SUCESIONES (2)

133
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS DERECH0 DE SUCESIONES LA SUCESION Y SUS FASES CUEVA AREVALO, Jerson FLORES FLORES, Jorge Armando GONZALES VALLEJO, Paola Camila GUEVARA RODRIGUEZ, Fiorela Aracelly MONTERO VARILLAS, Shirley

description

sucesiones y sus fases

Transcript of SUCESIONES (2)

Page 1: SUCESIONES (2)

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS

DERECH0 DE SUCESIONES

LA SUCESION Y SUS FASES

CUEVA AREVALO, Jerson FLORES FLORES, Jorge Armando GONZALES VALLEJO, Paola Camila GUEVARA RODRIGUEZ, Fiorela Aracelly MONTERO VARILLAS, Shirley

Lambayeque, Perú

2015

Page 2: SUCESIONES (2)

2

INDICE

INTRODUCCION....................................................................6

MARCO TEORICO..................................................................7

CAPITULO I - LA SUCESION

1.1. Naturaleza juridica....................................................................8

1.2. Elementos de la sucesion..........................................................9

1.3. El proceso sucesorio.................................................................9

CAPITULO II - ETAPAS DEL PROCESO SUCESORIO

2.1. La Muerte................................................................................11

2.2. La Sucesión por causa de muerte...........................................14

2.2.1. Características..................................................................15

2.3. Efectos jurídicos .....................................................................16

2.3.1.1................ Derechos que se adquieren 17

2.3.1.2.................Derechos que se extinguen 18

i. Patria Potestad........................................................................18

ii. La tutela..................................................................................19

iii. La Obligación de Alimentos..................................................20

iv. La Curatela...........................................................................21

v. Obligaciones del albacea........................................................21

2.3.1.3.................Derechos Que Se Mantienen 22

i. Derechos de Autor..................................................................22

2.4. La muerte de varias personas.................................................23

2.4.1. La Premoriencia.................................................................24

2.4.2. La Conmoriencia................................................................24

2.5. Tratamiento en el Código Civil Peruano..................................25

CAPITULO III - LA VOCACION Y DELACION

Page 3: SUCESIONES (2)

3

3. LA VOCACION HEREDITARIA 27

3.1. Tipos de Vocacion...................................................................28

3.2. Llamamientos sucesorios........................................................29

3.2.1. Clases de sucesores por causa de muerte.........................30

3.2.2. Sucesores especiales........................................................31

3.3. Vocación Hereditaria y el Derecho Real .................................32

3.4. Casuística................................................................................34

4. LA DELACIÓN HEREDITARIA 37

4.1. Concepto.................................................................................37

4.2. Modos de Delación..................................................................38

4.3. Ius Delationis..........................................................................38

4.4. Acepciones al término Delación..............................................39

4.5. Delación y Denuncia...............................................................39

CAPITULO IV ADQUISICION Y HERENCIA YACENTE

4.1. LA ADQUISICION 40

4.2. Clasificación............................................................................40

4.3. Aceptación................................................................................41

4.3.1. Generalidades...................................................................41

4.3.2. Formas de aceptación de la herencia................................43

4.3.3. Presunción de aceptación de la herencia..........................45

4.3.4. Clases de aceptación........................................................46

4.3.5. Características de la aceptación de la herencia...............47

4.3.6. Prohibición de aceptación de herencia futura...................49

4.3.7. Transmisibilidad del derecho............................................49

4.3.8. Actos que no significan aceptación de la herencia............50

Page 4: SUCESIONES (2)

4

4.4. RENUNCIA...............................................................................51

4.4.1. Concepto..........................................................................51

4.4.2. Plazos...............................................................................54

4.4.3. Formalidad de la renuncia a la herencia............................55

4.4.4. Características....................................................................56

4.4.5. Transmisión del derecho de renuncia a la herencia............57

4.4.6. Actos que no impiden la renuncia a la herencia.................57

4.5.HERENCIA YACENTE 58

4.5.1. Influencia del Derecho Romano...........................................58

4.5.2. Presupuestos de la Yacencia................................................60

4.5.3. Herencia Yacente frente a la Herencia Vacante...................61

4.5.4. Diferencia entre la Herencia vacante y la herencia yacente63

CAPITULO V

DERECHO COMPARADO

5.1 El proceso sucesorio en el Derecho Europeo ........... 65

5.1.1 Derecho Alemán: .................. 65

5.1.1.1.La aceptación y renuncia de la herencia ...............65

5.1.1.2.Cesion de Derechos .................66

5.1.2. Derecho Español .......................................... 67

5.1.2.1. La aceptación y renuncia de la herencia ............. 67

5.1.2.2. La comunidad hereditaria .............. 68

5.1.2.3. Ley de Enjuciamiento civil y la Sucesion ............. 69

5.1.3. Derecho Francés..................................................................70

Page 5: SUCESIONES (2)

5

5.1.3.1.................Aceptación de la Herencia 70

5.1.3.2...............Efectos de la aceptación de la Herencia 71

5.1. 3.3. Renuncia de la herencia ................ 71

5.1.3.4 El Código de Napoleón......................................................72

5.1. 4. Derecho Italiano...................................................................72

5.1.4.1. La aceptación...................................................................72

5.1.4.2. La Renuncia.....................................................................74

5.2. Proceso sucesorio en el Derecho Latinoamericano ...........75

5.2.1. Derecho Argentino.................................................................75

5.2.1.1.................. Derecho Sucesorio 75

5.2.1.2. Capacidad para suceder:.................................................76

5.2.1.3. Aceptación y renuncia de la herencia..............................76

5.2.2. Derecho Chileno....................................................................79

5.2.2.1. Apertura de la sucesión...................................................79

5.2.2.2. Capacidad y habilidad para suceder................................79

5.2.2.3. Aceptación de la Herencia...............................................80

CONCLUSIÓN ............81

BIBLIOGRAFIA 83

Page 6: SUCESIONES (2)

6

INTRODUCCION

La situación que sigue a la muerte de la persona física, en

relación con la titularidad de las relaciones jurídicas de las cuales

esta era sujeto, no puede ser ignorada por el derecho, por el

contrario, a través de los tiempos, han existido disposiciones legales

encaminadas a regular la suerte de estas relaciones y a determinar

los efectos que sobre ellas produce la muerte de su titular.

El Derecho de Sucesiones, es el conjunto de normas y principios

jurídicos que gobiernan la transmisión del patrimonio que deja una

persona que fallece, a la persona o personas que le suceden, este

constituye parte del Derecho Civil, encontrándose en el Código Civil

vigente, casi la totalidad de las normas que lo rigen, sin embargo

también existen algunas disposiciones sobre esta materia, en ciertas

leyes especiales.

Las diversas alternativas de hecho posibles con respecto a las

relaciones patrimoniales de una persona que fallece, son en esencia

las siguientes: que tales relaciones queden sin titular y pasen a ser

res nullius; que dichas relaciones pasen al dominio del Estado; o que

las relaciones en cuestión pasen a pertenecer a otras personas, las

cuales van a ser determinadas por el titular anterior o por la ley. En

la historia de la humanidad, la mayoría de las veces, se ha

considerado que la última de las alternativas indicadas, es la más

conveniente tanto desde el punto de vista individual, como desde el

punto de vista social o colectivo.

El contenido del presente trabajo, hace referencia a aquella rama

del derecho que se le conoce con el nombre de derecho hereditario o

Page 7: SUCESIONES (2)

7

de sucesiones, ya que regula las distintas que fases que se producen

durante el proceso sucesorio.

MARCO TEORICO

SAINZ DE BUJANDA, expone que:1

“cuando una persona muere, las relaciones jurídicas en las que el causante era sujeto activo o pasivo no se extinguen, sino que generalmente pasan a los nuevos titulares de su patrimonio”.

LEON BARANDIARAN, Jose 2, manifiesta que:

Por la aceptación de la herencia, una persona declara

que quiere recibir la herencia que se le defiere, sea por la

ley o por testamento. Si no hay aceptación, no hay

herencia, porque a nadie se le puede obligar (...) a ser

sucesor si no lo quiere. Entonces si una persona muere

(...), y hay vocación, es decir una persona llamada por ley

o testamento a suceder (...) y además hay aceptación

expresa o tácita, se completa el círculo que se realiza en

1 SAINZ DE BUJANDA, Fernando. Lecciones de Derecho Financiero. Universidad Complutense. Facultad de Derecho. Décima edición. Madrid, 1993. página 241.2 LEON BARANDIARAN, José. La Sucesión Hereditaria en la Jurisprudencia Suprema Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima. 1980.

Page 8: SUCESIONES (2)

8

la traslación de la herencia del de cujus al causa-

habiente.

Cesar Sifuentes Chipana, explica que:

“La sucesión, como concepto creado por el Derecho Civil o

Común, define al proceso de transmisión del patrimonio

perteneciente a una persona natural, conformado por derechos

y obligaciones, iniciado con el fallecimiento de ésta y que

finaliza con la asignación de dicho patrimonio a sus sucesores

a título universal o particular, es decir a los herederos o

legatarios, respectivamente”

CAPITULO I

LA SUCESION

Etimológicamente la palabra Sucesión proviene del latín Sucesio

Onis= Acción de suceder, succedere=Entrar en cabeza de.. .En

Sentido gramatical refiere a la entrada o continuación de una

persona o cosa en lugar de otra. En sentido lato es cuando una

persona adquiere derechos de otros. Ahora bien, en forma Extensiva

o Genérica es aquella toda trasmisión patrimonial, tanto inter-vivos

como mortis-causa; sin embargo específicamente solo tiene lugar por

causa de muerte.

1.1. NATURALEZA JURIDICA

Page 9: SUCESIONES (2)

9

Zannoni señala que: “El proceso sucesorio constituye

fundamentalmente, el medio realizador del derecho hereditario, cuyo

fin es el de asegurar que la transmisión o adquisición hereditaria se

opera a la persona o personas cuya vocación resulta de la ley o del

testamento válido del causante o testador”. El concepto aludido

permite extraer que la sucesión presenta las siguientes

características:

i. En principio se produce a causa de la muerte

ii. El sucesor participa de la naturaleza jurídica de los derechos

reales, porque es un derecho ejercido por las personas con

respecto a las cosas.

iii. Es un modo derivativo de adquirir los bienes, derechos y

obligaciones de los que el difunto era el titular, por parte del

sucesor.

iv. Es gratuito, porque no hay contraprestación.

1.2. ELEMENTOS DE LA SUCESION

El causante , cujus, heredado o sucedido: actor de la sucesión,

quien la causa, la origina. Persona física que muere o a quien

se le ha declarado judicialmente su muerte presunta, titular del

patrimonio que es materia de la transmisión sucesoria.

Los sucesores o causahabientes : a quienes pasan los bienes,

derechos y obligaciones que constituyen la herencia.

Herederos- Legatarios

Page 10: SUCESIONES (2)

10

Herencia o masa hereditaria: conjunto de bienes, derechos y

obligaciones que no se extinguen por la muerte del causante, el

activo y pasivo, del cual es titular la persona al momento de su

fallecimiento. Es el objeto de la trasmisión.

1.3. EL PROCESO SUCESORIO

Pérez Lasala entiende que “el proceso sucesorio es un procedimiento

que tiene por finalidad la distribución del haber líquido hereditario

entre los herederos beneficiarios, según lo que determine el

testamento o en su defecto la ley, previa aprobación judicial del

testamento o previo reconocimiento de la calidad de heredero ab

intestato”.3

Respecto al juicio sucesorio, el tratadista argentino Alsina4 entiende

que: “El juicio sucesorio es el procedimiento por el cual se determina

la calidad de heredero, se establecen los bienes que forman el activo

de la herencia, se comprueban las deudas que constituyen el pasivo,

y, luego de procederse a su pago, se reparte el saldo entre los

herederos de acuerdo con el testamento, o a falta de éste, de

acuerdo con las disposiciones del Código Civil”.

Según SAINZ DE BUJANDA: “cuando una persona muere, las

relaciones jurídicas en las que el causante era sujeto activo o pasivo

no se extinguen, sino que generalmente pasan a los nuevos titulares

de su patrimonio”. 5

3 PEREZ LASALA, José Luis, “Curso de Derecho sucesorio”, Depalma, Buenos Aires, 1989, p. 30.4 ALSINA, Hugo, “Derecho Procesal. Juicios especiales”, Ediar, Buenos Aires, 1971, tomo VI, p. 642.5 SAINZ DE BUJANDA, Fernando. Lecciones de Derecho Financiero. Universidad Complutense. Facultad de Derecho. Décima edición. Madrid, 1993. página 241.

Page 11: SUCESIONES (2)

11

En esa línea, el artículo 660º del Código Civil de 1984 determina

que “Desde el momento de la muerte de una persona, los bienes,

derechos y obligaciones que constituyen la herencia se transmiten a

los sucesores”.

De este modo la sucesión indivisa que se formó de manera inmediata

al fallecimiento de la persona natural se encuentra compuesta por

los familiares directos e indirectos que se consideren llamados a

heredar (denominados también herederos legales).

Asi, el autor nacional Rómulo Lannata 6explica las razones por las

cuales la masa hereditaria no pudo ser repartida entre los herederos

legales:

• No existe testamento o si existiendo el mismo fue declarado

posteriormente nulo.

• El testador no ha consignado la partición de algunos bienes.

• Se tomó la decisión de no repartir los bienes materia de la

sucesión.

• No se cumplió con algunas disposiciones legales.

Es pertinente efectuar una precisión respecto al orden sucesorio en

el cual los herederos participarán en el reparto de la masa

hereditaria. Esto puede verificarse en el siguiente esquema:

• Si la persona fallecida está casada y no tiene hijos: Quien

hereda es el cónyuge.

6 LANATTA, Rómulo E. Curso de Derecho de Sucesiones. Primera parte. Talleres gráficos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima, 1964. Página 73.

Page 12: SUCESIONES (2)

12

• Si la persona fallecida está casada y tiene hijos: Quien hereda

es el cónyuge y los hijos (nacidos dentro o fuera de

matrimonio).

• Si la persona fallecida es soltera pero tiene hijos: Quien hereda

son los hijos (nacidos dentro o fuera de matrimonio).

• Si la persona fallecida es soltera, no tiene hijos pero si tiene

parientes: Quien hereda son los ascendientes (padres y

abuelos) y a falta de estos son considerados herederos los

hermanos, primos, tíos, etc.

• Si la persona fallecida es soltera, no tiene hijos y tampoco tiene

parientes: Quien hereda es el Estado y la Beneficencia Pública.

CAPITULO II

ETAPAS DEL PROCESO SUCESORIO

2.1. LA MUERTE

Previamente al desarrollo del proceso sucesorio, es importante

tener presente que el acontecimiento que marca el inicio de la

sucesión es la muerte, situación que ha originado la concurrencia de

posiciones divergentes que pretenden definir en forma definitiva

desde cuando tiene lugar el deceso de una persona. Sobre el tema

de la muerte han existido muchas opiniones en el mundo y en la

historia, es materia de inspiración no solo para los poetas y

escritores sino también para los directores de películas que tratan

sobre ella. La muerte en muchos casos permite que las familias se

unan o también se separen, pudiendo originar sentimientos

Page 13: SUCESIONES (2)

13

encontrados. En fin, la muerte de una persona acarrea una serie de

consecuencias y situaciones de las cuales valdría la pena escribir un

tratado sobre la misma, siendo parte de esas consecuencias aquellas

de tipo legal.

Así, asevera Marcial Rubio Correa 7que en el ordenamiento jurídico

peruano, solo una norma reglamentaria ha establecido un criterio de

derecho positivo que soluciona la discusión. Esta se encuentra en el

artículo 4 del Decreto Supremo N° 014-2005-SA, que constituye el

reglamento de la Ley General de Donación de Órganos y/o Tejidos

Humanos:

‘‘D.S. N 014-2005-SA, articulo 4.- Se considera muerte

encefálica al cese irreversible de las funciones del tronco

encefálico cuyo protocolo de diagnostico se establecen los

artículos 7 y 8 del presente reglamento. El acta de

comprobación de la muerte encefálica es responsabilidad del

director del establecimiento o su representante, el neurólogo o

neurocirujano y el médico tratante’’.

Esto también lo podemos contemplar en la definición de muerte dada

por La Ley General de Salud (Ley Nº 26842), en el título III, en su

artículo 108º, nos afirma que “la muerte pone fin a la persona”. Así,

la muerte debe ser considerada como “ausencia de vida al cese

definitivo de actividad cerebral, independientemente de que algunos

de sus órganos o tejidos mantengan actividad biológica y puedan ser

usados con fines de trasplante, injerto o cultivo”.

También tenemos una definición concordante en la Ley General de

Donación y Trasplante de Órganos y/o Tejidos Humanos (Ley Nº

28189), que en su capítulo I, artículo 3º nos describe lo siguiente: “El

7 RUBIO CORREA, Marcial. “El Ser Humano como Persona Natural” Pontificia universidad Católica del Perú. Fondo Editorial 1995.Pág. 195.

Page 14: SUCESIONES (2)

14

diagnóstico y certificación de la muerte de una persona se basa en

el cese definitivo e irreversible de las funciones encefálicas de

acuerdo a los protocolos que establezca el reglamento y bajo

responsabilidad del médico que lo certifica”.

Bajo esa línea, el grupo concluye que la muerte es aquel hecho

jurídico que constituye el fin de la persona natural en su aspecto

fisiológico, como ser humano, y por consiguiente, como sujeto de

Derecho, pero que, como todo hecho jurídico, tendrá repercusiones

en la esfera jurídica.

Por otro lado, doctrinariamente ha surgido posiciones

contradictorias respecto a si la muerte produce un cambio en el

estado jurídico de la persona; pues Juan Espinoza Espinoza 8precisa

que: la persona o sujeto de derecho una vez muerto, se convierte en

objeto de derecho sui generis, por cuanto formó parte de un hombre

en vida. Contrariamente a lo expresado por este autor, el grupo

considera que aun muerta una persona merece una protección que el

Estado debe procurar por cuanto el único que puede disponer acerca

del destino del cuerpo es el mismo sujeto en vida o su familia ante su

ausencia.

¿CUÁNDO SE PRODUCE LA MUERTE DE UNA PERSONA

NATURAL?

La muerte de una persona implica en términos sencillos que la vida

desapareció, esta puede deberse a diversos factores como los

accidentes derivados de diversas causas, asesinatos, entre otros,

pero también puede presentarse la muerte natural producto del

envejecimiento o de alguna dolencia, lo que algunos biólogos

8 ESPINOZA ESPINOZA, Juan; “Derecho de las Personas”. Lima: Gaceta Jurídica, 2004. –4º Edición Págs. 241 – 242.

Page 15: SUCESIONES (2)

15

denominan como el mal funcionamiento de la homeostasis9, el cual

consiste en la imposibilidad que el cuerpo pueda mantener las

condiciones mínimas para que los diversos órganos puedan funcionar

producto del envejecimiento de los tejidos.

Desde el punto de vista legal y como lo dispone el artículo 61º del

Código Civil, en oposición al nacimiento, la muerte pone fin a la

persona.

