T E M A 1 ¿EN QUE MEDIDA SE HACUMPLIDO EL VATICINIO...

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TEMA 1 ¿EN QUE MEDIDA SE HA CUMPLIDO EL VATICINIO DE USLAR PIETRI ("AHORA", 1936) SOBRE EL PARASITISMO RENTISTA EN LA VENEZUELA PETROLERA? ¿EN QUE MEDIDA SE HA "SEMBRADO EL PETROLEO"? ¿CUAL ES EL SIGNIFICADO DEL MOMENTO ACTUAL EN ESTA EVOLUCION?

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T E M A 1

¿EN QUE MEDIDA SE HA CUMPLIDO EL VATICINIODE USLAR PIETRI ("AHORA", 1936) SOBRE ELPARASITISMO RENTISTA EN LA VENEZUELA

PETROLERA?

¿EN QUE MEDIDA SE HA"SEMBRADO EL PETROLEO"?

¿CUAL ES EL SIGNIFICADO DEL MOMENTOACTUAL EN ESTA EVOLUCION?

Palabras de Instalación

Dr. Tomás Enrique Carrillo Batalla,Presidente de laAcademia Nacional de Ciencias Económicas

Intervención delDr. Arturo Uslar Pietri, Ponente

Intervención delDr. Eduardo Arcila Farías, Coponente

Intervención delDr. Asdrúbal Baptista, Coponente

Dr. Francisco Mieres, Moderador

- Lic. Eleazar Dj'az Rangel, Relator

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PALABRAS DELDR. TOMAS ENRIQUE CARRILLO BATALLA

EN EL ACTO DE INSTALACION

Dr. Arturo Uslar Pietri, Ponente de la Sesión Inaugu­ral de este Seminario;

Señores Presidentes, Di rectores y M iembros de lasAcademias Nacionales que funcionan en este recinto;

Doctor Francisco Mieres, Coordinador del Seminariosobre la Econom ía Post petrolera;

Dr. Eduardo Arcila Farías;Dr. Asdrúbal Baptista,Lic. Eleazar Díaz Rangel, Coponentes y Miembros

de la Mesa a la que corresponderá el tratamiento del PrimerTema sobre el Seminario de Economía Post-Petrolera.

Igualmente les dirijo un saludo a los universitariosde todo el país, especialmente a los que han venido de Uni­versidades del interior, por su participación en este impor­tante evento.

La Academia Nacional de Ciencias Económicas, quees la más nueva de todas las Academias Nacionales, ha resuel­to abrirse a la opinión pública y debatir en el seno de estePalacio, los más importantes problemas nacionales. Asíes que la concepción tradicional de las Academias, de discu­tir materias en círculos cerrados o de dejar el análisis de losproblemas a la tranquilidad del gabinete de estudio, noso-

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tros en la Academia Nacional de Ciencias Económicas he­mos resuelto cambiarla por un debate abierto sobre los másimportantes problemas que afligen a la economía nacional.

Dentro del conjunto de estos problemas, el de laVenezuela post-petrolera es el más importante, porque noso­tros desde 1917 cuando se inició la actividad de explotación,

producción y exportación de petróleo en Venezuela y degeneración de ingresos petroleros, venimos en forma gradualdependiendo cada vez más del petróleo. Al principio fue unaparticipación tenue. El año de 1925 el petróleo superó alcafé como artículo de exportación y de ahí en adelanteel petról.eo nunca ha dejado de ser el líder de generación de in­gresos, productor de divisas extranjeras, de soporte del pre­supuesto público, de motor del proceso de urbanizaciónque se ha verificado en el país en la época petrolera de nues­tra economía, de estimulante de nuestro crecimiento pobla­cional y de motor d.e toda la econom ía de la nación.

Cabe afirmar que en la etapa en que el petróleo seempieza a explotar en Venezuela, el nuestro era un paísque sufría una serie de limitaciones y de problemas y esta­ba en una situación de estancamiento. Posteriormente bajoel impacto del petróleo, muchos de estos problemas hansido superados, en el sentido de que Venezuela se ha moder­nizado bajo el imperio del petróleo. Venezuela de un paísdonde la tasa de crecimiento poblacional estaba estancada,ha pasado a registrar hoy en día una de las tasas más altasdel mundo; de un país que no tenía prácticamente un sec­tor industrial hoy tenemos una industria incipiente; de unpaís que tenía uno de los más altos índices de analfabetis­mo en el mundo, hoy en día hemos alcanzado en AméricaLatina, uno de los más bajos índices en esta materia.

Así se pudieran decir muchas otras cosas sobre losbeneficios que ha recibido la sociedad venezolana, durante

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la época del petróleo. Sin embargo, y a pesar de que estaes una verdad; verdad que nosotros no negamos, por cuan­to nosotros afirmamos las bondades del petróloe, si ello escierto, por otra parte tenemos dolorsamente que reconocerque Venezuela, al paso que se ha modernizado, sigue siendoun país. subdesarrollado; sigue siendo un país atrasado ysufre en la actualidad terribles problemas, quizás más gra­ves que antes, con un sector marginal que rodea a las prin­cipales ciudades del país y que constituye una demostra­ción de pobreza crítica que es verdaderamente alarmante.

Por otra parte, la distancia entre Venezuela y lospa íses industriales, líderes del desarrollo en el mundo, seha hecho más grande, se ha abierto un abismo aún mayor.Podemos pues' apreciar que la riqueza y la bonanza petro­lera nos ayudó a resolver algunos problemas, pero los pro­blemas fundamentales de tipo estructural y otros nuevosmás graves, han venido a gravitar sobre la vida nacionalde manera verdaderamente alarmante y preocupante.

El Dr. Uslar Pietri, desde 1936 planteó en esa for­ma luminosa de que siempre hace gala, en una frase feliz,acertada y verídica que aqu í en Venezuela lo que estabaen el orden del día de la vida nacional, era la "siembra delpetróleo". La verdad es que ahora, después de tantos añosen que hemos vivido y seguimos viviendo todavía del pe­tróleo, si sacáramos un balance de la inmensa riqueza pe­trolera que ha pasado por el fisco y de lo que hemos apro­vechado de ella, tendríamos que decir que la mayor partela hemos perdido. Ello no está en contradicción con lo quedije al principio de que el petróleo ha servido para moder­nizarnos, sino que no hemos sabido aprovechar eficiente yeficazmente esa inmensa riqueza que, si la hubiéramosadministrado en una forma más eficaz y más racional, in­dudablemente que hu biéramos podido poner a Venezuelaen un nivel de desarrollo, si no igual al de los países indus-

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triales, por lo menos en una escala Intermedia, mucho másbeneficiosa para las grandes masas de nuestra población ymucho más satisfactoria para nuestro país y para su posición

histórica en el cuadro de las naciones del presente.

Pero no. Ello no ha ocurrido. Lo más grave en estemomento es que el petróleo, que ha tenido hasta hace po­cos años una línea ascendente de producción, una curvaascendente de generación de ingresos, una trayectoria enLos precios reflejo de robustez en los mercados mundiales,después de las abruptas alzas de mediados y final de la dé­cada del 70 y de ah í en adelante el petróleo ha empezadoa declinar como motor de la econom ía industrial moderna,porque los países industriales han empezado a tomar unaserie de medidas de limitación de la demanda, como la con"servación; o sea el uso que antes se hacía malbaratando elpetróleo, lo han tornado más eficiente; se han convertidoen consumidores más prudentes. También han estimuladola generación de otras fuentes de energía, como la solar,como el uso competitivo del carbón, en determinadas circuns­tancias, como las investigaciones que se hacen para partirla molécula del agua y usar el hidrógeno como un energé­tico, o usar el agua, prácticamente como energético, lo cualverdaderamente si se llegase a hacer en escala industrialvendría a constituir una verdadera catástrofe para la acti­vidad petrolera.

Pero sin que lleguemos a niveles de catástrofe y sinque hablemos de elio, la situación del petróleo en el mundose ·ve que es declinante. Son declinantes los precios, es decli­nante también la producción y la exportación por lo que serefiere a Venezuela y por tanto la generación de ingresos.Hasta ahora nos hemos caracterizado por ser malos adminis-"tradores, pero es el caso que nuestros errores administrati­vos nos los ha venido subsanando el aumento. del ingreso pe­trolero. Pero de ahora en adelante tendremos por fuerza que

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ser buenos administradores, tendremos querámoslo o no que

cambiar las estructuras socio-económicas del país para incor­porar a la vida activa a los sectores que están en una situaciónmarginal, para hacerlos parte del proceso productivo y para

crear una nueva Venezuela que es la Venezuela post-petrole­ra. Nosotros tenemos que prepararnos para ello. Tenemosque prepararnos para una Venezuela post-petrolera, lo cual

no significa que el petróleo se nos va a acabar, porque tene­mos reservas para cincuenta años a 105 niveles actuales deproducción. además de las reservas de la Faja Petrol íferadel Orinoco que nos garantiza muchos años más.

No es que tengamos petróleo. Nosotros tenemospetróleo y tendremos petróleo para producirlo por muchosaños, sino que el petróleo se está debilitando en los mer­cados mundiales, porque una fracción de la demanda porel petróleo está cambiando hacia otras fuentes energéti­cas en la actualidad y porque los países líderes del mundo,los industriales, la Unión Soviética, los Estados Unidos,Alemania, Inglaterra, Francia, están activamente preparán­dose para una época en que la estructura del proceso indus­trial no será igual al que se ha desenvuelto desde que sedesarrolló industrialmente el mundo, desde comienzos delsiglo XIX para acá.

Estamos presenciando los inicios de un cambiotrascendental en la econom ía industrial del mundo. Esecambio se va a manifestar por el uso intensivo de la elec­trónica, de los procesos de computación aplicados al apa­rato productivo. Ya en Japón hay multitud de fábricasque se mueven por robots y en los Estados Unidos tam­bién se está investigando y hay algunas fábricas que empie­zan y algunos procesos industriales que se han robotizado.

Igualmente están ocurriendo procesos revolucionarios enel orden de la ingeniería y la biología. La partición de lasbacterias para ponerlas a producir a una velocidad de mil

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o de millones por ciento, como se. está intentando lograr enun futuro, provocará una revolución en el aparato produc­tivo sobre todo en la producción de alimentos que será ver­daderamente extraordinaria y que no tendrá paralelo conel pasado de la historia económica del mundo.

Estamos precisamente en el umbral de un cambiofundamental de la economía industrial del mundo y lospaíses industriales están rápidamente invirtiendo, pagandoinmensas sumas para ver cuál de ellos toma el liderazgo. Laspotencias del futuro, de ese porvenir económico, de esevenidero mundo post-petrolero, las que obtendrán los resul­

tados más beneficiosos serán las que más prontamente seadapten a ese nuevo proceso y las que más eficientementepuedan generar una creciente producción post- industrialmanufacturera.

