T 2. T° soc II.f

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I.

Los planteamientos de Mead se enmarcan dentro de la sociedad americana, entre el fin del siglo XIX y el principio del XX. Adems de lo anterior, hay que pensar sus planteamientos como una antesala a una serie de extraas escuelas dentro del contexto tradicional de la sociologa, donde stas encontraran refugio en la Universidad de Chicago. Si bien se lo cataloga como uno de los padres del interaccionismo simblico, en realidad sus ideas se entenderan principalmente entre una curiosa mezcla entre conductismo de orientacin social y la filosofa pragmtica.

La preocupacin del planteamiento de Mead, requiere de gran atencin al momento de intentar manipular un anlisis que logre una genuina sintetizacin acerca de qu es lo que nos compone como personas que conviven en un constante proceso social. Espritu, persona y sociedad1Mead, George H. Espritu, persona y sociedad: Desde el punto de vista del conductismo social, Pados, Barcelona, 1973.

, es un complejo planteamiento acerca de dichos componentes que nos conforman ntegramente y de los cuales no podemos prescindir, planteamiento del cual nos encargaremos de analizar crticamente y re-plantear algunas interrogantes que surgen a raz de su teora acerca del conductismo social, pero desde la perspectiva de la sociedad moderna, donde nos daremos paso mediante a las ideas de diversos autores para lograr algo ms que una mera crtica, sino que generar ciertas reflexiones que aporten con nuevas dudas a la teora del autor en cuestin.

II.
El libro de Mead se enmarca en una fina y pretenciosa problematizacin que abraza la construccin del ser humano en su aspecto ms microscpico. El desarrollo extensivo del hilo conductivo funcional y estructurado de la vida; la eleccin de la fisiologa en analoga al sistema de vida ser esencial para la comprensin de la perspectiva orgnica de Mead.

En el da a da se viven experiencias, las cuales generalmente se viven como propias. El leer un bello poema puede llevarnos fcilmente a experimentar sentimientos que el lector puede entender como emergidos desde lo ms profundo de su ser2El uso de las comillas es principalmente porque este trmino puede ser reemplazado o encadenado por alguno que signifique la misma idea (alma, corazn, hasta incluso inconciente) en el lugar del sentido comn.

. Relacionando lo anterior con el autor, se hace ver la gran novedad y peculiaridad de Mead: ese sentimiento no se jugara en ese centro privado, mxima expresin de aquella libertad. Como explica en un ejemplo Mead, la labor del buen poeta es emplear palabras que respondern a su actitud emocional y que despertarn en otros la actitud que l mismo tiene3Mead, George H. Espritu, persona y sociedad: Desde el punto de vista del conductismo social, Pados, Barcelona, 1973. p. 178.

frente a la naturaleza o aspectos que generen tal estmulo para la emocin y la reaccin de ser expresadas literariamente. Las palabras son entendidas como elementos constitutivos del pensamiento, los cuales mediante la definicin -social- de smbolos da la posibilidad a la comunicacin, cualidad que es entendida como el lenguaje que da significado y sentido a las actitudes y acciones.

En el punto anterior es preciso detenerse un momento. Una de las ideas centrales del interaccionismo simblico de Mead es precisamente la constitucin del ser individual- social que se constituye como persona mediante el proceso social. En este sentido se invierte lo que el autor seala como teora individualista de la persona4La persona, segn estas teoras, se conciben en lo privado de ellas mismas. De esta manera, la sociedad debera entenderse desde la suma de las individuales anteriores a ella. En Ibid, p. 244.

, explicitando la gnesis del individuo y su experimentacin a s mismo, mediante el proceso comunicativo y simblico de este con la sociedad a la cual pertenece, lo cual es provocado por los estmulos que son generados desde los puntos de vistas particulares de los otros miembros individuales5Ibid, p. 170

para ser recibidos y adoptados por el individuo de forma retroactiva. Por decirlo de manera ms radical: no habra persona, si no existiese una sociedad con la que deba interactuar. Siguiendo con el hilo argumental, la persona surge de varios procesos agrupados en un desarrollo teleolgico que se completa al interconectar y organizar las distintas formas de relacin y roles jugados por los individuos o el otro generalizado. En la razn de no alargar la exposicin del planteamiento de Mead, es mejor dejar claro ciertas bases tericas para luego realizar una consecuente comparacin con los argumentos de Weber.

