Suplemento Aula Abierta 20080705_AA

download Suplemento Aula Abierta 20080705_AA

of 8

Transcript of Suplemento Aula Abierta 20080705_AA

  • 7/26/2019 Suplemento Aula Abierta 20080705_AA

    1/8

    aula abiertaaula abiertaaula abiertaaula abiertaaula abiertaSECCINDELSUPLEMENTOTRESMILENAPOYOALOSPROGRAMASDELENGUAJEYLITERATURADEEDUCACINMEDIADELMINISTERIODEEDUCACI

    Diario Co Latino, Sbado 5 de Julio del 2008 N

    Responsable:Vladimir Baza

    La novela picaresca en Espaa. El Lazarillo de Tormes pginas 1 y 2. Martianapgina 2.El Renacimiento: Poesa Mstica y Asctica. La mstica Santa Teresa de Jess pginas 3, 4 y 5.

    El Renacimiento: Poesa Mstica espaola y San Juan de la Cruz pginas 5 y 6. Poesa de San Juan de la Cruz6 y 7.Entrems Renacentista:Cuento de El Decamern pgina 8.

    PRIMER AO DE BACHILLERATO

    La Novela picaresca en Espaa:El Lazarillo de Tormes

    La narrativa espaola.En Espaa, las primeras manifestaciones novelsticas cor

    dieron a los libros de caballera. esta literatura narrativa fansurgida a fines de la Edad Media, lleg tardamente a lacastellanas, pues en Francia e Inglaterra se cultiv sobre torante los siglos del XII al XIV, mientras que en Espaa ahacia el siglo XV, tuvo su apogeo en el XVI y desapareci dvamente a principios del XVII, de modo especial por efectridiculizacin que de ellas hizo Cervantes, en su monumenQuijote.

    Despus de la novela de caballera apareci la pastoril bude tono lrico, proveniente de Italia y Francia. Este tipo decin se distingue por lo artificioso, sentimental y ficticio. Dprontamente sin que quedasen obras de importancia en tal

    El propio Cervantes escribi una novela pastoril, La Galapoco mrito. Estas obras tenan como tema central el amocioso entre pastores y pastoras; la naturaleza aparece en emasiado idealizada: Ros, prados, montes exageradamente bfingidos. Sin embargo, poseen algunas cualidades poticaslor.

    En contraste con el poco valor de los gneros anteriores ballera y pastoril), fue mxima la importancia que tuvo otde novelas, original y tpicamente espaola: la picaresca, ada a mediados del siglo XVI. La picaresca tuvo desde el prel distintivo de lo real, ya que brot de hechos concretos: la los pcaros y farsantes, muchas veces caballeros cados en cia que deban ingeniarselas para vivir sin trabajar y con ingenio se convertan en protagonistas de variadas y picanteturas.

    El florecimiento de esta novelstica coincide con los prmomentos de la decadencia cuando Espaa, mal gobernadaadministrada, perda riqueza y podero frente a sus rivale

    peos. El antecedente de las novelas picarescas fue La CelesFernando de Rojas, obra teatral novelada. En ella se encumuchos de los elementos que ms tarde seran aprovechaprosistas originales y de consumado oficio. Sobre todo el pje central, Celestina, y los criados y criadas pcaros que la dan la pauta para los personajes y ambientes que ms tardern fuerza en novelistas de primera lnea.

    Las novelas picarescas ms importantes de Espaa son:El Lazarillo de Tormes, de autor annimo: Guzmn de Alfa

    de Mateo Alemn (1547-1614);El diablo Cojuelo, de Luide Guevara ( 1579-1644); Vida del Buscn llamado Don Pde Francisco de Quevedo (1580-1645).

    La PicarescaGnero literario, caractersticamente espaol. La literatu

    resca ha brindado novelas de corte realista, cuyo personajees el pcaro, que vive aguzando su ingenio para poder comargen de las sociedad y de las leyes (es un ejemplo de anti

    La tcnica corriente es presentar al protagonista como mmuchos amos, lo que permite una visin satrica de diversdos y ambientes.

    La picaresca como tal aparece definida en El Lazarillo de Tpero tiene antecedentes en la literatura espaola (ArciprHita, Arcipreste de Talavera, Fernando de Rojas) y an parnos autores en la literatura latina (literatura lupanaria). Perote los siglos XVI y XVII cristalizan los elementos picare

    Lazarillo de Torm es,obra de la picaresca espaola.

  • 7/26/2019 Suplemento Aula Abierta 20080705_AA

    2/8

    este tipo de novelas que conjugan actitudes cni-cas y estoicas en la relacin de sus personajes conla vida.

    El pcaro, segn Valvuena y Prat, es una mez-cla de cnico y estoico, por su insensibilidad frentea la desgracia y su anarquismo.

    La Espaa de la poca del Emperador y la delos aos subsiguientes, est reflejada en la pica-resca, con el empobrecimiento que provocaronlas guerras europeas, la emigracin a Amrica yla holgazanera propia de las etapas de inquietude inseguridad.

    El pcaro representa un sector social que deba

    subsistir luchando con la miseria, y que, en la fic-cin, resuelve sus conflictos con humorismo tr-gico.

    La palabra pcaro fue empleada por primera vezen 1541, en la Farsa Custodiade Palau. La eti-mologa es oscura y discutida, se considera quepuede derivar:

    a) de picar, desazonar;b) de picardo, por alusin a los aventurerosde la regin de Picarda;c) una voz morisca (de origen moro).

    En 1599 aparece la primera parte de Guzmnde Alfarache, de Mateo Alemn, carente de laleve nota de regocijo vital que asoma en el Laza-rillo.

    Hay acusadas diferencias entre la picaresca delsiglo XVI, realista y pardica, y la del sigloXVII, doctrinal y terica, con abundanteinterpolacin de consejos morales y aventuras almargen de la trama. Las primeras rezuman elerasmismo de la crtica anticlerical de su po-ca; las segundas suavizan las crudezas con ele-mentos moralizadores, debido en parte a la fisca-lizacin religiosa y en parte al gusto por los con-trastes, caracterstico del Barroco.

    Entre las innumerables novelas picarescas, sepueden citar: Alonso, mozo de muchos amos;Vida del escudero Marcos de Obregn, del m-sico Espinel; Libro de entretenimientos de lapcara Justina(1605); La ingeniosa Elena; Lahija de la Celestina, de Salas Barbadillo. (En es-tos tres ltimos casos el personaje picaresco esfemenino).Vida del Buscn, de Quevedo (1626),donde la deformacin del realismo tiende al gro-tesco despiadado; Vida y hechos de EstebanilloGonzlez(1646), autobiografa, etc.

    Tambin Cervantes, en El Quijote de La Man-cha se interes, en varias de sus obras, por elmundo lacerado y a la vez cmico de la picarda:Rinconete y Cortadillo, Pedro de Urdemales,etc. El gnero tuvo imitadores en Francia con des-viaciones hacia lo ertico, que en la picaresca es-paola no tiene fundamental importancia.

    En pleno siglo XX, Camilo Jos Cela, escribe:Nuevas Andanzas y Desventuras del Lazarillode Tormes.

    De acuerdo con el enfoque que los distintos au-tores hacen del tema, Cela divide las novelas pi-carescas en:

    a) idealista satrica (Buscn, Guzmn);b) realista optimista (Estebanillo);c) descriptiva (Marcos de Obregn).

    Se ha juzgado muy diversamente a esta forma

    narrativa tan peculiar y espaola; Herrero Garcala consideraba un producto pseudo asctico deconfesiones de pecadores; Maran la ataca porexaltar figuras negativas como si fueran ejempla-res, lo que en su opinin ha contribuido a fomen-tar en el extranjero la visin de una Espaa men-dicante, oportunista y hambreada; Vossler alabaen ella la humana indulgencia con que se trata alos despojados.

    En general, el pcaro roza el hampa sin perte-necer a ella, la astucia que despliega para adhe-rirse a la vida en la precariedad (por el engao yno por el trabajo) traduce, paradjicamente, undesesperanzado vigor.

    Martiana

    CARTAS A LA MADRE[1892]

    M adre m a:

    Todava no m e siento con fuerzas pescribir. N o es nada, no es ningenferm edad; no es ningn peligrom uerte:-la m uerte no m e m ata,ca udas cuando la infam ia(1) fue m uy grapero m e levant.La gente m e quiere, y m e ha ayudadvivir. M ucho la necesito: m ucho pieen U d.: nunca he pensado tanto en Ununca he deseado tanto tenerla aqupuede ser. Pobreza. M iedo al fro. Pdel encierro en que la habra de tePena de tenerla y no poderla ver,este trabajo que no acaba hasta las y m edia de la noche. Bueno: los tiemson m alos, pero su hijo es bueno. -Nm s ahora:U d. lo sabe todo:esta pala

    de hijo m e quem a.Lea ese libro de versos(2): em piecleerlo por la pgina 51. Es pequeom i vida. Pero no crea que se aflojque corre riesgo ninguno, ni que en salud peor de lo que estaba este que nunca la ha querida tanto coahora.-

    J. M art

    N otas al pie:(1) Se refiere M art a la ofensiva cque le escribi el C oronel EnriC ollazo,desde La H abana por m ode l criticar el libro A pie y descescrito por Ram n Roa.(2) Se refiere a sus Versos Sencillos,particular a los que recuerdan sucesos del Teatro Villanueva.

    FU EN TE:Jose M arti. C artas de Jose M arti- Cade Jos M art-JM Educ Foundation,http: //w w w.josem arti.org/jose_m ao b ras/cartas/cartasd em arcartasdem arti.htm - 10k

    La Vida del Lazarillo de Tormesy de sus Fortunas y Adversidades

    (Fragmento del Tratado Primero)

    Cuenta Lzaro su vida ycyo hijo fue.

    Pues sepa vuestra merced, ante todas cosas, quea m laman Lzaro de Tormes, hijo de Tom

    Gonzlez y de Antona Prez, naturales de Tejares,aldea de Salamanca. Mi nacimiento fue dentrodel ro Tormes, por la cual causa tom el sobre-nombre, y fue desta manera. Mi padre, que Diosperdone, tena cargo de proveer una molienda deuna acea, que est en la ribera de aquel ro, en lacual fue molinero ms de quince aos. Y estandomi madre una noche en la acea, preada de m,tomle el parto parime all. De manera que converdad me puedo decir nacido en el ro.

