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BLOQUE IV: DEONTOLOGÍA PROFESIONAL Y CÓDIGO DEONTOLÓGICO 1 TEMA VII: ÉTICA Y DEONTOLOGÍA PROFESIONAL D. José Ginés Carrasco Guijarro D. Vicente Pérez Corral D. Manuel Roca Poveda I. LA DEONTOLOGIA COMO CIENCIA DEL DEBER, LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD. 1. ÉTICA APLICADA Y DEONTOLOGIA PROFESIONAL. CONCEPTO Y FUNDAMENTO; 2. PRINCIPIOS DEONTOLOGICOS COMUNES A TODAS LAS PROFESIONES. RASGOS CARACTERISTICOS DE LA PROFESIÓN; 3. DEONTOLOGÍA EN TORNO AL TRABAJO EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA; 4. LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD: FUNDAMENTO MORAL DE LOS PRINCIPIOS DEONTOLÓGICOS PROFESIONALES.; II. NORMAS DEONTOLOGICAS Y NORMAS JURIDICAS. 1. EL ORDENAMIENTO JURÍDICO Y EL RESTO DE NORMAS SOCIALES; 2. LAS NORMAS DEONTOLÓGICAS EN EL CONJUNTO DE SISTEMAS NORMATIVOS; III. EL CODIGO DEONTOLOGICO DEL EMPLEADO PUBLICO EN ESPAÑA. IV. GLOSARIO. V. BIBLIOGRAFÍA ALGUNAS PREGUNTAS INICIALES 1.- ¿Qué es la deontología profesional? 2.- ¿Cuál es la estrecha relación entre ética profesional y deontología? 3.- ¿Cuáles son las diferencias básicas entre ética profesional y deontología? 4.- ¿Qué valor tiene la deontología en el trabajo al servicio de la Administración Pública? 5.- ¿Siguen siendo válidos los principios enumerados por Nolan que han de presidir la actuación de la función pública? Jurista del Cuerpo Superior de Técnicos de Instituciones Penitenciarias.

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  • BLOQUE IV: DEONTOLOGA PROFESIONAL Y CDIGO DEONTOLGICO

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    TEMA VII: TICA Y DEONTOLOGA PROFESIONAL

    D. Jos Gins Carrasco Guijarro

    D. Vicente Prez Corral

    D. Manuel Roca Poveda

    I. LA DEONTOLOGIA COMO CIENCIA DEL DEBER, LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD. 1. TICA APLICADA Y DEONTOLOGIA PROFESIONAL. CONCEPTO Y FUNDAMENTO; 2. PRINCIPIOS DEONTOLOGICOS COMUNES A TODAS LAS PROFESIONES. RASGOS CARACTERISTICOS DE LA PROFESIN; 3. DEONTOLOGA EN TORNO AL TRABAJO EN LA ADMINISTRACIN PBLICA; 4. LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD: FUNDAMENTO MORAL DE LOS PRINCIPIOS DEONTOLGICOS PROFESIONALES.; II. NORMAS DEONTOLOGICAS Y NORMAS JURIDICAS. 1. EL ORDENAMIENTO JURDICO Y EL RESTO DE NORMAS SOCIALES; 2. LAS NORMAS DEONTOLGICAS EN EL CONJUNTO DE SISTEMAS NORMATIVOS; III. EL CODIGO DEONTOLOGICO DEL EMPLEADO PUBLICO EN ESPAA. IV. GLOSARIO. V. BIBLIOGRAFA

    ALGUNAS PREGUNTAS INICIALES

    1.- Qu es la deontologa profesional?

    2.- Cul es la estrecha relacin entre tica profesional y deontologa?

    3.- Cules son las diferencias bsicas entre tica profesional y deontologa?

    4.- Qu valor tiene la deontologa en el trabajo al servicio de la Administracin

    Pblica?

    5.- Siguen siendo vlidos los principios enumerados por Nolan que han de presidir la

    actuacin de la funcin pblica?

    Jurista del Cuerpo Superior de Tcnicos de Instituciones Penitenciarias.

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    6.- Qu relacin existe entre normas jurdicas y deontolgicas?

    7.- Qu funcin cumplen las expectativas en las normas deontolgicas?

    8.- Como se ha abordado la cuestin en la Administracin espaola?

    9.- Existe un cdigo deontolgico universal para la Administracin?

    OBJETIVOS:

    Identificacin del trmino deontologa. Establecer los objetivos de la deontologa. Enumeracin de las diferencias y similitudes entre tica profesional y

    deontologa.

    Identificacin de los principios deontolgicos comunes a todas las profesiones. Anlisis de los principios bsicos del trabajo en la Administracin Pblica a

    travs del Informe Nolan.

    Enumeracin de los principios de razn prctica formulados por J. Finnis. Enumeracin de las reglas universales observables para que una conducta

    profesional se realice con criterios de moralidad de acuerdo con la formulacin de Grisez y Rusell.

