Actores, escenarios e impresiones en la Escuela.

El modelo teatral de la acción social.

Lic. Sergio Navarro (UNQUI)

Modelo teatral de la acción social

Los conceptos fundamentales:– Actores y auditorios.– Equipos de definición de situaciones.– Escenas y escenarios.– Fluidez y rupturas de escenas.– Coherencia (o no) en las representaciones.– El arte de impresionar.

Actores y auditorio

Los individuos son actores que desempeñan un papel ante un auditorio, con el fin de que tomen en serio las representaciones de la situación que se promueven ante ellos.

En conjunto, actores y auditorio contribuyen a una definición total de la situación, que no es más que un acuerdo sobre cuales son las demandas y las promesas aceptadas de la actual situación de interacción.

Equipos de actores en escena

Equipo es el grupo de actores que preparan su representación y acción en común, para representarla ante otros. Existe solo para esto.

Por eso, el equipo no es una prolongación de las actuaciones individuales, sino una relación mutua o recíproca:

– 1) dependencia: en la actuación, cualquier miembro del equipo tiene el poder de traicionar o desbaratar la representación por un comportamiento inadecuado;

– 2) familiaridad: si bien los miembros cooperan para mantener una definición de la situación ante un auditorio, no pueden sostener particularmente dicha representación entre sí.

En una organización, no es el individuo sino el equipo la unidad fundamental.

Escenarios y escenas

Las escenas diferentes se realizan en los escenarios (lugares diferenciados en los que transcurren las representaciones), y se van definiendo y re-definiendo con los mismos miembros del equipo o con otros actores del auditorio, que generan tensiones e irrupciones en la marcha.

Fluidez y rupturas de escena

Una vez que los actores asumen sus papeles, han de sostenerlo, de manera tal que si algo sucede (imprevisto), han de definir otra escena distinta, de forma :– Consensuada: terminar para seguir en otro

momento) – Disruptiva: terminar con lo que se da para

empezar otra cosa, pudiendo la interacción detenerse por confusión o desconcierto.

Coherencia en las representaciones

En la definición proyectada de la situación hay un carácter moral, en el sentido de cierta coherencia entre:

– El derecho de esperar que los otros lo valoren y lo traten según sus características sociales,

– y que esas impresiones que los actores provocan las posean realmente como una forma de ser (“ser lo que parece somos…”)

Son las disrupciones en la comunicación las ponen en cuestión y confusión esta definición de la situación (coherencia entre roles y comunicaciones inapropiadas).

¡Actores ante las irrupciones!

Las prácticas preventivas evitan las perturbaciones de la definición de la situación.

Las prácticas defensivas ponen en juego estrategias y tácticas para proteger sus propias proyecciones de la situación.

Las prácticas protectivas se ponen en juego cuando el actor pretende sostener la proyección de otro u otros.

La impresión es la presentación del actor que pone en juego una representación de la situación, y la sostiene… El actor puede controlar la impresión que provoca, y por tanto… “¡El show debe continuar!”

Los problemas de la actuación…

Los problemas que podemos observar:– Creer o no el propio papel: sinceros o cínicos. – Comunicación inapropiada.

Control de impresiones:– Definición de los límites en el escenario– Evaluar la propia fachada y del equipo.– El decoro como el arte de hacer bien las cosas.– Salvar la impresión de las disrupciones.

Comunicación impropia

Trata cuatro categorías de comunicación en la que el actuante transmite información incompatible con la impresión oficial:

– 1) el tratamiento de ausentes, que consiste en el trato que el equipo hace del auditorio en el trasfondo escénico, y que no podría presentarlo al público;

– 2) las conversaciones sobre la puesta en escena, en cuanto a evaluar y esclarecer la actuación del equipo para mejorarla y tratar las disrupciones, reforzando la próxima representación;

– 3) la connivencia del equipo, como la comunicación con señales internas de grupo, de modo de no interferir en la impresión ante el auditorio y;

– 4) el realineamiento de las acciones, que es la expresión extraoficial, temporaria y controlada, ante el auditorio, de algo que no concuerda con el personaje, pero de forma que no sea agresiva y genere la caída completa de la impresión del equipo

Sinceridad y cinismo de los actores

El actor puede creer en su propia actuación, y convencer al público de la misma. Es sincero.