Estriba en la necesidad moral, social, política y económica de que la

muerte no rompa las relaciones jurídicas de la persona que deja de

existir, por lo que resulta necesario que esta sea sustituida, a efectos

que ocupe el lugar dejado en la titularidad de bienes y las deudas

que hubiera generado en vida, al igual que en el gobierno y

administración en general de todos los intereses y del patrimonio

sobre el cual ejercía dominio, de esta forma se asegura que éstas

continúen vigentes a través de sus herederos y causahabientes, a fin

de proteger, no sólo al difunto, sino también, a quienes en vida de

éste mantenían relaciones de derecho con él.

En efecto, para la seguridad del crédito, para la conservación y el

incremento de la riqueza, para la estabilidad económica de los

grupos sociales, etc., se hace necesario que estas relaciones

sobrevivan a la muerte de la persona física, es decir, buscar la

continuidad jurídica de la persona que fallece, y que haya personas

que puedan continuar las actividades del de cujus, bien desde el 9 La homeostasis también está sometida al desgaste termodinámico, el organismo necesita del medio el

aporte para sostener el ciclo, por lo que es sometido a actividades que, por un lado permiten regular la homeostasis y por otro son un constante ataque a dichas funciones. En otro orden de situación, si el organismo no se aportara lo necesario del medio, dicha función dejaría de existir en un instante en el tiempo en el que es termodinámicamente imposible continuar sosteniendo dicha estructura.Un organismo enferma en el momento que se requiere un aporte extra de energía para sostener el ciclo homeostático. Agentes patógenos, tales como los radicales libres, virus o bacterias, pueden comprometer ese ciclo. La enfermedad es una respuesta ante la invasión del medio, que limita al organismo a sus ciclos vitales esenciales, para destinar el resto de los recursos en preservar en el tiempo la función homeostática.

Page 16: SUCESIONES (2)

16

punto de vista del patrimonio o desde el punto de vista de sus

obligaciones.

Estos criterios constituyen una exigencia de índole familiar, moral,

espiritual jurídico y económico. Es por ello que jurídicamente existe

la sucesión indivisa, llamada también “sucesión mortis causa” o

sucesión después de la muerte, la cual estará conformada por todos

aquellos que se consideren herederos del fallecido, siendo

confirmados con la apertura del testamento o cuando se dé por

finalizado el proceso de declaratoria de herederos.

2.2. La Sucesión por causa de muerte

Evidentemente el hecho de la muerte genera la sucesión por esa

causa, como modo de adquirir el dominio. De allí la importancia de

determinar su momento, el cual se prueba con su inscripción en el

Registro Civil, sobre la base de la certificación conferida por el

médico que atendió al difunto, de la certificación otorgada por

quienes concurrieron a la autopsia o por cualquier otro medio que

acredite tal hecho. Aunque tal inscripción es el modo idóneo y

normal para probar la muerte, no es el único. En el evento de que

dos o más personas fallezcan sin que se establezca ni pueda

determinarse cuál de ellas murió antes, se aplica la norma del Art.

62° y, en consecuencia, ninguna sucede a la otra.

Junto a estos efectos, concomitantemente con la muerte, se producen

la apertura de la sucesión y, de modo general, la delación. Como

luego se analizará, "la apertura de la sucesión es el hecho jurídico en

cuya virtud nace o se genera el derecho real de herencia y, por

consiguiente, los bienes del difunto pasan a los asignatarios, que los

adquieren por sucesión por causa de muerte"10. La delación de una

10 Ponce Carbo, Alejandro, Ob. Cit.

Page 17: SUCESIONES (2)

17

asignación "es el actual llamamiento de la ley a aceptarla o

repudiarla".

En el evento de muerte presunta, los efectos son distintos. Así,

transcurridos tres años desde la fecha de las últimas noticias el juez

debe conceder la posesión provisional de los bienes del desaparecido

a los herederos presuntivos. Esta providencia judicial abre la

sucesión, disuelve la sociedad conyugal y permite la apertura y

publicación del testamento. Transcurridos diez años desde las

últimas noticias, o dos años si es que el desaparecido tuviere al

menos ochenta años de edad o seis meses desde la situación de

peligro, el juez concede la posesión definitiva de los bienes del

desaparecido a los herederos presuntos.

Asi, la Sucesión por causa de muerte es un modo de adquirir el

dominio de todos los bienes, derechos y obligaciones transmisibles

de una persona difunta o de una cuota de ellos como la mitad, un

tercio, un quinto, de una o más especies o cuerpos ciertos.

2.2.1. Características

La sucesión por causa de muerte es un modo derivativo, mortis

causae, de adquirir el dominio a título gratuito. Para regularlo la ley

toma en cuenta tres intereses en juego11: el del causante, el familiar

y el social. El Código Civil recoge el interés personal del causante en

cuanto establece, en principio la libertad de testar12. Con ella se

rescata el deseo y la tendencia individuales a disponer de nuestros

bienes como bien deseemos y a que nuestra voluntad vaya más allá

de nuestros días. También acoge el Código el interés familiar, en

11 Ponce Carbo, Alejandro, "Notas de la Cátedra de Derecho Civil, Libro 11r., Facultad de Jurisprudencia, Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Quito, 1987-1988.

12 Artículo 686° del Código Civil Peruano.

Page 18: SUCESIONES (2)

18

cuanto la familia es el núcleo que ha coadyuvado estrechamente con

el causante para la formación del patrimonio. En su beneficio

contiene las reglas de la sucesión intestada y para su protección crea

una especie particular de sucesión denominada forzosa13, en cuya

virtud obliga a que el testador haga determinadas asignaciones que,

inclusive, prevalecen sobre sus disposiciones testamentarias

expresas. El Código también precautela el interés social al impedir

que, a falta de testamento o de parientes, la herencia quede sin

titular y al ordenar, en consecuencias, que el Estado sea el sucesor

universal.

La sucesión por causa de muerte es un título para adquirir la

posesión. En efecto, según el Art. 660° la posesión de la herencia se

adquiere desde el momento en que es deferida, aunque el

asignatario lo ignore. El sucesor puede añadir la posesión de su

antecesor (con todos sus vicios) o iniciar la posesión con él. Para

disponer de los bienes inmuebles singulares que conforman la

herencia debe comprobarse que se hallan cumplidos los requisitos

exigidos, esto es, que el testamento se encuentre inscrito, que

evidentemente tales inmuebles se hallen inscritos a nombre del

causante y que, si la disposición no es de consumo entre todos los

herederos, se encuentre inscrita la partición.

Efectuada la partición, la posesión se radica exclusivamente sobre

los bienes adjudicados a cada uno de los asignatarios, cada uno de

los cuales se presume haber poseído el o los bienes adjudicados

desde la muerte del causante, esto es durante todo el tiempo de la

indivisión.

13 Artículo 723° del Código Civil Peruano.

Page 19: SUCESIONES (2)

19

Durante la indivisión existe, pues, la posesión legal de la herencia,

que la tiene el heredero, aunque lo ignore. Junto a ella, puede existir

la posesión de dicho derecho por quien se considere heredero sin

serlo. Esta posesión le puede permitir adquirir la herencia por

prescripción. Por último, los bienes singulares que conformaban el

patrimonio del causante también pueden ser objeto de posesión por

el heredero, por quien pretenda ser heredero o por quien se

considere dueño. Esta posesión de los bienes individuales permite la

adquisición del dominio de tales bienes singulares por prescripción.

La sucesión por causa de muerte es, pues, el título para adquirir la

posesión legal de la herencia, la posesión real de ella y de los bienes

que la componen, y la posesión de los bienes legados, una vez que

sean entregados.

Finalmente la sucesión por causa de muerte es un modo de adquirir

todos los derechos reales o personales, bien a título universal, bien a

título singular. Es el único modo de adquirir una universalidad de

derecho de una persona natural, esto es, de adquirir el patrimonio de

una persona natural.

2.3. EFECTOS JURÍDICOS DE LA MUERTE

Conforme a la posición asumida por Marcial Rubio14, la muerte

representa el fin de la persona humana, el fin de su existencia, y por

ende, el momento que marca su cesación como sujeto de deberes y

derechos. Sin embargo, esto no significa que una vez muerta la

persona deja de tener relevancia en el campo jurídico y para el

derecho, sino que si bien se ha acabado la persona como centro de

imputación de deberes y derechos, esta situación jurídica que

representa la muerte, también genera otras situaciones jurídicas que 14 Rubio Correa, Marcial. Opa. Cit. Pág. 195.

Page 20: SUCESIONES (2)

20

se ven representadas en aquellos derechos que surgen, y otros que

se mantienen pese a haber sucedido este hecho. Así, podemos dividir

los efectos jurídicos de la muerte en tres grandes ramas:

2.3.1.1. DERECHOS QUE SE ADQUIEREN

Apertura de la Sucesión.

Es aquella situación jurídica que se da cuando el patrimonio de

aquella persona que ha fenecido se trasmite por mortis causa (a

causa de la muerte) vía sucesión, conformado por los bienes,

derechos y también sus cargas (activos y pasivos), que forman la

universalidad de la herencia dejada a los herederos. Por ello, se

puede afirmar que existe sucesión en todos los casos en el que el

derecho adquirido deriva de otra persona, defendiendo postrero de

la existencia del derecho anterior.

Por lo tanto, debemos entender a la sucesión en dos sentidos:

Sucesión mortis causa: Cuando una persona hereda de otra

unos bienes por testamento o por disposición de la ley

Sucesión intervalos: Cuando una persona sustituye a otra en un

derecho que permanece a dicha persona, que puede ser

entendido como una especie de sustitución.

Es claro, que para efectos de este trabajo, predominará el uso de

esta palabra en el enfoque mortis causa, la cual se da, tanto en

sucesión legítima (debido a la ley), como en sucesión testamentaria

(según testamento, contrato o capitulaciones), siempre y cuando se

dé desde la muerte del autor de la sucesión o por la presunción legal

de su muerte.

El usufructo a través del cónyuge vivo

Page 21: SUCESIONES (2)

21

El usufructo puede ser definido como derecho real de goce o disfrute

el que el poder del usufructuario es muy parecido al del propietario,

lo que ha llevado a algunos autores a considerarlo un pars domini

con el titular de la nuda propiedad, aunque está generalmente

aceptado que no es un condueño, aunque lo parezca, siempre con la

obligación de conservarlos. Esta situación jurídica se dará a través

de la voluntad testamentaria.

2.3.1.2. DERECHOS QUE SE EXTINGUEN

i. Patria Potestad

Por la patria potestad los padres tienen el deber y el derecho de

cuidar de la persona y bienes de sus hijos menores. Asimismo, la

patria potestad se ejerce conjuntamente por el padre y la madre

durante el matrimonio, correspondiendo a ambos la representación

legal del hijo. Sólo para reforzar nuestros fundamentos, debemos

hacer referencia a aquellas obligaciones y aquellos derechos

existentes en la Patria Potestad, los cuales se encuentran

desarrollados en nuestro Código Civil, en los artículos 423º y 424º:

Son deberes y derechos de los padres que ejercen la patria potestad:

Proveer el sostenimiento y educación de los hijos.

Dirigir el proceso educativo de los hijos y su capacitación para

el trabajo conforme a su vocación y aptitudes.

Corregir moderadamente a los hijos y, cuando esto no bastare,

recurrir a la autoridad judicial solicitando su internamiento en

un establecimiento dedicado a la reeducación de menores.

Aprovechar de los servicios de sus hijos, atendiendo su edad y

condición y sin perjudicar su educación.

Page 22: SUCESIONES (2)

22

Tener a los hijos en su compañía y recogerlos del lugar donde

estuviesen sin su permiso, recurriendo a la autoridad si es

necesario.

Representar a los hijos en los actos de la vida civil.

Administrar los bienes de sus hijos.

Usufructuar los bienes de sus hijos. Tratándose de productos

se está en lo dispuesto en el artículo 1004 del Código Civil.

Subsiste la obligación de proveer al sostenimiento de los hijos

e hijas mayores de dieciocho años que estén siguiendo con

éxito una profesión u oficio, y de las hijas solteras que no se

encuentren en aptitud de atender a su subsistencia.

Pero, determinar en sí cuales son las tareas de aquel que posee la

patria potestad de un menor no es el propósito de este acápite, sino

más bien, el determinar que sucede con este derecho – obligación

que tiene cada uno de los padres sobre sus menores hijos cuando

este derecho se extingue, siendo esto regulado por nuestro Código

Civil en su artículo 461º, que a la letra dice:

La patria potestad se acaba:

Por la muerte de los padres o del hijo.

Por cesar la incapacidad del hijo conforme al artículo 46 C.C.

Por cumplir el hijo dieciocho años de edad.”

En este caso, el acápite que nos llama al análisis es el 1º, ya que

como sabemos hace referencia de aquellos derechos que se

extinguen al fallecer la persona humana, ya sea el padre quien

fenezca, o sea el caso del hijo. Es claro que al fallecer el padre, éste

ya no tendrá que cumplir con aquellos deberes prescritos, también

en el Código Civil, antes citados; y en el caso inverso, pues lo único

que se deberá hacer, es que el padre, como tutor y representante

Page 23: SUCESIONES (2)

23

legal del menor, tiene todo el derecho a disponer del cuerpo de su

hijo, siendo éste el último acto jurídico que haga en estos dos casos.

ii. La tutela

La palabra tutela deriva de la voz latina tueor, que significa

defender, proteger. Tutelar por lo tanto significa, cuidar, proteger y

ésta es cabalmente una de las misiones más importantes que debe

cumplir el tutor: proteger los intereses del pupilo, tanto personales

como patrimoniales. Así, se puede decir que el papel del tutor es el

proteger la persona del incapaz, procurando siempre su

rehabilitación y su bienestar; y administrar el patrimonio del mismo

de manera que rinda al máximo de sus beneficios siempre en

provecho del pupilo.

Al respecto, Rafael De Pina en su libro titulado “Derecho Civil

Mexicano”, Tomo I, ha definido a la tutela de la siguiente manera:

“La tutela es una institución supletoria de la patria potestad,

mediante la cual se provee a la representación, a la protección,

a la asistencia, al complemento de los que no son suficientes

para gobernar su persona y derechos por sí mismos, para regir,

en fin, su actividad jurídica”.

La tutela es la institución necesaria y paralela de la incapacidad de

ejercicio de los mayores de edad y en este aspecto, cumple la misión

de representar al incapaz actuando en su nombre. Con respecto de

los menores de edad, la tutela es una institución subsidiaria de la

patria potestad pues sólo se provee de tutor al menor de edad que

carece de ascendientes o que, teniéndolos no pueden cumplir con la

patria potestad.

Page 24: SUCESIONES (2)

24

Así, lo que es de nuestro interés es que sucede con la tutela cuando

la muerte interviene, pues, eso es objeto de respuesta de los

artículos 550° y 551° del C.C.:

Art. 550°: “El cargo de tutor cesa por muerte del tutor, por la

aceptación de su renuncia, por la declaración de quiebra, por la no

ratificación y por su remoción. Como vemos, el acápite que nos atrae

es el primer supuesto, el cual explica que por muerte del tutor se

extingue esta relación jurídica, al cual, creemos nosotros se le debe

agregar que ante el fallecimiento del menor, esta también se

extinguiría. El tutor, concluida la tutela, está obligado a entregar

todos los bienes del incapacitado y todos los documentos que le

pertenezcan, conforme al balance que se hubiere presentado en la

última cuenta aprobada.

iii. La Obligación de Alimentos

Desde el punto de vista legal, se entiende por alimentos no sólo la

comida, sino todo lo que es indispensable para el sustento

propiamente dicho, el alojamiento, el vestido y la asistencia médica.

También se incluye dentro de los alimentos, la educación e

instrucción cuando se trate de menores o mayores de edad, que no

han terminado su formación, e incluso los gastos de embarazo y

parto si no están cubiertos de otra forma. La extinción de esta

obligación está enmarcada en el artículo 486° del Código Civil: “La

obligación de prestar alimentos se extingue por la muerte del

obligado o del alimentista, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo

728°”.

Page 25: SUCESIONES (2)

25

iv. La Curatela

Cuando la persona puede gobernarse a sí misma, pero no puede

administrar sus propios bienes, surge una nueva figura legal, la del

curador que desempeña la cúratela, que complementa la capacidad

de autogobierno de la persona que ha sido parcialmente

incapacitada. Proporciona a los no plenamente capaces, el cuidado y

atención de otra persona para determinados actos. La persona que

ha sido parcialmente incapacitada tiene que contar con el curador

para administrar y disponer de los bienes de su patrimonio. Es una

simple asistencia legal, de modo que el tutor se convierte en

representante de la persona incapacitada, salvo para todo aquello

que pueda hacer por sí misma.

El curador está obligado a dar cuenta de sus gestiones al juez al

menos una vez al año. La Curatela extingue sus efectos ante los

supuestos dichos en el Código Civil, siendo la muerte uno de ellos:

Art. 616: “La curatela de los bienes del desaparecido cesa cuando

reaparece o cuando se le declara ausente o presuntamente muerto”.

v. Obligaciones del albacea

El "albacea" es la persona a quien se encarga de ejecutar todo

cuanto el testador le haya encomendado. Puede ser nombrado para

una cuestión concreta o para ejecutar todo el contenido del

testamento, de modo que se cumpla en todo la voluntad del testador.

Puede haber uno o varios albaceas. Y se puede nombrar tanto a una

persona física como a una jurídica, por ejemplo una fundación.

La figura del albacea es frecuente en los testamentos de padres con

hijos discapacitados, puesto que se trata de una persona de

confianza a quien se puede encargar el cuidado y las atenciones

Page 26: SUCESIONES (2)

26

concretas que el hijo necesite. Lo habitual es que los padres se

nombren, mutuamente, albaceas del hijo discapacitado en primer

lugar y a una tercera persona para cuando falten ambos

progenitores.

El cargo es voluntario, por tanto la persona designada puede

aceptarlo o no. Por eso es conveniente hacer saber a la persona

elegida el deseo de nombrarla albacea y contar de antemano con su

consentimiento para evitar problemas posteriores. Es un cargo que

se ejerce gratuitamente, salvo si el testador ha dispuesto

expresamente otra cosa.

El cese de cargo de albacea se determina también por medio de la

muerte, según lo señalado en el código Civil, en su artículo 796°.

2.3.1.3. DERECHOS QUE SE MANTIENEN

i. Derechos de Autor

Respecto de este acápite, se pronuncia la Comunidad Andina de

Naciones15, mediante su Secretaría General, en su Comisión de

Propiedad Intelectual, la cual el 17 de Diciembre del 2003, emitió la

decisión N° 351, afirmando que : “El autor es la persona cuyo

nombre, seudónimo u otro signo que la identifique, aparece indicado

en la obra- Tiene el derecho de conservar la obra inédita o

divulgarla, reivindicar la paternidad de la obra en cualquier

momento y oponerse a toda deformación, mutilación o modificación

que atente contra el decoro de la obra o la reputación del autor

(derecho moral). Tiene también derecho exclusivo de realizar,

15 “Régimen común sobre Derecho de Autor y Derechos Conexos”. Extraído de la Comunidad Andina de Naciones, Secretaría general, Propiedad Intelectual: http://www.comunidadandina.org/propiedad/ derecho_autor.htm, el día 15 de Octubre del 2006.

