Suplemento Panóptico (Edición Especial) - Crónicas de Sta. Martha Acatitla

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Lo que se lee… A los que roban, se les encarcela; a los que violan, se les encarcela; a los que matan, también. ¿De dónde viene esta extraña práctica y el curioso proyecto de encerrar para corregir, que traen consigo los Códigos penales de la época moderna?, ¿una vieja herencia de las mazmorras de la Edad Media? Más bien una tecnología nueva: el desarrollo del siglo XVI al XIX, de un verdadero conjunto de procedimientos para dividir en zonas, controlar, medir, encauzar a los individuos y hacerlos a la vez “dóciles y útiles”. Vigilancia, ejercicios, maniobras, calificaciones, rangos y lugares, clasificaciones, exámenes, registros… Una manera de someter los cuerpos, de dominar las multiplicidades humanas y de manipular sus fuerzas, se ha desarrollado en el curso de los siglos clásicos, en los hospitales, en el ejército, las escuelas, los colegios o los talleres: la disciplina. El siglo XIX inventó sin duda las libertades, pero les dio un subsuelo profundo y sólido: la sociedad disciplinaría de la que seguimos dependiendo. (Vigilar y castigar, M. Foucault). Lo que se piensa… Nuestra sociedad se redime a partir de señalar a “los desviados”, los que tienen que ser castigados, corregidos, rehabilitados y luego reinsertados… Y nosotros, nosotros somos buenos porque nunca hemos dejado de ser “normalitos”, porque nunca hemos desafiado la norma o al menos no nos han atrapado en el acto. Cualquiera podría estar ahí ¡claro! menos los ricos; la cárcel está hecha para los pobres, para los que protestan, los que se revelan al poder, a las normas y a la moral, pero… ¿quién hace las normas, quién está en el poder y qué intereses tienen?, ¿acaso no son una especie de criminales de cuello blanco que sustentan una lucha por mantenerse ahí, que buscan una acumulación de bienes, poder y placeres? Se criminaliza aquellas conductas que afectan los intereses de los grandes empresarios, de los políticos corruptos, de la delincuencia policiaca; y se lavan las manos inventando historias donde ellos son los buenos. Y nosotros, que somos “normalitos”, miramos a estos criminales de cuello blanco y los criticamos desde nuestro engaño, y de paso a los “desviados”, aquellos que de plano ya los torcieron y encerraron, y los culpamos de todos los males, de la situación social tan conflictiva; pero no miramos hacia nosotros mismos, a ese individualismo que aprendimos para sobrevivir en esta selva de asfalto, que nos vuelve contra los demás, que nos hace ser ojetes… y gastamos nuestro tiempo compitiendo, envidiando, chismeando, estudiando las técnicas de cómo ganar más y trabajar menos. Seamos críticos y empecemos por nosotros mismos, seamos reflexivos y vayamos mas allá de la inmediatez de las cosas, resistamos desde donde andemos, desde donde estemos, busquemos ser libres y apoyemos a los que deseen ser libres; porque pareciera que estamos adormecidos, alienados con tanta televisión, con tanta religión, con tanto placer, y no nos damos cuenta que somos nosotros los que creamos esta situación, esta exclusión, este conflicto; porque desde pequeños nos enseñan a obedecer sin preguntar, a no desafiar a las autoridades para evitar el castigo, a ser útiles al sistema, a buscar los arquetipos y la moda -y de paso la media- y nos convencieron con sus técnicas de encausamiento, con su pedagogía del control, con sus discursos normalizadores, con esta manipulación mediática, con la mercadotecnia y estos miedos. Necesitamos formas alternas de educación, de interacción, de organización y participación social; nuevas formas de configurar esta sociedad, que se construyan a partir de las diferentes visiones y realidades experimentadas; abrir espacios de expresión, donde la sociedad hable por misma, el acercamiento a la realidad social, el afuera de las aulas y los cubículos del “conocimiento”, prestando atención a las diferentes expresiones humanas, escuchando las voces que han sido calladas, los cuerpos que han sido confiscados, el encuentro con la realidad más allá de los libros, de las cátedras y la pedantería universitaria, la construcción de la realidad social desde la sociedad misma, donde no se excluyan estos discursos, estas experiencias, estos mundos y saberes que confluyen en nuestra realidad total. 8 DE OCTUBRE DE 2012 Por S.N.F.R. CONTINÚA EN LA PÁGINA DOS Fotografía: Eréndira Lumbreras González - The Instrumental Ska-Band Fotografía: Eréndira Lumbreras González - La banda del Ceresova

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Edición Especial de Suplemento Panóptico dedicada a la visita panóptica al Penal de Sta. Martha Acatitla, con imágenes y testimonios proporcionados por los asistentes.

