Tema 27 La Pintura Del Siglo Xvii

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TEMA 27 LA PINTURA DEL SIGLO XVII 27.1 EL NATURALISMO Diego Velzquez de Silva La obra de Velzquez entre 1616 y 1623 se desarrolla en Sevilla y su pintura no puede explicarse fuera del ambiente de esta ciudad aunque su grado de originalidad no permite establecer un origen claramente vinculado a supuestos maestros. Palomino comenta que fue discpulo de Francisco de Herrera el Viejo aunque ningn documento nos lo confirma. S est claro que fue aprendiz de Francisco Pacheco desde 1610, pintor que no pudo ensear a Velzquez la forma de concebir la pintura puesto que no se percibe en la obra de ambos el vnculo maestro-aprendiz que s est documentado. Diego Velzquez se casa con la hija de Pacheco en 1618. No es muy abundante la produccin que conocemos del Velzquez sevillano pero s es de enorme inters, audaz en sus concepciones e irregular en su ejecucin. Sus cuadros reflejan una forma de concebir las escenas con iluminaciones tenebristas que slo pueden ser vinculadas a la obra de Caravaggio y a la de Jos Ribera que pudo conocer aunque nada concluyente hay sobre este vnculo. La paleta es terrosa y parda, la pincelada arrastrada en los fondos y pastosa y texturada en las luces y carnaciones. La mayor parte de sus obras pertenecen a tres grupos: los cuadros de escenas populares y los religiosos y algunos retratos. Entre los primeros, los ms originales, destacan entre los ms tempranos Cristo en casa de Marta y Mara (ha. 1617) (N. Gallery Londres) y La esclava mulata y la Cena de Emas (ha. 1619). En ambos plantea la interpretacin ambigua de un tema religioso enmascarado tras un aparente cuadro de bodegn. Varias escenas de comida como El Almuerzo (Ermitage), Hombres a la mesa (M Budapest), Los msicos (Gemldegalerie. Berln) Dos muchachos bebiendo (M. Wellington) insisten en la representacin de temas aparentemente intranscendentes, cercanos a los bodegones flamencos pero en interpretaciones ms descarnadas y sobrias. Los ms especiales y de mayor calidad son El Aguador de Sevilla (M. Wellington. Londres) y la Vieja friendo huevos (N. Gallery Edimburgo). Tambin la produccin religiosa del joven Velzquez es muy original ya que despoja su pintura de toda la erudicin que posea la realizada en Sevilla en los ltimos aos del siglo XVI y da a los temas una dimensin real, cercana y humana de forma que tambin los personajes religiosos parecen estar tomados del entorno ms cercano y de la extraccin social ms humilde. Ese es el aspectos de obras suyas como la Inmaculada Concepcin de Mara, San Juan Evangelista en Patmos, La Adoracin de los Reyes (M. Prado), San Pablo (M. Catalunya), Santo Toms o la Imposicin de la Casulla a San Ildefonso (Ayuntamiento. Sevilla). Entre los retratos es preciso destacar el de su suegro y

maestro Francisco Pacheco (M. Prado), el de Luis de Gngora y Argote y el soberbio de Don Gaspar de Guzmn Conde Duque de Olivares (M. So Paulo). Otro de los retratos ms sorprendentes del Velzquez juvenil es el de la Madre Sor Jernima de la Fuente, del que se conservan tres versiones. Pablo Legot Fray Juan Snchez Cotn (1560-1627) Nace en Orgaz (Toledo). Su verdadero maestro fue Blas de Prado de quien aprende el gnero de bodegones, frutas y flores. El foco toledano, vinculado con el del Escorial con su componente veneciano, fue su escuela formacional. De ah que su pintura pudiera apartarse