sp5420-2014(41350)

83
República de Colombia Corte Suprema de Justicia CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA DE CASACIÓN PENAL  EUGENIO FERNÁNDEZ CARLIER Magistrado ponnt SP!"#$%#$&" Radi'a'i(n "&)!$ Aprobado acta número 119 Bogotá, D. C., treinta (30) de abril de dos mil catorce (201) Decide la !ala el rec"rso de casaci#n presentado de manera con$"nta  por el repr esen tan te de la %iscal &a 'eneral de la aci#n el apode rado de las *&ctimas contra el +allo de seg"nda instancia pro+erido por el rib"nal !"perior del Distrito -"dicial de onter&a, mediante el c"al increment# a /"inientos cinc"enta seis () meses la pena de prisi#n /"e el -"gado enal del Circ"ito de Conocimiento de 4orica (C#rdoba) le imp"so a C56! 6A DA76D B5 A78 :;< po r los de li to s de homicidio agravado (en conc"rso =omog>neo )  fab rica ción , trá fico y por te de arma s de fuego o municiones. I* SITUACIÓN FÁCTICA + ACTUACIÓN PROCESAL

Transcript of sp5420-2014(41350)

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

Repblica de Colombia

Corte Suprema de Justicia

PAGE CASACIN 41350CRISTIAN DAVID BRAVO NEZ

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

SALA DE CASACIN PENAL

EUGENIO FERNNDEZ CARLIER

Magistrado ponenteSP5420-2014Radicacin 41350Aprobado acta nmero 119Bogot, D. C., treinta (30) de abril de dos mil catorce (2014)Decide la Sala el recurso de casacin presentado de manera conjunta por el representante de la Fiscala General de la Nacin y el apoderado de las vctimas contra el fallo de segunda instancia proferido por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Montera, mediante el cual increment a quinientos cincuenta y seis (556) meses la pena de prisin que el Juzgado Penal del Circuito de Conocimiento de Lorica (Crdoba) le impuso a CRISTIAN DAVID BRAVO NEZ por los delitos de homicidio agravado (en concurso homogneo) y fabricacin, trfico y porte de armas de fuego o municiones.I. SITUACIN FCTICA Y ACTUACIN PROCESAL1. Mateo Matamala Neme y Margarita Mara Gmez Gmez eran dos estudiantes de biologa de la Universidad de Los Andes que estaban en San Bernardo del Viento (Crdoba) realizando un trabajo de campo para sus tesis de grado.El 10 de enero de 2011, fueron asesinados en la vereda Boca Tinajones, adscrita al referido municipio. Los crmenes los ordenaron alias Nariz y Julin, dos mandos medios de la banda criminal conocida como Los Urabeos, debido a que los jvenes no pertenecan a la regin.

CRISTIAN DAVID BRAVO NEZ fue la persona que busc a los sicarios alias Blanquito y Monito, los acompa a la residencia en donde recibieron la orden y estuvo con ellos cuando les disparaban con armas de fuego a los estudiantes.2. Por lo anterior, la Fiscala General de la Nacin, el 16 de noviembre de 2011, le imput a CRISTIAN DAVID BRAVO NEZ la realizacin de las conductas punibles de homicidio agravado (en concurso homogneo) y fabricacin, trfico y porte de armas de fuego o municiones, segn lo dispuesto en los artculos 31, 103, 104, numerales 4 (motivo abyecto o ftil), 7 (situacin de indefensin o inferioridad) y 11 (contra una mujer por el hecho de ser mujer), y 365 de la Ley 599 de 2000, actual Cdigo Penal, con las modificaciones de los artculos 14 de la Ley 890 de 2004, 26 de la Ley 1257 de 2008 y 19 de la Ley 1453 de 2011. El imputado no acept los cargos y, posteriormente, la Fiscala le formul acusacin por tales comportamientos.3. El juicio oral lo adelant el Juzgado Penal del Circuito de Lorica, despacho que conden a CRISTIAN DAVID BRAVO NEZ, a ttulo de coautor de los delitos a l atribuidos, a cuatrocientos cincuenta y seis (456) meses de prisin y veinte (20) aos de inhabilitacin para el ejercicio de derechos y funciones pblicas. As mismo, no le concedi la suspensin condicional de la ejecucin de la pena privativa de la libertad. 4. Recurrida la decisin tanto por la defensa como por la Fiscala y el representante de las vctimas, el 7 de marzo de 2013, el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Montera la modific en el sentido de (i) aumentar a quinientos cincuenta y seis (556) meses la pena de prisin y (ii) dejar sin efecto la agravante contemplada en el numeral 11 del artculo 104 del Cdigo Penal.5. Contra la providencia de segunda instancia, el Fiscal y el apoderado de las vctimas presentaron en forma conjunta el recurso extraordinario de casacin.La Corte declar ajustada a derecho la demanda y llev a cabo la audiencia de sustentacin correspondiente.

II. LA DEMANDA

1. Al amparo de la causal primera del artculo 181 de la Ley 906 de 2004, propusieron los recurrentes dos cargos, ambos por violacin directa de normas de derecho sustancial. Fueron formulados y desarrollados de la siguiente forma:1.1. Interpretacin errnea del inciso segundo del artculo 31 de la Ley 599 de 2000

Cuando hay concurso de delitos, los lmites punitivos para el tipo de homicidio agravado no son de cuatrocientos (400) a seiscientos (600) meses, sino de cuatrocientos (400) a setecientos veinte (720) meses. Es decir, el mximo alcanza los sesenta (60) y no los cincuenta (50) aos de prisin. El Tribunal, entonces, se equivoc al fijar los cuartos sin tener en cuenta el verdadero tope previsto para el delito base.

Al contrario de lo entendido por el cuerpo colegiado de segunda instancia, los apelantes jams solicitaron que la pena para el comportamiento ms grave fuera individualizada en sesenta (60) aos, sino que los mbitos de movilidad de cada cuarto fuesen de ochenta (80) meses contados a partir de cuatrocientos (400) meses, en lugar de cincuenta (50) meses, para que el lmite mximo alcanzara los setecientos veinte (720) meses de prisin. Esta postura tiene respaldo en fallos de la Corte como CSJ SP, 26 oct. 2011, rad. 36176.

La frmula usada por el ad quem produjo unos cuartos artificialmente bajos (folio 237, carpeta principal), de suerte que las penas objeto de concurso fueron realmente ofensivas para la dignidad de las vctimas (folio 237, c. p.).

Hubo, por consiguiente, un error interpretativo de la norma por parte del Tribunal.

1.2. Interpretacin errnea del inciso tercero del artculo 61 del Cdigo Penal

En la dosificacin punitiva, el ad quem no slo reconoci al menos cinco agravantes especficas (dos para Mateo y tres para Margarita), sino adems una genrica: la coparticipacin criminal. Ello lo obligaba a determinar la pena en el mximo para el cuarto seleccionado. Sin embargo, acogi el criterio de la primera instancia y la fij en el lmite inferior del mbito seleccionado.Establecer una pena de cuatrocientos ochenta y dos (482) meses por el delito ms grave (el homicidio de Margarita Mara Gmez Gmez), que tan solo supera en dos meses el mnimo del cuarto escogido, no se compadece con la cantidad de agravantes, ni con la crueldad y sangre fra en que se cometi ese asesinato (folio 230). Y sumarle a tal monto cincuenta (50) meses por el otro delito (el de Mateo Matamala Neme) tampoco se ajusta a la argumentacin de los jueces sobre la gravedad de la conducta y de sus consecuencias, ni a la intensidad del dolo demostrado, adems de constituir una afrenta a la dignidad de las vctimas y sus familias (folio 230).

La ponderacin por parte de los juzgadores acerca de los aspectos para determinar la pena, en los trminos del artculo 61 inciso 3 de la Ley 599 de 2000, no les da discrecionalidad para desconocer los efectos de sus propios raciocinios, sino que los debe llevar a una conclusin [] lgicamente comprensible, jurdicamente sustentable y ticamente aceptable (folio 227).

2. En consecuencia, solicitaron a la Sala casar el fallo del Tribunal y condenar a CRISTIAN DAVID BRAVO NEZ a la pena mxima establecida en la ley para los casos de concurso, de 60 aos de prisin, o, en su defecto, al mximo de la pena prevista para los casos de concurso en el cuarto medio, esto es, 640 meses de prisin (folio 226).III. AUDIENCIA DE SUSTENTACIN ORAL

1. El Fiscal Delegado ante la Corte se refiri al segundo reproche de la siguiente manera:1.1. El procesado tena antecedentes penales. Tal hecho fue estipulado por las partes. Pero el Tribunal no reconoci las consecuencias de dicha circunstancia afirmando que el juez a quo la extrajo de su conocimiento privado. De ah que debi ubicar el mbito de movilidad para el delito ms grave en el ltimo cuarto, es decir, entre quinientos cincuenta (550) y seiscientos (600) meses de prisin.1.2. No es razonable que una vez escogido el cuarto el ad quem haya fijado la pena agregndole al mnimo tan solo treinta y dos (32) meses. Debi incrementarlo por lo menos en cuarenta y ocho (48) meses, quedando en quinientos noventa y ocho (598) meses.1.3. El aumento de la pena del delito ms grave en tan solo cincuenta (50) meses de prisin en razn del concurso con el otro homicidio tampoco se compadece con los criterios de ponderacin del inciso 3 del artculo 61 del Cdigo Penal. Lo acertado habra sido adicionarle por lo menos noventa (90) meses. Por el incremento de veinticuatro (24) meses debido a la conducta punible de fabricacin, trfico y porte de armas de fuego o municiones, no hay objecin alguna.

1.4. En consecuencia, la pena por el delito ms grave debi equivaler a quinientos noventa y ocho (598) meses, aumentada en noventa (90) y en veinticuatro (24) meses por los concursos, lo que arroja como resultado una sancin final de setecientos doce (712) meses de prisin. Pero si la Corte no admite la tesis del cuarto mximo, la pena deber imponerse en el mbito del segundo cuarto medio, esto es, en quinientos cuarenta y ocho (548) meses, e incrementarle ciento catorce (114) meses, para un total de seiscientos sesenta y dos (662) meses de prisin.2. El apoderado de las vctimas adicion el primer cargo con los siguientes argumentos:

2.1. Se deben trazar lneas jurisprudenciales claras en relacin con el tema del lmite dosimtrico en los casos en los cuales haya concurso, as como con la funcin de la pena en cuanto al resarcimiento del dao causado a las vctimas.