Page 27: SUCESIONES (2)

27

autorizar y prohibir la reproducción, comercialización, traducción,

arreglo u otra transformación de su producción (derecho

patrimonial).

La duración de la protección de los derechos reconocidos en esta

Decisión no será inferior a la vida del autor y cincuenta años después

de su muerte. Cuando la titularidad de los derechos corresponda a

una persona jurídica, el plazo no será inferior a los 50 años contados

a partir de la realización de la divulgación o publicación de la obra.

En caso de infracción de cualquiera de los derechos reconocidos, la

autoridad nacional competente está facultada para ordenar el cese

inmediato de la actividad ilícita; la incautación, el embargo,

decomiso o secuestro preventivo de los ejemplares producidos con

infracción o de los aparatos o medios utilizados para la comisión del

ilícito”.

Asi también el Código Civil, de manera somera ha precisado en el

Art. 310: “Son bienes sociales todos los no comprendidos en el

artículo 302°, incluso los que cualquiera de los cónyuges adquiera

por su trabajo, industria o profesión, así como los frutos y productos

de todos los bienes propios y de la sociedad y las rentas de los

derechos de autor e inventor”. En este artículo, pues como vemos,

los derechos de autor no se extinguen en la sociedad conyugal

después de la muerte del cónyuge a quien le pertenecieron, sino que

perduran por un buen tiempo, como una manera de subsanar la falta

que pueda hacer una persona, aunque esta subsanación solo pueda

ser de carácter económico.

2.4. LA MUERTE DE VARIAS PERSONAS.

En ciertas situaciones interesa determinar cuál de dos o más

sujetos ha muerto primero que el otro; esto resulta muy difícil

Page 28: SUCESIONES (2)

28

cuando los sujetos han fallecido en un mismo acontecimiento, sin que

existan indicios del orden en el cual ocurrieron las muertes, como

por ejemplo, las grandes catástrofes, o los accidentes fortuitos. Así,

se dan los casos en donde se presentan muertes simultáneas, en las

cuales no se puede determinar quien ha muerto primero, como ya lo

acabamos de mencionar. Esta situación no importaría demasiado si

es que no existiera un régimen patrimonial, sólo para poner un

ejemplo, tal y como nos lo afirma Marcial Rubio16 en un caso:

“Supongamos un varón y una mujer que no están casados (y

que no tienen derecho a heredarse entre sí). Esta pareja tiene

un hijo. Supongamos que la madre es una persona acaudalada

y hace un viaje con el hijo en avión. El avión se estrella y los

dos mueren. Si el hijo murió luego que la madre, la hereda y, al

morir el, lo hereda su padre. En otras palabras, el hijo podría

ser el vehículo de transmisión de la riqueza de su madre a su

padre”.

Como vemos en esta situación descrita, hay la gran probabilidad de

que haya una sucesión, siendo el hijo utilizado por el padre como

medio para adquirir la riqueza de su madre. Sin embargo, hay

algunas nociones previas que aclarar en torno a esta situación, como

procederemos a explicar:

2.4.1. La Premoriencia

El derecho romano ha considerado el orden de las muertes se

determina mediante la presunción de que sobrevive el más fuerte,

determinación ésta que se hace a base de criterios objetivos como el

sexo y la edad. Este sistema es criticado porque presenta una

solución arbitraria porque en muchos casos la sobre vivencia no

16 RUBIO CORREA, Marcial. Op. Cit. Pág. 197.

Page 29: SUCESIONES (2)

29

tiene relación ni con el sexo ni con la edad, ni siquiera con la

fortaleza, y existen otras situaciones además del sexo y edad que

podrían influir en la capacidad de un individuo a la hora de hacer

frente a los peligros de la muerte, como por ejemplo: defectos físicos

y mentales, estados de salud, etcétera.

2.4.2. La Conmoriencia

Por la crítica al sistema de la premoriencia prevalece entonces el

sistema de conmoriencia, que consiste en que a falta de pruebas se

considera que todas las personas murieron al mismo tiempo. Este

sistema es recogido por la legislación venezolana en los siguientes

términos: "Si hubiera duda sobre cuál de los dos o más individuos

llamados recíprocamente a sucederse haya muerto primero que el

otro, el que sostenga la anterioridad de la muerte del uno o del otro

deberá probarla. A falta de pruebas, se presumen todos muertos al

mismo tiempo y no hay transmisión de derechos de uno a otro".

Estos sistemas son utilizados sobre todo por las legislaciones en los

relativos a la forma de suceder.

Es importante destacar que en casos de muerte violenta, como lo

determina el artículo 480 de su Código Civil venezolano, la autoridad

local, procederá asistida si fuere posible de facultativos, a la

inspección del cadáver y a la averiguación de cuanto pueda conducir

al descubrimiento de la verdad, poniendo todo en conocimiento del

juez, quien deberá dar la orden de inhumación. En dicha

averiguación se podría deducir y determinar en algunos casos el

orden de las muertes, y entonces de esto se debe dejar constancia,

porque forma parte del descubrimiento de la verdad de cómo ocurrió

la muerte violenta.

Page 30: SUCESIONES (2)

30

Y en cuanto a nuestra legislación, pues es esta, la teoría recogida, tal

y como lo afirma el artículo 62 del Código Civil: ‘‘Si no se puede

probar cual de dos o más personas murió primero, se las reputa

muertas al mismo tiempo y entre ellas no hay transmisión de

derechos hereditarios’’.

Sin embargo Marcial Rubio explica que, el problema al que se refiere

es aquella situación en la que dos o más personas murieron sin que

se pueda probar cual de las dos murió primero. Desde luego, probar

quien murió primero antes que otro no es, en general, una situación

que se necesite probar muy a menudo por lo que el problema tiene

un número de aplicaciones reducido, pero puede ser importante en

ciertas circunstancias. Sobre todo tiene que ver con los problemas

hereditarios, como se puede ver fácilmente de la parte final del

artículo. Esclarecidas estas cuestiones, podemos pasar a resolver el

caso antes descrito:

De manera concordante a lo prescrito por el artículo 62, en donde se

dice que se les reputa muertos al mismo tiempo sin transmisión de

derechos hereditarios, deducimos pues que el hijo no hereda a su

madre y, por lo tanto, el padre no tiene derecho que heredar de su

hijo. La herencia de esa mujer irá, entonces, a sus otros herederos

forzosos según el orden establecido en el código y que aparece en los

artículos 816 y 817 (a menos que haya dejado testamento en cuyo

caso habrá que atenerse a sus disposiciones en lo que fueren

legales).

2.5. Tratamiento en el Código Civil Peruano

Trasmisión sucesoria de pleno derecho

Page 31: SUCESIONES (2)

31

Artículo 660.- Desde el momento de la muerte de una persona,

los bienes, derechos y obligaciones que constituyen la herencia

se trasmiten a sus sucesores.

Siguiendo la estela constitucional del derecho a la herencia en el

derecho privado, tenemos el artículo 2.16º de la Constitución Política

del Perú, que reconoce “el derecho a la propiedad y a la herencia”,

que a decir del Tribunal Constitucional del Perú, se trata de una

garantía institucional que funda un derecho subjetivo con sustento

constitucional directo, que recibe tutela especial, de orden individual

patrimonial, el titular fallecido tiene posibilidad de determinar más

allá de la muerte el destino de sus bienes; de orden familiar,

respecto a la distribución del patrimonio del fallecido; y de orden

colectivo en el mantenimiento del orden público constitucional

(confiabilidad del régimen testamentario, satisfacción de las deudas

del causante y exacción del impuesto sucesorio); 17ahora bien, este

precepto constitucional, que se formula conjunta y unitariamente con

el derecho a la propiedad, por las clausulas testamentarias; están

regulados en el artículos 686° y 660° del Código Civil peruano, en

esta oportunidad, daremos atención sólo a ese último que regula una

institución sucesoria importante: la «herencia», que es derecho

sucesorio, que denota el conjunto de bienes, derechos y obligaciones

que, al morir alguien, son transmisibles a sus herederos o a sus

legatarios (Real Academia Española, 2003).18 La herencia, es

reconocida por el ordenamiento jurídico por medio de la «sucesión»,

que es la transmisión de los derechos activos y pasivos que

componen la herencia de una persona muerta a la persona que

17 Casado, Laura (2009). Diccionario Jurídico. (6° ed). Buenos Aires. Valleta Ediciones.18 Ferrero Costa, Agusto (2003). “Trasmisión Sucesoria de Pleno Derecho”. En Código Civil Comentado por los 100 Mejores Especialistas Derecho de Sucesiones Tomo IV. Gaceta Jurídica (Ed). Lima. Gaceta Jurídica

Page 32: SUCESIONES (2)

32

sobrevive, a la cual la ley o el testador llama para recibirla. El

llamado a recibir la sucesión se llama heredero. En efecto, la

herencia está compuesto de los bienes, derechos y obligaciones, y se

transfieren o transmiten al heredero por la sucesión, cuya apertura

esta determinada por el fallecimiento del causante, a tenor del

artículo 61 del Código Civil, la muerte pone fin a la persona.

En opinión de Ferrero, los bienes, se refieren a los derechos

patrimoniales y los derechos, a los derechos no patrimoniales

transferibles, como: el derecho a aceptar o renunciar a la herencia

(artículo 679 C.C.) y deudas trasmisibles, con excepción de los títulos

nobiliarios que se transfieren por derecho de sangre, y excluyendo

los derechos intransferibles o innatos que se extinguen con la

muerte, como el derecho al nombre, al honor, a la libertad, a la

integridad física -que son los bienes denominados innatos-, la renta

vitalicia, el mandato, los alimentos, algunas obligaciones tributarias,

la habitación y los derechos políticos.

Existen tres formas de adquisición de la herencia: ipso iure, al

momento de la apertura de la sucesión; mediante aceptación; y por

declaración judicial.

Según Ferrero, la trasmisión sucesoria debe entenderse con todos

los bienes y obligaciones de las que el causante es titular al momento

de su fallecimiento; vale decir, con todo el activo y con todo el pasivo

sucesoral, tal como lo determina el artículo 660, hasta donde

alcancen los bienes de la herencia, por orden del artículo 661.

Page 33: SUCESIONES (2)

33

CAPITULO III

LA VOCACION Y DELACION

3. LA VOCACION HEREDITARIA

El profesor español José Antonio Serrano García19, explica que,

en la fase de vocación de la herencia, se produce un llamamiento en

general a todas aquellas personas que posiblemente van a ser

beneficiarios de la sucesión. Así en la vocación simultánea todos son

los llamados a suceder - actual, solidaria o eventualmente- por

disposición voluntaria o de la ley. Sin embargo aunque vocación es

simultánea no todos son llamados de la misma forma: la vocación es

actual o directa para los llamados en primer lugar que, por ello,

tienen ya derecho a aceptar o repudiar (delación); la vocación actual

es solidaria cuando varios han sido llamados conjuntamente a un

todo, por lo que hay derecho de acrecer entre ellos; finalmente la

vocación es eventual o indirecta para los llamados a suceder sólo en

caso de que no quieran o no puedan hacerlo los primeramente

llamados.

Proviene etimológicamente del vocablo vocatio onis = acción de

llamar, es decir es el llamamiento a los posibles herederos ya sea por

voluntad del de cojus expreso en un testamento o por voluntad de la

ley, ya que en este momento se considera a todos los posibles

herederos. Se llama momento de la Vocación Hereditaria al que se

produce al mismo momento en que se abre la Sucesión, en el

instante mismo que ha fallecido el causante.

19 Serrano García, Jesús. “Manual de derecho civil aragonés. - Zaragoza”. Zaragoza. 2008. pág. 560

Page 34: SUCESIONES (2)

34

Mientras que en la delación no sólo existe una persona determinada

llamada a suceder, sino que la misma puede aceptar. La posibilidad

inmediata de aceptar la herencia es la característica de la delación.

La delación presupone la vocación pero, a diferencia de ésta, no es

simultánea para todos los eventualmente llamados sino que la

posibilidad de aceptar o repudiar se ofrece en primer lugar sólo a los

primeramente llamados y, si éste llamamiento deviene ineficaz, se

ofrece sucesivamente a los siguientes llamados. La delación termina

con la aceptación, pero ya antes el llamado es titular del ius

delationis, derecho a aceptar o repudiar que en caso de muerte se

transmite por ministerio de la ley a sus herederos. Por lo tanto no se

puede considerar un derecho sobre la herencia adquirida, puesto que

aún no existe la aceptación de la misma.

3.1. Tipos de Vocacion

Existen 3 clases de Vocación: a) Vocación testamentaria; la cual

deviene de la voluntad del causante expresado en el testamento.- b)

Vocación legal; la cual es el llamamiento que hace la ley a los

posibles herederos.- c) Legal y Testamentaria; cuando el de cujus ha

dispuesto una parte de su patrimonio por Testamento y la otra parte

de sus bienes será la ley quien determine quienes van a heredar y en

qué porcentaje.

La herencia se atribuye a quienes son llamados a la adquisición, el

llamado puede provenir de la ley (sucesión legítima) o por el

testamento del causante (sucesión testamentaria), lo que los coloca

en la condición de aceptarla o renunciarla , ya que la calidad de

heredero no se impone y es potestativo renunciar o aceptar esa

calidad , si el heredero renuncia se considera que nuca hubo

heredero y si es aceptada queda fija la propiedad en la persona del

aceptante desde el día de la apertura de la sucesión. Las condiciones

Page 35: SUCESIONES (2)

35

de eficacia de la vocación hereditaria se refieren a los requisitos

impuestos por la ley para que el llamamiento no esté en

contradicción con una norma legal imperativa que prohíba el

llamado. Que la vocación no esté sujeta a una resolución por

disposición de la ley o del causante, lo que somete la eficacia a una

condición resolutiva por voluntad del causante.

La vocación puede ser:

a) Directa: Cuando supone el llamamiento actual y con delación

al primer grado del sucesor.

b) Indirecta: Supone un llamamiento virtual y que se concretará

con la delación así que no hayan podido heredar los sucesores de

primer o preferente grado. Se da cuando el primer llamado no ha

podido o no ha querido heredar, de tal modo que le sucede otro, la

figura es conocida con el nombre de sustitución hereditaria o

testamentaria. Es una cláusula de previsión. Además de dicha figura,

la vocación indirecta también se consigue por el derecho de

representación, se regula en las normas de sucesión intestada, art.

924: "llamase derecho de representación el que tienen los parientes

de una persona para sucederle en todos los derechos que tendría si

viviera o hubiera podido heredar". Supone, por tanto, una excepción

a la forma de suceder intestada, en el sentido de que el pariente más

próximo en grado excluye al más remoto.

c) Solidaria:

Como ya se ha expuesto, la vocación solidaria se da cuando se hace

un llamamiento conjunto a una pluralidad de sucesores del mismo

grado, en forma tal que todos resultan llamados potencialmente al

todo la falta de alguno/s de los designados provoca la expansión de la

participación de los restantes en el as hereditario o en la parte de

Page 36: SUCESIONES (2)

36

éste que había sido objeto del llamamiento conjunto. A dicho efecto

se le denomina acrecimiento o derecho de acrecer.

3.2. LLAMAMIENTOS SUCESORIOS.

Los llamamientos sucesorios, tanto si tienen su fundamento en la

voluntad del disponente como en la disposición de la Ley, pueden

realizarse a título universal o particular; en los primeros se sucede

en la totalidad o en una parte alícuota del patrimonio del fallecido,

mientras que en los segundos se sucede en bienes o derechos

determinados.

La sucesión a título universal supone el paso, en bloque y sin

necesidad de las formalidades precisas para la transmisión de cada

uno de los bienes singulares, de una masa de cosas, derechos y

deudas, desde el patrimonio del difunto al del sucesor, cuya posición

jurídica con respecto a cada una de las relaciones singulares

ingresadas de esa forma en su patrimonio sigue siendo igual a la del

causante, en cambio, en la sucesión a título particular el sucesor

adquiere bienes o derechos determinados del causante, pero no se

hace responsable personal de parte de sus deudas.

3.2.1. Clases de sucesores por causa de muerte.

Los sucesores por causa de muerte pueden ser herederos, legatarios

o sucesores a título particular por disposición legal. La figura del

heredero es propia tanto de la sucesión voluntaria como de la legal,

mientras que el legatario, tanto si es sucesor como si no, sólo puede

existir en la sucesión voluntaria; en la sucesión por disposición legal

quien sucede a título particular (p. e., recobro de liberalidades) no

recibe la denominación de legatario ni ninguna otra específica.

Page 37: SUCESIONES (2)

37

Por otra parte, el legatario no ha de ser necesariamente sucesor del

causante sino que, es también legatario quien recibe del disponente

algún derecho que no forma parte de la herencia.

La delimitación de la figura del heredero -y por contraposición, la del

legatario- la hace la Ley entre las normas comunes a las sucesiones

voluntarias. En la sucesión voluntaria los llamados a suceder que no

sean herederos tendrán la consideración de legatarios. Tendrá la

consideración de heredero, el nombrado para suceder, en todo o en

parte, en las relaciones patrimoniales y personales del causante que

no se extingan por su muerte, cualquiera que sea la denominación

que éste le haya dado y tanto si ha sido llamado a la totalidad o a una

cuota del caudal (llamamiento a título universal) como a uno o varios

bienes determinados (heredero ex re certa). No es imprescindible

que el heredero sea sucesor a título universal, pues lo que

caracteriza al heredero, aunque sea sucesor a título particular, es

que no es -como el legatario- un simple adquirente de cosas y

derechos patrimoniales, sino alguien que sucede al mismo tiempo,

aunque sea en pequeña medida, en las deudas y relaciones extra

personales del causante que no se extingan por su muerte. Es decir,

el heredero adquiere los bienes y derechos de la herencia, se

subroga en las obligaciones del causante y queda obligado a cumplir

las cargas hereditarias.

A la hora de decidir si un llamamiento es a título de heredero o de

legatario debe prevalecer la voluntad del disponente sobre los

términos empleados, aunque lo querido sea que el instituido en cosa

cierta y determinada sea heredero o que el llamado a parte alícuota

de la herencia sea legatario; ahora bien, el disponente no puede

convertir en heredero o legatario a quien no vincule a los efectos

propios de dicha condición (por ejemplo, no puede ser heredero un

Page 38: SUCESIONES (2)

38

sucesor al que se le exonere de las deudas, ni legatario aquél al que

se haga responsable personal de su pago). Por lo demás, mientras no

se pruebe que es otra la voluntad del disponente, se presume que el

llamado a una cuota de la herencia es heredero y el llamado a cosa

determinada, legatario.

