Sparks, Kerrelyn - Love at Stake 13.5 - V is for Vamp Woman

7/25/2019 Sparks, Kerrelyn - Love at Stake 13.5 - V is for Vamp Woman

http://slidepdf.com/reader/full/sparks-kerrelyn-love-at-stake-135-v-is-for-vamp-woman 1/66



Vampires Gone Wild

Kerrelyn Sparks

2

Esta traducción fue realizada por un grupo de personas que de manera altruista y

sin ningún ánimo de lucro dedica su tiempo a traducir, corregir y diseñar libros defantásticos escritores. Nuestra única intención es darlos a conocer a nivelinternacional y entre la gente de habla hispana, animando siempre a los lectores a

comprarlos en físico para apoyar a sus autores favoritos.

El siguiente material no pertenece a ninguna editorial, y al estar realizado poraficionados y amantes de la literatura puede contener errores. Esperamos que

disfrute la lectura.



Vampires Gone Wild

Love At Stake #13.5



Vampires Gone Wild

Kerrelyn Sparks

4

Índice

Sinopsis

Capítulo 1 Capítulo 2 Capítulo 3 Capítulo 4 Capítulo 5 Capítulo 6

Sobre la Autora Próximo Libro

¡Visítanos!



Vampires Gone Wild

Love At Stake #13.5

Sinopsis

Pamela decide arrojar sus formas correctas y formales por el spandex y una

máscara para ayudar a combatir a los renegados. Ahora bien, si tan sólo ella noestuviera tan distraída por el vampiro sexy luchando a su lado…

Love At Stake #13.5



Vampires Gone Wild

Kerrelyn Sparks

6

V es por VampWoman



Vampires Gone Wild

Love At Stake #13.5

Capítulo

Como hombre de pocas palabras, Mikhail Kirillov nunca declaró lo obvio. Sus

compañeros eran lo suficientemente inteligentes como para llegar a la mismaconclusión que él. El soplón de Zoltan los había traicionado, y ahora les habíateletransportado a una trampa.

Mikhail escaneó al grupo de Malcontents que surgió del bosque cercano yque se reunió en el prado iluminado por la luna, gruñendo y golpeando sus puñoscontra los escudos. Estaban armados con espadas, lanzas y hachas. Un mortalpodría asumir que estos matones vampiros estaban atrapados sin remedio en elpasado, pero Mikhail lo sabía bien. Los Malcontents preferían sus batallas de cercay sangrientas. El olor de la sangre en el aire los conducía a lo salvaje.

Completó su plantilla.—Treinta y seis a cuatro.

—Podría ser peor —susurró J. L.

—Cada uno liquidamos a nueve —dijo Jack—. Podemos hacerlo.

Zoltan asintió.

—Deberíamos luchar en círculo, por lo que nuestras espaldas estaránprotegidas.

Mikhail frunció el ceño mientras sus compañeros sacaban sus espadas. Laidea de Zoltan no era mala, pero eso limitaría severamente su movilidad. Y si habíauna cosa que Mikhail valoraba, era una vida sin limitaciones.

La libertad de los estragos del tiempo y la enfermedad. Libertad para vivir,sin embargo, le gustaba luchar cuando quería. En más de seiscientos años debatalla, nadie había estado a punto de derrotarlo. Como resultado, se habíaconvertido en un guerrero feroz y agresivo, pero nunca un gran jugador de equipo.

No es que él no se preocupara por sus amigos. Solo veinte minutos antes, Jack

había anunciado con una gran sonrisa que su esposa Lara, estaba embarazada.Mikhail podría por sí solo aniquilar a todo un ejército de Malcontents paragarantizar que Jack volvería con su esposa, a pesar de que era poco probable quenecesitara ayuda. Jack, era también conocido como Giacomo di Venezia, eraprobablemente el mejor espadachín de vampiros en el planeta. Jean-Luc Echarpeno estaría de acuerdo, pero estaba demasiado ocupado diseñando ropa tonta,mientras Jack y Mikhail estaban ayudando a Zoltan a destruir un anillo de tráficode humanos en la cual los Malcontents tenían una sede en Albania.



Vampires Gone Wild

Kerrelyn Sparks

8

Como Maestro del Aquelarre del este de Europa, Zoltan Czakvar podíaarreglárselas él mismo en una pelea con espadas. Era J.L. Wang quién teníapreocupado a Mikhail. El ex agente especial del FBI era un joven americanovampiro y probablemente estaba más cómodo con una pistola en la mano que conuna espada.

Un chirrido metálico atravesó el aire cuando los Malcontents sacaron susespadas. Ellos gritaron insultos a través del campo, sin duda sintiéndosearrogantemente seguros de su superioridad numérica.

Era la hora de mejorar las probabilidades. Con un movimiento rápido,Mikhail alcanzó detrás de su espalda el arma y la sacó de la funda de cuero. Era unenorme espadón, tan pesado que la mayoría de los mortales encontraban difícil ellevantarla con las dos manos. Con la mano izquierda, sacó un hacha de guerrarecién afilada de su cinturón.

Su rugido retumbó en todo el campo, haciendo que los Malcontents seestremecieran. Cuando cargó hacia ellos, vio ese cálculo en sus ojos brillantes. Aligual que los meteorólogos que veían huracanes entrantes, estaban prediciendodónde y cuándo iba a tocar tierra.

Punto muerto. Los vampiros en el medio alzaron sus espadas y escudos porla anticipación. Los extremos de la línea de batalla avanzaron, con la esperanza derodearle y encerrarle.

Mikhail se teletransportó a la banda derecha, y con un poderoso golpe de suespada, cortó tres cabezas. Antes de que los muertos se desintegraran

completamente en tres montones de polvo, se teletransportó a la banda izquierda ydecapitó a tres Malcontents más. Con una última parada en el centro de la línea,liquidó a tres más, entonces se teletransportó de vuelta con sus compañeros. Todala maniobra había durado menos de cinco segundos.

Conmocionados, los Malcontents estaban a tientas. Una docena sucumbió almiedo y se teletransportaron lejos.

Mikhail tomó una respiración profunda, y luego gritó otro grito de guerramientras levantaba la espada y el hacha de guerra. Eso por sí solo era suficientepara hacer que tres Malcontents más se mearan antes de teletransportarse.

Detrás de él, sus compañeros se rieron.

—Ahora somos doce contra cuatro —dijo Zoltan.

—Así se hace, Mikhail —añadió J.L.

—¿A qué estamos esperando? —preguntó Jack.



Vampires Gone Wild

Love At Stake #13.5

Con un grito, cargaron contra los Malcontents. Mikhail despachó a dos conun golpe de su espada, y luego se dio la vuelta para eliminar a un tercero con suhacha. Una rápida mirada le aseguró que sus compañeros se encontraban bien. Jack había matado a dos y estaba con un tercero, un chico feo, con una cicatriz en ellado de su cara. Zoltan y J.L habían matado a uno y luchaban contra un segundo

oponente.

Eso dejaba a dos Malcontents. Mikhail los vio intentando acercarsesigilosamente a J.L y a Zoltan desde atrás. Un comportamiento típico de losMalcontents. Apuñalando a alguien por la espalda.

Él se teletransportó hacia el primero, el Malcontent se convirtió en polvo, yluego fulminó a un segundo Malcontent.

—Bu.

Con un chillido, el segundo Malcontent se teletransportó lejos. Mikhail acuñóel hacha debajo de su cinturón y se volvió para ver el final de la batalla.

Una explosión de música se unió el sonido metálico de las espadas. Mikhailinclinó la cabeza. La música parecía venir de la chaqueta de Jack. Unainterpretación muy animada de "Eso es Amore".

Con una maldición entre dientes, Jack se abalanzó sobre su oponente,causando que Cara Marcada saltara dos metros. Con la mano izquierda, Jack sacósu teléfono móvil y le echó un vistazo.

—No tienes que contestar —murmuró Mikhail.

—Es Lara. — Jack continuó luchando con Cara Marcada—. Si no contesto, sepreocupará.

Mikhail soltó un bufido. Gracias a Dios había evitado la trampa en la que lamayoría de sus amigos habían caído. Matrimonio.

¿Y niños? Nunca jamás.

—Hola, bellissima —contestó Jack al teléfono. Su oponente intentó aprovecharsu dividida atención al correr hacia adelante, pero Jack fácilmente lo hizo

retroceder.—Este no es un buen momento, Lara. ¿Puedo volver a llamarte en unos

veinte minutos? — Jack miró al lateral cuando Zoltan terminaba con su agresor—.Que sean diez minutos.

Hubo una pausa mientras Jack paró con Cara Marcada.

—No, no hay nada que hacer. Estamos perfectamente seguros. —Él



Vampires Gone Wild

Kerrelyn Sparks

10

hábilmente manejó una estocada certera—. ¿Ese ruido de choque? Oh, es sóloalgunos de los chicos que hacen práctica de espada.

Ahogando un gemido, Mikhail deslizó su espada en su vaina. J.L Wangseñaló a su oponente en el corazón, convirtiéndolo en polvo. Se unió a Mikhail y a

Zoltan cuando estaban cerca, mirando a Jack.—No, cariño, no tienes que esperarme para la cena. — Jack saltó, fallando un

golpe bajo con la intención de cortar a través de las rodillas—. Estaré en casapronto. ¿Podrías poner una botella de Blardonnay en la nevera para mí?

Mikhail giró los ojos. Con un suspiro de resignación, Zoltan envainó laespada. Jack pudo haber matado a Cara Marcada hacía cinco minutos si noestuviera tan distraído.

—Si tienes hambre, sigue adelante y come. — Jack fácilmente esquivó otro

ataque frenético—. Estás comiendo por dos, ya sabes.Mikhail gimió. J. L. miró su reloj.

—¿Qué? No, no creo que estés gorda. Creo que estás… ¡Mierda! — Jack saltóhacia un lado para evitar el destripamiento—. No, hermosa, me refiero a que no.

—¡Basta! —Mikhail se acercó hacia delante, cogió la mano de Cara Marcadapor el puño, y la apretó hasta que el vampiro gritó de dolor y dejó caer su espada.Entonces Mikhail le dio un puñetazo en la mandíbula, enviándolo a volar de vueltaa unos veinte metros, donde se dejó caer en el suelo, aturdido.

Jack asintió agradecido a Mikhail, luego se alejó una distancia corta paracontinuar su conversación telefónica.

—Lara, creo que eres más hermosa que nunca. —Él deslizó su espada en lavaina—. Sé que extrañas el trabajo de campo, pero nos pusimos de acuerdo en queno debes tomar ningún riesgo en estos momentos. Sí, es perfectamente seguroaquí, pero, ¿por qué hace eco mi voz? ¿Me pusiste en altavoz? Lara… —Se detuvocuando una forma se materializó cerca.

No podía ser Lara, pensó Mikhail, cuando una forma oscura se concretó en laluz de la luna. Como mortal, Lara no tenía la habilidad de teletransportarse.

Este era un vampiro y definitivamente femenina. Su cabeza estaba cubiertacon una tapa de látex negro que incluía una máscara sobre sus ojos. Quienquieraque fuese, era impresionante. Botas negras de cuero y guantes, y el resto de sucuerpo estaba abrazado con látex negro. Piernas largas y delgadas, caderas bienredondeadas, una esbelta cintura ceñida apretada con un cinturón de herramientasde cuero, y los pechos eran firmes y llenos. No demasiados llenos, se corrigió en suevaluación, pero lo suficientemente llenos como para encajar perfectamente en sus



Vampires Gone Wild

Love At Stake #13.5

manos. No es que él pretendiera…

Sus pensamientos se detuvieron en seco. Su cuerpo parecía familiar. Sólo lamitad inferior de su cara estaba expuesta, pero eso, también, le resultaba familiar.¿Dónde había visto esos labios? Así rosa y delicados. Y la forma en que levantó la

barbilla con una ligera inclinación, como si pudiera marchitar las bolas de unhombre con una arrogante, desdeñosa mirada: había visto eso antes en un realityshow en el Vampire Digital Network. Él no solía ver la televisión, pero eso era unespectáculo que no se había perdido.

¿Era realmente ella? ¿Cuántas veces la había imaginado desnuda sobre unmontón de pieles?

Ella giró alrededor, su capa de seda negro ondulando a través del airemientras examinaba los alrededores. Aparentemente convencida de que no estabaen peligro, se enfrentó a ellos, asumiendo una actitud dramática. Botas negras

abiertas, los puños enguantados en las caderas, el pecho empujado hacia adelante,y el mentón levantado cuando los miró. Hizo un gesto imperioso hacia Zoltan,después a J. L.

Mikhail la observó con atención mientras su mirada se movió hacia él. Susojos se abrieron, entonces rápidamente se centran en otros lugares.

Definitivamente era ella. Sus ojos eran de un tono extraño de color azul. Azullavanda. En más de seiscientos años, nunca había visto a nadie con los ojosparecidos a los de ella. Era la más hermosa mujer vampiro en el mundo. Pordesgracia, también era presumida y arrogante.

Había habido muchas ocasiones en los años en que pudo haberla conocido enpersona. Él siempre la vio a través de la sala de baile en las grandes fiestas deRoman. Tenía que vestir uno de sus tenues vestidos de estilo Regency y apilar supelo rubio y brillante en la cabeza con unos rizos deslizándose por su hermosocuello.

Desnuda sobre un montón de pieles. Él siempre había tenido cuidado demantener su distancia, porque sabía que si se acercaba demasiado, querríaarrastrarla a una cueva.

No es que tuviera una cueva. Había algo en ella que agitaba al hombre de lascavernas en él, calentando su sangre hasta que era conducido a la conquista y elpillaje. Sin duda, quería posarse en una tumbona de satén en un salón elegante,mientras sorbía Chocoblood caliente en una taza de té de porcelana y entablabauna conversación ingeniosa. La quería desnuda y mojada en un montón de pieles.

Ella tenía un nombre largo, de lujo, pero él prefería pensar en ellasimplemente como Pam. Desnuda y mojada y jadeante en una pila de pieles.



Vampires Gone Wild

Kerrelyn Sparks

12

—Buenas noches, señores —se dirigió a ellos con su acento británicocrujiente—. Jack, puedes informar a Lara que he llegado bien.

Jack bajó la voz.

—Lara, ¿qué has hecho?

