Symbolon: extracto del Liber X

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conclusiones fragmentando las cosas para clasificarlas. Todo es Mente, el universo es

Mental, reza el texto alejandrino. Y en cuanto ser realidad divina [cielo, ourans]: mbito del

ser parmendeo como totalidad, eternidad y unicidad, aprehendido desde su esencia y

universalidad por el intelecto (adaequatio rei intellectus).

Nuestro primer contacto es con un conocimiento de la Naturaleza [phsis] que se transmite

subyacente en la mitologa [mthos]; luego sta da lugar a un lenguaje [lgos]; aparecen

oportunamente los sophoi que lo ensean y, simultneamente, la ignorancia [a-phrosn]

profana encuentra un nicho tras la incomprensin de los silenciosos y mudos signos [smai]4

que solo conocen las comunidades iniciticas reacias de competir con la paideia democrtica

de la Ilustracin griega.

Los smbolos [smbolai] heredan las conveniencias de las circunstancias sociales, las

enseanzas msticas son resistidas y los iniciados acaban advirtindose bajo un velo

oscurantista que cubrir la cultura occidental hasta la Era de las Revoluciones Modernas.

Condenados a cuestionar las leyes establecidas por convencin [nmoi], intentan transgredirlas

imponiendo una impulsiva ley de la naturaleza [physei]; 5 la historia los proscribir por

criminales, y el bohemio Pitgoras, la trada mrtir Anaxgoras, Protgoras, Scrates, y los

rebeldes Clicles, Trasmaco, Demcrito, Nietzsche pagarn el precio del librepensamiento.

Arstocles y su descontructivismo paidtico usar smbolos con sus mitos y alegoras para ir

ms all de la comprensin por esquemas convencionales y limitaciones del lgos. Recurre

podra decirse a un sistema inicitico-pedaggico del saber el que, a la vista de todos, esdistinguido solo por pocos dentro de poemas como los del pitagrico disidente Parmnides,

cuyos principios [arjai] fundarn las Escuelas de los Misterios.6

4 Platn, en su dilogo Fedro (250 c), hace un juego de palabras que ha permitido, por parte de los investigadores, diversas

especulaciones que tendieron a relacionar el sma-sma (crcel del cuerpo) con la tradicin rfica, ya que sta consideraba

al cuerpo [sma] la tumba/prisin [sma] del alma [psykh].5 La Declaracin de los Principios de la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones considera que la moral es

tanto un arte racional, como un fenmeno evolutivo propio de la vida colectiva, que obedece a leyes naturales.6 [] la Masonera es un hecho de la Naturaleza [], una repeticin diaria, ocurrida y realizada en el hombre mismo. Sus leyes

son las mismas de toda religin; su objetivo es el descubrimiento del Verdadero Ser Interior del hombre y el conocimiento de

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A partir de all, y con la evolucin y re-volucin de las Naciones occidentales, se consigue

sintetizar el fundamento de esta larga proteccin del Misterio nico con la simbolizacin de tres

(..) aspectos [eide] de un ser masnico: la Libertad, 7 la Igualdad 8 y la Fraternidad

(hermandad que otras escuelas llamarn Amor).9

De esta tri-loga distingue la base

fundamental del Delta como una dada (. .), plataforma por la cual la anbasis permite la re-

unin al Uno ( ), es decir, la ascensin dionisaca-rfica desde las tinieblas de la ignorancia a

la Luz supraceleste de la gnsis.

a] Libertadcomo sentido operativo.

Elegir como posibilidad de accin pero racional, cientficamente es la base de la libertad del

individuo independiente que puede eludir el destino en la comunidad. El filsofo de Estagiria

uno mismo. El Smbolo es como el arte verdadero: nunca debe hablar solamente a los sentidos, y ciertamente debe excitar la

imaginacin []. Entonces ya comprendemos que los smbolos, leyendas, fbulas y parbolas tienen por objeto redescubrir la

luz oculta por el denso velo de los sentidos, y son necesarios porque constituyen enseanzas en el cuerpo fsico []. Tal como

dijimos, la Masonera es el estudio de las leyes que rigen y se repiten diariamente en el Universo mismo y en el hombre, segn

la mxima de Hermes: Lo que est arriba es como lo que est abajo []. Adoum, Jorge; El Maestro Perfecto y sus

Misterios, IV 24.7 Eleuthera; recurdese que el yo-verdadero de Scrates es lo espiritual, y el principio moral socrtico, el dominio interior del

hombre [enkatra]. Vid. Jaeger, Werner; La Herencia de Scrates, en: Paideia III, Mxico, 1957 e.. v.., pp. 433-444. Libre

[eletheros] es lo opuesto a esclavo [dolos], y se relaciona a un derecho poltico que libera tanto a hombres como a

ciudades en un sentido no-metafsico (al contrario de como se entiende en la actualidad). Cfr. Jenofonte; Memorabiblia I 5, 5-6,

IV 5, 2-5.8 Tautn, el Ser-en-s. Prefiero el trmino identidad al de igualdad [t isn], que en la poca helenstica tena un sentido

poltico-jurdico que puede ser relacionado con la Libertad post-revolucin-francesa basada en el derecho natural. Adems, la

identidad permite la identificacin del sujeto a partir del objeto imaginario en el reflejo del espejo, analoga de la actividad del

Conocimiento gnstico y filosfico a partir del re-conocimiento del s-mismo, del lugar que ste ocupa en la Realidad, y de las

posibilidades de Ser en relacin a todo lo que lo rodea, tanto en el aspecto sensacional como eidtico. Un texto

masnico que arriba a conclusiones similares, es el Manual del Aprendiz de Magster Aldo Lavagnini (Kier, 24 reimp.,

Buenos Aires, 2006 e.. v.., p. 117): La igualdad inicitica [] descansa sobre la conciencia de la identidad fundamental de

todos los seres, de todas las manifestaciones del Espritu o Suprema Realidad, por encima y por detrs de todas las

diferencias externas de direccin y grado de desarrollo.9 Eros, cuyo objeto ser la posesin constante de lo bueno (Platn, Simposio 206 a). En la Masonera, el Testamento del

aspirante a la Iniciacin pregunta de tres a cinco cuestiones de fundamental trascendencia para el Rito: Cul es vuestro

deber hacia Dios? Cul [] hacia vos mismo? Cul [] hacia la humanidad? La contestacin a la primera es el

establecimiento por medio de la Fe primera columna de la vida renovada de una ms perfecta relacin con el Principio

Eterno de la vida individual; la contestacin a la segunda es la Esperanza segunda columna que hace fecunda, efectiva y

productiva la primera, madurando el perfeccionamiento individual; la contestacin a la tercera no puede ser sino Amor, principio

y base de la Fraternidad, o perfecta relacin con nuestros semejantes, con la cual nicamente se llega al Magisterio.

