Tango - Las mujeres y el - Revista Estudios

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Revista de Estudios de la Mujer Volumen IV, 1999 Área Interdisciplinaria de Estudios de la Mujer Departamento de Ciencias Sociales Universidad Nacional de Luján Inst. Interdisciplinario de Estudios de la Mujer Facultad de Ciencias Humanas Universidad Nacional de La Pampa Centro Interdisciplinario de Estudios de Género Facultad de Humanidades Universidad Nacional del Comahue República Argentina

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Revista de Estudios de la Mujer Volumen IV, 1999

Área Interdisciplinaria de Estudios de la Mujer Departamento de Ciencias Sociales

Universidad Nacional de Luján

Inst. Interdisciplinario de Estudios de la Mujer Facultad de Ciencias Humanas

Universidad Nacional de La Pampa

Centro Interdisciplinario de Estudios de Género Facultad de Humanidades

Universidad Nacional del Comahue República Argentina

..................................................................................................................................................... La Aljaba, segunda época

Revista de Estudios de la Mujer ...................................................................................................................................................... Universidad Nacional de Luján

Rector: Lic. Antonio Francisco Lapolla Departamento de Ciencias Sociales Directora Decana: Lic. Amalia Testa ViceDirector Decano: Dr. José C. Escudero

Universidad Nacional de La Pampa

Rector: lng. Carlos Abel Arenzo Facultad de Ciencias Humanas

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Co-Editoras Cecilia Lagunas (UNLu.) - M. Herminia Di Liscia (UNLP.)

Nélida Bonaccorsi (UNC) Consejo Editorial de la Revista Susana Almeida, Rosa María Becerra, M. José Billorou, Carlos Cansanelio, M. Silvia Di Liscia, Marcela Domínguez, Susa Fioretti, Leticia García,Margarita Garrido, Liliana Gastrón, Marta Goidberg, Adriana Hernández, Nilda León, Andrea Lluch, Adriana Martínez, Silvia Moriconi, Laura Piñero, Mariano Ramos, Ana. M. Rodríguez, Margarita Romano Yalow, Estela Salles, Amalia Test Varela, M. Elena Zaudrino, Mirta Zink. Consejo Asesor Dra. Reyna Pastor (CSIC - Madrid - España) Dra. Gloria Bonder (CEM-Argentina) Dra. Eva Giberti (Psicóloga - Argentina) Dra. Mary Nash (Universidad de Barcelona - España) Dra. Eni de Mezquita de Samara (Universidad de Sáo Paulo – Brasil) Lily Sosa de Newton (Historiadora - Argentina) Dra. Hebe Ciementi (Fundación Otra Historia - Argentina) Dra. Dora Barrancos (CONICET - CEIL - Argentina) Dr. José Carlos Escudero (UNLU, - Argentina) Dra. Elena Chiozza (UNLU. - Argentina) Dra. Cecilia Grossman (CONICET - Argentina) Dra. Karen Offen (Stanford University - USA) Dra. Donna Guy (Arizona University - USA)

Dra. Susana Socolow (Emory University) Dr. José Maristany (UNLPam-Argentina) Dra. Mónica Bendíni (UNCom. Argentina) Consejo Editorial de la Revista Susana Almeida, Rosa María Becerra, M. José Billorou, Carlos Cansanelio, M. Silvia Di Liscia, Marcela Domínguez, Susa Fioretti, Leticia García,Margarita Garrido, Liliana Gastrón, Marta Goidberg, Adriana Hernández, Nilda León, Andrea Lluch, Adriana Martínez, Silvia Moriconi, Laura Piñero, Mariano Ramos, Ana. M. Rodríguez, Margarita Romano Yalow, Estela Salles, Amalia Test Varela, M. Elena Zaudrino, Mirta Zink. Consejo Asesor Dra. Reyna Pastor (CSIC - Madrid - España) Dra. Gloria Bonder (CEM-Argentina) Dra. Eva Giberti (Psicóloga - Argentina) Dra. Mary Nash (Universidad de Barcelona - España) Dra. En¡ de Mezquita de Samara (Universidad de Sáo Paulo – Brasil) Lily Sosa de Newton (Historiadora - Argentina) Dra. Hebe Ciementi (Fundación Otra Historia - Argentina) Dra. Dora Barrancos (CONICET - CEIL - Argentina) Dr. José Carlos Escudero (UNLU, - Argentina) Dra. Elena Chiozza (UNLU. - Argentina) Dra. Cecilia Grossman (CONICET - Argentina) Dra. Karen Offen (Stanford University - USA) Dra. Donna Guy (Arizona University - USA) Dra. Susana Socolow (Emory University) Dr. José Maristany (UNLPam-Argentina) Dra. Mónica Bendíni (UNCom. Argentina) La Aljaba ,Segundo época Área interdisciplinaria de Estudios de la Mujer Departamento de Ciencias Sociales Universidad Nacional de Luján Cruce ruta 5 y 7- 6700 - Luján - Buenos Aires Instituto Interdisciplinario de Estudios de la Mujer Facultad de ciencias Humanas Universidad Nacional de La Pampa Coronel Gil 353 - 6300 - Santa Rosa -La Pampa Centro Interdisciplinario de Estudios de Género Facultad de Humanidades Universidad Nacional del Comahue Avenida Argentina 1400 - 8300 - Neuquén

Arte: Diseño y Diagramación: Departamento de Publicaciones e Imprenta UNLu. Jefe: Sr. Pablo Lulic Dibujo de tapa: Srta. Alcira Virgili Responsable de Edición: Área de estudios Interdisciplinarios de la Mujer Departamento de Ciencias Sociales Universidad Nacional de Luján . ,>Universidad Nacional de Luján, 1999 Queda hecho el depósito que establece la Ley 1 1723 I.S.S.N.N"0328-6169 INDICE / SUMMARY Facsímil de La Aljaba..............................................................................................10 Artículos Teresa Ortíz Gómez: Feminismo ,Ciencias Naturales y Biomédica: Debates, Encuentros y Desencuentros .............................................................11 Feminism and natural sciences: Debates and Connetions. Irene Figá Talamanca: Inequidades de salud y violencia contra las Mujeres.................31 Health ínequities and violence against women. Lea Fletcher: Apuntes sobre la narrativa de mujeres Argentinas, 1900-1919.................43 Notes on Argentine women writers, 1900-1919. Lily Sosa de Newton: Mujeres y Tango..........................................................................53 Women and the Tango Maria H. B. Di Liscia: Relaciones de género y prácticas políticas, Presidentas de Comisiones Vecinales de una ciudad Argentina de Provincia....................................................................................69 Gender relations and polítical practíces, presidents of neighbourhood councils of en Argentinian Provincial Town. Nélida Bonaccorsi: El trabajo femenino en su doble dimensión: Doméstico y asalariado.....................................................................83 Double Constraints of women's activities: Home work responsabilites and employment Liliana Gastrón: Y que cumplas muchos más... (Abuso, maltrato y abandono: la cara oculta de la mayor longevidad femenina)...........93 Happy Birthday to you... (Abuse, mistreatment and neglect: the hidden face of the female's longevlty).

Brisa Varela: Dimensiones de género en el genocidio del pueblo armenio....................107 Gender Implications in the Genocide of the Armenian People. Biviana Travi: Reflexiones en torno a la intervención profesional desde el trabajo social con mujeres pertenecientes a los sectores populares.........................................................................................129 Considerations on the subject of the professional role of the Social Worker in respect of women belonging lo working classes. Adriana Hernández: Razón y Cuerpo. Feminismo, esferas públicas y prácticas pedagógicas.........................................................................................141 Reason and body. Feminism, public spheres and pedagogical practices. Leticia Garcia: Ser Jefe y pobre... Otra pesada tarea para las mujeres ........................................................................153 To be boss and poor... another hard work for the women. Mónica Adriana Morales: Género, medicina científica y medicina popular, una conjunción conflictiva ...................................................167 Gender, scientific medicine and popular medicine, a conflicting confluence. Reseñas Bibliográficas ...........................................................................................................183 . Los artículos y comentarios son de exclusiva

responsabilidad de sus autores. Está prohibida la reproducción total o parcial,

y por cualquier medio, sin permiso expreso de las editoras.

A Reyna Pastor, Haydeé Gorostegui de Torres, Elena Chiozza, sabias mujeres queridas maestras.

FEMINISMO, CIENCIAS NATURALES Y BIOMEDICA: DEBATES, ENCUENTROS Y DESENCUENTROS

Feminism and natural sciences:

Debates and Connetions

Teresa Ortiz Gómez Profesora Titular de Historia de la Ciencia en al Universidad de Granada

Resumen

A través de una revisión bibliográfica de más de 130 trabajos publicados principalmente en español y en inglés por investigadoras europeas y norteamericanas, se analizan las relaciones entre feminismo y ciencias naturales y biomédicas, repasando los elementos conceptuales que ha aportado el pensamiento feminista, las epistemologías que se han ido configurando y las líneas de investigación que han sido más fructíferas dentro de estas ciencias. Se hace también un balance del impacto metodológico, docente y político que han tenido en España estas aportaciones. Palabras clave: Feminismo, ciencias naturales y biomédica, investigación, metodología. Abstract

Through a bibliographical survey of more than 130 works published mainly en Spanish and in English by European and North American researchers, this paper analyses the relationship between feminism and natural and biomedical sciences, reviewing the concepts developed by the feminist critique, the newly developed epistemologies and the most fruitful research approaches within the natural sciences. The article also offers a critique of the methodological, educational, and political impact of these contributions in Spain. Key words: feminism, natural and biomedical sciences, investigation, methodology.

En esta ponencia voy a hacer una síntesis de lecturas y reflexiones acerca de las relaciones entre feminismo y ciencias naturales y experimentales, uno de los campos de conocimiento y práctica científica en los que el pensamiento feminista ha tenido y todavía tiene, más dificultades de reconocimiento.'

Quizá por ello, en los últimos años se viene observando en medios feministas y académicos españoles un creciente interés por analizar la relación entre mujeres y ciencia, entendida ésta en su acepción más común pero restrictiva, que limita el término a las ciencias naturales, experimentales y tecnológicas. Buena expresión de este interés es la publicación de libros, artículos y monográficos de revista (Pérez Sedeño 1993; Mujer 1 994; Ortiz Gómez; Becerra Conde 1996) y la organización de numerosos foros de debate que, en forma de divulgación científica o de reuniones especializadas , están teniendo lugar sobre este tema que también ha merecido la atención de la prensa general. (Blanco 1994: 29)

El feminismo tiene por la ciencia un interés político, derivado de su enorme poder social, un interés epistemológico, relacionado con el carácter utópico y visionario que la ciencia posee, y tiene también, cada vez más, un interés pragmático. Se asume que la ciencia no es siempre libertadora pero que es

un instrumento social e intelectual capaz de cambiar el mundo y generar conocimiento y prácticas que pueden ser útiles para las mujeres.

En los años ochenta, al mismo tiempo que los Estudios de las Mujeres (en adelante EE.MM.) se asentaban en España, comenzó a introducirse en nuestro país, principalmente en foros educativos, el debate sobre feminismo y ciencias de la naturaleza, actividad que tuvo un escaso reflejo bibliográfico hasta inicios de los noventa ,cuando se avanza en la traducción de obras de las pioneras norteamericanas y se publican artículos y compilaciones de autoras españolas, muchos de ellos en el ámbito de la docencia de enseñanzas medias.4 Los estudios feministas en o sobre las ciencias naturales, sin embargo, nunca han sido uno de los campos relevantes dentro de los EE.MM. En España y más concretamente dentro de la universidad, hay muy pocas investigadoras y profesoras dedicadas total o parcialmente al tema. Según información recogida para la Actualización del Libro Blanco de Estudios de las Mujeres en las Universidades Españolas, los datos de docencia, investigación, publicaciones y actividades de divulgación en la materia de Ciencias Naturales para el periodo 1992-95, no alcanzan el 1 % de la numerosa actividad llevada a cabo, como comentaré más detalladamente en la última parte de este trabajo.'

En mi exposición haré síntesis de los elementos conceptuales, las epistemologías y las líneas la investigación feminista en las ciencias naturales y biomédicas, así como un balance del impacto o del reflejo que todo este corpus ha tenido en las ciencias en el ámbito metodológico, docente y político. Atendiendo a los elementos conceptuales, la mayor parte de los trabajos de investigación feminista relacionados con las ciencias naturales utilizan los conceptos de género y sistema o relaciones de género como categorías principales de análisis. De hecho, la expresión «Género y Ciencia», acuñada hace casi’ veinte años por la matemática y biofísica estadounidense Evelyn Fox Keller, se ha convertido en una de las formas más utilizadas para nombrar la intercalación entre pensamiento feminista y conocimiento y práctica en las ciencias naturales y experimentales. (Keller 1995: 80-94). Su uso, por otra parte, no es exclusivo de investigaciones inscritas en programas feministas lo que indica la amplia aceptación de esta categoría de análisis En las ciencias experimentales y biomédicas, sin embargo, no siempre se emplea género en los términos en que el feminismo lo ha definido y que las ciencias socia han consensuado, es decir como sistema de relaciones sociales, simbólica psíquicas en las que se sitúa de forma diferente y desfavorable a las mujeres respecto a los varones, sino con un contenido semántica sinónimo de sexo,6 hecho que aunque abunda en el impacto del concepto también indica la existen de tendencias hacia su recodificación, banalización y pérdida de contenido político Los conceptos de autoridad y autoría femenina que se han desarrollado principal, aunque no exclusivamente, desde el pensamiento de la diferencia sexual, (Rivas Garretas 1994: 179-228; Cavana 1995: 85-118), han servido para indagar fundamentalmente sobre textos históricos, en los «contenidos sexuados femenino» que se encuentran en obras científicas escritas por mujeres, así como en los procesos de reconocimiento o negación de su autoría (Cabré 1993: 41 Keller 1989b: 157-178; Keller 1983). Autoridad entendida como reconocimiento concedido por iguales aunque dispares, que introduce una alternativa a la idea poder y relaciones de poder tan estrechamente unida a la idea de género. (Birul Corral; Larraud; Marcal; Rius 1997:56-67).

Un punto de vista ginecocéntrico en estrecha relación con lo anterior, está e base de la propuesta de reconceptualización de los saberes técnicos y redefinición de los límites que marcan, desde el conocimiento legitimado, lo que es ciencia. este modo se señala la existencia de tecnologías y saber empírico de mujeres que históricamente sólo se han convertido en significativas cuando han pasado a dominio masculino. (Rivera Garretas 1993a: 23-24; Cabré 1993:46; Ortiz Gómez Sánchez 1995: 239-246) . En la actualidad, diversas ONG están estudiando contribución técnica de mujeres a sus respectivas comunidades y las formas femeninas de conocimiento y administración de los recursos naturales en distintos puntos del planeta, con el objetivo no sólo de conocer otras técnicas, sino de reconocer y valorar el saber de las mujeres. (McGregor; Harding 1996: 305-320).

Precisamente de la incorporación de realidades y experiencias culturales occidentales, o no dominantes en occidente, (Harding 1995:13-30) y de movimientos críticos como el ecologismo está surgiendo un elemento nuevo, todavía no articula que torna más complejas las perspectivas de género y de la diferencia sex introduciendo en la ciencia elementos como el de «recuperación del principio femenino» según propone la filósofa de la ciencia hindú Vandana Shiva. (Shiva 19 45-76)

Las epistemologías feministas y, por tanto, el tipo de acercamientos, son distintos entre sí y, en cierto modo, complementarios. Sandra Harding (una autora con basta impacto en la bibliografía feminista española, como se puede apreciar en los ensayos de (Magallón Portolés 1995: 113-121; Pérez Cavana 1995: 77-87; Ortiz Gómez 1997:185-203) ha distinguido tres tipos: empirismo feminista, punto de vista feminista y postmodernismo feminista, (Harding 1 99 1; Harding 1995- 36-37), una clasificación probablemente más teórica que práctica debido a la complejidad, pluralidad y riqueza de los trabajos de las estudiosas feministas y que tiene un carácter heterogéneo pues incluye dos teorías feministas bien definidas - empirismo y punto de vista un debate abierto, y muy activo, sobre feminismo y postmodernidad, que atañe conjunto de la teoría feminista, no sólo a los estudios sobre la ciencia. El empirismo feminista parte de la idea de que el androcentrismo y el sexismo presente en las ciencias biológicas y sociales es resultado de la incorporación a la investigación de sesgos y prejuicios sociales que han interferido el proceso de creación científica, particularmente en la fase de identificación y definición de los temas de estudio así como en la de diseño de la investigación y recogida e interpretación de datos. (Harding 1991: 111-1 18; Harding 1986: 161-162). Estos sesgos son evitables con un correcto seguimiento del método de investigación y con una educación apropiada del personal investigador, algo para lo que es fundamental el papel de los movimientos sociales de liberación, que posibilitan una perspectiva del mundo y de la sociedad más amplia y remueven los prejuicios que dificultan el proceso de conocimiento, favoreciendo la incorporación de las mujeres a la ciencia.

Se trata, en cierto modo, de una epistemología conservadora que ni critica ni ataca las normas de la ciencia en general sino lo que consideran la práctica incorrecta del método científico, lo cual facilita su capacidad de convicción y su aceptación en amplios sectores de las ciencias naturales. Por otra parte, de acuerdo con sus propios objetivos, produce un conocimiento más veraz, o menos falso, que el que cuestiona. En esta corriente teórica podemos situar la mayor parte de los trabajos realizados a mediados de los ochenta por un puñado de biólogas feministas británicas y estadounidenses como Ruth Bleier, Linda Birke a Anne Fausto-Sterling. (Hammonds 1996:132-134)

Pero, implícita y contradictoriamente, el empirismo feminista cuestiona tres principios básicos del empirismo científico dominante. Por un lado, el poder del método para eliminar los sesgos, en este caso androcéntricos, al reconocer su presencia en lo que denomina’ mala ciencia'. Por otro, la tradicional irrelevancia de las condiciones individuales del sujeto observador para la obtención de unos buenos resultados de investigación, en tanto en cuanto considera que las mujeres ('como grupo social') son más capaces de elegir problemas de investigación que no deformen la experiencia social humana. En tercer lugar desafía la creencia de que la ciencia es ajena a la política defendiendo, incluso, que las políticas emancipatorias pueden aumentar la objetividad de la ciencia.

Las incoherencias o paradojas del empirismo feminista acerca del papel de las mujeres como sujeto investigador son retomadas por la epistemología del punto de vista feminista (femínist standpoint), (Harding 1991: 119-137 y 169-172; Rose 1993: 203-223 (218); Haraway 1995c: 313-346; Harding 1996: 24-27 y 120-131), que mantiene que las experiencias de las mujeres como miembros de un grupo socialmente discriminado proporcionan perspectivas únicas para entender el mundo y construir un conocimiento diferente y menos parcial y distorsionado que el resultante de la investigación llevada a cabo por los grupos dominantes. No se trata de incluir o no en la investigación las vidas y pensamientos de las mujeres, sino de partir de sus propias vidas, de su experiencia para diseñar y llevar a cabo la investigación. (Harding 1991: 268). Para ello, la actividad política feminista es imprescindible, es lo que permite que en una sociedad estratificada se generen y se acepten descripciones y explicaciones menos parciales sobre el mundo social y natural.

Esta teoría ha cuestionado muy sólidamente el concepto dominante de la objetividad como directriz para identificar y eliminar de la ciencia todos los valores e intereses sociales y como actitud libre de valores, imparcial y desapasionada. (Namenwirth 1988:18-41; Fee 1981:378-392; Longino 1988: 561-574; Longino 1990). Sorteando las posturas de relativismo epistemológico postmoderno y apelando un relativismo histórico, social y cultural, (Harding 1991: 138-142) a un relativas, juicioso como lo llama Harding, se establece la necesidad de una objetividad distintas una objetividad que es denominada’ fuerte', apasionada o feminista, que permita conocimiento parcial, localizado y crítico frente a las

aspiraciones holísticas universales en las que se opera mediante la ocultación o el subrayado de las parta Este conocimiento socialmente situado es construido desde la complejidad y desde la simpleza social y metodológica que el discurso científico hegemónico denomina’ búsqueda de la verdad'. Para la bióloga y antropófaga Donna Haraway trata de un conocimiento responsable, consciente de las circunstancias que mediatizan, que permite conexiones que en política se llaman de solidaridad y epistemología conversaciones compartidas. (Haraway 1995c: 329-335; Hard 1991:142-163).

La teoría del punto de vista feminista resulta más convincente para investigar relaciones entre los

modelos de pensamiento y las condiciones socio-históricas las que se producen, siendo por tanto más plausible para las ciencias históricas políticas y sociales que para las ciencias naturales, aunque está presente en muchos de los estudios sobre la ciencia. Entre sus principales riesgos se encuentra posibilidad de conclusiones esencialistas derivadas de ese punto de vista común al mismo tiempo, la dificultad de entender que tal referencia exista cuando constatan las experiencias sociales tan distintas de las mujeres. (Harding 1991133-137)

Tanto las teorías del empirismo como del punto de vista feminista incorporan, mayor o menor grado según corriente y autora, elementos de lo que Seyla Benhabib denomina versión débil del postmodemismo. (Benhabib 1994: 241-256). En ambas existe un objetivo de deconstrucción y cuestionamiento de principios científicos básicos, aunque sean también proyectos reconstructivos, especialmente los proyectos insertos en la teoría del punto de vista feminista.(Cavana 1995: 86). A juicio, en el pensamiento feminista no hay posturas postmodernas lo suficientes consolidadas como para hablar de una teoría de conocimiento, aunque el debate acerca de las relaciones entre feminismo y postmodernismo es una cuestión abierta y candente. (Amorós 1994: 340-352; Harding 1996: 181-187; Harding 1991: le 173; Nicholson 1990; Singer 1992:464-475).

Además de las aportaciones epistemológicas y haciendo uso de ellas, investigación feminista no sólo ha cuestionado principios fundamentales en la ciencia contemporánea, como la objetividad y la neutralidad,' sino que ha puesto manifiesto el papel de la ciencia como legitimadora de la discriminación sexual y carácter androcéntrico y sexista de buena parte del conocimiento y la práctica científicas. (Keiler 198ga; Sánchez 1992:167-176; Sánchez 1993a: 51-66).

La mayor parte de los trabajos de investigación feminista sobre las ciencias naturales responden a metodologías no propiamente científico-naturales y s acercamientos desde disciplinas como historia y filosofía de la ciencia, antropología y sociología, realizados principalmente por investigadoras especialistas en tal áreas, pero también por investigadoras feministas en ciencias naturales, que h encontrado en estas metodologías ajenas a las propias de su formación, la posibilidad de mirar desde afuera a su actividad y conocimiento. (Mó 1996: 77-82; Kass-Simc Farnes 1993a; Bindman; Brading; Tansey 1993).

Las diferentes líneas de trabajo y sus consecuentes resultados podrían reunirse es grupos, a saber: los que se centran en la construcción del discurso general; los que analizan las ideas científicas sobre la naturaleza diferencia sexual; los que estudian las repercusiones de la ciencia en vida d las mujeres y por último los que estudian la organización social de la practica cientifica. Comentaré los resultados en cada una de estas líneas en las siguiente paginas.

A) los que analizan el discurso de la ciencia y el papel que juegan símbolos y metáforas y sesgos sexistas en su construcción. Algunos ejemplos son los trabajos basados en la ciencia moderna inglesa que el de los valores patriarcales en la metodología baconiana y, en novedades metodológicas de la ciencia del siglo XVII, consistentes en la sexualización de la naturaleza que deja de considerarse activa como hasta feminiza, equiparándose naturaleza a mujer y ciencia-mente pensamiento objetivo a hombre (varón). (Keller 1989b; Christie 1990: 100-109; Merse 1993: 206-207; Potter 1988: 19-34; Schiebinger 1991: 121-143). e se perpetuará en el siglo XIX en la teoría evolucionista y en la socio biológicas , teorías que a su vez servirán de base para reforzar las posiciones deterministas dentro de la ciencia.(Kelierlg89a;Sánchezl993b:141-170;Haraway ; Pérez Froíz; Currais Porrua 1991:25-30; Haraway 1995b: 71-112) textos de biología celular de los últimos veinte años, la antropóloga a puesto de manifiesto la existencia de una simbología sexual que a explicación científica de la fisiología de la fecundación, los ritos -y estereotipos- del cortejo sexual occidental, mediante la identificación óvulo-mujer y -varón y una jerarquización de los procesos biológicos que convierte los masculinos

(espermatogénesis) y más devaluados los femeninos menstruación). (Martin 1987; Martin 1991: 485-501).

Se trata de un conjunto de una aportación que, además de mostrar los sesgos de genero presentes en las teorías estudiadas, demuestra que las más válidas son las e concuerdan con las imágenes sociales dominantes y que la interacción ciencia/ edad es biunívoco y tiene tanto consecuencias sociales como epistemológicas e afectan, por tanto, al conocimiento científico del mundo natural.

Unas conclusiones a las que llegan también las investigaciones del segundo grupo de líneas de trabajo B) las que se centran en las descripciones científico-médicas de la naturaleza es diferencias sexuales. Se trata de un grupo muy amplio y probablemente uno de los que más haya recibido en los últimos veinte años. En él incluyo los trabajos que, desde las ciencias sociales, y principalmente la historia, han analizado las ideas y discursos dominantes sobre la mujer, discursos producidos por médicos que las lecturas feministas han desvelado, al igual que los trabajos por, las complejas formas de articulación de la relación sexo / género y el papel epistémico que dicha relación ha jugado en la construcción científica de biología. Los estudios versan sobre la ciencia médica de todas las su formulación hipocrática o galénica hasta las más recientes teorías genéticas o endocrinas. Se ha analizado también el proceso histórico de sexualización del cuerpo humano (Laqueur 1994; Schiebinger 1989; Fraise 1991: 85-114), y la elaboración, a partir d siglo XVIII de un dimorfismo sexual que, más allá de constatar las diferencias relativa de los cuerpos, se ha constituido en clave de justificación de las diferencias sociales Un proceso que se continúa hasta la actualidad con iguales objetivos, en tanto en cuanto coexiste con un método de conocimiento y una práctica androcéntricos que invisibiliza a las mujeres y que tiene consecuencias no sólo sociales sino también médicas, pues afecta a su salud de dos formas al menos: creando una subjetividad femenina profundamente medicalizada y dificultando una igualitaria aplicación de recursos diagnósticos y terapéuticos. (sobre lo que comentaremos algo más adelante). Como señala un trabajo reciente, los resultados de la investigación feminista han tenido un impacto escaso entre los colectivos profesionales de las ciencia biomédicas. (Esteban 1996:185-206). Sin embargo, se aprecia la irrupción de línea de investigación centradas en la salud y la enfermedad de las mujeres que incorporan enfoques alternativos a la tradicional visión fertilista del cuerpo femenino y permiten ser más optimista al medir el alcance de las críticas feministas a la ciencia médica en los últimos veinte años. En esta onda, citar los trabajos que estudian lo problemas de salud de las mujeres en el medio de trabajo tanto doméstico (Femández Ruiz 1990) como profesional (Barañano 1992), diversos aspectos relacionados con su salud mental, (Mas Hesse; Tesoro Amate 1993), o las propias construcciones que las mujeres elaboran acerca de la salud y la enfermedad la actualidad. (Informe 1994)

c) los que abordan las repercusiones de la ciencia y la tecnología en la vida d las mujeres y el acceso de las mismas a los servicios sanitarios y a los producto tecnológicos. En cierta medida son trabajos que denuncian el mal uso de alguna tecnologías y la retórica de su utilidad para las mujeres, a quienes se sustrajo cualquier posibilidad de control de las mismas. En el campo de la salud, se ha analizado el papel de las llamadas viejas tecnologías reproductivas, las contraceptivas, y su papel en el desarrollo de políticas demográficas anti o pronatalistas, según la parte del planeta en que se aplicaran. (Esteban 1996). En el plano de la asistencia sanitaria numerosos trabajos señalan la desigualdad de género en la atención sanitaria a los pacientes, que se suma a otras desigualdades más asumidas por el sistema como la de clase o etnia. (Ruiz; Ronda 1994). Se apuesta por desarrollos tecnológicos útiles para las mujeres, diseñados por ellas mismas en función de sus vivencias e intereses, como una forma de aminorar el sexismo asociado al uso de las tecnologías. (Tremosa 1986)

d) la línea de investigación que estudia el sistema de géneros en la organización social de la ciencia y la participación en ella de las mujeres es la que cuenta con más aportaciones de investigadoras activas en ciencias naturales y biomédicas y es, probablemente, el campo de investigación menos contestado y que goza de mayor consenso y aceptación en el terreno de la investigación científico-natural, razón por la que le dedicaré algo más de espacio. (Una biografía amplia se recoge en Ortiz Gómez; Becerra Conde 1996:185-206). El objetivo de hacer visibles a las mujeres dedicadas a la ciencia a lo largo de la historia fue iniciado por las propias investigadoras buscando o tratando de construir una genealogía femenina a través de

eslabones de científicas más o menos notables de épocas pretéritas (Cabré Pairet 1996a); una tarea que ha sido continuada por historiadoras de la ciencia con un objetivo científico y político más universal. A través de unas y de otras hemos conocido, y reconocido, la existencia y aportaciones científicas de numerosas mujeres, desde las míticas sabias de la antigüedad greco romana (Pérez Sedeño 1993b), a las bioquímicas y tecnólogos de nuestro siglo (Keiler 1983; Trescott 1993; Alcalá Cortijo 1993; Santesmases 1995; Alic 1991) pasando por las filósofos renacentistas de la naturaleza (Cabré i Pairet 1996b; Rivera Garretas 1990a), las botánicas (Shteir 1990), astrofísicas (Mack 1993) y diletantes ilustradas (Mataix Molina 1993; Benjamín 1 991) así como las médicas (Chaff 1977), matemáticas (Millán Gasca 1990; Fernández Llamas 1995; Bilbao Terol; Rodríguez Uría 1995) y naturalistas que, a lo largo del XIX y comienzos del veinte, ganaron el derecho a la formación universitaria y a practicar su profesión. (Magalión Portolés 1991; Fólsing 1992a; Magallón Portolés 1996; Alcalá Cortijo 1996). Se trata en general de un tipo de estudios que revelan que las mujeres han estado discriminadas en la actividad científica, pero que han participado en ella en mayor medida de lo establecido por la historia de la ciencia, una disciplina que ha ignorado su trabajo y sus nombres y las ha excluido de sus genealogías reforzando el mito de la masculinidad de la ciencia o, quizá, el mito de su neutralidad sexual (Kass-Simon; Farnes 1993b; Rossiter 1993).

Además de recuperar a las protagonistas más o menos notables, se ha analizado el papel que ha jugado el sistema de género en la organización de la ciencia, una actividad que se estructura reproduciendo los espacios dícotómicos en los que se ordena la vida social: dos espacios físicos y simbólicos, uno público, espacio de poder y prestigio, de proyección social, eminentemente masculino, y otro privado, doméstico o no según las épocas, sin proyección social, sin reconocimiento, invisible, lugar siempre de reclusión femenina. (Longino; Hammonds 1990:178). En el primero se concentran las mujeres en tareas administrativas o técnicas realizando un trabajo que, siendo imprescindible, no goza de reconocimiento científico y es formalmente invisible, factor que ayuda a reforzar el sesgo androcéntrico de la propia actividad científica. (Rossiter 1980). Lo más importante de este ámbito dúplice de la ciencia, con todo, son las repercusiones metodológicas, pues se establece de forma definitiva y sin fisuras la reclusión, o la exclusión, del debate interior, las dudas, dificultades de comprensión, fracasos, inspiraciones súbitas o euforias que experimentan las personas inmersas en el proceso de conocimiento científico, cuestiones que no se incorporan al informe o a la publicación científica con la utópica, pero falsa, justificación de permitir la reproducción del proceso y dotarlo, así, de veracidad. (Rose 1993; Medína 1997).

Aparte del papel de las mujeres en las tareas administrativas y el trabajo menos cualificado, bastantes estudios históricos han utilizado una perspectiva de género para señalar la existencia de roles reservados para las mujeres dentro de la actividad científica, tareas muchas secundarias en los laboratorios y lugares de creación científica. (Alic 1991; Rossiter 1993). En general, se trata de una estrategia para dotar de género las actividades científicas que ha creado una suerte de tradición histórica que actúa hoy discriminando a las mujeres y limitando su libertad de elección educativa y profesional, (Anguita; Robles 1994; Alemany 1995; Field 1996; García de Cortázar; García de León Álvarez, 1996). En el caso de profesiones altamente feminizadas, como la medicina por ejemplo, no deja de ser paradójico que las especialistas de hoy sigan concentradas en las mismas especialidades que lo han estado a lo largo del siglo, básicamente pediatría y especialidades de laboratorio (promedio de un 70%), las más elegidas por las médicas en convocatorias MIR de los años 91-94, en tanto que las especialidades quirúrgicas siguen siendo mayoritariamente masculinas (entre el 5% y el 35%).9 El sistema géneros se plasma en los niveles organizativos y de representación de especialidades en las que varones y mujeres están equiparados, como la más reciente de especialidades, la Medicina Familiar y Comunitaria (creada en 1978), cuya asocia profesional está dominada por varones: en 1997 lo eran 15 de los l7 Presidente las federaciones autonómicas (88%), todos los miembros de la Junta directiva d sociedad andaluza y 9 de sus 11 vocales (82%).

Los mecanismos de segregación según género han sido interpretados como estrategias patriarcales dirigidas a la perpetuación del sistema y a la construcción de una identidad profesional masculina y de un prestigio social para el grupo, como sucede en la Europa medieval con los procesos de exclusión de las mujeres en universidades o con la reorganización de las profesiones sanitarias, que llevó en Europa moderna a la marginación de las mujeres a ellas dedicadas. Es el caso para la España del XVIII, de la subordinación de las matronas a la autoridad científica y profesional de los cirujanos

de la época, primero, y a la de los médicos especialistas en obstetricia después. (Ortiz Gómez 1996b; Marland 1993).

Otra forma muy habitual de exclusión a lo largo de la historia ha sido la negación de autoría y de autoridad a mujeres que han escrito sobre ciencia, Los mecanismo han sido tan diversos como la acusación falsa de plagio que sufre en su época científica renacentista Laura Ceretta (Cabré i Pairet 1996b); la negación de identidad que se da con Trótula de Salerno (Rivera Garretas 1990b: 105-130), la atribución la obra a un varón que se supone oculto tras su nombre, como es el caso de autora española del XVII Oliva Sabuco de Nantes (Rivera Garretas 1993b: 195-207) simple apropiación de su trabajo, algo que sucedió numerosas veces con compañeras de científicos (varones) notables, como Rosalind Franklin (Sayre 1997; Para Bacho 1990), Lisa Meitner o tantas otras. (Rossiter, 1993; Trbuhovic-Gjuric 19 Fólsing 1992b: 169-249)

Trabajando los textos de las científicas y analizando sus prácticas profesional algunas autoras han encontrado entre ellas estilos de trabajo diferentes a los habituales en su medio, que se han plasmado tanto a nivel estructural, es decir, las formas de organizar sus equipos de investigación, líneas de trabajo elegidas ritmos de publicación, (Malcolm 1996 322-323; Barinaga 1993; Delgado Sánch 1997) como en lo conceptual, afectando al tipo de conocimiento resultante). (Kei 1989b: 157-178).

Toda esta investigación conforma un corpus de conocimiento que ha tenido una desigual proyección científica y social. En ámbitos científicos su difusión y, también su aceptación, ha sido mayor entre las comunidades médicas y de estudios social de medicina y ciencia que entre las de ciencias naturales, una situación que atribuida tanto a la rigidez de la ortodoxia de las disciplinas científico natural como al escaso número de mujeres en general y de feministas en particular que las practican. (Keller 1995: 85-86; Lowe 1993:161-171).

En los últimos años, no obstante, importantes revistas generales como Science (Aidhous 1994; Barinaga 1994; Dresselhaus; Franz; Ciark 1994: Flam 1991; Fía 1994; Gender ... 1993; Osborn 1994) y Nature (Dickson 1993; Gammie 1994a) han dedicado monográficas para tratar la situación actual de las mujeres en la ciencia y las barreras sociales que dificultan su actividad, una atención que ejemplifica y resume las características del impacto que ha tenido en medios científico-naturales la reflexión y crítica feministas en las ciencias de la naturaleza que, como ya hemos dicho, ha estado muy centrado en aspectos de la práctica profesional y ha sido muy poco abierto a aceptar conclusiones de carácter epistemológico y reconocer el papel de las investigaciones feministas en el cuestionamiento de los discursos totalizadores de la ciencia.

Por su parte, las distintas disciplinas socio-históricas no han sido entre sí igualmente receptivas a los estudios feministas sobre la ciencia. En el caso de los estudios de sociología y filosofía de la ciencia, integradas en lo que se viene denominando estudios de Ciencia, tecnología y sociedad (CTS), Hillary Rose ha señalado su considerable androcentrismo y su resistencia a las críticas feministas, a pesar de su estatus de herederos del movimiento radical de la ciencia. (Rose 1993: 212). La historia, por su parte, es más o menos permeable a las nuevas categorías analíticas según se trate de historia de la medicina o de la ciencia. En la primera se registra un mayor impacto de los estudios de género lo que, por otra parte, subraya las conexiones metodológicas entre el quehacer historiográfico y la materia objeto de estudio. (Ortiz Gómez 1997: 201)

Otro ámbito de difusión básico de estos estudios es el de la docencia a todos los niveles de enseñanza. Desde una perspectiva feminista, fomentar el interés de las niñas por la ciencia desde sus primeros pasos en la escuela, es clave para conseguir un futuro distinto para las mujeres, no sólo porque les proporciona una formación de gran utilidad para la vida cotidiana y para su acceso el mundo laboral sino porque las prepara para ser profesionales de la ciencia y, de ese modo, poder contribuir a su transformación en beneficio de las mujeres. Por eso, las propuestas de enseñanza de las ciencias dentro de un marco coeducativo, incluyen el diseño de programas docentes que se adapten a los intereses de las niñas, eviten y critiquen los prejuicios sexistas de los textos o hagan visibles a las mujeres que han contribuido y contribuyen al desarrollo de las ciencias. (Cómo 1 991; Rubio 1991; Actas 1 991; Jiménez Aleixandre 1992)

En la universidad, de acuerdo con los datos de Actualización del Libro Blanco de Estudios de las Mujeres en la Universidad Española (1 992-95), la característica dominante es, como comentaba al principio, el escaso número de actividades docentes, investigadoras y de difusión científica que se realizan y que no llegan al 1% de todas las iniciativas de Estudios de las Mujeres desarrolladas en la

Universidad; unas cifras que, con todo, duplican el total de aportaciones realizadas durante los 15 años anteriores. (Ballarín Domingo; Gallego Méndez; Martínez Benlloch 1995). La organización de actividades extracurriculares (cursos, conferencias, debates etc.) y las publicaciones"' muchas veces subsiguientes, han sido más frecuentes que la docencia y la investigación tanto en términos absolutos como en proporción a la actividad total en Estudios de las Mujeres (ver Tabla 1) Tabla 1

ACTIVIDADES DE ESTUDIOS DE LAS MUJERES REALIZADAS EN MATERIA CIENCIAS NATURALES

EN LAS UNIVERSIDADES ESPAÑOLAS, SEGÚN TIPO DE ACTIVIDAD (1 992-95) Publicaciones investigación docencia otras actividades total activ. Materia n° % n° % n° % n° % n° % ciencias naturales 23 0.88 5 0.60 4 0.67 34 1.16 66 0.95 todas las materias 2602 100 828 100 601 100 2928 100 6959 100 Fuente: Ortiz Gómez, Teresa . Base de datos de actualización de estudios de las mujeres (BALBEM) 1992-95. En la docencia universitaria, la característica dominante es la escasa transmisión de estos conocimientos en los curricula de Ciencias que son, en general, muy poco receptivos a cualquier contenido social, con excepción de las asignaturas optativa de historia y/o filosofía de la ciencia en los planes de estudio de algunas titulaciones Los curricula de medicina de algunas universidades españolas, como Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Universidad de Sevilla, Universidad de Zaragoza Universidad de Granada" sí que ofrecen en asignaturas de Psicología de la Salud, Salud Pública, Anatomía Humana e Historia de la Medicina temas con contenidos feministas. En el nivel de doctorado la representación es similar, aunque en es caso, la existencia de programas interdepartamentales e interfacultativos hace m difícil delimitar el impacto sobre la formación de científicas/os y médicas/os u otro alumnado de postgrado, que tiene además la oportunidad de elegir cursos programas externos al suyo propio; en cualquier caso, para el cuatrienio 1992sabemos de un único curso que se impartiera dentro de un programa de ciencia en la Universitat Jaume 1 Castelló de la Plana. 12 Programas de Estudios de 1 Mujeres, de Historia de la Ciencia o de Salud Pública, por su parte, vienen impartiera docencia en un total de once universidades, las antes citadas además de Universidad d'Alacant, Universidad Autónoma de Madrid, Universitat de Barcelona, Universid Complutense de Madrid, Universidad de Málaga, Universitat de Valencia Estudi General. 13

Las prácticas feministas en torno a las ciencias no se han limitado, con todo, terreno directa o estrictamente académico de producción y difusión del conocimiento sino que han trabajado también en el plano de la acción social y la puesta marcha de medidas políticas dirigidas a favorecer la consecución de sus objetivo La constatación del androcentrismo y el sexismo de buena parte del saber científico así como de la escasa presencia femenina en las ciencias naturales tecnológicas en los niveles educativos y profesionales, ha movido a la realizacion de numerosos análisis que, además de explicar la situación, intentan transforma mediante la adopción de medidas de acción social, de medidas políticas, (Benit Díaz 1993; Santos; Marco Stiefel; Aguilar García 1993).

En este sentido hay que inscribir la elaboración de directrices específicas sobre mujeres y ciencias por parte de numerosos instituciones nacionales e internacionales. En el ámbito internacional el

informe de la UNESCO de 1996 sobre la ciencia en mundo, (World 1996: 336), recopila las numerosas recomendaciones dictadas por las Naciones Unidas a los gobiernos nacionales, desde la Conferencia de Mexico del 75 hasta la de Pekín, con el propósito de aumentar la participación de las mujeres en Ciencia y Tecnología, favorecer su acceso a puestos de decisión y modificar el diferente impacto que tiene las tecnologías en las vidas de varones y mujeres. Recomendaciones que según dicen Elizabeth McGregor y Sandra Harding, autoras del informe, se han transformado escasamente en planes de acción a niveles estatales, aunque sí han contribuido a generar un ambiente critico en medios sociales y científicos.

En la Unión Europea, diferentes direcciones generales de las Comisiones Europeas han organizado reuniones y talleres para analizar el tema, que tampoco han pasado del plano del diagnóstico de situaciones. (Logue; Talapessy 1993; Mo Romero 1996).

En España, los planes de igualdad de oportunidades para las mujeres han proporcionado un marco general que, a su vez, ha servido de base para una de las iniciativas políticas más interesantes y decididas que se ha producido en materia de investigación dentro de los países de nuestro entorno, la dotación de fondos por parte del Instituto de la Mujer del Ministerio de Asuntos Sociales para crear un Programa Sectorial de Estudios de las Mujeres y de Género que está incluido en el III Plan Nacional de I+D para el periodo 1996-99. Entre los temas prioritarios de dicho programa se hallan investigaciones sobre «las tecnologías útiles para satisfacer las necesidades y aspiraciones de las mujeres» así como sobre los «procesos de redefinición de las pautas y objetos de conocimiento científico desde una óptica de género». El resultado ha sido la concesión de ayudas a 33 proyectos en la convocatoria de 1996 y a 22 en la de 1997, la mayoría en proceso de realización, entre los cuales las ciencias de la naturaleza y biomédicas son minoría y siguen muy directamente limitadas a temas de reproducción. Entre los de la primera convocatoria, hay dos que indagan, respectivamente, sobre las repercusiones de las nuevas tecnología las en el ámbito doméstico y sobre el papel de las relaciones de género en las tecnologías reproductivas, en tanto que hay cuatro sobre temas de salud de las mujeres. En la segunda, uno está relacionado con la salud femenina, otro estudia el trabajo de las mujeres profesionales de la medicina y un tercero analiza los sesgos de género en la docencia de ciencias naturales en la enseñanza secundaria.

A partir de todo lo dicho, creo que podemos establecer algunas conclusiones: La contribución teórica y empírica del feminismo a las ciencias naturales y biomédicas constituye un corpus rico, coherente, riguroso y socialmente relevante que ha tenido más repercusiones en lo que podríamos denominar la periferia de las ciencias naturales, es decir, los estudios sociales sobre la ciencia y, sobre todo, en las comunidades interdisciplinares de Estudios de las Mujeres.

Este corpus de conocimiento ha tenido en nuestro país muy escasa proyección en la docencia y por tanto en la socialización de los/las futuros científicos y tecnólogos y es un hecho aceptado que las conclusiones epistemológicas de la investigación feminista, su crítica a la objetividad científica y a la existencia de sesgos de género en la teoría y la práctica de la ciencia, son principalmente desconocidos y, en consecuencia, escasamente aceptados en medios científicos naturales. Algún eco, sin embargo, sí ha llegado, como se pone de manifiesto con el uso del término género, que no del concepto, de un modo que no se si considerar perverso.

Las preguntas y conclusiones acerca de la práctica de la ciencia, sin embargo han sido mejor entendidas y aceptadas, probablemente porque los avances en derechos sociales de las mujeres en los países desarrollados y las políticas públicas de acción positiva han proporcionado un marco formal y un contexto legislativo que ha favorecido el proceso.

Quizá por ello, las políticas feministas en materia de ciencias naturales y en ciencia en general, se han centrado más en medidas de garantía para la entrada las mujeres a las profesiones científicas que en promover políticas científicas apoyo a líneas de investigación feministas o de interés para las mujeres. Para muchas, lo primero es un camino, quizá lento, para llegar a lo segundo, incluso más optimistamente, para transformar la ciencia. Un debate común a todas 1as ciencias que se aprecia más crudamente en las ciencias naturales y experimental a causa, probablemente, de la estructura formal y metodológica, tan cerrada a 1as cuestiones sociales, que las caracteriza.

Concentraren la incorporación de mujeres al sistema de la ciencia las esperanza de transformación no deja ser ingenuo y en gran medida esencialista, sobre todo no se introducen en el sistema

educativo y en el proceso de socialización contenido procedentes de la investigación feminista, algo en lo que nos tenemos que empeñar con ahínco desde ahora mismo.

CITAS

1 Este artículo se basa en la ponencia presentada en las 11 Jornadas de Asociación Universitaria Estudios de las Mujeres (AUDEM) celebrada en la Universidad de Oviedo en marzo de 1997. publica simultáneamente en España en el libro Cambiando el conocimiento: Universidad, sociedad y feminismo, Oviedo, universidad de Oviedo, 1999. 2 Por ejemplo la reunión La mujer y la ciencia de la Universidad de Jaén en 1995; el curso Mujer de ciencia. Pasado y presente, en junio de 1994, organizado por el Seminario de Estudios de la M de la Universidad de Granada,, las 111 Jomadas de Coeducación'La mujeron las ciencias', organiza por el Sindicato USTEA-STEs en febrero de 1996 en Granada; el Congreso Internacional Gón Ciencia, organizado por la Universidad Complutense en Junio de 1996 en Madrid o los cursos doctorado que bajo esa misma denominación organiza desde 1996 el Seminario lnterdisciplinar Estudios de las Mujeres de la Universidad de Zaragoza. 3 Entre las primeras muestras de este debate se encuentra el sugerente libro de DURAN 1982 y capítulos: DURAN 1982: 7-34 y VATICÓN; GARCIA-VALDECASAS 1982:195-203. 1 Bibliografias amplias sobre esta producción se recogen en ORTIZ GÓMEZ; BECERRA CON 1996: 107-124 y 185-206.

1 Datos de 1992-95 procedentes de ORTIZ GÓMEZ, Teresa (1 996) Base de datos de Actualiza del libro Blanco de Estudios de las Mujeres en las Universidades espetlolas (BALBEM (1 992-9 1 Una rápida búsqueda en la base de datos de citas bibliográficas Science Citation Index (pri semestre de 1 996) o en Current Contents revela el gran número de artículos que incluyen el térmi gender (género en inglés) en sus títulos y resúmenes, la mayoría de ellos con el significado de se 7 Una crítica en la que el feminismo no está solo, como se puede ver en libros como el de Rodríg Alcázar; Medina Doménech; Sánchez Cazoria 1997. 1 La bibliografía al respecto es muy abundante para recogerla aquí. Algunos títulos recientes castellano son los de: Gómez; Perdomo 1993; Ortiz Gómez 1993; Ruiz Somavilla; Jiménez Luce 1994; Ortiz Górnez; Moreno Rodríguez 1995; Moreno Rodríguez 1995. Uha bibliografía más amor¡ anterior a los noventa en: Ortiz Gómez; García Cabello; Martín, et aL 1992. 1 Los datos sobre los MIR (Médicos internos Residentes) son una elaboración propia a partir de estadísticas oficiales de la Oficina de Servicío a la Investigación del Servicio Andaluz de Salud. P datos anteriores a los años noventa ver Ortiz Gómez, 1985-86. 10 Una bibliografía de las publicaciones espatiolas en Ciencias Naturales realizadas por personal vinculado a la universidad en el periodo 1992-96, se encuentra en Ortiz Gómez; Birriel Salce

Martín Parra,1998

11 Las profesoras que las imparten son respectivamente Asunción González de Chávez, Carmen Barral, Consuelo Miqueo y yo misma. También en las Facultades de Psicología de Universidad Autonóma de Madrid y de la Universidad Pontificia de Comillas hay contenidos de salud de las respectivamente en asignaturas que imparten respectivamente las profesoras Julia Sebastián y Emilce Dío Bleichmar. 12 Las mujeres en la química, por la profesora Pura Escribano. 13 Las profesoras que los imparten son las citadas en las dos notas anteriores además de Rosa ella Martín, Eulalia Pérez Sedeño, Mari Luz Esteban, Isabel Montero, María José Ruiz Somavilla ,Isabel Jiménez Lucena y Enriqueta Barranco. 14 Resolución 19 de diciembre de 1996, B.O.E. 10 de febrero de 1997. 15 Resolución 19 de diciembre de 1997 , B.O.E. 28 de enero de 1998. BIBLIOGRAFÍA

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INEQUIDADES DE SALUD Y VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES

Health inequities and violence against women Irene Figá Telamanca Universitá degli Studi di Roma «La Sapienza' Traducido par José C. Escudero. Docente Investígador, Depto. Cs. Sociales, UNLU. Resumen

Se reseñan y comentan factores que afectan la salud de las mujeres, pobreza, horas excesivas de trabajo, enfermedades reproductivas, la desnutrición , la violencia, el descuido. Se enfatizan algunos problemas: el aborto selectivo de fetos mujeres, las mutaciones sexuales femeninas, operaciones innecesarias (en general cesáreas e histerectomias), violencias diversas y la actual epidemia de tabaco. Palabras Clave: Mujeres, inequidades, salud, violencia Abstract

A review is made of factors adversely affecting the health of women: poverty, extended working hours, reproductive illnesses, discrimination, violence, neglect. Some problems are highlighted: selective abotion of female fetuses, selective gender neglect, female genital mutilation, unnecessary operations, (usually caesarean sections or hysterectomies), assorted violences and the current tobacco epidemic. Key words: Women, inequities, health, violence Sumario:

1 - El círculo viciosa de las privaciones, la desnutrición y el riesgo reproductivo. 2 - La violencia que está enraizada en las prácticas tradicionales 3 - La violencia médica - 4 - La violencia y el trabajo de las mujeres - 5 - La violencia comercial: las mujeres y la epidemia del tabaco.

Han pasado cincuenta años desde la promulgación de la Declaración Universal de Derechos Humanos y casi veinte desde la Convención Internacional de la Mujer. La primera sancionó las "Derechos Humanos fundamentales de la dignidad humana, el valor de los individuos y los derechos iguales para hombres y mujeres". La segunda, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1979, tuvo el objetivo específico de enfrentar la discriminación social, cultural y económica contra las mujeres. Pese a estos meritorios esfuerzos, la conferencia de Derechos Humanos celebrada en 1993 en

Viena declaró que "La violencia contra las mujeres es la mas difundida y la menos reconocida violación de derechos humanos del mundo", La conferencia mundial de 1995 de Beijing, cuyo tema eran las mujeres, puso de nuevo en evidencia el hecho que, para la mayoría de las mujeres, en el mundo de hoy, estos objetivos están lejos de hacerse realidad.

Dos de cada tres mujeres del mundo sufren hoy de la enfermedad mas debilitante que conoce la humanidad. Es una enfermedad que incluye la anemia, la desnutrición, la fatiga, una susceptibilidad aumentada a las infecciones, y una muerte prematura. Esta enfermedad es la pobreza, y aunque afecta a hombres y mujeres, son estas las que están sobre representadas entre los pobres.

Las mujeres de todos los países - pobres o ricos - están retrasadas en virtualmente todos los indicadores de status socioeconómico. Trabajan durante mas horas, ganan menos, y a menudo tienen que aceptar los trabajos mas indeseables para sobrevivir. Como veremos a continuación, sus riesgos para la salud vinculados con la función reproductiva son extremadamente altos, Todo esto sucede en un entorno sociocultural que muchas veces les priva de los derechos mas fundamentales, y en contraste de todos los bienintencionados acuerdos internacionales que resguardan los derechos humanos y la salud.

De hecho, en mi opinión, la violencia contra las mujeres va mas lejos de las acciones individuales y colectivas que ponen en riesgo la vida, la integridad y la libertad de las mujeres, tales como la violac4n, la violencia, los abusos y las mutilaciones. La discriminación y las injusticias contra las mujeres en las áreas de ingresos, en la atención médica y en las políticas sociales, son otras formas, mas sutiles e institucionalizadas, de violencia, que pueden llegar a ser de mas difícil erradicación, y que persisten inclusive en los países económicamente mas avanzados.

El objetivo de este trabajo es, primero, documentar las consecuencias de esas políticas discrimina todas, examinando el nivel de salud de las mujeres en el mundo, y tratando de esclarecer los posibles factores de riesgo que se asocian a las enfermedades y a la muerte. Por añadidura, este trabajo va también a discutir la epidemiología de la violencia contra las mujeres referida a prácticas sociales, culturales o médicas, tales como explotación en el trabajo, violencia doméstica , mutilaciones e intervenciones médicas dañinas. 1 - El círculo vicioso de las privaciones, la desnutrición y el riesgo reproductivo

La violencia y la inequidad contra las mujeres en muchas sociedades comienza antes del nacimiento. En sociedades donde hay muchas preferencias por los varones, se usan a la amniocentesis y al ultrasonido como elementos de selección de sexo, haciendo abortos selectivos de fetos de sexo femenino.

Las clínicas de selección de sexo en la India, hasta que las protestas las obligaron a desistir, hacían publicidad diciendo que era mejor gastar $ 38 haciendo un a un feto mujer que gastando luego $3800 para su dote. Un estudio que se un gran hospital de Bombay halló que al 95,5 % de los fetos identificados femeninos se les practicó un aborto ( Ramaanamma, 1 990)

Este círculo vicioso continúa en la infancia de las niñas. Un peso bajo al n un destete temprano aumenta el riesgo de las diarreas, y de otras enferme infecciosas. A su vez, esto, combinado con la desnutrición produce un crecí disminuido y emanciación, y dificultades en el aprendizaje. De acuerdo estimación, alrededor de la mitad de las mujeres en los países en vías de desarrollo tenían crecimiento disminuido debido a la desnutrición proteico calórica, y al de un cuarto tenían deficiencia de hierro. Un alto número, estimado en dos millones , estaban ciegas como resultado de deficiencias de vitamina A. Consciente inconscientemente, la preferencia cultural hacia niños varones determina un comportamiento discriminatorio, que se refleja en las estadísticas.

Pese a la bien conocida ventaja biológica de las mujeres, que en un a óptimo tienen ventaja de 1, 1 5 a 1,0 sobre los varones en tasas de mortalidad (R y Armstrong, 1989) , en los países donde existe una preferencia por los v este efecto se revierte. En Turquía, la tasa de mortalidad de niños de ambos de uno y dos años de edad, es 1,6 veces mas alta para las niñas; en Pakistán , Tailandia y Sri Lanka es de 1,5; en Bangladesh y Trinidad y Tobago 1,4; en Colombia 113; en Costa Rica 1,7; en Siria 1,6. (Tabla 1 ). Aunque en tiempos recientes esto se ha corregido en varios países, en otros (especialmente sudeste de Asia) persiste.

Incidentalmente, la bien documentada ventaja de las mujeres en edad avanzadas en su Esperanza de Vida, se anula en varios países. De esta mientras las mujeres en todo el mundo tienen una ventaja de tres años de esperanza de Vida, en los países donde se prefiere a los varones esto no sucede. De este esquema es mas pronunciado en el sudeste de Asia. Vale también hacer notar que este esquema no se observa en otros países pobres que tienen una Esperanza de Vida inclusive inferior para ambos sexos, pero en los cuales no existe tanta preferencia por los varones (Tabla 2).

Se conocen bien los mecanismos de esa masacre silenciosa: desde temprano, un acceso desigual a la comida y especialmente un acceso des la atención médica cuando los niños se enferman. Es ilustrativo una observación que se hizo en Corea: cuando se ofrecían gratis las vacunas, la proporción niños varones y mujeres que se acercaban a los centros de salud era igual, se introdujo un pequeño cobro, la proporción de niñas disminuyó a un cuarto de los varones (Koblinsky el al. 1993).

Cuando las niñas entran en la adolescencia aumentan las disparidad oportunidades educacionales para las niñas se reducen dramáticamente d que termina la educación elemental. De nuevo, esto se nota mas en el sud Asia. En Afganistán, solamente el 8% de las niñas entran a la escuela sec contra el 22% de los varones; En Bangladesh el 13% (contra el 25% de los v en la India el 37% (contra el 60% de los varones). Las niñas adolescentes la vida reproductiva sin haber alcanzado su máximo desarrollo físico.

El matrimonio temprano y el sometimiento a su familia política es el siguiente paso en el proceso

de violencia institucionalizada. Las razones para un matrimonio temprano se aceptan culturalmente en el contexto social: asegurar el futuro de las jóvenes lo antes posible, subir el status de la familia y asegurar la virginidad de la hija (Dagne, 1994).

La maternidad temprana es un factor bien conocido de riesgo médico y social. No solamente la mortalidad materna e infantil es máxima en las madres adolescentes, además la maternidad temprana significa el fin del desarrollo mental, físico y social de estas jóvenes.

La mas alta tasa de natalidad de adolescentes se observa en las regiones menos desarrolladas del mundo, en particular en Africa central y en América Latina.

Los años fértiles están llenos de riesgos para la salud: la desnutrición, la anemia, el bocio y las infecciones se combinan con complicaciones del embarazo para producir un cuadro habitual en las mujeres. Cada sucesivo embarazo que ocurre próximo al parto anterior cierra el círculo vicioso, agotando los recursos físicos y psicológicos y poniendo en riesgo la salud de la madre y la de sus hijos.

Las tasas de mortalidad materna varían por un factor de 1 000 a 1. De un valor de alrededor de 1 0 / 1 00.000 en Europa a valores en el orden de 1600 / 1800 / 1 00.000 en algunos países africanos. Prácticamente todas esas muertes son prevenibles, con programas de Atención Básica de Salud. La causa mas común es la hemorragia (25%), seguida por la sepsis (1 5%), y el aborto sin seguridades (13%).

Se estima que los abortos sin seguridades causan 100.000 de las 500.000 muertes maternas anuales. Prácticamente todos tienen lugar en las regiones menos desarrolladas, especialmente en Asia y África, en las que no hay ni anticonceptivos, ni atención prenatal, ni partos institucionalizados a disposición de la mayoría de las mujeres.