del manierismo de raz florentina para acercarse a la luminosidad veneciana y al claroscurismo naturalista anterior a la influencia directa de Caravaggio o Ribera. A los 43 aos decide ingresar como cartujo en Granada donde encuentra el clima especial para continuar su pintura. Su obra destila una inocencia y un primitivismo cndido que en nada se relaciona con las corrientes barrocas ms internacionales de la poca. A su etapa toledana pertenece su obra Cristo y la Samaritana en la Iglesia de Santo Domingo el Antiguo y el San Juan en Patmos del Museo de Santa Cruz en Toledo. De fines del siglo XVI y principios del XVII deben datar algunos de sus mejores bodegones que han pasado como sus mejores aportaciones a nuestra pintura barroca. Entre ellos destaca el clebre bodegn del Cardo, del Museo de Bellas Artes de Granada (1618), imagen de una nitidez casi sobrenatural. Snchez Cotn tambin practic el retrato de prodigios de la naturaleza. El ms conocido es La mujer Barbuda de Pearanda (antes de 1603). De su produccin granadina, entre 1611 y 1627, destacan sus trabajos para la Cartuja como las dos series de lienzos con la historia de la Orden (1611-25), la Santa Cena para el Refectorio o el retablo de la Asuncin de la Virgen para la Sala Capitular. Francisco Zurbarn Nace en Fuentedecantos (Badajoz). Entre de aprendiz en Sevilla con Pedro Fernndez de Villanueva en 1614 y para tres aos. Su primer cuadro datado es una Inmaculada de 1616 (col. Valds. Bilbao). Pero, terminado su aprendizaje se instala en Llerena donde trabaja al modesto nivel de aquella clientela. Regresa a Sevilla en 1626 cuando le encargan una serie de cuadros para el convento dominico de San Pablo. Los aos de la segunda estancia del pintor en Sevilla van de 1626 a 1658. En 1628 le encargan otra serie para el convento de la Merced con la historia de la Orden. La calidad de su trabajo hizo que el regidor de Sevilla Rodrigo de Surez pidiera al Cabildo que se procurara retener en Sevilla al artista. As hizo el artista hasta que se

va a Madrid y all fallece en 1664 sin lograr, como pretenda, ser nombrado pintor de cmara. Haba hecho una primera estancia en la corte en 1648 pero regresa. En 1629 recibe un nuevo encargo de pinturas para el Colegio franciscano de San Buenaventura, serie ya iniciada por Herrera el Viejo. Zurbarn representa el drama con una sorprendente serenidad y resignacin. La obra de Zurbarn se desarrolla bsicamente en Sevilla, cumpliendo con numerosos encargos de series hechas para los conventos de la ciudad y de Amrica. Para cumplir con tanto encargo debi montar un taller con numerosos colaboradores lo que se percibe en muchas de las obras. El uso de grabados para tomar de ellos composiciones fue muy frecuente, algunos de ellos muy arcaicos en su cronologa. Son de inters sus representaciones de Cristo crucificado adoptando un tipo de iluminacin tenebrista que hace recortar con perfiles muy ntidos la anatoma de Cristo. El efecto escultrico es sorprendente. Adems de las grandes series conventuales, Zurbarn pinta tambin algunas obras sueltas con gran maestra. Entre ellas destacan La Visin del Beato Alonso Rodrguez (1630) hoy en la Academia de San Fernando, y la Apoteosis de Santo Toms (1631), en el Museo de Bellas Artes. Uno de los conjuntos ms impresionantes de pintura de Zurbarn es el procedente de la Cartuja de la Defensin, en Jerez de la Frontera (1637-39). Hizo pinturas para