En el constante desarrollo del individuo, lo caracterstico de los estadios por donde pasa el sujeto es, como se ha dicho anteriormente, la interaccin con un otro, pero adems el proceso social en el que lo identificamos se produce su nacimiento como persona, dentro de la cual tiene lugar la diferenciacin, evolucin y organizacin ulteriores6Ibid, p.193

. El deporte es algo central ac, porque en este los nios van haciendo calzar su posicin con respecto a los otros, aprehendiendo y organizando los distintos roles que se juegan en el momento de acuerdo a una pauta estructural y funcional de que tienen como referencia al grupo generalizado. No obstante, no es que el nio mantenga por siempre aquel rol especfico, lo que sucede es que va entendiendo que esas posiciones pueden ser rotativas segn los requerimientos del contexto. El infante que est inmerso en el juego va organizando su relacin con los otros, a la vez que se va auto-organizando por efectos de esa perpetua retroalimentacin conductual. Pasando ya a ser persona, los roles sociales se van estructurando-cristalizando, dando paso a una especie de formalizacin del otro; las expectativas en la interaccin con una persona ya estn en su mayora prefijadas. Involucrando otro concepto fundamental, la racionalidad entra en escena en este punto: la retroalimentacin se fija en el compartir las reacciones esperadas en la interaccin, determinando lo prximo que se har o dir en cada individuo7Ibid, pp. 179-180.

. El raciocinio se vera en la significacin de los smbolos usados por los hablantes en un bucle de estmulos y respuestas; el pensamiento se establece en ese marco lingstico-simblico, dialgico y contextual, donde el smbolo despierte en uno lo que despierta en el otro individuo8Ibid, p. 180

.

A grandes rasgos, Weber orienta su metodologa en la misma perspectiva. La sociedad de Weber es, en simples palabras, [...] el producto de una accin intersubjetiva, concebida como causa no-causada de ella9Salvar, Pablo. Max Weber: Poder y racionalidad. Hacia una refundacin normativa de la poltica, RIL editores, Santiago, 2014. p. 52

; de manera anloga, Mead va concibiendo la sociedad no desde ella misma, sino en la cristalizacin de las actitudes sociales generalizadas10Mead, George H. Espritu, persona y sociedad: Desde el punto de vista del conductismo social, Pados, Barcelona, 1973. p. 278

, que devienen a la larga en instituciones y/o comunidades. El plano de la inter-accin intersubjetiva se instala en ambas teoras: en Weber la mirada est como instrumento metodolgico que permite generar una sociologa, mientras que Mead da un paso ms agresivo al plantearlo como accin constituyente de la realidad social.

Estas semejanzas hay que dejarlas estacionadas por un momento, para as poder hilar de manera ms fina el pensamiento de Weber y dar ms sustento a un posible debate entre ambos autores. Es cierto que su unidad de anlisis, por as llamar al objeto que estudia, es la accin intersubjetiva, no obstante esta contiene varios elementos. Primero, y haciendo uso de su libro Economa y Sociedad, hay que establecer que el concepto de accin al que se refiere es la de una conducta humana (bien consista en un hacer externo o interno, ya en un omitir o permitir), siempre que el sujeto o los sujetos de la accin enlacen en ella un sentido subjetivo11Weber, Max. Economa y Sociedad, Fondo de Cultura Econmica, Mxico, 2014. p. 130.

, y seguido de esto, Weber define la accin social como [...] una accin en donde el sentido mentado por su sujeto o sujetos est referido a la conductas de otros12idem.

. En resumen: la teora de la accin social de Weber se erige en la conducta cargada de sentido de un sujeto vinculado con otro, en eso se puede continuar con la posible causalidad que puede acontecer en la relacin entre ambos sujetos13Avendao, Octavio; Canales, Manuel y Atria, Ral. Sociologa. Introduccin a los clsicos: K. Marx, E. Durkheim, M. Weber, LOM editores, Santiago. p. 120.