2.2. Por un lado, no ha sido tema pacfico ni uniforme para los jueces de las localidades el de la determinacin de los mnimos y mximos de los cuartos de movilidad. Y, por el otro, la funcin de la jurisprudencia ante los derechos de las vctimas a la justicia debe traducirse en penas ajustadas al comportamiento y la atrocidad del acto criminal, sobre todo cuando ste ha sido un caso emblemtico frente a los delitos cometidos por las bandas criminales emergentes, en el cual el asesinar a dos personas por el solo hecho de ser extraas a la regin obedeci a una afirmacin en extremo violenta de su poder territorial.3. El representante del Ministerio Pblico solicit casar parcialmente el fallo impugnado para modificar la sancin, tras aducir que, si bien los extremos de la pena del delito ms grave oscilaban entre los cuatrocientos (400) y los seiscientos (600) meses, el Tribunal debi haber escogido como mbito de movilidad el segundo cuarto medio (es decir, de quinientos -500- a quinientos cincuenta -550- meses), fijar la pena en el mximo de quinientos cincuenta (550) meses, aumentarle treinta y dos (32) meses, e incrementarle por el concurso de delitos cincuenta (50) y veinticuatro (24) meses, para un total de seiscientos cincuenta y seis (656) meses de prisin.4. El defensor de CRISTIAN DAVID BRAVO NEZ, luego de mostrarse de acuerdo con la dosificacin punitiva realizada por los jueces de segundo grado, sostuvo que no hubo error de interpretacin alguno por parte del ad quem y, por lo tanto, solicit a la Corte desatender la demanda, al igual que estudiar la posibilidad de casar oficiosamente el fallo, debido a que el acusado tom un camino diferente al que llevaban sus compaeros y, en el mismo camino, nadie pudo dar razn de este seor.IV. CONSIDERACIONES1. Precisiones inicialesComo la demanda interpuesta de manera conjunta por el representante de la Fiscala y el apoderado de las vctimas fue declarada desde un punto de vista formal ajustada a derecho, la Sala tiene la obligacin de resolver de fondo los problemas jurdicos planteados en el debate, en armona con los fines de la casacin de buscar la eficacia del derecho material, respetar las garantas de quienes intervienen en la actuacin, reparar los agravios inferidos a las partes y unificar la jurisprudencia, tal como lo consagra el artculo 180 de la Ley 906 de 2004, Cdigo de Procedimiento Penal vigente para este asunto.Para ello, la Corte tendr que desentraar, en aras del eficaz desarrollo de la comunicacin establecida, lo correcto de las diversas aserciones empleadas por sus interlocutores, de manera que atender cada postura desde la perspectiva jurdica ms coherente y racional posible.La decisin que deba adoptarse, por supuesto, tendr que sujetarse a la lgica del error que rige en sede del recurso extraordinario de casacin. Es decir, a menos que del estudio de los problemas jurdicos analizados se derive un yerro en la sentencia del Tribunal que haya desconocido en forma trascendente la Constitucin, la ley o los principios que las regulan, la Sala no podr casar la decisin recurrida, pues de lo contrario se constituira en una tercera instancia e ira en detrimento del orden jurdico.La naturaleza de las controversias planteadas por los recurrentes est circunscrita al proceso de dosificacin de la pena privativa de la libertad dictada contra CRISTIAN DAVID BRAVO NEZ. Por un lado, los demandantes adujeron que los jueces debieron establecer como lmite mximo de la pena para el delito ms grave (homicidio agravado) el de setecientos veinte (720) meses o sesenta (60) aos de prisin. Y, por otro lado, sealaron que el ad quem, tanto en el cuarto escogido como a la hora de incrementar la pena por el concurso con el otro delito contra la vida, debi haber determinado guarismos superiores a los que en efecto fij.La Corte abordar tales propuestas en el referido orden.

Finalmente, estudiar si se vulneraron las garantas del procesado, en particular, las atinentes a la apreciacin de la conducta punible de fabricacin, trfico y porte de armas de fuego o municiones, por un lado, y a la consonancia entre acusacin y sentencia respecto del reconocimiento de una circunstancia de mayor punibilidad, por el otro.2. Primer cargo2.1. PlanteamientoLos demandantes sostuvieron la interpretacin errnea del inciso 2 del artculo 31 de la Ley 599 de 2000, modificado por el artculo 1 de la Ley 890 de 2004, segn el cual [e]n ningn caso, en los eventos de concurso, la pena privativa de la libertad podr exceder de sesenta (60) aos.De acuerdo con los recurrentes, el Tribunal no debi haber establecido como lmite mximo para la conducta punible de homicidio agravado una pena de seiscientos (600) meses (o, lo que es lo mismo, cincuenta -50- aos) de sancin privativa de la libertad, sino una de setecientos veinte (720) meses (o sesenta -60- aos) de prisin, es decir, lo previsto en la norma para la dosificacin en casos de concurso.De esta manera, el mbito para cada uno de los cuartos de movilidad no poda corresponder a cincuenta (50), sino a ochenta (80) meses.

2.2. Postura de la CorteEl anterior criterio no puede ser compartido por la Sala debido a las siguientes razones:2.2.1. Inicialmente, la Ley 599 de 2000 consagraba para la conducta punible de homicidio agravado una pena que oscilaba de veinticinco (25) a cuarenta (40) aos de prisin.Con el incremento que para el tipo bsico introdujo el artculo 14 de la Ley 890 de 2004 dentro de los asuntos que se rigen por la Ley 906 de ese mismo ao, dichos lmites punitivos tendran que haberse incrementado de una tercera (1/3) parte en el mnimo a la mitad (1/2) en el mximo, lo que arrojara como resultado una pena entre treinta y tres (33) aos y cuatro (4) meses (cuatrocientos -400- meses) y sesenta (60) aos (setecientos veinte -720- meses) de prisin.Sin embargo, el numeral 1 del artculo 37 del Cdigo Penal, modificado por el artculo 2 de la Ley 890 de 2004, seala:

Artculo 37. La prisin. La pena de prisin se sujetar a las siguientes reglas: 1-. La pena de prisin para los tipos penales tendr una duracin mxima de cincuenta (50) aos, excepto en los casos de concurso.

Lo anterior implica que, individualmente considerado, el tipo de homicidio agravado, modificado por el artculo 14 de la Ley 890 de 2004, cuenta con unos extremos de punicin que van de cuatrocientos (400) meses (o treinta y tres -33- aos y cuatro -4- meses) a seiscientos (600) meses (o cincuenta -50- aos) de prisin.2.2.2. El artculo 31 de la Ley 599 de 2000, modificado por el artculo 1 de la Ley 890 de 2004, seala lo siguiente:Artculo 31-. Concurso de conductas punibles. El que con una sola accin u omisin o con varias acciones u omisiones infrinja varias disposiciones de la ley penal, o varias veces la misma disposicin, quedar sometido a la que establezca la pena ms grave segn su naturaleza, aumentada hasta en otro tanto, sin que fuere superior a la suma aritmtica de las que correspondan a las respectivas conductas punibles debidamente dosificadas cada una de ellas.En ningn caso, en los eventos de concurso, la pena privativa de la libertad podr exceder de sesenta (60) aos.Diversas tesis jurisprudenciales ha extrado la Sala a partir de la interpretacin de esta norma. Una de ellas seala que, en los casos de concurso, el juez tiene la obligacin de dosificar, en forma individual, cada una de las penas relativas a los delitos que concurren. As lo seal en el fallo CSJ SP, 24 abr. 2003, rad. 18856:

[L]a dosificacin de la pena en el concurso de hechos punibles debe efectuarse a partir de la individualizacin de la que corresponda a cada uno de los delitos en concurso, con el fin de detectar cul es la que resulta ms grave.Igualmente, lo sostuvo la Corte en la sentencia CSJ SP, 7 oct. 1998, rad. 10987, ratificada en providencias como CSJ SP, 10 jul. 2001, rad. 12740, y CSJ SP, 25 mar. 2004, rad. 18654, entre muchas otras:

Es la pena individualizada de cada uno de los delitos en concurso la que conduce a determinar la base de la construccin de la pena total a imponer, sin importar para el caso las sanciones mnimas y mximas previstas en abstracto por los respectivos tipos penales.

Tambin ha precisado en fallos como CSJ SP, 24 abr. 2003, rad. 18856, que la individualizacin de cada una de las sanciones concurrentes tiene que obedecer a los parmetros de dosificacin del estatuto sustantivo, entre otros, establecer el lmite mximo previsto por la ley para cada uno de ellos:[E]s de tener presente que como para dosificar en el concurso de conductas punibles se debe concretar la que individualmente corresponda a cada una de ellas para encontrar la ms drstica, ese proceso individualizador ha de hacerse con arreglo a la sistemtica que seala el Cdigo Penal para el efecto, esto es, fijar los lmites mnimos y mximos de los delitos en concurso dentro de los cuales el juzgador se puede mover (artculo 60); luego de determinado el mbito punitivo correspondiente a cada especie concursal, dividirlo en cuartos, seleccionar aqul dentro del cual es posible oscilar segn las circunstancias atenuantes o agravantes de la punibilidad que se actualizaron y fijar la pena concreta, todo esto siguiendo las orientaciones y criterios del artculo 61.De ah que, en los eventos de concurso, para fijar la pena por cada uno de los delitos que concurren, es obligacin del funcionario respetar, en los asuntos sometidos bajo la vigencia de la Ley 906 de 2004, el tope mximo individual de cincuenta (50) aos previsto en el numeral 1 del artculo 37 del Cdigo Penal.2.2.3. El lmite de sesenta (60) aos de que trata el inciso 2 del artculo 31 de la Ley 599 de 2000, modificado por el artculo 1 de la Ley 890 de 2004, se predica solamente del aumento del hasta otro tanto que efecta el funcionario en los casos de concurso de conductas punibles respecto de la pena ms grave dosificada de manera debida.En otras palabras, el extremo superior de sesenta (60) aos de prisin previsto en el artculo 31 inciso 2 del Cdigo Penal carece de incidencia alguna a la hora de determinar la pena individual de los delitos concurrentes. Tan solo la tiene cuando se incrementa (hasta en otro tanto y sin superar la suma de las penas de los delitos que concursan) la sancin punitiva ms grave. Y esta pena ms grave debe dosificarse debidamente, entre otros aspectos, en razn de la prohibicin de exceder el lmite de cincuenta (50) aos previsto para todos los tipos penales.

Esta postura tiene sustento legal y jurisprudencial. Por un lado, el artculo 14 de la Ley 890 de 2004, en armona con su artculo 2 (que modific el numeral 1 del artculo 37 del Cdigo Penal), prev clara y expresamente que, en cualquier caso, los incrementos de la tercera (1/3) parte en el mnimo y de la mitad (1/2) en el mximo no podrn superar el referido extremo punitivo:

Artculo 2-. El numeral 1 del artculo 37 del Cdigo Penal quedar as:1-. La pena de prisin para los tipos penales tendr una duracin mxima de cincuenta (50) aos, excepto en los casos de concurso.Artculo 14-. Las penas previstas en los tipos penales contenidos en la Parte Especial del Cdigo Penal se aumentarn en la tercera parte en el mnimo y en la mitad en el mximo. En todo caso, la aplicacin de esta regla general de incremento deber respetar el tope mximo de la pena privativa de la libertad para los tipos penales de acuerdo con lo establecido en el artculo 2 de la presente ley. Los artculos 230 A, 442, 444, 444 A, 453, 454 A, 454 B, y 454 C del Cdigo Penal tendrn la pena indicada en esta ley.Por otro lado, al abordar el tema desde la perspectiva de la intencin del legislador cuando regul los aumentos y lmites introducidos por la Ley 890 de 2004, la Corte, en el fallo CSJ SP, 28 may. 2008, rad. 29341, no lleg a distinta conclusin:

El artculo 44 del Decreto Ley 100 de 1980 estableca en treinta (30) aos el lmite para la pena de prisin, mismo rango que limitaba la aplicacin de dicha sancin en los casos de concurso de hechos punibles artculo 26 ibdem .Posteriormente, la Ley 40 de 2993, con la cual se elevaron drsticamente las penas para determinados delitos de lesividad social, como por ejemplo para el secuestro y el homicidio, aument en el artculo 28 el quantum mximo de la pena de prisin al fijarla en sesenta (60) aos, cifra que luego se mantuvo en el artculo 3 de la Ley 365 de 1997.Como el querer del legislador con la expedicin del Cdigo Penal de 2000 fue el de racionalizar las penas en comparacin con la codificacin derogada, elev los mnimos punitivos en tanto que redujo los mximos; de ah que el numeral 1 del artculo 37 de la Ley 599 de 2000 estableci la duracin de la pena de prisin en cuarenta (40) aos, disposicin acorde con lo normado para los casos de concurso de conductas punibles, al prever el inciso 2 del artculo 31 que en ningn caso la pena privativa de la libertad podra exceder de cuarenta (40) aos.

