esté, y a la distancia Te veo como el sol en el naciente. Tú serás para mí lo que he ganado; Lo perdido, un efluvio que en ti mora, Y de cuanto me espera, lo guardado. En mi pecho estarás y desde ahora Cantaré para ti, alborozado, Repitiendo tu nombre hora a hora.

LA CARTA Aquí tengo una carta perfumada, Mensaje de mujer, olor a rosa; Exquisita fragancia, deliciosa, Que es blasón en el alma delicada. No la he querido abrir, está cerrada; Temo frustrar su página amorosa. No la quiero matar como a la rosa Que la trunca fatal la brisa helada. Conmigo vivirá, desconocida, Sin profanar su nota enamorada, Ignorando si llora o está dormida. Y ha de quedar así, por mí guardada, Y entre viejos recuerdos mantenida Con mi grato pasado, conservada. DEVOCION Virgen de las Mercedes, bienhechora, Ejemplo de bondad y de belleza, Figura celestial, luz de pureza, Señora de cautivos, protectora. El pueblo que te alaba y que te implora Custodia de tus dones su riqueza, Y junto al resplandor de tu grandeza El alma generosa que te adora. Ven y cubre de glorias el presente Que ya de bendiciones el pasado Duerme inmortal bajo tu lumbre hermosa, Y haz que tus ojos guarden firmemente La devoción por ti que se ha logrado A través de tu imagen milagrosa.

TU Donde yo estoy, tú estás, estás conmigo; Si yo lo estoy aquí, tengo a mi lado Un invisible fluido que ha quedado Como presencia fiel, como testigo. Que sin pensar en ti, yo estoy contigo; Contigo siempre estoy, como abrazado, Y de toda maldad, con ti salvado, Porque amo en ti también al enemigo. Con ti yo he de luchar, yo lo preveo; Donde yo esté, conmigo tu mirada, Que contigo vivir yo lo deseo. Yo contigo estaré; tú, bien amada; Tú serás mi calor, según lo veo, Mi esperanza, mi vida y mi jornada. TU JUVENTUD Yo también he vivido esa alegría, Y también como en ti, fué perfumada; Como tú que la vives encantada, Yo la siento conmigo, todavía. Es amor para ti, es armonía; Presencia de lo bello y lo que agrada, Para mí, es el alma enamorada Que suspira, que sueña y se extasía. La vivimos los dos. Tú más dichosa, En la dicha de ser y estar viviendo Lo que en ti yo acaricio, milagrosa. Tú la vives feliz, la vives riendo, La vives complacida y contagiosa Que en ti yo la comparto, floreciendo. SUS MANOS Sus manos son dos manos olorosas,

Manos de forjador, manos de artista, Manos del corazón, de evangelista, Y de palmas abiertas, generosas. Manos que rezan, nobles y piadosas, Y que enjuagan la lágrima imprevista; Manos gentiles, del amor altruista, Que son como del ángel, amorosas. Manos que me acunaron cuando niño Y que me dieron en mi edad dorada El golpe familiar de su cariño. Son manos hacendosas, manos de hada, Y manos que preparan con aliño El esplendor de su labor honrada. DACION Ser dación es vivir cristianamente, Vivir para gozar del bien ajeno, Darse sin esperar y darse bueno Como enseñan las aguas de la fuente. Darlo todo y mejor como creyente, Y entregarse en amor y darse pleno De nada mezquinar, el vaso lleno, Y si todo lo tienen, ser simiente. Más grande el corazón y soberano, Lúcido y transparente y más que puro Que goce con saberse siempre humano, Que si en pago recibe el grano duro, Lo caliente solícito en la mano Y afectuoso lo entregue ya maduro. RUEGO Aquí estoy mi Señor para alabarte Sin otra recompensa permitida Que la gloria de verme en esta vida En las obras que puedan ponderarte.