el retablo mayor, para el retablo de los Legos y para el pasillo que conduca al sagrario. En el retablo mayor estaba La Adoracin de los Pastores, hoy en Grenoble, as como la Anunciacin, la Adoracin de los Magos y la Circuncisin. Es excelente la galera de los monjes, hoy en el Museo de Cdiz. Tambin trabaj Zurbarn para la Cartuja de las Cuevas de Sevilla, para cuyo refectorio pinta el Milagro de San Hugo. Otro de los cuadros para esta Cartuja es la Virgen de las Cuevas en el que aparecen los frailes de la Orden bajo el manto protector de la imagen. Tambin trabaj Zurbarn para su tierra natal donde dej el magnfico conjunto de pinturas del Monasterio de Guadalupe (1639). Al conjunto de Guadalupe pertenecen cuadros excepcionales como la Aparicin de Jess al Padre Andrs Salmern, el Padre Fray Gonzalo de Illescas o la Misa del padre Cabauelas. Otro de los tema en que destaca Zurbarn es en la interpretacin de los temas de las Inmaculadas o las Vrgenes Nias, as como en las conocidas series de retratos a lo divino (1630-35) en que aparecen damas vestidas segn la moda de la poca y con atributos de sus respectivas santas. Se encuentran repartidas por diversos museos del mundo. Es escasa la pintura no religiosa conservada de Zurbarn pero son de destacar por la esencialidad de su misticismo expresivo los escasos bodegones que se conservan de Zurbarn. Tambin son de inters para comprobar ciertos cambios en la manera e pintar, los cuadros de temas mitolgicos que hizo para

el Casn del Buena Retiro en Madrid como los Trabajos de Hrcules o la Toma de Cdiz. 27.2. LOS MAESTROS DE LA TRANSICIN Francisco de Herrera el Viejo (1590-1654) Naci en Sevilla y era hijo de Juan de Herrera, un pintor iluminador con el que debi aprender en el estilo tardomanierista que imperaba en la Sevilla de inicios del siglo XVII. Desde 1609 aparece trabajando como grabador. Segn Palomino fue el joven Herrera el primer maestro de Velzquez aunque no tenemos confirmacin documental de ese acontecimiento que pudo ocurrir entorno a 1610. Es curioso que Herrera estuvo ejerciendo la profesin sin examinarse hasta que en 1619 el gremio le plantea problemas serios por esa razn y se produce une debate sobre quin deba juzgarle. En 1625 se casa con Mara e Hinestrosa, dama de la baja nobleza y tuvieron a su hijo Francisco de Herrera el joven. En 1647 se fija la boda de su hijo, no consentida por l y la supuesta fuga de casa de sus dos hijos despus de robarle una suma considerable de dinero. Hacia 1650 se marcha a Madrid y all muri en torno a 1654. No sabemos con quien completa su formacin pero desde sus primeras obras, Herrera muestra una pintura de raz manierista pero ya influida por el ms decidido Naturalismo. Su primera obra datada es La Visin de Constantino (1614), en el Hospital de la Santa Caridad aunque procede de la Hermandad e la Vera Cruz del convento de San Francisco. Al mismo ciclo pertenece la Inmaculada con monjas franciscanas, hoy en el Palacio Arzobispal, cuadro en el que compagina cierto naturalismo en las caras con detalles de luminosidad tomada tal vez e Roelas. Hacia 1622-25 puede fecharse el Extasis de San Francisco Javier, obra procedente de la Casa Profesa, hoy en el Paraninfo de la Universidad. En 1626 realiza Herrera las pinturas murales para la iglesia del Colegio de San Buenaventura y disea las yeseras. En 1627 contrata la serie de pinturas de la Vida del santo para colocar en esa