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Siguiendo con Weber, ahora lo que urge es definir lo que l hablara por sentido. En el primer captulo del texto anteriormente citado es bastante explcito con las significaciones que hace del trmino sealado: la accin social se encuentra empapada por el sentido, en el que este se manifiesta en cierto momento o caso histrico, como promedio aproximado de una serie de casos o como tipo puro14Weber, Max. Economa y Sociedad, Fondo de Cultura Econmica, Mxico, 2014. p. 130.

. De esta forma, de ninguna manera se puede hablar de verdades, sino de interpretaciones vlidas. Incluir adems que ya con lo sealado se hace evidente las posibilidades comprensivas de la accin social en su base de que ella se centra en sus capacidades de ser entendida por un otro. Cuando se habla de tipo puro se hace referencia en como un sujeto interpreta y acta en un mundo segn ciertas formas internas de sentido, que deben ser coherentes entre ellas15Avendao, Octavio; Canales, Manuel y Atria, Ral. Sociologa. Introduccin a los clsicos: K. Marx, E. Durkheim, M. Weber, LOM editores, Santiago. p. 121.

. Por consiguiente, al tener cierta coherencia, es posible agrupar las acciones sociales en categoras ideales y excluyentes: es de esta manera en que se hace posible hablar de tipos ideales, uno de los artefactos metodolgicos ms famosos de Weber.

Despus de dar ciertos pinceladas bsicas acerca de la teora de la accin social de Weber, hay que dar paso a lo que en realidad convoca: establecer el anlisis que identifique algunas relaciones con la teora de Mead. Como se dijo, pero en otras palabras, ambos concuerdan en un nfasis en la agencia y los modos en que los procesos intersubjetivos constituyen sociedad, sin embargo puede que sea una visin demasiado superficial de ambas teoras. Mead no genera tipologas ideales, ya que toda accin referida a un otro contiene su racionalidad lingstica, orgnica y explicada desde la fisiologa, la cual responde a una propia lgica que se refiere al anlisis de sus interrelaciones funcionales y las relaciones del organismo en total con el ambiente que lo rodea16Steiner, Alejandro, Middleton Samuel. Fisiologa Humana Edicin Digital reproducida con autorizacin de los autores. 2001 Biiblioteca digital Universidad de Chile [Consulta 14-04-2015] http://mazinger.sisib.uchile.cl/repositorio/lb/ciencias_quimicas_y_farmaceuticas/steinera/

. Es entonces que el estadounidense relacione alteridad con racionalidad, desde una perspectiva estructural funcionalista. Es ms, si se hace el esfuerzo por leerlo desde su enfoque pragmtico, la racionalidad se significa en una accin autoregulada; contextualizada dentro de un orden social, la accin se vera como accin cargada de racionalidad cuando esta puede ser autocontrolada desde el individuo mismo y la sociedad, no existiendo conflictos severos en la relacin entre colectivo e individuo17Joas, Hans. interaccionismo simblico. en Giddens, Anthony y Turner, Jonathan., La teora social, hoy, Alianza Editorial, Madrid ,1998.p. 117.

. En contraste con Weber, que establece su criterio de racionalidad dentro de una perspectiva basada en medios y fines18Salvar, Pablo. Max Weber: Poder y racionalidad. Hacia una refundacin normativa de la poltica, RIL editores, Santiago, 2014. p. 58.

. Si bien se puede dejar claro la diferencia en el sentido de la racionalidad de ambos autores, igual se presentan ciertas divisiones en la accin social de Mead. El socilogo argumenta que para que una accin sea racional debe ser capaz de separarse de su contenido afectivo, dejando nicamente una forma objetivable19Mead, George H. Espritu, persona y sociedad: Desde el punto de vista del conductismo social, Pados, Barcelona, 1973. p. 170.