Seguidamente, a raz de la reforma constitucional que dio cabida al sistema penal acusatorio y por la necesidad de ajustar el ordenamiento ordinario a esa forma de administrar justicia, se expidi la Ley 890 de 2004, la cual, adems de regular aspectos relacionados con la determinacin de la pena de prisin, en caso de negociaciones o preacuerdos y de crear nuevos tipos penales, entre otras determinaciones, dispuso un incremento generalizado para las sanciones de los tipos penales de la parte especial del cdigo sustantivo tercera parte en el mnimo y la mitad en el mximo, al tiempo que modific el numeral 1 del artculo 37 del mismo estatuto punitivo al prever que [l]a pena de prisin para los tipos penales tendr una duracin mxima de cincuenta (50) aos, excepto en los casos de concurso, y el inciso 2 del artculo 31 al establecer que [e]n ningn caso, en los eventos de concurso, la pena privativa de la libertad podr exceder de sesenta (60) aos.En la exposicin de motivos de esta ley presentada por el Fiscal General de la Nacin, en relacin con la duracin de la pena aflictiva de la libertad se dijo:

Atendiendo los fundamentos del sistema acusatorio, que prev los mecanismos de negociacin y preacuerdos, en claro beneficio para la administracin de justicia y los acusados se modificaron las penas y se dej como lmite la duracin mxima de sesenta (60) aos de prisin para los casos de concurso y, en general, de cincuenta (50) aos [Gaceta del Congreso nmero 345 de 2003].

Y como justificacin del incremento del lmite de prisin a los sesenta (60) aos en los casos de concurso, se anot:

La criminalidad actual requiere un endurecimiento de las penas, especialmente cuando se trata de concurso de delitos, pues en muchas ocasiones se infringe varias veces una misma disposicin penal que ya de por s, cuando se mira unitariamente, alcanza la escala mxima de pena enervando los efectos del concurso [Ibdem].

Ya respecto del tope de los cincuenta (50) aos para los tipos penales, se dijo:

Evidentemente se hace necesario aumentar las penas frente a los delitos ms graves que han aumentado significativamente por la violencia de grupos paramilitares, guerrilleros, narcotraficantes y corrupcin en general [Ibdem].

La misma teleologa se observa en el desarrollo de su trmite legislativo, pues [] en la ponencia para segundo debate de los proyectos (251/04 Cmara y 01/03 Senado), acerca del grupo de normas en el que se encontraban los topes punitivos se anot:

() est ligado a las disposiciones del estatuto procesal penal de rebaja de penas y colaboracin con la justicia que le permitan un adecuado margen de maniobra a la Fiscala, de modo que las sanciones que finalmente se impongan guarden proporcin con la gravedad de los hechos [Gaceta del Congreso nmero 178 de 2004].

As las cosas, al promulgar la Ley 890 de 2004 se mantuvo la prohibicin acerca de que [e]n ningn caso, en los eventos de concurso, la pena privativa de la libertad podr exceder de sesenta (60) aos y que [l]a pena de prisin para los tipos penales tendr una duracin mxima de cincuenta (50) aos, excepto en los casos de concurso.

Tambin se sostuvo el aumento generalizado de las penas previstas para los delitos de la parte especial del Cdigo Penal de una tercera parte de su mnimo y la mitad de su mximo, con la salvedad de que dicho incremento deba respetar el tope mximo de la pena privativa de la libertad para los tipos penales.2.2.4. A partir de una interpretacin descontextualizada del numeral 1 del artculo 37 del mismo estatuto (de acuerdo con el cual [l]a pena de prisin para los tipos penales tendr una duracin mxima de cincuenta (50) aos, excepto en los casos de concurso), as como del inciso 2 del artculo 31 del actual Cdigo Penal (conforme al cual [e]n ningn caso, en los eventos de concurso, la pena privativa de la libertad podr exceder de sesenta (60) aos), podra predicarse que, cuando haya concurrencia de conductas punibles y por lo menos una de ellas corresponda al tipo de homicidio agravado, la sancin mxima de cuarenta (40) aos para los eventos regidos bajo la vigencia de la Ley 890 de 2004 debera incrementarse en la mitad (esto es, en veinte -20- aos), sin atender al lmite de cincuenta (50) aos. Ello, por cuanto la expresin excepto en los casos de concurso del artculo 37 numeral 1 del Cdigo Penal as lo permitira.Dicha lectura, sin embargo, no resulta compatible con el orden jurdico. Desde la perspectiva de las garantas mnimas del procesado, lo anterior acarreara el reconocimiento de una causal de calificacin del comportamiento (segn la cual si en la realizacin del homicidio agravado ha concurrido al menos otro delito, el mximo de prisin subir de cincuenta -50- a sesenta -60- aos) que el legislador no consagr de manera expresa como tal y que, por contera, no slo representara la transgresin del principio de estricta legalidad de los delitos y las penas, sino adems conllevara un tratamiento desigual, pues idntica accin tendra un tope punitivo menor si se juzgara individualmente y uno superior si concurrieran otros resultados tpicos iguales o diversos a la afectacin del bien jurdico de la vida, circunstancia que en ltimas acarreara valoraciones ajenas a la propia realizacin de la conducta punible.Desde el punto de vista de los derechos de las vctimas, esta interpretacin en realidad no protege los postulados de verdad y justicia, sino puede restringir o incluso sustraer sus efectos. Pinsese en un homicidio agravado en el cual fue individualizada la sancin en el mximo imponible. Si junto con ese desvalor del resultado concursa otro que menoscaba un bien jurdico colectivo (por ejemplo, la fe pblica), la pena equivaldra a sesenta (60) aos de prisin. Pero si esa accin se realiza con otras de la misma ndole (y, por consiguiente, con pluralidad de vctimas), la sancin punitiva igualmente correspondera a sesenta (60) aos. La concurrencia con otra u otras conductas punibles en ningn caso representara una alteracin en la dosificacin punitiva.Con la actual interpretacin de la Corte, en cambio, a la pena por el delito ms grave de cincuenta (50) aos, en el primer caso, podra incrementrsele, en razn del concurso con el delito que no afect derechos personales, el monto que el juez estime acertado, sin que supere la suma aritmtica de las sanciones debidamente individualizadas (por ejemplo, unos cuantos meses). Y, en el segundo evento, el funcionario, siguiendo su criterio, debera incrementarle a la sancin de cincuenta (50) aos otros diez (10) aos, para as establecer el mximo imponible de sesenta (60) aos. Slo de esta manera podra advertirse una diferencia sustancial (de casi diez -10- aos) entre la sancin a la cual se hizo acreedor quien mat a una sola persona y la pena que se le impuso a quien asesin a varias, aspecto que repercute en beneficio de los derechos a la verdad y justicia cuando hay varias vctimas, pues hace visible su situacin, las reafirma y deviene en efectiva la sancin por los delitos distintos al ms grave.En otras palabras, siempre ser una medida razonable la adoptada por el legislador con la Ley 890 de 2004, en el sentido de que la pena de cualquier tipo individualmente considerado no pueda alcanzar el tope mximo establecido para la sancin definitiva en los casos de concurso, pues de lo contrario se estrechara o incluso eliminara el margen para asegurar la vigencia del fin de retribucin justa previsto en el artculo 4 del Cdigo Penal.2.2.5. En apoyo de su postura, los demandantes citaron el fallo CSJ SP, 26 oct. 2011, rad. 36176. Esta decisin, sin embargo, no slo confirm la tesis segn la cual el lmite de sesenta (60) aos nicamente se predica del incremento del hasta otro tanto en materia de concurso, sino adems precis que el tope de cincuenta (50) aos debe tenerse en cuenta en la individualizacin de cada pena concurrente. En dicho asunto, la Corte cas de manera oficiosa el fallo de segunda instancia por vulneracin del principio de legalidad de la pena, debido a que el juez haba fijado los extremos punitivos para la conducta de homicidio agravado de cuatrocientos (400) a setecientos veinte (720) meses, es decir, por no aplicar el numeral 1 del artculo 37 del Cdigo Penal. En palabras de la Sala:Es cierto que la norma en mencin [numeral 1 del artculo 37 de la Ley 599 de 2000, modificado por el artculo 2 de la Ley 890 de 2004] establece como excepcin los casos en los cuales se presenta concurso de hechos punibles, pues en esos eventos, de conformidad con lo establecido en el inciso segundo del artculo 31 del Cdigo Penal, modificado por el artculo 1 de la Ley 890, la pena podr extenderse hasta sesenta (60) aos.Empero, y en ello radic el yerro del juzgador, es claro que el lmite de cincuenta (50) aos debe respetarse durante la labor de tasacin de la pena aplicable al delito base, esto es, la correspondiente a la infraccin que contiene la sancin ms grave, pues la imposibilidad de imponer una pena superior surge cuando se efecta el incremento por razn del concurso, en cuyo caso la sancin puede ir hasta sesenta (60) aos.

Tal es la comprensin que emerge de la interpretacin armnica de los artculos 31 y 37 del Cdigo Penal, pues si, de acuerdo con la segunda de esas disposiciones, en caso de concurso de hechos punibles es necesario que el juzgador realice por separado la individualizacin de la pena correspondiente a cada una de las conductas ilcitas concursantes, para luego seleccionar la pena ms alta y, a partir de ella, efectuar un incremento de hasta otro tanto, es porque en ese primer procedimiento ser obligatorio para el fallador acatar el lmite mximo de cincuenta (50) aos que, conforme al artculo 37 en mencin, opera para cada tipo penal.A pesar de transcribir en la demanda el ltimo prrafo que antecede (folio 236, c. p.), los recurrentes plasmaron a continuacin que tal fue precisamente el argumento de la Fiscala General de la Nacin y la representacin de las vctimas (folio 236), para luego insistir en que deba fijarse el mbito punitivo del concurso entre 400 y 720 meses (folio 236). Su disertacin, entonces, fue contradictoria.Y como si lo anterior fuese poco, la Corte ya haba sostenido esta postura en la sentencia CSJ SP, 28 may. 2008, rad. 29341, cuando consider procedente un reproche por interpretacin errnea del artculo 14 de la Ley 890 de 2004, que condujo a la falta de aplicacin del artculo 37, numeral 1, de la Ley 599 de 2000, en cuanto la pena de prisin no puede exceder los cincuenta (50) aos:[P]ara la Corte no cabe duda alguna que por la salvedad incluida en el propio artculo 14 de la Ley 890 de 2004, acerca del incremento para las penas previstas en los tipos penales contenidos en la parte especial del Cdigo Penal, de que [e]n todo caso, la aplicacin de esta regla general de incremento deber respetar el tope mximo de la pena privativa de la libertad para los tipos penales de acuerdo con lo establecido en el artculo 2 de la presente ley, impide que en el proceso de individualizacin de la sancin se franquee el lmite de los cincuenta (50) aos de prisin para cada delito, aun en el anlisis de delitos concurrentes.

