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    OPINIONES RESPETABLES

    Fernando Savater2 JUL 1994.EL PAIS

    En nuestra sociedad abundan venturosa y abrumadoramente las opiniones. Quiz prosperantanto porque, segn un repetido dogma que es el non plus ultra de la tolerancia para muchos,todas las opiniones son respetables. Concedo sin vacilar que existen muchas cosasrespetables a nuestro alrededor: la vida del prjimo, por ejemplo, o el pan de quien trabaja para

    ganrselo, o la cornamenta de ciertos toros. Las opiniones, en cambio, me parecen todo lo quese quiera menos respetables: al ser formuladas, saltan a la palestra de la disputa, la irrisin, elescepticismo y la controversia. Afrontan el descrdito y se arriesgan a lo nico que hay peorque el descrdito, la ciega credulidad. Slo las ms fuertes deben sobrevivir, cuando logrenganarse la verificacin que las legalice. Respetarlas sera momificarlas a todas por igual,haciendo indiscernibles las que gozan de buena salud gracias a la razn y la experiencia de lasinfectadas por la oera seudomstica o el delirio. Tomemos, por ejemplo, uno de nuestrosdebates, televisivos de corte popular en el que se afronte alguna cuestin peliaguda como losplatillos volantes, la astrologa (sobre este tema hubo uno reciente muy movido, en el queGustavo Bueno y dos astrofsicos se enfrentaban a una seleccin de embaucadoresparticularmente correosa que contaba con la simpata beocia de la audiencia), la curacin

    mgica de las enfermedades o la inmortalidad del alma. Cualquiera de los participantes puedeiniciar su intervencin diciendo: "Yo opino... ". Pues bien, esa clusula aparentemente modestay restrictiva suele funcionar de hecho como todo lo contrario. Y es que hay dos usos diferentes,opuestos dira yo, del opinar. Segn el primero de ellos, advierto con mi "yo opino" que noestoy seguro de lo que voy a decir, que se trata tan slo de una conclusin que he sacado apartir de argumentos no concluyentes y que estoy dispuesto a revisarla si se me brindanpruebas contrarias o razonamientos mejor fundados. En ningn caso dira "yo opino" paraluego aseverar que dos ms dos son cuatro o que Pars es la capital de Francia: lo queprecisamente advierto con esa frmula cautelar es que no estoy tan seguro de lo que aventuroa continuacin como de esas certezas ejemplares. ste es el uso impecable de la opinin.

    Pero, en otros casos, decir "yo opino" viene k significar algo muy distinto. Prevengo a quien meescucha de que la aseveracin que formulo es ma, que la respaldo con todo mi ser y que, portanto, no estoy dispuesto a discutirla con cualquier advenedizo ni a modificarla simplementeporque se me ofrezcan argumentos adversos que demuestren su falsedad. Theodor Adorno, enun excelente artculo titulado Opinin, demencia, sociedad, describe as esta actitud: "El yoopino no restringe aqu el juicio hipottico, sino que lo subraya. En cuanto alguien proclamacomo suya una opinin nada certera, no corroborada por experiencia alguna, sin reflexinsucinta, la otorga, por mucho que quiera restringirla, la autoridad de la confesin por medio dela relacin consigo mismo como sujeto". Este modelo de opinante convierte cualquier ataque asu opinin en una ofensa a su propia persona. Para l, lo concluyente en refrendo de un

    dictamen no son las pruebas ni las razones que lo apoyan, sino el hecho de que alguien loformula rotundamente como propio, identificando su dignidad con la veracidad de lo quesostiene. Como cada cual tiene derecho a su opinin, lo que nadie puede recusar, se entiendeque todas las opiniones son del mismo rango y conllevan la misma fuerza resolutiva, lo cualdestruye cualquier pretensin objetiva de verdad. Este es el uso espurio de la opinin.

