Suprema Corte de Justicia de la Nación - AMPARO EN REVISIÓN … · 2017-06-22 · AMPARO EN...
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AMPARO EN REVISIÓN 785/2016. QUEJOSO Y RECURRENTE: **********.
PONENTE: MINISTRO ALBERTO PÉREZ DAYÁN. SECRETARIO: OSCAR VÁZQUEZ MORENO. Vo. Bo.
Ciudad de México. Acuerdo de la Segunda Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, correspondiente al día
VISTOS, para resolver el amparo en revisión identificado al
rubro; y
R E S U L T A N D O:
PRIMERO. Trámite y resolución del juicio de amparo. Por
escrito presentado en la Oficina de Correspondencia Común de los
Juzgados de Distrito en el Estado de Aguascalientes, el dos de julio de
dos mil quince, **********, por propio derecho, solicitó el amparo y
protección de la Justicia Federal contra las autoridades y por los actos
que a continuación se señalan1:
AUTORIDADES RESPONSABLES:
1. Congreso de la Unión;
2. Presidente de los Estados Unidos Mexicanos;
3. Director Ejecutivo de Dictamen Sanitario de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios.
1 Folios 2 y 3 del cuaderno principal del amparo indirecto **********.
AMPARO EN REVISIÓN 785/2016. [2]
ACTOS RECLAMADOS:
En el ámbito de sus respectivas atribuciones:
a) La expedición de la Ley General de Salud, por lo que ve a los artículos 404,
fracción X y 414.
b) La expedición del Reglamento de Control Sanitario de Productos y
Servicios, en específico el artículo 259.
c) La expedición del oficio ********** de 8 de junio de dos mil quince, por el
cual se realiza la ratificación de la medida de seguridad de aseguramiento
de bienes (productos) y se determina la obligación de destrucción de los
mismos.
d) Efectos y consecuencias.
El promovente invocó como derechos fundamentales vulnerados
en su perjuicio los contenidos en los artículos 14 y 16 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Asimismo,
narró los antecedentes del caso y formuló los conceptos de violación
que estimó pertinentes.
Por razón de turno le correspondió conocer del asunto al Juez
Tercero de Distrito en el Estado de Aguascalientes, bajo el número de
expediente **********, quien mediante proveído de seis de julio de dos
mil quince, admitió la demanda de amparo, solicitó informes
justificados y señaló fecha para la celebración de la audiencia
constitucional2.
Una vez celebrada la audiencia de ley y en atención a los
Acuerdos Generales 51/2009 y 52/2009 del Consejo de la Judicatura
Federal, con los cuales se crea y establece el inicio del Centro Auxiliar
de la Novena Región, con residencia en Zacatecas, Zacatecas y en el
oficio **********, mediante auto de catorce de octubre de dos mil
2 Ibídem, folios 82 a 84.
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quince3, el Secretario encargado del despacho del Juzgado Cuarto de
Distrito del Centro Auxiliar de la Novena Región, con residencia en la
ciudad de Zacatecas, acuso de recibo del oficio 8604 a través del cual
fueron remitidos los autos del juicio de amparo ********** para el
dictado de la sentencia correspondiente.
Finalmente, el Juez Cuarto de Distrito del Centro Auxiliar de la
Novena Región, con residencia en la ciudad de Zacatecas, dictó la
sentencia correspondiente el siete de diciembre de dos mil quince, en
la que determinó por una parte sobreseer en el juicio de amparo y por
otra, negar y conceder la protección de la justicia federal solicitada.4
SEGUNDO. Trámite del recurso de revisión. Inconformes con
la anterior determinación, la parte quejosa y la autoridad responsable
Director Ejecutivo de Dictamen Sanitario de la Comisión de Operación
Sanitaria de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos
Sanitarios (Cofepris), interpusieron recurso de revisión, que le
correspondió conocer al Segundo Tribunal Colegiado del Trigésimo
Circuito, cuyo Presidente lo admitió a trámite bajo el número **********.
Posteriormente, en sesión de veintitrés de junio de dos mil
dieciséis, el referido órgano jurisdiccional determinó lo siguiente:
Hizo la precisión de lo resuelto por el juez de Distrito,
posteriormente señaló que la parte quejosa enderezó agravios
contra el sobreseimiento decretado respecto del acta de
verificación sanitaria levantada el cinco de marzo de dos mil
quince que hizo extensivo al proceso legislativo del artículo 404,
fracción X de la Ley General Salud; contra la negativa del
amparo por lo que ve a los artículos 414 de la Ley General de
Salud y 259 del Reglamento de Control Sanitario de Productos y
3 Ibídem, folio 177.
4 Ibídem, folios 178 a 215.
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Servicios; y contra los efectos de la concesión del amparo. En
tanto que –añadió- la autoridad responsable únicamente
enderezó agravios contra los referidos efectos.
Mencionó que no serían materia de análisis los agravios en los
que se hacen valer cuestiones de legalidad del acto de
aplicación de los artículos reclamados, hasta en tanto se
resolvieran las cuestiones de fondo competencia exclusiva de
este Alto Tribunal.