Transcript of Suplemento Panóptico (Edición Especial) - Crónicas de Sta. Martha Acatitla

Lo que se lee…

A los que roban, se les encarcela; a los que violan, se les encarcela; a los que matan, también. ¿De dónde viene esta extraña práctica y el curioso proyecto de encerrar

para corregir, que traen consigo los Códigos penales de la época moderna?, ¿una vieja herencia de las mazmorras de la Edad Media? Más bien una tecnología nueva: el desarrollo del siglo XVI al XIX, de un verdadero conjunto de procedimientos para dividir en zonas, controlar, medir, encauzar a los individuos y hacerlos a la vez “dóciles y útiles”. Vigilancia, ejercicios, maniobras, calificaciones, rangos y lugares, clasificaciones, exámenes, registros… Una manera de someter los cuerpos, de dominar las multiplicidades humanas y de manipular sus fuerzas, se ha desarrollado en el curso de los siglos clásicos, en los hospitales, en el ejército, las escuelas, los colegios o los talleres: la disciplina. El siglo XIX inventó sin duda las libertades, pero les dio un subsuelo profundo y sólido: la sociedad disciplinaría de la que seguimos dependiendo. (Vigilar y castigar, M. Foucault).

Lo que se piensa…Nuestra sociedad se redime a partir de señalar a “los desviados”, los que tienen que ser castigados, corregidos, rehabilitados y luego reinsertados… Y nosotros, nosotros somos buenos porque nunca hemos dejado de ser “normalitos”, porque nunca hemos desafiado la norma o al menos no nos han atrapado en el acto. Cualquiera podría estar ahí ¡claro! menos los ricos; la cárcel está hecha para los pobres, para los que protestan, los que se revelan al poder, a las normas y a la moral, pero… ¿quién hace las normas, quién está en el poder y qué intereses tienen?, ¿acaso no son una especie de criminales de cuello blanco que sustentan una lucha por mantenerse ahí, que buscan una acumulación de bienes, poder y placeres? Se criminaliza aquellas conductas que afectan los intereses de los grandes empresarios, de los políticos corruptos, de la delincuencia policiaca; y se lavan las manos inventando historias donde ellos son los buenos. Y nosotros, que somos “normalitos”, miramos a estos criminales de cuello blanco y los criticamos desde nuestro engaño, y de paso a los “desviados”, aquellos que de plano ya los torcieron y encerraron, y los culpamos de todos los males, de la situación social tan conflictiva; pero no miramos hacia nosotros mismos, a ese individualismo que aprendimos para sobrevivir en esta selva de asfalto, que nos vuelve contra los demás, que nos hace ser ojetes… y gastamos nuestro tiempo compitiendo, envidiando, chismeando, estudiando las técnicas de cómo ganar más y trabajar menos.

Seamos críticos y empecemos por nosotros mismos, seamos reflexivos y vayamos mas allá de la inmediatez de las cosas, resistamos desde donde andemos, desde donde estemos, busquemos ser libres y apoyemos a los que deseen ser libres; porque pareciera que estamos adormecidos, alienados con tanta televisión, con tanta religión, con tanto placer, y no nos damos cuenta que somos nosotros los que creamos esta situación, esta exclusión, este conflicto; porque desde pequeños nos enseñan a obedecer sin preguntar, a no desafiar a las autoridades para evitar el castigo, a ser útiles al sistema, a buscar los arquetipos y la moda -y de paso la media- y nos convencieron con sus técnicas de encausamiento, con su pedagogía del control, con sus discursos normalizadores, con esta manipulación mediática, con la mercadotecnia y estos miedos.

Necesitamos formas alternas de educación, de interacción, de organización y participación social; nuevas formas de configurar esta sociedad, que se construyan a partir de las diferentes visiones y realidades experimentadas; abrir espacios de expresión, donde la sociedad hable por sí misma, el acercamiento a la realidad social, el afuera de las aulas y los cubículos del “conocimiento”, prestando atención a las diferentes expresiones humanas, escuchando las voces que han sido calladas, los cuerpos que han sido confiscados, el encuentro con la realidad más allá de los libros, de las cátedras y la pedantería universitaria, la construcción de la realidad social desde la sociedad misma, donde no se excluyan estos discursos, estas experiencias, estos mundos y saberes que confluyen en nuestra realidad total.