Es interesante constatar también que estas grandes diferencias pueden observarse, no solamente entre países sino en subgrupos al interior de las países, inclusive en aquellos del Occidente avanzado. Un análisis reciente de los determinantes de nacimientos con complicaciones en los Estados Unidos, por ejemplo, mostró un riesgo aumentado para un crecimiento uterino lento y la prematurez (este grupo consiste de recién nacidos con un peso menor a 2,5 kilos, una edad gestacional de menos de 35 semanas y razón de crecimiento fetal menor a 0,85. Tienen un riesgo de mortalidad que es el doble de los recién nacidos normales) en los grupos de población minoritarios, especialmente los africano-americanos. Aquí operan, también, los factores socioeconómicos que determinan inequidades en la salud del país (Parker Frisbee et al. 1997) (Tabla 3). 2 - La violencia que está enraizada en las prácticas tradicionales

Hay muchas otras formas de violencia contra las mujeres, la que muchas veces se pone en práctica en nombre de las tradiciones culturales o religiosas, y en medio de la indiferencia general. Para comenzar con una práctica que afortunadamente ha sido erradicada, vale la pena recordar a los pies atados en China. Cuando las niñas cumplían tres años se fracturaba a todos sus dedos del pie, excepto el dedo gordo, y se les ataba los pies durante tres años para impedir que crecieran y para doblarlos con máxima concavidad.

El resultado de esto era una forma de caminar sumisa y «femenina». Un estudio reciente que ha examinado a mujeres china viejas, cuyos pies habían sido atad halló que este procedimiento -provocaba caídas y afectaba otras actividades (Cummings et. al. 1997).

En la actualidad, muchas sociedades practican otra forma de mutilación, p en las niñas: la mutilación genital femenina (MGF). Cada año, alrededor de 1 00. niñas reciben esta mutilación forzada. Esta práctica es un caso extremo de violen de género: ningún hombre en el entorno cultural donde se práctica la MGF estaría dispuesto a casarse con una mujer que no haya sido operada de esta forma. supone que la MGF aumenta la satisfacción sexual del hombre y mantiene «pura a la mujer. las complicaciones, de corto y largo plazo son numerosas: hemorragia shock, la muerte, complicaciones de los partos, fisturas, infecciones, incluyendo el tétanos, que sobrevienen cuando operadores sin entrenamiento usan instrumentos rudimentarios. La MGF es más común en África, pero también en los países árabes y en musulmanes que viven en otros países (Figá Talamanca, 1998). Pese a 1 actividades de organizaciones internacionales y nacionales, de grupos de mujer y de

legislaciones, esta práctica está lejos de haberse abandonado. Los hombres y quienes ponen en práctica son sus defensores mas fanáticos. De hecho, s parte del mismo sistema de creencias que comparten hombres y mujeres, q ven a las mujeres como un objeto al servicio de los hombres, y que pueden sujeto de todo tipo de abusos y humillaciones.

En otras sociedades este sistema de creencias se manifiesta en otras formas de violencia contra las mujeres. En la India, por ejemplo, el golpear a las esposas es muy prevalente en todos los ambientes. En un estudio, el cuarenta por ciento las esposas informaron que habían sido golpeadas por sus maridos, sin haber aparentemente, relación con la religión, la edad o la región. Sin embargo, pare que esta violencia es menor en los grupos socioeconómicos altos, en la población mas educada, y en las mujeres que ganan dinero o que han contribuido una dote matrimonio (Jejeeboy y Cook, 1997) (tabla 4). La razón que se da para esta violen es a menudo la «desobediencia», y casi nunca se la considera justificación para que una esposa deje a su marido.

Una forma extrema de violencia contra las mujeres es llamada la «muerte por dote». Se espera que una joven aporte a su matrimonio cierta cantidad de dinero de bienes. Si no se entrega la dote prometida, el marido y su familia pueden acosar a la recién casada a veces hasta el punto de matarla. El número de estas muertes se estima en India de 5000, pero se piensa que esta es una grosera subestimación A muchas de estas muertes se las disfraza de suicidio, o de quemaduras. hecho, una de cada cinco muertes de mujeres de quince a cuarenta y cuatro años se deben a «quemaduras accidentales», a menudo una forma disfrazada de «quemaduras a la recién casadas». Esto es, por supuesto, una manifestación extrema de un continua violencia y humillación contra las mujeres, que comienza con formas suaves de descuido o de reclusión (como en la práctica del «purdáh») y que termina con abusos físicos, mutilaciones y muertes que a menudo no son sancionadas.

3 - La violencia médica

Por paradójico que parezca,. algunas prácticas terapéuticas pueden ser vistas como una forma de

violencia. Aunque no se pueda acusar a los médicos por el tratamiento que prescriben a los pacientes - una excepción a esto son los frecuentes juicios por mala praxis- hay varios ejemplos de intervenciones médicas usadas por la profesión médica que pueden ser etiquetadas bajo el criterio de «violencia». Las operaciones innecesarias, tales como cesáreas o histerectomías, caen en esta categoría.

La cesárea es una de las operaciones de las que mas se abusa. Basta ver la prevalencia de cesáreas en diferentes países para llegara la conclusión que muchas indicaciones para esta operación no tienen basamento médico. Países que tienen tasas de mortalidad materna extremadamente bajas, como Bélgica, Holanda y Escocia, tienen una prevalecía que es mucho mas baja que la de Brasil, Italia y los Estados Unidos (Tabla 5). El caso de Brasil es emblemático. Las cesáreas suelen practicarse en combinación con la ligadura de las trompas. Sin embargo, esto rara vez sucede en Italia. Un estudio detallado de las cesáreas en Italia muestra grandes variaciones en el país, de una región a otra. Algunas de las regiones del norte tienen una prevalencia del 17%,algunasdeisurdel28-29%. Un análisis multivariado mostró que el mejor predictor de la cesárea es el obstetra (Signorelli el. al. 1995). Las razones médicas y las características de la mujer (edad, abortos previos) son solamente secundarias. Es evidente que algunos obstetras muestran preferencia por este tipo de parto, por motivos que quizás no son justificables por la ética profesional.

Se han hecho observaciones similares con respecto a las histerectomías. En EE.UU.,por ejemplo ,se realizan 6OO.OOO histerectomías por año. Sin embargo, la prevalecía de esta intervención es irregular. En el Noreste en 1983 era de 220/ 100.000, mientras que en el sur era de 351/100.000. En las mujeres de edad reproductiva, (15 a 44años) la tasa era de 678/100,000 para las blancas. y de 976/ 1 00.000 para las de color (Gasterday et. al. 1983). (Tabla 6).

En este caso también no eran los factores clínicos sino las características de los médicos (Geller et. al. 1996) los mejores predictores de la intervención.

Si las razones médicas no son muchas veces la real causa de este tipo de mutilación, resulta difícil diferenciar a esta práctica de las mutilaciones genitales que se efectúan en algunas regiones del sur del mundo. En ambos casos, la práctica se perpetúa debido a los intereses de quienes ganan con ellas, a expensas de los derechos de las mujeres a las que se les quita su derecho a la autodeterminación.

4 - La violencia y el trabajo de las mujeres

De acuerda a las estadísticas oficiales, las mujeres que se dedican a actividades productivas en el mundo son solamente el 28% de la fuerza laboral total. Cualquiera que tenga familiaridad con la vida en las áreas rurales de los países con menor desarrollo reconocerá la falacia que encierra este aserto. Información reciente de estudios sociológicos muestra que:

1) las mujeres trabajan mas horas por día que los hombres, tanto en la casa (recolectar agua y

combustible, producción de alimentos y su procesamiento, a los chicos y a los viejos) y en la agricultura. Pero nada de esto entra estadísticas (Koblinsky et. al. 1993).

2) Es común que las mujeres trabajen en tareas sub capitalizadas e insalubres en el sector informal.

3) Las mujeres, cuando se les da trabajo formal, reciben las tareas especializadas y peor pagadas.

Tradicionalmente, las mujeres han trabajado en la agricultura, una tarea que previamente requería solamente fuerza física, pero que ahora expone trabajadores a riesgos ocupacionales causados por productos químicos.

En tiempos más recientes, en los países con menor desarrollo, las trabajadoras (que habitualmente son muy jóvenes) hallan empleo en fábricas mano d intensivas, principalmente tejidos, costura, trabajo no especializado por p ensamblaje de electrónica. Las condiciones ambientales son habitualmente con riesgos para la salud que incluyen una ventilación inadecuada, un ruido excesivo calor, humedad y hacinamiento, además de los menos obvios riesgos químicos La migración de industrias microelectrónicas de origen japonés, norteamericanas y europeo a países en vías de desarrollo (especialmente en México y país Sudeste de Asia), junto con la creación de puestos de trabajo, ha cread inmensa población de trabajadoras industriales femeninas explotadas. La mayoría de ellas son adolescentes, y vienen de lejanas áreas rurales. Se las al dormitorios que son primitivos pero caros y se les paga un salario mínimo. condiciones de empleo son muchas veces inestables, ya que se las contrata «aprendices» a prueba, una situación que permite una explotación económica psicológica (Edgren 1984). Se las prefiere a los hombres porque son «maleables», «sometidas», «hábiles» y con «dedos ágiles» y, lo que es importante, no se atreven a sindicalizarse. ya que vienen de hogares dominad los hombres, y que están desarraigadas. Rápidamente se subordinan «benevolente» capataz, quien les rige sus vidas. De esta forma, la introducción a la producción industrial de este tipo en las zonas de Comercio Libre, y el empleo mujeres jóvenes, no les ofrece una oportunidad para progresar, sino que les con los roles tradicionales de género. De hecho la alta rotación de estas trabaja puede deberse a que se vuelven exhaustas y con «burnout». La mayoría de abandonan la industria después de unos pocos años de trabajo muy demandada ya sea para volver a su vida tradicional o para buscar un futuro menos seguro a el sector informal urbano, incluyendo el circuito de la prostitución.

Estas demandas poco realistas de producción, junto con los riesgos químicos neurotóxicos, el trabajo rotativo y nocturno, a menudo desembocan en enfermedades Los síntomas psicosomáticos y neorológicos vinculados con el «stress» han calificados de «enfermedad psicogénica masiva», aunque han sido hasta a ignorados, ya que se los calificaba de «enfermedades femeninas imaginarias» (B et. al.1992).

De acuerdo con las «políticas de protección a los fetos» que tenían muchas industrias de los EEUU las cuales, hasta que la Suprema Corte las detuvo, obligaban a sus trabajadoras femeninas a que eligieran entre la esterilización y la pérdida su trabajo (Robinson, 1992), se ha documentado que varias compañías de las zonas de Libre Comercio ofrecían premios a sus trabajadoras si se esterilizaban, para ahorrar así el tiempo de no trabajo por maternidad (Loewenson, 1998). Cuando se hizo una evaluación global de los costos y beneficios de las Zonas de Libre Comercio de Asia, auspiciado por la Organización Internacional de Trabajo (OIT), se hizo, notar que «deben criticarse fuertemente dos aspectos importantes del sistema actual: en primer lugar, el lamentable papel que ofrece a las mujeres, segundo, la violación de los derechos sindicales», «la práctica actual de cortar de la vida de las mujeres el lapso de tiempo después que

dejan el colegio y antes de que se casan no dejen beneficios permanentes ni a las mujeres ni a la sociedad» (Edg . ren, 1984). 5 - La violencia comercial: Las mujeres y la epidemia del tabaco Se estima que en los países desarrollados mueren por año 476000 mujeres a causa de enfermedades relacionadas con el tabaco (Peto et al. 1 994). Se desconoce hoy el peso de esta carga en los países menos desarrollados. Lo que si se sabe con certeza es que las muertes relacionadas con el tabaco van a aumentar dramáticamente en los países desarrollados y en los en vía de desarrollo. Esto es lo que sucedió con EEUU y Canadá, cuando en los años 60 la epidemia del tabaco llegó a incluir a las mujeres. La violenta ofensiva de la industria tabacalera para acceder al vasto mercado que conforman las mujeres en países desarrollados y en vías de desarrollo esta siendo coronada por el éxito. En Italia, por ejemplo, las mujeres adolescentes fuman mas que los varones, y estamos empezando a observar un aumento en las tasas de mortalidad femeninas. En muchos países las tasas de mortalidad por cáncer de pulmón están sobrepasando a las de cáncer de mama.. Limitaciones de tiempo y espacio no nos permiten continuar con esta larga letanía de violencia contra las mujeres. Pueden mencionarse otras formas de violencia mas o menos institucionalizadas: la explotación de la prostitución, violaciones mas o menos toleradas, las violaciones de tiempo de guerra en la ex- Yugoslavia y en Ruanda, son otros ejemplos para agregar a la lista de horrores. El movimiento feminista de Occidente, que ha sido muy elocuente en sus denuncias de las injusticias sufridas por las mujeres en los países desarrollados tiene por lo menos un mérito: al centrarse en los problemas de las mujeres occidentales ha puesto en evidencia las tétricas condiciones de vida de las mujeres en los países menos desarrollados, cuyas necesidades básicas de supervivencia y salud todavía no hallan respuesta. Tabla1 RELACION ENTRE LA MORTALIDAD FEMENINA / MASCULINA EN LA NIÑEZ TEMPRANA – VARIOS PAISES (1983) (WFS) (1) 1990-1995 (ESTIMACIONES DE NN.UU.) MORTALIDAD INFAN11L MORTALIDAD DE MENOS DE 5 AÑOS TURQUIA 1.6 PAKISTAN 1.5 SRI LANKA 1.5 BANGLADESH 1.4 TRINIDAD 1.4 COLOMBIA 1.3 COSTA RICA 1.7 BANGLADESH 1.05 INDIA 1.16 IRAN 1.04 NEPAL 1.12 PAPUA- NUEVA GUINEA 1.05 2 A 5 AÑOS SIRIA 1.6 TAILANDIA 1.5 (1) World Fertility Survey (Encuesta Mundial de Fecundidad) FUENTES: UNFPA 1989, UNFPA 1997, Koblinsky el al., 1993

TABLA2 ESPERANZA DE VIDA AL NACER. PAISES SELECCIONADOS PAIS M F ITALIA 75.1 81.4 POLONIA 66.7 75.7 YEMEN 57.8 58.4 BANGLADESH 58.1 58.2 INDIA 62.1 62.7 NEPAL 57.6 57.1 KENYA 52.3 55.7 UGANDA 40.4 42.3 SIERRA LEONA 36 39.1 FUENTES: UNFPA 1997. TABLA3

RIESGOS PARA NACIMIENTOS CON PROBLEMAS. BLANCOS, AFRICANO-NORTEAMERICANOS Y MEXICANO-NORTEAMERICANOS BLANCOS AFRICANO-NORTEAMERICANOS MEXJCANO-NORTEAMERICANOS

RETARDO EN EL CRECIMIENTO INTRAUTERINO (0.7 -1.2) 11.4 (1.2-1.6) 0.9 (0.7 -1.2) PREMATUREZ 12.8 (1.7 - 4.8) 1.0 (0.0 - 1.8) PREMATURO DE ALTO PESO (1.4 - 2.7) 13.7 (2.9 - 4.6) 1.9 (1.4 - 2.7) FUENTES: ParkerFrisbie et al. 1997. TABLA4

ESPOSAS GOLPEADAS EN LA INDIA (PORCENTAJE DE MUJERES GOLPEADAS POR SUS MARIDOS)

STATUS SOCIO-ECONOMICO % BAJO 50.2 MEDIO 41.6 ALTO 27.1 EDUCACION NINGUNA 49.4 ESCUELA PRIMARIA 32.3 ESCUELA SECUNDARIA 23.9 INGRESOS DE LA ESPOSA NINGUNO 41.8 ALTO 40.5 SUSTANCIAL 30.2 DOTE GRANDE 33.1 PEQUEÑA 46 FUENTES: Jejeebhoy S.J.y Cook P.J., 1997.

TABLA 5 PREVALENCIA DE CESAREA EN PAISES SELECCIONADOS PAIS % DE LOS PARTOS AUSTRALIA 15.9 (1988) BELGICA 9.8 (1988) BRASIL 32.0 (1991) HOLANDA 7.9 (1991) ITALIA 22.6 (1991) ESCOCIA 12,6 (1988) EE.UU. 23.5 (1991) FUENTES: Signorelli et al., 1995. TABLA6 HISTERECTOMIAS EN EE.UU COSTA NORTE 220/100.000 NORTECENTRAL 302/100.000 SUR 310/100.000 OESTE 254/100.000 NEGRAS (EDAD 15 A 44 AÑOS) 976/100.000 FUENTES: Easterday et al., 1983. BIBUOGRAFIA BOWLER RM, Stability of psychological impairment: two-year follow-up of forme electronics affective and personality disturbance. Women and Health 1992, 18 48. CUMMINGS S, Xu Ling, K Stone, Consequences of foot binding among older Beijing China AJPH 1997, 87: 1677-1679. DAGNE HG, Early Marriage in Northern Ethiopia. Repr.Health Matters, 4: 35-38. DORHENOO E., Cutting the rose. Female genital mutilation. The practice and its tion. Minority Rights Group, Londres 1994. EASTERDAY et al., Hysterectomy in the USA. Obstetrics and Gynecology, 1983, 206. EDGREN G., Spearheards of industrialisation or Sweatshops in the sun? A critical appraisal of Labour Conditions in Asian Export Processing Zones en Lee E (Editor Processing Zones and Industrial Employment in Asia. Organización Intemac Trabajo. FIGA-TALAMANCA 1, Le mutilazioni genitali femminili, Qualita Equita, 1997, GELLER SE, BURNS LR, BRAILER DJ, The impact of non clinical factors on variations: the case of hysterectomies. Health Serv. Rev. 1996 30 (6): 7 ORGANIZACION INTERNACIONAL DEL TRABAJO (OIT). Multinational Enterpris port Processing Zones. OIT Ginebra 1988. JEJEEBHOY SJ, COOK RJ, State accountability for wife-beating: the lndian c suplemento de The Lancet marzo 1997, Lancet 1997, 349 (suppi. 1) : 10-1 2 KOBLINSKYM,TIMYANJ,GAYJ. (Editores) The Health of Women :A Giobal Pe Westview Press Boulder, 1993. LOEWENSON R., Women s occupational health in development. Presentad Conferencia "Women Health Cancer and Reproduction" Reijkavik, Islandia 1 mayo, 1998. PARKER FRISBIE W, Biegier M, de Turk P, Forbes D, Pullum SG, Racial an Differences in Determinants of Intrauterino Growth Retardation and other Comp Birth Outcomes. AJPH 87 (12): 1977- 1983, 1997. PAWAR MS (1990). 'Women and Family Violence: Policies and Programs", in Against Women. Editado por Sushman Sood, Jaipur, India Arihant Publishers. PETO P. et al., Mortailty from Smoking in Developed Countries 1950 - 2000. Oxfo cal Publications, Oxford University Press 1994. RAMAANAMMA A. 1990: "Femal Foeticide and lnfanticide: A Silent Violence", en agaínst women. Editado por Sushman Sood, Jaipur India. Arihant Publishers. ROBINSON JC, Giacommini MK, A reallocation of rights in industrias with repro health hazards, Milbank Quateríy, 1992, 70 (4): 587-603. ROYSTON E. y S. ARMSTRONG 1989: Preventing Matemal Deaths. Ginebra Organización Mundial de la Salud. SIGNORELLI C, MS Cattaruzza, JF Osborn, Caesarean Section in Italy. Kaibash, Editor Milan, 1995. BANCO MUNDIAL: World development report 1993, Investing in health. Oxford University Press Nueva York, 1993. UNEFPA 1989, State of World Population 1989. Investing in women: the focus of the nineties. UNFPA 1997, State of the World Population 1997. The right to choose . Health and reproductive rights.

APUNTES SOBRE LA NARRATIVA DE MUJERES ARGENTINAS, 1900 - 1919

Notes on Argentine women writers, 1900-1919

Lea Fletcher

Dra. en Letras - Directora Revista Feminaria - Argentina Resumen:

No sabemos prácticamente nada sobre mujeres argentinas que escriben en primera década de este siglo. Este artículo da cuenta de ocho libros que me ha si posible localizar al margen de otros veinticinco libros de narrativa, escritos por dieciséis mujeres escritoras argentinas,

Palabras clave: Mujeres, escritoras, narrativa, principio de siglo.

Abstract: We know practically nothing about Argentine women's literature written in t first decades of this

century. This paper deals with the eight books I’ve been able locate out of the twenty-five books of narrative written by the sixteen women write that I've been able to identify up to this point.

Key words: Women, narrators, argentine, early xxe century

En orden Sumario: 1 - Las autoras

En realidad, el título que pensaba darle a este trabajo es "Perdón, pero, ¿además de César Duayen y

Alfonsina Storni, qué otras mujeres escribieron en las primeras dos décadas de este siglo?" porque cada vez que me refería al tema que estaba trabajando, ésta fue la reacción bastante generalizada, Irónico por un lado, sincero por otro, el casi-título demuestra el conocimiento -si no el interés- de la vasta mayoría de las personas que estudian las letras argentinas.'

Hace unos catorce años comencé un largo estudio acerca de la narrativa de mujeres argentinas escrita y publicada entre 1930 y 1945. También desde hace mucho tiempo ya, di un salto muy largo, hacia atrás, cronológicamente hablando, al ocuparme de las narradoras del siglo XIX, particularmente de Juana Manso. Hasta llegué a organizar un congreso internacional sobre mujeres y cultura en la Argentina del siglo XIX. En el interìn escribí dos breves ensayos sobre la tradición de las mujeres escritoras, desde el siglo XIX hasta 1930 en una y hasta nuestros días en la otra, ambos con notorios vacíos, debido principalmente, creía yo, a la brevedad exigida por la revista que las publicó. Si quisiera ser generosa conmigo misma, podría ratificar ésa como la razón, pero puesto que alguien posiblemente descubra mi mentira piadosa, debo rectificarme y confesar dos hechos: primero, no conocía -ni pretendía conocer- la obra de todas las narradoras de esa época y segundo, tenía a mi disposición "solamente" la tercera parte de sus libros. Aún hoy, creo que sigo sin saber quiénes eran todas -o por lo menos casi todas- las mujeres literatas de aquellos años. Hasta la fecha he podido identificara dieciséis narradoras que publicaron veinticinco libros de narrativa entre 1900 y 1919, de los cual pude encontrar "solamente' ocho libros escritos por seis de estas autoras.

Pero, en nuestras condiciones -bibliotecas con presupuestos muy reducidos; salas muchas veces repletas de alumnos de la primaria y la secundaria, haciendo difícil si no imposible el ingreso: es decir, la falta de espacio físico, volumen tras volumen en reparación eterna; un catálogo centralizado cuyo nombre representa un deseo más que una realidad- tal vez sea injusto emplear la palabra "solamente", pues, son libros antiguos: ya hace entre setenta y nueve y noventa y ocho años que fueron publicados y no han tenido ninguna re-edición (excepto por las obras de César Duayen y Alfonsina Storni), que yo sepa.

Toda esta introducción para explicar que, una vez más, me voy a atrever a hablar en base a la tercera parte de la narrativa de mujeres argentinas, pero esta vez de las obras publicadas en las primeras dos décadas de este siglo. ¿Por qué?

Ya sabemos: las historias literarias no incluyen a las autoras, en general, y cuando lo hacen es la excepción que comprueba la regla. Ésta no es la explicación, mi explicación, acerca del porqué he decidido estudiar a las escritoras de esta época. Es mucho más simple: por alguna razón, las únicas dos escritoras que figuran regularmente en los trabajos realizadas sobre este período, sean canónicos o no, son las dos que aparecieron en la pregunta casi-título de esta ponencia. Yo misma, por algún extraño motivo, en los estudios que ya mencioné y en otros también. he salteado estos años en cuanto a la escritura de mujeres. ¿Por qué?

Ya sabemos: el modernismo, que duró hasta 1910 -o 1916, según cómo se piense-, era un movimiento de hombres; es, por lo menos, lo que han revelado los estudios sobre la Argentina hasta ahora. Después de esto vinieron el movimiento de Martín Fierro y el de la Generación del ‘22, también de hombres, casi exclusivamente. Es un hecho -por poco conocido que sea- que recién hacia finales de la década de 1920, y de pleno en la década de 1930, las mujeres comenzaron a publicar cantidad llamativa .3 Basta leer los estudios de literatura en los que el tema tiene que ver con la mujer y se observará la falta de información. Pero también es hecho que las mujeres argentinas siempre han escrito desde los comienzos de historia literaria nacional, siete años después, para ser precisa .4 También es hecho que las escritoras argentinas siempre se han pre / ocupado por la escritura sus colegas femeninas. Pero sabemos bastante poco de la literatura escrita . mujeres durante la época en cuestión. En lo que sigue, quisiera ofrecer un primer abordaje a una parte - la que pude encontrar hasta ahora- de aquella producción 1 - Las autoras

En orden cronológico de aparición de los libros que comentará, las autoras son César Duayen (Emma de la Barra): Stella (1 905) y Mecha Iturbe (1 906); Ada Maria Elflein: Leyendas argentinas (1906) y Del pasado (1910); Alma Garza (Isabel Monasterio de Gsell): Mangacha (1 916); Juana María Piaggio de Tucker: Vida nueva (1 91 7)- Carlota Garrido de la Peña: Como en /a vida. Mar sin riberas (1 917); y Luisa Israel de Portela: Vidas tristes (1 9 1 8).

Debido al hecho de que todos estos textos se ubican dentro de la corriente literaria del sentimentalismo, aunque no en el mismo grado ni de la misma mane pues alguno es más realista y otro tiene notables rasgos modernistas, voy analizarlos principalmente desde la óptica planteada por Jane Tompkins en su li Sensational Design‘s. Ella considera que la novela sentimental "representa esfuerzo monumental para reorganizar la cultura desde el punto de vista de la mujer que este corpus es notable por su complejidad intelectual, su ambición y sus recursos [y] en ciertos casos, ofrece una crítica [_] más severa que la que hicieron auto más conocidos".5 Quede claro que ella no se refería a todas las novel sentimentales. En las narrativas que son el objetivo de este estudio, esto es m que evidente, como veremos más adelante. Me parece legítimo y necesario rebatir el desdén generalizado hacia este tipo de escritura: es un estilo más entre todo los estilos, y, en algunos casos, una de las muchas estrategias político-cultura¡ a que han tenido recurso las y los escritores. "El poder de una novela sentimentalista de provocar una reacción en la persona que la lee radica en que ésta comprende las categorías conceptuales constitutivas del personaje y del episodio. Esa información incluye las actitudes hacia la familia y lo social, una definición del poder y relación a la emoción humana individual, ideas de igualdad política y social y, creencias religiosas que organizan y sustentan todo lo demás". El poder de una persona muerta o moribunda para redimir a la gente degenerada es un tema mayor de les literatura. Las madres [o las personas que funcionan como tales] y las y los niños se consideraban como particularmente capaces de este trabajo. [ ] La popularidad [en su época de las novelas sentimentales se explica mejor por la relación estas escenas con el mito cultura¡ que inviste el sufrimiento y la muerte de u víctima inocente justamente con la clase de poder que la crítica deniega [a esta novelas]: el poder de trabajar en ese mundo y cambiarlo"."

Esta manera de interpretar y valorar la novela sentimental es la que me ha discrepar con un par de excelentes trabajos recientes de Bonnie Frederick y Marcela Nari en cuanto al significado de la primera novela en cuestión, Stella, y otras mas.

Creo que el problema estriba en el lugar desde donde recibimos el mensaje. Los dos trabajos reconocen el harto sabido hecho de que las mujeres -literatas y no, algunos hombres también- del siglo XIX y de las primeras décadas de este siglo han insistido en la educación de las mujeres, pero insisten en que esta novela solamente refleja los valores de sus tiempos sin intentar ningún cambio en ellos. Veamos estas dos interpretaciones.

Frederick explica que en Stella, "Emma de la Barra no cuestiona las instituciones sociales [ ]. La novela adhiere al reformismo moral [ ] y propone que los poderes de las mujeres sean desarollados al máximo para que ellas puedan ejercer su influencia mediante sus roles tradicionales. Aparentemente crítica de la sociedad argentina, Stella afirma sus valores tradicionales". Nari asegura que a pesar de que "Stella estuvo en consonancia con las ideas de algunas mujeres y hombres de la época, se enfrentó a un problema mucho más espinoso: la independencia femenina, [que aunque] aparece profundamente deseada y anhelada en la novela, no podía lograrse sin quebrar gravemente el paradigma femenino de la época [es decir: el mandato materna].'

Confieso que cuando yo leí estos dos trabajos por primera vez, estaba totalmente de acuerdo con sus planteos, pero he comenzado a cuestionarlos porque creo que exigimos, desde nuestros días, una estrategia que ellas no podían -o no querían utilizar. Quizá porque sabían lo que le había pasado -en el siglo anterior- a Juana Manso: ella sí la empleó y tanto ella como su obra más conflictiva La familia del Comendador sufrieron las consecuencias. Manso y de la Barra representan los polos opuestos en cuanto a cómo lograr el objetivo de la liberación, la independencia de las mujeres: aquélla, el frontal, directo y ésta, el indirecto.

Retornando las características arriba mencionadas de una exitosa novela sentimental, vemos que las dos huérfanas, Alejandra y su hermana Stella, desdoblan el rol protagónico: "aquélla ocupa el foco activo y ésta su centro moral". Alejandra toma sus propias decisiones y desconoce las leyes sociales para su sexo, todas menos una: el rol maternal; se sacrifica para cuidar a su hermana, cuya muerte obra cambios morales sustanciales en otros personajes. ¿Pero esta falta de independencia que señala Nari tendría otra solución que la que tuvo? ¿Qué persona decente -y aun más siendo huérfana- abandonaría a su hermanita gravemente enferma? No es sólo cumplir con un rol maternal, es demostrar un desinteresado amor filial, y en última instancia, un acto moral. Tanto la muerte de Stella como la abnegación de Alejandra producen cambios en una de las malvadas primas y en su tío maternal, el protagonista masculino. Aquélla, antes arrogante y malvada, descubre que tiene un corazón y sufre terriblemente la muerte de Stella, y éste, antes un hombre desilusionado con todo y hastiado de todo el mundo, ahora se ha convertido en un filántropo y líder de la sociedad.

Se puede argumentar que, una vez más, tenemos el rol de la mujer de mejorarse a sí misma para mejorar a la sociedad. También que la figura de Alejandra ofrecía "la posibilidad de procesos de subjetivación no convencionales, aunque no por ello alternativos [ y que] Alejandra, a pesar de su incondicional lazo con Stella, goza en la ficción de una libertad mucho mayor que la realmente vivida por la inmensa mayoría de sus lectores y, especialmente, de sus lectoras". De hecho, estoy de acuerdo con estas afirmaciones y justamente por estas y otras razones que ya presenté, creo que la novela pretende más de lo que se puede apreciar si la juzgamos desde nuestros parámetros actuales. Tengamos en cuenta que antes de la publicación c esta novela, ninguna tuvo un personaje femenino con las características de Alejandra Ella personificaba a la nueva mujer: educada, inteligente, culta, responsable después de cumplir con todas sus responsabilidades, independiente. No es poca cosa.

La segunda novela de Emma de la Barra, Mecha Iturbe, no se presta a la misma interpretación, aunque sí presenta un tema que la autora no había tratado en s primera obra: la justicia social, que ocupa un lugar destacado en el argumento. una novedad más, una primicia, si mal no recuerdo, en la literatura Argentina: un médica. Como en Stella, este personaje, Hellen, no es un cien por ciento Argentina( es "nieta de artistas italianos e hija de un sabio finlandés" y de una madre argentina -así a secas-. Había estudiado escultura exitosamente en Londres, pero a la muerte de su padre, tuvo que cambiar de rumbo: "'He estudiado el cuerpo humano en la academia, lo estudiaré en el hospital", díjose y se hizo médico"." Como Alejandra ,es educada, culta, responsable y tiene la misma fibra moral. Aunque no es la protagonista de la novela, su rol es importante en que es ella, junto con el protagonista principal, un médico y el dueño de una fábrica con fuertes inclinaciones socialista quienes representan el tema de la justicia social.

Voy a referirme a dos escritoras cuya obra -insisto, que pude encontrar- n ofrece demasiado a que atenerse. Son Isabel Monasterio de Gsell: Mangacha ( 1916 y Carlota Garrido de la Peña: Como en la vida. Mar sin riberas (1917). De la prime lo más notable no es el tema sino la técnica: la novela comienza ín medias res ciento ocho páginas después, la voz narradora interrumpe y se dirige a la lectora al lector informándole que "Es en este momento que los encontramos en el principio de la narración". A partir de allí, el resto del argumento se desarrolla cronológicamente Mientras yo no sabía prácticamente nada acerca de esta autora, no tenía alta expectativas, aunque debo admitir que una siempre espera encontrar una joya. No esta vez. Pero acerca de Carlota Garrido de la Peña había leído bastante, aunque nunca una obra suya; sabía que ocupa un lugar notable en la historia de las mujeres en la Argentina. Maestra, periodista -como colaboradora y fundadora de do periódicos- y escritora que buscaba profesionalizarse. Sobre esto último, en un estudio que realizó sobre los prólogos que Garrido de la Peña escribió para tres sus libros, José Maristany observó lo siguiente: "La escritora " presenta dos cara,, es 'autor' [en el masculino en el original] o 'mujer, pero dos caras que no s superponen en un sincretismo acumulativo, sino que se muestran como opciones excluyentes. Ante la inseguridad de lograr reconocimiento en un campo dominad por relaciones androcéntricas, se reconoce como alternativa la voz privada, en doble sentido de la intimidad y de la privación, del sujeto femenino que ocupa lo suburbios de la ciudad letrada"." Después de leer estas dos novelas cortas publicadas en un volumen- creo no equivocarme al aventurar que la crítica no s ocupaba de su obra, ésta, por lo menos, porque su valores escaso. Las dos novela son altamente moralizantes y dejan mal parada a la mujer, a quien la autora no 1a ofrece siquiera la salida de ser maestra _ y esto siendo ella misma docente; n tienen nada preocupante para el orden establecido de las relaciones de poder.

¡Que chasco me llevé! Lo que sí aporta ese libro de Garrido de la Peña es su reconocimiento de 1 incómoda situación de

una narradora que quiere ser leída por sus colegas y respetada como una de ellos -y empleo la forma masculina aquí adrede, pues son ellos los poderosos, los que forman y conforman el canon-. Para ella es más que incómoda, pues entiende que para ingresar en esas filas públicas, tiene que experimentar una mutación y convertirse en 'autor; considera que ser autora no le posibilita a una mujer ningún camino hacia el reconocimiento público de sus dones literarios, sola la hace permanecer como una más, indistinta, del mundo privado de las mujeres. Desde ya, ella no fue la primera escritora argentina en tratar el tema, pero creo que fue la primera en verse obligada a sufrir estas "migraciones e indecisiones de género (no literario, sino sexual)" en busca de ese añorado reconocimiento. Sin embargo, al no cuestionar el orden establecido en su obra narrativa, me pregunto desde qué lugar hablaba. No quiero ser dura con ella, especialmente en base de haber leído solamente dos novelas suyas, pero es justamente en los prólogos a éstas donde ella formula sus pensamientos acerca del deseo de legitimación.

Una última palabra acerca de la obra de Monasterio de Gsell y Garrido de la Peña: me urge señalar que seguramente sus obras ofrecen otras interpretaciones que no he podido localizar-amén de ser posible en éstas aquí consideradas, aunque no en cuanto a la "problemática femenina"~.

Tampoco figura esta temática en los dos libros de cuentos de Ada María Elflein y el de Luisa Israel de Portela, aun cuando en muchos de los cuentos de la segunda autora, la protagonista es una o más mujeres. Los tres libros traen sendos prólogos: los de Elflein escritos por ella y el de Israel de Portela, por Manuel Gálvez. Eiflein explica su propósito y con ello anuncia la temática de sus textos. Dice: "presento mi homenaje a las glorias de mi patria y a los anhelos de alta educación moral que siento vibrar en esta tierra" escribiendo "de guerreros vencidos y vencedores, de patricios, de mujeres, de niños, de grandes y de humildes [_] que aportaron [a la creación de] una voz del viejo hogar argentino". Su estilo es romántico /sentimental pero nunca moralizante. Elflein , como Carlota Garrido de la Peña, hace mención de un especial honor que obtuvo con su literatura: aquélla fue una de las personas que ganaron un concurso de novela nacional de El País, de Buenos Aires mientras ésta informa: "[¡]a dirección de un gran diario argentino, La Prensa, acogió mis trabajos literarios, distinguiéndome después con la colaboración permanente en los folletines dominicales destinados a la lectura en los hogares".',, Este reconocimiento de su obra les significaba mucho a las dos, tanto que no les era suficiente el sólo hecho de recibirlo y ser objeto de toda la publicidad de¡ momento, pues pusieron de relieve esa legitimación para cualquiera que leyera sus libros. Además de esto, las dos entregaron sus textos a su público lector "amable" y "de los críticos severos" para su evaluación. A diferencia de Garrido de la Peña, Elflein no manifiesta ninguna conciencia de una diferenciación del

lugar entre el de la mujer que escribe que el del hombre. También a diferencia de estos dos textos de Garrido de la Peña, éstos de Elficin están bien escritos.

El ejemplar en mi posesión de Vidas tristes, de Luisa Israel de Portela tiene en la tapa dos indicios del éxito del libro: el prólogo lo escribió Manuel Gálvez, un reconocido maestro de la narrativa, y esta edición, de 1918, es la segunda. Evidentemente este prólogo apareció en la primera edición, pues Gálvez hace referencia a su temor a leer "manuscritas tres o cuatro de sus narraciones [sobre las cuales tenía una] gran desconfianza, por tratarse de una mujer [escritora] . Sigue con un elogio de algunos de los cuentos de "un escritor novel [cuyo estilo] es una buena promesa_[y se pregunta si] ¿tendrá esta joven dama vocación literaria? [_y le aconseja:] 'No haga usted en adelante como todas las mujeres escritoras, que se empeñan en imitara los hombres. Naturalmente que debe usted ad estilo y llegar a dominar su arte, y que para ello le será indispensable es obra de los hombres. Pero ponga usted en sus páginas su alma y su con mujer, tal cual es, sin temores ni disfraces. [] Sé que mi consejo, que hago a todas las mujeres escritoras, es harto difícil de cumplir. El mundo no permite una mujer hablar de sí". De hecho, Israel de Portela no habla de sí en sus cuentos , la mayoría escrita en un estilo más realista, aunque con unos toque romanticismo, que los otros textos considerados hasta el momento. Revelan fina observadora de la naturaleza humana, pero nada de una conciencia de genero. No obstante, ella no retrata a las mujeres -excepto por una madre- como sacrificados, ninguna es presentada en inferioridad al hombre y algunas comentarios agudos sobre la vida y las personas. A pesar de esto y de haber dos ediciones y un prólogo elogioso de Manuel Gálvez, no figura en la historia literaria argentina.

Aquella joya que una siempre quiere descubrir creo haberío hecho novela Vida nueva de Juana María Piaggio de Tucker. Uno de esos hallazgos fortuito en una librería de viejo-. No tengo ninguna referencia a esta escritora, sólo texto publicado en la Biblioteca de La Nación y el dato que ella escribió -0 al terminó de escribir- el texto en San Nicolás. Y tal vez el vago recuerdo de visto su firma en algún número de El Hogar.

De todas estos textos, éste es el más novedoso, tanto estilística temáticamente, Formalmente, se puede apreciar un cuidado técnico y un estilo con toques modernistas en la adjetivación y el uso de imágenes -hasta una mujer unos versos de la "Sonatina" de Rubén Darío-. Como con la primera nov Garrido de la Peña, también publicada en 1917, ésta comienza in media res desarrollándose el argumento mediante una narración cronológica en la cual se intercalan páginas del diario íntimo que lleva la protagonista y cartas entre ella y su novio. Se encuentran numerosas palabras en inglés y francés y un poema en ingles traducido al castellano en una nota al pie. Del modernismo no tiene nada el que es la entereza total de la mujer como modelo para el futuro no sólo de las mujeres sino del país entero.

Es en el tema donde se encuentran los dejos de la novela sentimental, pues la protagonista y otras personas más tienen que atravesar muchos reveses sufrimientos para llegar a un buen fin. Una de las diferencias con los textos Emma de la Barra y éste es el hecho de que la protagonista no adquiere su cultura ni termina su educación en Europa, sino, a pesar de pertenecer a las clases en la escuela normal argentina, pues su padre y madre tenían una "manía socialista y creían en la educación pública nacional, en la libertad religiosa y en la preparación de sus hijas para la struggle -for-life ["lucha para la vida"; en inglés en el original] Como con el personaje de Alejandra en Stella, Nydia, la protagonista de Vida es educada, inteligente, culta, responsable. Hija de un rico estanciero y una de ascendencia irlandesa, Nydia habla inglés fluidamente. La familia vivía en nos Aires, pero cuando el padre se suicidó para salvar su honor perdido a causa del engaño de su socio, dejando en ruina a su familia, Nydía rompe su noviazgo con un joven médico, hijo de otra familia adinerada que la despreciaba a ella y a su familia, vende todos los bienes y muda su familia a Rosario, donde ella consigue empleo como profesora de historia y literatura. Orgullosa de su recientemente descubierta resolución y fortaleza, dice: 'Mi sueldo en adelante proveerá a las necesidades del hogar, con relativa holgura. Este es el día en que empieza realmente mi vida nueva". Es el novio quien tiene que viajara los Estados Unidos para empezar a "revelársela por comparación la verdadera naturaleza de aquella niña, su amada, que en el coraje, la decisión y la energía para el bien y su deber, era tan semejante a esas admirables Minervas americanas, las que él veía discurrir graciosas y despreocupadas, yendo del hogar al Ateneo, al claustro universitario, a la imprenta, o a la cátedra con entereza viril y sin perder un ápice de su encantadora ingenuidad femenina. Esa era la verdadera vida, la que ella llamaba con tanta exactitud su vida s y libres [ ] La nueva, la única tal vez digna de ser vivida por sujetos

consciente. La herencia sajona, pues, acusaba en el carácter de su adorada esa índole de rara independencia y vivo sentimiento de la dignidad, que la hacía tan fuerte y tan leal como firme y perseverante. " Ella era, ahora lo veía tan claro, la mujer del futuro para su patria, heredera de las nobles modalidades criollas de señorial prosapia, unidas a las riquezas del carácter de aquellas gentes [Y] marcaba hoy para la patria vieja el rumbo luminoso de una vida nueva".

En Vida nueva y en Stella, es a través de la mujer que las personas en ésta, y el país en aquélla, mejoran, lo que muestra la diferencia en el alcance de los objetivos de sus autoras, En las dos novelas, las protagonistas son huérfanas -de padre en Vída nueva y de padre y madre en Stella- y se convierten en cabeza de la familia, tomando las riendas, las decisiones, de cómo llevar adelante no sólo su propia vida, sino la de sus familias. Las dos novelas recurren a una protagonista que educa a otras personas, aunque en Vida nueva, es su profesión, tanto para la protagonista como para sus dos hermanas, y no su vocación, como en Stella -aunque hacia el final Alejandra trabaja como catedrática en Finlandia. Otra diferencia es que el factor "muerte" de la protagonista principal -o una de ellas en Stella- no está presente en Vida nueva. Hay dos diferencias más particularmente significativas entre estas dos novelas que marcan el adelanto temático en cierta escritura femenina argentina. La primera es el hecho de que la protagonista de Vida nueva, aunque con mezcla de sangre criolla y "sajona" [sic], vive siempre en el país, la autora no siente la necesidad de hacerle adquirir su cultura en Europa, pues es de Buenos Aires, una ciudad cosmopolita, perfectamente capaz de proveer todo lo necesario, hasta en sus escuelas públicas. La segunda es que esta protagonista, Nydia, no muda su familia con algún pariente cuando se encuentra en la ruina económica; opta por mudarse a Rosario y comprar una casa modesta. Alejandra y Stella viven con familiares que son el vivo retrato de muchos males de que adolece el país y su gente. La resolución de Nydia de mantener su independencia y la de su familia es absolutamente admirable y nueva en la narrativa femenina. No será hasta unos años después, sin embargo, que otra narradora argentina, Herminia Brumana, levanta la misma consigna. CITAS 1 Por supuesto hay excepciones, entre las cuales figuran los trabajos de Elida RUIZ, "Las e [1840-1940]', Historia de la literatura argentina. Vol 3. Las primeras décadas del siglo Aires, Centro Editor de América Latina, 1981, pp. 289-312 y su J. M. GORRITI, C. DUAYE VILLARINO y otras. Las escritoras. 1840-1940. Antología (Buenos Aires, Centro Editor de Latina, 1980); Lily SOSA de NEWTON, Narradoras argentinas (1852 -1932), (Buenos Aires, Ed. Plus Ultra, 1995; y los míos: "En busca de la tradición narrativa femenina argentina", Puro C Año 111, NI' 17, julio/ago. 1989, pp. 34-35; 'La mujer en las letras (1 900-1930)', Puro Cuento, NI' 25, nov.ldic. 1990, pp. 28-29; "Escritoras y escritura: el desierto que no es tal', Feminaria, Nº 11, nov. 1993, pp. 7 - 13 de Feminaria Literaria. 2 Para los años 1900 - 1930, había detectado (en 1990) sesenta y siete libros de narrativa, te a mi disposición diecisiete de ellos. Hoy, para los mismos años, he podido identificar diez libros mas-es decir, setenta y siete-, de los cuales tengo veintinueve. 3 Ver mi trabajo "Escritoras y escritura: el desierto que no es tal". 4 Ver FLETCHER: 1989. 5 Jane TOMPKINS, 'Sentimental Power: Uncie Toms Cabin and the Politics of Literary History Sensational Designs. The Cultural Work of American Fiction, 1790-1860 (New York, University Press, 1985), p. 126. [Esta y todas las traducciones son mías.] 6 Ibid, pp. 126-127,128,130. 1 7 Marcela NARI, 'Alejandra. Maternidad e independencia femenina", Femínaria, Año VI, NO 1993), pp, 7 - 9 de Feminaria Literaria y Bonnie FREDERICK, Wily Modesty. Argentine Writers, 1860 - 1910 (Tempe, AZ [USA], Arizona Siete University, 1997), pp. 31 - 38; y sobre novela, mi propia interpretación de la novela El médico de San Luis, de Eduarda Mansilla de en 'Patriarchy, Medicine and Women Writers in 19 th Century Argentina", en Teh Body and th Comparativa Essays in Literatura and Medicine, Bruce CLARK y Wendell AYCOCK, comps. (Lu TX [USA], Texas Tech University Press, 1990), pp. 91 - 101. 8 FREDERICK, p. 37. 9 NARI, pp. 8 - 9. 10 NARI, p. 9 11 Mecha ¡turbe, p. 31 12 José MARISTANY, 'Maestras que escriben: entre el aula, el público y la academia', tr presentarse en las V Jornadas de Historia de las Mujeres y Estudios de Género (Santa R Pampa, 23, 24 y 25 de septiembre de 1998). 13 Ibid., p. 16. 14 ELFLEIN, Leyendas argentinas, p. vii 15 ELFLEIN, Del pasado, p. vi 16 Op. cit., Leyendas argentinas. 17 Manuel GALVEZ, "Prólogo", Vidas tristes, de Luisa Israel de Portela, p. 8 18 ibid, pp. 10 y 12. Este texto merece una consideración detallada desde el punto de vista de género 19 SOSA de NEWTON, Ibid. 20 Juana María PIAGGIO de TUCKER, Vida nueva, p. 98. 21 Ibid., p. 206. 22 Es un poco presuntuoso afirmar esto sin haber leído la narrativa que me queda por encontró en este momento, con los textos de que dispongo, es cierto.

MUJERES Y TANGO Women and the Tango

Lily Sosa de Newton

Historiadora, especializada en Historia de la Mujer

Resumen: Las mujeres comenzaron a destacarse en el tango a comienzos del siglo XX, cuando

esta música adquirió su perfil definitivo. Ellas fueron cantantes y bailarinas y abrieron su camino en la Argentina y el exterior, actuando en teatro, radio, cine y TV. Asimismo tocaban instrumentos musicales, dirigían orquestas y escribían partituras y letras para tangos. También han creado conjuntos de mujeres dedicados al largo moderno. En el momento presente se advierte que ya han conquistado espacios que parecían, en épocas pasadas, propiedad de los hombres.

Palabras clave: Argentina, tango, música, cancionista, compositoras.

Abstract: Women began lo be conspicuous in the tango in the beginnings of the twentieth

century, when this music acquired its definitivo profile. They were singers and dancers, and opened their way in Argentina and outside, performing in theater, radio and TV. They also played instruments, directed orchestras and wrote music and lirics for tangos. At the present, they have conquered spaces that in former times seemed to be the property of men.

Key words-. Argentine, tango, music, singers, composers,

Sumario: 1 - La prehistoria - 2 - Nacen las cancionistas - 3 - Azucena Maizani, la Ñata gaucha 4 - Rosita Quiroga, de la canción criolla al tango - 5 - Mercedes Simone, La dama del tango - 6 - Libertad Lamarque, cantante y actriz - 7 - Ada Falcón, de los escenarios al retiro devoto - 8 - Tania (Ana Luciano Divis) - 9 -Sofía Bozán, la reina del Maipo 1 0 - Amanda Ledesma y Dorita Davis - 1 1 - Sabina Olmos - 12 - Nelly Omar, "La Gardel con polleras" - 13 - Maruja Pacheco Huergo, artista múltiple - 14 - Paquita Bernardo, otras bandoneonistas - 15 - María Luisa Carnelll (a) Luis Mario o Mario Castro - 16 - Tita Merello, cantante y actriz - 17 - Rosita Melo y su vals "Desde el Alma" - 18 - Otros nombres, otras glorias - 1 9 - Las herederas de las "mitológicas".

1 - La prehistoria Además de ser personaje protagónico de¡ tango, la mujer ofrece una imagen multiforme

según se aprecie cada uno de sus papeles en la vida y en el arte. A partir de La morocha, el tango que fue escrito para que lo cantase una mujer, la música

porteña por excelencia fue vehículo de anhelos y frustraciones. En aquellos confusos orígenes, cuando de los sainetes españoles y de los cuplets que entonaban las actrices se fue pasando a un ritmo vernáculo, La morocha tuvo éxito inmediato. Fue Flora Rodríguez de Gobbi quien lo grabó en París, enviada por la casa Gath y Chavés, famosa tienda porteña. Este tango, que todo el mundo tarareaba, es un claro ejemplo de cómo eran de imprecisos los límites entre la ciudad y el campo. Ángel Villoldo, autor de la letra, lo expresa en las líneas que dicen: "Soy la gentil compañera / del noble gaucho porteño". Villoido escribió los célebres versos la noche de Navidad de 1905, inspirado en la música que su amigo Enrique Saborido había estado pergeñando en esa confitería de Reconquista y Lavalle. La morocha era para él Lola Candales, una popular cancionista uruguaya. La pegadiza canción se abrió camino velozmente. El mismo año de su creación, la Fragata Sarmiento, en su segundo viaje, llevó cinco mil partituras, que repartió en todos los puertos que tocaron. Así, los dos amigos alcanzaron una fama que creció con el tiempo. Los discos de la Gobbi y los pianos familiares hicieron oír hasta el cansancio el tango criollo -así era denominado-, abriendo el camino para nuevas obras.

Por aquellos lejanos comienzos del siglo XX las cupletistas eran las dueñas de los tablados de café concert o teatros de variedades, destacándose entre ellas Pepita Avellaneda, que dominaba el ambiente como reina del cabaret Montmartre. El avance del tango y de sus nuevas figuras la relegó al humilde puesto de encargada del tocador de damas del Chantecler, en los años cuarenta. Ya en su época de esplendor se había abierto camino Linda Thelma. quien se iniciara junto a Jerónimo Podestá, Guillermo Battaglia y Atilio Supparo. En la segunda década del siglo se fue a Europa y actuó en España vestida de gaucho. En París, llevada por madame Rasimi, la que trajo el Bataclán a Buenos Aires, actuó en el Moulín Rouge. En la primera gira de Francisco Canaro a París, en 1925, fue cancionista de su orquesta. Establecida después en Perú, donde conquistó al presidente Leguía, llevó una vida rumbosa, que terminó con la destitución de su protector. Ambas dejaron algunas grabaciones, lo mismo que Lea Conti y Lola Membrives. Las zarzuelas y sainetes que se daban en Buenos Aires eran compuestos por músicos españoles inmigrados, de modo que muchas piezas incluían tangos, tanguillos y habaneras, que de todo esto tiene un poco el misterioso origen de nuestro tango. Lola Membrives, por ello, conformaba su repertorio con zarzuelas, tangos y aires pampeanos, pues el campo llegaba hasta muy cerca del centro. Otros nombres conocidos de la época eran Dorita Miramar, la Pamperito y Delia Rodríguez. De Pepita Avellaneda asegura un autor que era la mujer de Florencio Parravicini, la cual introdujo la moda de actuar travestida de varón, que siguieron después otras cancionistas como Azucena Maizani y, a veces, Mercedes Simone.

La vida de la noche, y cuanto se origina en ella, tiene muchos aspectos retratados en el tango. Para comenzar, la prostitución, esa lacra social que dio tema a tantas composiciones donde se pintaba el drama de las muchachas de bardo, engañadas con la promesa de una vida regalada. El percal y la seda, cuando no existía el jean igualitario y las mujeres no habían asumido la libertad sexual.

14 ¿Qué papel desempeña la mujer en la vida nocturna? -se pregunta un escritor . En el teatro de

la noche es protagonista principal. Si no se contara con su presencia carecería de la significación que tiene. Porque está la mujer, la noche porteña llevada a la letra del tango y el tango -quiérase o no confesarlo- es uno de elementos imprescindibles para hacer la radiografía de Buenos Aires.”

Muchos escritores estudiaron la influencia social del tango, verdadero fenómeno nunca ocurrido con otra música. El inglés Roberto Cunninghame Graham le dedicó interesantes

observaciones en su carácter de danza, como él la vio bailar en el si pasado y en la época anterior a la primera guerra. En este caso, refiere su experiencia en París, cuando asistió a un baile en un hotel de lujo adonde concurrían americanos .-el norte y del sur- enriquecidos, para gozar de esos años fina, de la belle époque. Después del five o'clock pasaron al salón donde tocaba orquesta, refiere, y agrega: 'Eran los primeros días del advenimiento del Tango Argentino, la danza que le ha dado la vuelta al mundo en un contoneo de cadera.

Las señoras lo declaraban encantador... los hombres afirmaban que era la una danza digna de ser bailada". Y viene la descripción de la sensual coreografía dibuja por la pareja de bailarines, a la que siguieron otras.

Pero el tango como danza no era ninguna novedad. Hacía mucho que en París pululaban los "profesores" de tango que lo enseñaban a los ansiosos alumnos mientras en Buenos Aires todavía era una música marginal rechazada por la mayor aunque secretamente admirada. Desde principios de siglo la capital francesa fue activo centro de difusión del tango. Andrés M. Carretero reproduce un testimonio significativo, quizás exagerado, pero digno de atención. Un escritor de la época sostenía: "Mediante una marcha fulminante ha invadido los salones, los teatros, los bares, los clubs nocturnos, los grandes hoteles y merenderos. Hay The -tango exposiciones-tango, tango-conferencias...”

2 - Nacen las cancionistas

Mientras el tango baile desarrollaba su marcha triunfal y había hecho su entra en elegantes

lugares públicos saliendo de cafetines y prostíbulos, la canción tardaba en tomar forma definitiva y se entreveraba con aires camperos y foráneos. Pero 1 se mostraba imparable y su imposición iba a acompañar los enormes cambio sociales producidos por la guerra. Se da como valor indiscutible que Mi noche triste, de 1917, es el primer tango canción, y así debe ser. Pero también los estudios nos informan que Flor de fango fue grabado por Carlos Gardel el mismo año, y letra cuenta, en palabras de Pascual Contursi, la historia de una muchacha que representaba un tipo muy común en esa literatura, con su deslumbramiento por lujo y los amigos, y su inevitable caída. "Justo a los catorce abriles 1 te entregas a las farras, las delicias del gotán... / Te gustaban las alhajas, los vestidos a moda y las farras de champán.' El estreno oficial tuvo lugar dos años después, 25 de junio de 1 91 9, en una pieza de Alberto Novión, El cabaret Montmartre, que d en el Teatro Nacional la compañía Arata –Simari - Franco. Acompañada por la orquesta de Roberto Firpo, lo cantó la actriz María Luisa Notar. Se había impuesto la moda de las obras con escenas de tango, y, de hecho, los más famosos fueron estrenad así, y por mujeres. A aquél le siguió Mi noche triste, de Contursi y Castriota, que

Gardel cantó en el Esmeralda (hoy Maipo) en 1917, y fue incluido en la pieza Los dientes de/ perro por sugerencia del mismo Gardel. Cantado por Manolita Poli, el tango tuvo gran éxito a partir de ese 26 de abril de 1918 y dio nacimiento a toda una estética poética y musical que se renueva día a día.

Otro famoso tango de esos años, Milonguita, de Samuel Linnig y Enrique Delfino, fue estrenado por la actriz María Esther Podestá el 12 de mayo de 1920 en el sainete Delikatessen Haus, que se dio en el ópera, es decir, pertenece a los albores del tango canción. Su letra toca el tema ya conocido de la mujer que cayó deslumbrada por el lujo. Del engaño masculino, ni una palabra. La propia María Esther Podestá, en sus memo rías, dice: "Fue algo que todavía hoy da que hablar, incluso por la trascendencia de testimonio social que el tiempo ha dado al contenido del tango". En agosto de aquel año llegó la cupletista Raquel Meller, que incorporó Milonguita a su repertorio, convirtiéndolo en un éxito. Por cierto que la Podestá, en años sucesivos, tuvo bastante que ver con el tango a través de sainetes, como El cantar de los tangos, donde personificaba a La morocha y entonaba sus versos. Ninguna de las más prestigiosas actrices de la escena desdeñaba, en esos años, plantarse en el proscenio y cantar un tango escrito especialmente para ella. Tal el caso de Eva Franco, que, en la obra El rey del

cabaret, de Weisbach y Romero, estrenó ¡Pobre milonga!, el 21 de abril de 1923. La patética letra reeditaba el drama de Mitonguita: "Condenada a ser capricho, / a no ser jamás mujer... / Pisoteada por el mundo / ¡que mal fin vas a tener “. Pero las actrices cantoras iban a dejar su lugar a las auténticas cancionistas, a las que ocuparían el lugar de las cupletistas, a las que se vestían de varón para interpretar los nuevos tangos. Las revistas daban lugar al lucimiento de las nuevas cantantes de pelo corto y faldas igualmente cortas, Las audacias llegaban lejos y la imagen de La garconne, de la novela de Paul Margueritte, en la década de los '20, inspiró un tango así titulado, que Rosita Quiroga grabó para Víctor en 1924.