Desestimó los agravios formulados contra el sobreseimiento
decretado respecto del acta de verificación sanitaria levantada el
cinco de marzo de dos mil quince que se hizo extensivo al
proceso legislativo del artículo 404, fracción X de la Ley General
Salud. En consecuencia, confirmó el sobreseimiento.
Refirió que no había causa de improcedencia hecha valer por
alguna de las partes pendiente de resolver; y
Reservó jurisdicción a esta Suprema Corte de Justicia de la
Nación para conocer del fondo del asunto respecto del artículo
414 de la Ley General de Salud.
TERCERO. Trámite ante la Suprema Corte de Justicia de la
Nación. Recibidos los autos, en proveído de quince de julio de dos
mil dieciséis, el Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, determinó que este Alto Tribunal asume su competencia
originaria para conocer del recurso del recurso de revisión promovido
por la parte quejosa, registrándolo con el número 785/2016; asimismo,
ordenó turnarlo para su estudio al señor Ministro Alberto Pérez Dayán
y a la Sala a la que se encuentra adscrito.
Por acuerdo de veintitrés de agosto de dos mil dieciséis, el
Presidente de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
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Nación, determinó que ésta se avoca al conocimiento del presente
asunto.
CUARTO. Publicación del proyecto de resolución. Dado que
en la litis del presente recurso se relaciona la constitucionalidad de
diversas normas generales, con fundamento en los artículos 73,
párrafo segundo y 184 de la Ley de Amparo se hizo público el
proyecto de resolución.
CONSIDERANDO.
PRIMERO. Competencia. Esta Segunda Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación es legalmente competente para resolver
el presente recurso de revisión, en términos de lo dispuesto en los
artículos 107, fracción VIII, inciso a) de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, 83 de la Ley de Amparo vigente y 21,
fracción II, inciso a), de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la
Federación, en relación con lo previsto en los puntos Primero y
Segundo, fracción III, del Acuerdo General Plenario 5/2013, emitido
por el Tribunal Pleno de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación,
toda vez que se interpone contra una sentencia dictada por un Juez de
Distrito en la audiencia constitucional de un juicio de amparo indirecto,
en el que se cuestionó –entre otros- la constitucionalidad de una ley
federal; sin que resulte necesaria la intervención del Tribunal Pleno.
SEGUNDO. Oportunidad y legitimación del recurso de
revisión promovido por la parte quejosa. El primero de dichos
aspectos no serán materia de análisis por esta Segunda Sala, habida
cuenta que el Tribunal Colegiado que previno en el conocimiento del
asunto determinó en su resolución que el recurso de revisión fue
interpuesto dentro del plazo legal correspondiente.
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En cambio, se estima que dicho recurso fue interpuesto por parte
legítima, dado que aparece firmado por **********, como autorizado de
la parte quejosa **********, en amplios términos del artículo 12 de la
Ley de Amparo; personalidad que le fue reconocida por acuerdo de
seis de julio de dos mil quince, dictado en los autos del juicio de
amparo 1669/2015, del índice del Juzgado Tercero de Distrito en el
Estado de Aguascalientes.
TERCERO. Consideraciones previas. Para lo que aquí nos
ocupa, en primer término se estima conveniente precisar los
antecedentes del asunto que nos ocupa; el concepto de violación
formulado por la parte quejosa, cuya materia de constitucionalidad
subsiste en la revisión; los razonamientos de la sentencia de amparo y
los agravios enderezados en su contra.
I. Antecedentes:
El tres de marzo de dos mil quince, el Director Ejecutivo de
Supervisión y Vigilancia Sanitaria de la Comisión Federal para la
Protección contra Riesgos Sanitarios, emitió la orden de verificación
**********, dirigida al propietario, responsable u representante legal de
**********, con el objeto de:
“[…] VERIFICAR EL CUMPLIMIENTO DE LA LEGISLACIÓN Y NORMATIVIDAD SANITARIA VIGENTE DE LOS PRODUCTOS QUE SE ALMACENAN, DISTRIBUYAN, COMERCIALICEN O PROMOCIONEN. ALCANCE: VISITA DE VERIFICACIÓN PARA REVISAR LAS CONDICIONES SANITARIAS DE LOS PRODUCTOS (---) Y DE LOS PRODUCTOS QUE SE FABRIQUEN, ALMACENEN, DISTRIBUYAN, COMERCIALICEN O PROMOCIONEN, ASÍ COMO LA VERIFICACIÓN DE LAS ETIQUETAS, PUBLICIDAD Y/O INGREDIENTES DE RIESGO DE DICHOS PRODUCTOS; EN CASO DE ENCONTRAR EN LAS ETIQUETAS O PUBLICDAD LEYENDAS PREVENTIVAS, TERAPEUTICAS, REHABILITADORAS O QUE TALES PRODUCTOS INCUMPLAN CON LA LEGISLACIÓN O NORMATIVIDAD SANITARIA VIGENTE, SE PROCEDERÁ A LA APLICACIÓN DE CUALQUIERA DE LAS MEDIDAS DE SEGURIDAD ESTABLECIDAS EN LAS FRACCIONES VII, VIII, IX o X DEL ARTÍCULO 404 DE LA LEY GENERAL DE SALUD Y DE ESTIMARSE NECESARIO, PROCEDERÁ
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A LA TOMA DE MUESTRAS PARA DICTAMEN DE ETIQUETA O ANÁLISIS DE LABORATORIO […]”.