8 DE OCTUBRE DE 2012

Por S.N.F.R.

CONTINÚA EN LA PÁGINA DOS

Fotografía: Eréndira Lumbreras G

onzález - The Instrumental Ska-Band

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Disco grabado en vivo en el Carnegie Hall en Nueva York el 30 de marzo de 1974. En 2001, Q magazine lo nombró como uno de los 50 álbumes más pesados de todos los tiempos. Un disco indispensable para pintar, la fluidez de su música logra una atmósfera ideal para trabajar en el estudio, no puedo hablar de una pieza única ya que el disco es como un libro dividido por capítulos, de ahí la importancia de escucharlo completo, una pieza complementa a otra, de principio a fin se pueden leer las notas como colores de un gran cuadro de melodías densas que transportan e hipnotizan, recomendado para escuchar en la soledad de la madrugada, ver de frente tus demonios e invitarlos a bailar.

Los músicos que acompañan a John coltrane en este disco son McCoy Tyner en el piano, Jimmy Garrison en el contrabajo y Elvin Jones en la batería. Hablar de este disco es hablar de la capacidad de coltrane para crear verdaderas obras maestras conceptuales, la espiritualidad encerrada en el total del disco, la fuerza armónica que genera el choque entre las diferentes notas que salen de los instrumentos cual planetas en formación, el orden dentro del caos, así explicaría la dimensión de este disco, una armonía salida desde lo más profundo de su ser construida por cuatro mentes brillantes y libres que crean un laberinto emocional del que no querrás salir, el título de las canciones da la pauta para entrar en esa nave interestelar y contemplar la inmensidad, al subir ya no hay retorno, recomendado para saciar esa sed que genera la razón, música que no se entiende, se siente y llena.

Miles Davis - Dark MagusColumbia Records (Estados Unidos, 1997)

John Coltrane - Interstellar SpaceImpulse! (Estados Unidos, 1974)

E D I T O R I A L

L uego de realizar una visita al CERESOVA de Santa Martha Acatit la en el pasado mes

de Septiembre, en Suplemento Panóptico sentimos la necesidad de dar a conocer a nuestros lectores la rica experiencia que tuvieros algunos de nuestros integrantes en dic ha visita a través de imágenes capatadas ahí, así como reflexiones escritas.

Además de los panópticos, también nos acompañaron a esta visita la banda de jazz The Instrumental ska-band , la banda de blues Sr. Mandril , así como

los compañeros del proyecto l i terario de La Charola. La idea era asist ir para participar en una clausura de talles de adicciones y de creatividad que se imparten a los internos, y recibimos la invitación por parte de trabajadoes del Penal, los cuales son ex alumnos de la UNAM y con quienes gestionamos un número anterior

También en esta edición se incluye, como ya es costumbre, el fotoensayo de Difusión Cultural, así como el anuncio de nuestra próxima columna escrita en revista Babel, esto en su próxima edición del mes de Noviembre.

1. “Yo no tengo para pagar un abogado y no se le da seguimiento a mi caso, llevo tres años esperando sentencia”.

2. “Me pusieron ‘un cuatro’ y el Lic., el que organizó la movida, anda afuera trabajando como si nada”.

3. “Me torcieron con otros en la 21 de “Chucho Carranza” armando un poco de ‘suave’, era para un doctor que le da pánico entrar a los barrios y me mandaba por ella, todos saben que se vende ahí… los policías y los que venden tienen una especie de convenio, todos ganan en este negocio, algunos nos toca el papel del chivo expiatorio”.

4. “Andaba robando por eso me encerraron. Mi escuela fue el barrio, los jefes jalando y ni aun así nos alcanzaba… Yo deseaba lo que salía en la tele, los lujos que te hacen sentir bien, todo el barrio tiene tecnología de punta, de ‘a roberto’, pero la tiene; es un modo de vida, y si los diputados y el pinche presidente roba ¿porque yo no? así se han hecho de sus casas y sus empresas, la diferencia es que ellos tienen licencia y lo hacen legalmente”.