3.2.2. Sucesores especiales.

El heredero "ex re certa". Si se prueba que es voluntad del

disponente que el instituido en cosa cierta y determinada sea

heredero, lo será y, por ello, responderá de las obligaciones y

cargas hereditarias en proporción al valor de lo así recibido,

pero, al no ser un llamamiento universal, no tendrá derecho de

acrecer. Si la institución de heredero ex re certa no agota el

caudal hereditario, los bienes no dispuestos (y los de nueva

aparición) se defieren a los herederos legales; en cambio, si

toda la herencia ha sido distribuida entre herederos en cosa

cierta y determinada, sucederán en los bienes de nueva

aparición en proporción al valor de lo recibido por cada uno,

con exclusión, por tanto, de la sucesión legal. Solución que

parece aplicable también cuando los bienes omitidos son de

escasa importancia y la voluntad del disponente ha sido la de

llamar a su herencia sólo a determinadas personas.

El supuesto de distribución de la herencia entre legatarios ex

re certa es similar al de la partición realizada por el

disponente, y el régimen de la responsabilidad. También el

instituido en el derecho de usufructo (cosa cierta y

determinada) tendrá la consideración de heredero ex re certa

si ésta es la voluntad del disponente, si bien el derecho de

usufructo recaerá sobre la herencia, o cuota de ella, en la

Page 39: SUCESIONES (2)

39

configuración que tenga al abrirse la sucesión y, por tanto,

también sobre los bienes de nueva aparición.

El legatario de parte alícuota. En el legado de parte alícuota, el

legatario no es deudor de las obligaciones y cargas de la

herencia (pero su derecho recae o se calcula sobre el caudal

hereditario líquido, es decir, una vez que las cargas

hereditarias, incluidos entre ellas los restantes legados, han

sido pagadas), concurre a la partición con el heredero porque

es persona interesada en la fijación del activo, pero, cuando el

legatario no sea legitimario, el heredero puede optar por pagar

este legado en dinero extra hereditario convirtiendo al

legatario de cuota en mero acreedor suyo. El legatario de parte

alícuota puede solicitar la división judicial de la herencia y

tiene la posibilidad de pedir anotación preventiva de su

derecho en el Registro de la Propiedad.

La distribución de toda la herencia en legados. Como no es

necesaria la institución de heredero para la validez del título

sucesorio, puede el disponente querer distribuir toda la

herencia en legados, pero en tal caso, no habiendo heredero

voluntario y no siendo necesario abrir la sucesión legal, se

prorratearán las deudas y cargas entre los legatarios en

proporción a sus cuotas, a no ser que se hubiera previsto otra

cosa. Responsabilidad que se mantiene por la parte que

proporcionalmente se derive de sus cuotas aunque concurran

con herederos legales sobrevenidos por la aparición de nuevos

bienes, sistema más lógico y justo que desplazarla por entero a

los herederos. La aparición de nuevos bienes, a diferencia de

Page 40: SUCESIONES (2)

40

cuando toda la herencia ha sido distribuida entre herederos ex

re certa, no evita el llamamiento a los herederos legales.

3.3. Vocación Hereditaria y el Derecho Real en la

Jurisprudencia Peruana

Así lo consideró la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema,

mediante criterio jurisprudencial recaído en la Casación N° 4-

2013 Lima, que declara fundado dicho recurso interpuesto en el

marco de un proceso de desalojo por ocupación precaria.

Fundamento

Según el supremo tribunal, sobre el poseedor precario se han

esgrimido numerosos conceptos, cada uno de los cuales con diversos

alcances.

Sin embargo, considera que el concepto más amplio sea aquel a ser

empleado por el órgano jurisdiccional al momento de resolver un

conflicto, a fin de que puedan enmarcarse dentro de

esta concepción las situaciones más diversas que se presenten en

nuestra realidad.

En ese contexto, a criterio de la citada sala suprema, el proceso

judicial de desalojo por ocupación precaria constituye un medio

judicial de defensa del derecho de posesión y, por lo tanto, no se

El heredero legal que ostentaba el derecho real de

propiedad sobre un bien inmueble no puede ser

considerado como ocupante precario de aquel,

aunque haya sido omitido de la sucesión intestada,

pues su sola vocación hereditaria constituye el

Page 41: SUCESIONES (2)

41

encuentra en discusión dentro de esta vía procesal la propiedad del

inmueble litigioso.

De acuerdo con el expediente en análisis, el demandante ha

acreditado la propiedad del bien materia del litigio, máxime si su

derecho real está inscrito. Por ende, está facultado para ejercer la

defensa de la posesión, como atributo de su derecho de propiedad, y

solicitar la devolución del bien inmueble.

Análisis

Sin embargo, el colegiado supremo advierte que el demandado en el

proceso de desalojo por ocupación precaria es hermano del anterior

propietario del inmueble, quien a su vez lo adquirió por sucesión

intestada de sus padres. “Este anterior propietario fue declarado

heredero universal, omitiendo de la herencia a su hermano,

demandado en el referido proceso de desalojo”, acota la sentencia.

Por tanto, en su condición de heredero universal el anterior

propietario vendió el inmueble al actual propietario y demandante.

No obstante, a juicio del colegiado supremo estos hechos impiden

considerar al demandado como poseedor precario del inmueble, pues

cuenta con una circunstancia que justifica la posesión que ejerce

sobre el bien, adquiriendo vocación hereditaria respecto a los

propietarios originales del inmueble.

La sala suprema, del mismo modo, opina que si bien el demandado

fue preterido por su hermano, anterior propietario del bien, esto no

constituye un impedimento para que pese a su condición de

demandado en el proceso de desalojo peticione los derechos

sucesorios que le corresponden como heredero legal, refiere la

sentencia.

Page 42: SUCESIONES (2)

42

3.4. Casuística

La vocación consiste en surtir efectos jurídicos de la

designación de heredero a partir de la apertura de la sucesión,

siendo la declaración uno de estos efectos, consistente en atribuir el

derecho a suceder a favor del heredero designado. En buena cuenta

la vocación es el llamado a todos los posibles sucesores de acuerdo al

testamento o la ley, mientras la delación es el

ofrecimiento concreto para la adquisición de la herencia mediante la

aceptación.

Es decir la vocación viene a ser la convocatoria a los herederos en

general; la delación se vincula al mejor derecho a suceder; la

preferencia dentro de los posibles sucesores. La delación es algo más

que la vocación, es el ofrecimiento a una o varias de las personas de

aquel grupo, del poder de adquirir la herencia aceptándola con

facultad actual de hacerlo, ofrecimiento que sí, hecho a uno, no

concluye, por la causa que sea, en que la herencia sea adquirida por

él, se repite después para otro que le siga en orden de preferencia, y

así sucesivamente hasta que, en virtud de uno de tales ofrecimientos,

la herencia sea asumida por alguno de los que recibieron vocación.

En la vocación hereditaria pueden darse los siguientes casos:

La apertura de la sucesión respecto de la vocación

hereditaria.- La vocación hereditaria es la aptitud para

adquirir el patrimonio hereditario subrogable del causante a

los beneficiarios. Esa vocación surge del llamamiento que nace

de la voluntad (testamento) o de la ley previo al procedimiento

de declaratoria de herederos. La vocación hereditaria es la

regla general, para tenerla se debe ser digno y estar vivo al

Page 43: SUCESIONES (2)

43

momento de la apertura de la sucesión. La vocación hereditaria

es el presupuesto fundamental o requisito sine quanon para

heredar.

La vocación para heredar debe ser discriminada

en función de las siguientes situaciones jurídicas:

o La vocación para heredar de los meros

concebidos.- Por el principio de la protección del más

desvalido, que es uno de los principios fundamentales

del derecho de sucesiones; la segunda parte del Art. 1

del CC. Prescribe que todos los concebidos son

titulares de derechos patrimoniales por ende

hereditarios supeditado a una doble condición: Que la

concepción derive de las relaciones sexuales del

causante con la madre del concebido y que el

concebido nazca vivo al cumplir su ciclo, este evento

constituye una condición resolutoria, porque si

naciera muerto queda resuelto de modo automático la

calidad de heredero de su causante.

o La vocación para heredar de las personas

vivas.- El nacimiento determina la personalidad,

quienes hayan nacido vivos tiene la suficiente

vocación para heredar, por ende ser titulares de un

patrimonio hereditario.

o En este caso se requiere ser digno, sustentado en

una conducta honesta que le habilite sustituirse en las

relaciones jurídicas trasmisibles del causante. El

Page 44: SUCESIONES (2)

44

vínculo en que se sustenta la filiación no debe tener

tacha u observación alguna, es conveniente precisar

que el nacimiento se haya producido en condiciones

normales y dentro de los plazos mínimo y máximo de

concepción establecidos en los Arts. 361 y 363 del CC.

Dispositivos que si bien se refieren a la filiación

matrimonial por extensión deben ser aplicados a la

filiación extra matrimonial.

o No se debe olvidar la situación de los conmorientes

(teoría de la conmoriencia), esto es el caso de la

imposibilidad de la demostración de quien falleció

primero de 2 o más personas con derechos

patrimoniales entre sí y que para obviar cualquier

artificiosa especulación se les reputa fallecida al

mismo tiempo, sin derecho de transmisión hereditaria

entre ellas. Esta corriente de origen germánico (BGB

Alemán), ha sido adoptada por la legislación civil

Peruana conforme es de verse en el Art. 62 del CC.

La solución de nuestros Código Civil es realista y

práctica respecto a la asumida por el Derecho Francés

que bajo la denominación de la "Teoría de los

Supervivientes" o llamada Teoría de la Premoriencia,

sistema consagrada en el Código Civil Francés,

supeditó en la misma situación que la expuesta

anteriormente, la adquisición de derechos hereditarios

sobre la base de presunciones sustentadas en la

edad, sexo y constitución física de las personas,

Page 45: SUCESIONES (2)

45

solución que en lugar de resolver ha creado en el

derecho un sinnúmero de problemas jurídicos.

o La vocación para heredar de los extranjeros.- El

Art. 126 de la Constitución atribuye iguales derechos

y obligaciones a los nacionales y los extranjeros en

cuanto respecta a la propiedad y/o posesión de bienes,

concediéndose de ese modo vocación para heredar a

los extranjeros, con la única limitación de que ningún

extranjero podrá adquirir en propiedad o en posesión

bienes inmuebles ubicados dentro del radio de 50 Km.

De zona de frontera, esta limitación obedece a razones

de seguridad nacional; sin embargo puede

buscarse soluciones prácticas como la permuta de

bienes, compraventa u otro acto jurídico que no

perjudique el derecho hereditario de los extranjeros.

o La vocación para heredar de las personas

jurídicas.- Conforme al Art. 77 del CC. Las personas

jurídicas con capaces de adquirir derechos y

obligaciones por consiguiente aptas para adquirir

derechos patrimoniales provenientes de una sucesión,

la única diferencia con la existencia de la persona

natural estriba en que ésta es válida para

cualquier clase de sucesión, sea testamentaria o

intestada y la persona jurídica solamente en la

testada. Esa adquisición se supedita a que la persona

jurídica tenga su personalidad derivada de su

constitución conforme a las prescripciones legales y

su posterior inscripción en el Registro de Asociaciones

o de Sociedades de los Registros públicos de la sede

Page 46: SUCESIONES (2)

46

de su ubicación. La falta de inscripción resuelve la

posibilidad de que la persona jurídica adquiera algún

derecho hereditario.

La apertura de la sucesión respecto de la situación de los

bienes, frutos y/o productos.- Constituye un efecto en el

orden netamente patrimonial, el momento en que se produce la

apertura de la sucesión determina la cantidad y la calidad de

los bienes trasmisibles, las obligaciones que sobre esos bienes

pesan y la cuota que debe corresponder a cada uno de los

beneficiarios. Los frutos y productos como bienes accesorios

afectados a la suerte del principal son complementos de lo que

se transfiere a los sucesores.

4. LA DELACIÓN HEREDITARIA

4.1. Concepto

Manuel Osorio establece que: “Potestad que la ley atribuye a

una o más personas para aceptar o repudiar la herencia, a

consecuencia de la apertura y de la vocación sucesoria. Por lo

general, se considera hoy día una sucesión la distinción técnica

entre vocación y delación, y en todo caso, de mínima

trascendencia práctica.”

Roberto De Ruggiero define que es: “llamamiento efectivo del

heredero, o sea, la posibilidad concreta y actual que el llamado

tiene de hacer propia la herencia. La delación significa que hay

un llamado por ley o por testamento que puede adquirir la

herencia”

Page 47: SUCESIONES (2)

47

Sánchez Toledo, "Podemos considerar la delación hereditaria

como el llamamiento legal o testamentario a una persona que

le confiere la facultad de aceptar o repudiar la herencia

deferida. Esta facultad que emerge del ius delationis se

encuadra dentro de los derechos que la doctrina llama

potestativos.”

4.2. Modos de Delación

Las causas o fundamentos del llamamiento o vocación a una

persona como sucesora de otra se denominan “modos de delación”.

Pues bien, la sucesión se defiere (es decir: el llamamiento puede

tener lugar) por pacto, por testamento o por disposición de la Ley.

La mayor fuerza vinculante del pacto sucesorio hace que ocupe el

primer lugar de la enumeración. El llamamiento al sucesor puede

tener como causa o fundamento la voluntad del causante (sucesión

voluntaria), manifestada en pacto sucesorio –sin casi posibilidad de

modificación posterior- o en testamento – normalmente revocable

hasta la muerte-, o la disposición de la ley: en defecto, total o parcial,

de sucesión voluntaria (sucesión legal), o como corrección de lo

ordenado por el disponente si no respeta los derechos de los

legitimarios.

4.3. Ius Delationis

Por muerte del heredero sin aceptar ni repudiar la herencia,

pasará a los suyos el mismo derecho que él tenía. El derecho que

corresponde a un llamado al que se ha hecho el ofrecimiento y puede

aceptar (o repudiar), pero aún no lo ha hecho, no es un derecho

sobre la herencia adquirida (la adquisición presupone precisamente

Page 48: SUCESIONES (2)

48

la aceptación), sino el a derecho adquirirla, es decir el ius

delationis. Éste se encuentra en el patrimonio del heredero, que, en

consecuencia, tiene el derecho de transmitirlo. Si el heredero/s lo

ejercita, adquiere la herencia a que estaba llamado el causante. Se

debe poner de relieve como una característica acusada de la

sucesión iure transmissionis (ius delationis) que el llamado a la

herencia (denominado transmitente) no puede asignar singularmente

(esto es, a una persona concreta) el ius delationis (que es el derecho

a adquirir o repudiar la herencia), sino la herencia ya adquirida.

4.4. Acepciones al término Delación

Revelación que se hace de la existencia de un delito, ya

consumado o en vías de serlo, a la autoridad encargada de

reprimirlo o evitarlo.

Revelar un secreto, acusando en forma reservada a los

comprometidos en el plan o hecho. Generalmente la delación

supone sentimientos de temor, lucro y aún venganza.

4.5. Delación y Denuncia

Se diferencia de la denuncia, pues, mientras ésta no exige el

interés del denunciante en el juicio, la delación lo implica ,

insinuando la existencia del rencor, por parte de quien delata ,

contra el delatado.

La delación puede ser causa de recompensa cuando revela

delitos en preparación que así pueden ser evitados, como

ocurren en argentina con el de traición, cuya revelación a

tiempo exime de pena al cómplice delator.

Page 49: SUCESIONES (2)

49

No debe confundirse la delación con la denuncia que es

abierta y franca en cambio la delación generalmente es

anónima.

CAPITULO IV

ADQUISICION Y HERENCIA YACENTE

4.1. LA ADQUISICION

No es más que la presunción de que las personas llamadas por

delación van a aceptar de antemano la herencia o el legado que se

les está ofreciendo. La adquisición depende de la voluntad del

llamado; quien ejerciendo el derecho de delación, puede aceptar

expresa o tácitamente la herencia.

Page 50: SUCESIONES (2)

50

La adquisición es igual a la presunción de la aceptación de la

herencia: Heredero no es quien quiere, es quien entra dentro de la

delación o simplemente aquel a quien la persona que muere por un

acto voluntario le deja un legado. Si la adquisición es la presunción

de la aceptación, debemos entender la aceptación como el hecho en

el cual la persona llamada a heredar en ese acto en el cual se le

informa que está en orden de suceder, acepta la herencia. Con la

muerte se abre la sucesión, y simultáneamente la herencia se

atribuye al llamado y es adquirida por este.

4.2. CLASIFICACIÓN.

Nuestro Código Civil Peruano habla de la facultad del heredero de

aceptar o renunciar a la herencia.

Normas para la aceptación: Art. 672 C.C. " La aceptación

expresa puede constar en instrumento público o privado. Hay

aceptación tácita si el heredero entra en posesión de la

herencia o practica otros actos que demuestren de manera

indubitable su voluntad de aceptar".

Normas para la renuncia: Art. 674 C.C. "Pueden renunciar

herencias y legados quienes tienen la libre disposición de sus

bienes".

Tanto la renuncia como la aceptación son actos jurídicos, porque son

manifestaciones de voluntad, destinadas a crear relaciones jurídicas.

Ambas, son actos voluntarios, totales, incondicionales, irrevocables y

deben referirse a una herencia producida.

Page 51: SUCESIONES (2)

51

Son incapaces para aceptar como renunciar, artículos 43 y 44 del

C.C. Los incapaces, ejercen su derecho de aceptación como de

renuncia, a través de sus representantes.

Ejemplo:

Hijos menores: padre, madre, necesitan autorización judicial.

Menores – tutores y Mayores incapaces – curadores; necesitan

autorización judicial.

4.3. ACEPTACIÓN.

4.3.1. Generalidades

Acto voluntario mediante el cual una persona denominada que

manifiesta su voluntad de convertirse en heredero y por consiguiente

cumplir con todas las obligaciones que tal calidad conlleva. Es decir,

que el heredero, adquiere derechos y obligaciones. La aceptación es

para la universalidad de la herencia.

El maestro Ferrero Costa 20explica que:

“Con la apertura de la sucesión se produce la delación de la

herencia, o sea, la puesta de la herencia a disposición de los

llamados; personas que deben existir, no ser indignas, no estar

incursas en las incompatibilidades que señala la ley y tener el

mejor derecho para suceder. Estos tienen claramente una

opción en sentido estricto: elegir entre recibir la herencia o

negarla. Para completar el proceso sucesoral, es necesaria la

aceptación. Con ésta, el llamado se convierte propiamente en

sucesor”

20 FERRERO COSTA, Augusto. Manual de Derecho de Sucesiones. Editorial Grijley. Lima. 2001. pag. 58

Page 52: SUCESIONES (2)

52

Asi también el jurista Lannata expone que:

Aceptar es dar el sucesor su consentimiento, expreso o

tácito, sobre la transmisión sucesoria efectuada en su

favor.