Con motivo de lo anterior, el cinco de marzo de dos mil quince se
levantó el Acta de Verificación Sanitaria N° **********, en la que
verificadores adscritos a la Comisión de Operación Sanitaria hicieron
constar que se procedió a la revisión de productos en exhibición,
encontrando que presentan leyendas preventivas, terapéuticas o
rehabilitadoras y que tales productos incumplen con la legislación o
normatividad sanitaria vigente, por lo que procedieron al
aseguramiento y toma de muestra de etiquetas de determinados
productos.
Para lo que aquí interesa, a foja 4 de la respectiva acta se
desprende lo siguiente:
“[…] Se procede al aseguramiento de los productos antes descritos con fundamento en los artículos 376, 397, 404 fracciones VII, VIII, IX Y X, 412 y 414 bis de la Ley General de Salud y colocando fajillas con folios números 13712, 13738, 13713, 13739, 13708, 13532 y 13518 en 5 cajas de cartón y 5 bolsas de plástico, dejando el producto asegurado en la bodega del estacionamiento poder del interesado pero a disposición de esta Autoridad Sanitaria COFEPRIS. Se anexa copia de aviso de funcionamiento y una factura de su único proveedor de los suplementos alimenticios […]”.
El catorce de abril de dos mil quince, **********, como propietario
del establecimiento denominado **********, le solicitó al Director de
Regulación Sanitaria la notificación de resultados de la visita de
verificación.
Derivado de ciertas anomalías encontradas en los productos
asegurados, mediante oficio ********** de ocho de junio de dos mil
quince, el Director Ejecutivo de Dictamen Sanitario de la Comisión
Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, determinó la
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ratificación de la medida de seguridad consistente en el aseguramiento
de los productos identificados en el acta ********** y por consecuencia,
la destrucción de los mismos.
Dicha resolución fue la que se controvirtió –como acto de
aplicación de las normas tildadas de inconstitucionales- en el amparo
indirecto 1669/2015, cuya sentencia constituye la materia de análisis
en el recurso que nos ocupa.
II.- Concepto de violación: La parte quejosa en su primer
concepto de violación básicamente sostiene lo siguiente:
1. Que los artículos 414 de la Ley General de Salud y 259 del
Reglamento de Control Sanitario de Productos y Servicios, trasgreden las garantías (sic) de legalidad, seguridad jurídica, fundamentación y motivación, en tanto que prevén como causa de aseguramiento de objetos, productos o substancias, una hipótesis normativa de contenido ambiguo e impreciso, esto es, al establecer que se actualiza (la hipótesis) cuando “carezcan de los requisitos esenciales que se establezcan en esta ley”; lo cual, a su decir, da lugar a la actuación arbitraria de la autoridad administrativa.
2. Refiere que en ninguna parte del sistema legal en materia de salud ni de salubridad se prevé cuáles son los requisitos que se consideran esenciales y que deben satisfacer los objetos, productos o sustancias a fin de evitar su eventual aseguramiento.
3. Menciona que por requisitos esenciales se puede entender elementos muy distintos y disímbolos, lo que significa que se crea una situación de inseguridad jurídica por incertidumbre normativa y por ende, ello da lugar a la actuación arbitraria de la autoridad. III.- Sentencia recurrida: El Juez Cuarto de Distrito del Centro
Auxiliar de la Novena Región, con sede en Zacatecas, Zacatecas, en
la sentencia recurrida resolvió -en lo que aquí interesa- básicamente lo
siguiente:
En el considerando SEGUNDO de la sentencia hizo la fijación de la litis, señalando que del estudio integral de la demanda, éstos se hacían consistir en:
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“[...] del Congreso de la Unión y del Presidente dela República Mexicana, dentro de sus respectivas facultades, lo siguiente: el proceso legislativo de la Ley General de Salud, en particular los artículos 404, fracción X y 414. - - - Del Presidente de la República reclama: la expedición del Reglamento de Control Sanitario de Productos y Servicios, en específico su artículo 259. - - - Del Director Ejecutivo de Dictamen Sanitario de la Comisión de Operación Sanitaria de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, se reclama: * el oficio ********** de ocho de junio de dos mil quince; * el acta de visita de verificación sanitaria número ********** de cinco de marzo de dos mil quince […]” Con respecto a este último acto, se hizo la siguiente aclaración: “[…] Si bien este último acto no se reclama de manera destacada en el capítulo respectivo de la demanda de garantías, de los conceptos de violación enderezados por el quejoso se desprende que también es su intención reclamar dicha visita como acto destacado […].”
En el considerando QUINTO, determinó lo siguiente: a) Por una parte desestimó la causal de improcedencia contenida en la
fracción XXIII del artículo 61 en relación con la fracción II, inciso a) del artículo 107 de la Ley de Amparo; invocada por el Director Ejecutivo de Dictamen Sanitario, al considerar que la resolución reclamada no se trata de la última dictada en el procedimiento administrativo.