En ese nuevo mundo el petróleo no va a desapare­cer; en ese nuevo mundo económico el petróleo no va a sersencillamente puesto de lado, sino que va a tener un papelsecundario; no va a tener el papel motor ni va a ser lo queconstituyó el petróleo a raíz de comienzos de este siglo, con

el descubrimiento del automóvil a motor y la formaciónde la industria automotriz la cual ha modelado el desarro­llo industrial del mundo. El centro del desarrollo del mun­do industrial ha sido el automóvil. En torno al automóvilse han constituido todas las otras industrias; en torno al

automóvil se ha desarrollado' la industria de la construc­ción; en torno al .automóvil y en su estrecha vinculaciónvino el desarrollo de la aviación, el de los motores, de lasmáquinas agrícolas movidas también por el petróleo y todoel proceso industrial donde el impulsor ha sido el petróleo.

Pero ya estamos pasando el umbral de una era en que esemotor fabuloso que revolucionó la producción del mundono va a seguir ocupando la posición líder que ha tenidohasta ahora. Va a ocupar una posición secundaria y ya es-

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tamos ante otros procedimientos industriales que son losque van a ocupar el liderazgo.

Ante esta realidad y en esa perspectiva, nosotros he­mos resuelto convocar este seminario; no para decir queel petróleo no sirve o quienes producen el petróleo no hansido eficaces o poner la culpa en el petróleo de todos losmales de Venezuela. No, nosotros no lo hemos hecho conese propósito. Reconocemos que el petróleo es una riquezaimportante y que ha jugado un gran papel en la transfor­mación y en la modernización de Venezuela. No hay dudaque es así. Pero ha habido otros factores de carácter socio­económico de carácter estructural que han frenado nuestrodesarrollo; ha habido factores de carácter administrativo;ha habido una serie de factores de ineficiencia lo cual haimpedido que se aproveche esa riqueza debidamente. Perono negamos la importancia del petróleo en sí, ni negamosla posición de vanguardia de la industria petrolera en Vene­zuela, ni negamos la aportación de los hombres que hantrabajado en esa industria, los venezolanos que han estadoahí, que siguen ahí ªI frente de esas actividades y lo que hanhecho por el país. Eso no lo negamos. Al hablar de econo­m ía post-petrolera no lo hacemos en sentido negativo conrespecto al petróleo, sino con sentido constructivo frentea una realidad declinante de nuestro. petróleo. Tenemosque aprovechar, de ahora en adelante, de manera muchomás eficaz lo que nos queda de petróleo, porque sabemosque el petróleo va declinando en producción y en preciosy si acaso vuelve otra vez a repuntar lo hará a niveles mo­derados. No a los niveles históricos de la etapa de creci­miento de la actividad petrolera en Venezuela. Ello no vol­verá a ocurrir más.

Esa es una etapa cerrada. No la volveremos a vivir.Entonces como estamos ante esta realidad tenemos queprepararnos, tenemos que administrar mejor, tenemos que

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tomar las medidas de cambio social y econormco qUE v ene

zuela requiere para Incorporar a todos ros sectores del oa.sal proceso de producción y de consumo y tenernos que pie

pararnos también mediante la mvestiqacron para tomar partea un nivel satisfactorio, en una posrción equilibrada dentro

del nuevo mundo económico que va a ser movido pOI losefectos de la nueva revolución cient ¡flco-técnlca que esta

ocurriendo en el mundo.

Este es el planteamiento fundamental de nosotrosAhora, dentro del Seminario caben todos los puntos de VIS­

ta. Es un seminario con participación plural Vienen detodos los sectores; de todas las ideoloqras. de todos ros es·tamentos sociales: los sindicatos, los ernpresanos. los poi'ticos de todas las comentes. los académicos. lOS unlverSItarios, los profesores, los estudiantes. los técnicos. lOS expertos, los ingenieros. los expertos en análisrs y en conduccron

de los medios de opinión, todos tienen cabida para que par

ticipen en este importante seminario y vengan a expresar

sus puntos de vista. Habrá enfoques diferentes sobre cadauno de los temas. Ello es lógico. Pero de este debate de es·te intercambio de ideas no hay duda que va a surqu una aportación importante que es abrirnos a una reflexron que no

debe terminar con la clausura del sernmarro. smo que debeser la apertura de una etapa de permanente discusron y se·ñalamiento de los problemas y de sus soluciones dentro de

la nueva etapa de la economía post-petrolera y del tiempode transición tenemos que tomar concrencra del papel quenos corresponde jugar a los venezolanos en esta etapa detransición; en el tiempo que va a discurru de lo qUE' nos que­da de petróleo. para precisamente aprovecharlo rr ejor enbeneficio del desarrollo del país y de la solución de sus prin­cipales problemas.

Este es el objeto y esto era Importante decirlo Lasegunda cuestión a la cual me quena refem es a lOS reco

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nocrmientos. La Academia quiere expresar su reconocimien­to muy especial a las otras Academias Nacionales por sucooperacron en este acto. a ias universidades, especialmentea las del mterior . que se han movilizado hasta aqu I para par­ticipar en este Importante evento, a los medios de comuni­cación social, a los ponentes. al Dr Francisco Mieres porsu extraordinaria labor al trente de la organización y coor­dinación de este evento. La Academia Nacional de CienciasEconómi~as quiere darles las gracias a todos los ponentes,a los coponentes, a los relatores, a los moderadores, a losparticipantes, a todos los asistentes a esta reunión y a lasfuturas reuniones hasta la del domingo que tendrá lugarla clausura. A todos, especialmente a la prensa -yo ya men­cioné los medios de comunicación- y quiero hacer especialmención de la revista Número, que dedicó una edicióncompleta a la economía post-petrolera.

Quiero pues manifestarles a todos, a los poderespúblicos, al Poder Ejecutivo, al Presidente de la Repúbli­ca, al Ministerio de Minas, a la Industria Petrolera, algunosde cuyos miembros participarán en las diversas sesionesdel seminario, a todos les queremos expresar nuestro reco­nocimiento y queremos significarles que la Academia al ini­ciar este tipo de eventos se abre hacia el país y está tam­bién abierta para recibir sugerencias sobre otros seminariosotros simposios, otras mesas redondas, sobre otros proble­mas, como será por ejemplo el del refinanciamiento de ladeuda externa, que aqu í habremos de tratarlo en una futuraoportunidad; el problema de la Reforma del Estado, que esmateria de una Comisión Presidencial que preside nuestroamigo el doctor Ramón Velásquez que estará con nosotrosel sábado en una de las mesas de este seminario; el proble­ma de la Reforma Fiscal, en fin todos los problemas impor­tantes que de una u otra manera atañen a la competenciade la Academia Nacional de Ciencias Económicas.

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Con estas breves palabras ratificamos nuestro reco­nocimiento a todos ustedes por su cooperación en realzareste acto y les reiteramos que la Academia la concebimos,no como un organismo para destacar personalidades, sinocomo un cuerpo de trabajo, de investigación y de esfuerzoal servicio del país.

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Francisco Mieres - Moderador·

Luego de estas palabras introductorias pronuncia­das por -e~ doctor Carrillo Batalla, pasamos a discutir el

primer tema del seminario, cuyo título viene dado en formade pregunta: ¿En qué medida se ha cumplido el vaticinioformulado en 1936 por el Doctor Arturo Uslar Pietri, enel Diario "Ahora", en cuanto al parasitismo rentista de laVenezuela Petrolera? ¿Hasta qué punto se ha emprendidola siembra del petróleo? ¿Cuál es el significado del mornen­to actual para esa evolución?

Los protagonistas principales de este Foro serán:en calidad de ponente principal. el propio doctor ArturoUslar Pietri, venezolano integral, quien no necesita presen­tación. Quizás el ciudadano más universal de la actualidades representante auténtico de la cultura en su dimensiónintegral del quehacer humano y es Miembro de Honor dela Academia de Ciencias Económicas. Hoy nos honra consu presencia y su participación y consideramos que es lapersona más idónea para hacer lo que en cierto modo es suautoevaluación, a saber, analizar el vaticinio que él mismohiciera, hace casi 50 ,años. El doctor Uslar Pietri ha tenidola suerte de ser protagonista y. fundador. de la Venezuelapetrolera y aún ahora le corresponde, en el caso de la mis­ma, la oportunidad de trazar rumbos hacia la nueva faseque se abre.

Como coponentes el doctor Eduardo Arcila Farías,historiador económico, profesor jubilado, activo de la Uni­versidad Central de Venezuela, Director del Proyecto deHacienda Pública Colonial Venezolana y el doctor Asdrú­bal Baptista, Miembro de la Academia de Ciencias Econó­micas, profesor de la Universidad de los Andes y del lESA.Como relator estará el licenciado Eleazar Díaz Rangel Di­rector de la Escuela de Comunicación Social de la Uni­versidad Central de Venezuela.

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Quisiera recordar brevemente las reglas del juego quevan a prevalecer no sólo en esta ocasión, sino en los foros quetengan lugar a partir de ahora y hasta el domingo.

En primer lugar, el ponente y los caponen tes dispon­drán de aproximadamente 40 y 15 minutos respectivamente,para hacer una exposición principal. A continuación se pro­cederá a la apertura de la discusión o debate general en elque aspiramos participe tan activamente como le sea posi­ble, el grupo de selectas personalidades que hemos invitado.Para ello pueden hacer intervenciones orales de cinco minu­tos o si lo prefieren comentarios o preguntas por escrito.

Posteriormente, el relator dispondrá de cerca de 10minutos, para hacer las síntesis de las presentaciones funda­mentales y de la discusión. Por último, tendremos las inter­venciones finales, para las cuales se fijará un lapso de cincominutos por cada caponente y uno de 10 minutos parael ponente principal, quien de esta manera clausurará el ac­to y tendrá la última palabra.

Conviene decir igualmente, que en aras de la mayorparticipación de todos, hemos solicitado la valiosa ayudade los moderadores y relatores, no solamente para que ex­presen opiniones ajenas y nos ayuden en el mantenimientode la disciplina de la dialéctica parlamentaria de este Foro,sino también para que participen en la discusión ,general,aportando sus propias opiniones, aunque, por supuesto,en forma dis-tinta y separada de su función propia, en elmomento de hacer la relator ía o de actuar como modera­dores.

Por último, quiero enfatizar que nos ha parecidooportuno dejar para el final, en la sesión de clausura, la posi­bilidad de que, tanto los ilustres invitados, como cualesquie-

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ra de los participantes en el Seminario, traigan o env íensus mensajes o testimonios y puedan hacer su propia re­latoría sintética y expresar, par.a el registro de nuestros se­minarios, su propia opinión global, acerca de la problemá­tica planteada.

Quisiera también añadir, como un elemento -adicio­nal, no contemplado en el programa, que estamos muyaqradecidos al licenciado Cayetano Ram írez, periodista,quien en cierto modo ha ambientado este Foro, por los tresreportajes publicados hasta ahora en EL NACIONAL. Es­peramos que continúe. en ese periódico y no dudamos quedarán forma a un ensayo que será digno de participar a lapar de los materiales que aqu í se produzcan. Por tal razónhemos considerado, por una parte, recoger esos art iculosy por otra, hemos pedido a Cayetano Ram írez que parti­cipe también como comentarista en el Tema No. 7, queserá discutido el día sábado, en cuanto al carácter de lanueva fase que se inicia, si se trata de una fase de reacti­vación o si es más bien una transformación hacia algo di­ferente.

Dicho esto, le concedo la palabra al doctor Artu­ro Uslar Pietri.