Mikhail se inclinó hacia un lado para ver a Cara Marcada, que estaba todavíaen el suelo. Los ojos del Malcontent estaban abiertos, y estaba mirando de reojo aPam.

—Sé que dije que era seguro aquí —continuó Jack—, pero no deberías haberladejado venir. —Él miró a la mujer en látex—. ¿Quién demonios es ella?

Detrás de Pam, Cara Marcada se puso en pie. Mikhail se puso tenso, listopara atacar.

—¡Soy VampWoman! —Pam agarró los bordes de su capa y levantó losbrazos de repente, como si planeara tomar vuelo. Lo único que logró hacer fuedarle una paliza a Cara Marcada cuando él se abalanzó por ella.

—Oh, querido. Lo siento mucho. —Ella volvió a mirar a su cuerpo arrugadoen el suelo. Debió darse cuenta de que era un Malcontent, porque se giró paraenfrentarse a ellos con un gesto victorioso de su capa—. Quería hacer eso.

Mikhail soltó un bufido. Arrogante como siempre.

Ella levantó la barbilla y trató de mirarlo desde lo alto, una tarea imposible,

ya que él era un buen pie más alto que ella. La devolvió la mirada tranquilamentehasta que las mejillas estuvieron encendidas de un rosa pálido, y ella miró haciaotro lado.

Zoltan dio un paso hacia ella.

—¿Lady Pamela?

Ella se estremeció.

—¿Quién? —preguntó Mikhail, incapaz de resistirse a incitarla.

Ella le lanzó una mirada molesta, luego se volvió hacia Zoltan.—Este es un muy desafortunado desarrollo ya que tenía la esperanza de

mantener mi verdadera identidad en secreto. No esperaba que alguien pudiera vermás allá de mi disfraz completo.

Con un suspiro, ella hizo un gesto con la mano en el aire.

—En retrospectiva, me doy cuenta de que es casi imposible ocultar a alguien



Vampires Gone Wild

Love At Stake #13.5

tan famoso como yo. —Lanzó otra mirada irritada a Mikhail.

Una esquina de su boca se curvó hacia arriba, y ella se puso rígida antes devolver a Zoltan.

—En cualquier caso, esto no significa mucho. Ya que estamos todos en elmismo equipo…

—¿Nosotros? —preguntó Mikhail. Los ojos de ella brillaban con la mirada.Maldición, era hermosa, incluso cuando estaba enfadada.

Ella se alejó de él.

—Como estaba diciendo antes de que fuera tan groseramente interrumpida…ya que estamos trabajando juntos, estoy segura de que puedo confiar en sumáxima discreción.

—Lady Pamela… —comenzó Zoltan.—VampWoman —le corrigió ella—. Voy a agradecer que me aborde

adecuadamente mientras estoy en el traje.

—Lara, te llamo. — Jack guardó su teléfono móvil—. ¿Qué estás haciendo,Lady Pamela? ¿Es una especie de juego en el que se disfrazan como superhéroe?

Ella plantó sus manos en sus caderas.

—Esto no es un juego. Soy bastante seria, voy a tener que hacerlo, sabes.

—Podría ser peor. — Sonrió J.L—. Ella podría pretender ser un supervillano.

—No pretendo —insistió—. He trabajado durante quince días en este traje. Yestudié esgrima y artes marciales durante seis meses. Te aseguro que estoydispuesta a luchar contra el mal.

—¿Por qué? —preguntó Mikhail.

Ella le lanzó una mirada exasperada.

—¿Por qué no? Tengo mis razones, y ellos no son ninguna preocupación parati.

Mientras Zoltan se lanzaba a explicar que seis meses de lecciones apenasbastaban cuando el Malcontents tenían siglos de experiencia, Mikhail inclinó lacabeza para mirar a su alrededor. En el bosque cercano, un gran grupo deMalcontents se teletransportaron. Al parecer, los cobardes que habían huidoanteriormente volvían ahora con refuerzos. Tenía que haber más de cincuenta deellos.



Vampires Gone Wild

Kerrelyn Sparks

14

—¿Armas? —interrumpió él la charla de Zoltan.

Ella le dirigió una mirada helada.

—¿Cuándo adquiriste la capacidad de hablar más de una sílaba a la vez?

Él se acercó más.

—¿Armas?

Su barbilla subió otro nivel.

—Por supuesto. Vine bien preparada. —Pasó de nuevo su capa para revelarsu cinturón de herramientas—. Tengo una espada, un surtido de cuchillos yestrellas ninja, una pistola automática con cargadores adicionales, y variasgranadas de mano.

—¿Granadas de mano? — J.L le dio una mirada de incredulidad—. ¿Por quéquieres eso?

—Estaban a la venta. —Se quedó sin aliento cuando Mikhail la agarró por lacintura—. ¡Suéltame, bruto! —Arrancó una granada de su cinturón deherramientas, arrancó la hebilla, y la arrojó al bosque—. ¿Cómo te atreves…? —Suvoz se interrumpió cuando él la apretó contra su pecho mientras se retorcíaalrededor.

Una fuerte explosión retumbó, seguido de gritos. Él se encorvó sobre ellacuando las ramas y las hojas llovieron sobre su cabeza y hombros.

Zoltan, J.L, y Jack desenvainaron sus espadas y se lanzaron al bosque paradestruir a los supervivientes. Él tenía que ir con ellos, pero Pam se aferraba a él,agarrando un montón de su negra camiseta con los puños.

Ella estaba en sus brazos, al fin.

Desnuda sobre un montón de pieles. Él negó con la cabeza. No podíaarriesgarse a esos pensamientos en estos momentos. Demasiada lujuria, y sus ojosse iluminarían de color rojo.

—¿Estás bien?

Ella asintió, con la cara apretada contra su pecho.

—¿Qué pasó? —Ella levantó la cabeza, y sus ojos se encontraron.

Azul lavanda. El color provocó al instante una oleada de anhelo tan intensoque se olvidó de respirar. El tiempo se congeló, y se estaba ahogando cuando losrecuerdos inundaron su cabeza, recuerdos de amor, alegría y todo lo que era bello



Vampires Gone Wild

Love At Stake #13.5

en el mundo.

Con un movimiento de su cabeza, cerró los ojos. No podía caer en esa trampade nuevo. El dolor y la culpa casi lo habían destruido.

—Oh, querido. ¿Sientes dolor? ¿Estás herido?

Sí, estaba con dolor, pero había sido una bofetada en la cara que necesitabaurgentemente. Él había prometido hacía siglos que nunca se involucraría con otramujer vanidosa y egoísta. El daño de la primera había devastado su corazón, ynunca podría permitirse ser vulnerable que otra vez.

Su mente se compuso, abrió los ojos. Por desgracia, con una mirada hacia ella,al instante se vio sacudido por una nueva ola de lujuria. La agarró por los huevos yla apretó firmemente. Maldita sea, él la quería desesperadamente.

Agarrándola por la parte superior de los brazos, la movió hacia atrás unoscentímetros.

—Estoy bien. Libérame, para poder ayudar a los demás.

Ella le dio una mirada en blanco, entonces jadeó.

—¡Oh! No me di cuenta. —Ella soltó su agarre sobre su camiseta—. Oh,querido, he arrugado tu camisa. Pido disculpas. —Ella trató de suavizar lasarrugas.

Apretó los dientes ante la sensación de sus manos frotando su pecho.

Desnuda y mojada sobre un montón de pieles. Su ingle se hinchó. ¡Ahora no,maldita sea!

Sus manos se detuvieron.

—¿Estás usando chaleco antibalas debajo de esta camisa? —Su mirada selevantó y se cerró con la de él una vez más.

Sus pantalones de cuero se hincharon.

—No.

—Oh. —Ella dio un paso atrás, sus mejillas sonrojándose—. Te pido perdón.No sabía que un hombre podía ser tan... duro.

No tienes ni idea. Se dio la vuelta bruscamente cuando su visión se volvió decolor rosa.

—¡Dios mío! Debo de haberte ofendido —dijo en un apuro—. Obviamente, nohago un hábito sentir el pecho de los hombres. No recuerdo que mi difunto marido



Vampires Gone Wild

Kerrelyn Sparks

16

fuera... bueno, era mucho más refinado. Un vizconde, en realidad.

Un culo de caramelo. Mikhail ordenó a sus ojos que dejaran de brillar, perono funcionó. Pam remilgada y formal estaría impresionada.

—No creo que se nos haya presentado formalmente —continuó ella—. SoyLady...

—Sé quién eres. —¿Y por qué no sacudirla? ¿Por qué no mostrarla cómo sesentía sinceramente? ¿Era tan cobarde que tenía la intención de mantenerlo ensecreto hasta dentro de cien años? Se dio la vuelta para mirarla.

Con un suspiro, dio un paso atrás.

Ella estaba teñida de rosa, junto con sus alrededores, un signo seguro de quesus ojos brillaban de color rojo. No había necesidad de escribir un soneto en suhonor o cortejarla con regalos finos. No había necesidad de decir ni una palabra. Élpodría simplemente dejar que el fuego de sus ojos dijera el mensaje a su alma.

Sí, te quiero. Te deseo. Trata con ello.

Podía oír su corazón latiendo. Ella abrió la boca, pero no salió ningunapalabra. Por primera vez en siglos, Lady Pamela Smythe-Worthing se habíaquedado sin palabras.



Vampires Gone Wild

Love At Stake #13.5

Capítulo 2

—¡Ya hemos terminado! — Jack corrió hacia ellos, seguido por J.L y Zoltan.

Mikhail se dio la vuelta, por lo que ellos no verían sus ojos. Miró hacia elbosque mientras intentaba forzar que su visión volviera a la normalidad.

—En un principio vi a unos cincuenta.

Pam jadeó.

—¿Cincuenta? ¿Malcontents?

Mikhail asintió.

—Listos para atacar.—Creo que la explosión mató a cerca de la mitad de ellos —informó JL—. La

mayoría de los sobrevivientes se teletransportaron lejos, y nos ocupamos de losdemás.

—Oh, Dios mío —susurró Pam—. Nos superaban terriblemente en número...

—Cualquier misión de repente puede hacerse peligrosa —le dijo Zoltan—.Fue poco aconsejable que viniera aquí.

—No estoy de acuerdo —contestó ella con una voz más fuerte—. Deberías

estar agradecido de que viniera aquí tan bien equipada.—Oh, sí —se rió J. L—. Gracias a Dios por la granada de mano de Antioquia.

—En realidad, esto vino de Yorkshire —explicó Pam—. Es increíble lo quepuedes encontrar en e-Bay.

—Milady, los Malcontents podría volver en cualquier momento —insistióZoltan.

—Creo que estamos a salvo por el momento. —Mikhail se volvió paraafrontarla, su visión de vuelta ahora a la normalidad—. Se pensarán dos vecesantes de arriesgarse a otra granada de mano de Milady.

Ella le dedicó una tímida sonrisa de agradecimiento:

—Gracias.

—Así que tenemos tiempo para algunas preguntas —continuó Mikhail—.¿Cómo te enteraste de nuestra misión?



Vampires Gone Wild

Kerrelyn Sparks

18

Su sonrisa se marchitó.

—¿Importa?

—Sí. No eres un empleado de Seguridad e Investigación MacKay, por lo queno debería haber sabido...

—No culpes a Lara —interrumpió ella, volviéndose hacia Jack—. Ella sepreocupa mucho por ti. Fui a verla a su casa en Venecia, y la animé a llamarte, asabiendas de que podía usar su voz como faro.

—¿Cómo te enteraste de nuestra misión? —repitió Mikhail.

Ella jugueteó con su guante y evitó mirarlo.

—Es una historia bastante larga...

—Entonces, que sea corta. Pam.Eso hizo que ella lo mirara de nuevo. Sus ojos brillaron.

—Es Lady Pamela para usted... me refiero a VampWoman.

Su boca se curvó hacia arriba, y ella se alejó de él con un bufido.

—Todo comenzó cuando Maggie y Darcy fueron a Escocia para filmar elcastillo de Angus MacKay y entrevistar a Emma para su programa, VerdaderasAmas de Casa del Mundo Vampiro.

Jack gimió.—Puedo ver a dónde va esto.

—Sí. —Pam le frunció el ceño—. Tu esposa estaba bastante destrozadacuando aplazaste su aparición en el programa.

—Le dije que podía hacerlo después de que destruyéramos este círculo detrata de personas —murmuró Jack.

—Y eso fue hace seis meses. —Pam frunció el ceño nuevamente—. Maggie yDarcy han estado esperando una eternidad. Después de que terminaron en

Escocia, pasaron a verme a mí y a las viejas muchachas del harén en Londres. Nosdijeron lo frustrada que estaban, esperándote a que completaras tu misión enAlbania, y ahí es cuando pensé que podrías apreciar un poco de ayuda.

—¿De ti? —preguntó Mikhail secamente.

Su barbilla se levantó.



Vampires Gone Wild

Love At Stake #13.5

—No te quejaste cuando necesitaste una de mis granadas de mano.

—Apreciamos tu ayuda —murmuró Jack—. Pero debes regresar a casa ahora.

—No lo creo. Podemos haber derrotado a algunos traficantes, pero ¿decidmepor favor, donde están los seres humanos?

Hizo un buen punto. Mikhail escudriñó la zona, preguntándose dóndeestaban detenidos los prisioneros humanos. Scarface había recuperado laconsciencia y estaba intentando incorporarse. Se dejó caer, gimiendo, con los labiosensangrentados y los ojos amoratados e hinchados.

Mikhail que lo estaba mirando fijamente, le agarró de la camisa y lo arrastró asus pies.

—¿Dónde están los seres humanos? —preguntó en albanés.

Scarface se mofó.—¿Por qué debería decírtelo?

Se tambaleó hacia atrás por el puñetazo.

—¡Espera! — jadeó—. No me pegues otra vez. Hay un camino por allí. —Gesticuló hacia el bosque detrás de ellos, entonces se teletransportó lejos.

Mikhail sacó su espada.

—Vamos.

Corrieron por el bosque. Con piernas más largas, Mikhail podría haberdejado atrás con facilidad a sus compañeros, pero se contuvo, asegurándose de quePam se mantuviera a salvo. Necio, ya está sucediendo, una voz interior le reprendió.Te estás haciendo vulnerable. Con otra mujer vanidosa y egoísta. Él empujó lejos esospensamientos.

