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Ta I. E,nncELOiv, de iVlao o ile 15.16. Núnnero 3. DOLETIN ENCICLOPÉDICO DE XO^LES AUTES, Á NUESTROS SUSCRITORES. Cuando insertamos en el n.° 1. 0 de nues- tro Boletin las preguntas que sobre el nuevo Teatro de Trinitarios se nos habían dirigido, creimos de buena fé que serian contestadas' en el próximo número por los sugetos á quie- nes mas directamente aludían y especial- mente por el arquitecto que habia puesto su firma al pié de los dibujos de las facha- das de aquel edificio, faltando á nuestro entender al decoro de su profesion y á las reales órdenes que en materia de obras ur- banas se hallan vigentes. Llegó la hora de entrar en prensa nuestro segundo número y contra todas las esperanzas que concibié- ramos, las contestaciones á dichas pregun- tas en la parte relativa al nuevo teatro no liabian parecido. Figurósenos entonces muy conveniente hablar clara y categóricamente, no para entrar en el terreno indigno de las personalidades, como gratuitamente se ha querido suponer, sino para nombrar las per- 5

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Ta I. E,nncELOiv, de iVlao o ile 15.16. Núnnero 3.

DOLETIN ENCICLOPÉDICODE

XO^LES AUTES,

Á NUESTROS SUSCRITORES.

Cuando insertamos en el n.° 1. 0 de nues-tro Boletin las preguntas que sobre el nuevoTeatro de Trinitarios se nos habían dirigido,creimos de buena fé que serian contestadas'en el próximo número por los sugetos á quie-nes mas directamente aludían y especial-mente por el arquitecto que habia puestosu firma al pié de los dibujos de las facha-

das de aquel edificio, faltando á nuestroentender al decoro de su profesion y á lasreales órdenes que en materia de obras ur-banas se hallan vigentes. Llegó la hora deentrar en prensa nuestro segundo númeroy contra todas las esperanzas que concibié-ramos, las contestaciones á dichas pregun-tas en la parte relativa al nuevo teatro noliabian parecido. Figurósenos entonces muyconveniente hablar clara y categóricamente,no para entrar en el terreno indigno de laspersonalidades, como gratuitamente se haquerido suponer, sino para nombrar las per-

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BOLBTIN ENCICLOPBDICO

sonas que segun nuestro modo de ver se ha-bian hecho dignas de elogio ó de censuraen el complicado negocio de la obra en cues

-tion , obligándolas por aquel medio á con-testar victoriosamente á las preguntas querespectivamente las incumbian, ó poniéndo-las en el caso de probar con su silencio, queno las era dado tomar cartas en el asuntosin dejar á descubierto la justicia con quepodian ser atacadas. Ajado por otra partenuestro amor propio al ver postergados losarquitectos españoles á un quidam que se ti-tula tal sin haber pasado nunca de un simplemaquinista de teatro, de un mero tramoyista;

incomodados por la palabrería de un sugetoque sin conocer quizás una jota de nobles ar-tes, habia osado decir que en Barcelona noexistia arquitecto alguno capaz de proyectar ydirigir el Teatro que debla engalanarse conel título de prhnero entre los de Europa;incomodados con tan justos motivos, escri-bimos unas cuantas líneas sobre el nuevoedificio, en los términos comedidos que co-nocen ya nuestros lectores. Nuestro lengua-je fué claro y categórico en verdad; perono por esto se le puede tachar de indecoro-so. Así es que á pesar del poco gusto quedebió de encontrar en su lectura el dignoMecenas del tramoyista, no pudo sin em-bargo acudir á los tribunales para que senos impusiese alguna multa ó cuando menosse nos obligase á guardar silencio sobre unasunto que tanto interesa al honor de losartistas españoles y en especial al de los ar-quitectos de Barcelona, cuya capacidad seha querido poner en duda en la ereccion delnuevo Teatro. Y no podia ser de otra ma-nera : cuando las órdenes terminantes de]Gobierno sobre imprenta no hacen mas re-ferencia que á la POLÍTICA, ¿cómo creer queun artículo sobre NOBLES ARTES pudiesecomprometerá sus autores? ¿Cómo creerque los celosos magistrados, que las dignasautoridades á quienes el Gobierno de S. M.ha encargado la rigurosa observancia ele sus

órdenes sobre imprenta , pudiesen prestaroido á las quejas injustas que sobre nuestroBoletin se las dirigiera? Esto era imposibley así lo ha demostrado la experiencia. Elhombre puede con sus relaciones y em

-pleando medios obscuros, alcanzar sobreotros hombres de su misma índole un influ-jo que raye en poderoso; pero cuando setrata de incorruptos magistrados, de auto-ridades sin tacha como las que rigen en Bar-celona , aquellas relaciones y estos mediosson completamente estériles. Pero á pesarde estas justas reflexiones, hemos de con-fesar que hay hombres que viven tan biencon la fortuna, que hasta logran tenerla prós-pera cuando los demas la tienen poco favo-rable. En tal caso se encuentra el Mecenasde que antes hemos hablado. En efecto, lascircunstancias en que el país se encuentra ,lían movido á nuestro digno Gefe SuperiorPolítico á dar un paso , que si no destruyeenteramente la fuerza de lo que nos hemospropuesto decir sobre el nuevo Teatro, des-virtua por lo menos un tanto el buen efectoque entre los aficionados á nobles artes po-dian producir nuestros escritos. Con la afa-bilidad y buen decir que sientan tan bien enla Autoridad Superior civil de la provincia, senos ha mandado que nos abstuviésemos de ci-tar nombres en nuestros artículos sobre aqueledificio y de parangonar nuestros artistas yoperarios con los extrangeros. Este mandatoque nos hemos propuesto acatar, si quierano sea mas que para corresponder á la sua

-vidad y dulzura con que se nos ha impuesto,no nos priva empero de que podamos cen-surar la obra en cuestion, y decir todo loque en defensa de nuestros artistas nos su-giera nuestro buen deseo, todo lo que puedacontribuir á dejar probado que se hizo unainjusticia á los arquitectos de Barcelonacuando se dijo que no eran capaces de pro-yectar y dirigir aquella obra, hallándose co-mo se hallan dispuestos algunos de ellos í►demostrar en lucha artística todo el atrevi-

DE NOBLES ARTES. 35

miento de tan gratuito aserto. Sin citar nom.

bres propios, sin hablar literalmente de ex-

trangeros podemos escribir: así nos lo ha di-cho nuestro respetable Gefe Superior Político ; nuestros lectores nos comprenderá)fácilmente.

Los REDACTORES.

t5ecdflccen 11dgg ir^Bati' a.

Real cédula en que se fijan las prerogativas de

los Arquitectos y de los Maestros de obras

en su defecto, con indicacion de la conducta

que deben observar las Corporaciones civiles y

eclesiásticas en el nombramiento de los MAES-

TROS MAYORES DE OBRAS respectivos. (")

DON FERNANDO SÉPTIMO POR LA GRACIA DEDIOS, REY de Castilla, etc. Á los del mi Consejo,Presidentes, Regentes y Oidores de mis Audien-cias y Chancillerías, Alcaldes, Alguaciles (le miCasa y Corte, Corregidores, Asistentes, Goberna-dores militares y políticos, Alcaldes mayores yordinarios, y (lemas Jueces y Justicias de todas lasciudades, villas y lugares de estos mis Reinos ySeñoríos, tanto á los que ahora son, como á losque serán de aquí adelante, y á todas las demaspersonas á quienes lo contenido en esta mi Cédulatoca ó tocar pueda en cualquier manera , SABED:

Que observando mi augusto Abuelo que á pesar dela proteccion y auxilios que habia dispensado pa-ra su fomento á las tres Nobles Artes, Pintura,Escultura y Arquitectura, no se cogia el frutoque debia esperarse, porque se veían emprendery llevar á efecto varias obras costosas (le poca du

-racion y de ninguna hermosura, expuestas á mu-chos riesgos y censuras; llamó particularmente suatencion la irregularidad (le los retablos, adornosy techumbres (le los templos, porque construidossin la pericia del arte, y agenos del buen gusto,unos perecian lastimosamente en las llámas, yotros desdecian de la magnificencia de aquellos sa-grados lugares, y para evitar tantos daños encar-gó á todos los Prelados Eclesiásticos de] Reino encircular expedida por la primera Secretaría de Es-

('*) Esta real cédula está mandada observar estris-tamonte por real órden (le 17 de Febrero de 1835.

tado y del Despacho en 25 de Noviembre (le 1777,que siempre que hubiesen de hacer obras de algu-na entidad, dispusiesen que los diseños fuesen pre-sentados préviamente con la correspondiente ex-plicacion á la Real Academia de San Fernandopor medio de su Secretario, para que examina-dos atenta, breve y gratuitamente, advirtiese elmérito ó errores que contuviesen; (le cuya circu-lar se remitió al Consejo un ejemplar para querespecto á las obras públicas profanas se hicieseconforme á aquel encargo la prevencion corres-pondieute á todos los Magistrados y Ayuntamien-tos, á fin de evitar se malgastasen caudales en obras,que debiendo servir ¡le ornato y (le modelo, exis-tian como monumentos de deformidad, ignoranciay mal gusto. Por otra Real órden de 41 de Octu-bre de 1779 dispuso, que pues los muchos expe-(tientes que se seguian sobre permiso para emplearcaudales en obras públicas, al paso que eran em

-barazosos al Consejo y sus dependientes, distraíannotablemente á la Academia de las atenciones desu instituto, ya por la monstruosidad de los dibu-jos que se presentaban, y ya por la lectura delas muchas especies que las partes mezclaban endichos expedientes en que aquel establecimientofacultativo no debia introducirse, no se admitie-sen instancias relativas al objeto sin que los pla-nes y dibujos trajesen nota firmada del Secretario(le la Academia de haber sido visados y aproba-dos por ella; y esta prevencion se repitió en Realórden, que con fecha 24 de Junio de 1784 se co-municó á la Real Academia de San Cárlos de Va-lencia, á la cual tocaba la retision de los planosó diseños de obras públicas que se intentasen enlos pueblos de su respectivo distrito. Advertidapor el propio mi augusto Abuelo la inobservanciade los Estatutos de la Real Academia de San Fer