iglesia, hoy repartidas por diversos museos del mundo. Entre ellas est el Ingreso de San Buenaventura en la orden de San Francisco, hoy en el Museo del Prado. Una de las obras maduras de ms inters de Herrera es el Juicio Final (1628) de la parroquia de San Bernardo de Sevilla. De la dcada de los treinta datan varias obras entre las que se podra citar la de San Jernimo con Santa Paula y San Eustoquio y el Embarque de Santa Paula, ambas en la clausura del monasterio de Santa Paula. Hacia 1838 realiz el gran cuadro de la Apoteosis de San Hermenegildo, hoy en el Museo de Bellas Artes. Es una obra de plena madurez con una equilibrada composicin y un expresivo lenguaje naturalista animado por un colorido exuberante y una

soltura de pincelada que recuerda la posterior obra murillesca. Del mismo ao 1638 es la Visin de San Basilio, hoy en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, cuadro de una elaborada composicin en la que la riqueza de gestos y comunicaciones entre los personajes retratados, anticipa conceptos posteriores de nuestra pintura barroca. Hacia 1640 puede datarse la Multiplicacin de los panes y los peces que se conserva en el Palacio arzobispal de Madrid, obra que estaba destinada al refectorio del Colegio de San Hermenegildo de Sevilla. Hacia esta fecha pueden fecharse otras pinturas entre las que cabra citar San Jos con el Nio en el Museo Lzaro Galdiano de Madrid, del que se conservan otra versiones. Juan de las Roelas (ha. 1560-1625) Pese al importante papel que jug en la pintura sevillana, es poco lo que se conoce de la vida de este artista. Parece que nace en Sevilla y cursa estudios teolgicos que le permiten ocupar cargos eclesisticos que compagina con su tarea de pintor. En 1598 se encuentra en Valladolid donde participa en la construccin del tmulo a la muerte de Felipe II y en labores pictricas en la iglesia de San Pablo al servicio del Duque de Lerma en 1601. Al ao siguiente regresa a Sevilla y se instala en Olivares donde fue capelln entre 1603 y 1606. Durante este perodo realiz varios conjuntos. En 1604 hace el de la Casa Profesa de la Compaa de Jess con los lienzos e su retablo mayor y sagrario. La contemplacin en 1604 del gran cuadro de la Circuncisin debi constituir toda una novedad, igual que las dems pinturas del conjunto como la Adoracin de los Pastores, los santos juanes en el tico y el Nio Jess en el sagrario. El xito e este primer conjunto debi ser grande ya que Roelas en los aos sucesivos se hace con los encargos pictricos de ms relevancia de la ciudad. La misma Compaa de Jess le encarga en 1608 el retablo mayor de Marchena donde complet un conjunto iniciado antes por Alonso Vzquez. Para l hizo San Joaqun y Santa Ana contemplando a la Virgen y al Nio, la Anunciacin, San Luis y San Rodrigo. En 1609 Roelas pinta para la Catedral la Piedad y Santiago en la Batalla de Clavijo. En 1611 era capelln en la Iglesia del Salvador. En 1612 hace otro cuadro de grandiosa composicin: la Liberacin de San Pedro en la parroquia de ese nombre. De 1613 es una obra capital en su trayectoria: El Trnsito de San Isidoro. Una serie de obras sin datar deben pertenecer a este perodo. Entre ellas podran citarse el Martirio de San Andrs, hoy en el Museo de Bellas Artes, Santa Ana enseando a leer a la Virgen, en el Museo de Bellas Artes de Sevilla o la Inmaculada Concepcin con el retrato de Fernando de Mata en el Staatliche Museum de Berln.