    Pues siendo yo nio de ocho aos, achacaron ami padre ciertas sangras mal hechas en los cos-tales de los que all a moler venan, por lo cualfue preso y confes e no neg e padeci persecu-cin por justicia. Espero en Dios que est en laGloria, pues el Evangelio los llama bienaventu-rados. En este tiempo se hizo cierta armada con-tra moros, entre los cuales fue mi padre, que a lasazn estaba desterrado por el desastre ya dicho,con cargo de acemilero de un caballero que allfue. Y con su seor, como leal criado, feneci suvida.

    Mi viuda madre, como sin marido y sin abrigose viese, determin arrimarse a los buenos porser uno dellos e vnose a vivir a la ciudad e alqui-l una casilla e metise a guisar de comer a cier-tos estudiantes e lavaba la ropa a ciertos mozosde caballos del Comendador de la Magdalena demanera que fue frecuentando las caballerizas.

    Ella y un hombre moreno, de aquellos que lasbestias curaban, vinieron en conocimiento. Estealgunas veces se vena a nuestra casa y se iba a lamaana. Otras veces de da llegaba a la puerta enachaque de comprar huevos y entrbase en casa.Yo, al principio e su entrada pesbame con l e

    habale miedo, viendo el color y mal gesto quetena; mas, de que vi que con su venida mejorabael comer, fuile queriendo bien porque siempretraa pan, pedazos de carne y en el invierno leosa que nos calentbamos.

    De manera que, continuando la posada y con-versacin, mi madre vino a darme un negrito muybonito, el cual yo brincaba e ayudaba a calentar.Y acurdome que , estando el negro de mi pa-drastro trabajando con el mozuelo, como el niova a mi madre e a m blancos y a l no, hua dl,con miedo, para mi madre y, sealando con el

    dedo, deca: Madre coco!. Respondi l rien-do: Hideputa!.

    NotaEl Lazarillo de Tormes aparece simultneamen-

    te en 1554 en Burgos, Amberes y Alcal deHenares, sin nombre de autor. La vida de Laza-rillo de Tormes y de sus fortunas y adversida-des, constituye una de las cumbres de la prosaclsica espaola.

    En siete captulos (la obra consta adems de unprlogo), relata las vicisitudes de un joven quesirve de lazarillo a un ciego, de monaguillo a unclrigo y de paje a un escudero. Con todos susamos, conoce Lzaro la miseria y el hambre; y desu experiencia humana, que constituye un frescode la sociedad espaola de tiempos del Empera-dor, extraer una amarga filosofa del vivir.

    Ejercicio:1- Por qu se dice que El Lazarillo de Torm es perteneceal estilo picaresco?2- Anota los rasgos picarescos que se advierten en ellenguaje y en el contenido del fragm ento presentado.3- Seala algunas form as propias del castellano deaquella poca,que actualm ente hayan cado en desuso.

    BIBLIO G RA FA- Letras 1.D r.Luis M elgar Brizuela.Edit.O xcelotln.

    San Salvador.Sin Fecha.-Alfaro C haverri,Edgar.2002.La picaresca espao la. El Lazarillo de

    To rm es. D iario C o Latino,Sup lem ento C ultural Tres M il,seccin A ulaA bierta,N o.21, sbado 29 de junio del 2002.- Pequeo Larousse Ilustrado.M xico 1992.

    Lazarillo,com o sobreviviend o nuestros nios salvado reos

  • 7/26/2019 Suplemento Aula Abierta 20080705_AA

    3/8

    Teresa de Cepeda y Ahumada (vila o

    Gotarrendura, Espaa, 28 de marzo de 1515 Alba de Tormes, 4 de octubre de 1582) religio-sa, Doctora de la Iglesia Catlica, mstica y es-critora espaola; fundadora de las carmelitasdescalzas, rama de la Orden de Nuestra Seoradel Monte Carmelo (o carmelitas). Tambin esconocida por el nombre de Santa Teresa de Je-ss o simplemente Santa Teresa de vila.

    FamiliaEn el siglo se llamaba Teresa Snchez Cepeda

    Dvila y Ahumada, aunque generalmente us elnombre de Teresa de Ahumada hasta que comen-z la reforma de la que se hablar ms abajo,cambiando entonces su nombre por Teresa deJess.

    El padre de Teresa era Alonso Snchez deCepeda, descendiente de familia juda conver-sa. Alonso tuvo dos mujeres. Con la primera,

    Catalina del Peso y Henao, tuvo tres hijos: Ma-ra de Cepeda, Juan Jernimo y Pedro. Con susegunda esposa, doa Beatriz Dvila y Ahuma-da, que muri cuando Teresa contaba unos doceaos, tuvo otros nueve: Fernando, Rodrigo, Te-resa, Lorenzo, Antonio, Pedro Alonso, Jerni-mo, Agustn y Juana.

    Alonso Snchez y su esposa Beatriz eran defamilia noble. Consta que la segunda mujer es-taba emparentada con muchas familias ilustresde Castilla. Segn una tradicin, su hermanoPedro Alonso Snchez de Cepeda y Ahumadaen 1562 lleg a lo que hoy da es Nicaragua, alpuerto de El Realejo y de all a El Viejo (actualdepartamento de Chinandega) con la imagen dela Virgen Mara en su advocacin de laInmaculada Concepcin, para luego viajar alPer. Los indios se opusieron a que se llevara laimagen y esta permanece hasta hoy en la Basli-

    ca Menor de El Viejo y es la Patrona de Nicara-gua (su conmemoracin en el calendario catli-co se conoce como la Fiesta de las conchas (porConcepcin)y se celebra en diciembre.

    InfanciaSegn relata en los escritos destinados a su

    confesor, reunidos en el libro Vida de Santa Te-resa de Jess, desde sus primeros aos mostrTeresa una imaginacin vehemente y apasiona-da. Su padre, aficionado a la lectura, tena algu-nos romanceros; esta lectura y las prcticas pia-dosas comenzaron a despertar el corazn y lainteligencia de la pequea Teresa con seis o sie-te aos de edad.

    En dicho tiempo pens ya en sufrir el marti-rio, para lo cual, ella y uno de sus hermanos,

    Rodrigo, un ao mayor, trataron de ir a las tie-rras de infieles, es decir, tierras ocupadas pormusulmanes, pidiendo limosna, para que all losdescabezasen. Su to los trajo de vuelta a casa.Convencidos de que su proyecto era irrealiza-ble, los dos hermanos acordaron ser ermitaos.Teresa escribe:

    En una huerta que haba en casa, procur-bamos como podamos, hacer ermitas, ponien-

    do unas pedrecitas, que luego se nos caan, y

    ans no hallbamos remedio en nada para nues-

    tro deseo... Haca (yo) limosna como poda, y

    poda poco. Procuraba soledad para rezar mis

    devociones, que eran hartas, en especial el ro-

    sario... Gustaba (yo) mucho cuando jugaba con

    otras nias, hacer monasterios como que ra-

    mos monjas, y yo me parece deseaba serlo.

    Teresa perdi a su madre hacia 1527, o sea alos doce aos de edad. Ya en aquel tiempo suvocacin religiosa haba sido continuamente de-mostrada. Aficionada a la lectura de libros decaballeras, olvid sus juegos de la niez. Heaqu sus palabras:

    Comenc a traer galas, y a desear conten-

    tar en parecer bien, un mucho cuidado de ma-

    nos y cabello y olores, y todas las vanidades que

    en esto poda tener, que eran hartas, por ser muycuriosa... Tena primos hermanos algunos... eran

    casi de mi edad, poco mayores que yo; andba-

    mos siempre juntos, tenanme gran amor y en

    todas las cosas que les daba contento, los sus-

    tentaba pltica y oa sucesos de sus aficiones y

    nieras, no nada buenas... Tom todo el dao

    de una parienta (se cree que una prima), que

    trataba mucho en casa... Con ella era mi con-

    versacin y plticas, porque me ayudaba a to-

    das las cosas de pasatiempo, que yo quera, y

    aun me pona en ellas, y daba parte de sus con-

    versaciones y vanidades. Hasta que trat con

    ella, que fue de edad de catorce aos... no me

    parece haba dejado a Dios por culpa mortal.

    Del relato de Teresa resulta que durante slotres meses tuvo amor a los pasatiempos de bue-na conversacin, favorecidos por las criadas,

    con ocasin de peligro para ella y deshonra parasu padre y hermanos, juntamente con la aficina las galas y el deseo de contentar y parecer bien;pero ella misma declara que las cosas desho-nestas naturalmente las aborreca.

    Su padre cort el mal de raz llevando a Tere-sa (1531) al convento agustino de Santa Marade Gracia en vila. Tambin se ha dicho quehacia 1529 escribi Teresa libros de caballeras.Ya en el monasterio, los primeros ocho das echmucho de menos Teresa su libertad. No queraser monja, y sus adoradores la enviaban reca-dos, mas segn su propia frase, como no habalugar, presto se acab.En dicho convento per-maneci Teresa hasta el otoo de 1532, sin de-cidirse a ser monja.

    Mudanza fsica y espiritualAcometida de grave enfermedad, tuvo que vol-

    ver a casa de su padre, y ya curada, la llevaronal lado de su hermana Mara de Cepeda, que consu marido, don Martn de Guzmn y Barrientos,viva en Castellanos de la Caada. Luchandoconsigo misma, lleg a decir a su padre que de-seaba ser monja, pues crea ella, dado su carc-ter, que el haberlo dicho bastara para no vol-verse atrs. Su padre contest que no lo consen-tira mientras l viviera. Sin embargo, Teresadej la casa paterna, entr (2 de noviembre de1533) en el convento de la Encarnacin, envila, y all profes el 3 de noviembre de 1534.

