Stevenson, Sir Steve - [Agatha Mistery 02] La perla de Bengala (r1.3 Piolin).pdf

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La perla de Bengala

Agatha Mistery, aspirante a detective con un olfato extraordinario, rueda por el mundo con

el chapucero de su primo Larry, su fiel mayordomo y el gato Watson para resolver los misteri-

os ms intrincados.LA PERLA DE BENGALA: La fabulosa perla de Bengala ha sido robada del templo de la

diosa Kali, y el guardin de la preciosa joya parece haberse desvanecido en la nada. Los

primos Mistery hacen las maletas y suben al primer avin hacia la India. All los esperan su

excntrico to Raymond y un encuentro con serpientes y tigres feroces

Sir Steve Stevenson

La perla de Bengala

Agatha Mistery - 2

ePub r1.3Piolin 25.09.13

Ttulo original: La perla del Bengala

Sir Steve Stevenson, 2010

Traduccin: Paulino Rodrguez

Ilustraciones: Stefano Turconi

Diseo portada: Stefano Turconi

Editor original: Etsai

Editor digital: Piolin

ePub base r1.0

Participantes

Agatha

Doce aos, aspirante a escritora de novela negra; tiene una memoria formidable.

Larry

Chapucero estudiante de la prestigiosa escuela para detectives Eye.

Mr. Kent

Ex boxeador y mayordomo con un impecable estilo britnico.

Watson

Pestilente gato siberiano con el olfato de un perro conejero.

To Raymond

Fotgrafo naturalista y hbil encantador de serpientes.

Destino: India. Golfo de Bengala


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Objetivo

Recuperar la famosa perla de Bengala, una joya muy valiosa robada en el templo de la di-

osa Kali, en la regin del Ganges.

Dedicado la memoria de Steve Irving

Doy las gracias a Enzo Samaritani y Parama Karuna Devi, que realizan actividades so-

ciales y escolares en la regin de Orissa, por sus valiosas informaciones sobre India y suincreble diversidad cultural.

Prlogo. Empieza la investigacin

Un sbado por la maana, a mediados de octubre, Larry Mistery se abra paso entre los

paraguas surgidos de la nada tras un inesperado chaparrn. En pocos minutos, Londres se

haba transformado en la metrpoli gris, sucia y fangosa de las novelas de Dickens.

Con catorce aos, y flaco como un fideo, Larry era un adolescente como tantos otros, ex-

cepto por la extraa profesin que haba elegido. Estudiaba para detective, aunque deca a

todo el mundo que segua un curso por internet para sacarse un diploma de mrketing.Slo algunos miembros de su familia saban la verdad, y entre ellos estaba su prodigiosa

prima, Agatha Mistery.

Ay, perdone! dijo a una seora que se haba parado ante el escaparate de una

tienda de pelucas.

En su agitacin, haba golpeado el bolso de piel de gamuza de la seora, el cual, a con-

secuencia del choque, se le haba desprendido y haba cado en medio de un charco de color

verdoso. Larry se apresur a recogerlo, lo limpi con un gesto rpido y se lo devolvi.

Mire, ahora est como nuevo! la tranquiliz con una ligera sonrisa avergonzadaLuego, prosigui su camino sin prestar atencin a las airadas protestas que se alzaban tras

l. Sus amigos lo esperaban en la bolera de Hastings Street, y las agujas de su reloj

sealaban ya veinte minutos de retraso.

Como de costumbre, Larry Mistery se lo haba tomado con calma. Se haba despertado

muy tarde, haba dado unos mordiscos a un trozo de pizza fra mientras escuchaba msica

rap y haba salido de su tico, en el ltimo piso del Baker Palace, sin comprobar las condi-

ciones atmosfricas.

Un error imperdonable en un londinense como l.El temporal lo haba pillado desprevenido. Primero haba buscado cobijo bajo el toldo de

una tienda, esperando que se tratara de una simple llovizna estacional. Pero la lluvia haba

empezado a caer cada vez con ms fuerza, y Larry no se poda permitir perder ms tiempo

Ech a correr y slo se detuvo cuando necesit atravesar un cruce con trfico. Para entonces

ya estaba empapado de los pies a la cabeza.


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Semforo rojo en Richmond Avenue, a tres esquinas de distancia de su objetivo.

Para recuperar el aliento, Larry se apoy en una barandilla de hierro forjado. A lo mejor

sus amigos ya estaban calentando para el tradicional partido del sbado Pero, entonces

por qu todava no lo haban llamado para preguntarle dnde se haba metido?

Este pensamiento le hizo palidecer.

Oh, ostras! gimi. Registr nerviosamente los bolsillos de sus pantalones. Aparte deunos cuantos peniques, estaban vacos. Entonces palp el extremo de su bandolera, donde

normalmente llevaba sujeto su valioso artefacto.

Pareca extraamente ligero. Demasiado ligero.

Efectivamente, tampoco all encontr lo que buscaba.

Dnde lo he dejado? grit muy nervioso.

En la Eye International, la prestigiosa escuela para detectives donde estudiaba, haba una

nica regla que se deba respetar: no separarse nunca de las herramientas del oficio. Y no se

trataba del clsico equipo de investigador compuesto por lupas, micrfonos, transceptores ydetectores varios. Todas esas funciones (y muchas ms) estaban incluidas en un nico dis-

positivo ultratecnolgico llamado EyeNet.

Si haba perdido su artilugio de ltima tecnologa, Larry se haba metido en un buen lo

Sigui palpando la ropa mojada por la lluvia, moviendo los brazos como un pulpo. Entre

tanto, el semforo se haba puesto verde, y desde el otro lado de la calle lleg una nueva

oleada de paraguas saltarines.

Sin moverse de la acera, Larry se llev una mano a la frente y trat de reconstruir mental-

mente los acontecimientos de la noche anterior. Haba jugado con la Wii en el apartamentode Clarke y haba vuelto a casa hacia medianoche, muerto de sueo. Se haba dejado caer

en el sof, con el televisor encendido y an vestido, y se haba dormido. Pensndolo bien, no

recordaba que hubiese colgado el EyeNet en el gancho que haba sobre el sof. Y esto slo

poda significar una cosa

Clarke! exclam, en voz tan alta que los peatones que transitaban asomaron caute-

losamente sus cabezas de debajo de los paraguas. Me lo dej en el apartamento de

Clarke!

Larry avanz hacia la calzada de Richmond Avenue sin percatarse de que el semforohaba vuelto a ponerse rojo. Un estruendo de clxones y bruscos frenazos acompa su

travesa, que milagrosamente no provoc un rosario de choques en cadena.

El polica que diriga el trfico le llam la atencin con su silbato. Larry ni siquiera gir la

cabeza. El ansia por recuperar el EyeNet haba puesto alas a sus pies.

Cinco minutos despus lleg sin aliento a la bolera de Hastings Street y busc a Clarke

con la mirada. Todas las pistas estaban ocupadas, y se oa el sordo estruendo de las bolas


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que rodaban por el parqu.

Larry pas por delante del sof en el que estaban sentados sus amigos sin ni siquiera di-

rigirles el amago de un saludo. Invadi la pista y dio un tirn al chaleco de Clarke justo

cuando ste iniciaba su lanzamiento. La bola dibuj una trayectoria en diagonal y acab en el

carril lateral.

Cero puntos en el marcador.Larry! se enfad Clarke. Iba a conseguir un strike y lo has mandado a la porra!

Sabes dnde est mi, ehm, mmm, mvil?

Lo dejaste en mi casa!

Bien; quiero decir, mal dijo muy serio el joven detective. Podemos ir a buscarlo?

Ahora!

Mrate, Larry! Ests hecho un desastre! intervino el antiptico de Mallory, con su

pelo ensortijado que le caa por encima del jersey de marca.

Clarke y sus amigos se rieron por lo bajo.Larry saba perfectamente que estaba hecho un desastre: notaba su pelo pegado a las

mejillas, la ropa le goteaba como un grifo averiado y sus zapatos dejaban marcas de barro en

el suelo.

Tranquilo, lo tengo aqu dijo Clarke hurgando en su bolsa. Es el mvil ms grande

que he visto jams: un monstruo de mvil. No va siendo hora de que lo cambies?

Larry pas por alto la burla y exhal un suspiro de alivio.

Uf, gracias, pero no puedo hacerlo! Es un regalo de mi padre y le tengo mucho cario

minti mientras apretaba el EyeNet con el puo cerrado como si quisiera ocultarlo. Luegotamborile con los dedos sobre una bola y aadi con desenvoltura: Muy bien, dejad que

me seque y os har picadillo!

Camino de los vestuarios, Larry introdujo rpidamente el cdigo en el EyeNet para ac-

tivarlo. Se haba quedado en standby durante medio da, y podan haber llegado comunica-

ciones urgentes de la escuela.

Una sintona capaz de romper cualquier tmpano rasg el aire. Tal como el chico haba

sospechado, en la pantalla centelleaba de forma insistente el smbolo de la Eye International

los mensajes de la escuela superaban ampliamente la decena!Larry se limit a leer el ltimo de la lista, y una exclamacin desesperada escap de su

boca:

Calcuta? En la India? Slo Agatha me puede sacar de este aprieto!

Sus amigos lo vieron salir corriendo como un rayo. Menearon sus cabezas y volvieron a

jugar: estaban acostumbrados a las rarezas de la familia Mistery.


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1. Una reunin inesperadaEn Mistery House, una vieja mansin de tejado azul que dominaba un inmenso parque en la

periferia de Londres, haba un infernal crujido de techos, ventanas y vigas de madera. Dur-

ante los temporales, la casa se transformaba en un lugar muy ttrico. Las corrientes de aire

penetraban en las grandes habitaciones y resonaban por los pasillos como murmullos de

fantasmas inquietos.Pero los actuales residentes no se dejaban atemorizar fcilmente. Para Agatha Mistery

una jovencita de doce aos, pequea y con aspecto siempre alegre, aquellos ruidos sini-

estros creaban un ambiente mgico y sugestivo.

En aquel momento, Agatha escuchaba en silencio la lluvia que repicaba contra la ventana

de su habitacin, como si llamase para entrar. Pasado un rato, baj de la cama con dosel y

cogi del escritorio su libreta y un bolgrafo luminoso.

Es un da ideal para escribir susurr a Watson, su blanqusimo gato siberiano

Pero primero veremos una buena pelcula. Qu te parece?

El gato maull satisfecho, disfrutando de una agradable caricia bajo el cuello, y luego la

sigui a la sala de cine, en el stano.

All encontraron a mister Kent, el mayordomo de Mistery House, que estaba introduciendo

una bobina en el viejo proyector.