5.- “Date las tres compa… Qué chido que vinieron, carnal, aquí nos hacen falta eventos culturales, donde podamos tener contacto con el exterior. Yo di una ‘feria’ para que me dejaran entrar a esta área del ‘toquín’ y poder cotorrear un rato, ya sabes aquí todo te cuesta, desde una cobija, comida decente… quien tiene ‘feria’ obtiene lo que quiere; todo se vende, desde un cigarro hasta la libertad, el pedo es llegarle al precio”

6. “Deberían de ir al de mujeres, ahí las ‘compitas’ están olvidadas. Aquí ves un chingo de gente porque la mujer es más fiel, vienen nuestras madres, esposas, amantes, hijos y demás; aún encerrado, vienen a visitarnos, nos traen de comer… y

allá, allá nadie se acuerda de ellas, nomas’ las encierran y todos se olvidan de ellas. En fin, qué chido que vienen, por un rato se nos olvida que estamos encerrados” .

7.-“Esos del grupo de hip hop son pinches fresas, tiene ‘feria’ y por eso tienen sus instrumentos, su estudio de grabación , sus contactos con los licenciados de aquí; son una especie de elite de internos, los que no tenemos nada ni a nadie estamos jodidos, hay muchos que escriben, muchos artistas, muchos tienen talento, pero nomas’ ‘los de feria’ tienen acceso a esos privilegios”.

8.- “Yo digo que los que deberían estar encerrados, andan afuera, metidos en la política, en los grandes negocios de las armas, narcotráfico y la guerra; los que estamos aquí, no digo que seamos inocentes, pero esto nos tocó vivir” .

9.- “¡Pinches estudiantes fresas, pinches burguesillos!”.

Lo que queda entre pláticas, pintas, música y gallos...

VIENE DE LA PORTADA

Fotografía: Eréndira Lumbreras G

onzález - Echándose una pinta

Fotografía: Martha Galván

“Qué chistoso” -pienso mientras no puedo dormir y vamos rumbo al penal. Me preguntaba “por qué”, por qué cuando a todos les dije que iría

a Santa Martha, me decían: ¡Órale, qué chido! No sé, llegué a pensar que lo hacían porque ir en una condición de visitante, estudiante y fotógrafa, mas no de pariente o delincuente, le daba más peso a la acción, como si los visitados fueran objetos albergados en la inmundicia de la “justicia”, presos de su contexto y sociedad.

Era como ir al cine a ver una serie de secuencias, empezando por la nuestra para, quienes íbamos, comenzar a convivir. No llevábamos todo completo, por alguna razón nos faltó un color o un papel; pensamos que la situación del penal era un día de picnic, de buenaventura y de sacramento. Llegué a pensar que a veces vamos con la idea de que somos nosotros quien los va a salvar de la cotidianidad y desventura, cuando en realidad no nos damos cuenta que somos víctimas también de ese “capisistema”.

Después de algunos tapujos de protocolo de seguridad, con dos y tres sellos ultravioletas, entramos hasta el llamado Auditorio. La incertidumbre me colmó de un gesto inconcluso y temeroso. Ellos decían: “baratas se las dejo” (bolsas de plástico hechas con envolturas de “Sabritas”); o la entrada triunfal: “ahí viene el ¡Bob Marley, ahí viene el Bob Marley!” Cuando volteo, veo a uno de nuestro grupo, con sus rastas. Entramos por aquella puerta, por “la pasarela” como le llaman; por ahí entran y salen sus visitas, sus mujeres, sus hermanas, sus esposas, sus hijos y sus padres. Respecto a eso de las visitas, el psicólogo nos comentó: “Por eso vuelven a delinquir, las mujeres nunca los abandonan, más bien los apapachan”. .

Qué diferente era todo: los internos te chocan la mano, te preguntan de dónde vienes, te muestran el camino… ¡bueno! sólo algunos, los otros se quedaron en unas palapas de concreto en donde tenían dónde sentarse y almorzar; donde la madre, la hija o la hermana les había puesto un mantel para servirse un mole o pollo con salsa verde. Pasé justo cuando dos hombres empujaban

ese trenecito, el que les llegaba hasta el pecho y en donde -quizás- iban sus hijos. Me dejé llevar hasta el centro del auditorio, mi paradigma cayó muerto en ese instante: vi puestos de comida, plátanos con crema, churros, cigarros chinos “de a baro”, quesadillas, fruta… y en cada uno de los changarros un reo atendiéndolo. Había de todo: el limpiabotas, el payaso, el que te vende las pulseras, el padrote (dicen), el rehabilitado, el estudioso, el músico, el tatuador y hasta el solitario; en aquel espacio, fue ver el reflejo de la sociedad, el escenario donde nosotros éramos las visitas.

