STOP DESAHUCIOS STOP SUICIDIOS madrid15m

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@madrid15m madrid15m madrid.tomalosbarrios.net madrid15m.org madrid.tomalaplaza.net PERIÓDICO DE ASAMBLEAS DEL 15M Nº 42 DICIEMBRE 2015M [email protected] [email protected] EJEMPLAR GRATUITO madrid 15m MILITARISMO Y TERRORISMO, DOS CARAS DE LA MISMA MONEDA págs. 2-3 STOP DESAHUCIOS STOP SUICIDIOS pág.10 SIN #LAS5DELAPAH YO NO OS VOTO pág. 4 pág. 4-5 LA GUERRA SU NEGOCIO ES +

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Nº 42 DICIEMBRE
DE LA MISMA MONEDA
págs. 2-3
STOP DESAHUCIOS STOP SUICIDIOS pág.10 SIN #LAS5DELAPAH YO NO OS VOTO pág. 4
pág. 4-5
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DAVID BOLLERO
Tras la oleada de aten- tados de París del vier- nes 13 por la noche se
ha evidenciado, una vez más, lo fácilmente manipulables que somos. Resulta inquietan- te el modo en que se mane- jan los hilos de los medios de comunicación para conseguir aborregar algo tan personal, tan íntimo como la solidari- dad. La cobertura monográfi -
ca de los atentados en la capi- tal gala ha sabido aprovechar muy bien el miedo que na- ce en nuestro interior cuan- do los muertos son tan próxi- mos, cuando sentimos que, si los vecinos son asesinados, ¿por qué no podemos ser no- sotros mismos los próximos?
Interiorizado este mie- do, lo exteriorizamos con esas muestras “espontáneas” de so- lidaridad, con esas concentra- ciones silenciosas convocadas
para pensar únicamente en Pa- rís y nada más. Lo mismo su- cede con las informaciones so- bre la mayor ofensiva francesa contra Daesh en Siria, tan solo 48 horas después de los aten- tados, en las que se omite el dato de cuántos civiles habrán caído en esos bombardeos.
Francia habla de guerra, como ya lo hizo EE UU tras los atentados del 11S, pero ¿qué guerra? No hay guerra como tal, porque no hay ningún país
al que declarársela, sino a un grupo terrorista tan capilari- zado que está entre nosotros, en nuestros países, en nues- tros barrios. ¿Hará Francia co- mo EE UU, que bombardea países ilegalmente vulnerando su soberanía con la excusa de esta guerra al terrorismo?
Solo durante la Adminis- tración de Obama, los drones estadounidenses han realiza- do 370 bombardeos en Pakis- tán —el último el 1 de sep- tiembre—, asesinando a más de 900 civiles, entre los que había más de 200 niños, y de- jando un rastro de más de 1.700 heridos. ¿Recuerdan la cobertura informativa de es- tos ataques en las televisiones nacionales? ¿Cuántos minutos de silencio guardaron? ¿Cuán-
tos perfi les de Facebook modi- fi caron para solidarizarse con ese millar de civiles muertos?
Podríamos replicar las ci- fras si miramos Afganistán, Somalia o Yemen. Podríamos hablar de otras víctimas de Daesh en Siria o del reciente atentado bomba en un avión ruso en Egipto que mató a 244 personas. En todos los casos el resultado es el mismo: ningún minuto de silencio, una cober- tura mediática inexistente o testimonial y una masa social aborregada que, aunque tiene muchos más medios de infor- mación que nunca a su alcan- ce, prefi ere mirar a otro lado.
Diría más: una socie- dad tan aborregada que acu- de a ciegas a las convocatorias de solidaridad de los mismos
políticos que están siendo cómplices de la violación de derechos humanos de los refu- giados sirios que llegan a Eu- ropa huyendo del mismo te- rrorismo que asoló París, los mismos políticos que comer- cian con esas vidas humanas. Una sociedad aborregada que consiente y cada vez más legi- tima con algunos de sus actos a esta clase política que es tan ruin y deshonesta que, al tiem- po que sostiene una pancarta con el lema “Todos Somos Pa- rís”, continúa haciendo nego- cios con países como Arabia Saudí, uno de los brazos fi nan- cieros de ISIS. ¿Se acordará hoy Felipe VI de que no ha- ce ni seis meses que viajaba a Arabia Saudí para estrechar la mano del rey Salman?
Comunicado de la red solidaria de acogida ante los atentados en París RED SOLIDARIA DE ACOGIDA
La Red Solidaria de Aco- gida se suma a la con- dena y al profundo do-
lor por todas las víctimas de los atentados que tuvieron lugar el pasado viernes 13 de noviem- bre en París. Queremos enviar un mensaje de apoyo a los fa- miliares de las víctimas y a la sociedad francesa, en un mo- mento donde la respuesta indi- vidual y colectiva ante estos he- chos va a marcar el futuro más inmediato de miles de perso- nas. Por eso, quienes forma- mos esta red queremos hacer un llamamiento a la refl exión.
El genuino sentimiento de pánico, dolor y rabia que produ- cen los brutales atentados en Pa- rís debe acercarnos mucho más a las decenas de miles de vícti- mas que llegan a Europa en bus- ca de protección internacional. El viernes 13 fue un día negro para la democracia y la libertad, que muchos han perdido en su huida hacia un futuro incierto, arrebatada en el Mediterráneo, la frontera de Hungría, la fronte- ra sur, la serbocroata. La dramá- tica información que nos llegaba
el viernes desde París no difi e- re de las producidas esa misma semana en el Líbano cuando un ataque del ISIS causó la muerte de 43 personas y dejó un regue- ro de más de 200 heridos, o del atentado en Bagdad que ha de- jado 21 personas muertas y 46 heridas. Tampoco de los muchos relatos que a diario nos transmi- ten las personas que están lle- gando al Estado español en bus- ca de protección internacional, huyendo de los bombardeos de aviones de bandera europea, si- ria, norteamericana o rusa y de las dictaduras y Gobiernos alia- dos que dominan el mundo. Los mismos que ahora parecen sen- tirse con mayor legitimidad pa- ra intervenir en Siria. Hoy, para París silencio, y respeto para sus víctimas, el mismo que se une al dolor de todas aquellas que en cualquier parte del planeta su- fren los mismos estragos, que las obligan a huir. Las víctimas son siempre quienes nada tienen que ver con las decisiones de Gobier- nos cuando deciden bombardear pueblos enteros y llamarlos “víc- timas colaterales”, ni con grupos terroristas que, con armas com- pradas a Occidente o fi nancia-
dos por potencias occidentales o las dictaduras árabes, deciden atentar contra su propio pueblo o contra otros. Víctimas france- sas, sirias, españolas, palestinas, malienses, nigerianas. Víctimas, sin importar su origen o nacio- nalidad, que sufren o que huyen de la guerra y de los mismos que mataron a más de cien personas el viernes en las calles parisinas.
Ya hemos leído declaracio- nes como las del Gobierno po- laco, negando la entrada de personas refugiadas en su te-
rritorio justifi cándolo con lo ocurrido el viernes en París. La respuesta a los atentados de- be plantearse desde la solidari- dad y el apoyo mutuo, tanto a las personas afectadas por los atentados como a las que hu- yen de situaciones de confl icto tras violarse su primer derecho, el de no migrar. Adoptar me- didas que frenen la búsqueda de un lugar donde vivir en paz, negar derechos y cerrar fronte- ras solo actuará como alicien- te para los discursos xenófo- bos que siempre aparecen para aprovecharse cuando el dolor ciega la razón. Se abre un es- cenario político perfecto para un mayor auge de los partidos racistas y de extrema derecha, generando un enemigo inexis- tente: “los musulmanes”, pa- ra justifi car sus políticas intole-
rantes y racistas. Aunque tanto el mayor número de víctimas producidas por Daesh y Al Qae- da como el de personas que los combaten son musulmanas, tememos que aumente la re- presión y acoso policial a estas personas, estigmatizando aun más su situación. Basten como ejemplo las declaraciones que el alcalde de Majadahonda ha hecho al respecto, alertando de una supuesta “quinta columna difícil de detectar” entre quie- nes solo buscan un lugar donde reconstruir sus vidas.
Por eso, desde la Red Soli- daria de Acogida, llamamos a entender que lo que nos une co- mo pueblos es el horror ante la muerte cercana; a comprender el dolor y la huida de la muerte que acecha en otras tierras, a re- chazar y condenar todo tipo de
violencias, a decir no a las gue- rras, a las ocupaciones, a las co- lonializaciones, a los expolios, esclavizaciones y sometimiento de los pueblos y, en consecuen- cia, a unirnos por la defensa de los derechos de todas las perso- nas, sobre todo el de estar prote- gidas de la violencia que se ejer- ce contra ellas en cualquier lugar del mundo. Se hace imprescin- dible una respuesta desde la in- terculturalidad y el enriqueci- miento que supone la recíproca adaptación a las formas de vivir, pensar y sentir de los millones de personas que pueblan nues- tro mundo.
Por eso hoy más que nunca estamos hermanadas por la de- fensa de los derechos de todas y todos.
Por eso, hoy más que nunca ¡Bienvenidas y bienvenidos!
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madrid15m¡GUERRA NO!
Ante los sucesos de París y la guerra permanente del capital, las organizaciones sociales, antimilitaristas
y pacifi stas fi rmantes manifestamos:
Manifi esto: rechacemos de nuevo la guerra
MAMBRÚ (ALTERNATIVA ANTIMILITARISTA. MOC)
Los atentados de Pa- rís forman parte de la guerra que el lla-
mado Estado Islámico (EI, ISIS o Daesh) mantiene con los Estados que inte- gran junto a EE UU la coa- lición armada que intervie- ne militarmente en Oriente Próximo. Coalición que con- sideran la principal cau- sa de los males que sufren.
