Londres 2012 bate su primer record: los precios Los Juegos Olímpicos de Londres batieron1 ayer su primer récord: las entradas serán las más caras de la historia, con precios que oscilan2 entre las 50 y las 725 libras en las finales de los deportes más populares (entre 57 y 832 euros) y alcanzan las 2.012 libras (2.311 euros) en las mejores butacas a la venta en la ceremonia de apertura, para la que la mitad de las entradas irán3 directamente a los patrocinadores o a los comités olímpicos nacionales. Pero los Juegos sufrieron también su primer tropezón de imagen: la cuenta atrás de los 500 días que faltan para la ceremonia inaugural arrancó4 ayer en un reloj gigante en la plaza de Trafalgar que se paró al poco de empezar a descontar5 segundos, para sonrojo de los organizadores y las autoridades presentes en esa pequeña ceremonia simbólica. Tanto la tosquedad del diseño elegido para el reloj como el mal funcionamiento de la pieza electrónica fueron6 un mal augurio para un evento que llegó a Londres contra pronóstico, cuya designación apenas pudo ser celebrada por los londinenses porque al día siguiente estallaron7 cuatro bombas en la red de transporte público, que coinciden en el tiempo con la peor crisis económica y de confianza global desde la II Guerra Mundial y que difícilmente podrán competir8 con la espectacularidad y el derroche tecnológico de Pekín 2008 o el calor humano de Barcelona 92. Para los puristas, quizás todo eso no dejen de ser buenas noticias porque al fin y al cabo lo más importante de Londres 2012 parece que será9 el deporte. […Quienes quieran asistir a los Juegos de Londres tienen10 desde ayer seis semanas para reservar sus entradas. No hay que ir a la carrera: reservarlas hoy no significa11 que haya más posibilidades de conseguirlas que si se reservan dentro de tres o cuatro semanas porque si en una sesión hay más peticiones que entradas a la venta se hará un sorteo para decidir quién se queda12 con entradas y quién se queda con las ganas. Walter Oppenheimer

Subraya los sujetos que corresponden a los verbos subrayados

Práctica sintaxis 7

Práctica sintaxis 7 Solución

Londres 2012 bate su primer record: los precios Los Juegos Olímpicos de Londres1 batieron1 ayer su primer récord: las entradas serán las más caras de la historia, con precios2 que oscilan2 entre las 50 y las 725 libras en las finales de los deportes más populares (entre 57 y 832 euros) y alcanzan las 2.012 libras (2.311 euros) en las mejores butacas a la venta en la ceremonia de apertura, para la que la mitad de las entradas3 irán3 directamente a los patrocinadores o a los comités olímpicos nacionales. Pero los Juegos sufrieron también su primer tropezón de imagen: la cuenta atrás de los 500 días que faltan para la ceremonia inaugural4 arrancó4 ayer en un reloj gigante5 en la plaza de Trafalgar que se paró5 al poco de empezar a descontar segundos, para sonrojo de los organizadores y las autoridades presentes en esa pequeña ceremonia simbólica. Tanto la tosquedad del diseño elegido para el reloj como el mal funcionamiento de la pieza electrónica6 fueron6 un mal augurio para un evento8 que llegó a Londres contra pronóstico, cuya designación apenas pudo ser celebrada por los londinenses porque al día siguiente estallaron7 cuatro bombas7 en la red de transporte público, que coincide en el tiempo con la peor crisis económica y de confianza global desde la II Guerra Mundial y que difícilmente podrá competir8 con la espectacularidad y el derroche tecnológico de Pekín 2008 o el calor humano de Barcelona 92. Para los puristas, quizás todo eso no dejen de ser buenas noticias porque al fin y al cabo lo más importante de Londres 2012 parece que será9 el deporte9. […] Quienes quieran asistir a los Juegos de Londres10 tienen10 desde ayer seis semanas para reservar sus entradas. No hay que ir a la carrera: reservarlas hoy11 no significa11 que haya más posibilidades de conseguirlas que si se reservan dentro de tres o cuatro semanas porque si en una sesión hay más peticiones que entradas a la venta se hará un sorteo para decidir quién12 se queda12 con entradas y quién se queda con las ganas. Walter Oppenheimer