Una de sus obras de iconografa ms compleja es su Inmaculada en el Museo de Valladolid. En 1616 se va a la Corte con otra capellana aunque no logr ser pintor de Cmara cuando lo intenta en 1617. En 1619 se vincula al VII Duque de Medinasidonia y hace para su iglesia de la Merced en Sanlucar de Barrameda un retablo mayor de lienzos. Aos ms tarde, en 1624 har los retablos laterales y otras decoraciones de la iglesia. Despus de cumplir su primer compromiso en 1619 regresa a Madrid y sabemos que en 1621 ya est de nuevo en Olivares, ejerciendo de nuevo de capelln. Su pintura es trascendental para la evolucin artstica local ya que su posicin fue completamente renovadora. Se le hace responsable de haber introducido en Sevilla la influencia de pintura veneciana y su renovadora concepcin de la luz y la pincelada. Con ello inauguraba una lnea de trabajo nueva y diferente del tardo manierismo todava imperante entre los pintores sevillanos. Alonso Cano (1601-1667) Cano vivi en Sevilla (1616-1638), Madrid (1638-52 y 165760) y Granada (1652-1667). Comenz a aprender pintura en el taller de Pacheco, justo cuando terminaba Velzquez. De hecho, Cano, junto a Velzquez y Zurbarn, forman el tro de artistas ms importantes de la Andaluca Moderna. El hecho de que cano fuese tambin arquitecto de retablos y escultor hace que su pintura posea evidentes valores plsticos. No se examina de maestro hasta 1626 pero hay pinturas anteriores esta fecha como la de San Francisco de Borja meditando sobre la calavera, datado en 1624. Desde este inicial cuadro de tipo tenebrista hasta sus obras maduras finales, la pintura de Cano pasa por varios estilos diferentes aunque unificados todos por un elegante idealismo de corte italiano que no est muy claro de dnde pudo tomar. Ya en su etapa sevillana inicial denota cambios de matiz considerables. El primer testimonio de esta versatilidad son sus pinturas para el retablo de San Juan Evangelista, de Santa Paula de Sevilla, realizado entre 1635-37 e incluye los dos en el Museo del Louvre, Santiago sentado y San Juan Bautista, La Visin de San Juan en le Col. Wallace y la Comunin de la Virgen en el Museo de San Carlos de Mxico. De esta misma etapa era el lienzo destruido de Santa Ins en el Museo Kaiser Friedrich de Berlin. De la misma etapa (1625-30) es tambin el Retrato de eclesistico de la Hispanic Society. Adems de otros lienzos como el Ecce Homo de San Gins (Madrid), la Via Dolorosa del Museo de Worcerter o Las Almas del Purgatorio del Museo de Bellas Artes, uno de los ms excelentes es la Virgen de Beln, de la Catedral de Sevilla. En 1638 Cano se va a Madrid como pintor de Cmara del Conde Duque de Olivares. All realiz conjuntos pictricos para retablos de enorme importancia en los que mezcla la fidelidad al natural aprendida en su etapa sevillana con un idealismo de

elegante refinamiento. Su participacin en la restauracin de los cuadros de Tiziano y Verons despus del incendio del Palacio real de 1640, le debi poner en contacto directo con el estilo de estos maestros. Es la huella de ellos la que se percibe en la Inmaculada del Museo de Alava (ha. 1650). De sabor tizianesco es tambin su Cristo sostenido por un ngel en el Museo del Prado. De vuelta en Granada en 1652, emprende la gran serie de pinturas para la capilla mayor de la Catedral con la Vida de la Virgen. Tard diez aos en realizarlo pero, segn, Wethey, no hay un ciclo pictrico de esta coherencia en la pintura espaola de la poca. Representa los temas de la Encarnacin (1652), la Visitacin (1653), la Purificacin (1655-56), la Asuncin (1662), la Natividad (1664) y la Presentacin (1664), adems de la Inmaculada (1663). Del perodo granadino destacan la Sagrada Familia del Convento del Angel, San Juan de Capistrano, del Museo de BB AA de Granada o la Muerte de San Francisco de la Academia e San Fernando o la Visin de la Virgen por San Bernardo en el Museo del Prado. Se supone una corta estancia de Cano en Mlaga donde pintara para la Catedral el gran cuadro de la Virgen del Rosario con Santo Domingo y San Francisco (1665-66). La huella de Cano en la pintura granadina ser de enorme importancia posterior. 27.3. LOS GRANDES PINTORES BARROCOS Francisco de Herrera el Joven (1627-1685) Hijo de Francisco de Herrera el Viejo, fue pintor, grabador, arquitecto y escengrafo. Es uno de los artistas claves en la evolucin de nuestra pintura barroca y fue tal vez el ms vanguardista de su momento. Es probable que se formara con su padre y siguiera su estilo naturalista pero nada sabemos de su juventud hasta que en 1647 se casa con Juana de Aurolis, matrimonio que dur poco. Dice Palomino que el joven pintor se fue a Italia donde sobrevivi pintado bodegones de peces de los que lamentablemente no conocemos ninguno. Si fue a Italia, haba regresado en 1650 ya que se encontraba en Madrid pintando en nuevo estilo vigoroso hasta 1654, ao en que regresa a Sevilla donde acaba de fallecer su padre. En 1660 est en Sevilla ya que forma parte del grupo que funda, junto a Murillo y Valds la Academia de Pintura en la Lonja. Pero a fines de ese ao se va a Madrid donde se dedic a realizar conjuntos de pintura al fresco en cpulas de algunas iglesias, decoraciones teatrales para el Rey y proyectos de arquitectura entre los que destacan sus proyectos para la baslica del Pilar en Zaragoza.