Lavagnini, Aldo; Manual del Maestro Secreto, Kier, 11 edic., Buenos Aires, 2003 e.. v.., p. 11.

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nos advierte que el thos traducido como carcter, pero derivacin de una variable del

vocablo que expresa costumbre, modo de ser es el damon del anthropn.10 La felicidad [eu-

daimona], el tlos fin y perfeccionamiento con el que el nos (aspecto divino del ser

racional) determina sus acciones en pos del bien, en la medida justa.

Nada en demasa, proclamaba el Orculo dlfico, del que por tres meses al ao era su

responsable [aitas] el bello Dionisio(=Baco), hermano de Apolo, y lugar sagrado donde

acudan tanto sabios como ignorantes, monarcas y sbditos, para operar en sus asuntos de la

manera ms correcta. Posteriormente, con la filosofa de Epicuro, el hombre se convierte en el

constructor de su propia vida [siendo] responsable de su autonoma; sta se muestra como una

constante conquista, como el fruto vivo de un diario ejercicio que aleja todo quietismo o

conformismo al mismo tiempo que inserta al individuo en el mundo de las relaciones. Mas la

mirada hacia el otro es tambin una mirada comprometedora, ya que busca [] su

enriquecimiento y felicidad. [] En el Protrpico de Aristteles [] la necesidad de la filosofa

est contenida en la propia posibilidad de ser adquirida en cuanto constituye la finalidad de su

buen vivir, y con ms precisin la causa de la vida propia del alma, ya que es superior al

cuerpo y su facultad es por naturaleza lo ms elevado del hombre, de manera que su ejercicio

constituye el fin ltimo []. Adems, lo que se cumple como fin tiene mayor valor que lo que se

cumple como medio y se distingue como lo libre de lo no libre.11

Tenemos inculcado en la memoria cultural que cuando a Poseidn le correspondi poblar la

Atlntida,

12

construyeron ostentosos templos y monumentos y legislaron la tierradesmesuradamente a conveniencia hasta corromperse irreversiblemente, con lo que debilitaron

y olvidaron su naturaleza divina destruyendo lo ms bello entre lo ms valioso, consecuencia

que acab dndole a Zeus incuestionables razones para castigarlos cruelmente. Desde

entonces la libertad qued condicionada en el imaginario popular a la voluntad de Dios. Mas

10 Aristteles, tica Nicomquea II 1, 1103 a 15-20.11 Quiones, Blanca A.; El sentido de la filosofa de Epicuro y su conexin con el Protrptico de Aristteles, en: Revista Theora,

n 4, UNT, Tucumn, 2001 e.. v.., p. 145.12 Platn, Critias 113 c.

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al cuestionar lo su-puesto, lo que est dado como Ley indiscutible (opresiva), nos aproximamos

al acto divino del pensamiento (eu-daimona), y por ejercicio filosfico, al Bien [t agathn]

como idea suprema platnica. De esa manera, reconocer lo divino [t thion] nos permite: 1)

encontrar en-nosotros dentro la capacidad de actuar en consonancia con este don, o: 2)

explorar en-nosotros dentro esa ilimitada e infinita verdad oprimida por la materia pesada y

poner en marcha la bsqueda de la Luz de la psykh en su patria original. Este sentido de

eleuthera estoica como condicin personal, disposicin de s mismo, se contrapone a lo

exterior prescindiendo de ello y alcanzando, finalmente, el ser-uno-mismo: el verdadero y ms

profundo sentido de Libertad.

b] Igualdad como sentido fundamental.

T aut, el gnero supremo que junto con la medeontologa atraviesa todo el plexo relacional

de lo inteligible [eki] marcando una clara distincin entre filosofa eleata y concepcin

acadmica de las ideas [gne] mltiples, 13 se vincula con la comunidad [koinona]

fundamentando la existencia substancial [ousa] de la Realidad Mental (Kybalin, V) .

Este aspecto [dmas] de la divisin del ente [n, Ser; hn, Uno] se corona con la imitacin

[mmetai] a los dioses como creadores en la ascensin inicitica del samadhiy la conclusin

de la Gran Obra; no tan solo expresando la re-ligin a la Ur, sino la conversin misma, la

transformacin accin de identidad e identificacin con lo divino, estadio sacro que afecta el

entorno dinmico de la materialidad [phsis] con la enrgeia de las Formas alqumicas a travs

del Nos del iniciado en los Misterios.c] Amor como sentido inteligible.

El ros es una sensacin [asthesis], que como bien lo ha descrito Aristteles, posibilita un

primer acercamiento al Conocimiento que parte de la percepcin sensible (en este caso, la

psis como sentido ms sutil). En Platn se da con el primer contacto de la Belleza [kals:

bello, noble] en s [hapls] desde un cuerpo individual, el cual comparte con todos la misma

13 Platn; Sofista 254 b ss.

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, permitindole la anbasis desde las tinieblas al tops hyper ourans, donde se es alma

[psykh] por toda la eternidad.

Curiosamente en los Stobaei Hermetica (XVIII, 1-2) vemos una ascensin con rasgos de la

anbasis platnica y la epagog aristotlica: serie asthesis-dxa-dinoia-nema-lgos-

dianoetik-ousa que culmina en la Inteligencia. En Aristteles es asthesis(-mnme-

phntasma)-empeira-tjne-epistm-sopha que culmina en el nos,14 y en Platn es (dxa-

)eikasia-pstis-dinoia-nesis(-epistm) culminando en el Bien. Ella es posible mediante el

impulso-de-conocer (ros), mecanismo que con la percepcin sensible desde un principio y en

la cosa intuye el objeto de investigacin. Por ello especulamos con que el fin ltimo es sin

dudas la re-unin (re-ligin) al Todo parmendeo que se percibe fragmentado con los sentidos,

pero indestructible con la mente (tras el ejercicio de la especulacin, de la reflexin en el

espejo, el sujeto se advierte proyector del objeto imaginado con los ojos de la psikh). Es

entonces cuando el principio de unidad asume que todo persigue un arquetipo geomtrico

formado por la parte y el todo e incluso ejercitamos en la definicin del ser masnico la

diiresis para arribar a la snopsis permitindose una suerte de ejercicio perceptual para la

explicacin de una existencia material; porque la razn acta sobre la materia sin perder su

esencia eidtica, infragmentable, 15 cuando participa de las cosas sensibles [phanomenai],

copias de las Ideas, que al dividirse y reunirse por Amor, 16 activan una cierta re-volucin

trascendente que nos devuelve re-ligiosamente al lugar celeste donde pertenece esa Mente,

que es el Todo [Pn-ta], sujeto original de los objetos de conocimiento.