Lo anterior, al señalar el juez de Distrito que si bien la resolución que ratifica el aseguramiento y ordena la destrucción de los productos asegurados en la visita de verificación, no se trata de la última resolución dictada en el procedimiento administrativo de vigilancia sanitaria, sin embargo, sí se encuentra en el caso de excepción al principio de definitividad, porque constituye una resolución de imposible reparación al tratarse de un acto privativo.
b) Por otro lado, estimó actualizada la causal de improcedencia prevista en el artículo 61, fracción XIV de la Ley de Amparo, por lo que ve al acta de visita de verificación sanitaria número **********. Ello, al referir que dicha acta constituye un acto consentido, ya que desde el cinco de marzo de dos mil quince el quejoso tuvo conocimiento de la misma y no fue sino hasta el dos de julio de dos mil quince cuando promovió el amparo Además señaló que como en el acta de referencia se le aplicó el artículo 404, fracción X, de la Ley General de Salud, por lo que hace al aseguramiento de los productos, lo procedente era hacer extensivo el sobreseimiento; máxime que la medida de
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aseguramiento decretada había quedado sustituida procesalmente por la resolución de ocho de junio de dos mil quince, la cual ratificó el aseguramiento de los productos decretados en el acta de visita y ordenó la destrucción de los mismos.
En el SÉPTIMO considerando analizó los planteamientos de inconstitucionalidad enderezados contra los artículos 414 de la Ley General de Salud y 259 del Reglamento de Control Sanitario de Productos y Servicios; Las consideraciones son las siguientes:
“[…] En sus conceptos de violación el quejoso aduce que dicho precepto viola el principio de legalidad, seguridad jurídica, fundamentación y motivación, ya que el artículo 414 señala que procede el aseguramiento de objetos, productos o sustancias como medida de seguridad cuando se presuma que pueden ser nocivos para la salud de las personas o cuando “carezcan de los requisitos esenciales que se establezcan en esta ley”, concepto que se reproduce en términos del numeral 260 del Reglamento de Control Sanitario de Productos y Servicios. Agrega que el legislador estableció dicha hipótesis normativa de contenido ambiguo e impreciso, que da lugar a la actuación arbitraria de la autoridad administrativa para efectos de llevar a cabo el aseguramiento de objetos, productos o sustancias, como medida de seguridad en materia de salud. Lo anterior, porque dice, en ninguna parte del sistema legal en materia de salud ni de salubridad general (Ley General de Salud y sus reglamentos) se previene cuáles son los requisitos “esenciales” de los productos, es decir, no existe un precepto que prevenga cuales requisitos tiene el carácter de esenciales para los objetos, productos o sustancias. Tal argumento es infundado. En efecto, los artículos 14, párrafo segundo y 16, párrafo primero, de la Constitución Federal, establecen: (Se transcribe contenido) De conformidad con los diversos criterios emitidos por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la garantía de seguridad jurídica que en su expresión genérica prevén los artículos 14 y 16 antes transcritos, se respeta por las autoridades legislativas cuando las disposiciones de observancia general que crean, por un lado, generan suficiente certidumbre a los gobernados sobre las consecuencias jurídicas de su conducta y, por otro, tratándose de normas que confieren facultades a una autoridad, las acotan en la medida necesaria y razonable, en forma tal que se impida a la relativa autoridad actuar de manera arbitraria o caprichosa.
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La norma que prevé una afectación cuya realización corresponde a una autoridad administrativa, respeta el principio de seguridad jurídica cuando el legislador acota de tal manera la actuación de aquélla, que aun cuando le dé un margen que le permita valorar las circunstancias o hechos en que aconteció la respectiva infracción o conducta antijurídica, no dé pauta a una actuación caprichosa e injustificada. Es ilustrativa, al respecto, la tesis aislada 1a. CCCXV/2014 (10a.) de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación visible en la página 573, Libro 10, Septiembre de 2014, Tomo I, Décima Época de la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, que a la letra señala:
“DERECHO ADMINISTRATIVO SANCIONADOR. EVOLUCIÓN DEL PRINCIPIO DE LEGALIDAD A LA LUZ DE SUS FINES.” (Se transcribe contenido) Ahora, cabe traer a colación el artículo 414 de la Ley General de Salud, el cual es del contenido siguiente: (Se transcribe contenido) Del precepto transcrito, se tiene que el aseguramiento de objetos, productos o substancias, tendrá lugar cuando se presuma que pueden ser nocivos para la salud de las personas o carezcan de los requisitos esenciales que se establezcan en esta ley, que la autoridad sanitaria competente puede tenerlos en depósito hasta que se realice el dictamen de laboratorio acreditado por le cual se determinará su destino, si del dictamen resultara que no es nocivo pero carece de los requisitos esenciales establecidos en esta Ley y demás disposiciones generales aplicables, se concederá un plazo hasta de treinta días al interesado para que tramite el cumplimiento de los requisitos omitidos. Si dentro de este plazo el interesado no realiza el trámite indicado o no gestiona la recuperación demostrando el cumplimiento de lo ordenado, se entenderá que la materia del aseguramiento causa abandono y quedará a disposición de la autoridad sanitaria para su aprovechamiento lícito, pero si del dictamen resultara que el bien asegurado es nocivo, la autoridad sanitaria, dentro del plazo de treinta días, previa la observancia de la garantía de audiencia, podrá determinar que el interesado y bajo la vigilancia de aquélla someta el bien asegurado a un tratamiento que haga posible su legal aprovechamiento, de ser posible, en cuyo caso y previo el dictamen de la autoridad sanitaria, el interesado podrá disponer de los bienes que haya sometido a tratamiento para destinarlos a los fines que la propia autoridad le señale. Que serán destruidos y se levantará acta de los productos perecederos asegurados que se descompongan en poder de la autoridad sanitaria, así
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como los objetos, productos o substancias que se encuentren en evidente estado de descomposición, adulteración o contaminación que no los hagan aptos para su consumo; asimismo, los productos perecederos que no se reclamen por los interesados dentro de las veinticuatro horas de que hayan sido asegurados, quedarán a disposición de la autoridad sanitaria para su aprovechamiento. De tal manera que el precepto, contrario a lo que estima el quejoso, no genera inseguridad jurídica al señalar que el aseguramiento de objetos, productos o substancias, tendrá lugar cuando se presuma que pueden ser nocivos para la salud de las personas o carezcan de los requisitos esenciales que se establezcan en esta ley, puesto que éstos últimos se refieren precisamente a aquellos requisitos que se describen en la propia ley. Lo anterior, en virtud de que el principio de legalidad contenido en los artículos 14 y 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, exige que las infracciones y las sanciones deben estar plasmadas en una ley, tanto en sentido formal como material, consecuentemente, cada artículo o precepto legal no puede verse de manera aislada, sino que es parte de un sistema normativo compuesto por varios numerales, esto es, debe analizarse la ley específica en su conjunto de forma tal que el supuesto normativo sea legible y entendible que impida la actuación arbitraria de la autoridad. En ese contexto, basta realizar una lectura sistemática de la Ley General de Salud, para observar que el Título Décimo Segundo corresponde al Control Sanitario de Productos y Servicios y de su Importación y Exportación, dentro del cual, se ubican los preceptos 194, fracción I, 210, 212, 213, 214, 215 y 216, los cuales son del tenor siguiente: (Se transcribe contenido) De lo anterior, se tiene que la Ley General de Salud, define lo que se debe entenderse por alimento, bebida no alcohólica, materia prima, aditivo y suplementos alimenticios; asimismo, que los productos que deben expenderse empacados o envasados llevarán etiquetas que deberán cumplir con las normas oficiales mexicanas o disposiciones aplicables, y en el caso de alimentos y bebidas no alcohólicas, éstas se emitirán a propuesta de la Secretaría de Salud, sin menoscabo de las atribuciones de otras dependencias competentes, señalando además otra serie de requisitos como son:
La naturaleza del producto, la fórmula, la composición, calidad, denominación distintiva o marca, denominación genérica y específica, etiquetas y contra etiquetas, deberán corresponder a las especificaciones establecidas por la Secretaría de Salud, de conformidad con las disposiciones aplicables, y responderán exactamente a la naturaleza del producto que se consume, sin modificarse.
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Las etiquetas o contra etiquetas para los alimentos y bebidas no alcohólicas, deberán incluir datos de valor nutricional, que consideren el contenido energético total que aporta el producto, así como el contenido de grasas saturadas, otras grasas, azúcares totales y sodio. Que esa información será presentada en los términos que determine la Secretaría de Salud conforme a lo previsto en las disposiciones reglamentarias y demás disposiciones jurídicas aplicables, la cual deberá contener elementos comparativos con los recomendados por las autoridades sanitarias, a manera de que contribuyan a la educación nutricional de la población.
En la marca o denominación de los productos, no podrán incluirse clara o veladamente indicaciones con relación a enfermedades, síndromes, signos o síntomas, ni aquellos que refieran datos anatómicos o fisiológicos.