Mister Kent haba sido peso pesado y tena la barbilla cuadrada y unos hombros anchos

como una secuoya. Aquella tarde vesta tambin su impecable esmoquin y tena el pelo relu-

ciente de laca.Qu pelcula ha elegido, miss Agatha? pregunt cortsmente cuando la vio entrar.

La chica se qued en la puerta.

Tendra que documentarme sobre los espas de la guerra fra para mi nuevo cuento

pero estoy algo indecisa contest mientras se acariciaba la punta de su pequea nariz

respingona.

Aquel sencillo gesto la ayudaba a pensar.

Qu la hace dudar, seorita?

Ella busc las palabras adecuadas.Recuerdas la pelcula que mam y pap me enviaron desde Nueva York?

pregunt. Sera de mala educacin que la visemos antes de que vuelvan?

Mister Kent carraspe.

Ahora estn en la India, miss Agatha replic. Estarn ocupados al menos durante

una semana.

La conferencia mundial sobre energas renovables, verdad?


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El mayordomo asinti lentamente y volvi a manipular el proyector.

Podr verla sin prisas en los prximos das, seorita aadi.

Agatha no estaba convencida y decidi dirigirse a Watson, que mientras tanto curioseaba

entre las polvorientas cajas.

Tu qu prefieres, gatito? le pregunt.

Como en un acto reflejo, el gato salt fuera de una caja y puso una pata sobre un rollosolitario que haba debajo de la mesa.

Todava estaba dentro de su embalaje. Otro regalo de mam y pap.

Agatha y mister Kent intercambiaron unas desconcertadas miradas.

Por lo visto, Watson siente debilidad por Alfred Hitchcock observ la chica con una

risa cristalina. Desenvolvi el paquete y pas la copia de la pelcula La ventana indiscreta a

mayordomo. Una eleccin ms sencilla de lo que esperaba! coment satisfecha.

Como desee, miss Agatha.

Mientras mister Kent sustitua pacientemente la pelcula, Agatha apart una cortina os-cura, entr en la sala y se hundi en su butaca preferida. Ella no era una de esas personas

que se dedican a comer palomitas ante la gran pantalla, como hacan sus frvolas amigas

Ella se pasaba la pelcula llenando de apuntes las pginas de su libreta: personajes, decora

dos, vestidos y cualquier otro detalle que despertase su imaginacin.

Como todos los miembros de la familia Mistery. Agatha tambin haba escogido una car-

rera extravagante.

Quera ser escritora.

Ms concretamente, escritora de novela negra.As que pasaba los das leyendo novelas, consultando enciclopedias, hojeando revistas y

diarios y viendo pelculas y documentales, siempre en busca de elementos interesantes para

sus historias.

Cuando la sala qued a oscuras y aparecieron los crditos iniciales. Agatha sinti que le

recorra un escalofro de excitacin. Saba que el director Alfred Hitchcock era un gran maes-

tro del suspense.

Unos pocos fotogramas despus, not un contacto hmedo en un hombro.

Quin sera?Ech una rpida mirada a sus espaldas.

Larry? murmur incrdula.

En persona!

Qu haces aqu, primito?

Es una urgencia, Agatha susurr el chico mientras se enjugaba con un pauelo

Tienes un par de minutos, por favor?


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Podemos prepararles una pequea sorpresa propuso Larry.

Agatha apret los labios, dubitativa.

Qu tipo de sorpresa, primo?

Fcil. En cuanto resolvamos el caso, iremos nosotros a verlos a Nueva Delhi. Me

juego lo que quieras a que darn saltos de alegra! Qu os parece?

Mister Kent hizo un tmido gesto de asentimiento.Debo admitir que la idea no est nada mal reflexion Agatha en voz alta. Luego se

apart de la frente un mechn de su pelo rubio. Muy bien, de acuerdo! decidi. Envi al

mayordomo a preparar las maletas y ella y Larry se dirigieron a su habitacin para descargar

del ordenador los datos de la misin.

Abrieron el archivo principal y en el monitor apareci un rostro conocido, con bigotito y

sombrero en la cabeza.

Era el agente UM60, el profesor de Prcticas Investigadoras.

Las mejillas de Larry enrojecieron inmediatamente.Ser breve, agente LM14 empez el severo profesor. Los elementos que tenemos

a nuestra disposicin son muy escasos: una llamada telefnica, algunas imgenes de

documentacin y los dosieres de las personas implicadas en el misterio. Un misterio del que

poca cosa sabemos. Es usted quien debe rellenar las lagunas y resolver el enigma. Tiene

cinco das, ni uno ms. Si no, suspender. Buena caza, agente!

El videomensaje acab as.

Interesante dijo Agatha.

Querrs decir preocupante la corrigi Larry.La chica abri el archivo que contena la llamada grabada. La seal de audio tena

muchas interferencias y tuvieron que escucharla varias veces para comprender algunos tro-

zos. Deca:

Alguien est entrando en casa CREEEC CREEEC Ha forzado la cerradura y oigo

sus pasos en la escalera CREEEC CREEEC Viene hacia mi habitacin, s qu quiere

La perla! Quiere la perla! CREEEC CREEEC Si me ocurre algo, pnganse en contacto

con mi querido amigo CREEEC CREEEC Deshpande TU-TU-TU-TU-TU

Los ojos de Agatha brillaban de curiosidad.En primer lugar, intentemos descubrir a quin pertenece esta voz. Despus reconstru-

iremos con calma lo sucedido. Ests de acuerdo, Larry?

Encerrado en su mutismo, el detective se apretaba las sienes, como si tuviese dolor de

cabeza.


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2. Partida hacia CalcutaEl nico vuelo directo a Calcuta sala del aeropuerto de Heathrow a las diez de la noche. Los

primos Mistery tenan tiempo de sobra para prepararse bien.

Se repartieron el trabajo: mister Kent reserv el vuelo y se ocup de los detalles del viaje

Larry estudi con atencin los archivos que le haba enviado la escuela, y Agatha se encerr

en la enorme biblioteca para documentarse sobre la India.Si la memoria no me engaa le dijo a Larry, un pariente nuestro ha publicado un

artculo sobre los tigres de Bengala en la National Geographic.

Ya has abierto uno de tus famosos cajones de la memoria? se burl Larry, que

siempre bromeaba sobre las increbles facultades memorsticas de su prima. Despus reflex-

ion un momento y balbuci: No, espera! Cmo? Has dicho tigres?

S, primito contest ella, flemtica. La regin de Sundarbans acoge la mayor colo-

nia del mundo de devoradores de hombres!

Larry mene la cabeza y volvi a concentrarse en los dosieres.

Por si no tena suficiente con un gato fastidioso, ahora tendr que vrmelas tambin

con tigres! gimi, desconsolado.

Agatha cogi de los estantes de la biblioteca una docena de volmenes sobre la historia y

la religin de la India. Slo el hecho de ojearlos superficialmente resultaba bastante traba-

joso. Busc el nmero de la National Geographic con el artculo sobre los tigres.

Tena razn! le grit a Larry. Se llama Raymond Mistery! Es fotgrafo naturalista

un tipo muy aventurero!No me cabe la menor duda coment lacnicamente su primo.

Agatha y Larry se apresuraron a consultar el rbol genealgico de la familia, un planis-

ferio en el cual estaban sealados la residencia, la ocupacin y el grado de parentesco de to-

dos los Mistery.

Aqu est el to Raymond anunci satisfecha. Vive en Calcuta. Levant el auri-

cular del telfono y marc el nmero que haba encontrado en la National Geographic.

Esperemos que trabaje hasta tarde y que an est en el estudio fotogrfico. En Calcuta

deben de ser ahora las diez de la noche aadi con un susurro cmplice. Podrasernos de gran ayuda!

Al otro lado del telfono respondi una voz estridente: era el to Raymond.

La conversacin se prolong ms de media hora. Al final, a Agatha le sala humo por las

orejas.

Nuestro to es un charlatn de marca mayor. No haba forma de frenar su entusiasmo

dijo finalmente con cierta ansiedad. Ya se ha puesto manos a la obra para conseguirnos

los permisos de entrada al parque nacional de Sundarbans, y me ha hecho una pregunta


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muy rara.

Ya empezamos: qu pregunta?

Quera saber si alguno de nosotros sabe pilotar un avin.

En aquel momento, mister Kent apareci en la sala con su habitual discrecin.

Si sirve para algo, hace muchos aos recib unas cuantas clases de vuelo, miss

Agatha.Excelente, mister Kent replic ella. Pues mete tambin en la maleta tu equipo de

aviador.

El mayordomo no parpade.

As lo har, seorita dijo. Pero vena a anunciarles que la cena ya est en la mesa.

Se dirigieron todos al comedor y se sentaron en un extremo de la largusima mesa estilo

Luis XIV que para la ocasin estaba puesta con platos de la mejor vajilla de la casa. Mister

Kent tambin haba sacado los cubiertos de plata y las servilletas con el monograma de la fa-

milia.El mayordomo haba preparado unos apetitosos filetes de bacalao al vapor que devoraron

en un santiamn.

Qu has descubierto en los dosieres, Larry? pregunt la duea de la casa mientras

hunda la cuchara en el pudn de chocolate.

Ha habido un robo chapurre el chico.

La perla de la que se hablaba en la llamada telefnica?

No es una perla cualquiera, prima, es la famosa perla de Bengala!

Agatha se rasc la punta de la nariz.S, he odo hablar de ella Un templo hind perdido en la selva de manglares, una an-

tigua estatua de la diosa Kali Se interrumpi un momento para pensar y luego

prosigui: Una mano de la estatua sostiene la perla, verdad?

Larry ya no se maravillaba de las dotes memorsticas de Agatha.

Has abierto el cajn adecuado, primita. El pueblo se llama Chotoka y se encuentra en

el delta del ro Ganges: un lugar al que cuesta Dios y ayuda llegar aadi.

Muy bien. Hay ms detalles? continu la chica.

Durante la noche del robo desapareci el viejo vigilante del templo, un tal AmitavChandra, el nico que sabe cules son las diez llaves, entre cien, que abren el portn de

santuario de la diosa Kali. La voz que omos en la grabacin es la suya.

Secuestro u homicidio?

De momento, nadie lo sabe replic Larry con un tono vago. En el parque naciona

de Sundarbans no hay polica, slo el Cuerpo Forestal al mando del capitn Deshpande.


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siquiera haba pasado por su tico: se las arreglara con la ropa que llevaba puesta.

En vez de gel, se haba empapado el pelo con brillantina; pareca una versin juvenil de

Rodolfo Valentino.

Queris dejar de reros? se quej a Agatha y a mister Kent cuando se sentaron en

el Boeing 747 de Air India. En cuanto el avin despeg, se durmi como un tronco.

