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Traduccion de articulo de Jas H Duke

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La traduccin, un enfoque wittgensteineano

De entre todas las escrituras, la traduccin es una continuacin, en particular, de una escritura previa. La relacin que establece la traduccin con la obra original, es de un carcter tan especial que tie a sus productos de un aura que los diferencia de las obras originalmente escritas en una lengua cualquiera. Hay una diferencia sutil, pero crucial, entre una obra en espaol y una obra en otro idioma traducida al espaol. Esa pequea diferencia es la esencia de la traduccin: una actividad ms cercana a la intuicin que a la razn. La traduccin establece un puente de ida entre una lengua y otra. Cmo se entiende este puente determina una concepcin general sobre la tarea del traductor y el resultado de su tarea. El enfoque que defiendo considera a la traduccin como una continuacin de una obra original. Desde esta perspectiva, el traductor juega el mismo juego que el escritor original, pero con una regla central: el juego se jugar en otro idioma. El puente es entonces entendido como un juego que se juega en dos idiomas a la vez, uno de cada lado, manteniendo una relacin constante de retroalimentacin que permite saber a ambos textos momentos del mismo juego, siguiendo las mismas reglas tcitas. La descripcin que hago de este juego de la traduccin surge de algunas consideraciones del filsofo austraco Ludwig Wittgenstein sobre lo que el llama juegos del lenguaje. En resumidas cuentas, este autor considera al lenguaje como un conjunto de actividades distintas, ninguna exactamente igual a la otra, pero con algunos detalles compartidos que permiten agruparlas a todas como formas de la misma actividad, un poco como uno hace con las familias por sus parecidos fsicos: nadie es igual a nadie, pero siempre hay algn rasgo compartido que no los deja separarse del todo. Mltiples juegos del lenguaje, infinitos, tan distintos entre s como el poker y el ftbol, componen un crisol de actividades comunitarias realizadas con el lenguaje que se sabe hacer, muchas veces, sin poder explicar en profundidad cmo. A partir de esta idea, me gusta pensar a la poesa y su traduccin dos movidas en un mismo juego del lenguaje: el de la poesa. Jugar un mismo juego es, como dije antes, una actividad ms cercana a la intuicin que a la razn, un fenmeno de sociabilidad y convivencia, por lo cual este enfoque se opone directamente a todo tipo de propuesta correspondentista que trate a la traduccin como una labor de apareamiento entre lxicos de lenguas distintas.

Continuar el juego del poeta

As entendida, la traduccin se convierte en un momento de relacin fundamental entre el poeta y su traductor. Hay dos formas de entender los resultados de una operacin de traduccin: podemos obtener, luego de esta actividad, el mismo objeto que se tena antes en otra presentacin, o se puede, por el contrario, tener un objeto distinto pero que es la traduccin a otra lengua de ese objeto y no otro. Si uno atiende a las diferencias entre ambas propuestas puede notar que son verdaderamente sutiles. En el primer caso, tenemos una relacin de identidad inexplicada entre dos textos distintos; de alguna forma, en otra presentacin, el texto nuevo es el mismo texto que antes. La funcin imaginada ac, que sostiene esta idea metafsica, es la de la reversin: una traduccin as entendida es perfectamente reversible. Por supuesto, dudo profundamente de que la traduccin de poesa pueda ser perfectamente reversible[footnoteRef:1] [1: ]

En el enfoque que defiendo, en cambio, la relacin que se piensa entre la obra y la traduccin es de comunidad. Esta relacin es igualmente metafsica y se encuentra, por el momento, igualmente inexplicada. De todas formas, tiene dos diferencias esencial con la relacin de reversibilidad antes presentada: esta relacin no se centra en la reversibilidad, sino en la continuidad, y es una relacin primitiva que, aunque todava inexplicada, es pasible de ser sentida. Para este enfoque, la traduccin es una continuacin del poema original. Para ser ms preciso, sin ser para nada claro, el traductor contina el juego que el poeta estaba jugando con el lenguaje. Desde este enfoque no solo se redescribe la tarea del traductor, sino tambin la del poeta. Su tarea debe ser representada de forma tal que se pueda ver la continuidad en su labor con la del traductor. Es crucial entender que este aparato terico sirve para poder operar sobre las traducciones y la poesa, iluminar relaciones posibiles y vincular estrechamente la labor potica con la de la traduccin de poesa. Es este, quiz, el objetivo final, o el horizonte ms optimista para este enfoque: colaborar a que la poesa y su traduccin se vuelvan un continuo indisoluble. La poesa se volvera, nuevamente, un espacio de experiencia compartida, una posibilidad de comunidad y de trabajo sinrgico en un mundo donde las expectativas de una solucin pacfica a los conflictos generados por las desigualdades de todo tipo, y la maquinaria que las sostiene, se vislumbra cada da ms lejana.