Sentimos como propias todas las muertes de esta y de todas las guerras, y con- denamos a todos sus pro- tagonistas, occidentales y orientales, que anteponen la ambición económica o sus objetivos militares a la defensa de la vida, situán- donos en evidente riesgo a la población civil inocen- te de una y otra parte del mundo. La guerra es un cri- men contra la humanidad, y cualquier vida humana vale lo mismo, sea de donde sea.
Asistimos al dramático punto y seguido de cuatro años de guerra de la dicta- dura de Assad y sus aliados (Rusia, Irán, Hezbollah) contra la población civil si- ria, que han causado la in- mensa mayoría de las casi 200.000 muertes median- te bombardeos aéreos y ar- mas químicas, de las dece- nas de miles de detenciones y torturas, y de los millo- nes de personas desplaza- das y refugiadas. Las poten- cias occidentales, junto a otras mundiales y regiona- les (Israel, Turquía, las mo- narquías del Golfo, Irán, Rusia…), enemigos de cualquier proceso transfor- mador, se han dedicado a contrarrestar la influencia del movimiento árabe lai- co, convirtiendo las revuel- tas árabes, esencialmente noviolentas, en guerras ci- viles de difícil salida aban- donadas a su suerte.
EE UU, Gran Bretaña y Francia, principalmen- te, han dejado que el con- fl icto en Siria se pudriera, tras la brutal represión gu- bernamental, para justifi car una intervención militar di- recta que les permita avan- zar posiciones. Siria cuenta con un apreciable volumen de reservas de petróleo que ambicionan controlar, así como las propias conduc- ciones energéticas que pue- den transitar por su territo- rio. Algo similar ocurre con el transporte ilegal del pe- tróleo a través del territorio turco, consentido hasta aho- ra por la OTAN y por distin- tos servicios secretos, y con el que se ha estado fi nan- ciando el EI.
Los Estados “occiden- tales” son responsables di- rectos, entre otras, de las guerras y ocupaciones de
Afganistán, Iraq y Libia, y han detonado también las de Siria y Yemen. Territo- rios que han bombardeado y en los que han armado a grupos, como el que ahora atenta en Europa, para que actuasen de acuerdo a sus intereses, provocando sufri- miento y odio que, inevita- blemente, se vuelve ahora contra todos nosotros y no- sotras.
No confi amos en “las so- luciones” de aquellos que crearon el problema. Quie- nes presentan más guerra co- mo solución, tan solo ocul- tan su ambición capitalista. Su objetivo no es otro que el control de los recursos ener- géticos y de las materias pri- mas de una geografía, his- tóricamente disputada, que pretenden repartirse. Ade- más, incrementan así los be- nefi cios de su industria de armamento amiga, cuya co- tización en bolsa se ha dis- parado de nuevo nada más escuchar “los tambores de guerra” aliados.
NO A LA GUERRA Mientras que para los
de siempre, “los de arriba”, la guerra produce más divi- dendos, a la gente “de aba- jo” solo nos produce más re- cortes de libertades, más destrucción, más empobre- cimiento, más dolor y más miedo, enfrentándonos, pe- ligrosamente, a sociedades y culturas diversas que ne- cesitamos convivir y apo- yarnos mutuamente. La in- tensifi cación de la guerra no acabará con los atentados, traerá más sed de venganza, más tragedia.
No queremos seguir sien- do vasallos, ni víctimas de las políticas criminales de los Estados que nos convier- ten en objetivo militar. ¿Qué podemos esperar de quie- nes representan la raíz del problema y se atrincheran en la retórica belicista arras- trándonos interesadamente a más violencia y, en conse- cuencia, a más sufrimiento?
Es imprescindible y ur- gente la movilización ciu- dadana, una revolución de- mocrática y noviolenta que consiga el autogobierno ne- cesario para romper con las políticas practicadas por “nuestros” Estados en todo el mundo árabe musulmán, tanto en el Norte de África como en Oriente Próximo, cuya única intención es re- diseñar sus fronteras para benefi cio de los lobbies de la industria militar y de la energía.
Hay alternativas a es- te (des)orden internacional interesado y violento: em- bargo de armas, prohibición de su venta, de la compra de petróleo de contraban- do y de toda fi nanciación a
las partes en confl icto, exi- gencia de un alto al fuego y desmilitarización del terri- torio; promoción de la de- serción y apoyo a quienes desertan, cuyo número cre- cerá a medida que cese el abono de los salarios a los combatientes por el ahogo fi nanciero (se intenta ocul- tar que las fi las del EI tam- bién se nutren en buena parte de militares de las an- teriores guerras, así como de gente forzada a comba- tir bajo amenaza de muer- te o, en otros casos, atraída por esa “nueva vida” retri- buida económicamente, y no necesariamente ideologi- zada en extremo); desplie- gue de personal mediador y de interposición que cola- bore en un proceso de diá- logo y reconciliación; apo- yo a la población y sectores sociales de Siria partidarios de salidas pacífi cas, organi- zaciones civiles, feministas, pacifi stas, humanitarias, de ayuda a las víctimas, etc., de Siria; acogida de toda la población refugiada y des- plazada y apoyo a la recons- trucción (no especulati- va) del país para favorecer el retorno con condiciones de vida dignas; persecución penal de los criminales de guerra…
El mismo sistema que recorta aquí nuestros dere- chos sociales básicos, que convierte en mercancía nuestras vidas, es el que lla- ma a la guerra. Defendamos una cultura de paz que lu- che contra la violencia es- tructural de un sistema ba- sado en la explotación y en la desigualdad, mantenido a través del control social y los Ejércitos.
La guerra empieza aquí, y podemos pararla también aquí, luchando contra nues- tro propio militarismo: la pertenencia a la OTAN, las bases militares, el gasto mi- litar, la industria de armas, la (in)cultura de la violen- cia, las relaciones políticas exteriores basadas en el en- gaño, la dominación y el ex- polio para mantener, entre otras cosas, una dependen- cia energética suicida de re- cursos no renovables,…
Frente a la avaricia san- grienta de “los mercados”, llamamos a la no colabora- ción con la guerra, a la coo- peración internacional por la desobediencia civil contra el terrorismo de los Estados que amenazan la seguridad del planeta; llamamos a la lucha social para satisfacer las necesidades sociales, hu- manas y ecológicas.
Hagamos que nuestras vidas, y no nuestras muer- tes, acaben con esta nueva- vieja guerra.
Zaragoza, planeta Tie- rra, a 23 de noviembre de 2015.
de do la te m m cu lo
pu añ du (R co ri m 20 te m n y n d ci ot le n R cu m co de co ta n vi do
y te
Las buenas "relaciones" del ministro de Defensa Morenés y
el rey de España, Felipe VI, con la dictadura saudí. EFE
Miles de personas llenan la plaza del Reina Sofía en un rotundo no a la guerra. IRENE LINGUA /DISOPRESS
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madrid15m DEMOCRACIA
Sentada en la Puerta del Sol contra la 'Ley Mordaza'. JUAN ZARZA /DISOPRESS
PAH VILLAVERDE
Con la nueva campaña, Exigencias PAH, pretendemos que los
partidos políticos que se pre- sentan a las elecciones gene- rales del 20 de diciembre se comprometan con un lista- do de medidas “de mínimos”
para garantizar el dere- cho a la vivienda y po- ner fi n a los desahucios y la pobreza energéti- ca, forzando la inclusión de nuestras demandas en los programas electorales de los partidos políticos y revisan- do posteriormente el cum- plimiento de estos puntos.
Para ello queremos que, una vez leído el documen- to, los partidos respondan con un posicionamiento cla- ro acerca de las medidas que van incluidos en él. Es fácil para los candidatos poner- se la camiseta verde de Sto- pDesahucios en los mítines, pero lo que necesitamos a es-
tas alturas son compromisos claros acerca de qué se va a hacer con las viviendas vacías de los bancos, o sobre cómo se va a calcular y poner en marcha el alquiler social.
Lo que exigimos son me- didas de mínimos, que bus- can garantizar de forma real y efectiva el dere-
cho a la vivienda, y que deben formar parte urgen- temente tanto de los pro- gramas electorales como in- corporarse a la legislación vigente:
1. Medidas de segun- da oportunidad, que in- cluyen entre otras la dación en pago retroactiva o la qui- ta al valor de la vivienda en el mercado, la condonación de la deuda, la eliminación de cláusulas abusivas...
2. Alquiler estable y asequible (reforma de la Ley de Alquileres).
3. Vivienda accesible, incluyendo la creación de un parque público de vivienda a través de la movilización de pisos vacíos en manos de en- tidades fi nancieras, fi liales in- mobiliarias, fondos buitre, en-
tidades de gestión de activos, y estableciendo alquileres so- ciales de acuerdo a los ingre- sos de la unidad familiar.
4. Suministros bási- cos garantizados, para personas y unidades familia- res en situación de vulnera- bilidad.
5. Creación de un ob- servatorio de la vivien- da, encargado de investigar y analizar la situación de la vivienda en España.
Nuestra intención es que se puedan producir reun io- nes públicas con las personas designadas por los distintos partidos para discutir las po- sibles diferencias. El prece- dente de la aprobación en el Parlamento catalán de la Ini- ciativa Legislativa Popular por la vivienda y contra la po-
El 15M ante el 20D ASAMBLEA COMARCAL NOROESTE 15M
Estamos a las puertas de unas nuevas eleccio- nes generales, las se-
gundas desde que nació el movimiento 15M. Han pa- sado cuatro años, durante los cuales grandes moviliza- ciones populares recorrie- ron el mundo —desde la Primavera Árabe (Túnez) a Occupy Wall Street (Nue- va York)—; en nuestro país, el 15M fue el impulso vital de esta transformación his- tórica: después de estos cua- tro años, el mundo, nuestro país y cada uno de nosotros ya no somos los mismos.
Hace cuatro años, la ma- yoría de los votantes creía que la “recuperación” de la crisis era posible con un cambio de Gobierno; hoy, todos sabemos que la “recuperación” era una falsa ilusión. El movimien- to 15M se dispuso a recorrer un largo camino con un lema: vamos despacio porque va- mos lejos.