Después de casi un kilómetro, salieron a un camino de tierra, donde estabaestacionado un viejo tráiler1 abollado y oxidado. Mikhail rápidamente rodeó elcamión. No había ningún Malcontent a la vista. Regresó a la puerta trasera, donde Jack estaba cortando el candado encadenado con su espada.

—Yo lo haré.— Mikhail estrelló su hacha de combate contra las cadenas,rompiéndolas, luego abrió la puerta.

Fueron recibidos por una docena de pares de ojos aterrados. Las chicas,atadas y amordazadas, trataron de retorcerse más atrás en las asquerosas

1 Casa rodante.



Vampires Gone Wild

Kerrelyn Sparks

20

profundidades del tráiler. Mikhail adivinó sus edades en algún lugar entre losdoce y veinte años. Más años de los que su hija había vivido. Empujó el errantepensamiento a un lado. Al menos no había fallado a estas.

Se subió en el furgón, y las chicas se encogieran en el suelo gimiendo detrás

de sus mordazas.—Las estás asustando. —Pam le siguió rápidamente en el tráiler, luego se

arrodilló delante de las chicas—. Mis pobres queridas, no hay necesidad de tenermiedo. Hemos venido a rescatarlas y entregarlas sanas y salvas a sus casas.

—Milady—susurró Zoltan—. Ellas son humanas. Debemos dejarlas a lasautoridades humanas. Voy llamar a la policía local

—¿Y qué?—Miró Pam, horrorizada—. Hacer que se aguanten horas deinterrogatorio, cuando fácilmente podríamos llevarlas a casa con sus familias?

¿Acaso no han sufrido lo suficiente?—Nuestro primer imperativo es siempre mantener nuestra existencia en

secreto —susurró Zoltan—. Si las teletransportamos...

—Tienen marcas de mordidas —interrumpió Mikhail, señalando a laschicas—. Los Malcontents se estaban alimentando de ellas. Ellas ya saben acerca delos vampiros. Debemos teletransportarlas a casa, y a seguidamente, limpiar susmemorias.

—Estoy de acuerdo. —Pam le dedicó una sonrisa de agradecimiento que hizoque su corazón se tensara en el pecho.

Él la ignoró y se acercó a las chicas, que estaban agrupadas, temblando.

—No, no. —Pam acarició a una de las muchachas en el hombro—. Sé queparece una bestia enorme, pero no te hará daño.

¿Una enorme bestia? Mikhail se estremeció interiormente. Aun así, le parecióalgo bueno que Pam estuviera allí. Su presencia reconfortaba a las chicas. Se habíantranquilizado, el terror en sus rostros se convirtió en esperanza.

Se inclinó sobre una de las jóvenes, y usando su poder psíquico, cavó en su

mente para localizar su casa. Entonces la agarró del brazo y la teletransportó deregreso. Con un chillido feliz, ella se volvió para darle las gracias. Él le quitó lamordaza y las sogas mientras le borraba los recuerdos de los últimos días. Cuandosu rostro se puso en blanco, se teletransportó de nuevo al tráiler.

Con ellos cinco trabajando, sólo les tomó unos minutos regresar a las cautivasa sus hogares. Después de la entrega de una tercera chica, Mikhail reapareció en eltráiler para encontrarlo vacío. Se paseó alrededor del camión, asegurándose de que



Vampires Gone Wild

Love At Stake #13.5

ningún Malcontent había regresado. Mientras se acercaba a la parte de atrás, Pamse materializó.

Echó un vistazo al vehículo, luego, con una sonrisa de satisfacción, se giró.

—Nada mal para ser una primera noche —murmuró para sí, entonces sequitó la máscara de látex de su cabeza. Su melena rubia se liberó, y la sacudió, lastrenzas doradas cayendo en ondas sobre los hombros.

Dios mío, es hermosa. Debió de hacer algún tipo de ruido, ya que ella se dio lavuelta para afrontarlo.

—Oh, tú has... has vuelto. —Ella echó un vistazo a su alrededor—. Los demásno han vuelto aún. — Hizo una mueca—. Estoy segura de que ya lo sabías.

—Sí. —Él dio un paso hacia ella.

Ella sacudió su pelo hacia atrás por encima del hombro.—La capucha estaba bastante caliente. Sofocante, en realidad. Voy a tener que

reconsiderar mi diseño de vestuario.

Él barrió los ojos hasta sus botas, luego de vuelta hasta sus pechos.

—Se ve bien para mí.

—¿Te importa?

—¿Hmm?

—Estás comiéndote mis pechos con los ojos.

—Hay una marca roja ahí. Eso llama la atención de una persona.

Ella apretó los dientes.

—Eso es un “V”. Significa...

—¿Voluptuosa?

Ella se mofó:

—No lo creo.

—¿Vizcondesa?


—No. VampWoman.



Vampires Gone Wild

Kerrelyn Sparks

22

—Nunca me lo hubiera imaginado.

Ella le dio una mirada seca.

—Puedes burlarte, pero prefiero mi nueva identidad.

—¿Qué pasaba con la anterior?

Ella agachó la barbilla y jugueteó con sus guantes.

—Prefiero no hablar de ello.

Él dio un paso más cerca.

—¿Por qué haces esto? ¿Por qué te arriesgas así?

Una mirada de dolor cruzó su rostro.

—Prefiero no...—¿Qué pasaba con Lady Pamela? Siempre pensé que era hermosa.

—¡No!— Ella levantó la vista. —Ella es...

—¿Ella es qué?

—Ella es... vergonzosa. —Sus ojos brillaban con lágrimas, y se alejó.

Contuvo la respiración. No parecía tan vana como había esperado.

—¿Por qué dices eso?Ella suspiró.

—Hay muchas razones. En primer lugar, me casé con un vampiro sin darmecuenta. Había rumores acerca de Maximiliano. Muchas pistas. Nunca lo vi comer,nunca lo vi durante el día. Pero como una tonta, ignoré todo. Estaba demasiadoenamorada de la idea de que un vizconde podría amarme y querer casarseconmigo.

Mikhail frunció el ceño.

—Eso no fue culpa tuya. Tendría que haber sido honesto contigo.

Rechazó su tentativa de defenderla.

—Yo era joven y tonta. Unas semanas después de la boda, Max me preguntósi me gustaría llevar hermosos vestidos e ir siempre a fiestas encantadoras. Le dijeque sí. —Apartó las lágrimas con un golpe furioso—. ¿Te imaginas renunciar a lamortalidad por una razón tan ridícula?



Vampires Gone Wild

Love At Stake #13.5

—¿Sabías que él quiso decir transformarte?

—No. —Ella dio a Mikhail una mirada irónica—. Fue algo chocante cuandome atacó.

Mikhail apretó los dientes. Era algo bueno que el hijo de puta estuvieramuerto.

—Era tan tonta. Renuncié a mi oportunidad de tener niños para siempre.

El corazón de Mikhail se apretó mientras el recuerdo de su hija se extendíapor toda su mente.

—¿Querías niños?

Ella asintió con la cabeza, y una lágrima rodó por su mejilla.

—Entonces cometí el error de quejarme a mi padre. No entré en detalles, perofue suficiente para hacerle sospechar que los rumores eran ciertos.

Sus hombros se hundieron.

—Era cobarde. Sabía que mi padre odiaba a Max, pero no hice nada paradisuadirlo. Max confió en mí, y lo defraudé.

—¿Así que fue tu padre quien mató a tu marido? —preguntó Mikhail.

—Sí. Estacó a Max mientras nos tumbábamos uno junto al otro en nuestrosueño de muerte. Mi padre dejó su anillo en las cenizas para que supiera que fue

él. Temía que los amigos vampiros de Max lo fueran a vengar matando a mi padre,así que le imploré que escapara a América. Él me pidió que lo acompañara, perotuve demasiado miedo de ir. Lo abandoné cuando él estaba en peligro.

Ella sorbió por la nariz.

—Me uní al harem del Amo de Aquelarre de Londres, donde estaría a salvo.Luego, más tarde, cuando los alemanes estaban bombardeando Londres, huí aNueva York. Como de costumbre, tomé la salida cobarde.

—Eso fue el instinto de preservación. Las guaridas subterráneas ya no eran

seguras.—Y luego mi amiga, Vanda, estaba en peligro. Los Malcontents volaron

nuestra discoteca e intentaron matarla, y la abandoné. Volví a Londres. —Ella sevolvió hacia él, con lágrimas corriendo por sus mejillas—. ¿Ves por qué meavergüenzo? Soy una cobarde que falla a quién cuenta conmigo. Yo los abandonécuando más me necesitaban.



Vampires Gone Wild

Kerrelyn Sparks

24

Mikhail la miró fijamente, sorprendido por la ferocidad de su autorecriminación. ¿Estaba tratando de ganarse la redención como VampWoman?Tendría suerte si no fuera recompensada con una muerte temprana.

—Puedo entender la necesidad de remediar los errores del pasado, pero lo

que estás haciendo ahora, ponerte en peligro...—No lo apruebas. —Se secó las mejillas con un golpe de impaciencia—. No

debería haberte confesado todo.

—¡No! Me alegro de que me lo dijeras.

—Pero nunca podrías entender cómo me siento. Eres tan increíblementeenorme y feroz. Dudo que alguna vez hayas perdido una batalla o defraudado aalguien.

Él se estremeció.

—¿Sabes lo que se siente al estar lleno de culpa y de arrepentimiento?

Él se pellizcó los ojos cerrados para evitar los recuerdos que inundaron sumente.

—Basta. —Abrió los ojos para encontrar su mirada fija en él.

—Realmente lo sabes —susurró. Su mano se levantó hacia su cara, pero antesde que pudiera tocarlo, ella parpadeó y retiró la mano. Su mirada cayó a supecho—. Entonces lo entiendes.

—Entiendo que cada vez que te pongas en peligro, me va a provocar uninfarto.

—Pero apenas me conoces.

Eso era cierto. Durante casi 200 años, había asumido que era egoísta yvanidosa.¿Y por qué no iba a serlo, cuando era la más hermosa vampiro en el mundo? Peroen vez de sentirse superior, en realidad estaba avergonzada de sí misma. Habíausado la imagen de una esnob arrogante vizcondesa para ocultar su inseguridad yvulnerabilidad.

Con un pequeño choque, se dio cuenta de que Lady Pamela había sido laenmascarada. VampWoman era la verdadera Pam.

—Tú eres... ¿Mikhail ? —Su mirada se alzó de nuevo a su rostro—. ¿DeMoscú?

—¿Me conoces?



Vampires Gone Wild

Love At Stake #13.5

Ella se sonrojó.

—Todo el mundo sabe quién eres. Eres una cabeza más alto que los otroshombres, y ellos son bastante grandes. Por supuesto, el rumor es que eres unaespecie de feroz vikingo medieval y que fuiste a Rusia hace siglos para pillar y

saquear.—¿Es eso lo que dicen?

Su rubor se hizo más profundo.

—Bueno, estuve en un harén durante años. No había mucho que hacer apartede chismear sobre los hombres.

—Siempre he pensado que eras hermosa. —Él tocó un mechón de su cabello.Ahora se dio cuenta de que ella era muy bella por dentro. Y había sido un tontopor evitarla todos estos años.

Se acercó más.

Sus ojos se abrieron.

—¿Qué...?

Le tocó la mejilla y limpió la humedad de sus lágrimas con su pulgar.

—Yo... debería irme.

—¿Tan pronto? —Él pasó el pulgar sobre sus labios. Eran tan suaves como lo

había imaginado.

Ella tragó saliva.

—Creo que nuestro trabajo aquí ha terminado.

Él deslizó su mano alrededor de su cuello y se inclinó hasta que su bocaestuvo a unos meros centímetros de la suya.

—Pam.

—¿Sí? —Sus respiraciones rápidas resoplaron contra su piel.

—Prepárate para ser saqueada.

Con un suspiro, ella se teletransportó lejos.



Vampires Gone Wild

Kerrelyn Sparks

26

Capítulo 3

—¡Cobarde! —Lady Pamela se quitó una bota y la tiró al suelo de parqué de

su dormitorio. ¿Cómo podía haberse comportado con tanta cobardía? Seis mesesde planificación y practicando para ser una persona más fuerte y más valiente, ¿yqué había hecho? Había huido como lo hizo en el pasado. Con un gruñido dedisgusto, arrojó la otra bota al suelo.

Tal vez no fuera demasiado tarde. Menos de un minuto había pasado desdeque había huido aterrada. Podía teletransportarse de nuevo y... ¿qué? ¿Permitirque ese enorme bárbaro la besara? Un escalofrío se deslizó por su columnavertebral.

—Cobarde —murmuró. En lugar de huir, debería haber abofeteado a ese

bruto con fuerza. O mejor aún, debería haber utilizado algunas de sus habilidadesde artes marciales recién adquiridas para arrojarlo por encima de su hombro.

Se quedó sin aliento. ¿Era posible incluso arrojar a un hombre así? Era tanenorme. Tan inamovible como una roca gigante.

Y sus ojos se habían vuelto de color rojo.

Se llevó las manos a las mejillas, y sintió el calor de un rubor. Sus ojos sehabían vuelto de color rojo.

La primera vez que lo había descubierto, había estado sorprendida por lapura fuerza de su presencia. Se sentía como si él se hubiera tragado todo su campode visión, por lo que casi no pudo ver a los otros hombres. O escucharlos.

Sus ojos se habían vuelto de color rojo. A causa de ella.

¿Por qué, oh, por qué le había contado tanto acerca de sí misma? ¿Qué lahabía poseído para confiar en semejante bestia enorme? Aunque había parecidobastante atento y comprensivo para ser un bárbaro.

Ella alejó ese pensamiento. Él era un bárbaro. Había tratado de besarla.Preparado para saquearla. ¡El descaro que ese hombre tenía!

Ella saltó cuando un golpeteo fuerte sacudió la puerta.

—¿Lady Pamela? ¿Es a usted a quién estoy oyendo?

Ese acento sólo podía pertenecer a la Srta. Cora Lee Primrose; una bellezasureña, transformada justo antes de la Guerra Civil Americana, y una de lasamigas de Pamela con quien compartía la casa londinense.



Vampires Gone Wild

Love At Stake #13.5

—Sí, he vuelto —respondió ella.