    En el debate televisivo al que antes aludamos, cualquier pretensin de acuerdo sobre loplausible suele quedar descartada de antemano. Quien insiste en que no se tome poraceptable ms que lo racionalmente justificado sienta de inmediato plaza de intransigente o

    INSTITUCIN EDUCATIVA GIMNASIO PIAGETANOLECTURA CRTICA: SUPERATE CON EL SABER

    AREA: FILOSOFA DOCENTE: MARLY JULYETH MANTILLA TARAZONA

    GRADO: UNDCIMO ESTUDIANTE:

    http://elpais.com/autor/fernando_savater/a/http://elpais.com/tag/fecha/19940702http://elpais.com/tag/fecha/19940702http://elpais.com/tag/fecha/19940702http://elpais.com/tag/fecha/19940702http://elpais.com/autor/fernando_savater/a/
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    dogmtico, vicios de lo ms detestables. La resurreccin de los muertos y la funcin cloroflicade ciertas plantas pasan por ser opiniones igualmente respetables: el que no lo cree as yprotesta est ofendiendo a sus interlocutores, conculcando su bsico derecho humano asostener con pasin lo inverificable. La actitud de quien gracias a su fe particular "lo tiene todoclaro" se presenta no slo como perfectamente respetable desde la discrecin corts, sino

    hasta desde el punto de vista cientfico. En esos programas no hay disparate que no sepresente como avalado por "importantes cientficos". Si es as, por qu nunca habamos odoantes hablar de ello? Nos lo aclaran enseguida: porque lo impide la ciencia "oficial", mafiamisteriosa al servicio de los ms inconfesables intereses. Otros, menos paranoicos, pero msdescarados, convierten la propia ciencia moderna en aval de la irracionalidad desaforada.Recuerdo un espacio televisivo en que se discutan los casos de "combustin espontnea" queaquejan a determinadas personas por causas impenetrables, aunque probablementeextraterrestres. Un reputado fsico argumentaba educadamente contra varios farsantes, todoslos cuales tenan muy clara su "respetable" opinin. Cuando se mencion el mtodo cientfico,uno de los embaucadores -parapsiclogo o cosa semejante- pontific muy serio: "Mire usted: laciencia moderna se basa en dos principios, el de relatividad, que dice que todo es relativo, y el

    de incertidumbre, que asegura que no podemos estar seguros de nada. As que tanto vale loque usted dice como lo que digo yo y viva la combustin espontnea!".

    La filosofa arrastra una vieja enemistad contra la opinin, entendida en el infecto segundosentido que hemos descrito. Y no porque sea la filosofa una ciencia emprica ni porque tengaacceso privilegiado a la verdad absoluta, sino porque es su misin defender el contrasterazonable de las opiniones y entre las opiniones, su justificacin no a partir de lo inefable o loinverificable, sino por medio de lo pblicamente accesible, de lo inteligible por todos y cadauno. Parece ms importante que nunca que siga conservando hoy tambin ese antagonismocrtico, cuando los medios de comunicacin han multiplicado tanto el nmero de opinantesencallecidos. Por eso, resulta especialmente grave el retroceso del papel de la filosofa en losestudios de bachillerato, que antes o despus puede llevar a su abolicin acadmica (la otra.no depende de los ministros, si no, ya hubiera tenido lugar). Cuando protest por estamarginacin ante un responsable del plan de estudios, me repuso con toda candidezburocrtica: "Date cuenta, ensear filosofa es cosa muy complicada. Hay opiniones paratodos los gustos!". A veces siento cierto desnimo, que considero plenamente respetable

    DESARROLLE LAS SIGUIENTES COMPETENCIAS DESDE LA LECTURA ANTERIOR:

    1. A partir del texto escriba la idea fundamental.2. Desde la anterior lectura responda: cul sera el problema se podra presentar si no se

    respetan las diferentes opiniones que se puedan dar y cul sera la implicacin que sepodra presentar dentro del desarrollo de nuevas ideas o pensamientos?

    3. teniendo en cuenta la influencia de los medios alternativos de comunicacin y laincursin de redes sociales Cmo se ve reflejado en este tipo de comunicacinimpersonal dentro del desarrollo e incorporacin de nuevas opiniones?

    4. Identifique 10 palabras desconocidas, busque su significado. Adems busque suantnimo y su sinnimo