SUPLEMENTO DOMINICAL - · PDF fileAño XIX / Número 1.018 ... perder a esperanza...

download SUPLEMENTO DOMINICAL -  · PDF fileAño XIX / Número 1.018 ... perder a esperanza e saber apreciar ... o reloxeiro o cial do campa-nario da igrexa e da casa do concello;

If you can't read please download the document

Transcript of SUPLEMENTO DOMINICAL - · PDF fileAño XIX / Número 1.018 ... perder a esperanza...

  • SUPLEMENTO DOMINICAL

    Diario de FerrolDomingo | 14.01.2018

    Ao XIX / Nmero 1.018

    Todos los secretos acaban emergiendo

    DE GANADOS Y HOMBRES, HUMANOS Y ANIMALES

    TRES ANUNCIOS EN LAS AFUERAS, ENTRE LOS PRINCIPALES ESTRENOS

    VENDETTA ENCABEZA LA LISTA GALLEGA DE DISCOS INDEPENDIENTES

    LIBROS

    CINE

    MSICA

    NGELES HUERTA ES LA DIRECTORA DE ESQUECE MONELOS, UN TRABAJO CUYA TRAMA RECORRE EL RO CORUS EN SU TOTALIDAD Y ALBERGA EL TESTIMONIO DE LOS QUE LO

    HABITAN EN EL RECUERDO Y LOS QUE DESCONOCEN QUE VIVEN SOBRE L

    EFE / Cabalar

    Nor

    des

    a

  • letr

    asAt

    lnt

    icas

    SUPLEMENTODOMINICAL

    14 DE ENERO DE 2018

    30 Vila melancola

    Non esta a primeira vez que traio a es-tas pxinas o nome de Alfonso Garca (Santa Luca de Gordn, 1946). Teo dito, e non cansarei

    de repetilo, que moito do que hoxe coecemos e apreciamos da litera-tura leonesa (das mellores do Estado espaol) se lle debe a este ensasta, docente e periodista, durante anos coordinador do referencial suple-mento Filandn (1985-2012) do Diario de Len e director do Insti-tuto Leons de Cultura (2000-2004), amais de entusiasta divulgador das excelencias da sa terra en volumes como Vive y descubre Len (2009) ou o anda recente Len, tierra de leyendas (2017).

    Mais, aln do seu impagable labor como profundador nas esencias da cultura leonesa, cmpre lembrar que Garca tamn un creador de alen-to, como demostran os seus inicios como poeta en Mi mundo (1968), o libro de relatos Tres cuentos leone-ses en La Habana (2014) e, sobre todo, as sas achegas ao mundo da escrita infantoxuvenil en ttulos como Pani-pls el elefante (1989) ou Un colegio redondo de cristal (1994).

    Pois ben, a estes ltimos hai que sumar La capital de los grillos, o volume narrativo ilustrado por Joa-qun Olmo e publicado por Eolas Edi-ciones co que o escritor regresa aos mundos da imaxinacin.

    Concibido como unha sorte de vidreira na que van espellando as aventuras de cinco mozos dunha pequena localidade leonesa, este conxunto de dez narracins breves debuxan o singular universo de El Quinto Pino, concello no que trans-corre a accin e que, por sincdoque, resulta un exemplo arquetpico de tantas poboacins espaolas do rural que ven como o seu mundo tradicio-nal esfarela e corre serio risco de des-aparicin ante o di cilmente reversi-ble problema do despoboamento.

    Decididos a non se resignar, os rapaces protagonistas procuran alternativas que revitalicen El Quin-to Pino, ao que, para comezar, queren modernizar dende o propio nome, propoendo mudalo polo de Capital de los Grillos, insecto moi presente nas sas eiras.

    O que logo se desenvolve son as dez entregas nas que vai dndose conta das iniciativas para a mudanza e renacer do lugar por parte dos intr-pidos mozos, que tanto idean instalar nela un Museo das Bolboretas coma descobren un tesouro enterrado. Polo medio imos coecendo os xenunos habitantes da localidade, todos eles expresivamente alcumados: don Bonifacio, o alcalde, alias El Moscas (pola xenreira que a estas garda, ata

    ARMANDO [email protected]

    andainas unha mensaxe clara: cm-pre apostar polo rural de noso, non perder a esperanza e saber apreciar o que a vida rstica ofrece e o herdo que atesoura.

    Narrado cunha prosa prstina, liberada de toda ganga manierista, a escrita de Alfonso Garca neste La Capital de los Grillos agrada pola sabia integracin de lecturas do xeito mis natural posible, o que fai que as citas a Borges, ao Lazarillo, a Blyton ou mesmo ao Casares de A galia azul resulten transparentes e nada rebuscadas, facilitando a lectura aos mis novos e non s.

    A melancola que deitan estas pxinas, a sabedora nas sentenzas, o no humor e a mensaxe esperanzada que re icten son un blsamo repara-dor para este mundo de urbanismo feroz e entolecido, unha chamada de atencin a prol da necesidade de conservar a riqueza da cultura tradi-cional, do contorno que a xerou e das persoas que a transmitiron. E que, como aprenden pronto os protago-nistas de La Capital de los Grillos, solo la perseverancia permite alcan-zar metas. Convn non esquecelo e seguir teimando nun mundo mellor.

    o punto de querer institur a gura do Inspector de Mosquitos para que lles dea caza); Angelina La Cana (dona do bar do lugar e nai de Emiliano El Matapardales, rapaz non moi espeli-do que un da, como grande ocorren-cia, decide organizar un concurso de O chorro do porrn que acaba moi malamente entre bbedos); Martn El Parlapoco; Anastasio ou Tasio El Agujas, o reloxeiro o cial do campa-nario da igrexa e da casa do concello; Raimundo El Sotanas (quen un da, a falta de hostias, deu a comun con galletas e favoreceu que os eis se burlasen pedndolles que tamn lles achegase un caf con leite con elas); Eduardo, mis coecido como El To Raposeras, voz crtica do pobo; Lus El Jeringas, o mdico; Felisa La Gallega e o seu llo Parrulo, comerciantes de ovos; Cleto o fontaneiro, alias El Tuer-cas; Agripina La Dulce, panadeira e reposteira; Felipe Gmez El Trampas, tafur de bar, ou Cipriano El Manitas, tamn El Chapuzas, empregado mul-titarefa do concello.