-nando, se sirvió mandar en circular, que expi-[lió la dicha primera Secretaria de Estado y delDespacho en 28 (le Febrero de 4787, que con ar-reglo al número 33 (le los indicados Estatutos,oingun Tribunal , Ciudad , Villa ni Cuerpo cele-siástico ó secular, concediese título de Arquitectoiii de Maestro de obras, ni nombrase para dirigir-as al que no hubiese sido examinado rigurosamen-e por la Academia de San Fernando ó la de San:árlos de Valencia: que los Arquilentos ó Maestrosnayores de las capitales y Cabildos Eclesiásticos)rincipales del Reino fuesen precisamente Acadé-nicos de mérito de una de las dos expresadas, áluyo fin siempre que hubiese vacante, avisaríanlichos Cuerpos á una de ellas del sueldo asigna-lo, y sugeto que determinaban elegir para apu-•ar si era tal Académico; y que subsistiese lo pre-, enido en las anteriores Reales órdenes que que-lan referidas. Sin embargo de todas estas sobe-

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B )LETIN ENCICLOPÉDICO

ranas resoluciones, eran tantos los recursos quemotivaba su inobservancia, que mi augusto Pa-dre tuvo por indispensable que el Consejo y Cá-uiara recordasen á los Ayuntamientos, ReverendosObispos y Prelados regulares las órdenes circula-das para el puntual cumplimiento de lo dispuestoacerca de la previa presentacion á la Academia delos dibujos de obras públicas que se hiciesen , yasí lo encargó á ambos Supremos Tribunales enReal órden de 23 de Julio de 1789, á cuya vir-tud , y por lo respectivo á las obras públicas pro-fanas, expidió el Consejo la circular correspon-cliente á las justicias en 30 de Agosto de aquel año.En el de 1793 se presentaron al Consejo el plano ycondiciones que se habian formado para la reedi-licacion de un puente sobre el rio Gébalo, y concose pasasen á informe de la Academia, y en su; irtud pusiese cinco reparos al proyecto de la obra;fueron vanos los recursos que hizo el Arquitectoencargado de ella, refutando su dictámen, y exi-giendo expresase las razones en que fundaba susreparos, ó desvaneciese las que aquel daba, cu-yas contestaciones dilataron la determinacion delasunto, hasta que en 9 de Marzo de 1798, consi-derándole el Consejo de interes público, elevó ámi augusto Padre la oportuna consulta, y por suReal resolucion á ella, que se comunicó al pro-pio Consejo en Real órden de 20 de Diciembre delmismo año de 1798, se sirvió prevenir el medio deconcluir el expediente para que pudiese egecutar-se la obra del puente, y dispuso que para que enlo sucesivo se evitasen semejantes dilaciones y gas-tos, ocupar inútilmente al Consejo y á la Acade-mia, y un desaire á este recomendable Cuerpocientífico por la insubordinacion de sus discípulos,se expidiese nueva circular para la observanciade las de 1777 y 779 ya referidas. Enterado elConsejo de esta Real órden, y de la que se le co-municó en 17 de Agosto de 4800, para que so-brecartase la circular de la Secretaria del Des-pacho de Estado de 4787, á fin de que nadie ale-gase ignorarla, con la declaracion de ser nulos lostítulos de Arquitectos y de Maestros de obras óAlbañiles que desde la fecha de aquella hubiesendado los Prelados, Cabildos, Ayuntamientos yGremios , expidió la provision impresa de 5 deEnero de 1801 , con insercion de la indicada cir-cular de 1787 y del Estatuto en ella citado, y conlas prevenciones conformes á todas las soberanasresoluciones que van referidas. Posteriormente yá virtud de Real órden de 11 de Enero de 4808,se expidió tambien circular por el Consejo en 29del propio mes, haciendo extensivo á las obras pú-blicas sagradas y profanas que se intentasen dePintura y Escultura, lo que estaba mandado paralas de Arquitectura, respecto de la previa presen-

t.acion de los dibujos ó diseños á las Reales Acade-mias de las Nobles Artes; y encargando á los Pre-lados y Autoridades eclesiásticas celasen por mediode las visitas que no se permitiesen en los templosefigies ó pinturas que por su deformidad, lejos deexcitar, entibiasen la devocion (le los fieles. Á to

-das estas disposiciones sobrevino la guerra ele laindependencia, y como por consecuencia de susestragos en lòs templos y demas edificios públicosera de creer que se irian reedificando y reparan-do segun fuesen recuperándose los pueblos che lamiseria á que aquella los redujo, se demostró lanecesidad de circular nuevamente las Reales órde-nes anteriores, cuya inobservancia era general,no obstante el recomendado interes de la seguri-dad y ornato de las obras públicas y el del es-plendor y progresos de las Nobles Artes y honorde la Nacion; y habiéndomelo representado así laReal Academia de San Fernando, tuve á bien pormi Real órden de 3 de Agosto (le 1814 encargar almi Consejo la nueva circulacion propuesta con lasadiciones conducentes á lograr el exacto cum-plimienlo de cuanto estaba prevenido eh el par-ticular; en cuya virtud y de la Real resolucionque di á la consulta que me hizo en el asunto elpropio mi Consejo, se expidió mi Real Cédula de2 de Octubre de aquel año de 1814, en la cual,refiriendo el tenor de todas y cada una de las Rea-les determinaciones del ramo, se refundieron entres artículos para su mas puntual observancia.Todavía continuaron faltando á ella, y en los abu-sos, la mayor parte de los pueblos del Reino, delos que reiteradamente fué dándome noticia la RealAcademia de San Fernando; y para cortarlos doraiz y conseguir el cuniplimiento y egecucion demi citada Real Cédula, mandé al mi Consejo queal efecto expidiese la circular correspondiente ,como lo hizo con fecha 30 de Marzo de 4816. Asíel asunto, en papel de 5 de Noviembre de 1826,me hizo presente la expresada Real Academia deSan Fernando que liabia sido tan general la in-terpretacion siniestra dada á mi indicada Real Cé-dula de 1811, que en los doce años trascurridos tansolo una Ciudad habia con su anuencia provistoel destino de Maestro mayor de su Ayuntamiento,y un Cabildo Catedral dádolaparte del sugeto quehabia elegido , pues limitando el sentido de lapropia Real Cédula, se habia creído generalmen-te que para Maestros mayores de las Ciudadeshabian de elegirse precisamente Académicos demérito de las Reales Academias y no Arquitectosde ellas, y que á pretexto del corto número (leaquellos Profesores, tomando la voz de Maestrosde obras, y dando este dictado á los meros prác-ticos del pais, fueron antepuestos á los aproba-dos de Arquitectos: que si la Real Cédula ante-

DE NOIII.T_S ARTES. 3"7rior se expidió por resultas de los estragos de laguerra de la independencia, otras novedades pos-teriores reclamaban, su reproduccion , pues queel prurito innovador de la época ele la llamadaConstitucion dió sobrado mérito á las DiputacionesProvinciales y Ayuntamientos, bajo el especiosopretexto de proteger la industria, para declarar yautorizar como libre sin el requisito (le exámen,el egercicio de las artes (le Agrimensura y Arqui-tectura: que por desgracia abundaban ahora estasmismas ideas, tanto, que se creia sola la obllga-cion (le reservar á los Arquitectos y Académicoslas obras públicas costeadas por las Corporacionesá fin de que se hiciesen con magnificencia y dig-nidad, y no se advertia que cuando el Gobierno sepropuso estas circunstancias despues ele creada laAcademia, tenia ya fijada su atencion desde lostiempos mas remotos en la seguridad general yparticular; y últimamente me manifestó la propiaReal Academia que para establecer en el dia deun modo terminante y tal que cortase de una vezhasta la sombra de interpretaciones, lo que habiade observarse en la materia, habia celebradoacuerdo, y convenido en él en solicitar la expe-dicion de una nueva Real Cédula, que abrazandocuanto resultaba de mis soberanos Decretos, con-ciliase los intereses públicos con el mayor esplen-dor de las Nobles Artes, convenieñcia y fomento elesus verdaderos profesores, y que á este fin me pro-ponia las reglas que estimaba del caso; y confor-mándome con ellas, he venido en mandar lo si-guiente:

PRIMERO.

Que en conformidad á mi Real Cédula de 2 deOctubre de 1814 se guarde y cumpla el estatuto33 de la Academia de San Fernando, en su párra-fo tercero, sobre la aprobacion ele Arquitectos yMaestros de obras, continuando la prohibicion deque ningun Tribunal, Ciudad, Villa ni Cuerpo al-guno eclesiástico ó secular, conceda título de Ar-quitecto ni de Maestro de obras ó ele albañilería,siendo nulos y de ningun valor todos los que pu-diesen haberse dado desde su publicacion por losPrelados, Cabildos, Ayuntamientos y Gremios,debiendo ser consignados dichos títulos en las Es-cribanías ú Oficinas por donde fueron expedidos,segun previene la Real Provision de 5 de Enerode 1801.

SEGUNDO.

Que con arreglo á la misma Real Cédula, y á laCircular ele 28 de Febrero de 1787, no pueda sernombrado para dirigir las obras de arquitectura

de cualquier clase que sean, el que no se haya su-getado al riguroso exámen de la Academia ele SanFernando ó la de San Cárlos en el reino de Valen-cia, San Luis de Zaragoza y la Concepcion de Va-lladolid, creadas por Ini augusto Abuelo con pos-terioridad á la citada Circular.

TERSCERO.