. siguiendo la idea, el factor emocional slo se expresa en la conciencia individual; la persona, entendida como conciencia de s, se orienta en la objetivacin de lo manifestado a un otro como conducta racional, no podra ser de otra forma porque la nocin misma de conciencia de s requiere una objetivizacin de la misma conciencia. La identidad se vuelve imposible si no hay una externalidad, ya que ella debe constituirse impersonalmente bajo sus normas. Las posibles dicotomas que se ven superadas en la teora de la persona de Mead en realidad son arrastradas a las etapas tempranas del desarrollo humano, dejando al nio, en esa fase de desarrollo, excluido de la comunidad, pero an as en contacto con otros que han de influir en su actitud y le obligarn a crear un primer lazo con el medio que lo rodea y as dar comienzo al primer contacto social con que el que contar mediante el juego.

La discusin anterior puede dar para un largo trabajo, as que volveremos a lo expuesto anteriormente, al hablar Weber de accin social lo est enmarcando en un constructo metodolgico. Ms que hablar directamente de lo fctico, los conceptos que l desarrolla se fijan en un proyecto sociolgico caracterizado por aspectos hermenuticos. Desde un plano ontolgico, la nociones acerca de la realidad que tiene el autor son bastante similares con las de Simmel: Se entiende lo real como un infinito, donde la pluralidad anrquica hara inteligible la totalidad20Salvar, Pablo. Max Weber: Poder y racionalidad. Hacia una refundacin normativa de la poltica, RIL editores, Santiago, 2014. p. 50.

. En esta condicin slo es posible conocer trozos delimitados de la realidad. Mientras Weber formula sus teoras dentro de la herencia Kantiana --en relacin al concepto de la cosa en s--, Mead observa el mundo desde otros cristales: la realidad para el pragmatismo no instruye la necesidad de hacer calzar las ideas con el mundo21Giannini, Humberto. Breve historia de la filosofa. Catalonia, Santiago, 2005. p. 344.

. En esa distancia con el pensamiento europeo, lo fctico ya no se encontrara dividido, o en parte clausurado para el sujeto; la perspectiva pragmtica da un salto a la problematizacin extrema de la (no) concordancia entre mundo y pensamiento, dejando claro que este ltimo debe orientarse simplemente a la solucin de los problemas que nos trae vivir en esta adversa realidad22Joas, Hans. interaccionismo simblico. en Giddens, Anthony y Turner, Jonathan., La teora social, hoy, Alianza Editorial, Madrid ,1998.p. 118.

. Puede ser por este argumento que el mismo autor no habla de lo fctico directamente en el libro revisado. Al parecer su preocupacin es cmo se moviliza esa realidad por medio de la accin humana y como sta se va desarrollando para alcanzar mayores grados de adaptabilidad al medio mediante la expansin de la comunidad y sus grados de cooperacin23Mead, George H. Espritu, persona y sociedad: Desde el punto de vista del conductismo social, Pados, Barcelona, 1973. pp. 227, 196-197, 227 y 288.

. En sntesis: su teorizacin habla directamente del mundo y desde el mismo mundo desde un desglose completo de toda la significancia de la interaccin.

Desde una visin superficial se puede ver que en este sentido la teora de Mead es bastante eficiente para traducirla a trminos prcticos, no obstante se puede presenciar un problema no menor en el planteamiento del autor: la reduccin de la realidad, o incluso la naturalizacin de sta. Qu se quiere decir con esto? Que el mundo social sera simplemente un teatro, donde nuestras posiciones estn prefijadas desde un inicio. El contexto ya dara las pautas de cmo cada uno se debera comportar. Toda salida del teatro estara cerrada, total, el riesgo de un evento desafortunado sera improbable, bueno, y si lo hay, se arreglara dentro del mismo teatro. Sera bastante llamativo pensar as, porque si nos pusiramos radicalmente meadianos, prescindiriamos de las salidas de emergencia, o incluso de los guardias o cmaras de seguridad: total, la misma comunidad se tendera a autocontrolar. Ahora, si hay la existencia de estos se dara a entender de que aquella teora sera muy limitada para entender lo social. No obstante, es posible que Mead contraargumente hablando de los problemas de las micro-comunidades en relacin a las superiores, o que se altere el orden por reacciones descontroladas del yo de una persona24Ibid, p. 234.