3 - Azucena Maizaní, la Ñata gaucha

Quizá la figura emblemático fue Azucena Maizani a partir del estreno de Padre nuestro, de Vacarezza y Delfino, en el sainete A mí no me hablen de penas" representado en el Teatro Nacional el 27 de julio de 1923. Eran sus comienzos, por cierto prometedores, impulsada por hechos circunstanciales como el ser figuranta en la compañía de César Ratti donde, entre bambalinas, canturreó un tango y la oyó Delfino, o participar en una reunión de gente de la farándula. Lo cierto es que fue contratada para interpretar Padre nuestro y a partir de ahí su carrera no conoció fracasos. Vestida a veces de paisano, otras de compadrito, Azucena, "La ñata gaucha", conoció el halago en su país y afuera. Estrenó importantes tangos: de Esta noche me emborracho, con letra y música de Enrique Santos Discépolo, se contaba que lo cantó en el Maipo el 22 de marzo de 1928 en la revista Bertoldo, Bertoldino y Cacaseno. El propio Luis César Amadori, director del teatro, refería que esa noche el éxito fue increíble y la intérprete debió cantar el tango tres veces. El mismo año estrenó Malevaje, de Díscépolo y Juan de Dios Filiberto, en la "Fiesta del Tango" celebrada en el Astral, pero Azucena ya lo había cantado en la Boca, desde el balcón de la casa de Filiberto, en un alarde de verdadera artista. No importaba si la letra había sido escrita para ser cantada por un varón. Sabía darle el sentimiento necesario, que era lo que importaba. No conforme con los tangos de los otros, quiso tener los suyos y compuso algunos que perduraron, como Pero yo sé y La canción de Buenos Aires, además de otros, a los que no daba Importancia . Falleció en 1970 -había nacido en 1902-, cuando llevaba muchos años de retiro. 4 - Rosita Quiroga - De la canción criolla al tango

Cuando murió, el 17 de octubre de 1984, a los ochenta y tres años, Rosa Rodríguez Quiroga -tal su nombre completo- dejaba tras sí una trayectoria brillan en el mundo del tango. Comenzó a estudiar guitarra guiada por Juan de Dios Filiberto y se dedicó a los estilos y tristes, pero pronto el tango la conquistó y ella le dio un acento muy personal con su voz y su dicción, Ya desde 1922 grababa discos para la casa Víctor aunque nunca estudió canto y se resistió a hacerlo. Era como una flor silvestre llena de encanto y así triunfó. Pronto debutó en Radio Cultura y paso a Radio Nacional. Recordemos que en esa década de los '20 la radiotelefonía había abierto paso, contribuyendo a la expansión de las cancionistas y poniéndolas más al alcance del público, que las seguía devotamente. Pero el gran ámbito Rosita Quiroga fue el disco: grabó casi seiscientos. Triunfó también en Japón, donde era muy conocida gracias a sus grabaciones. Actuó en teatro pero no se sentía cómoda frente al público. Fue desapareciendo, aunque no sólo pensó en ella si también en o tros cantores, a los que recomendaba generosamente. En los años '30 dejó de trabajar, convirtiéndose en un mito de la época heroica. Resurgi6 mucho años después, cuando se sintió la nostalgia de un pasado que había perdido a s principales figuras. Era convocada por la televisión corno un mito viviente, llena simpatía. Dejó escritas algunas composiciones, como Carta brava, De estírpe porte y Campaneando mi pasado, que estrenó por Canal 11 en 1984.

5 - Mercedes Simone - La Dama del Tango

Nacida en 1904 en Villa Elisa, cerca de La Plata, Mercedes Simone se inicio, en giras por la provincia de Buenos Aires, cantando en Bahía Blanca en 1925, dúo con su marido, Pablo Rodríguez. Vino a Buenos Aires e integró el pequeño elenco que animaba las noches del café El Nacional. Pasó después al ópera, otros teatros, entre ellos el Nacional, donde cantaba Leguisamo solo. Actuó en el Maipo y con esta compañía viajó a Chile y a Montevideo. En Buenos Aires la oyó Rosita Quiroga, quien la presentó en la Víctor, donde grabó, en 1927, su primera placa. Eran los comienzos del cine sonoro y fue contratada para actuar en Tango dirigida por Daniel Tinayre (1935), La vuelta de Rocha en 1937 y Ambición en 1939. Realizó muchas giras por América y tuvo una tanguería, Cantando, adonde iban a escucharla sus admiradores. 6 - Libertad Lamarque, cantante y actriz

Nacida como las otras en la primera década del siglo XX, tuvo también consagración en los años'20, cuando el sainete y la revista encontraron un filón el tango interpretado por esas jovencitas que disputaban a los varones el decir arrabalero, y lo hacían muy bien. La radio y el cine completaron los escenarios posibles. Venida de Rosario en busca de horizontes, Libertad logró incorporarse a la compañía de Pascual Carcavallo en El Nacional y debutó con el tango Mocosita, que ya había sido estrenado por Pepita Cantero en 1925 y grabado por Rosita Quiroga. Poco después ella misma comenzaría a trabajar para la Víctor. En 1929 tuvo su gran éxito con el papel de la Doce Pesos en El conventillo de la Paloma y luego llegaron las giras para cantar en las provincias y en Paraguay. En 1931 fue designada Reina del Tango en el Teatro Colón y en 1932 Amadori la contrató para encabezar el elenco del Maipo junto con Florencio Parravicini, actuando en la película Tango junto a Azucena Maizani, Mercedes Símone y Tita Merello. Se casó, tuvo una hija, un divorcio, y una carrera intensa en el país y en México. Su repertorio se amplió con otros géneros, pero en el tango conservó siempre el cetro que había conquistado con su voz y su estilo personales. Se convirtió en una verdadera estrella del cine y del canto, trabajando hasta hace muy pocos años y recibiendo continuos homenajes. 7- Ada Falcón, de los escenarios al retiro devoto

Es un caso curioso el de esta cancionista de la época de oro que repentinamente, tras haber alcanzado un alto nivel y de popularidad y de retribuciones económicas que le permitían vivir con el boato de una estrella de Hollywood, modelo entonces de frivolidad y despilfarro, decidió repentinamente su retiro a la vida privada. Nacida en Buenos Aires en 1905, se inició a los once años con una compañía infantil en el Apolo. Pasó por todas las radios y llegó a ser la artista mejor pagada. Desde esos días en que, con el apodo de "Joyita Argentina" se presentaba en escena, hasta sus triunfos en revistas y sainetes en los teatros San Martín y Excelsior y luego con compañía propia en el Hippodrome, pasaron años hasta convertirse en estrella indiscutido. En 1925 hizo sus primeros discos con la orquesta de Osvaldo Fresedo y luego con Francisco Canaro. En cine actuó en ídolos de la radio y antes, en el cine mudo, en 1919. Una de las reinas Tangueras de la radio y el varieté, mimada por el público y los empresarios, de golpe se volcó al misticismo. Cambió su forma de vida, renunció a los lujos que tanto amaba y terminó recluyéndose, en 1942, en un establecimiento religioso de Córdoba. A los noventa y cinco años, continúa retirada, ajena a la leyenda de su propia vida. 1 9

8 - Tania (Ana Luciano Divis)

Tania fue una prolongación de Enrique Santos Discépolo, cuyas obras cantó repetidamente a lo largo de casi sesenta años. Hasta poco antes de su muerte, en 1999, rondando el siglo, la cantante continuó presentándose en teatro y TV. Había nacido en Toledo, España, y empezó su carrera como cupletista y después integrante de un trío y de una troupe, con la que, a mediados de los'20, llegó a Buenos Aires. Ya había incorporado algunos tangos a su repertorio, como Fumando espero y A la luz de un candil. Después cantó Esta noche me emborracho, que había estrenado Azucena Maizani en una revista, en 1928. Poco después se produjo el encuentro con Discépolo, de quien no habría de separarse. Intervino en algunas películas como El pobre Pérez, Cuatro corazones y en obras de teatro de Discépolo. A partir de 1930 grabó muchos discos de Columbia, Pathé y Víctor. Realizó giras por países de América y se presentó en radio. Después de la muerte de Discépolo, en 1951 ,continuó actuando e instaló un "boliche" de tango frente al teatro Cervantes, en la calle Libertad. 9 - Sofía Bozán, la reina del Maipo

Había nacido en 1904 en Buenos Aires y su prima Olinda, actriz y cancionista la ayudó a entrar en el teatro, Entonces cambió su apellido Bergero por Bozán. Debutó en 1922 y luego, en la compañía de Muiño-Alippi, cantó su primer tango Canillita, en el teatro San Martín. En 1935 estrenó Cambalache, de Discépolo , en una revista del Maipo, tango que se convirtió en éxito perdurable. Su forma de cantar, su estilo porteño desenfadado y su enorme gracia y simpatía personal de ella, la "negra Bozán", como se la conocía, la favorita de los frecuentad teatro de revistas. En 1931 fue a París con la compañía de Bayón Herrera y Romero, y allí surgió la posibilidad de filmar Luces de Buenos Aires, con Carlos Gardel ,donde Sofía cantó los tangos La provinciana y Canto por no llorar. A su vuelta actúo en el Maipo y filmó varias películas, Entre sus grandes éxitos como cancionista están Cambalache, Haragán, Yira, yira. Se retiró en 1950 y falleció el 9 de 1958. 10 - Amanda Ledesma y Dorita Davis

Lejos del estilo arrabalero y humorístico, estas dos cancionistas impusieron una modalidad distinta, romántica y delicada, que les conquistó así misma favor del público. Amanda Ledesma debutó en 1930 y pasó de empleada mercería a intérprete en las principales radios de la capital. De allí a los escenarios sólo hubo un paso, facilitado por su belleza y elegancia. Actuó también en de los teatros Maipo, Porteño y Nuevo. En 1933 participó en el film Dancing y luego en otros. En 1943 salió en gira por países de América, lo cual le abrí horizontes que le permitieron hacer cine en México, donde residió varios a llamada "La diosa rubia del tango". Se retiró en 1955 después de haber conocido la fama en toda América

Dorita Davis fue una típica cancionista de radio, con un público que gustaba sus trinos -la llamaban "la calandria"- y su melodioso voz. Se inicio compañías de revistas de El Nacional y el Maípo y tuvo intervenciones en la radio y El alma del bandoneón. Durante doce años cantó en Radio Belgrano pasó a Argentina, Prieto y El Mundo. Se retiró en 1946. 11 -Sabina Olmos

Sabina Olmos había nacido como Rosa Gómez en 1916. Debutó en 1934, con temas folklóricos, aunque prefería el tango, que adoptó muy pronto. La oportunidad del cine no se hizo esperar, con un papel en Mujeres que trabajan (1938), Así es la vida (1939), La vida es un tango, Albéniz y muchas compañía del cantante Charlo realizó muchas giras por América y gustó interpretaciones de tango. En los últimos años dirigía la galería de arte de canal 11.Tuvo algunas

oportunidades en cine pero se sentía olvidada y sola, lo que determinó su suicidio el 14 de enero de 1999, que llevó a cabo arrojándose desde el noveno piso de su departamento de Villa Lugano.

12 - Nelly Omar, "la Gardel con polleras"

Oriunda del interior de la provincia, comenzó cantando motivos camperos, al principio sola y después en dúo con su hermana Nilda. El comienzo fue por Radio Rivadavia, en 1932. Integró un conjunto nativista con el que realizaban presentaciones en los barrios y pueblos del interior. Otra vez sola, adoptó el repertorio de Carlos Gardel. En 1937 ganó un concurso de popularidad de Caras y Caretas, Por Radio Belgrano protagonizó importantes audiciones, pero sólo después de cantar catorce años fue llamada para grabar, llevada por Canaro, en Odeón. Hizo giras por el interior y actuó en Montevideo. Intervino en dos películas y su presencia en las radios fue constante hasta 1955, cuando fue excluida. En los últimos años hizo algunas presentaciones, demostrando que siempre conserva el buen gusto que la caracterizó.

13 - Maruja Pacheco Huergo , artista múltiple

Hubiera bastado el tango El adiós para demostrar su valía artística, pero fue la suya una vida

fecunda en creaciones dentro del mundo del espectáculo. Compuso más de seiscientas obras musicales, muchas de ellas destinadas a los chicos e incorporadas al repertorio oficial escolar. Es autora de dos álbumes con Juguetes musicales, escribió libretos y novelas para radio y TV y se hizo conocer ampliamente en periodismo. Grabó más de un centenar de piezas y ha vendido miles de ediciones de sus obras impresas. Sus trabajos son conocidos en América, España y hasta Japón, Su célebre tango El adiós nació de una improvisación en el piano que, una vez concretada, hizo escuchar a Ignacio Corsini, quien la aprobó. El mismo cantante pidió a Virgilio San Clemente que escribiese una letra y así nació el éxito perdurable que, a partir de 1937, fue un clásico cantado en todo el mundo. Publicó libros de poemas, cuentos y una novela. Fue también actriz y cantante y compuso más de doscientas piezas para canto, piano y orquesta. Había nacido en 1916 y falleció en Buenos Aires en 1983.

14 - Paquita Bernardo - Otras bandoneonistas

Existían las 'orquestas de señoritas" cuando Francisca Bernardo se lanzó a tocar un

instrumento no convencional para mujeres. Ella estudió música como pudo, casi en secreto, y se convirtió en la primera que se presentó en público, y no como aficionada sino como seria profesional. Apareció en el Bar Domínguez, de Corrientes al 1500, y provocó asombro por la audaz novedad. En ese tablado clásico del tango la Orquesta Paquita congregó multitudes ansiosas de oírla. En cierto momento, la policía tuvo que desviar el tránsito de Corrientes para evitar las aglomeraciones. Allí estrenó algunas de sus composiciones, como el tango Floreal. Ganó concursos y fue contratada para actuar en Montevideo, donde causó iguales tumultos de sus admiradores que en Buenos Aires. Allí compuso el vals Cerro Divino. Aquí participó en las funciones que Blanca Podestá realizó en homenaje a Amadeo Vives en el teatro Smart , así como para Pastora Imperio, la célebre tonadillera. Era mimada de la música popular, la compositora inspirada, la intérprete del nivel artístico que los mejores. Poco pudo disfrutar de la merecida gloria, veinticinco años, el 14 de abril de 1925, falleció en su barrio de Villa Crespo Émulas de Paquita Bernardo, otras ejecutantes hicieron lo suyo y buen recuerdo de su trayectoria. Fermina Maristany, "La Maristany", estudió con su madre, y en el Conservatorio Santa Cecilia, Como intérprete de bandoneón y acordeón, integró orquestas de señoritas. Acompañó a veces al piano a Paquita Bernardo y debutó en Mendoza como bandoneonista y director, Orquesta Típica Maristany. Formó y dirigió conjuntos de música internacional actuó como acordeonista. También ejecutó bandoneón y acordeón en la origen de Francisco Canaro, con quien intervino en festivales

en el Colón y otros tea Buenos Aires y Montevideo. Había nacido en Las Flores (B.A.) y falleció e julio de 1985.

Celia -o Tita- Maldonado era profesora de música, compositora y pintora había nacido en Asunción del Paraguay. Estudió en el Conservatorio Will integró orquestas de señoritas como pianista y acordeonista. Dirigió su orquesta "Tita Maldonado", actuando en confiterías, bailes y espectáculos. Ha intensa actuación como ejecutante y profesora de música y compuso numerosas canciones. 15 - María Luisa Carnelli (a) Luis Marlo o Mario Castro

La conocida periodista y escritora resolvió adoptar esos seudónimo enmascarar su faz de autora de letras de tango. Pocos sabían que esos s eran la conocida María Luisa Carnelli, pero según refirió ella en un reportaje, el nombre falso se debió a una imposición paterna. Nacida en La Plata a fines siglo XIX, su vocación la impulsó a escribir- para las revistas. La primera Hogar, a la que siguieron los principales diarios, como Noticias Gráficas, Nación, Clarín, Caras y Caretas. Atlántida y Ahora también contaron colaboraciones. En 1922 publicó el primer libro de poemas, al que siguieron Su primer tango fue El malevo, de Julio De Caro, estrenado en 1928 y escrito en homenaje a Carlos de la Púa, conocido como "El malevo Muñoz". Lo firma Castro y luego, como Luis Mano y con De Caro, estrenó Primer agua. El seudónimo respondía al nombre de su hijo. También en 1929 hizo Se va la vida, éxito, Azucena Maizani; Cuando llora la milonga, con música de Juan de Dios Filiberto ; Quiero papita, letra para un viejo tango de Ponzio, y otros igualmente celebrados. Como corresponsal de la revista Ahora fue a España en 1936 para escribir sobre la guerra civil. Falleció en La Plata en 1987. 16 - Tita Merello, cantante y actriz

La que llegó a ser una de las más destacadas actrices de la escena y el cine comenzó, como muchas otras figuras de primer nivel, en la revista porteña semillero de talentos artísticos. No fue poco pasar del humilde coro a los protagónico del teatro clásico o moderno. Tita Merello lo logró, a lo largo de años de empeño afanoso en esa década de los'20, cuando la farándula era algo como trabajo forzado y sus integrantes hacían varias funciones diarias, además de ensayos agotadores, y muchas veces con el estómago no muy satisfecho. Las muchachas que sabían cantar tenían bastante a su favor, y así apuraron etapas enfrentándose al público con sus números de tango, en sainetes y revistas. Y ese público les respondió fervorosamente. Al final de la década, como un milagro, la radiotelefonía las puso al alcance de los aficionados, el cine las lanzó al estrellato, aquí y en el exterior.

Tita también recorrió el duro camino a partir de la pobreza extrema, la orfandad y la carencia de educación escolar. Empezó muy de abajo. Un papelito en el Avenida en 1920 -había nacido en 1905-, cancionista en locales de la calle 25 de Mayo, donde se lucía con Titina, el Maipo en 1923, donde cantaba Trago amargo y Pedíme lo que querés. Ya la tenían en cuenta porque debutó en cine con Tango, de Moglia Bart. En 1926 habla estrenado ¿Qué vachaché?, de Discépolo, anticipo de Cambalache, que la Bozán lanzaría en 1935, año en que Tita haría Noches de Buenos Aires, de Manuel Romero. Con sus tangos y rancheras ya habla definido un estilo, que siempre cultivó, pero el teatro y el cine afirmaron su capacidad histriónica, que se lució ampliamente. Filomena Marturano, Arrabalera, Los ísleros, Mercado de Abasto, Para vestir santos, Amorína, El andador, La madre María, son algunos de los títulos con los que mostró su garra interpretativa. Pero nunca dejó el tango. Desde 1929, cuando grabó su primer disco con la Víctor, afirmada ya como personalísima intérprete de la música popular, y a lo largo de los años, con frecuentes apariciones en escenarios, radio y TV, fue fiel a la música que sentía como auténtica porteña. Algunas composiciones, como Llamarada pasional, con Stamponi, y Decíme, Dios, dónde estás, con

Sucher, la revelaron como letrista. Retirada desde hace largo tiempo, pasa sus días en la Fundación Favaloro como una reliquia del pasado.31 17 - Rosita Melo y su vals "Desde el alma

En medio de la avalancha de tangos y milongas -a veces alguna ranchera -los valses criollos, románticos y pegadizos, matizaban el recio compás del dos por cuatro. Rosita Melo, nacida en el Uruguay en 1900 y habitante de la Argentina desde 1904, fue la autora del célebre vals Boston -así era definido- Desde el alma. Lo había compuesto casi como un juego, en 1917, improvisando con el piano. Cuando, casada en 1922 con el poeta Víctor Piuma Vélez éste escribió la letra para el vais, la obra pareció quedar completa. Pero un día de 1948 Homero Manzi llamó al matrimonio Píuma Vélez pues quería incluir la pieza en la película Pobre mi madre querida para que la cantara-Hugo del Carril. Necesitaba una letra que hablara de amor, y que escribió el propio Manzi. El vals figuraba en todos los repertorios pianísticos caseros de ese tiempo y ha quedado como un clásico perdurable que siempre logra conmover a los corazones sensibles, Por cierto que Rosíta Melo compuso algunos tangos, que no alcanzaron la difusión de Desde el alma, pero mencionar este título es nombrar a Rosita Melo o María Rosa Mele, su verdadero nombre-, fallecida en Buenos Aires en 1981. 18 - Otros nombres, otras glorias

"Los años locos” fueron prolíficos en figuras del mundo artístico que merecen ser evocadas. Ellas, a la par de quienes venían de otras geografías a deslumbrar con su fama, se abrieron camino y muchas, a su vez, abordaron aquellos vapores que nos unían con Europa y se lanzaron a la aventura. Orquestas, autores y can colocaron una cabeza de puente y lograron afianzar el tango a fuerza de tal sacrificio. CELIA GÁMEZ fue una de estas artistas privilegiadas y mimadas por el publico. Había nacido

en la Argentina en 1905, pero, curiosamente, hizo su fama en España , adonde viajó en 1929. Era muy celebrada y ganó mucho dinero, que dilapidaba en los casinos. Entre los primeros tangos que cantó estaba A media luz y compartío la escena con Gloria Guzmán, Carmen Lamas, Iris Marga en algunas de sus visitas país al natal. Falleció en Buenos Aires, en un geriátrico, en 1992, cuando ya recordaba sus glorias.

MARÍA ESTHER GAMAS es una reliquia viviente de la época de oro del tango, cuando las revistas y sainetes eran la plataforma de lanzamiento de cancionista y vedettes. María Esther nació en Rosario en 1911, comenzó su carrera a los diez años y no la abandonó hasta mucho después tras haber actuado en las temporadas del Maipo, el Porteño, el Variedades y otros escenarios. Participó en las famosas comedias musicales de Francisco Canaro, entre ellas Rascacielos y Tangolandia. Trabajó en cine desde 1931, cuando intervino en Luces de Buenos Aires, la película de Carlos Gardel filmada en Francia junto con Sofía Bozán y Gloria Guzmán. Retirada hace muchos años, vive junto a su hija María Rosa Fugazot evocando la historia que le tocó compartir con otras figuras entrañables del pasado teatral porteño.

EBE BEDRUNE fue un caso muy poco frecuente en la historia de las mujeres tangueras. Hija de un director de orquesta de Rosario, tenía veinte años cuan puso al frente del conjunto para reemplazar al padre enfermo y no tardó en venir a Buenos Aires. Vestida con elegantes atuendos masculinos y con su melena dorada, fue personaje destacado del ambiente musical. "La mujer tango" -así la llama estuvo algunos años en el primer plano de la atención en radios, teatros y confiterías. Luego se retiró y falleció en Buenos Aires el 8 de enero de 1996, tras medio si su meteórico comienzo.

CARMENCITA CALDERÓN bordó arabescos con sus piernas de danzarina intuitiva. Comprendió el tango y lo bailó junto a los mejores compañeros, durante muchos como un desafio a quienes intentaban descifrar los cortes y quebradas, los ochos sentadas y demás asombrosas figuras que dibujaba con el compañero del momento. Benito Ovidio Bianquet, conocido como El Cachafáz, tuvo con Carmencita momentos de gloria en nuestro país y otros de América, en los teatros de revistas porteñas cine, en bailes elegantes y no tanto, El Cachafáz murió en 1942 en una actuación Mar del Plata y la célebre pareja quedó en la historia del tango bailado cor sorprendente recuerdo.

BEBA BIDART fue otra bailarina de tango -también cantante- que deleitó su elegancia y gracia. Debutó como corista en el Teatro Casino y fue conquistando posiciones hasta ocupar la marquesina del Nacional, En TV, donde se lucía bailarina en Tropicana Club acompañada por el gran Ángel Eleta , comenzó a cantar tangos en estilo canyengue. Puso un boliche, "Taconeando", que animaba con su simpatía habitual. Falleció en 1994, a los setenta y un años.

Habían pasado muchos años desde que el tango se bailaba "entre hombres” como lo certifican fotografías de principios de siglo, pero, según un autor, se hacía para que los muchachos perdieran su timidez y no hiciesen papelones cuando “sacasen" a las muchachas. Nada de ambigüedad sexual, entonces, y sí ganas de aprender debidamente el baile. Pero lo importante era despojar al tango de todo halo pecaminoso y se llegó a presentarlo ante el Papa Pío XI, que daría la palabra final. Así fue como, en 1924, el embajador Daniel García Mansilla, acreditado ante el Vaticano, llevó a Casimiro Aín, el famoso vasco, para que hiciese una demostración. Con toda su fama, Aín era el indicado para mostrar que el baile, reprobado por la Iglesia, no tenía nada de pecaminoso. Acompañado por una empleada traductora de la embajada, Aín bailó Ave Maria, de Francisco Canaro. Por supuesto, ese tango, despojado de todo adorno sensual, mereció la aprobación del Papa. 38

Ya nadie pone en duda la belleza intrínseca del baile que ha embelesado a todo el mundo. Desde los humildes “peringundines" de los tiempos heroicos, pasando por los más empinados cultores que le dieron jerarquía de arte indiscutible en escenarios que no permiten la menor discusión; desde "la Calderón", pasando también por Beba Bidart y Eleonora Cassano, que trajinó las tablas del Maipo con suprema gracia, las bailarinas de tango pusieron la sal y la pimienta en brazos de los orgullosos compañeros del dos por cuatro. 39

19 - Las herederas de las "mitológicas"

Muchos hombres han ido quedando en el camino, merecedores de una semblanza. Entre las

del pasado, por ejemplo, ocuparon también un espacio no desdeñable en la vida artística de los años'20,'30 y'40: Adhelma Falcón, la hermana de Ada, popular figura de la radio; Mercedes Carné, que hizo música internacional y tango, actuando en novelas radiales y grabando discos con importantes orquestas; Juanita Larrauri, que empezó en 1931 y se convirtió en estrella de la radio para dedicarse después a la política y llegar a senadora nacional por Entre Ríos en las primeras elecciones en que votaron las mujeres; Anita Palmero, andaluza de trajinada vida, que logró éxito y dinero; Fedora Cabral, otra figura con activa trayectoria; Chola Bosch, Zulema Ucelli, Tita Vida¡, Herminia Velich, Tita Galatro, María Turgenova , Fanny Loy. La lista podría completarse con más nombres y agregar los de María de la Fuente, Carmen Duval, Chola Luna, Alda Denis, Susy Leiva, Alba Solís, que supieron mantener en alto la jerarquía del tango. 40

La mujer continúa ocupando su espacio de maneras diversas. Como protagonista de las letras -esto es un estudio aparte- a veces en el rol de víctima, otras en vengadora. Hay intérpretes que siempre revalidan sus títulos de estrellas, tal Virginia Luque, quien en cada aparición muestra su invariable talento. 41

Innecesario es resaltar la magnífica trayectoria de Eladia Blázquez, que, a través de una prolongada y ascendente actuación como música, intérprete y poeta logró dar un sello cautivante a la canción de Buenos Aires, proyectándola hacia ámbitos lejanos. 42

A la manera de broche para una apretada reseña, es pertinente señalar una nota periodística reciente que pone el acento en nuevos avances femeninos dentro del ambiente tanguero. Son cantantes, instrumentistas, adaptadoras y autoras que han venido mostrando una realidad estimulante que, como bien se dice, tuvo a Paquita Bernardo como pionera. Y, por supuesto, la historia continúa... 43

CITAS 1.FRANCISCO GARCIA JIMÉNEZ, 'La Navidad de' La morocha"', La Prensa, Buenos Aires 1965. JOSÉ GOBELLO, Tangos, letras y letrístas 1, Buenos Aires, Plus Ultra, 1979. 2.ESTELA DOS SANTOS, La historia de/ tengo. Las cantantes, Buenos Aires, Corregidor JOSÉ GOBELLO, "Las mujeres del tango', Lyra, Buenos Aires, Año XXXIII, NI, 321-322,197 3.BLAS MATAMORO, 'Las cancionistas del tango", Lyra, cit, 4.FRANCISCO SUAITER MARTINEZ, Buenos Aires, ciudad y provincia, Buenos Aires, Biblioteca Nueva, 1942, p. 99. 5.ROBERTO B. CUNNINGHAME GRAHAM, El río de la Plata, Buenos Aires, Joaquín Gil Editol p. 181, Cap. 'El tango argentino". 6.ANDRÉS M. CARRETERO, Tengo, testigo social, Buenos Aires, Librería General de Tomás 1995. Cita a Jacques Boulanger, De la walse au tango, París, 19201 y Les possedées, París 7.JOSÉ GOBELLO, Conversando tangos, Buenos Aires, Peña Lillo Editor, 1976. 8.JOSÉ GOBELLO, JORGE A. BOSSIO, Tangos, letras y letristas 1, Buenos Aires, Plus Ultra, 9,MARIA ESTHER PODESTA, Desde ya y sin interrupciones (Memorias), Buenos Aires, Corregidor 1985. La foto de tapa muestra a la actriz con el violín, que aparentaba tocar en la obra (192 P. 85. 1O .JOSÉ GOBELLO, Conversando tangos, cit,, p. 107. 11 MARIA ESTHER PODESTÁ, ob. cit., p. 92 y sig. 12.GOBELLO y BOSSIO, Tangos... 1, cit., p. 172. 13.Caras y Caretas, Buenos Aires, 19/4/1924. 14.TINA HELBA, Un paseo por el teatro argentino, Buenos Aires, Artes Gráficas Corín Luna La Razón, "Cuarenta años después', 4/1/1968 (se refiere al Maipo como centro revisteril, inició este género en 1928). 15.JOSÉ GOBELLO, Tangos, tetras y letristas 5, Buenos Aires, Plus Ultra, 1995. La Nació 1970. DOS SANTOS, ob. cit. JOSÉ BARCIA, Tengo, tangueros y tangocosas, Plus Ultra, 1976 16.LUIS ALPOSTA, "Rosita Quiroga'. Comunicación académica NI' 1093, del 511011985, a la A Porteña del Lunfardo. DOS SANTOS, 'Rosita Quiroga, un estilo de chamuyo arrabalero', 1011987. 17.Los Grandes del Tengo. Mercedes Simone, Buenos Aires, Año 1, NI' 16, febrero 19 Nación, 'Murió Mercedes Simone, una gran voz del tango", 311 011 990. JORGE GOTTLING, ayer Mercedes Simone', Clarín, 3/10/1990. 18.Los Grandes del Tango, Buenos Aires, Año 1, NO 14. LIBERTAD LAMARQUE, Autobk Javier Vergara Editor, 1986. 19.IRENE AMUCHASTEGUI,'LA increíble historia de Ada Falcón', Clarín, 17/8/1995. E. DOS SA ob. cit., p. 2287. Los Grandes de/ Tango, cit. NI' 24, abril 1 99 1. 20.La Nación, "Por Tenía, el tango quedó sin voz", 19/2/1999. Los Grandes del Tango, cit., AA 45, septiembre 1991. 21 El Hogar, "La que sueña con París. Entrevista fotográfica con Sofía Bozán". 21/12/1932 Prensa, 'Sofía Bozán, gracia y espontaneidad", 25/6/1989. 22.Ibídem, p. 2387. 23.Ibídem, p. 2299. 24.Ibídem, p. 2350. Págína l2, 'Se suicidó Sabina Olmos. Por siempre Margot', 15/1/1999. 25.DOS SANTOS, ob. cit. IRENE AMUCHÁSTEGUI, "Neily Omar, Gardel con polleras". Clarín, 1994. MÓNICA MARTIN, "la novia del tango", Víva, Revista Clarín, 111 2Jl 996. 26.LILY SOSA DE NEWTON, Diccíonario biográfico de mujeres argentinas, Buenos Aire Ultra, 1996. JOSÉ BARCIA, ob. cit., p. 53. 27.RICARDO M. LLANES,'Recuerdo de la primera bandoneonista porteña". La Prensa, 14111 La Gaceta, Tucumán, "La primera dama que sedujo con el tango', 15/4/1990. DOS SANTOS, ob. Cit., p.2241. RUBÉN PESCE, "Paquita Bernardo, bandoneonista, en el cincuentenario de su muerte ed. citada. 28.LILY SOSA DE NEWTON, ob. cit. 29. Tengo, 100 años de historia, Vol. 1, Editora Conosur, Buenos Aires, 1992. GOBELLO, Conversando tangos, cit., p. 129. 30.TITA MERELLO, La calle y yo, Buenos Aires, Kier, 1972. 31.DOS SANTOS, ob. cit., p. 2372. La Gaceta, 'Una mujer llena de coraje y vida", Tucumán, 11/10/ 1992. CLAUDIO ESPAÑA, 'Tita Merello cumple felices noventa años", La Nación, 9/10/1994. TITA MERELLO, op. cit. 32.JOSÉ GOBELLO, Conversando tangos, cit., p. 53. 33.La Nación, "Falleció Calla Gámez, mítica figura de la canción española", 11/12/1992. 34 IRENE AMUCHÁSTEGUI, "María Esther Gamas, la primera bataclana", Clarín, 21/4/1996. 35.Clarín, 'Murió Ebe Bedrune, la mujer tango', 10/1/1 997. 36.JOSÉ GOBELLO, Conversando tangos, cit., p. 39. 37.PEPE ELESENNE, 'Beba, tanguera de ley", La Razón, 29/8/1994. 38.ABEL POSSE, "Lejanas batallas del tango", La Nación, 15/9/1997. 39.FRANCISCO GARCIA JIMÉNEZ, El tango. Historia de medio siglo. 1880-1930. Buenos Aires, Eudeba,1965. 40.Ver la exhaustiva obra de ESTELA DOS SANTOS, La historia del tango. Las cantantes, ya citada. 41.La Nación, "Virginia Luque, el tango dicho al oído", 5/10/1997. 42.VARGAS VERA, RENÉ,'Rinaldi, en la cumbre', La Noción, 11/8/1999. 43.La Gaceta, Tucumán, "Eladia Blázquez, una mujer que no se cansa de soñar y de dar amor', 12/ 7/1987. La Mago Colección, "Las voces femeninas han recorrido un largo camino. Eladia Blázquez", agosto 1994. JORGE GöTTLING, 'Eladia, una manera de querernos y aceptarnos'. Clarín, 13/4/ 1989. 44.La Nación, 'El otro sexo del tango', 30/7/1999.

RELACIONES DE GÉNERO Y PRÁCTICAS PÓLITICAS. PRESIDENTAS DE COMISIONES VECINALES DE UNA CIUDAD

ARGENTINA DE PROVINCIA

Gender relations and political practices, presidents of neighbourhood counclis of an Argentinian Provincial Town

María Herminia Beatriz Di Liscia.

Directora Instituto Interdisciplinario de Estudios de la Mujer Facultad de Ciencias Humanas. Universidad Nacional de La Pampa.

Resumen

En este artículo se intenta caracterizar las modalidades de participación de las mujeres en las

comisiones vecinales de una ciudad de provincia del interior argentino y cómo inciden y se construyen las relaciones de género vinculadas a esa participación. Palabras clave: género, participación, comisiones vecinales, política. Abstract

This article we try lo characterize the different ways in which women join in the neighbourhood councils in a city of Argentina. Besides, is important to remark the roles they do and practices related with the gender relations. Key words: gender, participation, neighbourhood councils, politics. Sumario:

1 - Mujeres en la provincia de La Pampa - 2 - Las comisiones vecinales y la municipalidad - 3 - Las comisiones vecinales y sus presidentas - 4 - Acción social municipal - 5 - Perfil de las presidentas y como llegan a serio - 6 - La burocracia municipal - 7 - Cualidades femeninas, tareas y participación en las comisiones.

En este artículo se intenta caracterizar las modalidades de participación de las mujeres en las

comisiones vecinales de una ciudad de provincia del interior argentino y cómo inciden y se construyen las relaciones de género vinculadas a esa participación.

Organizaciones de mujeres y su presencia en la vida urbana y en el espacio local ha sido un tema que ha tenido un importante desarrollo dentro de la literatura e investigación en América Latina, ya sea como movilizadoras de grupos para la toma y recuperación de tierras; la organización del espacio y la gestión de servicios públicos, como así también en el rol de líderes barriales para resolver necesidades de subsistencia y servicios sociales: ollas populares, comedores y roperos comunitaríos,etc. (Herzer y Feijoó, 1990; Raczynski y Serrano, 1992; Aguiar, 1990 y Massolo, 1994), Las características de estos trabajos es que están situados en grandes conglomerados urbanos y generalmente son sobre grupos de mujeres pobres exclusivamente. Estos estudios buscan reflejar también las diferentes modalidades de responder frente al ajuste y la redefinición de los géneros.

Nuestro tema está anclado en la participación de las mujeres en el espacio local pero tiene características diferentes: se trata de una pequeña ciudad de provincia -aunque es la capital de la misma- , las organizaciones no son exclusivamente de mujeres, han nacido al calor del poder municipal y sus miembros pertenecen a sectores medios, medios empobrecidos y bajos. A partir de estos aspectos, se busca identificar las formas de participación y las prácticas políticas que se llevan a cabo. Pretendemos aproximar elementos para llenar un vacío en el área de conocimiento de las prácticas públicas de mujeres a partir de su inserción en organizaciones comunitarias de servicios: las Comisiones Vecinales.

Por otra parte también, presentaremos el análisis desde una realidad donde las políticas de ajuste comenzaron a aplicarse más recientemente que en otras provincias argentinas y donde los efectos de la crisis son moderados. En la provincia de La Pampa, los índices de pobreza y de desempleo son bastante inferiores a la media nacional y, si bien se han producido cierres de industrias y el sector público ha implementado sistemas de retiros voluntarios, este último aún sigue sosteniendo -a partir del empleo estatal- a gran parte de la población. Los salarios públicos se abonan puntualmente, los servicios estatales de salud cubren medianamente a la población históricamente demandante y a los sectores medios empobrecidos en los últimos años.

Esta sucinta descripción tiene por objeto situar nuestro estudio, a fin de que se pueda interpretar los elementos que influyen y condicionan la participación de los actores sociales, Por otra parte, el contexto desde donde se realizará el análisis está enmarcado en las siguientes cuestiones: las características de la provincia de La Pampa (Argentina) y de su ciudad capital (sede del estudio) con relación a la presencia /ausencia de las mujeres en los espacios públicos, políticos e institucionales y las relaciones con la Municipalidad, organismo político de contacto directo con las Comisiones Vecinales.

¿Qué modalidades de participación tienen mujeres de sectores medios y bajos en una ciudad y una provincia donde no hay movimiento de mujeres, donde la participación formal en partidos políticos y en otras organizaciones es escasa y también escasas las trayectorias? Se intentará dar respuesta a esto a través de interpretar las valoraciones que ellas manifiestan, sin realizar comparaciones que las encuadren con mayor o menor conciencia con respecto a otros grupos de mujeres de otras geografías y otras experiencias. 1 - Mujeres en la provincia de La Pampa

La presencia de las mujeres en espacios no tradicionales ha sido esporádica. En la década del '20 un Comité exclusivamente femenino luchaba Provincialización del territorio paralelamente a las acciones masculinas, La local las registra escuetamente y no se conocen documentos de esta experiencia. Como en muchas provincias del país, el acceso al voto implicó una importante participación en la Legislatura en el año 1951 y 1953 (8 diputadas mujeres en los que además La Pampa se constituye en provincia. También como en país, esa participación mermó en forma importante.

La década de los'70, muestra la aparición de una organización específica de mujeres: se forma la filial de la UMA en la ciudad de Santa Rosa. Esta organización constituida por mujeres de sectores medios y medios bajos, tuvo una corta actuación, ya que desapareció en la época del golpe militar.

La recuperación democrática de los años'70, encuentra a las mujeres ir en algunos movimientos sociales, como el de Derechos Humanos, aunque el protagonismo femenino que tuvo en los grandes conglomerados urbanos,

Con la profundización de la crisis económica que se agudiza a fines de 1 se forma la Agrupación de Amas de Casa, cuyas preocupaciones principales luchar contra la carestía de la vida. Este grupo, formado por mujeres de inserción popular, tuvo también una corta vigencia (Di Liscia, 1993).

El contexto entonces nos muestra una provincia donde no se ha constituido movimiento de mujeres, la trayectoria y presencia es escasa y donde tampoco existen organizaciones no gubernamentales que se ocupen de la problemática de la mujer.

Sin duda no puede dejar de mencionarse la aparición del Movimiento de Mujeres Agropecuarias en Lucha, iniciado en esta provincia a poco del triunfo electoral del gobierno de Menem y hoy con una red que incluye mujeres de gran parte provincias argentinas, expresando una postura de enfrentamiento contra la económica del gobierno actual.

En las dos organizaciones específicas de mujeres (Agrupación de Amas de Casa y Mujeres Agropecuarias), las mujeres se encuentran posicionadas desde su rol familiar, como madres, y como tales, defensoras de la vida, de la familia, del sustento y de la integración familiar. Reclaman ser parte interesada en organizar y gobernar la sociedad a partir de su inserción doméstica y de las capacidades específicas que entienden devienen de tal inserción. Podemos decir entonces que la interpretación que hacen de sus intervenciones, prácticas y de su presencia posee el carácter de evidencia en el ejercicio del poder y la política. « Movilizadas; convocadas a participar, mayoritariamente en torno a lo que es apropiado para mujeres en la sociedad, su participación ha quedado registrada más bien como prolongación de las responsabilidades maternales, éticas y valóricas que en la sociedad que como expresión de una forma particular de ejercicio del de la política.» (CEPAL, 1996) 2 - Las Comisiones Vecinales y la Municipalidad

Los movimientos y organizaciones vecinales tienen un importante desarrollo en estas últimas décadas. Asociados a las transformaciones que supone la vida urbana, relacionan los problemas de la vida cotidiana y los servicios esenciales de las personas concretas (el agua, la luz, el gas, la seguridad, etc.) con el organismo de poder local. Las organizaciones vecinales son las que establecen nexos, canalizan demandas, y en algunos casos, frenan conflictos que podrían suscitar los vecinos hacia el poder político.

El nivel más desagregado de planificación y ejecución de las políticas públicas se constituye en el Municipio, ámbito ligado a la problemática cercana y agente primordial del desarrollo local. Por su carácter local está expuesto a ser la arena cotidiana de los conflictos sociales y se convierte por tanto en un ámbito central para que el poder constituido regule la acción y participación de los agentes sociales.

Los municipios latinoamericanos, sobre todo en las grandes ciudades y en las capitales de provincia se han constituido en los últimos años en importantes agentes de acción política y social. En el análisis de su funcionamiento, se advierte que el poder local aparece como un poder más cercano, menos frío y abstracto que el del gobierno nacional, con una gestión que es más visible y más fácil de evaluar. Es también una instancia a la que es posible plantear desde problemas cotidianos como ruidos molestos o falta de recolección de basura- hasta los grandes problemas sociales, como el de la vivienda, salud, minoridad, educación, etc.

Pensemos que en la ciudad donde se desarrolla nuestro estudio, las relaciones interpersonales son más directas y menos formales. Por otra parte, al ser un espacio más recortado -por lo tanto menos comprometido- y vinculado a los valores de lo comunitario y solidario, aparece más propenso para la participación de las mujeres.

Los primeros antecedentes encontrados con respecto al funcionamiento de las comisiones vecinales en la ciudad de Santa Rosa, datan de 1963 (la redacción de la primera ordenanza referida al tema), aunque recién diez años más tarde, coincidentemente con el gobierno democrático, se organizan las primeras. En 1974 se constituyen 9 comisiones, todas ellas con integrantes mujeres. El próximo antecedente aparece recién en 1988-89, cuando, desde la Municipalidad, se divide a la ciudad en 19 comisiones.

Las Comisiones actuales se rigen por la Ordenanza N. 792190 del Consejo Deliberante de la Municipalidad de Santa Rosa, cuyo objeto es regular la creación y funcionamiento de las mismas. En esta ordenanza se normaliza -entre otros aspectos ~ la elección de las autoridades (que deberá ser por elección secreta con listas y no por asambleas como en las comisiones anteriores) y se

faculta al Departamento Ejecutivo a determinar la extensión territorial que abarcará cada comisión vecinal.

La ciudad de Santa Rosa ha tenido en los últimos años un importante crecimiento, por lo cual las necesidades de servicios públicos, espacios verdes, mejoras viales, infraestructura, etc. se han multiplicado. La Dirección de Asuntos Vecinales (creada en 1991) se ha constituido en el puente para canalizar las demandas y «ordenar» el desarrollo social y urbano. En función de esto es que ha realizado un trazado delimitando barrios de la ciudad para constituir comisiones. Al momento hay funcionando 33 Comisiones Vecinales, de las 39 planificadas. De estas 33, sólo 9 son presididas por mujeres, más de la mitad cuentan con mujeres en otros cargos especialmente en el de secretarías.

Por ser organizaciones de servicios, las Comisiones Vecinales son espacios que aparecen legitimados dentro del escenario local. Por sus orígenes liga Estado Municipal y por la actuación que han desarrollado hasta ahora, no aparecen como organismos de contestación, sino como formas actuales de participación ciudadana, aceptados por la comunidad, por lo cual pueden ofrecer un campo pi para la inserción femenina. Según puede observarse en el siguiente cuadro, últimos cuatro años ha aumentado la participación de las mujeres, tanto presidencia como en las comisiones directivas. Año Comisiones C/Presid.Fem. C/Part.Fem. 1993 23 3 11 1994 25 3 16 1996 32 5 24 1997 33 9 26 1998 33 9 27 3 - Las Comisiones Vecinales y sus presidentas

Se ha compilado material documental sobre la organización y funcionamiento de todas las comisiones y se ha entrevistado a todas las mujeres que han sido presidentas durante 1996 y 1998. Así la muestra femenina quedó constituís trece mujeres pertenecientes a doce comisiones vecinales.

De acuerdo a la estratificación socioeconómica realizada por la Encuesta Permanente de Hogares, perteneciente a 1993, la ciudad de Santa Rosa está divido cuatro estratos: medio alto, medio medio, medio bajo y bajo. La distribución presidentas entrevistadas, de acuerdo al estrato de la comisión es la siguiente Estrato medio alto: 1; Estrato medio medio: 3; Estrato medio medio y medio bajo: 1; Estrato medio bajo-. 4; Estrato medio bajo y bajo: 2 y Estrato bajo: 1.

También se conformó una muestra intencional masculina, integrada presidentes y dos miembros de comisiones distintas de las presidenta seleccionados a partir de pertenecer a comisiones vecinales de carácter¡ similares a las presididas por mujeres. En ambas muestras la información recogida en entrevistas semiestructuradas. En la muestra femenina también realizaron dos reuniones grupales de las que participaron además de las presidentas algunas vicepresidentes y secretarias, totalizando 20 mujeres entrevistadas. 4 - Acción social municipal

A través de la Secretaría de Gobierno y Acción Social y más específica de la Dirección de Acción Social, la Municipalidad de Santa Rosa tiene una amplia red de programas sociales a partir de los que realiza una serie de acciones de asistencia y promoción comunitaria. Estas se concretan a través de los Centros de Acción Social que atienden las solicitudes de los pobladores, que están distritos en varios barrios (son circunscripciones mayores que las comisiones vecinales ) y de programas específicos.

Sin pretender realizar una enumeración exhaustiva, diremos que hay programas de apoyo alimentarlo para familias carenciadas, ancianos y niños, comedores escolares y comunitarios, guarderías, reducción de tasas y contribuciones municipales, recreación y deportes para niños y ancianos, etc. En muchas oportunidades la Municipalidad convoca a las Comisiones Vecinales para la organización y apoyo de estas actividades, estas convocatorias, sin embargo, no son interpretadas de la misma manera por todas las comisiones. También, aunque se elude el tema, se plantea desconocimiento o se lo niega rotundamente, algunos/ as integrantes de las comisiones son asalariados las municipales o contratados para actividades especiales, lo que supone una forma clara de cooptación del poder local sobre los representantes barriales. 5 - Perfil de las presidentas y cómo llegar a serio

En gran parte de nuestras entrevistadas, la participación en la comisión vecinal ha estado precedida de una sede de experiencias previas, sobre todo en instituciones intermedias: cooperadoras escolares, benéficas, comisiones barriales por asuntos específicos. La mitad es militante de partidos políticos (sólo una fue concejal y llegó a ser presidenta de¡ Consejo Deliberante por un breve período) y dos en sindicatos.

Sólo una es exclusivamente ama de casa, las demás trabajan, algunas en relación de dependencia con el Estado y las restantes son comerciantes. Son mujeres maduras (entre 40 y 60 años), 5 están separadas, 7 casadas y una es soltera. La etapa de la crianza de los hijos ya ha sido superada por la mayoría de ellas, y así lo relata Emilce:

«la mujer tiene dos etapas en la vida: una cuando sos madre, que tenés bebitos, bueno, como habrás notado, yo soy una mujer muy de la casa, entonces a pesar de haber siempre trabajado, haber atendido el negocio, siempre he dejado el espacio para leerles los cuentos a mis hijos, tenerles su tiempo. En un momento de esos, haber ocupado un puesto como el de ahora, me hubiera sido muy difícil».

La mecánica de acceso a la presidencia de una comisión vecinal, según prevé la ordenanza, es a partir de la formación de listas y a través de votación cuando hay más de una lista. En los casos analizados, sólo en cinco oportunidades se realizaron elecciones, en los restantes las listas accedieron a la comisión sin este proceso. Esta situación no parece estar asociada a la condición de género de quienes presiden la comisión, pues sucede tanto en el caso de mujeres como de varones, ni tampoco con respecto a la antigüedad del barrio. La razón podría encontrarse en la existencia de modalidades más participativas y movilizadas en algunos barrios hacen que se conformen más de una lista y se concreten las elecciones.

Gran parte de las mujeres manifiestan el pedido del barrio para aceptar el cargo, otras, la existencia de elecciones en reuniones previas a la formación de las listas, en la que han competido siempre con otros varones. En el primer caso, las mujeres relatan no haber deseado ni buscado la presidencia, sino que su voluntad era trabajar por el barrio y que los vecinos les solicitaron que ocupara el cargo. Estas mujeres asumen a partir de una disponibilidad subjetiva, el desafío de conducir una comisión barrial, Entienden, como constitutivos de su propia naturaleza femenina y de las mujeres en general, la existencia de cualidades especiales que las habilitan específicamente para llevar a cabo estos roles, Estas creencias que establecen una superioridad femenina, sin embargo refuerzan una legitimidad diferente tarea más al servicio hacia los otros, no identificándoselas como actividad políticas.

Nélida: A mí me parece que la mujeres en muchas cosas, en los problema comunidad, entiende más, creo que sabe donde buscar las soluciones, no está más dotada psicológicamente o qué para entender los problemas. veces cuando discutimos los problemas en la comisión, desde el punto de que lo ve el hombre y el que lo ve la mujer, algunas cosas son diferentes. »

Otras explicaciones, como la de Amelia, alientan también el estereotipo fe que asocia a las mujeres con subterfugios, acciones encubiertas, mezcla de privacidad y semi publicidad, argucias para lograr la presidencia.

« Y bueno, te repito, yo trabajé con bastante picardía, fui y hablé con cada uno de los integrantes que son 24, uno por uno, muy calladita, sin hacer ningún alharaca ni propaganda y traté de rescatar los mejores de la lista que habla mi esposo en el'93. Ninguno me dijo que no, hoy en día están todos los que YO rescatables en la cv.

- Cuando te presentaste a elecciones tuviste alguna lista opositora? - Amelia: No, por eso te digo, que lo hice todo tan calladita que nadie se e nada más que los 24

integrantes».

Una vez que son presidentas, hay una preocupación común: lograr que la de¡ barrio participe y «se acerque». ¿Qué mecanismos se utilizan para esto? R el barrio y visitar a los vecinos, sobre todo «escucharlos», organizar actividad recreativas que nucleen a la gente, planificar y priorizar las necesidades que s relevado en los censos previos a la asunción y difundir, a partir de gacetillas y boletines, lo realizado. Estas formas legitiman su accionar y ellas se sienten partícipes de problemas y penurias no sólo de la vecindad sino de personas y familias particulares, a la vez que las informan de las complejidades y los cambios en la sociedad.

En las comisiones con presidencia masculina, por referencias de mujeres otras comisiones, hay una delegación constante de los hombres de todo tipos tareas, en algunas mujeres que son líderes naturales del vecindario, Al preguntarse por qué estas mujeres no fueron presidentas -o al menos candidatas-, la respuesta más común es que no quisieron.

Las Comisiones, al ser organizaciones mixtas, plantean un perfil multifacético generan una rica y compleja dinámica de interacción social entre los género mayoritaria presencia femenina en las tareas concretas pone en evidencia solamente las razones, intereses y capacidades de las mujeres sino posibilidades de acción y los resquicios que ellas se dan para actuar, tanto e organizaciones como en los hogares. 6 - La burocracia municipal

Al indagar cómo son las relaciones con la Municipalidad mujeres y va coinciden en señalar a la burocracia como el principal problema. El tener que se una serie de pasos y trámites, esperas, redacción de notas y entrevistas funcionarios se convierte en una inversión de tiempo que no es pagado por nadie que supone salir del trabajo o dejar la casa. Las resoluciones y solicitudes que se originan en el barrio demoran muchos meses en ser respondidas.

El contacto permanente con los vecinos permite buscar los canales más rápidos y adecuados para resolver necesidades sociales urgentes (familias indigentes, niños golpeados, ancianos solos) como también ser las co-ejecutoras de algunos planes asistenciales de la Municipalidad. La magnitud e importancia de¡ trabajo es valorada por estas mujeres que coinciden en que «les hacemos un gran trabajo a la Municipalidad, y gratis». « Yo les frené una nota que te iban a sacar los vecinos al intendente, y bastante dura», explicó Matilde. Otra presidenta dijo: « Yo al intendente lo conozco de toda la vida».

Estas relaciones con el poder local, sólo en muy pocas oportunidades son evaluadas como relaciones políticas, advirtiéndose por ejemplo ciertas prerrogativas para algunos barrios y no para otros, pero no globalmente como pujas de poder. También, el conocimiento de funcionarios y el contacto en diferentes ámbitos con los mismos en esta pequeña ciudad, suaviza y /o modera lo que podrían constituirse en enfrentamientos en otros ámbitos donde las relaciones son más impersonales. 7 - Cualidades femeninas, tareas y participación en las comisiones

Las condiciones especiales que las presidentas destacan de sí mismas son trasladadas a las demás participantes de la Comisión. Así, varias consideran que han formado sus comisiones

mayoritariamente con mujeres porque son más trabajadoras, más dispuestas y pueden interpretar mejor las necesidades de la gente.

Una de ellas (separada) pretendió armar su lista exclusivamente con mujeres, aunque desistió ya que esas mismas mujeres le indicaron que tendrían problemas con sus maridos y que no sería votada masivamente por esa razón. A través de su experiencia concreta en la presidencia, ella insiste en que no se equivocaba. Para la mayoría de las presidentas, de algunos informantes claves entrevistados (funcionarios y presidentes) las comisiones, constituidas formalmente por 24 miembros terminan funcionando a lo sumo con diez, casi todas mujeres. Las presidentas actúan en combinación directa con las secretarias, ignorando a los vicepresidentes varones.

Si bien se admite que las dificultades en la participación está vinculada directamente con los roles domésticos, estos se cumplen igualmente y las mujeres buscan el tiempo para dedicarse a las tareas barriales: las cuestiones administrativas de notas y vinculaciones con la Municipalidad, la recorrida y visita a los vecinos, la formación de consorcios para el gas o el pavimento, la organización de festejos, etc. es cumplida sobre todo por mujeres.

La disponibilidad del tiempo para la tarea comunitaria es menos complicada para las separadas o la soltera. En el caso de las presidentas casadas, sin embargo, el tener hijos mayores (que en algunos casos no conviven con los padres) y relaciones matrimoniales más horizontales (por lo menos en estos aspectos) no les obstaculiza su trabajo en la comisión. Estas mujeres han construido parejas más democráticas que muchas otras de sus sectores sociales cimentadas a lo largo de los años junto y en relación a una serie de actividades que han llevado a cabo allá del hogar y el trabajo . Su propia historia entonces y el estar más desligadas de las labores hogareñas no sólo les posibilita la participación sino que no las culpabiliza. Por el contrario, disfrutan de su acción comunitaria y algunas bromean acerca ausencia de la casa. Nélida lo relata así:

«- Y su marido que dice del cargo? - Del cargo? (se ríe) que nunca estoy en casa, eso ya no lo puede solucionar él. Toda /a vida ha

sido así. Antes, cuando los chicos eran chiquitos, salíamos, mi mamá conmigo, salíamos a ensayar todas las noches y volvíamos a cualquier hora. Después seguía yendo él porque yo estaba en el consejo, yo tenía reunión del consejo. Nosotros hemos sido muy independientes en ese sentido, jamás hace un problema porque yo vuelva tarde ni yo a él porque vuelva tarde, nunca nos hemos dado motivos, hemos sido muy independientes. »

En las entrevistas realizadas a las casadas no se advierten conflictos oste con sus maridos, más bien, pactos o acuerdos apoyados en el cumplimiento tareas hogareñas o -en algunos casos- compartiéndolas, y una gran confía si mismas para desempeñar las tareas comunitarias, lo que les posibilita di de su tiempo.

En el patrón de socialización de estas mujeres, la política aparece con como una actividad que para ellas debe estar justificada -frente a sí misma su familia-, legitimada comunitariamente y enmarcada dentro de su rol de s de los demás. Sus prácticas, por lo tanto, remiten a referencias que no la de su papel de esposa y de madre. Como lo dijo Victoria, que lo remarcó en una entrevista: «Yo no te doy motivo a mi marido para que me reprocha porque cumplo lo que tengo que hacer como esposa».

Tampoco la interacción con los miembros varones de las comisiones grandes enfrentamientos, Más bien, ellos descansan en estas presidenta bien justifican la falta de tiempo de algunos varones o les reservan algunos t específicos vinculados a la fuerza física, porque ellas u otras mujeres no hacerlo,

¿Cómo puede ser interpretado esto desde la perspectiva masculina? Los entrevistados afirman categóricamente que tanto mujeres como varones realizar las mismas tareas en las comisiones y que en sus comisiones participan mucho las mujeres. Carlos (vicepresidencia ocupada por una mujer en su comisión) dice:

« Yo creo que las mujeres tienen el mismo rol que el hombre. Nosotros tenemos la secretaria que es una mujer, es la mujer que más trabajó al lado nuestro, de los hombres, Las mujeres tienen el mismo rol que el hombre, si bien que todo pasa por mí, las mujeres pueden hacer todas las tareas».

Esta apreciación que resulta muy autoritaria y responde al estereotipo masculino muestra un estilo de resolución de tareas y modalidades de ejercicio de participación que también llevan a cabo las mujeres presidentas. El liderazgo de presidentes y presidentas no sólo se ejercita en la presencia constante en el barrio canalización de asuntos concretos, sino que, quienes han armado su lista han recorrido el barrio no sólo para buscar apoyo eleccionario, sino para realizar un censo barrial que les requiere la municipalidad. Esto les permite conocer e las opiniones y necesidades de los vecinos, más que otros miembros de la funda la legitimidad de sus propuestas y finalmente de sus decisiones.

Como opina Massolo (1992),»las relaciones sociales de género son un crucigrama de pros y contras dentro de los hábitat populares y los movimientos urbanos (...). Esto es porque a ciertos hombres las mujeres les deben la primera mano fraterna que las ayudó a dar el brinco de cambio hacia espacios y objetivos de participación antes inimaginables». Así como las mujeres sufren agresiones de todo tipo (y algunas casi ni se advierten pues se consideran «naturales», otros las han estimulado a aprender, capacitarse, opinar, tomar la palabra en público, desenvolverse como actores sociales y políticos. Una de nuestras entrevistadas, Amelia (separada) manifestó: «Yo tengo que reconocerle a mi ex marido lo que él me enseñó, yo aprenda al lado de él, y ahora hago las cosas sola».

También puede observarse personalidades decididas y luchadoras que han conseguido en otras oportunidades logros positivos para el barrio, previamente al desempeño de la presidencia. Esto las posición a favorablemente no sólo junto a sus convecinos varones sino también con respecto a otras mujeres, que acompañan su accionar, más como ejecutaras que como decisoras «La Secretaria y yo definimos las cosas y luego se las presentamos a la comisión» o «en las reuniones me dicen: confiamos en lo que digas y en lo que decidas, te respaldamos en lo que hagas» son más o menos, con leves variaciones las formas que adoptan estas mujeres para tomar decisiones y ejecutarlas. Sin embargo, ellas dicen que intentan consensuar las decisiones, pero pareciera que en realidad, el proceso previo de evaluar medios y fines, costos y beneficios, corre por cuenta exclusivamente de las presidencias de las comisiones.

Esta racionalidad en algunos casos ha sido adquirida en las trayectorias anteriores a la participación en las comisiones, pero también en el propio trabajo en las mismas. Ellas dan explicaciones a sus prácticas sin realizar un discurso contestatario en términos de género. Así es que no es válido clasificar sus planteos dentro de una dicotomía tradicional o feminista, sino que creo que es la modalidad de construcción, acomodamiento y posibilidad que se está construyendo actualmente en estas mujeres provincianas y que, tal vez, más adelante se animen a verbalizar otras demandas que, no me atrevería a asegurar- por lo menos por la información contenida en esta investigación- que no existen o que no se plantean.