La produccin de Herrera es escasa pero de extraordinaria calidad. Su primera obra conocida es Santa Catalina de Siena ante el papa Urbano VI (1647) en el convento de monjas de Bormujos. Es obra suya tambin el Santo Toms de Aquino del Museo de Bellas Artes de Sevilla. Su primera gran obra conocida es El Triunfo de San Hermenegildo (1654) del Museo del Prado que hizo para el convento de Carmelitas Calzadas de Madrid. Es pintura madura en que se percibe su asimilacin de los avances barrocos italianos derivados de Bernini y tambin la pintura veneciana. Salvando la pintura de Rizzi no se haba visto en Madrid nada igual hasta ese momento. Su fama debi llegar pronto a Sevilla donde se le solicita en 1655 para que pinte El Triunfo de la Eucarista (1656) para la Hermandad Sacramental del Sagrario de la Catedral. La segunda gran pintura realizada por Herrera en Sevilla es la Apoteosis de San Francisco (1657) para la Catedral. Cuando Herrera regresa a Madrid en 1660 no se dedicar tanto a la pintura ya que tuvo que diversificar su actividad en otras areas. No obstante, pueden citarse varias obras excepcionales como el Sueo de Jacob (ha. 1665) del Museo Krisler en Virginia o el Ecce Homo y el Cristo camino del Calvario del Museo Lzaro Galdiano de Madrid. Bartolom Esteban Murillo (1617-1682) Murillo es tal vez el pintor que mejor representa la sensibilidad de la Sevilla barroca de la segunda mitad del siglo XVII. Hacia 1633 se supone que se inscribe como pasajero a Indias pero no se sabe si hace el viaje. Por entonces entra en el taller de Juan del Castillo, pariente de su madre, que perteneca a una familia de plateros y pintores. En 1647 contrae matrimonio aunque su esposa fallece a los pocos aos despus de dar a luz nueve hijos que fueron muriendo en su mayora antes que el pintor. Frente a las continuas penalidades familiares, se le plantea una vida profesional cargada de xitos y satisfacciones. Murillo, artista de fama en el siglo XVII, fue adorado en el XVIII, admirado por la crtica y los artistas romnticos del siglo XIX y tambin apreciado por las clases populares de todos los tiempos. En su primer arte no slo influye su maestro sino tambin Zurbarn y Alonso Cano. Una de las partes ms originales de la produccin de Murillo fueron sus cuadros de escenas infantiles. Se trataba de obras sin precedentes locales y debidas a una sensibilidad amante de lo anecdtico y lo costumbrista, heredada de lo holands.Algunos tericos han planteado, apoyndose en las obras de esta temtica, una cierta conciencia social del pintor que utilizara estos cuadros como medio de denuncia de la situacin crtica de los sectores sociales ms desfavorecidos. A esto se unira un supuesto temperamento sensible y filantrpico como rasgos de carcter personal del pintor. A este grupo pertenecen Los Nios de la Concha, del Museo del Prado, el San Juan Bautista Nio, jvenes vendedoras de frutas

Sus temas religiosos responden como pocos a la sensibilidad de la Iglesia Catlica en este perodo de Contrarreforma y apoyan su eficacia comunicativa en su capacidad para mover el sentimiento y la devocin de los espectadores. Su obra refleja una religin desdramatizada hasta en sus aspectos ms cruentos, reflejados en su obra de una forma sentida pero serena y apacible. Todo ello apoyado por una calidad pictrica extraordinaria equiparable a los mejores maestros de la Europa del momento. De sus primeras obras es la Entrega del Rosario a Santo Domingo del palacio Arzobispal de Sevilla obra en que an se percibe la deuda con su maestro. El estilo de Murillo madura en la serie que pint para el claustro del convento de San Francisco de Sevilla hacia 1646. Son obras de la lnea