Ellas son el camino para darte, A través de la acción comprometida, Testimonios del alma engrandecida En la ayuda cordial y sin aparte. Del servicio no quiero ser amado Si mi prueba no sabe convencerte Ni tampoco con ello perdonado. Sólo pido luchar, sin ofenderte, Amar y padecer, como clavado, Y entonces, por Tu gracia, merecerte. EL FALSO BRILLO Este brillo que ves resplandeciente, No es su propio fulgor el que lo anima, Ni los rayos que bajan de la cima, Ni del astro que luce refulgente. No es su noble valor que lo ornamente Ni una rara visión que se aproxima; Otro fuego secreto el que se arrima, Del que arranca su aspecto reluciente En el fondo es tan sólo una quimera, Una fácil belleza placentera De lucida apariencia esplendorosa, Pues de la bonitura que exagera Apenas su presencia es lisonjera Ya que es lumbre falaz y artificiosa. EL ENCUENTRO Bajo el cálido sol de un mediodía, Con un cielo sereno y transparente, Nos miramos los dos profundamente Sin conocernos mucho todavía. Nos cruzamos, con fina cortesía, Un saludo gentil y deferente, Que en tu rostro y el mío, fuertemente, El calor se encendió con alegría.

Y nuestros corazones palpitaron Con intensa emoción, como prendidos, Y abrasados gozosos, suspiraron. Y nosotros, de amor enardecidos, Nos quedamos, como ellos que se ataron, Por designio de Dios, comprometidos. EN TU DIA Hoy es tu día y vengo yo a decirte Que por siempre feliz seas conmigo, Que conmigo la suerte está contigo Que en la vida de amor he de cubrirte Nada mejor que hoy para pedirte Que me tengas también como tu amigo, Que detrás de este afecto te bendigo Que me trates así para servirte. A tu destino el mío como hermano, Como quienes se toman de la mano Para forjar unidos su ventura. Que el placer de vivir enamorado Me obliga a confesarte sin cuidado Que respeto y admiro tu ternura. PLEGARIA Cuando venga el invierno ya sombrío A cubrir con su frío nuestra frente, Protégenos Señor y haznos simiente Para así florecer en un estío. A Tu beso divino yo confío La inmortal lucidez de nuestra mente, Y lo quiera tu amor tener presente Para no terminar en el vacío. Todo tiene su fin, todo se acaba, Mas Tu gracia devuelve lo que muere Que ni el tiempo ni nadie menoscaba.

Bendícenos el alma y que supere Cuanto guarda de bueno y cuando graba Y Contigo del cielo se apodere. CUENTO Hubo una vez un hombre presumido Que en busca de un amor viajó constante, Y sólo consiguió que su semblante Tradujera el cansancio padecido. Todo le pareció descolorido, Pobre, sin emoción, desconcertante, Y ante todo lo visto y vacilante Termino por quedar envejecido. Y aún de encanecido presumía, Sin recordar el tiempo malogrado, Con ilusión de hallarlo todavía. Nada quiso al final, y ya cansado, Supuso que lo bello no existía Porque siempre vivió sin ser amado. ESTAR VACIO Presencia sin presente, incomplejo, Descolorido o triste o pensativo, Melancólico rostro inexpresivo Y apariencia de ser puro reflejo. Ausencia de expresión, débil espejo Del ardiente deseo, fugitivo, Indiferente, frío, negativo, Desdibujado ser, vago bosquejo. Infortunio de ser y no ser nada; Dolor de estar y ser inconsistente Y de tener el alma desdoblada; Estar por dentro muerto y desplaciente, Llevar una existencia atribulada Por no sentir ni amar y estar ausente.

TU Y YO No te quiero perder ni tú perderme; Yo te quiero tener y conservarte; Tú me quieres guardar y yo cuidarte; Tú, del tierno cariño, feliz verme. Con tu dulce mirar quieres prenderme, Y yo con el amor sutil atarte; De todo cuanto das, yo quiero darte Que quiero a ti, con ello, parecerme. Si tú me llamas, voy a ti corriendo; Si yo te nombro, rápido apareces; Tu corazón y el mío siempre oyendo. Te digo con unción cuanto mereces, Si tú conmigo estás, te estoy diciendo Que el alma, con tu afecto, me enterneces. MI SONETO Le doy a mi soneto nacimiento Aplicando las reglas aprendidas. Las palabras, los versos, las medidas, Ordenados conforme mi talento. No lo será por cierto un monumento Cual las brillantes obras conocidas, Ni un ejemplo entre aquellas escogidas Ni tampoco la chispa de un portento. Mas lo compongo sí con alegría, Sencillo, sin metáfora ni ruido, Como la dulce y fácil poesía. Y lo termino así, sin ser florido, Sin esplendor y rudo todavía, Que de pobre jamás será lucido.