Omar, uno de los internos, nos recibió alegremente; comentaba que él, junto a otros compañeros, tiene un grupo de música, que han ganado un premio y que ya tienen varios discos. Mientras tanto, el grupo Ska Bad instalaba sus instrumentos. En el trascurso de ese tiempo, ellos me contaban de su música, del hip hop, del reggae… terminaron abriendo aquel cierre de cultura y literatura. Vi las ganas de contar sus vidas, sus experiencias, sus historias.

Pavel, un chavo de 27 años, lleva seis años en Santa Martha; a él lo agarraron por venta y robo de automóviles. Ingenuamente, le pregunté cuál era el más fácil de robar, a lo que me respondió que “todos…” (Me quedé extrañada) “…con una pistola y con madrazos todos son fáciles de robar”- me dijo. Ahora se dedica a pintar y hacer tatuajes, con lo que saca baro para las compras dentro del reclusorio: “como todo, la cárcel también es un bussines… yo cobro por pintarles la piel o su lugar donde duermen, otros pagan por droga o por alcohol, por mujeres o por comida”. Indignada me puse cuando me comentó que hasta tres mil pesos les cobra

un puerco por llevarles alcohol… “¡qué caro!” señalé- “Y ¿qué mas les cobran caro? -pregunté “Hey, morra, no se te olvide que estamos en la cárcel, yo veo eso más como un truque, no como un agandalle”… Lo miré.

Cada vez más se acercaban para pedirme fotos, muchos las querían para la novia, para la tía, para la esposa, para los padres; otros más querían la foto del tatuaje, la foto en el grafiti o la foto con el toque… Sí, también hubo quien no quería la foto, sobre todo el que traía a las dos mujeres abrazadas, o ese que tenía el tatuaje de la calavera con patas de alacrán y tenis Jordan… “la cara no, la cara no” puntualizó energético.

Me regalaron un disco donde venían sus 9 de FC y el toquín en vivo de ese día… “Wow…¿dónde estoy?”-pensé. Me enseñaron su estudio de grabación y me escribieron algunas páginas de youtube donde podía verlos; muchos me preguntaron si tenía facebook o correo electrónico… Y yo sin pensar en aquel trayecto de Querétaro hasta Iztapalapa si los internos tenían facebook, ¿por qué?

La mayoría llevan entre siete y ocho años dentro de Acatitla y casi todos son jóvenes; el más viejo, dijo una vez el psicólogo, tendrá cuarenta y tantos, todos los demás tienen entre veintitrés y veintinueve años.

Llegó la hora de irnos, de guardar la cámara, de dejar la plática, de intercambiar, de añorar, de soñar. Cruzamos la pasarela, pasamos los infrarrojos, los policías y algunos dormitorios. Para ellos terminó la visita, para nosotros: la experiencia.

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U n pasil lo largo nos conduce hasta el lugar donde conviven

famil iares e internos; puedo sentir e l peso de sus miradas, se cuelgan de mis hombros hasta invadirme en una enorme ansiedad. Luego de un desafío de miradas, surgen las primeras palabras: “Hey, v inimos a traerles un poco de musiquita , a pasar un buen rato” -expreso en forma de saludo.

En los alrededores de una cancha se han colocado algunos puestos de comida, de garnachas y dulces , que son atendidos por las mismas famil ias de los internos.

“Órale , ¿tú vas a tocar?”- me pregunta Oscar, un interno que, por haberse robado una ranf la , l leva ya tres años en el Centro de Readaptación Social Varonil , de Santa Martha Acatit la (CERESOVA) -“No, yo colaboro con un suplemento… mira, este es un número hecho por textos de ustedes” - contesté . En ese momento le entrego un “Panóptico” junto con una revista de los compas de la

“Charola Literaria”.El cotorreo sigue y s igue; otros internos se acercan y nos plat ican de su proyecto de hip hop y reggaetón, e l cual se l lama “Fuera de Control” ( y entonces comprendo que es sólo a través de la música y de un “buen gal lo” que han podido sobrevivir el encierro) .

“Yo l levo 14 años aquí , me acusan de intento de homicidio , pero yo sólo me defendí… y es que él ya me había puesto la pistola en la cabeza” -declara otro integrante de la banda de “Fuera de Control”, quien repite varias veces que “cometió un error”.