. Ms all de intentar forzar la teora, se observa claramente que el conductismo social que propone el autor se basa en un ideal normativo de sociedad, y particularidades que se salen de su regla son tratadas unicamentes como posibles hechos aislados, que la misma sociedad intentar corregir, casi como un sistema autopoitico. Concluyendo esta parte, se puede afirmar ampliamente que su teora puede esconder su pensamiento poltico, ya que pone por lo alto la democracia liberal norteamericana; todo el desarrollo argumental estara cruzado por una estaca ideolgica, generando una naturalizacin de la realidad segn los trminos de la sociedad capitalista contempornea.

III.En la teora de Mead donde es bastante coherente segn ella misma, pero al mismo tiempo tambin bastante complicado encontrar puntos paradjicos o ciertas contradicciones. Si bien puede tender a hablar de una sociedad ideal, por no decir utpica, es bastante meritorio su anlisis acerca de la constitucin del individuo en trminos sociales. Puede contribuir a estudiar fenmenos como la construccin identitaria de ciertos grupos o incluso a elementos sociales ms concretos, como lo pueden ser las tribus urbanas, el consumismo, la vida a cambio del trabajo muchas veces para la satisfaccin slo de necesidades que responden a un patrn social y e institucionalmente establecidas -en su sentido degenerado- y a modo de conclusin. Logra en cierta medida dar gran cabida a la agencia, en contraste a las macrosociologas que terminan derivando en posiciones deterministas con respecto al sujeto. Pero existe un punto punzante en su edificio conceptual: la falta de conflicto.

En el desarrollo del texto Espritu, Persona y Sociedad, lo mximo que se puede hallar son ciertos casos especficos, y que generalmente Mead usa de ejemplos. Habla acerca del nacionalismo, como tendencia continua de los grupos por creerse superiores a otros25Ibid, p. 231.

, o la raz social del asesinato26ibid, p. 236.

, o el problema de las instituciones conservadoras27ibid, p. 279.

. Todas estas menciones tratan de problemas solucionables desde la ejecucin del control social que no se podra pensar desde una perspectiva coercitiva en trminos durkhenianos. La sociedad de Mead es en cierta forma anloga a lo que puede ser el Estado hegeliano: no habra un conflicto entre individuos y estado, tampoco se podra entender uno como la produccin del otro (la suma de voluntades que genera el Estado o comunidad meadiana); sera ms bien el poder universal que se revela y realiza en las relaciones plurales entre individuos, descubriendo en ellas una unidad de orden superior.28Tambin es interesante hacer la misma analoga con el Espritu de Mead, contemplndolo como la amalgama de ideas en una comunidad, adems de ser externo simblico que vive y manifiesta en la particularidad por medio del acto de significacin. En Ibid, pp. 214-215. Acerca de lo dicho de hegel, lvarez, Eduardo. El saber del hombre. Una introduccin al pensamiento de Hegel, Editorial Trotta, Madrid, 2001. p. 111.

. Puede que sea una exageracin lo expuesto, pero la universalidad del smbolo, y como ste constituye racionalmente desde su significancia la comunidad humana y a los propios humanos da ciertas pistas acerca de la influencia de Hegel en Mead29Joas, Hans. interaccionismo simblico. en Giddens, Anthony y Turner, Jonathan., La teora social, hoy, Alianza Editorial, Madrid ,1998.p. 119.

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No obstante, el socilogo hace ver las cosas demasiado fciles en su planteamiento de la constitucin del sujeto. Partiendo desde el mismo momento de la emergencia del futuro individuo, se presenta el problema del cuerpo. Mead genera cierta dicotoma bsica entre el cuerpo y la persona: la primera opera sin la necesidad de la intromisin de la segunda, y sta tiene la gran facultad para distinguirse del cuerpo, como por igual de los objetos y las cosas. El resultado de lo anterior es la capacidad del individuo de ser auto-conciente de s mismo, o dicho de otra manera, la persona es s-mismo en el momento de reflexionar acerca de las partes que engloban su identidad (objeto para s)30Mead, George H. Espritu, persona y sociedad: Desde el punto de vista del conductismo social, Pados, Barcelona, 1973. p. 168.