As, el lmite de los cincuenta (50) aos de la pena de prisin constituye un criterio legal modificador del quantum punitivo mayor para los delitos que tras el aumento de la mitad de su mximo, en aplicacin del artculo 14 de la Ley 890 de 2004, superen aquel monto, como sucede por ejemplo en los casos de homicidio agravado (artculo 103), genocidio (artculo 101), homicidio en persona protegida (artculo 135), desaparicin forzada agravada (artculo 166), secuestro extorsivo agravado (artculo 170), pues todos ellos rebasan los 600 meses que corresponden a los cincuenta (50) aos de prisin, para ubicarse en los 720 meses, esto es, en sesenta (60) aos de prisin, lo que impone entonces ubicar el marco punitivo nicamente hasta los 600 meses.

[] La Corte precisa que la frontera de los cincuenta (50) aos de prisin se deber respetar para efectuar el cmputo de la pena para cada delito, as se trate de ilcitos concurrentes, esto es, al momento de individualizar la sancin para cada uno de ellos, en tanto que la limitante de los sesenta (60) aos prevista para los casos de concurso de hechos punibles tendr que ver con la suma jurdica de las sanciones por tales ilcitos concursales.

Por lo mismo, una pena de prisin cuantificada que exceda el mximo temporal de los cincuenta (50) aos desconoce ese lmite fijado por el legislador y da al traste con el principio de legalidad, amn de constituirse en una pena ilegal.2.2.6. En la audiencia de sustentacin del recurso, el apoderado de las vctimas resalt la importancia por parte de la Corte de procurar una lnea jurisprudencial que defina un punto que no es [] pacfico ni uniforme [] desde el punto de vista de la interpretacin de los jueces en las localidades. As mismo, destac la necesidad de hacer justicia en relacin con las vctimas, porque la dignidad de las vctimas de crmenes violentos [] slo se logra a travs de [] penas adecuadas a la gravedad del comportamiento y a la atrocidad del acto criminal que se ha infligido contra este tipo de personas. En sustento de su postura, explic lo siguiente:El caso que motiva a esta casacin es uno de los casos emblemticos de [] las bandas criminales emergentes en Colombia en los ltimos aos, tal vez el ms emblemtico de todos, y se trata del asesinato a sangre fra de dos muchachos de la Universidad de los Andes que por ninguna razn distinta a que la BACRIM de la zona quera hacer una afirmacin violenta de su poder territorial manda a eliminar a dos personas por el sencillo hecho de que eran dos personas extraas a la zona.Respecto de una lnea jurisprudencial que les clarifique a los funcionarios cules son los topes punitivos en casos de concurso, la Sala, por lo expuesto, ratifica lo aducido en fallos como CSJ SP, 28 may. 2008, rad. 29341, y CSJ SP, 26 oct. 2011, rad. 36176, citados en precedencia (2.2.5), segn los cuales en la individualizacin de cada una de las sanciones deber tenerse en cuenta el extremo de cincuenta (50) aos previsto en el numeral 1 del artculo 37 del Cdigo Penal, pues el tope de sesenta (60) aos del inciso 2 del artculo 31 del estatuto se aplica nica y exclusivamente al incremento de la pena ms grave hasta en otro tanto, sin que supere la suma aritmtica de las sanciones concurrentes debidamente dosificadas.En cuanto al derecho de las vctimas a la justicia, en el sentido de que su dignidad slo se recupera imponiendo una pena proporcional a la atrocidad de la accin delictiva, es de anotar, en primer lugar, que la delimitacin del tipo penal de homicidio agravado con una pena mxima de sesenta (60) aos, en lugar de salvaguardar el fin de la retribucin justa, podra coartarlo de manera intolerable, como ya fue anotado (2.2.4).En segundo lugar, aun en el caso de que individualizar la sancin de la conducta ms grave con un lmite de sesenta (60) aos repercutiera en beneficio de la justicia a nombre de la familia de Mateo Matamala Neme y Margarita Mara Gmez Gmez, dicha postura igualmente reira con el principio de estricta legalidad de la pena. Y, al ponderar los intereses en pugna (los derechos de las vctimas, por un lado, y la sujecin al orden jurdico traducida en la imposicin de la pena, por el otro), salta a la vista que el ltimo siempre estara por encima del primero.En tercer lugar, el apoderado no ahond en las razones por las cuales la pena que efectivamente le fue impuesta a CRISTIAN DAVID BRAVO NEZ, de quinientos cincuenta y seis meses (esto es, de cuarenta y seis -46- aos y cuatro -4- meses) de prisin, no retribuye adecuadamente la gravedad de la accin desplegada. Y tampoco la Sala las encuentra.Al respecto, el profesional del derecho slo present dos argumentos. El primero, que la estructura criminal a la cual perteneca el procesado dispuso asesinar a Mateo Matamala Neme y Margarita Mara Gmez Gmez por el nico hecho de no pertenecer a la regin. Dicha circunstancia, sin embargo, constituy una de las causales especficas de agravacin, el motivo abyecto o ftil de que trata el numeral 4 del artculo 104 del Cdigo Penal, que represent para efectos punitivos el paso de una pena de prisin entre doscientos ocho (208) y cuatrocientos cincuenta (450) meses (conforme al artculo 103 de la Ley 599 de 2000, modificado por el artculo 14 de la Ley 890 de 2004) a una de cuatrocientos (400) a seiscientos (600) meses (segn el artculo 104 del Cdigo Penal).Y el segundo, que este asunto fue un caso emblemtico, esto es, significativo o representativo, segn la definicin de la Real Academia de la Lengua. Si con ello el demandante quiso decir que su relevancia obedeci a que las vctimas eran dos muchachos de la Universidad de Los Andes, es decir, dos estudiantes de una de las instituciones educativas del interior ms prestigiosas del pas, se trata, sin embargo, de un aspecto por completo intrascendente para efectos de la fijacin de la pena, pues en virtud del principio de igualdad ante la ley idntica gravedad del comportamiento debera predicarse si los homicidios se hubieren cometido, en las mismas circunstancias, sobre sujetos con inferior, superior o distinto grado de instruccin.

Ahora bien, si por medio de tales aserciones el abogado enfatiz que la importancia de este caso se deba a que, en su momento, el asesinato de Mateo Matamala Neme y Margarita Mara Gmez Gmez cont con amplio despliegue por parte de los medios de comunicacin, ello en todo caso es un factor que tampoco puede repercutir para la prosperidad del cargo.Podra pensarse que la cobertura meditica relativa a los asuntos judiciales guardara una relacin indirecta con la funcin que la pena ha de cumplir en el caso concreto, que es uno de los factores contemplados por el inciso 3 del artculo 61 del Cdigo Penal para imponerla, en la medida en que la funcin de prevencin general positiva busca asegurar la vigencia de la norma reafirmando por medio de la sancin la confianza que la comunidad deposita en su cumplimiento. Esto, no obstante, es un tema ajeno al que aqu nos ocupa, atinente a la determinacin de los lmites imponibles para la dosificacin en los eventos de concurso.Desafortunadamente, desde la implementacin del sistema de la Ley 906 de 2004, en nuestro pas los medios masivos de comunicacin han intentado interferir en los procesos la tarea que es del resorte exclusivo de los jueces, tribunales y la Corte Suprema, especialmente en lo que atae a la imposicin de la medida de aseguramiento, su revocatoria y el juicio de responsabilidad. Estas manifestaciones deben ser desestimadas por los funcionarios en razn de sus efectos extraos y nocivos a la funcin de administrar justicia. Recurdese que en un Estado Social de Derecho las decisiones judiciales no pueden obedecer a los clamores u opiniones, se debe propender por la proteccin de las garantas de las partes e intervinientes en el proceso. Las providencias no pueden sustentarse en una reaccin meditica desproporcionada.2.3. ConclusinEn este orden de ideas, no es posible aseverar, como lo hicieron los demandantes, que por el solo hecho de fijar los lmites para el delito ms grave de homicidio agravado de cuatrocientos (400) a seiscientos (600) meses de prisin, y no de cuatrocientos (400) a setecientos veinte (720) meses, las instancias crearon unos cuartos de movilidad artificialmente bajos (folio 237), ni que desconocieron la dignidad de las vctimas o cualquier otro derecho inherente a ellas. El reproche, por consiguiente, est destinado al fracaso.3. Segundo cargo3.1. Planteamiento del problemaEn el escrito de demanda, los recurrentes solicitaron a la Corte imponer a CRISTIAN DAVID BRAVO NEZ la pena mxima para los eventos de concurso de setecientos veinte (720) meses (o sesenta -60- aos) de prisin o, en su defecto, una de seiscientos cuarenta (640) meses, que era el resultado de individualizar la sancin punitiva para el delito ms grave de homicidio agravado en el tope de los cuartos intermedios, teniendo en cuenta los mbitos de movilidad de ochenta (80) meses, y no los de cincuenta (50), contemplados en el cargo anterior.Como la Sala no acoger tales pretensiones a menos que advierta un yerro susceptible de deslegitimar la sentencia de segunda instancia, proceder a resear en forma detallada las decisiones que al respecto adoptaron los jueces de primer y segundo grado para, en ltimas, resolver los debates que de all se desprendan.3.2. Actuacin relevante3.2.1. En el fallo de primera instancia, el Juzgado Penal del Circuito de Conocimiento de Lorica adujo que CRISTIAN DAVID BRAVO NEZ era la persona que fue a buscar a los sicarios para que se presentaran a la residencia en la que se orden el homicidio, se dirigi con ellos hasta el sitio donde se llev a cabo la ejecucin y estuvo presente en la comisin del hecho punible (folio 405 c. p.). Con base en tal situacin fctica concluy que el procesado era responsable, a ttulo de coautor, de un concurso de delitos de homicidio agravado (folio 395).Al dosificar la pena, parti de una sancin para el tipo de homicidio agravado que oscilaba de cuatrocientos (400) a seiscientos (600) meses de prisin (folio 394, c. p.). Dichos extremos los dividi en cuartos. El primero, de cuatrocientos (400) a cuatrocientos cincuenta (450) meses. El segundo, de cuatrocientos cincuenta (450) meses y un (1) da a quinientos (500) meses. El tercero, de quinientos (500) meses y un (1) da a quinientos cincuenta (550) meses. Y el ltimo, de quinientos cincuenta (550) meses y un (1) da a seiscientos (600) meses (folio 394). Escogi el cuarto mnimo, esto es, el que se mueve entre los cuatrocientos (400) y los cuatrocientos cincuenta (450) meses de prisin, tras argir que concurri la circunstancia del inciso 1 del artculo 55 del Cdigo Penal (folio 393), pues si bien el acusado acept cargos en Montera, en el proceso no aparecen estipulados esos antecedentes penales (folio 393).