¿No es el Estado el primero en cometer faltas por no haber ofrecido las condiciones necesarias para que cualquier individuo pudiera desarrol larse íntegramente? , ¿acaso el Estado brindó una buena educación, cultura , deporte o trabajo para evitar que cualquier persona -tú , yo , é l - cometiéramos algún acto de del inquir? Por donde miren mis ojos , no hal lo a los

empresarios que han robado más de una ranf la , como Oscar; ¿dónde están los presidentes que han mandado asesinar a pueblos enteros por la ambición de sus t ierras , de sus recursos naturales?

Todo es una doble moral , y es que los penales no son más que espacios que just i f ican el trabajo de un Estado fal l ido, e l pretexto perfecto para decir que se trabaja en materia de seguridad.

El t iempo se transforma conforme las nubes se van moviendo. El color del c ielo se ha hecho más opaco y ahora me siento igual que el los… tan l imitada de mi espacio , de mis decisiones , de mi educación, de mi salud… Y la vis ita ha terminado.

Muy pocos de nosotros tenemos la oportunidad de percibir diferentes ambientes a los entornos que

comúnmente nos encontramos; sin embargo, la profesión de pseudo periodista y músico me ha dado la oportunidad de explorar y conocer grandes personas y organizaciones con una actitud diferente a lo que actualmente padecemos la mayoría de las personas.

Un día común y corriente del Queretaroots, un grupo de jóvenes universitarios se disponen a partir hacia la gran ciudad: el objetivo era realizar una presentación musical, intercambio de experiencias, realización de una manta y la experiencia del poder ingresar a un reclusorio, en este caso su nombre era: Santa Martha Acatitla.

Entre los integrantes de esta experiencia se encontraban los integrantes de Instrumental Ska Band, Suplemento Panóptico y otros compañeros igual de importantes, desde grandes músicos, fotógrafos, hasta periodistas, todos con la firme intención de una tarde de mucho aprendizaje.

La entrada al penal fue un poco difícil por algunos problemas: la falta de identificación de un compañero, los diferentes filtros por los que tuvimos que pasar y por fin el ingreso por un pasillo donde diferentes reos se van acercando para saludarnos y ofrecernos algunos de los artículos que ellos mismos elaboran. Después todo fue una especie de fiesta y una calurosa bienvenida por cada uno de los presentes.

Una de las cosas interesantes dentro del penal fue observar que varios de los presos tenían puestos de comida para todas las personas. Cabe aclarar que el día que asistimos fue “el de día de visitas”, por lo tanto había desde bebés, niños jugando por todos lados, abuelitas trayendo postres y deliciosas comidas preparadas por cada una de las madres presentes. De verdad que fue una experiencia que

no cualquiera tiene la oportunidad.

En la parte musical escuchamos una gran banda creada dentro del penal, la cual tiene sus orígenes en el hip hop y se hacen llamar “Fuera de Control”. Varias de las letras de estos muchachos tienen un mensaje social bastante interesante y fuerte contra todas aquellas cosas que suceden dentro del penal y que no son mostradas.

Después tocó turno a su servidor con la Instrumental Ska Band, quienes al ritmo que hiciera popular a Jamaica, logramos una conexión con el público presente; mientras otros realizaban la pinta de la manta que se llevaba para llevarnos un poco de toda la experiencia vivida esa tarde, y otros tantos platicando con diferentes presos gustosos de compartir experiencias con los invitados.

La tarde fue espléndida, hubo una conexión humana entre cada uno de nosotros, cada una de las personas que conocimos esa tarde… nos dieron la oportunidad de percibir por lo menos un poco de lo que es vivir dentro del reclusorio y que a pesar de eso muchos mantienen las ganas de convivir con los invitados, platicarles un poco de lo que eran y lo que son como personas.

Al terminar de tocar, vino la sesión fotográfica con cada uno de ellos, la sensación de una despedida tan pronto se hacía presente. Por mi parte, el diálogo con varios de ellos fue indispensable para la creación de estas líneas; uno de ellos en especial nos regaló un cuadro con una técnica denominada “arte basura”, la cual consistía en palabras del creador, todos aquellos residuos que la gente deja sin usar. El cuadro era una especie de Emiliano Zapata en tiempos modernos y actualmente ya tiene un lugar dentro de la cueva panóptica.

Al final, la despedida fue difícil… son grandes personas que están –lamentablemente y a causa del sistema en el que vivimos- encerrados; algunos por toda su vida, otros a pocos meses de salir, pero algo es claro: ahí existen otras cosas que no necesariamente son violencia y corrupción, ahí hay amor por la música y por las letras. De antemano, un gran y caluroso abrazo a todas las personas tan grandes que conocimos esa tarde. A nosotros nunca se nos olvidará ésta gran experiencia.

