desgastadas y determina el número de sesiones que tomará el procedimiento. Por ejemplo, una persona que ha fumado muchos años podría requerir dos citas en lugar de una.

Se debe tener cuidado con productos de blanqueamiento dental que se comercializan libremente, ya que su uso incorrecto puede ocasionar la pérdida de brillo y darle un aspecto opaco a la dentadura, mientras algunas fórmulas caseras podrían resecar el esmalte dental. Por eso, la mejor opción es acudir a un profesional, que se encargará de definir el punto exacto de blancura que deben retomar los dientes, por lo general, el tono que se alcanza en la adolescencia.

Los procedimientosPara aclarar los dientes hay dos opciones: la aplicación de un gel y la posterior expo-sición durante una hora a una máquina de luz láser o de otro tipo, o realizar un tratamiento en casa durante varias noches con supervisión médica.

Zanabria prefiere combinar ambas alternativas y a sus pacientes les pide usar durante la noche el gel de peróxido de carbamida en un porcentaje del diez al cuarenta por ciento (lo determina el especialista de acuerdo con las características de los dientes), mientras que en una sesión se expone la dentadura a luz láser (u otro tipo) durante cuarenta minutos, luego de aplicar un gel de peróxido de hidrógeno.

Por otra parte, las carillas de porcelana son esculpidas en un laboratorio y fabricadas con porcelana por un artista que respeta el degradé de los dientes y les da una apariencia casi exacta a la de las piezas dentales originales. El odontólogo solo se encarga de desgastar el diente uno o un milímetro y medio, como máximo, y de poner la carilla. Luego del cambio estético, el paciente debe ser muy cuidadoso a la hora de comer para evitar fracturas de las aplicaciones de porcelana, por lo que usualmente se evita ponerlas sobre los colmillos, debido a su función de desgarrar los alimentos.

El costo de estos tratamientos depende principalmente del odontólogo al que se acuda: una carilla puede costar de 350 a 600 dólares, mientras que un blanqueamiento va de 250 a 350. =

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Sonrisa perfectaEl temor o la timidez al sonreír se solucionan con prontitud en los consultorios de estética dental, donde se logra mejorar la apariencia y fortalecer la autoestima. Por Rossana Naveda

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Una dentadura deformada sue-le ser un freno para sonreír y sentirse plena consigo misma. Por eso, la estética dental for-

ma parte de los tratamientos de belleza de mayor demanda y son muchas las opcio-nes que brinda esta especialidad.

La mayor demanda, según explica la odontóloga estética Alba Zanabria, se focaliza en las técnicas de blanqueamiento dental y de colocación de carillas de porcelana. La primera técnica, como su nombre lo indica, aclara la tonalidad de la dentadura, mientras que la segunda consiste en aplicar imitaciones de los dientes elaboradas en porcelana, que podrían ser comparadas con pequeñas piezas de arte debido a la similitud que tienen con los dientes reales.

Aunque no hay estadísticas precisas, a la pregunta de cuál es el perfil de los interesados en estas soluciones, Zanabria comenta que hay un mayor número de mujeres, especialmente amas de casa, que optan por cambios estéticos, mien-tras que otro grupo que procura mejorar

su apariencia es el de los ejecutivos. En ambos casos, añade, las edades fluctúan entre los 25 y los 40 años.

Cabe mencionar que un grupo que se ha incrementado significativamente en el último lustro corresponde a mujeres adolescentes y jóvenes deseosas de mostrar una bella sonrisa ante una cámara fotográfica, así como jóvenes que terminan tratamientos de ortodoncia.

Elegir lo mejorLos tratamientos de carillas de porcelana se realizan solo en adultos y, previamente, se hace el blanqueamiento de la dentadura, ya que los dientes también envejecen y se manchan o resquebrajan. El objetivo del blanqueamiento es garantizar la tonalidad uniforme tanto en las carillas como en el resto de la dentadura. No se trata de magia, sino de un gel especial que permite recu-perar el tono original de los dientes, porque remueve las manchas en su superficie.

Otro punto importante es no causar dolor al paciente, para lo cual el odontó-logo observa si las piezas dentales están