¿En qué medida o en qué aspectos se alude hacia la discriminación femenina? De las cinco separadas, tres reparan en algunas cuestiones que afectan la vida de las mujeres en general y muy tangencialmente al trabajo en las comisiones; para la soltera no es un problema relevante en cuanto a su propia experiencia, ya que por su trabajo (es ingeniera agrónoma) siempre ha tratado con hombres y «de igual a igual».

Las casadas, refieren a la discriminación en general no incluyéndose y cuando se trata de la labor vecinal, esta puede ser sorteada a partir de demostrar la concreción de acciones, lo que evidenciaría igualdad y la posibilidad de llevar adelante la comisión, mencionan también la inclusión de sus maridos en alguna tarea, tal vez para no despertar celos y no crear competencias.

La situación desventajosa de las mujeres (no preparadas para el espacio público, con escasa trayectoria en la política) se compensaría con las cualidades «especiales» (que provienen del

maternaje según las feministas maternalistas) y posibilitan una cierta igualación con los varones y un reconocimiento tanto de ellos como de sus congéneres. Algunas conclusiones

El estilo participativo en las Comisiones Vecinales supone el acceso posible mujeres maduras, que admiten que les agrada conducir la misma, pues encuentran ciertas posibilidades de autoestima consigo mismas, dentro d grupos de pertenencia y su familia. Pero esta posibilidad no supone plantear enfrentamientos ni rupturas de género, más bien son prácticas negociadas imagen tradicional femenina, remozada en estos nuevos tiempos con la salida laboral y la participación en instituciones.

Asumen sus tareas y dificultades con naturalidad, porque creen que tiene pelear como cualquier persona, sólo al preguntarles específicamente si a las m las cosas les cuestan más admiten que sí, pero sin enfatizarlo demasiadas. Las dificultades de las mujeres estarían compensadas por la creencia en sus especiales, que motivan su altruismo, y que ellas integran con su autoestima. El testimonio de Marta es revelador en este aspecto:

«Hay gente que no entiende la vocación de servicio, hay gente que se te dice para qué te metiste en la comisión, todo el tiempo trabajando, porqué no vas a hacer deporte. También hay que pensar en lo que dijo alguien de la vocación, porque es una vocación, pero también lo hacemos por nosotras, la gente tiende que también lo hacemos por nosotras, porque haciéndolo nos sentimos bien. En lugar de estar en la pileta tomando sol, estás en una fiesta del barrio, con calor. ¿Pero por qué lo hacés? Porque tenés capacidad de dar, te sentís dándolo, la gente no lo ve así, no se da cuenta. Uno lo hace por los demás , pero también por uno. »

Se ha podido también mostrar las características complejas del género femenino ya que este grupo de mujeres no parecen dominadas ni subordinadas y la tienen parejas mantienen relaciones de cierta autonomía y complementación.

Aunque participan en organismos surgidos del poder estatal patriarcal, que un tipo de participación (recortada, no autónoma, sin permitir rupturas con las concepciones de género predominantes), estas mujeres han procesado en sus experiencias personales una serie de cambios que se han operado en las últimas décadas, tal vez más lentamente que en las grandes ciudades, buscando a sus prácticas a las posibilidades que les marca la estructura social en la que inmersas. La participación en las Comisiones Vecinales manifiesta entonces modalidad de la presencia femenina en las organizaciones actuales, lo que también complejiza la visión de las organizaciones de mujeres.

Si bien nuestras entrevistadas están al tanto de los nuevos roles de las mujeres, ya sea a nivel nacional e internacional, no mencionan para nada las experiencia locales de sus congéneres. Esto les permite mostrarse informadas, pero a distantes y no comprometidas con las problemáticas que están más cerca. Ni reconoció la existencia de la Agrupación de Amas de Casa y tampoco se no las Mujeres Agropecuarias. El concepto tradicional y hegemónico de la política marginado el reconocimiento de los escenarios y modalidades que corresponden con los códigos convencionales, invisibilizando y quitando legitimidad a las acciones de las mujeres. En estas mujeres, la presencia e intervención otras comprovincianas y vecinas de sus propios barrios, no se registra como significativa y como contribución a la experiencia de las mujeres en general, reproduciendo la concepción tradicional de la política. Aunque en la construcción de su identidad, no se relata haber registrado la historia de mujeres cercanas, como las de su propia provincia, a algunas no se les escapa la posibilidad de marcar un camino para otras, como lo dice Mirta:

«Sí, la gente podrá pensar que una es tonta, que puede ocupara¡ tiempo en otra cosa, pero yo pienso que te das un ejemplo también a otras mujeres como para que se incorporen, no sé si a una comisión vecinal, pero en muchos lados se puede trabajar desde lo social, a alguien le

puede servir, si hay mujeres que el marido no las deja ir, que vea que hay mujeres que están participando y que pueda hacerlo, aunque sea en una comisión de cooperadora.

Estas mujeres, si bien con experiencias anteriores en cooperadoras escolares, algunas en sindicatos y otras en partidos políticos (experiencias sin duda nada desdeñabas para el género femenino), están construyendo prácticas políticas desde una institución de servicios, en un espacio público y publicitario, y a partir de estas prácticas, nuevas subjetividades que podrán retomar las que vengan más adelante. BIBLIOGRAFIA - Comisión Económica para América Latina y el Caribe, 1996: Mujer y Política: complejidades y ambivalencias de una relación. Documento LCIR.1643 - DI LISCIA, María Hermínia B., 1993: Participacíón en el espacio local Una organización de mujeres en la provincia de La Pampa, en Actas del 111 Coloquio lnterdisciplinario de Estudios de Género, Buenos Aires. - Di LISCIA, María Herminia B., 1995: Mujeres pobres frente al Estado Postsocial ¿protagonismo?. En: FERMENTUM. Revista Venezolana de Sociología y Antropología. Mérida, Venezuela. - FEIJOO, María del Carmen y HERZER, Hilda (compiladoras), 1991: Las mujeres y la vida de las ciudades. Buenos Aires, Grupo Editor Latinoamericano. - MASSOLO, Alejandra (Comp.), 1994: Los medios y los modos. Participación política y acción colectiva de las mujeres. México, El Colegio de México. - MASSOLO, Alejandra (Comp.) Por amor y coraje. Mujeres en movimientos urbanos de la ciudad de México, México, PIEM, El Colegio de México, 1992. - RACZYNSKI, Dagmar y SERRANO, Claudia, 1992: Abriendo el debate.- descentralización de/ Estado, mujeres y política social, en RACZYNSKI, DAGMAR y SERRANO, Claudia (editoras): Políticas sociales, mujeres y gobierno /oca/. Santiago de Chile, CIEPLAN. - SERRANO, Claudia, 1990: Mujeres de sectores populares en Chile, en Aguiar, NEUMA (compiladora): Mujeres y cisis. Respuestas ante la recesión .Venezuela, DAWN/MUDAR y Ed. Nueva Sociedad. - TORRADO, Susana, 1992: Estructura social de la Argentina, 1945-1983, Buenos Aires, Ediciones de la Flor.

Se trata de una parte de la investigación: «Participación y protagonismo en la política local. Las relaciones de género en las Comisiones Vecinales de la ciudad de Santa Rosa».

Comentario

"Llenar el vacío en el área de conocimiento de las prácticas públicas de mi a partir de su inserción en organizaciones comunitarias de servicios: las Cornis, Vecinales", es sin duda un propósito valioso y necesario. Valioso porque contribuye a poner en relevancia espacios y formas de participación de las mujeres de sectores medios bajos y pobres - que no presentan el 'glamour" feminista de organización movimientos de mujeres que despiertan particular interés y admiración -, como son las Comisiones Vecinales, mixtas y vinculadas al poder institucional de los municipio trabajo de Di Liscia. Necesario porque las lagunas de conocimiento son bache: obstaculizan el desarrollo de los estudios de la mujer y, en consecuencia, debilite bases de nuestras argumentaciones en los distintos campos donde hay que dar lucha por los derechos y la emancipación de las mujeres. Se destaca en este estudio la importancia del espacio local para la vida publica de las mujeres, al estar mas vinculado a los valores de lo comunitario y solidario propiciando la participación de las mujeres, que no surge de la nada sino de antecendentes de experiencias previas en instituciones intermedias. Interesante, además, el juego de las relaciones sociales de genero al interior de la dinámica de gestión de las Comisiones con la típica delegación de múltiples tareas a las mujeres en las Comisiones presididas por hombres hecho, comprobado en diversos estudios de otros países, de que las mujeres sepa o solteras, y aquellas que han constituido parejas mas democráticas, disponen de tiempo para dedicarse a las actividades de la organización vecinal, pueden desligarse mas de las labores domésticas y la participación no las culpabiliza, disfrutando acción comunitaria.

Magister Alejandra Massolo Socióloga - Universidad Nacional de/ Comahue

EL TRABAJO FEMENINO EN SU D0BLE DIMENSIÓN: DOMÉSTICO Y ASALARIADO

Double Constraints of womens activities:

Home work responsabilites and employment

Nélida Bonaccorsi Directora de/ Centro Interdisciplinario de Estudios de Género Facultad de Humanidades, Universidad Nacional de/ Comahue

Resumen En este artículo presento una exposición y reflexión sobre el mundo del trabajo de la mujer. Analizo por un lado, la desvalorización del trabajo doméstico, por ser gratuito, en una sociedad donde todo se mide por lo monetario. Y por otro lado, de que manera el lugar que ocupa la mujer en la familia se expresa en la discriminación en el mercado laboral para acceder a un puesto de trabajo o para capacitarse y ascender a lugares de planificación y determinaciones. Palabras claves: Trabajo asalariado, trabajo doméstico, división sexual del trabajo, producción reproducción, discriminación. Abstrat

Based on the complexity of women's duties, this paper examines the relationship between domestic, unpaid work and female labor force participation. Home based activities are often considered unproblematic, "natural", and thus unimportant as activities in a money-based economical society. At the same time, one implication is that women's household responsibilities can reinforce an exclusionary process that produces and maintains occupational segregation. Key words: paid work, home work, sexual difference on labor market, production/ reproduction, discrimination. Sumario: 1 - División sexual del trabajo - 2 - Producción/reproducción - 3 - Trabajo familiar/ trabajo asalariado - 4 - Discriminación ocupacional por género. Los estudios recientes sobre mujer y trabajo (Balbo, L. 1996; Witz, A. 1997; Rodriquez, A, 1998, entre otros) han abordado el trabajo femenino desde dos dimensiones, el doméstico y el remunerado, íntimamente relacionados en la vida cotidiana de la mujer. Una de las críticas que estas investigaciones realizan se refiere a que, al hablar de la mujer trabajadora, se deja de lado su otro trabajo, el familiar, debido a que en un sistema cuyos valores son los monetarios, se ignora las actividades gratuitas de las mujeres, por lo tanto se considera trabajo sólo el remunerado. Otro de los debates trata que el mundo del trabajo se centra en el hombre. Por lo tanto, la categoría de mujer trabajadora se diluye en el conjunto de la clase obrera como si ésta tuviera un solo sexo.

En general, se acostumbra mencionar el concepto neutro de clase trabajadora sin hacer ninguna referencia al sexo de los actores sociales, como si el lugar en la producción fuese un elemento unificador que comprendiera una serie de comportamientos y actitudes relativamente un unívocos (Hirata, H. y Keogart, D. 1989). Es decir, la invisibilidad del trabajo de la mujer se perfila en su doble dimensión.

En este artículo pretendo centrarme en los dos aspectos del trabajo femenino. Abordo la exposición desde la división sexual del trabajo convertida en división genérica sesgada de subordinación, prestigio y poder, hasta cómo dicha división se refleja en la discriminación efectuada en el trabajo asalariado. Para una mejor comprensión del debate recurro a especialistas que han deconstruido y construido algunos conceptos sobre este tema. 1 - División sexual del trabajo

La división sexual del trabajo practicada en la mayoría de las sociedades y realizada en sus inicios para poder conseguir un mayor rendimiento en la producción y reproducción se fue convirtiendo con el tiempo en una herencia cultural-ideológica entendida como división de subordinación y fundamentada como lo natural. Si bien la fuerza física de los individuos fue una forma de división sexual del trabajo, -caza/ guerra para los hombres y recolección/ reproducción para las mujeres-, en épocas de tecnología la avanzada donde no es necesario la fuerza física sino la habilidad, la eficiencia y la responsabilidad, la división sexual del trabajo continúa con pautas primitivas. La distribución de roles se asienta en la separación entre el trabajo remunerado, identificado como productivo, y el trabajo doméstico definido como improductivo. Estos dos tipos de trabajos tienen consecuencias de envergadura en el mercado laboral. Por un lado, en la valoración pensada en términos monetarios y por el otro, en la imposibilidad de las mujeres de acceder a cargos considerados tradicionalmente masculinos.

La división sexual del trabajo se transforma en una división de géneros. Por lo tanto, el "sistema de sexo-género", construcción social-histórica-simbólica de la interpretación de las distintas anatomías de los sexos, organiza a la sociedad en tomo a la división funcional de los sexos y así los sujetos sociales viven de tal modo su experiencia (Saffioti, H. 1992). En esta etapa post-industrial cada vez más las mujeres tienen que entrar en el mundo del empleo remunerado para asegurar la supervivencia de la familia. Se abren posibilidades de inserción femenina en el ámbito público, pero no en igualdad de condiciones, esta desigualdad marca la continuidad patriarcal existente en la división sexual del trabajo doméstico y salarial. 2 - Producción /reproducción

En los colectivos feministas existe un sistemático propósito de deconstruir categorías entendidas como universales y a la vez construir un corpus teórico, permita esclarecer las significaciones del mundo del trabajo de la mujer. Al teóricas marxistas han abordado el estudio lo de la relación producción-reproducción revisando el paradigma marxista conocido como el desplazamiento del paradigma de producción. Reformulan la teoría de la producción confrontando este concepto con otro, el de reproducción. La crítica a la teoría de Marx la centran en la ausencia de la mujer en el análisis de la reproducción que el marxismo ha definido sólo como reproducción de la fuerza de trabajo sin asignarle sujeto concreto. Marx en sus escritos describe un mundo masculino y omite la experiencia de las mujeres feminismo marxista, si bien reivindica el pensamiento de Marx en cuanto a la t crítica sobre el sistema capitalista, parte del hecho de que las categorías económicas no son suficientes para explicar la opresión de la mujer. Veamos sus argumentos. Julie Mitchell 1 sostiene que la subordinación femenina puede entenderse desde una teoría amplia que dé cuenta del hecho universal opresión de la mujer, y a la vez, lo suficientemente específica para no perder las peculiaridades históricas que se han desarrollado a lo largo del tiempo. Así la trabajadora sufre una doble opresión: por un lado la explotación (compartid los varones) que le inflige el sistema capitalista y por otro la peculiar de las mujeres por su sexo, en la esfera pública y en el seno de la familia. La autora mencionada señala que no son cuestiones económicas las que tienen primacía en la economía doméstica sino propias del sistema patriarcal que es responsable ideológico diferenciación del género.

Según Linda Nicholson (1990: 47/48) las marxistas feministas han critica utilización de la categoría de reproducción en la teoría de Marx porque ha relacionado la producción con las actividades de elaboración de alimentos y objetos (mercancías, en el sistema capitalista por su valor de cambio) quedando eliminada de este modo otras actividades que han sido un componente de género. La autora expone que para salvar dicha falencia se perfilan dos repuestas: una la de 0'Brian que sugiere agregar junto a la categoría de producción económica la de reproducción y otra la de Ferguson y Flobre que proponen la categoría de "producción afectivo-sexual". Concluye Nicholson: "en la medida que el marxismo interpreta que la producción es necesariamente distinta de la reproducción son falsamente universalizados algunos aspectos de la sociedad capitalista, resultando oscurecidas las relaciones de género".

Por otra parte, Nancy Armstrong (1 990:43) amplía el concepto de reproducción indicando que es un término que se ha constreñido sólo en el entorno familiar reproducción biológica y social sin tener en cuenta que esta última también realiza en otros ámbitos, por ejemplo la escuela y los medios de comunica Muchas veces la familia mantiene su poder de reproducción social en el nivel del discurso y no en la práctica que suele ser reemplazada o complementada por instituciones.

Los estudios sobre la vida laboral femenina, han sido críticos al marxismo también al liberalismo puesto que dan siempre por supuesto que es posible investigar sobre la actividad económica de los sujetos de una sociedad prescindiendo de la - ¿O es que se olvidan que el trabajador (hombre) puede ir a su vida doméstica trabajo liberado de las tareas del hogar (por lo tanto de su subsistencia) gracias que esas actividades las realiza una mujer de forma no remunerada (esposa o madre)? 3 - Trabajo familiar /trabajo asalariado

Generalmente las mujeres en la esfera privada privilegian lo doméstico dejando de lado un mundo privado / individual, espacio para la construcción de la individualidad.

Esto restringe lo afectivo, lo lúdico, lo dialógico. Las restricciones son producto que las mujeres al incorporarse en el mercado laboral no han pactado una corresponsabilidad doméstica con sus cónyuges, en algunos casos sólo han solicitado colaboración o ayuda. El privilegio de la esfera publica se asocia con los criterios aparentemente universales que rigen la sociedad civil que son en realidad la noción liberal de "individuo' igual a "individuo varón". Celia Celia Amorós (1 997: 435) subraya que en el espacio doméstico no se desarrolla precisamente la individualidad de la mujer, sino posibilidad del ejercicio de la libertad del varón, que es en el espacio público. Por lo tanto ,el desarrollo del hombre en lo publico puede realizarse en la medida que lo domestico esté garantizado por la mujer. Ante este argumento nos surge la inquietud de observar dependencia masculina en los asuntos domésticos. La mujer cuando realiza tareas remuneradas divide su tiempo en trabajar afuera y adentro de la unidad doméstica, en los hombres esto no es común porque tiene cubierta la esfera doméstica por la mujer. Pero a la vez, esa doble jornada las dificulta para realizar otras actividades (intervenir en el campo político, sociocultural). Nos preguntamos ¿cuál es la vida privada del hombre? El tiempo de su vida privada es el recogimiento en la familia después de una jornada de obligaciones y prestaciones públicas. El término "privado" en las mujeres carece de ese valor, se subsume con las obligaciones del hogar. El trabajo familiar ha sido motivo de minuciosa investigación y sistematización puesto que es ignorado y desvalorizado en una sociedad donde todo se mide de acuerdo al valor económico. Así, Marina Bianchi (1 994) ha clasificado las tareas del hogar que realizan las mujeres en: reproductivas (procreación, chanza, educación, socialización); domésticas (mantenimiento de la ropa, comida, compras, limpieza); burocráticas (relacionadas con los servicios, las instituciones) y asistenciales (cuidado de las personas enfermas, ancianas o discapacitadas), Evidentemente, todas estas actividades se realizan en forma gratuita, por lo tanto no contabilizadas en el volumen de la fuerza de trabajo de las personas económicamente activas de un país. Aunque el conjunto de las labores y capacidades que conforman la producción femenina si se la incluyera en la esfera remunerada posibilitaría su valoración en el mercado laboral.

El mercado de trabajo condiciona la presencia femenina debido a un estereotipo de género muy arraigado que le impide acceder a algunos puestos o aspirar a un ascenso. El mundo capitalista, no contempla a la trabajadora corno una persona que ocupa una posición dentro de una unidad doméstica la cual es parte de una estructura social más amplia. Es decir, no tiene en cuenta que el lugar de la mujer en la sociedad también está determinado por su papel en la familia. desvalorización se refleja en los puestos que desempeñan, en general, siempre constituyen una prolongación de la asistencia realizada en el ámbito doméstico, Las destrezas asistenciales de las mujeres determinan que sean solicitadas ciertos empleos, en especial aquellos no asumidos por los hombres como CL niños, enfermos, ancianos o realizar tareas industriales monótonas y repetitivo En el imaginado colectivo 3 se cree que estas mismas capacidades las aparta los lugares de decisiones. Por esta razón las mujeres a menudo se ven excluidas de la planificación y del modo de efectuar su trabajo. La duplicidad de las tareas cotidianas femeninas, las concernientes al espacio doméstico y las que deben cumplirse en el mercado laboral, ha sido denominada doble presencia. Es decir, la mujer siempre incorpora a su puesto de trabaje condiciones de la presencia a tiempo parcial (aun cumpliendo 8 horas diarias) puesto que nunca abandona su otra dedicación parcial (Balbo, L. 1994:509). Es así, como el mercado de trabajo capitalista se ha inclinado para determinados trabajos esta mano de obra puesto que es barata (pocas veces presenta la antigüedad suficiente por su discontinuidad o trabaja a tiempo parcial) y a la vez es flexible debido a que se puede prescindir de ella, reducir las horas de trabajo, etc. Entre las mujeres trabajadoras, la obrera es la que más sufre la doble jornadas no contar con ningún tipo de ayuda doméstica 4 y es la que asume la múltiple maternidad como obligación y no como elección. Victoria Sau (1993) considera que la discontinuidad en el trabajo es propia de las mujeres en su etapa reproductiva. Las mujeres trabajan en mayor proporción en la primera juventud hasta el momento de casarse o convivir con un hombre, luego se dedican al hogar ya sea definitivamente o bien hasta que las hijas y los hijos les permitan reinsertarse en el mercado laboral .La reincorporación al trabajo remunerado generalmente es decidida como estrategia relacionada con el presupuesto familiar. Pero también en muchos casos con la convicción que el trabajo extradoméstico les permite un desarrollo humano social. No obstante, ya no lo hacen en las mismas condiciones, han perdido prácticas actualización, posibilidad de ascenso, años para la jubilación. 4 - Discriminación ocupacional por género Como hemos mencionado el acceso de la mujer al trabajo asalariado condicionado por el lugar que se determina debe ocupar en la sociedad. Por razón, la selección de personal que se realiza en el mercado laboral en genero, efectúa con formas de discriminación ocupacional por género practicada ya se forma implícita o explícita. ¿Cómo se puede determinar que las mujeres su discriminación en el trabajo? Si bien, la remuneración es el objeto de discriminación por razón de sexo antigua, en la actualidad presenta aspectos diferentes. La discriminación puede estar explícitamente escrita en las leyes laborales o convenios colectivos que resultan de fácil constatación. Pero también está presente en actitudes implícitas, por eje en las ofertas de tipos de empleos, en los criterios de selección, en el restringido acceso a la formación profesional, en la importancia de trabajos “de mujer” en relación a la importancia de los trabajos "de hombre", en la atribución sistemática de calificaciones inferiores o la imposibilidad de acceder a la escala de categorías y también en los despidos o formas encubiertas de los mismos (contratos a término, jubilación anticipada) (Ballester Pastor, A. 1 994). Sin embargo, el Derecho Internacional, básico en materia de igualdad salarial, está constituido por diversos instrumentos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que establecen la no-discriminaci6n en la remuneración por razón genérica. Uno de los instrumentos clave en esta cuestión es el convenio nº 100 relativo a la igualdad de remuneración entre la mano de obra masculina y la mano de obra femenina por un trabajo de igual valor, adoptado por la OIT, el 26 de junio de 1951. En el artículo 2 del mencionado convenio se lee: "Todo miembro deberá, empleando medios adaptados a los métodos vigentes de fijación de tasa de remuneración, promover y, en la medida que sea compatible con dichos métodos, garantizar la aplicación de todos los trabajadores del principio de igualdad de remuneración entre la mano de obra masculina y la femenina por un trabajo de igual valor'.

A tales efectos se señala que: "Este principio se deberá aplicar sea por medio de: a) la legislación nacional, b) cualquier sistema para la fijación de la remuneración, establecido o reconocido por la legislación, c) contratos colectivos celebrados entre empleadores y trabajadores y d) la acción conjunta de estos diversos medios". Igualmente importante es el artículo 14 del convenio 117 relativo a las normas y objetivos básicos de la política social, adoptado por la OIT en 1962. En él se establece, como fin propio de estas actuaciones, la erradicación de "toda discriminación entre los trabajadores fundada en motivos de sexo (... ) en materia de tasas de salarios, las cuales deberían fijarse de acuerdo con el principio de salario igual por un trabajo de igual valor, en la misma operación y en la misma empresa". Para ello propone la adopción de "...todas las medidas pertinentes a fin de reducir cualquier diferencia en las tasas de salarios que resulte de discriminaciones fundadas en motivos de sexo, raza, religión o política, elevando las tasas aplicables a los trabajadores peor pagados". La ONU, en 1979, adoptó la "Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación hacia las mujeres". Recién después de la Conferencia Internacional de las Mujeres en Pekín, 1995, la mayoría de los países miembros, entre ellos la Argentina, ratificaron dicha Convención. En forma clara está escrito en las normas, pero ¿se aplica en la realidad en toda su magnitud ? Sobre las formas de discriminación ocupacional por género Ann Witz (1997) afirma que se pueden percibir solapadamente dos dimensiones: una, la horizontal, describe el hecho de que las mujeres y los hombres están comúnmente trabajando en diferentes clases de ocupaciones, y otra, la vertical, especifica cómo las jerarquías ocupacionales son también construidas como jerarquía las de género. La confluencia de factores económicos, estructurales e ideológicos del sistema capitalista explica la conformación de empleos típicamente femeninos y la segregación de las mujeres en las tareas de menor calificación. No obstante, las tareas efectuadas generalmente por los hombres comienzan a ser campo competitivo también de las mujeres debido a la posibilidad del acceso al conocimiento y a la información. ¿Por qué entonces, no tienen igualdad de oportunidades en el empleo? Una de las respuestas podría ser que el imaginario colectivo elabora modelos de los sujetos sociales según el género: la mujer contenida en la vida doméstica y el hombre dedicado a la esfera pública. La organización de la sociedad y las tradiciones culturales basadas en las relaciones sexuales patriarcales obstaculizan el desarrollo de la mujer. Aún después de su inserción laboral, tiene dificultades para acceder a puestos de trabajo mayor jerarquía y menos aun a los cargos de mando y decisión porque el modelo, femenino de vida cotidiana está fragmentado en esposa, madre, ama de casa y por último trabajadora. En cambio el modelo masculino se perfila en hombre trabajador y luego jefe de familia

En síntesis, en una sociedad donde priman los valores económicos, el tener trabajo es un indicador de la identidad de las personas. En estos tiempos de difícil inserción laboral y en especial en el caso que nos ocupa, las mujeres, obligación replantear la estimación del trabajo y el reparto del mismo. Creemos que sólo e medida que las tareas domésticas sean valoradas como trabajo, en la mis dimensión que el asalariado, se podrá competir por igual en la distribución de ambos y la discriminación por razón de género tendería a desaparecer. CITAS 1 Citado por MOLINA PETIT, C. (1994). Dialéctica feminista de la Ilustración, Madrid, Antropos 207. 2 Muchas mujeres al tener una independencia económica invierten parte de su salario en la compra de electrodomésticos y otras ayudas (comidas preparadas, ropas confeccionadas, empleadas domésticas, guarderías infantiles, etc.) que les permiten insumir menos tiempo. En la realidad, la mujer invierte parte de su salario para estas "ayudas' y no soluciona el problema de fondo, es decir el trabajo doméstico compartido con el hombre. 3 La feminista radical Shulamith FIRESTONE en su libro La dialéctica del sexo, (citado por PATEM C. 1996) sostiene que la naturaleza de la mujer es la única causa del dominio de los hombres, Red la historia de la relación femenino/ masculino a naturaleza /cultura. Señala que el origen del dualidad reside en la propia biología y en la procreación, una desigualdad natural u original que es la básica la opresión de las mujeres y la fuente del poder masculino. Los hombres, al confinar a las mujeres espacio de reproducción (a la naturaleza), se liberaron así mismos 'para los negocios del mundo de esta forma crearon y controlaron la cultura. 'La liberación de la mujer vendrá cuando la reproducción artificial reemplace su cuerpo entonces lo privado quedará abolido y los individuos interactual como iguales en las dos esferas". A mi entender, este tema enfocado desde un pensamiento la feminista tiene ideas rescatables. Por ejemplo, los medios anticonceptivos (que permiten la planifica familiar) y algunas formas de reproducción asistida (en la actualidad demasiado manipuladas intereses económicos), tendrían que ser controladas por el colectivo femenino, no prohibid impuestos como control a la procreación, función culturalmente obligada' a toda mujer. 4 Cornelio CASTORIADIS, en La institución imaginad de la sociedad (Barcelona, Tusquet, 1 manifiesta que cada sociedad constituye un sistema de normas, valores, instituciones, orientaciones, de fines de vida colectiva y de vida individual. En el núcleo de estas formas se h las diferentes significaciones imaginadas sociales. 5 Citado por SALDAÑA, E. (1997) "Discriminación salarial' en PEREZ DEL RIO, T. (coord.) discriminación por razón de sexo en la negociación colectiva. Madrid, Instituto de la Mujer, p. 1 998/ 9.

BIBLIOGRAFÍA AMORÓS, C. (1997). Tiempo de Feminismo. Sobre feminismo, proyecto ilustrad posmodernidad, Madrid, Ediciones Cátedra. ARMSTRONG, N. (1990) "Occidentalismo una cuestión para el feminismo internacional" en Colaizzi, G. (ed.) Feminismo y teoría del discurso, Madrid, Cátedra. BALLESTER PASTOR, A. (1994) Diferencia y discriminación normativa por razón sexo en el orden laboral, Valencia, Tirant lo Blanch. BALBO, L. (1 994) "La doble presencia' en Las mujeres y e/ trabajo, rupturas conceptuales, Borderias,C. y otras (comp.) Barcelona, Economía Crítica. BEHASIB, S. y D. Cornella (1990) (comp.) Teoría feminista y teoría crítica , Alfons el Magnanim, Valencia. BIANCHI, M. (1994) 'Mas allá de¡ doble trabajo" en Mujer y trabajo. Rupturas conceptuales, op .cit. BONACCORSI, N. (1999) "Las trabajadoras de la fruta' Pre-tesis doctoral, defendida en la Universidad de Oviedo, España. HIRATA, H. y D. Kergoat (1994) 'La clase trabajadora tiene dos sexos" en Estudios Feministas, Río de Janeiro, CECIECOIUFRJ, vol.2, n"3. NICHOLSON, L, (1990) "Feminismo y Marx: integración de parentesco y economía" en Teoría feminista y teoría crítica, op. cit. PATERMAN, C. (1996)"Críticas feministas a la dicotomía público /privado", en Castells, C. (comp.) Perspectiva feminista en teoría política, Barcelona, Paidos. RODRIGUEZ, A.(1998) 'Del reparto del empleo al reparto del trabajo" en Reorganización del trabajo y empleo de las mujeres, Rodríguez, A (ed.) Barcelona, Arcadia. SAFFIOTI, H. (1 992) "Rearticulando género y clase social" en Una cuestión de género, A. de Olivera Costa y C. Bruschini (comp.) Río de Janeiro, Carlos Chagas. SAU, V. (1 993) Ser Mujer.- el fin de una Imagen tradicional, Barcelona, ICARIA. WITZ, A. (1 997) 'Women and work' in ROBINSON, V and Richardson, D.(ed.) Introducing Women's Studies, London, MacMillan. Comentario

Este trabajo de Nélida Bonacorsi pone en el centro del análisis la desvalorización del trabajo doméstico y la situación de la mujer dentro de la familia, para lo cual recurre

a considerar los dos aspectos del trabajo femenino: el doméstico y el de la esfera pública. Señala, junto con las autoras que más recientemente se han abocado al tema, que el trabajo doméstico es ignorado debido a la distorsión de una sociedad que todo lo mide en términos de dinero o salario. Por otro lado, el trabajo de las mujeres en el mundo público también está invisibilizado. Es decir que desvalorización e invisibilidad

son las dos constantes que se analizan en este trabajo. Un punto interesante de este aporte es el que focaliza sobre la diferente realidad la que alude la expresión 'vida privada' cuando se refiere el varón y cuando se refiere

· la mujer. En el primer caso "el tiempo de su vida privada es el recogimiento en la familia después de una jornada de obligaciones y prestaciones públicas." En cambio

. el término 'privado' en las mujeres carece de ese valor, se subsume con las obligaciones del hogar. Nélida Bonacorsi pone el énfasis en el hecho de que la sociedad capitalista no considera a la mujer trabajadora en su doble papel y en la doble jornada que debe

realizar. Este sistema ignora que 'el lugar de la mujer en la sociedad también está determinado por su papel en la familia". Y agregamos: no podría ser de otra manera, ya que la esencia de este sistema patriarcal- capitalista es, justamente, ignorar la condición humana y considerar sólo a las personas en términos de producción y rentabilidad. Se detiene la autora en señalar que las mujeres que más sufren los efectos de la doble jornada son las de la clase asalariada porque son las que al volver al hogar no cuentan con ningún tipo de ayuda extra-familiar.

Pero además de esta carga extra derivada de esta duplicidad de jornadas sin que medie algún tipo de ayuda, las mujeres sufren la discriminación y la segregación¿ los puestos de trabajo. Otra vez es el sistema capitalista el que demanda la existí de empleos típicamente femeninos discriminando y segregando a las mujeres. Es la misma sociedad patriarcalista y el sistema capitalista los que si sosteniendo un modelo

femenino fragmentado que mantiene la secuencia esposa, madre-ama de casa- trabajadora; y en cambio, coloca en primer lugar varón traba y luego jefe de familia.

Es de destacar la conclusión de Nélida Bonacorsi quien enfatiza que "sólo la medida que las tareas domésticas sean valoradas como trabajo, en la m dimensión que el asalariado, se podrá competir por igual en la distribución de ambos y la discriminación por razón de género tendería a desaparecer."

Hilda HABICHAYN Secretaria General del CEIM Coordinadora Académica de la Maestría

'El Poder y la Sociedad desde la Problemática del Género‘ ,Facultad de Humanidades y Artes, UNR.

Y QUE CUMPLAS MUCHOS MÁS... (Abuso, maltrato y abandono:

la cara oculta de la mayor longevidad femenina)

Happy Birthday to you... (Abuse, mistreatment and neglect:

the hidden face of the female's longevity)

Liliana Gastrón

Docente Investigadora de la División Sociología, Miembro de/ Área Interdisciplinaria de Estudios de la Mujer Depto. de Cs Sociales, UNLU,

Resumen Actualmente el abuso o maltrato a la vejez es la cara oculta del envejecimiento de la población. En la medida en que hay cada vez más viejos /as que requieren ser atendidos /as, por sus hijos se han incrementado las situaciones de maltrato por parte de miembros de su familia. Las víctimas son generalmente mujeres de 75 años y más. que dependen de otros para su cuidado y protección. Palabras clave: mujeres ancianas, abuso contra la vejez, violencia familiar, abandono Abstract Elderly abuse is considered today the hidden face of the aging population. Situations where older people become the victims of abuse by family members can are increasing as greater number of parents live into old age and require care from their children. Victims are often older women, from 75 years and older, who are dependent on others for care and protection. Key words: older women, elder abuse, family violence, neglect Sumario:

1 - Definiendo el maltrato - 2 - Las causas - 3 - Tipos de abuso -4 - La intervención profesional

El mundo está envejeciendo. De acuerdo con las Naciones Unidas la población mundial irá creciendo de 5.700 millones de personas en 1995 a 9.400 millones en el 2050, 10.400 millones en el 2100, hasta estabilizarse en unos 1 1.000 millones alrededor del 2200. Seguramente ninguno de nosotros vivirá entonces para saber con certeza si los cálculos no está equivocados.

El tamaño de crecimiento de la población mundial está de acuerdo con una amplia sustitución en la estructura por edad de la población. La edad mediana de la población crecerá de 25,4 años en 1995 a 36,5 años en el 2050 y llegará a los 42,9 años en el 2150.

La declinación de las tasas de fertilidad y de mortalidad van a acompañar el envejecimiento poblacional. Quienes tengan 60 ó más van a pasar de un 10% en 1995 a un 31 % en el 2150.

El número de personas de 65 años y más va a incrementarse en 380 millones, que implica un 7% sobre el total global de población de 5.800 millones en 1996; quienes tienen 80 años y más eran más del 16 % de los de 65 y más.

Pero los grupos etarios no son para nada homogéneos si analizamos las cifras según el género. En 1996, la proporción de mujeres era del 55% entre las personas de 65 y más; esta cifra ascendía al 65% en el grupo de 80 y más. Es decir que la población se feminiza cada vez más por la cúspide.

En el lustro 1990-1995, las regiones más desarrolladas exhibían una expectativa de vida promedio de 74,2 años. Japón, con una media de 79,5 años, Islandia con 178,7 y Suecia con 78,1 tenían los mayores valores. Y aquí nuevamente el diferencial por género se hace más notorio. El Informe de las Naciones Unidas 1998 destaca que en los países industrializados la expectativa de vida para las mujeres en el mismo período era de 77,9 años y para los hombres de 70,4 años; es decir que una niña nacida en ese lustro en la región aspiraba a vivir 7 años y medio más que un varón..En Japón, la expectativa es la mayor del mundo: 82,8 años para las mujeres y 76,7 años para los hombres; le siguen Francia, con 82,6 años y 74,4 años, y Canadá con 81,8 años y 76,3 años, según el género.

Estas cifras son muy distintas en otros contextos geográficos. Así en los países más pobres, al sur del Sahara, las mujeres aspiran a tener una longevidad de 52,2 años y los varones de 49,1 años; siendo la diferencia por género mucho menor. El caso más dramático es el de Sierra Leona, con una expectativa de 34,7 años en 1995, siendo de 31,5 años en 1960. La diferencia en géneros revela 36,3 para las mujeres y 33,3 para los hombres.

En Latinoamérica y el Caribe, la esperanza de vida en promedio es de 69,2 años, correspondiendo 72,3 años para las mujeres y 66,1 años para los hombres. En nuestro país hemos superado estos números; una niña nacida en esta época tiene una expectativa de 76,2 años, un varón en cambio, 69, 1, esto es, siete años menos. Entre nuestros vecinos, Chile nos aventaja, con una expectativa femenina de 78 años, y masculina de 72,2 años; en Uruguay los datos son de 75,9 años para las mujeres y de 69,5 años para los hombres; en Paraguay, los números plantean 71,4 y 66,8 años respectivamente; en Brasil es de 70,7 años para mujeres y 62,8 años para los varones, y finalmente, Bolivia muestra sólo 62,1 años para mujeres y 58,9 años para varones.

En resumen, una niña chilena puede hoy aspirar a vivir casi veinte años más que un niño boliviano. Y veinte puntos es muchísimo ... si estamos hablando en términos de vida humana, pues no se trata de meras cifras.

Las diferencias de género no siempre han favorecido a las mujeres, Así, e Reino Unido, por ejemplo, la expectativa de vida en 1901 era de 49 años pare hombres y de 45 años para las mujeres; para el 2001 será de 80 años pare mujeres y de 75 años para los hombres.

Las cifras más significativas se relacionan con los muy mayores. En el Reino Unido, en 1994 había 8000 personas centenarias (1 00 años o más), de las cuales 7000 eran mujeres. Se estima que para el 2031 van a vivir 34000 personas de este grupo, 28000 de las cuales serán del sexo femenino. Esto nos remite al tema de feminización de la cuarta edad.

Según documentos de las Naciones Unidas sobre las mujeres de edad diferencia de género en la expectativa de vida crece con la edad; casi las terceras partes de los muy mayores son mujeres. Aunque muchas de ellas independientes, en esta etapa el cuidado y el apoyo en la vida cotidiana se vuelven cada vez más importantes.

La tendencia actual a derivar en la familia los sistemas de sostén ha incrementa la demanda de los cuidadores informales. En todo el mundo, son principales las mujeres los que se hacen cargo de los familiares más viejos. La sociedades garantizan a través de ellas que se van a realizar estas tareas gratuitas priva a las mujeres de otra elección y pueden limitar sus posibilidad realización. Muchas mujeres se sienten cortadas por la mitad entre las necesidades de sus hijos y las de sus padres mayores.

Y aún más, las mujeres que han ingresado masivamente al mercado laboral deben enfrentarse con dobles o triple cargas generadas en el rol de cuidadora trabajo doméstico, las necesidades de su familia y su empleo.

Dado que las mujeres viven más que los hombres, hay un mayor porcentaje hogares unipersonales femeninos que masculinos. En nuestro país, por ejemplo último censo puso de relieve que si bien sólo el 4% de la población vive sola, cifra trepa al 12% entre los hombres de 65 años y más y al 22% entre las muja de esa edad (en la ciudad de Buenos Aires, el 29% de mujeres de 65 años y vive en hogares unipersonales). En los Estados Unidos, 30% de personas di años y más viven solas, y el 80% de ellas son mujeres. En Suiza, cuatro veces mujeres que hombres viven solas, en Alemania esta cifra es mayor pues v solos el 37% de mujeres y el 6% de hombres de dicho grupo etario.

En cuanto al estado conyugal las cifras son muy dispares entre los géneros casi todos los países las viudas sobrepasan a los viudos. En África y en Asia, 10 del 50% de las mujeres de 65 años y más son viudas, en comparación con el 20% de los hombres. En Argentina, existe un 24% de hombres viudos y un 60 º/o casados de 75 años y más frente a un 69% de viudas y un 17% de casadas de la misma edad.

Aquí podemos detener todos los cálculos y empezar a preguntarnos qué p con la mayor cantidad de años de vida.

¿En qué condiciones llegaremos, si llegamos? ¿Cómo viviremos después de la jubilación? ¿Qué significa superar los 80 años? ¿Por qué se habla de la cu edad? ¿Más vida es mejor vida? ¿Con quién estaremos en esta última etapa?

Los estudiosos de la gerontología plantean los 80 años como la edad límite para la cual comienzan las dificultades en la vejez. Si bien esta etapa no es una enfermedad en sí misma, la morbilidad crece con la edad: en cierto momento ser viejo es casi equiparable a estar enfermo. A esta edad se habla de la pluripatología, y de una creciente dependencia, que puede ser psíquica y/o física, producto generalmente de enfermedades crónicas, o como secuela de accidentes.

A este cuadro de dependencias debe añadirse la económica, toda vez que no siempre los haberes jubilatorios permiten hacer frente a estas circunstancias, y muchas veces los regímenes de seguridad social no cubren la totalidad de las prestaciones que se requieren.

Las mujeres tienen un mayor riesgo de enfrentarse con enfermedades crónicas y discapacidad, La ventaja femenina en cuanto a expectativa de vida quedará compensada a menudo por la discapacidad. El concepto de expectativa de vida saludable es usado refiere al promedio de años que una persona espera vivir libre de limitaciones funcionales. Es difícil comparar las mediciones de este parámetro entre países. Diversos estudios realizados en países desarrollados y en desarrollo permiten afirmar, sin embargo, que las mujeres que alcanzan los 65 años esperan pasar el resto de su vida con discapacidades funcionales en mayor proporción que los hombres.

En la gran edad, el tema del cuidador y de los cuidados adquiere importancia; la familia, entorno por excelencia adquiere un rol primordial. Sin embargo, los cuidadores no siempre cumplen el rol asignado; muchas veces ocurren situaciones no deseadas. En este trabajo hemos intentado descorrer el velo, que oculta la verdadera cara de la longevidad.

1 - Definiendo el maltrato 1

No existe una única definición de abuso o maltrato, sino varias; cada una de las cuales enfatiza algún aspecto. Traemos al lector algunas de ellas.

Según el Ministerio de Justicia de Canadá, el maltrato a las personas de edad es cualquier acto deliberado o la ausencia de una acción que cause daño a un/a anciano/a.

De acuerdo con el Consejo Nacional de abuso a los niños y violencia familiar de los EEUU, el término maltrato a la vejez es utilizado para describir situaciones de abuso contra los/as viejos/as tanto en el hogar como en las instituciones geriátricas. Si bien no existe una definición muy rigurosa, se la define corrientemente como cualquier sufrimiento innecesario, sea infligido por sí mismo o por otros, que afecte negativamente la calidad de vida de la persona de edad.

Para el Código Reformado de Ohio, el maltrato o abuso es toda lesión hacía un adulto mayor infligida por sí mismo o por otros, todo encierro irracional, toda intimidación, todo castigo cruel, que generen como resultado un daño físico o un estado de angustia psíquica.

El Registro de California consigna que el abuso es todo maltrato físico o psicológico, que puede dar origen a la obtención de beneficios financieros o al descuido hacia una persona de edad

El gerontólogo inglés EASTMANN (1 994) ha definido el abuso contra la vejez como el maltrato sistemático físico, emocional, o financiero, hacia una persona de edad por parte de alguien de su relación, que está encargado de su cuidado. El abuso contra los viejos está vinculado con el abuso contra los niños y e abuso contra el cónyuge en la cadena de violencia intra familiar conocida como la violencia familiar intergeneracional. Según un estudio realizado en 1988 y financiado por el ministerio nacional d salud y bienestar social de Canadá, alrededor de] 4% de las personas de edad (alrededor de 98000) habían sido víctimas de alguna forma de maltrato. En poco más de la mitad de los casos, el abuso era de naturaleza material, y en la tercer parte de los casos, psicológica o moral. El estudio se había concentrado en la personas de 65 años y más, que viven en hogares particulares.

En Utah Atti, Canadá, fueron denunciados en 1996, unos 6000 casos. De acuerde con los especialistas sólo se denuncian 1 de cada 50 situaciones. En este país, existen los denominados Servicios de Protección del Adulto.

En Gran Bretaña se calcula que unas 500.000 personas de 65 y + son víctimas de abuso por parte de sus cuidadores.

El los EEUU el maltrato hacia los ancianos, a menudo ocultado, en estos momentos está creciendo. Si bien la población norteamericana en general está-, envejeciendo, el número de personas de 85 años y más es la que aumenta en forma, más rápida.

En un documento producido por la Comisión Nacional contra el abuso de niños y la violencia familiar de dicho país se señala que con el avance de la ciencia médica al contribuir a la prolongación de la vida para hombres y mujeres, crece e desafío de asegurar a los viejos una vida productiva y saludable.

Para muchas personas la prospectiva de una vida más extendida sólo significa sumar sufrimiento y pena, debido al maltrato o al abandono. Las víctimas a menudo viven en aislamiento en lugares donde sus capacidades físicas limitadas, el temor y la creciente vulnerabilidad se combinan con un sentimiento de soledad conformando un cuadro de deterioro en la salud física, emocional y mental. Muchas de estas víctimas sufren en silencio, temerosas de lo que pudiera ocurrirles si el maltrato fuera conocido.

Antes de los 80 la literatura de violencia familiar contenía referencias muy limitadas al abuso de los/as viejos/as por parte de sus hijos adultos, otros miembros de la familia o los cuidadores. En los últimos años numerosos investigadores y profesionales exploraron esta dimensión de la violencia familiar.

La primera documentación norteamericana sobre abuso contra los/as viejos/a data de 1978. Desde entonces fue creciendo la atención prestada a esta problema, social cada vez más habitual.

En 1990 se relevaron los resultados de dos estudios incidentales que implicaban evaluaciones de los servicios estatales de protección a los adultos y de las agencias nacionales encargadas del envejecimiento. Una mirada a las estadísticas nacionales confirma que muchos de los/as viejos/as de la sociedad norteamericana son víctimas de acciones abusivas.

Los hallazgos indicaron que entre 1,6 y dos millones de norteamericanos mayores de 65 años por año son víctimas de maltrato, abuso o abandono en sus hogares c en las instituciones. Se estima actualmente que el 1 0% de la población de 65 y es víctima de abuso y maltrato.

El Departamento de Servicios Humanos de Ohio, a través de su programa de Servicios de Protección al Adulto señala en un estudio realizado en 1992, sobre quejas de personas de edad no institucionalizadas que se reportaron 12700 denuncias de maltrato de todo tipo. Este servicio considera que solamente se denunciaban en Ohio en esa época, uno de cada ocho casos.

Según el estudio de Ohio, se puede establecer el perfil promedio del abusador. El 90% son parientes, y pueden ser ordenados de la manera siguiente: 1º la hija de la víctima, 2º su hijo, 3º la nieta, en 4º lugar el esposo y finalmente los parientes políticos.

El perfil promedio de la víctima2 consigna a la persona que tiene las siguientes características: mujer, de 75 años o más, que tiene alguna discapacidad física o mental y es dependiente de otros para el cuidado y protección.

En épocas pasadas la prospectiva de cuidado de un padre / madre envejeciente o viejo/a en un período prolongado de tiempo no estaba considerada en muchas familias norteamericanas.

En la actualidad están aumentando considerablemente las situaciones en las que las personas de edad devienen en víctimas de maltrato por parte de algún miembro de su familia al tiempo que está aumentando el número de padres / madres muy viejos / as que requieren el cuidado de sus hijos.

En una familia en la que existe una tendencia a ser físicamente débiles o dependientes, los miembros más viejos de la sociedad, que están entre los grupos más vulnerables, serán las próximas víctimas en el ciclo intergeneracional de la violencia familiar.

Las investigaciones y los estudios realizados en el ámbito de la violencia doméstica ha identificado diversos tipos de abuso y una variedad de comportamientos incluidos en lo que podría considerarse el concepto general de abuso contra los viejos.

2 - Las causas

Todo maltrato tiene una historia. Podemos enumerar las motivaciones más corrientes: antecedentes de relaciones abusivas entre los miembros de una familia (por Ej. violencia entre cónyuges puede transformarse en maltrato, o hijos maltratados pueden transformarse en cuidadores que maltraten a sus padres); dependencia, sea por que el/la viejo/a depende de los miembros de su familia, o porque los miembros de la familia dependen delta viejo/a para procurarse dinero o vivienda; estrés, atribuible a numerosas razones al cuidado de enfermedades mentales o físicas, las presiones financieras, la falta de sistemas de apoyo, la falta de elección de alojamiento para la persona de edad, y el miedo a envejecer del propio cuidador;

Otras razones pueden ser: consumo de alcohol o de drogas; avidez; falta de conocimientos sobre el grado de cuidados y las necesidades de las personas de edad; falta de respeto acordada a los mayores en una sociedad que aprecia la importancia de la juventud, el dinamismo, la autonomía y la belleza física; y finalmente, falta de sensibilidad de los profesionales al problema del maltrato de las personas de edad, lo que explica por qué no siempre se lo detecta.

Las actitudes negativas y los estereotipos deshumanizantes hacia los/as viejos/ as los tornan personas especialmente vulnerables hacia el maltrato tanto entre los miembros de su familia como en el personal de las instituciones. De acuerdo con Salvarezza, este tipo de actitudes pueden agruparse bajo el nombre genérico de viejismo3. En tanto la violencia es una conducta aprendida, si un adulto fue maltratado por sus padres, también se siente con derecho a maltratar a sus padres cuando son viejos.

Muchos de los/as ancianos/as maltratados/as dependen de su abusador para las necesidades elementales. La víctima puede sufrir de alguna dolencia física mental, común entre los/as muy mayores, y exhibir una conducta que indica miedo repliegue o insatisfacción permanente. Esta situación a menudo trae como consecuencia una situación de dependencia hacia miembros de su familia cuidadores que pueden no estar preparados emocional o financieramente par enfrentar las demandas. En el comportamiento que lleva al maltrato pueden influir antiguos resentimientos, estados de agotamiento y/o hasta de culpa.

El maltrato a las personas de edad es más difícil de descubrir que el que se inflinge a los niños. Si bien existe desde hace miles de años, nuestra sociedad ha reconocido la gravedad del problema en la última década. La razón es simple: los niños maltratados pueden ser vistos en la escuela o en lugares públicos, en cambio resulta mucho más fácil aislar y apartar a las personas mayores.

3 - Tipos de abuso

Básicamente se definen cuatro tipos diferentes de abuso o maltrato. El abuso físico consiste en lesiones físicas, desnutrición, deshidratación severo, despreocupación por el cuidado médico necesario, y omisión de brindar la medicación requerido. Se incluye el abuso sexual.

En el abuso psicológico hay amenazas de daño o de internación en hogar geriátrico, aislamiento, intimidaciones, vejaciones, falta de afecto o seguridad obstáculos a paseos o a visitas en el hogar.

La explotación financiera consiste en el robo o mal uso del patrimonio de un persona de edad. La violación de derechos implica la usurpación indebida de decisiones correspondientes a las

personas de edad o su confinamiento involuntario en un cama, una habitación o una silla. Según el estudio de Canadá ya referido, alrededor de 12000 habían sido víctima de violencia física.

En la mayoría de los casos, los autores de la violencia eran la propios cónyuges; en este caso ya no se trataría de una mujer golpeada sino d una mujer vieja golpeada.

Toda agresión física puede considerarse un caso de violencia, Empujar, d puntapiés, puñetazos y lastimara una persona de edad, sea cual fuere la forma. La violencia física también se extiende a dar sedantes en forma abusiva; no dar suficientes medicamentos para tratar un tema médico; exponerle deliberadamente a condiciones atmosféricas extremas; y obligarlo a un encierro físico no necesaria llegando al confinamiento forzado a una silla, una habitación o una cama durante, largos períodos.

La violencia física puede constituir el signo más visible del maltrato y se trata tal vez de la forma más susceptible de ser descubierta.

Algunos signos pueden ser: lesiones inexplicables, tales como contusione, marcas de golpes, marcas de rasguños, dolores al rozar, quemaduras, corte, lesiones en el cuero cabelludo (como si la persona se hubiera hecho arrancar el cabello); movimientos malos o pérdida de movilidad que podrían estar asociados a la utilización de sogas para ataduras; confusión o fatiga que podría estar asociada a una sobredosis de medicamentos; y ausencia de mejoría de algún problema médico o la presencia continua de dolor, lo que permitiría dejar entrever que la persona de edad no hubiese tenido acceso a la medicación.

Los signos de abuso físico más corrientes son las llagas, los magullones, especialmente en los brazos o por grupos en el cuerpo, sean viejos y/o nuevos, las enfermedades crónicas de larga data cuando no fueron tratadas, las abrasiones o laceraciones, las quemaduras, las fracturas, los deterioros en la piel, las lesiones no compatibles con la versión contada, y las lesiones descuidadas.

Entre las situaciones de violencia física se ubica la agresión sexual, que se define como una actividad sexual forzada 0 un acercamiento inoportuno. Incluye toda forma de contacto sexual que resulta de amenazas, por uso de la fuerza o en la que existe una incapacidad de la persona de edad para prestar su consentimiento.

La agresión sexual se manifiesta a través de los siguientes indicadores: dolores, contusiones o sangrados en la región genital y/o signos de depresión, miedo, retraimiento, angustia o pasividad.

Resumiendo, son indicadores de abuso físico los daños frecuentes inexplicables (contusiones, miembros rotos, moretones, cortes, y marcas de golpes) acompañados de una búsqueda de asistencia médica en lugares muy diversos, el rechazo al tratamiento médico de las lesiones o hasta la negación de su existencia, la desorientación o temblor (también puede indicar mal uso de la medicación), y el temor u ocultamiento ante la presencia de un cuidador o de un miembro de la familia

El estudio de Canadá antes mencionado refiere que en 1988, unas 34000 personas de edad fueron víctimas de alguna agresión verbal.

Los signos de abuso psicológico no son directamente observables. Se deducen de las expresiones de miedo, angustia o resignación, o cuando la persona mayor alterada o miedosa si se le interroga sobre sus lesiones, También se infiere este tipo de maltrato cuando algún miembro de la familia está temeroso de dejar solo al profesional con el/la viejo/a, cuando actúa como si ella viejo/a cometiera adrede ciertas faltas, o como si no estuviera presente o no le presta atención si le habla.

Son observables cuando la persona mayor rehúsa caminar, se vuelve incontinente en forma intencional, tiene una atención defectuosa, y muestra apatía, retraimiento o depresión sin causa aparente.

Los indicadores de abuso psicosocial más conocidos son la exclusión de/la viejo/a en discusiones sobre decisiones que le conciernen, la ausencia de calidez emocional hacia el/la viejo/a, el aislamiento social - impuesto física o emocionalmente -, los ataques verbales (gritos, humillaciones, burlas) y la infantilización (se lo trata como a un niño pequeño). Pero también se manifiesta cuando el cuidador minimiza los problemas que le plantea el/la viejo/a

También la vivienda puede mostrar signos de violencia. Los cerrojos en las puertas del dormitorio pueden indicar confinamiento; los cerrojos en las puertas del comedor o de la cocina podrían indicar que el acceso a la alimentación está restringido; las marcas no habituales en el mobiliario podrían significar también encierro involuntario, así como la falta de comunicación de todo tipo, sin teléfono, red lo ni TV Un tipo particular de abuso es el denominado abandono o negligencia. E abandono o negligencia de un viejo/a por parte de un cuidador se ubica entre e abuso físico y el psicológico; puede ser activo o pasivo.

El abandono activo significa la privación premeditada de bienes y servicios quE son necesarios para mantener la salud física o mental. El abandono pasivo es la falta de reconocimiento de las necesidades de la persona, y por la tanto se le niegan los bienes y servicios requeridos.

Los signos típicos son la desnutrición de un/a viejo/a que no puede comer sin ayuda, hay labios secos, piel extremadamente pálida, pérdida excesiva de peso sin causa aparente, el deterioro en su higiene personal (piel sucia, uñas largas), su desprecio en asuntos de familia, la falta de la medicación necesaria o de ayudas ortopédicas, aparecen necesidades materiales no cubiertas para su vida cotidiana, hay descuido en la apariencia (mujeres sin peinarse, hombres sin afeitarse), se observa voracidad excesiva en relación con la comida, la permanencia en lugares inseguros o aislado.

Otros signos de abandono pueden ser: el uso de vestimentas sucias o no adecuadas al clima, los temblores, la piel azulada o la baja temperatura corporal, la ausencia de dentadura, anteojos, audífonos u otros complementos necesarios y el debilitamiento físico o mental sin causa médica

En muchos casos puede haber abandono grave sin una conciencia intencional de generar daño físico o emocional.

En los casos de auto abandono hay quejas de los comerciantes de la zona donde reside y de los vecinos que denuncian el vagabundeo o el frecuente extravío de una persona de edad, y se observa falta de comida o restos en estado de putrefacción (en el hogar), prescripción médica no ingerida e incluso alto consumo de alcohol o de drogas.

Los signos de descuido material y financiero se ponen en evidencia cuando los haberes de la persona mayor fueron recibidos con atraso en más de una ocasión; no se le pagan intereses ni utilidades y existe una discrepancia notoria entre lo que se conoce sobre su situación financiera y su apariencia, así como entre los recursos disponibles y los utilizados para su cuidado personal.

Son observables a través de la condición de la vivienda, el nivel de cuidado personal, la nutrición, el cuidado médico, la vestimenta, la utilización del transporte y las oportunidades para la interacción social.

Los indicadores del abuso material más corrientes son: cobro de la jubilación del/la viejo/a sin su autorización, deudas y expensas continuamente impagas, condiciones de vida que no se corresponden con su nivel de ingresos, venta repentina de la propiedad de una persona de edad, cambio repentino de alguna decisión nombrando un nuevo heredero, contribución altamente desproporcionado de/la viejo/ a para los gastos del hogar, nombramiento de un apoderado en circunstancias Sospechosas, cuenta bancaria en descubierto sin que la persona mayor se hubiese enterado, imposibilidad de pagar alquiler o cuentas teniendo disponibilidad de efectivo o de ahorros.

En muchos casos, la persona de edad firma documentos sin estar muy informado, demuestra temor o ansiedad cuando se habla de los recursos financieros con los que cuenta, sólo recibe la visita de un miembro de su familia el día de la cobranza de su jubilación y/o pensión, y hasta se llega a imitar la firma para percibir su jubilación o en documentos legales.

El estudio canadiense de 1988 señalaba que la explotación financiera en ese momento representaba el 50% de los casos de abusos comprobados contra las personas de edad; se constataron unas 60000 víctimas de ellos. El abusador no pertenecía a su familia inmediata; habitualmente era un pariente lejano o una persona no emparentado. Solamente un 7% de los autores de este tipo de agresión dependía de su víctima.