Durante una hora, Agatha estuvo leyendo una gua sobre Calcuta y el parque nacional deSundarbans, y despus tambin ella cay en un profundo sueo, con la caja de Watson en

su regazo.

Mister Kent, en cambio, no cerr los ojos: los asientos eran demasiado estrechos para

que pudiera ponerse cmodo, as que decidi repasar sus limitadas nociones de pilotaje con

la ayuda de un librito amarillento.

Aterrizaron en Calcuta a las 13.30, hora local del da siguiente.

Agatha se senta fresca como una rosa, mientras que Larry mostraba una cara plida

con unas ojeras profundas y oscuras, y no paraba de bostezar sin molestarse en taparse laboca con la mano.

Querido primo, cualquier da de stos entrars en el libro Guinness de los rcords le

dijo Agatha alegremente mientras bajaban por la escalerilla del avin. No conozco a nadie

que sea capaz de dormir tanto!

Como nica respuesta, Larry solt el millonsimo bostezo.

Es el cambio horario, que me deja hecho polvo se justific.

Ah, ya respondi Agatha. Casi seis horas de diferencia entre Londres y Calcuta

son muchasRecogieron con calma las maletas, ensearon sus pasaportes a los agentes de la aduana

y finalmente salieron al vestbulo central del aeropuerto.

Pareca una ciudad en miniatura: brillantes escaparates que mostraban productos de

marca alternaban con tenderetes de ropas de colores, brazaletes de plata y collares de per-

las. Las mujeres iban envueltas en sus saris de mil colores, y los hombres vestan de blanco

o de marrn claro y llevaban turbante.

Entre aquella muchedumbre, tpica de un bazar, vieron a un joven indio con unas pantor-

rillas colosales que exhiba un cartel: El carrito del culi Rashid, el ms rpido de Calcuta.Slo faltan los faquires y los encantadores de serpientes brome Larry.

Ests muy equivocado dijo alguien detrs de ellos. Se me da muy bien encantar a

mis amigos reptiles! Se trataba de un hombre de unos treinta aos, rubio y bronceado, en

plena forma, pese a una incipiente barriga, que vesta una camisa verde militar de manga

corta, pantalones cortos y botas de montaa.


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Era el retrato del perfecto explorador.

Bienvenidos a la India, el lugar ms rico en aventuras del planeta! exclam Ray-

mond Mistery luciendo una radiante sonrisa.


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3. Las locuras del to RaymondDespus de un enrgico apretn de manos con mister Kent, una infinita serie de abrazos a

los sobrinos y algn comentario jocoso sobre el peinado de Larry, el to Raymond extrajo de

su mochila un casco de aviador y unas enormes y curiosas gafas.

A ver, chicos, quin de vosotros sabe pilotar? pregunt sin ms prembulos

Pareca como si no pudiese esperar ms para volver a la legendaria selva de BengalaSuspend tres veces el examen para conseguir la licencia empez a decir mister

Kent mientras se rascaba la mandbula, poco convencido, pero s mantener recta la pa-

lanca de mando, controlar el altmetro

Magnfico, gran hombre! lo interrumpi el to Raymond, dndole nimos con un li-

gero golpe en el hombro. Sin un segundo piloto, no nos dejaran despegar!

El mayordomo se puso la indumentaria de aviador que haba llevado de Londres: gorra

con orejeras, gafas oscuras y cazadora de piel de color marrn.

Ests fantstico, gran hombre! coment Raymond Mistery.

Agatha se rio con ganas; Larry, en cambio, se qued un tanto intranquilo.

No te parece que nuestro to es un optimista incurable? le susurr a su prima a

odo mientras se dirigan hacia la terminal de aviones privados.

Es un portento, una fuerza de la naturaleza replic la chica, admirada.

Con las maletas en la mano, salieron por una puerta lateral y caminaron por la abrasad-

ora pista de aterrizaje hasta que se detuvieron ante un hangar donde algunos mecnicos y

operarios de mantenimiento, cubiertos de aceite de pies a cabeza, saludaron a Raymond consimpata. l correspondi a la calurosa acogida y despus seal hacia el edificio del in-

spector de vuelo.

Vamos, gran hombre! dijo a mister Kent. Les haremos creer que eres un as de la

aviacin britnica!

Pasaron unos cuantos minutos.

Para matar el tiempo, Agatha acarici a Watson, que se impacientaba en su caja.

Estate tranquilo, que muy pronto podrs moverte libremente! lo consol.

Uf! exclam Larry. Ya me haba olvidado de esta fiera pestilente!Su prima lo fulmin con la mirada.

En cuanto Raymond Mistery les indic con enrgicos gestos que se dirigieran hacia su

aeroplano, los chicos entendieron por qu su to necesitaba un segundo piloto.

Se trataba de un enorme Canadair amarillo, con los laterales rojos, completamente cu-

bierto de pegatinas. Veinte metros de largo, treinta de envergadura. Una bestia capaz de

aterrizar en pistas de tierra y en superficies acuticas con absoluta tranquilidad.


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Antes lo utilizaron como avin contra incendios, pero lo he adaptado a mis necesidades

dijo muy orgulloso Raymond Mistery. Bonito, eh?

A Agatha se le caa la baba.

Es fantstico, to! exclam. Tambin les gustara a mam y pap. Ellos se pirran

por los medios de transporte ms extravagantes!

Mister Kent observ el avin con los ojos abiertos como platos, sudando como nunca bajola cazadora de piel.

Subieron al Canadair y enseguida advirtieron que el interior del avin estaba acondicion-

ado como una pequea vivienda. Haba una hamaca, un horno de gas, vajilla, reservas de

comida (sobre todo, arroz y latas de atn), botellas de agua, caas de pescar y equipo

fotogrfico.

No me dedico nicamente a los tigres, sabis? dijo el to sealando el equipo de

submarinista. En esta poca, los delfines remontan el Ganges desde el golfo de Bengala

Me gustara hacerles unas buenas fotos.Para qu sirven las ampollas de colores? pregunt Larry.

Suero para las serpientes, sobrino.

Serpientes venenosas?

Mortales sonri Raymond.

A Larry le dio un ataque de canguelo, que todava empeor cuando Raymond y mister

Kent se sentaron ante los mandos y las hlices empezaron a girar. Fue el peor despegue que

el chico poda recordar.

El Canadair oscilaba arriba y abajo, iba de izquierda a derecha y traqueteaba de formaamenazadora. Larry se agarr a un gran asidero, mientras que Agatha miraba con tranquilid-

ad por la ventanilla, amortiguando con sus piernas las tremendas sacudidas.

Cuando finalmente recibieron la orden de vuelo en el difano cielo de Calcuta, el to Ray-

mond cedi la palanca de mando al mayordomo.

Ponte en uno veinte y sube a novecientos le grit en el incomprensible argot de los

pilotos. Yo voy a charlar un rato con los chicos.

Aunque estaba muy nervioso, mister Kent comprob los indicadores del cuadro de man-

dos y lo obedeci al pie de la letra.A ver, Agatha, qu es lo que me decas sobre la investigacin? pregunt el to Ray-

mond, relajndose tranquilamente en la hamaca. Watson salt de inmediato a su brazo y lo

obsequi con una larga profusin de carantoas.

Es un asunto complicado contest la chica tirando de la camiseta de su primo

Larry te contar todo lo que sabemos. Lo sacudi ligeramente. Verdad que s, agente

LM14?


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Eh, yo?

T eres el detective! sonri Agatha. Venga, espablate, gandul!

Agatha saba que sta era la nica forma de tranquilizar a su primo. De hecho, a medida

que entraba en los detalles de la investigacin, Larry empezaba a sentirse ms seguro. En

un momento dado, incluso descolg el EyeNet de la bandolera y mostr a su to las

imgenes de Chotoka, del templo de Kali y de la maravillosa perla robada.Qu instrumento ms extraordinario! se entusiasm Raymond Mistery. Puedes

retroceder unos cuantos fotogramas, agente LM14?

Se detuvo en el retrato de Deshpande, el capitn del Cuerpo Forestal.

Lo conozco dijo en voz baja. Lo atac un tigre hace algo menos de un ao. Era

bueno buscando cazadores furtivos, pero despus de aquella dentellada en la pierna no

volvi a ser el mismo.

El seor Chandra nos aconsej que nos dirigisemos a l record Agatha. Y a

continuacin cambi repentinamente de tema. To, qu nos puedes decir de la gente depueblo de Chotoka?

Raymond Mistery pens en ello un momento.

Son casi todos pescadores y artesanos, excepto los sacerdotes del templo de Kali, los

peregrinos y unos cuantos turistas apasionados por la naturaleza salvaje contest. Viven

de manera muy modesta, pero adoran el cine, internet y los mviles! No os parece una

bonita contradiccin?

Sus sobrinos asintieron sonrientes: el to Raymond tena una manera de ser que los

pona de buen humor. De pronto, salt de la hamaca y grit a la cabina:Va todo bien, gran hombre? Baja a seiscientos, casi hemos llegado!

Larry y Agatha se rieron por lo bajo.

Raymond los cogi de la mano y los llev a las ventanillas.

Observad el paisaje de Sundarbans murmur mientras sealaba el inmenso delta de

Ganges. Lo llaman el pueblo de las mareas, donde tierra y agua se funden en islotes

que nacen y desaparecen sin cesar.

El panorama era de una belleza impresionante. Incluso Larry lo contemplaba sin articular

palabra.Por suerte, hace pocos das concluy la temporada del monzn; en medio de aquellas

tempestades no habra podido pilotar mi avin concluy el to Raymond.

Dej a sus dos sobrinos con los ojos pegados a las ventanillas y se reuni con mister

Kent en la cabina.

Ahora me toca a m anunci alegremente. Estamos a punto de aterrizar, gran

hombre!


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Mientras l se dejaba caer en el asiento de al lado, el mayordomo pis algo de consisten-

cia gomosa, como un neumtico de bicicleta. Se quit las gafas oscuras y ech un vistazo

bajo el cuadro de mandos: una gran serpiente de color ocre sali silbando y se desliz entre

sus piernas.

Mister Kent se puso en pie de un salto y se dio un fuerte golpe en la cabeza contra los

paneles elctricos.Seores, me temo que tenemos un serio problema! grit, aunque manteniendo la

compostura. Serpiente a bordo!

Cuando Raymond tir de la palanca para aterrizar, en el Canadair se arm un buen

guirigay: Larry corra espantado de una pared a otra, mientras que Agatha persegua a un

excitadsimo Watson, que, evidentemente, no senta el menor aprecio por las serpientes.