Sabíamos, en primer lu- gar, que la crisis era el mo- mento esperado para instau- rar el dominio absoluto del mercado y acabar así con los derechos sociales conquista- dos por la clase trabajadora, pues esto era lo que venían propugnando las corporacio- nes transnacionales y muchos Gobiernos desde el comien- zo de la globalización en los años ochenta. Y sabíamos, también, que la sociedad es- taba saliendo de un largo le- targo, en el que el individua- lismo más ciego bloqueaba la movilización y la participa- ción ciudadana.
Hasta el mismo presiden- te de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, terminó reconociendo que hablar de “recuperación” no tenía ningún sentido: “Algu- nos piensan que, después de esto, todo volverá a ser como antes. Se equivocan. Esta cri- sis es distinta... No volvere- mos a la antigua normalidad, tenemos que forjar una nue- va. Atravesamos un periodo histórico de grandes trans- formaciones...”. Y añadió: “No olvidemos que hace 100 años Europa iba sonámbula hacia la catástrofe de la gue- rra de 1914” (discurso sobre el estado de la Unión, 11 de septiembre de 2013).
Las próximas elecciones generales serán muy distin- tas. Porque entre los muchos cambios destaca el despertar de la sociedad del largo letar- go que dejó a los poderosos manos libres para conducir- nos a esta crisis. La confi an- za en los dos grandes parti- dos de gobierno —el Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE)— y en sus dirigentes se ha roto, y nuevos partidos, movimientos y plataformas se disponen a recoger el voto de una parte muy importante de los descontentos que no deci- dan abstenerse. Pero, de nue- vo, hemos de alertar contra las falsas ilusiones; pues en su afán por ganar más votos, vol- ver a la antigua normalidad estará en el fondo de las pro- mesas de muchos candidatos.
Si muchas familias no perdieron sus viviendas fue gracias a la movilización ciu- dadana contra los desahu- cios; si la Ley Hipotecaria ha
de ser por segunda vez cam- biada es por la denuncia ciu- dadana de su escandalosa parcialidad a favor de los ban- cos; si seis hospitales madri- leños no se privatizaron fue gracias a las Mareas Blancas, etcétera. Las instituciones ac- tuales no nos representan, y si algunos de nuestros activistas han llegado o se disponen a llegar a ellas, nada podrán ha- cer si nosotros abandonamos las calles.
La corrupción ha sido el factor más visible de esa quie- bra de la confi anza; sus efec- tos destructivos han alcanza- do hasta la misma jefatura del Estado: el rey Juan Carlos I se ha visto obligado a abdicar en su hijo, Felipe VI. La antigua normalidad se ha roto, tam- bién, en el aspecto territorial y no solo en nuestro país: la confi guración de Europa en los viejos Estados está seria- mente cuestionada (referén- dum en Escocia). La Unión Europea (UE) se ha converti- do en un mecanismo autorita- rio, tanto más brutal frente a los países más débiles, como Grecia. Los Gobiernos han de seguir los dictados de una UE implacable que sólo defi en- de los intereses de los “mer- cados”. La misma democracia está en peligro: algunos paí- ses miembros han degenera- do en regímenes que no res- petan los derechos humanos, que son —y deberían seguir siendo— el fundamento polí- tico y moral de la UE, y un na- cionalismo xenófobo en auge amenaza la misma Unión. So- lo los movimientos populares que reivindican la democracia participativa, la democracia real ya, constituyen una alter-
nativa civilizada a la dictadu- ra de los “mercados”.
Cuatro años de ataques a los derechos sociales que dan dignidad a nuestras vi- das. En primer lugar, un pa- ro persistente: el empleo es cada vez más precario, los salarios más bajos y las pres- taciones sociales —las pen- siones, la cobertura del des- empleo, etcétera— se han reducido. La pobreza alcan- za, incluso, a la población trabajadora con empleo, y la miseria afecta a millones de familias. La desigualdad se acentúa y, mientras los ricos son cada vez más ricos, au- menta la desnutrición infan- til, que afecta ya al presente y futuro de cientos de miles de niñas y niños.
El sistema pretende que la educación, la sanidad, el agua… todos los servicios públicos sean negocios pri- vados protegidos por trata-
dos internacionales como el TTIP, sin importar el deterio- ro de su calidad y la pérdi- da de su carácter universal. Nuestros mayores escuchan continuas amenazas contra las pensiones con pavor, y nuestros jóvenes saben que sus vidas se desenvolverán en unas condiciones peores y mucho más duras que las de las generaciones que les pre- cedieron. Y a los viejos atro- pellos y discriminaciones a la mujer se añade la crisis, cu- yos efectos recaen sobre ellas y sus hijos con especial inten- sidad y dureza.
Es preciso que denuncie- mos y exijamos la eliminación internacional de los paraísos fi scales y rechacemos la im- posición de una nueva legali- dad internacional que se está elaborando en secreto, como el TTIP; una legalidad ilegí- tima hecha a medida por las transnacionales, que preten-
den someter a los pueblos a la tiranía de los “mercados”.
En estos cuatro años he- mos visto crecer el deterio- ro medioambiental. La lucha contra el cambio climático se ha convertido en un proble- ma político impostergable. Pero los intereses económicos de las grandes corporaciones impiden que se adopten me- didas efi caces. Es necesario que exijamos el cumplimiento de los acuerdos internaciona- les y la adopción consecuen- te de los cambios profundos que exige la magnitud del problema.
Y, en fi n, en estos cuatro años las guerras se han mul- tiplicado y aumentado en in- tensidad. Consecuencia de la invasión de Irak en el año 2003, ha surgido un Estado Islámico que mantiene bajo control extensos territorios y recursos. Sus criminales aten- tados en Europa proveen a
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madrid15m
los Gobiernos de la oportu- na coartada para profundizar en su belicismo y en el control policial interno de la pobla- ción. En el continente africa- no, un escenario apocalíptico empuja a miles de personas a huir de la guerra, que se unen a los que ya venían huyendo del hambre, de las enferme- dades (como el ébola, la ma- laria, el sida) y de las diver- sas tiranías al servicio de las empresas extractoras de sus riquezas. El lucrativo nego- cio de la guerra nunca ha en- contrado mejores oportuni- dades de prosperar que en el contexto actual de crisis de la globalización. Es preciso im- pulsar la cultura de la paz, an- te todo como recurso de nues- tra supervivencia amenazada, pues en el interior de cada so- ciedad la violencia es objeto de culto —desde el cine has- ta los deportes—, la violencia
que la ignorancia y los prejui- cios —machistas, racistas, xe- nófobos, etcétera— ejercen contra otros seres humanos indefensos.
Cuatro años que nos han llevado a trabajar sobre es- tos cuatro ejes: Participación, Dignidad, Medio Ambiente y Cultura de Paz. No tanto para proponer un programa elec- toral, mas como para llevar a la atención de los ciudadanos y ciudadanas nuestros proble- mas comunes; para compartir con todas y todos nuestro áni- mo, los temores y las aspira- ciones que pueblan el alma de todos nosotros. No tanto para orientar su elección como pa- ra animarles a que elijan re- fl exivamente el partido al que votar o la abstención cons- ciente y activa. Y, sobre todo, para invitar a las organizacio- nes políticas y sociales, a los distintos movimientos ciuda- danos, a cada persona, a par- ticipar en estas elecciones con responsabilidad.
La participación, la or- ganización horizontal e in- clusiva, la unidad y la movi- lización de los ciudadanos y ciudadanas... Éstas son nues- tras armas. Con ellas hemos obtenido importantes victo- rias en muchos ámbitos: rege- neración democrática, lucha contra la corrupción, defen- sa de las familias amenazadas de desahucio, defensa de lo público. Y con ellas encontra- remos las respuestas a las in- certidumbres del futuro y po- dremos impulsar iniciativas a la altura del tiempo que nos ha tocado vivir. En las asam- bleas del 15M, y en las próxi- mas movilizaciones, espera- mos encontrar cada vez a más personas dispuestas a sumar- se a la tarea de lo común.
DEMOCRACIA
breza energética demuestra que los cambios legislativos se pueden llevar a cabo, que se puede hacer en poco tiem- po y que la ciudadanía tene- mos la iniciativa y soluciones para abordar la emergencia.
Queremos también que los ayuntamientos se pro- nuncien y posiciones res- pecto a nuestras medidas, planteando mociones mu- nicipales, ya que incluso los consistorios más abiertos al cambio nos están dicien- do que en muchos aspectos tienen las manos atadas y que solo el Gobierno del Es- tado puede poner en marcha estas medidas de mínimos, por lo que éste es el momen- to para demostrar que apo- yan el derecho a una vivien- da digna.
En estas semanas esta- mos recogiendo fi rmas en la ciudad de Madrid para que el Ayuntamiento apoye es- tas propuestas, campaña que también está presente en la página de Madrid Decide (https://decide.madrid. es/proposals/5127).
Para nosotras, Exigen- cias PAH es una herra- mienta para participar ac- tivamente, para que el Gobierno mande obe- deciendo, y que el derecho a la vivienda se convierta en un compromiso efecti- vo entre las autoridades, los partidos políticos y la ciu- dadanía. Pero no es ni será nunca un aval electoral, y es que desde su nacimiento la PAH siempre ha sido y será apartidista.
https://blog15msierranoroeste. wordpress.com/manifi esto- ante-las-elecciones-generales/
Abstencionistas que pueden rescatar el voto emigrante para el 20D
Yo quiero votar y no puedo. Tú puedes votar y no quieres. Dona y vota por mí desde allí
MAREA GRANATE
Marea Granate pone en marcha una web para que abstencio-
nistas voluntarios tengan la posibilidad de donar su voto a emigrantes españo- les forzados a no ejercer es- te derecho fundamental co- mo consecuencia de la ley del voto rogado, implan- tada por el PSOE en 2011 y perpetuada por el PP.