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ARTURO USLAR PIETRI

¿EN QUE MEDIDA SE HA CUMPLIDO EL VATICINIO

DE USLAR PIETRI ("AHORA", 1936) SOBRE EL

PARASITISMO RENTISTA EN LA

VENEZUELA PETROLERA?

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No es sin un cierto sentimiento de frustración y dedolor, que vengo hoya participar en esta reunión. La vidame ha permitido ser testigo directo y a veces participantede este proceso dramático que llevó a la Venezuela ruralde comienzos de siglo a la Venezuela petrolera, enloque­cida por la riqueza que conoció la década pasada y luegohasta esta de hoy que se asoma con angustia y sin rumbocierto a una situación nueva y en muchos sentidos, ame­nazante.

No necesito explicarles el contraste que existe en­tre la Venezuela de 1936 y la de hoy. Tal vez convendríaevocar algunas cifras para los más jóvenes que están pre­sentes .aqui. En 1936, Venezuela tuvo la sensación de quese alzaba un telón y se abría un panorama casi desconoci­do. Habla finalizado el largo gobierno de Juan Vicente Gó­mez, a la sombra del cual se habían ido creando las con­diciones y las circunstancias que iban a determinar y a exi­gir un cambio y a provocarlo en muchos sentidos.

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Sin embargo, en ese momento, cuando el país em­

pieza a tomar un poco de conciencia de la dimensión de

sus problemas, el presupuesto nacional era de 169 millonesde bol ívares. Añádanle ustedes a esto todo lo que quieranpara compensar la diferencia del poder adquisitivo de la

moneda y aún seguirá siendo una suma infinitamente rrdicula.La población del país no llegaba a los tres millones de habi­tantes. La inmensa mayoría del territorio estaba Invadida

por el paludismo y atravesaba un largo proceso de decaden­cia y de muerte. Las carencias eran visibles, no habla una

Maternidad, no había una Facultad de Ingeniería Petrole­ra, no habla una Facultad de Geología, no habla, desde lue­go, una Facultad de Ciencias Económicas. Lo que el pars

descubría era un panorama sobrecogedor. La inmensidadde las necesidades y la miseria de los recursos materiales,para expresarlo así, habría podido producir un estado deparálisis; de parálisis, de horror. Aquella visión y aquelladesproporción habría podido producir en los hombres,a quienes les tocó vivir esa hora, una ~ensación de Impo­

tencia irremediable. Y no fué así. Yo viví esa hora y parti­cipé de esa hora y puedo hablar con autoridad de ella.

Lo que ocurrió fue todo lo contrario. Se desarro­lló una voluntad de hacer desporporcionada y acaso qUI­jotesca. La sensación de que los venezolanos podíamosenfrentar ese problema, que podíamos salir adelante, quepod íamos resolver esas inmensas dificultades, que nuestroproblema no era un problema de hombres, sino que eraun problema de recursos materiales. Y tratamos de com­pensar los recursos materiales, que eran escasos, con volun­tad de hacer. Era una época en que nadie preguntaba cuán­to le iban a pagar; en que se desarrolló un voluntariado gi­gantesco en todo el pa ís. Las gentes quer ian servi r, las gen­tes quer ían ap rendar. las gentes quer ian Incorporarse a unatarea útil sin preguntar nunca cómo le Iban a remuneraraquello o SI le iban a remunerar aquello

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La mayor parte de las actividades se hicieron altruis­tas y gratuitas. Cuando se fundó la Facultad de Ciencias Eco­nómicas en la Universidad Central de Venezuela, no habíapara pagar los sueldos de los profesores y se fundó de unamanera absolutamente desprendida. No se le pagó un cénti­mo a ningún profesor de la Escuela y así la fundamos yasí comenzó a funcionar.

De modo que había un espíritu muy positivo. La sen­sación de que había carencia, de que había problemasintensos, de que había una escasez desproporcionada derecursos, pero de que había capacidad y voluntad en loshombres para vencerlas. Teníamos fe en los venezolanos.Ahora 50 años más tarde, han llovido sobre este país todoslos recursos soñables e imaginables y nos encontramosen una situación que no tiene justificación ninguna y hemosllegado ahora a la trágica situación de que los venezolanostenemos desconfianza en los venezolanos y esa es la másgrande de las consecuencias de este proceso.

Hace 50 años creíamos en nosotros. Hoy dudamosprofundamente de nosotros. Ya se ha dicho aqu í y se diráabundantemente, cuál fue el proceso del petróleo en aquelpequeño país marginal que era la Venezuela prepetrolera;cómo lentamente fué apareciendo ese nuevo recurso; cómofue incorporándose a la econom ía nacional; cómo fue aumen­tando su importancia, hasta convertirse en la mayor fuentede ingreso del estado y desde luego, en la más importantefuente de divisas. Es una historia que no vale la pena que yorepita aqu í y les robe a ustedes tiempo con ella. Pero fue uncrecimiento rápido, continuo, que no le permitió al país a­daptarse debidamente a él, ni madurar dentro de él y quedesgraciadamente se precipitó y desbordó de una maneraincontrolable y desmesurada en la década de 1974 a 1984.

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Esa Inundación de riquezas trastocó todos los valores,todos los parámetros, todas las dimensiones visibles. Fuecomo una gran borrachera nacional de petróleo. Pensamosque todo se podía hacer; que el petróleo daba y permitíarealizar todas las imaginaciones más desbordadas que pu­diéramos concebir, que era posible dar el salto sobre eltiempo y sobrela madurez; que era posible adquirir con aqueldinero todos los bienes y Que era posible con una vara devirtudes transformar en escaso tiempo, en meses -ya ni si­quiera en años- aquel país lleno de problemas, de contra­dicciones y de situaciones negativas, en un país industrialque pudiera equipararse a cualquier país desarrollado de latierra.

Esa pérdida de perspectiva, esa pérdida de las nocio­nes fundamentales, esa idea de que con dinero se compratodo -y es mentira- ha sido una de las peores causas quenos ha llevado a la situación en que nos encontramos hoyen día y que constituye, sin duda alguna, una inmensarésponsabilidad para todos los venezolanos en general, engrado variable, y de una manera particular y muy grave pa­ra los hombres que han ejercido y compartido responsabi­lidades de gobierno en Venezuela. en los últimos la, 11 ó12 años.

Esa situación trajo cambios cuantitativos inmensos.No vaya citarles las cifras, archiconocidas, de cómo aumen­tó el gasto público hasta cifras astronómicas, que hubie­ran sido inconcebibles, para un venezolano de 1936; cómoaumentaron las importaciones de una manera galopante;cómo con petróleo, éramos compradores de todas las ba­ratijas del mundo; CÓmo con petróleo pensábamos que deuna manera mágica podíamos crear industrias, podríamostransformar la fisonom ía y la mentaliaad de los hombres.

Efectivamente, transformamos la mentalidad delos hombres en muchos sentidos. Los hicimos rrnprevr-

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sores, más confiados en el azar; los hicimos menos respon­sables de su acción; les creamos una noción mágica de lariqueza y esa noción mágica de la riqueza tuvo consecuen­cias trágicas en el país. Perdimos, en el más estricto senti­do de la palabra, las proporciones. Esa pérdida del sentidode las proporciones se tradujo en contradicciones flagran­tes. La primera y más visible fue ésta. El año de 1948, ala vista de una situación que empezaba a perfilarse clara­mente, yo publiqué un pequeño libro en que recogí cosasque había escrito desde antes, titulado "De una a otra Ve­nezuela", y sostenía allí que el petróleo había provocadoen aquel país de entonces, la creación real de dos situacio­nes completamente distintas dentro del mismo. Un paísque en aquel momento era el más vasto, porque todav íaera un país rural, de campesinos, que vivían en el sigloXVII, con todas las limitaciones de una economía muypoco productiva, atados a la tierra, sin ninguna posibili­dad de progreso, negados a todo acceso posible a la educa­ción y por otra parte, un país concentrado en algunas gran­des ciudades, sobre las que la riqueza petrolera llovía y ha­cía posible transformaciones aparentes y visiblemente fan­tásticas, en las que surgían edificios de vidrio y de acerogigantescos, en las que se llenaban las avenidas, contínua­mente extendidas y ampliadas, de más y más automóvilesde lujo; en las que se construían las viviendas más caracas; enlas que se daban las fiestas más rumbosas; en las que se im­portaba de todo, del mundo entero, a los precios más al­tos. Esos dos países existían y existían trágicamente y eravisible que esa coexistencia era sumamente amenazante yprácticamente insostenible.

El primer resultado visible fue ese cinturón de mise­ria que se creó alrededor de las principales ciudades deVenezuela. ¿Qué era eso? Era el éxodo, la marcha de la Ve­nezuela rural que se acercaba al resplandor de las ciudadespetroleras; no para incorporarse a ellas, porque no podían

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hacerlo, ni estaban preparados para ello, sino para acer­

carse al festín, para acercarse a la posibilidad de recoger

algunas migajas, para por lo menos contemplar aquel pará­

metro de vida, sin límites, sin tamaño y sin mesura, que an­

te ~us ojos crecía. Y así, dramáticamente, se creó ese pro­

blema que hoy. nos asombra y que no es sino el reflejo de

aquel país, al que se le pudo haber hecho una transición

razonable y lógica hacia el progreso; un país de aventuras,

de asaltos, de improvisaciones y de riqueza mágica.

Esos males fueron profundos y dañaron extraordi­

nariamente. Yo he dicho alguna vez y aqui quiero repetir­

lo, que los dos males principales que ocasionó el petróleo,podrían ser estos: el crecimiento inorgánico y la erosión

moral. El crecimiento inorgánico ha sido uno de 105 aspec­tos más dramáticos de la vida venezolana en estos últimos

20 o 25 años y particularmente, en 105 últimos 12 años.

Los paises que han crecido en el mundo, han crecido a

base de una sola cosa: del trabajo productivo; del aumento

de la productividad, de la capacidad de ahorro y de la capa­cidad de producción de su población.

No ha habido escapatoria para eso. Ninguno de 105

pueblos que ha llegado a tener una función preeminenteen el mundo lo ha logrado de otra manera. Pero desgracia­

damente, el petróleo introdujo en Venezuela, la noción de

que era posible hacer esto de otra manera. Que la riqueza

era algo que no dependla de nuestro trabajo, que no de­

pendla de nuestro esfuerzo, que estaba alli, que llovía del

cielo, que lo dispensaba una especie de San Nicolás mexaus­tibie y que todo lo que hada falta era acercarse a él, teneralguna manera de acceso a él para recibir Inesperadamente.qratuitarnente, sin esfuerzo y a cualquier titulo, una partede aquella bonanza.

Eso trajo como consecuencia el que se pensara

que con ese dinero era posible ganarle tiempo al crecirmen-

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too A un crecimiento Sin raíz, a un crecimiento sin cuadros,a un crecimiento sin correspondencia ninguna con el estadosocial del país económico. Con dinero se compraron inmen­

sas plantas; con dinero se construyeron obras de infraestruc­tura gigantescas, que parecían más bien la satisfacción decrear un paisaje económico falso, en lugar de la realidad de­pendiente de una actividad concreta. No pod íamos vivi rsino como parásitos del petróleo, porque la inmensa trage­dia que ocurrió fue que nos hicimos cada día más dependien­tes del petróleo. Dejamos de depender del trabajo de los ve­nezolanos y empezamos a depender crecientemente de esariqueza que sal ía del subsuelo y de las muchas artes, buenasy malas de las que pod íamos valernos, para tener algunaparticipación en ella.