    Tras entrar al convento su estado de salud em-peor. Padeci desmayos, una cardiopata no de-finida y otras molestias. As pas el primer ao.Para curarla, la llev su padre (1535) a Castella-nos de la Caada, con su hermana. En dicha al-

    dea permaneci Teresa hasta la primavera de1536. En Castellanos de la Caada habra lo-grado (1535) la conversin de un clrigoconcubinario. Entonces pas a Becedas (vila).De vuelta en vila (Domingo de Ramos de1537), sufri (julio) un parasismo de cuatro dasen casa de su padre. Qued paraltica por ms

    de dos aos. Antes y despus del parasismo, suspadecimientos fsicos fueron extraordinarios.

    Favores espiritualesA mediados de 1539 Teresa qued sanada se-

    gn ella por San Jos. Con la salud volvieronlas aficiones mundanas, fciles de satisfacer,puesto que la clausura a todas las religiosas nose impuso como obligatoria hasta 1563. VivaTeresa de nuevo en el convento, donde recibafrecuentes visitas.

    Languideci segn ella entonces su espritu,y dej la oracin (1541). Afirma que luego se leapareci Jesucristo (1542) en el locutorio consemblante airado, reprendindole su trato fami-liar con seglares. No obstante, permaneci Te-resa en l durante muchos aos, hasta que semovi a dejar el trato de seglares (1555) a lavista de una imagen de Jess crucificado.

    Ya haba perdido a su padre (1541), cuyas l-timas palabras le hicieron profunda impresin.El sacerdote que le haba asistido en sus ltimosmomentos (el Dominico Vicente Barn), se en-carg de dirigir la conciencia de Teresa, la cual,hasta la fecha citada, conociendo sus faltas, noquera corregirlas. Al cabo Teresa se confortcon la lectura de las Confesiones, de San Agustn.Los Jesuitas Juan de Prdanos y Baltasar lvarezfundaron en vila un colegio de la Compaa(1555).

    Teresa confes con Prdanos; al ao siguiente(1556) comenz a sentir grandes favores espiri-tuales, y poco despus se vio animada (1557)por San Francisco de Borja. Tuvo en 1558 suprimer rapto y la visin del infierno; tom porconfesor (1559) a Baltasar lvarez, que dirigisu conciencia durante unos seis aos, y disfrut,dice, de grandes favores celestiales, entre los que

    se cont la visin de Jess resucitado. Hizo voto(1560) de aspirar siempre a lo ms perfecto; SanPedro de Alcntara aprob su espritu, y San LuisBeltrn la anim a llevar adelante su proyectode reformar la Orden del Carmen, concebidohacia dicho ao.

    Quera Teresa fundar en vila un monasteriopara la estricta observancia de la regla de su or-den, que comprenda la obligacin de la pobre-za, de la soledad y del silencio. Por mandato desu confesor, el dominico Pedro Ibez, escribisu vida (1561), trabajo que termin hacia juniode 1562; aadi, por orden de fray Garca deToledo, la fundacin de San Jos; y por consejode Soto volvi a escribir su vida en 1566.

    Aqu es oportuno copiar al bigrafo francsPierre Boudot:

    ''En todas las pginas (del libro de su vida) se

    ven las huellas de una pasin viva, de una fran-

    queza conmovedora, y de un iluminismo consa-grado por la fe de fieles. Todas sus revelaciones

    atestiguan que crea firmemente en una unin

    espiritual entre ella y Jesucristo; vea a Dios, la

    Virgen, los santos y los ngeles en todo su es-

    plendor, y de lo alto reciba inspiraciones que

    aprovechaba para la disciplina de su vida inte-

    rior. En su juventud las aspiraciones que tuvo

    fueron raras y parecen confusas; slo en plena

    edad madura se hicieron ms distintas, ms nu-

    merosas y tambin ms extraordinarias.

    Pasaba de los cuarenta y tres aos cuando por

    vez primera vivi un xtasis. Sus visiones inte-

    lectuales se sucedieron sin interrupcin duran-

    te dos aos y medio (15591561). Sea por des-

    confianza, sea para probarla, sus superiores le

    prohibieron que se abandonase a estos fervores

    de devocin mstica, que eran para ella

    gunda vida, y la ordenaron que resistier

    tos arrobamientos, en que su salud se

    ma. Obedeci ella, mas a pesar de sus

    zos, su oracin era tan continua que ni

    sueo poda interrumpir su curso. Al

    tiempo, abrasada de un violento deseo d

    Dios, se senta morir. En este estado stuvo en varias ocasiones la visin que d

    gen al establecimiento de una fiesta par

    en la Orden del Carmelo.

    Alude el bigrafo francs al suceso (15refiere la santa en estas lneas:

    'Vi a un ngel cabe m hacia el lado i

    do en forma corporal... No era grande, s

    queo, hermoso mucho, el rostro tan enc

    que pareca de los ngeles muy subidos,

    rece todos se abrasan... Veale en las ma

    dardo de oro largo, y al fin del hierro m

    ca tener un poco de fuego. Este me p

    meter por el corazn algunas veces y q

    llegaba a las entraas: al sacarle me p

    las llevaba consigo, y me dejaba toda ab

    en amor grande de Dios. Era tan grande

    lor que me haca dar aquellos quejidos

    excesiva la suavidad que me pone este gsimo dolor que no hay desear que se qui

    contenta el alma con menos que Dios

    dolor corporal, sino espiritual, aunque n

    de participar el cuerpo algo, y aun harto

    requiebro tan suave que pasa entre el

    Dios, que suplico yo a su bondad lo d a

    a quien pensare que miento... Los das q

    raba esto andaba como embobada, no q

    ver ni hablar, sino abrasarme con mi pe

    para m era mayor gloria, que cuantas

    tomado lo criado. Vida de Santa Teresa,cap.XX IX

    Para perpetuar la memoria de dicha msa herida, el Papa Benedicto XIII, a petilos Carmelitas de Espaa e Italia, est(1726) la fiesta de la transverberacin dezn de Santa Teresa. El bigrafo franc

    ga: 'Hasta exhalar el ltimo suspiro Teresla dicha de conversar con las personas d

    que la consolaban o revelaban ciertos s

    del cielo; la de ser transportada al infier

    purgatorio, y aun la de presentir lo veni

    Inicio de las fundaciones a lo largo paa

    A fines de 1561 recibi Teresa cierta cde dinero que le remiti desde el Per sus hermanos, y con ella se ayud paranuar la proyectada fundacin del conveSan Jos. Para la misma obra cont con curso de su hermana Juana, a cuyo hijo Gse dice que resucit la santa. Esta, a prinde 1562, march a Toledo a casa de dode la Cerda, en donde estuvo hasta juniomismo ao conoci al padre Bez, que f

    go su principal director, y a fray GarToledo, ambos dominicos.

    Descontenta con la relajacin de las que en 1432 haban sido mitigadas por EIV, Teresa decidi reformar la orden paraa la austeridad, la pobreza y la clausura qsideraba el autntico espritu carmelitanoconsejo a Francisco de Borja y a PeAlcntara que aprobaron su espritu y suna.

    Despus de dos aos de luchas lleg a nos la bula de Po IV para la ereccin dvento de San Jos, en vila, ciudad a la qba regresado Teresa. Se abri el monastSan Jos (24 de agosto de 1562); tomhbito cuatro novicias en la nueva OrdenCarmelitas Descalzas de San Jos; hubo

    Santa Teresa de Jess

    El RenacimientoLrica: Asctica y Mstica

    PRIMER AO DE BACHILLERA

    La m stica Santa Teresa de Jess

  • 7/26/2019 Suplemento Aula Abierta 20080705_AA

    4/8

    tos en vila; se oblig a la santa a regresar alconvento de la Encarnacin, y, calmados losnimos, vivi Teresa cuatro aos en el conventode San Jos con gran austeridad. Las religiosasadictas a la reforma de Teresa, dorman sobreun jergn de paja; llevaban sandalias de cuero omadera; consagraban ocho meses del ao a losrigores del ayuno y se abstenan por completode comer carne. Teresa no quiso para ella nin-guna distincin, antes bien sigui confundida conlas dems religiosas no pocos aos.

    La reforma propugnada por Teresa junto a SanJuan de la Cruz, que, como se ver, comprenditambin a los hombres, se llam de los Carmeli-tas Descalzos, y progres rpidamente, no obs-tante los escasos recursos de que dispona la san-ta. El padre Rossi, general del Carmen, visit(1567) el convento de San Jos, lo aprob, y diopermiso a Teresa para fundar otros de mujeres ydos de hombres. Se fundaron varios conventosms de descalzos; algunos en Andaluca abra-zaron la reforma, y comenz la discordia entrecalzados y descalzos, todo ello en 1572, ao enque Teresa recibi muchos favores espiritualesen el convento de la Encarnacin: tales fueronsu desposorio mstico con Jesucristo y un xta-sis en el locutorio cuando conversaba con SanJuan de la Cruz. Teresa, que en el transcurso desu vida escribi muchas cartas, estuvo enSalamanca en 1573. All, obedeciendo a su di-rector, el jesuita Ripalda, redact el libro de susfundaciones.

    Resultados de la reforma carmelitana y tri-bulaciones de Teresa

    Despus de haber fundado numerosos con-ventos de descalzos, sufri tambin grandes con-tradicciones en Sevilla, aunque logr fundar enella el undcimo convento de descalzas.

    Estall la discordia entre Carmelitas calzadosy descalzos en el captulo general celebrado poraquellos das en Plasencia; en virtud de las bu-las pontificias se acord tratar con rigor a losdescalzos, que se haban extralimitado en susfundaciones, y como fuera el padre Gracin (21

    de noviembre), por comisin del nuncio, a visi-tar los Carmelitas Calzados de Sevilla, estos re-sistieron la visita con gran alboroto. El padreSalazar, provincial de Castilla, intim a Teresaque no hiciera ms fundaciones y que se retira-se a un convento sin salir de l. Trat la santa deretirarse a Valladolid, pero se opuso Gracin. EnSevilla estaba Teresa al fundarse en Caravaca(1 de enero de 1576) el duodcimo convento dedescalzas. Delatada a la Inquisicin por una re-ligiosa salida del convento, eligi para su resi-dencia el convento de Toledo. Dej Sevilla (4de junio), lleg a Malagn (11 de junio), y deall a Toledo, donde ya estaba a principios dejulio. Antes de establecerse, march al conven-to de vila para arreglar varios asuntos; peroregres rpidamente a Toledo en compaa de

    Ana de San Bartolom, a la que haba tomadopor secretaria. All concluy el libro de Las fun-daciones, las cuales se suspendieron en los cua-tro aos que duraron las persecuciones y con-flictos entre calzados y descalzos. Eligi enToledo por confesor a Velzquez.