Los casos anteriores son también violatorios de derechos individuales. Pasaremos a señalar algunos de ellos: retener el dinero proveniente de los ingresos y que necesita para su vida cotidiana, confinamiento sin causa en una cama, una silla, una habitación o una parte especial de la casa, negación de la posibilidad de recibir visitas, o realizar salidas fuera de la casa, visitar amigos/as o ir a la Iglesia, ella viejo/a no es informado/a sobre su estado patrimonial, o lo que se hace con su dinero o sus bienes, y/o se ejerce presiones sobre un/a viejo/a para que realice alguna actividad u ofrezca servicios, sin remuneración o beneficio alguno.

Llamamos la atención sobre los signos y síntomas de alerta para prevenir un futuro maltrato: depresión creciente, repliegue o timidez, lesiones físicas, anhelo de muerte, problemas vagos de salud, cambios constantes de médico, ansiedad, hostilidad, confusión, falta de respuesta a cualquier pregunta, pauperización injustificada, ansias de agradar, auto abandono reciente, historia de conflictos, resentimiento acumulado, descuido injustificable, vergüenza, conducta agresiva/ defensiva, abuso en el manejo de los bienes, fatiga inusual, nueva forma de opulencia, nuevos problemas de salud, preocupación con depresión, y descuido en la comida o en la medicación

¿Por qué callar? Las personas de edad no denuncian su situación, tal como lo señalan las estadísticas.

Pasaremos a enumerar las razones más comunes: vergüenza de sentirse obligado/a a denunciar a un miembro de la familia, miedo a ser objeto de nuevos actos violentos, miedo a ser internado/a en una institución geriátrica, miedo a perder al proveedor de sus cuidados o el contacto con, al menos, algún miembro de su propia familia, la falsa creencia que la víctima es merecedora de maltrato, por Ej. por haber sido una mala madre, la creencia, a veces infundada, que la policía o los servicios sociales no podrían ayudarla, y la creencia que no podría probar la situación de maltrato.

En la actualidad se sabe que las personas de edad víctimas de abuso frecuentemente evidencian síntomas similares a las víctimas del síndrome del niño golpeado o de la mujer golpeada.

4 - La Intervención profesional

Si uno cree que una persona está en peligro inmediato de violencia física, hay que denunciar la situación a la policía o a los servicios sociales sin demora.

Sin embargo, en caso de duda, las intervenciones deben ser examinadas con cuidado, pues el autor podría tomar represalias contra la víctima. Por otra parte, la persona de edad tiene el derecho de aceptar la ayuda o de rechazarla. A menos que hubiere problemas de incapacidad mental, el consentimiento de la víctima debiera ser prioritario. Es decir, los deseos de la persona de edad. valen antes que ninguna otra cuestión. La intervención debiera ser mesurada en relación con la situación; hay que tener en cuenta muy bien la forma en que cualquier cambio afectaría a ambas partes, Una intervención inadecuada o inoportuna podría agravar la situación.

El objetivo de la intervención debiera ser cambiar una situación inmanejable. En general, no sirve de nada acusar al autor del maltrato. Es importante recordar que la violencia y los comportamientos relacionados son aprendidos y frecuentemente se transmiten de generación en generación. Un niño maltratado por su padre será un adulto que usará la violencia hacia su esposa o su hijo, entonces como encargado de un padre/madre anciano/a, extenderá el maltrato hacia su padre/madre o su pariente.

En junio de 1997, asumió como ministro de Justicia y procurador general de la Nación, la diputada de la región Edmonton Oeste, Honorable Anne MC. LELLAN, Seguiremos a continuación algunas de sus planteos realizados sobre el tema del maltrato en el marco provisto por la violencia doméstica y social genéricamente considerada.

En los organismos especializados se brindan servicios psico-sociales, apoyo práctico y asilo a las víctimas de la violencia. En todos los casos se trata de romper las cadenas del aislamiento y de hacer caer los muros de silencio que intentan disuadir o descorazonar con frecuencia a las mujeres y a los niños de Diversas comunidades a solicitar ayuda.

Hace 25 años la violencia familiar era una forma de tragedia personal que se sufría en gran parte en silencio, tanto las víctimas como los agresores y los testigos, se trataba de un secreto guardado detrás de las puertas cerradas.

como sociedad hemos comenzado, no solamente a reconocer y a condenar la violencia familiar, sino a comprendería, sea física, sexual o emocional, así como los numerosos problemas que genera. La violencia familiar no respeta ninguna clase, raza, religión o región geográfica. Sin embargo, las mujeres y los niños son generalmente las víctimas.

En 1996, se registraron cerca de 22000 casos de violencia conyugal en los 184 servicios de policía en todo el país. Se estima sin embargo que esta muestra representa la mitad del número real de casos de violencia conyugal para ese año. En nueve de cada diez casos, las víctimas eran mujeres. Un sondeo telefónico efectuado en 1993 por la Oficina de Estadísticas de Canadá reveló que una de cada tres mujeres canadienses adultas había sido agredida física o sexualmente por su pareja o su ex - pareja. Más de la mitad de esas mujeres habían sufrido agresiones graves.

Se ha estimado que los costos de la violencia hecha contra las mujeres en Canadá podrían llegar a cerca de 1500 millones de dólares para el sistema de salud, sin contarlas hospitalizaciones ni los servicios médicos. 'Si todos pagamos estos costos, de una forma u otra, directa o indirectamente, por un problema social tan extendido, todos debiéramos trabajar para erradicarlo" Debemos trabajar sobre las raíces de/ problema, como la tolerancia hacia la violencia para controlar otros, el estrés asociado a la desocupación, las dificultades financieras y el consumo excesivo de alcohol y drogas; hay que quebrar el círculo de la violencia.

Frente a la violencia familiar el gobierno de Canadá reconoce la necesidad de un amplio compromiso social.

Desde 1988, tres iniciativas federales de lucha sucesiva contra la violencia familiar han buscado promover el bienestar de la familia mejorar la capacidad de la justicia penal y los sistemas de alojamiento y de salud para ayudara las víctimas y arrestar a los contraventores.

Las iniciativas de lucha contra la violencia familiar en vigor, anunciadas en 1997, han puesto sobre todo el acento en la prevención de la violencia hecha contra las mujeres y los niños en el hogar y sobre las respuestas a esta violencia...

La estrategia sobre la prevención de/ crimen elaborada a nivel nacional es un nuevo programa, con un costo de 32 millones de dólares canadienses anuales en el curso de los 5 años próximos para trabajar con las comunidades. Se trabaja con organismos de la comunidad y ONG en todo el país para ir a la fuente de todas las formas de criminalidad..

La documentación norteamericana señala que la prevención contra el maltrato hacia los/as ancianos/as depende de numerosos factores. Entre ellos el más importante es una re - educación a nivel nacional y un cambio en la actitud hacia los/as viejos/as y los discapacitados en toda la sociedad. Asimismo debiera desarrollarse una mayor toma de conciencia pública sobre la naturaleza y el espectro del abuso contra las personas de edad. En los últimos años se ha desarrollado en los EEUU una política nacional hacia el envejecimiento que fue acompañada de medidas para prevenir el maltrato. Se debe realizar un trabajo adicional para ayudar a las familias que deben o desean hacerse cargo de los miembros de mayor edad en su hogar. Se necesita desarrollar programas que supongan mayores recursos para proveer de comida, cuidado de día, transporte, orientación y ayuda en las tareas cotidianas a fin de disminuir el estrés tanto de los cuidadores como de los viejos/as que los requieren. Se debiera realizar una investigación continua sobre las causas y la evaluación e los tratamientos más adecuados contra el abuso hacia los viejos, e invertir esfuerzos para la educación poniendo el acento en la prevención. Es conveniente recordar que el abuso contra los/as ancianos/as nunca debe ser considerado aceptable o como una "forma natural" de la vida en familia. Sin servicios adecuados de ayuda a las víctimas y a sus familias, todos los esfuerzos tendientes la prevención no podrán llegar nunca a romper el ciclo del maltrato. Debemos reconocer ante todo que la violencia, y en particular, la violencia familiar, un problema social complejo cuya solución pasa ante todo por tomarse el tiempo e encontrar los motivos por los cuales existe e invertir los recursos para esta finalidad. La violencia hacia los viejos, fundamentalmente mujeres, por sus hijos de mediana edad o por otros es una forma especial de la violencia familiar, que así como el abuso contra los niños, merece ser reconocida, investigada y se deben proveer de intervenciones adecuadas para salvar a las víctimas de un sufrimiento innecesario. Ante todo debe educarse a la gente para reconocer el maltrato, el abuso y el abandono hacia los/as viejos/as pues son formas destructivas de violencia familiar, trabajar arduamente para prevenirlas. Así entendemos nosotros será posible llevar delante el lema HACIA UNA SOCIEDAD PARA TODAS LAS EDADES, que nos proponen las Naciones Unidas para este 1999 Año Internacional de las Personas e Edad.

CITAS 1 Quisiéramos destacar que la información sobre estos casos en nuestro país no está disponible. Hemos consultado a organismos responsables, con resultado negativo, en virtud de que esta preocupación aún es demasiado reciente. 2 Perfil establecido por el Comité sobre el Envejecimiento de la Cámara de Representantes de los ÉEUU, de acuerdo con las estadísticas disponibles. 3 Traducción de la palabra inglesa ageism y que supone el conjunto de prejuicios y estereotipos aplicados a las personas mayores, en razón de la edad. BIBLIOGRAFIA Documentos consultados via INTERNET BENTLEY, Jim, (1999), Elder Abuse-The Hidden Crime, Area Agency on Aging Region 9, Ohio. CALIFORNIA REGISTRY, (1998), Elder Abuse, Online Senior Housing & Home Care Database. CONSEIL DE PLANIFICATION SOCIALE DE LA RÉGION DE SUDBURY (Ontario), (1998), Personnes agées negligées.. MINISTÉRE DE LA JUSTICE DU CANADÁ, (1998), Exploitation des personnes ágées. NATIONAL COUNCIL ON CHILD ABUSE & FAMILY VIOLENCE, (1999), Elder Abuse information. SMART, Michael, (1 997), Graham: Elderly Abuse is Hidden Crime in Utah, The Salt Lake Tribune, Utah. UNITED NATIONS, ECONOMICAND SOCIALCOUNCIL, (1998), Older women and support systems: new challenges.. UNITED KINGDOM, (1999), Elderly Abuse, (www.con.anglia.ac.uk/DOV/dovi3Ol.htm) WORLD HEALTH ORGANIZATION, (1998), Violence and Health Prevention.

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Comentarios

El trabajo de la Lic. Gastron cumple formalmente lo que ella se propone transmitir conceptualmente: es un trabajo sobre la violencia y nos violenta al leerlo. Y nos violenta no porque no sepamos la mayoría de las cosas que aquí se dicen, sino porque a pesar de saberlas insistimos en negarlas, insistimos en hacer como que no pasan y al hacerlo a lo único que contribuimos es a su perpetuación.

Es interesante como está planteada la problemática. Arranca con el aspecto macro, encuadrado en el crecimiento desproporcionado de la población vieja a lo largo del siglo que finaliza, lo cual ha sido erróneamente planteado como un problema en lugar de ser tomado como lo que es: un dato de la realidad sin precedentes y sin retorno. luego se va centrando en un aspecto genérico al señalar las crecientes dificultades que experimentan las mujeres por el solo hecho de envejecer, dificultades que no son o social inherentes a los años en si mismos sino a su ubicación dentro del entramado social que les tocó en suerte. Si en la ruleta de la vida además de mujer les tocó pobreza sus dificultades pueden ser irrecuperables.

La autora señala luego el rol familiar que se le exige a las mujeres en el cuidado de los miembros enfermos, discapacitados o dependientes antes de pasar a ser, en muchos casos ellas mismas enfermas, discapacitadas y dependientes, cosa que la sociedad hace llamando intempestivamente a la solidaridad sin tener en cuenta la dialéctica de la violencia a la cual está sometida la misma familia y que atenta contra esa misma solidaridad. Innumerables autores se han ocupado en señalar que la familia es una institución violenta y peligrosa y a pesar de los datos estadísticos aportados, como los que aquí nos trae la Lic. Gastron se insiste en dejarlos de lado. No hagamos oídos sordos a las estadísticas: la mayoría de los actos violentos contra niños, mujeres y viejos se cometen dentro de la familia como dramáticamente muestra este trabajo.

Una de las formas de ocultar este problema es que no contemos en nuestro país con estadísticas lo suficientemente contables para que los investigadores serios como la autora tengan que recurrir a cifras extranjeras en lugar de ponerlos de frente a nuestra realidad, que no debe ser muy distinta a la de Canadá que aquí se estudia.

Muchas más cosas se podrían decir sobre el magnífico trabajo que nos ha brindado la Lic. Gastron pero quisiera remarcar que este tipo de investigaciones sirven para que aquellos que estamos interesados en estos temas podamos seguir las líneas que a partir de estos estudios se abren. En este sentido quisiera poner el acento sobre una pregunta que la autora se hace: ¿Más vida es mejor vida?

Prof. Dr. Leopoldo Salvarezza

Prof. Titular Regular, Cátedra Psicología de la Tercera Edad y Vejez, Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires

DIMENSIONES DE GÉNERO EN EL GENOCIDIO DEL PUEBLO ARMENIO

Gender implications in the Genocide of the Armenian People

Lic. Brisa Vareta

Área Interdisciplinaria de Estudios de la Mujer, Depto. de Cs. Sociales. UNLU.

Resumen:

En este artículo pretendemos aportar una mirada articuladora a partir de u estudio de caso referido a la acción de mujeres -armenias- en defensa de otra mujeres, revalorizándolas como sujetos históricos activos que, con su participación en diversos ámbitos, condicionaron permanencias o cambios, demostrara resistencia y luchas en acciones vinculadas a los derechos humanos en el pasado y en el presente.

Palabras clave: Mujeres, derechos de las mujeres, genocidio, testimonios.

Abstract: This work presents a case study of Armenian women's actions on behalf of other women, from a

perspective that attempts to articulate a gender analysis looking a women as active historical subjects, who through their participation in different space,< fostered continuities and change, resistance and struggle, in the sphere of human rights lo date.

Key Work-. Women, women's rights, genocide, testimonies.

Sumario: 1 - Contexto histórico y legal de la "cuestión Armenia", en el siglo XIX 2 - Resistencia y denuncia femenina durante el holocausto.

Por ser la temática de los derechos humanos transversal e interdisciplinaria es inclusora de

aspectos que pueden abordarse desde diferentes disciplinas y áreas temáticas.

En el caso que trabajamos, la Historia tributa al derecho una contextualización que explica e interpreta situaciones que luego se enmarcarán en la legislación desde la teoría y la práctica del derecho. Se interpelará al pasado sobre cuestiones que persisten y adquieren nueva virulencia en el mundo actual y que hacen a la violación de derechos humanos en general y de las mujeres en particular.

Nuestra mirada desea incorporar una interpretación histórica que incluya en su análisis las categorías de «género» «etnia» y «minoría religiosa» que vuelven a tener, en el presente, fuertes y grises connotaciones.

Hacia la segunda década del siglo pasado, la Argentina recibía uno de los últimos contingentes del período de la «gran migración interoceánica» del siglo anterior, se trataba de varones y mujeres inmigrantes Armenios/as que escapaban del genocidio llevado adelante por el imperio turco en l9l5.(1)

Fueron numerosas las mujeres que integraron esos contingentes y que organizaron familias cuyos descendientes forman hoy, parte de la sociedad Argentina, pero con particularidades que dan cuenta de formas culturales de relación que se remontan a varias generaciones atrás.

Ante la complejidad de un proceso histórico en el cual los derechos de los pueblos fueron y son sistemáticamente avasallados, las perspectiva de este análisis se centrará específicamente en el rol que en esa experiencia histórica traumática, cumplieron las mujeres algunas como víctimas otras como denunciantes y como defensoras de los derechos en una etapa histórica en que poco y nada se prestaba oídos a las voces femeninas.

Nos planteamos como objetivo central y general de este trabajo reconocer y exponer-en cuanto su significado original de «poner fuera» y en conocimiento público en el centro de interés aspectos del holocausto que hacen a la cuestión específica de los "Derechos de la Mujer'.

Desde una perspectiva de género se analizarán los sucesos considerando dos aspectos centrales: En primer lugar considerar que el genocidio fue aplicado sobre la totalidad de la población

Armenia -y de otras minorías-, pero sobre las mujeres y niñas se ejercieron acciones específicas y que tienen que ver con su triple condición étnica, religiosa y de género: por ser Armenias, por ser cristianas y por ser mujeres. En segundo lugar trabajara partir de testimonios producidos por mujeres. Esto es en síntesis, analizar la violencia sobre las mujeres relatada por mujeres.

Recurrimos a testimonios escritos: presentados por mujeres ante diversos funcionarios y organismos internacionales europeos o estadounidenses, por denuncias realizadas ante sus estados, embajadadores o jefes directos (2 )

Hemos estructurado nuestro artículo teniendo en cuenta los siguientes puntos: Contexto histórico y legal de la« cuestión Armenia» en los siglos XIX y XX.

Resistencia y denuncia femenina durante el holocausto: La victimación de las mujeres por el Estado turco, delitos de «¡esa humanidad». Resistencia y denuncia femenina durante el holocausto

Reflexiones finales Sistematización en tablas de las denuncias de las violaciones a los derechos humanos de mujeres por mujeres residentes en oriente, teniendo en cuenta las siguientes variables:

a)informante b)Vínculos nacionales c) Actividad d) Percepción de los espacios en que se producen los sucesos. e)Calificación que dan a las situaciones que testimonian. f) Especificidad de las violaciones de los derechos humanos en función del género (mujeres y niñas). 1 - Contexto histórico y legal de la «cuestión Armenia» en el siglo XIX

La migración de las mujeres Armenias se insertó en un movimiento general que incluyó a personas de ambos sexo y de todas las edades y que se produjo a escala internacional en diversas fases.

Fue de carácter masivo y estuvo provocada por una crisis política en el área del Cercano Oriente que en la época se encontraba dominada por el Imperio Turco.

Desde fines del siglo XIX este Estado concretaba una política de persecución y exterminio de las minorías étnicas, que tuvo su hito culminante con la ejecución del genocidio Armenio en 1915 en el cual murieron 1.500.000 personas y que se ha constituido históricamente en el antecedente más cercano al genocidio realizado por los nazis entre 1939 y 1945.(3

A partir de la década del 20 y hasta 1940 quienes lograran escapar al exterior se radicaron especialmente en Grecia, Francia, EE.UU. y Argentina. Con este exilio forzado se iniciaba la etapa de la «diáspora», en ella los Armenios reconstruirían sus pautas nacionales fuera de una territorialidad estatal propia.

Los Armenios fueron entonces, parte de un reino multinacional, multiétnico y multireligioso. En virtud de pertenecer a una minoría étnica y religiosa dentro de un modelo político totalitario.

En el conjunto de la población Armenia se encontraban dos grupos diferenciados: aquellos que habitaban las áreas rurales y cuya subsistencia estaba ligada al cultivo y al pastoreo, y un segundo grupo que habitaba en el medio urbano, especialmente las ciudades, dominaron los circuitos simples de la economía como pequeños comerciantes, en el abastecimiento en general, trasladando las materias primas y artesanías; debemos distinguir además a los grandes mercaderes, prestamistas y banqueros en especial en Constantinopla.

La llegada al gobierno del sultán Abdul Hamid II (1976-1909) apoyado por el movimiento de los Jóvenes Turcos prometía introducir reformas liberales y fueron apoyados por los Armenios.

En diciembre de 1876 la potencias europeas se reunieron en Constantinopla para resolver la denominada «cuestión de Oriente», en ese momento Turquía presentó una Constitución que, basada en la belga de 1830 aunque adaptada al modelo imperial turco, garantizaban los derechos civiles como libertad religiosa y de propiedad, a la vez que contenía artículos donde se admitía la división de poderes fue el límite aceptado por los países europeos cada uno enfrascado en propias situaciones internas (revoluciones socialistas) o enfrentamientos territoriales. Esta Constitución tuvo vigencia entre 1876-1909, en el Congreso y Tratado de San Stéfano (3-5-1878) se acordó la independencia de Servía, Montenegro y Rumania, y nada respecto Armenia. Pero el artículo 16 estipulaba que la retirada rusa estaba ligada a reformas en el territorio armenio, y garantizaba su seguridad ante los kurdos y circasianos.

Los Armenios pedían autonomía local, tribunales civiles, milicias cristianas y musulmanas, derecho de voto para los contribuyentes y que los impuestos locales fuesen para reformas locales. Ante la falta de respuestas en 1880 se constituyen en Armenia sociedades secretas de origen armado, en 1895 el distrito de Sasun se subleva negándose a pagar impuestos a los kurdos, fue arrasada y aproximadamente tres mil Armenios fueron asesinados. Entre 1895 y 1896 los turcos unidos a la minoría kurda inician un ataque sistemático sobre seis provincias armenias :Erzerum, Bitlís, Van Jarpert, Sivás y Diaberkir (Bournoutián,G. 1993) en ese lapso aproximadamente fueron asesinados 150.000 Armenios ade las aldeas.

La situación en las fronteras turco-rusa se iban tensionando y las minorías migraban internamente según los territorios cayesen en manos de una un otra potencia. El tratado resultante del Congreso de Berlín dejaba a Armenia bajo dominio turco.

Paralelamente se vivían en Europa los prolegómenos de la Primera Guerra Mundial con la exacerbación de los nacionalismos y de la carrera armamentista.

En 1908 los Jóvenes Turcos apoyados por Armenios y azeríes iranios iniciaron una revolución armada contra el sultán Abdul Hamid y establecieron un gobierno constitucional (24-7-1908), pero en 1913 un golpe de Estado generado por sectores ultranacionalistas enervados por pérdidas territoriales -y aliados de Alemania y Hungría- anularon la Constitución e iniciaron el sistemático aniquilamiento planificado de la población Armenia como la «solución final». A partir del momento en que se iniciaba la Primera Guerra (1914) y ante la «distracción» de las potencias europeas el gobierno turco planifica y concreta un genocidio que termina con la vida de 1.500.000 de personas. La matanza se inicia en la noche del 23 al 24 de abril de 1915 accionando en primer lugar sobre dirigentes políticos, religiosos, maestros e intelectuales Armenios. Miles de niños hijos de padres asesinados y desaparecidos son entregados y sometidos. (Ashod Artzruni 1975;351).

Al finalizar la Guerra las potencias europeas preservaron la integridad territorial de Turquía y la

firma del Tratado de Lausana ponía fin a las aspiraciones de constituir una nación Armenia independiente.

Las descripciones de estos sucesos han sido denunciadas en el momento que se producían a autoridades de países extranjeros y posteriormente llevadas a tribunales internacionales en los que se refieren a detalles del holocausto.

De las diversos testimonios hemos seleccionado aquellos narrados por mujeres que fueran testigos presenciales de los acontecimientos, y que aportaron la mirada femenina aún tan poco rescatada.

Los testimonios utilizados pertenecen en su gran mayoría a mujeres occidentales que se encontraban en territorios del Estado turco ejerciendo su profesión especialmente en el caso de enfermeras, educadoras y religiosas- como viajeras o bien acompañando a sus esposos en el exterior.

Es en primer término especialmente interesante reconocer la acción de mujeres que -a principios de siglo- habían salido de occidente europeo e incluso cruzado el Atlántico, procedentes de EE.UU. movidas por la curiosidad o en otros casos el ejercicio de una profesión para la que se habían preparado. Estas mujeres eran solteras en su mayor parte y en todos los casos se relacionaban con instituciones «contenedores» que actuaban como mediadoras entre el «mundo exterior» y ellas. No podemos encasillarlas dentro de lo que serían las « transgresoras feministas», por el contrario se encuadraban dentro de «lo permitido», fundamentalmente en actividades que extienden el rol femenino asignado socialmente - cuidar enfermos, niños o misionar el cristianismo-.

Pero tampoco son las típicas mujeres de la burguesía occidental urbana decimonónica cuya esfera de acción se restringía esencialmente a actividades en el hogar y a los espacios a él funcionales. Estas testigos si bien no escapaban a las normativas, las bordeaban llegando hasta los límites permitidos pero frecuentados sólo por las audaces.

En sus testimonios esta característica aparecerá una y otra vez, ya que no cuestionan el orden de los valores establecidos, sino que reflejan -fundamentalmente desde una mirada femenina, cristiana, occidental y burguesa- los sucesos que se desencadenarán en los años 1915 y 1916.

Las descripciones que les pertenecen son de gran importancia en tanto no hay un prejuicio o previo compromiso político con alguno de los actores enfrentados.

1 . Su falta de marco de análisis se observa en que no plantean en forma sistematizado las diferentes políticas llevadas adelante sobre varones y mujeres, así como las responsabilidades específicas -apareciendo culpas difusas sobre funcionarios en general, soldados, kurdos y en algunos testimonios claramente señalado el Estado terrorista-. Pero si se realiza una lectura atenta del discurso, es posible sistematizar los datos, pudiendo extraerse conclusiones claras de lo que fue la política expresamente decidida, la metodología utilizada para concretarla y las responsabilidades específicas por parte del Estado.

2. Con el objeto de identificar con claridad algunos elementos centrales del proceso, así como la denunciante específica del mismo se ha construido un cuadro en el que encolumnamos algunos conceptos centrales, que permiten comparar las descripciones y obtener similitudes y diferencias así como sistematizar algunos aspectos que permiten categorizar con claridad los sucesos producidos durante el gobierno de los Jóvenes Turcos y conducida por su Ministro del Interior Tala.

En función de esquematizar los testimonios hemos seleccionado los siguientes aspectos a enfatizar por su relevancia: • Emisora del documento • Vínculos nacionales • Actividad • Percepción de los "lugares" donde se desarrollaron los sucesos. • Conceptos utilizados para clasificar los sucesos. • Violaciones de los derechos humanos diferenciadas en función del género.

A los fines de ordenar y organizar la presentación de los testimonios y los conceptos sustanciales

que de ellos se desprenden y, a la vez, evitar tediosas transcripciones que rompan con el hilo de la ponencia, hemos incluido el cuadro en las últimas páginas de. la ponencia, y adelantando en el próximo punto las conclusiones a las que llegamos luego de manejar los testimonios, cuya cita completa presentamos en el Anexo correspondiente.

2 - Resistencia y denuncia femenina durante el holocausto.

Las primeras órdenes de abandono de las viviendas y de expulsión de los se hicieron recaer sobre la totalidad de la población Armenia incluyendo varones y mujeres de diferentes generaciones -incluyendo desde ancianos a niños lactantes.

Se mantuvo a la población para ser deportada en «campos de concentración» mayormente al aire libre y que podían ubicarse desde en las plazas centrales de las ciudades a -mayoritariamente- en las afueras de la ciudad. Las condiciones de estos campos fueron infrahumanas no contando los prisioneros con alimentos, agua, letrinas ni posibilidad de protegerse de las inclemencias cismáticas, esta situación sumada al impacto psicológico y a la política de terror llevó a muchos/as a la locura, la enfermedad, epidemias y muerte «El campamento de Islahié es la cosa más triste que yo jamás haya visto. Justo a la entrada estaban tirados un montón de cuerpos sin enterrar. Conté 35 y en otro lugar 22, en la inmediata vecindas de las tiendas de aquellos que habían caído en virulenta disentería. La suciedad dentro y alrededor de estas tiendas era algo indescriptible»' en un sólo día el comité de entierro sepultó a 580 personas» (Schafer;389)

En pocas horas las mujeres -junto con ancianos/as y niños/as-eran separadas de los hombres adultos, a estos últimos se los ataba y preferentemente por la noche amparándose en la «invisibilidad» se los asesinaba utilizando diversas metodologías - fusilados, asesinados con armas blancas, despeñados atados desde montes a ríos-.

Una vez separados los varones de las mujeres y quedando absolutamente desprotegidas, se ejercían sobre ellas permanentes violaciones a sus derechos elementales «Las familias eran dispersadas, los hombres asesinados y las mujeres y jóvenes entregadas a los turcos, los niños vendidos para convertirlos en musulmanes» (Holt, p.302),

A las violaciones de los derechos específicamente ejercidas sobre los varones detención torturas y asesinatos- se agregaron aquellas que específicamente tuvieron como objeto a las mujeres.

• .Marchas forzadas por el desierto sin alimentos, protección del sol y sin agua, . • Violaciones sexuales permanentes y reiteradas sobre mujeres jóvenes y niñas «Ser mujer

en especial una mujer atractiva, con todos los peligros que acechan a una mujer (algunas en «Constantinopla me dijeron que desfigurarían sus rostros si fuesen exiliadas» (lbid)

• .Obligación de marchar en avanzados grados de gravidez y en el posparto inmediato -provocando la muerte de las madres y los bebés- «Entonces en un carro recorrí toda la ruta a lslahie. Si había visto mucha angustia antes, las escenas que vía allí desafían toda descripción. Una mujer de débil complexión estaba sentada junto al camino con un cojín sobre la espalda y un bebé atado encima y en sus brazos llevaba a un niño de dos años; sus ojos estaban turbados y se encontraba en sus últimos jadeos. La mujer había caído en la angustia y lloraba de modo desgarrador. La llevé conmigo hasta el próximo campo de concentración donde el niño murió»(Schafer;389)

• -Asesinatos cuando se negaban a marchar. • .Raptos de niñas para ser prostituidas o incluidas en los harenes. • .Conversiones forzadas al Islam. • Saqueos y robos de las pocas pertenencias que llevaban.

En estas instancias se pone en práctica la violación sistemática de las mujeres como estrategia de acción de imposición racial deliberada, con el objetivo de embarazarías de niños turcos. Varias de las ancianas entrevistadas hacen alusión a esta realidad y plantean que muchos de los casamientos arreglados por sus padres tenían por objeto «buscases un esposo que las protegiera de las violaciones». Esta situación se ha reiterado en genocidios recientes como el de los bosnios.

Es evidente que la política del Estado turco no fue neutral en relación con el origen étnico, la religión y el género.

Si bien el máximo responsable y organizador general de las matanzas fue el Estado turco se dio una participación activa del conjunto de la población que no desconocía los sucesos, al menos en las ciudades en que ocurrían y en las aldeas cercanas, en estas violaciones a los derechos humanos hay que recalcar que también participaron mujeres kurdas y turcas « Los ofrecimientos fueron aceptados, las mujeres entregaron sus joyas a las esposas de los funcionarios de gobierno y obtuvieron promesas de que no serían deportadas, aunque en todos los casos fueron obligadas a hacerse musulmanas»(Gage p. 1 1 1)

Las mujeres armenias del común -más allá de la acción de heroínas consagradas luego por la literatura popular del exilio- desarrollaron formas de resistencia activas y pasivas cuyos contenidos y formas sólo pueden captarse en todo su dramatismo en el contexto histórico de un holocausto «Los gendarmes la intimaron a que debía partir en algunas horas, ella fue nuevamente a la Casa de Gobierno . Fue en vano le dieron dos camellos para ella, los nilos y el equipaje. Bajo el sol abrasador de Osmanieh nació un cuarto hijo y cuando arribó a Alepo con el niño muerto, lo único que pudo hacer fue dirigirse al hospital» (Cold;405)

«Uno se entera porque ellos mismos lo cuentan, que muchas mujeres arrojaron sus hijos al río ya que no tenían medios de nutrirlos y prácticamente todas las familias se vieron disminuidas entre los hombres que fueron asesinados» (Atkinson;374)

Esto no obsta para aclarar que en la mayor parte de los testimonios aparecen mencionados pobladores/as turcos/as que asumiendo riesgos personales, ayudaron en diversas formas a esconderse o escapar a Armenios/as.

A diferencia del estado nazi que explicitó la política de exterminio en diversa documentación y lo asumió públicamente como un valor a sostener el estado manejado por los Jóvenes turcos mantuvo las acciones sistemáticas y organizadas en el marco del ocultamiento y la negación pública, esto llevó también al intento del ocultamiento de los cuerpos de los/as asesinados/as podríamos mencionar entonces la puesta en práctica de la «desaparición de personas» concepto que se hará tristemente célebre en Argentina -en la década del setenta- reflejando la política de exterminio y ocultamiento

público de la dictadura militar. Estimamos que para el genocidio armenio pueden reconocerse elementos que autoras feministas mencionan para el nazismo en el sentido de que la «guerra racial» se centró en las mujeres como un elemento de singularidad del genocidio nacionalsocialista del pueblo judío (Bock,1993;179).

Por último consideramos interesante destacar la funcionalidad asignada los lugares, identificando los «lugares» de la muerte y la vida en los que se desarrolló esta historia y la forma en que fueron percibidos, cargados de contenidos y diferenciados a partir de los testimonios con los que trabajamos.

Debemos recordar que los territorios bajo dominio turco se caracterizaban por formar parte de un extenso espacio rural -recorrido por pastores de cabras y ovejas y con producción agrícola y de frutales en las áreas periféricas a las aldeas-. Las aldeas cuyo origen se remontaba habitualmente a etapas muy antiguas se ubicaban a orillas de cursos de agua y se constituían en centros de intercambio local y regional, asimismo constituían el asiento de artesanos -del cuero y textiles- de comerciantes, de autoridades civiles y funcionarios militares, conservaban aún los muros que las diferenciaban y protegían del espacio exterior, la pertenencia a tal o cual ciudad-aldea será reconocida aún en la diáspora -por ejemplo las casas de los descendientes de Hadjin o de Marash-. Los pobladores se reconocían sin la utilización de apellidos, dentro de estructuras premodernas la identidad la daba el ser «hijo de « o «hermano/a» o bien definidos por sus actividades y oficios al estilo del medioevo europeo, porque las historias familiares se encontraban arraigadas desde años en la aldea, si bien los testimonios dan cuenta de la existencia de «barrios étnicos» también se observa la interacción entre los distintos pobladores, fue seguramente la pertenencia a diferentes religiones y diferentes pautas matrimoniales las que mantuvieron separados a los Armenios -cristianos- del resto del universo islámico.

Sobresaliendo sobre todas ellas, la gran capital Constantinopla sede del gobierno imperial, las actividades financieras, los bancos y el gran comercio, no fue prácticamente afectada por los sucesos e incluso se la intentó mantener al margen en tanto los mismos fueron ocultados al conocimiento europeo «Cuando llegamos a Constantinopla, todo parecía tan apacible y calmo que me sentí frustrada. No recibimos noticias de la ciudad por un tiempo y pensamos que debía estar en manos del enemigo. Ver a mujeres y niños vestidos a la última moda y aparentemente indiferentes la miseria del mundo era un contraste doloroso» (Holt;303)

El Imperio turco de 191 5 ejercía, en especial a partir de las reformas, un dominio de la territorialidad, y la organización de un espacio a partir del centro reconocible simbólicamente e indiscutido en Constantinopla y la instalación de ejércitos dirigidos desde el centro en los poblados.

«El Imperio, pensado como un universo «totalitario», no es nunca un no lugar. La imagen que está asociada con él es, al contrario, la de un universo donde nadie está nunca solo, donde todo el mundo está bajo control inmediato, donde el pasado como tal es rechazado (se ha hecho tabla rasa con él)» (Augé 1996;pil7)

A partir de los testimonios utilizados pueden reconstruirse las funcionalidades dadas a los distintos espacios en el holocausto y las acciones específicas ejercidas en ellos.

a) En los centros urbanos, lugares del contacto cultural cotidiano entre los pobladores turcos y Armenios, ellas fueron:

• .Reclutamiento de varones para la realización de trabajos forzados en caminos y obras públicas

• .Detención masiva de los varones líderes religiosos, políticos e intelectuales en un principio y masiva a posteriori.

• .Instalación en ellos de centros clandestinos de detenciones y tortura en prisiones, sótanos o -en varios casos- utilizando las iglesias ortodoxas -previo asesinato de los ministros religiosos-.

• .Confiscación de bienes muebles e inmuebles. • Deportación masiva de ancianos/as mujeres y niños rumbo a un incierto destino.

Las ciudades fueron también los espacios donde negociar la vida a cambio de: • dinero o joyas. • de conversiones al Islam • de protección por parte de instituciones extranjeras e internacionales (Cruz Roja, Orfanatos,

iglesias protestantes) • Y en algunos casos -como en Van- el lugar de la resistencia.

b) Las zonas fronterizas y rurales peri urbanas fueron, habitualmente, los lugares en los que se ubicaron los campos de concentración de tránsito hacia un viaje sin destino fijo conocido. La concentración de población en estado de crisis emocional y sometida a vejámenes e inanición convirtió estos lugares en lugares de muerte en especial de los niños y las mujeres -ya que los varones eran asesinados por separados bajo el amparo de la nocturnidad-.

Estas áreas rurales fueron en algunos caso el lugar del ocultamiento y la huída -entre los campos cultivados-.

c) Las rutas de escape centradas sobre todo en las vías del FFCC. Atestadas de pasajeros y que se constituían en una prácticamente única vía de salida del infierno.

Los vagones y estaciones fueron, sin embargo también el lugar de concentración de las deportadas sin agua ni alimentos, sufriendo epidemias y enfermedades. Los trenes fueron también los lugares del filicidio y el suicidio femenino ante la angustia de la crueldad y el sufrimiento cuando los FFCC. atravesaban precipicios.

d) El desierto atravesado por los circuitos de las caravanas de deportadas que recorrían este espacio signado específicamente como el espacio de la muerte. Las rutas del desierto eran los sitios preferidos para ataques y violaciones realizados por las tribus kurdas sobre las mujeres y niñas. Bordeando las aldeas, los itinerarios del traslado forzoso jalonado de etapas y de puntos fuertes en las ciudades a las que nunca se arribaba componen el lugar de «sentido único» un «espacio» que será recordado -junto con el de las masacres masivas en las ciudades- como el destino propuesto para la «solución final» y donde fueron mujeres y niños / as las principales víctimas.

«Ciertos lugares no existen sino por las palabras que los evocan» dirá Marc Augé (1996;.99) el desierto está por definición sobrecargado de sentido, es el sentido del desamparo, de la no vida, de la muerte. Reflexiones finales.

Algunas / os sobrevivieron al genocidio, en muchos casos abandonaron sus ancestrales tierras que les traían los ecos de la muerte e iniciaron el largo camino de la diáspora, entre otros lugares a la Argentina. Cada uno de ellas / os traería en sus maletas una mezcla de sentimientos: ansiedad, tristeza, dolor y nostalgia por un lado, junto con las expectativas e ilusiones esperanzadoras por el otro. (Grinberg 1996;21)

Entre los países receptores podemos contar a el nuestro donde hoy son aproximadamente cincuenta mil personas los descendientes de Armenios. Más allá de la letra, los mecanismos estatales fueron laxos y permisivos en su acción concreta «Como en tantos otros campos de acción del Estado, tanto antes como después de 1916, el estudio de la práctica efectiva puede ser mucho mas revelador que el análisis escueto del encuadre jurídico (... ) En la tensión entre una voluntad política limitacionista y el peso de una tradición cultural de amplitud inusitada y sólo explicable en función del vacío demográfico y de la tenaz ilusión «civilizadora» de los padres intelectuales de la Argentina moderna transcurrió la década. La Argentina posponía así hacia los años treinta la decisión de limitar el ingreso más severamente (... )» (Devoto,1992;91) A la flexibilidad en el cumplimiento de las normas en la Argentina se oponía el mas estricto control en los EEUU -otra de posibilidad a los ojos de los Armenios que establecía en 1921 y 1923 «leyes de cuotas» que limitaban las entradas de inmigrantes. La Argentina aparecía, por lo tanto, como la alternativa viable, que haría posible la instalación de esta colectividad en su seno. La imposición de la partida y la imposibilidad del retorno, sin duda condicionaron fuertemente a las primeras generaciones, la identidad en crisis debería ser reconstruida colectiva y artesanalmente en el exilio.

CITAS 1-La palabra «genocidio» fue acuñada por el jurista polaco Prof. .Rapphael Lemkin (1944) Axis Rule in Occupied Europe; Washington D.C,Carnegie Endowment for Internacional Peace. con ella se hace alusión a crímenes colectivos direccionados específicamente a personas a las que se condena en virtud de su raza, religión, etnia etc. La palabra tiene origen etimológico griego en «genos» (raza, nación o tribu) y la raíz latina «cide» (asesinar). La definición de genocidio para las matanzas de Armenios/as entre 1915 y 1916 ha sido reconocido plenamente en diversos documentos internacionales: En Vancouver (Canadá) la Sexta Asamblea del consejo Mundial de Iglesias(1983) reconoció las implicancias contemporáneas del genocidio Armenio. En París (Francia) el Tribunal Permanente de los Pueblos(1984) luego de tres días de deliberación declaró culpable al gobierno de los Jóvenes Turcos por el delito de genocidio perpetrado contra los Armenios/as entre 1915 y 1917, considerándolo un crimen imprescriptible e internacional, por el cual el Estado turco debe asumir su responsabilidad histórica. el Informe Revisado y Actualizado sobre la cuestión de la prevención y sanción del crimen de genocidio.(1985) Este Informe fue encargado por el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas al experto internacional Benjamín Whitaker. La Subcomisión de Prevención de Discriminación y Protección a las Minorías de las Naciones Unidas, del Parlamento Europeo (1987) reconoce el genocidio armenio realizado por el gobierno de los Jóvenes Turcos e instó a Turquía a reconocer el mismo. El historiador Erich Hobsbawm (1995) 'La era de las Catástrofes" En: historia del siglo XX, Crítica, Barcelona también da carácter de genocidio a las matanzas de Armenios/as 'Así pues el mundo se acostumbró al destierro obligatorio y a las matanzas perpetradas a escala astronómico, fenómenos tan frecuentes que fue necesario inventar nuevos términos para designarlos:'apátridas" o genocidio'.Durante la primera guerra mundial Turquía dio muerte a un número de Armenios no contabilizado -la cifra más generalmente aceptada es de 1,5 millones- en lo que puede considerarse como el primer intento moderno de eliminar a todo un pueblo. Más tarde tendrá lugar la matanza episodio mejor conocido- de unos 5 millones de judíos a manos de los nazis, aunque el número es todavía objeto de controversia. 2-La documentación utilizada ha sido editada por Ohanian,P. (1986) «Turquía,Estado Genocida (1915-1923),Ed.Akian,Ss.As. El autor ha realizado un minucioso trabajo de recopilación documental. Los testimonios de mujeres aparecen insertos entre muchos otros correspondientes a diversos actores sociales de la época. 3-Entendemos por genocidio la planificación y ejecución sistemática de un plan de exterminio realizado desde las instituciones del Estado. BIBLIOGRAFIA AUGE,MARC (1996) Los «no lugares». Espacios del anonimato, Gedisa, Barcelona. ARTZRUNI,ASHOT. (1975) Historia del pueblo Armenio. Bs.As. Ararat BINAYAN, NARCISO (1974) La colectividad Armenia en la Argentina. Bs. As. Alzamor Ed. BOCK, GISELA (1993) Políticas sexuales nacionalsocialistas e historia de la mujeres, En: Duby,G y Perrot,M (Dirs) Historia de las mujeres en Occidente,T.9,Taurus Madrid. BOULGOURDJIAN, NELIDA (Y otros)(1988) El Genocidio Armenio en la Prensa Argentina Bs.As. Plus Ultra. BOULGOURDJIAN, NELIDA.(1988) «Algunos aportes al conocimiento de la inmigración Armenia en Argentina (1909-1923). En: periódico Armenia, 9 de noviembre de 1988. 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Comentario:

Me parece muy oportuno encarar el tema de la situación de la mujer en situaciones de beligerancia extrema, sea por razones religiosas, étnicas u otras que rondan alrededor de actitudes discriminatorias, por diversos motivos. Es interesante el tratamiento de una situación muy alejada en el tiempo y el espacio de nuestras circunstancias actual.

Considero oportuno el haber recurrido a los testimonios no de quiénes fueron objeto de brutal discriminación, sino de quiénes fueron testigos de esas atrocidades y pueden dar una versión ecuánime de los hechos, sin dejar de admitir que no se puede ser testigo indiferente.

Desde luego, quiero señalar que la Lic. Brisa Varela ha trabajado este material de segunda mano con rigurosidad metodológica y técnicas adecuadas para mirar el problema con total objetividad.

Sus conclusiones nos traen a la memoria las actividades que hacia la mujer se han registrado en las guerras de conquista y más recientemente en los sucesos de que estamos siendo testigos en los Balcanes. Dra. Elena Chiozza División Geografía, Dpto. de Cs. Sociales Universidad Nacional de Luján

REFLEXIONES EN TORNO A LA INTERVENCIÓN PROFESIONAL DESDE EL TRABAJO SOCIAL CON MUJERES PERTENECIENTES

A LOS SECTORES POPULARES

Considerations on the subject of the professional role of the Social Worker in respect of women belonging to working classes.

Biviana Travi

Docente e Investigadora en el Área Metodológica de Trabajo Social Departamento de Cs. Sociales, UNLU.

Resumen:

Este trabajo tiene como objetivo principal contribuir a la reflexión sobre la posibilidades /potencialidades de una intervención profesional transformadora desde el Trabajo Social con mujeres de los sectores populares. Nos proponemos compartir algunas reflexiones acerca de la concepción tradicional acerca de los sujetos sociales y en particular de las mujeres beneficiarias de la asistencia pública, del rol del trabajador social y del lugar central de la transferencia de saber es como un medio para superar el círculo vicioso de la demanda-recurso permitiendo orientar la intervención sobre los complejos mecanismos que generan y legitiman la desigualdad.

Palabras clave: Trabajo social, intervención profesional, género, sectores populares.

Abstract: This study's main aim is lo make a contribution lo the considerations related lo the possibilities/

potentialities of an innovative professional approach lo the issue of women belonging lo working classes in the domain of Social Work. We intend lo share some considerations on the traditional concept of social subjects and in particular on women who are the beneficiaries of public welfare, on the role of the social worker and on the central role of transference of knowledge as way to overcome the demand-resource vicious circle , thus, allowing the orientation of the professional role on the complex mechanisms that originate and legitimate inequalities.

Key words : Social work, professional role, gender, working classes.

Sumario: 1 - Acerca de las categorías, género, exclusión social y ciudadanía. -2 - El trabajo social y la intervención transformadora.

Este trabajo tiene como objetivo principal contribuir a la reflexión sobre las posibilidades/ potencialidades de una intervención profesional transformadora desde el Trabajo Social con mujeres de los sectores populares.2

Partimos de la convicción que a lo largo de la historia de nuestra profesión, el Trabajo Social ha acumulado una valiosa experiencia y que cuenta con un enorme potencial teórico/ metodológico que por múltiples razones (internas y ajenas a la disciplina) no siempre llega plasmarse en la practica cotidiana o en la reflexión teórica.

Creemos que algunas de variadas las razones de esta situación, pueden estar vinculadas con: las condiciones laborales del ejercicio profesional; con la definición de los sujetos sociales "objetos de intervención"; y con la histórica dificultad de articular la interpretación y la intervención lo cual se manifiesta, en

algunos casos, en ciertas prácticas profesionales "rutinizadas" y en una escasa profundización o utilización poco rigurosa de categorías de análisis indispensables para el ejercicio profesional.

El eje de este trabajo estará centrado en la articulación de las categorías de género, exclusión social, ciudadanía e intervención profesional.

En primer término se presenta una breve definición de dichas categorías haciendo hincapié, en aquello que aportan de novedoso, de diferente, en la medida que permiten desnaturalizar y convertir "hechos dados" en problemas de análisis y de intervención.

Luego se hará referencia al impacto diferencial de la pobreza en función de/ sexo, para luego centrarnos en el análisis de los procesos de exclusión social, considerados como el producto de una desigual apropiación de los bienes materiales, culturales y simbólicos por parte de los diferentes sectores sociales.

Por último, nos proponemos compartir algunas reflexiones acerca de la concepción tradicional acerca de los sujetos sociales y en particular de las mujeres beneficiaras de la asistencia publica, del rol del trabajador social , y del lugar central de la transferencia de saberes a fin de superar el circulo vicioso de la demanda-recurso o dentando la intervención sobre los complejos mecanismos que generan y legitiman la desigualdad. 1 - Acerca de las categorías de género, exclusión social y ciudadanía

A partir de la década del '50, se inicia una nueva etapa en que las mujeres comienzan a tener presencia y a ocupar un lugar en un ámbito hasta ahora reservado a los hombres, el ámbito público, irrumpiendo así en la escena mundial, en una lucha por constituirse en sujetos plenos de derecho.

Son por lo menos tres, según A. M. Fernández (1 993), los elementos o ejes de visibilidad que dan cuenta de ello: la incorporación masiva al mercado laboral, la incorporación a la enseñanza secundaria y terciaria y la ampliación de la práctica política de los movimientos feministas.

Paralelamente, a partir de los años '60 y '70 se produce un cuestionamiento generalizado en relación a los modelos teóricos explicativos vigentes, dando lugar posteriormente a la llamada crisis de los paradigmas totalizantes y omnicompresivos Así, confluyen una serie de elementos que comienzan a socavar los cimientos que sostenían tanto los principales sistemas de valores, como los modos conocer e interpretar la realidad y por lo tanto de intervenir sobre ella.

Es en este contexto, que se tornan necesarias nuevas categorías de análisis que permitan una nueva mirada sobre la realidad. Ya no se trata sólo de elabora incorporar nuevos marcos teóricos para el análisis de esta "nuevas problemática sociales", sino planteamos las formas de conocer, de concebir el modo de producción del conocimiento y de su apropiación. (1)

En este sentido el empleo la categoría de género nos permite una nueva visión, explicación de fenómenos, de situaciones, de "casos cerrados" donde el denomina( común fue el consenso sobre la inferioridad femenina, la naturalización de la vi cotidiana y del papel subordinado de la mujer en la sociedad.

Si bien el concepto de género existe desde hace cientos de años, es recién partir de los años'70 que comienza a ser utilizado como categoría analítica con u acepción especifica. ¿ Por qué surge como tal?. "Si un objetivo del trabajo teórico es desarrollar o crear herramientas analíticas - conceptos, categorías, teorías - que permitan entender o visualizar algo que antes estaba desapercibido, ¿que es lo q permite ver? (Lamas, 1986). Esta autora plantea que lo que básicamente aporta es una nueva manera de plantearse viejos problemas, interrogantes no sólo acerca, de la relación entre los sexos sino sobre cuestiones fundamentales de organización económica, política y social.

En términos generales podemos afirmar, que un "hallazgo" central de los estudios sociales basados en la perspectiva de género, lo constituye la constatación que diferencias entre lo femenino y lo masculino son construcciones sociales, es de una interpretación social de la determinación biológica, y que "si bien las diferentes sexuales son la base sobre la cual se asienta una determinada atribución de papeles sociales, esta distribución no se desprende "naturalmente" de la biología, sino que es un hecho social (Lamas, 1 986). Así mismo, un aporte de inestimable valor para profundizar y mejorar la interpretación y la producción teórica, consiste en identificación de los procesos a través de los cuales las diferencias biológicas se convierten en desigualdad. (En toda propuesta de intervención profesional subyace paradigmas, marcos teóricos, y la identificación de sus principales categorías conceptos se torna imprescindible a la hora de un análisis crítico de la misma.)

Más recientemente cobra vigencia la categoría de exclusión vinculada a la noción de ciudadanía.

Según los últimos informes sobre Desarrollo Humano (en particular el informe realizado en 1995 dedicado a la situación de la mujer) numerosos documentos c las Naciones Unidas, de ONGS, centros de investigación u organizaciones feminista coinciden en que, a nivel mundial, las mujeres constituyen el grupo excluido mas numeroso.

Algunos datos son más que contundentes. Según el Informe sobre Desarrollo Humano (1 995), a pesar del notable avance en materia d educación y salud sigue existiendo, una enorme discrepancia de oportunidades entre mujeres y hombres e el mundo, llegando a la conclusión que "en ninguna sociedad las mujeres están e condiciones tan buenas como los hombres y que "en lo concerniente a ejercer u poder real o poseer facultades para adoptar decisiones, las mujeres constituye una verdadera minoría en todo el mundo".

Esta situación se manifiesta claramente cuando las investigaciones, incorporando la variable “género", se proponen visibilidad las diferencias notables en la calidad de vida de la población, las cuales no pueden ser explicadas solamente a partir de las categorías de clase social o ingreso. Tomar conciencia que las mujeres representan el 70% de los pobres del mundo, las dos terceras partes de los analfabetos, y que violencia domestica, "es responsable de uno de cada cinco días de vida saludable perdidos por las mujeres en edad reproductiva" ( OMS, 1994, cit. por Ferreira, G.) son evidencias lo suficientemente alarmantes como para ser ignoradas tanto en el debate teórico sobre el tema de la ciudadanía como en el diseño de políticas públicas.

En lo que respecta a la pobreza, su aumento en las últimas décadas y el deterioro de la calidad de vida de amplios sectores de la población a nivel mundial, requiere volver la mirada sobre cuestiones que al menos en el mundo occidental avanzado habían encontrado respuesta a través del Estado de Bienestar, concebido como "un conjunto de instituciones destinadas a elevar la calidad de vida de la población tendiendo a reducir las diferencias sociales ocasionadas por el funcionamiento del mercado" (Isuani, E. 1989).

Si bien en sus comienzos, el Estado de Bienestar estuvo centrado en la idea de seguridad (frente a los riesgos), después de la 2º guerra cobra fuerza la idea de igualdad y solidaridad social basadas en la noción de ciudadanía, el bienestar social como derecho inalienable de todos los ciudadanos. Surge así la utopía de un individuo librado de la necesidad y protegido de los principales riesgos (Rosanvalion, P. 1995).

De manera tal que, desde la lógica del sistema, la inclusión a través del trabajo asalariado y de los servicios sociales aseguraba el funcionamiento del mismo.

Pero volviendo al tema que nos ocupa, ¿podemos considerar que, aún en momentos de pleno apogeo del Estado de Bienestar, las mujeres estuvieron plenamente incluidas?

Para Lo Vuolo (1996), "la inclusión social significa englobar al conjunto de la población en el sistema de instituciones sociales, concierne al acceso a sus beneficios, como a la dependencia del modo de vida individual con respecto a los mismos. De ahí que la exclusión social refiere a todas aquellas condiciones que permiten, facilitan o promueven que ciertos miembros de la sociedad sean apartados, rechazados o simplemente se les niegue la posibilidad de acceder a los beneficios institucionales. En tal sentido, el autor señala, que se trata mayoritariamente de situaciones de exclusión en la sociedad. Así, retornando las palabras de Amartya Sen dirá "que la garantía de la inclusión es entonces el acceso a ciertos bienes, a aquellos que definen la capacidad para funcionar en el sistema social en cuestión, en tanto lo que la persona puede hacer depende de su control sobre ciertos bienes que controla".

¿Cuáles son entonces las condiciones que hoy garantizarían la inclusión plena de las mujeres? ¿Cuáles son aquellos bienes cuyo acceso es vital para asegurar la capacidad de funcionar en el sistema social? ¿Cuál es la situación de los sectores populares en general y de las mujeres pertenecientes a ellos en particular?

¿La pobreza tiene el mismo impacto según si son varones o mujeres las que la padecen? ¿Qué efectos tiene sobre la salud (física, síquica y sexual) la desigual carga de responsabilidades domésticas? ¿Qué incidencia tienen sobre la salud mental los mitos y creencias que legitiman la desigualdad, y los valores y mandatos culturales que restringen la posibilidad de desarrollar las capacidades de la mujer?.En la actualidad, en numerosos estudios referidos al tema de la pobre comienzan a incluir la cuestión del impacto diferencial de la pobreza según sexos. (2.)

En tal sentido, la interpretación desde la perspectiva de género permite u nueva visión en la medida que su aporte central es que modifica las preguntas acerca de la realidad, desnaturalizando lo,"dado", problematizando la realidad. Y entre las cuestiones naturalizadas de hecho, es sumamente interesante revisar la utilización de la categoría de ciudadana/o. ¿Cómo pensar políticas públicas y sociales que garanticen en el acceso a u ciudadanía plena para más de la mitad de la población mundial?

En primer lugar, es indispensable reconocer que los procesos de exclusión social tienen una trayectoria y un impacto diferencial en función del sexo, cuy causas no se circunscriben a la pertenencia a una clase, una etnia o religión, si que se encuentran imbricadas en los modos de vida, costumbres, asignación, roles de géneros, y están presentes en todas las sociedades. En segundo lugar, requiere explicitar que entendemos por ciudadanía plena y a quienes incluye.

Tal como lo plantean diversos autores, un aspecto central del debate actual política social y en la filosofía política, se desarrolla en torno a la cuestión de ciudadanía al constituirse en un referente obligado a la hora de discutir cuestión vinculadas con igualdad, justicia, libertad y democracia.

Entre las principales razones de este "renovado interés en los noventa", Kymlicka y Norman (1 997), señalan, que a nivel de la teoría se trata de una evolución natural del discurso político, ya que el concepto de ciudadanía parece integrar las exigencias de justicia y pertenencia comunitaria, conceptos centrales de la filosofía política los años setenta y ochenta, a la vez que, este interés fue alimentado por una se de acontecimientos (apatía de los votantes, intolerancia, etc.) que ponen en peligro las bases mismas de la democracia.

T.H. Marshall (1 949), concibió a la ciudadanía, por una parte como un "status que se otorgaba a los que son miembros de pleno derecho de una comunidad donde todos los que poseían ese status eran iguales en lo referente a derechos deberes que implica". Asimismo "explica la extensión del status de ciudadano distintas esferas sociales en sucesivas etapas, proceso en el cual se van diferenciando distintas instituciones que asumen las garantías de los derechos asociados a ese status. Sus beneficiarios fueron las clases emergentes en cada fase histórica: la burguesía y el proletariado". (Noya Miranda, J., 1997)

Si bien coincidiendo con Bustelo, E. (1 998) podemos 'pensar la política social como el desarrollo de un proceso de expansión de la ciudadanía en el cual partiendo de los derechos civiles se han ido incorporando los derechos políticos y finalmente los sociales", aún en nuestro país, derechos elementales como el derecho a vida, a la salud, o a elegir la vida que uno quiera vivir, se encuentran seriamente comprometidos para millones de mujeres y niñas víctimas de violencia de género en sus múltiples manifestaciones. (3)

Sí ser ciudadana /o significa entonces pertenecer, ser miembro pleno de sociedad, un sujeto de derechos, implica tener derecho en primer lugar a la vida a la salud, a la educación, al trabajo, al tiempo libre a la participación política, opinar acerca del rumbo de la sociedad y fundamentalmente el derecho a ser protegido por las leyes.

El concepto de ciudadana/o, es en su origen un concepto puramente formal. Sin embargo, el significado de los derechos del ciudadano no puede entenderse aisladamente, sin considerar las diferentes relaciones del poder, de status, de recursos. Por lo tanto, el ejercicio pleno de los derechos legales y políticos requiere una base firme derechos sociales y económicos (Gaviría, 1995).

Siguiendo a Marshall, su noción de ciudadanía se basa en la idea de una "identidad compartida" como expresión de la pertenencia a una comunidad política . Pero en los últimos años, a pesar del movimiento internacional por los derechos de las humanos y de las mujeres, de la firma de convenios internacionales y en el caso de nuestro país de su incorporación a la Constitución Nacional de 1994 de diversas convenciones internacionales (4), estos derechos ¿pueden ser ejercidos de igual manera por todos los sectores sociales, por los varones y por las mujeres? ¿Esta igualdad de derecho se corresponde con una igualdad de hecho? ¿Esta situación es tomada en cuenta en el diseño de políticas sociales dirigidas hacia la mujer y en la práctica cotidiana de los trabajadores sociales?

En el ejercicio de la práctica profesional, constatamos diariamente la escasa o nula participación de las mujeres pobres en actividades que trasciendan los tradicionales roles femeninos (atención de comedores, guarderías, etc.) , o la imposibilidad de acceso a los derechos elementales, lo cual convierte a un amplio sector de la población en no-ciudadana en función del su sexo y/o del sector social al que pertenece.