Esa falsificación de la realidad era insostenible y eravisible que lo era, porque todo lo que estábamos haciendoera parasitismo petrolero. Cuando implantábamos aparente­mente una Industria grande o mediana é qué era lo que está­bamos haciendo? Una industria parásita del petróleo. Nopod íamos exportar, porque los niveles a que condenaba elpetróleo nuestras monedas, no lo permitían. Estábamos go­zosamente entregados al carnaval de las importaciones, peroInstalábamos aquellas plantas impresionantes, que no pod tanfuncionar, sino con un subsidio petrolero de una u otra for­ma, porque desgraciadamente la vida venezolana entera hasido una vida subsidiada por el petróleo en todos sus órdenes.

Por lo tanto, ha sido una vida en gran parte falsa; unavida aparencial. No se crearon esas industrias, no se crearonesos desarrollos aparentes, como el desarrollo fruto de uncrecimiento, de un desarrollo normal y sano, de un ente so­cial que produce más, que consume más, que se integra más;sino fue una manera adventicia, sin ninguna regulación, nicon la población ni con su capacidad productiva. Iban sur-

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giendo estas aparentes instalaciones económicas, comosurgen ronchas en un organismo enfermo. En el fondo,eran simplemente formas parasitarias del petróleo, porquetoda la vida venezolana estaba subsidiada por el petróleo.

Ese era evidentemente uno de los males centrales.Esa dependencia, ese parasitismo gozoso a que nos hab íamosentregado, hubi-era sido necesario haberlo previsto. Hubierasido necesario darse cuenta de que aquello no era sano;de que aquello era más aparencial que real y que tarde otemprano, esa fuente creciente de riqueza loca que era elpetróleo, iba a tener una disminución y que ese día iba aser un día trágico, porque todo ese aspecto aparencial decrecimiento iba a encontrarse en el vacío y sin base. Sinembargo, no lo hicimos, no se hizo así, no se pensó.

Así, en 1936, cuando me atreví a decir que hablaque sembrar el petróleo, lo que estaba diciendo era unacosa obvia. El petróleo no era resultado de un trabajo na­cional. El petróleo era una especie de empréstito divino,sin plazos y sin intereses, que había recibido este país yque había que emplearlo como se emplea un empréstito.Emplearlo prudentemente, sensatamente, teniendo en cuen­ta los rendimientos y la posibilidad de reconstruir el capi­tal recibido. Con ese criterio hemos debido manejarlo y nocon el criterio de un manantial Inagotable que llovía sobrenosotros y que fue lo que predominó.

De modo que el petróleo ruzo un mal esencial quefue el crecimiento inorgánico. Inorgánicamente crecieronnuestras ciudades; inorgánicamente crecieron las aparen­ciales mdustr-as que fundamos; morqánicamente creció to­da la vida nacional, sin consistencia, sin esqueleto, sin raíz,sin salud. Nadie pod ía cegarse ante la fragilidad y la vulne­rabilidad extrema de esa situación. Junto a ese mal del cre­cimiento inorqáruco, surgió otro, que fue el de la erosiónmoral. No puede llover sobre una sociedad, una crecienteabundancia de riquezas no ganadas, sin que eso perturbe.trastrueque y cambie, las mentalidades

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Lo que vino a constituirse en Venezuela fue una men­talidad del azar y de la riqueza como magia. Todos podía­mos ser ricos, sin esfuerzo. Todos pod íamos ser ricos conviveza; todos podíamos ser ricos con suerte. Nadie pensabaque el camino de la riqueza era el trabajo, la productividad,el ahorro, sino que era simplemente estar bien acomodado,bien relacionado y oportunamente tener la viveza suficien­te para aparentar lo que era necesario aparentar. Yeso trajouna erosión moral inmensa. Se borró la frontera entre lolícito y lo il ícito. El parámetro de medida era el parámetrode la riqueza aparente. Val ía más quien ten ía un automó­vil más costoso, val ía más quien gastaba dinero de una ma­nera más ilimitada y loca. Ese trastrueque de valores afec­tó profundamente el sentido moral del venezolano y ese esuno de los problemas graves que el petróleo nos ha legadoy nos da en el presente.

Esto se complementó con un cambio del juego devalores en el país. La Venezuela pobre, la Venezuela limi­tada, prepetrolera, era económicamente un país orgánico,muy modesto, muy limitado, pero orgánicamente consti­tuido. Los venezolanos vivían del trabajo de los venezola­nos. Un trabajo poco productivo, de rendimiento escaso,pero un trabajo del que vivían los dos millones de venezo­lanos de la época. Yeso creaba una econom ía orgánica­mente sana, que podía crecer, que podía mejorar, que po­día mejorar orgánicamente. En cambio, cuando la riquezapetrolera llueve sobre el pa ís, desaparece toda organicidadeconómica. No era que una actividad engendraba otra;no era que un crecimiento productivo creaba una posibi­lidad de mercado y determinaba en otra rama, un aumen­to productivo a su vez. Era que todos pod íamos participar,de alguna manera, en esa riqueza gratuita que llovía so­bre nosotros y que permitía que no se pensara en ahorro,ni en capitalización, ni en el valor productivo de las cosasque hacíamos. Siempre habría manera de compensar, porquehabría más dinero.

Eso creó y fomentó esa mentalidad mágica en el ve­nezolano; ese desdén por el trabajo, ese desdén por la .tir-

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tud que es, después de todo eso, saber que todos los hom­bres estamos. en el mundo para ganarnos la vida, para justi­ficar nuestra presencia. Estamos para dar, porque a nadiese le da nada gratuitamente. Todo lo que alcanzamos tene­mos que pagarlo de alguna manera y compensarlo de algunamanera y quien piense que todo viene de un don gratuito,un día va a tener un mal despertar.

Ese cambio de mentalidad hizo que se desarrollaraen aquel país la idea de que la riqueza era el producto deun azar yeso explica por qué Venezuela se transformó enesos años de abundancia, en el más grande garito que elmundo ha conocido desde la Cuba de Batista. Venezuelaes uno de los países en que el juego prolifera de la maneramás escandalosa, patrocinado por el Estado, amparado porel Estado, sostenido por los medios de comunicación. Si

. uno hiciera una investigación a nivel de los jóvenes de Vene­zuela menores de 15 años y les preguntara cuál es la capitaldel Estado Yaracuy, es posible que un porcentaje importan­te de ellos no lo supiera, o que no supiera en qué año sedió la Batalla de Ayacucho. Pero sí sabrían cuál es el posi­ble favorito en la tercera válida que va a correrse el domingopróximo, porque todo el esfuerzo de comunicación del paísse ha dirigido a propagar la idea del juego, la idea de la lo­tería, la idea de la riqueza fácil.

En Venezuela, en este momento, -y son cifras oficia­les- se está jugando en loterías, en el 5 y 6 y en ese abomi­nable, ilegal y escandaloso juego de los terminales, una sumaque excede los doce mil millones de bolívares anuales. Y estoocurre a ciencia y paciencia de los gobiernos y de la opiniónpública. Es decir, que Venezuela pasó de haber tenido, porla dureza y la miseria, una pedagogía de trabajo y de es­fuerzo, a tener una pedagogía de 5 y 6.

Todos estos son los aspectos negativos que nos hadado el petróleo: crecimiento inorgánico, erosión moral.Estos males se agravaron en la década que va del 74 al 84.

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Cuando surgió ese crecimiento escandaloso de la rique­za petrolera; cuando de repente aumentaron siete veceslos precios del petróleo y luego en la década siguiente au­mentaron 15 veces, parecía efectivamente que era un casosobrenatural, que el petróleo iba a producir más y más ymás dinero ilimitadamente y que los venezolanos no tenía­mas necesidad ni de trabajar ni de preocuparnos de otracosa que de buscar una manera de pegarnos como parási­tos a chupar de esa riqueza. Esa idea insensata prevalecióen el pa IS y trajo consecuencias sumamente graves.

En el año 1974, cuando ocurre esa alza de precios,los grandes paises industriales del mundo, se dan cuentade lo amenazante que era para ellos ese aumento de losprecios del petróleo, de cómo podía afectar su estabilidadeconómica y su propio crecimiento y de inmediato empe- .zaron a tomar medidas defensivas, no explicables. La prin­cipal organización económica que asocia los grandes pai­ses industriales del mundo que es la OCDE, la Organiza­ción para la Cooperación y el Desarrollo Económico, fun­dó por iniciativa del entonces Secretario de Estado de losEstados Unidos, señor Kissinger, una especie de agenciaInternacional que se llama AlE o Agencia Internacionalde Energía, en la que se agrupaban los principales paísesindustriales del mundo y claramente y sin tapujos de nin­guna clase, anunciaron su propósito: defenderse contra laposibilidad de que los precios del petróleo los afectarano siguieran subiendo. Se fundó y aSI lo dije yo en esa épo­ca, la anti-OPEP. Una anti-OPEP desgraciadamente much 1­sima más efectiva, much ísimo más eficaz, much ísimo me­jor concebida y dirigida que la OPEP.

y é qué hizo la anti-OPEP? Estableció un plan drás­tico de reducción del consumo de petróleo y logró resul­tados irnportant ísimos. Hicieron todo lo que pudieron parasustituir al petróleo como fuente energética; lo sustituye­ron por energ la atómica en alguna cantidad; lo sustituye­ron en gran cantidad por consumo de carbón, especialmen­te para la calefacción y algunos procesos industriales empe-

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zaron a utilizar la energía solar; invirtieron Inmensas su­mas en buscar nuevas fuentes de petróleo, lo que cambiócompletamente el marco y la referencia de la situación pe­trolera del mundo. Si no hubiera habido esta alza de los pre­cios del petróleo, no habría petróleo del Mar del Norte.

y además de esto, resolvieron constituir Inmensasreservas estratégicas de petróleo. De aquel petróleo caro com­praron todo el que podían. En los Estados Unidos se habili­taron antiguas minas de sal abandonadas para llenarlasde petróleo, con el propósito de que esos países pudieranhacerle frente a la presión de la OPEP y pudieran disponerde petróleo almacenado para, por lo menos, seis meses deactividad, sin comprarle un barril de petróleo a la OPEP.Nunca ha habido en el mundo una guerra más avisada. Peroaparentemente, los hombres que gobernaban a los paísesproductores de petróleo, estaban sordos y ciegos. Nadie sedió cuenta de que all í ven ía una amenaza inmensa, perfecta­mente lícita. Cada quien tiene el derecho de defenderse. Yesa creación de la Agencia Internacional de Energía pedíauna redefinición de la poi ítica petrolera de los países produc­tores. Era necesario que así como ellos estaban creando re­servas de petróleo, nosotros creáramos reservas de dólares.El arma nuestra contra ellos era el petróleo. El arma de elloscontra nosotros era el dólar. Sin embargo, mientras ellosacumulaban petróleo para poderse independizar hasta porseis meses de la OPEP, nosotros no acumulábamos dólarespara podernos independizar ni una semana del flujo que laventa del petrólo nos producía.