Que los Arquitectos Maestros mayores de lasCapitales y Cabildos eclesiásticos del Reino seanprecisamente Académicos de mérito ó Arquitectosde San Fernando, ó (le San Cárlos si fuere en elreino de Valencia, y de San Luis de Zaragoza yConcepcion de Valladolid en sus respectivos dis-tritos; para lo cual siempre que haya vacante deeste empleo, lo avisen á dichas Academias, conexpresion del sueldo asignado y (le los sugetos dig-nos de desempeñarlos, que hayan determinadoelegir antes de darles posesion, cuya eleccion serálibre, aunque guardando la prerogativa á los Aca-démicos de mérito respecto de los Arquitectos, yá estos la que por sus facultades y mayor suficien-cia se adquirieron sobre los Maestros de obras au

-torizados por las mismas con facultades restrictas.

CUARTO.

Que al recibo de esta mi soberana voluntad, losAyuntamientos de las Capitales, las Intendenciasde Provincia y Cabildos eclesiásticos del Reino,den cuenta á la Academia de San Fernando, ó álas que corresponden por su distrito, de los suge-tos que ocupan el empleo de Maestros mayores ysus dotaciones, con nota expresa de la graduaciony procedencia del título que los autoriza paraegercer la profesion, á fin de recoger los que pa-dezcan el vicio de nulidad , y acordar lo mas opor-tuno al servicio del público y total cumplimientode cuanto se halla prevenido acerca de este parti-cular.

QUINTO.

Que quedando siempre en su fuerza y vigor laórden circular de 25 de Noviembre de 1777, ex-pedida á todos los Reverendos Obispos y Preladosdel Reino, por la que se previene se presente áuna de las referidas Academias para su aprobacionel diseño de los retablos y demas obras de los Tem-plos, se guarde y cumpla la de 20 de Diciembreele 1798 , expedida á todos los Ayuntamientos,Cuerpos, Magistrados y personas á quienes com-pitiese, con especial encargo de que antes de di-rigir al mi Consejo los proyectos , planes y dibu-jos de obras de Arquitectos, se presenten á la

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BOLETIN ENCICLOPI:DICO

Academia para su exámen y aprobacion ó enmien-da, en caso de necesitarla, con la explicacionconveniente por escrito de los dibujos en plantas,alzados y cortes de las fábricas, ó por informefacultativo de las mismas, para que examina-do todo atenta, breve y gratuitamente por lacotnision cle Arquitectura, advierta la misma Aca-demia el mérito ó errores que contuviesen, dándo-se de todo la certificacion correspondiente por elSecretario de la misma Academia.

SEXTO.

Que conforme á lo prevenido por los SagradosCánones , y en cumplimiento de la Real órden de11 de Enero de 1808, se presenten á la Academialos diseños de pinturas ó Ele estátuas que hayande fijarse ó colocarse en sitios públicos y Templosá expensas de los caudales tambien públicos , óde comunidades ó de otros cuerpos , conto tambiense presentarán á la misma Academia los dibujosque hayan de grabarse de las efigies sagradas pa-ra exponer á la devocion pública , y los que pro-tendan retratar mi Real Persona, la de la Reina ydomas Personas Reales, cual tengo prevenido pormi Real órden de 12 de Febrero de 1817, publica-da en la Gaceta de 26 de Abril del mismo año.

SÉPTIMO.

Últimamente es mi soberana voluntad que seexija la responsabilidad por falta de cumplimientorespective de cuanto va expresamente mandado,y que segun el tenor del párrafo sexto del citadoestatuto 33 de la Academia de San Fernando, lasmultas en que incurren los contraventores, se exi-jan prontamente y sin la menor dilacion por cual-quiera de los Alcaldes de mi Casa y Corte , Te-nientes de Corregidor y demas Autoridades delReino que para ello fuesen requeridos, sin formarautos ni proceso alguno, sino en fuerza solamentedel exorto que para ello despachare el Nice-pro-tector; y exigidas estas multas, se entregaráníntegramente á la Academia , á cuyos usos lasaplico.

Remitidas las antecedentes prevenciones al miConsejo por mi primer Secretario del Despacho enReal órden de 31 de Julio del año próximo pasa-do, las examinó , y con vista de lo que en su ra-zon expusieron mis Fiscales, acordó su cumpli-miento en 14 de Marzo del corriente, y en su vir-tud se expide esta mi Cédula: la cual os mando átodos y á cada uno Ele vos en vuestros lugares,distritos y jurisdicciones, veais, guardeis, cum-plais y egecuteis, y haga.is guardar, cumplir yegecutar en la parte que os corresponda, sin con-

travenirla, permitir ni dar lugar á su contraven-cion en manera alguna. Y encargo á los muy Re-verendos Arzobispos, Reverendos Obispos, Cabil-dos clo las Saetas Iglesias, Prelados Regulares yciernas Jueces Eclesiásticos de estos mis Reinos vSeñoríos, contribuyan al cumplimiento y obser-vancia de lo que va mandado en lo que les cor

-responda, dando para ello las órdenes y provi-dencias que tuvieren por oportunas: que así es

Ini voluntad; y que el traslado impreso de estami Cédula, firmado de D. Valentin de Pinilla, miEscribano de Cámara mas antiguo y de Gobiernodel mi Consejo, se le dé la misma té y crédito queá su original. Dada en Villafranca de Ebro á 21de Abril de 1828. — YO EL REY.

§eccion %rtística.

PINTURA - RETRATOS.

Consejos sobre este género de pintura,por M. Ilclaistre (* ).

Cuando se hace un retrato deben tenerse pre-sentes cuatro cosas: la fisonomía, la actitud, elcolorido y el troje Ele la persona que se representa.

L Fisoivobtfa.—Se da este nombre al acorde quetienen entre sí y con las lemas partes del cuerpolas facciones del rostro. Este acorde constituye elcarácter particular de cada indisicluo y hace quesu vista nos hiera de modo que lo reconozcamosinmediatamente.

La nariz , por su poca movilidad, es Ele las par-tes del rostro la que contribuye mas eficazmente ádar la semejanza á la fisonomía. Siguen los ojos yen especial la expresion (le la vista. Por lo que res-peta á la boca debe dibujarse sencillamente y re-producir su movimiento mas habitual, pues fueraun defecto hacer reir un retrato; siendo habitual-mente seria la persona que representa.... Debe evi-tarse igualmente el hacer pequeñas bocas por se-guir la moda ó por agradar á las personas que seretratan....

hIay otra circunstancia que se olvida frecuente-mente en un retrato y que ayuda poderosamenteá su semejanza: tal es la indicacion de la estaturàde la persona.... ¿Cómo juzgamos Ele las dimensio-nes Ele un objeto? Coniparandolos con los cuerpos

(*). Cours méthodique du dessein et de la peinture ,Paris, 1812. Tom. 11 . púg. 312,

DE NOBLES A11TES. 39

que los rodean. Y tocante á los retratos, no es elmarco que los circuye el término de comparacionmas inmediato? Para figurar pues la elevacion ópequeñez del talle, basta subir ó bajar en el cua

-dro la cabeza del retrato.11. ACTITUD. —Esta voz se deriva del italiano at-

titud ine y expresa la posicion ele todo ser vivientey de cada uno ele sus miembros. La actitud debeser adecuada á la edad, sexo, condicion é inclina-ciones de la persona que se representa. Hay ac-titudes de dos clases: de reposo y de movimiento;las primeras convienen á todas las edades, sexosy condiciones, las últimas son propias en generalde la infancia y de la juventud; pero en las clasesinferiores se las encuentra tambien en la edad ma

-dura. Las actitudes ele movimiento no convienen enningun caso á la edad avanzada, porque es laépoca en que el trabajo ha cesado y porque de diaen dia nos abandonan las fuerzas.

Cualquiera que sea el género de actitud, si sequiere acercarse á la naturaleza es preciso huirsiempre ele la afectacion y envaramiento: á las mu-geres sobre todo debe dárselas una postura gracio-sa, colocando su rostro ele frente á la luz, paradisminuir las masas ele sombra y dar mayor realceá la frescura y brillo de sus carnes.

III. COLORIDO. - El colorido de la cara, masbien que como efecto del arte, ha de aparecer enel lienzo como la reflexion de la naturaleza. Estaparte del retrato de suyo tan importante y que áprimera vista parece referirse exclusivamente ála pintura policroma ó ele varios colores, es tam-bien peculiar á la monocroma ó de un color solo ,pues si con esta no pueden imitarse diversos tonos,es posible por lo menos atender á su valor relativo.Una persona morena, por ejemplo, tendrá unatinta mas subida necesariamente que la que searubia; y no será difícil expresar el viso de losojos, el de las cejas y cabellos, como tambien eldel bermellon de los labios y el del encarnado elelas mejillas.

Para la imitacion perfecta del colorido son nece-sarias dos cosas: precision de tonos y habilidad paraencontrar teclas las causas que pueden darles real-ce. Se consigue lo primero comparando los tonosque uno ha producido con los que nos da la natura-leza. Para dar realce á los tonòs es preciso ilumi-nar el original de molo que resalte la frescura óel calor de sus carnes y disponer entorno suyoaquellos objetos cuyo color se refleje ventajosa-mente, ó antes bien que se refleje apenas; puestodo reflejo ademas de ser engañador, tiende ádesnaturalizar el tono principal. En Un , se ha dearreglar un fondo que por la subordinacion de susUntas aumente el efecto del retrato.

1V. TRAJE. - El vestido generalmente hablan-

do debe ser sencillo; adornarlo demasiado seriahacer ultraje á la naturaleza. El modo habitual decubrir la cabeza contribuye tambien poderosamen-te á la semejanza; por esto debe ponerse sumocuidado en conservarlo cuando se haga un retrato.Un hombre calvo que para hacerse retratar se pu-siese una peluca sin intencion de llevarla en losucesivo; una muger que llevando constantemen-te gorro se presentase al retratista con la cabezadescubierta y peinada con el mayor esmero, se-rian enteramente desconocidos en el lienzo.

Tocante al vestido se puede decir lo mismo; na-da mas absurdo que hacerse retratar con vestidonuevo, pues por una parte nadie ha de conocerlo,y por otra no ha de formar pliegue alguno en ra-zon á no haber sido llevado nunca, ofreciendoexactamente el aspecto de un vestido de maderalabrado por el tornero.