Los alimentos o bebidas que se pretendan expender o suministrar al público en presentaciones que sugieran al consumidor que se trate de productos o substancias con características o propiedades terapéuticas, deberán en las etiquetas de los empaques o envases incluir la siguiente leyenda: “Este producto no es un medicamento”, escrito con letra fácilmente legible y en colores contrastantes. Así pues, debe decirse que el precepto 414 de la Ley General de Salud, al señalar que el aseguramiento de objetos, productos o substancias, tendrá lugar cuando se presuma que pueden ser nocivos para la salud de las personas o carezcan de los requisitos esenciales que se establezcan en esa ley, debe entenderse que se refiere a los requisitos que se prevén en el capítulo respectivo al Control Sanitario de Productos y Servicios contenido en la propia Ley de Salud. De manera que, no puede decirse que existe una incertidumbre e inseguridad sobre a qué requisitos se refiere el artículo 414 citado, puesto que esa misma ley (Ley General de Salud), en el capitulo respectivo enumera una serie de elementos o características que deben cubrir los productos, entre ellos los alimentos y suplementos alimenticios, lo cual permite inferir que se trata de los requisitos esenciales a que se refiere el numeral impugnado. Por su parte, el artículo 259 del Reglamento de Control Sanitario de Productos y Servicios, señala: (Se transcribe contenido) De dicho precepto, se tiene que los verificadores deberán tomar las medidas de seguridad inmediatas previa autorización de la autoridad sanitaria, cuando las condiciones sanitarias del establecimiento, materias primas, proceso, procedimiento o producto representan un riesgo
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importante para la salud o carezcan de los requisitos esenciales establecidos en la Ley y demás disposiciones aplicables. En ese sentido, se desprende que los requisitos esenciales establecidos en la ley, de igual manera se refiere a los ya reseñados y contenidos en la Ley General de Salud, puesto que el artículo 2, fracción VI, del propio Reglamento establece que por Ley se entenderá la Ley General de Salud. Por tanto, contrario a lo que señala el quejoso, el precepto reglamentario tampoco genera incertidumbre jurídica en cuanto a que el mismo remite a los requisitos que se consideran esenciales al estar contenidos en la Ley General de Salud. Asimismo, respecto a las disposiciones aplicables debe considerarse que el propio Reglamento de Control Sanitario de Productos y Servicios señala en su artículo 8, que los productos y sustancias deberán sujetarse a las disposiciones del mismo y a las normas correspondientes conforme a sus características. En ese sentido, de dicho reglamento se desprenden otros requisitos que deben cubrir, en lo que interesa, las etiquetas (artículo 25), los establecimientos (artículos 29 al 39), los suplementos alimenticios (artículos 168 al 174), pues los mismos se encuentran debidamente enumerados en el mismo, de modo que basta la revisión sistemática de dicho ordenamiento para observar cuáles son los demás disposiciones aplicables respecto a los requisitos esenciales que deben cubrir los productos sujetos a control sanitario. De manera que, el gobernado está en posibilidad de conocer cuáles son los requisitos esenciales que deben reunir los productos alimenticios, bebidas no alcohólicas, suplementos alimenticios, entre otros, cuya omisión dará pie, previa visita de verificación, a la imposición de la medida de seguridad a que se refiere el artículo 414 de la Ley General de Salud […]” IV.- Agravios. Inconforme con dicha determinación la parte
quejosa interpuso recurso de revisión, en el que esencialmente –para
el tema que nos ocupa- reiteró los argumentos formulados en el
concepto de violación, al señalar:
“[…] C.- Ahora bien, en cuanto al concepto de violación hecho valer en el sentido de violación a la seguridad jurídica en razón de que la ley reclamada, en relación hace referencia ambigua tan solo a “requisitos esenciales previstos en la ley” que los productos deben satisfacer, sin que en ninguna parte del ordenamiento ni de ningún otro se determinen cuáles son esos requisitos esenciales, el A quo considera que no se
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configura dicha violación, ya que de los términos de los artículos 210, 212, 213, 214, 215 y 216 de la Ley General de Salud y numerales 25, 29 a 39 y 168 a 174 se infieren esos requisitos esenciales. Esta consideración es insostenible jurídicamente, siendo violatoria del artículo 74, fracciones I y II de la Ley de Amparo y de los propios numerales que cita el A quo, ya que en ninguna parte de dichos dispositivos se hace referencia a que sean requisitos esenciales de los productos. Si bien es cierto que de dicho contenido normativo se puede desprender o inferir requisitos legales para los productos, lo cierto es que tales dispositivos no hacen referencia alguna a la calificación de que sean los esenciales, que es el presupuesto normativo que precisamente por su ambigüedad se tilda de inconstitucional. Luego entonces, es del todo gratuita la consideración del A quo en cuanto a que de dichos dispositivos se infieren los requisitos esenciales que deben satisfacer los productos materia de salud o salubridad. A este respeto, efectivamente de dichos dispositivos se pueden inferir requisitos, pero en modo alguno se puede inferir que sean los esenciales. La ley en su hipótesis normativa reclamada hace referencia no sólo a los requisitos, sino a los esenciales y los esenciales no son los que pudieran extraer de la naturaleza de los productos, sino los así establecidos o considerados por la ley. Para efectos del supuesto normativo reclamado, la ley habla no de cualquier requisitos legal, sino de los considerados como esenciales por la ley y dicha calificación de esencial no se infiere en modo alguno de los dispositivos que invoca al A quo. Por tanto, su consideración es insostenible, resultando que contrariamente a ello, lo procedente es considerar fundado el concepto de la quejosa […]”
CUARTO. Se corrige incongruencia y se actualiza de oficio
causal de improcedencia. En principio se advierte una
incongruencia en la resolución emitida por el Segundo Tribunal
Colegiado del Trigésimo Circuito que trasciende en la materia de
análisis competencia de esta Segunda Sala y que debe ser
reparada antes de abordar el estudio de los agravios.