14 Los griegos llamaron nous a la sabidura suprema en que lo verdadero est patente, es decir, en que se hace patente en el

pensamiento humano la disposicin del ser con arreglo al logos. A este concepto de nous corresponde en el pensamiento

moderno el de la razn. Ella es la facultad de las ideas (Kant). Su exigencia principal es la exigencia de la unidad en que se

coordina lo disparejo de la experiencia. Gadamer, Mito y Razn, 1954 e.. v..15 Platn; Parmnides, 130 a ss.16 Cfr. Empdocles; Frg. 17, 1-13 DK; 348 KRS; Simplicio, in Phys. 158, 1; donde la separacin es por accin del odio de la

Discordia [Nekeos] (v. 8) y la unidad por efecto del Amor [Philteti] (v. 7).

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Pnton khremton mtron nthropos, ton men nton os estin, ton de ouk nton os ouk

estin.,17 la clebre sentencia que autoconden al sabio de Abdera segn los comentaristas

que llegaron a nosotros desde la Antigedad hasta la aceptacin de la relatividad, nos

refuerza la idea [pardeigma] de hombre-sujeto que se advierte desde la imagen especular

(objeto): toda la mutabilidad del ksmos debe ser regulada por una Ley (Lgos, Nos), pero no

es necesario que una arj (poder, principio) la fundamente, aunque puede que haya un re-inicio

establecido por la apocalptica ekprosis heracltea-estoica en el ciclo eterno (permanente,

constante, fluyente). Este fuego re-novador que los ocultistas britnicos celebraban como un

nuevo En, o la Sin hebraica que los romnticos representaron como el elemento [stoicheon]

quinto promotor de la encarnacin del Tetragrmaton, o el terperipattico, quizs el primer

motor [stin he nesis noseos nesis]18 causante de la eter-nidad, nos indica el lugar

donde encontrar la antorcha prometica-mesinica que portaremos en la travesa del descenso

al Hades y reascensin a los cielos. Para ello la realidad debe ser comprendida por una

conciencia despierta. Y una re-visin de la realidad [ousa] de la phsis demanda una

recomprensin de la verdad [altheia] velada al vulgo, mezquinada al hombre esclavo (objeto

de Dios-causa-temible), que, tras el des-cubrimiento en la Iniciacin, pretende una real

emancipacin de la Humanidad; porque todos, absolutamente todos, somos materia [hle] de

iniciados en potencia [dnamis] esperando recibir la actualidad [enrgeia] de la forma [morph]

eidtica del divino Nos, medida [mtron] de todas las cosas, el imago Deiy Dios mismo, las

palabras y sus caracteres infinitamente combinables, los nmeros como entidades racionales:relatividad, entropa (tiempo) y dems expresiones de la Mente-Todo.

Ahora bien, si lo que llamamos dios puede ser encontrado en los trminos clsicos arj,

lgos, t hn, t n, nos, seguramente el cristiano theola ms popularizada nominacin

17 Protgoras, Frg. 1 DK, 551 KRS; Sexto Emprico, Adv. math. VII, 60. Generalmente a el hombre es la medida de todas las

cosas, de las que son en cuanto son y de las que no son en cuanto no son se lo ha tratado a partir del trmino hombre y

definiendo tres tipos: como ser individual, como especie in genere y como homo socialis, el cual por naturaleza, vive integrado

a los crculos de cadaplis.18 Aristteles; Tn Met t Physik 9, 1074 b 34-35.

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divinaarribar tras la re-ligin entre el Ser parmendeo y la entidad impronunciable del xodo.

Estas argumentaciones hallarn en Heidegger su confluencia, ya que ser, libertad, verdad

son nombres del Uno, fundamento (interpretacin) del en-contrarse-en el Dasein (existencia del

hombre), cuyo propsito simblico es re-ligarse con lo divino, eterno e infragmentable.

Como dialcticos, si partimos de una diaresis que intente revelar el conocimiento del Lgos,

presenciaremos la liberacin de la materia opuesta a la Forma de la psykh inicitica: la

materia divina idos eterno e inmortal, aspecto [dmas] de la realidad Universal que afecta

al ksmos. Por eso el nos no puede provenir de afuera, como pretenda el estagirita, sino

que resulta del despertar del Ser interior, real, mbito de los dioses y la conciencia del Bien

olvidado por la encarnacin:19 esta es la palabra de la virgen Lquesis, hija de la Necesidad

[Annke]: almas efmeras, he aqu que comienza para vosotros una nueva carrera caduca en

condicin mortal. No ser el Hado [damon] quien os elija, sino que vosotras elegiris vuestro

hado [damona]. Que el que salga por suerte el primero, escoja el primero su gnero de vida, al

que ha de quedar inexorablemente unido. La virtud [aret], empero, no admite dueo, cada uno

participar ms o menos de ella, segn la honra o el menosprecio en que la tenga. La

responsabilidad [aita] es del que elige; no hay culpa alguna en la Divinidad.20 La capacidad de

responder-por implica Conocimiento, la ciencia socrtica de la moral y el bien comn. La

con-ciencia,21 poseer esa ciencia (que es propia de los dioses), es tarea divina, y por lo tanto,

responsabilidad [aitas, causa] del hombre. De este modo, con el Conocimiento de los tres

19 Aristteles; Frg. 60 Rose: El castigo que sufrimos viviendo la vida presente es evidentemente la sancin de un crimen

cometido por nosotros en una vida anterior o con ella misma. Cfr. el mito escatolgico del Fedn platnico, donde se describe

cmo las almas antes de encarnar cruzan el ro Leteo frente al Hades , y por ello olvidan lo que contemplaron en una vida

pasada, en la patria de los dioses (vid. Empdocles; Frg. 115 DK, 401 KRS, Hiplito, Ref. VII, 29, 14 (11, 1-2, 4-14) y Plutarco,

de exilio 17, 607 c (vv. 1, 3, 5, 6, 13): vagabundo y prfugo del cielo), el reino in-visible [a-idin]. De all que Heidegger

expresara que el trmino verdad en el smil de la Caverna platnica es la privacin ( a) del Leteo (Lethes; de la raz Melete:

esfuerzo): accin de des-olvidar, des-ocultar, des-velar [a-ltheia]. Vid. Heidegger, Martin; Doctrina de Platn acerca de la

Verdad; 1931-1932 e.. v..20 Platn; Politea X, 617 d-e.21 Mondolfo, Rodolfo; Moralistas Griegos, Buenos Aires, 1941 e.. v.., pp. 54-55: La funcin de la conciencia es una educacin

de la voluntad. Cfr. al respecto lo que dice en su Scrates (Eudeba, Buenos Aires, 1996 e.. v.., pp. 38) acerca delprotrptico

pitagrico y el auto-examen de conciencia.