Las personas deben retratarse pues, con eltraje en que se acostumbra verlas; si por estemotivo se pierde algo de frescura, algo ele pren

-sado, en cambio se obtiene mas verdad y lacompensacion resulta á favor del arte. Tocanteá este punto referiremos una anécdota, conta

-da por Diderot. « Un jóven fué consultado porsu familia acerca el modo como quería que sehiciese retratar su padre, cuyo oficio era el decuchillero. —Ponedle, contestó, su vestido ele tra-bajo, su gorra de forja y su delantal; que se levea en su banco con una lanceta u otro instrumen-to en la mano en actitud de probarlo ó de afilarloy sobre todo no olvidarse de que lleve sus anteo-jos. — Estas disposiciones no fueron observadas;se le envió un hermoso retrato de su padre decuerpo entero con una herniosa peluca, un ele-gante vestido, una rica media y una preciosa cajaele polvo en la mano. El jóven que en el caráctertenia gusto y apreciaba en él la verdad, dando lasgracias á su familia, la escribió : —« Nada que val-ga la pena ha hecho el pintor ni vosotros; yo oshabia pedido mi padre de cada dia y solo me ha-beis enviado mi padre ele los domingos. » Tenia ra-zon aquel jóven; es preciso que cada uno se hallevestido segun su condicion y conforme á sus hábi-tos; la precision del traje en un retrato ayudafrecuentemente á darlo á conocer.

Lo que acabamos de decir tocante á la puntua-lidad en el traje se aplica indistintamente al dibu-

jante, al pintor y al estatuario. En efecto, nadamas ridiculo que aquellos retratos de hombresmodernos disfrazados ele griegos ó de romanos;que aquellos retratos de grandes príncipes calili-cados de eminentemente cristianos, trasformadosen divinidades paganas. El Luis X1Y de la puertaele San Martín en Paris no ofrece mas á primeravista que un Hércules con peluca; mientras que

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BOLBTIN ENCICLOPÉDICO

el Enrique IV de la Puerta Nueva de aquella vill:figura la imágen completa del Bearnés, como eNapoleon de la Plaza Vendome recuerda al ven-cedor de Marengo y ele Austerlitz, aquel en fin qui

conduja tantas veces las armas francesas á la vic-toria. Así, pues, cuando un pintor ó un esculto.egecuta un retrato, sobre todo el de un personagicélebre por su talento, por su virtud ó por el ran

-go que ocupa, debe acordarse siempre que trabaj<por el porvenir mas que por el presente y que des-de entonces es en cierto modo reponsable á la pos-teridad de los errores que en lo sucesivo puedhoriginar á consecuencia de los cambios por él adop-tados. No debe titubear nunca en imitar escrupu-losamente el traje, por ridículo que pudiese pare-cerle, pues este suele ser con frecuencia bastanteextravagante, para dejar (le ofrecer ideas falsas álos extrangeros, sin que. se busquen todavía nue-vos medios para desnaturalizarlo; testigo de estoel uso de llevar botas adoptado por todos los Fran-ceses desde principios de este siglo, uso que indu-jo á decir al sabio profesor chiaao Kiang-tzé que to

-dos eran caballerizos. Donde nos hallaríamos hoydia si los Egipcios, los Griegos y los Romanos sehubiesen hecho representar en sus parceles, ensus estatuas ó en sus medallas con trajes de purafantasia? No solo nos fuera imposible figurarlosple un modo conveniente , sino que los datos histó-ricos no ofrecerían certidumbre alguna. No imite-mos el siglo de Luis XV en el cual las mugeres sehacian retratar á la manera de Dianas, Venus, Ce-res ó Porronas, al mismo tiempo que los hombresse representaban como Apolos ó Alejanctros, sinque en unas y otros se alterasen en nada los toca-dos frisados y crespados, con bucles empolvados alestilo de entonces.

Digamos en suma que los retratos son particu-larmente los que ayudan á conocer el traje de losdiferentes pueblos y ele las diversas épocas; losque permiten seguir los progresos de la civiliza-cion por la perfeccion del vestido. Un retrato esun monumento histórico, que de un extremo á otrodebe ser elevado religiosamente con arreglo al ti-po que le conviene. El uso de las corazas entre losFrancos prueba que se ha llegado al reinado dePepin el Breve. El empleo de las armaduras com

-pletas en Francia, anuncia que se ha entrado en elsiglo undécimo, pues antes ele aquella época seempleaban tan solo las cotas de malla. En el sigloXIV el uso de las corazas se hace general y el usode llevar braguetas recuerda el tiempo de Fran-cisco I. Fnt.re los antiguos Romanos se hallaban entan grande honor los retratos, que al decir (le Pli-nio, se conservaban en armarios especiales losbustos de cera que representaban los antepasa-(los, con el fin de que cada pompa fúnebre pudie-

se ser acompañada por todos los miembros de unamisma familia, los cuales por este medio asistíaná ella en realidad ó en imágen.

V. Política artística respecto á los falsos ►NTr-LIGENTes. — Para que un retrato sea reputado porbueno, no hasta que artísticamente hablando reu-na todas las cualidades requeridas; es preciso ade-mas que el que lo ha hecho tenga la habilidad elehacer resaltar su mérito. Desde luego aconsejare-mos que jamas se enseñe un bosquejo, si no es álos artistas que son nuestros amigos y á los verda

-deros inteligentes, pues que solo de ellos puedenesperarse buenos consejos. Esta regla debería ob-servarse hasta que la obra estuviese enteramen-te acabada y barnizada, y diremos mas, hastaque se hallase colocada en su marco.

Pero si como puede suceder se tuviese que de-rogar este principio por ciertas consideracionesparticulares y el pintor se hallase en la absolutanecesidad ele enseñar su trabajo á personas extra-ñas á las nobles artes y al buen gusto, entoncesfuera prudente no pedirlas su parecer, sobre todosi estuviese presente el modelo, en razon á quepor exacto que sea un retrato, no puede jamassostener con ventaja el paralelo con la naturale-za. Y conco debe preverse todo, si diese la casua-liclad que aquellas personas se adelantasen porsí mismas á emitir su opinion, debería apresurar-se el pintor á distraer con disimulo su atencion bá-cia otro objeto, ó bien no siendo esto posible, ase-gurarlas que sus observaciones son justas, peroque esto depende de no estar concluido el trabajo.De este modo, afectando mucha deferencia á susjuicios, el pintor evitará el tener que cambiarnada; ó si lo pedido fuese poca cosa, aparentandoretocarlo en su presencia, quedará alhagado su:►mor propio , aumentando en su opinion la facilidady el talento del artista. Para ver sobre este particu-ar cuanto conviene estar prevenido, estractare-nos del Vasari la siguiente anécdota:

«Hallándose un cija el Papa en el taller de Mi-;uel-Ángel y examinando una estatua de mármoltuc acababa de labrar este artista, sin tener en;l arte ningun conocimiento, le dijo : «la nariz de,sta estatua es demasiado grande.» Al oir semejan-e desatino, apresuróse el escultor á dar razon á

u Santidad y fingiendo deseos de enmendar el de-celo en su presencia, tomó en una mano el mar-illo y en la otra el cincel con un poco ele polvo!e mármol que iba dejando caer á medida quepareutaba retocar la nariz defectuosa. En lin ,»ando le pareció haber esparcido bastante poli opara inspirar confianza á sus espectadores,. vol-iéndose al papa, le elijo: «Adesso, Sanatíssiuco'odre, che gliene pare ? » (Qué le parece ahora áuestra Santidad?) — « 0 signor D1icl:el-Antelo

DE NOBLES ARTES. 41.qli arete dato la vita. » (Oh señor Miguel-Ángel ,le ha (lado Y. la vida ).

Los muchos casos que podríamos citar por elestilo del que acabarnos de referir, demuestrancuan poco puede fiarse el artista del parecer deaquellos que nada conocen en las artes, hasta quepunto debe simular someterse á los consejos que nose le dan por verdaderos inteligentes ó por verí-dicos prácticos; y cuan poco puede contar al pro-pio tiempo con el valor de los elogios que al acasole sean dados por personas ignorantes en el arte.

J. 0. y B.

Seeclon de caminos y canales.

BOLETIN

DE CAMINOS, CANALES Y PUERTOS.

En el número 4.° del h..° año de la pu-blicacion de este periódico correspondienteal 45 de Enero , pero impreso posteriormenteá la distribucion del Prospecto de nuestroBoletin, se lee una advertencia de la redaccion,dirigida á explicar la marcha que se proponeseguir la misma en sus trabajos periodísti-cos sucesivos. Si hemos de dar credito á laspalabras de aquella advertencia, el Boletin deCaminos, Canales v Puertos va á salir del tris-te estado de abandono y abyeccion en que seencontraba, vá á ofrecer en sus colunas nosolo abundantes materiales de instruccion, sique tambien numerosas pruebas ele que esdigno de llevar el nombre de todo un Cuer-po facultativo. No queremos hacernos la ilu-siou de que el contenido de nuestro Prospectoy señaladamente el del n.° 4.° de nuestro$oletin hayan podido contribuir en una pe-queña parte á que los redactores del perió-dico oficial que nos ocupa, tomasen la resolu-cion que manifiestan en su expresada adver-tencia ; cualquiera que sea la causa que áello les haya inducido , nosotros que antesque arquitectos somos españoles, nos hemoscomplacido en la lectura de aquellas líneas ,tanto por contener bastantes ideas igualesó parecidas á las que emitimos en nues-tro primer impreso , cuanto por creer que enlo sucesivo ocupará el Boletin de Caminos deEspaña un lugar mas decoroso entre las pu-blicaciones de su especie que ven la luz pú-blica en los paises civilizados del globo.