—Bueno, por el amor de la tierra, salga de ahí y díganos cómo fue todo.Hemos estado muy preocupados por usted.

—Bajaré en breve. —Pamela se quitó el cinturón de herramientas y lo pusocon cuidado en la cama, así los diversos cuchillos y estrellas ninja no seengancharían en su colcha de raso rosada.

Con un suspiro, se bajó la cremallera frontal de su traje. Tal vez no deberíaestar desbordada por los acontecimientos de la noche. Después de todo, habíaayudado a los hombres a derrotar a los traficantes y a devolver a los cautivos acasa. La explosión de la granada de mano la había asustado, pero no lo suficientecomo para hacerla huir. Al parecer, la perspectiva de un beso era más aterradoraque una explosión.

Se quitó la capa, a continuación, salió de su traje de látex. Con razón él se lahabía imaginado desnuda. ¿Cómo se atrevía a mirarla de esa manera tan lasciva?

Sus ojos habían brillado de color rojo. ¿Cómo podía la pasión de un hombreestallar tan caliente, tan rápidamente?

—Engreído. —Ella se puso una bata de seda y ató el cinturón alrededor de sucintura. El hombre era un bárbaro. Probablemente le daba miradas lascivas adocenas de mujeres todas las noches, y las miraba de reojo a todas con losbrillantes ojos rojos.

Prepárate para ser saqueada, sin duda. ¿Quién se creía que era? ¿Un guerrerovikingo que forzaba a mujeres inocentes?

¿Y si se hubiera quedado? ¿Dónde podría haberla tocado? ¿Y besado? Sinduda, un bárbaro haría cosas perversas que un caballero nunca haría. La piel degallina erizó su piel.

Se frotó los brazos mientras se dirigía hacia la puerta.

—No le dedicaré otro pensamiento.

Estaba a mitad de camino por las escaleras cuando recordó su reacción al

trailer llena de chicas bastante mortales. Sus ojos no se habían vuelto rojizos porellas. Al igual que ella, él había deseado llevarlas a casa, y las había tratado concuidado para calmar sus temores. Había sido sorprendentemente amable... para serun bárbaro.

—¡Gracias a Dios que está viva y saludable! —anunció la Princesa Joannacuando Pamela entró en el salón.



Vampires Gone Wild

Kerrelyn Sparks

28

—Alabada sea Santa María —agregó Maria Consuela, y besó su rosario.

—Estoy bastante bien —aseguró Pamela a las damas.

El título de Princesa Joanna era honorífico desde que era una vieja vampira,

después de haber sido convertida en Venecia, mientras se dirigía a Tierra Santa,durante una de las Cruzadas. Maria Consuela de Montemayor había sidocapturada durante la Inquisición española, cuando las autoridades temían que suprometido fuera judío. Afortunadamente para ella, él también era vampiro, y sehabía teletransportado a la prisión para rescatarla. Ambas habían quedado viudashacía siglos y se había trasladado a un harén, donde podrían vivir con comodidady seguridad.

Después de aparecer en un reality show para La Red Digital de Vampiros,Lady Pamela y sus viejas amigas del harén se habían vuelto lo suficientementemodernas para evitar el concepto de la necesidad de un amo. Aun así, en muchos

sentidos, se aferraban con fuerza a sus raíces históricas.La Princesa Joanna se instaló en un sillón junto a la chimenea.

—Os lo ruego, cuéntenos todo lo que ha ocurrido.

—Oh, sí. —Cora Lee entró con una bandeja y la dejó sobre la mesa—.Queremos saberlo todo. —Sirvió cuatro tazas de humeante Chocoblood, unamezcla de sangre sintética y chocolate—. Le anuncio que estábamos muypreocupadas.

Maria Consuela se estremeció.

—Me recordó a cuando fui torturada.

—Por favor, no sufran por mi causa. —Pamela se sentó, entonces aceptó unataza de Cora Lee—. Gracias, querida.

La belleza sureña se sentó en el sofá junto a Maria Consuela.

—¿Fue capaz de encontrar al marido de Lara?

—Sí. Todo fue precisamente como lo había planeado. —No precisamente,pensó Pamela con un gemido silencioso. Ni en sus fantasías más salvajes habríaprevisto caer en los brazos de ese hombre.

—¿Y quién estaba allí? —La Princesa Joanna tomó un sorbo de su taza—. Sinduda Giacomo di Venezia. ¿Y Zoltan Czakvar?

Pamela asintió.

—Estaban bastante sorprendidos de verme cuando llegué.



Vampires Gone Wild

Love At Stake #13.5

—¡Apuesto a que sí! —Cora Lee se rió—. ¿Quién más estaba allí?

—Dos más. Difícilmente los conocemos. —Pamela tomó un sorbo de sutaza—. Uno de ellos era ese nuevo tipo, J. L. Wang.

—¿El que vino de Cathay? —preguntó la Princesa Joanna.

—Creo que ahora se llama China, querida. —Pamela dejó la taza sobre lamesa—. Pero en realidad, es estadounidense.

La Princesa Joanna agitó una mano desdeñosa.

—Esos estadounidenses son tan… hervidores complejos.

—Creo que es crisol de culturas —dijo Cora Lee—. ¿Quién era el otro tipo?

Pamela se encogió de hombros con indiferencia a pesar de que el calor

invadía sus mejillas.—Ese... hombre de Rusia.

—¿Rusia? —Los ojos de la Princesa Joanna se abrieron como platos.

Cora Lee se quedó sin aliento.

—¿Se refiere al enorme gigante con los fríos ojos azules y la trenza rubia porla espalda? Por el amor de la tierra, ¡su pelo es más largo que el mío!

—Perverso —susurró Maria Consuela mientras hacía la señal de la cruz con

su rosario—. Sé de quién hablan. Tiene los ojos tan fríos como el pecado.Más bien de color rojo vivo, y brillantes, pensó Pamela haciendo una mueca

interiormente. Pero la parte pecaminosa era probablemente correcta.

—¡Dios no lo quiera! —La Princesa Joanna se llevó una mano al pecho—. ¡Nopuede estar refiriéndose a ese bárbaro!

Pamela comenzó a levantar la taza, pero cambió de idea por temor a que sumano estuviera notablemente temblorosa.

—Parecía ser un miembro valioso de su equipo. No hay duda de que él es un

guerrero feroz.

La princesa Joanna resopló.

—Feroz, indudablemente. El hombre es uno de esos vikingos horribles.

—Malvados —susurró Maria Consuela.

Joanna se estremeció.



Vampires Gone Wild

Kerrelyn Sparks

30

—Durante siglos, fueron un flagelo en nuestro campo, siempre pillando ysaqueando.

Y ella había estado a punto de ser saqueada. Si Pamela hubiera esperado unsegundo más, sus labios habrían tocado los de ella. Y siendo un bárbaro, no se

habría detenido. Él habría devastado su boca por completo. A fondo.Su piel se erizó con la piel de gallina, y en un arranque impactante de

claridad, se dio cuenta de que no era miedo lo que la hacía que le latiera el corazóncon fuerza, y que su cuerpo temblara. Era excitación.

¡Cielo santo! ¿Estaba perdiendo su cordura? Tales sentimientos no podían sertolerados. El hombre no era en absoluto su tipo.

—Su nombre es Mikhail, ¿verdad? —preguntó Cora Lee. Tomó un sorbo desu taza—. Declaro que él siempre me asustó un poco. Parece tan… frío y

amenazador.—Malvado —murmuró Maria Consuela.

—Es completamente diferente en todo sentido —dijo Pamela con vozapresurada—. Increíblemente enorme y musculoso, con un pecho como una roca.Nada que ver con mi difunto esposo. Maximilian era un caballero. Sofisticado yrefinado. Él nunca habría dicho… —Ella hizo una pausa cuando se dio cuenta deque las tres mujeres la observaban con curiosidad.

Cora Lee se inclinó hacia delante.

—¿Qué dijo?

El rostro de Pamela ardió de calor.

—Nada. —Prepárate para ser saqueada.

—¿Lo está comparando con su difunto esposo? —preguntó la Princesa Joanna.

Pamela negó con la cabeza.

—Sólo para enfatizar la bestia enorme que es.

Cora Lee le dio una mirada mordaz.

—Tal vez es enorme por todas partes.

Pamela se quedó sin aliento.

—Me atrevería a decir que es…



Vampires Gone Wild

Love At Stake #13.5

—Malvado. —Maria Consuela fue a través de su rosario a velocidadvampírica.

Cora Lee se encogió de hombros.

—Sólo estoy diciendo que ha pasado un largo tiempo desde que cualquierade nosotras se permitió un poco de romance.

—Eso está fuera de cuestión —espetó Pamela—. No tengo ninguna intenciónde ir a ninguna parte cerca de ese bruto…

—Enorme bruto —interrumpió Cora Lee con una sonrisa.

¿Era realmente grande? Pamela hizo esa idea perturbadora a un lado.

—Todos sabemos que el tamaño de un hombre es totalmente irrelevante. Loque importa es su capacidad de control de la mente.

Princesa Joanna asintió.

—En efecto. Tenemos que hacernos conocidas de un caballero que sea expertoen sexo vampírico.

—Como Roman. —Cora Lee suspiró—. Afirmo que él podría satisfacernos atodas en diez minutos.

—Exactamente —estuvo de acuerdo Pamela —. Era muy eficiente en eltiempo. Y maravillosamente discreto. Toda la experiencia es mucho más refinadacuando se lleva a cabo como un mero ejercicio mental.

Cora Lee asintió.

—Podríamos quedarnos en nuestras propias habitaciones. Y ni siquierateníamos que quitarnos la ropa.

—Y nunca era sucio, como el sexo físico. —Pamela hizo una mueca—. Nadade agarrar, con las manos sudorosas manoseándote por todos lados.

Maria Consuela se estremeció.

—Malvado.

—Hubo un momento en que creo que realmente disfruté del sexo verdadero.—La Princesa Joanna hizo un gesto con la mano en el aire—. Pero eso fue hacesiglos, y hace mucho lo olvidé.

—Es mejor olvidarlo —dijo Pamela. La idea de tener a un hombre invadiendofísicamente su cuerpo; era demasiado impactante. Demasiado crudo y espantoso.



Vampires Gone Wild

Kerrelyn Sparks

32

¿Pero no estaba tratando de superar su cobardía?

—Entonces, ¿qué pasa ahora? —preguntó Cora Lee—. ¿Va a reunirse conellos mañana por la noche?

—Sin duda, una noche de comportamiento salvaje será suficiente —dijo laPrincesa Joanna—. Es demasiado peligroso para usted que continúe con estalocura.

Pamela tragó saliva. Tenía que ser valiente. No podía regodearse en lacobardía durante otro siglo. O incluso una noche más.

—VampWoman volverá.



Vampires Gone Wild

Love At Stake #13.5

Capítulo 4

—No deberías haber venido —anunció Zoltan la siguiente noche después de

que Lady Pamela se teletransportara a su salón en Budapest.Con un silencioso grito de triunfo, Pamela se felicitó por encontrar al hombre.

En casa, mientras se ponía su disfraz, se había preocupado por ser capaz deencontrarles. Pero ya que Zoltan era el Maestro del Clan del Este de Europa,decidió que su casa era un buen sitio para empezar. Había estado aquí antes paraatender a una fiesta, así que la ubicación estaba incrustada en su memoria.

—Buenas noches. —Le sonrió a Zoltan, quien estaba junto a la chimenea—.Caballeros. —Asintió hacia Jack y J.L., quienes estaban en asientos cercanos,frunciéndole el ceño. Una pila de espadas envainadas y cuchillos descansaban

sobre una mesita de café.¿Dónde estaba…? Su nuca se erizó como si hubiera sido tocada por una brisa

helada. ¿O era la gélida mirada de un par de ojos azules? Se dio la vuelta, su capanegra de seda ondulando en el aire.

Mikhail estaba apoyando contra el marco de la puerta, sus brazos cruzadossobre su enrome pecho, sus ojos brillando como fragmentos de carámbanos rotos.El calor se expandió como las llamas por su cuerpo, haciendo que su rostro seruborizara. ¿Cómo podía una bestia tan fría hacerla sentirse como si se estuvieraderritiendo?

Una esquina de su boca se curvó hacia arriba.

Zopenco arrogante. ¿Cómo se atrevía a asumir que él era la causa de surubor? Aunque lo era. Pero tan molesta como estaba, no pudo evitar el hoyuelocausado por su media sonrisa. Y qué boca más amplia y sensual tenía. También, loslabios firmemente esculpidos. Labios que habían estado tan cerca de besarla. ¡Nopienses en ello! Con un parpadeo, forzó su vista de vuelta a sus ojos.

Querido Dios, no. La estaba comiéndosela con los ojos otra vez, deteniéndoseen cada inclinación y curva de su cuerpo. Su piel se estremeció bajo el látex negro,

y el traje se sintió de repente más apretado, estrechándola hasta el punto en queapenas podía respirar. Sus ojos se encontraron con los suyos, y él lentamentesonrió.

Con una floritura de su capa, le dio la espalda. ¡Qué le den! Él disfrutabairritándola.

Dijo algo en un idioma extraño que hizo que Zoltan sonriera. Debía de ser



Vampires Gone Wild

Kerrelyn Sparks

34

húngaro. No había pensado en ello hasta ahora, pero el inglés del zopenco erabastante bueno. Y le había hablado en albanés a un Malcontent la noche anterior.Era sorprendentemente bien educado para ser un bárbaro, y eso la irritaba aúnmás.

Cuadró los hombros y ajustó su cinturón de herramientas.—Dígame por favor, ¿a dónde nos llevará nuestra misión esta noche?

—Estamos esperando a que llegue un informe desde Dubrovnik —respondióZoltan—. Creemos que los Malcontents están escondiendo a un grupo deprisioneros humanos en un almacén cerca de los muelles. Tenemos que rescatarlosantes de que sean cargados en un barco.

Un nudo de alarma se elevó en su garganta, y tragó saliva. Esta misión podíafácilmente volverse violenta. ¿Pero acaso no era esto para lo que había entrenado?

Respiró profundamente para calmar sus nervios. Esta noche, probaría que no erauna cobarde. Cuando sus compañeros la necesitaban, ni se daría la vuelta niecharía a correr.

—Tan pronto como recibamos la llamada, nos vamos —continuó Zoltan,luego le dio una mirada significativa—. Y tú no vendrás con nosotros.

