Superman rocks, América Economía Internacional enero 2014

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74 AMÉRICAECONOMÍA / ENERO, 2014 LÍNEA DIRECTA DAVID CORNEJO ropa punk estratégicamente rota. En otro piso veo el uniforme militar de Elvis, el traje escolar de AC/DC y una muñeca tipo Barbie que representa a la cantante Patti Smith con la inscripción cult figure. En el cuarto piso está la muestra de los Rolling Stones. Una puerta con forma de boca gigante da la bienve- nida al salón donde están cinco dé- cadas de trajes andróginos de Mick Jagger, guitarras gastadas de Keith Richards y el dulcimer marroquí de Brian Jones. Lo mejor son los colla- ges de discos como Their Satanic Majesties Request o It`s only rock and roll , obras pop art en sí mismas. Se hace tarde y vuelvo al hotel en bus. Una vez arriba noto que soy el único no-negro. Hay señoras de ropas brillantes con purpurina en la cara y H ay 2 grados Celsius en Cle- veland, son las 3 de la tarde y en las esquinas hay rastros de nieve. También hay sal gruesa en el suelo, pero no por brujería: la esparcen en las calles para derretir la nevazón. Bajando por la calle 9, a un costado del lago Erie y del estadio de los Cle- veland Browns, veo mi objetivo. Es un edificio piramidal de vidrio, diseñado por I.M. Pei, el mismo arquitecto de la pirámide del Louvre: estoy en el Rock and Roll Hall of Fame. Se trata de una fundación creada por Amhet Erthegun, descubridor de Ray Charles, Aretha Franklin y Led Zeppelin, y fundador de At- lantic Records. Desde 1986, cada año se elige para ingresar al salón a músicos de una “incuestionable excelencia musical”. En 1995 abrió su museo, que hoy destaca una muestra sobre los Rolling Stones: “50 years of Satisfaction”, como dice un lienzo gigante en la entrada. Antes estuve en el museo de historia natural de Chicago y aluciné con sus esqueletos de dino- saurios. Pero acá los fósiles rockean. Avanzo por los pasillos y me encuentro con el melotrón con que Los Beatles grabaron Strawberry Fields y con el traje de Sgt. Pepper de Lennon; con el personaje del profesor de Pink Floyd’ The Wall en tamaño Godzilla; con el guante brillante de Michael Jackson, los buzos hip hop de Public Enemy, las joyas plásticas de Madonna. Más que sólo rock and roll es un museo de música occidental. Impresiona el poder que irradian los trajes, incluso sin los músicos dentro. Hasta los Sex Pistols tenían una diseñadora personal, Vivienne Westwood, que les preparaba esa Superman rocks peinados de tres pisos, ancianos pobres en abrigos coloridos, estudiantes con gorros de lana y hip hop saliendo de sus audífonos. Cuando una mujer de trasero abultado se baja del bus, mi vecino de asiento gira hacia la ventana y dice a toda voz “wow ma’am!”. Ésta es la cultura negra de donde salió el rock and roll. Esos colores, ritmos, acá no son show, son la vida cotidiana. De acá salieron los primeros incor- porados al salón de la fama: Chuck Berry, Little Richard, Ray Charles. Por la ventana veo barrios pobres, edificios abandonados. Por un momen- to temo estar perdido. ¿Me habré equivocado de bus? En el siguiente paradero sube una estudiante blanca y rubia. Ya no soy el menos negro del bus y me acuerdo de James Brown: I’m black and I’m proud. Tras 25 minutos de viaje veo el edificio verde que tengo de guía para bajar y camino hasta el hotel. Una vez allí, mi fiebre de rock and roll se detiene: el seguro de mi maleta está hecho pedazos. Llegué desde Chicago y hasta entonces no lo noté. Primero pienso que me ro- baron: abro la maleta buscando mi computadora, que sigue ahí. Reviso mejor y encuentro un papel de la Transportation Security Adminis- tration (TSA): “Para protegerle a Ud. y a sus compañeros, su bolso fue seleccionado para inspección física en busca de artículos prohi- bidos. TSA no es responsable por el daño causado a su cerradura”. Hago memoria de mi llegada a la ciudad. “¿Sabías que Superman fue creado en Cleveland?” decía un enorme cartel en la zona de retiro de equipaje del aeropuerto, junto a una estatua de plástico del superhéroe. Lo que no en- tiendo es por qué forzar una maleta si Superman tiene visión de rayos X. n David Cornejo desde Cleveland Bienvenido al circo del rock and roll: la boca de Jagger engulle a los visitantes,

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74 AMÉRICAECONOMÍA / ENERO, 2014

LÍNEA DIRECTA

Davi

D co

rnej

o

ropa punk estratégicamente rota.En otro piso veo el uniforme

militar de Elvis, el traje escolar de AC/DC y una muñeca tipo Barbie que representa a la cantante Patti Smith con la inscripción cult figure.