Hagamonos ahora cargo de algunas de lasideas que emiten los redactores del Boletin

de Caminos en la citada advertencia , siquierano sea mas que para tomar en nuestro perió-dico una especie de acta de sus futuros com-promisos , siquiera no tengan mas objetonuestras palabras que advertir á dichos re-dactores que estamos dispuestos á pedirlescuenta del modo y forma como sabrán cum-plir lo que han prometido en el escrito á quenos referimos.

Destinada la parte oficial del Boletin de Ca-minos, Canales y Puertos á «insertar estric-tamente las leyes , decretos , reglamentos ,circulares y órdenes del gobierno , y de laDireccion , así como tambien la organiza-cion , servicio y movimiento de esta, delCuerpo de ingenieros y de su Escuela espe-cial,» poco tendríamos que decir acerca deella , si la experiencia no hubiese demostra

-do que es la que ocupa mayor número depáginas del periódico. Creemos que hubierasido mas conveniente , aunque con algun au-mento en el precio de suscripcion , que laparte oficial del Boletin se hubiese impreso enfoliacion particular , destinando íntegras las46 páginas de cada número á la parte pura-mente científica ó facultativa. No hacerlo así,será quedarse siempre muy cortos en la pu-blicacion de los conocimientos que puedeninteresar á los ingenieros y á los empleados yconstructores que de los mismos dependen.

Por lo que respeta á la parte no oficialdel Boletin, desde luego aprobamos la divi-sion en secciones conforme la tenemos noso-tros adoptada, porque en efecto es la mas ápropósito para encontrar ordenadas las mate-rias que en publicaciones de esta clase secomprenden.

111ucho nos complace que en la seccion deobras publicas se inserten los trabajos de quehabla la advertencia y sobre todo que se décabida en ella á las dilucidaciones ó discusionesmesuradas y provechosas que sobre los diferen-tes ramos de su profesion se establezcan entrelos ingenieros; pero muchísimo mas nos bu-hiera agradado que despojandose en esta ma-teria del mezquino espíritu de Cuerpo los in-dividuos de la redaccion, hubiesen abierto suscolunas á los demás facultativos que mesura-(lamente y con beneficio de la nacion y quizáscon provecho del mismo cuerpo de ingenie-ros , hubiesen creido conveniente promovery sostener algunas de aquellas discusiones.

Tambien estamos conformes con las ideasque emiten los Redactores del Boletin de Ca-minos acerca. las secciones de industria y deciencias ; si bien que en esta parte quisiéra-

6

4Z

flOLETIN ENC1CLor ntro

mos que los artículos que se publicasen tu-viesen una conexion mas íntima con la cien-cia del ingeniero que la que se nota en varios(le los escritos publicados por la Redaccion enuna y otra de aquellas secciones.

La seccion de variedades tiene muchos pun-tos de semejanza con la parte de nuestro Bole-tin que hemos distinguido con el mismo nom

-bre; con esto es fácil conocer que debe merecernuestro asentimiento. Diremos sin embargo ,que los artículos sobre viajes é historia , sibien muy recomendables para la instrucciony solaz del literato , los encontramos poco ápropósito para ocupar al ingeniero , siempreque no lleven por objeto la descripcion de al-guna obra de importancia ó la explicacion dealgun descubrimiento no conocido entre no-sotros. La biografía de los ingenieros y hom

-bres célebres en el estudio de las ciencias yde la industria, nos hubiera gustado mas sihubiese formado el objeto de una seccion par-ticular.

La seccion de bibliografía tiene la mismatendencia que la de nuestro Boletin ; por estotocante á ello nos conformamos completamen-te á las ideas de los Redactores ingenieros.Tambien nos gusta que en la crónica se dé no-ticia de TODOS LOS HECHOS relativos á las obraspúblicas y á los agentes que en ellas se ocu-pan , pues haciendolo así tal vez podrán irsecorrigiendo algunos de los varios abusos quetanto en aquellas como en estos se irán le-yendo quizás en las columnas de nuestro pe-riódico. Ya es hora de que se ponga coto áestos abusos ; ya es hora de que los ingenie-ros de caminos, lo mismo que sus dependien-tes, den á conocer prácticamente que no esun sarcasmo la exhibicion del curso previode moral para entrar en la Escuela especialdel ramo. No es esto decir que no haya mu-chos hombres virtuosos y puros en el Cuerpode Caminos ; pero basta que uno solo tengaelástica la conciencia, para desacreditar á losdemás y poner un eterno borron á la institu-cion que lo ha acogido.

Por lo que tocaá la seccion de anuncios la cree-mos hasta cierto punto superflua desde el mo-mento que se ha adoptado ya la de bibliografía.En efecto , dar á conocer á los ingenieros unaobra por su simple título sin ponerles de mani

-tiesto su mérito científico , es exponerles ámalgastar el dinero y á perder el tiempo en sulectura, si la obra es mala, ó á privarles delestimulo que les hubiera movido á comprarlaen caso de ser verdaderamente buena.

Tales son las secciones que entran en el

plan modificado por la nueva Redaccion delBoletin de Caminos; todas son interesantes ydesempeñadas con perseverancia y buen celo,no solo han de hacer un bien inmenso á lamayoría de lectores á que están destinadas,sino que pueden contribuir poderosamente árectificar la desfavorable opinion que se ibaya formando de los ingenieros encargados deeste periódico. Por nuestra parte desistimosdesde ahora del propósito que teníamos he-cho de censurar concienzudamente el conteni-do de los números correspondientes á los tresprimeros años de la publicacion que nos ocu-pa; bástanos la especie de confesion que im-plícitamente encierra la advertencia y los ve-hementes deseos de enmienda que en ella semanifiestan, para correr un velo á lo pasadoy atender tan solo á lo que vaya viniendo.Una excepcion haremos tan solo y será tocanteal número en el que con fines poco caritativosse copia la diatriba de Betancourt contra losarquitectos de su época. La oficiosidad de laRedaccion del Boletin de Caminos tocante áeste documento, bien merece una prueba debuen celo por parte de la Redaccion del Bole-tin de Nobles Artes; no faltará esta prueba.

Terminaremos estas líneas observando á laRedaccion del Boletin oficial , que hemos ha-llado á faltar dos secciones en la explanacionde su pensamiento: una destinada exclusiva-mente á la Arquitectura civil, á las obras de susProfesores y al Periódico publicado por varios delos mismos; y otra dedicada enteramente á losFerro-carriles y Puentes colgantes tan en voga ennuestros dias. En la seccion de arquitecturacivil hallarian los ingenieros un campo tannoble como vasto para probar con armas debuena ley la insuficiencia que suponen en losarquitectos; la seccion de ferro-carriles ypuentes colgantes les serviria para dejar pro-bada la injusticia que se les hace tal vez,cuando la pública fama les supone sin apenascon conocimiento alguno en uno de los ramosen que con mas honor del Cuerpo y con me-nos gravámen de la Nacion podrian ser em

-pleados. —J. 0. y B.

HIJUELA DE G1IANOLLERS.

Si bien por delicadeza debia al parecer retraer-me de entrar en nada que tuviese relacion con lacarretera de tiich, ya porque no se atribuyese aoficiosidad mia, habiendo desempeñado el cargo dedirector de las carreteras de esta provincia que secostean con fondos especiales, ya por la circuns-

DE POBLES ARTES. 43tancia de haber sido el autor del proyecto por elCongost, que con ligeras modificaciones presenta-das por algunos Ingenieros del ramo ha aprobadola Direccion general de Caminos; ya en fin por ha-ber emprendido esta tarea uno de mis dignos com

-pañeros de redaccion; sin embargo, no he repa-rado en emitir mi simple parecer acerca del estadofatal de la hijuela de Granollers y trozos (le caminoinmediatos que segun se asegura opinan los Inge-nieros civiles que deben abandonarse, para de-mostrar hasta la evidencia los notables perjuiciosque se acarrean al público obrando con ligerezay sin la suficiencia necesaria, como se ha obradoen la parte facultativa de la hijuela y trozos decanino indicados.

En 1.° Abril de 1842, al encargarme ele la direc-cion de los trabajos emprendidos ya en la carre-tera de Vich, que consistían en la conclusion delos tres trozos que median entre las inmediaciones.del Pueblo (le Mollet y de la Villa de Granollers,formando un total de 17.705 varasde Burgos, á masde las 2.200 varas pasado el referido pueblo quecon tanto acierto había dirigido en el año 1839 miamigo y compañero, el académico de mérito D.Felix Rivas, tuve ocasion de prevenir las funestasconsecuencias que debian seguirse con notable per-juicio del país, no solo por la pérdida de cuantiososintereses, sino tambien por alguna desgracia, cuyaexposicion no se ha podido remediar todavía en elmismo trozo ele la espresada hijuela.

La poca detencion con que obraron los ingenie-ros de entonces, máxime al adoptar la linea actualde esta hijuela, es causa hoy dia, no solo de lapérdida de los 15.000 DUROS que sin el menorfruto se han invertido en aquel corto trecho de2.548 varas para mejorarlo y repararlo, sino tam-bien de la inutilidad de los 5.000 Ds. en que setostó por asiento (* ). De modo que este primererror habrá ocasionado la pérdida de 72.121 DU-ROS que montan los trozos que se proponenabandonar ahora los mismos ingenieros, en razonal pésimo estado de la anotada hijuela y dificulta-des que hallan para remediarlo.