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aspectos del Ser (a: Libertad; b: Igualdad/Identidad; c: Fraternidad/Amor) definidos pordiaresis

dialctica, reclamamos una sinopsis entre el bien divino que los hombres deben cultivar con la

excelencia [aret politik] y la ascensin [anbasis] ertica que alcanza la idea suprema de la

Belleza-Bien, luz reinante en la ousa epistmica cual astro padre Heliossobre el Oriente en la

phsis y el devenir. Porque todo lo que se percibe [aistheso] en la Naturaleza es el gnesis

cuya substare debe ser capturada apresada para su conocimiento.

La dialctica divide (para analizar, distinguir) y re-une (para definir, determinar), como el

precepto alqumico solve et coagula. La vibracin kybalinica acaba en un orden [ksmos:

reinado de Justicia, vida de la naturaleza],22 y con ello, insina una cierta existencia. La

eterna pregunta: qu es esa existencia?

Analicemos que la triparticin de la esencia aparece ntimamente vinculada a los arjaique

fundaron el pensamiento Occidental. Esto nos da la pista para bocetar una interpretacin ms

acabada del Ser: gnzi seautn proclamaba el orculo de Delfos Mirar-nos un poco a

nosotros mismos nos posibilitar caer en reflexio (toma de conciencia),23 y re-visar el estado

especular de Lacan que ilustra la naturaleza conflictiva de la relacin dual nos sugerir que

el objeto,24 la imagen [phntasma] del reflejo, coincide con el yo freudiano destinado al

mbito imaginario [phantasa], donde el sujeto no es des-cubierto salvo tras la liberacin

(inadaptacin) y toma real de conciencia. Creemos que es el objeto (como phainmena) el

capacitado de llevar a cabo situaciones que nosotros (sujetos) subestimamos poder realizar,

porque entramos en una tensin agonal que inadvertidamente nos rebasa. Advertir-noscomo sujeto deja a la vista la hiancia biolgica que nos distancia de la Naturaleza, como el

22 Jaeger, Werner; La Teologa de los Naturalistas Milesios; en: La Teologa de los primeros filsofos griegos, FCE, Mxico, 1952

e.. v.., p. 41.23 La inteligencia, en su aprehensin primera, antes de conocerse a s misma, conoce el ser o lo que es algo, aunque lo conoce,

precisamente, como no yo; despus, por reflexin se conoce a s misma como relativa al ser, intencional; entonces juzga al ser

como distinto en s mismo, como no yo. Esta es la primera divisin del ser en objeto y sujeto. Aquino, Toms de; De Veritate,

q. I, art. 1, 9.24 La metafsica idealista declara que aadir a esas percepciones una sustancia material (el objeto) y una sustancia espiritual (el

sujeto) es aventurado e intil: yo afirmo que no menos ilgico es pensar que son trminos de una serie cuyo principio es tan

inconcebible como su fin. Borges, Jorge Franciso Isidoro Luis; OtrasInquisiciones, 1952 e.. v..

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abismo del Dath cabalstico que nos re-torna al tpos hyperourans, patria de los dioses: la

Realidad [idos] contrapuesta a la apariencia [phainmena]. Con ello, tanto como en

Aristteles, que afirma que por naturaleza deseamos saber [eidnai: ver, formar], como en

Platn y la relacin objeto-del-deseo-como-catapulta-al-conocimiento, el deseo [rexis] y el

amor [ros] deben ser distinguidos con cuidado.

Lacan analiza el Simposio acadmico concluyendo que el galma es el objeto del deseo desde

el origen: la identificacin con el Bien; y asume que el amor tiene dos perspectivas: una

asfixiante de todo lo concreto en la ascensin (dialctica), la oblatividad, esa especie de amar-

en-Dios, substare de toda relacin amorosa; y otra que gira en torno al privilegio, al punto

nico constituido en alguna parte por aquello que solo encontramos en un ser cuando lo

amamos verdaderamente, el galma.25 Amar platnicamente es desear lo divino (el amado es

entusiasmado, de n-theos: divino) apuntando como acto a su propia perfeccin: el

erasts, el ern, el amante, es conducido hacia un lejano ermenos a travs de todos los

ermenoi, todo lo que es amable, digno de ser amado []. El Problema es, [] qu puede

seguir significando, ms all del franqueamiento, de este salto tan acentuado, lo que se

presentaba al principio de la dialctica como ktma, como finalidad de posesin. Sin duda []

indica suficientemente que el trmino de la finalidad no est ya en el plano del tener, sino en el

plano del ser, y [] que [] en ese progreso, en esta ascesis, se trata de una transformacin,

de un devenir del sujeto, de una identificacin ltima con aquello supremamente amable. []

Cuanto ms lejos lleva el sujeto su finalidad, ms derecho tiene a amarse [] en su yo ideal [elyo deseante]. Cuanto ms desea, ms se convierte l mismo en deseable. (op. cit,, IX 1).

En el dilogo Fedro, al definir qu es el Amor (una mana de inspiracin divina), se presencia

una dialctica que nace de la sensacin ertica experimentada al momento de ver al amado

que el amante persigue; el primero se incomoda pero seguidamente re-conoce que es objeto-

de-deseo, lo que lo hace mirar-se, verse a s mismo (e incluso idealizarse), exhortando la

transmutacin del estado de ermenos en erasts. Este ejercicio dialctico en el que se ve

25 Lacan, J.; La Transferencia 1960-61 e.. v.., Seminario 8, X.

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involucrado el deseo de la doctrina de Freud, se advierte bifurcado, puesto que est

suspendido [] en forma de metonimia [] de una cadena significante, que es en cuanto tal

constituyente del sujeto, aquello por lo que ste es distinto de la individualidad tomada

simplemente hic et nunc. (op. cit., VII 1). La ambivalencia freudiana del amor-agresividad

convierte al amor del yo en la realizacin en un plano imaginario (percepcin que desea la

altheia), como una ilusin de fusin entre amado-amante en busca de llenar un faltante,

posiblemente el re-conocimiento de la divinidad en uno mismo, dado que amar es amar-se.