Paz y Amor.

Cuando se te va la libertad ¡solita llega! Entrando a este lugar todo se detiene, es como si la sangre dejara de correr por las

venas, como si el aire que respiras dejara de ser tuyo, ¡ya nada te pertenece!

Nadie dijo nunca que la vida sería fácil, y menos en este lugar donde los problemas nunca terminan, llegan minuto a minuto, día a día. Se lucha con lo que se tiene, te mantienes con lo que deseas y sobrevives con las carencias de los demás. Así es como se pasan los días en este lugar al que han caído y caerán miles de personas más, por cometer uno o varios errores en cuanto a su comportamiento externo en sociedad.

Todos en este lugar han sido condenados por las leyes que rigen el comportamiento del hombre en sociedad, mismas que se han ido creando y modificando con el paso del tiempo, unas absurdas, otras que no se aplican a todos en general (esto debido a tu estatus económico, político o social en el que te encuentres al momento de la infracción).

La rutina en este lugar es lo que los mantiene cuerdos: unos pintan, escriben, hacen manualidades, realizan un oficio, hacen ejercicio; otros hacen música, lo que sea es bueno para pasar el rato. No hacer nada en este lugar es dejarse morir lentamente, es dejar de existir hasta para ti mismo, la actividad es lo que te mantiene vivo.

Basta con que te cuenten su experiencia personal del porqué llegaron aquí para darse cuenta de

que nadie está exento de los errores que te cambian la vida, y darnos cuenta también de las carencias que tiene el sistema jurídico con la sociedad en general.

Las visitas llegan cada semana para darles un abrazo, un beso, una buena o mala noticia que haya sucedido afuera, pero siempre se van; las visitas son -para muchos- la razón de sobrellevar las cosas para esperar salir, nunca se sabe si los volverás a ver, es la ilusión lo que los mantiene.

Dentro se puede conseguir hasta con más facilidad lo que afuera es ilegal, o por lo que muchos están ahí; es una zona de sobrevivencia en la que no dejan de llegar los vicios a las manos de todos, y es que para algunos las drogas siguen siendo ese camino que facilita la estancia, las drogas hacen presencia todo el tiempo, no los dejan y ellos no las dejan.

Muchas carencias salen a relucir al entrar a este lugar: falta de educación, pocas oportunidades de trabajo, mínimo apoyo a las artes, desigualdad, injusticia y demás necesidades vitales para conformar una sociedad sana en la que se pueda competir con igualdad de circunstancias. Es aquí

donde demuestras a los demás y te demuestras a ti mismo quién eres y de lo que eres capaz… lástima que sea de esta manera que muchas personas se den cuenta de lo valioso que se tiene en la vida y de lo trabajoso que es poder mantener lo que se tiene; es aquí donde la vida no vale nada y la libertad lo vale todo. Bienvenidos sean todos ustedes a este su CERESOVA Santa Martha Acatitla… ¡Feliz estancia!

Fotografías: Paola Martínez Licea

Ella vistió su cuerpo ajado con sus mejores ropas. Ha maquillado su cara, se alineó el pelo. Ella está lista para regresar. Nuevamente ha cargado la esperanza llena de estupor. En su aliento se sienten las cenizas, el llanto mortecino. Hay una

distancia pasmosa que recorrer, motivo que no precisa dar marcha atrás. El trayecto es cansado, fatigoso. El destino mágico está cerca.

El primer roce del pie contra el piso es escalofriante. Ella ha echado una mirada hacia la puerta principal. Hay un dejo de amargura en su mirada. Comienzan los primeros pasos con la vista fija al piso y el rosario envuelto sobre la mano izquierda. Han cruzado la puerta y una carrera se asimila para poder alcanzar aunque sea un minuto más. Su vientre reclama. Hay una espesura caminante. Es inútil seguir así. Se detiene para caminar despacio, aletargada.

Cada paso le absorbe caricias. Ella sabe que allá dentro todo será indistinto. Una revisión estupefacta le incita a distantes de su soledad. La espera se hace eterna, el encuentro está cerca, la sangre le revolotea.