No es mi ánimo oponerme á lo que tienen pen-sado los citados ingenieros en la nueva via que ha

(') Insignificante cantidad por cierto para aquel es-cabroso trecho, cuyos resultados han sido tan poco sa

-tisfactorios á los esquilmados Asentistas, que han cau-sado pérdidas de consideracion á los tres ó cuatro que

han intervenido en él , teniendo que abandonar la obrahecha y herramientas y aun dando algunas sumas dedinero para salir de obligacion tan pesada á que lescondujo la confianza de la exactitud en el presupuesto,la falta (le perfiles y datos ciertos y la contradiccion enque envolvian al Asentista algunos capitulos de la con-tréta, conforme se lo manifesté repetidas veces á S. E.

de reemplazar á los trozos que van á quedar abañ-donados; repruebo sí la falta de oportunidad conque al parecer se trata de engolfar á esta Provin-cia en nuevos gastos de consideracion, tratándosecomo se trata de buscar otra linea mas á propó-sito, segura y cómoda para ir á Barcelona que laactual. Afortunadamente ésto mismo propuse áS. E. la Diputacion en la memoria que tuve elhonor de dirigirla en 6 de Setiembre de 4842, puesen ella esplícitamente reprobaba la línea seguida ydescribia la que en mi concepto debia haberseadoptado para no aventurarse entre otros, á losgraves perjuicios que altora deplora ya la provin-cia al verse precisada á hacer un inesperado gas-to de tantísima consideracion; y todo, pues es la puraverdad, por no haberse estudiado y meditado elplan cual exigen las reglas del arte y como impe-riosamente lo reclamaba el empleo de los cauda-les que á los autores del proyecto se confiaron.

Se trata nada menos , entre el coste de la quese proponen abandonar, y el de la nueva queha de substituirla del gasto aproximadamente deunos 140,000 DUROS, mientras se quedan en pro-yecto otras interesantísimas vías de comunica-cion y otras recomendables mejoras de no pocaimportancia para el país, que en su consecuenciasi no quedan frustradas para siempre, permane-cerán estacionadas por largo tiempo con disgustogeneral de los pueblos. — Miguel Garriga y Roca-.

Scecfla_szs tang°ibataa.

COMUNICADO DEL Sr. GAFAS. (*)

Del sentido literal de este curioso docu-mento se deducen algunas consecuencias,que no podemos pasar por alto, sin faltar aldeber que en el prospecto de nuestro perió-dico nos impusimos.

1.° Que para disminuir considerable-mente el valor del edificio que fué conven-to é iglesia de P.P. Trinitarios, se supusoque esta última se hallaba enteramente del e-riorada y que amenazaba ruina en su, mayorpalle; este supuesto es completamente gra

-tuito, si se exceptua el coro de la misma, ylo saben todos los que asistieron á las ¡un-ciones dadas en ella por el inimitable Mr.

(*) Suplemento al Fomento del 29 de Marzo

(le este año.

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BOLETIN ENCICLOPtDICO

Aüriol de Paris. Por nuestra parte podemosasegurar sin temor de ser desmentidos, quela obra derruida, á pesar de su edad, nocedia en nada á la solidez del nuevo edifi-cio.

2.' Que en la primera medicion delárea ocupada por el edificio , los peritos ar-quitectos encontraron 2.322 palmos cua

-drados menos que los últimos peritos quepracticaron igual medicion. La diferenciaes tan notable que no puede dejar de po-ner en un verdadero compromiso científicoá los primeros medidores, si como se asegu-ra por el autor del comunicado que comen-tamos, no Iran sido combatidos geométri-camente los resultados ofrecidos por losúltimos peritos. Por el honor de nuestraprofesion deseamos que al aclarar este ne-gocio, se ponga de manifiesto que la dife-rencia obtenida en las dos mediciones, fuéquizás motivada por las dificultades que pu-dieron ofrecer á los peritos que las practi-caron los escombros del antiguo edificioque ocupaban su localidad , ó por una malainteligencia en la comprension de los terre-nos que debían ser valorados.

3. , El valor de 8 rs. 17 ms. que se-gun el comunicante se asignaron por palmosuperficial al terreno de este edificio, hacesubir su valor á 665.754 rs. vn. , no con-tando mas que con los 78.324• palmos cua

-drados obtenidos por los primeros peritos.Pero "aquel valor por palmo es del todo des-preciable, como se dice muy bien en el co-municado, si se atiende á la localidad enque se encuentra el edificio derruido y alsubido precio á que se hallaban los solaresde Barcelona cuando se verificó aquella ven-ta. Se dirá que siendo una finca monacalnunca podia estimarse en tanto como si hu-biese pertenecido á una propiedad particu-lar; esto es una verdad, pero la rebaja ex-cede de mucho á lo que debia disminuir porrazon de dicha circunstancia. Siendo de pro-piedad particular el edificio en cuestion , elpalmo superficial de su terreno no hubierabajado de 40 rs. vn. enn la época de la ven–'Ita, y enagenándole á pública subasta, nose hubiera licitado á menos de 24 rs. elmismo palmo en consideracion á su natu-raleza; y esto sin contar con el valor del edi-

Cicio , que no hubiera sido menor de 40.000rs. Por lo que puede decirse que valiendo lacosa vendida 1.919.776 rs. segun la medi

-cion de los primeros peritos y 1.975.304 rs.conforme á la medicion de los últimos , laNacion sacó por ella tan solo 665.734 rs. ;es decir apróximadamente el tercio del valorverdadero. Estos resultados no necesitancomentarios. Por el honor de los Sres. quehan intervenido en este enredado negocio,deseabamos ver refutados los asertos de]comunicante; pero se ha guardado silencio,á pesar de los graves cargos que encierran :nuestros lectores se habrán anticipado comonosotros á dar el fallo que , habiendo jus-ticia , debe emitir el tribunal competente.

J. 0.y li.

COï1TLSTACION Á LAS PREGUNTAS

INSERTAS EN EL N.° 1 .° DE ESTE

BOLETIN, Pág. 46. ( )

PRIMERA rREGUNT:> >—El nuevo Teatro que se estaconstruyendo en Trinitarios es edificio Ptuvaao óPÚBLICO?

Contestacion. —Es EDIFICIO PUBLICO.

Para probar la exactitud de nuestro aserto, de-jeinos hablar á los autores de arquitectura.

BAILS en su Diccionario de Arquitectura civil,art. Edificio, pone:

(*-) Teniamos ya impreso el primer pliego do estenúmero cuando se nos ha acercado D. Mariano Llopartpara manifestarnos en nombre de D. Joaquin MariaGispert que no era exacto que este hubiese proferido

las expresiones que contra el saber é idoneidad de losArquitectos de Barcelona se le atribulan; añadiendoque si algo hahia dicho acerca nuestros compañeros deprofesion, habia sido tan solo haciendo referencia á losdos 6 tres arquitectos con quienes habia tenido la des-gracia de tratar. No es del momento entrar en las re-zones que nos indujeron á dar crédito a lo que se ase-guraba haber dicho el Sr. Gispert de la clase de Profe-sores á que nos honramos de pertenecer ; diremos úni-camente, que no teniendo unas objeto el citar su nom

-hre y el hacer alusion á su persona que llegar á la n a-nifestacion que por encargo suyo nos ha hecho el Sr.Llopart, facultándonos ampliamente para publicarla,desde ahora nos damos por satisfechos y consideramosterminados los ataques legales que nos habiamos pro-

DE NOBLES ARTES.

la

EDIFICIO PÚBLICO. El que se fabrica para uso delas personas de todas clases, como las iglesias,fuentes, TEATROS, hospitales, etc.

VALzaNiA en sus Instituciones de arquitecturapág. 49 dice:

Los edificios públicos profanos son aquellos cu-yo destino es ya la conveniencia y utilidad, ya laostentacion, ya EL RECREO DEI. Púla.ICO.

MILIZZIA en sus Principios de arquitectura civil,tom. I1, cal). IV pone los teatros en la sexta sub-division de los edilicios públicos.

QUÀTRÉMÉRE DE QUINCY en su Diccionario histó-rico ele arquitectura, art. Betinlent dice:

EDIFICIO PÚBLICO. Se llama así el que es de usodel público, como las casas consistoriales, las bol-

puesto dirigirle, hasta dejar puesto en el lugar que semerece el honor de una profesion que creimos ultra-jada.

Por lo que respeta á los arquitectos que lamenta elSr. Gispert haber conocido en el negocio del Teatro encuestion, nos limitaremos á decirle, que no solo á nues-tro modo de ver les hace una manifiesta injusticia, ha-blando de su capacidad en lo términos poco favorablescon que lo hace, sino_ que consideramos bastante im-propio su lenguaje sobre el particular, tratándose deProfesores que no dudamos podrian probar en luchaartística todo lo aventurado de sus asertos. Pero si to-cante á este punto no estamos conformes con él, no su-cede otro tanto con respecto á lo que se dice del arqui-tecto D. José Oriol Mestres; pues es muy cierto que noes culpa del Sr. Gispert el haber encontrado un Profe-sor que faltando á lo que se debe á si propio y al honorde su profesion, haya contribuido con una exótica firmaá que, sorprendiendo al Ayuntamiento, se le haya dadoel permiso para edificar las fachadas del nuevo Teatro ,que de otro modo no hubiera conseguido.

Cerraremos esta nota suplicando al Sr. Gefe SuperiorPolítico nos dispense por esta vez la citacion de nom

-bres propios en nuestro Boletin , ya que se dirige hastacierto punto á satisfacer los deseos manifestados porsu Señoría; rogando al propio tiempo al Sr. Gispert quenos proporcione ver la nueva fachada á medida que sevaya elevando, para amenizar nuestro periódico- conla descripcion minuciosa de las bellezas y defectos quenos haga ver en ella la mas detenida y concienzudacritica.

Si nos priva de este gusto, si el tapar con tablasy esteras la nueva fachada ha tenido por principal objetoimpedir á nuestra redaccion que pueda templada y ar-tisticamente hacer de la misma el correspondiente aná-lisis, le diremos desde ahora, que quedará momentá-neamente satisfecho su deseo; pero cuando el tiempocorra aquel velo de nueva estofa, sabremos resarcir-nos de la privacion inusitada en que se nos habrá teni-do, dejando evidenciado á la faz de toda España, que enmateria de Nobles Artes lo mismo que en agricultura,hay plantas exóticas quo no logran arraigarse, desde elmomento que se las separa de su terreno primitivo.

