Talento escondido

2
TALENTO ESCONDIDO Luceli Vargas Terán Desde pequeña tuve una inclinación por la música, me gustaba ver los programas donde salían personas tocando distintos instrumentos. Cuando estaba en la escuela quise pertenecer a la banda; pero sus ensayos eran a partir de las 7:00 pm y como yo vivía lejos me era imposible quedarme. Debido a esto opte por integrar el equipo de vóley, estuve 2 años aprendiendo tal deporte, pero no era de mi total agrado, así que, me cambie al equipo de básquet, jugué representando a mi colegio en distintos campeonatos interescolares, era y soy muy buena en ese deporte. Mientras pasaba el tiempo, veía que estaba muy lejos de mi sueño inicial, que era conocer más sobre el mundo de la música, aunque esto fue solo hasta que ingrese a primero de secundaria, ya que en el colegio que estaba ahora, enseñaban artística y dentro de esto un poco de música, teatro, pintura, etc. Yo amaba ese curso, sobre todo cuando se trataba de música, nos enseñaron a tocar guitarra, flauta. Ese mismo año también integre la banda. Tuve que dejar el curso de artística, ya que en las horas que me tocaba este curso yo tenía que ir al salón donde practicábamos todas las integrantes de la banda. Yo era evaluada por mi profesor Edgardo Sánchez Sánchez, quien luego pasaba mi nota al profesor de arte. Aprendí a tocar la tarola muy bien, no tarde mucho, ya que como dicen algunos: cuando uno hace lo que le gusta; lo hace con mucho empeño y ganas”. Claro que también sabía leer partituras, a tocar la lira y otros instrumentos. Aunque con algunos inconvenientes por parte de mi familia, ya que estaban en desacuerdo con lo que yo hacía respecto integrar la banda y estar metida en los asuntos que esta implicaba, me decían que de eso no iba a sacar nada de bueno. A pesar de todo, nunca se me ocurrió dejar la música; porque esta era el único medio por el cual olvidaba mis problemas y me ayudaba a relajarme. Poco a poco mi familia se fue haciendo a la idea. Tuvieron que aceptar y respetar las decisiones que yo tomaba. Estuve 5 años en la banda de mi adorado colegio “Santa Teresita”. Cuando termine la secundaria, salir del colegio fue muy duro, porque ahí fue el lugar donde por fin conocí a la música profundamente. Aún sigo apoyando en algunos pregones y ceremonias que se realizan dentro y fuera de mi colegio. Nunca pienso olvidar la música de una manera u otra la seguiré practicando.

Transcript of Talento escondido

Page 1: Talento escondido

TALENTO ESCONDIDO

Luceli Vargas Terán

Desde pequeña tuve una inclinación por la música, me gustaba ver los

programas donde salían personas tocando distintos instrumentos. Cuando

estaba en la escuela quise pertenecer a la banda; pero sus ensayos eran a

partir de las 7:00 pm y como yo vivía lejos me era imposible quedarme.

Debido a esto opte por integrar el equipo de vóley, estuve 2 años aprendiendo

tal deporte, pero no era de mi total agrado, así que, me cambie al equipo de

básquet, jugué representando a mi colegio en distintos campeonatos

interescolares, era y soy muy buena en ese deporte.

Mientras pasaba el tiempo, veía que estaba muy lejos de mi sueño inicial, que

era conocer más sobre el mundo de la música, aunque esto fue solo hasta que

ingrese a primero de secundaria, ya que en el colegio que estaba ahora,

enseñaban artística y dentro de esto un poco de música, teatro, pintura, etc. Yo

amaba ese curso, sobre todo cuando se trataba de música, nos enseñaron a

tocar guitarra, flauta. Ese mismo año también integre la banda. Tuve que dejar

el curso de artística, ya que en las horas que me tocaba este curso yo tenía

que ir al salón donde practicábamos todas las integrantes de la banda.

Yo era evaluada por mi profesor Edgardo Sánchez Sánchez, quien luego

pasaba mi nota al profesor de arte.

Aprendí a tocar la tarola muy bien, no tarde mucho, ya que como dicen

algunos: “cuando uno hace lo que le gusta; lo hace con mucho empeño y

ganas”. Claro que también sabía leer partituras, a tocar la lira y otros

instrumentos.

Aunque con algunos inconvenientes por parte de mi familia, ya que estaban en

desacuerdo con lo que yo hacía respecto integrar la banda y estar metida en

los asuntos que esta implicaba, me decían que de eso no iba a sacar nada de

bueno. A pesar de todo, nunca se me ocurrió dejar la música; porque esta era

el único medio por el cual olvidaba mis problemas y me ayudaba a relajarme.

Poco a poco mi familia se fue haciendo a la idea. Tuvieron que aceptar y

respetar las decisiones que yo tomaba. Estuve 5 años en la banda de mi

adorado colegio “Santa Teresita”.

Cuando termine la secundaria, salir del colegio fue muy duro, porque ahí fue el

lugar donde por fin conocí a la música profundamente. Aún sigo apoyando en

algunos pregones y ceremonias que se realizan dentro y fuera de mi colegio.

Nunca pienso olvidar la música de una manera u otra la seguiré practicando.

Page 2: Talento escondido

El consejo que les daría queridos lectores es que siempre luchen por las cosas

que quieren y nunca se den por vencidos; nunca sientan vergüenza de hacer lo

que a ustedes les gusta.