Para Guillermo Luca de Tenna : 21

“ Aceptar (...) consiste en coger la herencia que es

ofrecida por la delación. (...) Aceptar es el acto de

voluntad consistente en tomar para sí (...) la calidad de

heredero, y como consecuencia de lo cual se produce la

admisión de la herencia y por ello del contenido de la

misma. Mediante esta aceptación el aceptante sucede al

causante desde el instante de su muerte y por el efecto

retroactivo de la aceptación desde ese instante se

entiende tomada la calidad de heredero y transmitida la

herencia en favor del aceptante, con los bienes, derechos

y obligaciones que la constituyen (...). Mientras no se

produzca la aceptación hay un sucesible, pero no un

sucesor; mientras no haya aceptación hay transmisión,

pero se desconoce su titular”. Efecto de la aceptación es

que, desde el momento de la aceptación, pero con

eficacia desde el óbito de su causante, el heredero

adquiere la herencia y se le transmiten en conjunto (y no

separadamente en sus distintas unidades) todas las

relaciones, situaciones y posiciones jurídicas

transmisibles de su causante, que el heredero pasa a

tener como propias (salvo, claro está, hacer valer la

21 LOHMANN LUCA DE TENA, Guillermo. Derecho de Sucesiones, en “Para Leer el Código Civil”, Lima, Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica,1998.

Page 53: SUCESIONES (2)

53

posibilidad de responsabilidad limitada por las deudas,

que el causante no hubiera podido invocar)”

Baqueiro Rojas y Buenrostro Báez dicen de la aceptación de la

herencia que:

Fallecido el autor de una sucesión, de pleno derecho pasa

su patrimonio a pertenecer pro indiviso a sus herederos,

los que son llamados (delación) a aceptar o repudiar la

herencia, ya que en relación con ello pueden optar

libremente.

Por regla general, nadie puede ser obligado a aceptar una

asignación, porque cada cual es libre en lo que sólo mira a su interés

particular . Además la ley autoriza a los herederos para aceptar la

herencia con beneficio de inventario, y resguarda esta facultad de los

herederos, estableciendo que el testador no puede prohibir a un

heredero el aceptar con beneficio de inventario. De aquí se

desprende que el legatario puede optar entre aceptar pura y

simplemente su legado, o repudiarlo; pero el heredero, libre

administrador de sus bienes, puede optar por uno de estos tres

caminos: a) aceptar pura y simplemente la herencia deferida; b)

aceptarla, con beneficio de inventario; y c) repudiarla.

Ripert y Boulanger, acerca de la aceptación de la herencia,

opinan de este modo:

La aceptación sólo produce un efecto propio: entraña la

caducidad de la facultad dé renunciar o de aceptar bajo

beneficio de inventario. El heredero utiliza su derecho y

Page 54: SUCESIONES (2)

54

agota su opción. En consecuencia, la aceptación

consolida en el heredero la propiedad de la sucesión con

sus ventajas y sus cargas: torna definitivo el efecto

provisional de la apertura de la sucesión en su favor. El

efecto de la aceptación se produce retroactivamente y

remonta al día del deceso. Este efecto es muy simple de

comprender: todo ocurre como si el sucesor se hubiese

decidido inmediatamente.

4.3.2. Formas de aceptación de la herencia

En cuanto a las formas de aceptación de la herencia, el artículo 672

del Código Civil prescribe:

A) Que la aceptación expresa (de la herencia) puede constar

en instrumento público o privado.

B) Que hay aceptación tácita (de la herencia) si el heredero

entra en posesión de la herencia o practica otros actos que

demuestren de manera indubitable su voluntad de aceptar.

Según Baqueiro Rojas y Buenrostro Báez, «la aceptación puede

hacerse de forma expresa, oral o escrita, o bien de forma tácita, por

hechos indubitables que hagan suponer su intención de aceptar y

que no podrían realizarse si no estuviera la calidad de heredero. Por

esta razón los actos de pura administración y conservación de los

bienes no pueden considerarse como actos de aceptación, pues éstos

pueden ser realizados aun por los que no tienen vocación hereditaria

(poseedores o gestores oficiosos).

- Valencia Zea apunta que:

Page 55: SUCESIONES (2)

55

La aceptación de una herencia puede ser expresa o tácita. Lo

mismo vale respecto a los legados.

I. Es expresa la aceptación de la herencia, cuando se toma

el título de heredero (...), se toma este título cuando se hace 'en

escritura pública o privada, obligándose como tal heredero, o

en un acto de tramitación judicial'. Tomar el título de heredero

implica siempre una aceptación expresa y solemne de la

herencia, pues para hacerlo se requiere un escrito privado o

público del heredero.

II. La aceptación de la herencia es tácita cuando el heredero

ejecuta un acto que supone necesariamente su intención de

aceptar, y que no hubiera tenido derecho de ejecutar sino en su

calidad de heredero.

La expresión acto de heredero, como signo de aceptación tácita, (...)

no es otra cosa que el 'comportamiento que, interpretado según la

buena fe con referencia a los usos sociales, deja, entender la

voluntad de retener la herencia.

- Ripert y Boulanger, en cuanto a la aceptación expresa de la

herencia, manifiestan lo siguiente:

“Hay aceptación expresa cuando el sucesor asume el título de

heredero en un acto por escrito (...). Así, una aceptación verbal

no bastaría: sería demasiado difícil de probar y además puede

no ser más que una afirmación hecha a la ligera; el escrito

supone mayor reflexión. « Hay aceptación tácita cuando el

heredero realiza un acto que supone necesariamente su

Page 56: SUCESIONES (2)

56

intención de aceptar, acto que sólo tendría derecho a hacer en

su calidad de heredero...»

Barbero, en cuanto a la aceptación tácita de la herencia, hace estas

afirmaciones:

«... La aceptación llamada tácita, más que una figura, es una

denominación, que no sólo comprende varias hipótesis, sino

hipótesis, además, de distinta naturaleza, esto es, concretamente,

negocial y no negocial.

Ahora bien, esto puede concretarse en:

a) hipótesis negocial, si dependientemente del elemento que

caracteriza al negocio, esto es, de la 'intención', el acto llevado

a cabo, cualquiera que fuere, está animado por la intención de

aceptar precisamente la herencia: en cuyo caso dicho acto -

distinto, en hipótesis, de la 'declaración de aceptación'- asume

la naturaleza de manifestación negocial en la especie particular

a que hemos dado el nombre de 'comportamiento tácito

concluyente' (...);

b) hipótesis no negocial (mero 'acto jurídico'...), cuando en

el acto del llamado no se incluye la intención de aceptar la

herencia.

4.3.3. Presunción de aceptación de la herencia

De acuerdo a lo normado en el artículo 673 del Código Civil, la

herencia se presume aceptada cuando ha transcurrido el plazo de

tres meses, si el heredero está en el territorio de la República, o de

seis, si se encuentra en el extranjero, y no hubiera renunciado a ella.

Estos plazos no se interrumpen por ninguna causa.

Page 57: SUCESIONES (2)

57

Luca de Tena explica que: «Contrariando el principio de que nadie

debe suceder a otro en sus relaciones jurídicas si no lo quiere, el

artículo (673 del C.C.) (...) establece la presunción de que la herencia

es aceptada por el llamado si han transcurrido los plazos que la

norma señala y no se ha producido renuncia. El acto omisivo de

renuncia impone, por lo tanto, una sucesión obligada, una

adquisición forzada transcurrido cierto plazo desde la muerte»

«A la postre, lo que resulta del artículo 673 (del C.C.) es una

irregular aplicación del artículo 142 del Código (Civil): la ley le

atribuye al silencio una manifestación de voluntad en sentido

positivo; pero irregular porque la del 142 se hace radicar en una

voluntad, mientras que la de 673, al impedir la interrupción del

plazo, omite considerar la hipótesis de imposibilidad de expresar la

voluntad de renuncia. Se produce la singularidad de que la ley, por el

no ejercicio de un derecho, decide que sí se quiere, aunque este

derecho -que pasado un cierto plazo el artículo 673 convierte en

obligación-pueda causar verdaderos quebraderos de cabeza al

llamado.

4.3.4. Clases de aceptación

Manifestación expresa o tácita que hace el heredero, de tomar para

sí la herencia de su causante, con todas las consecuencias jurídicas.

Puede ser la aceptación: Expresa o tácita. El Art. 672 C.C. expresa

"La aceptación expresa puede constar en instrumento público o

privado. Hay aceptación tácita si el heredero entra en posesión de la

Page 58: SUCESIONES (2)

58

herencia o practica otros actos que demuestren de manera

indubitable su voluntad de aceptar”.

• Aceptación Expresa de la Herencia, mediante instrumento

público o privado, verbalmente.

• Aceptación Tácita de la Herencia, cuando del heredero se

comporta como tal, sin expresar su voluntad.

Además la aceptación de la herencia puede ser Legal o Presunta, ya

que el causahabiente no acepta la herencia expresamente, ni se

comporta como heredero, el silencio importara la aceptación de la

herencia, cuando ha transcurrido tres meses y 6 meses.

4.3.5. Características de la aceptación de la herencia

Del texto del artículo 677 del Código Civil se colige que son

caracteres de la aceptación de la herencia los siguientes:

La aceptación de la herencia debe ser total y no parcial. Sobre

el particular, Ferrero señala que: se prohibe la aceptación de

una parte de la herencia renunciando a la otra. Ocurre lo

mismo con el legado, a tenor de lo normado en el artículo 773

(del C.C). Sin embargo, nada impediría, para quien es heredero

y legatario, renunciar a la herencia y aceptar el legado, o

viceversa, pues una norma se refiere únicamente a la herencia

(artículo 677) y la otra solamente a los legados (artículo 773).

La aceptación de la herencia debe ser incondicional (o sea, no

debe estar sometida a condición alguna). La aceptación (...)

Page 59: SUCESIONES (2)

59

debe serpura y simple. No se puede aceptar (condicionalmente

(...). La aceptación condicional (...) sería contraria a los

derechos de los acreedores, quienes no podrían, hasta el

cumplimiento de la condición (...) pedir al heredero el pago de

los créditos ya vencidos.

La aceptación de la herencia no debe estar sujeta a término o

plazo alguno.

La aceptación de la herencia es irrevocable. Ferrero hace notar

que «se puede renunciar a la herencia o a un legado hasta

producida la aceptación. Aceptada, no es posible revocarla.

Lohmann Luca de Tena advierte que: la regla concierne a la

aceptación o renuncia válidas, porque si por cualquier

circunstancia estuvieran afectas a causal de nulidad o

anulabilidad es obvio que el aceptante o renunciante puede

desdecirse de lo decidido, pero sólo con efectos declarativos,

porque de otra manera la renuncia o la aceptación tampoco

hubieran podido surtir válidos efectos legales.

Los efectos de la aceptación de la herencia se retrotraen al

momento de la apertura de la sucesión. Al respecto, refiere

Ferrero que «con la aceptación no se adquiere la herencia o

legado, pues ello ocurre con la apertura de la sucesión. La

aceptación significa la ratificación, la confirmación de la

calidad de heredero o legatario. Por ello, producida la

aceptación también se efectúa la confusión del patrimonio del

difunto con el del heredero, si bien con efecto retroactivo al

momento de apertura de la sucesión.

Page 60: SUCESIONES (2)

60

Para Baqueiro Rojas y Buenrostro Báez, la aceptación de la herencia

reúne estas características:

• Es un acto jurídico unilateral.

• Es pura y simple, no puede hacerse condicionada o a plazo.

• Es irrevocable. Cuando en un testamento desconocido se altera

la calidad o cantidad de la herencia, se puede revocar, pero el

que revoca debe devolver lo percibido.

• Es retroactiva; sus efectos se producen desde el momento de la

muerte del de cuius, ya que a partir de entonces se le

considera heredero, aunque la aceptación se haya efectuado

mucho tiempo después.

• No hay un término legal para aceptar, pero cuando existe

persona con interés jurídico para que ésta se lleve a cabo (...)

puede solicitar al juez que señale un plazo (...) para que el

llamado a heredar decida, y si no lo hace en ese lapso, se

entenderá aceptada.

• Puede ser expresa oral o escrita, o tácita.

• Es indivisible, ya que no puede aceptarse parcialmente, sin

embargo, si el heredero es beneficiado también con un legado,

puede aceptar éste y repudiar la herencia.

• Es impugnable en los casos de dolo, error y violencia.

• Se entiende siempre a beneficio de inventario; esto es, que el

heredero queda obligado a pagar las deudas de la herencia,

incluidos los legados, hasta el momento de lo que recibe no se

da la unión o confusión de su patrimonio con el de cuius, por lo

que no tiene que pagar con sus propios bienes.

4.3.6. Prohibición de aceptación de herencia futura

Page 61: SUCESIONES (2)

61

No hay aceptación de herencia futura. Ello lo prohíbe

terminantemente el artículo 678 del Código Civil. Polacco pone de

manifiesto que: la facultad de aceptar o no supone una herencia ya

abierta, en lugar de deferida al llamado a suceder. Y por eso no

pueden existir aceptaciones o renuncias en vida del causante, ni

siquiera por medio de contrato hecho con el causante mismo.

Al respecto, Ferrero enseña que:

Ambas (aceptación y renuncia de la herencia) deben referirse a

una herencia producida. (...) Es decir, tiene que haber certeza

de la delación. Lo contrario sería consagrar la sucesión

contractual, que está prohibida en nuestro ordenamiento.

Concuerdan con esta norma, el artículo 1405 (del C.C), que

señala que es nulo todo contrato sobre el derecho de suceder

en los bienes de una persona que no ha muerto o cuya muerte

se ignora; y el artículo 1532 (del C.C-), que destaca que pueden

venderse los bienes existentes o que puedan existir, siempre

que sean determinados o susceptibles de determinación y cuya

enajenación no esté prohibida por la ley (...). El trasfondo de

estas limitaciones tiene carácter moral y refleja el votum

mortis.

4.3.7. Transmisibilidad del derecho de aceptación de la

herencia

Lo que atañe a la transmisibilidad del derecho de aceptación de la

herencia se halla contemplado en el artículo 679 del Código Civil,

conforme al cual:

Page 62: SUCESIONES (2)

62

• El derecho de aceptar la herencia se transmite a los herederos.

«... El heredero sucede a su causante en las posiciones

jurídicas que éste tenía antes de fallecer. Así, pues, los que en

definitiva hereden a quien falleció sin aceptar ni renunciar

tienen, a su vez, la posibilidad de ejercer el derecho que tenía

el fallecido. Se produce, entonces, una sucesión en el ius

delationis que ostentaba quien, pudiendo ser heredero por

aceptación o no serlo por renuncia, muere antes de ejercer ese

derecho de adición o repudio. Traslada entonces a sus

herederos el derecho a heredar o no heredar que tenía por el

llamamiento que ni aceptó ni rechazó por morir antes de

haberlo hecho.

• En tal caso (transmisibilidad del derecho de aceptación de la

herencia), el plazo del artículo 673 del Código Civil corre a

partir de la fecha de la muerte del primer llamado. El citado

artículo 673 del Código sustantivo prescribe que la herencia se

presume aceptada cuando ha transcurrido el plazo de tres

meses, si el heredero está en el territorio de la República, o de

seis, si se encuentra en el extranjero, y no hubiera renunciado

a ella, no pudiendo interrumpirse estos plazos por ninguna

causa.

4.3.8. Actos que no significan aceptación de la herencia

El Código Civil, en su artículo 680, establece con claridad que los

actos de administración provisional y de conservación de los bienes

de la herencia practicados por el heredero mientras no haya vencido

el plazo del artículo 673 de dicho Código (que -reiteramos- señala

que la herencia se presume aceptada cuando ha transcurrido el plazo

de tres meses, si el heredero está en el territorio de la República, o

Page 63: SUCESIONES (2)

63

de seis, si se encuentra en el extranjero, y no hubiera renunciado a

ella, no pudiendo interrumpirse estos plazos por ninguna causa), no

importa aceptación de la herencia.

Luca de Tena sostiene que: En lo que toca a acto de administración

se ha precisado que debe ser de administración provisional, o sea

transitoria, temporal y sin intención de permanencia 'dirigido a

obtener de un bien o patrimonio los rendimientos de que es

susceptible', a la espera de que alguien (...) continúe tal

administración.

4.4. RENUNCIA.

Manifestación de voluntad, por la cual el heredero o legatario hace

constar que no se considere como tal. No puede ser tácita, es

expresa y solemne, articulo 675 del código civil peruano: “La

renuncia debe ser hecha en escritura pública o en acta otorgada ante

el juez al que corresponda conocer de la sucesión, bajo sanción de

nulidad. El acta será obligatoriamente protocolizada”.

4.4.1. Concepto

En principio, cabe señalar que lo concerniente a la renuncia de la

herencia (llamada en la doctrina también repudiación de la herencia)

se halla normado en el Título IV («Aceptación y renuncia de la

herencia») de la Sección Primera («Sucesión en general») del Libro

IV («Derecho de Sucesiones») del Código Civil. Así, conforme al

artículo 674 del referido Código, pueden renunciar herencias y

legados quienes tienen la libre disposición de sus bienes. Ferrero

asevera que «... la renuncia es la figura antagónica, contraria a la

Page 64: SUCESIONES (2)

64

aceptación. Es la manifestación de voluntad por la cual el heredero o

legatario hace constar que no se le tenga como tal. Constituye una

omissio adquirendi.

Según Castañeda22: “la renuncia a la herencia es el acto por el que la

persona llamada a la sucesión de otra, rehusa aceptar dicha

sucesión. Debe retiñir una forma especial: o acta, que se protocoliza;

o escritura pública”. Suárez Franco denomina repudiación de la

herencia a “el acto por el cual el heredero deja de ser tal por

manifestación de voluntad de rechazar su derecho. Es una

declaración unilateral por la que el llamado manifiesta, en la forma

dispuesta por la ley, su voluntad de no ser heredero23.

Según Lohmann Luca de Tena, la renuncia a la herencia “ significa

declaración de voluntad de no querer suceder a título hereditario, lo

que implica no acceder al universum ius de las relaciones, posiciones

y situaciones jurídicas de las que el causante era titular. Es

abdicación sin contraprestación alguna del derecho a suceder con

carácter impersonal, lo que la diferencia de la renuncia traslativa en

favor de otros sujetos determinados, que presupone, implícitamente,

una previa aceptación y adquisición del derecho sucesorio. Para los

efectos prácticos y jurídicos, el renunciante abdicativo no es tenido

como sucesor porque no declina el llamamiento en favor de nadie

especial. Es renuncia sin más”.

En opinión de Puig Peña:24

22 CASTAÑEDA, Jorge Eugenio. Derecho de Sucesión, Tomos I. Lima, 197523 SUAREZ FRANCO, Roberto. Derecho de Sucesiones. Editorial Temis. Bogotá. Segunda Edición. 1996.24 PUIG PEÑA, Federico. Tratado de Derecho Civil Español, Madrid: Editorial Revista de Derecho Privado, 1974, Tomo V.

Page 65: SUCESIONES (2)

65

Se entiende por repudiación hereditaria, aquella manifestación

de voluntad hecha por la persona a quien ha sido deferida una

herencia por cuya virtud la misma manifiesta su decisión de no

asumir la cualidad de heredero'. De esta definición se infieren

las importantes siguientes consideraciones:

o La repudiación de la herencia es un dictamen de la

voluntad sólo actualizable en la fase subsiguiente a la

delación hereditaria y habiendo de efectuarse antes de

que tenga lugar cualquier acto de aceptación (...).

o La repudiación expresa simplemente la decisión de no

querer asumir la cualidad de heredero (...).

o La decisión de no querer asumir la cualidad de heredero

(que la repudiación lleva consigo) supone que la misma

es un acto de naturaleza negativa sin otro alcance

compensatorio o de proyección a terceras personas.