¿Pero este es un fenómeno reciente, producto de la crisis de actual? ¿Las mujeres han estado alguna vez penalmente incluidas en el desarrollo histórico, económico, social y político? ¿ La Ley de Sufragio Universal ¿sobre qué idea de “universo” estaba pensada? Es más, ¿eran ciudadanas nuestras colegas que hasta entrado el siglo XX eran incapaces ante la ley para firmar contratos o cobrar un salado por su trabajo; las mujeres que en nuestro país no pudieron ejercer el derecho político a elegir y ser elegidas? ¿y las madres que hasta 1985 no pudimos ejercer la patria potestad sobre nuestros hijos? ¿Son hoy ciudadanas las mujeres víctimas de múltiples formas de violencia o que mueren a diario producto de una sociedad y un Estado en el que sus instituciones no protegen ni siquiera su derecho a la vida, ¿o aquellas que como consecuencia de un sistemas de valores se les impide el desarrollo pleno de sus capacidades bajo el pretexto de que deben ocuparse de su familia por que es lo que les corresponde? 2 - El trabajo social y la Intervención transformadora.

El análisis e interpretación de las situaciones mencionadas hace imprescindible recurrir al lugar que las mujeres han ocupado a través de la historia.

¿Cómo explicar el "estado de pre-ciudadanía" (Bustelo, E. 1997) en el que se encuentran las mujeres pobres ante la casi imposibilidad de acceder a derechos tan elementales como el acceso a la salud, los derechos reproductivos, si ignoramos los mecanismos jurídicos, políticos sociales y culturales que transmitieron y legitimaron la desigualdad, como por ejemplo el status de Incapaz con la cual fue concebida en la legislación argentina. (5)

Quisiera detenerme brevemente en el concepto de incapacidad. Bien sabido es que el principio fundamental en el que se basó la ayuda a los pobres (y en particular a partir de las primeras intervenciones del estado en el siglo pasado) fue la ":ineptitud para el trabajo y junto con los inválidos, niños abandonada y ancianos encontramos a las mujeres-madres.

Asimismo, hasta hace una década, prevaleció (y prevalece aún) una definición del concepto de necesidad basado en la noción de carencia, de "falta de".

Las nociones de ineptitud para el trabajo, invalidez y carencia fueron constitutiva de la identidad de estos sujetos como beneficiarios legítimos de la asistencia y encorcetaron la intervención profesional en una trampa sin salida.

Por otra parte, los objetivos rectores del ejercicio profesional se basan en un concepción de la persona como sujeto de derechos y apuntan fundamentalmente a su protagonismo y participación activa en la en la resolución de sus problema. Es quizás., en el no develamiento de esta situación, que yacen en gran parte las contradicciones que se observan entre los discursos y la práctica profesional.

¿Cómo promover entonces la autonomía de un sujeto que por definición depende la asistencia de los otros? ¿Cómo desarrollar las capacidades de aquellos que fueron definidos en función de sus carencias?.

Para salir de esta prisión conceptual no alcanza con la declamación de principio,, Si no que se impone una rigurosa revisión teórico-metodológica que sustente tanto la producción teórica como la intervención profesional.

Como mencionamos al comienzo, la igualdad, la justicia social y la libertad son imperativos básicos de todo sistema que pretenda considerarse democrático constituye el centro de la discusión de la filosofía política (demás esta aclarar que el Trabajo social no debería permitirse llegar tarde al debate).

Conocer estos marcos explicativos es de vital importancia para la práctica cotidiana de nuestra profesión dado que, por un lado permiten visibilizar procesos, situaciones naturalizadas de hecho. Pero fundamentalmente hablan, explican, dan cuenta de cuestiones ya conocidas por nosotros, a las cuales no podíamos ponerle palabras, "nombrarlas' en términos de Bourdieu, o bien nuestra palabra como profesionales no tuvo la fuerza, el poder necesario para darles "existencia explícita' tema que ampliaremos más adelante.

Según G. Canclini, las culturas populares se configuran por un proceso d apropiación desigual de los bienes económicos, culturales y simbólicos de un nación o de un grupo social por parte de sus sectores subalternos y por un comprensión, reproducción y transformación de las condiciones generales y propia de trabajo y de vida .

Las dos ideas principales en esta definición son: que la culturas populares son el resultado de una apropiación desigual en la que alguno sectores son hegemónicos, y otros, los populares son subalternos respecto de los bienes económicos y culturales de una sociedad.

Este desarrollo teórico es de gran utilidad para la reflexión desde el Trabajo Social, ya que rompe con la tradición antropológica que plantea las relacione,, entre las culturas como relaciones de "diferencia" y critica al relativismo cultural en cuanto eluden que el problema de la las diferencia es en gran parte resultado de la desigualdad.

Parafraseando al economista hindú y reciente premio nobel A. Sen (1992 podríamos afirmar que la pobreza en general y la discriminación de género en

particular es producto de una desigualdad ¿pero desigualdad de qué? Como mencionábamos en otro trabajo (Travi, 1997), es relativamente sencillo identificar situaciones de pobreza caracterizados por una desigual apropiación de bienes materiales y/o económicos.

Mucho más difícil, es visualizar los complejos mecanismos a través de los cuales se producen situaciones de exclusión social y de discriminación, donde el determinante no es una consecuencia directa de lo económico, sino de un sistema de normas y valores que ubican a los individuos en distintas posiciones de poder en la estructura social, en función de roles asignados social y culturalmente.

Por lo tanto podemos afirmar que, en gran medida, es particularmente en el campo de los bienes culturales y simbólicos donde debe centrarse la intervención profesional a fin de revertir esos procesos.

En tal sentido la transferencia de saberes cumple un papel fundamental en la medida que la intervención pueda contribuir a la construcción de un saber y una palabra con valor social, revalorizando el saber cotidiano, que fueron adquiriendo las mujeres a través de la multiplicidad de su práctica social y vida cotidiana.

M.Rozas (1 994) caracteriza al saber cotidiano como la suma de procesos de aprendizaje que los sujetos van internalizando y externalizando y constituye el poder de desenvolverse en su medio, saber que se hace y como se hace.

En tal sentido, define al saber cotidiano como un saber instrumental, validado en la práctica como la opinión socialmente establecida sobre las cosas empírica y emocionalmente vinculadas.

Asimismo plantea que este saber es transmisible, de generación en generación ,es proyectivo en la medida en que anticipa un pensamiento separado de su practica inmediata en el tiempo y el espacio y es pragmático porque adquiere sentido en la medida en que esta vinculado a la resolución de problemas cotidianos. (negrita de la autora)

Pero que valor social posee este saber? Cómo enriquecerte cómo convertirlo en herramienta de poder?

Bourdieu plantea que cada grupo social se define por sus posiciones relativas en el espacio social, definido como un conjunto de relaciones de fuerza objetivas que se imponen a todos los que entran en el campo y que son irreductibles a las interacciones directas e indirectas entre los agentes, Y agrega que las propiedades actuantes retenidas como construcción del espacio social, son las diferentes especies de poder o de capital, En tal sentido adquiere un valor central esta noción de capital si tomamos en cuenta que el principio según el cual se diferencia los campos es por el tipo de capital en juego.

Así, los agentes se distribuyen en un campo según el volumen global del capital que poseen y en segundo lugar según el peso relativo de las diferentes especies de capital en el conjunto de sus posesiones.

¿Cómo apropiarse y cómo generar capital cultural y simbólico desde y en el trabajo social con las mujeres y en particular con aquellas pertenecientes a los sectores populares?

Siguiendo con el planteo del autor, la percepción del mundo entraña un acto de construcción donde los sectores dominantes imponen su visión del mundo, es decir sus categorías de percepción al resto de los agentes sociales. De esta manera, van generando mecanismos de consenso, acerca de las desigualdades (pobres hubo siempre ,la mujer se realiza como reina del hogar),logrando que la discriminación de grupos e individuos, así como el reparto desigual de la riqueza, etc. parezca natural.

Por lo tanto, si la visión del mundo se construye a partir de las cate de percepción que hallamos incorporado, ello implica que lo que verdadera está en juego en la lucha política, es el poder por conservar o transformar el social conservando o transformando las categorías de percepción de ese mundo

Bourdieu nos habla del "poder casi mágico de nombrar y de hacer gracias a la nominación" y plantea que el trabajo de producción y de imposión sentido se realiza dentro y mediante las luchas en el campo de la producción cultural.

Podemos concluir entonces que, una práctica profesional transformación implicará intervenir activamente sobre los procesos que producen, natura legitiman la desigualdad.

Para ello, los trabajadores sociales nos encontramos en una ubicación privilegiada, para conocer como se procesan a nivel micro los procesos estructurales fenómenos asociados a los procesos de reproducción cotidiana de los se populares.

Para lograrlo, se impone un uso riguroso de las herramientas metodologicas que dispone la ciencia social, de manera que nos permita desnaturalizarlos procesos sociales de exclusión y discriminación, esto es, problematizar la realidad, introducir nuevas preguntas acerca de lo que sucede, transformar hechos cotidianos o intranscendentes en problemas de investigación mejorando, enriqueciera formas de intervención y la construcción de categorías y mecanismos adecuados de interpretación.

Los trabajadores sociales podemos realizar un aporte de incalculable valor proceso de dar "existencia explícita" a situaciones naturalizadas de hecho, a la práctica cotidiana de las mujeres pertenecientes a los sectores populares, de publico lo privado, de hacer visible lo invisibilizado, de ponerle palabras a lo no dicho, a lo silenciado, haciendo trascender a lo colectivo la practica y las experiencias particulares, transformado situaciones dadas en problemas sociales que, en la agenda de los poderes públicos.

Esta capacidad de nombrar, de dar existencia explícita, entraña una enorme capacidad de poder para los sectores excluidos, a la vez que es un proceso constitutivo y constituyente del grupo en cuanto fortalece su identidad y capacidad de diferenciación.

En este proceso, también nos fortaleceremos como colectivo profesional sólo podremos acompañar a los sectores populares en este camino, en cuanto logremos que nuestra palabra adquiera valor social, y desarrolle la capacidad de hacer ver y conocer los saberes acumulados a través nuestro ejercicio profesional CITAS: (1)En este trabajo tomaremos la noción de categoría como "esquemas o estructuras formales elaboradas por la reflexión teórica. Por ser formales, no nos proporcionan por sí mismas objeto de conocimiento propiamente dicho (ya que son en definitiva condición de posibilidad construcción de objetos, en un espacio de racionalidad especifica. " (Subrayado del autor) (2)Ejemplo de ello, son los documentos e informes elaborados por la comisión para el Adelanto de la Mujer de la CEPAL, los informes sobre Desarrollo Humano , estadísticas de la organización de la Salud, además de las investigaciones realizadas ONGS, institutos o ámbitos académicos (3) Se entiende por violencia de genero el ejercicio de la violencia que refleja la asimetría existente en las relaciones de poder entre varones y mujeres, y que perpetua la subordinación y desvalorización de lo femenino frente a lo masculino. Esta se caracteriza por responder al patriarcado como sistema simbólico que determina un conjunto de practicas cotidianas concretas, que niegan los derechos de las mujeres y reproducen el desequilibrio y la inequidad existente entre los sexos. La diferencia entre este tipo de violencia y otras formas de agresión y coerción estriba en que en este caso el factor de riesgo o de vulnerabilidad es el solo hecho de ser mujer. Rico, Nieves. Violencia de genero: un problema de derechos humanos. Santiago de Chile, CEPAL, 1996. Serie Mujer y Desarrollo, pág. 8, citado en Campana parel derecho a vivir sin violen0a', Red de Salud de las Mujeres Latinoamericas y del Caribe, Sgo. de Chile, 1997. (4)Convención para la eliminación de odas las formas de discriminación contra la Mujer (1979) Convención Internacional por los Derechos del Niño (1989). (5)Se puede consultar sobre este tema el articulo "La mujer y el derecho de familia" publicado por las Gras. Martinez, A. y Almeida, S. publicado en el val. 1 de esta misma revista, 1996. BIBLIOGRAFIA BOURDIEU, P.: "Espacio social y génesis de las "clases"". En, Rev. Espacios de crítica y Producción. 2, Julio-Agosto, 1985. Buenos Aires, Secret. de Bienestar Estudiantil y Extensión Universitaria. Fil. y Letras, UBA. BUSTELO, E. (1998): "Expansión de la ciudadanía y construcción democrática". En Buestelo, E. y Minujin, A. (comp). Todos, Entran. Propuesta para sociedades incluyentes. Bogotá, Colombia, Ed. Santillana-UNICEF FACIO MONTEJO, A.: "Los Programas de la Mujer para las Naciones Unidas". En: Fem/Press, Junio'89 No 92. FEIJOO, M. (1992): "La Vida Cotidiana de la Mujeres Madres en el marco de la crisis". En: Las mujeres en la Imaginación Colectiva. , Bs. As. Ed. Paidós. FERNANDEZ, A. M. (1993): La mujer de la ilusión. Bs. As. Ed. Paidós. Págs. 1314.

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Marie Mies plantea que para ser posible una metodología feminista las investigado deben, de una manera deliberada y valiente, integrar su reprimida e inconsciente subjetividad femenina -por ejemplo su propia experiencia de opresión y discriminación dentro del proceso de investigación. Esto significa que las científicas sociales tiene que entender su propia conciencia doble no como un obstáculo sino como una ventaja metodoi6gica y política'.

El articulo de B. Travi se dirige a plantear líneas de reflexión acerca de la necesidad de encontrar métodos, técnicas y discursos que puedan contribuir a un proceso develamiento y transformación. Este proceso implicará necesariamente desnaturalización de las relaciones de desigualdad y la construcción de saberes prácticas dentro de una ética de respeto y de equivalencia.

María H. .B. Di Liscia

RAZÓN Y CUERPO. FEMINISMO, ESFERAS PUBLICAS Y PRACTICAS PEDAGÓGICAS

Reason and body. Feminism, public spheres and pedagogical practices.

Dra. Adriana Hernández

Centro Interdisciplinario de Estudios de Género, Universidad Nacional de/ Comahue

Resumen:

En este trabajo, anclado en la tradición de la pedagogía la crítica, analizaré le cuestión de lo público y lo privado desde una perspectiva feminista, proponiendo la conceptualización de las esferas públicas, en tanto que múltiples, como espacios de prácticas pedagógicas liberadoras. Recrearé el proceso de teorización, realizando algunas reflexiones sobre el Movimiento de las Madres de Plaza de Mayo. Palabras clave: público, privado, esfera pública, pedagogía, feminismo. Abstract:

This work, within the tradition of critical pedagogy, deals with the question of the public-private split from a feminist perspective. The proposal is to think public spheres not only as multiple, but as spaces for emancipatory pedagogical practices. To recreate the process of theorization, 1 will reflect on the Mothers' movement in Argentina. Key Words: public, private, public sphere, pedagogy, feminism. Sumario:

1 - Sobre pedagogía, propósitos y proyectos políticos - 2- Lo público y lo privado y otras oposiciones binarias ... para modificar los términos de/ discurso público uno debe cambiar las experiencias que tiene la gente; y para re-estructurar las experiencias, uno debe cambiar el lenguaje disponible para significar esas experiencias. 1

La necesidad de un lenguaje para articular nuestra experiencia y darle sentido -aunque parcial y siempre abierto a futuras resignificaciones- es un aspecto fundamental en todo proceso de transformación personal y social .2 . El lenguaje que tenemos disponible provee un marco de referencia con el que entendemos, reflexionamos, nombramos y también constituimos nuestras acciones, sentimientos y deseos como individuos y como sujetos colectivos. El discurso del patriarcado y el discurso del capitalismo constituyen lenguajes hegemónicos que permean toda la estructura social e influencian sitios tan diferentes como la familia, el mercado, el estado, el sistema educacional, la iglesia .3

El modo en que nos relacionamos con el lenguaje varía de acuerdo a nuestras distintas posiciones de sujeto, por ejemplo mujer, Asiática, clase media, gay. Esto significa que el lenguaje puede 'habilitarnos' o 'debilitarnos'. Constituye una tarea fundamental de la pedagogía abordar prácticas que producen significación, en tanto intervienen sustancialmente en la conformación de la subjetividad. De este modo, es posible crear condiciones que conciban al discurso como un terreno dinámico de lucha sujeto a un proceso continuo de redefinición. 1 - Sobre pedagogía, propósitos y proyectos políticos. El presente trabajo, que se ubica dentro de la tradición de la pedagogía crítica, entiende la pedagogía como una práctica concreta que tiene lugar en multiplicidad de espacios -además de la escuela-, y que está orientada a aumentar las posibilidades personales y sociales interrogando las distintas formas de poder en términos democráticos. En este marco, la pedagogía aborda cuestiones fundamentales sobre la producción de conocimiento, de subjetividades, modos de conocer y de aprender. Al analizar prácticas pedagógicas amplias que incluyen el trabajo cultural, estoy extendiendo la noción de lo pedagógico para asignarle un proyecto político entendiendo que la democracia provee tanto un lenguaje de crítica, como de posibilidad. Es decir, el lenguaje de la democracia ofrece posibilidades para transformar la experiencia y desarrollar un discurso público donde justicia, participación, diferencia, libertad, igualdad y solidaridad establecen los términos de análisis y discusión. En este trabajo analizaré le cuestión de lo público y lo privado desde una perspectiva feminista, proponiendo la conceptualización de las esferas públicas, en tanto que múltiples, como espacios de prácticas pedagógicas liberadoras. 2 - Lo público y lo privado, y otras oposiciones binarias. Mi propósito, en esta sección, es llamar la atención sobre el aspecto productivo de diversas prácticas sociales. Esto es, la dinámica de poder al interior de diversos espacios y prácticas culturales establece las condiciones y límites dentro de los cuales se desarrollan capacidades personales y colectivas produciendo, en consecuencia, ciertos modos de conocer, comprender, actuar, comunicar, vincularse. Al reconocer este fenómeno, quiero destacar la posibilidad de transformación que ofrecen las prácticas pedagógicas, en el sentido en que constituyen esfuerzos deliberados tanto para interrogar conocimientos y subjetividades particulares, para influenciar el proceso de su producción. El análisis del discurso democrático, desde una perspectiva pedagógica, permite visibilizar los procesos de constitución, de los sujetos y de las identidades colectivas. Dentro de este abordaje teórico redefinición de las esferas pública y privada es una preocupación fundamental democracia más que una "mera preocupación liberal", en tanto este discurso abarca cuestiones fundamentales tales como acceso, participación, igualdad, consenso y diferencia. El liberalismo, como discurso que crea espacios y particiones a través di cuales representa la vida social, presenta obstáculos para comprender el pro, de constitución de los sujetos y de las identidades colectivas. Es útil referirnos cita que Bowles y Gintis hacen de Michael Waizer al respecto: ... los teóricos liberales predican y practican el arte de la separación. Ellos trazar líneas, marcaron diferentes ámbitos, y crearon un mapa sociopolítico que aún resulta familiar... El liberalismo es un mundo de paredes, y cada una crea nueva libertad . 4 Dentro del marco liberal, la sociedad no se representa como una totalidad, más bien como estructurado en compartimentos que, aun manteniendo ciertas relaciones, constituyen unidades independientes y separadas gobernadas por lógicas diferentes, Considero que la facilidad con que los espacios sociales son divididas entendidos como completamente separados es uno de los grandes obstáculo liberalismo como medio para entender la vida social y política. Particularmente cuando abordamos la cuestión de la división entre lo público y lo privado donde la cuestión no es tanto acerca de esferas institucionales diferentes como lo es acerca de distinciones relacionases.'

Con respecto a la cuestión de dividir la sociedad en espacios, Bowles y Gintis desarrollan un análisis de la teoría social que considero de fundamental importe, para entender la posibilidad de prácticas pedagógicas en diferentes áreas de la social. Los autores se refieren al fenómeno de "isomorfismo de sitios y prácticas como una problemática que sufre la teoría social contemporánea. Desde perspectiva, una práctica particular es asociada de modo único con un sitio particular del cual es visiblemente característico; la economía con la apropiación distribución, el estado con la política, y la familia, la iglesia y los medios mal con la cultura. 11 Dentro de este marco, no es posible percibir cómo la estructura la economía, por ejemplo, tiene también funciones políticas y culturales además aquellas que son apropiativas y distributivas. La economía no solamente se refiere al trabajo (apropiativo) o a la distribución de posiciones dentro de la fábrica; también se refiere al establecimiento de ciertas relaciones sociales (política) y características del discurso social (cultura).7 Es decir, los diferentes sitios práctica social no están identificados sólo con una actividad. Las prácticas políticas distributivas, apropiativas y culturales están toda presentes a la misma vez en diversos sitios. Estas prácticas, en términos del efecto productivo que tienen constituyo modos de ver el mundo, especialmente nuestros conocimientos y subjetividades representan el terreno a ser abordado por las prácticas pedagógicas en un pro de crítica y cambio. La pedagogía constituye así una estrategia para interrogar, transformar el conocimiento, los intereses, los deseos y las subjetividades en un proceso dialéctico complejo al interior de las prácticas políticas, culturales, distributivas y apropiativas. Esto nos ayuda a entender cómo cierto orden económico y político tiene efectos productivos en el sentido de crear, por ejemplo, una cierta forma de entender el mundo de acuerdo a los intereses o a la historia de alguien. De este modo, escenarios y prácticas particulares deben ser abordados de acuerdo a su especificidad por una diversidad de prácticas pedagógicas; prácticas a las cuales Giroux denomina pedagogías locales.

Volviendo a la cuestión de la división de la sociedad en diversos espacios, la partición que ofrece una posición clave para desarrollar aún más la cuestión pedagógica, es la que el liberalismo crea al clasificar a los individuos en oposiciones binarias, lo que Bowles y Gintis señalan en términos de "los que eligen" y "los que aprenden". Estas categorías representan una lógica que produce subjetividades de un modo que esconde la dominación. "Los que eligen", como agentes racionales, se supone que son los que poseen libertad, una libertad que ejercitan tanto en el ámbito privado como público. "Los que aprenden', por otra parte, no tienen libertades o participación en política, y las normas democráticas -en el sentido de libertad e igualdad- no son aplicadas a ellos. Históricamente, la cuestión de quien llega a ser parte de "los que eligen" o parte "de los que aprenden” ha variado según las luchas de poder organizadas a lo largo de categorías de género, raza/ etnicidad, clase, Es decir, por ejemplo, las mujeres, los negros, y las personas que no poseían propiedad no eran consideradas parte de "los que eligen".

Las categorías de "los que eligen' y "los que aprenden" están vinculadas estrechamente a otras dos categorías, voz y salida, que Bowles y Gintis toman de Albert Hirschman y usan para criticar la concepción liberal de teoría de la acción. Bowles y Gintis explican salida y voz, respectivamente, como

...ejercitar la propia libertad para elegir independientemente de los sentimientos colectivos, y entrar en acción mutua, recíproca y participativa con otros para alcanzar objetivos definidos en común."

Los individuos son concebidos como asociases, siendo capaces de elegir de un modo totalmente autónomo. Los intereses, la motivación de la acción, son considerados por el liberalismo como dados. Por lo tanto, la actividad de los individuos como agentes es percibido en términos de "salida". Bowles y Gintis analizan esta cuestión del siguiente modo:

Los individuos ejercen sus derechos en el mercado y en las elecciones. Ambas presentan un "menú" de alternativas... El poder del que elige está limitado a su habilidad para abandonar un producto o un partido político... La economía de mercado y el estado liberal democrático, entonces, enfatizan "salida" hasta la virtual exclusión de la "voz", y la representación hasta la virtual exclusión de la participación.

Si los intereses están dados y el individuo como elector está completamente formado, no hay ningún lenguaje para articular el efecto productivo que el mercado, por ejemplo, u otros espacios sociales tienen constituyendo y dando forma a intereses, deseos, necesidades. Dentro de estos términos, la concepción de ciudadano está limitada a la acción aislada de un individuo que elige (un cliente, un consumidor). Las personas se juntan alrededor de objetivos e intereses pre-existentes (de acuerdo a la concepción de los

intereses de grupo) y no hay posibilidad articular los efectos formativos, vinculadores y constitutivos que el proceso político tiene. En consecuencia, las posibilidades opresivas o democráticas de instituciones y prácticas permanecen escondidas. No hay un lenguaje para reconocer fenómeno o desarrollar una teoría de la acción habilitadora en términos colectivos más allá de aquellos que son individualistas. Esta problemática señala la necesidad de desarrollar prácticas pedagógicas que desoculten/ desenmascaren la productividad de los fenómenos culturales y cuestionen instituciones y prácticas opresivas componente central de este proyecto es la noción de esfera pública democrática,, como un espacio ideal para prácticas pedagógicas liberadoras.

3 - Feminismo y esferas públicas. La tensión Mujer-Mujeres.

La lógica de la esfera contra-pública feminista debe ser entendida como últimamente racional, en un sentido Habermasiano; esto es, no en términos de una apelación a una idea sustancial de una razón trascendental no encarnada / no corporizada, sino en el sentido procedimental de generación de procesos de argumentación discursiva y crítica que buscan contestar las bases de las normas y valores existentes través de formular reclamos/ planteos de valor alternativos.

En esta sección procuro ofrecer una lectura alternativa de la división entre lo público y lo privado trasladándome hacia un marco más amplio de discusión consideración del objeto (subject) del feminismo, la tensión entre Mujer-mujeres. La lógica que sigo consiste en interrogar la construcción tradicional de las esferas pública y privada en términos de: Quién es/ son el/ los sujetos que supuestamente habitan esos espacios?. 12 La respuesta tentativa, que está abierta para problematizaciones futuras, sería que "la Mujer, como un constructo abstracto está confinada a lo privado; pero "las mujeres", como sujetos históricos concretos cruzan los limites ingresando a lo público -aunque en condiciones restringir subvirtiendo intentos de establecer límites fijos.

En el contexto de la ideología hegemónico, se supone que las mujeres habitan o están relegadas al espacio de lo privado, y los hombres habitan/ dominan el espacio público: ¿Cómo se conceptualiza dentro de esta posición lo público y lo privado? ¿Es Mujer o las mujeres quienes habitan lo privado'? Cómo la tensión entre público/ político y privado/ personal opera con el telón de fondo de lo macro - político abstracto y lo micro – político/ experiencial?.

La política de la tensión Mujer - mujeres es reconocido por distintas autoras. Teresa De Lauretis señala:

... la discrepancia, la tensión, y el constante deslizamiento entre Mujer como representación, como el objeto y la precisa condición de la representación y, por otro lado, las mujeres como seres históricos, sujetos de 'relaciones reales' ... mujeres están a la vez dentro y fuera del género, a la vez dentro/ con y fuera/ sin representación,"

Las Madres de Plaza de Mayo recrean esta tensión Mujer-mujeres. Siendo relegadas al rol trans-histórico de guardianas del orden de la vida dentro de sus hogares, desbordaron las restricciones de tal representación y se abocaron a un proceso político que comenzó con la defensa de la vida de sus hijos/as, continuó con la denuncia del terrorismo estatal y, finalmente, el reclamo de la democracia. Algunas lecturas esencialistas del Movimiento de las Madres las han acusado de politizar su rol como tales, o bien de no salir fuera de sus posiciones de sujeto como madres para entrar el espacio público y recrear una concepción de ciudadanía más abstracta y universal. Si sólo se ve 'la Mujer', y no a las mujeres en relaciones sociales concretas, se pierde de vista la diferencia y se cae en una oposición binada, sin que pueda articularse, como De lauretis señala, "la diferencia de las mujeres de la Mujer ... o, quizás más exactamente, la diferencia entre las mujeres" .14

Volviendo a la dicotomía de lo privado - público, entiendo que la mujer que ha sido relegada a lo

privado -y éste como apolítico- no es 'mujeres' sino 'la' Mujer. Ciertamente acuerdo con De lauretis acerca de que todas las mujeres pasan por el proceso de convertirse en 'Mujer' pero, como ella reconoce, no somos solamente eso, somos sujetos históricos. Aún más, nosotras/mujeres estamos constituidas a través de múltiples lenguajes y representaciones culturales, nosotras somos sujetos...

... constituidos en género... aunque no solamente por la diferencia sexual... sujetos constituidos en género (engendered) experimentado las relaciones de raza y de clase, tanto como las sexuales, ... sujetos no unificados sino más bien múltiples, y no tanto divididos como contradictorios.15

Por lo tanto, no sólo debemos prestar atención a la cuestión de 'la Mujer' como aquella atrapada en lo privado, sino también a 'la Mujer' constituida a través de diferentes representaciones. Es decir, ver a las mujeres desbordando aquellas representaciones como sujetos concretos actuando dentro de relaciones sociales concretas. Esto ciertamente problematiza el reduccionismo de lo privado/femenino y lo público/masculino, ofreciendo la posibilidad de una lectura diferente y más compleja de lo político, de la política de género, y la política de representación. Dentro de este marco, la tensión de lo privado - público esta constituida como un espacio de lucha sobre diferentes significados y representaciones, una construcción histórica. Si ciertamente debemos deconstruir y contestar las relaciones de poder específicas que operan el la Ley/logos masculina y en 'la Mujer’ como representación de una esencia, debemos considerar también que, la operación histórica y social de la diferenciación de sexo excede la identificación discursiva de la diferencia sexual. 16 4 - Multiplicidad de esferas públicas.

En esta última sección del trabajo abordaré el concepto de esferas públicas (feministas), basándome fundamentalmente en los escritos de Nancy Fraser e Iris Young. Estos escritos proveen un análisis detallado y críticamente subversivo de la comprensión burguesa de la esfera pública, profundizando las posibilidades radicales de la categoría Habermasiana. Considerando alguna de las conceptualizaciones más sustanciales, procuro mostrar los modos en que son significativas con respecto al movimiento de las mujeres y en términos de prácticas pedagógicas más democráticas.

Una idea sustancial es que tanto lo público como lo privado son políticos, y sus límites y fronteras se superponen muchas veces. Es preciso distinguir el concepto de esfera pública de una comprensión general del ámbito de lo público. Fraser señala que muchas feministas han superpuesto problemáticamente dentro de lo público diversos espacios tales como "el Estado, la economía del trabajo pagado, y arenas de discurso público".17 Ella demuestra que esto tiene consecuencias prácticas, más que limitarse a ser una cuestión teórica. Cuando las campañas de agitación contra las representaciones culturales misóginas son confundidas con programas de censura del Estado, o cuando luchas para des-privatizar el trabajo doméstico el cuidado de los niños/as son consideradas como equivalentes con su comodificación, se pierde de vista la cuestión acerca de si sujetar el género lógica del mercado o a la administración del estado es promover la liberación de las mujeres. 18

A fin de proseguir con este análisis, es útil citar a Nancy Fraser en su especificación del concepto de esfera pública de Habermas, ... un teatro en las sociedades modernas en el que la participación política es reali2 a través del medio del habla. Es el espacio en el que los ciudadanos deliberan sobre sus asuntos comunes, por lo tanto, una arena institucionalizada de interacción discursiva. 19

Como tal, la esfera pública es distinta de la económica y de la estatal, en ti puede ser crítica de ellas y ofrecer formas institucionales alternativa transformadores. Siguiendo a Fraser, podríamos señalar que la descripción Habermas sobre el modelo liberal de la esfera pública burguesa presenta supuestos problemáticos que él no tomó en cuenta.

El primer supuesto se refiere a la problemática creencia de que la condición ideal para la existencia de un orden democrático es sólo una única esfera pública que todo lo abarca, y que "la proliferación de una multiplicidad de esferas públicas que compiten entre sí" significa un alejamiento en desmedro de esta esfera pública original. 20 Sobre este supuesto subyace la concepción de la esfera pública burguesa y Fraser señala que Habermas, más que alejarse del mismo, se apega a él como un principio. Esta idea extendida de unidad me parece una herencia molesta de las grandes narrativas modernistas que continúan marginando a aquellos grupos que no reflejan 'categorías universales'.

Al criticar este fenómeno, Iris Young sigue lógica de la identidad de Adorno, la que ella compara con la crítica de la metafísica de la presencia de Derrida. Young sostiene, La lógica de la identidad tiende a conceptualizar las entidades en término, sustancia más que de proceso o relación ... niega o reprime la diferencia. diferencia... nombra tanto el juego de eventos concretos como la cambie diferenciación sobre la cual depende la significación ... La lógica de la identidad huye de la particularidad de la experiencia, con sus ambigüedades, y busca generar, categorías estables . 21 El accionar de las Madres, indudablemente, constituye un "juego de eventos concretos" que desborda conceptualizaciones esencialistas de lo público. En tanto la desigualdad permea los espacios de deliberación en las sociedades estratificadas, la diversidad de esferas públicas, más que una esfera unificada, provee las condiciones para que los grupos subordinados articulen sus necesidades y discursos, ampliando las posibilidades para un orden democrático más radical. Un aspecto a considerar dentro de la cuestión de la multiplicidad de esferas públicas, es el de las posibilidades pedagógicas que ofrecen como "terrenos de entrenamiento para actividades agitacionales dirigidas hacia públicos más amplios" y también como espacios donde las identidades, necesidades, y discursos de diferentes grupos sociales pueden ser articulados en un proceso de habilitación colectiva que les permite reflexionar acerca de su experiencia y situación dentro de la sociedad más amplia .22 De este modo, las prácticas pedagógicas proveen un discurso moral alternativo que deja al descubierto la dominación y la opresión mientras estimula la construcción de identidades sociales más emancipatorias. Ciertamente, las Madres han sido y son un importante factor en la democratización de la esfera pública en Argentina y una fuente de inspiración para otras contra - esferas públicas tales como diversidad de movimientos estudiantiles, de renovación de partidos políticos. Las Madres en Argentina se unieron y organizaron como individuos privados buscando a sus híjos/as, para luego avanzar y articular un discurso que las desplazó más allá de sus necesidades individuales, construyéndolas como sujetos políticos que denunciaron activamente el gobierno autoritario y reclamaron el orden democrático. Una vez en democracia, las Madres permanecieron como una esfera contra-pública subalterna, rechazando todo intento del gobierno de incorporarlas, o bien de co-optarlas.

La importancia de respetar la diferencia y la pluralidad en democracia reside en que los grupos subordinados pueden desarrollar sus voces y articular sus necesidades si poseen sus propios espacios, en vez de ser absorbidos en una esfera pública ampliamente consensuada. Esta cuestión clarifica el rol clave de las Madres y otros movimientos sociales rechazando su inclusión en el espacio oficial de los partidos políticos. En vez de la declinación y la fragmentación de la esfera pública, este fenómeno debe ser visto como un signo saludable de acción política.

Reflexionando sobre las distintas etapas del movimiento de las Madres y reconociendo el efecto habilitador que sus actividades han tenido, cabe preguntarse por las limitaciones que obviamente sufrió cuando -tratando de ser más que un grupo de formación de opinión- las Madres lucharon por encontrar un modo de influenciar el proceso de producción de políticas. Habían rehusado unirse a los partidos políticos porque, como expresaban, no querían ser manipuladas. Pero, al mismo tiempo, la política de partido parecía ser el único canal articulado y legitimado dentro del nuevo orden democrático que proveía acceso a la política de estado. El movimiento siempre ha permanecido independiente en su organización. Algunas preguntas surgen, tales como: qué organizaciones institucionales pueden ofrecer a movimientos sociales, tales como el de las Madres, la posibilidad de influenciar el proceso de toma de decisiones al nivel estatal sin tener que subsumirse en partidos políticos?

En este punto, me parece fundamental realizar preguntas acerca de la distinción entre esferas públicas como meros espacios de formación de opinión y es públicas como, además, espacios de toma de decisiones. Nancy Fraser usa categorías de espacios públicos débiles y espacios públicos fuertes para designarlos respectivamente. Esta autora ofrece una perspectiva muy importante cuando distingue los parlamentos soberanos como espacios públicos fuertes, en tanto son 'un de deliberación pública culminando en decisiones que obligan legalmente, es 1 articuladas en leyes". 23la cuestión es entonces: hasta que punto es el parlan realmente representativo de la voluntad del electorado en una era donde la dis entre ambos se incremento rápidamente. Fresar considera también la existencia de espacios públicos fuertes en instituciones auto - gobernadas tales como centros de cuidado de niños/as, lugares de trabajo particulares.

Iris Young aborda también la problemática de la formación de opinión y toma decisiones dentro de espacios públicos democráticos demandando mecanismos institucionales y recursos públicos para garantizar,

... análisis de grupo y generación de propuestas políticas de grupo en contextos institucionales donde los que toman decisiones están obligados a mostrar que deliberación ha tomado en consideración las perspectivas del grupo; y el poder de veto del grupo con respecto a políticas específicas que afectan al grupo directamente tales como políticas sobre derechos reproductivos para mujeres, o políticas s el uso de la tierra para las reservaciones indígenas. 14 Considero fundamental en la distinción que estas teorizaciones crean, la dinámica habilitadora de círculos articulados de procesos de "dar cuenta", comprenden solamente a la gente directamente ligada a la institución que corresponde, también a aquellos directamente afectados por su trabajo. Procesos todo solamente políticos, sino también pedagógicos. El segundo supuesto que me quisiera considerar se refiere a la creencia que "el discurso en las esferas públicas debe estar restringido a la deliberación sobre el bien común", sin que los intereses y los asuntos privados tengan lugar dentro de sus términos.25 Fraser introduce aquí un interesante análisis sobre los sen subyacentes de lo público que están en juego dentro de este presupuesto. Fraser afirma, El punto es que aquí no hay límites naturalmente dados, a priori. Lo que considerado como un asunto de preocupación común será decidido precisa a través de un proceso de contestación discursiva... lo público en términos democráticos requiere garantías positivas de oportunidades para grupos minoritarios a fin de convencer a otros de que lo que en el pasado no fue considerado público el sentido de ser de preocupación común, ahora debe serio. 26 La autora ilustra esta afirmación con un ejemplo importante acerca de cómo movimiento feminista pudo transformar la visión de la violencia doméstica contra mujeres desde una percepción privada a un asunto de preocupación común a través de reconceptualizarla como "una característica sistemática muy extendida de sociedades dominadas por hombres". 27 De este modo, esta teorización establece las condiciones para ir mas allá tanto de las concepciones de lo público liberales- individualistas como de las republicana-cívicas en tanto resiste no sólo la idea de intereses y necesidades preexistentes alrededor de los cuales la gente se reúne, sin también del todo abarcativo 'nosotros'. Los intereses y las necesidades son clarificados y constituidos a través de la deliberación y de la acción. El resultado de la deliberación no puede ser conocido nunca con antelación, y puede ser un bien común o no. Por lo tanto, los intereses considerados privados o personales no deben ser menospreciados para la deliberación pública. Iris Young también construye sobre esta línea de pensamiento argumentando cómo definiciones corrientes de lo público excluyen la mayor parte de los aspectos particulares de las personas, tales como género, raza, preferencia sexual, edad, despolitizando la ciudadanía .211 Fraser señala, Estos términos (público y privado)... no son simplemente designaciones lineales de esferas societales, son clasificaciones culturales y rótulos retóricos. 29 Volviendo al trabajo de las Madres en Argentina, el gobierno democrático trató de reformular las preocupaciones de las Madres por la democracia y los derechos humanos en términos de cuestiones privadas. Trabajando en la identificación de los cuerpos de los desaparecidos, como si ese fuera el único reclamo, se procuró dar un cierre al movimiento de las Madres. Como consecuencia de ello, el movimiento de las Madres se dividió. Una facción permaneció radical en su trabajo por la democracia y la justicia. La otra aceptó ser reducida a una preocupación 'pseudo-privada' de tener sus hijos/as identificados y enterrados o, en ausencia de los cuerpos, finalmente declarados como desaparecidos para siempre. Al reflexionar en las prácticas de grupos sociales como el de las Madres en Argentina, sujetos históricos concretos actuando dentro de relaciones sociales y espacios culturales concretos, percibo cómo modelos dominantes de inteligibilidad de lo privado-público fueron desbordados, estableciendo las condiciones para que un nuevo discurso emerja, brotando de la práctica y, al mismo tiempo, transformando la práctica. Desde un ángulo más teórico, me parece que al recuperar la percepción de las mujeres a la vez "dentro y sin representación", las contradicciones y oposiciones binarias superpuestas quedan desbordadas, contestadas, y dispersadas, dando lugar al reconocimiento de una política de la subversión y la transformación.-10 No desarrollar esta lectura de la realidad, es permanecer atados a prácticas discursivas y modelos de comprensión que oscurecen la acción de mujeres concretas en su lucha cotidiana.

La consideración de lo micro, experiencial, abre las posibilidades para una lectura de las dicotomías tales como privado /público como textos parciales para el abordaje y la transformación. CITAS Nota: cabe aclarar que todas las citas del trabajo cuyo texto original está en inglés, son traducciones libres que he realizado personalmente. 1. KathyE.FERGUSON,TheFeminístCaseAgainstBureaucracy(TempleUníversityPress,Phiia- delphia: 1984),154. 2.Esta cuestión es analizada en detalle en los siguientes libros: Hegemony end Socialist Strategy (Verso, London and New York: 1985); Kathy FERGUSON, The Femínist Case Against Bureaucracy 3. En el presente trabajo, atendiendo a los límites que su extensión impone, se usa de forma indistinta los términos discurso y lenguaje. En líneas generales, se sostiene una visión post-estructuralista del discurso que procura hacer visible la materialidad del mismo (disciplinas instituciones). Para un análisis más amplio de la cuestión, ver: Jennifer GORE, The Strugg for Pedagogies (New York: Suny Press, 1993). 4.Samuel BOWLES & Herbert GINTIS, Democracy and Capitalism: Property, Community, and the Contradictions of Modem Social Thought (Basic Books, New York: 1987), 16 -7. 5.Sobre esta cuestión, ver Iris M. YOUNG, Justice and the Politics of Difference (Princeton Uí gity Press, Princeton: 1990). 6.BOWLES & GINTIS, Democracy and Capítalism, 1 00. 7.Ibid., 17. 8.Ibid., 17. 9.Ibid., 127. 10.Ibid,, 127 11.Rita FELSKI, Beyond Feminist Aesthetics: Feminist Literatura and Social Change (Ha University Press, Cambridge: 1989), 12. 12.Cercana a esta línea de pensamiento, Nancy FRASER desarrolla un análisis significativo del relato de Habermas sobre la relación entre instituciones públicas y privadas en sociedades capita clásicas en términos de los roles que las mediatizan. La autora argumenta que esos roles, como trabajador, consumidor, ciudadano, son de género. Por lo tanto, las articulaciones entre las instituciones públicas y privadas "...están forjadas dentro de un medio donde la identidad de género es masculina más que, como Habermas señala, dentro de un medio de poder donde el género neutral. 0 si el modo de intercambio aquí es el poder, entonces el poder en cuestión es un C masculino; es el poder la expresión de la masculinidad," Nancy FRASER, 'What's Critical a Critical Theory? The Case of Habermas and Gender' en Unruly Practices: Power, Discourse Gender in Contemporary Social Theory (University of Minnesota Press, Minneapolis: 1989), 1 13.Teresa DE LAURETIS, Technologies of Gender: Essays on Theory, Film, and Fiction (inc University Press, Bloomington, lndionapolis: 1987), 9. 14, DE LAURETIS, Technologies of Gender, 1 0. 15. Ibid., 2. 16.Gayatri SPIVAK citada en Susan Jarratt, 'The First Sophists and Feminism', 29. 17.Nancy FRASER, "Rethinking the Public Sphere", 57. 18.Ibid., 57. 19.Ibid., 57, 20.Ibid., 62. 21.Iris M. YOUNG, Justire and the Politios of Difference(Princeton University Press, Prino 1990), 98 22.FRASER, 'Rethinking the Public Sphere', 68. 23. Ibid. 75. 24.YOUNG, Justice and the Politics of Difference, 184. 25.FRASER, "Rethinking the Public Sphere", 62. 26.Ibid., 71. 27.Ibid., 71. 28.YOUNG, Justice and the Politics of Difference, 120. 29.FRASER, 'Rethinking the Public Sphere", 73. 30.DE LAURETIS, Technologies of Gender, 1 0.

SER JEFA Y POBRE... OTRA PESADA TAREA PARA LAS MUJERES

To be boss and poor... another hard work for the women

Leticia García

Profesora en Geografía del instituto Interdisciplinario de Estudios de la Mujer Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional de La Pampa

Resumen

El presente artículo retorna algunas apreciaciones sobre Jefaturas Femeninas, surgidas del trabajo: Mujeres populares.- entre el trabajo productivo y la organización doméstica. Toay, provincia de La Pampa.

Se parte del supuesto que los procesos globales tienen efectos desiguales a escala local e individual y por lo tanto, las crisis económicas deben ser reinterpretadas

desde una perspectiva de género, ya que afectan de forma distinta a varones y mujeres.

En el mismo se pretende visibilizar las situaciones cotidianas que enfrentan mujeres jefas de nivel socioeconómico bajo, ya que sus contextos familiares aparecen aún más amenazados por la crisis.

Palabras claves: Familia, mujer, trabajo, mercado de trabajo

Abstract This article re-elaboates on the topic women as leads of families, which was first pointed out in the articie "Mujeres populares: entre el trabajo productivo y la organización doméstica. Toay, provincia de La Pampa' '

The inicial assumption is that global processes have an egual effect at local and individual scale and that, therefore, the economic crises must re-interpreted from the perspectiva of gender, because they affect men and women diferently. In this write we intend lo made visible everday llfe situations that women face as lead of households of a low socio-económíc level, considedng that the familiar sums to be even more treatend by a state of crisis.

Key Words: Famiiy, woman, work, labor market.

Sumario:

1 - Introducción - 2- Contexto de estudio - 3 - Situación de las jefaturas del hogar 4 - Aspectos relevantes del análisis cualitativo.

1 - Introducción

En años recientes, la crisis económica y los efectos de las políticas de ajuste sobre el empleo y el ingreso de los varones, aparecen como los factores gravitantes en la tendencia a prolongar una mayor presencia de las mujeres en el mercado de trabajo.

El Informe de Naciones Unidas señala que "las crisis económicas y los programas de estabilización y ajuste han impuesto penurias cada vez mayores a gran parte de la población del mundo en desarrollo, en particular en países gravemente endeudados, y han afectado en particular a la mujer" (Naciones Unidas, 1992; p 95 en Martínez, Moya y Muñoz, 1995).

Estos procesos globales tienen efectos desiguales a escala local e individual, y por tanto las crisis económicas también deben ser reinterpretadas desde una perspectiva de Género, ya que afectan de forma distinta a hombres y mujeres.

Desde esta perspectiva hay que plantear el modo en que las crisis económicas modifican los comportamientos familiares, qué estrategias se generan desde este nivel y cómo afectan las relaciones de género.

El presente artículo retorna algunas apreciaciones, acerca de jefaturas femeninas, surgidas de un trabajo sobre Mujeres Populares de la localidad de Toay. 1 En el mencionado trabajo se abordan algunas líneas de análisis centrada en identificar y explorar, condiciones y experiencias que se dan en el lugar de trabajo y en el hogar referidas a contextos de la vida cotidiana de mujeres y varones de estrato socioeconómico bajo de esa localidad pampeana. Este artículo pretende visibilizar las situaciones cotidianas que enfrentan las mujeres jefas, ya que estos contextos familiares, aparecen aún más amenazados por la crisis.

Algunas conceptualizaciones

El grupo está caracterizado como popular o de nivel socioeconómico bajo. Se partió inicialmente con un universo de 100 familias con Necesidades Básicas Insatisfechas; el relevamiento desnudó las heterogeneidades socioeconómicas y culturales que a su vez se dan en este grupo. Si bien no se tomó en cuenta en esta instancia las mencionadas diferencias (al interior del grupo), se advirtieron distintas contextos que coinciden con el criterio que sustenta R. Kazman (1997), que combina línea de pobreza y necesidades básicas para determinar tres grupos: Nuevos pobres, pobres crónicos y con carencias inerciales. Otra variable independiente que juega un rol importante en el análisis es el de Jefatura de hogar, por lo que es necesario realizar delimitaciones conceptuales a fin de tener en claro de qué se habla cuando se menciona una jefatura de hogar. En principio, a fin de identificar algunas jefas se tuvo en cuenta lo preestablecido en datos censases .32

La idea "generalizada" de considerar como jefe/a de hogar a aquella persona que provee de los recursos a la unidad familiar encubre situaciones como la de establecer un orden jerárquico entre la pareja parental, y también deja limitada la situación, a la provisión de los recursos del hogar, dejando fuera otras dimensiones como, quién toma las decisiones y en qué ámbitos, quién realiza el cuidado de los niños, etc.

A medida que se avanzaba en las entrevistas se pudo advertir que estas jefaturas surgían, generalmente, en ausencia del varón; además cuando esta situación era prolongada en el tiempo con existencia de hijos y trabajo "estable",'continuaban, como jefas a pesar de uniones posteriores.

2 - Contexto de estudio

Toay se halla aproximadamente a 11 km. De la ciudad de Santa Rosa, cabecera del departamento homónimo, reúne más del 90% de la población del mismo. El censo 1991 arrojó para la localidad unos 6260 habitantes,

Análisis demográficos de la Dirección general de Estadísticas y censos estiman para 1999 unos 7696 habitantes para el departamento. Según el "informe Socioeconómico de Toay y su área de influencia" (Socolovsky. 1994) la ciudad se encuentra con graves problemas económicos y sociales.

Así mismo los datos de la Encuesta Permanente de Hogares onda Mayo 1995 y Mayo 1997 para el Aglomerado urbano Santa Rosa Toay, muestran algunas tendencias.

Mientras la población aumentó un 10,6 %, la población económicamente a lo hizo en un 17,6 % y la población desocupada un 41,24 %, que indudablemente tenderá a aumentar todavía más porque la creación de empleo crece a m proporción que la cantidad de personas que se van incorporando al mercado de trabajo.

Datos de la misma fuente sobre ocupación según sexo, demuestran un marcado aumento de las mujeres, aproximadamente un 5,48 %, por encima de los varones; cifra que no es proporcional al aumento de las jefaturas de hogares femeninas, ya que en un lapso de dos años (1 995-1997), 2.195 mujeres (1 7,54%) entraron en esta nueva categoría, aunque, no todas se encuentran ocupadas.

Metodología utilizada El enfoque teórico - metodológico adoptado para abordar el estudio de las condiciones, relaciones y

conflictos entre hogar y trabajo femenino es cualitativo por cuanto permite explorar la experiencia propia y la subjetividad de mujeres y varones como así también los espacios que consideran como propios. A par casos concretos, se intenta elaborar información empírica poniendo énfasis heterogeneidad de las experiencias individuales. La unidad de análisis y registro es la unidad doméstica familiar, y se parte consideración de que las mujeres son las protagonistas principales en la organización y distribución de los recursos, en este sentido se configura la unidad doméstica una unidad operativo - organizativa. La recolección de la información se realizó a través de entrevistas semiestructuradas que se perfilaron a través de estos ejes temáticos: Características del trabajo (fuera del hogar), Trayectoria laboral, Representación sobre Trabajo y Familia, Estrategias de consumo, Organización de la vida doméstica , Contexto familiar

No se descuidó el análisis cuantitativo que permitió dimensionar los fenómenos estudiados a través de los Censos Nacionales 1980 y 1991, EPH '95 a'97 y Perfil de Hogares con NBI. Estudios 24. 1996.

Caracterización de la muestra: La investigación general trabajó con una muestra intencional de 15 mujeres y 5 varones. De las 15 mujeres, 9 son jefas de hogar. A fin de detallar aspectos como edad, ocupación, número de miembros en la unidad familiar, se confeccionó el cuadro N°1 que figura en Anexo l. La selección de los casos a entrevistar partió de una serie de 100 encuestas realizadas a familias con

Necesidades Básicas Insatisfechas de la localidad que accedieron al PRANI (Programa Alimentario Nutricional Infantil). Este relevamiento realizado durante el año 1995, por el municipio, permitió identificar al grupo de mujeres y tener de antemano datos básicos del grupo familiar, como así también la situación habitacional, eliminación de excretas, provisión de agua, residuos, programa de asistencia, salud y discapacidad.

3 - Situación de las jefaturas de hogar

Datos extraídos de "Perfil de los hogares con NBI", preparado por INDEC, en Estudios 24 (Mayo, 1996)1 muestran que las localidades pampeanas del rango de Toay (2000 a 10.000) hab.) presentan los mayores niveles de liderazgo femenino, aproximadamente el 31,53%.

Cabe mencionar que en Censo Nacional 1991 la jefatura femenina alcanzaba el 22,6 % para el conjunto nacional. Esto demuestra la significatividad del análisis de las mujeres y las unidades familiares para visibilizar el rol femenino en espacios tan críticos.

La variable presencia o ausencia de compañero o cónyuge, es de destacar. Existe un 41,98 % de jefes de hogares multipersonales, con NBI; solas, de las cuales un 70,12 % son

Inactivas, 26,14% están ocupadas y un 3,73 % desocupadas. Las edades con mayor proporción de mujeres con cónyuge son las menores de 25 años y las edades de

25 a 44 son las que registran los más bajos indicadores. Si se cruza este último dato con los niveles de ocupación se advierte una elevada incidencia de mujeres Jefas entre 25 y 44 mayoritaríamente solas y ocupadas. Prácticamente la mitad de ellas se emplean en el servicio doméstico.

Comparando la situación familiar de Jefes varones, la relación presencia o ausencia de cónyuge se invierte. Existe un 80,42 % de jefes con cónyuge mientras que la misma situación para las mujeres es solo del 11,36%.

También la composición familiar difiere en las jefaturas según sexo. Una de las características es que los hogares con jefaturas femeninas albergan un 10,25% de nietos y los hogares con jefes solo el 1, 98%.

Educación y Condición de actividad

El interés de este estudio se focaliza en aquellas jefaturas con NBI; y la única fuente al alcance que separa jefaturas según sexo y condición de necesidades básicas, es el ya citado "Estudios 24",1996 de INDEC. El mismo revela que existen diferencias según sexo y condición de NBI en cuanto al nivel educacional alcanzado. Para todos los niveles que implican más años de educación, la diferencia favorece a los jefes varones. La excepción la constituye justamente el nivel más bajo donde el 76.3% de las jefas inactivas nunca asistió a la escuela o tiene la primaria incompleta. Recordemos que las jefas inactivas son el 84,4 % en las localidades del rango de Toay. En la categoría "educación primaria completa o secundaria incompleta” los jefes varones con NBI nuevamente hacen la diferencia: más del 30 % para ellos y solo el 7 % para ellas. A medida que aumentan los años de estudios las difiere se disipan aunque los varones tiene valores más altos que las mujeres. Habría que resaltar que los niveles de máxima desocupación en jefes y Jefas con NBI se ubican en la categoría 'nunca asistió y Primaria incompleta. Haciendo una lectura del perfil educativo de las Jefas y Jefe se puede deducir vulnerables son la mayoría de los hogares liderados por mujeres con necesidades básicas insatisfechas.

4 - Aspectos relevantes del análisis cualitativo

Este estudio permitió explorar aspectos referidos al trabajo doméstico y extradoméstico de mujeres populares.

Indagar sus espacios y tiempos y los del grupo familiar permitió esbozar algunas hipótesis y confrontar con algunos supuestos teóricos.

Las percepciones y valoraciones variaron según la edad y la situación de Jefatura de hogar, como así también la instrucción.

¿Cómo se autodefinen? En general las mujeres entrevistadas se definen como jefas, cuando en, momento quedan sin

compañero y a cargo de los hijos. Es ahí cuando ella: visibilizado su rol. Para las que tienen compañero, pero ellas son las sostenedoras del hogar situación de ninguna manera

las "habilita" como jefas, a pesarle que su compañero, no esté permanentemente en el hogar y ellas se encargan "de todo".

Los conflictos y experiencias que este grupo de mujeres enfrenta cotidianamente y relacionadas con el trabajo, la organización doméstica, y las estrategias familiar acercan algunas ideas, del lugar que tienen las jefas en nuestra sociedad y alimentos algunos supuestos que advierten sobre la vehemencia de la crisis sobre los hogares liderados por mujeres solas, como así también la dinámica para enfrentaría.

Acerca del trabajo remunerado Ciertas representaciones sobre el trabajo remunerado, que consideran el ti para los varones una

obligación, mientras que para las mujeres una opción que desvirtuadas. Durante muchos años la participación laboral femenina ha e condicionada por la subordinación del trabajo remunerado a las responsabilidades familiares, Según Dolores D'Argemir (1 995) mientras el trabajo para los hombres considera una obligación, para las mujeres en cambio, es una opción, algo que se puede realizar, pero que no es prioritario. Mientras que el salario de los hombres considera la base principal del sustento de la familia el de las mujeres en cambio se considera una ayuda.

Estas percepciones contribuyen a asignar un carácter secundario y complementario al trabajo de las mujeres respecto a las aportaciones que se consideran necesarias y prioritarias, las suministradas por el hombre, estas percepciones tienen efectos muy directos en la lógica laboral.

En este contexto que el trabajo sea una opción implica considerar que las obligaciones domésticas son las prioritarias para las mujeres.

Estos supuesto aceptados en un contexto general, no contemplan que percepciones puedan ser distintas según clase social y el rol de las mujer interior de la familia. Así se observa a la luz de algunos resultados de las entrevistas. Entre las mujeres populares pareciera no existir el “ prejuicio patriarcal" del trabajo fuera de su casa. Quizá la valoración sea un tanto diferente entre las mujeres jefas y las que no lo son. Mientras las primeras argumentan una obligación indelegable, ya que sus familias dependen exclusivamente de sus aportes, las segundas lo perciben como una ayuda a 1os ingresos del núcleo familiar - a pesar que, el marido no tenga un trabajo seguro -. Quizá esto último tenga que ver con la percepción de "anormalidad que sugiere una jefatura femenina, con percepción de "anormalidad" y especialmente de su compañero, de ahí la idea de "ayuda" y no "obligación".

Ni siquiera el trabajo fue opción cuando ellas eran pequeñas; algunas dejaron la escuela con 10 u 11 años, obligadamente para trabajar de domésticas y ayudar a la familia, otras entraron cama adentro para huir, de abusos y violencia por parte de sus padres.

El trabajo siendo hijas fue para ayudar a sus padres y actualmente para ayuda o sustento de sus hijos, aún así la actitud hacia el trabajo es muy positiva y no genera conflictos de ningún tipo en las mujeres que tienen compañero. Esto advierte ciertas representaciones sobre el trabajo muy distintas a otros sectores sociales, quienes plantean como síntoma de "salud" económica, el hecho de ser enteramente amas de casa o al menos no tener que salir de casa a trabajar. (Comas Dàrgemi, 1995) Aquí la necesidad de encontrar un trabajo, hasta para los hijos, es prioritario. Muchos de ellos, al estar involucrados en la situación de sus familias, dejando sus estudios para poder trabajar. 5 La situación de pobreza extrema, junto a ser responsable del grupo familiar juegan un papel decisivo.

Situación Familiar La edad parece como una variable interviniente a la hora de analizar les cambios en la organización

familiar, para las mayores de 35 años el poder de decisión se supedita al del marido, mientras que en las menores de 36 años las decisiones son compartidas con ellos.

"La mujer en la casa" ya no es la idea dominante; la actual situación de desempleo e inseguridad laboral dan por tierra estos prejuicios patriarcales. Quien obtiene primero el trabajo, beneficia al grupo familiar, por otro lado con un solo ingreso les es imposible subsistir. Catalina Wainerman (1979), argumenta que cualquiera sea el status educacional de las mujeres, su situación familiar - definida por la presencia o ausencia de un compañero y de hijos en el hogar- impone límites a sus posibilidades de desempeñar un rol en la fuerza de trabajo. Al igual que las representaciones acerca del trabajo, esta situación cruzada con el nivel socioeconómico también se desvirtúa.

De las entrevistadas, muchas de ellas jóvenes, con hijos (varios y pequeños) no surgieron testimonios de competencia ( manifiesta) entre requerimientos de las actividades productivas y reproductivas.

La prioridad es cubrir las necesidades de alimentación y vestimenta; por eso las estrategias de sobrevivencia también apuntan a generar lazos de ayuda intrafamiliares, sin ellos sí las mujeres encuentran conflictos.