MISERERE NOBIS Mis hermanos y yo hemos pecado; Ya del vicio sus males conocemos; Entre fieras pasiones nos movemos Y el espíritu está desamparado. El corazón se muestra desolado Porque sólo el placer apetecemos, Y del amor su luz desconocemos Si con la astucia lo hemos deshonrado. Con nuestra acción el alma está sufriendo, Y ya comienza a verse en el infierno Porque una vida fácil va siguiendo. Ya no hay flores ni sol, hay sólo invierno Que marchita la fe, que va muriendo Sin el beso de Dios, perdón eterno. EL CAMAFEO Si fué sueño no sé, pero sí creo Haberme arrebatado tu hermosura Mirar y ver de cerca tu blancura Y encenderse violento mi deseo. Sobre tu pecho un viejo camafeo, Sugestivo, realzaba su figura En el ámbito terso de tu albura Como si fuese un místico trofeo. Cada vez que lo miro me parece Contemplar de tu cuerpo su riqueza Que invariable de encantos permanece. Y la joya, labrada con fineza, En tu cuello armonioso resplandece A la pródiga luz de tu belleza. LA FLOR SECA Triste y mustia corola consumida

Que ha perdido su espíritu galante, Así queda la flor sin miel fragante Con la savia en su tallo detenida. Sobre el florero, pálida y caída, Y a corteza reseca semejante, Ha rendido su título brillante, Y sin gloria descansa deslucida. Y su encanto que fuera persistente, Ha tenido el fulgor de lo finito Y en el vaso se ha roto de repente Más no todo termina en lo infinito; Su perfume no ha muerto, está presente En el recuerdo de lo ya marchito. RETRATO Era blanca y gentil, inmaculada, Y sencilla y graciosa en su atavío, Pura como una gota de rocío En el frescor natural de la alborada. Entregaba su angélica mirada Con un gesto de noble señorío. Parecía del cielo dulce envío A la tierra de triunfos ordenada. Era suave su voz, encantadora; Sonido de cristal en la mañana, Susurro en la oración cuando se implora. Su presencia, gloriosa y soberana, Destacaba su porte de señora Como el astro su lumbre mediana. EL SUEÑO Soñé que acariciaba tu cabeza Con deseo y pasión, criatura mía, Y que besar tus labios no podía Porque tú me mirabas con tristeza.

En tus ojos yo vi tanta nobleza Y en tu boca la sacra eucaristía, Que mi ardor se trocaba en herejía Ante el velo sutil de tu pureza. Era tu alma devota, limpia y buena, En su empeño por verse siempre pura, Ya que el goce en el sueño la envenena. Y al respetar tu celo y tu postura, Te vi blanca de luz, de rosas llena, Que te besé en la frente con ternura. BELLEZA Fina y sutil como la luz parece. Que ya de verla el corazón suspira, Y ante tanta hermosura el alma aspira A decirle el elogio que merece. Ella, como la nube que aparece Furtivamente y que la vista admira, Tiene su ocaso que al calor retira Y el encanto feliz se desvanece. Nada puede guardarle su tersura, Que perdido el valor de su figura Decrece hasta morir como la sombra, Pues al nacer también su desventura Crece a la par de tanta donosura Que es recuerdo en el labio que la nombra. DESTINO Me he sentado a escribir y nada escribo; Nada puedo decir de cuanto siento, Ni me ayuda feliz el pensamiento Que se muestra conmigo poco activo. He quedado, por ello, pensativo, Con un cierto y fugaz abatimiento. Reconozco que no tengo talento Para ser un poeta positivo.

He nacido quizás para otra cosa; Mas no para cantar como el jilguero Ni perfumar sutil como la rosa. Mi tarea será la del obrero: Trabajar en la fragua rumorosa, Calentar y golpear como el herrero. LA DESPEDIDA El sol ya se ocultaba en el ocaso Y una sombra discreta se extendía Borrando la presencia de aquél día En que sonrió la luz en su regazo. Nerviosa me explicaste tu retraso, Y entre mis manos una tuya fría Acaricié, porque te vi vacía, Y de entusiasmo y de calor escaso. Yo tardé en comprender tu desconcierto Y ese vago temblor que no dejaba Que expresaras mejor tu sentimiento. Mas noté que tu vista se nublaba Cuando fuiste a decirme, sin aliento, El adiós que de ti me separaba. INGENUIDAD Mirábase en el agua cristalina Que corría por cauce desparejo, Y como quien se mira en un espejo Afectaba su gracia femenina. Recogía el paisaje en su retina Y frunciendo afanosa el entrecejo, Pretendía sumarlo a su reflejo Para admirarse mágica y divina. Se miraba otra vez y no contenta, Alteraba su rostro y sonrosada Figuraba el fracaso como afrenta.