Luego el deseo es una facultad del alma como entlecheia acabamiento y perfeccin de un

cuerpo vivo organizado.26

Esto nos lleva a pensar que vivir en el espejo de Alicia se asemeja ms a un refugio que a una

bsqueda intensa de Conocer. El resultado: como objeto proyectado desde el uno-

microcsmico alcanza infinitas sensaciones (apariencias) simuladas, pero a imagen y

semejanza del Todo (Macroprosopus), como sujeto, re-vela tambin un objeto imaginado por

la mente del Gran Arquitecto [arj-tektn] del Universo, principio [arj, poder] constructor del

Arte [tjne, tcnica] Perfecto Universal concebido simblicamente a lo largo de la Iniciacin

Masnica.

La esencia y sentido del conocimiento reposa precisamente en el simbolismo [], todo sentido

es representativo-simblico [], el ser humano, al meditar sobre un smbolo puede rescatar el

sentido recndito que otro ser le asignara y que se halla latente en tal smbolo. A partir de esta

premisa [vemos] que la Tradicin Esotrica no se prolonga tan solo a travs de la enseanzaoral directa sino a travs de smbolos fundamentales a los que se asoci antao un sentido

definido. Pero, adems, el gran libro de la Ciencia Sagrada fue, es y seguir siendo la

Naturaleza misma, el mundo visible, pues [] lo visible es smbolo y manifestacin de lo

invisible. Nuestro universo fctico y fsico pasa as a ser representativo, el corolario diramos,

de una realidad de orden ms elevado o sea de un Principio en el orden metafsico que lo

trasciende y en el cual tiene su origen y causa []. Lo invisible es cognoscible a travs de lo

26 De nima II 1, 412 b 5-6. Cfr. del mismo autor: Parte de los Animales I, 641 a 15-27.

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visible y podremos as llegar al nomeno conociendo el fenmeno. [] Desde luego que []

solo ser accesible a nosotros [] por medio de [una] forma de inferencia trascendental [].

Pero, una vez ms, sera errneo limitar esta Tradicin a una serie de preceptos y

concepciones filosficas, pues es esencialmente prctica y operativa. No importa en cual de

sus variantes autnticas la recorramos, ya sea de modalidad oriental u occidental, pues

siempre encontraremos una sensible uniformidad en medios y en fines. [] El objetivo final de

la Ciencia Esotrica puede ser designado de muchos modos: Reintegracin, Liberacin,

Mysterium Conjunctionis, Nacimiento Eterno, Piedra Filosofal, [correspondindose] a un solo

hecho concreto y ontolgico de naturaleza trascendente y numinosa que rebasa en mucho la

mera esfera tico-moral. Este hecho es inefable pero su efecto visible e innegable es

transmutar al hombre en algo ms completo y [] despertarlo para que perciba una Realidad

de orden trascendental, lo que se halla indisolublemente ligado al descubrimiento ltimo de su

verdadera naturaleza. Tales palabras podran hacer pensar que estamos frente a hechos de

naturaleza mstica pero [] se trata pura y exclusivamente de la Realizacin Metafsica del

hombre por la Va Activa.27

Para comprender que lo fenomnico parte de lo in-visible [(h)a-des: a-idin, no-idos], puesto

que la esencia es inmanente del objeto (la cosa), pero claro est, en dos planos diferentes de

realidad, debemos observar cmo los smbolos son configurados, comprendidos, a partir de la

interpretacin y punto de vista. Entindase que la perspectiva la dar el recurso observador de

una determinada realidad: vista para la percepcin sensible, fsica, natural; entendimientopara la visin intelectual, real y ontolgica. Es cuando aparece el emblema masnico como la

plancha ms perfeccionada a la vista del Iniciado que busca comprender y, al mismo tiempo,

proteger el gran Secreto: en el centro de la Estrella Flamgera, en reemplazo del ojo de la

Conciencia (el Nos divino simbolizado por el Ojo de Horus), aparece la letra G de la

Geodsia. Este trmino peripattico, muchas veces utilizado como sinnimo de la

27 Palingenius, En torno al simbolismo; en: La Palabra de la Masonera; n 2, Bs. As., Marzo de 1985 e.. v.., pp. 19-21.

Smbolon,por:Marco ALbornoz, DNI 25.212.376, A.. M.. Log.. Cap.. Estrella de Tucumn n71[ XIII ]


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Geometra,28 se acua al emblema masnico para representar las dos prcticas de igual inicial

() y as recordarle al testigo que todos somos parte de las medidas de la Ciencia. [] La

Geometra [] slo se diferencia de la Geodesia [] en que una trata de las

cosas que percibimos con los sentidos, y la otra, de las no sensibles [].29

Recordemos el adagio hermtico V.. I.. T.. R.. I.. O.. L.. U.. M.. (visita interiore teerrum

rectificando invenies occulctum lapidem universalem medicinam)que nos permite experimentar

la visita al interior de la Tierra lo que est abajo, el microcosmos, acto que nos remontar

a la memoria [, reminiscentia] platnica sugiriendo la tumba [sma] como un primer

estado de la Obra, el de putrefaccin alqumica. Advirtamos un solo objetivo en el Arte Real,

pero tres, siete, diez30 y hasta doce31 procedimientos para alcanzar el Uno-Todo que corona la

Mgnum Opus: sea como transmutador de los metales groseros en oro-puro aspecto

terrestre o puramente material: alquimia ocultista; o como significado simblico puramente

psquico y espiritual: alquimia cabalista. Enfocados en esta ltima variante de la al-Chemeia,

28 Vid. Cooke, Matthew; Hystory and Articles of Masonry, I, 1861 e.. v.. (Manuscrito Cooke del Museo Britnico, Londres, ca.