    Propaladas muchas calumnias contra Teresa,se trat de enviarla a un convento americano.Las monjas de la Encarnacin, en vila, la eli-gieron priora, a pesar de las censuras del padreValdemoro (octubre de 1577). La santa escribi(julio a noviembre) el libro de Las moradas. Sos-tuvo luego (1578) una polmica con el padreSurez, provincial de los Jesuitas, y el nuncio

    redobl sus persecuciones hasta el punto de pre-tender destruir la reforma, desterrando a los prin-cipales descalzos y confinando a Toledo a Tere-sa, por l calificada de fmina inquieta y anda-riega. En Sevilla un confesor delat a la Inqui-sicin las supuestas faltas de la priora de las des-calzas y de Teresa misma, sobre lo cual se for-m un ruidoso expediente que puso en claro lainocencia de ambas.

    Aquel ao de (1578) la santa lo pas en vila,y fue el ms triste para Teresa, pues en una desus cartas deca que le hacan guerra todos losdemonios. Por entonces se hizo otra denunciadel Libro de su Vida. Desde principios de 1579comenz a calmarse la tempestad contra Teresay su reforma. La santa escribi en vila (6 dejunio) los cuatro avisos que dijo haber recibidodel mismo Dios para aumento y conservacinde su orden, los cuales public Fray Luis de Lenal fin del libro de la Vida.

    Estuvo en 1582 en Medina del Campo, Valla-dolid, Palencia y Burgos, casi siempre enferma.

    ltimas fundaciones y muerteSupo que en Granada se haba fundado el

    decimosexto convento de carmelitas, y uno dedescalzos en Lisboa. El decimosptimo de des-calzas lo fund ella en Burgos, donde escribisus ltimas fundaciones, incluyendo la de dichaciudad. Saliendo de Burgos pas por Palencia,Valladolid, cuya priora la ech del convento,Medina del Campo, cuya priora tambin la des-preci, y Pearanda. Al llegar a Alba de Tormes(20 de septiembre) su estado empeor. Recibi-do el vitico y confesada, muri en brazos deAna de Jess la noche del 4 de octubre de 1582(da en que el calendario juliano fue sustituidopor el calendario gregoriano en Espaa, por loque ese da pas a ser, viernes, 15 de octubre).

    Su cuerpo fue enterrado en el convento de laAnunciacin de esta localidad, con grandes pre-cauciones para evitar un robo. En 1626 las Cor-tes Espaolas la nombraron copatrona de los Rei-nos de Espaa, pero los partidarios de SantiagoApstol lograron revocar el acuerdo. Fue nom-brada doctora honoris causa por la Universidadde Salamanca y posteriormente fue designadapatrona de los escritores.

    En 1970 se convirti (junto con Santa Catali-na de Siena) en la primera mujer elevada por laIglesia Catlica a la condicin de Doctora de laIglesia, bajo el pontificado de Pablo VI.

    La Iglesia Catlica celebra su fiesta el 15 deoctubre.

    Obra literaria

    Cultiv adems Teresa la poesa lrico-religio-sa. Llevada de su entusiasmo, se sujet menosque cuantos cultivaron dicho gnero a la imita-cin de los libros sagrados, apareciendo, por tan-to, ms original. Sus versos son fciles, de esti-lo ardiente y apasionado, como nacido del amorideal en que se abrasaba Teresa, amor que eraen ella fuente inagotable de mstica poesa.

    Las obras msticas de carcter didctico msimportantes de cuantas escribi la santa se ti tu-lan: Camino de perfeccin(15621564); Con-ceptos del amor de Dios y Castillo interior oLas moradas.Adems de estas tres, pertenecena dicho gnero las tituladas: Vida de Santa Te-resa de Jess(15621565) escrita por ella mis-ma y cuyos originales se encuentran el la biblio-teca del Monasterio de San Lorenzo del El Es-

    MUESTRA POTICA

    Nada te turbe

    Nada turbe,Nada te espante,todo se pasa,Dios no se muda;la pacienciatodo lo alcanza;quien a Dios tienenada le falta:Slo Dios basta.

    Eleva tu pensamiento,al cielo sube,por nada te acongojes,nada te turbe.

    A Jesucristo siguecon pecho grande,y, venga lo que venga,nada te espante.

    Ves la gloria del mundo?Es gloria vana;nada tiene de estable,todo se pasa.

    Aspira a lo celeste,que siempre dura;fiel y rico en promesas,Dios no se muda.

    mala cual merecebondad inmensa;pero no hay amor finosin la paciencia.

    Confianza y fe vivamantenga el alma,

    que quien cree y esperatodo lo alcanza.

    Del infierno acosadoaunque se viere,burlar sus furoresquien a Dios tiene.

    Vnganle desamparos,cruces, desgracias;siendo Dios tu tesoronada te falta.

    Id, pues, bienes del mundo;id dichas vanas;aunque todo lo pierda,slo Dios basta.

    Vivo sin vivir en m

    Vivo sin vivir en m,y tan alta vida espero,que muero porque no muero.

    Vivo ya fuera de m,despus que muero de amor;porque vivo en el Seor,que me quiso para s:cuando el corazn le dipuso en l este letrero,que muero porque no muero.

    Esta divina prisin,del amor en que yo vivo,ha hecho a Dios mi cautivo,y libre mi corazn;y causa en m tal pasinver a Dios mi prisionero,que muero porque no muero.

    Ay, qu larga es esta vida!Qu duros estos destierros,esta crcel, estos hierrosen que el alma est metida!Slo esperar la salidame causa dolor tan fiero,que muero porque no muero.

    Ay, qu vida tan amargado no se goza el Seor!Porque si es dulce el amor,no lo es la esperanza larga:quteme Dios esta carga,ms pesada que el acero,que muero porque no muero.

    Slo con la confianzavivo de que he de morir,porque muriendo el vivirme asegura mi esperanza;muerte do el vivir se alcanza,no te tardes, que te espero,que muero porque no muero.

    Mira que el amor es fuerte;vida, no me seas molesta,mira que slo me resta,para ganarte perderte.Venga ya la dulce muerte,el morir venga ligeroque muero porque no muero.

    Aquella vida de arriba,que es la vida verdadera,hasta que esta vida muera,no se goza estando viva:muerte, no me seas esquiva;viva muriendo primero,que muero porque no muero.

    Vida, qu puedo yo darlea mi Dios que vive en m,si no es el perderte a ti,para merecer ganarle?Quiero muriendo alcanzarle,pues tanto a mi Amado quiero,que muero porque no muero.

    Vuestra soy, para vos nac

    Vuestra soy, para Vos nac,qu mandis hacer de m?

    Soberana Majestad,eterna sabidura,bondad buena al alma ma;Dios alteza, un ser, bondad,la gran vileza miradque hoy os canta amor as:qu mandis hacer de m?

    corial; Libro de las relaciones; Libro de lasfundaciones(15731582); Libro de las cons-tituciones (1563); Avisos de Santa Teresa;Modo de visitar los conventos de religiosas;Exclamaciones del alma a su Dios; Medita-ciones sobre los cantares; Visita de descalzas;Avisos; Ordenanzas de una cofrada; Apun-taciones; Desafo espiritualy Vejamen.

    Tambin escribi Teresa poesas, escritos bre-ves y escritos sueltos sin considerar una serie deobras que se le atribuyen. Escribi Teresa tam-bin 409 Car tas, pub licadas en dist in tosepistolarios. Los escritos de la Santa Catlica sehan traducido a casi todos los idiomas. El nom-

    bre de Santa Teresa de Jess figura en el Catlo-go de autoridades de la lengua publicado por laReal Academia Espaola.

    Ttulos * C apitana de los Reinos de Espaa. Este ttulo fueproclam ado por las Cortes en 1626 pero los partidariosde Santiago ap stol consiguieron revocar el acuerdo. * D octora H onoris C ausa por la U niversidad deSalam anca. * Patrona de los escritores espaoles. *A lcaldesa de la Villa de A lba de Torm es (ttulohonorfico) desde el ao 1963. *D octora de la Iglesia Catlica,declarada en 1970.

    Santa Teresa de Jess,la patrona de los escritores espaoles

  • 7/26/2019 Suplemento Aula Abierta 20080705_AA

    5/8

    En el reinado de Felipe II corresponde una delas manifestaciones literarias de mayor importan-cia que han conocido las letras hispanas:la lite-ratura asctico-mstica.

    Durante los siglos XVI y XVII, ms de 3.000libros fueron publicados sobre esta materia. Laasctico-mstica es, entonces, uno de los gnerosms genuinos y representativos de Espaa. Su flo-recimiento, sin embargo, se produce en Espaacomo un hecho tardo. La mstica es un fenme-no peculiar de los siglos medios en todas las lite-raturas de Europa, aunque en esta poca tenemosen Espaa al cataln Raimundo Lulio y la msti-ca musulmana. Pero es en la Edad Moderna cuan-do este tipo de literatura se convierte, en Espaa,en la ms perfecta y profunda del mundo.

    Las causas determinantes de la aparicin de laasctico-mstica en el siglo XVI son:

    - Al producirse la gran tensin espiritualista dela lucha contra el protestantismo.

    -El contacto en esta poca con los pases ger-mnicos, donde se haban dado las ms altas fi-guras del misticismo medieval.

    -Como va de escape, dentro de la religiosidadortodoxa, del fervor intimista provocado por elerasmismo, as como el creciente individualismode la poca renaciente.

    El comienzo de la literatura mstica coincidecon la terminacin de la Reconquista y des-pus del Primer Renacimiento, cuando el almaespaola va a volverse hacia adentro (segn elfilsofo marxista Alexander Kojve, despus deconquistar todos los terrenos geogrficos del mun-do, el hombre moderno se adentra, tratando deconquistarse a s mismo, su sique espiritual).

