Telefonía móvil, próximo fracaso del gobierno

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VUVUZELA A COPACO Telefonía móvil, próximo fracaso del gobierno La compra de Vox por parte de Copaco indica que el gobierno, luego de sus sucesivos fracasos en materia económica, todavía no ha aprendido la lección de que el estado paraguayo no es competente dentro del libre mercado. Solamente basta cuantificar el desarrollo de las líneas bajas de la ex Antelco frente al desarrollo de empresas privadas de telefonía celular para demostrar que no existen garantías de que la gestión incompetente de Copaco sea distinta con la adquisición de Vox. Así, la telefonía móvil estatal se convertirá en otro lastre cuyas pérdidas se cubrirán con el dinero de la gente. Es de público conocimiento que el Estado se encuentra ausente en los estamentos básicos que argumentan su constitución. El gobierno dilapida sin vergüenza 16.000.000 US$ como si fuera que en materia de Educación, Salud y Seguridad todo está cubierto. Cómo es posible realizar semejante gasto cuando tan siquiera se tiene el presupuesto necesario para cubrir una digna jubilación a los adultos mayores; cuando en los hospitales nacionales no existen medicamentos, o en las escuelas faltan techos para desarrollar clases. El gobierno debe trabajar para que el Estado garantice seguridad, salud y educación a sus ciudadanos pero como esta acción no es posible, buscan anestesiar a la ciudadanía con la compra de una telefonía móvil con la promesa de contar con celulares para todos. Acaso olvidan que en el mercado nacional existen más celulares que personas y que tener una empresa como ésta no es prioritaria ante la escasez en las áreas mencionadas. Entonces, ¿cuál es la intensión del gobierno en adquirir una telefonía móvil? Según expresaron, “brindar un servicio a la ciudadanía”; pero justamente eso es lo que no hace la estatal Copaco con las líneas bajas de teléfonos. Durante esta fiebre mundialista que acaba, se imaginan que el árbitro se convierta en jugador y que a la vez juzgue el partido. Esta es la situación que tendrá Vox con las demás empresas de telefonía móvil. Dónde queda la libre competencia cuando el encargado de garantizar tal situación baja a la cancha con su propio equipo. Se podría asumir de hecho, tal como ocurre con las líneas bajas, que las autoridades del oficialismo tendrían un arancel preferencial en sus tarifas de celulares al punto de no abonarlas, puesto que tal situación se da con las líneas bajas en varias dependencias gubernamentales. Aún no se conoce la posición de las demás multinacionales (Tigo, Claro y Personal), pero de seguro esta movida constituye un riesgo para los inversores debido a que desde la fecha el Estado buscará hacerle competencia dentro de un libre mercado arbitrado por Conatel. Nos deberíamos preparar para que Radio Nacional compre Ñanduti y la Gaceta Oficial adquiera uno de los medios de prensa. La libre competencia está en riesgo y el dinero de la gente perdido en una compra cuyo balance anticipa pérdida, el mismo déficit de todas las empresas públicas. Alfredo Jaeggli Senador de la Nación Pte. de la Fundación Libertad

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VUVUZELA A COPACO

Telefonía móvil, próximo fracaso del gobierno La compra de Vox por parte de Copaco indica que el gobierno, luego de sus sucesivos fracasos en materia económica, todavía no ha aprendido la lección de que el estado paraguayo no es competente dentro del libre mercado. Solamente basta cuantificar el desarrollo de las líneas bajas de la ex Antelco frente al desarrollo de empresas privadas de telefonía celular para demostrar que no existen garantías de que la gestión incompetente de Copaco sea distinta con la adquisición de Vox. Así, la telefonía móvil estatal se convertirá en otro lastre cuyas pérdidas se cubrirán con el dinero de la gente. Es de público conocimiento que el Estado se encuentra ausente en los estamentos básicos que argumentan su constitución. El gobierno dilapida sin vergüenza 16.000.000 US$ como si fuera que en materia de Educación, Salud y Seguridad todo está cubierto. Cómo es posible realizar semejante gasto cuando tan siquiera se tiene el presupuesto necesario para cubrir una digna jubilación a los adultos mayores; cuando en los hospitales nacionales no existen medicamentos, o en las escuelas faltan techos para desarrollar clases. El gobierno debe trabajar para que el Estado garantice seguridad, salud y educación a sus ciudadanos pero como esta acción no es posible, buscan anestesiar a la ciudadanía con la compra de una telefonía móvil con la promesa de contar con celulares para todos. Acaso olvidan que en el mercado nacional existen más celulares que personas y que tener una empresa como ésta no es prioritaria ante la escasez en las áreas mencionadas. Entonces, ¿cuál es la intensión del gobierno en adquirir una telefonía móvil? Según expresaron, “brindar un servicio a la ciudadanía”; pero justamente eso es lo que no hace la estatal Copaco con las líneas bajas de teléfonos. Durante esta fiebre mundialista que acaba, se imaginan que el árbitro se convierta en jugador y que a la vez juzgue el partido. Esta es la situación que tendrá Vox con las demás empresas de telefonía móvil. Dónde queda la libre competencia cuando el encargado de garantizar tal situación baja a la cancha con su propio equipo. Se podría asumir de hecho, tal como ocurre con las líneas bajas, que las autoridades del oficialismo tendrían un arancel preferencial en sus tarifas de celulares al punto de no abonarlas, puesto que tal situación se da con las líneas bajas en varias dependencias gubernamentales. Aún no se conoce la posición de las demás multinacionales (Tigo, Claro y Personal), pero de seguro esta movida constituye un riesgo para los inversores debido a que desde la fecha el Estado buscará hacerle competencia dentro de un libre mercado arbitrado por Conatel. Nos deberíamos preparar para que Radio Nacional compre Ñanduti y la Gaceta Oficial adquiera uno de los medios de prensa. La libre competencia está en riesgo y el dinero de la gente perdido en una compra cuyo balance anticipa pérdida, el mismo déficit de todas las empresas públicas. Alfredo Jaeggli

Senador de la Nación Pte. de la Fundación Libertad