—Por supuesto que iré. Soy parte del equipo.

—No, mi lady, no lo eres —dijo Jack suavemente.

—No trabajas para MacKay S&L —añadió J.L.

—Soy una agente libre —insistió ella—. Estoy aquí para ayudaros, y ¡no voy aser expulsada!

—Lady Pamela. —Zoltan le dio una mirada exasperada—. Solo deseamosmantenerte a salvo.

—Tu presencia podría ponernos a todos en peligro. — Jack se levantó yseleccionó una espada de la mesita de café—. Si somos forzados a protegerte…

—Puedo cuidar de mí misma. —Plantó sus puños en sus caderas—. Estoypreparada para el desafío.

—¿Lo estás? —Una voz profunda habló detrás de ella, y se dio la vuelta paraenfrentarse a él.

Mikhail caminó hacia ella, mirándola con un brillo depredador en sus ojos.

—Si recuerdo correctamente, te asustas muy fácilmente.



Vampires Gone Wild

Love At Stake #13.5

Su corazón se aceleró, martilleando en su pecho.

Su mirada cayó a sus labios.

—¿Estás segura de que no vas a… decepcionar?

¿Estaba aludiendo a su casi beso? ¡Cómo se atrevía! Levantó la barbilla.

—No abandonaré a mis compañeros.

Él se concentró en sus pechos, lo cual la dejó todavía más sin aliento yhormigueando.

—Tienes miedo. Puedo escuchar tu corazón acelerándose.

—¡Eso no es miedo! Es… —¡Cielo santo! Se detuvo en el último momento.

Sus ojos se encontraron con los suyos en un instante, y la intensidad de sumirada la dejó sin aliento. Inclinó la cabeza, buscando en su rostro.

Ella saltó cuando sonó un teléfono.

—Ese debería ser mi informante. —Zoltan sacó un móvil del bolsillo de suchaqueta, mientras Jack y J.L. rápidamente se armaban—. Pondré el altavoz, paraque podamos teletransportarnos a su voz.

¡Excelente! Pamela le enfrentó, mentalmente preparando sus nervios para labatalla.

El teléfono sonó otra vez, y Zoltan le frunció el ceño.—Mikhail, sácala de aquí. Te llamaré en sesenta segundos, para que puedas

unirte a nosotros.

—¿Qué? —Pamela jadeó cuando Mikhail la agarró por detrás. Antes de quepudiera reaccionar, todo se volvió negro.

Tan pronto como se materializó, saltó a la acción. Un fuerte golpe en lascostillas con el codo derecho mientras se daba la vuelta para mirarlo, y luego ungolpe con la izquierda en…

—¡Ouch!

El vientre del hombre era como una losa de hormigón.

—¿Estás bien? —Él agarró su mano.

Antes de que pudiera quitarle el guante, ella apartó la mano. Cerrando lospuños, se dio la vuelta sobre las puntas de sus pies, luego dirigió una patada



Vampires Gone Wild

Kerrelyn Sparks

36

rápida a su pecho. Él atrapó su tobillo y tiró, haciéndole perder el equilibrio.Cuando empezó a caer, la agarró y la tiró contra él.

—Oof. —Contuvo la respiración, la nariz apretada contra su pecho. Olíasorprendentemente a limpio para un bárbaro. Cuando extendió las manos contra

su vientre, preparándose para empujarle, se dio cuenta de que no era tan suave yfrío como una losa de hormigón. Era cálido y ondulado. Con músculos.

La sostuvo fuerte, sus brazos anillados en sus hombros. Ella resistió elimpulso de acurrucarse contra él. Era tentador, muy tentador. ¿Y si no era unbárbaro después de todo?

Miró hacia él.

—¿Qué le dijiste a Zoltan que encontró tan divertido?

Una esquina de la boca de Mikhail se levantó, causando que el hoyueloreapareciera.

—Era un cumplido.

—¿Sobre mí?

—Por supuesto. —Su mano izquierda se deslizó bajo su capa y hacia abajopor su columna a su cinturón de herramientas—. Te estaba admirando… desdeatrás. —Su mano se curvó alrededor de su trasero.

—¡Detén eso! —Cuando intentó empujarlo, su mano se flexionó en su nalga,

acercándola. ¿Cómo podía haber dudado de que fuera un bárbaro?—. ¡Cómo teatreves!

Le dio otro apretón.

Si solo pudiera abofetear esa mirada de diversión de su rostro, pero sus dosmanos estaban clavadas contra su pecho. Le pisó con su pie.

Él apenas pareció molesto.

—¿Tengo que atarte al poste de la cama?

—No te atreverías… ¿el poste de la cama? —Miró por encima de su hombro yse estremeció. Una enorme cama con dosel dominaba la habitación llena deestanterías y mesas y grandes sillas de cuero—. ¿Tú… me has traído a tuhabitación?

—Este es el sótano de mi cabaña de caza.

Ella miró a la enorme cama otra vez. Por supuesto que era enorme. El hombre



Vampires Gone Wild

Love At Stake #13.5

era enorme.

—Esto es altamente inapropiado.

—Tenía que llevarte a alguna parte.

—Deberías haberme llevado a mi habitación.

Su boca se torció.

—¿Eso es una invitación?

—¡No! Quería decir a mi casa. En Londres. —Examinó la habitación una vezmás. ¿Esto era una cabaña de caza? Estaba tan bien amueblada como su casa. Yciertamente poseía un buen número de libros… para un bárbaro.

La liberó y dio un paso atrás.

—Si supiera el camino a tu casa, te habría llevado ahí. Deberías ir ahí ahora.

¿Y renunciar a su sueño?

—No. Voy contigo.

—No. Vas a ir a casa, donde estarás a salvo.

—Me niego. —Levantó la barbilla—. No voy a tomar el camino del cobarde.

Sus ojos se endurecieron como el hielo cuando dio un paso hacia ella.

—Entonces es mejor que seas valiente porque si sigues aquí cuando vuelva, teataré al poste de la cama. Después de que te desnude… —Su teléfono sonó.

Su corazón latía en sus oídos tan alto, que no pudo oírle responder alteléfono. ¿La desnudaría? ¿Y atarla al poste de la cama?

—¡Pam!

Saltó cuando se dio cuenta de que le estaba hablando a ella.

—Los chicos me necesitan. ¡Vete! ¡Rápido!

¿Los chicos necesitaban ayuda? Se desvaneció y se materializósilenciosamente detrás de Mikhail.

—Está bien, se ha ido —dijo él al teléfono—. Voy para allá.

Ella saltó a su espalda justo antes de que desapareciera.



Vampires Gone Wild

Kerrelyn Sparks

38

¡Maldita sea! Tan pronto como Mikhail se materializó, apartó las manos quese aferraban a su cuello. Ella era la mujer más obstinada y desobediente que nuncahabía conocido. Debería haberla atado. Y desnudarla. No habría hecho este truco sihubiera estado desnuda. Pero entonces él no habría respondido al teléfono…

— Merda —susurró Jack—. ¿Por qué la has traído?Apretó los dientes, mientras se giraba para fulminar con la mirada a Pam,

quién estaba detrás de él con una mirada desafiante en su rostro.

—Tú, pequeña… —Su enfado se congeló cuando vio varios Malcontentsarmados gritando a través de las puertas dobles del almacén, dirigiéndosedirectamente hacia él y sus compañeros.

Un rápido vistazo de su entorno confirmó la gravedad de la situación.Estaban bloqueados por tres lados por pesados contenedores de metal. Podían

luchar o escapar. Zoltan, Jack y J.L. tenían desenvainadas sus espadas, listos paraluchar, pero la repentina aparición de Pamela les estaba haciendo dudar.

Ella sacó su espada.

—Hagámoslo.

Mikhail notó un balcón en el segundo piso a la derecha. Agarró a Pam y lateletransportó al balcón.

Tan pronto como se materializaron, ella le pegó en el pecho y abrió la bocapara reprenderlo.

Él puso una mano sobre su boca y le dio la vuelta para que pudiera ver a loshombres abajo.

—No te he llevado lejos —susurró—. Quédate aquí, quédate escondida, ymantente fuera de los problemas.

Desenvainó su espada y se teletransportó silenciosamente detrás del grupode Malcontents. Con un grito de guerra, atacó por la retaguardia. Zoltan, Jack, y J.L. atacaron por el otro lado. El almacén hizo eco con el sonido metálico de lasespadas y los gritos de los heridos.

¿Heridos? Mikhail tendía a matar al enemigo muy rápido, no había tiempopara un grito. Y había aprendido por la experiencia que nunca debía dejar heridosen su despertar, porque podían juntarse y atacar desde la retaguardia. Los gritosparecían venir de la mitad de la manda de Malcontent.

Vio destellos de metal plateado bajando desde el balcón. ¡Era Pam! Estabalanzando estrellas ninja a los Malcontents. ¡La loca mujer! Era solo cuestión de



Vampires Gone Wild

Love At Stake #13.5

tiempo antes de que uno de los Malcontents se teletransportara arriba paraterminar sus acciones. Terminar con ella.

Con otro grito de guerra, aceleró su ataque, cercenando cabezas a velocidadvampírica. Tenía que mantener a los Malcontents concentrados en él, para que se

olvidaran de la mujer salvaje en el balcón.Cuando quedaban menos de una docena de Malcontents, ocurrió su peor

miedo. Uno de ellos desapareció y reapareció en el balcón. El corazón de Mikhailse aceleró cuando vio que la espada del Malcontent cayó hacia Pam. Ella esquivó elgolpe, y luego saltó hacia atrás preparando su espada.

Mikhail se teletransportó al lado de ella.

—Quédate atrás. —La empujó detrás de él y se lanzó hacia delante paraatacar al Malcontent. Le apuñaló en el corazón, tirándole, después oyó un ominoso

estrépito detrás de él. Se dio la vuelta para encontrar que otro Malcontent habíaintentado apuñalarle por la espalda. Pam había desviado el golpe, pero habíanhecho falta sus dos manos para empuñar la espada y toda su fuerza para apartar laestocada dirigida a él. El Malcontent tomó ventaja al instante y cortó su brazoizquierdo con su cuchillo.

Con un grito, ella cayó sobre sus rodillas. Mikhail decapitó al Malcontent,luego la agarró cuando cayó al suelo.

—¿Por qué? — jadeó mientras ponía una mano sobre su herida. La sangre sefiltró a través de sus dedos—. ¿Por qué no podías quedarte escondida como te he

dicho?Su rostro palideció a un blanco mortal.

—Yo… no abandonaré a mis compañeros.

Loca, tonta… preciosa mujer. El dolor que nublaba sus ojos azul lavandaasestó un golpe a su corazón más fuerte que cualquier espada. Si tardaba unaeternidad, se aseguraría de que ella no fuera herida otra vez. La protegería. Y laamaría. Y si le hacía ser vulnerable, que así fuera. No renunciaría a ella.

Una rápida mirada abajo le aseguró que sus compañeros estaban cerca de

ganar la batalla. No le echarían de menos.

La atrajo cerca de su pecho.

—Cuidaré de ti. Confía en mí.

Todo se volvió negro.



Vampires Gone Wild

Kerrelyn Sparks

40

Capítulo 5

Pamela se acurrucó bajo su colcha de satén rosa, con la mente a la deriva en

una nube de niebla. Tres horas habían pasado desde que había sido herida, perogracias a la práctica médica de Mikhail y una botella entera de Blardonnay, nosentía ningún dolor.

Con una sonrisa, recordó la expresión de su cara cuando él la había cuidado.El ceño fruncido, los ojos torturados, como si su dolor le doliera a él más que a ella.Los había teletransportado al sótano de su cabaña de caza, luego llevado por lasescaleras hasta la cocina.

Después de sentarla en una silla junto a la mesa, él le sirvió una copa deBlardonnay.

—Tómatelo todo. Has perdido mucha sangre.

Se bebió la mezcla de sangre sintética y Chardonnay, luego se quitó losguantes y sacó el gorro de su cabeza mientras él cubría la mesa con unaimpresionante gama de suministros médicos.

—¿De dónde sacaste todo esto?

—Del Dr. Lee. Está demasiado lejos en Texas para que lo vea cada vez que melesiono, así que me enseñó lo básico.

—No me puedo imaginar que nadie se las arregle para herirte.—Los cortes y rasguños de menor importancia. —Con una disculpa por la

destrucción de su ropa, utilizó unas tijeras para cortar a través del látex en suhombro antes de ceder la manga de su brazo. Se disculpó de nuevo, mientraslimpiaba la herida, haciendo una mueca cuando la picadura la hizo jadear.

Trató de no pensar en el dolor, por lo que aprovechó la oportunidad paraestudiarlo de cerca. A pesar de que su pelo era de un rubio dorado, sus cejas erande color marrón, y sus pestañas oscuras y gruesas. Él era muy guapo... para unbárbaro. Y gentil. Sería tan fácil enamorarse de él. Ella se bebió el resto de su

Blardonnay.

Llenó una jeringa.

—Esto es un analgésico.

—¿Debo tener eso cuando estoy bebiendo vino?

—Prefiero verte borracha que dolorida. —Él le dio la dosis, luego aplicó una



Vampires Gone Wild

Love At Stake #13.5

fila de vendajes de mariposa a lo largo de su herida—. Estos la mantendráncerrada hasta que te puedas curar durante tu sueño de muerte. Podrías terminarcon una pequeña cicatriz.

—Está bien.

Él la había mirado entonces, sus fríos ojos azules brillaban con dolor comocarámbanos fracturados.

—No está bien. Si la herida hubiera sido más profunda...

—Estoy bien.

—Eres hermosa. Si hubiera sabido lo hermosa que eras en tu interior, nuncahabría... —Su voz desapareció lentamente mientras envolvía su brazo superior conun grueso vendaje.

—¿Nunca qué? —susurró.Con el ceño fruncido, ató la venda.

—He perdido demasiado tiempo. —Él la miró—. Va a ser diferente ahora.

¿Estaba su mente ya aturdida? No lo estaba siguiendo.

—¿Qué será diferente?

—Tú y yo. —Él le apartó el pelo de la frente—. Te lesionaste tratando deprotegerme. No vuelvas a dudar de tu valor de nuevo.

Su corazón se apretó en su pecho. Él pensó que era valiente. Y bonita pordentro.