. Ac ya se pasa por alto algo importante: desde la perspectiva de Hegel ya el proceso del tener conciencia de la objetivacin del cuerpo implica la manifestacin de su escisin con el mundo31lvarez, Eduardo. El saber del hombre. Una introduccin al pensamiento de Hegel, Editorial Trotta, Madrid, 2001. p. 180.

. Ya emerge as un primer relato que evidencia lo trgico de la constitucin de la persona. Si vamos al extremo en la revisin de otras teoras que inspeccionen la constitucin del individuo, podemos encontrar en el psicoanlisis la cara ms agresiva del volverse persona32Todo lo expuesto ac acerca del psicoanlisis se encuentra en Thibaut, Michel y Hidalgo, Gonzalo. Trayecto del psicoanlisis de Freud a Lacan, Universidad Diego Portales, Santiago, 2004.

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Si antes dijimos que Mead lo dejaba muy fcil, es porque no hay confrontacin alguna con la alteridad: es un gran lazo en que se adoptan acitutudes, y las porbables actitudes debern estar normadas por los otros, de modo en que el individuo mismo, se reconozca en ellos y pertenezca por est razn inmerso en el todo social. En el opuesto, la teora psicoanaltica declara abiertamente que para que se arme una persona debe pasar por diversas etapas, pero para no extendernos ms en la explicacin, dejemos claro cierto punto fundamental. En una primera instancia no hay sujeto, ni individuo, ni persona; de manera anloga a como describe Hegel la vida del primer hombre sumergido en la naturaleza y la inmediatez33lvarez, Eduardo. El saber del hombre. Una introduccin al pensamiento de Hegel, Editorial Trotta, Madrid, 2001. p. 180.

, el nio se establece en una relacin didica con la madre, donde no hay separacin con el mundo (osea, ella). As, sujeto y objeto no se hayan divididos. Todo cambia con la ruptura de la diada con la intromisin del padre, alteridad que otorga la posibilidad de subjetivacin al nio. El infante cede y se embulle en el discurso del Padre u Otro ante el riesgo de ser castrado. En la descripcin de Mead, todo este proceso se vislumbra nicamente en interacciones y sobre-interacciones con un otro por medio del lenguaje, dando poco a poco organizacin y estructura a la persona de acuerdo a otras estructuras y organizaciones generales. Al parecer se safa de la tragedia del sujeto al incluirse en el lenguaje, instancia traumtica que hace dejar a su objeto de deseo.

An ms distinto son las nociones opuestas de la alteridad: desde la teora del conductismo social de Mead vemos en el otro lo mismo que encontramos en nosotros mismos, y en eso no es tan distinta de la formulacin lacaniana de la otredad, que establece una relacin dialctica (osea, cerrada en s misma y en contradiccin) entre yo y otro. Todo puede calzar, pero hay que tener en cuenta al Otro del psicoanlisis: figura o posicin (inter)subjetiva que instala al sujeto en el mundo de lo simblico, teniendo en cuenta que es algo que resulta forzado, ya que el nio no espera separarse de aquel paraso que sera el deseo compartido con la madre. Lo dicho anteriormente edifica la condicin compleja de la subjetivacin, al contrario de la teora social de la persona, que todo este complejo proceso queda reducido a un simple [...] adoptar la actitud de otro y actuar hacia s mismo como actan los otros34Mead, George H. Espritu, persona y sociedad: Desde el punto de vista del conductismo social, Pados, Barcelona, 1973. p. 199.

. Hay que dejar algo en claro s: toda esta vuelta argumental en realidad se hizo no para suponer una superioridad de la teora psicoanaltica ante la de Mead. Lo que se quiere mostrar es el olvido de una cuestin importantsima: el conflicto intersubjetivo que puede evidenciarse en la constitucin de una persona y cul es la respuesta que puede existir hacia su entorno. Si se encuentran similitudes e influencias con el pensamiento Hegeliano, deja bastante que desear el hecho de haber olvidado el carcter trgico y conflictivo de la vida humana.