Eso revela una diferencia de mentalidad trágica ygrave. No soJamente no se crearon esas reservas que noshubieran permitido tener una posición de equilibrio y dedefensa frente a los pa íses industriales, sino que nos inge­niamos de una manera absolutamente Injustificada paraacumular una deuda inmensa. A aquel país en el que habíallovido dinero no le alcanzó ese dinero y contrajo deudasgigantescas, de modo que nuestra posición de vulnerabili­dad y dependencia ha ido mucho peor. Mientras era visi­ale que los parses Industriales Iban a llegar a una situacion

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en que la dependencia de los países OPEP iba a bajar drásti­camente, mientras acumulaban inmensas reservas de petró­leo, mientras creaban una unidad poi ítica frente al proble­ma energético, nosotros nos dedicamos a gastar dinero ale­gremente, en las cansas más absurdas y encima de eso a en­deudarnos, lo cual nos puso a merced de los países industria­les.

Nuestra vulnerabilidad se hizo infinitamente mayorde lo que nunca fue y es la situación en que estamos hoy.Estamos ante una baja de los precios del petróleo, ante unaestrechez del mercado petrolero por la competencia de nues­tras fuentes energéticas y por la aparición de otras fuentespetroleras que no dependen de la OPEP. No hay perspecti­va de que esa situación vaya a mejorar en un plazo relativa­mente corto y en lugar de tener cómo hacer frente a eso,haber acumulado reservas, no habernos endeudado -lo cualnos colocaría en una situación privilegiada- no haber dirigi­do ese gasto petrolero a lo aparencial, sino a lo real, habercreado en Venezuela una sociedad más sana y más equili­brada, haber creado en Venezuela una econom ía que pudie­ra sostenerse sobre sus pies, hicimos exactamente lo con­trario.

Cuando yo digo hicimos, digo una injusticia. Todostenemos una parte de responsabilidad. Pero ante la histo­ria de Venezuela, los gobiernos de esa década llevan una delas responsabilidades más grandes que la historia del paísha conocido y algún día el país pedirá cuenta de esto. Yono estoy aqu í anunciando como Casandra la catástrofe yel apocalipsis. No se ha acabado Venezuela y no se va a aca­bar. Venezuela tiene hombres, tiene recursos humanos,tiene capacidad de recuperación y_ podría, desde luego,con gr.an esfuerzo y con gran voluntad de hacer, defender­se de la situación en que ella misma se ha colocado, recupe­rar terreno, rectificar rumbo, crear las condiciones de unavida nueva para una estructura sana de porvenir y .para verlas cosas en su realidad y para enfrentarlas de una manerasensata y cuerda.

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El recurso petrolero está all í, bajo la tierra. Venezue­la tiene una de las reservas petroleras más grandes del mun­do. El petróleo no va a desaparecer como elemento energé­tico. Seguirá siendo de primera importancia por lo menosen los próximos 30, 40 ó 50 años, pero de una importan­cia decreciente. Lo que hemos vivido estos últimos diezaños, no volverá más nunca. El papel del petróleo en elmundo va a ser decreciente, menos importante, con mer­cados más difíciles y por lo tanto Venezuela tiene quedespertar de este largo sueño en que estuvo ausente de su pro­pio destino y de su propia responsabilidad y ponerse a tra­bajar, ponerse a producir, ponerse a emprender el difícilcamino que ha sido siempre difícil y duro y que han reco­rrido los que han llegado a ser pueblos importantes de latierra.

Nada se ha recibido por regalo ni por don divino.Ha sido el producto de una voluntad y de un espíritu, Allíestán países como el Japón, que prácticamente no tienenrecursos naturales, pero que tienen una población disci­plinada, productiva y trabajadora, que los convierte enuna de las grandes potencias del mundo,' de una manerapermanente. Y así están muchos otros pa (ses. ¿Por quéno podemos nosotros ahora, después de esta dura expe­riencia, aprender la lección y ponernos a trabajar seriamen­te, para rectificar el rumbo, para quitarnos todas estas mu­sarañas de la cabeza, para ver la realidad venezolana conojos desnudos, para pedir y exigir más de cada uno de no­sotros y no tender la mano pedigüeña, sino dar la presen­cia humana? Aqu í estoy yo para ver qué puedo hacer y enqué puedo servir. Ese cambio de mentalidad nos los va aexigir el tiempo, nos los está exigiendo y mientras más pron­to lo entendamos, será mejor,

Me complazco mucho de que la Academia NacIO­nal de Ciencias Económicas, de la que yo tengo el honorde ser miembro, haya iniciado este Foro. Yo quisiera queél pudiera llegar, en toda su intensidad y preocupación, atodos los venezolanos, a muchos más que los que están en

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esta sala, porque no hay cuestión más fundamental paracada uno de los venezolanos de hoy, para todos los queasistimos a este duro momento, que llegar a la convicciónde que tenemos que rectificar profundamente, que no pode­mos seguir viviendo de verdades o de mentiras convencio­nales; que la hora del esfuerzo sensato, continuado y útilha sonado definitivamente para este país y quizás hayasido para bien.

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¿EN QUE MEDIDA SE HA CUMPLIDO EL VATICINIODE USLAR PIETRI ("AHORA", 1936) SOBRE EL

PARASITISMO RENTISTA EN LAVENEZUELA PETROLERA?

¿EN QUE MEDIDA SE HA SEMBRADD EL PETROLEO?

¿CUAL ES EL SIGNIFICADO DEL MOMENTOACTUAL EN ESTA EVOLUCION?

Eduardo Arcila Farías

El tema de la "Venezuela Post-petrolera" que seha difundido en los últimos tiempos, ha dado aliento a lacreencia y al espectro de una Venezuela privada de losrecursos que hasta ahora, le ha suministrado abundante­mente la explotación de los hidrocarburos. Pareciera queese país diferente que se imagina viviendo a expensas deotras actividades, estuviese ya tocando a nuestras puertas,como una realidad inmediata.' Este planteamiento pudieraser una excelente contribución si se le tomase como unllamado a la reflexión y al estudio, para responder la viejapregunta de .. ¿Qué hacer?"

La búsqueda dificultosa de esa respuesta, debepartir de un análisis de la conducta poi ítica del Estadoy de la Nación, durante los últimos cincuenta años, conel objetivo de examinar la administración de ese recursoy de los beneficios rentísticos que le ha producido al país.No se trata de establecer responsabilidades y mucho menosde lanzar un terrible "Yo acuso", pues-si se tratase de bus­car culpables, tendríamos que concluir que todos lo somos,

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en distinto grado según el papel desempeñado en las deci­siones nacionales. La cuestión es buscar un firme apoyoen el estudio del pasado, que le sirva de soporte o de co­lumna, y sobre esta base de sustentación, hacer proyeccio­nes para un período por venir, tan largo como sea posible,con más o menos posibilidades de acierto. No vaya inten­tar hacerlo pues no dispongo ni del tiempo, conocimientosni recursos de información, para esa tarea tan compleja.Sólo intento algunas consideraciones que inciten a la me­ditación sobre la cuestión planteada en este Seminario.

El próximo 86 se cumplirán cincuenta años de lafrase que como sabia advertencia fue lanzada por el doctorArturo Uslar Pietri, "Sembrar el petróleo", cuya Intenciónfue la de proponerle al pa ís toda una poi ítica de uso de losrecursos fiscales y de manejo de una economía alimentadapor la riqueza de bienes que la explotación del petróleolanzaba al país en forma de sueldos y salarios, pago deservicios, compras diferentes, volcando sobre nuestros mer­cados nuevos caudales que agregatlos a los beneficios de laactividad agrícola tradicional, hicieron parecer esa econom íainmersa en un torbellino de moneditas de oro contantes ysonantes y de billetes de los Bancos emisores de entonces.

Concretamente quedó planteado desde entoncesel empleo de los recursos fiscales provenientes del petró­leo, a la manera de "Recursos extraordinarios", que comotales no debían ingresar en el torrente rent ístico nacionalordinario, y aplicarlo a las de inversiones para la promo­ción del desarrollo en todas sus dimensiones y caracterís­ticas, humanísticas y científicas, y económicas de produc­ción de bienes de capital.

Dentro de ese ya largo proceso de lo que se ha lla­mado "La Ven_ezuela petrolera", hay muchos signos in­quietantes sobre los cuales quiero llamar la atención, a muygrandes rasgos, a la manera de brochazos sobre ese Inmen­so lienzo de la historia de medio siglo de vida venezolana.

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Partamos de 1935, de aquella Venezuela pobre,cuando la población rural pasaba del 70 pOI ciento, todoel Distrito Federal con apenas 283.000 habitantes y elEstado Zulla el más poblado con 290.000. Caracas no al­canzaba los 200 mil, y Maracaibo con 110.000 eran las ur­bes más pobladas, seguidas por Valencia, con menos de 50mil y Barquisimeto, con 36 mil. En aquel año la producciónpetrolera venezolana alcanzó un valor de 144 millones dedólares al precio de cotización en los Estados Unidos, de0,97 dólares por barril, que dejaron al Fisco nacional lamagra cantidad de 55 millones de bol ívares. Diez años mástarde, habiéndose modificado la legislación sobre hidrocar­buros, que permitió una mayor participación, la producciónse elevó a 323 millones de barriles, por un valor en los Esta­dos Unidos, de 394 millones de dólares al precio de $1,22el barril, que convertidos en bol ívares alcanzaban acercade 2 mil millones, de los cuales apenas le tocaron al FiscoVenezolano 282 millones, equivalentes al 14,0 por cientode aquel valor.A partir de ese año de 1945, gracias a lareforma de la Ley de Hidrocarburos, comenzó a subir laespiral de los ingresos petroleros, y con ella la curva departicipación de esa renta en la masa total de 105 Ingresosnacionales. En 1935 era de 5010 el 270/0; en 1945 subióa casi el 46010, y diez años después, era ya equivalenteal 57 POI ciento; en 1965, pasó del 66 por ciento; y 10años más tarde, en 1975, saltó al 77,4 por ciento de unosIngresos fiscales situados ya en 41 mil millones de bol (va­res: Esa participación descendió al 72,3 por ciento en 1980y continuó su descenso hasta tocar su punto más bajo de56,5 por ciento en el año mas reciente.

Veamos el problema desde el ángulo de la produc­ción y su prec.o, que se mantuvo con alzas relativamentemoderadas, de 0,86 dólares por barril en 1940 a 2,17 en1950 y de $ 2,30 hasta pasado el año de 1970. En 1975 loencontramos en $ 13,57, o sea que aumentó cas: seis ve­ces su pr ecro anterior. y en 1980 a 1983 su cotización semantuvo en 28,88 dólares por barril, o sea un aumentosuperior al doble De acuerdo con esta escala de precios,

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la producción de 1970, que alcanzó a 1.353 millones debarriles tuvo un valor según cotización en Estados Uni­dos, de $ 3.112 millones; en tanto que la producción de1983, habiendo descendido a menos de la mitad. alcanzó unvalor de $ 18.983 millones, o sea seis veces más con unaproducción 50 por ciento menor. Creo que este resultadohabr ía llenado áe satisfacción a Pérez Alfonzo.