Organización familiar Todas tienen una carga importante de trabajo hogareño que realizan al regresar de su trabajo. Las que tienen hijas o nietas adolescentes ven aliviada la tarea.

Las que tienen niños pequeños, argumentan que el fin de semana le dedican gran parte del tiempo a sus hijos ( juegos etc.) y cuando ellos duermen, recién comienzan las tareas de limpieza. Por lo general estas mujeres trabajadoras 1ogran compaginar ambos roles a costa de un gran sacrificio. Esta carga doméstica se intensifica con la etapa y la cantidad de integrantes de la unidad doméstica.

El cuidado de los más chicos en algunos casos está a cargo de los hermanos/as mayores -algunos tienen solo 6 años -, otras recurren a guarderías estatales (Ayelén) y otras, “contratan" alguna mujer, casi siempre de su familia. Para la mayoría, los familiares femeninos (abuelas, hijas mayores...) son de capital importancia por permitirles el acceso y permanencia en el trabajo. Por eso la dicotomía entre la esfera pública y privada resulta artificial; las entrevistas demostraron el grado de conexión entre familia y trabajo. Su trabajo siempre está ligado a las necesidades de sus hijos, hermanos y en varios casos las percepciones de gratificación hacía un determinado trabajo responden, a que, con él cubren las necesidades básicas de la familia. En síntesis en este grupo de mujeres no hay "tiempos" para criar y atender familia y "tiempos" para trabajar fuera de la casa, ellas viven esos tiempos simultáneos tengan o no tengan compañeros. Los límites no son los internos sino los externos, el mercado, generalmente, no toma mayores de 35 o 40 años y menos aún con una importante carga familiar.

El ingreso al trabajo remunerado:

Las mujeres con NBI de esta localidad en su mayoría tienen escaso nivel de instrucción y están ocupadas en su mayoría en el sector doméstico (del total de jefas con NSI, activas ocupadas, el 44,9% son empleadas domésticas). Gran proporción de estas mujeres encuentran su mercado laboral fuera de Toay. Esto agrega otro elemento a contemplar en sus tiempos y costos, que es la movilidad, ya que algunas tienen traslados diarios de más de 20 Km hasta la ciudad de Rosa. Pareciera que el empleo en casa de familia ha sido la puerta de entrada en la mayoría de las historias laborales de las mujeres nacidas y criadas en el pueblo u otras localidades. Aquellas mujeres con trayectorias de vida rural, han partido de trabajos familiares tradicionalmente masculinos. Cuando sus vidas se urbanizaron, su escaso nivel de instrucción les permitió ocupar el "eterno espacio" laboral del servicio doméstico. Estas mujeres que comenzaron siendo hijas trabajadoras para convertirse en madres trabajadoras, reflejan sus propios trayectos en las vidas laborales de sus hijas y nietas. Similar situación es para los jefes de mayor, edad, algunos prolongan el "oficio" adquirido desde su niñez a sus hijos y nietos: albañilería, hornos de ladrillos Algunos trabajos (Sautú, 1991) advierten que la tendencia hacia la incorporación de mujeres a ocupaciones tipificadas como femeninas seria producto del reclutamiento "autoselectivo" y no de la discriminación de la demanda laboral. Es decir, la discriminación estaría dada por las estrategias masculinas y femeninas al ofertarse en el mercedo de trabajo.

Las variadas experiencias de las mujeres entrevistadas dejan entrever que pueden realizar los trabajo más diversos. Tanto las que tienen trayectos laborales como urbanos, se ofrecen para cubrir espacios de trabajos que no siempre fueron femeninos. Al menos en este universo estudiado la discriminación parte da " demanda laboral y no tanto porque las mujeres se ofrezcan "únicamente para el servicio doméstico"

Un ejemplo de ello queda demostrado cuando en 1995 se dictaron dos cursos de Capacitación Laboral en la misma localidad, uno se orientó a trabajos rurales y otro a desposte en la industria frigorífica. Áreas laborales que tradicionalmente no fueron femenina tuvieron una convocatoria en las mujeres muy superior a los hombres. Esto tiene distintas lecturas: por un lado las mujeres tienen necesidad de insertarse en otros ámbitos de trabajo no tan competitivos como los servicios, pero para ello necesitan capacitarse. Por otro lado estos cursos funcionaron como pasantías pagas-3 meses - cumpliendo jornadas de trabajo Con 1a cual muchas mujeres paliaron el desempleo por un corto tiempo. O la explicación podría ser que las mujeres son más flexibles en sus roles. Flexibilidad entendida en la adaptación a cualquier tipo de trabajo, sobre todo a causa de su ro1 como contribuyente secundaria, convirtiéndose en una mano de obra " barata y paciente".

Esta situación que por un lado "ofrece salidas', choca irremediablemente con la realidad. Aparece Como una alternativa válida en cuanto a la especialización, sobre todo de aquellas mujeres que ven limitado su ingreso a ciertos escalones laborales por su bajo nivel de instrucción.

Las oportunidades de capacitación fueron iguales para mujeres y varones. La lógica diría que la salida laboral seria igual para ambos, ya que dentro del proyecto se promueve a quienes dictan los cursos tomen parte de la mano de obra que especializan y así quedan habilitados para futuros proyectos de Capacitación laboral. En el Caso de Toay, el frigorífico no tomó a ninguna de las mujeres Capacitada. - solo tenla 5 en tareas administrativas -,

De hecho existe la división sexual del trabajo, que está dada en nuestra sociedad por imágenes culturales, pautas de interacción y su propia legitimación en todos los ámbitos sociales. Aunque de hecho, esa división del trabajo, afecte sobre todo a las mujeres pobres y sin instrucción, ellas transitan por lógicas muy distintas.

Las oportunidades de trascender de empleos en el servicio doméstico a otros del sector público y privado dejan entrever en un primer plano elementos de identificación y de valoración traducido en seguridad para sus hijos.

El sueño de poder romper con la historia de siempre... Catalina Wainerman (1979) aduce que 1a mayor escolaridad mejora la posición competitiva de las mujeres en el mercado de trabajo, aumenta la información sobre las oportunidades disponibles, y la probabilidad de acceder a posiciones ocupacionales mejor remuneradas, más gratificantes, con mayor flexibilidad de horarios... Además una exposición a la educación formal habitualmente incrementa las aspiraciones económicas, contribuye a redefinir el gusto por las tareas inherentes al desempeño del rol doméstico y a modificar la posición de las mujeres dentro de la estructura familiar. Esto se comprueba en los testimonios relevados de las más instruidas, el secundario completo les permitió ingresar y permanecer en "buenos puestos de trabajo" además son las que han logrado una "cierta equidad" al interior de la unidad doméstica y las que también tienen una buena identificación con su trabajo. En todas las mujeres, la seguridad laboral les ha permitido proyectase de otra manera en la sociedad. Según distintos estudios, la adquisición de más altos niveles de educación alcanzados previos a la formación de la familia, en el presente estudio esta situación no se observa, ya que ninguna accedió a estudios superiores. Respecto a los estudios primarios y secundarios la situación es precisamente a la inversa. Muchas de ellas los están realizando de adultas y las que tienen el secundario completo e Incompleto, cuando sus hijos crezcan desean seguir estudiando (Maestra Jardinera, Abogada, Escuela de Policía, Enfermería). Las mujeres de distintas edades con primaria incompleta y completa, desean algo más inmediato aprendiendo un oficio, o comprando alguna maquinaria que les permitiera trabajar en su propia casa.

Acerca del trabajo doméstico y de ayuda familiar Las representaciones acerca del trabajo doméstico y ayuda familiar (generalmente no remunerado) no se alejaron en nada a la visión tradicional. Para ellas el trabajo es el remunerado, o pago con el que pueden solventara el sustento familiar, el otro invisible, doméstico, no es visto como un trabajo, sino como responsabilidades innatas. Ellas están subordinadas al papel principal de responsables de la reproducción cotidiana y generacional de la fuerza de trabajo. Los llamados trabajos de "ayuda familiar" de varias mujeres con historias de vida rural, demuestran un carácter diversificado en las tareas, que a su vez realizados en forma simultánea. Comparadas con sus compañeros, los hombres tenían su horario más definido y además un espacio físico claramente determinado - tanto el hachador como el trabajador en hornos de ladrillos - que permite identificar el lugar y los tiempos del trabajo productivo. 6/7 La mezcla de ellos, junto con la falta de identidad laboral, dificulta la evaluación del trabajo y su misma consideración como trabajo real, en ellas mismas es muy evidente cuando se las indaga: Las propias mujeres tienden a menudo a considerar el trabajo familiar mera ayuda. Porque en realidad el mismo no es valorado en términos monetarios, al igual que el trabajo doméstico, que además no lo incluyen en su valoración a pesar de ser imprescindibles. La visión desde los jefes es exactamente igual, el siguiente testimonio da cuenta de ello: Entre las mujeres entrevistadas se encuentra un abanico de trabajo que supuestamente son "masculinos". Ejemplos de ello son: despostadora, faenadoras, carga y descarga de reses, hachera, ayudante en hornos de ladrillo, sector manejo de maquinarias en industria textil.

Además de ocupar estos escalones laborales, cumplen el rol de Jefas - la mayoría sin compañero- con grupos familiares numerosos. Podría concluirse que la visión tradicional de ciertas representación acerca del trabajo en este grupo de mujeres se "distorsiona" o se "invierte" cuando entran en juego variables como: clase social, estado civil, al igual que otras variables intervinientes como las políticas de ajuste. De una manera silenciosa estas mujeres son responsables del grupo familiar - con todo lo que ello involucra - y garantizan a través de variadas estrategias el mantenimiento y reproducción de la "fuerza de trabajo".

Comentario Final

Si bien la crisis afecta a todos (varones y mujeres), los contextos familiares con jefaturas femeninas aparecen aún más amenazados. Al menos en esta localidad se advierte una tendencia - bastante generalizada - que posiciona a las mujeres como jefas, cuando hay ausencia de cónyuge o compañero, situación que agudiza la organización familiar. Esta situación del doble rol cae pesadamente sobre los hombros de las mujeres ya que, sean o no jefas, cada vez más - por la situación económica - están obligadas a extender sus jornadas de trabajo y nunca son desligadas de las obligaciones domésticas.

Este trabajo refleja situaciones cotidianas que enfrentan mujeres de sectores populares. Esta perspectiva desde la reproducción permite entender su posición en la sociedad y en la división sexual del trabajo. Entendiendo que las relaciones primarias de subordinación y dominio entre los sexos se sitúa en la esfera reproductiva del hogar.

La dualidad de roles que enfrentan sobre todo las mujeres a cargo del hogar, dejan entrever un gran desgaste y sacrificio en favor de la atención familiar, pero en desmedro de las mismas mujeres. Si bien todas han argumentado una elevada valoración hacia el trabajo remunerado no significa que tomen el trabajo como síntoma de 'liberación". Indirectamente están atadas de por vida con sus hijos y nietos.

Las repercusiones de esta situación, debieran ser tenidas en cuenta en vista de una igualdad de oportunidades que redundará en beneficio de la calidad de vida de sectores tradicionalmente postergados.

CITAS 1 La Investigación: 'Mujeres Populares: Entre el trabajo productivo y la organización doméstica. El caso de la localidad de Toay. Provincia de La Pampa", fue realizado durante el año 1997 en el marco del programa de Becas de Iniciación en la Investigación de la Facultad de Ciencias Humanas por la autora de este artículo 2 Jefe/a de Hogar: aquella persona que los demás miembros de ese hogar reconocen como tal. 3 Este estudio preparado por lndec discrimina tres estratos de asentamientos urbanos según cantidad de habitantes para toda la provincia de La Pampa. Son los siguientes: 1º-Localidades con más de 50.001 a 100.00 habitantes 2º-Localidades de 10.001 a 50.000 habitantes 3º-Localidades de 2000 a 10.000 habitantes. Es en este último estrato donde se encuentra representada la Localidad de Toay junto a otras de igual rango. Este estudio permite precisar la información ya que la EPH integra en sus datos a dos localidades de características y rangos disímiles. Según estimaciones de Estadísticas y censos para 1997, el Departamento Capital cuenta con 94.034 hab. y el Departamento Toay con 7.518. En los dos casos, más del 80% de esa población mencionada vive en los dos centros urbanos: Santa Rosa y Toay. 4 Jefa.42 años Yo no terminé, tengo hasta 4º grado, hice hasta 4º y me puse a trabajar. Y cuántos años tenía? Tenía 13 años, fui a cuidar unos chicos, Porque entró mi hermana que tenía 15 años en ese trabajo; la señora era compañera de trabajo de mi papá. Mi hermana no tenía así ... los chicos la habían encerrado en el baño, ella lloraba y no se quedar. Entonces le dice a mi papá, a mi me parece que ella va andar; no dice él, es muy chica... no cro ande para los chicos... bueno me llevó y ahí me quedé trabajando... Cama adentro? Cama adentro. La patrona nos traía, el día de franco (el Viernes a la tarde) y nos venía a bus Domingo a la noche Cómo le pagaban? Cuando había que cobrar el sueldo nosotros no cobrábamos sueldo. Iba mi papá y él los manejaba él nos vestía, él nos daba lo que necesitábamos, pero 61 cobraba el sueldo y todo. Y todas las hermanas tuvieron esa historia? Si todas igual, la única que no tuvo que salir a trabajar, fue la más chica. 5 Huberlinda Y Juan, qué hace?

No consigue trabajo, ni de cadete, o algo para ganar para él. El terminó va a 7º... Ud. quiere que el trabaje, estudie? El iría al nocturno, pero si que trabaje porque a mí no me alcanza La de 17 dejó en 4º del secundario, porque se colocó en la casa de acá a la vuelta, y ahora quiere terminar en el nocturno Ud. cree que es importante que estudien? Si que lo creo, le aconsejo que termine la escuela, le hago ver, miré nosotros, nuestros padres por su distancia nos sacaban de la escuela y nos llevaban al campo, así que ahí perdíamos todo. Yo les aconsejo, que es importante que terminen algo, pero el problema es que tienen que trabajar también. Yo soy la que más habla con ellos, a la que más confianza le tienen, como el padre no está nunca! 6 Hija de hachadores Y nosotros le ayudábamos a él; el hacía todo en el horno. Todos ayudaban? Mi mamá y nosotros... ella le ayudaba! Si había que baquetear, baqueteábamos. Y qué es eso? Es acarrear los adobes a las hornalla para quemar. Había que sacar las carretillas con barro de adentro del pisadero, lo hacíamos y era pesados! Pero lo hacíamos Cada uno tenía un lugar, es decir... bueno, él nos decía: Ud. esa cancha la apila toda y no apilábamos y tapábamos. Después se tapa todo arriba con pasto para que no se estropee si Y entonces nosotros seguíamos con mi papá, llegaban las 11 de la mañana y mi mamá se iba preparar la comida, entonces nosotros terminábamos de ayudarle a papá y nos íbamos a comer. Y así siempre mi papá en el horno, y mi mamá también trabajando en el horno, cuidándonos 1 nosotros y en la casa haciendo la comida y todo... 7 Jefa, 53 años -Cuándo comienza a trabajar? -Cuando llego al pueblo -Y antes? -Solo le ayudaba a mi marido -Dónde? -en los hornos... -Qué hacía? -de todo... desde acarrear leña, armar las hornalla, quemaba durante 2 o 3 días seguidos... -Bueno... si lo pienso ... era más duro lo que hacía antes que cuidar la abuela de ahora... BIBLIOGRAFÍA

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ANEXO 1

Cuadro Nº1: Características de las jefes de hogar relevadas.

1-Separada-24 años-Trabajadora en la industria frigorífica-Primaria Completa 3 hijos pequeños 2-Soltera-36 años-Hachera y empleada en Plan de Empleo Precario. (Trabajar II) Secundarla Completa-5 hijos 3-Viuda-actualmente con compañero-42 años-Portera en planta permanente Primaria Completa-3 hijas y un nieto 4-Soltera-45 años-Desocupada-Primaria Completa-6 hijos y dos nietos 5-Separada-26 años-Empleada Doméstica-Primada Completa-S hijos 6-Separada-53 años-Cuida una anciana-Primaria Incompletas nieta. 7-Separada-22 años-Desocupada-Primaria Completa-1 hijo 8-Soltera-1 9 años-Desocupada-Primaria Completa-1 hija 9-Soltera-32 arlos-Empleada Doméstica-Primaria Incompletas hijos Comentario

El artículo de Leticia García retorna apreciaciones acerca de jefaturas femeninas partir de una investigación más amplia sobre Mujeres Populares de la localidad dE provincia de la Pampa. Sostiene que los procesos globales afectan en forma de a hombres y mujeres y que los efectos de la crisis económica han determinado, aumento de la presencia femenina en el mercado laboral modificando a comportamientos familiares y las estrategias que generan las jefas de hogar de nivel socioeconómico bajo.

La autora usa información censal - resultado del Censo Nacional de población y Vivienda de 1 991 - y datos de la Encuesta Permanente de Hogares - onda mayo 1995 y mayo 1997 - analizados a la luz de los aportes que sobre la temática abordada tuvieron lugar en los últimos años, recurriendo asimismo a la información gene partir de sus propias encuestas en un proceso de enriquecimiento para el tema en cuestión, toma la definición de jefe de hogar establecida en el censo como " E persona que los demás miembros de ese hogar reconocen como tal" previniendo que tal definición encubre otras situaciones como por ejemplo quién toma las decisiones en qué ámbitos, quién realiza el cuidado de los niños, etc.

A partir de los datos secundarios García arriba a conclusiones similares a otros estudios y en su recorrido cualitativo nos permita conocer cómo se autodefinen estas jefas pampeanas; cómo perciben el trabajo doméstico y el extradoméstico; cual es su situación familiar actual y parte de sus historias de vida y el rol que cada de ellas asigna a la educación como variable " diferenciadora" para lograr mayor conciencia de sus potencialidades.

Así este trabajo aborda un tema significativo para comprender una realidad social actual: la situación de la mujer en general y de las jefes de hogar en particular en un contexto de profundas transformaciones sociales y económicas que las a empujado al mercado laboral en estas dos últimas décadas. En efecto, los datos de la evolución de la participación económica femenina muestra sostenidos incrementos entre 1960 y 1990 numero de mujeres econornicamente activas en Latinoamérica se triplica de 18 a 57 millones, mientras que el de los hombres no alcanzó a duplican Argentina, el incremento de la actividad femenina aumentó casi 7 puntos en el período 1990/95. En este momento la mayoría de ellas no decide buscar trabajo para independencia económica sino porque su familia necesita un nuevo ingreso a disminución la desaparición del ingreso del "Jefe de hogar" o porque en el caso jefes de hogar su ingreso es primordial en la sobrevivencia cotidiana.

Según el Informe Argentino Sobre Desarrollo Humano de 1996 los hogares multipersonales con jefatura femenina representan alrededor de un 15 % de todos los hogares pobres y no pobres. El 58,5 % de las jefes de familia que tienen necesidades básicas insatisfechas son económicamente activas. Su ocupación típica es el servicio doméstico, que emplea al 53 % de ella son en su mayoría, mujeres acostumbradas a estar sin hombre y con hijos y cuando se quedan sin trabajo no tiene quién las cubra.

Tanto la baja capacidad de generación de ingresos de la madre como la falta de aporte económico del padre -en la mayoría de los casos- aluden a una característica que marca la diferencia básica y fundamental entre los hogares pobres encabezados por mujeres y los hogares pobres encabezados por hombres. Se trata de la frecuente presencia de un único perceptor de ingresos real y potencial entre los primeros; los hogares con jefe varón cuenta, en su enorme mayoría, al menor potencialmente con un preceptor adicional: la cónyuge. La circunstancia de ser principal o el único perceptor de ingresos del hogar obliga a muchas de estas mujeres a aceptar ocupaciones o empleos mal remunerados y en no pocas ocasiones bajo condiciones precarias de trabajo y empleo. Además los ingresos que perciben en promedio una principal perceptora mujer son menores que los que perciben principal perceptor varón que trabaja la misma cantidad de horas. Por último, los magros ingresos de la madre comprometen la calidad de vida actual y futura del grupo familiar como destaca Leticia García en su trabajo. En fin, este trabajo aporta en el sentido del desarrollo de estudios que pongan de manifiesto las variaciones regionales y la incidencia, la intensidad y las características de la pobreza en los hogares con jefaturas femeninas. Ojalá que la Lic. García siga avanzando en esta línea . Lic. Amalia Testa Economista, Especializada en Demografía Social. Miembro del Área interdisciplinaria de Estudios de la Mujer Departamento de Ciencias Sociales UNLU.

"GÉNERO, MEDICINA CIENTÍFICA Y MEDICINA POPULAR UNA CONJUNCIÓN CONFLICTIVA

EL TERRITORIO NACIONAL DE LA PAMPA, 1946-1955.'

"Gender, scientific medicine and popular medicine, a contlícting confluen

The National Terrítory of La Pampa, 1946-1955.

Mónica Adriana Morales Instituto interdisciplinario de la Mujer,

Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional de La Pampa Resumen: Este artículo expone los resultados de una investigación cuya preocupación central es analizar la práctica de la medicina alternativa en el Territorio Nacional de La Pampa a mediados del siglo actual. El marco general del análisis lo da el ambicioso proyecto sanitario del primer gobierno de Perón, estructurado desde la Secretaría de Salud Pública a cargo de Ramón Carrillo y graficado en el Plan Analítico de Salud Pública. Se trabajó en base a la exploración de fuentes documentales escritas, Documentos de Gobierno, estadísticos y judiciales, lo que permitió reconstruir la tipología de quienes practicaban la medicina alternativa, fundamentalmente mujeres trabajadoras funcionales en una geografía marginal de un sistema sanitario nacional pobre y heterogéneos Palabras clave: Curanderismo, obstetricia, salud, género. Abstract: This paper expounds the resuits of an investigation whose central preocupation is to analyse the practice of the alternative medicine in the National Territory Pampa in the middie present century. The general context is the ambitious sanitary project of the first govern Perón structured from the Public Health Secretary to charge of Ramón Carril graphed in the Plan Analítico de Salud Pública. 1 have wrought in government documents, statisticals and juridicals, this permited to reconstruct the profile of the alternative medicine workpeople, fundamentally women, functionals workpeople in a marginal geography of a poor and heterogeneous national sanitary sister. Key Words: Quack medicine, obstetrics, health, gender Sumario: 1 – Prólogo - 2 - La construcción social del rol femenino - 3 - El curanderismo Disposiciones legales - 4 - Antecedentes en la temática - 5 - La red de atención a la salud en el territorio nacional de La Pampa, a mediados del siglo actual - 6 - Ejercicio ilegal de la medicina. Perfil de los/ las acusados / das. - 7 - Penalidad a 1os/as infractores/ ras.

1. Prólogo La temática de este artículo gira en torno a la estructura sanitaria del Territorio Nacional de La

Pampa, a mediados de siglo y su impacto en él de las políticas llevadas adelante en materia de salud por el gobierno Nacional, especialmente en la práctica de la medicina alternativa.

En primera instancia he realizado un análisis de la estructura de asistencia sanitaria en el Territorio Nacional de La Pampa en el período 1935-1945, utilizando fundamentalmente fuentes estadísticas producidas por las autoridades del entonces Territorio Nacional, a fin de verificar la capacidad de contención sanitaria de la misma y describir el contexto sanitario en el que se registran las prácticas médicas alternativas.

En segunda instancia analizo la dinámica impuesta por la institucionalización de la medicina semisocializada, objetivo pregonado por el gobierno de Perón a través del accionar de Ramón Carrillo como secretario de Salud Pública del gobierno nacional y su alcance en el Territorio Nacional de La Pampa, particularmente en la práctica de la medicina alternativa o popular y las consecuencias que esto trajo para los individuos, tanto mujeres como hombres que profesaban dicho oficio.

Centrando mi objetivo en la puesta en práctica y las repercusiones de las políticas sanitarias del peronismo en el período 1944 - 1955 en la Provincia Eva Perón, particularmente en el control del "curanderismo", he indagado en los expedientes judiciales existentes en el Archivo Histórico Provincial. Este relevamiento lo acoté a un período de diez años, desde el año 1946 hasta el año 1955, incluyendo aquellos documentos caratulados como Ejercicio llegal de la Medicina, Ejercicio llegal de la Obstetricia y Ejercicio ilegal de la Odontología, carátulas todas relacionadas con las prácticas médicas alternativas en el ex Territorio Nacional de La Pampa; conformando un universo de 23 casos considerados para la producción de éste trabajo.

Asimismo, he trabajado sobre el Plan de gobierno 1947-1951, o Plan Quinquenal (P.Q.), el cual compila los imperativos del gobierno de Perón en las distintas áreas de interés. No solamente es interesante por cuanto desarrolla el proyecto que se propone realizar el gobierno, sino porque también, en ciertos aspectos, hace referencia, incluso con estadísticas, sobre las condiciones estructurales en distintas áreas socioeconómicas del país.

El Plan Analítico de Salud Pública (P.A.S.P.), obra que grafica el proyecto de gobierno en materia sanitaria, el cual pretende asegurara la población trabajadora la base asistencial médica necesaria que, por un lado favorezca las condiciones físicas y productivas de la misma, y por otro posibilite el incremento de la natalidad (y la correspondiente disminución de la mortalidad), pilar fundamental para el sistema económico productivo sustentado por el peronismo. 2. La construcción social del rol femenino Dentro de las diferentes perspectivas analíticas, respecto a la utilidad del género como categoría de análisis, los lineamientos teóricos marxistas centran su atención en lo que se denomina la ideología de "esferas separadas", aludiendo a la división sexual del trabajo y su interacción con la acumulación capitalista. "La devaluación de las actividades de la mujer (como fuente de mano di barata en el mercado, y de trabajo libre en el hogar) devaluó también la visión las mujeres como sujetos históricos y como agentes de cambio" (Scott, 1992:48) La legislación es un recurso ideológico posterior al establecimiento de ciertas pautas culturales, como es la medicina popular y la generalización de su gratuidad. Será ésta legislación y las particularidades con que se cumplimenta quien moldea y formaliza estereotipos que, existentes en las formaciones de antiguo régimen se profundizan y refuncionalizan en el sistema capitalista.

"El género, entendido como la construcción social de la diferencia sexual señala justamente la necesidad de enfocar las diferencias entre los géneros como una elaboración histórica que adscribe roles determinados a hombres y mujer base a sus diferencias biológicas. " (Escandón, 1997:13)

De allí que, aunque la ley no lo establece directamente, se asocia las actividades que no poseen necesariamente una contrapartida monetaria como la medicina popular (con una importante presencia femenina y como una extensión del ámbito don, o privado) con lo riesgoso, lo no

efectivo; legalizando e instituyendo, contrapartida, lo controlable, lo remunerado (asociado a actividades de di presencia masculina, como la medicina occidental).

Por otra parte la feminidad ha estado asociado desde antiguo con la reproducción. La mujer en su rol histórico de reproductora, " ... debía concentrarse exclusivamente en esta "patriótica" tarea, relegando y renunciando a todas sus otras aspiraciones personales, caracterizadas como egoístas, artificiales y dañosas" (Maccio y N 1993:12).

Esta visión femenina, relegada y limitada a su función meramente reproductiva, se relacionaría conflictivamente con las necesidades crecientes de mano de obra por parte del expansionismo industrializador del capitalismo, que serían satisfechas en forma creciente por el aporte femenino.

De esta manera, la figura femenina cobra una importancia primordial como actor central en la política sanitaria del gobierno. Parto de la hipótesis de que desde la política oficial, visualizado desde sus planteos discursivos, como asimismo en sus realizaciones materiales, una clara apelación al redimensionamiento tradicional de la mujer. Lo que implica, a primera vista, la acotación de la figura y el rol desempeñado por la mujer en sus aspectos más tradicionales. Fundamental en su desempeño en cuanto a sus funciones de "curadora" y de portadora de "saberes" transmitidos tradicionalmente.

Hay una nueva configuración del rol social que debe cumplir la fundamentalmente en su inserción en el mundo público, ósea el mundo del trabajo en su acepción capitalista, para aportar a la viabilidad y concreción de los planes sociales y económicos del gobierno.

Pero este objetivo, sí bien viabilizable en las regiones mas desarrollada, estructura económica del país, no podrá concretarse en las regiones periféricas la economía nacional, donde la industrialización será una realidad mucho más tardías y las opciones que el mundo del trabajo ofrecía a las mujeres eran muy restringidas. 3.El curanderismo. Disposiciones legales.

Dentro de la implementación de la política sanitaria del gobierno nacional encontramos una serie de reglamentaciones cuyo objetivo es organizar, ordenar, circunscribir y poner bajo la égida del gobierno todo el sistema sanitario del país. En mayo de 1946 se crea la secretaría de Salud Pública con jerarquía ministerial, asumiendo el

control de la salud de la población en todo el territorio de la República. En el proyecto de gobierno se reconoce la situación sanitaria nacional y las falencias, en esta

materia, del territorio nacional. A fin de abordar esta problemática, se preveé no solo producir la legislación y codificación

adecuadas para organizar el sistema sanitario nacional, sino también la realización de prospecciones e investigaciones de carácter sanitario con el fin de recolectar información fidedigna tendiente a la redacción de un proyecto de Código Sanitario de Asistencia Social para el país.

Pero también es importante, para el gobierno, imbuir a este proyecto sanitario de nuevos conceptos médicos (semisocialización de la medicina) y sociales (posibilitar el acceso de todos los habitantes de la nación, fundamentalmente de los sectores mas desprotegidos social y económicamente, al bienestar en materia de salud).

En el Plan Analítico correspondiente a la ya mencionada Secretaría de Salud Pública, desarrollado bajo la dirección técnica del Secretario de Salud Pública de la Nación, Ramón Carrillo, como parte integral del Plan de Gobierno de Perón esbozado en el Primer Plan Quinquenal, se puntualiza en ciertos aspectos demográficos, como la disminución en los índices de natalidad en la República Argentina y en la urgencia por establecer mecanismos que ayuden a revertir ese proceso.

Esto trasluce una gran inquietud en el seno del gobierno nacional, embarcado en una política económica de intervencionismo y regulación estatal, y de desarrollo industrial con el afán de sortear las dificultades económicas que la estructura productiva nacional arrastraba desde la década precedente.

Por todo ello, tenía un carácter prioritario para el gobierno el establecimiento de condiciones que permitieran el aumento de la producción y de la renta nacional y el concomitante incremento y expansión del mercado interno. A esto apuntaba la necesidad de poseer un conocimiento acabado de la realidad demográfica del país, a través de censos y estadísticas permanentes (Cfr. P.G., 1946:22), como asimismo el establecimiento de una estructura sanitaria que asegurase la reproducción de los sectores trabajadores del país y un satisfactorio rendimiento productivo.

En este marco encontramos la intención explícita de reprimir la práctica del curanderismo y su conceptualización desde el ámbito oficial.

"El curanderismo es el delito en que Incurren las personas que, sin estar legalmente autorizadas, ejercen cualquier actívidad correspondiente alas profesiones médicas y sus ramas auxiliaras.'(P.A.S.P.,I, 1 947:392)

El Código Penal de la República Argentina, tipifica la ejercitación ilegal de la medicina; especificando, en su artículo 208 que: "Será reprimido con prisión de 15 días a 1 año:

1) el que, sin título ni autorización para el ejercicio de un arte de curar o excediendo los limites de su autorización, anunciara, prescribiera, administrara o aplicare habitualmente medicamentos, aguas, electricidad, hipnotismo o cualquier medio destinado al tratamiento de las enfermedades de las personas, aún a título gratuito;... " Esta legislación es producto de la organización de los modernos estados nacionales en América Latina, a fines del siglo pasado, bajo los imperativos ideológicos de los estados burgueses occidentales, lo cual conlleva la difusión la medicina científica en su acepción occidental.

El origen de este modelo médico se remonta a la ilustración cuando la me técnica "hipocrático-galénica", de fuerte raigambre empírico-naturalista, asume postulados epistemológicos de la ciencia experimental. Primeramente en Europa industrializada y posteriormente en América del Norte su extensión hegemónica asociada al estado moderno, favoreció la imposición de criterios médicos conocimiento tanto de las élites como de los sectores populares.

"Este proceso no se debió tanto al progreso técnico como a estrategias corporativas destinadas a asegurar el monopolio sobre la atención en salud, implantación hegemónico del modelo médico fue haciendo a la Medicina dependiente de los parámetros biológicos y más centrada en la curación-cl que en la prevención (Comelles y Martínez Hernáez, 1 993:7)

La medicina científica, dentro del amplio espectro de métodos curativos única que se instruye sistemáticamente a través de la educación formal y la legalmente autorizada a practicarla a partir de profesionales formados con ese fin. Este modelo médico ' ... concibe a la enfermedad como una ruptura de mecanismos de regulación biológica, psicológica y social, - su etiología, como una relación analítica de causa-efecto; su diagnóstico, como fruto de exámenes, a y pruebas, - el tratamiento y la prevención, como una acción racionar a n sintomáticos y etiológicos. " (Magrassi, Radovich:4)

El ejercicio del mismo está reglamentado y su característica distintiva respecto a otros métodos curativos, es su divorcio, en términos generales, de otras actividades culturales.

El gran nivel de desarrollo tecnológico y en sus especialidades, etapa actual conocimiento médico-científico ha acarreado consecuencias inesperadas que ha afectado " ... sensiblemente los mecanismos de concepción de la enfermedad en su triple relación señalada, distanciando los aspectos físico-biológicos psicológicos y olvidando comúnmente los sociales. " (Magrassi, Radovic -.

De allí que se produzca un acercamiento general de las poblaciones a prácticas médicas, o la reafirmación de prácticas médicas alternativas.

La actividad médica, coloca al paciente en una actitud pasiva ante un " ... universo, extraño regido por reglas y normas que desconoce y le infunden temor.'(Magrasba desde la década precedente.

Por todo ello, tenía un carácter prioritario para el gobierno el establecimieto de condiciones que permitieran el aumento de la producción y de la renta nación concomitante incremento y expansión del mercado interno.

A esto apuntaba la necesidad de poseer un conocimiento acabado de la realidad demográfica de a través de censos y estadísticas permanentes (Cfr. P. G., 1946:22), como asimismo el establecimiento de una estructura sanitaria que asegurase la reproduce los sectores trabajadores del país y un satisfactorio rendimiento productivo.

En este marco encontramos la intención explícita de reprimir la práctica del curanderismo y su conceptualización desde el ámbito oficial

"El curanderismo es el delito en que incurren las personas que, sin legalmente autorizadas, ejercen cualquier actividad correspondiente a las profesiones médicas y sus ramas auxiliares." (P.A.S. P., 1, 1947:392)

El Código Penal de la República Argentina, tipifica la ejercitación ilegal de la medicina; especificando, en su artículo 208 que: "Será reprimido con prisión de 15 días a 1 año:

1) el que, sin título ni autorización para el ejercicio de un arte de curar o excediendo los límites de su autorización, anunciara, prescribiera, adminístrame o aplicare habitualmente medicamentos, aguas, electricidad, hipnotismo o cualquier medio destinado al tratamiento de las enfermedades de las personas, aún a título gratuito;.. ."

Esta legislación es producto de la organización de los modernos estados nacionales en América Latina, a fines del siglo pasado, bajo los imperativos ideológicos de los estados burgueses occidentales, lo cual conlleva la difusión de la medicina científica en su acepción occidental.

El origen de este modelo médico se remonta a la ilustración cuando la medicina técnica "hipocrático-galénica", de fuerte raigambre empírico-naturalista, asume los postulados epistemológicos de la ciencia experimental Primeramente en Europa industrializada y posteriormente en América del Norte su extensión hegemonizante, asociada al estado moderno, favoreció la imposición de criterios médicos en el conocimiento tanto de las élites como de los sectores populares.

“Este proceso no se debió tanto al progreso técnico como a estrategias corporativas destinadas a asegurar el monopolio sobre la atención en salud. La implantación hegemónica del modelo médico fue haciendo a la Medicina más dependiente de los parámetros biológicos y más centrada en la curación-cuidado que en la prevención (Comelles y Martfnez Hemáez, 1993:7)

La medicina científica, dentro del amplio espectro de métodos curativos, es la única que se instruye sistemáticamente a través de la educación formal y la única legalmente autorizada a practicarla a partir de profesionales formados con ese fin.

Este modelo médico '...concibe a la enfermedad como una ruptura de mecanismos de regulación biológica, psicológica y social; su etiología, como una relación analítica de causa-efecto; su diagnóstico, como fruto de exámenes, análisis y pruebas; el tratamiento y la prevención, como una acción racional a niveles sintomáticos y etiológicos." (Magrassi, Radovich:4)

El ejercicio del mismo está reglamentado y' su característica distintiva, con respecto a otros métodos curativos, es su divorcio, en términos generales, de otras actividades culturales.

El gran nivel de desarrollo tecnológico y en sus especialidades, etapcon la medicina académica, formal, institucionalizada, hasta que en el S. XX se impondrá la segunda. " (Brisa Varela, 1995:214)

Se reconoce la condición de intérprete válida a raíz de compartir los mismos códigos por su igual condición, para explicar por qué la gente acude a ellas, como así también las deficiencias estructurales en materia sanitaria en el Chile de entonces.

"En la decisión de recurrir a ellas influyeron seguramente el conocimiento empírico de las curanderas y las posibilidades de comunicarse fácilmente con un par, pero también la ausencia de médicos titulados y de toda presencia instituciones desde el Estado, en las áreas de campaña, donde residía la mayor parte de la población." (Brisa Varela, 1995:212)

La práctica del curanderismo refleja una continuidad de las tareas domésticas no remuneradas. "A tal punto se refleja ello que habitualmente no reciben retribución en pago por sus servicios. " (Brisa Varela, 995:213).

Finalmente destaco la conceptualización por parte de esta investigadora, ( tareas realizadas por las mujeres curadoras como “... agentes sanitarios de, activas participes en la atención primaria de la salud." (Brisa Varela, 1 995: Concepto que comparto, puesto que he tenido la oportunidad de verificar fuentes analizadas el importante rol jugado por la mujer en el ámbito de la sal situaciones geográficas y sociales muy particulares de América.

Antecedentes en investigación, respecto a las prácticas sanitarias alternativas a las médico-científicas, en nuestro territorio (Di Liscia y Di Liscia, 1996), esclarecen el panorama concreto respecto al despuntar el siglo actual. Denota la presencia infatigable de la mujer en su rol de cuidadora de la integridad familiar tanto como psíquicamente, actuando diligentemente en el cuidado de la salud familiar un contexto general de dificultades variadas para el acceso al sistema medico formal y en un ambiente cargado de tradicionales preconcepciones en cuanto formas de relacionarse con los fenómenos de morbilidad de entonces.

"En el territorio pampeano, tal como en otras regiones del país a principios del siglo XX, la medicina formal era e/ último escalón al que accedían los enfermos. Por una cuestión económica o bien efectiva, se consideraba que la dolencia debía solucionarse primero en el hogar, luego, se requería la ayuda de un vecino/a que tuviera algunos conocimientos o habilidades, después, si la curación no tenía éxito se buscaba a un curandero /a, y por último al médico.' (Di Liscia y Di Liscia, 1996).

Respecto a la década que estamos viviendo, estas mismas investiga encuentran la persistencia de un entramado de prácticas médicas científica conocimientos legados por prácticas ancestrales en nuestras mujeres de hoy 5.La Red de atención a la salud en el Territorio Nacional de La Pampa, a mediados del siglo actual.

El Territorio Nacional de La Pampa, en sus aspectos demográficos, tiene una heterogéneo distribución de la población puesto que 3/4 partes de la misma en un 1/4 de la superficie total. La porción oriental del territorio es la que posee la mayor densidad poblaciones.

A dicha zona privilegiada, tanto por las condiciones edáficas como climáticas corresponde al área de mayor aprovechamiento productivo, como así misi correspondencia con los mayores e importantes centros urbanos y redes varas. Los establecimientos de salud se aglutinan, fundamentalmente, en urbanos de importancia y tanto su capacidad (medida en número de habitantes y número de profesionales que prestan servicios en ellos) como el de complejidad de los mismos nos hablan de la restringida capacidad en es de un territorio que desde hacía tiempo pedía para sí la provincialización hasta tanto se concretara ésta, debió depender de la voluntad del gobierno nacional para dotarlo de infraestructura adecuada para la atención de su población.

Si bien la red sanitaria existente en el Territorio a fines de la década del '40 ubicada en la porción del territorio que mayor densidad de población pose así, ésta es insuficiente. Pero más grave aún es la indefensión sanitaria que los pobladores, con mayoría de asentamiento rural, de la zona comprendida y Oeste del Territorio, donde no existen instituciones médicas.

Dicha capacidad sanitaria se resume en un total de 705 camas disponible para internación para una población que, en 1945, sumaba 167.352 habitantes, lo cual nos indica una proporción de 237 habitantes por cama. Pero más aún, un total de 15.368 habitantes de 8 departamentos de la zona occidental del territorio carecen de asistencia médica brindada por instituciones públicas o aún privadas.

El criterio básico de los organismos oficiales para medir la capacidad de internación consiste en tomar como base la cantidad de 1 0 camas para asistir las necesidades asistenciales de cada 1 000 habitantes.

Este sintético cuadro estadístico de la capacidad médico asistencias del Territorio Nacional de La Pampa, a fines de la primera mitad del siglo actual, nos brinda un panorama poco halagüeño en

materia sanitaria y contextualizar la labor realizada en materia sanitaria por quiénes ejercieron la medicina alternativa en el Territorio. 6.Ejercicio ilegal de la medicina. Perfil de los/las acusados/das

Es impactante, incluso desde una visión muy superficial de los datos recolectados, la mayoría relativa de mujeres implicadas en los procesos judiciales.

Las mujeres representan aproximadamente el 61 % del total de los procesados. En cuanto a la nacionalidad de los procesados, el grupo más representativo son los procesados de

nacionalidad extranjera con el 52 % del total de los procesados. Porcentaje altamente significativo puesto que la población de origen extranjero representa en 1947 el 13,3 % sobre el total de habitantes del territorio (Ander Egg,1957:57). Siendo el grupo extranjero con mayor representación el de nacionalidad española.

En cuanto al resultado de la intersección de las variables género y nacionalidad, nos encontramos que el porcentaje de extranjeros varía según el género. Son numéricamente más

importantes los hombres extranjeros que las mujeres extranjeras. Las mujeres argentinas son numéricamente superiores, 57 % dentro de su género, mientras que los hombres argentinas solo representan el 11 % dentro del total de los procesados de sexo masculino.

Las mujeres, sin lugar a dudas, poseían el monopolio en el ámbito de la obstetricia. Surge claramente, de los procesos estudiados, la ausencia del hombre de la práctica ilegal en este ámbito de la medicina.

Por otra parte, hay indicios de que el oficio de curar, esta cruzado por la condición social, o condición de clase, por datos concretos respecto a condición económica, como también el grado de instrucción de los procesados.

De los datos fehacientemente comprobados, surge que el 56% de los procesados son conceptualizados por las fuentes judiciales como alfabetos, y el 34% como analfabetos. Pero claro que las fuentes documentales no especifican el concepto que utilizan para definir a una persona como analfabeta y por ende el analfabetismo.

Al cruzar los datos anteriores con la condición de género, vemos que el porcentaje de analfabetismo se incrementa entre las mujeres y el alfabetismo cobra importancia entre los hombres.

Estos datos son bastante ficticios, si consideramos que son los propios procesados quiénes, a través de las declaraciones indagatorias, se autodefinen en su condición instructiva.

Respecto a la edad de las mujeres procesada, el 64% de las mismas superan los 50 años, mientras que el 36% restante tiene edades que oscilan entre los 20 y 50 años. El total de los hombres están ubicados en la franja etaria superior a los 40 años. Esto indica que, mientras sí existen mujeres jóvenes que incursionan medicina alternativa y son procesadas, no sucede lo mismo con los hombres jóvenes. En síntesis, la mujer es la protagonista fundamental en las prácticas médicas alternativas en la geografía pampeana, fundamentalmente en el ejercicio curanderismo y en la posesión del monopolio en la obstetricia.

Por otro lado es destacaba la proporción de extranjeros que integran la estructura ilegal de salud, lo cual pone sobre el tapete la universalidad de las prácticas médicas alternativas.

"América es el producto histórico de la mezcla de diversas raíces aborigenes con variados elementos europeos y africano. La medicina de sus pueblos, por lo tanto, no es ni puede ser una sola. Las vigentes prácticas médicas populares encarnan la confluencia de determinados aspectos, conceptos y acciones de las medicinas aborígenes, las medicinas populares europeas, ciertos aspectos derivados de las medicinas africanas y algunos elementos de la medicina científica occidental que alcanzaron a popularizarse en su universalización. Así ocurre en la medicina popular de la Argentina. " (Magrassi, Radovich: 7)

En esta instancia de la investigación es posible conjeturar respecto al origen los conocimientos sobre el arte curativo que poseen nuestros actores sociales como confluencia en parte de un cúmulo de conocimientos enraizados e tradiciones de sus países de origen y de conocimientos adquiridos a través absorción de elementos culturales de la cultura receptora. 7.Penalidad a los/las infractores/ras

Los procedimientos, se inician por una denuncia o por informaciones que, llegadas por distintas vías indirectas a la policía, originan en la organización policial una investiga "de oficio" para confirmar la veracidad de los comentarios.

El 52 % de los procedimientos se originan en la iniciativa policial, mientras el 82,6 % de los procedimientos tienen su origen en la iniciativa policial y en las denuncias de profesionales relacionados con alguna rama de la medicina (en los datos que poseemos Médicos y Obstetras), de lo cual se concluye que solo un porcentaje insignificante de las denuncias se originan en particulares afectados En la mayor parte de los casos la investigación fue iniciada a raíz de la den realizada por el médico local (vale aclarar que esta es una profesión monopolizada por el sexo masculino).

A través de la interiorización en los distintos casos, queda evidencia complementación entre la estructura de represión policíaca, en su tenaz persecución a las curanderas, y el sistema médico formal en sus actitudes atentatorias contra la existencia de una línea informal de asistencia a la salud que compite con Por otra parte, los vecinos no denuncian a los curanderos/as ya que además, de ser sus vecinos, amigos, parientes, conocidos, los necesitan, ya que representan en algunos lugares el único recurso sanitario.

La mayor parte de las causas judiciales por ejercicio ilegal de la medicina profesiones conexas fueron sobreseídas, provisoria o definitivamente, en un período muy breve.

Del total de casos encontrados en el período analizado, solo 9 de los procesados recibieron fallos condenatorios, de las cuales 7 en calidad de "suspenso" por ser primeras condenas. En dos condenas efectivamente cumplieron prisión, en ambos casos se trata de mujeres, una de ellas de nacionalidad rusa, quien tenía como antecedente el haber sido previamente condenada en dos oportunidades, y la otra nativa. Al resto se le dictó la falta de méritos para procesarlos o fueron sobreseídos definitivamente.

Evidentemente la justicia no era tan severa con los imputados en casos ilegales de práctica de la medicina. Esto, desde un punto de vista formal y desde la visión de la cultura occidental, es un virtual reconocimiento de la funcionalidad de éstos/ éstas a un sistema sanitario nacional pobre y heterogéneamente establecido. Es posible pensar que esto sea un elemento que contribuye a la persistencia de quiénes ejercen estas prácticas.

Sostengo la hipótesis sobre la funcionalidad al sistema, de las curadoras de la salud, a pesar de haber sido sistemáticamente perseguidas. Pero esta funcionalidad tiene una relación inversa respecto al avance de las instituciones oficiales, por lo que puede construirse una explicación en función del cambio de situación de la relación de fuerzas. A medida que el sistema médico oficial o formal se extiende a los territorios de reciente colonización, quiénes ejercen la medicina nativa o alternativa van siendo acotados en sus libertades y funciones comunitarias, al mismo tiempo que el Estado (y junto con él, el sistema médico formal) va extendiendo y profundizando el control sobre todo el territorio.

La relativa permisividad del sistema y su endebles estructural contribuyen a la existencia de éstos trabajadores y trabajadoras ilegales de la salud, aceptados y necesarios para su comunidad.

Conclusiones

Cuando uno comienza la afanosa y apasionada búsqueda de datos sobre un tema determinado, la carga preconceptual que lleva suele ser muy pesada. Una de las que formaba parte de mi equipaje, al inicio de esta investigación, es la relación directa entre la práctica del "curanderismo" y las poblaciones autóctonas de nuestro país y de América.

Mas allá de esto, es concebible a las prácticas metafísicas de curación como un legado de todos los pueblos de la humanidad y cuyo origen se remonta y se asocia con las particulares relaciones que ha establecido la humanidad a lo largo de los siglos con la naturaleza.

En esta instancia de la investigación, en base a la información suministrada por los actores sociales implicados en los procesos judiciales, es posible concluir que la política sanitaria estructurado en el marco de la primera presidencia de Juan Domingo Perón e implementada a través de la Secretaría de Salud Pública, dirigida por Ramón Carrillo, no tuvo efecto inmediato sobre la práctica del curanderismo en el Territorio de La Pampa.

En el período que se extiende desde 1946 hasta 1955, las prácticas médicas alternativas virtualmente fueron, en las amplias extensiones rurales y la pequeñas poblaciones del interior, la única opción a la cual accedía su población.

El curanderismo poseía el exclusivismo en materia de asistencia sanitaria de una población territorial que debido a su situación periférico tanto en lo político- económico como también en lo geográfico, carecía de una red sanitaria asistencial acorde con los parámetros sanitario asistenciales de las sociedades desarrolladas De allí lo infructuoso (por lo menos en el corto plazo) que resultó la actividad desarrollada en nuestra provincia en pos de la erradicación del curanderismo cuanto éste siguió subsistiendo en una geografía nacional a la cual no se le reconocían los derechos de autonomía federal (siguió siendo Territorio Nacional hasta 1 cuya estructura económica no poseía la diversificación necesaria como para como para ofrecer a la mujer un mercado laboral alternativo al curanderismo. ¿Porque cio ilegal de la medicina y/o profesiones conexas fueron sobres provisoria o

definitivamente, en un período muy breve. Del total de casos encontrados en el período analizado, solo 9 de los procesados recibieron fallos

condenatorios, de las cuales 7 en calidad de "suspenso" por ser primeras condenas. En dos condenas efectivamente cumplieron prisión, en ambos casos se trata de mujeres, una de ellas de nacionalidad rusa, quien tenía antecedente el haber sido previamente condenada en dos oportunidades, y nativa. Al resto se le dictó la falta de méritos para procesarlos o fueron sobreseídos definitivamente.

Evidentemente la justicia no era tan severa con los imputados en casos ilegales de práctica de la medicina. Esto, desde un punto de vista formal y desde la, de la cultura occidental, es un virtual reconocimiento de la funcionalidad de o éstas a un sistema sanitario nacional pobre y heterogéneamente estableció posible pensar que esto sea un elemento que contribuye a la persistencia de quienes ejercen estas prácticas.

Sostengo la hipótesis sobre la funcionalidad al sistema, de las curadora salud, a pesar de haber sido sistemáticamente perseguidas. Pero esta función tiene una relación inversa respecto al avance de las instituciones oficiales, que puede construirse una explicación en función del cambio de situación relación de fuerza ya habían limitado y agotado su área de influencia en su entorno familiar, por que sus hijos habían crecido o porque vivían solas, o por ser vi representaba una alternativa, quizás la única, de relacionarse con los demás, ampliar y poner en práctica su socializada conducta en cuidar y atender demás. 0 simplemente era la forma de canalizar la necesidad de expansión con horizontes de relaciones hacia lo extrafamiliar, era la excusa para "salir” del hogar, recordemos que las parteras por razones obvias debían asistir a la parturienta casa de ésta.

El curanderismo representaba una opción en el acotado mercado laboral entonces, donde la mujer tenía la posibilidad de realizar sus capacidades, pone en práctica conocimientos ancestrales, crear un espacio de influencia sobre la comunidad y colaborar con el sostenimiento de la economía familiar.

El concepto "curandera" es una denominación que, generalmente, es impuesta externamente desde el ámbito policial y/o judicial, ya que éstas, muchas veces se reconocen como tales.

Es destacaba la proporción de extranjeros que integran la estructura ilegal de salud, lo cual en una primera instancia pone sobre el tapete la universalidad prácticas médicas informales.

Es muy evidente el rol social comunitario que cumplía la curandera fundamentalmente en las regiones periféricas de la estructura económica nacional y mas aún en las localidades del interior y en las zonas rurales, ante la inexistencia o la precariedad de los centros de salud.

Se destaca la perseverancia de estas trabajadoras ilegales de la salud quiénes continúan con la práctica del curanderismo, a pesar de las trabas que le imponían a su actividad el sistema legal oficial y la creciente influencia y extensión del sistema médico formal.

La represión del curanderismo es una faceta que explicita por sí misma la decisión de los poderes políticos centrales de direccionar y darle un nuevo cariz a las actividades típicas de nuestras mujeres, acorde con los nuevos impulsos estructurales que se le intentaba proporcionar a la economía nacional.

Es la estructura represiva policíaca utilizada para perseguir a las curanderas, en conjunto con el sistema médico formal que, con sus actitudes conspirativas atentan contra la existencia de una línea informal de asistencia a la salud que compite con ellos (fundamentalmente médicos y obstetras).

Finalmente, considero de suma importancia el análisis de la evolución de dichas prácticas y la reconversión de las mismas hoy, ante la estrepitosa retirada del Estado en materia de salud.

Ayer, a la estructuración nacional de políticas sanitarias y la conformación de una estructura edilicia en todo el territorio nacional, se le imprimió un profundo sentido social redistribuidor acorde con el surgimiento del Estado social, acompañado por políticas de corte Keynesiano en el ámbito económico. Hoy, la destrucción del Estado Intervencionista tanto a nivel social como económico, y su reemplazo por un Estado acorde con las políticas neoliberales implementadas en los países centrales a partir de la década del'80, tiene su correlato en el desfinanciamiento y en la desinversión en materia de salud pública.

Entonces es válido y previsorio, preguntarnos sobre el futuro de la salud pública, fundamentalmente la de los sectores sociales desposeídos de siempre y la de los nuevos pobres, sectores medios afectados por las políticas de ajuste económico.

Este trabajo es parte del resultado final de un proyecto de investigación presentado a Becas de Iniciación a la investigación para estudiantes, asignada por la Facultad de Ciencias Humanas, UNLPam. en el año 1996 y dirigido por la Licenciada Marla Herminia Di Liscia.

Un avance sobre el tema fue presentado en las Undécimas Jornadas de Investigación de la

Facultad de Ciencias Humanas. UNLPam. Septiembre 1997. Morales, Mónica Adriana "Las prácticas médicas alternativas en la perdería del sístema médico nacional Un rol social comunitario de carácter predominantemente femenino. El Territorio nacional de La Pampa (1946-1955)".

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Comentario:

El artículo de Mónica Morales "Género, medicina científica y medicina popular, una relación conflictiva. El Territorio Nacional de La Pampa, 1946-1955. »nos permite reflexionar sobre ciertas actividades 'femeninas" por excelencia, las de las curanderas.

Numerosas fuentes históricas y antropológicas nos hablan de las mujeres involucradas en diferentes tareas relacionadas con el cuidado de la salud: expertas en herboristería, enfermeras, shamanes, medicine women, parteras, etc. Inclusive las deidades senadoras eran femeninas: Isis, en Egipto era la diosa de la medicina; en Grecia, Artemis era la protectora de los partos. En la literatura homérica tanto como en el Talmud, las mujeres aparecen frecuentemente como curadoras, as! como las monjas, que preservaban y copiaban numerosas recetas de preparados medicinales y fueron quienes atendían a los enfermos en los hospitales medievales. El avance de la medicina académica dejó fuera a las mujeres, a quienes se les impedía estudiar en las universidades. Situación que se formalizó durante el siglo XVIII, donde la separación entre medicina institucionalizada y la practicada por legos, hizo que las artes tradicionales en ese campo, se situaran en la periferia de la profesión.

Mención aparte merece la partera, cuya lucha histórica contra los embates de la medicalización de los partos, aún continua y existe una amplia bibliografía feminista que así nos lo informa. Igual de importante es la concepción de la brujería y su relación con las mujeres senadoras.

Ahora bien, el articulo que comentamos nos sitúa en un periodo muy especial de nuestra historia y en un contexto muy particular, como lo es La Pampa durante el primer gobierno peronista y analiza las políticas en materia de salud llevados a cabo por el gobierno central, políticas que entran en contradicción con la medicina tradicional ejercida mayoritariamente por mujeres.

La autora, en la necesaria brevedad de su trabajo, nos sumerge en problemáticas complejas: estructura sanitaria, políticas públicas, medicina no formal, inserción laboral de las mujeres en el periodo, mundo público y privado, legislación represora del curanderismo, todo desde una perspectiva de género. Por supuesto, ante tamaña empresa, los resultados no pueden ser si no provisorios, aunque muy sugerentes. Concuerdo con la autora en que las curanderas son funcionales al sistema, de ahí que la persecusión hacia ella haya sido más formal que real. Resulta extraño que un plan de salud como el de Carrillo, pensado para cubrir amplias franjas de la población, no pensara incorporarlas, tal vez con un mínimo de formación sanitaria. Existen experiencias al respecto en otros países, que la autora también menciona, para Argentina, en de la machi en la actualidad.

Comparto, así mismo, la relación que se establece en el artículo entre prácticas médicas alternativas y condiciones socio-económicas de la región y el papel que hoy tendrían dichas prácticas en un contexto de retirada del Estado de sus obliga básicas en materia de salud.

Creo que las respuestas a “por qué las mujeres" necesitarán una revisión cuidadosa para ponerlas a prueba empíricamente. Carol Shepherd McCiain, compiladora de Women as Healers. Cross-Cultural Perspectives (Rutgers Unl, Press, 1995) ofrece un panorama muy amplío de la variedad de experiencias que a la mujer como sanadora, discutiendo los marcos analíticos que han servida explicar el fenómeno en contextos diversos. En ese sentido la revisión de trabajo provenientes de la antropología feminista, enriquecerían reflexiones futuras.

Mónica Tarducci Antropóloga. Docente de la Universidad Nacional del centro de la Pcia de Buenos Aires y de la Primera Maestría sobre la Problemática de Género de la Universidad Nacional de Rosario

RESEÑAS

Daniel Balderston y Donna J. Guy (Compiladores) -'Sexo y sexualidades en América Latina" - Buenos Aires, Paidós, 1998 -

La rápida traducción de este texto aparecido originalmente en 1997 - "Sex and sexuality in Latín America", New York University Press - permite a un amplio público latinoamericano acceder a quince trabajos de muy buena calidad que van desde la crítica cultural y literaria a la historia, abordando tópicos de la sexualidad y los géneros en diferentes países de la región. Dígase de paso que este libro inaugura la colección "Género y Cultura" de Paidós, a cargo de Ana mado y Nora Domínguez quienes en la Presentación, "Cuerpos que cuentan" , dicen: "Las evidencias anatómicas perdieron su peso simbólico de definición absoluta y otros signos, figuraciones (poses, vestidos, apariencias andróginas, mutaciones camaleónicas de sexo y hasta de color) ocuparon un lugar inédito en distintos escenarios de la cultura contemporánea". Sacudiendo los estereotipos, los lugares comunes y las confiscaciones, se abren paso estas textualidades.

Se está frente a un esfuerzo singular realizado por los compiladores a quienes no les faltan antecedentes ni pericia en este tipo de análisis. En el caso de Donna Guy, se trata de una bien conocida argentinista; su libro "El sexo peligroso. La prostitución legal en Buenos Aires, 1875-1955"', se ha incorporado como un análisis clásico que no puede dejar de consultarse. Daniel Balderston ha realizado un examen -en clave de crítica literaria-, de aspectos homofóbicos en la literatura borgiana y se ha especializado en indagar la homosexualidad en el cine del director mexicano Jaime H. Hermosillo.