En el cuarto piso está la muestra de los Rolling Stones. Una puerta con forma de boca gigante da la bienve-nida al salón donde están cinco dé-cadas de trajes andróginos de Mick

Jagger, guitarras gastadas de Keith Richards y el dulcimer marroquí de Brian Jones. Lo mejor son los colla-ges de discos como Their Satanic

Majesties Request o It`s only rock and roll, obras pop art en sí mismas.

Se hace tarde y vuelvo al hotel en bus. Una vez arriba noto que soy el único no-negro. Hay señoras de ropas brillantes con purpurina en la cara y

Hay 2 grados Celsius en Cle-veland, son las 3 de la tarde y en las esquinas hay rastros

de nieve. También hay sal gruesa en el suelo, pero no por brujería: la esparcen en las calles para derretir la nevazón. Bajando por la calle 9, a un costado del lago Erie y del estadio de los Cle-veland Browns, veo mi objetivo. Es un edificio piramidal de vidrio, diseñado por I.M. Pei, el mismo arquitecto de la pirámide del Louvre: estoy en el Rock and Roll Hall of Fame.

Se trata de una fundación creada por Amhet Erthegun, descubridor de Ray Charles, Aretha Franklin y Led Zeppelin, y fundador de At-lantic Records. Desde 1986, cada año se elige para ingresar al salón a músicos de una “incuestionable excelencia musical”. En 1995 abrió su museo, que hoy destaca una muestra sobre los Rolling Stones: “50 years of Satisfaction”, como dice un lienzo gigante en la entrada. Antes estuve en el museo de historia natural de Chicago y aluciné con sus esqueletos de dino-saurios. Pero acá los fósiles rockean.

Avanzo por los pasillos y me encuentro con el melotrón con que Los Beatles grabaron Strawberry Fields y con el traje de Sgt. Pepper de Lennon; con el personaje del profesor de Pink Floyd’ The Wall en tamaño Godzilla; con el guante brillante de Michael Jackson, los buzos hip hop de Public Enemy, las joyas plásticas de Madonna. Más que sólo rock and roll es un museo de música occidental.

Impresiona el poder que irradian los trajes, incluso sin los músicos dentro. Hasta los Sex Pistols tenían una diseñadora personal, Vivienne Westwood, que les preparaba esa

Superman rocks peinados de tres pisos, ancianos pobres en abrigos coloridos, estudiantes con gorros de lana y hip hop saliendo de sus audífonos. Cuando una mujer de trasero abultado se baja del bus, mi vecino de asiento gira hacia la ventana y dice a toda voz “wow ma’am!”. Ésta es la cultura negra de donde salió el rock and roll. Esos colores, ritmos, acá no son show, son la vida cotidiana. De acá salieron los primeros incor-porados al salón de la fama: Chuck Berry, Little Richard, Ray Charles.

Por la ventana veo barrios pobres, edificios abandonados. Por un momen-

to temo estar perdido. ¿Me habré equivocado de bus? En el siguiente paradero sube una estudiante blanca y rubia. Ya no soy el menos negro del bus y me acuerdo de James Brown: I’m black and I’m proud.

Tras 25 minutos de viaje veo el edificio verde que tengo de guía para bajar y camino hasta el hotel. Una vez allí, mi fiebre de rock and roll se detiene: el seguro de mi maleta está hecho pedazos. Llegué desde Chicago y hasta entonces no lo noté. Primero pienso que me ro-baron: abro la maleta buscando mi computadora, que sigue ahí. Reviso mejor y encuentro un papel de la Transportation Security Adminis-tration (TSA): “Para protegerle a Ud. y a sus compañeros, su bolso fue seleccionado para inspección física en busca de artículos prohi-bidos. TSA no es responsable por el daño causado a su cerradura”.

Hago memoria de mi llegada a la ciudad. “¿Sabías que Superman fue creado en Cleveland?” decía un enorme cartel en la zona de retiro de equipaje del aeropuerto, junto a una estatua de plástico del superhéroe. Lo que no en-tiendo es por qué forzar una maleta si Superman tiene visión de rayos X. n

David Cornejo desde Cleveland

Bienvenido al circo del rock

and roll: la boca de Jagger

engulle a los visitantes,