J. Oriol y Bernadel.—A. Rovira y Trias

sas, las bancas, los hospitales, los hospicios; etc.¿Y para que poner mas ejemplos, cuando todos

los autores definen los edificios públicos como Bails,Valzania y Quatremere de Quincy? Se dirá que elTeatro de Trinitarios no es edilicio público porquese construye con fondos particulares? Contestarpor la afirmativa seria desconocer los autores dearquitectura de mas nota y la genuina significa-cion de las voces privado y publico. Nosotros cree-mos que lo que da el carácter de pública á unaobra , no es precisamente que sea costeada porel público, esto es, echando mano de los fondosnacionales, proNinciales ó comunales, sino el quese halle destinada al uso del público, ya sea gratui-tamente, ya sea exigiendo una retribucion de an-temano fijada. Y sino- que se nos diga, si podriadenominarse público un palacio, por ejemplo, quela Nacion hubiese costeado para uso de un ciuda-dano y en recompensa de inmensos servicios pres-tados por él á la patria; que se nos diga por la in-versa si se le ocurrirá á nadie considerar corno áobra privada un ferro-carril destinado á la tras-lacion de viageros y al transporte de las manufac-turas, mediante una retribucion señalada. El due-ño de un edificio privado puede admitir en él á laspersonas que le acomoden, puede cerrarlo ú abrir-lo cuando mejor le parezca, puede tenerlo arre-glaclo interiormente á medida de su gusto; podránhacer otro tanto los dueños del nuevo Teatro, tanluego como hayan dado en él la funcion primera?Que se nos conteste si es posible.

SEGUNDA PREGUNTA. —En cualquiera de estos su-puestos, está arreglado á las disposiciones del BAN-DO DE BUEN GOBIERNO?

Contestacion. — Ni en uno ni en otro.Admitamos en primer lugar que el Teatro en

cuestion sea un edificio particular. El art. 5.° delBando de buen gobierno, revisadò y adicionado porel Ayuntamiento constitucional de 1842 , previe-ne lo siguiente :

La altura total de los edificios, con inclusion de labaranda del terrado ó de la cubierta del tejado, no po-drá ser mayor de 97 palmos, sea la calle ó plaza de ma-yor ó menor anchura, sin que parte alguna del edificioni otro objeto colocado sobre el mismo pueda exceder dedicha ele-sacian..... Sise faltase á lo prevenido, incurriráen la multa de 100 rs. el dueño del edificio, con obliga-cion ademas de sugetarse á lo que se disponga y en lade 1000 rs. el director de la obra.

La simple lectura de este articulo y la sola vistadel nuevo Teatro demuestran evidentemente, quese ha infringido el Bando de buen gobierno, sinque por parte del Excmo. Ayuntamiento se hayatomado ninguna providencia.

Supongamos ahora la realidad , es decir, que

4G

BOLETIN ENCICLOPLDICO

el nuevo Teatro es un edificio público. Tambiense ha infringido el bando en este supuesto, puesla fachada de la calle de S. Pablo no está confor-me con el dibujo presentado al Ayuntamiento yaprobado por este Cuerpo. Luego si se obra co-mo la justicia reclama, los artículos 1 • 0 y 30 debentener á su tiempo la aplicacion oportuna.

TERCERA PREGUNTA. — Estuvo en su derecho elExcmo. Ayuntamiento de esta ciudad cuando apro-bó las fachadas (le aquel edificio por el mero hechode ser certificadas como copia del original por un

arquitecto?Contestacion. — No lo estuvo, porque solo po-

dia admitir aquellas fachadas, cuando se hubieseprobado en ellas que el original era hecho porpersona autorizada.

Aquí debemos tambien considerar la cuestionbajo el doble punto de vista de ser el edificio pri-vado ó público. Supongámosle privado; el articu-lo 12 del cap. II de la Ordenanza artística de lareal Academia (le Nobles artes de San Fernando,aprobada por S. M. dice así:

Son concedidas al arquitecto amplias facultades para

poder medir, tasar, IDEAR y dirigir toda clase de obraspúblicas y particulares en lo civil é hidráulico, sin ex-

cepcion ni limitacion alguna, en todos los dominios deS. M. , con arreglo á la plenitud de conocimientos que

se refieren en el art. 1

El art. 10 del cap. III de la misma Ordenanzaconcede á los maestros de obras iguales faculta-des que á los arquitectos, pero con limitacion átoda clase de edificios comunes ó particulares.

Ahora bien, en la circular (le 29 de Julio de 18441,pasada por la Excma. Diputacion provincial á losAyuntamientos constitucionales (le la provincia, serecomienda á estos la observancia de la Real Ce-dula de 21 de Abril de 1828 que insertamos en laseccion legislativa de este número y por lo mis-mo les recuerda la prohibicion de no admitir nin

-gun dibujo en solicitacion de permiso para edifi-car que no lleve la circunstancia de haber sidoIDEADO por persona que antes se hubiese segetadoal riguroso exámen de una de las Academias denobles artes de Espaíia. Los dibujos de las facha-das en cuestion llevaban en su pié: «Es copia deloriginal» sin indicar si el proyecto ó idea de aque-llos dibujos era de algun arquitecto ó maestro deobras, los únicos autorizados para hacerlos en elcaso para nosotros negado de que el nuevo Tea-tro fuese un edificio privado; luego el Ayunta-miento no debla conceder el permiso de edificarsin cerciorarse antes del origen de los dibujos encuestion, pues no haciéndolo de este modo se ex-ponia á permitir que fuese infringido como real-

mente lo fué, el art. 12 de la Ordenanza artísticaque arriba hemos transcrito. Pero si á nuestromodo de ver no obró el Ayuntamiento en esteasunto conforme á las reales órdenes vigentes,tal vez no será del todo por culpa suya. Aquellacorporacion tiene un verdadero asesor en lo queatañe á edificios y este es su Maestro mayor (leobras. Ignoramos el parecer literal que emitiriaeste Profesor cuando informó sobre las fachadasdel nuevo teatro de Trinitarios; pero creemos quese limitó á decir que «considerándolo cono á edi-ficio público debían ir aquellas á la aprobacion (lela Academia de S. Fernando , y que tomándolocomo á edificio privado podia concederse el per-miso que se solicitaba. » ¿Es este lenguaje indeci-so el que debía haber empleado el informante? Nohubiera sido mas honroso para él decir categóri-camente que debía negarse el permiso, porquetratándose de un edificio público no llevaban losdibujos la aprobacion de la Academia? Pero ad-mitamos la segunda hipótesis, arquitectónicamen-te hablando inadmisible, admitamos decimos, queel nuevo Teatro fuese un edificio privado; ¿ no de-bia haber exigido la presentacion del original pa-ra cerciorarse de la idoneidad del autor de aqueltrabajo ? ¿Puede ni debe confundirse el Profesorque ha ideado una obra con el que ha de dirigir-la?

Pero si el Maestro mayor de obras del Ay untá-tniento pudo cometer una falta no hablando en ellenguaje claro y resuelto que la importancia deiobjeto demandaba , el Profesor que certificó losdibujos presentados la cometió á nuestro enten-cler mucho mas grave, porque sirvió de instru-mento para lograr lo que sin su extemporaneafirma se hubiera negado. Que la certificacion hu-biese recaido sobre dibujos hechos por un profesoraprobado, lejos de haber sido una mengua para elfirmante, hubiera probado al contrario una lau-dable deferencia hácia uno de sus compañeros;pero valerse á sabiendas de un ardid que se dirigiaá sorprender el Ayuntamiento , no solo es vergon-zoso en sí mismo, sino que es indecoroso para elque puso la firma, y poco satisfactorio para losque llevan su título. Porque una de dos; ó el fir-inante tiene saber suficiente para hacer unos cti-bujos de teas mérito que los presentados ó no lotiene: en el primer caso prostituye su firma apro-bando un trabajo que él lo hubiera ¡lecho mejor;en el segundo caso esta firma no tiene mas signi

-ficado que la percepcion de un mezquino sala-rio (*r ) á costas de su reputacion artística.

Consideremos por último como á edificio públi-

(*) La gruesa suma de 2Q rs. diarios. fQuú miseria!

DE NOBLES ARTES. fico el Teatro que nos ocupa. ¿ Se han llenado losrequisitos que para este caso se detallan en lasreales disposiciones de 25 de Noviembre de 1777 y23 de Julio de 1789 ? Porque no se han mandadoá la Academia de S. Fernando los dibujos que tan-to se encomian por los que no son conocedores enNobles Artes? ¿ Porqué no lo ha aconsejado así elarquitecto certificador, ya que se hace lenguas deun estilo de arquitectura que pocos años atrás ca-lificaba de bárbaro y de gusto estragado ó cosa se-mejante en una memoria leida ante una sociedadnaciente? Habrá apostasías tarnbien en NoblesArles?

CUARTA PREGUNTA. — Qué objeto llevaria la for-macion del presupuesto (te esta fachada, suponien-dola TODA DE méenioL , cuando la vemos subir en sumayor parte de simple ladrillo, es decir, mas po-bre que la del edificio mas modesto (le los que denueva planta se construyen en Barcelona ?

Contestacion. —Ignoramos los datos que tendriael preguntante para decir que debla ser toda demármol la fachada principal del nuevo Teatro ;por nuestra parte podemos asegurar que nos sor-prendió sobre manera aquella pregunta, pues des-de que empezó á hablarse de este edificio, se nossignificó que no se trataba mas que de especula-cion y que por consiguiente se desterraría de éltodo lo que fuese magnificencia ó lujo. Tal vez secreería que los precios de mármoles pedidos porel Sr. Comisionado del Liceo eran con el objetode emplear este material en la fachada referida;en tal caso se habria padecido equivocacion, puesnos consta que los mármoles indicados se desti-naban tan solo á la formacion de la primera gra

-dería interior del edilicio. — J. 0. y B.

INCENDIOS.