Y tomando una piedra, ya exaltada, Volvió el agua de mansa en turbulenta Y se alejó quejosa y enfadada. EL ESPEJO Delante del espejo imperturbable Se mira y se interroga, y el reflejo Indiferente a su mental festejo Permanece a su súplica inmutable. Sobre el cristal su mano inigualable Insiste en arrancarle su consejo, Y sin hablar, impávido el espejo Reproduce su físico admirable. No sabe de calor ni de emociones, Como ajeno a la angustia y al olvido Y al empuje procaz de las pasiones. Claro y manso, retrata comedido, En fiel complicidad con la ficciones, E insensible al insólito pedido. LA RESPUESTA �No te quiero querer y aún te quiero; Te quisiera dejar para olvidarte, Y acabar con la angustia de esperarte, -le escribía en su carta-, si no muero�. �Mi corazón rendido y prisionero A cada instante viene a recordarte Que no lo tengas sólo para darte. Un placer engañoso y pasajero�. La carta recibió, y emocionado Se apresuró a decirle lo primero Que le dicto su pecho enamorado. Y en su afán de expresar lo verdadero, En sentidas palabras y apurado Le contestó a su amor: �Yo bien te quiero�.

ILUSION Ayer la vio venir como otro día Y al detener en ella su mirada, Le pareció de bella una alborada Y un lucero sin par su lozanía. Y sin decirle nada todavía La creyó desde entonces conquistada, Y mientras hoy espera su llegada, Siempre suya la ve su fantasía. No volverá a pasar como la sueña, Ni la verá de cerca ni lucida, Ni dulce, ni elegante, ni risueña. Su última aparición fue su partida, Pues se quebró lo mismo que una peña Que rueda desde el monte desprendida. EL BESO Agradable emoción, temblor y gozo; Del corazón, mensaje y sutileza; Trasunto del espíritu y belleza, Y ardimiento fugaz, pero grandioso. De la pasión arranca tempestuoso; Del alma sensitiva es su terneza, Del casto idilio, suave, su pureza, Y es del puro cariño, respetuoso. Homenaje de amor que al pecho llena, Conquistador galante y presumido Que extiende silencioso una cadena. Y deja un corazón al otro unido, Y una angustia también y cierta pena Cuando un labio del otro es desprendido. LA TIERRA

Nutre amorosa la robusta planta Como alimenta el cervatillo atado, Así al pobre de amor desheredado Como al rico que ufano se levanta. Del nacimiento es cuna sacrosanta; Del infeliz, su lecho regalado; Pedestal reluciente y encumbrado Del que la gloria su espejismo canta. Regazo del trabajo y la fatiga Donde taja la reja y el sol dora La promesa prendida de una espiga. Prometida del brazo que elabora, Y en ubérrimos frutos se prodiga Bajo el grato saludo de la aurora. LOS OJOS Ora expresan candor, ora confianza; Ya deseos de amar. Ya turbulencia, O bien llanto y pesar, dolor de ausencia, O la ardiente pasión o la esperanza. Con el fuego interior, sed de venganza; Ávidos de intrigar, maledicencia; Dulce y tierno mirar, benevolencia; Angustioso temblor, desesperanza. Tanto anuncian placer como tristeza; Del corazón herido, su nobleza; Del dolor o la pena, su mensaje. No importan como son; digan terneza, Trasunten esplendor o vil bajeza, Son del alma escondida su ropaje. PAISAJE El paisaje dormita su hermosura Que la nieve su aspecto modifica, Y sus rasgos visibles simplifica