Individualiz la pena por el delito de homicidio agravado en cuatrocientos treinta y dos (432) meses. Fundament esa imposicin sealando como factores relevantes la gravedad del delito, la modalidad de la conducta, el bien jurdico afectado, as como el impacto social ocurrido:

[E]n esta [sic] caso, encontramos que la gravedad de la conducta de homicidio agravado cometida por el acusado CRISTIAN DAVID BRAVO NEZ es evidente, pues atent contra la vida, bien jurdico que se encuentra en lo ms alto de la cspide de los derechos fundamentales, al causar la muerte a unos jvenes con todo un futuro por delante []. [E]l procesado particip en el asesinato a sangre fra de dos (2) jvenes estudiantes con una carrera profesional prometedora, amn de que lo hicieron ejerciendo la actividad del sicariato que tanto perjuicio ha causado a la sociedad, adems una conducta como la desplegada por el condenado produce un impacto negativo en la comunidad y en la sociedad en general [folio 393].

Y, a dicho guarismo de cuatrocientos treinta y dos (432) meses, le aument veinticuatro (24) meses ms de prisin por el referido concurso con el delito de fabricacin, trfico y porte de armas de fuego o municiones, para una pena total de cuatrocientos cincuenta y seis (456) meses de prisin.3.2.2. La Fiscala y el abogado de las vctimas apelaron el fallo de la primera instancia arguyendo, en primer lugar, que el juez debi fijar el mximo en sesenta (60) aos o setecientos veinte (720) meses en el tipo penal de homicidio agravado (folio 445). En segundo lugar, que la seleccin del cuarto mnimo fue equivocada, pues claramente en la acusacin se est diciendo que el seor BRAVO NEZ es coautor y eso implica coparticipacin criminal (folio 44), y adems, no proceda el reconocimiento de la atenuante relativa a la ausencia de antecedentes penales.Y, en tercer lugar, que escogido el cuarto mximo como mbito para la fijacin de la pena, segn los factores del inciso 3 del artculo 61 del Cdigo Penal, deba cuantificarse en el tope de sesenta (60) aos de prisin.3.2.3. El Tribunal, en la sentencia impugnada, ratific la situacin fctica descrita por el juez de primera instancia para los delitos de homicidio agravado en concurso, en el entendido de que el acusado se hall presente cuando se hablaba de dar muerte a los jvenes Mateo y Margarita (folio 482), le correspondi llevar en la moto a quienes iban a dar muerte a los jvenes universitarios (folio 481) y estuvo en el lugar de los hechos en el momento en que se ejecutaba el [...] crimen (folio 481).Igualmente, descart la agravante prevista en el artculo 104 numeral 11 de la Ley 599 de 2000, adicionado por el artculo 26 de la Ley 1257 de 2008 ([s]i se cometiere contra una mujer por el hecho de ser mujer), toda vez que no debi ser impuesta por el ente acusador; en primer lugar, porque Mateo Matamala es una persona de sexo masculino; y, en segundo lugar, porque no existen en la carpeta elementos de conviccin que nos hagan inferir razonablemente que a Margarita Mara se le dio muerte por el solo hecho de ser mujer (folio 480). Sin embargo, precis que lo anterior no iba a incidir en la punibilidad, por cuanto no habr modificacin alguna en cuanto a las dems circunstancias de agravacin (folio 480).Por otro lado, rechaz el planteamiento de que la pena mxima del delito contra la vida alcanzara sesenta (60) aos (o setecientos veinte -720- meses), en lugar de cincuenta (50) aos (o seiscientos -600- meses) de prisin, aduciendo que lo que ensean las normas citadas [artculos 31 y 37 del Cdigo Penal] es que el aumento de hasta otro tanto no puede superar el mximo de sesenta (60) aos (folios 479-480). En cuanto a los antecedentes del procesado, seal que no se encuentra legalmente incorporada una evidencia o un elemento material probatorio que demuestre la existencia de la condena (folio 478).No obstante, les dio la razn a los apelantes respecto de reconocer la circunstancia de mayor punibilidad de que trata el numeral 10 del artculo 58 del Cdigo Penal ([o]brar en coparticipacin criminal). Es decir, que el juez debi moverse dentro del cuarto medio y no en el primer cuarto (folio 476).

Adicionalmente, indic que el aumento en funcin del concurso no debi ser de veinticuatro (24) meses como lo hizo el seor juez singular, pues los hechos fueron graves (folio 476) y adujo al respecto que ste olvid que se trataba de dos homicidios concurso homogneo e impuso la pena como si se tratara de uno solo (folio 476).

En este orden de ideas, precis que lo correcto era partir del delito ms grave, en este caso el homicidio, y luego hacer el aumento por el homicidio concurrente y el porte ilegal de armas (folio 475).Por lo anterior, procedi a dosificar de nuevo la pena, pero tomando como punto de partida los criterios esgrimidos por el seor juez (folio 476). Partiendo de unos extremos de cuatrocientos (400) a seiscientos (600) meses de prisin para el tipo penal de homicidio agravado, seleccion el primer cuarto medio que va de cuatrocientos cincuenta (450) meses y un (1) da a quinientos (500) meses (folio 476).

Individualiz la sancin en cuatrocientos ochenta (482) meses, resultado que se obtiene del aumento de los mismos treinta y dos meses que aument el seor juez de primera instancia al mnimo del cuarto mnimo (folio 473). Y, a dicha pena, le aument otros cincuenta (50) meses por el concurso con el segundo homicidio agravado, as como los veinticuatro (24) meses que en la providencia de primera instancia se aumentaron por el concurso con el porte ilegal de armas de fuego de defensa personal (folio 473), suma que arroj como resultado una sancin final de quinientos cincuenta y seis (556) meses de prisin.

Finalmente, sustent dichos incrementos aduciendo que fueron dos homicidios (folio 473) y que los hechos fueron graves en su modalidad y sus circunstancias (folio 473).

3.3. Posicin de la CorteLa Sala no encuentra en la actuacin surtida por los jueces de primer y segundo grado error alguno que repercuta en detrimento de las garantas judiciales de las vctimas. Las razones son las siguientes:3.3.1. En vigencia del Decreto Ley 100 de 1980, anterior Cdigo Penal, los parmetros de individualizacin de la pena de prisin estaban contemplados en los artculos 61 y 67 de dicho estatuto:Artculo 61-. Criterios para fijar la pena. Dentro de los lmites fijados por la ley, el juez aplicar la pena segn la gravedad y modalidades del hecho punible, el grado de culpabilidad, las circunstancias de atenuacin o agravacin y la personalidad del agente.

Adems de los criterios sealados en el inciso anterior, para efectos de la determinacin de la pena en la tentativa se tendr en cuenta el mayor o menor grado de aproximacin al momento consumativo; en la complicidad, la mayor o menor eficacia de la contribucin o ayuda; y en el concurso, el nmero de hechos punibles.

Artculo 67-. Aplicacin de mnimos y mximos. Slo podr imponerse el mximo de la pena cuando concurran nicamente circunstancias de agravacin punitiva y el mnimo, cuando concurran exclusivamente de atenuacin, sin perjuicio de lo dispuesto en el artculo 61.La Corte interpretaba tales disposiciones en el sentido de reconocerle al juez, en palabras del fallo CSJ SP, 14 sept. 2001, rad. 13241, una razonable discrecionalidad que la ley le otorga en la imposicin de la sancin penal. As lo explic la Sala en la providencia CSJ SP, 31 may. 2001, rad. 13765, reiterada en la sentencia CSJ SP, 14 sep. 2001, rad. 13241:

Reiteradamente ha precisado la Sala que el referido art. 61 del C.P. contempla el derrotero general regulador de los criterios para la imposicin de la pena, comenzando por la necesidad de atender a los concretos lmites para dichos efectos contemplados por el precepto que describe la conducta objeto de imputacin punitiva, con todas las circunstancias directamente incidentes en los tipos bsicos o especiales y las agravantes y atenuantes especficas concurrentes.Obtenido despus de dicha constatacin el marco de la pena dentro de los lmites que la incidencia de todos esos factores tienen sobre la concreta sancin a imponer, adquieren fundamental importancia los elementos atinentes a la gravedad y modalidades del delito, el grado de culpabilidad y la personalidad del agente, cuya deduccin es auspiciada en la ley precisamente a partir de la concesin al juez de un criterio de discrecionalidad y razonabilidad, con sujecin a los cuales finalmente debe determinar la pena deducible.Pero la ley no ha establecido en forma anticipada y con un criterio matemtico cul debe ser la proporcin de la pena que puede incrementar el valor de la que en forma abstracta se ha obtenido a travs de los elementos objetivos que la afectan, debiendo fluctuar dicha variable nicamente entre los lmites mnimos y mximos correspondientes de cara a su concreta individualizacin, pero existiendo precisamente un espacio y margen considerables de movilidad que corresponde al juez concretar.De este modo, los extremos punitivos, como se sabe, estn demarcados por el perentorio mandato de conformidad con el cual [s]lo podr imponerse el mximo de la pena cuando concurran nicamente circunstancias de agravacin punitiva y el mnimo, cuando concurran exclusivamente de atenuacin, sin que el especfico clculo de la pena, frente a la presencia de circunstancias como las referidas que son de privativa valoracin judicial, est supeditado por frmula alguna ni porcentajes previos.Por el contrario, el correcto entendimiento de dicha norma indica que slo se puede aplicar el mnimo previsto en los casos en que concurran solamente circunstancias de atenuacin, pero ese solo hecho, la concurrencia exclusiva de circunstancias de atenuacin, no conlleva la obligacin para el juez de imponer el mnimo, porque el anlisis del caso conforme al artculo 61 puede hacer aconsejable la aplicacin de pena mayor, tal conclusin se desprende de la expresin sin perjuicio de lo dispuesto en el artculo 61 que aparece al final de la norma comentada (artculo 67) (Cas. 25 de marzo de 1987), mojones a partir de los cuales goza el juez de plena autonoma en la imposicin de la sancin, pues la valoracin de los dems factores incidentes le corresponde por mandato legal y para ello no ha establecido el ordenamiento sobre la materia una camisa de fuerza cuantitativa exacta que por anticipado le indique los resultados de una operacin semejante.

Precisamente, el confuso planteamiento del casacionista supone que aun para deducir, conforme ha sucedido en este caso, la presencia de un ingrediente intensificador punitivo, como lo es el grado de culpabilidad, el juez debe hacerlo en un porcentaje tal que ante la concurrencia de otros factores la sancin no fuese a superar el tope mximo legal a imponer. Desde luego, esta proposicin es errada, pues mientras el sentenciador respete los lmites de la pena y motive expresamente el elemento que lo lleva a incrementar el reproche punitivo, no pueden operar como factores incidentales negativos aquellas circunstancias no predicables en cada caso.Con la entrada en vigencia de la Ley 599 de 2000, la situacin cambi, pues el legislador regl y redujo el mbito dentro del cual el juez poda individualizar la pena en razn de los factores discrecionales de ponderacin. Al respecto, el artculo 61 del Cdigo Penal, adicionado por el artculo 3 de la Ley 890 de 2004, regula lo siguiente:

Artculo 61-. Fundamentos para la individualizacin de la pena. Efectuado el procedimiento anterior [la determinacin de los mnimos y mximos aplicables], el sentenciador dividir el mbito punitivo de movilidad previsto en la ley en cuartos: uno mnimo, dos medios y uno mximo.El sentenciador slo podr moverse dentro del cuarto mnimo cuando no existan atenuantes ni agravantes o concurran nicamente circunstancias de atenuacin punitiva, dentro de los cuartos medios cuando concurran circunstancias de atenuacin y de agravacin punitiva, y dentro del cuarto mximo cuando nicamente concurran circunstancias de agravacin punitiva.