1410 e.. v..): [] comprenders que de entre todas las Artes del Mundo, (la ms importante) es el Arte del Hombre; el Arte de

la construccin tiene la mayor importancia y la mayor parte en la Ciencia de la Geometra, como est escrito y dicho en la

Storia, en la Biblia, en el Polycronicn, una crnica ilustrada, y en la Historia de Beda, en De Immagine Mundi y en el

Ethimologiarum de Isidoro, en Metodio, obispo y mrtir, y en muchos otros; digo que la Masonera es el principal [Arte] de la

Geometra, como pienso que bien puede decirse, porque fue la primera en ser creada; como se dice en la Biblia, en el Libro I

del Gnesis, captulo IV. Cfr. con el Manuscrito Regius (ca. 1390 e.. v..) publicado por James O. Halliwell en 1840 e.. v.. en

The Early History of Freemasonry in England, I: Fundacin de la Masonera en Egipto por Euclides, vv. 18-26: Ya en aquellos

tiempos, por la buena geometra, / este honesto oficio que es la masonera / fue ordenado y creado de tal manera, / concebido

por todos estos clrigos; / gracias a sus oraciones ellos inventaron / la geometra. / Y le dieron el nombre de masonera / al ms

honrado de todos los oficios. Cfr. finalmente la Antigua Constitucin de los Masones Libres y Aceptados (1607 e.. v..): V. La

Geometra, que ensea al hombre a mensurar la medida de la tierra y de todas las otras cosas, cuya ciencia es llamada

Masonera.29 Aristteles, Tn Met t Physik B 2, 997 b 25. Cfr. Plotino, Enadas V, 9 (5), 11: Pero la geometra, perteneciendo a lo

inteligible, debe ordenarse all igual que la sopha perteneciendo al ms alto nivel del ser.30 Cfr. al respecto de la tetrakts el excelente trabajo de: Lentino, Jos Mara; El secreto de los pitagricos; en: Revista Smbolo,

n 84, Bs. As., Marzo de 2007 e.. v.., pp. 18-27.31 El nmero 12 es [] muy apropiado para caracterizar al Maestro en la Perfecta Arquitectura: tanto el nmero como el nombre

que lleva lo haran especialmente apto para caracterizar el ltimo y final grado masnico []. Con el nmero 12 efectivamente

llegamos a un trmino o finalidad: al fin del Ciclo Zodiacal, representando un grado determinado de perfeccin en la Gran Obra

Individual y Csmica, anloga al Ciclo Anual que se cumple con la revolucin del Sol o de la Tierra. Lavagnini, Aldo (Magster);

Manual del Gran Elegido, Kier, 9 edic., Buenos Aires, 2004 e.. v.., p. 16.

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descomponemos los Cinco elementos delpentalfa que trazan la Estrella Flamgera con el fin de

encontrar en Kether(sfira I) al G.. A.. D.. U.., el punto final de nuestra Iniciacin.

El clsico Empdocles propuso como composicin de la Naturaleza cuatro elementos y

Aristteles le sum a stos el cielo (o ter) como quinto. Todos stos resguardaron, desde

entonces, un aspecto fmino de la Deidad, configurando al pentagrama de la Sapiencia y la

Totalidad con la Pirmide Tetramrfica exaltada por un verbo dinmico (ire: voluntad,

thlema). La plataforma: las columnas de velle (fuego), audere (agua), scire (aire) y

tacere (tierra),32 cuaternario que sugerido en la Tbula Esmeraldinacon las figuras del Sol

(fuego), Viento (aire), Luna (agua) y Nodriza (tierra), tambin nos inspira el significado del FIAT

bblico: F, fumus: vapor de agua; I, ignis: fuego; A, aer: aire y T, terra: tierra. En

Kabbalh se corresponden con el Libro de Thot, el Tetragrmaton y la Esfinge Tetramorfa:

Atziluh /varas /len /fuego (), Briah /copas /dragn /agua (), Yetzirah /espadas /hombre /aire

) yAssiah) /pentculos /toro /tierra ().33

Sobre el cubo material se eleva la Voluntad (Azoth o Luz Astralpara los ocultistas, Odpara los

hebreos),34 ley griega de la Necesidad (Annke), principio de causalidad que influye sobre la

vida humana y cuya existencia tanto dioses como hombres estn obligados a re-conocer. Esa

32 Cfr. Lavagnini, A.; Manual del Maestro Secreto, pp. 144-155: Desde un punto de vista analgico, el Saber puede parangonarse

con el Aire que constituye la esfera de la manifestacin, el Querer con el Fuego que sube, como las aspiraciones y los deseos

de los hombres, de la tierra al cielo; el Atreverse con el Agua que desciende para fecundar y fertilizar la tierra, y Callar con la

Tierra en cuyo seno germina y brota si lenciosa la semilla de la realizacin. [] Puede equipararse el saber a la cabeza humana

de la Esfinge, el querer a sus alas de guila, que se dirigen hacia arriba; el atreverse a sus patas y pecho de len, y el callar a

la parte posterior e inferior taurina del monstruo palabra equivalente etimolgicamente a mirabilia simblico. [] Hay una

igual correspondencia en entre el Saber y las copas o corazones de los naipes, el Querer y los bastones, cetros o flores, el

Atreverse y las espadas o picas y el Callar y los dineros, cuadros o pentaclos que completan el cuaternario. Y esto nos

demuestra cmo el simbolismo inicitico se encuentra muchas veces en donde menos lo sospecharamos, y por ello debemos

cuidar de no despreciar o considerar indigno de nuestra consideracin lo que todava no comprendemos.33 La Yodde Ketheres el ser oculto del G.. A.. D.. U.. llamado En Soph, el , mientras que en los Naipes de Tarotrepresenta

al Caballero; la He es el Palacio: la Reina; la Vavel aglutinante, el mundo de los ngeles y el substrato de las formas; en el

Libro de Thotes el Prncipe; y la He final el arquetipo del espritu del mundo sensible [physis], al tiempo que la Princesa. Sin

embargo otros autores afirman que en el nombre de Dios la Yod ) se desprende de un punto superior que es el Adm)

Kadmn y representa a Kether. Luego la Yodes la Emanacin en Chokmh, la He ) la Creacin en) Binh, la Vau () la

Formacin en Tiphareth y la He ) final la Accin en) Malkuth. Cfr. al respecto Szalay, Ione; Kabalh, Kier, Buenos Aires, 2003

e.. v.. pp. 49-54.34 Sin hebraica (). Es el espritu como armonizador y regente del Tetragrmaton rgido.

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Quinta Esencia o el quinario representa la aspiracin, el aliento que mantiene la vida en lo

creado; [] el medio que une al Espritu Divino al cuerpo material, as como el hombre une a

Dios con la Naturaleza. 35 Cual herramienta masnica permite reconocer de la materia su

esencia: mediante la transmutacin del cuaternario inferior en la Trada Superior ( Isis-Osiris-

Horus), compuesta por el andrgino divino y el Uno-Todo: emanacin [aprroia] y accin del

Cero en el mito rfico (Huevo Csmico, metfora del Ourboros).