El avin se balance durante un rato interminable, y despus se desliz sobre la super-

ficie del Ganges con unos terribles traqueteos entre golpes de espuma. Finalmente, el Cana-

dair se detuvo justo ante el pequeo muelle de Chotoka, adonde la gente del pueblo habaacudido para ver qu pasaba y quines eran aquellos forasteros que llegaban armando tanto

alboroto.

Sin apagar los motores, Raymond Mistery se levant como un rayo de su butaca. Encon-

tr a la serpiente entre las bombonas de oxgeno y empez a mover los dedos como un en-

cantador. Despus, cogi al reptil con tanta rapidez que nadie se dio cuenta.

Os presento a una serpiente de cola larga! dijo tranquilamente mientras la sujetaba

por la cabeza. La serpiente, que meda ms de un metro de longitud, se enroscaba alrededor

de su brazo. Qu hacas en mi avin, pequea? Si queras venir, no tenas ms que de-cirlo!

Larry y mister Kent, aterrorizados, se abrazaron uno al otro y preguntaron a coro:

Es venenosa?

Mortal! contest Raymond Mistery con una sonrisa.

Larry blandi un tridente de barbacoa.

O nosotros o ella! exclam.

Calma, calma. El to Raymond abri la portezuela posterior del avin y, con extrema

cautela, dej al reptil en las aguas del Ganges. La situacin est bajo control! rio.Superado el susto, Agatha asom la cabeza al exterior y descubri que la orilla estaba a

unos veinte metros.

Estis preparados para nadar un rato, chicos? grit.

Espera, sobrinita! le respondi su to. Utilizaremos el bote hinchable!

Agatha sonri: aquel loco de to Raymond tenia una solucin para cada problema!


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4. La lista de DeshpandeCuando el bote atrac en la fangosa orilla de Chotoka, los habitantes del pueblo empezaron

a desaparecer lentamente con expresiones de decepcin. Al cabo de un breve rato, el me-

andro del ro qued sumido en un silencio hmedo y enrarecido, quebrado slo por los trinos

de los pjaros.

To, qu refunfuaban esas personas? pregunt Larry, que no saba una sola pa-labra de la lengua bengal.

Estaban muy decepcionadas: cuando nos han visto aterrizar, han credo que traamos

al seor desaparecido.

Amitav Chandra, el vigilante del templo puntualiz Agatha.

Raymond asinti.

Por lo visto, an albergan alguna esperanza de encontrarlo. Movi la cabeza en un

gesto negativo y amarr el bote en el embarcadero. Entre nosotros, es como buscar una

aguja en un pajar suspir. El parque nacional de Sundarbans es infinito y peligroso.

Por qu no participas en la bsqueda con tu avin durante los prximos das? le su-

giri Agatha. Algo me dice que Chandra sigue vivo en algn sitio!

Larry suspir.

Pero y si el autor del robo fuese precisamente l? A lo mejor ha montado todo este

nmero para largarse volando con la perla de Bengala!

Agatha baj de la barca con Watson en brazos.

Larry, es una hiptesis que no se sostiene dijo con tono decidido. Si el seorChandra no pretenda ms que desaparecer con el botn, para qu se tom la molestia de

avisar a la Eye International?

Mister Kent interrumpi bruscamente la conversacin y seal con un dedo hacia lo alto

del terrapln.

Tenemos visita, miss Agatha anunci.

Todos los del bote se volvieron y divisaron a un hombre muy corpulento que los esperaba

en la escalera que daba entrada al pueblo. Tena un bigote espeso, vesta uniforme de camu-

flaje, llevaba una gorra torcida en la cabeza y se apoyaba medio de lado en un bastn debamb.

Hola, capitn Deshpande! lo salud desde lejos el to Raymond.

Bienvenido, profesor Mistery. Qu lo trae a Chotoka en esta poca? Pensaba que es-

taba trabajando con los delfines!

Agatha not una curiosa vibracin en la voz del capitn, como si la presencia de visit-

antes lo enojase profundamente.


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De hecho, un momento despus, el capitn aadi:

Los espero en mi oficina con los permisos en la mano; no me hagan perder tiempo. Y

se fue cojeando.

Raymond acab de asegurar las cuerdas y entreg a sus compaeros las autorizaciones

selladas.

Deshpande es un tipo ingenioso y obstinado dijo muy serio. Os someter a un in-terrogatorio para averiguar el motivo por el que estis aqu.

Agatha se acarici la nariz y dibuj una amplia sonrisa.

Y nosotros le diremos la verdad!

Qu? se estremeci Larry.

Ests nervioso, primito?

Pero, pero tambin quieres hablarle de la Eye International?

Por supuesto: toda la verdad. En los ojos de la chica brill una chispa de astucia

Todo, excepto un pequeo detalle, obviamente aadi.Cul? pregunt nervioso el joven detective. Qu detalle?

Mister Kent tambin arque una ceja.

Escuchadme atentamente. No debemos citar bajo ningn concepto la llamada de

seor Chandra, de acuerdo? dijo Agatha. Es la nica cosa que no debe saber nadie de

pueblo, incluido el autor del robo. Ser nuestro as en la manga!

Y as lo hicieron.

Declararon al capitn Deshpande que investigaban por encargo de una conocida agencia

internacional y que le agradeceran su sincera colaboracin. Queran conocer cada detalle delas investigaciones en curso: quines eran los sospechosos, las pruebas recogidas y cu-

alquier pista que tuviese el Cuerpo Forestal.

Finalmente, el capitn guard los permisos en el fichero que tena detrs de su escritorio

y examin a los chicos con una ligera sonrisa irnica.

Entonces, vosotros sois mis refuerzos? pregunt a Agatha y a Larry. No sois de-

masiado jvenes para trabajar como detectives?

Son unos chicos muy brillantes, capitn intervino el to Raymond, que haba per-

manecido callado todo el rato, con las manos cruzadas detrs de la nuca.Siendo, como son, sus sobrinos, es normal que hable bien de ellos, profesor Mistery

replic el capitn. Pero, sinceramente, no me basta: quiero credenciales.

En aquel momento, Larry tom la iniciativa. Marc un cdigo secreto en la EyeNet y en-

treg el artefacto al capitn.

Haga correr la flecha por la pantalla: en ella encontrar todas las credenciales que de-

see sobre m y sobre la agencia para la que trabajo afirm con decisin.


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Naturalmente, era una ficha preparada de modo expreso para engaar a quien la leyese

sin prestarle mucha atencin y contena una interminable ristra de casos resueltos brillante-

mente por Larry.

Lstima que no fuesen autnticos

Pero qu sucedera si el capitn era tan tozudo como afirmaba el to Raymond?

En el despacho, lleno de fastidiosas moscas, se hizo un silencio expectante. MientrasDeshpande lea, en la frente se le fue formando una sola gota de sudor que descendi lenta-

mente por un pmulo y se perdi por ltimo en el bigote.

Hoy hace mucho calor, verdad? dijo el oficial mientras se desabotonaba el ltimo

botn del cuello. Despus dej el artefacto de Larry sobre el escritorio y se inclin hacia

delante. De acuerdo, pasemos a la investigacin dijo ms relajado. Qu queris

saber, jvenes colegas?

La trampa haba funcionado a la perfeccin!

Mientras su primo an se frotaba las manos de nerviosismo, Agatha empez a ametrallara Deshpande con preguntas.

Empecemos por los sospechosos: quines son?

Vivo en este pueblo desde hace ms de treinta aos y conozco a cada uno de sus hab-

itantes repuso el capitn. E inmediatamente he excluido a las personas unidas al seor

Chandra por un afecto sincero, como un servidor.

Entonces, qu nos queda? prosigui Agatha abriendo su libreta por una pgina en

blanco.

Deshpande se qued pensativo un momento. Luego levant el pulgar de su mano dere-cha y empez a enumerarlos:

El brahmn Sangali, que siempre ha estado en desacuerdo con Chandra sobre cmo

gestionar el templo. Levant el dedo ndice. La pareja de turistas espaoles que se alo-

jan en el Tiger Hotel y que tienen antecedentes de robos en diversas partes del mundo.

Cuando tocaba el tumo del tercer dedo, se detuvo.

Y? intervino Larry. Quin falta?

Ha prometido colaborar plenamente, capitn le record Agatha.

Deshpande exhal un amargo suspiro.Intenten comprenderlo, no resulta fcil para m Conocen a Tom Chandra, el famoso

actor de Bollywood?

Querr decir Hollywood, seor lo corrigi Larry.

Agatha gui un ojo a su primo.

Larry, querido, Bollywood es la mayor industria cinematogrfica del mundo, el equival-

ente indio a Hollywood le explic.


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Ah, oh, perdonad mi ignorancia

La respuesta es no lo interrumpi su prima. No conocemos a ese tal Tom Chandra

Quin es, capitn?

El principal sospechoso del robo de la perla respondi el oficial de un tirn. Tom

Kanai en el registro civil, Chandra es el hijo de Amitav Chandra!

Todos los presentes se quedaron de piedra. Por primera vez, Agatha apart el bolgrafode la hoja.

Fue Raymond quien tom la palabra.

Comprendemos su dolor, capitn Deshpande intent tranquilizarlo. Pero dgame

una cosa: esas personas, los sospechosos, estn en la crcel? Los ha metido entre rejas

para interrogarlos?

La ley no me lo permite, profesor Mistery respondi tristemente el capitn. Les he

tomado declaracin y los he obligado a quedarse en el pueblo, al menos hasta que en-

contremos a mi amigo Amitav, espero que todava vivo.Sabia decisin coment Agatha. Pero por qu afirma que Tom Chandra es e

principal sospechoso?

Volvi a Chotoka hace diez das e insista en que quera reconciliarse con su padre

que jams le ha perdonado que siguiese la carrera de actor respondi el oficial. La tarde

del da que desapareci Amitav tuvieron una fuerte discusin, y durante la noche diversas

personas creyeron ver a Tom rondar cerca de la casa de su padre. Pero ninguno de los testi-

gos tiene la absoluta certeza de que fuese realmente l: estaba muy oscuro.

O sea, que es imposible incriminarlo dedujo Larry, que esperaba tener ya el caso re-suelto. Y prosigui con una serie de comentarios formulados en voz baja.

Gracias por su disponibilidad, capitn Deshpande. Agatha se levant de la silla

Para ayudarlo en este embrollo, tenemos que hacerle tres sencillas peticiones.

Dgalas, seorita.

La primera es que nos entregue las declaraciones de los sospechosos.

Tome una copia. Qu ms?

Queremos su permiso para interrogarlos.

De acuerdo. Y la ltima?Para realizar una buena investigacin, necesitamos examinar la residencia de Amitav

Chandra y el templo de Kali.

El capitn Deshpande neg con la cabeza.

Lo siento mucho, pero eso es imposible dijo con tono perentorio. Hasta nueva or-

den, esos lugares estn precintados por el Cuerpo Forestal.