naturalista. En algunas obras se percibe un cierto toque zurbaranesco como en el Extasis de San Diego ante la Cruz, del Museo de los agustinos de Toulouse, en otros se percibe toda la dulzura de su obra posterior como ocurre en el San Diego dando de comer a los pobres, o todo su amor por reproducir situaciones milagrosas como escenas muy cercanas a la realidad cotidiana como La Cocina de los Angeles. En su pintura nunca se sabe si contemplamos una realidad cotidiana sublimada al nivelo de lo celestial o una visin celeste cercana a lo cotidiano. En la obra datada en la dcada de 1650 se detecta en Murillo un especial inters en crear fondo muy tenebristas. Ello es especialmente perceptible en las interpretaciones de la Virgen con el Nio de estos aos o en la Santa Cena que hizo para la iglesia de Santa Mara la Blanca. Otra obra capital de esta poca es la Sagrada Familia del Pajarito, en el Museo del Prado. Pero los rasgos ms peculiares de su pintura se manifiestan en la dcada de los 60 y 70 cuando su estilo se vuelve "vaporoso" e inmaterial, sublime y cercano a un tiempo. Esta forma delicada de representar le granjear el xito de su obra en vida y tambin durante el siglo XVIII cuando la esttica de lo "delicado", lo "gracioso", lo "femenino" se adueen del panorama europeo. En esta segunda manera de pintar hay que insertar el Abrazo de Cristo crucificado a San Francisco (1665-68) en el Museo de Bellas Artes, o las numerosas versiones de la Inmaculada Concepcin entre las que podra destacarse la de los Venerables, hoy en el Museo del Prado. Juan de Valds Leal (1622-1690) Artista sevillano aunque de padre portugus, ha sido considerado como uno de los pintores espaoles ms caractersticos del Barroco, no slo por la apariencia de sus obras sino por su propio carcter personal dado que fue individuo temperamental que entendi la pintura como una experiencia de autoexpresin. Se desconoce quin fue su maestro aunque debi formarse

entre 1637 y 1642. Se casa en Crdoba donde estuvo trabajando en varias ocasiones aunque fij su residencia en Sevilla desde 1656. Fue pintor de xito aunque no tanto como su coetneo Murillo. Fue pintor de cuadros pero tambin actu como escultor, dorador y policromador. A diferencia de Murillo, Valds no se esfuerza en dulcificar la imagen de la realidad y recoge, por el contrario, un sentimiento ms trgico de la vida. Su temperamento le llev a despreocuparse a veces por el acabado de las obras que en ocasiones parecen simplemente abocetadas y destinadas tan slo a producir un efecto visual a distancia. Es muy probable que el descuido o incluso la baja calidad de algunas de sus obras firmadas corresponda a una cuantiosa obra de taller poco controlada por el maestro. Tal vez influyeran en sus inicios las obras de Herrera el Viejo y en su etapa juvenil cordobesa, la de Antonio del Castillo. En este ambiente estara una de sus primeras obras conservadas, el San Andrs (1647) realizado para la iglesia de San Francisco de Crdoba. Hacia 1653 realiza el ciclo de Santa Clara de Carmona en el que destacan dos obras, hoy conservadas en el Real Alczar de Sevilla. La procesin de Santa Clara y el La retirada de los Sarracenos. Esta ltima es una extraordinaria obra dinmica y expresiva que ya da el tono espectacular de su pintura posterior. En esta misma lnea de dramtica teatralidad habra que incluir las que pint para la sacrista del monasterio de San Jernimo en que describe episodios de la vida del santo. Destacan La Flagelacin y Las Tentaciones de San Jernimo. Idntica intensidad dramtica alcanza Valds en sus cuadros de temas religiosos, especial.mente en los de tema pasionista. Un ejemplo claro lo tenemos en el Cristo