    Este ben variado elenco cruza os seus camios cos cinco protagonis-tas, conxurados en facer revivir a sa vila, transmitndonos coas sas

    LA CAPITAL DE LOS GRILLOSALFONSO GARCAEolas Ediciones, 2017

    Alfonso Garca

  • SUPLEMENTODOMINICAL

    14 DE ENERO DE 2018laEntrevista31

    ngeles Huerta (Gijn, 1974) vive en Galicia desde 2002, aunque no fue hasta una dcada ms tarde cuan-do escuch hablar, por primera vez, del ro Monelos; un arroyo que daba vida a la ciudad de A Corua hasta que empez su canalizacin y olvido hace medio siglo. El ro sepultado de A Corua simboliza en la pelcula Esquece Monelos los secretos per-sonales ms ntimos que en ocasio-nes, como la corriente cuando llueve en la ciudad, salen a la super cie con inusitada violencia.

    Esta doctora en literatura asoci pronto la historia del ro con una experiencia ntima, incluso de cri-sis que viva entonces, cuando vio de cerca el proceso de prdida de memoria de los mayores acompaa-do por la sensacin de desamparo que trae la madurez y el miedo de que pueda ocurrirle a uno.

    Cmo comenz este proyecto?Cuando me hablan de un ro sepulta-do y oculto, como una cloaca, enton-ces algo se une en mi cerebro y lo veo como una metfora de las conexio-nes neuronales y la memoria que vamos perdiendo. Me pareci boni-to poder hablar de esas corrientes subterrneas y convertirlas en una metfora de esos secretos ms nti-mos y personales.

    Cmo sera esa metfora?Es como eso de lo que no queremos hablar de nosotros mismos, que ocul-tamos, pero que en un momento, como ocurre a veces cuando llueve demasiado con el ro canalizado, sale a la super cie con inusitada violen-cia. Con esa premisa empez el pro-yecto de Esquece Monelos en 2014, cuando conoc a Antn Nez con

    quien rma el guin, aunque hasta nales de 2015 no empez un rodaje que termin en el ao 2016, con ayu-da del Ayuntamiento de A Corua, la Diputacin y la Xunta y la produccin de Danga Danga Audiovisuais.

    Cul es la trama de esta pelcula docu-mental?La trama recorre el ro desde que nace hasta su desembocadura y alberga el testimonio de personas que lo habi-tan en el recuerdo y otras que hoy desconocen que viven sobre l.

    Paralela a la metfora de ese mie-do ante la prdida de la memoria y de identidad est la trama en la que se recorre un ro oculto y una ciudad en su eje temporal, con los cambios que llevaron a convertir un vergel en hor-mign. Por eso el documental tiene una parte poltica porque al hablar de la ciudad aparecen conflictos sociales debido a que el crecimiento urbanstico en cualquier sitio es un acto de violencia.

    MIGUEL LVAREZFotos: EFE/ Cabalar

    Asoci la historia del ro con una experiencia ntima, cuando vi de cerca el proceso de prdida de memoria de los mayores

    La historia del desarrollismo urbano es exportable a cualquier otro punto de Galicia o Espaa

    El ro sepultado de A Corua simboliza los

    secretos ntimos en una pelcula

    NGELES HUERTACINEASTA

    Es una historia local o se puede aplicar a otras ciudades?En el largometraje est contempla-da la historia del desarrollismo de A Corua, pero es exportable a cual-quier otro punto de Galicia y de Espa-a. Da una idea del pacto de silen-cio sobre el que est construida una ciudad, que podra ser cualquiera de Espaa.

    El documental ya ha triunfado en los Premios Mestre Mateo, en las categoras de mejor fotografa, mejor documental y mejor montaje; y tambin ha funciona-do muy bien fuera de Espaa... S, creo que es porque los procesos violentos inherentes al crecimiento urbanstico son internacionalmente compartidos. Las identidades de las ciudades estn edi cadas sobre un pacto de silencio, un silencio al que doy voz en este trabajo. En Espaa el peso del silencio tiene otro valor, sobre todo en los ltimos cincuenta aos, abunda sobre una situacin en que impera la omert, como sucede con los aspectos ms ntimos de las personas.

    Esos secretos que tenemos al nal siempre acaban emergiendo. Todos seleccionamos e igual que hay olvi-dos involuntarios, otros son volunta-rios que vienen con la construccin de nuestra identidad personal. Eso trasladado a una escala ms amplia sucede en ciudades, comunidades y pases.

    La pelcula, con una estructura comple-ja que su montadora, Sandra Snchez, ha conseguido convertir en tremenda-mente clara, ya ha llegado a los cines gallegos y viajar por toda Espaa...S, esta es la fase que ms ilusin me hace, con la que espero que la histo-ria viva, aunque oculta, de la ciudad de A Corua lleve a la re exin ms honda del espectador acerca de s mismo y de todo lo que lo rodea, est en la ciudad que est.

  • mi

    sLib

    ros

    SUPLEMENTODOMINICAL

    14 DE ENERO DE 2018

    32

    Consecuencia, secue-la ou ronse