    La mstica castellana:- Carece de una efectiva tradicin medieval, a

    excepcin del contacto con la obra de RaimundoLulio y la posible influencia semtica recibida prin-cipalmente a travs de l (la influencia semtica serefiere a sus dos ramas: la rabe y la juda).

    - Aparece en plena Edad Moderna y es la lti-ma de las grandes manifestaciones colectivas dela mstica teolgica.

    -La tendencia ms genuina de la mstica espa-ola es de carcter eclctico, armonizador entretendencias extremas.

    -En la literatura religiosa hispana predomina loasctico sobre lo mstico.

    -La mstica espaola es de excelente estilo literarioy aspira a influir en la educacin moral del pueblo.

    Hay cuatro perodos en la historia de la msti-ca, segn Pedro Sinz Rodrguez en su Introduc-cin a la historia de la literatura mstica en Espa-a (Madrid, 1927):

    -Perodo de importacin e iniciacin, quecomprende desde los orgenes medievales hasta1500, durante el cual se traducen y difunden lasobras de la mstica extranjera.

    - Perodo de asimilacin(1500-1560) en el que

    La poesa mstica espaola ySan Juan de la Cruz

    las doctrinas importadas son por primera puestas a la espaola por los escritores qprecursores (Hernando de Talavera, Fray de Madrid, Fray Francisco de OsunaBernardino de Laredo, Juan de vila y ot

    -Perodo de plenitud y de intensa prodnacional(1560-1600, reinado de Felipe I

    -Perodo de decadencia o compilacin nal, prolongado hasta mediados del siglo

    representado no por creadores originales sretricos del misticismo que se ocupan de y sistematizar la doctrina del perodo anter

    Menndez y Pelayo, en un ensayo sobpoesa mstica en Espaa, hace una clasifpor escuelas segn las rdenes religiosasmsticos:

    - Ascetas dominicos, cuyo prototipo Luis de Granada.

    -Ascetas y msticos franciscanos(Sande Alcntara, Fray Juan de los ngeleDiego de Estella, etc.).

    - Msticos carmelitas(San Juan de la Cruta Teresa de Jess, etc.).

    -Ascetas y msticos agustinos (Fray LLen, Maln de Chaide, etc.

    - Ascticos y msticos jesuitas(San Frde Borja, Nieremberg, y otros).

    - Clrigos seculares y los laicos(Valdlinos), que son msticos heterodoxos.

    Cada Orden religiosa tiene una trateolgica y doctrinal. Esta clasificacin sesimplificar por medio de tres corrientes:

    - Afectiva(el predominio de lo sentimebre lo intelectual), que tiene siempre presimitacin de Cristo, del Cristo hombre copor donde nosotros podemos llegar a la dad (franciscanos y agustinos).

    -Intelectualista o escolstica, que buscnocimiento de Dios mismo por la elaborauna doctrina metafsica (dominicos y jesu

    -Eclctica o espaola, representada portica carmelita.

    Helmut Hatzfeld, en sus Estudios literabre mstica espaola (Madrid, 1955) ha f

    grupos principales:-La Teora Ahistrica, propuesta poBaruzi, en un estudio francs sobre San Jla Cruz, el cual sostiene la originalidadmsticos espaoles que descubren sus sdecisivos independientemente de las condhistricas.

    -La Teora Sinttica, de Gaston Etcheen un estudio francs sobre Santa Teresa, pone que toda produccin de la mstica espuede explicarse como una fusin sintticferentes formas ms antiguas, todas exclusite occidentales.

    -La Teora Secular, de Dmaso Alonsopropone que los elementos numerossimbolismo de los msticos espaoles se de la poesa profana, popular o culta, sobde la poesa de Garcilaso, el romancero, ycionero.

    -La Teora rabe, de dos arabistas espJulin Ribera y Miguel Asn Palacios, sobre este ltimo, que ha visto afinidades entre lotos de San Juan de la Cruz y los del msticometano Abenarab, de la primera mitad del sigadems est comprobada la influencia del mmo musulmn en el cataln Raimundo Luli

    - La Teora Germnica, que alega quflujo mayor recibido por los msticos espproviene de los msticos alemanes como etro Eckart, o el flamenco Jan van RuysbrThomas de Kempis.

    Para Hatzfeld, tanto el oriente como el ochan contribuido en parte a la formacin guaje de los msticos espaoles.

    Vuestra soy, pues me criastes,vuestra, pues me redimistes,vuestra, pues que me sufristes,vuestra pues que me llamastes,vuestra porque me esperastes,vuestra, pues no me perd:qu mandis hacer de m?

    Qu mandis, pues, buen Seor,que haga tan vil criado?Cul oficio le habis dadoa este esclavo pecador?Veisme aqu, mi dulce Amor,amor dulce, veisme aqu:qu mandis hacer de m?

    Veis aqu mi corazn,yo le pongo en vuestra palma,mi cuerpo, mi vida y alma,mis entraas y aficin;dulce Esposo y redencin,pues por vuestra me ofrec:qu mandis hacer de m?

    Dadme muerte, dadme vida:dad salud o enfermedad,honra o deshonra me dad,dadme guerra o paz crecida,flaqueza o fuerza cumplida,que a todo digo que s:qu mandis hacer de m?

    Dadme riqueza o pobreza,dad consuelo o desconsuelo,dadme alegra o tristeza,dadme infierno o dadme cielo,vida dulce, sol sin velo,pues del todo me rend:qu mandis hacer de m?

    Si queris, dadme oracin,si no, dadme sequedad,si abundancia y devocin,y si no esterilidad.Soberana Majestad,slo hallo paz aqu:qu mandis hacer de mi?

    Dadme, pues, sabidura,o por amor, ignorancia;dadme aos de abundancia,

    o de hambre y caresta;dad tiniebla o claro da,revolvedme aqu o all:qu mandis hacer de m?

    Si queris que est holgando,quiero por amor holgar.Si me mandis trabajar,morir quiero trabajando.Decid, dnde, cmo y cundo?Decid, dulce Amor, decid:qu mandis hacer de m?Dadme Calvario o Tabor,desierto o tierra abundosa;sea Job en el dolor,o Juan que al pecho reposa;sea via fructuosao estril, si cumple as:qu mandis hacer de m?

    Sea Josf puesto en cadenas,o de Egipto adelantado,o David sufriendo penas,o ya David encumbrado;sea Jons anegado,o libertado de all:qu mandis hacer de m?

    Est callando o hablando,haga fruto o no le haga,mustreme la ley mi llaga,goce de Evangelio blando;est penando o gozando,slo vos en m vivid:qu mandis hacer de m?

    Vuestra soy, para vos nac,qu mandis hacer de m?

    En la Cruz est la vida

    En la cruz est la viday el consuelo,y ella sola es el caminopara el cielo.

    En la cruz est "el Seorde cielo y tierra",y el gozar de mucha paz,aunque haya guerra.Todos los males destierraen este suelo,y ella sola es el caminopara el cielo.

    De la cruz dice la Esposaa su Queridoque es una "palma preciosa"donde ha subido,y su fruto le ha sabidoa Dios del cielo,y ella sola es el caminopara el cielo.

    Es una "oliva preciosa"la santa cruzque con su aceite nos untay nos da luz.

    Alma ma, toma la cruzcon gran consuelo,que ella sola es el caminopara el cielo.

    Es la cruz el "rbol verdey deseado"de la Esposa, que a su sombrase ha sentadopara gozar de su Amado,el Rey del cielo,y ella sola es el caminopara el cielo.

    El alma que a Dios esttoda rendida,y muy de veras del mundodesasida,la cruz le es "rbol de vida"

    y de consuelo,y un camino deleitosopara el cielo.

    Despus que se puso en cruzel Salvador,en la cruz est "la gloriay el honor",y en el padecer dolorvida y consuelo,y el camino ms seguropara el cielo.

    Bibliografa*Tom ado de:Teresa de Jess,2008.http://es.w ikipedia.org/w iki/

    Teresa_de_Jes% C 3% BA s * Boudo t,Pierre:la Jouissance de D ieu ou le Rom an courtois de

    Thrse d'Avila (prface de X avier Tilliette).C luny:A contrario,coll. La

    s ur de l'ange.Les classiques mconnus ,2005.(ISBN 2-7534-0032-6) * Etxeberri,Xabier:Vida y obra de Santa Teresa de vila.Barcelona:

    Editorial C artes,1955. * Garca Valds,O lvido:Santa Teresa de Jess.Barcelona:Ediciones

    O m ega S.A ., 2001. (ISBN 84-282-1235-X ) * Lope de Vega,Flix:Santa Teresa de Jess.Barcelona:Linkgua

    ediciones, 2005. (ISBN 84-96428-91-5) * M artnez-Blat,Vicente:La A ndariega:Biografa ntim a de SantaTeresa de Jess.M adrid:Biblioteca de autores cristianos,2005.(ISBN

    84-7914-779-2) * Ribera,Francisco:La vida de la m adre Teresa de Jess:Fundado rade las descalzas y descalzos carm elitas.M adrid:Ed itorial Edibesa,2005.

    (ISBN 84-8407-427-7) * Santa Teresa de Jess:Castillo Interior,o Las M oradas.M adrid:

    Editorial A guilar,1957. * Santa Teresa de Jess:Exclam aciones del alm a a su Dios.M adrid:

    Editorial A guilar,coleccin crisol,1957. * Santa Teresa de Jess:Poesas.M adrid:Editorial A guilar,coleccin

    crisol,1957.