camino del Calvario en la versin de la Hispanic Society de Nueva York. Aunque la obra de Valds usa la luz con efectos de claroscuro acusados, alguna de sus pinturas se acercan al tenebrismo por sus fondos oscuros y otras, especialmente las de la dcada de los 60, participan de una intensa luminosidad que hace transparentes algunos de los objetos y seres representados. Es muy probable que este tipo de luces y colorido lo tomara de la innovadora obra de Francisco de Herrera el Mozo, pintor con el que participa por esos aos, junto a Murillo y otros ms, en la creacin de la Academia sevillana de Pintura. Entre los cuadros que mejor reflejan esta influencia est Elas y los profetas de Baal (1658), del retablo del Carmen calzado de Crdoba de o la Asuncin de la Virgen de la Galera Nacional de Washington, obras ambas de hacia 1665-69. Pero la obra de Valds suele hacer un uso del color menos delicado y ms contrastado incluso en temas que podran prestarse a tratamientos ms etreos como el de la Inmaculada Concepcin.

En ste tema podramos destacar dos versiones muy diferentes. Por un lado la Inmaculada realizada para San Benito de Calatrava hoy en la capilla de la Quinta Angustia, ms serena, en un espacio despejado y solemne, o la Inmaculada que hizo para el convento de San Agustn (1670-72), hoy en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, plagada de angelillos que revolotean tumultuosos a su alrededor. En un ambiente similarmente cargado aparece la Virgen de los Plateros en el Museo de Bellas Artes de Crdoba (1655), ejecutada con un estilo ms firme y concreto propio de su etapa ms inicial. Tal vez los cuadros de Valds que hayan alcanzado ms fama son los que realiza para Miguel de Maara, fundador del Hospital de la Santa Caridad. Ilustrando con imgenes El Discurso de la Verdad, obra que escribi el propio fundador, Murillo y Valds decoran la iglesia del Hospital con pinturas que escenifican tanto las obras de Caridad del Buen Cristiano como las reflexiones sobre la fugacidad de la vida y la vanidad del poder mundano. Estas dos ltimas ideas que impregnan la citada obra terica, son ilustradas con dos cuadros de Valds que reciben respectivamente los nombres de In Ictu oculi y Finis Gloria Mundi. Conocidos genricamente como las Postrimeras, se trata de dos cuadros de enorme crudeza en los que Valds se hace eco de estas ideas que obsesionaron a sus contemporneos. En esta misma lnea van los dos cuadros suyos, pintados en 1660, en los que el artista pone de relieve tanto su capacidad como bodegonista como el carcter trascendente que este gnero tena para la cultura de esa poca. Los cuadros son La alegora de la Salvacin, de la Galera de Arte de York, en la que plantea la salvacin del alma como meta fundamental de la vida y la Alegora de la Vanidad, del Wadsworth Atheneum de Hartford (U.S.A.), obra en la que plantea la fugacidad de los placeres terrenos. Finalmente, debe citarse la importancia que tuvo Valds para la pintura ornamental ya que realiz varias intervenciones en el interior de edificios en los que, bien pintando sobre el muro o bien aplicando lienzos de enorme dimensiones, planteaba una pintura que se ajustaba a los requerimientos de la arquitectura que los contena. Entre ellos cabe citar el gran lienzo de La exaltacin de la Cruz para el coro de la iglesia del propio Hospital de la Caridad o las pinturas murales en el muro de la iglesia del monasterio de San Clemente donde profes su hija. En esta tarea se distinguira su sobrino Lucas Valds, autor de numeros ciclos de pintura mural en los que se aprecia Sebastin de Llanos Valds CRDOBA

Antonio del Castillo GRANADA Juan de Sevilla Pedro Atanasio Bocanegra