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En vez de discutrselo, la chica estrech la mano del corpulento capitn, que se levant

apoyndose en el bastn de bamb.

Por ahora esto es todo, seor Deshpande dijo Agatha, sonriendo amablemente. S

nos necesita, nos encontrar en el Tiger Hotel.

Dicho esto, recogi las hojas de papel con las declaraciones y gui a la pequea comitiva

fuera del despacho de Deshpande.


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5. Un t en el Tiger HotelLa calle principal de Chotoka divida el pueblo en dos mitades y enfilaba hacia el templo de la

diosa Kali, que se alzaba en la lejana sobre una pendiente. A ambos lados de la calle haba

una apretujada sucesin de cabaas, talleres artesanales y minsculas bodegas donde

mujeres y nios con vestidos de colores trabajaban en silencio. Casi todos los edificios eran

de madera, con techo de paja.Construyen palafitos por el riesgo de inundaciones, verdad, to? pregunt Larry

mientras caminaban por la calle.

No slo por eso, Larry. Lo hacen tambin para evitar las visitas de animales peligrosos

escorpiones, serpientes, cocodrilos, leopardos, tigres! contest Raymond con un nfasis

creciente. A continuacin olfate el aire y entrecerr los ojos. Qu lugar ms maravilloso

chicos! exclam. Noto por todas partes el reclamo de la aventura!

Los otros lo miraron desconcertados: su entusiasmo resultaba extrao despus de las pa-

labras de Deshpande.

Me tomara con mucho gusto un buen t con galletas dijo Agatha mirando su reloj.

Pasaban pocos minutos de las cinco de la tarde.

Siguieron un trecho ms y llegaron a la verja de hierro del Tiger Hotel. El complejo de

bungals tursticos formaba una L en tomo a un cuidado jardn al estilo ingls. No tuvieron

necesidad de tocar la campana que haba debajo del rtulo, porque una nia india no mucho

ms pequea que Agatha ya los esperaba tras la verja.

Las maletas, por favor dijo amable. Cogi la maleta de ruedas y las bolsas de lasmanazas de mister Kent, se las carg a la espalda y se dirigi rpidamente hacia la

recepcin.

Eh, espera, cmo te llamas? le grit Agatha, pero la nia india ya haba desapare-

cido entre los setos del jardn. Entonces, Agatha se resign y le dijo al mayordomo: Re-

cuerda que debemos darle una buena propina.

As lo har, miss Agatha.

Cruzaron la verja y caminaron por un sendero cubierto de piedrecitas blancas. Haba

turistas sentados a las mesas: un seor mayor con un traje de rayas que lea el peridico conunos quevedos, una pareja joven que discuta animadamente y un elegante indio vestido con

una tnica azul que observaba las espirales de su cigarro.

Sabemos quines son tres de esos cuatro murmur Agatha.

Durante el trayecto hasta el hotel, haban echado una ojeada al fajo de papeles con las

declaraciones y las fotos de los sospechosos.

Los espaoles y Tom Chandra susurr Larry al odo de su prima. Pero quin es e

seor que lee el peridico?


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El misterio se complicaba cada vez ms: por qu el capitn Deshpande no haba men-

cionado a aquel individuo de modales tpicamente britnicos? Era alguien del lugar o un

turista de paso?

Pronto lo descubriremos prometi Agatha con expresin avispada mientras avanza-

ban hacia el edificio.

La recepcin consista en un simple mostrador con un casillero medio vaco y diversospsteres de tigres colgados en las paredes.

Bienvenidos al Tiger Hotel, amables seores los recibi un joven indio de expresin

jovial que junt las manos y les hizo una reverencia. Cuntas habitaciones desean?

Dos habitaciones dobles, a ser posible con mosquitera y un ventilador de palas

contest Agatha, imitando la reverencia del joven.

En ese momento, el to Raymond empez a rascarse la cabeza.

Ah, no, sobrinita dijo ligeramente avergonzado. Conmigo no cuentes, yo siempre

duermo en la hamaca de mi avin!Genial, to! intervino Larry con una gran sonrisa. Hay sitio para m?

Agatha le clav un suave codazo en las costillas.

A ti te necesito aqu, querido primito dijo simulando reirlo. Recuerda que eres un

detective! A continuacin se dirigi nuevamente al joven recepcionista. Cambio de

planes: tienen disponible una habitacin triple?

El joven le entreg las llaves de la habitacin nmero 16 y retir los documentos.

Sube las maletas, Parama! orden a la nia que haban encontrado en la entrada

Ella dej de jugar con Watson y trep escalera arriba como un rayo.Muy bien dijo Agatha, satisfecha. Ahora podemos ir a instalamos, y despus

una buena taza de t!

Yo an tengo que descargar todo el equipo del avin dijo el to Raymond. De

hecho, quera preguntarte si mister Kent me puede ayudar con las cosas ms pesadas

Por supuesto respondi Agatha. Pues entonces nos vemos a la hora de la cena!

Raymond cogi del brazo a un rigidsimo mister Kent y lo condujo al exterior.

Venga, gran hombre! No permanezcas todo el tiempo callado, vamos a divertimos de

lo lindo! lo oyeron decir mientras se alejaban.Vaya pareja ms extraa! rio Agatha.

Esos dos triunfaran haciendo de cmicos se burl Larry.

Se dirigieron a la habitacin para refrescarse y entregaron una propina a la pequea

Parama, que les dio las gracias con un gesto tmido. Cuando volvieron al jardn para tomar el

t, vieron que los espaoles y el seor distinguido ya se haban levantado de las mesas.


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Slo quedaba Tom Chandra.

Mientras Larry se hartaba de galletas de miel, Agatha sac el fajo de papeles y ley con

atencin la declaracin del famoso actor de Bollywood. Leer a la velocidad de la luz era otra

de sus increbles capacidades: repas las ocho pginas escritas a mquina en menos de un

minuto! Luego tom un sorbo de la humeante taza y anunci a Larry:

Estoy preparada, primo!Preparada para qu? se sorprendi l, que tena la boca llena de galleta.

Quiero interrogar a Tom Chandra y comprobar su versin de los hechos. Agatha repi-

quete con los dedos sobre las hojas de Deshpande y las guard en la bolsa. Vienes con-

migo o prefieres pillar una indigestin de galletas? le pregunt con una sonrisa.

Ah, oh, voy contigo! se apresur a responder l.

Tom Chandra tena el pelo largo y sedoso y los ojos de un luminoso color azul celeste

Era decididamente guapo, pero pareca un alma atormentada. No paraba de dar caladas a

cigarro y de mirar al vaco.Recibi a los dos primos con la mxima indiferencia.

Se me han acabado las fotos firmadas silabe. Si queris una dedicatoria, necesit-

ar un bolgrafo y papel.

Agatha se sent a la mesa, an con la taza en la mano, y dijo con delicadeza:

Siento la situacin en que se encuentra, seor Chandra. Sabemos lo mucho que quiere

a su padre.

Ah, s, de verdad? respondi l de forma desdeosa. Me parece que sois los

nicos que pensis as! Dio otra calada al cigarro y lanz una fugaz mirada a los dos chi-cos. Gracias al capitn Deshpande, todos los del pueblo piensan que soy un ladrn y un

asesino!

Es como estar en prisin, verdad? dijo Agatha ponindose en su piel. No puede

salir del Tiger Hotel, no puede ayudar en las investigaciones, no puede volver a casa; en

definitiva, est inmovilizado aqu!

Aquellas palabras conmovieron al hombre, que se desfog libremente.

He vuelto despus de muchos aos para darle a mi gente un poco de felicidad dijo

Quera fundar una nueva escuela, construir un cine proyectos as El dinero del xito puedehacer milagros.

Pero no puede proporcionar la confianza de un padre sugiri Agatha sin dejar de

sorber el t.

Tom Chandra apag el cigarro en el cenicero.

Exactamente, seorita admiti. Juro que lo intent de todas las formas, pero l se

avergonzaba de m. Deca que mi tman, el espritu interior, se haba corrompido por el


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dinero y la popularidad. Ya no me reconoca como hijo. No quera hablar conmigo.

Se peleaban mucho? intervino Larry, que escuchaba aguzando las orejas. Yo

tambin discuto a menudo con mi madre: dice que soy un perfecto holgazn y un zngano

sin remedio.

Por primera vez, seguramente desde haca das, Tom Chandra se ech a rer.

Fijaos en que una tarde, hace tres das, antes de que desapareciese, me solt unabronca memorable en medio de la calle! Desde entonces no lo he vuelto a ver. Adopt una

expresin triste y murmur: Yo no he robado la perla de Bengala. Adems, para qu la

quiero? Si hasta soy demasiado rico!

Pero alguien lo vio cerca de la casa de su padre objet Agatha. Qu haca all?

Tom Chandra se puso en pie de un salto.

Eso es mentira! rugi. Aquella noche me acost muy temprano, como puede

atestiguar el chico de la recepcin!

Cualquiera puede salir fcilmente por las ventanas del hotel le hizo ver Agatha. Esun salto de pocos metros.

La reaccin del hombre fue rabiosa.

Me habis tomado el pelo! exclam. Vosotros tambin pensis que soy culpable!

Ya se dispona a irse, apretando los puos, cuando las bisagras de la verja del Tiger

Hotel chirriaron y entraron dos guardias forestales y un pescador. Detrs de ellos iba e

capitn Deshpande.

Tom Chandra permaneci inmvil en el centro del jardn y los mir acercarse.

Es l? pregunt Deshpande al pescador.ste examin al atractivo actor de Bollywood slo un momento.

Estoy seguro! afirm. Este hombre forz la casa del vigilante y se col en su in-

terior! S, s, es l, capitn!

Agatha y Larry observaron a Tom Chandra mientras lo esposaban sin que l ofreciese

resistencia. Los dos guardias lo escoltaron hasta la calle y luego se dirigieron a la crcel.

El capitn Deshpande se acerc cojeando y con una calmosa expresin a la mesa de los

dos primos.

Ya no necesito refuerzos, mis queridos amigos dijo mientras apartaba un poco degrava con el bastn. Por fin he encontrado un testigo fidedigno: ese pescador es el vecino

de Amitav Chandra y acaba de volver tras pasar dos das en el ro dijo antes de emitir un

suspiro. Si hubiese podido interrogarlo antes!

Agatha insinu una sonrisa y abri su bolsa.

Tengo que devolverle la copia de las declaraciones, capitn? pregunt.


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l dio media vuelta.

Qudeselas, seorita, qudeselas! suspir mientras se alejaba a pasos lentos. E

caso est cerrado!