Contemplemos ahora los Ingresos Fiscales desdela perspectiva de 1935, con 203 millones de bol ívares, quepasaron a 614 millones en 1945, o sea una cantidad tresveces mayor; conservan el mismo ritmo de crecimientohasta 1950 en que llegan a 1.917 millones, que parecióser la culminación de aquel delirio de la danza de los mi­llones, pero que en real idad estaba solo en los comienzos.En 1955 los Ingresos alcanzaron los 3.000 millones, unacifra casi cinco veces mayor que la de 10 años atrás; correnotros 10 años y en 1965 la afluencia de caudales pasó de7.000 millones; y justamente ese año se inició una carre­ra más precipitada montaña arriba; en 1970, se anunciacon asombro que los ingresos han llegado a 9.500 millo­nes, pero era apenas el comienzo pues la marcha va redo­blando el ascenso año por año hasta colocarse en 41 mi­llones en 1975 en que se anuncia la nacionalización delpetróleo, efectiva a partir del siguiente año. En 1980 losIngresos Fiscales se encuentran en la cima de 62.700 mi­llones, y finalmente, en 1983, escalan los 72 mil millo­nes, frente a los cuales aquellos 203 millones de 1935,apenas alcanzaban a representar el 0,28 por ciento, o enotros términos, se había producido un incremento 354veces mayor, .en los 48 años transcurridos. Y aqu í cabeuna pregunta: ¿hay equivalencia entre este aumento tanacelerado y el desarrollo del país?

Hay un renglón de la econom la que guarda ciertasimilitud con los ingresos, en su carrera de ascenso y queal final habrá que darle la medalla de ganador, pues le sa­ca una apreciable ventaja. Nos referimos a los depósitosba-icarios.

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DepósitosBancarios Aumento(millones) Variación anual

1935 155

1950 833 678 45.2

1955 2.024 1.191 238.2

1960 3.735 1.711 342.2

1965 5.219 1.484 296.8

1970 9.525 4.306 861.2

1975 32.605 23.080 4.616.0

1980 78.119 45.594 9.118.8

1983 109.388 31.189 10.396.3

La afluencia de recursos a las arcas del Estado, lacorriente precipitada de caudales en manos del público,sobre todo a partir del año de 1970, nos muestran cómoestamos dentro de un torbellino con inmensas olas y vien­tos huracanados. Y en los cincuenta años transcurridos,mientras los ingresos fiscales aumentaron 354 veces sobrelos ingresos de 1935, el total de los depósitos en los Ban­cos privados dobló esa proporción, pues alcanzaron unacifra 706 veces mayor.

En ese lapso la población de Venezuela se ha quin­tuplicado, pero la producción de carne para alimentar esapoblación no ha registrado un aumento proporcionado,sino de un poco más del duplo o sea, el 237 por ciento,en tanto que la producción agrícola ha avanzado a pasosaún más lentos, pues de un poco más de un millón de hec­táreas bajo cultivo en 1935, han sido incorporadas a laagricultura, sin incluir los pastos, sólo unas 800 mil hectá­reas más, o sea, un aumento del 80 por ciento.

Tampoco la construcción ha marchado .al mismoritmo de crecimiento de la población, no obstante la cuan-

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tía de los recu rsos que han ido a dar manos del sector pri­vado, pues de 1.255.000 metros cuadrados ha pasado a3.100.000, es decir, un aumento del 147 por ciento. Estoha incidido directamente sobre los precios de la viviendaque han subido por lo menos seis veces sobre el nivel deprecios de hace diez años, en el caso de la vivienda popular.Incuestionableruente la desigual distribución de la riquezaa esos niveles sociales, ha impedido un desarrollo armóni­co en ese sector y explica la proliferación del rancho y lalentitud de las ventas inmobiliarias en las grandes ciuda­des, sometidas a un crecimiento galopante que por lo menosen el caso de Caracas, deja muy atrás el de otras ciudadesde América, incluyendo a México que generalmente se citacomo ejemplo de ese gigantismo que han sufrido algunasurbes, enfermas de una hipertrofia acelerada. En Venezue­la el fruto de ese proceso ha sido la marginalidad llevada aextremos que no puede ocultarse, porque ella brota comouna horrible herida por todos los múltiples costados.

La siembra del petróleo, expresada hace casi cin­cuenta años, lleva impl ícita la preocupación por la depen­dencia, que ya inquietaba a los poi íticos venezolanos situa­dos desde diferentes posiciones, sobre todo de aquellasque interpretaban y se identificaban. con las modernas ten­dencias sociales. A partir de las doctrinas en juego sobre eltapete nacional, han sido propuestas varias soluciones yalgunos se han limitado a ofrecer "modelos", como si setratase de escogerlos entre las páginas de un catálogo deveh ículos automotores, o simplemente de trajes porqueen muchos casos no se pretende sino cambiar las aparien­cias exteriores, y no de un cambio profundo de las rela­ciones.

Toda la cuestión ha sido enfocada teniendo comocentro el petróleo, al que se mira como el eslabón de la ca­dena, en razón de la naturaleza y de los intereses de lasprincipales naciones consumidoras, dominantes en el cam­po internacional de la economía y de la pol ítica, a cuyo"arra estamos unidos. Generalmente se plantea la diversi-

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ficación de nuestras producciones generadoras de divisasextranjeras y del intercambio internacional, y los programaspoi íticos propuestos a la opinión pública y a los responsa­bles de la administración pública, han planteado la susti­tución gradual del petróleo pues pareciera que en la mismamedida en que se modere su participación en la estructu­ra de la economía interna y de las relaciones mercantilesinternacionales, en igual medida será reducida y contenidanuestra dependencia, hasta que finalmente logremos rom­per todas las ligaduras.

En este propósito que ha sido más vocal que efec­tivo, de disminuir el cuantum del- petróleo en todas lasperspectivas de las relaciones, el camino recorrido no nosha llevado a ninguna parte, porque después de tantas vuel­tas y revueltas, lo cierto es que estamos en el mismo puntode hace cincuenta años. Para decirlo con la elocuencia bre­ve de las cifras, la participación del petróleo en el totalde nuestras exportaciones, era en 1935 del 91,23 por cien­to y hoy estamos también en el 91,61 por ciento, y aún es­tuvimos en el 96,6 por ciento en 1950; y hace apenas cua­tro años ese índice acusador marcó la escala del 94 porciento.

Debemos sentar definitivamente, que el petróleo'no es el responsable de nuestro subdesarrollo, atraso y de­pendencia, y por lo contrario, puede convertirse en un ins­trumento del desarrollo y de nuestra independencia polí­tica frente a terceros. La responsabilidad de los males quenos aquejan recae sobre los administradores de nuestrasriquezas y de nuestras conciencias. Y la causa principal, eldespilfarro que nos ha conducido a' consumir en el GastoPúblico de servicio la masa casi total de los ingresos deriva­dos del petróleo. La poi ítica de inversión de esos recursos,para que sean generadores de nuevas riquezas, se ha mante­nido dentro de un estrech ísimo margen, que tiende a desa­parecer y desaparecerá fatalmente, pues ante la llama infla­cionaria encendida por la devaluación, el aumento verti­cal de los precios, desempleo, quiebras, se acude a la solu-

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ción más al alcance de la inteligencia simple: presionar alos Poderes Públicos en demanda de un aumento del Gasto,que conlleva más elevados salarios y de los servicios, en unproceso sin fin en el que los precios saltarán cada vez másalto cuando los salarios suban.

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¿EN QUE MEDIDA SE HA CUMPLIDO EL VATICINIODE USLAR PIETRI ("AHORA", 1936) SOBRE EL

PARASITISMO RENTISTA EN LAVENEZUELA PETROLERA?

¿EN QUE MEDIDA SE HA "SEMBRADO EL PETROLEO"?

Asdrúbal Baptista

William Wordsworth tiene una frase hermosa que mevoy a permitir utilizar en el inicio de mi intervención de estatarde:

Estar vivo en ese amanecer fue una bendición;pero ser joven, además, acaso el para íso mismo.

El amanecer de la Venezuela rentista fue el privile­gio de Arturo Uslar Pietri. El amanecer de la Venezuela post­rentista es nuestro privilegio. Y también es una mercedque se nos da, la de escuchar la palabra de este testigo derefinada inteligencia a quien la 'Econorn ía Poi ítica de Vene­zuela debe hondas y feraces percepciones.

La Econom ía Poi ítica de Venezuela tiene un ám­bito muy suyo. El no es otro que el proceso histórico porel cual una sociedad atrasada, tradicional, pre-capitalista,se convierte en una sociedad de mercado, apoyándose paratal tarea en unos recursos que' ella misma no produce, esdecir, que no le cuestan sacrificio productivo alguno.

Aqu í me es menester dar cuenta de dos principioso postulados, sin cuya comprensión, mis ideas pueden ha­cerse no del todo inteligibles.

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El primero de ellos es la expresión compartida dela convicción de nuestra época civilizatoria de que todofenómeno toma un cierto tiempo, y no menos, para ser,para existir: la felicidad, dirá Aristóteles en su Etica Ni·comaquea, requiere de la actividad de una vida entera, yno puede darse en un menor tiempo.

La transformación de una sociedad atrasada en unasociedad de mercado toma su tiempo, y ese tiempo nopuede acortarse. Por ello la Econom ía Poi ítica exige unaaguda conciencia histórica, una viva conciencia del procesohistórico del cambio estructural. Como un simple resultado,como un mero dato para el entendimiento, el mercado ape­nas si es de interés. Es sólo en cuanto proceso como el mer­cado se hace un concepto que cautiva a la razón científica.

El sequndo principio es materia no menos delica­da. Aludo a una palabra para la cual, y sólo así me hagoiñteligible, quiero reclamar su significado primigenio, enmodo .alquno anacrónico, absoleto, anticuado o ambiguo,sino su significado científico. Este es el lenguaje de la Eco­nomía Política y a él quiero ceñirme.

La palabra renta, o mejor, el concepto renta es laexpresión racional de un ingreso que en la sociedad demercado se paga con cargo a la propiedad de unos bienespara cuya' producción la sociedad no ha realizado sacrifi­cio productivo alquno, con total prescindencia de si esosbienes se destruyen o no por su uso. De ese concepto laEconom ía Poi ítica derivó consecuencias notables para lamejor comprénsión de la naturaleza de los cambios quellevaban la sociedad hacia el mercado. Nosotros, por nues­tra cuenta, nos hemos empeñado en hacer lo suyo propioen la Econorn ía PoI ítica de Venezuela.

La Econom ía Poi ítica, consiguientemente, es laciencia del proceso histórico que conduce la sociedad na­cional hacia el mercado. Tal suerte de proceso colectivo,

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hasta donde la Econom ía Poi ítica es una ciencia históri­ca, dio por sentado que los elementos materiales para elcambio histórico, o lo que es igual, que los medios que fi­nancian y hacen posible la conformación del mercado na­cional se generan en lo esencial internamente. Baste sóloleer los capítulos tercero y cuarto del Libro Tercero dela Riqueza de las Naciones y la parte octava del tomo pri­mero de El Capital.

La Econom la Poi ítica de Venezuela tiene en su mis­mo punto de partida un elemento diferenciante, grande­mente diferenciante. El proceso histórico cuya racionalidad"es su misión de discernir se desasemeja esencialmente del pro­ceso histórico normal que le dió su orientación matriz a laEconom ía Poi ítica. ¡Suerte grande la nuestra, la de podercontar con un campo sui-géneris para la investigación cien­tífica !.