Las cifras son propias de los peores pucherazos electorales perpetrados en la historia reciente: el Cen-
so Electoral de Residen- tes Ausentes (CERA) a día de hoy está integrado por 1.880.026 personas con de- recho a voto —otros miles son residentes temporales (ERTA), y otros ni siquiera están inscritos—. De ellos, han conseguido terminar el complicadísimo proce- so de ruego de voto —fi na- lizado el pasado 21 de no- viembre— 115.055. Un mísero 6,11% de todo el pa- drón electoral exterior que ha tenido la suerte, o la ha- bilidad, de completar la gymkhana burocrática de
estas semanas. Y ni siquie- ra ellos tienen asegurado su derecho al sufragio: quedan los imponderables, los re- trasos de Correos, las direc- ciones mal escritas, las pa- peletas que llegarán fuera de plazo al votante o a la ur- na, o las que nunca llegarán por depender de un sistema de Correos que no funciona. Entre un tercio y la mitad de los ruegos de votos se pier- den en cada elección por los défi cits del sistema.
Marea Granate ha he- cho todo lo posible para in- tentar romper las cadenas impuestas por la reforma de la ley electoral aproba- da durante el mandato del PSOE y mantenida contra viento y marea por el PP. El resultado, a la vista está, es decepcionante, por mucho que haya aumentado en un punto porcentual el número de ruegos aceptados en re- lación a otros comicios.
Una web para
buscar donantes de
voto Cómo último recurso, y
en un intento más de garan- tizar el derecho fundamen- tal de los emigrantes espa- ñoles a participar en la vida política de su país, estén donde estén, Marea Granate pone en marcha una pági- na web con la que pretende poner en contacto a emi- grantes que quieren votar y no pueden, con otra perso- na que sí puede votar pero no quiere. De esta forma, un abstencionista voluntario podrá donar su voto para que un abstencionista forzo-
so ejerza su derecho funda- mental. Esta medida respe- ta el resultado que se daría con un sistema electoral jus- to, al mantener la propor- ción de abstenciones y votos que habría si no existiera el voto rogado.
El sistema es sencillo. El ciudadano que quiere abs- tenerse se registra en la web —solo necesita poner su co- rreo electrónico y su Comu- nidad Autónoma—. Por otro lado, el emigrante que bus- ca un donante de voto in- troduce también estos datos en el sitio web. El programa mandará un correo automá- tico al email facilitado que desvelará si hay alguien de tu misma Comunidad Au- tónoma para intercambiar el voto.
Marea Granate no pide el voto por ningún partido, ni siquiera pide a la gente que vote, tan solo lucha pa- ra garantizar uno de los de- rechos fundamentales de la democracia, el sufragio, pa- ra aquellos que no lo pueden ejercer.
Como colectivo que- remos dejar claro, una vez más, que lo que está ocu- rriendo con el voto exterior es un pucherazo. No esta- mos ante una situación deri- vada de un error burocrático o de un retraso logístico. No. Privar a casi dos millones de personas de su derecho a vo- to en unas elecciones tan im- portantes como las próximas generales y hacerlo además por enésima vez, solo tiene un nombre: alterar expresa- mente el resultado de las ur- nas. Nos han estafado y, al menos, pedimos que no se utilicen subterfugios: el 20D no estaremos todos porque no nos dejarán estar.
No nos vamos a cansar, y saldremos a las calles de to- do el mundo a reclamar, una vez más, nuestro derecho.
#VotoRogadoVotoRo- bado.
Avda. Monforte de Lemos,
SANIDAD, propuestas ante las próximas elecciones generales CAS MADRID
A pesar del interés por presentar la priva- tización y el dete-
rioro del Sistema Sanitario (SNS) como resultado de po- líticas recientes, fundamen- talmente derivadas de los re- cortes aplicados a partir de 2008, lo cierto es que el pro- ceso se lleva ejecutando des- de hace décadas por parte de todos los partidos políti- cos que han ejercido funcio- nes de gobierno, ya sea es- tatal o autonómico, hasta el punto de que en estos momentos más del 55% de los hospitales exis- tentes ya son privados.
Ahora, como cada vez que se acercan procesos electora- les, todos los partidos utilizan el reclamo sanitario para ga- rantizarse votos, ofreciendo propuestas que la experien- cia nos demuestra que no van a cumplir, además de no abor- dar las verdaderas causas del defi ciente funcionamiento del SNS y de la generación de las enfermedades.
Para garantizar un siste- ma sanitario universal y de calidad y caminar hacia una sociedad más sana, solidaria y no competitiva, entende-
mos que habría que adoptar una serie de medidas urgen- tes, que no vemos refl ejadas en los distintos programas electorales (en algunos de ellos solo muy parcialmente), puesto que colisionan con los intereses de las grandes cor- poraciones privadas y de cier- tos sectores profesionales:
— Derogación de la Ley 15/97 y de todas aquellas normas que introducen el ánimo de lucro en la sanidad. Consecuencia: paraliza- ción del proceso de priva- tización en marcha. — Derogación del artículo 90 de la Ley General de Sanidad, por el que se pueden estable- cer conciertos para la presta- ción de servicios sanitarios, y que ha servido para derivar los procesos rentables al sector privado. Consecuencia: ahorro económico y supresión de los conciertos pri- vados. — Prohibición expresa de incentivos económicos y de la creación de Unidades de Ges- tión Clínica, sistema que sirve para introducir los mecanis- mos de mercado en el SNS. Consecuencia: paraliza- ción de la monetariza-
ción de los actos clínicos y la empresarialización de los centros aún en manos “estatales”. — Eliminación de peonadas y horas extra, con aumento de plantillas e implantación de un turno de tarde en Atención Hospitalaria para aquellas especialidades médicas nece- sarias con el fi n de utilizar al 100% los recursos. Consecuencia: reduc- ción de las listas de espera, ahorro económi- co, creación de empleo y freno a la emigración de profesionales. — Derogación del RD-Ley 16/2012. Consecuencia: atención a todos independiente- mente de su situación administrativa, y supre- sión de copagos. — Establecimiento de un siste- ma real de incompatibilidades para todos los trabajadores del SNS. Consecuencia: freno a los intereses particulares cruzados y no parasita- ción del sistema público. — Planes y plazos concretos para la realización de un estudio independiente de las necesidades sanitarias territoriales.
Consecuencia: aque- llos centros y servicios privatizados/externali- zados que se consideren necesarios serán “ex- propiados”, volviendo al “sector estatal”; los contratos no necesarios serán rescindidos. — Reapertura de las camas y servicios que han sido cerrados en los últimos años. Consecuencia: aumento de la capacidad de aten- ción sanitaria, reducción de las listas de espera, creación de empleo. — Desarrollo de una indus- tria farmacéutica básica sin ánimo de lucro y distribución de los medicamentos más prescritos desde los centros sanitarios. Potenciación de la investigación y formación continuada dentro del sector estatal y no mediante multi- nacionales y farmacéuticas. Prohibición de todo tipo de publicidad sobre medicamen- tos y de la actividad comer- cial por parte de los labora- torios farmacéuticos hacia el personal facultativo. Consecuencia: reducción del gasto, reducción de los afectos adversos, independencia de multi- nacionales, extensión de
tratamientos a determi- nadas patologías que actualmente son muy caras (hepatitis C…). — Eliminación del Registro de todos aquellos medicamentos y productos sanitarios que no ofrezcan ventajas esenciales desde el punto de vista tera- péutico sobre otros de inferior coste. Financiación pública de todos aquellos medicamentos registrados. Consecuencia: ahorro económico, extensión de tratamientos a pacientes que en la actualidad no tienen acceso. — Planes urgentes de actua- ción sobre aquellas empresas y elementos responsables de una parte importante de la mortalidad: contaminación atmosférica, tabaco, alcohol, agrotóxicos, alimentación, etcétera. Consecuencia: estableci- miento de bases para la reducción de la morbi- mortalidad. — Equidad en el acceso, fi nanciación per cápita y en los tratamientos independien- temente del lugar de resi- dencia. Cartera de servicios y prestaciones, iguales en todo el territorio. Supresión de las re- des paralelas (Muface, ISFAS,
Mugeju, Colaboradoras...) e integración en el SNS. Consecuencia: unifi ca- ción de redes, equidad en acceso y tratamientos. — Descentralización de los recursos sanitarios con el es- tablecimiento de mecanismos de control real para la futura autogestión del sistema sani- tario por parte de trabajadores y pacientes. Transparencia: acceso en todo momento y para cualquier persona a toda la información sobre gasto, resultados, indicadores de calidad, etcétera. Consecuencia: demo- cratización del sistema; implicación de la pobla- ción en los problemas de salud/enfermedad/asis- tencia; control cercano.
Terminamos recordan- do que el deterioro y privatiza- ción del SNS no son gratuitos ni resultado de una incapaci- dad de sostenimiento económi- co, sino solo un síntoma más del proceso de ruptura del pac- to que el capital estableció con los sectores obreros vincula- dos a los partidos socialdemó- cratas en el siglo pasado. Esto se produce en un contexto de desindustrialización, paro es- tructural creciente y aumento de la exclusión social. Al capi- tal ya no le es preciso mante- ner unos “servicios públicos” de acceso universal que garan- ticen una mano de obra cualifi - cada y sana.
Por lo tanto la lucha de- berá ser global y dirigida a la recuperación de los servicios básicos para su gestión demo- crática por la propia pobla- ción: “si nosotros lo pagamos, nosotros lo gestionamos”.
DEMOCRACIA
23.1: un paso más allá. De la representación pasiva a la participación activa
Claves para el desarrollo e implantación de la democracia participativa en España
POLÍTICA A CORTO PLAZO 15M
El artículo 23.1 de la Constitución, que re- coge el artículo 21.1
de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, es- tablece en la legislación es- pañola el derecho de partici- pación directa o a través de representantes en la política:
“Los ciudadanos tienen el derecho a participar en los asuntos públicos, directamen- te o por medio de represen- tantes, libremente elegidos en elecciones periódicas por su- fragio universal”.