Es la hora. El acercamiento es continuo, sólo se miran un instante a los ojos para que ella derrame el llanto. El sólo tendrá tiempo para decirle que está cerca el principio de un final. La piel inflama, da golpes al pecho. Después de unas pocas palabras llenas de melancolía, una segunda mirada le anuncia el instante. Las manos se tocan a contra golpe formando siluetas espectrales. Ella sigue llorando al compás del adiós. Quisiera quedarse y soñar. Soñar que vuelan juntos, y que juntos emprenden ese camino para ya nunca regresar a ese lugar…

Cuando ella salga, volverá por el mismo camino, a pasos lentos como al inicio. Tomará el camión que habrá de llevarla de regreso a ciudad esperanza. Cuando el camión dé vuelta en la esquina ella volverá la mirada en favor de su añoranza. Un suspiro efervescente le removerá las entrañas. Nuevamente se preguntará si valdrá realmente la pena seguir haciendo lo mismo y, como siempre, esas respuestas serán difíciles de encontrar.

20 JUL 07

Veinte de Abri lPor Eduardo Torres Fernández

En términos folclóricos, soy oficialmente capaz de sembrarle cabellera a un jabón

en términos biológicos, soy oficialmente alguien que irá perdiendo cabellera para regalársela a un jabón.

En términos jurídicos, soy oficialmente capaz de enviciarme, de ir al tambo de los grandes, de ser ejecutado por algún vaquero texano.

Peor aún, papa Carlos teme que vote a la izquierda.

En resumen Mamá, he aprendido a tragarme la soledad de estos días,

que no me queda mejor regalo,

porque en términos estacionales, hoy nacieron todas las flores.

Cie r ra los o josPor Kar la Acoa t l

Le he agarrado e l gusto a las pesadi l las , a l sabor de tu sa l iva, a las manos mojadas, mirarme a l espejo y sent i r cómo e l t iempo pasa, detrás de mí. . .

Yo só lo parpadeo.

Me gustó esto de sent i rme tr i s te, aunque a veces me deteste, y p iense, y vea cómo a lejo a las personas, cómo me voy, cómo me alejo. . .

E l v iento a veces n i se s iente.

Sólo queda e l murmul lo, e l s i lenc io entre la noche y e l f r ío , e l ca lor, y yo acostada bajo e l techo mojando un pedazo de papel , temblando. Pensando.

A veces regresa e l eco, aquel las pa labras que has pronunciado, y quedaron atrapadas en este c í rcu lo v ic ioso, en donde ya no estás.

Y gr i to tu nombre a l despertar, pero no pasa nada, amor. Só lo pasa que nadie me responde, pasa que las paredes azules se estre l lan f rente a tu ausenc ia otra vez, y me voy s int iendo un poco más so la.

Las perspectivas de México son muchas. Te pueden hablar de países y localidades,

pero cuando mencionan a México ¿Qué te pone a pensar? La mayoría de extranjeros pensarían en delincuencia. Yo soy orgullosamente mexicano, y me gustaría que pensaran diferente de mi país. Al mismo tiempo, muchas otras personas les dicen México y piensan: Mares, costas, comida, tequila, sombrero, tacos, selva, animales, música, color, etc. Muestra de ello se ha recopilado una serie de fotografías que expliquen gráficamente el como deseamos que nos vean.

Se distingue a México por colores, textura, aromas, sabores, etc. Se puede disfrutar de cada pueblo, cada uno es diferente. La vida en una costa de Veracruz es muy diferente al andar diario de la ciudad de Guadalajara, y de norte a sur se habla de chilangos o norteños. Las playas es algo realmente hermoso en el país, los climas semidesérticos de Querétaro; desde nuestros ancestros en Teotihuacán se observa su arquitectura, como han trascendido a lo largo de la Historia, así como sus casonas viejas que son históricas y que hoy con orgullo se muestra que han peleado porque nosotros las veamos aún en píe. Observar sus fachadas, puertas, nos hablan de

muchas historias. Aun así tenemos arquitectura moderna, que se puede apreciar en puntos del país.Los dulces son increíbles como en Morelia, la cajeta de San Juan de los Lagos, Enchiladas Queretanas, Tacos en el Distrito Federal, mole en Puebla, los escamoles, chilaquiles, leche bronca, entre otras. cerveza artesanal en San Luis Potosí, y tequila en Jalisco. El carisma de la gente y la vestimenta tradicional que en Septiembre se observan con normalidad, el baile y las costumbres. Hermoso nuestro país multicolor, con aromas, sabores, colores, tierras, mares, cielos, costumbre, tradiciones, gente maravillosa y trabajadora. Ese es nuestro México.

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