La Venezuela misérrima de 1920, sobre cuya estruc­tu ra recaía la tarea -podríamos llamarla descomunal, sinsuperlativos- de crear medios excedentarios que le permi­tieran poner en marcha la conformación de su mercado,se descubre propietaria de unos recursos que su esfuerzoproductivo no produjo, que ella no puede hacerlos mercan­cías para el comercio, pero de los cuales sí puede conse­guir unos ingresos. iCuán temprano Gumersindo Torres yVicente Lecuna vieron que no pod íamos ser productoresde petróleo. Mas también, cuán temprano vieron ellos quesí podíamos hacernos de unos ingresos como propietarios!

Aqu í quisiera evocar, sólo de pasada, y porqueconfieso que nunca he podido entenderlo del todo, eserecóndito capítulo que en su obra mayor llama SpenglerDestino y Casualidad, con el que el autor quiere llamar­nos la atención a lo que en la vida de los pueblos es sóloincidente, asunto de episodio, y lo que es materia de sumismo devenir, ¿Quién, en todo caso, podría llamar al pe­tróleo un accidente de la historia venezolana?

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Venjlzuela, por la voluntad ininterrumpida de su

liderazgo poi ítico, se va a hacer una sociedad de mercadoapoyándose en la renta que le provee su condición de pro­pietaria, condición que el comercio internacional le valoragrandemente. Esa experiencia histórica es nueva para la Eco­nom ía Poi ítica. Y el grado de novedad es aún mayor si setiene en cuenta lo que significa que el propietario originalde esa renta es el Estado.

Déjenme en este punto ser riguroso. La renta, encuanto expresión de unas relaciones sociales particulares,no le pertenece al mercado. La renta, en su carácter, espre-capitalista. No es de la naturaleza del intercambio ca­pitalista, quiero decir, del espíritu capitalista, de su ética,el intercambio de valores de cambio no equivalentes quelleva a la renta. La historia económica de Venezuela es lamanifestación viva de esta contradicción. iSinqular contra­dicción para poner a prueba la agudeza del entendim ientocientífico! ISinqular contradicción para la práctica poi ítica!

Quien vio primeramente el origen sui-géneris delingreso petrolero fue Arturo Uslar Pietri. "El petróleo ...no proviene del trabajo venezolano". Así escribirá. Perotambién escribirá, "debemos utilizar el petróleo para cons­truir a Venezuela".

Estas dos afirmaciones son irreconciliables a la luzde la razón científica de la Econom ía Poi ítica. La renta nohace capitalismo. Queda sin embargo una salida: al fin yal cabo la razón científica no es sino la expresión de la his­toria en proceso. Pero esa salida es un tour de force, un vi­raje del entendimiento. Si el ingreso petrolero en su origenes una renta, valga. decir en la rigurosa ética capitalista deUslar Pietri, un ingreso bastardo, en su destino puede legi­timársele. La legitimación capitalista del ingreso petrolerosólo es posible convirtiéndolo integramente en inversiónproductiva. El sacrificio nacional que conducirá al mercado,es la lección, habrá de ser la abstención colectiva de disfru­tar de ese ingreso gratuito que el comercio internacionalnos concede.134

Los sesenta años pasados de historia son y no son lahistoria de Arturo Uslar Pietri, y perm ítaseme añadir, sony no son la historia del único proyecto poi ítico nacionalrigurosamente capitalista que Venezuela ha tenido ante sí.

Voy a dar una cifras. Ellas son sólo una fracciónde la verdad histórica, o si se desea, son una manifestaciónparcial de una verdad mucho más compleja. Entre 1940 y1982 el acervo neto de maquinarias y equipos productivoscreció en Venezuela a la tasa anual de 8,40/0, una vez hechostodos los ajustes estad ísticos requeridos. La magnitud pro­pia de las diez y seis econom ías más poderosas de Occiden­te, incluyendo Japón, para el lapso 1950-1981 monta a5,8 0/0 y en el Japón, en particular, fue 8,40/0. Más todav ía,con estas cifras y algunas otras que hemos publ icado recien­temente, aventuramos esta cifra: entre 1940 y 1982 nomenos del 700/0 del ingreso petrolero se destinó a lo quela contabilidad social llama inversión. Y muy deliberadamen­te dejo de lado, sólo por no abrumar el argumento, todo loque en estos cuarenta años ha sido inversión en capitalhumano.

Esta es la historia de Uslar Pietri. Su proyecto poi í­tico, que estudiándolo en retrospectiva ha marcado el des­tino del país, ha sido en lo fundamental la estructura ideo­lógica de la Venezuela rentista. Pero hay otra historia, queapenas Uslar Pietri intuye, aunque sus intuiciones son no­tables. Esta historia es racional, o mejor, esta historia es lalógica del proceso histórico que ha seguido la econom íavenezolana para hacerse mercado.

Sólo voy a dar la proposición mayor de esa lógicarecten puesta al descubierto. Aparte de todas las razones,aplicables según las circunstancias a nuestro caso, dadaspor Malthus, por Marx, por Keynes, para contradecir latesis que lleva impl ícita la Ley de Say, que en lo funde-

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mental son razones de desarmon ías temporales o transi­torias entre las fuerzas económicas, hay en una econom íaren-tista, o con más propiedad, en una econom ía capital is­ta-rentista, razones de estructura que imposibilitan de suyola reproducción plena de las inversiones financiadas por elingreso que es renta. Este hecho sólo puede atenuarse, con­tinúa la proposición, en la medida en que el ingreso ren­tista también se destine al consumo.

La historia económica de la Venezuela contempo­ránea es la historia de un masivo proceso de inversiones fi­nanciadas con el ingreso petrolero. Pero la rentabilidad deesas inversiones, su reproducción, sólo era, o sólo fue posi­ble porque una porción de la renta se destinaba para el con­sumo de los bienes producidos por esas inversiones.

El auge de la condición rentista es el punto críti­co en el cual el monto de la renta, relativo al tamaño de laeconom ía, ya no es suficiente para hacer rentables las in­versiones -financiadas por esa misma renta- a las tasas his­tóricamente conseguidas.

Venezuela llegó al c1imax de su condición rentista.y añadiría, llega al c1imax de su condición rentista hablen­dose sentado las bases primigenias e indispensables para queel mercado exista de por sí. Este es un logro histórico muydifícil de desestimar.

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Eleazar Dfaz Rangel: Relator

Voy a hacer un esfuerzo, utilizando las prácticasdel reportero period ístico para tratar de resumir las expo­siciones, o al menos las líneas fundamentales que yo pudeaprehender de estas exposiciones y de algunas de las pregun­tas formuladas.

Luego de la introducción realizada por el doctor Ca­rrillo Batalla, en su calidad de Presidente de la Academia,quien explicó con bastante amplitud y diafanidad los ob­jetivos de este encuentro o seminario para estudiar los pro­blemas relacionados con lo que se ha llamado la VenezuelaPost-Petrolera, el doctor Arturo Uslar Pietri, ponente prin­cipal hizo algunos planteamientos acerca de una tesis suyaque data ya de hace casi medio siglo, planteamientos quea mi juicio, revelan su interés por mostrar algunos contras­tes importantes generados por la econom ía del petróleoen nuestro país.

El primero de esos contrates es el que existe entrela Venezuela rural, de vida casi primitiva, pero trabajado­ra, que caracterizó a nuestro país por lo menos hasta ladécada que va del 20 al 30 y .el ulterior desarrollo desme­dido de los centros urbanos, por demás bastante artificial.Señaló que esta contradicción no se resuelve en forma vio­lenta, y que una parte de la Venezuela rural comienza aser absorbida y prácticamente desaparece cuando parte sig­nificativa de la misma, rodea a las grandes ciudades en loque se ha denominado cinturones de miseria, para tratar,no de disfrutar, sino de recibir migajas de esa riqueza pe­trolera. Pero simultáneamente se está produciendo otra con­tradicción y otro contraste entre una Venezuela del traba­jo, de las virtudes, donde el hombre cree en sí mismo, don­de se tiene confianza en las cosas y en la gente de la credi­bilidad austera y poblada de gente responsable por una par-

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te y una Venezuela del vicio, del garito, del juego; la Vene­zuela de la viveza por la otra. Tampoco -señaló- la contra­dicción entre esas dos Venezuelas tiene manifestacionesviolentas. Diríamos de una manera muy elemental y sirn­plista, que la Venezuela del mal y del vicio absorbe y do­mina fundamentalmente a la otra Venezuela; y esta con­tradicción se hace mucho más sensible y acentuada en la úl­tima década de los años 74 a 84 y afecta a la parte digamosmás noble de la población venezolana, a saber, la juventud.

El doctor Uslar Pietri nos trajo algunos ejemplosque prácticamente podrían demostrar esa actitud y esa con­ducta que frente a la vida asume el joven de hoy y que se­guramente es uno de los aspectos de la transformacióndel país, que más preocupa.

Aparentemente, a mi modo de ver estos contras­tes son y estas dos Venezuelas son a su vez, causa y efectode lo que él llama el crecimiento inorgánico y una erosiónmoral que explicó durante el desarrollo de su exposición.

De estos dos problemas, pareciera que éste últimoes el que más angustia al ponente principal; y él se plan­tea al final de su exposición, ¿qué hacer frente a esta si­tuación?, y seguramente un poco en respuesta a una de laspreguntas centrales de este primer Tema. Entonces invitaal país, con toda la autoridad moral, que tiene su perso­nalidad y su palabra, a regresar a la Venezuela que él encon­tró en el año 36 cuando desaparece la dictadura de Gómezy encuentra un país lleno de voluntad por hacer, y preci­samente ese es el espíritu que hoy en día el país necesitapara enfrentar, no sólo la crisis que comienza a vivir, sinola interrogante que plantea esta Venezuela llamada Vene­zuela Post-petrolera.

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Sin que le diera continuidad a la intervención del

doctor Uslar Pietri, porque fue escrita con bastante ante­rioridad, el doctor Eduardo Arcila Farías comienza ensu intervención con la pregunta fundamental en torno alqué hacer en esta transición que está planteada al pa ís.y él hace un recorrido histórico para demostrarnos connumerosas cifras y algunas estadísticas y porcentajes, loscambios y la evolución que se han producido en esa Vene­zuela de los años 35 hasta hoy. Es en el año 35 cuandose plantea la tesis fundamental de sembrar el petróleo co­mo salida a la riqueza que comienza a percibir el país yque permitiría construir un país con un futuro consolida­do. Entonces, el doctor Arci la Farías, sostiene, basándoseen lo que él mismo denomina un panorama histórico bas­tante resumido que nos encontramos casi en el punto de par­tida, nos da unos porcentajes sobre el valor y la' participa­ción del petróleo en las exportaciones, estimado -hoy en910/0 que era el mismo que tenía en el año 35. Aparente­mente se podría concluir pues, que en ese período de me­dio siglo 'es poca la transformación que ha tenido lugaren la estructura económica del pa ís, que la dependenciadel petróleo es igual a la que había en 1935 cuando juntocon el advenimiento de la democracia, el petróleo es el fac­tor fundamental de la vida económica, y diría, en gran me­dida, de la vida de Venezuela.