A fecha de hoy, y des- de que se aprobó la Consti- tución, se conoce el irregular desarrollo del segundo de los conceptos, la representación.
Creemos importante resaltar que los sucesivos legisladores han obviado completamente el desarrollo del primer con- cepto, la participación direc- ta, limitándose a implemen- tar referendos no vinculantes que solo las élites pueden convocar y una más que mo- desta modalidad de Iniciati- va Legislativa Popular (ILP), regulada de forma tan limita-
da y engorrosa que la hace in- efi caz e inservible. Véase si no el caso de la ILP de la PAH, re- chazada a pesar de su millón y medio de fi rmas, un destino que compartirán presumible- mente el resto de ILPs que es- tán preparando en estos mo- mentos diversos colectivos.
Este desarrollo asimétrico provoca que la única libertad política efectiva que la Cons-
titución permite a la ciudada- nía, y aun así con signifi cativas limitaciones, sea la de elegir representantes. La doctrina constitucional aplicada hasta ahora sostiene que mediante este tipo de participación in- directa (es decir, mediante re- presentantes) el ciudadano contribuye con plenas garan- tías a la formación democráti- ca de la voluntad del Estado. Nos aseguran que median- te el voto tenemos la posibi- lidad de expresar y defender nuestros intereses y derechos, y que ellos, los representantes, están plenamente legitima- dos para expresar nuestra vo- luntad. Nada más lejos de la realidad, como estamos com- probando cada día, en cada decisión que toman por no- sotros y nosotras.
Es aquí y ahora cuando el tipo de desarrollo del con- cepto constitucional de par- ticipación directa se hace im- prescindible de cuestionar. Es el momento de instar a los legisladores, actuales y futu-
ros, a cumplir de una vez con el mandato constitucional de “remover los obstáculos que impidan o difi culten su pleni- tud y facilitar la participación directa de los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social”, como se ex- presa claramente en el artícu- lo 9.2 de la Constitución, ya que estas mismas limitaciones que se denuncian provocan que solo los representantes puedan implementar las me- didas legales necesarias para que esta participación directa sea posible.
Es por todo esto por lo que creemos que hay que unir esfuerzos para arrebatar de las manos de los represen- tantes el monopolio de deci- dir directamente en los asun- tos públicos. Una libertad que nos han estado usurpando desde siempre, también des- de 1978, y debería ser objeti- vo común y prioridad de lu- cha, pues se trata de la llave de todas las luchas.
23.1: continuará...
DEMOCRACIA / ECONOMÍA
La ciudadanía entra en campaña
Colectivos y organizaciones sociales convocan una gran acción el domingo 13 de diciembre en defensa de
los derechos y libertades ciudadanas
NO SOMOS DELITO
El domingo 13 de diciem- bre más de 80 colecti- vos y organizaciones se
unirán para llevar a cabo una gran acción reivindicativa en el paseo del Prado que anime a la ciudadanía a volver a las ca- lles para hacer visibles los de- rechos y libertades ciudada- nas que la sociedad civil lleva defendiendo con intensidad desde el estallido de la crisis.
Esta acción se enmarca dentro de la campaña ciudada- na Ante sus Mordazas, Nuestra Libertad, cuyo objetivo es poner en el centro del debate las rei- vindicaciones sociales que las Leyes Mordaza quieren silenciar a través de una marea de accio- nes artísticas y reivindicativas en los días previos a las eleccio- nes. “Estamos en un momen- to clave en el que la ciudadanía debe ser la protagonista, y todo el esfuerzo realizado hasta aho- ra por la defensa de nuestros derechos debe ser escuchado más que nunca”, defi enden. Es- ta campaña ciudadana centrará sus reivindicaciones en señalar el rechazo a las Leyes Mordaza y exigir su derogación inmediata, por ser uno de los mayores re- trocesos de la democracia espa- ñola desde el franquismo.
“Vivir en libertad depende del compromiso de cada una de nosotras, y ahora más que nun- ca hemos de mostrarnos unidas todas las personas que defen- demos la dignidad, el derecho a la vivienda, la libertad de in- formación, la educación públi- ca y la sanidad universal. Las que denunciamos la violencia machista, la desigualdad eco- nómica y la exclusión social. Las que no tenemos papeles, las que sufrimos las consecuencias del desempleo y la precariedad. Quienes simplemente vemos en el deseo de una democracia re- al y en la organización espon- tánea de la gente un motivo de celebración”, según se puede leer en el comunicado.
El 13 de diciembre, a las 11:00, el paseo del Prado se lle- nará de color con una gran co- lumna humana que se exten- derá entre Atocha y Cibeles para dar voz a las distintas lu- chas sociales como el derecho a una vivienda y trabajo digno; la gestión pública del agua; la cultura libre; una justicia igual
para todas; la defensa y respeto del medio ambiente; el acceso a una sanidad y educación pú- blicas, gratuitas y de calidad; la lucha feminista y LGTB; los de- rechos de las personas migran- tes; la lucha contra la pobreza o contra el TTIP; entre muchas otras. El arte también será uno de los protagonistas de esta jor- nada reivindicativa que contará con teatro, danza y música en directo con la actuación de la cantante Alicia Ramos, el gru- po de música Violet June y la Solfónica. Y retomando el espí- ritu 15M que impulsó la parti- cipación ciudadana en las pla- zas, se tomará la calle con una asamblea ciudadana y mesas informativas de los distintos co- lectivos.
Con esta acción ciudada- na, No Somos Delito y los co- lectivos que han confi rmado ya su participación, como De- mocracia Real Ya, Red de Aco- gida de Refugiadxs, asambleas del 15M, la PAH, Ecologistas en Acción o ATTAC, entre otras, quieren invitar a todas las per- sonas que “creen que otro mundo es posible”, a sumarse y “ejercer su derecho de reunión expresándose libremente”. Asi- mismo, la jornada del 13D ser- virá para defi nir alternativas que eviten la criminalización de la pobreza, así como toda discriminación por cuestiones de sexo, origen o raza.
Desde la Plataforma No So- mos Delito denuncian que “las personas defensoras de los de- rechos sociales en España están siendo criminalizadas y perse- guidas por ejercer el derecho a la protesta, y es por ello que se ha impulsado esta acción, ya que por desgracia las Leyes Mordaza son una cuestión que afecta gravemente a todas las luchas ciudadanas”.
Por su parte, la Red Solida- ria de Acogida de Refugiadxs se ha unido a esta acción pa- ra denunciar entre otras co- sas que “las Leyes Mordaza en-
tienden que es delito apoyar a quienes, después de reco- rrer miles de kilómetros y su- perar innumerables fronteras huyendo de la guerra, la per- secución o el hambre, llegan a nuestro país en su tránsito ha- cia Europa. El derecho de asilo, de por sí poco accesible e inefi - caz, pues acaba condenando a quien lo logra a la exclusión so- cial, se niega a quienes son de- vueltos en caliente en la fron- tera sur”. Con su adhesión a la campaña, pretenden también hacer visible su movilización el 18 de diciembre, Día Interna- cional de los Derechos de las Personas Migrantes, que será en Madrid, a las 18:30, de Ato- cha al Ministerio de Exteriores, con el lema “Todas somos refu- giadas inmigrantes”.
El colectivo de Marea Gra- nate llevará a cabo una acción similar el 13D en numerosas ciudades del mundo. Según manifi estan desde este colec- tivo: “Nos unimos a esta cam- paña por el recorte de liberta- des, derechos sociales y civiles que se están produciendo en nuestros países, en defensa de la justicia social y la democra- cia. Nuestra actual lucha es por el derecho a voto de los ciuda- danos en el exterior, vulnerado gravísimamente con la refor- ma de la Ley Electoral del 2011 y con las numerosas irregulari- dades administrativas adicio- nales. Por este motivo, el 13D salimos a manifestarnos en más de una decena de ciudades en otros países”. Otras ciuda- des como Sevilla también rea- lizarán actos de sensibilización el mismo 13D.
Todos los colectivos, asam- bleas, grupos sociales y perso- nas a título individual están in- vitadas a replicar la acción del 13 de diciembre en sus ciuda- des y barrios, “porque si nos quieren amordazadas y dividi- das, nos tendrán juntas y en las calles”, según reclaman en su comunicado.
¿VEMOS MEJOR CON GAFAS VIOLETAS?1 EL CASO DEL TRABAJO MARTA LUENGO
Seguro que alguna vez os habéis quitado las gafas violetas para poder seguir viendo una película, atender una clase o simplemente continuar sentadas en la mesa con vuestra familia. Son esas ocasiones en las que
no quieres parecer inapropiada señalando el machismo del argumento de la película, el patriarcado subyacente en la interpretación de un tema o los continuos clichés femeninos/masculinos a los que te somete tu familia.
Las gafas violetas nos permiten abrir la mirada para percibir con agudeza las desigualdades y realizar una necesaria revisión de los conceptos clave que guían nuestras sociedades. Esas mismas sociedades que van irremediablemente hacia el colapso ecológico, empeorando poco a poco las condiciones de vida de todos los cuerpos sobre nuestro planeta.
En nuestros tiempos de confusión mediática, la mirada crítica es más necesaria que nunca, no podemos seguir quitándonos las gafas. Para este empeño crítico-emancipador el ecofeminismo es un aliado indispensable también en la revisión de los paradigmas económicos, ya que “denuncia cómo los ciclos vitales humanos y los límites ecológicos quedan fuera de las preocupaciones de la economía convencional”, como señala Yayo Herrero. Desde estas páginas ya hemos comentado cómo actualmente la economía persigue objetivos que no le pertenecen (la rentabilidad, maximización de benefi cios...), seguramente debido a que está a las órdenes de los intereses de la clase dominante. Pero por muy habituadas que estemos, es un error alejar la economía de los cuerpos, que son la materialidad de nuestro ser, y de nuestro entorno, que es nuestra condición
de posibilidad: solo somos en el mundo sociobiológico en el que nos encontramos.