Establecido el cuarto o cuartos dentro del que deber determinarse la pena, el sentenciador la impondr ponderando los siguientes aspectos: la mayor o menor gravedad de la conducta, el dao real o potencial creado, la naturaleza de las causales que agraven o atenen la punibilidad, la intensidad del dolo, la preterintencin o la culpa concurrentes, la necesidad de la pena y la funcin que ella ha de cumplir en el caso concreto.

Adems de los fundamentos sealados en el inciso anterior, para efectos de la determinacin de la pena, en la tentativa se tendr en cuenta el mayor o menor grado de aproximacin al momento consumativo y en la complicidad el mayor o menor grado de eficacia de la contribucin o ayuda.En fallos como CSJ SP, 15 sept. 2004, rad. 19948, entre muchos otros, la Sala ha explicado el proceso de dosificacin punitiva previsto en el actual estatuto sustantivo de esta manera:

[C]orresponde, en primer lugar, establecer los lmites mnimo y mximo dentro de los cuales se ha de mover el juzgador, extremos a los cuales se puede acceder en palabras de la Sala de manera directa (consultando el tipo violado) o como fruto de aplicacin de las circunstancias modificadoras de tales lmites cuando stas han hecho presencia [CSJ SP, 27 may. 2004, rad. 20642].

Estas circunstancias derivan en ocasiones del comportamiento como tal y en otras de las condiciones de ejecucin del hecho o tambin de la persona del sujeto activo del delito, entre tales cabe mencionar las previstas en los artculos 27 (tentativa), 30 (complicidad), 32 numeral 7 inciso 2 (exceso en las causales de ausencia de responsabilidad), 56 (situaciones de marginalidad, ignorancia o pobreza extremas) y 57 (estado de ira e intenso dolor).

[] Una vez determinados los mencionados extremos, el paso siguiente consiste en precisar, como claramente se establece del artculo 61 del Cdigo Penal ([e]fectuado el procedimiento anterior), el mbito punitivo de movilidad dividindolo en cuartos: uno mnimo, dos medios y uno mximo.

nicamente despus de realizar esta labor, es posible descender a la cabal aplicacin de este artculo, que se traduce en seleccionar el cuarto o cuartos donde se va a ubicar definitivamente el fallador, lo cual depende exclusivamente de las circunstancias atenuantes o agravantes genricas que se estimen probadas en la sentencia, pero necesariamente deducidas fctica y jurdicamente en el pliego de cargos.Establecido el cuarto con fundamento en dichas circunstancias, la labor del juzgador se concreta a individualizar la pena dentro de sus linderos, para lo cual deber tener en cuenta la mayor o menor gravedad de la conducta (desvalor de la accin), el dao real o potencial creado (desvalor del resultado), la naturaleza de las causales que agraven o atenen la responsabilidad, etc., en los trminos de los incisos 3 y 4 del precepto.En este orden de ideas, en el Decreto Ley 100 de 1980, el juez gozaba de amplias facultades para la individualizacin de la pena, pudiendo determinarla dentro de los extremos mnimo y mximo legales en funcin de parmetros como la gravedad y modalidades del hecho punible, el grado de culpabilidad, las circunstancias de atenuacin o agravacin y la personalidad del agente (artculo 61 inciso 1 del anterior Cdigo Penal); y, en la Ley 599 de 2000, el funcionario slo la puede fijar de manera reglada, es decir, habiendo establecido previamente dentro de lmites un cuarto o unos cuartos de punibilidad, y con ese margen restringido estimar para la concrecin de la pena en el asunto bajo juicio criterios como la mayor o menor gravedad de la conducta, el dao real o potencial creado, la naturaleza de las causales que agraven o atenen la punibilidad, la intensidad del dolo, la preterintencin o la culpa concurrentes, la necesidad de la pena y la funcin que ella ha de cumplir en el caso concreto (artculo 61 inciso 3 del Cdigo actual).3.3.2. Pero lo anterior no significa que, una vez escogido de manera debida ese mbito reducido de punibilidad, el juez en la actual legislacin pierda, en palabras de la sentencia CSJ SP, 4 abr. 2002, rad. 11940, la facultad que le confiere [el legislador] al juzgador para que en cada caso valore las circunstancias concretas que rodean el hecho especfico.

La Sala, por supuesto, ha ratificado dicha postura para el sistema de cuartos de la Ley 599 de 2000. As, por ejemplo, en la providencia CSJ SP, 30 nov. 2006, rad. 26227, sostuvo:

[L]o primero que ha de hacer el juez es fijar los lmites mnimos y mximos de la pena establecidos en el tipo penal por el que se procede, disminuidos y aumentados en virtud de las circunstancias modificadoras de punibilidad concurrentes, que se aplican con base a las reglas que prescribe el artculo 60 del Cdigo Penal, conformndose de esta manera el llamado marco punitivo.

Enseguida procede establecer el mbito punitivo de movilidad, para lo cual se ha de dividir el marco punitivo en cuatro cuartos, determinados con base en los fundamentos no modificadores de los extremos punitivos, esto es, las circunstancias de menor y mayor punibilidad sealadas en los artculos 55 y 58 dem, mbito que viene a servir de barrera de contencin para limitar la discrecionalidad judicial, pues el juez slo podr ejercer su arbitrio dentro del tracto formado por los respectivos cuartos.El anterior criterio fue reiterado por la Corte mediante las sentencias CSJ SP, 29 sep. 2010, rad. 34939, y CSJ SP, 9 oct. 2013, rad. 39462. Y, en similar sentido, el fallo CSJ SP, 20 feb. 2008, rad. 21731.Adicionalmente, en la providencia CSJ SP, 10 jun. 2009, rad. 27618, la Sala, frente a un cargo por violacin directa de la ley sustancial debido a la interpretacin errnea del inciso 3 del artculo 61 del Cdigo Penal vigente (segn el cual los jueces no podan aumentarle al mnimo del cuarto escogido diecisis -16- meses, porque al valorar la intensidad del dolo lo hicieron de forma genrica y no concreta), reafirm dicha facultad discrecional del juez (aunque regulada, razonable y motivada) para efectos de la determinacin de la pena:Como el legislador prev las consecuencias para la realizacin de cada tipo penal al contemplar la clase de sancin y fija a su turno los criterios que ha de atender el operador judicial para su dosificacin, esto es, la cantidad o grado a imponer, el proceso dosimtrico debe descansar en dos pilares fundamentales: la discrecionalidad reglada y el sustento razonable, aspectos con los cuales se busca sembrar parmetros de proporcionalidad en la concrecin de la sancin al tiempo que permiten controlar la funcin judicial mediante el ejercicio del derecho de impugnacin, pues los criterios plasmados permitirn su ataque igualmente argumentado en aras de establecer la respuesta correcta a lo debatido.

As, el artculo 59 de la Ley 599 de 2000 seala de modo imperativo que toda sentencia debe contener la fundamentacin explcita sobre los motivos de la determinacin cualitativa y cuantitativa de la pena, adems, el artculo 61 establece una restriccin a la discrecionalidad del juez en el proceso de individualizacin de la misma al indicar la forma como debe dividir objetivamente el marco punitivo que resulta de la diferencia entre el lmite mayor y menor en cuartos: mnimo, en caso de no concurrir circunstancias agravantes ni atenuantes o slo presentarse estas ltimas; medios, cuando simultneamente concurran unas y otras; y mximo, si confluyen nicamente agravantes.Esa determinacin del mbito punitivo de movilidad es subsiguiente a la adecuacin tpica del comportamiento, la cual permite establecer los lmites previstos por el legislador, es decir, a este estadio se llegar siempre que el supuesto de hecho de la circunstancia moduladora de la punibilidad no haya sido considerado como causal agravante o atenuante del tipo bsico ante la prohibicin de doble incriminacin y, una vez determinado el cuarto correspondiente, con claros criterios de proporcionalidad se debe considerar la mayor o menor gravedad de la conducta, el dao real o potencial creado, la entidad de las causales que agravan o atenan la punibilidad, la intensidad del dolo, as como la necesidad y funcin de la pena.3.3.3. Aunque el artculo 59 del Cdigo Penal obliga al juez a incluir en la sentencia una fundamentacin explcita sobre los motivos de la determinacin cualitativa y cuantitativa de la pena, ello no significa que tenga el deber de analizar de manera pormenorizada, en los asuntos sometidos bajo su conocimiento, todos y cada uno de los factores previstos en los incisos 3 y 4 del artculo 61 del Cdigo Penal.

Lo anterior, por cuanto la cuantificacin de la pena dentro del mbito de movilidad legalmente establecido debe sujetarse a las particularidades de cada asunto, como ya se precis (3.3.2), y el juez, al motivarla, puede por esas mismas circunstancias destacar la importancia de unos criterios por encima de otros. Por ejemplo, priorizar el grado de afectacin del bien jurdico sobre la modalidad de imputacin subjetiva del tipo; o la funcin preventiva especial de la pena sobre los dems fines y factores de consideracin.

De hecho, los criterios orientadores de los incisos 3 y 4 del artculo 61 de la Ley 599 de 2000 estarn contenidos en todas aquellas apreciaciones atinentes a (i) la gravedad del injusto (desvalor de la accin, del resultado, atenuantes, etc.) y (ii) el grado de culpabilidad (entendida como el reproche que se le efecta al procesado por la realizacin de la accin). Por lo tanto, ser suficiente la motivacin que para imponer un concreto monto punitivo conlleve, en esencia, la valoracin de cualquiera de los aludidos parmetros.

3.3.4. Desde un punto de vista epistemolgico, se ha dicho en la doctrina que dichos aspectos de ponderacin, en tanto eminentemente valorativos, no pueden ser objeto de verificacin ni de refutacin por parte del superior jerrquico, ni de cualquier otro tipo de control ms all del cumplimiento del deber de motivar, as como de ceirse en la sustentacin a los criterios previstos en la ley:Una vez aceptada conforme a ciertas interpretaciones y pruebas la verdad jurdica y fctica de una imputacin dada, cules son los criterios pragmticos a los que el juez debe atenerse en la decisin sobre [] la cantidad [] de la pena? [] A diferencia de la denotacin, que permite una comprobacin emprica apta para fundar decisiones sobre la verdad o sobre la falsedad, la connotacin requiere sin embargo, inevitablemente, juicios de valor: en cuanto basados en referencias empricas, en efecto, los juicios de gravedad o levedad de un hecho suponen siempre, como se dijo, valoraciones subjetivas no verificables ni refutables. Es claro que los criterios de valoracin que presiden la connotacin y la comprensin son innumerables y variados. El art. 133 del cdigo penal italiano, por ejemplo, indica una larga serie de stos: la naturaleza, la especie, los medios, el objeto, el tiempo, el lugar y cualquier otra modalidad de la accin, la gravedad del dao o del peligro ocasionado, la intensidad del dolo o el grado de la culpa, los motivos para delinquir, el carcter del reo, sus antecedentes penales, sus modelos de vida, sus condiciones individuales, familiares y sociales. Se trata de indicaciones sin duda tiles para orientar al juez sobre los elementos a tener en consideracin. Estos criterios, aunque numerosos y detallados, no son sin embargo exhaustivos: por su naturaleza, la connotacin escapa en efecto a una completa predeterminacin legal. Y sobre todo, a causa de su inevitable carcter genrico y valorativo, carecen de condiciones para vincular al juez, al que sin embargo se remiten siempre los juicios de valor sugeridos por aqullos.