Creo que incluso puede haber sido una respuestaa una observación hecha por Moreno. El Dr. Arcila Faríases bastante preciso cuando sostiene que el petróleo no esel responsable de lo malo que le ha ocurrido a Venezuelay de la situación en que se encuentra. Los culpables sonquienes lo han administrado, o más exactamente, quieneslo han derrochado. Esta misma afirmación fue realizadapor el doctor Uslar Pietri, y al final él fue bastante cate­górico cuando dijo que la historia le exigirá cuenta parti­cularmente a quienes derrocharon el petróleo y la riquezaen las últimas dos décadas.

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Finalmente creo que el ponente Asdrúbal Baptistahace un denso esfuerzo teórico por interpretar lo que ha si­do este período y particularmente la presencia del petróleoen la conformación de una Venezuela precapitalista en trán­sito hacia el capitalismo y el papel que le correspondiójugar al petróleo. En este sentido él valora de manera signi­ficativa el papel que desde el punto de vista teórico le co­rrespondió jugar al doctor Uslar Pietri por ser el primero,en reconocer que el petróleo no es un producto del trabajoy que era necesario para construir un nuevo país, en lo queél supone o piensa que es una contradicción y concluyeseñalando hasta qué punto la historia de Venezuela estos50-60 años, es un poco también la historia o la vida del doc­tor Uslar Pietri, porque no sólo ha examinado, observado yreflexionado acerca deestos problemas, sino que ha sido en

buena parte protagonista de esta historia, porque, ademáslo señaló al final, el doctor Uslar Pietri, habría sido el autorsegún la opinión del ponente, del único proyecto coherentedel capitalismo en Venezuela.

Hubo poca participación del auditorio, seguramentepor las razones que señalaba el moderador. El señor Morenohizo referencia a algunas omisiones que pudieron producirseen las exposiciones al no valorar los amagos de presencia,venezolana en los primeros pasos hacia la explotación delpetróleo.

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PERIODO DE DISCUSION

Francisco Moreno

Aqu í se habló, por ejemplo, de Gumersindo Torresy de Vicente Lecuna, pero nadie nombró a los Pulido quie­nes fueron productores de petróleo e hicieron peticionesal Congreso Nacional para perforar 40 pozos petrolerosy éste les negó la petición. Esa fue quizás la primera opor­tunidad que se presentó para haber desarrollado una in~

dustria petrolera nacional y una de las razones por las quesiempre caimos en manos del inversionista extranjero.

También me ha llamado la atención el hecho de que,a lo largo de todas las exposiciones (menos una). se ha no­tado una tendencia a hacer del petróleo, el culpable. Elpetróleo no es culpable de nada. El petróleo nos ha traí­do a nosotros grandes mejoras en materia de educacióny salud. Nosotros los de mi generación, crecimos en un pue­blo de tuberculosos, de raqu íticos y me perdonan la cru­deza, de sifil íticos, totalmente maltratado, mal nutrido, conanquilostomiasis y descalzos, y el petróleo nos permitióalcanzar unos niveles, que aunque no son los adecuados porla inmensa riqueza que hemos desperdiciado, sí son bastan­tes decentes y nos preguntamos, por ejemplo, si el petró­leo fuese culpable Zpor qué todos esos países hispanoame­ricanos no petroleros no son ni moral ni organizacional­mente mejores que nosotros? Pienso que es el petróleo ensí, lo que nos ha dado es ventajas.

Uno de los oradores señaló que nos encontrábamosen una etapa cerrada y que no podemos esperar sino algu­nos repuntes moderados. Los que hemos observado durantetoda nuestra vida el panorama petrolero, sabemos' que labonanza petrolera ha sido cíclica durante toda la historia,

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o digamos, en los dos últimos tercios de lo que va del siglo.y Venezuela se ha visto favorecida en lo económico poraportes circunstanciales, llámense la guerra mundial,' laguerra de Corea, la nacionalización del canal de Suez, laguerra de Viet-Nam, la guerra de los cinco días, el Ayatolaho el embargo ~rabe. Todos han sido circunstanciales. Hoyen día se habla de coyuntura pero son circunstancias quenos han permitido salir momentáneamente de problemas'económicos.

En este momento se observa un pánico en' el am­biente, porque esas circunstancias salvadoras no están a lavista. Pero sí hay un hecho que nadie puede negar: las gran­des empresas petroleras transnacionales invierten cantidadesingentes en exploración, porque los países industrializadosno prevén una contínua indigestión petrolera, sino queprevén una escasez y exploran en regiones remotas e in­hóspitas como el Mar de Behring, en la costa oriental de laChina, en la costa oriental de la India e invierten grandescantidades de dinero. Una sola compañ ía hizo una islaen lo que se llama la pendiente septentrional cuyo costoasciende a los cien millones de dólares y cuyo primer pozotuvo un costo de 40 millones de dólares. Las cifras que noso­tros invertimos en exploración, son cifras sumamente pe­queñas.

Contamos con grandes cantidades de petróleo pro­bables y posibles y tenemos proyectos exploratorios quepueden conducirnos a otras etapas de gran bienestar parael venezolano y pienso que ese bienestar no está tan lejos,aun con todos los problemas que hay en la OPEP parla faltade disciplina que existe entre sus miembros, disciplina di­ferente a la que citaba el doctor Uslar Pietri al referirse ala Agencia Internacional de Energía.

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En los años 90, que pueden resultar muy lejanos pa­ra nosotros pero no para una nación, la Organización dePa íses Exportadores de Petróleo, volverá a llevar la batu­ta en algún sentido y volverá a manejar un porcentaje im­portante del movimiento petrolero mundial. Es cierto quese han incorporado otros factores entre los que podemosmencionar al carbón, pero la revolución tecnológica, nuclear,por ejemplo, no está a la vuelta de la esquina. Todas lascompañías de electricidad norteamericanas que dependende plantas nucleares, se encuentran en grandes dificultades.De manera que nosotros estamos hablando aquí de prepa­ramos para una etapa post-petrolera, que no está, _comocreemos, encima de nosotros. Muy avanzado el siglo XXI,vamos a seguir siendo un país petrolero exportador y".wamosa usar ese petróleo para mover nuestras industrias.

El único punto que quisiera agregar en cuanto almercado, es que, en nuestro país, las oportunidades deinversión están cerradas al capital moderado. Esa es unade las razones que ha motivado la fuga de capitales, gran­des y pequeños, porque en Venezuela, lo dijo el doctorPérez Alfonzo, hace más de 20 ó 30 años, el hombre de lacalle, luego de adquirir su vivienda, no tiene dónde deposi­tar un centavo que esté bien. protegido. Me perdonan lafalta de ilación y el desorden, pero eso era todo lo quequería decir.

Francisco Mieres: Moderador

Muchas gracias señor Moreno por su intervención.Hay dos preguntas que voy a leer dirigidas ambas al doc­tor Uslar Pietri: Una de las preguntas es: zs: desconHadel venezolano actual, por su tendencia al facilismo ¿cómopudo haberse evitado esa situación? Interpreto yo: ¿Pudohaberse acaso evitado esa situación dentro del marco polí­tico en que hemos vivido?

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La otra es de José Furiati: Cuando usted señaló quelos países exportadores de petróleo debieron ahorrar dó­lares, ¿quiso acaso decir que habfa que ahorrar en equipos,bienes de capitai y grandes obras de infraestructura? Pues­to que -oplna el demandante- el simple ahorro de monedaextranjera también pudo ser muy peligroso.

Arturo Uslar Pietri:

Muy bien, aclaro -desde luego que no pretendo de­cir que Venezuela ha debido tomar todo el excedente deriqueza que le producía el petróleo y colocarlo en dólaresen el exterior, porque eso hubiera sido -corno acaba de de­cir Baptista- cambiar una forma de rentismo por otra. Demodo que así no íbamos a salir de esa situación. Venezue­la ha podido y ha debido crear reservas de petróleo y dedólares y no incurrir en una deuda gigantesca como en laque incurrió, reservas que le hubieran dado una posibilidady un campo de acción defensivo frente a esta situaciónactual y que hubieran aminorado muchísimo su vulnerabi­lidad. Desde luego, nadie ha pensado en abstenerse de adqui­rir bienes de producción y de gastos en infraestructura.

Lo que sí es lógico es haber pensado principalmentefrente a la Al E tal y como ellos creaban reservas de petró­leo, en crear reservas de dólares y sobre todo, no endeudar­nos en moneda fuerte de la manera en que nos hemos en­deudado en el exterior, cuando sabíamos que no teníamosmás nada parapaqar sino el petróleo.

Yo no tengo desconfianza en el venezolano y no hedicho tal cosa. He dicho que el venezolano de hoy tiendea desconfiar de él mismo, cosa que es evidente. Basta conhojear un periódico o asistir a una reunión cualquiera paraoír a la gente expresarse en los términos más pesimistasy negativos sobre -Ia capacidad del venezolano actual. No

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comparto esa idea. Yo creo que nunca antes Venezuela hatenido gente más preparada que la que tiene actualmente.Creo que Venezuela nunca ha tenido una reserva humanamas numerosa y valiosa que la que tiene actualmente; perohay un estado de espíritu muy negativo y es que el venezo­lano ahora duda de él. Es posible que hace 50 años existie­ra una confianza excesiva que pod ía ser peligrosa, pero aho­ra hemos caído en una actitud negativa también excesivay muy peligrosa.

Francisco Mieres: Moderador:

Hay dos preguntas más para el Dr. Uslar Pietri. Unase refiere a su opinión sobre los criterios de Alberto Adria­ni, en cuanto a la importancia del petróleo para la econo­m ía venezolana y la otra, a la definición del Estado venezo­lano, y si el tránsito es hacia el comunismo o hacia el capi­talismo.

Arturo Uslar Pietri:

La opinión que sobre Alberto Adriani tengo, esaltísima. Fuí su amigo personal, trabajé con él un tiempo

. j

hasta su muerte, fuí el responsable de que se publicarael primer libro que contenía sus trabajos y si~o teniendohacia él, una gran admiración y un gran afecto y conside­ración que fué un gran venezolano, que el país le debeinmensos servicios. Desde luego, no podría entrar aqu í aanalizar la opinión de Adriani sobre una cosa u otra, por­que sería entrar en otro Foro.

En cuanto al hecho de que el país tenga que esco­ger entre e.1 comunismo y el capitalismo, a mí me pareceuna opinión muy simplista. No se trata ni de escoger el co­munismo, ni de escoger el capitalismo. Venezuela está enuna situación histórica y geográfica tal que no le permiti­ría, si esa escogencia fuera válida, ejercerla de un modo Ii-

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breo No vamos a hacer mañana un referendum y preguntar­le a los venezolanos: ¿Quieren ustedes una estructura co­munista o una estructura capitalista? Eso carecería de sen­tido. Estamos dentro de una estructura capitalista defectuo­sa, llena de lagunas, de baches y de contradicciones. En sulugar, deberíamos tener un capitalismo fecundo, un capita­lismo útil, un cápitalismo justo, un capitalismo que se parez­ca poco a la caricatura del capitalismo y que se parezca algran capitalismo efectivo y creador que hizo a Inglaterra,que hizo a Alemania, que hizo al Japón, que hizo a los Es­tados Unidos.

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