Si hablamos de elementos dialcticos y acerca de lo trgico de la existencia humana, no puede ser menor mover a escena a Simmel. Puede ser complejo hilar una contraargumentacin usando aspectos de su teora, pero si hay algo que destacar es su visin contradictoria y a la vez interconstituyente de la modernidad, que nos sugiere relacin dialctica que puede haber entre sociedad e individuo. Mead nuevamente da por hecho que no existen complicaciones, a lo ms ciertas anomalas. Por ejemplo, tomando la idea del yo y el mi habra que tener en consideracin el cierre social del sujeto: ambos momentos conductuales corresponden a simples cuestiones del otro, aunque el yo podra ser la conciencia que reacciona al estmulo externo, esa excitacin va acorde a los modelos organizado de la alteridad35ibid, p. 202.

. Hasta ac lo principal que ha acontecido es el total vuelco hacia el papel constituyente de la sociedad en la produccin de individuos, lo que hace complejo seguir teniendo la idea de alguna intimidad subjetiva. la persona es social, porque ella misma se compone por trozos organizados del afuera (otro u otro generalizado); incluso su esencia se delimita a su capacidad cognoscitiva de poder pensar por medio de la herramientas que entrega la comunidad36ibid, p. 201.

. De cierta manera, cuando alguien habla, lo que est hablando en s es la comunidad. Si bien Mead infiere que el individuo toma algo que es objetivo y lo torna subjetivo37ibid, p. 214.

, hay que tener en cuenta como al final la externalidad gobierna a la particularidad, dando la imposibilidad de hablar de la individualidad. De este punto tambin podremos adentrarnos a repensar las primeras interacciones que tuvo el hombre y cual fue la forma en que este estuvo frente a s mismo.

En primera instancia, la inferencia del socioconductismo de perspectiva pragmtica es bastante certera en relacin a la teora simmeliana. El hombre tambin se forja ac en la inclusin de lo externo38Simmel, George. El individuo y la libertad, Pennsula, Barcelona, 1986, p.122.

y en un proceso similar que Simmel conceptualiza como socializacin39Simmel, George. Cuestiones fundamentales de sociologa, Gedisa, Barcelona, 2002.

, pero al avanzar las semejanzas se van esfumando. En el sujeto se visualiza un aspecto subjetivo casi propio e individual, y este, expresado en cierta volucin, orienta la naturaleza haca un estadio superior mediante la transformacin de ella misma40Simmel, George. El individuo y la libertad, Pennsula, Barcelona, 1986, pp.122-123.

. El problema que se presenta que las fuerzas anmicas que motivaron el cultivo de lo externo terminan perdindose al generar el objeto final. El elemento generado queda desplazado a un espacio objetivo, casi en una condicin autnoma con respecto a su creador. Lo ms trgico es que este proceso solo se puede orientar de esta manera, ya que as se permitira desarrollar la misma cultura. Lo dicho empeora cuando hablamos en la sociedad moderna, caracterizadas por la divisin del trabajo y las grandes urbes, primero porque el desarrollo del plano objetivo se expandira a costa del cultivo personal, que incluso terminara por objetivar nuestras mismas particularidades en una formalidad matemtica41ibid., p. 250.

; en otra palabras, la cultura objetiva terminara por ser un monstruo creado por los hombres que se ira contra de ellos mismo. Con esto, damos paso a un segundo aspecto: la homogeneizacin de los individuos o nivelacin equivalente al igual que los objetos medidos en trminos monetarios42Ibid., p. 252.

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Es bastante irnico leer despus de esto el planteamiento de Mead, que ya desde un punto de vista emergido desde la sociedad moderna norteamericana termina dando por hecho los conflictos de la misma modernidad. En un primer lugar, y como ya se ha constatado, hay cierto desprestigio de los fenmenos subjetivos con respecto a los elementos sociales de la personalidad, idea que refleja ntegramente la inseguridad que tena del futuro Simmel, donde los aspectos anmicos propios de la individualidad quedan subyugados al desarrollo objetivo de la sociedad moderna. En segundo lugar, la creatividad no estara en el cultivo personal del sujeto, sino que sera simple expresin de la comunidad, ya racionalizada y objetivada, por medio de genios particulares (osea, estaramos hablando de personas que son eficientes en la mediacin entre el yo y el mi). Es as que Mead genera cierta contradiccin, dando por sentado que toda manifestacin individual es en s acto de la comunidad; pero en un intento forzado de defender la individualidad particular, apela a que esta es un trozo de la comunidad misma, entendindose de esta manera la diferencia entre las personas43Mead, George H. Espritu, persona y sociedad: Desde el punto de vista del conductismo social, Pados, Barcelona, 1973. p. 226.