Los resultados de nuestras operaciones mgico-alqumicas se manifiestan en los planos

espirituales, mentales, psquicos y fsicos de la existencia microcsmica, y en analoga con el

cuaternario de la Naturaleza, susceptibles de una triple constitucin: fija, variable y

voltil. El 3 est relacionado al tringulo (Lgos), a la multiplicacin de los seres vivos y

tambin al hijo Kresthos que es Rey-Sacerdote-Profeta nacido del Principio manifestado (el

nmero 1, el lingam) y la duplicidad universal (el nmero 2, yoni, las columnas masnicas

del Templo de Salomn: y ). El tringulo se asocia a los planos del

pensamiento/neshamj-sentimiento/ruj-accin/nefsh y nos permite arribar al axioma

hermtico fundamental que dice que no existe ms que un solo elemento en el universo: el

Amor. As com-prendemos que el Mundo como un ksmos afirma la Unidad del Todo

(presencia universal e inmanente de la Inteligencia y del Espritu; la inteligibilidad de la

realidad). Se conquista la Gran Obra. Para la Kabbalh este lugar [tpos] es el Reino de la

Trada Superna (madre-padre-hijo) que aprehendemos espiritualmente una vez depuramos los

metales innobles del cuerpo microcsmico: porque la unidad del Creador y la Criatura es la re-ligin entre el Hombre Superior y el Gran Arquitecto del Universo. Finalmente, la creacin como

manifestacin de lo inmanifestado nos advierte en la bsqueda de la Verdad [altheia]. La

materia como continente pasivo y la Luz inteligible pleroma de arquetipos como agente

activo de la manifestacin, ambos des-velados y re-conocidos tras la observacin de la

evolucin de la Naturaleza, que parece permanecer siempre igual, y a la vez, siempre

renovada en el proceso continuo de Vida.

35 Adoum, J., El Compaero y sus Misterios, III 62.

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De esta observacin: la Libertad, la Necesidad-destino (voluntad-resultado, causa-efecto) y la

realidad trinmica del Ser: mente-razn-sentido, espritu-alma-cuerpo, Ciencia-Justicia-

Trabajo, revelamos los conceptos de substancia (subtare, estar debajo) y energa (energs, lo

que acta desde adentro y por s mismo) a partir del matrimonio dual entre el lenguaje del

espritu y lgos de la inteligencia, ms all del continum espacio-tiempo, en el instante eterno e

incomprensible del entender, del caer en la cuenta y del tomar con-ciencia.

Ninguna de las varias eternidades que plantearon los hombres la del nominalismo, la de

Ireneo, la de Platn es una agregacin mecnica del pasado, del presente y del porvenir. Es

una cosa ms sencilla y ms mgica: es la simultaneidad de esos tiempos. El idioma comn y

aquel diccionario asombroso dont chaque dition fait regretter la prcdente, parecen ignorarlo,

pero as la pensaron los metafsicos. Los objetos del alma son sucesivos, ahora Scrates y

despus un caballo leo en el quinto libro de las Enadas, siempre una cosa aislada que se

concibe y miles que se pierden; pero la Inteligencia Divina abarca juntamente todas las cosas.

El pasado est en su presente, as como tambin el porvenir. Nada transcurre en ese mundo,

en el que persisten todas las cosas, quietas en la felicidad de su condicin. [] Paso a

considerar esa eternidad, de la que derivaron las subsiguientes. Es verdad que Platn no la

inaugura en un libro especial, habla de los antiguos y sagrados filsofos que lo

precedieron pero ampla y resume con esplendor cuanto imaginaron los anteriores. Deussen

lo compara con el ocaso: luz apasionada y final. Todas las concepciones griegas de eternidad

convergen en sus libros, ya rechazadas, ya exornadas trgicamente. [] Se trata de unaimaginacin personal de la que puede prescindir el lector; de lo que no conviene que prescinda

es de alguna noticia general de esos arquetipos platnicos, o causas primordiales o ideas, que

pueblan y componen la eternidad. [] Para nosotros, la ltima y firme realidad de las cosas es

la materia los electrones giratorios que recorren distancias estelares en la soledad de los

tomos; para los capaces de platonizar, la especie, la forma. En el libro tercero de las

Enadas, leemos que la materia es irreal: es una mera y hueca pasividad que recibe las formas

universales como las recibira un espejo; stas la agitan y la pueblan sin alterarla. Su plenitud

Smbolon,por:Marco ALbornoz, DNI 25.212.376, A.. M.. Log.. Cap.. Estrella de Tucumn n71[ XVII ]


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es precisamente la de un espejo, que ni siquiera desaparece, porque no tiene ni la capacidad

de cesar. Lo fundamental son las formas.36

De-qu-forma-hablamos? La que con-forma los objetos de conocimiento y las cosas a

conocer?, o acaso la que permite fotocopiar las ideas que nos sugiere la pseudo-realidad que

nos es dada? Aristteles nos dir que el ser es aquello que resulta de haber captado en una

mirada de conjunto la totalidad de las opiniones plausibles, por lo que resulta que pensar es

pensar el ente [phainmena] como una totalidad. Lo cognoscible tiene materia [hyl] y forma

[idos]; es un compuesto [snolon]; y mientras la filosofa estudia el ente en cuanto ente (t n

h n) en su composicin total (la unidad y la multiplicidad) nos valemos de la vista [psis] para

determinar sus primeros principios desmenuzados desde el phainmena: buscamos la causa

primera y sus determinaciones esenciales. Saber se traduce de la palabra que usamos para

ver y formar [eidnai]. Este lenguaje ertico que describe el deseo [oregonthai] de la

inteligencia, explica el porqu la verdad la atrae revelando una situacin aportica del nos que

persigue la problemta en la cosa evidente, aplicando el methodos del discurrir [dia-porin]

recorriendo y despejando toda dificultad [a-pora] dentro del sujeto, examinado dialcticamente

hasta alcanzar la eu-pora (buena salida), decisin de la ciencia tcnica que deviene en la

verdad (t t hn enai: lo que la cosa ha de ser37), aquella que se alcanza cultivando la filosofa