    San Juan de la C ruz

  • 7/26/2019 Suplemento Aula Abierta 20080705_AA

    6/8

    Su verdadero nom bre era Juan de Yepes y naci el 24de junio de 1542 en Fo ntiveros, pequeo puebloabulense perteneciente a C astilla y Len,una com unidadautnom a de Espaa.M uri su padre cuando Juan tena seis aos;a los nueveaos,se traslad con su m adre al abulense pueblo deM edina del C am po,en donde a los 17 aos,ingresa enun colegio de jesuitas para estudiar hum anidades.En 1563 tom a los hbitos de la orden religiosa Carm elita,adoptando el nuevo nom bre de fray Juan de san M atas;al ao siguiente se traslada a Salam anca para cursarestudios de teologa en su clebre universidad.En elao 1567 es ordenado sacerdote,y adopta el nuevo y

    definitivo nom bre de Juan de la C ruz.Su ilustre paisanade vila,Teresa de Jess,trab gran am istad con l y leintegr en el m ovim iento de la reform a carm elita queella haba iniciado.En 1568 Juan de la Cruz fund el prim er convento deC arm elitas D escalzos,los cuales practicaban a ultranzala contem placin y la austeridad.U nos aos despus,1577,sus intentos reform istas de las rdenes monsticas,le llevaron a sufrir 9 m eses de dura prisin en unconvento de Toledo , acusado de apstata. D e sucautiverio en aquella crcel-convento de Toledo,nacela com po sicin de su obra cum bre:C ntico espiritual.En otras poesas se puede llegar a entrever en lenguajesublim inal,el relato que hace de su astuta y sorprendentehuida en la m adrugada del 15 de agosto de 1578,estando la fortaleza sobre un peligroso acantilado sobreel Tajo profundo que cie a Toledo .Para huir de la prisin conventual toledana,cont co nlas influencias que ejerci su paisana Teresa de Jess,ante la duquesa de A lba.C on su huida dio en refugiarseen un convento de Jan y continu con la reform acarm elitana,fundando varios conventos por A ndaluca.En esta regin lleg a ser nom brado Vicario Provincialde la orden de C arm elitas D escalzos;pero el buen Juansigui con su obstinacin de la reform a,lo que le lleva enfrentam ientos con la jerarqua religiosa y a sufrirnueva prisin en el convento de la Peuela,en plenaSierra M orena,en donde culm in la escritura de susprincipales obras literarias.C uando por fin es excarcelado y se dispone a cum plircon el traslado que se le im pone a A m rica,el 14 dediciem bre de 1591,m uere a la edad de 49 ao s.135 aos despus,es elevado a la categora de santo,por la iglesia catlica.La obra po tica de san Juan de la C ruz est inspiradaen un profundo sentim iento religioso.A decir de algunosde sus bigrafos,su po esa en general tiene un estilosim ilar al bblico C antar de los cantaresatribuido aSalom n.N uestro poeta era un gran conocedor de laBiblia y de la filosofa aristotlica y platnica;tam bin suobra nos trae arom as de las glogas del poeta toledano

    G arcilaso de la Vega,m uy im pregnadas de un cultism oitalianizante.El estilo po tico que im prim e a su clebreCntico(que algunos denom inan Cntico espiritual),tiene un gran ritm o y m usicalidad;com puesto basndoseen liras -estrofa ideada por Garcilaso- en las que m ezclay alterna versos heptaslabos y endecaslabos.Toda laobra de san Juan de la C ruz est im pregnada de ungran m isticism o sim bolista;tam bin rezum a un tpicoestilo de la poesa buc lica y pastoril.H ay quien afirm aque su obra po tica est cargada de una crpticasensualidad e incluso de cierto erotism o.Son parecidasapreciaciones a las que algunos estudiosos creen adivinaren los textos bblicos ya m encionados.Sus obras en verso,adem s del C ntico ya citado ydescrito,son:N oche oscura;Llam a de am or viva;yun conjunto de poem as m enores entre los que destacaEl pastorcico.

    San Juan de la Cruz

    La palabra msticaprocede de un verbo grie-go que significa cerrar, de donde aquel voca-blo vendra a tener un sentido como de ocultoo secreto; as, de acuerdo con su etimologa,sera la mstica como una vida espiritual secretay distinta de la ordinaria de los cristianos. En susentido ms propio debe aplicarse a las manifes-taciones de la vida religiosa sometida a la accinextraordinariamente sobrenatural de la Providen-cia. La palabra msticaestrictamente slo de-

    ber aplicarse para designar las relaciones sobre-naturales, secretas, por las cuales eleva Dios a lacriatura sobre las limitaciones de su naturaleza yla hace conocer un mundo superior, al que esimposible llegar por las fuerzas naturales ni porlas ordinarias de la Gracia.

    Misticismoes el conocimiento experimental dela presencia divina, en que el alma tiene, comouna gran realidad, un sentimiento de contacto conDios. Pero si la mstica es el punto ms alto de lavida espiritual y representa un regalo extraordi-nario de la Gracia de Dios, el alma puede colabo-rar por todos los medios a su alcance para aproxi-marse a tal estado de perfeccin y hacerse dignade l. Esta variada serie de esfuerzos o ejerciciosdel espritu se designa con el nombre de ascti-

    ca, que podra definirse como la pedagoga hu-mana que conduce hacia el misticismo. La asc-tica depende, pues, exclusivamente, de la volun-

    tad y actividad humanas; deriva esta palabra delverbo griego que significa ejercitarse, pues setrata del perodo de la vida espiritual en que, pormedio de ejercicios espirituales, mortificacionesy oracin, logra el alma purificarse, purgarse odesprenderse del afecto a los placeres corporalesy a los bienes terrenos.

    Tres vas o momentos distinguen los tratadistasen el camino hacia la unin con la Divinidad:

    -La de los que comienzan, o VA PURGATIVA,en la que el alma se liberta poco a poco de suspasiones y se purifica de sus pecados.

    -La de los que van aprovechando, o VAILUMINATIVA, durante la cual el alma se ilu-mina con la consideracin de los bienes eternos yde la pasin y redencin de Cristo.

    -Y, finalmente, la de los perfectos, o VAUNITIVA, en la que se llega a la unin con Dios,

    segn el modelo definido por San Juan de la Cruzcomo matrimonio espiritual.

    La asctica est, pues, en el camino de la msti-ca, y de los tres momentos dichos: los dos prime-ros son comunes a ambas, quedando el ltimoreservado para la segunda. En lo que atae a sucontenido, la asctica se basa en el ejercicio ra-cional, mientras que la mstica es puramenteintuitiva. No puede llegarse a la cima de la per-feccin espiritual sin pasar por el camino de laasctica.

    Canciones entre el alma y el Esposo

    Esposa

    1.Adnde te escondiste,Amado, y me dejaste con gemido?

    Como el ciervo huistehabindome herido;

    sal tras ti clamando y eras ido.

    2. Pastores, los que fueres

    all por las majadas al otero,si por ventura vieres

    aquel que yo ms quiero,decidle que adolezco, peno y muero.

    3.Buscando mis amoresir por esos montes y riberas;

    no coger las flores,ni temer a las fieras,

    y pasar los fuertes y fronteras.

    Pregunta a las criaturas

    4.Oh bosques y espesurasplantadas por la mano del Amado!,

    oh prado de verdurasde flores esmaltado!,

    decid si por vosotros ha pasado.

    Respuesta de las criaturas

    5.Mil gracias derramandopas por estos sotos con presura;

    y, yndolos mirando,con sola su figura

    vestidos los dej de su hermosura.

    Esposa

    6.Ay!, quin podr sanarme?Acaba de entregarte ya de veras;

    no quieras enviarmede hoy ms mensajero

    que no saben decirme lo que quiero.

    7.Y todos cuantos vagande ti me van mil gracias refiriendo,

    y todos ms me llagan,y djanme muriendo

    un no s qu que quedan balbuciendo.

    8.Mas, cmo perseveras,oh vida!, no viendo donde vives,

    y haciendo por que mueraslas flechas que recibes

    de lo que del Amado en ti concibes?

    9.Por qu, pues has llagadoaqueste corazn, no le sanaste?

    Y, pues me le has robado,por qu as le dejaste,

    y no tomas el robo que robaste?

    10.Apaga mis enojos,pues que ninguno basta a deshacedlos,

    y vante mis ojos,pues eres lumbre de ellos,

    y slo para ti quiero tenerlos.

    11.Oh cristalina fuente,si en esos tus semblantes plateadosformases de repente

    los ojos deseadosque tengo en mis entraas dibujados!

    12.Aprtalos, Amado,que voy de vuelo!

    El Esposo:

    Vulvete, paloma,que el ciervo vulnerado

    por el otero asomaal aire de tu vuelo, y fresco toma.

    La Esposa:

    13.Mi Amado las montaas,

    los valles solitarios nemorosos,las nsulas extraas,los ros sonorosos,

    el silbo de los aires amorosos,

    14.la noche sosegadaen par de los levantes de la aurora

    la msica callada,la soledad sonora,

    la cena que recrea y enamora.

    15.Nuestro lecho florido,de cueva de leones enlazado,

    en prpura teido,de paz edificado,

    de mil escudos de oro coronado.

    16.A zaga de tu huellalas jvenes recorren el camino,

    al toque de centella,al adobado vino,

    emisiones de blsamo divino.

    17.En la interior bodegade mi Amado beb, y, cuando sal

    por toda aquesta vega,ya cosa no saba,

    y el ganado perd que antes segua

    18.All me dio su pecho,all me ense ciencia muy sabros

    y yo le di de hechoa m, sin dejar cosa;

    all le promet de ser su esposa.

    19.Mi alma se ha empleado,y todo mi caudal, en su servicio;

    ya no guardo ganado,ni ya tengo otro oficio,

    que ya slo en amar es mi ejercici

    20.Pues ya si en el ejidode hoy ms no fuere vista ni hallad

    diris que me he perdido,que, andando enamorada,

    me hice perdediza y fui ganada.

    21.De flores y esmeraldas,

    en las frescas maanas escogidasharemos las guirnaldas,en tu amor florecidas

    y en un cabello mo entretejidas.

    22.En slo aquel cabelloque en mi cuello volar considerast

    mirstele en mi cuelloy en l preso quedaste,

    y en uno de mis ojos te llagaste.

    23.Cuando t me mirabas,su gracia en m tus ojos impriman

    por eso me adamabas,y en eso merecan

    los mos adorar lo que vean.