Bajo un manto de gélida blancura. El espíritu admira su lisura Y a sus copos que al monte pacifica, Que con ellos natura justifica Esa helada y cambiante bonitura. Por debajo del frío que congela Hay un fuego de llama perdurable Que la vida solícita revela, Y el paisaje, que peca de inmutable, De su fondo recóndito cancela El celeste presente inevitable. LA DULCE PALABRA Bella y fluida expresión, palabra pura, Como el agua y el pan de cada día, Como la seductora melodía, Que en el fondo contiene su hermosura. En la rara belleza de su hondura, Una vez comprendida sin porfía, Sutilmente descubre su ambrosía Como el noble sabor de su dulzura. Y al dejar escuchar su acento grave Tiernamente revela lo que sabe Del alma que contesta enamorada. Manso y fino temblor de un eco suave Latir del corazón que sólo cabe En la dulce palabra pronunciada. TU NOMBRE Tu nombre de valor siempre sagrado Será del corazón su preferido, Y con todo el amor que te ha tenido Tu recuerdo de afectos enjoyado. Siempre conmovedor, siempre elogiado, Y siempre será el título lucido,

Y lo será por siempre esclarecido Como el mejor escudo predicado. Siempre en la devoción como el primero, Y siempre dulce y siempre lisonjero Y siempre con fortuna y siempre honrado. Siempre firme será como el acero, Y el único por siempre valedero Para siempre de gloria coronado. LUZ Y SOMBRA He bajado hasta el fondo de la sima Donde bulle la lacra miserable, Y he escuchado su prédica execrable Por manchar lo que vive por encima. El pudor la condena de la cima Como un antro de vicio abominable, Escondrijo de llaga intolerable Que contagia a lo bueno que se arrima. Mas lo impuro se limpia con ternura Y el amor que repara con dulzura A la vida lo entrega reluciente, Porque quien en la sórdida miseria Ha vivido apegado a la materia El cariño lo eleva finalmente. YO PECADOR A la sombra de un árbol me encontraba Imposible de andar; o estaba herido, O de fuerza interior empobrecido O era un raro dolor que me mataba. Sólo sé que a mis carnes laceraba Un extraño temblor desconocido, Y en el fondo del alma remordido Por un daño que Dios me recordaba. Y caí de rodillas, balbuciente,

Implorando el alivio que redime Y que cura la falta de repente. Y una brisa me dijo confidente, Mitigando la angustia cuando oprime, �Lo hallarás padeciendo noblemente�. SABER CALLAR No digas nada y calla buenamente Que es de sabio callar, de bien nacido, Guardar lo que se escucha y complacido De no saberse nunca un infidente. No pienses en guarda celosamente Cuanto te hayan contado y prometido, Guárdalo sin pensar en ser lucido Con callar lo que oíste solamente. Que una sola palabra te hace odioso, Una sola tal vez, pero dañoso Si no sabes cuidarla con altura, Que en la sana prudencia practicada Tu conciencia verás iluminada Con el propio fulgor de tu cultura. EL MILAGRO Me recibiste grave y silenciosa Con un cierto visible desapego, Y aumentabas hiriente tu sosiego Con un aire de dama misteriosa. Una sola palabra prodigiosa Que no tiene la súplica del ruego, Pero ablanda en seguida como el fuego, Te cambió de insensible en bondadosa. �Nadie iguala, te dije, tu ricura�. Y de pronto la luz en tu semblante Abatió milagrosa tu impostura. Y como quien recibe un excitante,

Te llegaste a mi lado con dulzura Y la fina terneza de una amante. LA FLOR Y LA VIDA Tanto la flor como la vida aduce Su fino encanto que el ambiente llena; Y si grato al perfume, lo encadena, Y si bella al espíritu seduce. Una y otra, en su medio, ya produce Una linda impresión o gracia plena; Una espléndida y pura, la otra amena Si la ventura el ánimo traduce. Pero la flor como la vida tiene Un término fatal que sobreviene En la justa expresión de su riqueza, Pues, sin el fin que nada lo detiene, Poca estima al encanto que contiene Como al dulce placer de su belleza. EL CORAZON AGRADECIDO Late gozoso y de piedad luciente Y ebrio de amor el corazón rebosa, Porque se ha dado en una entrega honrosa Como la luz del sol resplandeciente. Palabras de emoción y gracias siente Del que renace por su ayuda hermosa, Del que vuelve por su obra milagrosa Con ansias de vivir devotamente. Y a Dios alaba por la acción sincera, Por su gesto sin pausa y sin espera, Por la dicha ofrecida y bien lograda, Que si es fuente de luz cual primavera, La llama que prodiga y reverbera Es por obra de Dios, a quien agrada.