La poesa como un juego del lenguaje

La poesa ha sido entendida de infinitas formas. En un sentido crucial, la poesa es el lugar donde la relacin con el lenguaje es ms caprichosa, menos regular y ms experimental: ms primitiva. Cada da ms, se presenta como una regin de la lengua donde es posible hacer cualquier cosa y donde los lmites propios de la misma, el sonido y la letra, son llevados a sus ltimas consecuencias. Es en el mbito de la poesa, la ms esquiva de todas las tareas del lenguaje, donde, al mostrarse en su forma ms capilar la voltil relacin del hombre con su lengua (aunque no por eso menos fundamental), se puede ver la verdadera esencia del lenguaje: una suerte de funcin biolgica compleja, medio intencional, medio inconciente, sinestsica por excelencia y fuertemente comunitaria. Por supuesto, la poesa es la ltima esperanza de la lengua: si fuera posible la imposible tarea de construir todos las posibles prosas del mundo de forma puramente extensiva (por infinita combinatoria, sin creacin, a la Borges, aun as, sera imposible la tarea de construir toda la poesa posible de forma puramente extensiva. La poesa es una continuacin directa de la vida en forma lingstica: es, por esto mismo, infinitamente impredecible, aunque absolutamente comprensible. Cmo es la tarea del traductor que debe jugar el mismo juego que estuvo jugando el poeta con el lenguaje? Bueno, sera como entrar a un cuarto donde alguien estuvo jugando con bloques numerados armando combinaciones y estructuras, aprovechando que cuando se los agarra producen distintos sonidos, desplegndolos a lo largo del espacio y durante cierto tiempo, a cierto ritmo. Nosotros, dentro de este cuarto, debemos continuar el juego que se estaba jugando. La ventaja que tenemos es que las piezas que utilizamos, tanto nosotros como ellos, son piezas conocidas, usadas comnmente, conocidas en sus combinaciones y en algunas de sus posibilidades. S, se encuentran dislocadas, recombinadas, puestas en una particular resonancia; quiz, en el fondo, ese sea el juego del poeta que debemos continuar: la poesa y la traduccin son el juego de la dislocacin del lenguaje que, sin embargo, lo presenta, de nuevo, como algo infinitamente comprensible.

La comunidad de traductores

Pareciera estar implicada en esta forma de entender la traduccin de poesa, y la produccin de poesa, una ventaja, por as decirlo, para los grupos de traduccin frente a los traductores individuales. La tarea de continuar un juego del lenguaje, una pieza estructuralmente social del mundo de las acciones de la comunidad, se lleva a cabo ms natural y rpidamente en comunidad. Las modulaciones propias de un juego colectivo se muestran de forma ms clara en su aspecto colectivo y reducen las opciones a la hora de hacer un prximo paso interpretativo en el acto de continuar el juego potico del autor.

El filsofo del lenguaje norteamericano Saul Kripke, reflexionando sobre las ideas de Wittgenstein, describi una curiosa situacin. Imagina que el lenguaje es como una partida de ajedrez, un conjunto de reglas que se aplican turno a turno y definen la partida, que es comprendida por ambos jugadores a la perfeccin. Entonces, dos personas juegan un partido de ajedrez; aunque cada uno desconoce lo que sabe el otro, cada uno tiene una regla distinta para el movimiento del pen a la hora de comer otro pen que se encuentra perfectamente adyacente (uno considera que esto es posible; el otro, que no). Los dos hombres juegan la partida sin mayores sobresaltos, seguros de que estn jugando al mismo juego, hasta el momento en que uno trata de comer al otro con un pen adyacente y el otro se opone. Es en ese momento, entonces, que los dos hombres descubren que no estaban jugando al mismo juego: solamente lo pareca. Con la poesa, con su traduccin, el caso es similar. Traducir es continuar el juego ajeno sin que nunca se hagan explcitas las reglas. As, como es obvio, el error se vuelve una moneda corriente, y la frustracin de las expectativas que se vea en el planteo de Kripke es una nube que constantemente sobrevuela las tareas del traductor. Esto no significa, sin embargo, que la traduccin entendida como continuacin de un juego del lenguaje sea una tarea imposible porque es imposible determinar la regla del juego que jugaba el poeta en los distintos momentos de su poema. Ms bien, quiere dejar en claro que la nica manera de traducir es entrar al juego con una apuesta, un movimiento intuitivo, ms que racional, donde se debe captar el ritmo de este juego comunitario que es un poema, su traduccin, su lectura y escritura. Esta distancia que hay entre ser el que habla una lengua ajena, el que produjo intencionalmente este poema, y ser el que lo traduce, el que lo lee, es central a la actividad potica y a la traduccin de poesa. La distancia entre el poeta y el lector es un tpico de la poesa, tan comn acaso como el de la distancia entre el poeta y los abismos de su creacin. Esta distancia insalvable es la marca de la traduccin de poesa. De alguna forma, la multivocidad de la poesa la hace ser un juego de la confusin, donde siempre hay un sumplemento de sentido entre los jugadores, donde, por as decirlo, siempre hay una sutil diferencia en las reglas que todos pasamos inadvertida. Todas esas diferencias, esa pluralidad de semnticas distintas puestas en juego sobre el mismo poema, componen un sedimento, exceso de sentido propio de la palabra vuelta extraa a s misma, puesta en un juego en particular: el del ritmo y la repeticin.Es la traduccin de poesa el lugar donde la infinita productividad semntica de la poesa se pone verdaderamente en juego. El poema es una usina de divergencias semnticas a la espera de quien pretenda continuar el juego y entre al campo de las confusiones. Traducir es bailar esta coreografa que se desconoce, que tambin desconoce nuestra pareja de baile con quien, para colmo, no compartimos un plan de accin anticipado. Por eso un famoso traductor deca que no haca traducciones, sino que las escriba; es as, la traduccin siempre corre el riesgo de crear belleza, de continuar la literatura.,a poesas veces, sin poder expligamientos, es decir, como movidas en el juego de "nguaje: el de la poesas veces, sin poder expli