Uno de los análisis más deslumbrantes del ecofeminismo es el que ilumina el concepto del trabajo. Éste suele entenderse como el realizado históricamente por los hombres en la esfera pública, lo cual ha conllevado la identifi cación de trabajo y empleo, valorando únicamente el trabajo asalariado, que se da en el mercado, y ocultando al tiempo el trabajo de
las actividades tradicionalmente desarrolladas por mujeres. Es decir, cuando hablamos de trabajo nos referimos solo al empleo asalariado. Del resto de actividades que son trabajo y se suceden, de hecho, sin descanso, la teoría ortodoxa económica y política no ha sabido dar cuenta. Estas actividades son las relacionadas con el cuidado y reproducción de la vida, lo que se ha dado en llamar trabajo de cuidados. No hace falta ser ninguna genia para darse cuenta de que sin este trabajo reproductivo no puede mantenerse aquel llamado productivo, es una condición necesaria del mismo.
Para entender el por qué de esta asimilación de trabajo y empleo hemos hablar de la monetización del mismo. El trabajo tiene valor en cuanto se puede monetizar, una común aberración ética de nuestro modelo económico que alcanzó con sus tentáculos también el concepto de trabajo. Confundir valor y precio, se ha dicho muchas veces, es lo más necio que puede hacerse, y sin embargo se hizo en los albores de nuestro modelo capitalista. Se olvidó de que las personas no son mercancías y el factor trabajo entró por la puerta grande en todos los modelos económicos. Las personas, por fi n, eran números.
Pero si nos ajustamos nuestras gafas veremos un poco más profundo, observaremos lo que de algún modo intuíamos: las personas no son números; la fi nalidad del trabajo es mejorar la calidad de la vida humana, no la obtención de mayor capacidad de consumo o un aumento ilimitado de la producción. Ninguna de esas ideas forma parte de los pilares que sostienen nuestro actual y decadente modelo.
Es fundamental devolver a la economía los objetivos que le son propios, poniendo en el centro las necesidades humanas; recuperando las dependencias esenciales que nos constituyen, a saber, las que toda persona tiene con la naturaleza y con los demás. Urge, por tanto, el cambio de paradigma en donde la calidad de la vida de las personas y la vida en común ocupen el centro desplazando el dinero y el benefi cio de las empresas. Así, con nuestras gafas violetas vemos con nitidez lo que José Mújica señala con palabras: “cuando yo compro algo, o tú, no lo compras con plata, lo compras con el tiempo de vida que tuviste que gastar para tener esa plata. Pero con esta diferencia: la única cosa que no se puede comprar es la vida”.
[1] Metáfora tomada de Amaia Pérez Orozco.
8
YO SÍ SANIDAD UNIVERSAL
Las personas sin tarje- ta sanitaria tienen ac- ceso continuado a los
centros del Servicio Madrile- ño de Salud (SERMAS) des- de agosto de 2015, tanto a los de Atención Primaria como a los de especialidades y hospi- tales, así como a recetas con porcentaje fi nanciado por el sistema público. Esta es la si- tuación actual tras tres años de exclusión sanitaria y de lu- cha constante y cotidiana con- tra ella. Sin embargo, los cam- bios que facilitan el acceso ahondan en una segregación que es propia de un sistema sanitario de aseguramiento, no de un sistema universal.
En agosto de 2015, el di- rector general de Coordina- ción de la Asistencia Sanita- ria del SERMAS envió una carta a todos los centros de salud de Madrid explicando que hay que atender a “todas las personas inmigrantes con y sin documentos”. Días des- pués se enviaron instruccio- nes en las que se informaba de un tipo de alta en el siste- ma informático de los centros sanitarios que permite a las personas sin tarjeta sanitaria poder tener atención médica, enfermera y/o pediatra asig- nada, pruebas diagnósticas, cita con especializada y rece- tas. Esa alta se llama Código DAR (Extranjero No Asegura- do), y para obtenerla hay que fi rmar una declaración res- ponsable de no disponer de ingresos sufi cientes y no tener ningún tipo de “aseguramien- to” sanitario. Si no se quiere fi rmar ese documento se pue- de solicitar el alta TIR (Tran-
seúnte Sin Permiso de Resi- dencia), pero ésta, en origen, no incluye poder contar con recetas, aunque hay procedi- mientos para poder obtener- las si se necesitan. Estas al- tas no son, en todo caso, lo mismo que tener tarjeta sa- nitaria, y solo fi guran en el ordenador, por lo que es im- portante que la persona soli- cite en el mostrador la acre- ditación de su situación, por ejemplo, cuando tenga que ir a la farmacia o cuando tenga que ir a centros de atención especializada.
Para solicitar el alta lo más común es que se solicite un documento identifi cativo (pasaporte) y el empadrona- miento. Sin embargo, es im- portante saber que también se puede dar el alta sin pasa- porte, y el empadronamiento se puede aportar después de la visita al centro. Si la perso-
na no tiene lugar donde em- padronarse lo puede hacer en un servicio municipal o en el propio centro de salud, tal y como reza la resolución del 16 de marzo de 2015 sobre instrucciones técnicas a los
ayuntamientos sobre gestión del padrón municipal.
Sobre el terreno, estas normas están permitiendo que personas que antes no contaban con una atención continuada en los centros sa-
nitarios ahora sí la puedan te- ner. Por eso ahora es el mo- mento de dejar atrás el “ya no tienes derecho” y el “tie- nes que pagar” en los cen- tros sanitarios; de acudir a los mismos y solicitar que nos asignen atención médica; de saber que si vamos al hospital y nos hablan de un compro- miso de pago o de una factu- ra podemos fi rmar como “no conforme”, reclamar e invali- dar esos documentos.
Pero este avance, que es importante y que se ha logra- do tras la lucha de las vecinas y vecinos centro por centro, barrio por barrio, no debe es- conder el hecho de que el de- creto de exclusión sanitaria no ha cambiado ni una coma. La gente a la que le quitaron la tarjeta sanitaria en sep- tiembre de 2012 aún no tiene una. La gente que no la pue- de pedir desde entonces tam-
poco. Los repagos siguen en pie. La introducción de la ló- gica del aseguramiento indi- vidual en el sistema sanita- rio público continúa. Las altas informáticas especiales para grupos de población defi ni- dos por su situación adminis- trativa (y laboral, fi nancie- ra, familiar y racial) facilitan el acceso pero no reconocen derechos, como el propio mi- nistro de Sanidad ha afi rma- do. Son altas graciables: igual que ahora se usan pueden de- jar de usarse en el futuro.
Lo que tenemos, por tan- to, no es más que un sistema de salud segregado que no reconoce derechos a varios grupos de población. Si an- tes el foco mediático y de la retórica política se puso en los sin papeles, intentando que no se discutiera el cam- bio de modelo que suponía el decreto de exclusión sani- taria, ahora estas medidas graciables y segregadoras se centran en este grupo de po- blación y dejan intactos los problemas de acceso que tie- nen personas con papeles: las personas exiliadas que han tenido que ir a buscar trabajo fuera; las de origen extranjero que han llegado a España a través de sus hijos e hijas, ya sean éstos españo- les o extranjeros; o las per- sonas de origen rumano que no han podido inscribirse en el Registro General de Ex- tranjeros. Por eso pensamos que la sanidad, pese a lo que diga el ministro, sigue sin ser universal, y que la lucha es- tá ahora en mostrar cómo un sistema segregador y basado en el seguro no es el sistema de salud que queremos.
La falta de ambición de los Gobiernos nos condena a un devastador cambio climático JAVIER ANDALUZ/ECOLOGISTAS EN ACCIÓN
El acuerdo de París está muy lejos de ser real- mente efectivo en el
freno de cambio climático. Es un acuerdo que ni tan si- quiera menciona el término de energías fósiles ni subra- ya que la situación actual es consecuencia de un mode- lo depredador de recursos. Así, se sigue apuntalando un nuevo capitalismo verde que no es más que una hui- da hacia adelante del mis- mo modelo que nos ha traí- do a la situación actual, en el que persisten falsas solu- ciones y no se ataca la fuen- te principal de las emisiones de gases de efecto inver- nadero, donde por supues- to no aparece ninguna men-
ción de la necesidad de dejar al menos el 80% de las re- servas fósiles bajo el suelo.
A diferencia de lo que ocurría con el protocolo de Kioto, el nuevo marco cli- mático se basa en dos docu- mentos: uno es el acuerdo de París que establece el meca- nismo, y otro son los compro- misos voluntarios de los paí- ses. Por tanto se basa en la voluntariedad de los países para establecer las metas con- cretas, sin que exista un me- canismo que fuerce a que esos compromisos sean sufi cientes para limitar el calentamien- to global a 1,5 ºC. Prueba de ello es que la suma de los mis- mos nos condena a un calen- tamiento superior a los 3 ºC y que supone 3,5 veces el cam- bio climático experimentado hasta ahora.
Los compromisos presen- tados para 2030 representan menos de la mitad de las re- ducciones que serían nece- sarias, por lo que se debería producir un incremento ex- ponencial de los compromi- sos de reducción a 2050. De hecho, aun con las revisiones cada cinco años, éstas pue- den llegar tarde, ya que según los datos en menos de quince años sobrepasaremos la can- tidad de emisiones máximas para mantenernos dentro del margen de seguridad. Cuanto más tardemos en realizar una reducción drástica de las emi- siones, más costoso social, ambiental y económicamente será afrontar las consecuen- cias del actual modelo de pro- ducción y consumo.
Por tanto es necesario que las palabras grandilocuen-
tes sean demostradas con he- chos que estén a la altura; es necesario reforzar el carácter vinculante del acuerdo y que presenten compromisos, que garanticen la reducción de sus emisiones lo sufi ciente co- mo para que en el 2050 se ha- ya producido una reducción de las mismas a un 90% a ni- vel global. De no ser así, de poco servirá haber admitido las culpas por las emisiones o el reconocimiento del cam- bio climático como una de las mayores amenazas a las que se enfrenta la humanidad.