Son estos juicios de valor los que forman la discrecionalidad fisiolgica de la comprensin judicial. Sobre ellos sera vano pretender controles ciertos y objetivos. Slo se pueden avanzar dos rdenes de indicaciones, en el mtodo y en el contenido. En el plano del mtodo se puede y se debe pretender que los juicios en que se apoya la connotacin no sean sobreentendidos, sino explcitos y motivados con argumentaciones pertinentes que evidencien las inevitables premisas valorativas de los mismos. Entre stas, en un ordenamiento como el italiano, informado constitucionalmente por el respeto de la persona y el reconocimiento de su dignidad, est la del favor rei y, ms exactamente, la de la indulgencia y la simpata que [] se encuentran nsitas en la epistemologa de la comprensin equitativa de todas las circunstancias especficas del hecho y de su autor. De ello se sigue que el juicio debe ser tan avalorativo en la denotacin como valorativo en la connotacin; tan imparcial y exclusivamente vinculado a la ley y a las pruebas en la verificacin, como simpattico y abiertamente inspirado en los valores constitucionales en la comprensin. En cuanto al contenido, el objeto de la connotacin judicial debe limitarse al hecho enjuiciado y no extenderse a consideraciones extraas a l.El anterior punto de vista fue adoptado por la Corte en el fallo CSJ SP, 20 feb. 2008, rad. 21731, cuando resolvi un cargo segn el cual la decisin del Tribunal estaba basada en juicios dogmticos y en calificaciones que no permiten conocer cul fue el razonamiento que llev a la imposicin de una pena de ciento ochenta (180) meses de prisin. Para responder tal planteamiento, la Sala seal:

[U]na vez establecidos los lmites mnimo y mximo en lo que habr de individualizarse la sancin, la determinacin judicial de la pena obedece a una funcin eminentemente valorativa por parte del juez y, en consecuencia, su argumentacin en este sentido no puede depender del llamado tema de prueba, ni del sealamiento de los elementos de conviccin o de las piezas procesales con los que se ha encontrado al procesado responsable del delito que se le endilga.En este orden de ideas, le resultara imposible a la Sala desarrollar tesis jurisprudenciales con base en la aplicacin estricta de los criterios del artculo 61 del Cdigo Penal, para que los jueces impongan polticas u obedezcan a tendencias punitivas en la dosificacin de la pena. A modo de ejemplo, no podra aducirse que cada vez que haya una conducta cometida con dolo directo de primer grado (que equivale a la mayor intensidad de tal elemento subjetivo del tipo), el juez tendra que individualizar una pena cercana al mximo del cuarto elegido, porque en tales eventos es posible que concurran atenuantes o circunstancias de menor gravedad del injusto (por ejemplo, un resultado cercano al delito bagatela) que apuntaran a reconocerle al procesado el mnimo. Ni que cuando la accin se haya perpetrado con dolo eventual (una atribucin contigua a la denominada culpa con representacin), la sancin debera establecerse en un monto prximo al lmite inferior, pues el dao producido o la funcin preventiva de la pena podran sugerirle la imposicin del tope superior dentro del cuarto o cuartos seleccionados. Lo anterior no slo limitara al funcionario de tal manera que lo sustraera, en la prctica, de hacer justicia en el caso concreto, sino adems afectara gravemente los principios de independencia y autonoma judicial que se desprenden de la interpretacin sistemtica del artculo 230 de la Constitucin Poltica.3.3.5. Esta discrecionalidad razonable y razonada del juez para individualizar la pena conforme a las circunstancias particulares de cada asunto tambin debe extenderse, en los eventos de concurso, a la determinacin del incremento a la pena ms grave.

En principio, el inciso 2 del artculo 61 del Decreto Ley 100 de 1980, transcrito en precedencia (3.1.1), sealaba que, para efectos de la determinacin de la pena [] en el concurso, deba tenerse en cuenta, [a]dems de los criterios sealados en el inciso anterior (es decir, la gravedad y modalidades del hecho punible, el grado de culpabilidad, las circunstancias de atenuacin y agravacin y la personalidad del agente), el nmero de hechos punibles.

Con fundamento en dicho precepto, la Corte, en fallos como CSJ SP, 7 oct. 1998, rad. 10987, CSJ SP, 24 abr. 2003, rad. 18556, y CSJ SP, 15 may. 2003, rad. 15868, entre otros, precisaba que la concrecin de dicho aumento dependa, adems de los factores cuantitativos previstos en la ley, de (i) la cantidad de conductas concurrentes y (ii) la gravedad, as como las modalidades, de cada una de stas:[E]l fallador, de entre los varios ilcitos concurrentes, debe seleccionar cul fue en concreto el hecho punible que ameritara pena mayor, y para este efecto debe proceder a individualizar las distintas penas, con el fin de escoger la ms gravosa, y posteriormente decidir en cunto la incrementa, habida consideracin del nmero de delitos concursantes, su gravedad y sus modalidades especficas.

[] El problema se debe resolver dosificando la pena de cada hecho punible en el caso concreto conforme a los criterios de individualizacin del artculo 61 del C. P., y escogiendo como punto de partida el que resulte con la mayor sancin; es sobre esta pena sobre la que opera el incremento autorizado por el artculo 26 del Cdigo Penal, y su mayor o menor intensidad depende del nmero de infracciones y de su mayor o menor gravedad individualmente consideradas.Con la entrada en vigencia de la Ley 599 de 2000, la remisin a los criterios de la mayor gravedad del injusto, etc., as como la consagracin del criterio alusivo a la cantidad de delitos concurrentes, para efectos de fijar el aumento por el concurso de que trata el artculo 31 del actual Cdigo Penal, no fueron incluidas por el legislador en la norma pertinente, esto es, en el artculo 61 del actual Cdigo Penal.A pesar de este cambio legislativo, la Corte no abord de nuevo el tema con profundidad. En el fallo CSJ SP, 6 jun. 2012, rad. 38353, en una observacin de pasada, adujo al respecto que el incremento en razn del concurso dependa de los criterios de ponderacin previstos en el inciso 3 del artculo 61 de la Ley 599 de 2000:La individualizacin del incremento tambin est sujeta a los criterios legales para la imposicin de la pena. []Es de destacar que el inciso 1 del artculo 61 del Decreto Ley 100 de 1980 contemplaba como criterios para fijar la pena la gravedad y modalidades del hecho punible, el grado de culpabilidad, las circunstancias de agravacin o atenuacin y la personalidad del agente. Y el inciso 2 de la disposicin en comento sealaba que, para efectos de la determinacin de la pena en el concurso, se deba tener en cuenta adems el nmero de hechos punibles. El actual Cdigo Penal no reprodujo este ltimo precepto.

Por consiguiente, el incremento punitivo en razn del concurso de conductas punibles depende, en la actualidad, de los fundamentos para la imposicin de la pena sealados en el inciso 3 del artculo 61 del Cdigo Penal vigente, esto es:[] la mayor o menor gravedad de la conducta, el dao real o potencial creado, la naturaleza de las causales que agraven o atenen la punibilidad, la intensidad del dolo, la preterintencin o la culpa concurrentes, la necesidad de la pena y la funcin que ella ha de cumplir en el caso concreto.Al analizar en esta oportunidad dicha postura, la Sala advierte que no le faltan problemas. Por una parte, sostener en ese especfico contexto que el incremento punitivo por el concurso est sujeto a la valoracin de los criterios obrantes en el artculo 61 inciso 3 del Cdigo Penal no slo carecera de sustento normativo, sino adems reira con el principio de no volver sobre lo mismo dos veces, ya que tales aspectos debieron ser apreciados por el juez a la hora de individualizar la pena por cada comportamiento concurrente.Por otra parte, tampoco es afortunado sugerir que en la concrecin del aumento por el concurso no se puede apreciar el nmero de delitos que convergen, pues una tal valoracin es inherente al sentido del artculo 31 de la Ley 599 de 2000, en el cual la infraccin de varias disposiciones de la ley penal o varias veces la misma disposicin suscita la obligacin de determinar las sanciones que correspondan a las respectivas conductas punibles debidamente dosificadas cada una de ellas, adems de considerar la prohibicin de no exceder su suma aritmtica. La cantidad de ilcitos en la dosificacin de la pena se trata, por lo tanto, de un factor que al funcionario no le es posible desconocer.Recientemente, la Sala, en el fallo de segunda instancia CSJ SP, 12 mar. 2014, rad. 42623, resolvi una impugnacin segn la cual el incremento a la sancin ms grave no fue motivado por el juez, en el sentido que ste no deba valorar de nuevo los factores cualitativos del artculo 61 de la Ley 599 de 2000 (que debi haber estimado durante la determinacin de cada pena concurrente), sino nicamente estaba limitado por los aspectos cuantitativos del artculo 31 de ese estatuto, es decir, que el incremento no fuese ms all del otro tanto de la pena ms grave, ni de la acumulacin de las convergentes, ni del tope mximo de sesenta (60) aos de prisin.Sin embargo, en esa providencia, la Corte tambin dej abierta la posibilidad de que los funcionarios tuvieran en cuenta factores cualitativos como la cantidad de delitos y la ndole de stos. En palabras de la Corte:[C]laramente el artculo 31 regula de manera suficiente el tpico del incremento obligado de hacer por virtud del fenmeno concursal, limitando el arbitrio del juez exclusivamente a factores cuantitativos que dicen relacin con la cantidad de pena pasible de agregar al delito base.Ello significa que en la regulacin de cunto es ese aumento obligado de hacer en los casos de concurso de delitos, no inciden los factores especficos que gobiernan la individualizacin de la pena respecto de las ilicitudes individualmente consideradas.Si se advirtiera necesaria una objetivacin de las razones que motivan la aplicacin de la pena por el concurso de delitos, habra que decir que ellos remiten nicamente al tipo de delito concurrente y el nmero de estos, por un elemental criterio de justicia que impide sanciones irrisorias o inanes frente a delitos graves o un nmero considerable de los mismos.Dado el fin de unificar la jurisprudencia, la Sala, en esta oportunidad, aclara que el incremento punitivo en los casos de concurso depende, adems de los factores cuantitativos previstos en el artculo 31 del Cdigo Penal, de los siguientes criterios: (i) el nmero de conductas concurrentes y (ii) los principios de necesidad, proporcionalidad y razonabilidad, que tienen que ver con la gravedad, as como las modalidades especficas, de los delitos que concursan.Lo anterior, sin embargo, no encuentra fundamento en el artculo 61 de la Ley 599 de 2000, como equivocadamente lo manifest la Corte en pretrita ocasin, sino en la norma rectora consagrada en el artculo 3 del cdigo sustantivo:

Artculo 3-. Principios de las sanciones penales. La imposicin de la pena o de la medida de seguridad responder a los principios de necesidad, proporcionalidad y razonabilidad.