Lohmann Luca de Tena afirma por su lado sobre los efectos de la

renuncia a la herencia lo siguiente:

El efecto primordial de la renuncia (...) es que se tiene por no

producida sucesión en favor del renunciante. En propiedad no

hay renuncia a la herencia, sino previamente renuncia a la

vocación sucesoria, porque la herencia (...) es el conjunto de lo

que el causante deja y puede haber sucesión sin masa

hereditaria. Por ende, desde la muerte del causante, el

renunciante, aunque llamado a la herencia y con delación a su

favor, no accede al mecanismo sucesorio ni recibe lo que

estaba destinado a transmitírsele ni (...) puede retener bienes

Page 66: SUCESIONES (2)

66

de la masa hereditaria, ni compensar o consolidar los créditos

que tuviera contra el causante (...).

Sobre el particular, Maffía hace estas aseveraciones:25

Producida la renuncia, ésta traerá como consecuencia una serie de

efectos, que variarán en dos distintos supuestos: caso común y caso

del llamado con doble vocación.

A) Supuesto común.

La consecuencia obligada de la repudiación es juzgar al

renunciante como si nunca hubiera sido heredero. (...) Se

desprenden los siguientes corolarios:

a) La sucesión se deferirá como si el renunciante no hubiese

existido. De tal manera que habiendo coherederos, la porción

repudiada acrecerá la de éstos, y si ellos no existieran se

actualizará el llamamiento de los sucesores de grado posterior.

b) Desaparece para el renunciante la obligación de

colacionar, pues éste es un deber impuesto a los herederos, y

el que repudia ha dejado de serlo.

c) No se opera la compensación de los créditos y deudas

que existieran entre el renunciante y la sucesión.

d) Ninguna responsabilidad puede adjudicársele respecto de

las deudas de la sucesión, puesto que por nada debe

responder.'

e) El hecho de la renuncia no impide que los sucesores del

repudiante ejerzan el derecho de representación.

25 MAFFIA, Jorge. Tratado de las Sucesiones. Volúmenes II. Depalma. Buenos Aires. 1981.

Page 67: SUCESIONES (2)

67

B) Supuesto del heredero con doble vocación.

La situación del heredero con doble vocación -es decir, el

llamado por la ley y a la vez por voluntad del causante

expresada en su testamento- (...) está en considerar que el

heredero de doble vocación que renuncia por uno de sus

títulos, renuncia por los dos.

Sin embargo, debe admitirse (...) como válida la invocación de

la ignorancia. Y así, el heredero legítimo que hubiese

renunciado desconociendo el llamamiento que el causante le

hiciera por medio del testamento, podrá volver sobre su

repudiación.

4.4.2. Plazos

Tres meses si el heredero está en la Republica.

Seis meses si está en el extranjero. No interrumpiéndose por

causa alguna.

De acuerdo al artículo 674 del Código Civil Peruano, pueden

renunciar a la herencia y al legado quienes tengan la libre

disposición de sus bienes. Los capaces, personalmente o por

apoderados. Los incapaces a través de sus representantes, mediante

autorización judicial.

Ejemplo:

X causante. A, B y C hijos del causante, B renunciante. D

y E hijos del renunciante. Entonces D y E heredan por B.

Si el renunciante es el único heredero y no tiene sucesores

testamentarios o legales, se adjudicará la masa hereditaria a las

Page 68: SUCESIONES (2)

68

entidades u organismos del Estado y a la Beneficencia Pública,

articulo 830 del código civil peruano.

En síntesis existen tres formas de adquisición de la herencia26, ipso

iure, al momento de la apertura de la sucesión; mediante aceptación;

y por declaración judicial. El Código italiano, en su artículo 459,

consagra la segunda forma, tomada del Derecho Romano. En éste

existía la institución de la herencia yacente, mediante la cual el

heredero no adquiría la posesión por ministerio de la ley sino

mediante su aceptación. "Se admitía por esto, que la herencia

yacente continuaba poseyendo para el heredero los bienes del

difunto, evitándose una interrupción de la posesión", nos dice Meza

Barros. Otros códigos, como el chileno (artículo 1240), consagran

esta figura. Modernamente, no tiene razón de ser, pues la

adquisición de la herencia opera ipso iure desde la muerte del

causante, aunque el heredero ignore el hecho. No hay solución de

continuidad entre la tenencia del causante y del heredero. Se

justifica cuando, como en Italia, la herencia se adquiere con la

aceptación y no de acuerdo con la saisine; o sea, desde la delación

hasta la adición de la herencia.

4.4.3. Formalidad de la renuncia a la herencia

Según el artículo 675 del Código Civil, numeral que regula las

formalidades de la renuncia a la herencia, dicha renuncia debe ser

hecha en escritura pública o en acta otorgada ante el juez al que

corresponda conocer de la sucesión, o sea, el Juez del lugar en donde

el causante tuvo su último domicilio en el país (artículos 19 del

Código Procesal Civil y 663 del Código Civil), bajo sanción de

nulidad. En el artículo 675 del Código Civil se establece también que 26 Código Civil Comentado. Tomo IV. Editorial Gaceta Jurídica. 1era Edición. Lima, Perú, pag. 673

Page 69: SUCESIONES (2)

69

el acta será obligatoriamente protocolizada, esto es, incorporada al

registro notarial de escrituras públicas, por orden del Juez

correspondiente.

Trabucchi enseña que, «por regla general, la renuncia no se presume

nunca, de tal forma que la misma deberá constar expresamente para

que tenga valor. La renuncia es un negocio solemne que se realiza

ante el Notario o el Secretario del Juzgado o Tribunal ante el que se

abre la sucesión; tal declaración se inserta en el Registro de las

Sucesiones.

Borda opina sobre el particular que:

«... La renuncia no se presume; debe ser expresa. Rige,

por tanto, un principio diferente al que gobierna la aceptación,

que puede ser tácita. La razón del distinto tratamiento de

ambas situaciones es clara: la aceptación no modifica el status

del heredero, no hace sino consolidarlo; en cambio, la renuncia

altera sustancialmente la posición del llamado a la herencia y

le hace perder definitivamente sus derechos a ella. Es lógico,

pues, que la ley requiera una manifestación de voluntad

expresa.

4.4.4. Características

Del artículo 677 del Código Civil se desprende que son caracteres de

la renuncia a la herencia los siguientes:

A) La renuncia a la herencia debe ser total y no parcial.

B) La renuncia a la herencia debe ser incondicional (vale

decir, no debe estar sujeta a condición alguna).

Page 70: SUCESIONES (2)

70

C) La renuncia a la herencia no debe estar sujeta a término

o plazo alguno.

D) La renuncia a la herencia es irrevocable.

E) Los efectos de la renuncia a la herencia se retrotraen al

momento de la apertura de la sucesión. «... Si de renuncia se trata

se tiene al renunciante como si nunca hubiese habido delación en su

favor, de manera que el llamado en su lugar o si éste a su turno

también repudia, la herencia o el legado son ofrecidos sucesivamente

a todos los siguientes en orden de prelación hasta que alguien acepte

y por efecto de tal aceptación tal sujeto será heredero o legatario

desde el momento de la muerte, como si nunca hubiera habido otros

llamados a la sucesión.

Borda estima que los caracteres que reviste la renuncia a la herencia

son los que indica a continuación:

Es unilateral, porque su eficacia sólo depende de la

expresión de voluntad del renunciante.

Es gratuita; en efecto, si se tratara de una renuncia

onerosa habría en sustancia una venta y el heredero se

considera aceptante (...).

Es indivisible; la herencia no puede aceptarse o

repudiarse en parte (...). Quien renuncia lo hace por el

todo y se reputa como si nunca hubiera sido heredero.

Es lisa y llana: no puede hacerse a término o bajo

condición (...), ni en favor de determinadas personas (...).

Tiene efectos retroactivos: se juzga al renunciante como

si nunca hubiera sido heredero y la sucesión se defiere

como si él no hubiera existido (...).

Es expresa y formal.

Page 71: SUCESIONES (2)

71

4.4.5. Transmisión del derecho de renuncia a la herencia

En aplicación del artículo 679 del Código Civil, el derecho de

renunciar la herencia, se trasmite a los herederos. En tal caso, el

plazo del artículo 673 del Código Civil corre a partir de la fecha de la

muerte del primer llamado. El referido artículo 673 del Código Civil

establece lo siguiente:

La herencia se presume aceptada cuando ha transcurrido el

plazo de tres meses, si el heredero está en el territorio de la

República, o de seis, si se encuentra en el extranjero, y no

hubiera renunciado a ella. Estos plazos no se interrumpen por

ninguna causa.

La doctrina denomina este caso sucesión por transmisión, en

contraposición a la sucesión por derecho propio y a la sucesión por

representación. (...) Debe tenerse presente que el derecho que se

trasmite a aceptar la herencia forma parte del acervo del primer

llamado, pudiendo sus herederos, en consecuencia, aceptar su

herencia y renunciar a la que no aceptó. No podrán hacer lo inverso;

o sea, renunciar a la herencia del trasmitente y aceptar la herencia

del primer causante, dado que su derecho a ésta emana de su

carácter de heredero del primero.

4.4.6. Actos que no impiden la renuncia a la herencia

El Código Civil, en su artículo 680, prescribe que los actos de

administración provisional y de conservación de los bienes de la

herencia practicados por el heredero mientras no haya vencido el

plazo del artículo 673 de dicho Código (que señala que la herencia se

presume aceptada cuando ha transcurrido el plazo de tres meses, si

Page 72: SUCESIONES (2)

72

el heredero está en el territorio de la República, o de seis, si se

encuentra en el extranjero, y no hubiera renunciado a ella, no

pudiendo interrumpirse estos plazos por ninguna causa), no importa

aceptación de la herencia ni impiden la renuncia a la herencia.

4.5. HERENCIA YACENTE

Por otro lado, la herencia yacente se produce desde la apertura

de la sucesión hasta la aceptación del llamado la herencia carece de

titular. En caso de fiducia, mientras no se defiera la herencia, se

considerará en situación de herencia yacente. Se puede hablar, pues,

de yacencia voluntaria cuando los llamados, pudiendo aceptar, no lo

han hecho todavía, y de yacencia forzosa cuando los llamados no

pueden aún aceptar la herencia: llamado todavía no nacido, persona

jurídica aún no constituida, llamamiento condicional.

La administración de la herencia yacente corresponderá a la persona

que hubiera designado, en su caso, el causante, asimismo, los

llamados como herederos podrán instar el nombramiento de un

administrador judicial de la herencia de acuerdo con lo establecido

en las leyes procesales para la intervención judicial de la herencia. A

falta de administrador voluntario o legal, los casos de yacencia

forzosa se rigen por sus propias normas, mientras que en la yacencia

voluntaria los llamados como herederos podrán realizar

exclusivamente actos posesorios, de conservación, vigilancia y de

administración de la herencia. Dichos actos por sí solos no implican

la aceptación de la misma, si bien éste añade otro supuesto: el pago

de los impuestos que gravan la sucesión).

4.5.1. Influencia del Derecho Romano

Page 73: SUCESIONES (2)

73

La doctrina ha puesto de manifiesto que en las fuentes

romanas no se utiliza la expresión hereditas iacens.(1) En ellas se

habla de bona hereditaria vacua domino iacet (D. 38, 9, 1. pr. y 12) o

de hereditas iacebat (D. 43, 24, 13, 5) o bien de iacent bona (D. 40,

5, 4, 17) o, en fin, de hereditas iacuerit (D. 36, 4, 5, 20). En todos

estos textos aparece el verbo iacere; pero no el adjetivo iacens para

designar la situación de la herencia que se encuentra sin titular

durante el tiempo comprendido entre la delación y la adición. Robbe

considera que el verbo iacere expresa mejor la función que

desempeña la herencia dentro del fenómeno sucesorio; a su juicio, la

denominación de la institución -hereditas iacet- debe constituir la

primera base para explicar con exactitud su verdadero alcance.

Es preciso reconocer que, en efecto, la expresión hereditas iacet se

ajusta más a los textos de las fuentes romanas, y que, desde cierta

perspectiva doctrinal, delimita mejor la esencialidad de la

institución, pero nosotros utilizaremos la denominación hereditas

iacens o herencia yacente, por ser de uso más frecuente, sobre todo

entre los civilistas.27

La herencia yacente es la situación transitoria en la que se

encuentran los bienes de la persona fallecida, desde el momento de

su muerte y hasta que la herencia es aceptada por los herederos; se

dice que la herencia yace, porque no ha sido aceptada formalmente.

El objeto de esta situación es ofrecer continuidad a la herencia,

mientras que se determina quién es el titular de la misma; la

yacencia de la herencia requiere la administración de dichos bienes

hasta que sean aceptados por el heredero.

27 Morineau Iduarte, Marta, Diccionario de Derecho Romano. Segunda edición. México, Acabados

Editoriales Incorporados S.A., 2006. Pág. 66 y 67.

Page 74: SUCESIONES (2)

74

Por ello el testador deberá de nombrar un albacea, que será el

encargado de administrar los bienes y si no existiese ninguna

persona, serán los órganos judiciales quienes se harán cargo de

resguardar el patrimonio del fallecido.

Se derivan obligaciones de la titularidad, administración y custodia

de los bienes de la herencia yacente, que recae en el albacea,

herederos o en la persona que haya sido designada por el juez.

Es posible que entre el momento de la llamada y la aceptación

transcurra un espacio de tiempo más o menos largo. En este período

de tiempo entre la delación y la aceptación se produce un vacío en la

titularidad de las relaciones hereditarias, la cual no puede atribuirse

ya al causante puesto que ha muerto, ni al heredero porque aún no

ha aceptado: en este período de tiempo se dice que la herencia está

yacente.

La hereditas iacens es distinta de la herencia vacante. Se llama

yacente en tanto exista la posibilidad de que un heredero acepte; se

dice vacante cuando está excluida la existencia de un heredero. En el

primer caso se produce un estado de suspensión y de tutela en

espera que un heredero acepte; en el segundo, en base a una

disposición de una lex Iulia et Papia Poppaea, la herencia va a pasar

al erario público.

4.5.2. Presupuestos de la Yacencia

En el Derecho romano el único presupuesto para el nacimiento

de la herencia yacente era la falta de adición de herencia por parte

del heredero. Esto, lógicamente, requería la muerte de una persona

con capacidad para tener herederos (hereditas vivantis non datur) y

la delación o llamamiento a otra u otras con capacidad para heredar.

Page 75: SUCESIONES (2)

75

La falta de adición por el llamado creaba una situación especial para

la herencia a la que el Derecho romano trató de dar solución, y se

refería, naturalmente, al tiempo comprendido entre la delación y la

adición. La situación, como excepción, podía presentarse entre los

herederos necesarii cuando el heredero era un postumus suus (hijo

que nace después de la muerte del padre, al que se refiere el D. 1, 5,

26), o cuando el instituido heredero suus, prisionero de guerra,

recobra la libertad o muere en prisión por aplicación de fictio Legis

Corneliae (D. 49, 15, 10, 12 pr.). Con carácter más general, la

situación de yacencia se presentaba en la sucesión de los herederos

extranei, porque al tener éstos libertad para adir o repudiar la

herencia, existía la posibilidad de que mediara un período de tiempo

más o menos largo entre la delación y la adición o aceptación,

momento este en el que se produce el ingreso del patrimonio del

causante en el del heredero. También en la institución de heredero

condicional, la herencia podía encontrarse en la misma situación,

toda vez que la delación sólo tenía lugar con el cumplimiento de la

condición. Pero en este caso, aunque la situación jurídica de la

herencia es la misma, los presupuestos son distintos, porque lo que

queda en suspenso no es la adición o aceptación, sino la delación o

llamamiento del heredero. En la institución condicional el fenómeno

sucesorio tiene menos desarrollo, porque lo que pende de la

condición suspensiva es la delación del heredero, que, una vez

cumplida aquélla, le colocará en situación de adir la herencia.

En el Derecho romano se distinguen dos tipos de herederos, los

heredes sui et necessarii y los extraneus. En el primer tipo están

comprendidos los hijos de familia y los esclavos manumitidos;

sucedían ipso iure, adquiriendo la herencia en el momento que se

produce la delación, de modo que no había solución de continuidad

entre la delación y la adquisición de la herencia, por lo que, en

Page 76: SUCESIONES (2)

76

definitiva, eran herederos forzosos en la plenitud de este término. La

existencia de herederos necesarios radica en la situación de sumisión

al pater familias. Por la muerte de éste se constituían en heres sui et

necessarii de manera automática, sin precisar de ningún acto o

manifestación de voluntad por su parte. Sólo cuando el heredero

necessarii era hijo postumo o un prisionero de guerra, la condición

de heredero quedaba deferida al nacimiento o al retorno en libertad,

respectivamente. En cuanto a los esclavos manumitidos y designados

herederos en testamento, el fundamento es el de que la manumisión

sólo se podía dar conjuntamente con la adquisición de la herencia. El

segundo tipo de herederos, los extranius, o también voluntarii, no

adquirían la herencia sino por su voluntad, que podían exteriorizar

de varios modos.

En relación a estos herederos rige, pues, en el Derecho romano el

sistema de adquisición de la herencia mediante aceptación. En

general puede decirse que la aceptación sólo era válida si se hacía

una vez producida la delación, aunque siempre con eficacia

retroactiva, de manera que al heredero se le consideraba tal desde el

momento de la delación, con lo que se trataba de asegurar la

continuidad del patrimonio hereditario. Sin embargo, aunque la

aceptación tenía eficacia retroactiva, hasta tanto se produjera, el

patrimonio hereditario se hallaba sin sujeto, situación que se conoce

con el nombre de hereditas iacens.

4.5.3. Herencia Yacente frente a la Herencia Vacante en el

Derecho Comparado

Derecho Venezolano

De acuerdo al art. 1060 del código civil venezolano se declara la

herencia yacente cuando se ignore quien es el heredero, o cuando

Page 77: SUCESIONES (2)

77

han renunciado los herederos testamentarios o ab-intestato, la

herencia se reputa yacente y se proveerá a la conservación y

administración de los bienes hereditarios por medio de un curador.

De acuerdo a los artículos 1064 y 1065 del Código civil venezolano

determina el procedimiento para declarar esta herencia:

• El juez podrá emplazar por edicto y por la imprenta si fuera

posible, a los que se crean con derechos a la herencia para que

comparezcan a deducirlo.

• Pasado 1 año después de fijados los edictos sin haberse

presentado nadie reclamando la herencia reputada yacente el

juez que haya intervenido en las diligencias de su

administración provisoria, declarar vacante la herencia y

pondrá en posesión de ella al empleado fiscal respectivo,

previo inventario y evaluó que se hará de acuerdo con el

curador.