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6. Las cuentas no cuadranCenaron en la terraza panormica del hotel, mientras el sol del atardecer incendiaba el cielo

y se reflejaba en las inmviles aguas de la amplia cuenca del Ganges. Los apagados sonidos

de la selva completaban aquel escenario encantado.

El caso no est cerrado, ni mucho menos explic Agatha al to Raymond y a mister

Kent. El capitn ha metido a Tom en la crcel, pero an no han encontrado a Chandra, ytampoco la perla.

Usted cree que no es culpable, miss Agatha? pregunt el mayordomo con la es-

palda ligeramente encorvada. Raymond lo haba hecho trabajar hasta la extenuacin.

Agatha reclam la atencin de todos ellos.

Escuchadme bien. Lo que Tom nos ha dicho hoy se corresponde con su declaracin

ante Deshpande inform. Pero el capitn no ha tomado en consideracin su coartada: e

chico de la recepcin afirma que Tom Chandra no sali de su habitacin la noche del robo.

A Larry se le atragant el arroz con comino.

Pero cmo? tosi. No habas dicho que es muy fcil salir por la ventana?

Agatha hizo una sea a sus compaeros para que la siguieran hasta la barandilla de

mirador, donde les seal el terreno que haba bajo la habitacin de Tom Chandra.

No me haba fijado bien en eso dijo sin ocultar un punto de contrariedad.

La pared exterior del hotel estaba recubierta por una maraa de manglares, caas de

bamb y plantas espinosas.

Yo no me metera ah ni armado con mi machete coment irnicamente el to Ray-mond. Es de todo punto imposible adentrarse en ese espeso bosque sin pincharse por to-

das partes!

Agatha dirigi la mirada a los ojos de su primo.

Te has fijado esta tarde si Tom Chandra tena heridas o llevaba tiritas? le pregunt.

Mmm, djame que lo piense respondi Larry. No, ni el ms mnimo corte, que yo

recuerde.

De modo que su coartada se sostiene, y el capitn Deshpande ha cogido a la persona

equivocada concluy Agatha.Todos se mostraron de acuerdo con ella.

Slo Larry, que ya soaba con estar de vuelta en Londres con el aprobado en el bolsillo

pareca algo decepcionado.

Mientras caa la noche, los cinco compaeros discutieron si avisaban a Deshpande de su

error.

Pero el arresto de Tom Chandra podra jugar a nuestro favor razon Agatha, que ll-

evaba unos minutos callada y se golpeaba la nariz con un dedo. El autntico culpable se


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siente ahora ms seguro y podra cometer algn error.

Es muy probable convinieron con ella Larry y el to Raymond.

Cmo piensa proceder, seorita? intervino el mayordomo. De la lista de so-

spechosos quedan la pareja de turistas espaoles y el brahmn Sangali; quiere interrogar-

los de inmediato?

Paso a paso, mister Kent sonri Agatha.Sac de la bolsa los folios con las declaraciones y ley en voz alta los nombres de los

dos espaoles.

Larry, puedes comprobar en el EyeNet su ficha policial? pregunt con amabilidad.

Inmediatamente!

Larry encendi su artefacto especial, lo conect con el archivo de la Eye International y

empez a buscar informacin.

El to Raymond, situado detrs de l, observaba la pantalla con una expresin extasiada.

No puedes conseguirme un trasto como ste, sobrino? murmuraba cada pocotiempo.

Larry prosigui su bsqueda sin responderle, y cinco minutos ms tarde exclam radi-

ante:

Increble! Hemos desenmascarado a los culpables!

Explcate, primo lo inst Agatha. Qu has descubierto?

l rompi a hablar de forma atropellada.

Nuestros dos pjaros han cometido robos en medio mundo: un recuerdo de la torre Eif-

fel en Pars, un Coliseo en miniatura en Roma, un mueco de Mickey Mouse en Disneyland-ia, y podra seguir!

Pero entonces Agatha solt una sonora carcajada. Los otros se volvieron bruscamente

hacia ella y la observaron con la sorpresa reflejada en sus caras.

Por qu te res? murmur Larry, herido en su orgullo. Son ladrones inter-

nacionales, confa en m!

Mister Kent y el to Raymond tambin estaban inquietos.

Los recuerdos no son un botn propio de ladrones profesionales explic la chica con

gesto serio. He abierto un cajn de mi memoria y he recordado un manual mdico de mmadre al que ech una ojeada. Se detuvo un momento, entrecerrando los ojos. Cuando los

volvi a abrir, pregunt con un susurro: Sabis qu es la cleptomana?

Mister Kent arrug la frente, y Larry abri los brazos en seal de que ignoraba la

respuesta.

Es el impulso irrefrenable de robar objetos de poco valor, slo por el placer de hacerlo

intervino el to Raymond con tono profesoral. Despus ech un vistazo al EyeNet y a la


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lista de los robos cometidos por la pareja y resopl: Justo como las menudencias que

aparecen aqu!

Puesto que la perla de Bengala tiene un valor incalculable concluy lacnicamente

mister Kent, parece evidente que no la han robado ellos.

Una excelente deduccin! lo felicit Agatha.

Larry se dej caer fatigosamente sobre la mesa. No dijo nada y se limit a soltar pro-fundos suspiros.

Agatha le dio un trocito de pollo a Watson.

No te lo tomes a mal intent consolar a Larry. La lista de Deshpande se reduce: ya

slo queda el brahmn Sangali. Lo conoces personalmente, to?

Raymond Mistery neg con la cabeza.

Pues qu os parece si vamos a charlar un rato con l? propuso la chica. Mientras lo

deca, cogi su bolsa y se encamin hacia la salida del Tiger Hotel con su gato.

Los dems la siguieron rpidamente con las linternas encendidas.A las ocho y media de la tarde, la gente de Chotoka ya estaba en casa lista para dormir

Agatha y sus compaeros recorrieron en soledad el sendero que llevaba al templo, cada vez

ms empinado a medida que se adentraba en la selva.

Un rato ms tarde llegaron a una explanada donde una treintena de feles entonaban can-

tos sagrados a la luz de las brasas.

Entre las espirales de incienso, Agatha distingui el antiguo santuario hind y se qued

con la boca abierta.

Era de planta cuadrada, tena unos diez metros de altura y se desarrollaba en forma deescalones superpuestos, cada vez ms pequeos. Cada nivel estaba adornado con frisos y

bajorrelieves dedicados a la diosa Kali. El conjunto emanaba un aura terrible y amenazadora

Habis visto al guardia que est ante la puerta del templo? susurr Larry. E

capitn Deshpande an lo tiene bajo vigilancia.

Qu raro consider mister Kent. Ahora ya est convencido de que ha arrestado a

culpable

Quiz espera encontrar tambin a Amitav Chandra sugiri el to Raymond, hablando

en voz demasiado alta.Los treinta fieles arrodillados se percataron sbitamente de su presencia e interrumpieron

la letana sagrada.

Uno de ellos se levant de golpe y avanz a grandes zancadas con el dedo ndice en los

labios. Vesta una tnica negra que dejaba al descubierto unos brazos y unas piernas hue-

sudos, mientras que una barba espesa enmarcaba un rostro amenazador.


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Para ser un sacerdote, tena un aspecto poco tranquilizador.

Agatha decidi anticiparse a l.

Buenas noches, brahmn Sangali murmur con las manos juntas.

El otro se qued un momento desconcertado, luego hizo una seal a los fieles para que

continuasen con sus cantos y llev al grupo de forasteros tras un grueso rbol.

Nos conocemos, seorita? pregunt en voz baja.La chica se dej guiar una vez ms por su instinto.

Amitav Chandra me habl de las discrepancias de opinin que haba entre usted y

minti. No estaban muy de acuerdo, verdad?

El brahmn Sangali se inquiet.

Tenamos diferentes responsabilidades balbuci. l era el vigilante del templo, y yo

oficiaba los ritos sagrados. Era normal que de vez en cuando hubiese desacuerdos.

Larry haba comprendido el plan de Agatha: pretenda presionar al sacerdote para hacerlo

hablar el mximo posible.Organiz usted el robo de la perla? le pregunt de sopetn. Tal vez con la ay-

uda de sus seguidores?

El to Raymond y mister Kent se cruzaron de brazos, esperando la respuesta.

Por la sagrada Kali! exclam, incrdulo, el brahmn. Cmo pueden pensar se-

mejante cosa? Saben cuntas desgracias caern sobre el pueblo si no encontramos la

perla? Nosotros rezamos noche y da con los peregrinos para que vuelva a nuestra diosa

Kali es la Madre del Mundo para nosotros los hindes, la ms potente de las divinidades; ella

es la nica que nos puede salvar de los desastres, de las calamidades y de los males de laTierra. Jams nos atreveramos a ofenderla y a despertar su ira!

Ante la expresin decididamente aterrorizada del brahmn, Agatha se convenci de que

deca la verdad. Sus palabras, adems, las confirmaban algunas lecturas que haba hecho

sobre la India y la religin hinduista. La chica pidi disculpas al brahmn por la forma un tanto

ruda con que lo haba interrogado, explicndole que, en todo caso, responda a unas buenas

intenciones.

El sacerdote, an turbado, acept sus disculpas y aadi:

Desean unirse a nuestros cantos?En realidad, pensbamos retirarnos a descansar rechaz Agatha con mucho tacto

Pero entonces se le ocurri una idea extraa y pregunt: Brahmn, por casualidad han

llegado nuevos peregrinos en las ltimas semanas?

Sangali medit un momento.

S, tres, quiz cuatro respondi.


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Me los puede sealar, por favor?

Volvieron a la explanada que preceda al templo.

Mmm, desgraciadamente, en la oscuridad no consigo distinguirlos admiti el sacer-

dote. Y, adems, sabe?, los peregrinos van y vienen, es muy fcil equivocarse!

La chica ech un rpido vistazo a los fieles arrodillados y le pareci reconocer un rostro

pero la sensacin se desvaneci inmediatamente.No importa afirm. Era simple curiosidad.

La comitiva se encamin hacia el Tiger Hotel sin el to Raymond, que se dirigi directa-

mente al muelle, donde tena amarrado el avin.

Antes de meterse en la cama, Agatha recapitul con Larry y mister Kent la lista de so-

spechosos de Deshpande. Haban demostrado la inocencia de todos ellos; pero, entonces

quin era el culpable?

Se durmieron sin obtener respuesta alguna. Para su desgracia, se haban olvidado por

completo del distinguido seor con quevedos que aquella tarde lea el peridico.


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7. La estatua de KaliLa pequea Parama iba arriba y abajo cargada de bandejas como una hbil equilibrista

Cuando llev la jarra de t verde a su mesa, Agatha le dio una generosa propina; despus

alz la cabeza para refrescarse con la brisa matinal.