Esta disposicin, conforme a lo dispuesto en el artculo 13 del Cdigo Penal, equivale a la esencia y orientacin del sistema en materia de imposicin de penas, adems de que prevalece sobre las dems normas que contiene el estatuto, e incluso se constituye en el soporte para su interpretacin.

La necesidad est relacionada con la aptitud y eficacia de la sancin en la proteccin del bien jurdico afectado y los fines perseguidos. La proporcionalidad tiene que ver con la apreciacin de las circunstancias especficas del caso a la luz de su gravedad e importancia, para que la sancin no resulte exagerada frente a su concreta realizacin. Y la razonabilidad pretende erradicar todo juicio arbitrario o criterio subjetivo en la adopcin de las decisiones.

De ah que, cuando el funcionario ha fijado las penas por cada delito concurrente, escoge la sancin ms grave y la incrementa en razn del concurso, no slo tiene el deber de considerar lmites numricos como el hasta otro tanto, la suma aritmtica o el mximo de sesenta (60) aos de prisin, sino a la vez puede invocar aspectos valorativos como la cantidad de conductas y la mayor o menor gravedad de los comportamientos, as como las modalidades bajo las cuales fueron ejecutadas las acciones, en aras de que el resultado guarde armona con los fines del derecho penal de amparar bienes jurdicos, evitar sanciones excesivas e impedir en las decisiones judiciales el subjetivismo o la irracionalidad.Lo importante, en todo caso, es que si el juez se somete a los referidos parmetros, conserva esa facultad discrecional para determinar, con fundamento en las circunstancias de cada asunto, el incremento punitivo en los casos de concurso.3.3.6. Frente al tema de la individualizacin de la pena una vez elegido el cuarto de punibilidad aplicable, la Sala slo ha casado fallos de segunda instancia cuando (i) los jueces se han valido de criterios de ponderacin que no se derivan de los sealados en el Cdigo Penal y (ii) ello le ha representado al procesado la vulneracin de sus garantas judiciales.As, por ejemplo, en el fallo CSJ SP, 18 may. 2005, rad. 21649, la Sala cas oficiosa y parcialmente la sentencia del Tribunal, porque, entre otras cosas, reconoci un incremento punitivo que no poda tener en cuenta, vale decir, la existencia de antecedentes:El hecho de poseer antecedentes penales no es factor constitutivo de circunstancia de mayor punibilidad. Basta leer el artculo 58 del Cdigo Penal para arribar a tal conclusin. Y no pueden ser utilizados como ensea de una personalidad proclive al delito, porque la personalidad ya no es uno de los parmetros que permitan fijar pena (art 61.3 Cdigo Penal); y tampoco es posible inferir contra reo que si la carencia de antecedentes es causal de menor punibilidad (artculo 55 Cdigo Penal), su presencia lo sea de mayor punibilidad.Con claridad se percibe, entonces, la ruptura del principio de legalidad, o sea, la infraccin de los artculos 29 de la Constitucin Poltica y 6 del Cdigo Penal.

Y, en la sentencia CSJ SP, 20 feb. 2008, rad. 21731, la Corte tambin cas el fallo del ad quem luego de hallar en los criterios de determinacin de la pena por parte del ad quem [] la vulneracin del principio de prohibicin de exceso, por cuanto se vali de criterios ajenos al principio de culpabilidad al momento de individualizar la sancin, como tener en cuenta los antecedentes penales del procesado:Esto ltimo quiere decir que el ad quem, a pesar de que dentro de la motivacin del factor cuantitativo de la pena manifest atenerse a los criterios previstos en la ley para su determinacin, slo consider como aspecto relevante para la imposicin de tan altsima pena, adems de ciertas estimaciones generales y abstractas acerca de la gravedad del delito de extorsin, la personalidad del procesado basada en la existencia de condenas anteriores por conductas punibles en su contra []Tal criterio no puede ser compartido por la Corte, pues si bien es cierto que cuando cas el cargo formulado por el demandante esta Corporacin sostuvo que el funcionario judicial, en ejercicio del poder de connotacin que le asiste en la fijacin de la pena, ostenta una notoria facultad discrecional basada en valoraciones tan irrefutables como imposibles de verificar, tambin lo es que no puede atenerse a criterios excluidos del ordenamiento jurdico, como el relativo a la personalidad del agente del que trataba el artculo 61 del Decreto Ley 100 de 1980, ya que ste no se encuentra previsto en la Ley 599 de 2000 como parmetro de individualizacin de la pena.

[] Adicionalmente, si de acuerdo con el principio de culpabilidad sta se constituye en medida de la pena, y si la misma se ha definido como el reproche que se le debe efectuar a quien realiza el injusto, resulta claro que, en un objeto de connotacin orientado exclusivamente al delito que se cometi, cualquier estimacin relacionada con la personalidad del agente tiene que ajustarse de manera directa a las circunstancias que rodearon la conducta punible, y no a consideraciones ms cercanas al derecho penal de autor que a otra cosa, como sustentar una mayor afectacin del bien jurdico por el hecho de que el autor ostenta una personalidad proclive al delito o, en otras palabras, porque se trata de un delincuente, que fue lo que en ltimas adujo el Tribunal.3.3.7. En el asunto que concita la atencin de la Corte, el juez de primer grado, como ya se rese (3.2), conden a CRISTIAN DAVID BRAVO NEZ como coautor de los delitos de homicidio agravado y fabricacin, trfico y porte de armas de fuego o municiones a la pena principal de cuatrocientos cincuenta y seis (456) meses o, lo que es lo mismo, a treinta y ocho (38) aos de prisin.Los aqu demandantes impugnaron esa dosificacin tras aducir, en sntesis, que el tipo penal de homicidio agravado ostentaba como extremo punitivo una sancin de sesenta (60) aos de prisin y que dicho monto deba ser impuesto en el presente caso una vez escogido como mbito de movilidad el correspondiente al cuarto mximo.El Tribunal, en el fallo objeto del recurso extraordinario, les hall la razn a los recurrentes en ciertos temas y les desestim otros. Por ejemplo, ante la peticin de determinar la sancin en el cuarto mximo, concluy que lo correcto era establecerla en el primer cuarto medio, luego de aducir que concurra una circunstancia de mayor punibilidad y, a la vez, una de menor. En cuanto a la solicitud de individualizar la pena en el tope superior, reconoci que los comportamientos eran graves, pero decidi respetar el criterio impositivo del a quo tanto en la fijacin del monto por el delito de homicidio agravado como en el aumento que por razn del concurso le reconoci el a quo, de veinticuatro (24) meses de prisin, del cual indic que la primera instancia lo haba aplicado slo respecto del delito contra la seguridad pblica.Es decir, el cuerpo colegiado de segunda instancia, ante la impugnacin de la Fiscala y el apoderado de las vctimas, poda atenerse a las individualizaciones e incrementos del juez de primer grado, o bien asumir otro criterio y fijarlos en los topes mximos sugeridos en la apelacin, o incluso en unos guarismos inferiores, pero que considerase ajustados a las circunstancias particulares del asunto. Decidi en ltimas lo primero, en ejercicio de sus facultades discrecionales en la imposicin de la pena.

De ah que individualiz el delito considerado ms grave (cualquiera de los homicidios) en cuatrocientos ochenta y dos (482) meses, a los cuales les sum cincuenta (50) meses por el otro delito contra vida (tras estimar que ese aumento haba sido pretermitido por la primera instancia) y los veinticuatro (24) meses que agreg el a quo en razn del concurso por el delito contra la seguridad pblica. Todo lo anterior arroj una sancin definitiva de quinientos cincuenta y seis (556) meses, es decir, de cuarenta y seis (46) aos y cuatro (4) meses de prisin.Ahora, los recurrentes pretenden con la presentacin de la demanda que la Corte, so pretexto de una violacin directa de la ley sustancial por interpretacin errnea del inciso 3 del artculo 61 de la Ley 599 de 2000, aumente ese guarismo al mximo de sesenta (60) aos de prisin, o bien a una pena en la cual la sancin por el delito ms grave haya sido fijada en seiscientos cuarenta (640) meses de prisin.

Los argumentos que en este sentido trajeron a colacin los profesionales del derecho giran alrededor de la gravedad del injusto, el nmero de circunstancias de agravacin y la imputacin subjetiva del tipo (la decisin no se compadece con la cantidad de agravantes, ni con la crueldad y sangre fra en que se cometi ese asesinato [], ni la intensidad del dolo demostrado, adems de constituir una afrenta a la dignidad de las vctimas y sus familias -folio 230). En otras palabras, en los parmetros consagrados en el inciso 3 del artculo 61 del Cdigo Penal.

La Sala, al respecto, no encuentra error trascendente en casacin, ni tampoco en la dosificacin punitiva efectuada, por lo menos en lo que a los derechos de las vctimas atae. En primer lugar, es cierto que ni el funcionario de primera instancia ni los jueces de segunda individualizaron la pena para cada uno de los delitos concurrentes. Sin embargo, no rie con la razn concluir que la sancin del otro delito de homicidio agravado, al haber sido cometido en las mismas circunstancias del ms grave, tena que ostentar idntica pena, a menos que expresamente se explicase lo contrario. As mismo, la sancin por el delito de fabricacin, trfico y porte de armas de fuego o municiones, debido a su falta de determinacin, no poda exceder del mnimo del tipo vigente para la poca de los hechos, en este caso, de cuatro (4) aos de prisin (artculo 365 inciso 1 del Cdigo Penal, modificado por el artculo 38 de la Ley 1142 de 2007). Y los incrementos que aplic el ad quem, de cincuenta (50) meses debido al delito contra la vida, por un lado, y de veinticuatro (24) meses en razn del comportamiento contra la seguridad pblica, por el otro, no superaron el hasta otro tanto de cuatrocientos ochenta y dos (482) meses de prisin (la pena objetivamente ms grave), ni el resultado final de quinientos cincuenta y seis (556) meses sobrepas la suma que arroja la individualizacin de todos los comportamientos concurrentes, ni fue ms all del lmite de sesenta (60) aos de prisin.En segundo lugar, el juez de primer grado, habiendo seleccionado un cuarto de punibilidad de cuatrocientos (400) a cuatrocientos cincuenta (450) meses, estableci la pena para el delito de homicidio agravado en cuatrocientos treinta y dos (432) meses de prisin. Es decir, escogi un guarismo ms cercano al lmite mximo que al mnimo. Y fundament en el caso concreto dicha imposicin en forma coherente, para lo cual invoc dos aspectos contemplados en el inciso 3 del artculo 61 del Cdigo Penal: la mayor gravedad del injusto (la gravedad de la conducta [] es evidente, [] al causar la muerte a unos jvenes con todo un futuro por delante -folio 393, c. p.) y la funcin de prevencin general positiva de la pena (una conducta como la desplegada [] produce un impacto negativo en la comunidad -folio 393). El uso de la facultad discrecional en la determinacin de la pena, por lo tanto, fue razonable y jurdicamente motivado por el juez.En tercer lugar, el Tribunal no incurri en yerro alguno al aceptar que los hechos fueron graves (folio 476) y concluir que deba respetar el arbitrio del funcionario a quo al fijar la pena. Por eso, en el mbito seleccionado (de cuatrocientos cincuenta -450- a quinientos -500- meses), estableci la pena en idntica proporcin a la de la primera instancia (treinta y dos -32- meses), por lo que qued la