El cambio climático no es un problema que vaya a afec- tar a las futuras generaciones, sino que está afectando ya a numerosos países y cuya fre- cuencia e intensidad se incre- mentará conforme pasen los años. Pretender creer que a no-
sotros no nos afectará es una quimera irreal y falsa, ya que es evidente que el clima que tene- mos hoy se diferencia bastante del que tuvimos décadas atrás y que la intensidad de los cam- bios es cada vez mayor.
Sorprende por tanto la tranquilidad de las institu- ciones internacionales en cu- yas declaraciones trasladan un optimismo incomprensi- ble sobre el acuerdo de Pa- rís, un acuerdo cuya falta de ambición condena, por ejem- plo, a la desaparición de mu- chos Estados insulares, a ma- yores hambrunas en África o a la completa degradación ambiental de una buena par- te del sur de Europa. Es inad- misible que las Naciones Uni- das no insten a las partes para que sus compromisos sean más ambiciosos y se limiten a
aceptar complacientemente las pretensiones de los gran- des países industrializados, responsables de la mayor par- te de las emisiones, sin subra- yar su inefi ciencia y hacerles responsables de los efectos que se producirán a corto, medio y largo plazo, mientras condenan a los países del Sur al no haber provisto aún fon- dos sufi cientes para su adap- tación y la transición a un de- sarrollo sostenible.
Cada vez parece más cla- ro que será la ciudadanía quien demuestre cuál es el camino a seguir para lograr una auténtica descarboni- zación de la economía basa- da en un cambio de sistema más democrático y justo que se ciña a los límites natura- les desterrando el paradig- ma del crecimiento ilimitado. Un modelo de producción y consumo que debe estar ba- sado en una apuesta clara por un horizonte 100% renovable con soluciones clave como la agroecología, una movilidad sostenible y el comercio local de proximidad.
Exclusión sanitaria y segregación
El apoyo mutuo y la solidaridad, armas contra la desesperación
ASAMBLEA POPULAR DE CARABANCHEL.
COMISIÓN DE COMUNICACIÓN D. tiene dos hijos, uno mayor de edad y otra de nueve años. Vivía con ellos en el madrileño barrio de Carabanchel en una casita al- quilada. Su casero y dueño de la vivienda no pudo pagar la hipo- teca que tenía con el Deutsche Bank y la entidad bancaria se quedó con la casa. Pero D. siguió viviendo en ella. Hace unos me- ses, la entidad alemana, que ce- rró el año 2014 con unas ganan- cias netas de 1.691 millones de euros, un 148% más respecto al año anterior, inició un procedi- miento para desahuciarla. A pe- sar de los continuos intentos de negociación de D. y de la comi- sión de Vivienda de la Asamblea Popular de Carabanchel, a la que esta se había acercado, el banco alemán reclamó a D. 11.000 eu- ros por haber hecho uso de su propiedad. Mientras, D. se había quedado sin trabajo y sin recur- sos, situación de desamparo en la que continúa, ya que actual- mente tan solo percibe unos in- gresos de 300 euros a través del REMI. Pero ante la amenaza de desahucio, D. abandonó la vi- vienda sin que por ello el Deuts- che Bank dejara de perseguirla judicialmente para reclamarle la supuesta deuda. Sin vivien- da estable y sin trabajo, D. ha so- brevivido estos meses como ha podido. A principios de noviem- bre, D. no aguantó más e inten-
tó suicidarse. Un drama más que habría pasado inadvertido si la comisión de Vivienda de Cara- banchel no hubiera denunciado públicamente el caso.
Y es que desde que comen- zó la crisis el número de suici- dios en el Estado español ha au- mentado. En 2013 —los datos de salud pública no siempre es- tán disponibles: a veces hay que esperar años para tener las ta- sas de suicidio, mientras que la información de los datos econó- micos se da trimestral o incluso mensualmente—, según el Ins- tituto Nacional de Estadística, se quitaron la vida 3.870 perso- nas, la cifra más alta de los últi- mos 25 años.
Aunque no se puede esta- blecer una correlación clara en- tre crisis y aumento de los sui-
cidios, sí que hay evidencias de que las grandes recesiones eco- nómicas tienen también duros efectos sobre la salud mental y, potencialmente, conducir a qui- tarse la vida. Según apuntó un estudio realizado a mediados de 2014 por investigadores ingleses en base a datos de 24 países oc- cidentales, las crisis pueden em- pujar al suicidio a través de tres vías. Primero, la pérdida de tra- bajo es un factor de riesgo inde- pendiente para el aumento de depresiones y suicidios, que son unas 2,5 veces más frecuentes entre personas en paro. El en- deudamiento, como consecuen- cia del desempleo, es otro factor de riesgo independiente. Y, en tercer lugar, deuda y desempleo dan lugar a la ejecución de hipo- tecas y desahucios, que están a
su vez asociados con depresión y trastornos de ansiedad.
“Aunque el aumento en la demanda de atención sanita- ria por problemas emocionales y en el consumo de psicofárma- cos es una tendencia anterior a la crisis, hay bastantes estudios que han encontrado un aumen- to aún mayor durante ésta. Por ejemplo, en la Encuesta Nacio- nal de Salud de 2011-2012 se pueden observar algunos efectos de las condiciones socioeconó- micas en la salud mental, funda- mentalmente cómo el consumo de ansiolíticos y antidepresivos está correlacionado con ser de una clase baja, estar desemplea- do, tener problemas de vivien- da o estar a cargo del cuidado de una persona dependiente”, ex- plica María Reneses, investiga-
dora en salud mental y activis- ta en la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Valle- cas. “Según cifras de la OCDE (2000-2010), el consumo de an- tidepresivos ha crecido de media por encima del 80% en Europa en tan solo 10 años, y en España el crecimiento ha sido superior al 120% (lo que podemos atri- buir en parte a los efectos de la crisis)”.
Reneses, que está estudian- do los malestares derivados de la crisis, sostiene que “lo central del problema de la hipoteca es el tema de la deuda. De algún mo- do, los relatos sobre el empren- dedor y el trabajador orgullo- so estarían dando paso a los que transfi eren los costes y los ries- gos de la catástrofe económica a la población, ante la externaliza- ción de los mismos por parte de las empresas y el Estado. La deu- da es inseparable de la produc- ción del sujeto deudor, impone un ‘trabajo sobre sí’ que implica la producción de una subjetivi- dad culpable y responsable”. Y añade: “Uno de los elementos claros que se da ante la pérdida de empleo o de la vivienda es la vergüenza, que aparece cuando el yo no se encuentra a la altura del ideal, lo que da lugar al senti- miento de inferioridad y a la des- valorización que caracterizan la depresión. Para que aparezca la vergüenza, y con ella la depre- sión, la persona debe responsa- bilizarse de su situación. Debe entender que su miseria no es so- lo fruto de la desigualdad social, sino de su incapacidad”.
Reneses subraya el papel “terapéutico” que puede tener una organización como la PAH. “En mi estudio, el efecto de la
PAH se ha mostrado muy posi- tivo en términos emocionales; incluso las personas que han pasado por psicología y por tra- tamiento farmacológico descri- ben una mayor mejoría tras par- ticipar en la plataforma. En este sentido, su trabajo es clave. El simple hecho de llegar a la pri- mera asamblea y presentarse, de poner en común la situación personal, supone cierto alivio en relación a ese sentimiento de vergüenza, que se instala preci- samente a partir de lo indecible. También comprobar que uno no ha sido el único ‘tonto’ al que han engañado, sino que la estafa ha sido global”.
La activista remacha: “La vergüenza, la sensación de no estar a la altura —ambas carac- terísticas de la depresión— tie- nen que ver con la responsabi- lización. Este sentimiento de responsabilidad se quiebra en la PAH al poder realizar un análi- sis crítico de la realidad y un re- lato compartido sobre lo ocurri- do. La búsqueda de soluciones comunes minimiza la sensación de responsabilidad individual sobre la propia vida y sobre la propia precariedad”. Para esta psicóloga, “la sensación de aisla- miento y soledad que predomina y resulta más explícita disminu- ye cuando uno comprueba que lo que le sucede le pasa también a los demás. No es casual que el lema de la PAH sea ‘No estás so- la’; se trata de desafi ar la lógica de la subjetividad neoliberal por la que uno debe hacerse cargo en soledad de la gestión de su vida y sentirse responsable de sus fra- casos: la autorregulación da pa- so al apoyo mutuo, la competen- cia a la solidaridad”.
Exigiendo una solución habitacional para D. ante Deutsche Bank
AP CARABANCHEL 15M El 19 de noviembre nos con- centrábamos ante la sede de Deutsche Bank para exigir una solución habitacional para la compañera D. Tal y como he- mos informado en anteriores ocasiones, la compañera D. es desempleada y tiene una hi- ja de nueve años. Vivió en una casa propiedad del Deustche Bank, que nunca quiso llegar a ningún acuerdo con ella en for- ma de alquiler social y siem- pre la amenazó con el desahu- cio. En esta situación tan difícil, días antes de ser desahucia- da por la fuerza, la compañera D. trató de encontrar un futu- ro mejor en otra ciudad. Al sa- lir mal esa opción, la compañe- ra D. se ha visto sin posibilidad de alojarse en ningún lugar.
Llama la atención que, pese a que no habíamos notifi cado la concentración a la Delegación de Gobierno, había efectivos policiales esperándonos en el lugar antes de iniciarse la con-
centración. Esto se debe, sin du- da, a que la Policía sigue nues- tras comunicaciones por redes sociales.
Pese a la gravedad de lo ocurrido y la difi cilísima situa- ción a la que se enfrentan la compañera D. y su hija de nue- ve años, el banco que la dejó sin hogar niega cualquier tipo de responsabilidad y nos vuel- ve a afi rmar que no va a ha- cer nada al respecto, mientras mantiene numerosas viviendas
vacías por toda la ciudad. Des- de la APC pensamos que las vi- viendas han de ser para dar una solución habitacional a las per- sonas, no —como lo entienden las entidades como el Deutsche Bank— un producto fi nanciero con el que especular y lucrarse.