IDILIO TRUNCO Una tarde feliz de primavera Los vi besarse con unción celosa; Ella en las manos, sin temor, dichosa, Y él en la frente con pasión austera. De la cintura la tomó cual fuera Flor delicada y de cuidado ansiosa, Y al despedirse y de volver deseosa, Ella en la sombra se perdió primera. Y en la siguiente cita convenida, Como si huyera de su amor la vida El presuroso la esperó impaciente, Pero sus ojos que la ven herida, De dolor se enturbiaron enseguida Y de pena lloraron suavemente. AVENTURA Me miraste insinuante y denodada Que yo seguí tu andar sin confundirme, Y no puedo decir, si de sentirme, Hubieras mis deleites contestado. Si yo, de presentir lo inesperado, Bien hubiese sabido reprimirme, Hoy de nada tendría que afligirme Ni tampoco sentirme avergonzado. Apenas te seguí, te vi aguardada, Y un beso en tu mejilla ya encendida Hízome comprender mi bribonada. Una falsa atracción inadvertida. Lo tuyo fué tan sólo una mirada Y lo mío ilusión desvanecida. ELOGIO

He visto tu jardín con lindas flores Y mezclarte en sus pompas, soberana, En extremo de ser tú más lozana Entre aquéllas que ornaban sus primores A tu lado guardaban sus fulgores Y cerraban sus pétalos de grana El clavel y la rosa Sevillana Que escondían celosos sus colores. El pájaro envidiaba tu ropaje; Y tu frescor, el agua de la fuente; Y tus raros matices, el paisaje. Entre todo brillabas reluciente Cual si fueras del cielo su mensaje O un envío del astro incandescente. LA DULCE MUERTE Ayer la oí cantar con maestría; De belleza y candor, enamoraba; Dulcemente su cántico entregaba Que un zorzal su garganta parecía. Tanta ternura en su canción había Que el corazón contrito deleitaba. Pero un dolor secreto revelaba En su nítida voz de melodía. Y una tarde de abril cantóse un aria, Canto de cisne y muerte anticipada, Hasta quebrarse su estrofa de plegaria. Y se fué blanca, pálida, callada, Imitando a la luna solitaria, Sin temor, sin llorar, sin decir nada. PRESAGIOS Hay sombras en el alma, torpe sueño; Quietud de noche en el poblado nido; Sensación de vivir acometido Entre vagos reflejos de un ensueño.

El mundo es más estrecho y más pequeño, Y más larga la pausa entre el sonido Y el golpe del metal estremecido Bajo el imperio de nublado seno. Sin luz, ánimo débil, reducido, Incapaz de luchar, sin fe ni suerte, Con temor de vivir lo no vivido. El espíritu en sombras se pervierte, El corazón se queja como herido Y la vida se rinde ante la muerte. ENTREGA Este es mi pan, lo doy como mi aliento. Este, mi corazón, también lo entrego; Esta simple oración, mi humilde ruego, Para el alma extraviada, su alimento. Esta es mi caridad para el sediento, Con mucho de calor, calor de fuego, Y una esperanza a nadie se la niego, Que yo también espero y soy contento. Así quiero yo dar y quiero darme; Quiero sentir y amar al suplicante, Que si sufre a su lado quiero estarme. Darme como la luz y a cada instante, A cada queja suya yo entregarme Con la misma pasión, siempre constante. PROFECIA No sois suspiro breve ni progreso, Ni el cansancio final que siempre llega; Sois presencia constante que se entrega Con la dulzura mística del beso. Sois emoción y fuego, y por eso, Extraña vibración que al ser allega Un mágico entusiasmo que se agrega