—Me protegiste, también.

La comisura de su boca se levantó, revelando su hoyuelo, y ella pensó quepodría derretirse.

La besó en la frente.

—Deberías ir a casa ahora, para que puedas descansar, y yo pueda volver con

los chicos. Me podrían necesitar.

—Por supuesto. —Ella hizo una mueca para sus adentros. Habían dejado alos otros chicos en medio de su misión. Ella cayó a sus pies, y la habitación giró—.Yo... yo estoy un poco mareada.

Él la atrapó cuando ella tropezó.



Vampires Gone Wild

Kerrelyn Sparks

42

—Te llevaré. —Él la tomó en sus brazos—. Pero tendrás que dejarme entraren tu mente durante unos segundos, así sabré el camino.

¿En su mente? Los vampiros se zambullían en las mentes de los mortalescuando querían, sin ninguna vacilación, pero tendían a ser mucho más protectores

de su propia intimidad mental. Ningún vampiro quería ser controlado por otro.Normalmente, sólo bajaban sus defensas mentales para tener sexo vampiro. Eincluso entonces, tendían a mantener todos sus secretos y tormentos pasadosencerrados.

Nadie quería revelar una debilidad que luego pudiera ser utilizada en sucontra.

Una mente unida con Mikhail. Era la oportunidad de ver su interior. Si él selo permitía.

—Está bien.La acunó contra su pecho, apoyando su cabeza hacia adelante hasta que tocó

la suya.

—Déjame entrar

Ella abrió su mente, y él se deslizó en el interior con una fuerzapersistentemente gentil, profundizando directamente a través de sus pensamientosa la ubicación de su dormitorio. Él fue rápido y eficiente, con la mente bienordenada y disciplinada. Tenía la mano en su espalda, se dio cuenta, asegurándosede no abrumarla, pero incluso la fuerza en su restricción era impresionante.

En esos pocos segundos antes de que la teletransportara, ella buscó en sumente, profundizando más allá de la inteligencia estructurada para ver lo quehabía debajo. Una profunda tristeza. Más allá de eso, un remolino de emocionesfuertes, entonces una claridad impactante mientras revelaba sus sentimientos.

Él la amaba. La había amado durante casi doscientos años.

Tan pronto como llegaron a su dormitorio, salió de su mente y la colocó sobrela cama. Todavía aturdida, ella lo miró fijamente, sin habla.

Se dirigió a la puerta y la abrió para llamar a sus amigas, para que pudieranhacerse cargo de ella. Ellas se apresuraron, sorprendidas frente a él ypreocupándose excesivamente por ella. Ella casi no las escuchó, sus pensamientostodavía aturdidos por la fusión mental. Él la amaba. Y él había querido que ella losupiera.

Se inclinó sobre ella, besándola en la frente una vez más antes deteletransportarse.



Vampires Gone Wild

Love At Stake #13.5

Ahora, tres horas más tarde, todavía dominaba sus pensamientos. MikhailKirillov no era un bárbaro. Y él la amaba.

Se estiró bajo la colcha rosa y miró la botella vacía de Blardonnay en sumesita de noche. Cora Lee había insistido en que se bebiera toda la cosa. Estaba en

una neblina, pero su mente seguía funcionando lo suficiente como para recordar lafuerza de su pasión.

—Mikhail —susurró.

La puerta se abrió, y Cora Lee entró con otra botella de Blardonnay.

—¿Cómo está, querida? —Ella dejó la botella al lado de la otra vacía.

—Estoy borracha. —Y estoy irremediablemente atraída por Mikhail.

Cora Lee se sentó en el borde de la cama.

—Nos ha dado un buen susto. Cuando vimos a ese gran hombre en sudormitorio... —Se llevó una mano al pecho—. ¿Está segura de que trató su heridacorrectamente? ¿Quiere un médico de verdad?

—Estoy bien. Él cuidó muy bien de mí. —Y creo que me preocupo por él,también.

—Tierra bendita. —Cora Lee hizo un gesto con la mano delante de su cara—.Declaro que el hombre simplemente rezuma virilidad. La forma en que la besó. Yla miraba. No sé si él quiere adorarla o devorarla. Ambos, supongo.

Pam tragó fuerte. Dios mío, creo que podría amarlo. Su corazón anhelabaverlo, simplemente hablar con él o estar en la misma habitación que él. Su cortavisión de su mente había puesto de manifiesto una profunda fosa, oscura detristeza. Luto. Hubo una tragedia en su pasado, y quería ser la que lo consolara.¿No era ese el comienzo del amor? Y si pasaba algo más... Los latidos de sucorazón se aceleraron.

—Yo... creo que quiero estar con él.

Los ojos de Cora Lee se iluminaron.

—¿Sexo vampiro? Oh, cielos. Tengo la sensación de que sería muy... experto.

Pamela asintió.

—Así lo creo también.

—Tierra bendita. —Cora Lee miró el reloj en la mesita de noche de Pamela—.¿A qué está esperando? Son las dos de la mañana.



Vampires Gone Wild

Kerrelyn Sparks

44

—Deberían ser las cinco en Moscú. —Y todavía oscuro. Podíateletransportarse a su sótano de caza. Si se atrevía.

Tan pronto como Mikhail cerró el agua en la ducha, oyó un ruido en lahabitación de al lado. Se acercó en silencio desde la cabina de la ducha y cogió elhacha de guerra que había dejado encima de la ropa sucia. Por lo que sabía, ningúnMalcontent sabía dónde se encontraba su cabaña de caza.

—¿Mikhail? —Una voz suave llamó desde el dormitorio.

¿Pam? Abrió la puerta. Sus ojos se abrieron al instante, y se dio cuenta de quemuy probablemente se parecía a la bestia que ella pensaba que era. Su pelo estabasuelto y mojado, su cuerpo todavía goteando, y su ingle escondida detrás de unhacha de guerra todavía manchada con la sangre de la reciente batalla.

Ella se volvió hacia un estante para libros, con las mejillas sonrojadas.

—¿Estás bien? —preguntó—. ¿Necesitas más analgésico?

—Estoy bien. —Ella jugueteó con su cinturón—. Si este es un mal momento,podría volver...

—No. —¿Qué llevaba puesto? ¿Una especie de bata de noche?Repentinamente agradecido de que el hacha de guerra ocultara su crecientereacción—. No te vayas. Estaré fuera enseguida.

Cuando ella asintió, él cerró la puerta. ¿Qué estaba haciendo aquí? El solsaldría en unos cuarenta minutos. Su visita tendría que ser rápida... a menos quetuviera la intención de quedarme aquí para su sueño de muerte. En su cama.

Se secó con la toalla y tomó un par de vaqueros. No, demasiado apretado. Suingle ya estaba hinchada. Se puso un par de pantalones de franela. Agarrando sutoalla, entró en su dormitorio.

Ella había encontrado su cofre del tesoro y estaba mirando a través de la tapade vidrio.

Su corazón se calmó. De todos los libros y recuerdos sobre sus estantes paralibros, se había centrado en la única cosa que significaba más para él. ¿Lo habíavislumbrado en sus pensamientos durante el breve tiempo que sus mentes sehabían conectado?

Él tiró su cabello sobre su hombro y se secó con la toalla.

—No lo abras.



Vampires Gone Wild

Love At Stake #13.5

Con un sobresalto, puso la caja en el estante.

—Pido que me perdones. No quería entrometerme.

Tiró la toalla en el cuarto de baño.

—Me las he arreglado para conservar las flores durante más de seiscientosaños.

—Eso es increíble. —Su mirada vagó sobre su pecho desnudo, y luego cambióde nuevo a las flores secas en la caja—. Deben ser muy importantes para ti.

—Lo son. —Se acercó lentamente—. Mi hija las recogió para mí. Murió esanoche.

Pam se quedó sin aliento.

—Lo siento mucho.—El color se ha desvanecido, pero las flores eran de un hermoso color azul

lavanda. —Se detuvo a su lado—. El mismo color de tus ojos.

Ella hizo una mueca.

—¿Te recuerdo la perdida de tu hija?

—Tú me recuerdas a los días más alegres de mi vida.

Sus ojos se abrieron.

—¿Puedes... hablarme de ella? ¿Cuál era su nombre?

—Anya. —Tocó la cubierta de cristal de la caja, trazando el contorno de lostallos y las flores—. Ella era brillante y hermosa. Rubia con ojos azules.

—Como tú —susurró Pam.

Él asintió.

—Fue asesinada. Junto con mi esposa.

Pam jadeó y le tocó el brazo.—Lo siento mucho.

Con una mueca, él dio un paso atrás.

—No gastes ninguna simpatía por mi esposa. Invitó a los vampiros a entrar.Ella quería que ellos la transformaran, para así poder mantenerse joven y bella portodos los tiempos. —Se apartó de la cara sorprendida de Pam y se paseó por la



Vampires Gone Wild

Kerrelyn Sparks

46

habitación—. Cuando los vampiros invadieron nuestra casa, ellos me atacaron yme ataron. Yo era un mortal contra diez vampiros. No podía derrotarlos.

—Por supuesto que no.

Giró su pelo, envolviéndolo alrededor de su puño.

—No pude proteger a mi hija. Se alimentaron de ella, la drenaron hastadejarla seca. Sólo tenía seis años.

Pam se acercó a él, con los ojos brillantes por las lágrimas de color rosa.

—Lo siento mucho.

—Mi esposa había hecho un trato con ellos. Sacrificó a nuestra hija, una niñainocente, a cambio de la vida eterna. Pero los vampiros la traicionaron y se rieronsobre su cadáver. Entonces me dijeron que disfrutara de mi dolor por el resto de

mi miserable vida.Pam negó con la cabeza.

—No sé cómo una madre puede hacer eso.

Suspiró.

—Me culpé a mí mismo durante siglos. Debería haber visto el mal en ella.Debería haber llevado a mi hija a un lugar seguro.

—No debes culparte a ti mismo.

Sonrió tristemente hacia ella.

—¿Cómo tú? Te has estado echando la culpa por los errores del pasado.

Ella asintió con una mirada de resignación.

—Entonces, ¿qué pasó?

—Pasé tres años cazando a los vampiros, pero con el tiempo me di cuenta deque no podía competir con ellos como mortal.

Pam hizo una mueca.—¿Así que te convertiste en una de las criaturas que odiabas?

—Era la única manera de vengar a mi hija.

Sus ojos brillaban con lágrimas.

—La amabas mucho.



Vampires Gone Wild

Love At Stake #13.5

—No llores. —Le tocó la mejilla—. Fue hace mucho tiempo. Y me las hearreglado para matar a un montón de vampiros malos en los últimos seiscientosaños. Eso es algo bueno, ¿no?

—Sí. —Sus ojos llenos de lágrimas le miraban con ternura. —Eres un buen

hombre, Mikhail.Su boca se torció.

—Pensé que era una bestia enorme.

—No. Eres... encantador. —Una lágrima rodó por su mejilla, y él la atrapócon su pulgar.

—Pam. —Se inclinó hacia delante y presionó sus labios contra los suyos. Ellasuspiró dulcemente contra él, una señal de rendición, así que él la tomó en susbrazos y la besó plenamente. Para cuando hubo terminado, ella estaba aferraba a ély sin aliento.

—Mikhail —susurró ella, apoyada en su pecho.

Él pasó una mano bajando por su espalda. Ninguna ropa interior que pudierasentir. ¿Estaba desnuda debajo de su ropa de dormir? Su ingle se sacudió.

—Pam, te deseo.

Con un suspiro, ella dio un paso atrás.

—¿En serio? ¿Te... te refieres a, esta noche?

—Sí. Tenemos menos de treinta minutos, pero. . .

—Oh, eso está bien. —Ella hizo un gesto con la mano—. Diez minutos esgeneralmente suficiente para mí.

—¿Diez? —Diez horas apenas podían bastar. No cuando él la había deseadodurante casi doscientos años.

—Sí. —Se llevó una mano al pecho y se sonrojó—. Me atrevería a decir queesto es bastante emocionante.

Su visión se volvió de color rosa.

—Realmente no hemos comenzado aún, pero aprecio el entusiasmo.

Sus ojos se ensancharon ante la visión de sus ojos, ahora de color rojo ybrillantes.

—Santo cielos. —Ella miró a su alrededor—. ¿Te importa si me pongo



Vampires Gone Wild

Kerrelyn Sparks

48

cómoda en tu cama?

Su ingle se endureció.

—Se mi invitada.

—Gracias. ¿Y podrías retirarte a otra habitación, tal vez arriba?

—¿Perdón?

—Prefiero estar sola.

Su visión estalló de vuelta a la normalidad.

—¿Qué?

Ella hizo una mueca.

—Supongo que tendré que explicártelo. Verás, yo... —Ella se sonrojó—. Estoes bastante embarazoso, pero no me gusta que nadie me vea cuando alcanzo ese...determinado momento. Tengo una desafortunada tendencia a retorcerme.

Reprimió una sonrisa.

—¿Tú... te retuerces?

—Del modo más indecoroso. —Ella agachó la cabeza, su ruborprofundizándose.

—Quiero ver eso.

Ella jadeó.

—¡No! ¡Por supuesto que no! ¡El hecho de que vayamos a tener sexo, nosignifica que puedes invadir mi privacidad!

—¿Qué? —¿Ella quería tener relaciones sexuales en dos habitacionesdiferentes? Oh, infiernos no. Él le dirigió una mirada incrédula—. ¿Estás hablandode sexo vampiro?

Ella resopló.

—Por supuesto. Somos vampiros, ¿no?

—Somos un hombre y una mujer.

—Obviamente. —Ella agitó una mano desdeñosa—. Pero seguramente estásde acuerdo con que el sexo vampiro es la única digna manera...

—Al infierno con la dignidad. Te quiero desnuda. Conmigo.



Vampires Gone Wild

Love At Stake #13.5

Con un suspiro, dio un paso atrás.

—Pero... pero el sexo mortal es tan... tan...

—¿Barbárico?

—Invasivo. —Ella retrocedió un paso—. Tu... esperarías tocarme.

—Eso sólo es el comienzo. —Dio un paso hacia ella—. Tengo la intención deacariciarte y besarte y probarte entera. Quiero oírte gemir y gritar. Quiero ver tucara cuando alcances el clímax. —Su boca se curvó hacia arriba—. Y quiero verteagitarte condenadamente bien.