Obligaciones del Yacente o El Curador

De acuerdo al código civil venezolano lo establece en su Artículo

1063 que establece:

1. El curador está obligado hacer formar el inventario de la

herencia.

2. Ejercer y hacer valer los derechos de esta.

3. A seguir los juicios que se le promuevan administrarla.

4. A depositar en un instituto bancario el dinero que se encuentre

en la herencia y el que le perciba de la venta de los muebles y

de los inmuebles y a rendir cuenta de su administración.

5. El curador nombrado deberá dar caución por la cantidad que

fije el tribunal sin lo cual no podrá entrar en el ejercicio de sus

funciones.

Page 78: SUCESIONES (2)

78

Herencia Yacente en el Derecho Italiano

El derecho italiano, fiel a los principios del derecho romano en

algunos aspectos, nos trae la institución de la herencia yacente. Se

explica en el caso en que habiendo fallecido una persona, sus

sucesores no han aceptado la herencia, ni tampoco la han

renunciado, y no se hallan en posesión real de los bienes, en cuyo

caso el juez, a instancia de algún interesado o aún de oficio, nombra

un curador para la herencia, quien tiene funciones de representante

legal de la sucesión, administrador y liquidador de los bienes.

La Herencia Vacante en el Derecho Argentino

A fin de que los bienes dejados por el causante de una herencia

reputada vacante pasen al dominio del Estado, se requieren dos

etapas: la primera de reputación de vacancia, y la segunda de

declaración de vacancia. En la primera etapa la vacancia se presume,

y se da cuando, después de citados por edictos por treinta días a

quienes se crean con derecho a la sucesión, ningún pretendiente se

hubiere presentado a recogerla o presentándose alguno no

acreditase su calidad de heredero. En estos supuestos la sucesión se

reputará vacante.

La reputación de vacancia de la herencia supone la presunción de

ausencia o el desinterés de herederos y sucesores en recibir la

herencia, es un período provisional en el cual la ley presume la

ausencia de herederos o que el causante carece de parientes con

vocación hereditaria o que no tiene sucesores testamentarios. De

esta forma, como durante ese período el patrimonio permanece sin

Page 79: SUCESIONES (2)

79

titular, debe nombrarse un curador que proceda a inventariar y

evaluar los bienes, así como a pagar las deudas de la sucesión,

procurando su liquidación definitiva para luego adjudicar su

remanente al fisco (art. 3544, Cód. Civ.). 28

Cuando no hubiere acreedores a la herencia y se hubieren vendido

los bienes hereditarios, el juez de la sucesión, de oficio o a solicitud

del fiscal, debe declarar vacante la herencia. Declarado ello, y una

vez satisfechas las costas y el honorario del curador, el remanente de

la suma de dinero depositada deberá pasar al Gobierno Nacional o al

Gobierno Provincial, según fueren las leyes que rigieren sobre las

sucesiones correspondientes al Fisco.

La declaración de vacancia de la herencia supone, según el artículo

3544 del Código Civil, que han sido pagadas las deudas y vendidos

los bienes hereditarios. Asimismo, supone que durante el período

provisional de reputación no se ha presentado ningún pretendiente a

la herencia o, en su caso, no ha logrado acreditar su vínculo con el

causante para fundar su vocación sucesoria.

4.5.4. Diferencia entre la Herencia vacante y la herencia

yacente

HERENCIA YACENTE HERENCIA VACANTE

Se ignora quién es el heredero

pero sabemos que hay heredero.

Se ignora que hay heredero

Se nombra el curador a petición de

la parte interesada por el juez

Se fijan edictos durante 01 año

para llamar a los posibles

herederos, si no aparecen se

28 MEDINA, Proceso sucesorio cit., en ARAZI y ROJAS, Código Procesal Civil y Comercial de la Nación... cit., p. 590.

Page 80: SUCESIONES (2)

80

declaran vacante

Existen 10 años para aceptar la

herencia yacente.

El declara la herencia vacante y se

la entrega al empleado judicial

respectivo previo inventario con el

curador

Page 81: SUCESIONES (2)

81

CAPITULO V

DERECHO COMPARADO

5.1 El proceso sucesorio en el Derecho Europeo

5.1.1Derecho Alemán:

En este Ordenamiento Jurídico se presenta una diferencia que hay

que remarcar con respecto a la aceptación, esta es que no se hace

necesaria la declaración de voluntad del heredero en la que acepta la

herencia, sino que es tal desde la muerte del causante,

transfiriéndosele la herencia de un modo jurídicamente necesario,

para despojarse de este carácter de heredero, si debe manifestarlo

de forma expresa, posteriormente al deceso del causante.

El artículo 1942 del B. G. B. (Código Civil Alemán) dispone que la

herencia pasa al heredero llamado, sin perjuicio de que haga valer su

derecho de repudio.29 Aquel que además de ser heredero

testamentario, lo es también como legitimario, o lo es por un

contrato sucesorio, puede renunciar la herencia en aquel carácter y

reclamarla en su otro carácter. Igualmente, puede darse la

aceptación parcial, en el caso de que le correspondan diversas

29 GOYENA COPELLO, Héctor. Tratado del Derecho de Sucesión, Buenos Aires Argentina, Editorial La Ley. Tomo I. 1974, p. 252.

Page 82: SUCESIONES (2)

82

porciones en la herencia, por diversas causas, puede aceptar una y

rechazar otra.

5.1.1.1. La aceptación y renuncia de la herencia

En lo referente a la renuncia, se establece que debe ser efectuada en

un plazo de seis semanas, posteriores a la de toma de conocimiento

del heredero de que la herencia le había sido diferida. El tribunal de

la sucesión está obligado a dar a conocer la renuncia a aquellos que

deben suceder al renunciante, que se considera como que no ha sido

heredero.

En este sistema, contrario al principio de responsabilidad ilimitada

en las deudas (responsabilidad ultra vires hereditatis), se admite que

el heredero responda por las cargas de la sucesión, pero sólo con los

bienes que recibe en ella. Es decir, se aplica el principio del derecho

romano de la responsabilidad intra vires hereditatis.

Con el fin de que esa responsabilidad se limite a los bienes

hereditarios, el heredero tiene el deber de individualizarlos mediante

la facción de un inventario. A simple vista parece que se trata de la

aplicación del beneficio de inventario, pero se diferencia de este

porque la obligación de hacer el inventario no se produce por la

aceptación beneficiaria, sino que el tribunal a cargo del sucesorio

intima al heredero para que inventaríe los bienes a petición de un

acreedor en tal sentido; se entiende que de no cumplir con la

petición, la responsabilidad por las deudas del causante se extenderá

a los bienes del heredero.

Una institución original del derecho alemán, es el "Derecho de los

treinta días", que obliga al heredero a “permitir que el grupo familiar

del causante viva y usufructúe la vivienda y los objetos del hogar de

aquel, prestándole los alimentos necesarios para mantener el ritmo

Page 83: SUCESIONES (2)

83

de vida que tenía en vida del fallecido.” Se trata de un derecho a

alimentos integral, que se extiende por treinta días luego de la

muerte del causante, y pretende el mantenimiento de una situación

de goce que contiene elementos encomiables de humanidad y

comprensión sentimental.

5.1.1.2. Cesion de Derechos

Es conocido también como cesión de derechos y acciones

hereditarios, el contrato de compra de la herencia debe ser

efectuado ante el Tribunal de la sucesión o ante escribano (artículo

2371 B. G. B.). Cuando uno de los coherederos quiere vender su

parte de la herencia, esta debe ser ofrecida a los demás, ya que

tienen un derecho prioritario de adquirirla; este es llamado derecho

de tanteo y el plazo para ser ejercido por los coherederos es de dos

meses, luego de los cuales se puede vender a un tercero. Una vez

ejercido el derecho y en caso de adquirirse la porción, ésta sólo

queda concluida luego de extendida la documentación judicial o

notarial pertinente.

5.1.2. Derecho Español

5.1.2.1. La aceptación y renuncia de la herencia

Las personas llamadas a una herencia por ley o por testamento, al

momento de la muerte del causante no tienen derecho alguno, tan

sólo una esperanza de derecho. Nace el derecho a partir de la

apertura de la sucesión.

Toma el derecho español el respeto a la libertad de asumir o no la

calidad de heredero ( artículo 988 C.C. ), se trata de un negocio

jurídico unilateral que, dada su gran trascendencia, exige, ante todo,

unas condiciones de certeza y seguridad, y declara que pasados

Page 84: SUCESIONES (2)

84

nueve días después de la muerte del causante, no podrá intentarse

acción contra el heredero para que acepte o repudie, tomando en

cuenta también un período de duelo durante el cual no se debe

molestar a los familiares del fallecido; una vez que transcurre este

lapso puede pedirse al juez que le fije al heredero un plazo para

decida si acepta o no la herencia, el cual no podrá ser mayor a

treinta días y se le indicará que si no se manifestara se lo tendrá por

aceptante.

Aunque el acto de aceptación o repudiación es un acto personal del

heredero o legatario, si muere sin aceptar ni repudiar la herencia,

pasará a los suyos el derecho que él tenía. También puede darse el

repudio en perjuicio de los acreedores, podrán pedir al Juez que los

autorice para aceptarla en nombre de aquél, con el fin de cubrir el

importe de sus créditos, pero no adquieren la calidad de herederos.

La aceptación puede ser pura y simple, que a su vez puede

realizarse de forma expresa o tácita, y hasta imponerse como

sanción; o puede ser aceptación con beneficio de inventario. Se

adquiere la herencia mediante escrito que señala su voluntad de ser

heredero; o por hacer de heredero; pero no se adquiere al aceptarla

sólo de palabra.

La aceptación tácita se hace por actos que suponen necesariamente

la voluntad de aceptar o que no podrían realizarse sino con la

cualidad de heredero.

Para que la aceptación se califique de expresa, debe realizarse en

documento público o privado. Dentro de los actos que hacen suponer

la aceptación tácita de la herencia podemos decir cuando el heredero

vende, dona o cede su derecho a sus coherederos o a alguno de ellos,

o a un extraño. Cuando el heredero la renuncia, aunque sea

Page 85: SUCESIONES (2)

85

gratuitamente, a beneficio de uno o más coherederos. Cuando la

renuncia por precio a favor de todos sus coherederos

indistintamente.

Si se comprueba que algunos herederos han “sustraído u ocultado

algunos efectos de la herencia pierden la facultad de renunciarla y

quedan con el carácter de herederos puros y simples, sin perjuicio de

las penas en que hayan podido incurrir30”, siendo por ende

responsable sin limitaciones de todas las cargas de la herencia, con

los bienes que recibe y en caso de que no sean suficientes, con los

suyos propios (responsabilidad ultra vires hereditatis).

5.1.2.2. La comunidad hereditaria

En los supuestos en que se presenten varios herederos con derecho a

una misma herencia, se establece una forma de comunidad dotada

de rasgos propios, sobre la que corresponde a cada uno un derecho

abstracto, que sólo más tarde llegará a concretarse como exclusivo

sobre bienes determinados. Cuando la herencia es aceptada por el

heredero, éste adquiere un derecho abstracto sobre la totalidad del

patrimonio, que se transformará en una titularidad concreta de

bienes determinados en el momento de la partición de la herencia.

Entre los coherederos realmente no existe copropiedad, ya que

cuando se practiquen las adjudicaciones, estas tendrán efecto

retroactivo al momento de la muerte del causante, y en ningún

momento habrá tenido derecho alguno sobre los bienes que hayan

sido adjudicados a los demás herederos; esto implica que el heredero

podrá disponer de su derecho hereditario, pero nunca sobre alguno

30 DE COSSIO, Alfonso. Instituciones de Derecho Civil, Madrid, Editorial Alianza, 1977, 1 edición,Tomo II, p. 984.

Page 86: SUCESIONES (2)

86

de los bienes concretos que integran la herencia, para lo cual

necesitaría el consentimiento unánime de los demás herederos.

El heredero puede ejercitar acciones en defensa de los derechos de

la herencia, como representante de ella, pidiendo no para sí, sino

para la comunidad; acciones que no deben ser confundidas con las

que tiene como titular frente a la misma en las que acciona en su

propio nombre, en defensa de su cualidad de heredero.

5.1.2.3. Ley de Enjuciamiento civil y la Sucesion

Esta ley se encuentra vigente desde enero del año 2000 y dentro de

su regulación en el Libro IV (De los procesos especiales) se detalla el

procedimiento a seguir para la división de la herencia.

La solicitud para reclamar judicialmente la división de la herencia

debe hacerla el comisario o contador partidor nombrado por el

testador, lo cual no excluye que lo pueda hacer uno de los herederos

o legatarios de parte alícuota; siendo un requisito indispensable la

presentación del documento que acredite esa calidad y el certificado

de defunción. Si bien los acreedores no pueden solicitar la división

de la herencia pueden acudir para hacer valer sus derechos o podrán

oponerse a que se lleve a efecto la partición de la herencia hasta que

se les pague o afiance el importe de sus créditos.

Una vez realizada la solicitud, si se pide y es procedente se ordena la

intervención del caudal hereditario (figura similar al aseguramiento

de bienes) y la formación del inventario. Posteriormente se citará a

los herederos, legatarios y al cónyuge sobreviviente, notificándoseles

Page 87: SUCESIONES (2)

87

por medio de procurador, personalmente o por edictos según sea el

caso. Así mismo se debe apersonar el Ministerio Fiscal n el caso de

menores, incapacitados o ausentes mientras estos lo necesiten. En la

junta, que es presidida por el secretario judicial debe acordarse el

nombramiento de un contador partidor y de los peritos que sean

necesarios para justipreciar los bienes. A falta de este acuerdo el

nombramiento debe hacerse por sorteo de una nómina de

profesionales calificados. Una vez aceptado el cargo, se entregará el

expediente al contador y los bienes estarán a disposición de los

peritos para realizar el inventario si este no hubiera sido hecho, el

avalúo, la liquidación y la división del caudal hereditario.

El contador debe ajustarse a las reglas establecidas por el testador

para realizar las operaciones divisorias las cuales debe presentar en

el plazo de dos meses; sin menoscabar el derecho de los herederos

forzosos, evitando la indivisión o la excesiva división de las fincas.

Las partes tendrán un plazo de diez días para revisar y manifestarse

sobre las operaciones divisorias, si se oponen el tribunal convocará a

una audiencia en la que de llegar a un acuerdo el contador partidor

se ve obligado a ser las correcciones necesarias las cuales serán

aprobadas por el tribunal. Si no hay conformidad se debe recurrir a

las disposiciones del juicio verbal, la sentencia que recaiga no tendrá

carácter de cosa juzgada material.

5.1.3. Derecho Francés

5.1.3.1. Aceptación de la Herencia

El derecho francés no reconoce la existencia de herederos

necesarios, y a la muerte de una persona, se abre para sus sucesores

Page 88: SUCESIONES (2)

88

un derecho de opción sobre la eventual aceptación o rechazo de su

herencia; si se decantan por la aceptación, esta puede ser pura y

simple o bajo beneficio de inventario.

En primer término la aceptación pura y simple tiene tres

manifestaciones: La aceptación expresa, cuando por la vía de un

documento público o privado se toma el carácter de heredero. La

aceptación tácita, se da al ejecutarse por el heredero actos que

suponen su intención de aceptar (como la disposición de bienes de la

herencia) y que sólo puede realizar quien tiene la calidad de

heredero.

La aceptación forzada, que se impone como sanción, en los casos en

que se hubieren ocultado efectos de una sucesión, lo que acarrea la

pérdida del derecho a repudiar; o haya omitido de mala fe, incluir en

el inventario bienes sucesorios, perdiendo el beneficio de inventario

solicitado. En segundo término está la aceptación a beneficio de

inventario, la cual solamente puede ser expresa y obliga al heredero

a hacer un inventario de todo el

haber sucesorio.

La manifestación expresa debe ser presentada ante el Tribunal y el

inventario de los bienes de la sucesión debe ser fiel y exacto, y debe

hacerse ante un escribano. Este debe efectuarse en el plazo de tres

meses a contar desde el día de la apertura de la sucesión. Luego de

concluido, tiene cuarenta días para deliberar sobre si acepta, y

eventualmente cómo acepta, o repudiar la herencia.

5.1.3.2. Efectos de la aceptación de la Herencia

Page 89: SUCESIONES (2)

89

Una vez aceptada la herencia, el heredero continúa la personalidad

del causante, y esa continuidad se retrotrae al momento en que la

misma se defirió, o sea la muerte de su autor.

Además la aceptación impide la posterior renuncia de la herencia,

quedando en manos del heredero el eventual abandono, pero nunca

su repudio. El efecto que conlleva la aceptación pura y simple, es el

de la confusión del patrimonio hereditario y el patrimonio del

heredero, lo que extiende la responsabilidad por las cargas y deudas

de la herencia, a los bienes del heredero.

En el sentido opuesto, la aceptación beneficiaria limita la

responsabilidad del heredero ya que las cargas y deudas de la

herencia se deben pagar sólo con los bienes que recibe, debido a que

la confusión de patrimonios no se produce. El heredero beneficiario

es un liquidador, debe administrar y rendir cuentas, paga a los

acreedores y legatarios a medida que se presenten, salvo que

hubiere oposición de parte interesada, en cuyo caso, deberá pagar

en la forma y orden que fije el juez.

5.1. 3.3. Renuncia de la herencia

El primer artículo del Código francés referido a la renuncia, es el

784, en su primera parte, dice; "No se presume la renuncia a una

sucesión... no puede hacerse más que ante el secretario del Tribunal

de mayor cuantía del distrito en que la sucesión se haya abierto, en

un registro particular llevado a tal efecto."

Luego de manifestada la renuncia, el efecto principal que se da es

que se considera al renunciante como que nunca ha sido heredero y

la parte le hubiera correspondido mejora a sus coherederos. Antes

de que la herencia sea aceptada por aquellos que vendrían a ella en

Page 90: SUCESIONES (2)

90

lugar del heredero original, la renuncia puede ser retirada por el

renunciante, quien tomaría su lugar como sucesor del causante.

Si llega a darse la renuncia no se opera la representación si era

heredero único, su renuncia hace que los que le siguen en orden por

derecho propio a la misma, sean llamados y se reparten por cabezas

el haber sucesorio.

Los acreedores del renunciante, de fecha anterior a ella, que se vean

perjudicados por la renuncia, tienen derecho a pedir la aceptación de

la herencia por él, pero esto los beneficia hasta la concurrencia de la

porción que a aquel correspondía con sus créditos, no por el total de

la herencia.

5.1.3.4 El Código de Napoleón

Existe en el derecho francés una institución particular que es

llamada la saisine, que representa la posesión hereditaria dentro del

régimen francés.

El Código Napoleón, establecía que solamente los herederos

legítimos, los naturales y el cónyuge tenían de pleno derecho la

saisine, todos los demás deben reclamar la posesión de la herencia;

no obstante, se le concedía también al legatario universal en aquellos

casos en que no concurrieran con él, sucesores legítimos, en cuyo

caso debe pedirla.

Pese a que las consecuencias de una u otra investidura son iguales,

la diferencia práctica es que quienes tienen la saisine sin petición

alguna, la adquieren aún con su desconocimiento, por lo que tienen

la calidad de heredero de inmediato y ejercen las acciones que

correspondían al causante sin ningún requisito formal.