A su insistente y vívido embeleso. Sois promesa de un mundo de ventura, Aire y frescor de plácida pradera, Río que canta, sueña y murmura. Para siempre serás de esta manera, Guardadora vivaz de una frescura, Persistente y florida primavera. PRESUNCION Comenzaba la flor a dar su encanto, Aún en su apretada contextura, Cuando engañada el crecimiento apura Para llorar tardía su adelanto. Un repentino y sordo desencanto Siente al perder sus dones de criatura, Y se espanta de verse ya madura En el grito senil de su quebranto. Por imponer temprano su belleza Hace quebrar su cáliz, y un lamento Acompaña profundo a su tristeza, Y en lánguidos suspiros, su hinchamiento Ve terminar su ciega ligereza Y en callado dolor, su lucimiento. VELEIDAD DE NIÑO Vanamente se esfuerza el pequeñuelo Por parecer figura respetable. Finge ronca la voz, incomparable, Este tierno aprendiz de reyezuelo. Y se aplica en un ojo un espejuelo, Y con aire de noble venerable, Se pasea y se inclina inobjetable Imitando los gestos de su abuelo. No muy lejos la madre, un bocadillo Le prepara a su pícaro chiquillo

Que al sentir el olor se precipita, Y olvidando mesura y desvarío, Saborea goloso, salta y grita, Denunciando su falso señorío. LA POESIA Naciste bella y seguirás galana, Espiritual hechizo de hermosura, Que a través de los cambios, siempre pura Serás con tu belleza, cortesana. Eres del alma mensajera y diana, La voz de su emoción y donosura; Del espíritu esencia y galanura Y entre todas las artes, soberana De extraña alcurnia, seguirás viviendo, Diosa de la expresión, veste divina Del verbo que su luz vas descubriendo. Como el fondo en el agua cristalina Sin reservas te entregas, previniendo Que el corazón contigo se ilumina. EN TU AUSENCIA Estoy inquieto en esta larga espera Que yo impaciente aguardo tu llegada. Hay momentos que siento tu mirada Y tu voz resonando desde fuera. Y te veo hasta fúlgida y ligera Cuando suena a la puerta mi llamada, Que graciosa, gentil y enamorada, Me recibes sonriente y lisonjera. Pero vuelvo a pensar que estás ausente, Lejos del corazón que te reclama, Que palpita, que vela y que te siente, Que te nombra amoroso porque te ama, Que más que corazón fuera vidente

Para verte con él, cuando te llama. CENIZAS Hubo fuego una vez y se ha apagado, Fuego vivaz de brasas encendidas, Y en un dulce recuerdo están dormidas Para así no tentar lo ya acallado. Hasta ayer fueron ascuas que han logrado Alumbrar ciertas horas ya vividas, Que en el alma apretadas y prendidas Fieles quedan guardando mi pasado. Ellas son lo que he sido y he querido. Y que dicen de mí lo descubierto, Lo que amé, lo que tuve y lo perdido. Son testigos de un fuego ya cubierto Que alumbró con amor, pero que ha sido, Pues ahora sabemos que está muerto. CONFESION Como muchos, tal vez, no fui sincero, Y como otros, quebré lo prometido, Olvidé lo alcanzado y lo vivido, Entre gratos placeres, traicionero. Hoy recorro lo andado en mi sendero Y presiento que hay mucho que he herido, Pero nadie, lloroso o dolorido, Me condena por malo y por artero. Más me duele el silencio que un castigo, Y sufriendo reparo lo dañado, Que un dolor permanente está conmigo; Sombra augusta de aquello que he burlado. Que sumiso y contrito yo bendigo, Si fue mío también lo abandonado.

INTENCION Era gris aquel día y gris el cielo Cuando tú me encontraste pensativo, Preocupado me viste y hasta esquivo Cuando bajé mis ojos hacia el suelo. Te llegaste a mi lado y un consuelo Me ofreciste un gesto irreflexivo, Que yo sin meditar, imperativo, Te exigí me trataras con desvelo. Una vez y otra vez tú me miraste; Yo los ojos cerré, y pesaroso Te apreté con amor. Tú suspiraste. Y esta vez te miré, ya voluptuoso, Y tú, sin reparar, me confesaste Que sólo te animó verme dichoso. LA LECCION -¿Has aprendido la lección, preciosa, Para tu bien, lo que el programa enseña? Sólo remonta el vuelo quien se empeña En despertar el alma temerosa. -Nada sé, profesor, estoy nerviosa Pensando si le gusto o me desdeña. Quiero todo alcanzar y ser su dueña, Formar con él mi hogar y ser dichosa. -Todo se logra, joven, con paciencia. Sabrás que el corazón más obstinado Depone con amor su resistencia. Ven sin temor y siéntate a mi lado. -Gracias, mi profesor, ya sé su ciencia; Esa lección repaso con mi amado.

*** FIN ***