Queremos agradecer la so- lidaridad activa de personas de otros grupos de vivienda de Madrid y otros municipios, que acudieron a la concentración a apoyarnos.
Recurrirán contra la demolición del Taller de Artillería de Chamberí
ECOLOGISTAS EN ACCIÓN En el pleno extraordinario ce- lebrado el 27 de noviembre, se aprobó el plan parcial por el cual se permite la demolición del Taller de Artillería de Cham- berí, un edifi cio neomudéjar del siglo XIX, y su jardín centena- rio, para construir un complejo residencial. Ecologistas en Ac- ción recurrirá el Plan Parcial por considerar que concurren múl- tiples irregularidades, puestas de manifi esto por el Grupo Mu- nicipal Socialista, que ha votado en contra, junto con seis conce- jales del Grupo Municipal Aho- ra Madrid.
El Taller de Precisión y Centro Electrónico de Artille- ría (TPyCEA o TPA) es un edifi - cio de estilo neomudéjar funda- do en 1898. Se sitúa en la calle Raimundo Fernández Villaver- de, en el distrito de Chamberí. A pesar de que el edifi cio no se incluye en el Catálogo de Bie- nes Protegidos de Madrid, al- berga sufi cientes valores arqui-
tectónicos e históricos para ser protegido.
El Plan Parcial de Refor- ma Interior aprobado permi- te, en un ámbito de suelo de 14.569 metros cuadrados, cons- truir 54.225 metros cuadrados (355 viviendas) con destino re- sidencial. Ante esta gran edifi - cabilidad, el promotor, Domo Gestora, debería ceder 16.267 metros cuadrados de suelo pa- ra dotaciones y equipamientos públicos. Sin embargo solo ce- de 3.360 metros cuadrados de zonas verdes públicas, el resto se monetiza (pago en dinero al Ayuntamiento). Todo ello en un distrito defi citario en dotacio- nes públicas.
Ecologistas en Acción recu- rrirá el Plan Parcial de Reforma Interior aprobado defi nitivamen- te el día 27 porque considera que incumple la Ley del Suelo al per- mitir un gran incremento de edi- fi cabilidad en un distrito que no cumple con los estándares míni- mos de dotaciones. Por autorizar
la demolición de un edifi cio his- tórico cuya protección ha sido so- licitada por la asociación Madrid Ciudadanía y Patrimonio.
Además, como pusieron de manifi esto durante el pleno los portavoces de los tres grupos de la oposición (Partido Popu- lar, Partido Socialista y Ciuda- danos), se han cometido gra- ves irregularidades durante la tramitación del expediente ad- ministrativo. Paradójicamen- te, a pesar de reconocer estas irregularidades, solo han vota- do en contra el Grupo Munici- pal Socialista y seis concejales del Grupo Municipal Ahora Ma- drid, que han apoyado de esta forma a los colectivos sociales que se oponen a esta operación.
Ecologistas en Acción la- menta la actitud del área de go- bierno de Desarrollo Urbano Sostenible, que de forma reite- rada viene incumpliendo el Pac- to Contra la Especulación fi rma- do por Ahora Madrid antes de las elecciones municipales.
A.P. CARABANCHEL 15M
MADRID COMUNIDADmadrid15m
Comunicado ante la sentencia de prisión y multa a Sergio y Víctor
SYVABSOLUCIÓN El 18 de noviembre conoci- mos la sentencia impuesta a nuestros compañeros Sergio y Víctor. Finalmente, el juzga- do de lo penal les ha impues- to sentencias de seis meses de cárcel y multas por valor de 1.500 euros en concepto de indemnización.
La única buena noticia que podemos dar en estos mo- mentos es que nuestros com- pañeros no afrontan la posi- bilidad inicial de ingresar en prisión al no tener anteceden- tes penales.
Sin embargo, la visión en conjunto muestra que no hay nada por lo que alegrarse. Nos encontramos ante una sen- tencia delirante, en la que se ignoran las pruebas y testimo- nios aportados por la defen- sa y la versión policial es asu- mida como verdad absoluta aunque choque frontalmente con otras evidencias. En dicha sentencia encontramos situa- ciones como:
— Que el testimonio de los siete testigos que declara- ron ocupe menos de un folio frente a las dos páginas que ocupa la declaración de los cinco agentes de Policía.
— Que aparezcan tes- timonios de la Policía en la sentencia que se dan como probados, y que en ningún momento aparecen en el ates- tado o en la vista previa.
— Que las declaraciones de diversos testigos sobre ele- mentos clave de juicio son ig- norados en la mayoría de si- tuaciones y solo aparecen en la sentencia brevemente para reforzar supuestas contradic- ciones en el relato de Víctor y Sergio.
Para valorar las pruebas, nuevamente se recurre a la re- ducción o menoscabo de las mismas. Las pruebas gráfi cas aportadas constituían un con- junto de cuatro vídeos apor- tados en tiempo y forma, y sin embargo la sentencia ha- ce referencia a un solo vídeo. Este vídeo mencionado en la sentencia, por sí solo, ya de- ja en evidencia las incoheren- cias y contradicciones del re- lato policial. A pesar de ello, la grabación refuerza en la jue- za la idea de que Sergio lanzó un adoquín, aduciendo que se perciben botellas y piedras en el suelo, aunque no haya prueba alguna que las relacio- ne con Sergio.
La versión policial es tra- tada de forma impoluta, sin quitar una coma de lo declara-
do en el juicio, incluyéndose valoraciones sobre las formas de la Policía como “manifesta- ción fi rme, coherente, relato sólido”, etcétera, que a nues- tro modo de ver denotan una subjetividad fuera de lugar en una sentencia judicial.
El hecho más grave al que nos enfrentamos en el caso de nuestros compañeros es que se insta a abrir diligencias contra dos de los testigos por delitos de falso testimonio.
La jueza cree convenien- te solicitar una investigación para esclarecer su testimonio, siendo nuevamente esta cir- cunstancia únicamente posi- ble por la falsedad del escrito emitido.
Igualmente surgen dudas sobre el por qué se pide la in- vestigación de dos testigos de los siete citados, cuando la de- claración de todos ellos fue si- milar en líneas generales.
Tanto Sergio como Víc- tor han declarado que recurri- rán ante la Audiencia Provin- cial y quedan muy pendientes del devenir de la investigación a los testigos.
Esta sentencia nos corro- bora algunos hechos que ya conocemos de sobra, es decir: la impunidad policial y la vera- cidad ciega que se da a sus tes- timonios, la valoración nula de las pruebas presentadas por la defensa o la nueva estrategia de promover miedo acusan- do a nuestros testigos de falsos testimonios judiciales.
Ante esta situación no queremos apelar a la justi- cia de unas instituciones que no nos representan, sino que queremos llegar a nuestros vecinos, a nuestras familias, a nuestros compañeros de mo- vimientos sociales, pero tam- bién a cualquiera que sufre las desigualdades del capita- lismo y la represión en todas sus formas. Seguiremos orga- nizando y practicando el apo- yo mutuo.
Nuestra solidaridad con Sergio y Víctor, al igual que con el resto de presos/proce- sados políticos de este país, no va a decaer. Seguiremos denunciando estas injusticias y apoyando a nuestros com- pañeros, cuyos únicos delitos son el compromiso político y la afi rmación de sus ideas.
Por el fi n del juicio farsa contra nuestros compañeros. Por el fi n de la persecución a militantes políticos.
No nos aislamos, no nos doblegamos, no pararemos.
#StopMontajesPoliciales
Jornada por la Convivencia en Chamartín CHAMARTÍN POR LA CONVIVENCIA Dicen que la crisis la pade- cen solo los nacidos en un país concreto. Difunden exclusión y racismo. Algunos grupos de ideología fascista crecen en presencia en la ciudad. Los ba- rrios se organizan para mostrar en sus calles que rechazamos a los que excluyen y discriminan. Frente a la ocupación de un edi- fi cio de la calle de Joaquín Cos- ta, antigua sede del NoDo, por parte de uno de esos grupos (Hogar Social Madrid), el pasa- do mes de octubre las asociacio- nes y colectivos de Chamartín se organizaron en una mesa de ca- rácter abierto y vecinal “por la convivencia”.
La solidaridad no entiende de colores, razas o proceden- cias. Madrid es una ciudad or- gullosa de la diversidad, y las asociaciones que se han reuni- do en este distrito quisieron de- jarlo claro con una manifesta- ción-marcha por el barrio y una jornada festiva el pasado sába-
do 28 de noviembre, bajo un sol otoñal de escándalo. La Asocia- ción de Vecinos Valle-Inclán, la Escuela Popular La Prospe, 15M Prospe, Asociación Jaire, Aso- ciación Naturbana y Stop Des- ahucios Chamartín convocaron a vecinas y vecinos para mostrar a todas las personas con las que nos encontramos que en Cha- martín valoramos y acogemos la diferencia y la diversidad.
Se realizó una marcha des- de la plaza de Prosperidad has- ta el parque de Berlín, pasando
por López de Hoyos y la calle Nieremberg, animada por me- dia docena de pancartas diver- sas, cánticos y la nota musical de los grupos de danzas tradi- cionales de Ecuador, que apo- yaron la manifestación. Ésa fue la primera parte de la jornada, donde se escuchó en repetidas ocasiones que “ningún ser hu- mano es ilegal”.
En el parque de Berlín, to- dos los convocados —y casua- les— pudieron disfrutar de la comida popular en la que, ade-
más de viandas preparadas por amigos y vecinos, asistimos a la animación musical y los bai- les de los grupos Virgen del Quinche, Fundadoras de Parla y Grupo de Danza Sentimiento Ecuatoriano, con el apoyo de la Asociación de Ecuatorianos por el Dere