Page 91: SUCESIONES (2)

91

5.1. 4. Derecho Italiano

5.1.4.1. La aceptación

La aceptación de la herencia puede ser de diversos modos expresa,

tácita, pura y simple o con beneficio de inventario, sea cual sea su

consecuencia es la adquisición de la herencia, efecto que se remonta

al momento en que la sucesión se abrió.

"La aceptación es expresa cuando en un acto público o en un

documento privado, el llamado a la herencia ha declarado aceptarla

o bien ha asumido el título de heredero."

Se prohíbe declaración de aceptación parcial de herencia, la cual se

sanciona con la nulidad, debido a que la aceptación debe ser por la

totalidad de esta. "La aceptación es tácita cuando el llamado a la

herencia ejecuta un acto que presupone necesariamente su voluntad

de aceptar y que no tendría el derecho de efectuar sino en calidad de

heredero.”

Puede darse el caso en que el llamado a la sucesión disponga de los

bienes como si fuera heredero, dona, cede o vende sus derechos a

uno o todos de los coherederos o a un extraño; también hay

aceptación tácita cuando renuncia con alguna compensación a su

favor, o bien cuando lo haga en favor de alguno de los otros

herederos.

El sucesor es visto como el continuador de la persona del difunto, si

no se conocen circunstancias que disminuyan su responsabilidad, su

situación es casi la misma del causante, en lo que a la extensión de la

Page 92: SUCESIONES (2)

92

misma se refiere, esto indica que el patrimonio del heredero

responde por las deudas del causante, porque se confunde con el

haber hereditario.

En última instancia tenemos la aceptación con beneficio de

inventario, la que permite tener diferenciado el patrimonio del

difunto de aquel del heredero. Debido a la separación de

patrimonios, el heredero conserva contra la sucesión todos los

derechos y obligaciones que tenía contra el difunto, excepto los que

se extinguen por efecto de la muerte.

Con respecto a las deudas del causante, el heredero estará obligado

al pago de ellas solamente con el valor de los bienes sucesorios. Los

acreedores de la herencia y los legatarios tienen preferencia para ser

pagados con el patrimonio hereditario frente a los acreedores del

heredero. Aún así los acreedores del fallecido deben pedir la

separación de bienes para conservar su preferencia en caso de que

el heredero pierda el beneficio o lo

renuncie.

Con el fin de ampararse al beneficio de inventario, se “exige una

manifestación expresa en tal sentido hecha ante un escribano o ante

el secretario del tribunal que entiende en la sucesión, debiendo

registrarse, y además ir precedida o seguida de un inventario hecho

conforme a las normas de procedimiento civil.”

El mencionado inventario debe presentarse en tres meses contados

desde la apertura de la sucesión. Si transcurre el término y no se ha

terminado el inventario, se sanciona al llamado con la aceptación

pura y simple y sus consecuencias

.

Page 93: SUCESIONES (2)

93

Una vez concluido en tiempo, se le dan cuarenta días para deliberar

si acepta o renuncia la herencia, y si se le vence el término sin

decidirse, es considerado aceptante puro y simple. Hay casos

excepcionales en los que la aceptación se impone bajo beneficio de

inventario, estos son cuando en la sucesión se presentan sujetos

interdictos o menores de edad.

La pérdida del beneficio de inventario se opera por tres vías

principales: la primera es la renuncia expresa al beneficio; la

segunda tratándose de incapaces o menores que tienen el beneficio

forzoso, al cabo de un año de alcanzada la mayoría de edad y cesada

la interdicción o inhabilitación, si dentro de dicho plazo no han

adecuado su actuación a las normas con respecto al beneficio de

inventario.

La tercera se da como sanción cuando se gravan, se enajenan bienes

de la herencia, o se transan derechos con relación a los mismos, sin

autorización judicial y cuando de mala fe se omiten bienes en el

inventario, o se denuncia deudas que no existen.

5.1.4.2. La Renuncia

El requisito de validez establecido para la renuncia es que debe

hacerse por medio de una declaración ante un escribano o ante el

secretario del tribunal que conoce el proceso sucesorio y ser inscrita

en el registro respectivo.

No se acepta la renuncia parcial de la herencia, o cuando se hace

bajo condición o término, de ocurrir así será declarada nula. Cuando

Page 94: SUCESIONES (2)

94

se hace en perjuicio de los acreedores del heredero renunciante

pueden ser autorizados estos para aceptar la herencia, no como

herederos sino para cubrir sus créditos.

El renunciante puede retirar la renuncia, si su derecho no ha

prescrito, o quien ocuparía su lugar no ha aceptado aún la herencia.

Por otro lado, quienes han sustraído u ocultado bienes sucesorios no

tienen derecho a renunciar.

5.2. Proceso sucesorio en el Derecho Latinoamericano

5.2.1. Derecho Argentino

5.2.1.1. Derecho Sucesorio

Se encuentran dos clases de sucesores mortis causa, en primer lugar

los herederos, que son los sucesores universales, continúan la

persona del causante, tienen derecho de acrecer, y eventualmente

responden ultra vires. Puede hacer adquisiciones ó pérdidas. El

heredero adquiere por que sucede. En segundo lugar los legatarios,

que son sucesores singulares, no confunden su patrimonio con el del

causante ni continúan su persona, suceden en los derechos del

difunto sobre un bien determinado, su responsabilidad por las

deudas de aquél se limita al valor de la cosa legada. Es un

adquirente, se lo considerará sucesor siempre.

Por otro lado esta el legatario de parte alícuota: El cual recibe una

parte proporcional de los bienes sin especificación concreta de

cuales le corresponden. Las obligaciones que comprenden al que ha

Page 95: SUCESIONES (2)

95

transmitido una cosa, respecto a la misma cosa, pasan al sucesor

universal y al sucesor particular; pero el sucesor particular no está

obligado con su persona o bienes, por las obligaciones de su autor,

sino con la cosa transmitida.

5.2.1.2. Capacidad para suceder:

Es la aptitud para ser sujeto pasivo de una transmisión mortis causa.

Es una aptitud de carácter general, que abre la posibilidad de ser

sucesor de un difunto y que tiene toda persona.

Hay que distinguirlo de la vocación sucesoria, la cual es el

llamamiento a la herencia, que surge del parentesco o de la voluntad

del testador y que requiere como condición previa, la existencia de

capacidad.

La jurisdicción sobre la sucesión corresponde a los jueces del lugar

del último domicilio del difunto. Ante estos deben entablarse las

demandas concernientes a los bienes hereditarios, hasta la partición

inclusive, cuando son interpuestas por algunos de los sucesores

universales contra sus coherederos; las demandas relativas a las

garantías de los lotes entre los copartícipes, las que tiendan a la

reforma o nulidad de la partición; las demandas relativas a la

ejecución de las disposiciones del testador, aunque sean a título

particular, y,

las acciones personales de los acreedores del difunto, antes de la

división de la herencia.

El juicio sucesorio es el proceso judicial cuyo fin es el de asegurar

que la transmisión hereditaria se opera a la persona cuya vocación

Page 96: SUCESIONES (2)

96

resulta de la ley o del testamento válido del causante. En la

imposibilidad de aplicar el artículo 3284, se ha decidido que es

competente el juez del lugar en donde están situados los bienes. El

juicio sucesorio ejerce fuero de atracción, es decir que ante el juez

del sucesorio, habrá de substanciarse una serie de juicios vinculados

a él.

5.2.1.3. Aceptación y renuncia de la herencia

Las herencias futuras no pueden aceptarse ni repudiarse. La

aceptación y la renuncia no pueden hacerse sino después de la

apertura de la sucesión.

Puede ser expresa cuando el llamado declara positivamente esa

voluntad o asume inequívocamente el carácter de heredero del

causante. Será tácita cuando el llamado realiza actos o ejecuta

hechos a título de heredero.

La aceptación constituye un acto jurídico unilateral ya que se

perfecciona y produce sus efectos con la declaración de voluntad del

titular de la vocación o la ejecución de los actos que implican

aceptación tácita. No admite división hay que aceptar o repudiar

toda la herencia. En principio “la aceptación pura y simple” importa

la renuncia irrevocable de la facultad de repudiar la herencia. No

admite modalidades, no puede hacerse a término ni bajo condiciones.

La aceptación o renuncia sujeta a plazo equivale a una aceptación

íntegra; pero la aceptación efectuada bajo condición se tiene por no

hecha.

Page 97: SUCESIONES (2)

97

La aceptación o renuncia opera, consolidando o resolviendo el

llamamiento del titular de la vocación, con carácter retroactivo al

momento de la apertura de la sucesión. La herencia puede aceptarse

desde el momento del fallecimiento. Abierta la sucesión, la herencia

puede ser aceptada, no sólo por los herederos a quienes les ha sido

deferido, sino también por los que lo suceden en el orden

hereditario, aceptación cuyos efectos quedan condicionados a la

actitud del heredero de primer grado.

El derecho de elegir entre la aceptación y renuncia de la herencia se

pierde por el transcurso de veinte años, desde que la sucesión se

abrió. Los terceros interesados pueden exigir que el heredero acepte

o repudie la herencia en un término que no pase de treinta días, sin

perjuicio de lo que se dispone sobre el beneficio de inventario.

La aceptación de la herencia esta sujeta a los principios generales en

cuanto a su validez. La falta de renuncia de la sucesión no puede

oponerse al pariente que probase que por ignorar la muerte del

difunto o la renuncia del pariente a quien correspondía la sucesión,

ha dejado correr el término de los veinte años designados.

Toda persona que goza del derecho de aceptar o repudiar una

herencia, transmite a sus sucesores el derecho que le correspondía.

Si son varios los coherederos pueden aceptarla los unos, y repudiarla

los otros; pero los que la acepten deben hacerlo por el todo de la

sucesión.

En todos los casos de aceptación tácita, la sucesión se considera

aceptada pura y simplemente. La mujer casada no puede aceptar ni

repudiar la herencia sino con licencia del marido, y en su defecto,

Page 98: SUCESIONES (2)

98

con la del juez. En todo caso no puede aceptar sin beneficio de

inventario.

Los acreedores del heredero podrán, en el caso que éste hubiese

aceptado una sucesión evidentemente mala por una connivencia

fraudulenta con los acreedores hereditarios, demandar en su propio

nombre por una acción revocatoria la retractación de la aceptación.

La aceptación pura y simple importa la renuncia irrevocable de la

facultad de repudiar la herencia o de aceptarla con el beneficio de

inventario.

La aceptación de la herencia causa definitivamente la confusión de la

herencia con el patrimonio del heredero; y trae la extinción de sus

deudas o créditos a favor o en contra del difunto, y la extinción

también de los derechos reales con que estaban gravados sus bienes

a favor del difunto, o que le competían sobre sus bienes. El heredero

que ha aceptado la herencia queda obligado, tanto respecto a sus

coherederos como respecto a los acreedores y legatarios, al pago de

las deudas y cargas de la herencia, no sólo con los bienes

hereditarios sino también con los suyos propios.

La renuncia de una herencia no se presume. Para que sea eficaz

respecto a los acreedores y legatarios, debe ser expresa y hecha en

escritura pública en el domicilio del renunciante o del difunto. Los

acreedores del renunciante de una fecha anterior a la renuncia, y

toda persona interesada, pueden demandar la revocación de la

renuncia que se ha hecho en perjuicio de ellos, a fin de hacerse

autorizar para ejercer los derechos sucesorios del renunciante hasta

la concurrencia de lo que les es debido.

Page 99: SUCESIONES (2)

99

Los acreedores autorizados a ejercer los derechos sucesorios de su

deudor, no son herederos del difunto y no pueden ser demandados

por los acreedores de la herencia. El legatario puede retirar su

renuncia al legado, mientras no ha intervenido un acto de partición

entre los herederos. Los acreedores del legatario pueden aceptar el

legado que él hubiese repudiado.

5.2.2. Derecho Chileno

5.2.2.1. Apertura de la sucesión.

Es el hecho que permite tomar posesión. Se produce al momento de

la muerte del causante, en su último domicilio. A partir de la

apertura de la sucesión los herederos pueden disponer de sus

derechos hereditarios. Antes no lo podían hacer pues seria pacto

sobre sucesión futura.

Por otro lado, con la apertura de la sucesión, se forma una

comunidad hereditaria. Con la apertura normalmente se produce la

delación de la asignación, esto es, el actual llamamiento al

asignatario para aceptarla o repudiarla. En Chile no hay asignatarios

forzados, solo son llamados a aceptarla si así lo desean.

Jurídicamente es una oferta al asignatario para que acepte o rechace

la asignación. Si el asignatario acepta y luego fallece, esa asignación

la transmite a sus propios herederos. Si la repudia, los efectos de la

repudiación se retrotraen al

momento de la delación, y es como si nunca hubiera sido asignatario.

El asignatario no manifiesta su voluntad y fallece antes de

pronunciarla, en este caso esta opción que el tenía pasa a sus

herederos, debiendo ser ellos quienes aceptan o repudian.

Page 100: SUCESIONES (2)

100

5.2.2.2. Capacidad y habilidad para suceder.

Para suceder es necesario tener una capacidad y habilidad, será

capaz y digna toda persona que la ley no declara incapaz o indigno.

La capacidad es la aptitud legal de una persona para recibir

asignaciones por causa de muerte, sea herencia o legado.

Asimismo, las reglas de la sucesión intestada solo operan una vez

cumplidas las disposiciones testamentarias, así prima la voluntad

expresa y luego la presunta.

Cuando la ley es la que llama al heredero a suceder a otra persona es

derecho personal, en cambio en el derecho de representación no

sucede lo mismo, pues falta el heredero llamado directamente.

5.2.2.3. Aceptación de la Herencia

Si es herencia existe además la opción de aceptar la herencia con

beneficio de inventario, limitando su responsabilidad hasta el monto

de su asignación.

Esta opción dura un tiempo, debiendo distinguir: Si el asignatario fue

requerido judicialmente, debe pronunciarse en los 40 días siguientes

a la demanda, plazo que el juez puede aumentar hasta en un año. Si

se cumple el plazo y el asignatario no se pronuncia, se entiende que

repudia. Si no ha sido requerido judicialmente no hay plazo, podrá

Page 101: SUCESIONES (2)

101

aceptar o repudiar en cualquier momento mientras tenga derecho a

la asignación:

Características de la opción: Opera el derecho de transmisión,

pasando a los herederos, no puede sujetarse a modalidades, es

indivisible, no puede aceptarse una parte o cuota y repudiar el resto,

puede ser expresa o tácita, una vez ejercido el derecho no se puede

dejar sin efecto, salvo por fuerza, dolo, por lesión grave, en virtud de

disposiciones testamentarias desconocida al momento de aceptar.

Los efectos se retrotraen a la delación.

En el caso de repudiación, los acreedores pueden pedir que el juez

ordene la subrogación para aceptar, siempre que la repudiación fue

en su perjuicio La aceptación es expresa cuando se toma el titulo de

heredero, cuando se hace por escritura pública o privada, o por

medio de tramitación judicial; es tácita cuando el heredero realiza un

acto que supone necesariamente su intención de aceptar, y que no

hubiera tenido derecho de ejecutar sino en su calidad de heredero.

CONCLUSIÓN

Cuando las personas nacen, surgen a la vida jurídica, y esta se

extingue cuando mueren, es decir, desaparecen de la vida jurídica.

Pero también encontramos que un derecho subjetivo o una

obligación puede cambiar de titular sin que por ello se extinga, la

cual denominamos sucesión, que no es más que el cambio en la

titularidad de una relación jurídica de carácter patrimonial.

Page 102: SUCESIONES (2)

102

En cuanto a la herencia, podemos señalar, que en sentido

amplio y de hecho, no es más que la porción o parte del patrimonio

de una persona natural, que puede ser objeto de sucesión por causa

de muerte. Asimismo, cabe precisar que el primer presupuesto de

toda vocación a la herencia es la apertura de la sucesión,

determinada exclusivamente por la muerte del de cuius, que cae en

el momento de la muerte misma y en el lugar de su último domicilio.

En ese momento y en ese lugar surge la vocación y, en consecuencia,

se verifica la delación.

Por último podemos señalar que una sucesión se produce,

porque un patrimonio determinado queda sin titular, tal situación

determina un llamado efectivo a otra u otras personas, a fin de que

pasen a convertirse en nuevos titulares del patrimonio en cuestión,

en conformidad con lo contemplado en la Ley.

BIBLIOGRAFÍA

ALSINA, Hugo, “Derecho Procesal. Juicios especiales”, Ediar,

Buenos Aires, 1971, tomo VI, p. 642.

Page 103: SUCESIONES (2)

103

CASADO, Laura (2009). Diccionario Jurídico. (6° ed). Buenos

Aires. Valleta Ediciones.

CASTAÑEDA, Jorge Eugenio. Derecho de Sucesión, Tomos I.

Lima, 1975

ESPINOZA ESPINOZA, Juan; “Derecho de las Personas”. Lima:

Gaceta Jurídica, 2004. –4º Edición.

FERRERO COSTA, Agusto (2003). “Trasmisión Sucesoria de

Pleno Derecho”. En código civil comentado por los 100 mejores

especialistas derecho de sucesiones tomo iv. Gaceta Jurídica

(Ed). Lima. Gaceta Jurídica

FERRERO COSTA, Augusto. Manual de Derecho de

Sucesiones. Editorial Grijley. Lima. 2001.

LANATTA, Rómulo E. Curso de Derecho de Sucesiones.

Primera parte. Talleres gráficos de la Universidad Nacional

Mayor de San Marcos. Lima, 1964. Página 73.

LEON BARANDIARAN, José. La Sucesión Hereditaria en la

Jurisprudencia Suprema Fondo Editorial de la Pontificia

Universidad Católica del Perú. Lima. 1980.

LOHMANN LUCA DE TENA, Guillermo. Derecho de

Sucesiones, en “Para Leer el Código Civil”, Lima, Fondo

Editorial de la Pontificia Universidad Católica,1998.

PEREZ LASALA, José Luis, “Curso de Derecho sucesorio”,

Depalma, Buenos Aires, 1989, p. 30.

PONCE CARBO, Alejandro, "Notas de la Cátedra de Derecho

Civil, Libro 11r., Facultad de Jurisprudencia, Pontificia

Universidad Católica del Ecuador, Quito, 1987-1988.

RUBIO CORREA, Marcial. “El Ser Humano como Persona

Natural” Pontificia universidad Católica del Perú. Fondo

Editorial 1995.Pág. 195.

Page 104: SUCESIONES (2)

104

SAINZ DE BUJANDA, Fernando. Lecciones de Derecho

Financiero. Universidad Complutense. Facultad de Derecho.

Décima edición. Madrid, 1993. página 241.

Serrano García, Jesús. “Manual de derecho civil aragonés. -

Zaragoza”. Zaragoza. 2008.

SUAREZ FRANCO, Roberto. Derecho de Sucesiones. Editorial

Temis. Bogotá. Segunda Edición. 1996.