(actividad contemplativa [theoretik] que genera la mayor felicidad). Por esta razn el estagirita

no considera a las sensaciones como sopha, pues stas dan cuenta del hecho (el cmo) y

no el qu son las cosas, alcanzando solamente lo verosmil y quedando en el mero mbitoemprico (no terico). De esta manera no pueden desvelar ni principios ni causas, ya que por

su condicin no permitirn elaborar ningn juicio universal que requiera de la inmutabilidad y

eternidad del ser. Adems, de las sensaciones, no consideramos que ninguna sea sabidura,

aunque stas son las cogniciones ms autorizadas de los objetos singulares; pero no dicen el

porqu de nada; por ejemplo, por qu [di t] es caliente el fuego, sino tan solo que [ti] es

36 Borges, J. L.; Historia de la eternidad, I. Bs. As., 1936 e.. v..37 Aristteles; Tpicos I, 1, 101 b 20.

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caliente.38 Como el conocimiento es lo que complace, y con ello entran al juego nuestros

sentidos, estos ltimos no satisfacen el placer por el objeto determinado que persigue la

sabidura. El objeto de la Sabidura es lo divino, por lo tanto, la Ciencia (totalmente libre y

perseguida t eidnai t epstasthai) es divina; y ya que mienten mucho los poetas al creer

acerca de que la divinidad es por naturaleza envidiosa (Ib., 982 b 32 - 983 a 5), al ser esta

ciencia la ms digna de aprecio, no puede ser el motivo de los celos de Dios, pues sera la

mejor, y le corresponder a los hombres pertenecindole al G.. A.. D.. U.., pues es ste para

todos una de las causas [aiton] y cierto principio [arj]: la naturaleza que deseamos alcanzar

est en l y nos entusiasma re-conocerla. Si ste es nuestro objeto, entonces la Sabidura

es, y la ciencia (comprensin de las causas y primeros principios), una actividad

cualitativamente divina.

Seguramente no ser tan fcil evadir [dia-porin] el problema derrideano.39 El objeto es un

sustituto pseudo-ontolgico como toda construccin mental, y por lo tanto, no-real. Sentimos y

explicamos a partir de la esttica, pero ello no indica que sea verdad. Si el sufrimiento

precede o antecede al placer, seguramente no ser ms que un suceso en el devenir, y as,

una ilusin imaginaria [phantasa] de la cual y por la cual creemos y creamos las sensacionales

explicaciones que acuden a la percepcin antes que a la inteligencia. El primer contacto que

tiene el hombre con la naturaleza es por medio de la vista (evidencia que nos posibilita la

epagog), que trasciende el mundo sensible y emprico (lo particular), cuando ste aprehende

la tjne (Arte) que versa sobre lo universal por medio de esa mirada de conjunto que captura elsujeto [hypokemenon] y lo co(g)no(s)ce a partir de su anlisis. Lo que conoce decimos, sea

como la cosa en tanto tal, o re-conociendo al objeto como proyeccin del sujeto, igualmente

sirve a los propsitos de distanciamiento y proteccin que provoca la definicin de las cosas

38 Aristteles; Tn Met t Physik A, 1, 981 b 10 y ss.39 Elijo deliberadamente la palabra [] para insistir un poco ms en el griego y en la experiencia de la traduccin: problema

puede significar [] proyeccin o proteccin, lo que ponemos o lanzamos delante de nosotros [], pero tambin la proteccin

de un sustituto, de una prtesis que ponemos por delante para que nos represente, nos reemplace, nos cobije, nos disimule u

oculte algo inconfesable, a la manera de un escudo [] tras el cual resguardamos en secreto o al abrigo en caso de peligro.

Derrida, Jacques; Finis, en:Aporas esperarse (en) los lmites de la verdad, I, Paids, Barcelona, 1998 e.. v.., pp. 29-30.

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comprensibles, puesto que para apresarlas debemos de alguna manera sentirlas, y por lo

tanto, materializarlas sensiblemente. Este problemta clsico tanto en nomenclatura como en

acto, se presenta para nosotros, ya no solo sujetos, sino que tambin objetos-sujetos-a-

conocer, en el instante de la intuicin [nomata] e inspiracin divina que nos posibilita

comunicar-nos.

El lenguaje es mbito de manifestacin, lo cual nos permite, adems de re-conocer que ste

nos distancia (protege) de aquello que est in-visible [a-dicto], criticar [kategoro] los distintos

empleos que tienen los trminos o sus mltiples significados, siempre a la Luz de la realidad

que se quiera expresar con los logoi. Para ello necesitamos clasificar la realidad significada por

la combinacin [simplok] de trminos. Finalmente la verdad [ ] ser mostrable en la

realidad [ ] a travs del lenguaje, e identificada por el , tras su cuidadosa distincin

de lo que existe [ ] simblica y adems concientemente.

El smbolo (objetivo) ser a la conciencia (subjetiva) lo que la Masonera especulativa a la

operativa. Y trabajar en el Templo Salomnico de nuestro interior, no solo exaltar mejor

[arists] una vida particular, sino que por el re-conocimiento, el re-cuerdo y la re-ligio de que

ser infragmentable no nos valida una particin posible, al construir el perfeccionamiento

esotrico, lo haremos en el contexto natural por emanacin. La phsis tomar la forma de la

ousa, el microcosmos del macrocosmos, la imagen del modelo original configurados en la

aprehensin40 de los sentidos, pero siempre Uno y lo mismo en Todo, en la Realidad eidtica,

incomenzada y divina del Ser.

40 Entendemos ms cuanto ms definicin posea la percepcin disponible para aplicar a la aprehensin del smbolo; es una

ecuacin personal, es dimensin innata, como en lo fsico es la agudeza visual. Pero profundizaremos ms en su sentido

cuanto mayor agudeza desarrollemos para concebir y abstraer el concepto con exclusin del objeto; y esto es producto de

reflexin y cultivo es territorio a disposicin de nuestra voluntad de ser mejores, de ser ms; es simpleza a desbastar entre

otras. [] Y cuando el entendimiento est as clasificado por la capacidad de abstraer, descubrimos que la direccin de las

acciones relacionadas con el smbolo son centrfugas; el smbolo emite, proceso inverso al encontrado para los casos de

aprendizaje y convencionalismos. [] Los smbolos contienen conceptos difciles de sustituir por explicaciones, cuando no

imposibilidad o por lo menos inconveniencia en los casos en que la frescura de su significado deba estar presente y completar

el sentido de ceremonias o rituales. [] Los smbolos, la mayora de ellos pasivos en su presentacin, cobran dinamismo

cuando son interpretados o cuando, captados de modo conciente, se internan en quien los recibe. Williams, Jos Mara; Una

valoracin del smbolo; en: Revista Smbolo, n 70; Julio-Agosto de 2000 e.. v..; pp. 14-15.

Symbolon: extracto del Liber X

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