. Entonces en qu quedamos? en parte la persona se crea por la interaccin con las formas organizadas del otro, llamado otro generalizado, asumiendo e integrando de esta manera los mltiples roles que se juegan en la comunidad; pero desde otro lugar igual habra cierta particularidad personal surgida de la experiencias individuales que tiene el sujeto con respecto a la alteridad social. Este embrollo se logra solucionar con la idea de un yo encargado hacer mover los distintos elementos de la sociedad en una respuesta medianamente nica, no obstante este mismo elemento sera una construccin social; la circularidad de cortes tautolgicos de la teora de la persona de Mead se constata rpidamente de esta manera. Lo peor es que da por sentado cierta igualdad entre las particularidades de la comunidad, igualdades que respondern a otro aspecto trgico de la sociedad moderna descrita por Simmel: como se dijo, ese aspecto de igualdad y falsa diferenciacin corresponden a las caractersticas propias de la cultura de la economa monetaria.

IV.

Para finalizar este breve trabajo crtico, hay que tener en cuenta la postura poltica de Mead, que se desarrolla de manera subyacente a su teora social. Como habla Hans Joas, los ideales normativos de la sociedad democrtica se reflejan globalmente en la teora socioconductual del sociologo44Joas, Hans. interaccionismo simblico. en Giddens, Anthony y Turner, Jonathan., La teora social, hoy, Alianza Editorial, Madrid ,1998.p. 127.

. Aquella percepcin de sociedad donde no habran contradicciones, donde el orden social se movera de manera lubricada en la autoconciencia de las personas hacen sospechar cierta idealizacin de su propia sociedad. Siendo radicales, el texto al parecer habla ms del utopismo de la sociedad capitalista nortemericana que de ella misma. Se revela cierto ocultamiento de los factores empricos de la realidad social, encubrimiento de sus contradicciones y conflictos. Puede entenderse este planteamiento desde el concepto de ideologa ms siempre que formula Marx: La negacin de las contradicciones. El discurso de Mead encaja en los mltiples discursos que hablan de la igualdad y la libertad, que generalmente hacen caso omiso al conflicto refugindose en una aparente unidad45Larran, Jorge. El concepto de ideologa. Vol. 1: Carlos Marx, LOM ediciones, Santiago, 2007. p. 92.

. Otro punto importante que ha salido de este debate textual es la extrema simpleza en los planteamientos de Mead, que hace pasar por alto las variadas complicaciones de la realidad social.

Ya para finalizar, hay dos puntos bastantes interesantes en los cuales no se trabajo: 1) La problematizacin acerca del ser que abandona el grupo o es expulsado (o tambin muy vlidamente autoexpulsado del grupo), aquel que no se encuentra en igualdad de condiciones. La pobreza, la indigencia y hasta donde pudimos evidenciar el trato a los imbciles es la gota que nos deja en amargo y con la duda que da paso a ms investigacin. 2) La problematizacin acerca de las sexualidades divergentes. Mead es bastante coherente en sus ideas acerca de la gnesis social del individuo, pero no se detiene a entender --por lo menos en lo ledo-- la constitucin de las distintas identidades sexuales o disidentes. Lo ms probable, como intelectual ligado al fortalecimiento del status quo, es que no se complique en aquellas particularidades extraas, que pueden ser categorizadas en formas desorganizadas del otro, o tambin, puede ser que se establezcan por la influencia de grupos pequeos, lo que llevara a un otro generalizado extrao a la comunidad mayor. No obstante, y siendo benevolentes con el autor, tambin se puede construir una teora desde el interaccionismo simblico que establezca el desarrollo para dichos grupos en las mismas formas en cmo se desarrolla la persona: por medio del juego, y el deporte.