La presentación de los artículos se sustancia en cuatro partes, a saber: la primera lleva por título 'La pregunta por la identidad', la segunda "El control de la sexualidad", la tercera "Los valores de la familia" y la última, "Redefiniciones" (de las identidades). No hay dudas de que el conjunto es de gran significado, con aportes innovadores y orientados al gran objetivo de desvelar -valgan sus múltiples sentidos- la conciencia crítica latinoamericana respecto de las identidades sexuales, materia en la que no hay dudas se está en franco retraso. Los pavores y fantasmas no sólo constituyen materia del pasado sino que toman un lugar central en los imaginarios del presente, habida cuenta ese persistente sofoco del deseo simétrico al prominente lugar que ocupa la censura en la enorme mayoría de nuestras sociedades. Sin ir más lejos, invito a pensar en el traspié del progresismo político de la Legislatura porteña a la hora prohibir la "oferta y demanda de sexo en la vía pública", en el mes de marzo de este año...

Desde luego, resultará una misión imposible demorarme en cada uno de estos trabajos pero intentaré hacer un mínimo de justicia a cada uno.

De los tres trabajos que integran la primera parte, se destaca por su textura teórica el de Roger Lancaster, 'La actuación de Guto. Notas sobre el travestismo en la vida cotidiana". El autor ha trabajado aspectos de la sexualidad nicaraguense desde una vertiente antropologica crítica, utilizando un acertado repertorio de teorías. En este caso realiza el examen de un comportamiento "representacional" de un adolescente que imita, ocasionalmente travestido ante familiares que acompañan sus actos en forma divertida, comportamientos femeninos. El análisis permite concluir acerca de la actuación trevestida, "una forma de simulación física mucha más vasta que el acto literal de travestirse y mucho más amplia que cualquier costumbre o manifestación homosexual". Empleando hipótesis de Judith Butler, las manifestaciones de travestismo implican "referencialidad al/los discursos", esto es, .,una negociación con alguna representación convencional o con alguna imagen compartida, sea la de un género ajustado a un patrón estable, la de un cuerpo normal, la de un cuerpo prescrito en algún libreto o la forma como se piensa que alguien actúa habitualmente". Lancaster avanza sobre las representaciones travestidas de procesos colectivos permitidos, como el carnaval.

Sostiene que todas esas actuaciones representacionales, ficcionales, "transversales", de "desbordes", en realidad significan un "rodeo del otro" que sitúan o estabilizan un "yo mismo/a". Su análisis me parece excelente.

El trabajo de Yvonne Yarbro-Bejarano, "Cruzando las fronteras con Chabela Vargas. Homenaje de una chicana", resulta esencialmente una hagiografía de la cantante mexicana (en

realidad nacida en Costa Rica) que de ningún modo ocultó su lesbianismo avanzando sobre el límite cartorial de las identidades en épocas aún más cerradas. La autora, una mexicana residente en EEUU, aprovecha el doble juego de las fronteras (geográficas y sexuales) para reconocerle a la gran "macha" toda suerte de emociones también desde su propia identidad lesbiana, Por su parte, Ben Sifuentes Jaúregui analiza la complicada trama de las identidades sexuales, invertidas y reinvertidas - lo que da lugar al "género sin límites" puesto en juego en el drama "El lugar sin límites' del escritor José Donoso.

En la sección segunda, Peter Beattie hace un interesante análisis de la sodomía en la milicia brasileña entre 1860 y 1916 mostrando una evolución que parece convincente: estas prácticas habrían sido crecientemente censuradas a medida que se abría el nuevo siglo y los códigos se tornaban más disciplinantes e institucionales. Algo no cambió con el tiempo: el agente “pasivo" de la sodomía era el objeto del escarnio y en quien recaía el verdadero "deshonor", tal como parece haber sido la regla en las diversas sociedades latinoamericanas. El sujeto homoerótico "activo" a la postre era un macho, el que verdaderamente sometía a olas mujercitas" y tenía muchas más chances de infundir respeto.

Susan Caulfield se refiere a la evolución de la prostitución en Río de Janeiro entre 1850-1942distinguiendojerárquicamenteelvalordedosbarriosconspicuos de la ciudad, Lapa y Mangue. Este último se constituyó en el emblema ecológico de la condición de meretriz y objeto de intervenciones de saneamiento, como la "limpieza" ordenada para recibir a los reyes de Bélgica a principio de los 20. Lapa pudo presentar un otro mapa: la vida bohemia se confundía y difuminaba en un entorno de mejores categorías de burdeles. De todos modos, Brasil es un buen ejemplo de las paradojas del "abolicionismo" con fórmulas resistentes de represión policial, siempre desbordando hacia el 'reglamentarismo'.

Omar Montero realiza un examen sobre la homofobia de Darío y Rodó, aún cuando el primero tomara como estandarte estético al homosexual Verlaine y el segundo esculpiera parte de su mensaje renovador a la juventud latinoamericana sobre la imagen -necesariamente asexuada- del épico efebo Hilas. Por su parte, tanto Rob Buffington como José Quiroga, consideran la visibilidad de la homosexualidad en México y Cuba respectivamente aunque en períodos diferentes.

En efecto, el primero registra los enunciados médicos patologizantes homosexualidad a inicios de la modernidad y los cambios aparecidos con la revolución mexicana en el sentido de resistir con el 'machismo", una categoría por lo tanto política (no someterse como débiles, como mujeres). La conclusión es seductora pero me parece precipitada. Quiroga analiza el necesario silenciamiento de quienes tenían identidad homosexual, tornándose una irreverencia para los postulados de la Revolución. Es bien conocida la homofobia del régimen y su intolerancia frente "desvíos" de la sexualidad, entre otras discriminaciones. Se demora especial en el film "Fresa y chocolate" y concluye que se trata de una readmisión necesariamente "productivista", complaciente tan sólo para quienes pueden sortear el examen de "identificados con el sistema", y creo que no hay como discorde con el autor,

En la sección "Los valores de la familia" lucen cuatro trabajos, uno muy interesante de Donna Guy quien analiza las transformaciones de la expectativas de la maternidad en nuestro país, tomando como base la importancia otorgada al mero cuidado de la crianza hasta la incorporación de los mensajes materiales -amor, conocimiento cuidado espiritual - advenidos en las primeras décadas del siglo XX. Guy nos el pasaje de una posición de madre "pasiva" inicial a otra de madre "activa”,

en caso la madre de la modernidad o la madre republicana que integra todos los valores de un rol inapelable.

Nina Menendez aborda el papel de las feministas cubanas en la década de y la condición lésbica -las garzonas- poniendo en escena a la importante feminista y crítica Mariblanca Sabas Alomá y una homofobia que inflexiona un tanto frente la precursora novela de Ofelia Rodríguez Acosta "La vida manda'. Esta novela como sub texto una expresa condición homosexual femenina en la figura de libre, abierta y sensible- quien de manera inequívoca intenta abordar amatoriamente a la protagonista, Gertrudis, cuyo itinerario no puede ser más dramático período de intensos cambios para el género.

Daniel Balderston, tal como ya anuncié, trabaja la flimografía del mexicano J H. Hermosillo enfocando especialmente "Doña Herlinda y su hijo". El film pone escena y sin ambages relaciones bisexuales en una trama que no puede el dos mujeres: la esposa y la madre.

Entre estas terceras personas del vi principal, Balderston se demora en la madre, la mítica madre mexicana protagonismo es inexorable en las identidades culturales. Por su parte Eduardo Archetti vuelve a ofrecernos otro trabajo de su saga sobre la construcción identidades masculinas a propósito del tango y el fútbol. Y no hay cómo discordar con Archetti sobre los diferentes perfiles que adquiere la masculinidad en la sociedad argentina, atravesada principalmente por la homofobia. La recurrencia de los cánticos eróticos en las canchas de fútbol, con letras que aluden sin evasivas a vínculos homosexuales (penetración de machos poderosos a varones débiles), no se o sino como marca de la profunda homofobia que está en la base de la construcción de géneros en la Argentina.

Los tres últimos trabajos apuntan a redefinicones de identidades y a nuevas subjetividades. El aporte de Francine Masiello vincula la experiencia de los géneros especialmente en el Cono

Sur, con algunas balizas fundamentales: el régimen vestimenta en el cruce del mercado y del Estado. El análisis de Masiello obtiene gran sofisticación pero habría que pensar si este régimen sintagmático, sobre todo el rol del mercado, ha sido tan persistente como sostiene la autora. Arnaldo Cruz -Malavé nos ofrece un análisis de literatura y sexualidad, en el marco de la producción desgarrada de los escritores homosexuales puertorriqueños fundadores de una tradición literaria neoyorkina. Mundos binarios entre la identidad y la abyección (el sometimiento y la pérdida de identidad nacional), el abordaje constituye un reconocimiento a la producción obsesiva de Piri Thomas y Miguel Piñero, con especial mención a quien a su juicio expresó mejor escritura y necesidad de destruir la abyección, el singular Manuel Ramos Otero.

Finalmente, se sitúa la contribución de Silvia Molloy quien recoge con fino tacto el divertimento de la inolvidable Alejandra Pizarnik vinculando "Safo a Baffo" (esto es, la relación erótica homosexual femenina y la panerótica escritura del veneciano del siglo XVII). Molloy trabaja el texto 'La condesa sangrienta" que Pizarnik escribió bajo la sombra de la escritura de Valentine Penrose y que ubica en el centro a la mítica exterminadora de muchachas, la Condesa Báthory. Molloy encuentra esta escritura clave de las transacciones textuales femeninas y sólo femeninas, de una mirada femenina y sólo femenina (De igual modo -dice- hubiera podido decir: este es un texto de transacciones sexuales femeninas y sólo femeninas, de una mirada erótica femenina y sólo femenina"). Con la habitual pericia de Molloy, su analítica rinde el prisma de las múltiples miradas femeninas entre las que se sitúa la identidad lesbiana, aún cuando Pizarnik se empeñara en desdibujamientos, en juegos especularas, poniendo de manifiesto "subjetividades escindidas" y persistiera en "faltas de indicadores de género".

Estamos frente a textos que seguramente convocarán concordancias y refutaciones, consensos y disensos, gustos y disgustos. Sin duda, las calidades no son idénticas y esto también es materia opinable. Su valor fundamental consiste en el estado abierto a nuevas interpretaciones, en el síntoma que produce lo “comportado" y la alteridad radical en materia de sexo, sexualidades y géneros, expresiones tensionantes de las culturas latinoamericanas que no pueden ya soslayarse. Sólo una obturación del deseo -del deseo académico en particular puede subalternizar su incontestable significado.

Estas escrituras felizmente nos conducen a otros escenarios que todavìa aguardan oficiantes, intérpretes y sobre todo, libertad y creatividad.

Dora Barrancos Historiadora - CONICET - CEIL

Buenos Aires, Sudamericana, 1994

------------------------------------------------------------------------------------------------------------ Acerca del artículo de Pablo Sacchero: "El evolucionismo cultural y el maltrato mujer en la

Prehistoria". En: 'Mujer. Historia y Cultura.'Editoras Florencia Fe de Cassone y Gladys Granata de Egües. Grupo de Estudios sobre la C, Municipalidad de Mendoza, 1997. Páginas 229 a 234. --------------------------------------------------------------------------------------------------------------

El artículo del arqueólogo Sacchero contribuye a corregir la tradicional concebida por los evolucionistas decimonónicos sobre el maltrato que los homínidos machos habrían ejercido sobre las hembras de la especie. Una particular visión las conductas sexuales, instintos y violencia se encuentran implícitos dentro de un marco conceptual de aquella corriente de pensamiento. El autor analiza la reí establecida entre sexo y violencia, dentro de los límites de extensión que, entiendo, le han impuesto desde la publicación.

Sacchero critica el uso del concepto "conducta instintiva" cuando duran siglos XVIII y XIX se la equiparaba con irracionalidad. También el uso de pares oposición cuando se trata simplemente de elementos diferentes. La diversidad conductual no se manifiesta de esa manera tan rotunda y terminante: existen diversas tonalidades de 'grises' alternativos entre los polos opuestos. Las conductas humanas hoy no se encuentran atadas a las aventuradas y temerarias construcción concepciones evolucionistas de otras épocas.

El autor hace una interesante, valiosa y fundada crítica del mal uso del m comparativo durante el período de predominancia evolucionista. Durante ese período época de "eslabones perdidos", biológicos y culturales, tanto la Etnografía como Arqueología pretendieron demostrar tal o cual cosa, en muchas oportunidad gusto y conveniencia de los ideólogos colonialistas y religiosos del momento Sacchero señala la intencionada creación de un hombre primitivo que... "garrote en mano, arrastrando una indefensa mujer por los pelos, llegó a insertarse, algo natural, en el folklore de la época' (pp 231). El mal salvaje había sido c no por una originalidad de los evolucionistas del siglo XIX, sino porque mil años de querer diferenciarse del otro, culminaban hacia esa época en una que pretendía la tener un sustento científico. Ese personaje cargaba entonces " estigma de un ser bruto, ignorante, cruel, agresivo, desagradable, mugriento y epítetos desagradables" (pp 231).

Pero también lo que había sucedido en el seno de las primeras sociedades homìnidas se repetía al interior de otros grupos humanos vivientes que se suponían "detenidos' en el tiempo. El responsable de actos brutales para con sus congéneres menos dotados de músculos, entre los que se encontraba su indefensa mujer podía ni debía regir los destinos de su propio grupo. Para eso estaban los refinados racionales y sensitivos hombres de la cultura euro-americana decimonónica. ideas perduraron hasta muy entrado el siglo XX, y los medios de difusión por diferentes vertientes contribuyeron a su sostén y consolidación.

Aquellos evolucionistas también habían comparado las conductas de los ancestros humanos con las de los animales más parecidos a los hombres. Sacchero también hace un fugaz análisis de lo que se conoce como pensamiento primitivo y diferencias fundamentales con el pensamiento del hombre actual, utilizando la lógica de Lévi-Strauss acerca de una estructura básica semejante entre todas las

len y un correlato en la organización nerviosa básica del cerebro, lo que supone c consecuencia una indiferenciado lógica del pensamiento del hombre primitiva nuestro.

Sacchero invalida el razonamiento evolucionista cuando considera la agresividad humana. Allí, con mayor extensión, argumenta desde perspectivas biológicas y culturales.

Considero que su análisis del tema se basa en suficientes argumentos de índole etológica y sociológica, pero creo que debería haber enfatizado más en una base de sustento arqueológico y paleoantropológico, que solo ha considerado en forma superficial.

Entiendo que su trabajo contribuye, a desestructurar el edificio lógico de los evolucionistas unilineales que aún subsisten fuera y dentro de la ciencia. Pero su análisis podría haber sido mucho más profundo al fundarse en una base de información de aquella índole, que se incremento en forma lenta pero con ritmo sostenido desde hace más de treinta años.

Los bien fundados estudios de lsaac (1 978; 1984), criticados pero profundizados -Potts 1981; Shipman 1983; Blumenschine y Cavallo 1992; etc- y difundidos ampliamente por otros -entre ellos Lewin 1985; 1993- ya nos refieren a un campamento homínido en donde los comportamientos solidarios entre individuos de diferente sexo y edad constituyen el motor dialéctico de la evolución biológica y cultural desde hace por lo menos dos millones de años.

Si el análisis de Sacchero se centra en los hombres "primitivos", a quienes se refiere como "los primeros homínidos hombres y no a los integrantes de las comunidades ágrafas actuales' (pp 233), deberíamos incluir los aportes científicos sobre la conducta de los Neanderthal y Sapiens Sapiens. Estos estudios también permitieron inferir, a través de un exiguo pero suficiente correlato -lesiones traumáficas óseas; ofrendas, etc- conductas poco y nada agresivas entre los individuos. Esta situación interpretada como de cierta armonía -siempre dentro de los límites que impone nuestra fuente de información material, recortada, incompleta y transformadase supone que perduraría hasta por lo menos el Neolítico temprano en el Cercano Oriente (Cohen 1981; Binford 1992; Molleson 1994).

Numerosos casos, bien conocidos, de procesos traumátícos y lesiones ocurridos ya durante el Neolítico y posteriores momentos de dominio metalífero, los encontramos por ejemplo en San Juan Ante Portam Latinam, dolmen del Alto de la Huesera, dolmen de Los Llanos, en La Mina y en la cueva sepulcral de Peña del Castillo 2, todos en Alava. Estos casos como también los hallazgos alaveses del poblado de La Hoya y el enterramiento colectivo de San Juan ante Portam Latinam, evidencian signos de violencia ejercida con carácter de intencionalidad, pero sin discriminación de sexo (Ficha del Museo de Alava 1992).

Sobre el tema de la agresividad extensa -entendida como la institución de la guerra- y la interpretación de que ella "es un producto de la humanidad cuando ésta ya ha desarrollado la producción de alimentos, edificado aldeas, posee mercados, ha estratificado su sociedad y ha producido otras instituciones socioculturales" (pp 232), podría decirse que el diagnóstico sobre el problema no es claro y definitivo. La cuestión aún no está fehacientemente resuelta. Las contribuciones y reflexiones de Cohen (1 981), Marvin Harris (1 993, 1995, 1997, etc), las de Binford (1 992) y otros, por lo menos ponen en duda el origen de algunas instituciones y su transformación a través del tiempo.

Uno de los aportes más importantes de la obra de Binford es un llamado a la reflexión a sus colegas científicos -arqueólogos mínimamente- para que la inferencia y la interpretación no se manifiesten en una forma tan directa, cerrada y obtusa. "Los arqueólogos desconocen todavía las causas que conducen a la! complejas, los motivos de su aparición." (Binford 1992: 247). La complejidad diversidad constituyen factores extremadamente difíciles de estudiar.

Pero, a mi entender, también Sacchero cae en la trampa evolucionista decimonónica, cuando utiliza el concepto "estratificación social', propio de aquella corriente de pensamiento. Su concepción, durante el siglo XIX, estuvo signada la influencia del evolucionismo biológico darwiniano y por la imagen secuencial de capas geológicas que ya consideraba la Geología del siglo XVIII.

Las sociedades pueden ser estudiadas desde diferentes lugares y con diversos enfoques. Algunos todavía las representan en la actualidad en forma de estractos considerando sectores como "arriba" y "abajo", 'superior' e "inferior', criterio análisis clasificatorio similar al que tiene en cuenta "norte" y "sur", o "centro” y "periferia" Esta idea conlleva un fuerte contenido de jerarquización y polarización, ya sea que se la utilice para el estudio de una sociedad particular o del conjunto de las sociedades del mundo. La relación hombre-mujer o mujer-hombre, de acuerdo al enfoque que se le brinde, también se encuentra afectada por el criterio jerárquico y de oposición a la vez. Todas estas concepciones tienen la contaminación evolucionismo primigenio, marcadamente etnocéntrico, eurocéntrico, que su en la cultura euro-americana actual (de Europa Occidental y los Estados Un se entiende).

Ossowski ya señalaba, hace casi treinta años, que durante los siglos XIX y término clase -social- ha asumido tonos y referencias nada neutrales. científicos sociales representan el contexto social en forma lineal (Ossowski 1970). Pero aunque en ello siempre haya un "primero" y un "después", esta manera horizontal, resulta una alternativa válida para ordenar el estudio de la sociedad, escapando de la significación que le impuso el evolucionismo unilineal.

Al final, una frase de Sacchero me ha llamado la atención, es la que culmina el texto, sentenciando: 'La mujer prehistórica se convierte en víctima del maltrato por parte de los evolucionistas culturales y no por la acción de su hombre, que, y aquella época, era un ser domesticado". Comparto la idea de las primeras afirmaciones, pero luego me pregunto: ¿domesticado por quién?

En la actualidad, teniendo en cuenta los avances obtenidos acero conocimiento de los comportamientos homínídos, no puede hablarse del sometimiento de los individuos de un sexo por otro, sino de la complemento e interdependencia de los sexos.

De todas maneras el trabajo de Sacehero, de reducida extensión pero con contribuye a desafinar el andamiaje relictual de una escuela cultural que aún con fuertes raíces dentro de la estructura escolar en cualquiera de sus instancia dentro de la sociedad sigue conformando mecanismos ideológicos en unos cu individuos, machos o hembras de la especie.

Mariano Ramos Arqueólogo

Docente a Investigador de Colaborador del Área de la mujer ---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Donna Gabaccia. From the other side. Women, gender, & ínmigrant life in the U. S 1820-1990, Indiana Universky Press, Bloomington and lndianapolis, 1994.

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From the other side: women, gender and inmigrant life in the US 1820-1990, fue organizado en tres partes, la primera dedicada a la llegada de los inmigrantes a los Estados Unidos, la segunda sobre las mujeres extranjeras y su inserción en la nueva sociedad y la tercera, sobre los cambios y las continuidades de la migración y la vida de los recién llegados, durante el siglo XX.

El libro analiza las vidas de las mujeres extranjeras que ingresaron a Estados Unidos desde un lugar al que muchos llaman "El otro lado". El análisis transciende las características de las experiencias de las mujeres inmigrantes para abarcar en el estudio a los inmigrantes varones, como también a las mujeres nativas que migraban del campo a la ciudad y que luchaban por ser aceptadas dentro de la sociedad norteamericana. Esta interacción le permite a la autora lograr una interpretación general pero también de género. En realidad, El otro lado, adquiere una representación diferente según los tiempos y espacios del proceso migratorio. Así, nos encontramos con un primer período 1830-60 donde la migración esta presente en el libro a través de inmigrantes alemanes, el segundo período abarca 1860-1920 en el cual la migración proviene

del este europeo, asiático y británicos, y finalmente un tercer período 1965-presente donde los inmigrantes que provienen de Asia, el Caribe y América latina se transforman en mayoría.

La primera sección explora el cambio de espacio de los extranjeros, como se fueron modificando los roles de género y la influencia del género en los modelos de migración. El comienzo del libro está destinado a señalar los paralelismos existentes entre la migración y el crecimiento de una nación. De esta manera, el análisis incorpora el tema de las minorías surgidas dentro de ésta economía integrada y jerárquica, durante los siglos XIX y XX. El límite que separaba los diversos tipos de naciones eran la religión, la raza y las clases sociales y serán éstos mismos aspectos los que regenerarán conflictos en Estados Unidos. Por ejemplo, la tolerancia religiosa no pudo evitar duros conflictos religiosos, particularmente en el siglo XIX. En cuanto a los temas de la raza y la clase social, parece existir una relación entre el status social que ocupaban las mujeres en sus lugares de origen y el que obtuvieron en Estados Unidos. Así, aquellas que pertenecían a economía de subsistencia parecen haber ascendido más lentamente que las provenientes de las periferias mundiales en desarrollo.

La segunda parte, se refiere a la comparación de los tipos de mujeres inmigrantes en Estados Unidos, con diferentes nacionalidades y grupos étnicos en el transcurso de los siglos XIX y XX. Concluyendo que las mujeres con mayor autonomía tomaban generalmente los trabajos más tradicionales en Estados Unidos, mientras las que arribaron a Estados Unidos en migraciones familiares exploraron formas de empleo más nuevas. Fue con el transcurso del tiempo que los modelos de empleo comenzaron a converger entre las mujeres extranjeras y las nativas. Asimismo, se observa como en un primer momento las mujeres norteamericanas interactuaban con mujeres de su mismo medio. Por otro lado, se observa a través de la investigación como la solidaridad en las mujeres inmigrantes será transformada como consecuencia del empleo basado en salario.

La tercera parte, muestra la forma en que los cambios culturales y el siglo XX, han redefinido tanto la adaptación de los inmigrantes a la vida norteamericana, como las identidades de sus descendientes mujeres .Por otro lado, muestra como poco a poco las mujeres lograron integrarse exitosamente en la vida, y como a su vez pudieron mantener viva su identidad étnica.

Por otro lado, el libro estudia el tema de "la invención de identidades femeninas étnicas" y permite observar como partiendo de las costumbres y hábitos propios del ser italiana, japonesa o alemana, las mujeres inmigrantes adoptaron un estilo de vida que les permitió enfrentar su ingreso a la vida norteamericana, siendo confrontación muy distinta de la que tuvieron los hombres. Asimismo, esta adapta implicaba una redefinición del significado de la femineidad norteamericana. De esta manera, el libro ofrece diferentes puntos de reflexión: colonialismo e inmigración, raza, grupo étnico, religión, clase social, nacionalismo y nacionalidad y fundamentalmente, la modernización y la autonomía femenina. Todos ellos analizados profundamente y brindando valiosos aportes. A través de esta investigación podemos acceder a un estudio que combina comparaciones entre hombres y mujeres, entre mujeres inmigrantes y mujeres nativas y que, simultáneamente utiliza diferentes períodos, pasado y presente.

Lic. MARIELA G. Ceva (Becaria de perfeccionamiento UNLU)

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------------------------------------------------------------------------------------------------------------------ Graciela Morgade (Comp.) Mujeres en la Educación. Género y docencía en 187,9-1930,

Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Educación. Universidad de Buenos Aires; Miño y Dávila Editores; Buenos Aires, 1998. -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

En la presentación, Graciela Morgade señala que la historia de la educación omitido la experiencia femenina, siendo que las mujeres han sido un sujeto ese en esta historia.

Este libro procura, a partir del aporte de los distintos autores arriba mencione cubrir esa omisión, visibilizando el lugar que las mujeres hemos ocupado ámbito educativo.

En el prólogo, Tomaz Tadeu Da Silva, nos alerta acerca de que "la historia educación moderna institucionalizada está implicada en la producción y reproducción de divisiones, jerarquías y asimetrías sociales: de clase, de género y de raza .Si bien, afirma, escuela y currículum son, en el punto exacto de instersección entre poder y saber, locales de producción de identidades, paradójicamente producción de la identidad hegemónico, del sujeto racional, educado, moderno terminó quedando a cargo de la otra subjetividad, la de la mujer, sin inferiorización la identidad dominante no tendría sentido'.

La Historia de la feminización de la docencia es, nos muestra este libro historia plagada de contradicciones y fisuras. Como señala Morgade, 'una ser medidas políticas fueron la mediación concreta para la conformación de una masa crítica femenina habilitada para educar a los niños en las escuelas de la ley 1420, Si hubo "una gran e inusual intuición política para detectar el surgimiento de un cierto movimiento femenino, darle cabida institucional y canalizarlo en la dirección deseada por los grupos dominantes', también es cierto que las mujeres supieron aprovechar los resquicios que la sociedad les daba para plantearse nuevos caminos y producir innovaciones, aunque, como señala Yanoulas, 'es indiscutible que el acceso de las mujeres al conocimiento y a las nuevas oportunidades de profesionalización estuvo marcado por concepciones de género que, si bien lo posibilitaron, también lo delimitaron".

Poner el acento en las contradicciones y fisuras que tuvieron lugar en la historia de la feminización de la docencia implica, a mi entender, una perspectiva teórica e histórica que pone el acento a su vez en los aspectos transformadores y transgresores del rol femenino, permitiendo que la mujer ocupe el lugar de "sujeto" en esa historia.

Desde esta perspectiva, la tarea educativa de las mujeres fue y es, como afirma Barrancos en su artículo sobre las mujeres socialistas, aunque reproductiva, política. Y es desde esta perspectiva que cobran sentido y se articulan los distintos aspectos innovadores de los cuales hablan diferentes autores de los artículos que componen este libro: - 'las normalistas y docentes de antaño que fueron capaces de criticar o actuar contra los modelos femeninos hegemónicos", el hecho de que "a través de la docencia , las mujeres obtuvieron un espacio propio, legal y legítimo para el ejercicio del poder', tuvieron la posibilidad de acceder a más y mejores conocimientos y de circular "libremente por las calles e instituciones urbanas y, osadía total para la época, algunas viajaron sin la compañía de familiares", "muchas se vincularon al feminismo y al gremialismo docente, vivieron aventuras y enfrentaron peligros, inventaron técnicas pedagógicas, tradujeron libros, escribieron otros y recibieron homenajes de las comunidades locales y de los gobiernos " (Yanoulas); - el comportamiento transgresor de las mujeres mendocinas que fundaron el primer gremio docente del país que ingresó a una Central Obrera, que sacaron la escuela a la calle y se permitieron dar clase en espacios alternativos y no delimitados por las normas escolares (Crespi);- las mujeres socialistas que intentaron emprendimientos de protección a la infancia como complemento de la educación pública, prefigurando políticas públicas destinadas a la protección de las mujeres y de los niños (Barrancos);- las mujeres que, "al salir del mundo doméstico, luchar por una profesión, sustentarse económicamente, mantener un diálogo de igual con un hombre público, trasladarse del país de origen a otro desconocido,.. , modelan un estilo innovador y transgresor de mujer' (Belucci),

Así, consideramos que, tal como señala Morgade, la oportunidad abierta en la Escuela normal fue sin duda resignificada por las mujeres.

El lugar de la mujer en la educación es entonces, el espacio de la heterogeneidad. Así, Morgade nos dice que 'la apertura de un espacio laboral en las escuelas resultaba evidentemente atractivo y digno para las mujeres de fines de siglo y comienzos del presente. Algunas, como estamos descubriendo, acataron las normas hasta sus últimos detalles, mientras otras usaron ese espacio en sentido creativo e innovador sin trascender los límites de su aula o su institución

escolar. Otras usaron la docencia como estrategia personal de inserción social . Otras, por su parte, expresaron públicamente una crítica a la escuela y al proyecto político que la sustentaba".

Y es en esta heterogeneidad que tiene lugar en las instituciones educativas, en la posibilidad que tienen los actores sociales de expresar ambiguedades y conflictos en relación con las ideologías dominantes de género (aunque ese conflicto, menor o en mayor medida consiente), donde la maestra, como actora social posibilidades de reproducir los modelos tradicionales de género, pero también de manifestar conflictos y contradicciones con ellos.

Y pensamos que es sobre todo en las prácticas, como ya decimos en 1994 en nuestra investigación sobre las concepciones de género de las docentes de escuela primaria, donde las maestras manifiestan en mayor medida esas contradicciones y conflictos, aunque no siempre puedan expresarías en su discurso verbal, en el cual más frecuentemente aparece "lo que se espera de ellas".

Creemos que es desde este espacio de heterogeneidades que presente distintos artículos de este libro, desde donde podemos pensar en 'la construcción de utopías pedagógicas que no reproduzcan, a fines del siglo XX, de manera oculta, la misma opción deciminónica: la Singer o la tiza', de la que nos habla Cucuzza su artículo sobre las mujeres en el Congreso Pedagógico de 1 882.

Alicia ltatí Palermo Departamento de Educación Universidad Nacional de Luján

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Celia Amorós (Dir), 10 Palabras clave sobre mujer, Navarra, Editorial Divino, 1995. 371 págs. ---------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Diez especialistas son convocadas y dirigidas por Amorós - varias de las e ya han trabajado coordinadas por ella en Historia de la Teoría Feminista, (1 Madrid, Instituto de Investigaciones Feministas de la Universidad Complutense Madrid) - en esta publicación que constituye una excelente Introducción adentrarse y familiarizarse con conceptos que alcanzan especificidad en el estudio de temas referidos a las mujeres.

En la presentación, Amorás aclara que la obra adquiere pertinencia en la medida en que no se ha logrado aún la igualdad entre los sexos.

En consecuencia, mundo organizado y jerarquizado por los hombres, las implicaciones del término “mujer” siguen constituyendo un problema con matices y significaciones múltiples en la realidad que no es obvia ni unívoca.

Por lo tanto el libro se propone, a través de los términos seleccionados, ana visualizar e iluminar los fenómenos atinentes a la situación de las mujeres medida en que - como se podrá comprobar - frecuentemente han contribuido distorsionar, ocultar o enrarecer las verdaderas circunstancias que históricas han determinado la condición social y deber ser femenino así como las relaciones de género.

Los aportes de las distintas autoras apuntan, desde la conciencia de la jerarquía asimétrica impuesta entre los sexos, a la construcción de las relaciones sociales entre éstos así como a las reivindicaciones que desde una óptica feminista se han realizado.

En primer término Alicia Puleo considera la palabra patriarcado, clave para explicar la situación de las mujeres en la casi totalidad de las sociedades, y que de acuerdo con la teoría feminista alude a la hegemonía y dominación masculina, así como al androcentrismo cultural derivado. La difusión y persistencia de la estructura patriarcal han determinado un marco de relación social que impregna a hombres y mujeres de modo tal que Amorós considera al patriarcado como sinónimo del sistema de género-sexo.

En esta palabra se analizan algunas teorías sobre su origen, se distinguen los tipos de patriarcado y se plantean brevemente las transformaciones actuales, considerando que estamos ante una situación de transición y que, como tal, el patriarcado no es una realidad invencible.

La voz género tratada por Rosa Cobo Bedia es una categoría central en la teoría feminista y su noción parte de la base de que lo 'femenino" y lo "masculino' no son hechos naturales o biológicos sino construcciones culturales, esenciales en la estructura patriarcal y de las que se derivan desigualdades sociales y políticas.

La autora - luego de señalar que el primer propósito de los estudios de género es terminar con el prejuicio de que la biología determina lo femenino mientras lo cultural o humano es una creación masculina - rastrea las raíces históricas de este concepto, que ubica en las ideas de Poulain de la Barre, Mary Wollstonecraft, John Stuart Mill, Simone de Beauvoir y llegando hasta Kate Millet, A continuación considera las potencialidades teóricas que la introducción de los estudios de género han abierto para la teoría feminista: 1) la androcéntrica y patriarcal, que plantea la diferencia como inferioridad femenina derivada de la esencia biológica; 2) la afirmación positiva de la misma sustentada por el "feminismo de la diferencia' en sus variantes francesa, italiana, de la 'otra voz' o la moral femenina, y ecofeminista que busca establecer un progreso de liberación femenina hacia su auténtica identidad, y 3) el análisis materialista de la diferencia que realiza la socióloga C. Guillaumin. A través de la consideración, breve pero medulosa, de las perspectivas mencionadas, establece las coincidencias y disidencias que descubre entre aquéllas, advirtiendo que si no se quiere caer en un planteo místico sobre lo "femenino', al tratar el tema de la diferencia se debe tener siempre presente la cuestión fundamental de las relaciones de poder entre los géneros, pues de lo contrario corremos el riesgo de no ver la relación de subordinación en la que estamos inmersas.

Con respecto al término igualdad , Angeles Jiménez Perona sostiene que se trata de una voz polisémica que ha sido utilizada en contextos diferentes y por distintas tradiciones de pensamiento que le han dado diversos matices y significaciones, hallando sus orígenes más lejanos en la Grecia clásica y los más recientes en la Revolución Francesa. El concepto está ligado a debates relacionados con la política, la sociedad y la economía pero también con la naturaleza, pues en las polémicas es ésta la que justifica o legitima la postulación o no de la igualdad.

La autora rastrea en el pensamiento filosófico de los siglos XVII y XVIII la relación de la igualdad con la libertad, la naturaleza y la ciudadanía, generando diferentes concepciones de las que dan cuenta la tradición liberal (Kant) y la democrática radical (Rousseau). Sin embargo en ambas, a pesar de sus diferentes planteos, hay coincidencia en restringir o limitar la igualdad cuando ésta intenta aplicarse a los sexos: el pensamiento dominante desde el siglo XVIII' ... excluye a las mujeres de un paradigma pretendidamente universalista de igualdad... " (p.127). No obstante, Jiménez Perona rescata las obras de Condorcet y de Olympe de Gouges como más coherentes con el principio de universalidad, cuyos antecedentes están cartesianismo y su exponente más destacado sería Poulain de la Barre. luego los dos grandes intentos del siglo XIX por terminar con la desigualdad: el marxismo (en el que sin embargo "quedaba pendiente el filtro de exclusión en del género", p.129) y el sufragismo. También considera críticamente los intentos que históricamente se registran de apelar a la diferencia natural de los sexos negar la igualdad de las mujeres en función de su esencia. Asimismo denuncia la maniobra clásica del patriarcado: convertir lo masculino y sus valores asociad paradigma de lo humano en general (en lugar de la igualdad), mientras lo femenino es lo enteramente otro y particular. Teresa López Pardina en su tratamiento de la voz autonomía afirma que é pesar de los

importantes avances que las mujeres de la cultura occidental logrado a través de sus reclamaciones, aún es un estado por alcanzar para la mayoría. Su artículo realiza un análisis histórico de esa evolución, desde la Ilustración y la Revolución Francesa, pasando por las sufragistas norteamericanas e inglesas ,los aportes de John Stuart Mill y Harriet Taylor Mill así como del marxismo ' Sobre todo los de Alejandra Koilontai con su concepto de mujer nueva. Su estudio

desemboca entonces en la obra de Simone de Beauvoir considerando que su ensayo 'El segundo sexo" constituye un hito en la historia de la teoría feminista en el planteamiento de la autonomía femenina, si bien le crítica que no cuestione al patriarcado como sistema de organización social. Señala entonces que será Millet, a través de su obra "Política sexual', quien realice una dura denuncia patriarcado y "sus trampas", sosteniendo que su eliminación es imprescindible la consecución de la autonomía. En las páginas finales, la autora realiza evaluación y balance de los logros alcanzados por la lucha a favor de la autonomía femenina durante las últimas décadas, señalando que, sí bien son notable países de cultura occidental, en el Tercer Mundo y en los países islámicos mujeres están tan lejos de alcanzar la autonomía que ni siquiera se la plantea Cristina Molina Petit retorna aquí el tema de la Ilustración desarrollado en obra anterior (Dialéctica feminista de la Ilustración, 1994, Madrid, Ed. Anthropos) analizando las modalidades de la inscripción del feminismo en el movimiento ilustrado a través de sus reivindicaciones de la universalización de los principios que caracterizan: igualdad, racionalidad y derecho de ciudadanía. No obstante imbricación entre ambos procesos - Ilustración y feminismo - la autora destaca limitaciones que el primero impuso al segundo al mantener la exclusión de mujeres del ámbito público, adscribiéndolas a lo doméstico donde los principios mencionados pierden sus alcances igualitarios. Luego de analizar críticamente posturas de Locke y Rousseau con respecto a las relaciones de género y el ámbito apropiado para cada uno de los sexos ' Molina Petit considera que la Ilustración feminismo mantienen unas relaciones complejas, definibles en términos dialécticos mientras en muchos aspectos se implican, en otros se oponen abiertamente. Como balance de la misma, la autora sostiene que la Ilustración, no obstante su proyecto y sus promesas, defendió y mantuvo el sistema patriarcal, de modo tal que lo femenino quedó fuera de ella como aquel sector que las Luces no quisieron iluminar (p.211).

La voz feminismos es tratada por Ana de Miguel quien analiza las diferentes etapas históricas en que las mujeres articulan en la teoría la práctica un conjunto coherente de reivindicaciones organizándose para conseguirlas. Divide, entonces, su estudio en tres bloques:

1- Feminismo pre-moderno: rastrea, desde la Grecia clásica y el Renacimiento hasta las postrimerías del siglo XVII, las primeras 'polémicas feministas".

2 - Feminismo moderno: en primer término analiza el aporte fundamental de la ilustración y la Revolución Francesa en la problemática feminista, tomando en cuenta la contribución del cartesiano Poulain de la Barre - cuya obra (de 1673) considera como esencial y pionera en la demanda de igualdad sexual, y por lo tanto encuadrable en el contexto más amplio de la Ilustración, según Amorós -, de Condorcet, Olympe de Gouges y Mary Wollstonecraft, entre otros. No obstante este florecer de posiciones feministas, el balance general que puede hacerse de la postura de la Ilustración tanto como de la Revolución Francesa, incluyendo el Código de Napoleón, es negativo en la medida en que, como ya se vio en otros artículos, significó una estricta limitación de las mujeres a sus roles tradicionales de madres y esposas .

En segundo lugar, considera el feminismo socialista de raíz utópica - destacando los aportes de Fourier y Flora Tristán, así como de los seguidores de Saint Simon y Owen - y el feminismo socialista marxista, que articuló la 'cuestión femenina" en su teoría general de la historia y explicó el sometimiento de las mujeres en relación con el surgimiento de la propiedad privada (Engels), ofreciendo una nueva estrategia para su emancipación ligada a la destrucción del modo de producción capitalista. Aquí evalúa el aporte de Bebel y Koliontai y plantea los límites que también el marxismo establece para las demandas femeninas en la medida en que las subordina a la lucha de clases.

Luego destaca que el anarquismo, como movimiento social, contó con numerosas mujeres que se sumaron a la pugna por la emancipación partiendo de sus esfuerzos individuales, citando el caso de Emma Goldman.

3- Feminismo contemporáneo: en el que analiza las tendencias de las últimas décadas:el neofeminismo, el feminismo liberal, radical - en sus variantes "feministas políticas y "feministas" -, el feminismo radical norteamericano (Millet y Firestone); el feminismo de la

diferencia en Estados Unidos, Francia e Italia -, así como la renovación de una alianza entre el feminismo y el socialismo (Rowbotham, Hamilton, Eisenstein, Mitcheli) y las tendencias visibles en los'90, evaluando sus diferentes aportes y críticas, así como las profundas transformaciones experimentadas por el feminismo en los últimos años.

Ana Amorós define la división sexual del trabajo como el reparto social de tareas en función del sexo, a las que, de manera casi universal, se les otorga una diferente valoración social en detrimento de las mujeres lo que conduce a la desigualdad: mientras a los hombres se les reconoce como propio el ámbito público, las mujeres son destinadas esencialmente a las tareas domésticas y familiares.

La autora rastrea los orígenes de esta división sexual del trabajo - vinculada a los roles sociales y no tanto biológicos - y la analiza en el contexto de las sociedades primitivas e industriales, fuertemente ligada a las costumbres y la tradición y que "las mismas mujeres aceptan como dada por naturaleza" (p.265). Considera luego el notable incremento de la actividad femenina registrado en el último siglo, relacionado con cambios en la estructura económica y con la expansión del sector terciario, enriqueciendo su exposición con numerosos gráficos y cuadros sobre las actividades y empleos femeninos. Asimismo destaca la influencia del factor cultura] e ideológico sobre la división sexual del trabajo que , si bien se halla en vías de superación en las sociedades occidentales más desarrolladas, aún en ellos pueden reconocerse importantes resabios y pesa de manera notoria en otras regiones del planeta (Mundo islámico, Tercer Mundo, etc.), relegando a las m determinados trabajos, haciéndolas víctimas de menores sueldos, del desempleo, de la subcontratación y de la precariedad laboral y acentuando la tendencias, 'feminización de la pobreza'.

A pesar de que se constata un avance en el nivel educativo y profesional mujeres, Amorós detecta que la persistencia de los estereotipos de género conduce a una segregación horizontal y vertical en los trabajos por las cuales las mujeres concentran en determinados empleos y en las escalas más bajas de la estructura ocupacional, respectivamente. Esos estereotipos conservan también toda su vi en la división sexual del trabajo dentro del ámbito doméstico, aun en la mayo las sociedades industrializadas donde las mujeres realizan trabajos asalariados extra-domésticos. En este caso, cuando el sistema de trabajo es a tiempo parcial en la medida en que desarrolla de modo simultáneo el papel tradicional de esposa y madre con el empleo fuera del hogar, "la división sexual del trabajo y los estere de género permanecen inalterables" (p.290), con toda la carga negativa que implica para las mujeres. La autora concluye que mientras el poder de los recursos esté exclusivamente en manos de los hombres la división sexual del trabajo se mantendrá; de allí que un cambio en esa situación podrá contribuir a una modificación en los roles sexuales, en la percepción social que de ellos se tenga y "conducirá a la supresión de la estratificación social por sexos" (p.294).

La acción positiva consiste, según Raquel Osborne, en el establecimiento medidas que, con el fin de lograr la igualdad de oportunidades en la práctica, pe corregir situaciones que son el resultado de prácticas o sistemas sociales discriminatorios. Del reparto de roles entre mujeres y hombres de acuerdo a cánones tradicionales se derivan efectos perjudiciales para aquéllas que las acciones positivas tratan de eliminar o compensar. Su campo de actuación preferencial son las laboral, educativa y de la participación política.

La aplicación de estas medidas se ha visto favorecida por la incorporación mujeres al mercado de trabajo, por resoluciones gubernamentales y legislativas por los movimientos femeninos que, con la instrumentación de la categoría de genero han facilitado la visualización de la discriminación de las mujeres.

La autora a distintas definiciones del término (acuñado en Estados Unidos) pero señala que en definitiva por acción positiva debe entenderse todo instrumento que desarrolla el principio de igualdad de oportunidades allí donde las actitudes, prejuicios, comportamientos y estructuras sociales impiden el logro de la igualdad. Sus orígenes se hallan en la década del '80 cuando comienza a reconocerse la necesidad adoptar acciones positivas o de discriminación positiva, como por ejemplo el si de cuotas o cupos para favorecerla integración de la mujer a la vida, política.

Osborne realiza el análisis de algunos documentos internacionales constituyen hitos en la promoción de acciones positivas y finaliza su estudio considerando las legislaciones nacionales

relativas al tema en algunos países europeos, profundizando el caso de España. En ésta la dictadura franquista s un retroceso con respecto a los logros de la II República, que se superó con la instalación de la democracia y la concreción de acciones positivas a través Constitución de 1978 y el Estatuto de la Trabajadores de 1980. En último término, Luisa Posada Kubissa analiza los pactos entre mujeres partiendo de la estructura patriarcal y destacando la importancia y trascendencia que dentro de sus marcos puede alcanzar la sororidad - es decir la hermandad entre mujeres - que, como producto revulsivo de aquélla es asumida y fructifica a partir de la toma de conciencia feminista. Pero como es además, el reverso de la fraternidad, de cuyo ámbito ( masculino por definición y en el que se fraguan los pactos que perpetúan la desigualdad génerica) quedan excluidas las mujeres, la sororidad se constituye en el fermento de los pactos entre mujeres que posibilitan el acceso a una progresiva conciencia y a una práctica política develadora de los mecanismos patriarcales, que permite cuestionar y modificar el relegado puesto que éstos nos han asignado, denunciando y rechazando la ideología que los impregna.

La autora rastrea históricamente las reivindicaciones a favor de una participación igualitario de la mujer en todos los ámbitos, que "testimonian la insistencia de las mujeres por 'hurgar' esta vez en la 'cosa pública' y no sólo entre los cacharros de la cocina" (p.345-346), y que jugaron un importante papel en el mantenimiento de los lazos de hermandad evitando el aislamiento de las mujeres. Analiza luego el feminismo político escandinavo, más concretamente el caso noruego, como resultado de pactos políticos entre mujeres que evidentemente son los que posibilitan un proceso de actividad política y feminista notablemente eficaz. Concluye el artículo con algunas reflexiones sobre la necesidad de replantearnos la relación del Estado con los ciudadanos, que implica a la vez la redefinición de lo privado y lo público así como de la ciudadanía en términos que incluyan la emancipación definitiva de las mujeres.'(p.361)

Si consideramos que éste deber ser uno de los objetivos básicos de la lucha feminista, coincidiremos con Celía Amorós en que "el desafío sigue siendo construir un mundo más igualitario y de profundización de la democracia. Hoy una situación política en que las mujeres estén mal representadas o discriminadas es un déficit de legitimidad democrática. La situación de la mujer en la sociedad es un test de democracia." (entrevista publicada por Clarín, 6-XII-98 p.14-1 S). Las aportaciones de las diferentes autoras de este libro - cuya lectura recomendamos en la medida en que enriquece la teorización sobre las relaciones de género - se inscriben en esa misma dirección.

María Jorgelina Caviglia

Profesora de Historia, Universidad Nacional del Sur ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------ María Dolores Mirón Perez, Mujeres, religión y poder.- El culto imperial en el occidente mediterráneo, Colección Feminae - Instituto de Estudios de la Mujer - Universidad de Granada - 1996 ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

La autora analiza la importancia del culto imperial romano en el cual las mujeres desempeñaron importantes y diferentes funciones que hasta ahora se han venido diluyendo en estudios generales que no contemplaban distinciones de género; por ello el aporte interesante de este libro es el abordaje del tema desde la perspectiva de los estudios de la mujer y las relaciones de poder entre géneros, fundamenta respecto al poder religioso y político de la época.

Precisa cómo en la sociedad romana donde los patrones patriarcales plenamente asentados y asimilados, las mujeres obtienen una importante presencia pública y oficial en actividades religiosas del politeísmo romano, acentuando la participación en el período alto imperial gracias a la expansión de los cultos orientales y a la aparición del culto imperial.

Como culto de estado por excelencia ,el culto imperial está vinculado a su m representante el emperador y a todo el aparato ideológico que lo sustenta poder; por ello constituye el único culto que fue capaz de implicar, aún bajo diferentes formas, a todas las provincias y a todas las capas sociales actuando como unificador, justificador social y político y también como expresión de lealtad politica y de actitud religiosa .

Por tanto ,su análisis le ha ofrecido a la autora una posición privilegiada para conocer las relaciones de género respecto al poder político a del poder religioso, tanto en el ámbito estatal como provincial y local.

En este contexto, María Dolores Mirón Perez analiza la integración y participación de las mujeres en el culto imperial bajo tres aspectos que conforman las diferentes partes del libro :

!"como Augustae ( Diosas) : numerosas emperatrices y princesas de la casa imperial que fueron objeto de diferentes homenajes de carácter religioso en convertidas en diosas a su muerte, constituyendo un elemento básico de la propaganda imperial.

como flaminicae (sacerdotísas) : encargadas de llevar a cabo los rituales necesarios del culto a las emperatrices en todos los ámbitos administrativos (estatales, provincial, conventual y local) actuán como reproductoras de la propaganda la propaganda imperial.

!"como devotae (devotas).- sea directamente de emperatrices y emperadoras bien rindiendo culto a las divinidades del panteón imperial , se analiza el papel de receptoras y reproductoras de la propaganda imperial.

Así la autora logra precisar como esta participación femenina constítuyo una pieza esencial del aparato ideológico que sustentaba el poder imperial y la misma civilización romana.

Estos tres aspectos de la participación femenina coinciden con otros masculinos : emperadores, sacerdotes y devotos, de modo que se produce un claro paralelismo entre los ámbitos femenino y masculino del culto, paralelismo que no ha sido observado hasta ahora, como apunta, en los demás cultos romanos.

Acota para su estudio un área geográfica que comprende 13 provincia Mediterráneo Occidental distribuidas en cuatro bloques - Hispania - Galia - A Mauritania ; pese a ser un territorio extenso , heterogéneo y de desigual proceso de romanización la autora supo, mediante análisis comparativos, lograr un acabado y homogéneo estudio del conjunto.

Así analiza el proceso de romanización y su influencia tanto en la interpretación religiosa como en la transformación de las estructuras familiares que afectan en particular a las mujeres de las élites provinciales que son las más implica interesadas en el culto imperial, como consecuencia de su deseo de integración en la civilización romana.

Culto imperial que intenta promover las tradiciones que subordinan a las mujeres pero que significará para éstas una oportunidad única para intervenir de forma legítima en la vida pública y con una influencia socio-económica real que las colocará en una posición privilegiada respecto al poder si las comparamos con las mujeres de otras culturas de la Antiguedad o de la misma Roma pre-imperial; aunque la relación de las mujeres respecto al poder será siempre lateral, es decir, estará definido por su transmisión pero nunca por su posesión. Gracias al detallado análisis de estos tres aspectos de participación femenina en el culto imperial , la autora concluye que las mujeres romanas de las élites - tanto imperial como local - pese al peso público nada desdeñable que lograron, estarán siempre fuera de los lugares de decisiones. El culto imperial cumple una función fundamental de afianzamiento de una determinada idea de la familia y de la sociedad y por tanto , de consolidación de unos determinados roles de género y de clase ; así las mujeres dentro de su participación en el culto corno en toda la sociedad romana, reproducirán y reelaborarán su rol de género.

Prof Susana Fiorettí Área Interdisciplinatía de Estudios de la Mujer Depto de Cs. Sociales, UNLu

Michelle Perrot, Mujeres en la ciudad.- Santiago de Chile, Editorial Andrés Bello, 1997. ----------------------------------------------------------------------------------------------------------

Este sugerente texto de Michelle Perrot, ya ampliamente conocida dentro del tema por la obra

Historia de las Mujeres realizado en colaboración con Georges Duby (Taurus, Madrid, 1993), constituye un trabajo poco convencional, que abunda en datos curiosos y jugosas anécdotas. El texto se desarrolla mediante una conversación entre la autora y el historiador y periodista Jean Lebrun. El libro en su edición española tiene una presentación de primer nivel, que incluye excelentes reproducciones de cuadros de época y fotos.

El objetivo fundamental de la obra es comprender la diferencia de sexos que se manifiesta en el espacio urbano. En consecuencia, la autora se refiere al proceso y las formas en que las mujeres van conquistando el uso de la ciudad y el espacio público contemporáneo desde la Revolución Francesa, momento en el cual aquél se inaugura. El análisis se enfoca en Europa y, sobre todo, en Francia durante el siglo XIX.

El libro parte de la base que, dentro de la ciudad y en el período de análisis, hombres y mujeres están situados en dos extremos diferentes. Así, en el caso del hombre se valora que sea público, es decir que desempeñe actividades de carácter público y, sobre todo, destacadas. En el caso de la mujer, en cambio, la denominación de pública es peyorativa y, como se sabe, se aplica a mujeres de vida licenciosa. En otras palabras, el hombre desarrolla sus actividades fuera de la casa, mientras que lo que se espera de las mujeres es que las desarrollen dentro de la misma.

Partiendo de estas premisas básicas la autora manifiesta que las mujeres van paulatinamente apropiándose de la ciudad y conquistando un lugar en la misma.

Este libro está organizado en cinco partes diferenciadas denominadas :imágenes de mujeres, lugares de mujeres, palabras de mujeres, frentes de mujeres y resistencias a las mujeres. Este orden expresa las conquistas que históricamente desde la Revolución Francesa van adquiriendo las mujeres y el consiguiente desplazan de fronteras, aunque aún persisten resistencias.

Cuando las mujeres llegan a la imagen pública, apareciendo en la decoración urbana, no modifican su rol tradicional, sino que en realidad lo refuerzan aspecto decorativo.

El capítulo destinado a los lugares parte de la existencia de una segregación sexual del espacio urbano, reforzada por otra de carácter social. Es decir, si bien hay lugares específicos para mujeres, no son los mismos para las mujer clase obrera que para las de clase alta. En el caso de las primeras se destacan el lavadero como un ámbito dinámico de real intercambio social.

La conquista de la palabra marca un real hito en la incorporación de la muja ciudadanía, al mismo tiempo que expresa un interesante proceso, La primera conquista vinculada con la palabra es la lectura, por medio de la cual las mujeres apropian del mundo, pese a que era realizada en el interior de la casa.

A partir de la lectura llegan a la escritura. El siglo XIX muestra una profusa literatura femenina, es decir producida, destinada y protagonizada por mujeres.

Piénsese, como ejemplo, en las hermanas Bronte, que en medio de una a sociedad victoriana y sin salir casi de su casa campesina pudieron describir más complejas pasiones.

Pero la palabra se convierte en un real hito dentro del proceso de integración de la mujer a la ciudadanía con su incorporación a la prensa, principal canal de formación de la opinión pública. Las mujeres se apropian lentamente de este mundo apareciendo al principio en las partes bajas de las páginas ocupándose de crónicas sociales o de viajes, para pasar luego a tratar otros temas.

Así las mujeres fueron ganando durante el siglo XIX y principios del XX distintos frentes, algunas más fáciles como la escritura y otros más difíciles como la arquitectura y la música. Durante las guerras ocupan algunos lugares que los hombres vacíos. Pero esto es transitorio, no originando una real modificación del rol femenino ,ya que cuando la guerra finaliza cada sexo vuelve a su lugar.

El frente que representó el salario fue uno de los más difíciles. Incluso actualidad las mujeres ganan menos que los hombres. En 1995 el porcentaje del salario no agrícola de mujeres en relación

al de hombres en distintos p seleccionados variaba entre 92,0 y 42,0.(Boda,J. y Castelis, M.- Local y Global gestión de las ciudades en la era de la información.- Editorial Taurus, Madrid, 1998).

Las mujeres constituyen un ejército de reserva?. En realidad la inclusión mujer en el mercado laboral más que para igualadas a los hombres ha servido que éstos ascendieran.

Las últimas y más fuertes resistencias se expresan alrededor de tres bastiones masculinos, que curiosamente representan los tres órdenes medievales: lo político, lo militar y sobre todo, lo religioso, básicamente lo proveniente de la Iglesia Católica Enfocada en general en Europa y sobre todo en Francia la última parte obra se refiere a las actuales áreas relegadas. Los países desarrollados funcionan para las mujeres de las áreas periféricas, más como un modelo de consumo como un modelo de acceso a nuevos roles públicos. Pero lo más interesante es que en estas últimas áreas las resistencias se encuentran frecuentemente en los mismos gobiernos. En el ámbito de las universidades pueden desarrollarse modelos feministas atentos al aporte de los países desarrollados, pero tales modelos pueden ser manipulados desde el mismo gobierno. Pero esto, que pone en juego la misma autonomía y poder de decisión de las mujeres tiene, al mismo tiempo, su lado positivo. La conciencia de situaciones difíciles en ciertas sociedades relegadas mantiene la actitud combativo de las mujeres y, en última instancia, la solidaridad del género, más allá de las fronteras nacionales y culturales.

Ana María Facciolo

Docente e Investigadora Depto. Cs. Socíales UNLU. Colección Cuadernos de Trabajo Cuaderno de trabajo N* 7 (1998) "Notas para el análisis de la reestructuración de los espacios rurales bajo la lógica agroindustrial" Claudia Barros "El realismo trascendental, una propuesta ontológica alternativa para la economía" Ricardo Borrello. Cuaderno de trabajo N' 8 (1998) "Procesos socioeconómicos y Política Social". María Laura Lluis. "La vejez en la pobreza y la desprotección provisional " María Laura Lluis Cuaderno de trabajo NI 9 (1998) "Un Estudio sobre el campesinado en el Noroeste Argenüno" El caso de Iruya, provincia de Salta. Jorge Osvaldo Morina "Consumo Aristocrático y Estética Literaria" Cambio social y cambio material en la formación de la elite dirigente argentina (1870-1910),Rogelio C. Paredes Cuaderno de trabajo N 10 (1 998) "Iglesia, poder y parentesco en el mundo rural colonial. La cofradía de Animas Benditas del Purgatorio", Pilar. 1774. María Elena Barral

"La 'chacarita de los Colegiales' Trabajo y producción en Buenos Aires a fines de la colonia".

Gladys Perri.

Cuaderno de trabajo N 11 (1 999) "El Tema de los Alimentos desde una perspectiva interdiciplinaria" Almeida Susana; Ferreira Cortes Angélica; Garavano Claudia; Marcos Cecilia; Menseguez Claudia. "Los Territorios del Derecho" Alicia N, Iglesias, Adriana N. Martínez. Cuaderno de trabajo N"12 (1999) "La motivación para el trabajo" Juan José Riqué "La situación habitacional en la ciudad de Chivilcoy, Gloria Lynch, Bibiana Andreucci. Otras Publicaciones Departamento de Cs. Sociales Antimodernidad y Trabajo Social Orígenes y Expansión del Trabajo Social Argentino Autor: GUSTAVO PARRA Cuadernos de Historia Regional NI 19 (1 998) Contenido: CANSANELLO, Oraste C.: "Las milicias rurales bonaerenses entre 1820 y 1830".

REGALSKY, Andrés M.: "Crecimiento económico y mercado de capitales en Argentina: el surgimiento de los Bancos privados nacionales, 1880-1914".

BARRAL, María E.: "La iglesia en la sociedad, economía en la campaña bonaerense (1779-1821)". BECHIS, Martha: "Estructuras y procesos políticos de la agrupación borogana pampeana en un documento inédito de 1830".

Impreso en los Talleres Gráficos del Departamento de Publicaciones e Imprenta de la UNLU.

dependiente de la Secretaría de Bienestar y Extensión Universitaria Lic. Guillermo Dell' Inmagine

Septiembre de 1999 Digitalizado por : Cipolla Damián A. [email protected] Estudiante avanzado de la carrera Profesorado en historia- UNLu. Colaborador Àrea de Estudios de la Mujer- D.C.S