Pero puede que el actor no crea en su propia rutina, pero sí sea convincente, guiando a su público como un medio para sus fines. Es el cínico.

El actor, en “sí mismo” (self), se da cuenta de su propio proceso vital (pasar de incredulidad a creencia, o creencia a incredulidad).

El problema es: ¿Cómo se desacredita una impresión, por más sincero o cínico que sea el actor (o equipo)?

– Porque ya sea sincero o cínico, el problema es como provocar y sostener la impresión que define una situación con el auditorio.

Control de impresiones 1: Definición de los escenarios

La división de regiones (escenario y trastienda), donde: – El equipo actuante en el escenario evita el acceso del auditorio a

la trastienda como control del trasfondo escénico. Para que el auditorio no acceda al “secreto del equipo” ni a su familiaridad en la evaluación de la representación o del auditorio mismo.

– No comprender esto, y romper los límites escénicos, hace caer la impresión que el equipo quiere definir como tal.

– Puede suceder que parte del auditorio irrumpa en la trastienda, y puede resolverse la disrupción:

1) otorgando al auditorio un status temporario del trasfondo escénico y preparar otra representación con el protagonista;

2) brindar al recién llegado una bienvenida como alguien que debe estar en esa región posterior.

La delimitación cumple la función de preservar del auditorio información del equipo, tal como veremos a continuación.

Control de impresiones 2: Elegir la fachada adecuada a la impresión

La fachada personal es aquello que se identifica con el actuante mismo y que lo acompaña donde vaya: insignias, vestido, edad, sexo, raza, porte, lenguaje, etc.

– Es la “apariencia” (appearance), en cuanto nos informan sobre el status social del actuante.

– O los “modales” (manner), como advertencias sobre el rol de interacción que el actuante desempeñará en la situación (arrogancia o agresividad si pretende dirigir el curso de la interacción; humildad y gentileza si quiere dejarse conducir).

La fachada social es aquella que tiende a institucionalizarse en expectativas estereotipadas y abstraídas de las tareas realizadas en su nombre, “representación colectiva” que involucra al actuante y sus auditorios.

Control de impresiones 3: El decoro como el arte de hacer bien las cosas

Llamamos decoro o normas de modales a las normas que se refieren a la conducta del actuante mientras es percibido (aún sin hablar) por el auditorio.

El decoro condiciona la representación que intenta sostener el equipo ante el auditorio. Constituyen la fachada del equipo, y pueden explicitarse en una institución como normas predominantes de decoro.

Los requisitos de decoro pueden ser: – Requisitos morales, en cuanto a normas que son fin en sí

mismos y evitan molestar al auditorio (sobre la concepción de corrección en cuanto a sexualidad, lugares sagrados, etc.).

– Requisitos instrumentales, en cuanto a normas que no son un fin en sí mismo y es un acuerdo de cómo hacer bien las cosas.

Control de impresiones 4: Salvar la impresión de las disrupciones

Cada miembro del equipo, para sostener la impresión, debe realizar: – 1) Medidas defensivas:

La lealtad dramática, que consiste en la aceptación de ciertas obligaciones morales de cada miembro para con el equipo, que les impide revelar los secretos del grupo por propio interés, por sus principios o falta de discreción;

la disciplina dramática para recordar la parte de su rutina y poner en práctica su papel, sin gestos impulsivos ni pasos en falso;

la circunspección dramática para actuar con prudencia ante las situaciones eventuales, tanto para solucionar las disrupciones como aprovechar las oportunidades;

– 2) las prácticas protectoras corre por cuenta del auditorio y los extraños, que cuidan la representación de los actuantes, salvando así su propia actuación de público; es el tacto del auditorio;

– 3) Tener tacto con el tacto del auditorio, en la medida en que de esta forma puede captar lo inapropiado de su actuación o evitar tergiversar la impresión sin seguir las reglas que hacen efectivos esos cambios.

Consigna de trabajo

En un afiche, representar de la escuela las escenas y trastiendas, los equipos de trabajo, las irrupciones, comunicaciones impropias, etc.

Pónganle un título a la obra. ¿Es tragedia, comedia o drama?

Si se animan y hay tiempo, representen una escena de la vida cotidiana