Las 7.30 horas: en el pueblo de Chotoka reinaba una absoluta quietud. Los pescadores

haban salido al amanecer, y las dems actividades se haban reemprendido sin prisas y ensilencio.

Pareca un rinconcito del Paraso. Entonces, de improviso, la campana del hotel empez

a sonar como si hubiera enloquecido. Parama fue corriendo a la verja e hizo entrar al to Ray-

mond.

Raymond Mistery estaba ms alterado que nunca.

Sabis la noticia? dijo sin prembulos.

Qu noticia? balbuci Larry, que haba vuelto a acaparar las galletas empapadas en

yogur.

El to Raymond extendi el brazo en direccin al ro.

Un guardia forestal acaba de ordenarme que aparte el avin jade doblndose sobre

sus rodillas. Y sabis por qu?

No contestaron a coro los tres londinenses.

El capitn Deshpande ha avisado a la polica de Calcuta inform. Antes de

medioda llegar un barco para llevarse a Tom Chandra!

Es una broma, verdad? murmur Agatha, con la taza temblndole entre los dedosPero el rostro de su to estaba serio y preocupado, por lo que aadi: No hay tiempo que

perder, tenemos que hacer algo para ayudar a Tom!

Por qu no le explicamos a Deshpande lo que hemos descubierto? pregunt

Larry. No hay nada ms fcil!

No servira de nada, primo. El capitn est convencido de que el culpable es Tom, y

nicamente espera que confiese.

Larry se pas una mano por la cabeza.

Slo tenemos cuatro horas! exclam, presa del pnico. Qu podemos hacer entan poco tiempo?

Mister Kent arque una ceja.

Encontrar al autntico culpable? propuso con calma serfica.

S, claro! Pero estamos en paales! se lament el chico.

Entre tanto, Agatha haba corrido a la recepcin y haba cogido un mapa del parque

nacional Sundarbans. Lo extendi sobre la mesa y lo estudi con atencin durante varios

minutos.


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Larry no paraba de dar vueltas a su alrededor, repitiendo sin cesar:

No tenemos pistas! Cmo nos las vamos a arreglar! Estamos sin pruebas!

Agatha examin a su primo y volvi a mirar el mapa. Un destello de intuicin cruz por

sus ojos.

Larry, eres un genio! dijo radiante.

l se puso tenso.Un genio, yo? pregunt con voz entrecortada. Soy el peor detective de la histor-

ia!

No, eres un genio! insisti su prima. Nos habamos limitado a la lista de Desh-

pande, cuando una autntica investigacin se basa en la bsqueda de pruebas e indicios

Tenemos que remediarlo cuanto antes!

Pero el templo de Kali est bajo vigilancia objet Larry. Cmo nos las arreglare-

mos para entrar?

Mmm, creo que tengo una idea murmur Agatha con un gesto enigmtico. Un mo-mento despus reuni a sus compaeros y puso un dedo sobre una localidad del mapa. Les

explic rpidamente su plan mientras ellos asentan cada vez con mayor inters, y al fina

pregunt: Cunto tiempo necesitaremos, to Raymond?

Diez minutos para llegar en avin, y una hora y media para volver caminando.

Agatha mir su reloj.

Perfecto! Entonces quedamos en el templo de Kali a las diez en punto!

El to Raymond y mister Kent se fueron corriendo hacia su destino secreto.

En cuanto los dos hombres desaparecieron de su vista, Larry expres sus dudas.Es nuestra ltima esperanza. Funcionar?

Pues claro que s, primito! exclam Agatha.

Y qu haremos nosotros?

Acabaremos de desayunar tranquilamente y esperaremos contest ella, sonriendo.

Los minutos pasaron con la misma lentitud con que caen los granos de arena en una

clepsidra. Larry deambulaba por el jardn y de vez en cuando echaba una ojeada a la calle

Agatha acariciaba a Watson y tomaba apuntes en su libreta. No intercambiaron ni una sola

palabra hasta que la chica guard sus cosas en la bolsa y anunci muy tranquila:Son las nueve y media, ya podemos ponemos en marcha.

Larry no caba en s de gozo y atraves el pueblo con andares de fanfarrn. Slo afloj e

paso cuando el sendero se adentr en la selva, asustado por los ruidos de los animales

Poco antes de llegar al templo fren en seco y se volvi hacia Agatha.

Te parece bien este sitio? pregunt nervioso.


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Esos helechos son un escondite excelente asinti su prima agachndose detrs de

unos matojos que le permitan observar a los fieles en plegaria y al guardia de la puerta.

Larry se reuni precavidamente con ella.

Qu hora es? pregunt.

Son las diez menos cinco.

Crees que llegarn puntuales?Clmate, Larry, todo va como estaba previsto!

En aquel preciso instante, un rugido felino surgi de la selva. Los fieles dejaron de cantar

y el guardia, pistola en mano, dirigi rpidas miradas a derecha e izquierda.

Volvi a orse otro rugido, ste ms cerca.

Todos los presentes se reunieron en un grupo compacto y empezaron a preguntarse qu

ocurra. De pronto, por un costado del templo apareci una tigresa y todos gritaron espanta-

dos.

Era una fiera robusta, de andares sinuosos, majestuosa. Y avanzaba hambrienta.Al tercer rugido, el guardia y los fieles huyeron hacia el pueblo y pasaron como una flecha

al lado de los dos primos.

Watson sali del escondite y corri valientemente hacia la fiera.

El gato y la tigresa empezaron a olfatearse con curiosidad. Entonces, de la vegetacin

sali tambin el to Raymond, sonriente.

Muy bien, Maya, lo has hecho muy bien! le dijo a la tigresa mientras le daba unos

golpecitos en el lomo. Agatha y mister Kent se sumaron a las felicitaciones, mientras que

Larry se mantena a cierta distancia.Te han puesto pegas tus colegas de la reserva? pregunt Agatha.

El to Raymond le gui un ojo.

Les he dicho, sin ms, que la llevaba a dar una vuelta dijo riendo. Y ahora la

devuelvo a casa, verdad, Maya?

Sac el collar y la correa, pero la tigresa se lo tom como un juego y, de un salto, desa-

pareci entre la vegetacin.

Voy a buscarla, chicos resopl alegremente el to. Entrad en el templo sin m!

No tuvo necesidad de repetirlo otra vez.El portn estaba simplemente ajustado, y mister Kent lo abri empujndolo con la lin-

terna. Entraron todos y volvieron a cerrarlo para que nadie los viese. Dentro reinaba la oscur-

idad, y en el aire flotaba un olor a incienso.

La luz de la linterna salt del suelo a las paredes y mostr tapices de vivos colores, ad-

ornos de madera ricamente tallados, vasos de bronce llenos de aceite perfumado y

muchsimos ms elementos decorativos.


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El templo estaba impregnado de un ambiente casi mstico.

Entonces la linterna ilumin la gran estatua de Kali que estaba detrs del altar y de re-

pente el ambiente cambi.

Ahhh! grit Larry. Quin es ese monstruo?

Se refugi por instinto detrs de Agatha, que contemplaba la estatua con una mirada

maravillada.La estatua de la diosa tena tres metros de altura y representaba a una mujer con cuatro

brazos y la lengua fuera. Tena la piel negra, y la ropa estaba cubierta por una delgada capa

de oro. De la cintura pendan cabezas cortadas, y un collar de pequeas calaveras

descenda por su pecho.

No te dejes engaar murmur Agatha. Kali la Negra es una diosa guerrera que

protege a los hombres de los demonios. Luego le dirigi a su primo una picara sonrisa

Pero es muy vengativa con quienes se comportan como cobardes.

Al or estas palabras, Larry se recobr.Ah, oh, venga! Busquemos indicios! exclam.

Mientras l y mister Kent registraban la sala, Agatha enfoc las manos de la estatua con

la linterna.

Si la memoria no me engaa, Kali empua una espada, un escudo, una copa y un lazo

murmur.

Pero faltaba la copa.

La mano derecha, la ms elevada, estaba vaca.

Aqu cogieron la perla de Bengala inform a sus compaeros. Alguien me ayudaa subir?

Ahora mismo, seorita! respondi mister Kent.

El mayordomo la levant sostenindola en sus manos entrelazadas. Agatha se agarr a

la cabeza de Kali y busc una posicin estable.

Tengo que llegar hasta aquella mano dijo sofocada. Pero est demasiado alta!

Cmo se las arreglaran para sacar la perla de ah? pregunt Larry. No estaba

engastada en la mano?

De pronto, Agatha se detuvo y empez a tocarse la punta de la nariz.Ocurre algo, seorita? se inquiet mister Kent.

La chica no contest: su mente trabajaba a toda velocidad.

Quieres decimos qu pasa? insisti Larry. Has encontrado una pista?

Ella segua el curso de sus pensamientos con una especie de murmullo.

Tres metros de altura, ningn punto donde apoyar una escalera, ninguna posibilid-

ad de trepar por la estatua De pronto, solt una exclamacin. Pues claro!


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Qu es lo que est claro?

El ladrn utiliz un instrumento para hacer caer la piedra, algo bastante largo

Hizo un ltimo esfuerzo para examinar la mano desde ms cerca y vio unas astillas

verdes. Ya tengo la solucin! grit llena de alegra. S quin ha cometido el robo

En aquel momento, el portn de la entrada se abri y alguien avanz hacia ellos.

En un primer momento pensaron que se trataba del to Raymond, pero la indumentariaque llevaba esta persona pronto les dej claro que no era l.

El peregrino avanz sin dejar de apuntarlos con la pistola y se sac la capucha que le

cubra la cabeza. Tena un rostro familiar, incluso demasiado familiar.

El rostro de un actor.

Tom Chandra? gritaron todos con estupor.


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8. Veredicto finalAqu estaba el hombre que haba visto Agatha, la noche anterior, entre los fieles que reza-

ban en la explanada!

Pelo negro sedoso, porte elegante: era Tom Chandra!

Pero no lo haban encerrado en la crcel?

Agatha descendi con mucho cuidado por la estatua y se puso al lado de Larry y misterKent, ambos ante el altar, quietos y con las manos en alto.

Tom? pronunci en voz baja. Baja el arma, ya sabemos que t no eres el culp-

able.

El hombre movi la pistola, hacindoles una seal para que saliesen del templo. No hab-

laba, pero tena una mirada amenazadora, cargada de rabia.

Mister Kent lo sigui, tropez con un vaso y una cascada de aceite esencial cay al suelo

Cuando Agatha empezaba a moverse, de golpe el portn del templo se abri.

Le he puesto el collar a ese demonio de Maya! dijo el to Raymond mientras entraba.

El agresor se volvi hacia l y lo apunt con la pistola.

Entonces mister Kent inici el asalto con rpidas fintas de boxeador.