En efecto, según quedó precisado en párrafos que anteceden, al
resolver los recursos de revisión promovidos por ********** y por la
autoridad responsable Director Ejecutivo de Dictamen Sanitario de la
Comisión de Operación Sanitaria de la Comisión Federal para la
Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), contra la sentencia
dictada en los autos del juicio de amparo **********, el siete de
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diciembre de dos mil quince, a través de la cual el Juez Cuarto de
Distrito del Centro Auxiliar de la Novena Región, con residencia en la
ciudad de Zacatecas, determinó por una parte sobreseer en el juicio
de amparo y por otra, negar y conceder la protección de la justicia
federal solicitada; el tribunal que previno en el conocimiento -después
de hacer una precisión de los resolutivos de la sentencia recurrida-,
abordó el estudio de los agravios de la parte quejosa
enderezados contra el sobreseimiento decretado en el juicio de
amparo (respecto del acta de verificación sanitaria levantada el 5 de marzo de 2015
y el artículo 404, fracción X, de la Ley General de Salud) y señaló para lo que
aquí interesa, lo siguiente:
Que resultaban ineficaces los agravios enderezados en ese
sentido.
Que si bien en su demanda de amparo no reclamó la visita y el
acta (de 5 de marzo de 2015) ni tampoco formuló concepto de
violación en ese sentido; lo cierto es que sí debió impugnar
dicho acto por tratarse del primer acto de aplicación de una
ley en su perjuicio.
Refirió que por lo que ve al acto reclamado consistente en la
expedición del artículo 404, fracción X, de la Ley General de
Salud, el primer acto de aplicación no se verificó en el oficio
reclamado de ocho de junio de dos mil quince, sino desde el
acta de visita de cinco de marzo del mismo año, fecha en la
cual, insistió, se le aplicó el dispositivo reclamado.
Mencionó que con motivo de dicha acta de visita la parte quejosa
se encontraba legitimada para impugnar la fracción X del artículo
404 de la Ley General de Salud y que como no lo hizo dentro del
término establecido para tal efecto, consecuentemente confirmó
el sobreseimiento decretado en el juicio de amparo (aunque por
diversas razones).
AMPARO EN REVISIÓN 785/2016. [17]
Por su parte, del análisis del Acta de Verificación Sanitaria N°
**********, levantada el cinco de marzo de dos mil quince, se
desprende que los verificadores adscritos a la Comisión de Operación
Sanitaria hicieron constar que se procedió a la revisión de productos
en exhibición, encontrando que presentan leyendas preventivas,
terapéuticas o rehabilitadoras y que tales productos incumplen con la
legislación o normatividad sanitaria vigente, por lo que procedieron al
aseguramiento y toma de muestra de etiquetas de determinados
productos.
A foja 4 de la respectiva acta también se desprende lo siguiente:
“[…] Se procede al aseguramiento de los productos antes descritos con fundamento en los artículos 376, 397, 404 fracciones VII, VIII, IX Y X, 412 y 414 bis de la Ley General de Salud y colocando fajillas con folios números 13712, 13738, 13713, 13739, 13708, 13532 y 13518 en 5 cajas de cartón y 5 bolsas de plástico, dejando el producto asegurado en la bodega del estacionamiento poder del interesado pero a disposición de esta Autoridad Sanitaria COFEPRIS. Se anexa copia de aviso de funcionamiento y una factura de su único proveedor de los suplementos alimenticios […]”.
Ahora bien, en virtud de lo antes precisado es posible sostener
que si bien es cierto de la mencionada Acta de Verificación Sanitaria
N° **********, levantada el cinco de marzo de dos mil quince, no se
desprende de manera expresa la aplicación del artículo 414 de la Ley
General de Salud (pues únicamente se hace referencia, para lo que
aquí interesa, al artículo 404, fracción X del mismo ordenamiento); sin
embargo, contrario a lo asumido por el tribunal del conocimiento, ello
no significa que no se haya aplicado en perjuicio de la parte quejosa.
Ello es así, si se toma en consideración que el artículo 404
fracción X de la Ley General de Salud, establece como medida de
seguridad sanitaria –entre otras- el aseguramiento y destrucción de
AMPARO EN REVISIÓN 785/2016. [18]
objetos, productos o substancias. En tanto que, la porción normativa
impugnada del artículo 414, prevé las hipótesis de dicho
aseguramiento, a saber: i) cuando se presuma que (los objetos,
productos o substancias) pueden ser nocivos para la salud de las
personas; o ii) carezcan de los requisitos esenciales que se establecen
en esa ley.
Luego entonces, si como lo mencionó el tribunal que previó en el
conocimiento, el primer acto de aplicación del artículo 404, fracción
X, de la Ley General de Salud (en perjuicio de la quejosa) fue el acta
de visita de cinco de marzo de dos mil quince, a través de la cual se
procedió al aseguramiento de los productos en exhibición, a juicio de
esta Segunda Sala igual tratamiento merecía el artículo 414 de la ley
general de la materia que, como se vio, prevé como hipótesis del
aseguramiento, el que los objetos, productos o sustancias carezcan de
los requisitos esenciales que se establecen en la ley; supuesto que se
actualizó en el Acta de Verificación Sanitaria N° **********, levantada
el cinco de marzo de dos mil quince. De ahí que el vicio de
incongruencia antes anunciado deba ser reparado.