—Dios del cielo —susurró.

La tomó en sus brazos y la besó en la frente.

—Déjame hacerte el amor.—Esto es mucho más de lo que esperaba. —Ella extendió sus manos sobre su

pecho—. Sería tan... vulnerable.

—No más que yo.

Ella lo miró con asombro.

—Eres tan feroz. ¿Cómo podría hacerte vulnerable?

—Pam, tienes mi corazón.

Ella le tocó la mejilla.

—Oh, Mikhail.

—¿Eso es un sí?

Cuando ella asintió, él la levantó en sus brazos y la llevó a su cama.



Vampires Gone Wild

Kerrelyn Sparks

50

Capítulo 6

—No he hecho esto en años —susurró Pamela, cuando él desató la banda de

su sedoso envoltorio.—Para mí también ha pasado un tiempo. —Mikhail desató la bata para

revelar el simple camisón que ella había llevado debajo—. Puedo ver a través deeso. —Él acarició sus dedos sobre un pezón.

Ella jadeó, y se le puso la piel de gallina debajo de la tela transparente.

Su boca se curvó.

—Mujer traviesa, creo que viniste aquí para seducirme.

Ella lo hizo, pero con sexo vampírico en mente. Estaba consiguiendo más conlo que negociar. Su respiración se quedó atrapada cuando él desabotonó sucamisón con velocidad vampírica.

—Desearía poder pasar horas con esto, pero estamos cortos de tiempo. —Él lalevantó a una posición sentada.

—Lo comprendo. —Incluso así, se sentía extremadamente auto conscientecuando él deslizó su bata y el camisón fuera de sus hombros. Fue muy cuidadosocon su brazo herido, pero difícilmente lo registró. Ella solo podía pensar que suspechos desnudos estaban ahora expuestos a sus ojos rojos y brillantes. Nadie la

había visto desnuda después de su último marido hacía doscientos años.Y nadie había confesado quererla, tampoco, en todo ese tiempo.

—V... vi cómo te sentías cuando nuestras mentes estuvieron conectadas. —¿Éldiría las palabras en voz alta? Ella sentiría mucho más alivio si lo hiciera.

Él no dijo nada, solo la empujó de espaldas en la cama y descendió sus ropaspor su caderas y piernas.

Ella cubrió sus ojos, imaginando su brillante mirada examinando cadapulgada de su cuerpo. ¿Qué haría a continuación? ¿La invadiría sin advertencia,como había hecho Max? Y después de unas pocas incómodas embestidas, seacabaría todo.

Por primera vez, se preguntó si su último marido había sido un amanteegoísta. Había sido completamente inocente en la boda, así que no tenía con quiéncompararle. Solo sabía que en los recientes años, había disfrutado del sexovampírico más que cualquier cosa que él hubiera hecho.



Vampires Gone Wild

Love At Stake #13.5

—¿Pam?

Ella echó un vistazo entre sus dedos y encontró a Mikhail estirado a su lado,estudiando su cara.

Su mejilla con hoyuelos.

—¿Por qué te estás escondiendo? ¿No sabes lo maravillosa que eres?

Ella descendió sus manos.

—Me siento muy expuesta.

—Lo estás. —Él apartó su pelo desde su frente—. Y te amo más que nunca.

Su corazón aceleró.

—Oh, Mikhail. —Ella tocó su cara, y el rubio pelo de la barba cosquilleó ensus dedos—. Nunca supe que te sintieras de esa manera. ¿Por qué lo mantuviste ensecreto?

—Eres demasiado maravillosa, asumí que eras egoísta y superficial como miúltima esposa. —Él hizo una mueca—. Deberías darme una bofetada por ser tonto.Perdí mucho tiempo cuando podía haberte amado.

Ella trazó la línea de su fuerte mandíbula, luego acarició con un dedo suslabios maravillosamente esculpidos.

—Aún podemos tener siglos juntos.

El rojo en sus ojos se oscureció.

—Bueno. Por una vez te he reclamado, no me rendiré.

Su corazón se sentía como si explotara con el anhelo.

—Mikhail. —Ella abrazó con los brazos su cuello.

Él la besó tiernamente y completamente hasta que ella se relajó cómodamentecon él, caliente y maleable. Luego sus manos comenzaron a deambular. Y su boca.El cómodo sentimiento rápidamente llameó en una fiera pasión que chisporroteó a

través de sus venas, poniéndola más caliente y frenética.

Él mantuvo su palabra, besando y saboreándola por completo. Ella gimiócuando él succionó sus pechos, jadeó cuando sus dedos descubrieron la humedadcaliente entre sus piernas.

Él hizo cosas con sus dedos que nunca había imaginado. ella fue lanzada y nisiquiera le importó. Y cuando él metió su cabeza entre sus piernas, gritó por la



Vampires Gone Wild

Kerrelyn Sparks

52

sorpresa. ¡Qué bárbaro! Cuan... maravillosamente salvaje. Se retorció debajo de élhasta que se hizo añicos con el clímax más fuerte que había experimentado nunca.

Aún estaba pulsando con las réplicas cuando sintió el primer tirón del sueñomortal. El sol estaba saliendo, y se estaban quedando sin tiempo.

—Mikhail— jadeó ella, alcanzándole. Él había pasado todo su tiempodándola placer. ¿Cómo podía no amar a semejante hombre preciado?

—Maldito sol. —Él se quitó los pantalones y se situó entre sus piernas.

Ella jadeó. Era enorme. Pero incluso tan fiero y poderoso como era, no podíaevitar que el sol saliera. Otro tirón del sueño mortal tiró de ella.

Él colapsó a su lado y la empujó a sus brazos, su erección presionaba contrasu estómago.

—Mañana, serás mía.Un afilado dolor apretaba su pecho cuando el sueño mortal la reclamó.

Mañana, pensó ella, cuando cayó en la oscuridad.

Ambos se despertaron de una sacudida al mismo tiempo.

Pam miró su cara, solo a unas pulgadas de distancia, y la enormidad de susacciones la robaron la respiración. Se había entregado a un hombre que

difícilmente conocía. Cierto, el sexo había estado más allá de sus imaginacionesmás salvajes, pero había hecho más que tener sexo. Le había dado su corazón.

Su boca se curvó cuando sus ojos se volvieron rojos.

—¿Deberíamos continuar dónde lo dejamos?

Con un jadeo, ella sintió la madurez hinchándose contra su vientre.

—Y... yo debería comer primero. Tengo un poco de hambre cuando medespierto.

—Entonces muérdeme. —Él empujó su pelo sobre un hombro para exponersu cuello.

Ella tragó. Nunca antes había mordido a un vampiro. Ni siquiera a su últimomarido. Y Mikhail tenía seiscientos años. Sin duda su sangre sería extremadamenterica y poderosa. Era sorprendente que él si quiera se la ofreciera.

Qué hombre dulce y generoso era. Sin sorprenderse había caído enamorada



Vampires Gone Wild

Love At Stake #13.5

de él muy rápidamente. Aun así, era aterrador pensar en cuan vulnerable eraahora.

—¿N... no tienes algunas botellas en tu nevera?

—Sí. —Él le hizo cosquillas en los pechos con la punta de su pelo—. Peroquiero mantenerte en la cama toda la noche.

—¿No tenemos una misión a la que ir?

—Nos tomaremos la noche libre. —Él besó su boca, luego dejó besos por sucuello hacia sus pechos.

Ella tembló cuando él tiró de un pezón a su boca. ¿Cómo podía resistirse asemejante hombre? Pero si la reclamaba, nunca la dejaría ir. Él lo había dicho parasí mismo.

Un escalofrío de pánico se escabulló a través de ella. ¿Estaba lista para esto?Mikhail podría haber esperado doscientos años para esto, pero para ella, solohabían sido unas pocas noches.

—Y... yo debería ir a casa para... ducharme.

—Aún es de día allí. —Él cambió al otro pecho.

Oh, hermano. Tenía razón. Pasarían unas pocas horas antes de que pudierateletransportarse a Londres.

—Debería haber traído mi vestuario conmigo.

—Le falta una manga. —Él mordisqueó un camino hacia su ombligo.


—Tengo un repuesto.

Él levantó su cabeza.

—¿Un qué?

—Un traje de repuesto. Y otra caja de estrellas ninja. —Ella jadeó cuando el

doloroso hambre apretó su estómago.

—Aquí. —Él ofreció su muñeca.

—No. —Ella sacudió su cabeza—. No quiero debilitarte antes de nuestramisión.

—No hay misión.



Vampires Gone Wild

Kerrelyn Sparks

54

—¿Quieres decir que terminaste destruyendo el círculo de humanostraficantes la pasada noche?

—No, quiero decir que no harás más misiones.

—¿Qué? —Otro doloroso hambre se apoderó de ella.

—Espera. —Él saltó fuera de la cama, y volvió unos pocos segundos despuéscon una botella de Blardonnay y dos vasos. Él llenó un vaso y se lo entregó a ella.

Ella lo tragó rápido.

—¿Mejor? —Él rellenó su vaso.

Ella asintió y bebió algo más. Cuando el dolor se sosegó, dejó su miradadeambulando sobre él. Había estado demasiado abrumada por la pasión de lanoche antes de conseguir una buena mirada de él. Él era maravilloso, dorado y

musculoso. Bebía de su vaso, su cabeza inclinada hacia atrás, su largo pelo sueltopor su espalda.

Golpeó una mano en su pelo, y una ola de deseo barrió sobre ella. Sería muyfácil, tan tentador caer de vuelta contra las almohadas y dejarle hacerla el amor.

Pero él había dicho que no iría a más misiones.

Dejó su vaso vacío en la mesilla de noche, luego la alcanzó.

—¿Dónde estábamos?

—Tengo miedo de que tengamos una pelea.

Su boca se retorció.

—Creía que íbamos hacer el amor. —Él se inclinó hacia ella para besarla.

Ella le detuvo con una palma contra su pecho.

—Dijiste que no podía ir a más misiones.

—Pam. —Él acarició su pelo sobre sus hombros—. No estás losuficientemente entrenada para la batalla.

—Estoy en desacuerdo. Estudié esgrima en la primera academia de Londres.Y tomé clases tres noches a la semana en artes marciales...

—No estás lista. Fuiste herida la pasada noche. —Su mano rozó su vendaje—.No hay necesidad de que te arriesgues.

Ella retrocedió.



Vampires Gone Wild

Love At Stake #13.5

—Hay necesidad. Te lo expliqué antes. Creía que lo comprendías.

—Lo comprendo. Quieres probarte que no abandonarías a tus amigos. Lohiciste. Nos mostraste cuan valiente eres.

—¡Una vez no es suficiente! No intento huir de vuelta a mi salita y a mipañuelo bordado durante otros cien años. Esta es la nueva yo... ¡VampWoman!

Su mandíbula se movió.

—La nueva que terminará siendo asesinada.

—No lo haré. Las otras mujeres luchan el mal, yo también puedo. Jack dejaque Lara ayude. Olivia asiste a Robby. Y Emma hace cosas, también.

—Lara era oficial de policía; Olivia estaba con el FBI; y Emma estaba con laCIA. Tienen años de entrenamiento. Si quieres ir a lo seguro, te unirás a MacKay

S&I y conseguirás el entrenamiento que necesitas. Pero incluso entonces, si no estáslista para la batalla, no se te permitirá luchar. Sé de hecho que Lara y Olivia noenfrentan batallas de vampiros. Trabajan más en el área de la investigación.

Con un suspiro, Pam alcanzó su bata.

—Solicité la admisión en MacKay S&I. Hace seis meses. Me rechazaron.

Mikhail se sentó otra vez.

—No lo sabía.

Ella se puso la bata.

—Fue cuando decidí ser una agente libre y encargarme de mi propioentrenamiento. Supuse que si no me dejabais luchar con vosotros, tendría que irsola.

—¿Qué? —Él agarró su brazo—. ¿Eres una suicida?

—Estoy determinada.

Su agarre se tensó.

—No lo permitiré.

Ella se alejó de él.

—¡No eres mi dueño!

—No, no lo soy. —Él apretó sus dientes—. Pero no puedo soportar que seasherida. La última vez que perdí a alguien que amaba, casi me mató.



Vampires Gone Wild

Kerrelyn Sparks

56

Las lágrimas nublaron su visión.

—Realmente lamento lo de tu hija, pero no puedo abandonar mi sueño y nohacer nada el resto de mi vida. Creía que comprendías cuán importante es estopara mí.

—Creía que tú comprendías cuán importante eres para mí. Tienes micorazón.

—¡Yo no lo pedí! —Ella se dobló de dolor. Oh Dios, no debería haber soltadoeso. Él instantáneamente se había encogido y la dejó ir.

Salió de la cama, su cara dura y sus ojos fríos.

—Mis disculpas por agobiarte con algo que no quieres.

Él caminó hacia el cuarto de baño y cerró la puerta.

Su pecho se apretó con un repentino dolor. ¿Qué había hecho? No habíaquerido hacerle daño. Solo quería ir a las misiones con él. Quería probarse lo fuertey valiente que era. ¿Qué estaba mal con eso?

En su lugar, se había probado que era una terrible idiota.

Las lágrimas descendieron por sus mejillas. ¿Qué debería hacer? ¿Disculparsey decirle que le amaba? ¿Lo hacía?

Oh, Dios, sí. Debía amarle para que esto doliera tan horriblemente.

Se deslizó fuera de la cama, lista para correr hacia el cuarto de baño yconfesar su amor. ¿Pero luego qué? ¿Esperaría abandonar sus planes?

Deambuló hacia el cuarto de baño y llamó a la puerta.

Sin respuesta.

—¿Mikhail? —Llamó otra vez—. ¿Podemos... hablar?

Sin respuesta.

Abrió la puerta, y la habitación estaba vacía. Debía haberse puesto algunas

ropas y se teletransportó lejos. Probablemente a la casa de Zoltan, preparándosepara la siguiente misión.

Estuvo tentada de seguirle, pero ¿cómo podía presentarse allí, llevando nadaexcepto una delgada bata? Además, no sabía qué decir. Él probablemente no daríamarcha atrás, y ella no quería abandonar su sueño. Estaban en un punto muerto, yno sabía cómo arreglarlo.



Vampires Gone Wild

Love At Stake #13.5

Todo lo que sabía era que le amaba. Quería una eternidad con él.