Vulvete, granuja! orden al hombre. Nunca pego por la espalda!

El hombre lo mir aterrorizado en el momento de recibir un derechazo que lo dej KO. Un

nico golpe en la mandbula, pero con toda la potencia de un peso pesado. El pobre hombre

se desplom al suelo sin emitir ni un quejido.

En la sala resonaron gritos de entusiasmo.Menudo golpe, gran hombre! exclam el to Raymond. Por qu te retiraste de

cuadriltero?

Larry sonrea de oreja a oreja.

Slo Agatha se agach para observar mejor a su asaltante. Le levant los prpados.

Todo cuadra murmur. Fijaos bien en sus ojos!

No eran de color azul celeste, sino castaos.

Es una copia calcada de Tom Chandra, seguramente hace de doble suyo en las

pelculas dijo pensativa. A continuacin se rasc la nariz y aadi: Ahora entiendo porqu ha venido al pueblo disfrazado de peregrino.

Cuando advirti que sus compaeros no podan seguir sus razonamientos, Agatha les ex-

plic lo que haba descubierto y a qu conclusiones haba llegado. Luego comprob qu hora

era.

Ya son las once y media. Tenemos que ir corriendo al muelle!

Mister Kent se carg el hombre a la espalda y todos partieron a paso ligero.


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Veinte minutos despus, la extraa comitiva se situ en fila india en la escalera de acceso

al pueblo: dos hombres, dos nios, un gato, un peregrino desmayado y una tigresa con cor-

rea.

El capitn Deshpande charlaba con un oficial de polica mientras Tom Chandra suba

escoltado al barco.

Todos se volvieron para contemplar a los recin llegados.Alto! grit Agatha. Os llevis a la persona equivocada!

El oficial de polica observ a mister Kent, que enseaba el rostro del peregrino. Com-

prob la semejanza que haba entre ste y Tom Chandra y pregunt, sorprendido, a Desh-

pande:

Qu broma es sta?

Tonteras! contest el capitn, arrogante. No haga caso a esos entrometidos

Trabajan para una agencia de detectives y slo pretenden quedar bien ante sus superiores

Por supuesto que quedaremos bien, capitn! dijo Agatha, que descenda lentamentelos escalones. Sobre todo cuando la polica lo meta en la crcel por el secuestro de

Amitav Chandra y el robo de la perla de Bengala!

Deshpande enrojeci de rabia.

Os habis vuelto locos? Con quin pensis que estis hablando? grit. Ellos

son policas de Calcuta! Estis dificultando el curso de las investigaciones!

El oficial de polica lo cogi por un brazo.

Hay algo que no encaja dijo con voz tranquila. Si me lo permite, me gustara es-

cuchar qu tienen que decir los chicos.En el ltimo escaln de madera, rodeados por policas y guardias forestales, Agatha y

Larry empezaron a contar su versin de los hechos.

Nuestra agencia recibi esta llamada de Amitav Chandra, el vigilante del templo abri

el fuego Larry mientras pulsaba un botn del EyeNet.

El oficial escuch la grabacin con una expresin de duda.

En un primer momento pensamos que el seor Chandra solicitaba la ayuda de su

amigo Deshpande, pero escuche atentamente la parte final.

Larry hizo que la grabacin retrocediera un poco.Si me ocurre algo, pnganse en contacto con mi querido amigo CREEEC CREEEC

Deshpande TU-TU-TU-TU-TU

El tono con que pronunciaba Deshpande era de sorpresa, como si el seor Chandra se

hubiese topado con l.

Eso no quiere decir nada intervino bruscamente el capitn. Tenemos numerosos

testigos que vieron a su hijo Tom entrar a escondidas en la casa!


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Es cierto respondi Agatha con calma. Excepto que no era Tom, sino su doble

que durante todo este tiempo ha permanecido oculto entre los peregrinos! Y usted lo prepar

todo para que aquella noche los vecinos lo viesen y para que la culpa recayese sobre Tom

no es as?

Es una acusacin infame gru Deshpande. Arresten a estos chicos!

Espere, capitn intervino secamente el oficial de polica. Me gustara or cmoacaba la historia. Chicos, continuad, por favor.

Agatha aspir profundamente y volvi a tomar la palabra.

El doble de Tom y el capitn Deshpande llevaron al seor Chandra al templo de Kali

amenazndolo con una pistola, y despus lo obligaron a abrir el portn con las llaves que

slo l conoca dijo. Una vez dentro, se encontraron con que no saban cmo arrancar la

perla de Bengala de la mano de la estatua. Tras diversos intentos, Deshpande empez a em-

pujarla con su bastn, hasta que por fin la hizo caer.

La chica observ al capitn, que, encogido, se apoyaba en su bastn.Hemos encontrado astillas de bamb en el templo, Deshpande aadi en voz baja

La polica lo podr comprobar.

Y despus? la inst el oficial.

Despus, Deshpande ocult la perla y al seor Chandra en un lugar seguro, y al da

siguiente inici las investigaciones con absoluta tranquilidad prosigui Agatha. A

continuacin esboz una radiante sonrisa y aadi: Lo nico que le faltaba era recoger

testimonios irrefutables para incriminar al hijo del seor Chandra. Pero nosotros le hemos

desbaratado todos sus planes!Cmo, seorita?

Cuando llegamos, nos entreg una lista de personas sospechosas, una especie de en-

tretenimiento para mantenemos ocupados. Pero nos prohibi registrar la vivienda del seor

Chandra y el templo de Kali, y puso guardias por todas partes. Agatha se interrumpi un in-

stante y aadi, indignada: Incluso organiz expediciones de bsqueda por el ro, para de-

mostrarnos cmo se preocupaba por su amigo desaparecido.

De acuerdo, hasta aqu la he seguido, seorita la interrumpi el polica. Pero

dgame, dnde permanece oculto el seor Chandra? Dnde se halla ahora la perla deBengala?

La chica parpade y gui un ojo.

Si yo fuese polica dijo con calma, registrara de inmediato la casa del capitn

Probablemente, all encontrarn tambin la ropa que su cmplice, el doble de Tom Chandra

utiliz para su escena.


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En aquel momento, Deshpande intent huir y se dirigi cojeando hacia la escalera. Pero

el paso estaba bloqueado por mister Kent, el to Raymond y una tigresa hambrienta.

Entonces se rindi, arrodillado en el suelo.

Slo pretenda asegurarme la pensin se lament con la cabeza gacha. Cuando

las aguas se hubiesen calmado, liberara a mi amigo Amitav. No he matado a nadie!

El oficial de polica hizo una sea a sus colegas, que estaban a bordo del barco. Quitaronlas esposas a Tom Chandra y fueron a detener al capitn Deshpande y a su cmplice.

Un gran golpe de efecto, chicos agradeci el oficial de polica dirigindose a Agatha y

Larry. Cmo se llama vuestra agencia?

Eso es un secreto, seor! exclam Larry, que abrazaba a Agatha y saltaba de tan

contento como estaba. Llmeme agente LM14, si as lo prefiere!

Hasta ese momento, los dos primos no se dieron cuenta de que a su alrededor se haba

reunido medio pueblo y que se multiplicaban los aplausos por haber solucionado el enigma

Lo hemos conseguido! repeta Larry entre la multitud, dirigindose entusiasmado asu to Raymond. Pero un momento despus se encontr ante un seor mayor con el

peridico abierto.

Vesta un traje de rayas y usaba quevedos.

Quiiin es usted? titube Larry.

El seor baj el peridico y lo mir con una expresin neutra.

Hola, agente LM14 dijo. Yo soy el Observador. Deseo felicitarlo en persona. In-

formar a la Eye International sobre su excelente trabajo. Ha superado el examen con la

mxima nota, agente.Dicho esto, desapareci entre el gento, y Larry no lo volvi a ver.

El chico se qued inmvil, con los ojos abiertos como platos, hasta que Agatha lo

sacudi.

Qu te pasa, primo? Te has quedado pasmado? Demasiadas emociones, tal vez?

le pregunt con tono alegre.

Su prima tena razn, como siempre. Larry estaba petrificado por una alegra imposible

de expresar con palabras.

Eplogo. Misin cumplidaLa polica encontr a Amitav Chandra atado y amordazado en el cuarto trastero de la

casa de Deshpande. La perla de Bengala, en cambio, estaba escondida en el dormitorio

dentro de un calcetn enrollado. Inmediatamente la entregaron al brahmn Sangali, que con-

greg a todo el pueblo para llevarla en procesin hasta el templo de Kali.

En el colorista y festivo cortejo participaron tambin Amitav Chandra y su hijo Tom, que

iban cogidos de la mano, finalmente reconciliados.


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Justo detrs de ellos iba el grupito encabezado por Agatha.

Por qu no vens conmigo a Bombay? pregunt Tom Chandra a los chicos

Puedo daros un pequeo papel en mi prxima superproduccin. Estoy seguro de que lo pas-

aremos bomba! Bombay es una ciudad maravillosa, y yo podra serviros de gua turstico.

Larry estaba a punto de decir que s cuando Agatha le record su promesa.

Lo siento mucho, querido Tom, pero vamos a Nueva Delhi contest la chica mientrasse aflojaba la guirnalda de flores que llevaba alrededor del cuello, un presente de los habit-

antes de Chotoka. De este modo les daremos una buena sorpresa a mis padres!

Tom pareca muy emocionado. Evidentemente, los hechos de los ltimos das lo haban

conmovido.

No olvidis nunca lo importantes que son nuestros mayores, chicos murmur. Y

haced caso a sus consejos: a veces resultan vlidos!

Agatha y Larry se rieron a carcajadas.

Tras ellos, el to Raymond no haca ms que hablar de boxeo con mister Kent, del queimitaba los golpes que daba en el aire.

Tengo que cargar el brazo as? no paraba de preguntar.

El mayordomo asinti en silencio por centsima vez. No aguantaba ms: Raymond llev-

aba todo el da pidindole que le ensease sus mejores movimientos.

Cuando cay la tarde, la fiesta acab con un banquete compuesto por numerosos platos

Todos disfrutaron alegremente de las exquisiteces locales.

Watson no haca ms que lamerse los bigotes mientras devoraba pescado fresco del ro.

El to Raymond estaba empachado y medio dormido: haba hecho una buena caminatapara devolver a Maya a la reserva, y luego haba regresado con su avin.

Esta vez volars t, gran hombre! anunci a mister Kent en cuanto se puso ante los

mandos. Sabes despegar desde el agua?

Larry cambi de opinin respecto al vuelo anterior: el peor despegue de su vida fue ste

El Canadair afeit en redondo las copas de los rboles al menos durante un kilmetro, como

si fuera un barbero inexperto

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