En ese orden de ideas, atendiendo a lo resuelto por el tribunal
colegiado del conocimiento, es que también debe actualizarse la
causal de improcedencia prevista en la fracción XIV del artículo 61 de
la Ley de Amparo con respecto al artículo 414 de la Ley General de
Salud, en virtud de que el primer acto de aplicación de la norma fue en
el acta de cinco de marzo de dos mil quince y la promoción de la
demanda de amparo fue hasta el dos de julio del mismo año, lo cual
significa que se trata de un acto consentido.
QUINTO. Devolución al Tribunal Colegiado para que se
pronuncie sobre los agravios relacionados con la
constitucionalidad del artículo 259 del Reglamento de Control
Sanitario de Productos y Servicios.
AMPARO EN REVISIÓN 785/2016. [19]
Con relación a los argumentos vertidos en el agravio identificado
en el inciso C, vinculados con la inconstitucionalidad del artículo 259
del Reglamento de Control Sanitario de Productos y Servicios, por
vulnerar el derecho de seguridad jurídica, debido a que no se
establece cuáles son esos requisitos esenciales (establecidos en la
Ley y demás disposiciones aplicables).
Al respecto debe decirse que el análisis correspondiente a esos
argumentos compete al Segundo Tribunal Colegiado del Trigésimo
Circuito que previno en el conocimiento del recurso de revisión de la
parte quejosa, en términos del artículo Cuarto, fracción I, inciso B), del
Acuerdo General 5/2013 del Tribunal Pleno de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, relativo a la determinación de los asuntos que el
Pleno conservará para su resolución, y el envío de los de su
competencia originaria a las Salas y a los Tribunales Colegiados de
Circuito, que dispone:
“CUARTO. De los asuntos de la competencia originaria de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, con las salvedades especificadas en los
Puntos Segundo y Tercero de este Acuerdo General, corresponderá
resolver a los Tribunales Colegiados de Circuito:
I. Los recursos de revisión en contra de sentencias pronunciadas
por los Jueces de Distrito o los Tribunales Unitarios de Circuito, cuando:
[…]
B) En la demanda se hubiere impugnado una ley local, un
reglamento federal o local, o cualquier disposición de observancia
general, salvo aquéllos en los que el análisis de constitucionalidad
respectivo implique fijar el alcance de un derecho humano previsto en
tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte,
respecto del cual no exista jurisprudencia del Pleno o de las Salas de
este Alto Tribunal, sin menoscabo de que la Sala en la que se radique el
recurso respectivo determine que su resolución corresponde a un
Tribunal Colegiado de Circuito;
[…]”.
AMPARO EN REVISIÓN 785/2016. [20]
Ello, pues además de que se trata de un aspecto relacionado
con un reglamento federal, el estudio de los planteamientos en cita no
implica fijar el alcance de un derecho humano previsto en tratados
internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, respecto del
cual no exista jurisprudencia del Pleno o de las Salas de este Alto
Tribunal.
Sirve de apoyo a lo anterior la jurisprudencia 1a./J. 12/2013
(10a.), que esta Sala comparte, y cuyo rubro es “REVISIÓN EN AMPARO
INDIRECTO. CUANDO QUEDEN PENDIENTES CUESTIONES DE LEGALIDAD
CUYO ESTUDIO, POR RAZÓN DE MÉTODO, SEA ULTERIOR AL PROPIAMENTE
CONSTITUCIONAL Y DE LA COMPETENCIA EXCLUSIVA DE LOS TRIBUNALES
COLEGIADOS DE CIRCUITO, EL RECURSO DEBERÁ DEVOLVERSE AL
ÓRGANO QUE PREVINO (INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 92 DE LA LEY DE
AMPARO)”.5
SEXTO. Decisión. Derivado de la corrección a la incongruencia
advertida en resolución del tribunal colegiado que previno en el
conocimiento, lo procedente es -en la materia de la revisión- modificar
la sentencia recurrida y sobreseer en el juicio respecto del artículo 414
de la Ley General de Salud; y reservar jurisdicción al Segundo
Tribunal Colegiado del Trigésimo Circuito para que se ocupe de la
inconstitucionalidad del artículo 259 del Reglamento de Control
Sanitario de Productos y Servicios y de los aspectos de legalidad.
Por lo expuesto y fundado, se resuelve:
PRIMERO. En la materia de la revisión que es competencia de
esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se
modifica la sentencia recurrida.
5 Época: Décima Época. Registro: 2002910. Instancia: Primera Sala. Tipo de Tesis: Jurisprudencia.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Libro XVII, Febrero de 2013, Tomo 1. Materia(s): Común. Tesis: 1a./J. 12/2013 (10a.). Página: 320.
AMPARO EN REVISIÓN 785/2016. [21]
SEGUNDO. Se sobresee en el juicio de amparo respecto del
artículo 414 de la Ley General de Salud, de acuerdo a lo establecido
en el cuarto considerando.
TERCERO.- Se reserva jurisdicción al Segundo Tribunal
Colegiado del Trigésimo Circuito para que se ocupe del tema de
constitucionalidad del artículo 259 del Reglamento de Control
Sanitario de Productos y Servicios y de los aspectos de legalidad.
Notifíquese; con testimonio de la presente ejecutoria,
devuélvanse los autos a su lugar de origen y, en su oportunidad,
archívese el presente toca como asunto concluido.