    24.No quieras despreciarme,que si color moreno en m hallast

    ya bien puedes mirarme,despus que me miraste,

    que gracia y hermosura en m dejas

    25.Cogednos las raposas,que est ya florecida nuestra via

    en tanto que de rosashacemos una pia,

    y no aparezca nadie en la campia

    26.Detente, cierzo muerto;ven, astro, que recuerdas los amore

    aspira por mi huerto,y corran tus olores,

    y pacer el Amado entre las flores

    Cntico espiritualSan Juan de la Cruz

    El escritor y telogo

  • 7/26/2019 Suplemento Aula Abierta 20080705_AA

    7/8

    Esposo:

    27.Entrado se ha la esposaen el ameno huerto deseado,

    y a su sabor reposa,el cuello reclinado

    sobre los dulces brazos del Amado.

    28.Debajo del manzano,all conmigo fuiste desposada;

    all te di la mano,y fuiste reparada

    donde tu madre fuera violada.

    29.A las aves ligeras,leones, ciervos, gamos saltadores,montes, valles, riberas,aguas, aires, ardores,

    y miedos de las noches veladores:

    30.Por las amenas lirasy canto de sirenas os conjuro

    que cesen vuestras irasy no toquis al muro,

    porque la esposa duerma ms seguro.

    Esposa:

    31.Oh ninfas de Judea!,en tanto que en las flores y rosales

    el mbar perfumea,poblad los arrabales,

    y no queris tocar nuestros umbrales.

    32.Escndete, Carillo,y mira con tu faz a las montaas,y no quieras decidlo;

    mas mira las compaasde la que va por nsulas extraas.

    Esposo:33.La blanca palomica

    al arca con el ramo se ha tornado,y ya la tortolicaal socio deseado

    en las verdes riberas ha hallado.

    34.En soledad viva,y en soledad ha puesto ya su nido,

    y en soledad la guaa solas su querido,

    tambin en soledad de amor herido.

    Esposa:35.Gocmonos, Amado,

    y vmonos a ver en tu hermosuraal monte y al collado,do mana el agua pura;

    entremos ms adentro en la espesura.

    36.Y luego a las subidascavernas de la piedra nos iremos

    que estn bien escondidas,y all nos entraremos,

    y el mosto de granadas gustaremos.

    37.All me mostrarasaquello que mi alma pretenda,

    y luego me darasall t, vida ma,

    aquello que me diste el otro da.

    38.El aspirar el aire,el canto de la dulce filomena,

    el soto y su donaireen la noche serena,

    con llama que consume y no da pena.

    39.Que nadie lo miraba,Aminadab tampoco apareca

    y el cerco sosegaba,y la caballera

    a vista de las aguas descenda.

    NOCHE OSCURACanciones del alma que se goza de haberllegado al alto estado de la perfeccin, quees la unin con Dios, por el camino de lanegacin espiritual.

    1.En una noche oscuracon ansias en amores inflamada

    oh dichosa ventura!sal sin ser notada

    estando ya mi casa sosegada,

    2.A oscuras y segura

    por la secreta escala disfrazada,oh dichosa ventura!a oscuras y en celada

    estando ya mi casa sosegada.

    3.En la noche dichosaen secreto que nadie me vea

    ni yo miraba cosasin otra luz y gua

    sino la que en el corazn arda.

    4.Aqusta me guiabams cierto que la luz del medioda

    adonde me esperabaquien yo bien me saba

    en sitio donde nadie apareca.

    5.Oh noche, que guiaste!Oh noche amable ms que la alborada!

    Oh noche que juntasteamado con amada,amada en el amado transformada!

    6.En mi pecho florido,que entero para l solo se guardaba

    all qued dormidoy yo le regalaba

    y el ventalle de cedros aire daba.

    7.El aire de la almenacuando yo sus cabellos esparca

    con su mano serenay en mi cuello hera

    y todos mis sentidos suspenda.

    8.Quedme y olvidmeel rostro reclin sobre el amado;

    ces todo, y dejme

    dejando mi cuidadoentre las azucenas olvidado.

    LLA MA DE AMOR VIVA

    1.Oh llama de amor viva,que tiernamente hieres

    de mi alma en el ms profundo centro!pues ya no eres esquiva,

    acaba ya si quieres;rompe la tela de este dulce encuentro.

    2.Oh cauterio suave!Oh regalada llaga!

    Oh mano blanda! Oh toque delicado,que a vida eterna sabey toda deuda paga!,

    matando muerte en vida la has trocado.

    3.Oh lmparas de fuegoen cuyos resplandores

    las profundas cavernas del sentidoque estaba oscuro y ciego

    con extraos primorescalor y luz dan junto a su querido!

    4.Cun manso y amorosorecuerdas en mi seno

    donde secretamente solo morasy en tu aspirar sabrosode bien y gloria lleno

    cun delicadamente me enamoras!

    COPLAS HECHAS SOBRE UN XTASISDE HARTA CONTEMPLACIN

    Entreme donde no supey quedme no sabiendo

    toda ciencia trascendiendo.

    1.Yo no supe dnde entrabapero cuando all me vi

    sin saber dnde me estabagrandes cosas entend

    no dir lo que sentque me qued no sabiendo

    toda ciencia trascendiendo.

    2. De paz y de piedadera la ciencia perfecta,en profunda soledadentendida va rectaera cosa tan secreta

    que me qued balbuciendotoda ciencia trascendiendo.

    3.Estaba tan embebidotan absorto y ajenado

    que se qued mi sentidode todo sentir privado

    y el espritu dotadode un entender no entendiendo

    toda ciencia trascendiendo.

    4.El que all llega de vero

    de s mismo desfallececuanto saba primeromucho bajo le parece

    y su ciencia tanto creceque se queda no sabiendo,toda ciencia trascendiendo.

    5.Cuanto ms alto se subetanto menos se entendaque es la tenebrosa nubeque a la noche esclarecapor eso quien la saba

    queda siempre no sabiendo,toda ciencia trascendiendo.

    6.Este saber no sabiendoes de tan alto poder

    que los sabios arguyendojams le pueden vencer

    que no llega su sabera no entender entendiendotoda ciencia trascendiendo.

    7.Y es de tan alta excelenciaaqueste sumo saber

    que no hay facultad ni cienciaque le puedan emprenderquien se supiere vencer

    con un no saber sabiendo,toda ciencia trascendiendo.

    8.Y si lo queris orconsiste esta suma ciencia

    en un subido sentirde la divinal esencia

    es obra de su clemenciahacer quedar no entendiendotoda ciencia trascendiendo.

    COPLAS DEL ALMA QUE PENA PORVER A DIOS

    Vivo sin vivir en my de tal manera espero

    que muero porque no muero.

    1.En m yo no vivo yay sin Dios vivir no puedo

    pues sin l y sin m quedoeste vivir qu ser?

    Mil muertes se me harpues mi misma vida esperomuriendo porque no muero.

    2.Esta vida que yo vivoes privacin de vivir

    y as es continuo morirhasta que viva contigo.

    Oye mi Dios lo que digoque esta vida no la quiero

    que muero porque no muero.

    3.Estando ausente de tiqu vida puedo tenersino muerte padecer

    la mayor que nunca vi?

    Lstima tengo de mpues de suerte perseveroque muero porque no muero.

    4.El pez que del agua saleaun de alivio no carece

    que en la muerte que padeceal fin la muerte le vale.

    Qu muerte habr que se igualea mi vivir lastimero

    pues si ms vivo ms muero?

    5.Cuando me pienso aliviarde verte en el Sacramentohceme ms sentimiento

    el no te poder gozartodo es para ms penary mi mal es tan entero

    y muero porque no muero.

    6.Y si me gozo Seorcon esperanza de verte

    en ver que puedo perdertese me dobla mi dolor

    viviendo en tanto pavory esperando como espero

    murome porque no muero.

    7.Scame de aquesta muertemi Dios y dame la vidano me tengas impedidaen este lazo tan fuerte

    mira que peno por verte,y mi mal es tan entero

    que muero porque no muero.

    8.Llorar mi muerte yay lamentar mi vida

    en tanto que detenidapor mis pecados est.

    Oh mi Dios! Cundo sercuando yo diga de vero

    que muero porque no muero?

    BIBLIO G RA FA

    -http://faculty-staff.ou.edu/L/A -Ro bert.R.Lauer-1/M istica.ht-http://ww w .los-poetas.com /f/biocruz.htm

    -Alvarenga,Luis.2004.La poesa m stica y San Juan de la C ruzC o Latino,Suplem ento C ultural Tres M il,seccin A ula A bierta

    sbado 21 de agosto del 2004.-San Juan de la Cruz.D octor de la IglesiaPerfiles biogrficos.La

    oscura,poesas y escritos m eno res por el santo.www.mercaba.org/FICHAS/Santos/juandelacruz.htm - 9k

    Portada del Lazarillo de Torm es,edicin de 1554.

  • 7/26/2019 Suplemento Aula Abierta 20080705_AA

    8/8

    D os jvenes se albergan en la casa de uno con cuyahija uno va acostarse,y su m ujer,sin advertirlo,se acuestacon el otro; el que estaba con la hija se acuesta con supadre y le cuenta todo, creyendo hablar con sucom pae ro; hacen m ucho albo roto, la m ujer,apercibindose, se m ete en la cam a de la hija y,consiguientem ente,con algunas palabras pacficas atodos.

    Calandrino, que otras veces haba hecho rer ala compaa, lo mismo lo hizo esta vez: y des-pus de que las damas dejaran de hablar de suscosas, la reina orden a Pnfilo que hablase, elcual dijo: Loables seoras, el nombre de laNiccolosa amada por Calandrino me ha trado a

    la memoria una historia de otra Niccolosa, la cualme place contaros porque en ella veris cmouna sbita inspiracin de una buena mujer evitun gran escndalo.