Cuando en una poblacion culta como Barcelonase discurren todos los medios de embellecimientopara ponerla al nivel de las mas civilizadas; cuan-do movidos por el impulso que agita en este sigloá todos los grandes pueblos que á cual mas celosode las glorias de su patria desea ocupar el lugarmas distinguido; cuando por fin la industria ennuestra Ciudad y sus alrededores torna tal desar

-rollo que son infinitos los establecimientos fa-briles é industriales que contiene y en los que ci-fran su fortuna un sin-número de familias; muyextraño se hace el que no se haya pensado en or

-ganizar una compañía de bomberos-zapadores, pa-ra acudir á apagar los incendios y evitar sus pro-gresos, siempre que fuese necesario. Y no se digaque la falta (le medios sea un obstáculo que impi-da el establecimiento de tan útil institucion, puesque á nuestro modo de ver muy poco seria el sa-

crilcio que tendria que hacer el Excmo. Avunla-miento para procurarse los instrumentos y útilesde que tal vez carezca ; pero aun cuando esto nofuese posible , no por ello debe dejarse desaperci-bida semejante idea, pues está al alcance de todosque en igualdad de circunstancias, seria muchomayor el bien que podria prometerse (le una ins-titucion organizada cual corresponde, que no delsistema de confusion y desórden que reinan enaquellos casos.

No faltan elementos en esta Ciudad para lograrel indicado objeto; invítese á los Arquitectos yMaestros de obras por la Academia de San Fer

-nando y no dudamos que todos se apresurarángustosos á ofrecer sus servicios para contribuir tiun fin tan laudable.

Animados por nuestra parte (le los mejores sen-timientos á favor de todo lo que tienda al bien ge-neral, nos ofrecemos por de pronto á no ser los úl-timos en contribuir con nuestros cortos alcances almemorado objeto, esperando que nuestras mirasserán secundadas por nuestros comprofesores, siconto es de suponer, mereciesen estas leves in-dicaciones la correspondiente acogida de nuestroAyuntamiento. José Ráfuls.

Seccion bibliogrۇf ea.

CURSO METÓDICO DEL DIBUJO Y DE LA PINTURA, Con unatlas de 31 láminas , por Luis Delaistre, miembro (le laSociedad libre de las Bellas Artes. ( Paris, Carillan-Goeury, 1812).

El Curso metódico está dividido en tres partes: la 1.ase ocupa de la geometría, arquitectura y perspectiva li-near; la 2. a trata de la anatomía del hombre, proporcio-nes del cuerpo humano, expresion de las pasiones, fisonomíay ponderacion ó ciencia del equilibrio de los cuerpos ;la 3. a tiene por objeto los retratos, el paisage, la anat.-mía vegetal y veterinaria, la composicion del asunto, laperspectiva aérea y la química de los colores.

El buen órden y sencillez en la exposicion de las ma-terias; la exactitud en las definiciones y la buena elec-cion de los conceptos; la bermanacion de los principiosteóricos con los resultados prácticos obtenidos por unalarga experiencia; la pureza y correccion de las lámi-nas con que Mr. Delaistro aclara sus explicaciones; ta-les son en nuestro sentir las circunstancias que reco

-miendan la preciosa obra de este acreditado artista.

%Tarieda(Jee.

REAL ÓRDEN SOBRE CONCESION DEL TÍTULO DE ARQUITEC-To. —A consecuencia de una solicitud dirigida á S. 11l.por los alumnos de la Escuela especial de arquitecturade la real Academia de nobles artes de S. Fernando,previo el informe de esta academia y considerando serjusto respetar derechos adquiridos, conciliándolos sin em-bargo con lo que exige la conveniencia pública y el lus-

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BOLETIN ENCICLOPÉDICO

trede tan importante profesion, S. M. se ha servido dis-poner por real órden de 23 de Marzo último, que se con-coda el improrogable plazo de seis meses para solicitarel exámen del modo y forma usados hasta de Octubrede 181s y presentar la obra de pensado que haya deservir para la censura del ejercicio de dicho exámen ;

• que los aspirantes al título de arquitecto acrediten te-ner 25 años y presenten certificacion de la academiadonde hubieren estudiado; que quede facultada la ex-presada Academia para expedir los títulos de arquitec-

tos á todos los que hayan sido aprobados hasta el dia

como tales, á los que tengan incoados sus expedientesde exámen y á los comprendidos en las disposiciones

anteriores , etc.REGALOS ñ DOS ARTISTAS. —Los distinguidos artistas

D. Vicente Lopez, primer pintor de cámara y D. Ber-nardo su hijo, acaban de recibir de S. 111. una nuevaprueba de su real aprecio. La Reina ha regalado al pri-mero un magnifico reloj de oro, y al segundo unosbotones ele brillantes para el pecho.

A)IALGA LA DE DOS ESCUELAS.—Se nos escribe de la Cor-te, pero lo creemos un sueño, que se trabaja en Madridpara refundir en una sola Escuela, la de Arquitecturade la real Academia de nobles artes de S. Fernando yla especial de Caminos, Canales y Puertos, formandopor consiguiente un solo cuerpo con los alumnos apro-bados de ambas escuelas. Difcultosísima nos pareceesta amalgama; poro como podría reportar grandesventajas á la Nacion y á los mismos alumnos citados,partiendo en ella de ciertas bases que explanaremos talvez, si la noticia que damos hoy á nuestros suscritoresadquiriese mas visos de probabilidad en adelante; he-mos querido llamar ya desde ahora la atencion sobreeste punto, seguros de hacer un bien á nuestros compro-fesores y en especial á los que tienen su título de unade las Academias de nobles artes de las provincias.

EXPOSICIONES DE LOS ARQUITECTOS EN DEMANDA DE 505

DERECHOS ADQUIRIDOS. —Las exposiciones dirigidas áS. M. por los arquitectos de Valencia, Zaragoza y Mur-cia Iran sido muy bien acogidas por el Sr. Ministro dela Gobernacion de la Península, quien las lla pasadoá la real Academia de nobles artes de S. Fernando para

• que dé el correspondiente informe y poder en su vistafijar de una vez las atribuciones de los Arquitectos y delos Inçenieros de caminos, canales y puertos. Impor-tantísimo es el servicio que puede prestar la citada realAcademia á la causa que defienden los exponentes ypor esto no podemos menos que esperar que tomaráesta cuestion vital con todo el celo é interes que su im-portancia reclama.

CANAL DE NAVEGACION Y RIEGO DESDE LAS INMEDIACIONESDE CAHPREDON AL LLANO DE BARCELONA. — Concedida porel Gobierno la facultad do formar los planos de este gi-gantesco proyecto, tenemos entendido que no se piensaen hacer ningun uso de ella y que se ha abandonadopor consiguiente la idea.

CA3tINo DE HIERRO DE TARRAGONA Á FALSET 6 11IonA DEEDno PASANDO Pon REUS. —El gobierno ha concedido laconstruccion de este camino y su explotacion bajo unpliego de condiciones parecido á los de las domas con-cesiones de este género. De Tarragona á Reus es muy

fácil este proyecto; para mas adelante ofrecerá dificul-

tades sin duda , que si pueden ser allanadas por el In-geniero, no lo serán con tanta sencillez por el Econo-

mista.PUDLICACION INTERESANTE. — Un millon de hechos; nle-

morandum universal de ciencias, artes y letras, traducidodel francés, corregido y adicionado por los Sres. Aca-

démicos y Prc,fesores en• la Universad literaria de Bar-

celona:D. Agustin Yañez, D. Ramon Martl de Eixald, D. Ra-

mon Ferrer y Garcés, D. Juan Adell , D. José Oriol y Ber-nadet, D. Manuel Xihi y Fontanals, D. Laureano Figue-rola, D. Juan Cortada.

Al leer al frente del prospecto de esta publicacion

unos nombres tan ventajosamente conocidos en la re-pública de las letras y de las ciencias, cremes excusa-dos todos los encomios que podriamos tributarla; (locuyo mérito nos ocuparemos sin embargo tan luego co-mo haya visto la luz pública su primera entrega. Entre

tanto la recomendamos á nuestros suscritores.ANÉCDOTAS SODRE EL NUEVO TEATRO DE TRINITARIOS. -

Preguntando un inteligente á un profano cual sería eluso de las ocho capilliticas que se veian en la fachada

principal de aquel edificio, ron el tono de la inspira-

cion contestó inmediatamente : «servirán para colocarlos cuatro evangelistas y sus secretarios. »

—(eNo les parece á V.V. mejor ahora esta fachada,preguntaba un paseante de la Rambla, que antes dequedar oculta por ese biombo de madera? Ciertamen-

te, contestó otro, porque á esta fachada le sucede loque (e las mugeres feas, que nunca son tan hermosascomo cuando llevan tirado su velo.

—Porque se tapa con tablas la fachada principal deTrinitarios, demandaba cierto curioso? —Porque losflorentinos son muy propensos á resfriados, respondióun médico-cirujano.

— Los arquitectos de Barcelona se empeñan en cen-

surar la nueva fachada , decia un peon caminero, y esporque se han olvidado que les está inhibido meterseen puentes y domas obras de nuestro rano. Que la cen-surasen los ingenieros de caminos, canales y puertos,fuera pasable; ¿pero los arquitectos, hablar de puentesy tajamares?

—Un jóven asomó sus narices á la rendija que sepa-raba dos de aquellas tablas y al momento oyó una vozbronca que le preguntaba: - ¿ Qué mira V.?—La lin-terna mágica?—Si se aguarda V. un poco, llegaráel maquinista y verá tambien la fantasmagoría.

—Un peon del nuevo teatro preguntaba á otro cualde los dos que se hallaban al lado de una mesa era el

verdadero director de la obra: no sé decirlo , contestóeste; pero puedo asegurar que el que habla como noso-tros es el notario, pues ole consta que ha dado fe' á losdibujos de su prójimo.

— Preguntado un esterero si sabia el uso che las este-ras con que se tapaba el segundo cuerpo de la nueva fa-

chada, contestó con mucha flema : es muy óbvio; ser-virán para evitar que los ardores del sol derritan loscascos á los dos directores y á su notario.....

IMP. DE LA AGENCIA GENERAL DE BARCELONAÁ CARGO DE D. JOAQUIN SARDAÑON5.

Calle del Hospital, núm. 20. -- /846_