Pero podría haberlo descubierto demasiado tarde.



Vampires Gone Wild

Kerrelyn Sparks

58

Capítulo 7

U U nnaa sseemmaannaa mmááss ttaar r ddee......

—Toma asiento. —Angus MacKay hizo señas hacia un sillón en la sala de sucasa londinense.

—Gracias. —Pamela se sentó y acuñó su pequeño bolso en la silla de al ladosuyo. Después de recibir una breve llamada telefónica y la invitación de la esposade Angus veinte minutos antes, se había vestido rápidamente con un trajemoderno, de aspecto profesional diseñado por Jean-Luc Echarpe. No estaba segurade lo que querían Angus y Emma, pero como eran los dueños de Seguridad eInvestigación MacKay, y él era Maestro del Aquelarre de las Islas Británicas, queríaverse lo mejor posible.

Angus se paseó por la sala, su falda escocesa azul y verde a cuadros silbandoentre sus rodillas.

—He oído que ha estado ocupada en los últimos tiempos, ayudando a losmuchachos en Albania.

—Sí. —Así que este era el propósito de su repentina invitación. Los hombrestenían que haberse quejado por su interferencia en su misión, y Angus iba areprenderla por ello.

Estrujó sus manos. ¿Estaba Mikhail detrás de esto? ¿Era así como pretendíamantenerla a salvo en su casa y desesperadamente aburrida durante los próximossiglos?

Angus dejó de pasearse y frunció el ceño.

—Escuché que fue herida en la batalla. ¿Está bien en este momento?

—Estoy bien. Gracias. —Pamela se removió en su silla—. ¿Cómo están ustedy Emma?

—Estamos muy bien. —Emma entró en la habitación con una bandeja—. ¿Te

gustaría una taza caliente de Chocoblood?Pamela asintió.

—Sería maravilloso. Gracias.

Mientras Emma servía dos tazas de una tetera, Angus se sirvió un vaso deBlissky en la barra lateral.



Vampires Gone Wild

Love At Stake #13.5

—Aquí tienes. —Emma le pasó una taza y se sentó junto a ella en el sofá—. Estoy segura de que te estás preguntando por qué te invitamos aquí.

—Sí. —Pamela bebió un poco de Chocoblood, a continuación, dejó su tazaantes de que sus manos temblorosas pudieran traicionarla.

Angus golpeó su vaso de Blissky en la mesa de café, luego se sentó al lado desu esposa.

—Hemos recibido un informe detallado sobre sus recientes actividades. —Élarqueó una ceja—. VampWoman, ¿se llama así a usted misma?

—Sí. —El calor invadió sus mejillas. Había pensado que su idea era excelentedurante los últimos seis meses, pero ahora temía que los otros la vieran como unabroma irresponsable. Se armó de valor para la regañina antes de que comenzara.

—Me temo que hemos cometido un error al no contratarte antes —dijo Emmacon una sonrisa de disculpa—. No nos dimos cuenta de lo decidida que eres.

Pamela parpadeó. ¿No estaba en problemas?

Angus se inclinó hacia delante, con los codos apoyados en las rodillas.

—Nos gustaría contratarla ahora si sigue interesada.

Su boca se abrió.

—Por supuesto, no pensamos que esté adecuadamente entrenada para labatalla —continuó Angus.

—Pero vamos a entrenarte —agregó Emma—. Vigorosamente. ¿Estáspreparada para eso?

Pamela cerró su boca y asintió. Su pulso se aceleró. ¡Iba a trabajar paraMacKay S&I!

Emma tomó un sorbo de su taza de Chocoblood.

—Trabajaste como camarera en el club Vanda en Nueva York, ¿correcto?

—Sí.

—¿Cómo estáis con el espionaje? —preguntó Angus.

El corazón de Pamela dio un vuelco, pero se enderezó.

—¿Qué tan pronto puedo empezar?

Angus se rió entre dientes.



Vampires Gone Wild

Kerrelyn Sparks

60

—Voy a explicaros el plan primero. Los Malcontents se encuentrandesordenados, con Casimir y Corky desaparecidos. Ningún líder claro ha surgido,y la información es escasa. Sabemos de un club nocturno en Moscú que les gustafrecuentar, así que hay una buena posibilidad de que podamos obtenerinformación valiosa allí.

Pamela asintió. ¡Cielo santo! ¿Esperaban que ella trabajara en Moscú?

—Es un lugar trágico. —Emma hizo una mueca—. Los mortales que van allíson cautivados hasta el punto en que disfrutan siendo el alimentosucesivamente. Finalmente, se les acaba la sangre y los echan a un lado comoenvases de leche vacíos. Y, lamentablemente, hay más mortales listos para ocuparsus lugares. Tendrías que ser testigo de eso, pero no hacer nada para ayudarlos otu cubierta quedaría destruida. Entonces, estarías metida en serios problemas.

Pamela tragó saliva.

—Entiendo.

—Trabajaríais en el bar, sirviendo a los mortales y escuchando a losMalcontents —dijo Angus.

Pamela se desplomó. Esto no iba a funcionar.

—Me temo que no puedo ayudaros. No sé nada de ruso.

—Es por eso que eres perfecta para el trabajo. —Emma le dirigió una sonrisaalentadora—. Los Malcontents se sentirán libres de discutir sus asuntos delante de

ti.

—Lo más probable es que os prueben para asegurarse de no los entendéis —le advirtió Angus—. Podrían deciros algunas cosas muy desagradables si ven quereaccionáis.

—Simplemente ignóralos y sigue con tu trabajo sirviendo a los mortales —dijo Emma—. Vas a estar cableada, así que tus conversaciones serán escuchadaspor nuestro agente ruso.

El corazón de Pamela dio un vuelco.

—¿Quieres decir... Mikhail?

—Sí —respondió Angus—. Él será vuestra pareja.

Ella negó con la cabeza.

—Él nunca estará de acuerdo con eso. No quiere que haga algo peligroso.



Vampires Gone Wild

Love At Stake #13.5

—Querida. —Emma se acercó y le tocó el brazo—. Esto fue idea deMikhail. Él fue quien nos convenció para contratarte.

Pamela se echó hacia atrás, aturdida. ¿Mikhail estaba detrás de esto?

—Va a estar escuchando mientras estás en el trabajo —agregó Emma—. Sihay una situación de emergencia, puede teletransportarse contigo al instante.

Angus se puso de pie.

—¿Qué decís, muchacha? ¿Queréis el trabajo?

—Yo... —El corazón le retumbaba en los oídos. ¿Un trabajo conMikhail? ¿Noche tras noche?

—¿Tal vez te gustaría discutir el asunto con él primero? —preguntó Emma.

—¡Mikhail! —gritó Angus.Pamela se quedó sin aliento. ¿Él estaba aquí? Echó un vistazo hacia la entrada

de la sala cuando su gran cuerpo llenó la puerta abierta.

Su corazón se apretó con anhelo. ¿Cuántas lágrimas había derramado laúltima semana, creyendo que lo había perdido para siempre? Incluso ahora, conlos ojos llenos de lágrimas, ella los apretó y los cerró. Este no era momento paravenirse abajo. Necesitaba mostrarle a Angus y a Emma lo fuerte que podía ser.

Tomando una respiración profunda, abrió los ojos y se levantó sobre suspies. Mikhail entró en la habitación, con los ojos fijos en ella con una intensidadque hizo que se le erizara la piel de gallina.

Emma agarró el brazo de su marido y tiró de él hacia la entrada.

—Tenemos que darles un poco de intimidad.

—Están mirándose el uno al otro algo fieramente —susurró Angus.

—Shh. —Emma lo condujo por la puerta y la cerró.

Pamela respiró temblorosamente. Durante la semana pasada, había previsto

reunirse con Mikhail muchas veces. A veces, se había imaginado a sí mismaquejándose con él y tomando una postura firme. Otras veces, le confesaría su amory se lanzaría a sus brazos. Pero con demasiada frecuencia, se había echado a llorarpor temor a que él nunca quisiera volver a verla.

Ahora había llegado el momento. Él estaba aquí, y no sabía qué decir.

Se detuvo a unos tres metros de distancia.



Vampires Gone Wild

Kerrelyn Sparks

62

—Te ves delgada. Y pálida.

Ella parpadeó para alejar las lágrimas en sus ojos. Querido Mikhail. Sin falsaadulación, sólo la cruda verdad. Era una de las muchas cosas que le gustaban deél. Estaba más delgado, también. Sus pómulos y la línea de su mandíbula eran más

nítidos, y sus ojos tenían una mirada atormentada en ellos.—No me di cuenta de que estabas en Londres.

—Llegué hace una hora para presentarle el plan a Angus. ¿Él te habló de él?

Ella asintió.

—Dijo que nosotros seríamos... socios en los negocios.

Su boca se apretó.

—Ese sería un buen comienzo.¿Un comienzo para qué?

—Supongo que podrías necesitar vivir más cerca del bar donde voy a estartrabajando.

—Tengo una casa en Moscú. Eres bienvenida a vivir allí. —Una mirada dedolor cruzó sus ojos—. Hay un dormitorio de repuesto.

Ella hizo una mueca para sus adentros.

—¿Entonces esta es una... propuesta de negocios?—Sí.

Sacudió la cabeza, confundida.

—No sé por qué estás haciendo esto. Has dejado claro que no querías que yohiciera nada peligroso, pero ahora has…

—¿No sabes por qué? —Dio un paso hacia ella—. ¿No es obvio? Estoytratando desesperadamente de traerte de vuelta a mi vida. Estoy tan desesperadoque estoy dispuesto a ponerte en una situación peligrosa que va a provocarme un

infarto cada noche. Y estoy dispuesto a soportar la tortura sólo por que estaráscerca de mí.

Su corazón se hinchó.

—Mikhail…

—Sé que te apresuré. He estado enamorado de ti desde hace casi doscientos



Vampires Gone Wild

Love At Stake #13.5

años, pero era nuevo para ti. Debería haberte cortejado, esperado. —Cortó el airecon furia con su mano—. Esperaré por ti. No importa el tiempo que sea necesario.

—Mikhail. —Las lágrimas corrían por sus mejillas—. La espera haterminado. Te amo.

Sus ojos se ampliaron, entonces la agarró y la atrajo hacia sus brazos.

—Oh, Dios, Pam. Pensé que me odiabas. Pensé que lo había arruinado todo.

—No, yo me equivoqué. —Le tocó la cara—. No fue mi intención hacertedaño. Lo siento.

Secó las lágrimas de sus mejillas.

—Te amo tanto. Nunca debí dejarte ir.

—Está bien. —Ella envolvió sus brazos alrededor de su cuello—. No me dicuenta de lo mucho que te amaba hasta que te había perdido.

La besó en la frente.

—No podemos dejar que los Malcontents sepan que estásconmigo. Arruinaría tu tapadera. Así que tendremos que mantener nuestromatrimonio en secreto.

Ella parpadeó.

—¿Matrimonio?

Él hizo una mueca.

—Sigo yendo demasiado rápido. No te preocupes. Lo tomaremos con máscalma esta vez.

Ella negó con la cabeza, sonriendo.

—Te daré una paliza si me pones en esa habitación de invitados. Puedohacerlo, lo sabes. Soy la VampWoman.

Con una carcajada, él la abrazó con fuerza.

—Eres mi mujer.

Fin



Vampires Gone Wild

Kerrelyn Sparks

64

Sobre la Autora

Kerrelyn Sparks es una escritora estadounidense de romance paranormal yvampirismo. Su primer libro fue publicado en 2002, titulado: For love or country.

Es también la autora de la serie de libros The love at stake, que incluye loslibros: How to marry with a millionaire vampire(2005), Vamps and thecity(2006), Sugarplums and scandal(2006), Be still my vampire heart(2007),The undeadnext door (2008), All i want for christmas is a vampire(2008),Secret life of a vampire(2009)y Forbidoen nights with a vampire(2009).

Cada libro de la serie The love at stake se ha convertido en un USA today best-seller, pero su libro How to marry with a millionaire vampire se convirtió en el librodebut romance más vendido del 2005, cabe mencionar que Kerrelyn Sparksasegura haberse sentido nerviosa cuando su libro The undead next door apareció enla lista de los New York Times best-seller.

Su nuevo proyecto salió a la venta el 9 de marzo de 2010 (en el mercadoestadounidense), llamado The vampire and the virgin

Kerrelyn Sparks, vive en el área de Greater, Houston en Estados Unidos, consu esposo e hijos.

http://es.wikipedia.org/wiki/Escritor

http://es.wikipedia.org/wiki/Estadounidense

http://es.wikipedia.org/wiki/Houston

http://es.wikipedia.org/wiki/Estados_Unidos

http://es.wikipedia.org/wiki/Estados_Unidos

http://es.wikipedia.org/wiki/Houston

http://es.wikipedia.org/wiki/Estadounidense

http://es.wikipedia.org/wiki/Escritor



Vampires Gone Wild

Love At Stake #13.5

Próximo Libro

Dougal Kincaid tiene algo que demostrar. Después de salir herido en unabatalla con los malcontentos, está listo para el servicio activo: proteger a losmortales confiados de estos vampiros malvados que quieren gobernar el mundo.Pero primero tiene que conseguir controlarse a sí mismo... porque sólo ver a unacierta doctora muy bonita tiene a su mano herida haciendo algunas cosaspeculiares, por no hablar de la sensación chisporroteante que quema a lo largo desu tatuaje de dragón.

¿Vampiros? ¡¿Vampiros?! Como científica, Leah tiene problemas para creerque existen estos seres inmortales. Pero ahí están, de pie delante de ella, pidiendo

ayuda en la solución de un rompecabezas genético que puede salvar a lahumanidad. ¡Incluso hay uno con una falda escocesa sexy! Sólo una mirada a losmagnificos ojos verdes de Dougal le acelera el pulso. Pero, ¿puede confiar en él, yen el deseo abrumador que se niega a ser ignorado?



Vampires Gone Wild

66

¡Visítanos!

http://lasilladellector1.forovenezuela.net

http://lasilladellector1.forovenezuela.net/

http://lasilladellector1.forovenezuela.net/

Sparks, Kerrelyn - Love at Stake 13.5 - V is for Vamp Woman

Documents

Transcript of Sparks, Kerrelyn - Love at Stake 13.5 - V is for Vamp Woman