    En la llanura del Muone hubo, no ha muchotiempo, un hombre bueno que a los viandantesdaba, por dinero, de comer y beber; y aunqueera una persona pobre y tena una casa pequea,alguna vez, en caso de gran necesidad, no a to-das las personas sino a algn conocido alberga-ba; ahora bien, tena ste una mujer que era asazhermosa hembra, de la cual tena dos hijos: y eluno era una jovencita hermosa y agradable, deedad de quince o de diecisis aos, que todavano tena marido; el otro era un nio pequeitoque todava no tena un ao, al que la mismamadre amamantaba. A la joven le haba echadolos ojos encima un jovenzuelo apuesto y pla-centero y hombre noble de nuestra ciudad, el cualmucho andaba por el barrio y fogosamente laamaba; y ella, que de ser amada por un joven talcomo aquel mucho se gloriaba, mientras en re-tenerlo en su amor con placenteros gestos seesforzaba, de l igualmente se enamor; y mu-chas veces con gusto de cada una de las parteshubiera tenido efecto aquel amor si Pinuccio,que as se llamaba el joven, no hubiera sentidodisgusto en causar la deshonra de la joven y del. Pero de da en da multiplicndose su ardor,le vino el deseo a Pinuccio de reunirse con ella,y le vino al pensamiento encontrar el modo dealbergarse en casa de su padre, pensando, comoquien la disposicin de la casa de la joven saba,que si aquello hiciera, podra ocurrir que estu-viese con ella sin que nadie se apercibiese; y en

    Entrems Renacentista:El Decamern. Jornada Novena.Novela Sexta.

    PRIMER AO DE BACHILLERAT

    GIOVANNI BOCCACCIO

    cuanto le vino al nimo, sin dilacin lo puso enobra. l, junto con un fiel amigo llamadoAdriano, que este amor conoca, cogiendo unda al caer la noche dos rocines de alquiler yponindoles encima dos valijas, tal vez llenasde paja, salieron de Florencia, y dando una vuel-

    ta, cabalgando, a la llanura del Muone llega-ron siendo ya de noche; y entonces, como sivolviesen de Romaa, dndose la vuelta, hacialas casas se vinieron y a la del buen hombre lla-maron; el cual, como quien muy bien conoca alos dos, abri la puerta prontamente. Al quePinuccio dijo:

    -Mira, tienes que darnos albergue esta noche:pensbamos poder entrar en Florencia, y no he-mos podido apurarnos tanto que a tal hora comoes hayamos llegado. A quien el posadero repu-so:

    -Pinuccio, bien sabes qu comodidad tengopara albergar a hombres tales como sois voso-tros; pero como esta hora os ha alcanzado aquy no hay tiempo para que podis ir a otro sitio,os dar albergue de buena gana como pueda.

    Echando pie a tierra, pues, los dos jvenes, y

    entrando en el albergue, primeramente acomo-daron sus rocines y luego, habiendo ellos lleva-do la cena consigo, cenaron con el husped.Ahora no tena el husped sino una alcobita muypequea en la cual haba tres camitas puestascomo mejor el husped haba sabido; y no ha-ba, con todo ello, quedado ms espacio (estan-do dos a uno de los lados de la alcoba y la terce-ra contra el otro) que se pudiese hacer all nadasino moverse muy estrechamente. De estas trescamas, hizo el hombre preparar para los dos com-paeros la menos mala, y los hizo acostar; lue-go, despus de algn tanto, no durmiendo nin-guno de ellos aunque fingiesen dormir, hizo elhusped acostarse a su hija en una de las dosque quedaban y en la otra se meti l y su mu-jer, la cual, junto a la cama donde dorma pusola cuna en la que tena a su hijo pequeito. Yestando las cosas de esta guisa dispuestas, y ha-biendo Pinuccio visto todo, despus de algntiempo, parecindole que todos estaban dormi-dos, levantndose sin ruido, se fue a la camitadonde la joven amada por l estaba echada, y sele ech al lado; por la cual, aunquemedrosamente lo hiciese, fue alegremente aco-gido, y con ella, tomando el placer que ms ha-ba deseado, se estuvo. Y estando as Pinucciocon la joven, sucedi que un gato hizo caer cier-tas cosas, que la mujer, despertndose, oy; porlo que levantndose, temiendo que fuese otracosa, as en la oscuridad como estaba, se fue alladonde haba odo el ruido. Adriano, que enaquello no tena el nimo, por acaso por algunanecesidad natural se levant y yendo a satisfa-cerla se tropez con la cuna puesta por la mujer,y no pudiendo sin levantarla pasar delante, co-gindola, la levant del lugar donde estaba y la

    puso junto al lado de la cama donde l dorma; ycumplido aquello por lo que se haba levantado,volvindose, sin preocuparse de la cuna, en lacama se meti. La mujer, habiendo buscado yencontrado que aquello que haba cado al suelono era la tal cosa, no se preocup de encenderninguna luz para verlo mejor sino que, habien-do gritado al gato, a la alcobita se volvi, y atientas se fue derechamente a la cama dondedorma su marido; pero no encontrando all lacuna, se dijo:

    -Ay, desdichada de m! Mira lo que haca: afe que me iba derechamente a la cama de mishuspedes. Y yendo un poco ms all y encon-trando la cuna, en la cama junto a la cual estaba,junto a Adriano se acost creyendo acostarse con

    su marido. Adriano, que todava no se habadormido, al sentir esto la recibi bien y alegre-mente; y sin decir palabra tens la ballesta y ladescarg de un solo golpe con gran placer dela mujer. Y estando as, temiendo Pinuccio queel sueo le sorprendiese con su joven, habien-

    do el placer logrado que deseaba, para volver-se a dormir a su cama se levant de su lado y,yendo a ella, encontrando la cuna, crey queera aqulla la del husped; por lo que, avan-zando un poco ms, se acost con el husped,que con la llegada de Pinuccio se despert.Pinuccio, creyendo estar al lado de Adriano,dijo: -Bien te digo que nunca hubo cosa tandulce como Niccolosa! Por el cuerpo de Cris-to, he tenido con ella el mayor placer que nun-ca un hombre tuvo con mujer; y te digo que hebajado seis veces a la villa desde que me fui deaqu.

    El husped, oyendo estas noticias y no gus-tndole demasiado, se dijo primero: Qu dia-blos hace ste aqu?.

    Despus, ms airado que prudente, dijo:-Pinuccio, la tuya ha sido una villana y no

    s por qu tienes que hacerme esto; pero por elcuerpo de Cristo me la vas a pagar.Pinuccio, que no era el joven ms sabio del

    mundo, al darse cuenta de su error no corri aenmendarlo como mejor hubiera podido sinoque dijo:

    -Qu te voy a pagar? Qu podras hacer-me?

    La mujer del husped, que con su maridocrea estar dijo a Adriano: -Ay, mira a nues-tros huspedes que estn riendo por no s qu!Adriano, riendo, repuso:

    -Djalos en paz y que Dios los confunda: be-bieron demasiado anoche. La mujer, parecin-dole haber odo a su marido gritar y oyendo aAdriano, incontinenti conoci dnde haba es-tado y con quin; por lo cual, como discreta,sin decir palabra, sbitamente se levant, y co-giendo la cuna de su hijito, como ninguna luzse viese en la alcoba, por conjetura la llev jun-to a la cama donde dorma su hija y con ella seacost; y, como despertndose con el barullodel marido, le llam y le pregunt qu ria setraa con Pinuccio. El marido respondi:

    -No le oyes lo que dice que ha hecho estanoche con Niccolosa? La mujer dijo:

    -Miente con toda la boca, que con Niccolosano se ha acostado; que yo me he acostado aquen el momento en que no he podido dormir ya;y t eres un animal por creerle. Bebis tantopor la noche que luego sois y vais de acpara all sin enteraros y os parece que hacisalgo grande; gran lstima es que no os rom-pis el cuello! Pero qu hace ah ese Pinuccio?Por qu no se est en su cama? Por otra parte,Adriano, viendo que la mujer discretamente sudeshonra y la de su hija tapaba, dijo: -Pinuccio,

    te lo he dicho cien veces que no vayas dandovueltas, que este vicio tuyo de levantarte dor-mido y contar las fbulas que sueas te va atraer alguna vez una desgracia; vulvete aqu,as Dios te d mala noche!

    El husped, oyendo lo que deca su mujer ylo que deca Adriano, comenz a creer dema-siado bien que Pinuccio estaba soando; porlo que, cogindolo por los hombros, comenza menearlo y a llamarlo, diciendo:

    -Pinuccio, despirtate; vulvete a tu cama.Pinuccio, habiendo odo lo que se haba di-

    cho, comenz, a guisa de quien soase, a en-trar en otros desatinos; de lo que el husped serea con las mayores ganas del mundo. Al fi-nal, sintiendo que lo meneaban, hizo semblan-

    te de despertarse, y llamando a AdrianoEs ya de da, que me l lamas?

    Adriano dijo:-S, ven aqu.l, fingiendo y mostrndose muy somn

    por fin se levant de junto a su husped y

    vi a la cama con Adriano; y venido el dvantndose el husped, comenz a rerse ylarse de l y de sus sueos. Y as, de unaen otra, preparando los dos jvenes sus y poniendo sobre ellos sus valijas y habebido con el husped, montando de ncaballo se vinieron a Florencia, no mententos del modo en que la cosa haba suque de los efectos de la cosa. Y luego deencontrando otros modos, Pinuccio se encon Niccolosa, la cual afirmaba a su madste verdaderamente haba soado; por cosa la mujer, acordndose de los abraAdriano, a s misma se deca que era la haber velado.

    Nota: Husped, en el texto es equivahospedero, encargado o posadero.

    BIBLIO G RA FA-Alvarenga, Luis. 2004. Esa dichosa, lcid

    literatura.G iovanni Boccaccio yEl D ecam ern (III).

    D iario C o Latino,Suplem ento Cultural Tresseccin A ula A bierta,N o.24, sbado 24 de

    del 2004.

    CAFE CULTURALLA LUMBRE

    MIERCOLES 9 JULIO

    Voces Nuevas en la poesa

    JUEVES 10 de JULIO

    Sorpresivo

    VIERNES 11 JULIO

    Sorpresivo

    SABADO 12 JULIO

    Msica en vivo, las revelacione

    de ltima hora y del momento

    C alle Florencia y Av. Londres, N o 3Esquinita Am arilla, 1 cuadra al nort

    la Farm acia U no del BulevardC onstitucin, C olonia M iralvalle

    San Salvador.