    Estudiar la importancia de la funcin deontolgica en las profesiones que tienen repercusin social; cmo y por qu se normativiza.

    Analizar el lugar de la tica, la deontologa y el derecho, y las relaciones entre sus postulados, tanto funcionales como jerrquicas.

    I. LA DEONTOLOGIA COMO CIENCIA DEL DEBER.

    El trmino Deontologa fue empleado por primera vez por el filsofo ingls Jeremas Bentham, de la escuela utilitarista, en su obra Chrestomathia.

    La deontologa es una tica aplicada al mundo profesional pero que habla

    desde dentro del contexto profesional y centrada en unos deberes y obligaciones

    profesionales. Deontologa etimolgicamente significa tratado de los deberes. Por eso,

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    lo estrictamente deontolgico en el mbito profesional apunta hacia las pautas de

    comportamiento externo que pueden equipararse a lo que los socilogos caracterizan

    como usos o costumbres, observadas con una cierta obligatoriedad en un determinado

    crculo social (SANTAELLA, 1995).

    La deontologa tiene un objetivo muy concreto y limitado: establecer unas

    normas y pautas de conducta exigibles a los profesionales con la finalidad de

    garantizar una actuacin honesta a todos lo que ejercen la profesin. La deontologa

    en la medida que establece unas normas y cdigos de actuacin, se sita ms cerca

    del derecho que de la filosofa o, como opinan otros autores, entre el derecho y la

    moral pues prev tanto consecuencias de carcter sancionador como la especificacin

    de principios morales de carcter general. La deontologa debe atender las voces de

    los especialistas en tica pero es el propio profesional el que desde su conocimiento

    directo de la realidad debe disear las normas de un comportamiento honesto en la

    profesin cuya comprensin no puede realizar todo el mundo.

    La tica profesional no consiste slo en la aplicacin de los principios morales

    generales al contexto de cada profesin sino tambin en averiguar a la vez cules son

    los bienes internos que cada una de estas actividades debe proporcionar a la

    sociedad, qu metas debe perseguir, y por tanto, qu valores y hbitos es preciso

    incorporar en cada profesin.

    La tica profesional se sita en el plano de la filosofa prctica, de la tica. Se

    centra en el tema del bien: qu es bueno hacer, al servicio de qu bienes est la

    profesin (HORTAL, 1994).

    1. TICA APLICADA Y DEONTOLOGIA PROFESIONAL: CONCEPTO Y FUNDAMENTO.

    Cul es la relacin entre tica profesional y deontologa?. Para A. Hortal sin

    la perspectiva tica, la deontologa se queda sin su horizonte de referencia. No acaba

    de quedar claro el sentido y el por qu de las normas deontolgicas; no se ve claro

    hacia dnde apuntan, qu clase de bien tratan de conseguir. La deontologa exige

    actuaciones. La tica propone tambin y pide motivaciones (HORTAL, 1994).

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    Para J.L. Fernndez, la deontologa queda subsumida en la tica profesional.

    La tica profesional, para este autor, es ms globalizadora pues apunta hacia una

    coordinacin ms amplia que redunda en el incremento del bien comn social. La

    deontologa es una especie de precisin de los deberes inherentes a una actividad

    profesional. La tica profesional es la que ilumina desde ese bien comn social los

    problemas y deberes del sujeto. La deontologa es la que los concreta, busca y pone

    en prctica (FERNNDEZ, 1994).

    El problema de esta subordinacin de la deontologa a la tica es que si bien la

    deontologa tiene un carcter preferentemente tico y presenta puntos de contacto con

    las normas de la costumbre, el contenido de las normas deontolgicas no se agota en

    el mbito de la tica pues no todas sus normas tienen un carcter exclusivamente

    moral. Las sanciones hacen que estemos tambin ante normas jurdicas, las

    condiciones de acceso a la profesin hace que estemos ante un problema social y

    poltico. No todo es slo moral. Hay elementos no slo morales en la deontologa.

    Podemos observar adems cuatro diferencias: 1) El bien tiene muchas facetas,

    no tiene lmites y no es exigible en todos sus aspectos. Pero lo que s hace falta

    siempre son normas que salvaguarden unos mnimos obligatorios para todos,

    compartidos por todos, que pueden y deben ser interpretados por todos en los mismos

    trminos y que a todos se deben aplicar con idnticos criterios. Sin normas no hay

    igualdad ni universalidad en las exigencias. La deontologa habla de lo que es

    vinculante para todos los que ejercen la misma profesin. De los espacios abiertos y

    plurales que quedan para el bien se ocupa la tica. 2) La tica puede aprender mucho

    de la deontologa en la medida que le muestra los problemas y realidades concretas

    del profesional. La tica, cuando se vuelve demasiado abstracta y general se olvida de

    la realidad y se hace incapaz de hacer propuestas viables de humanizacin. Tambin

    cuando se fija demasiado en lo ideal, en sueos de mundos alternativos suele llevar al

    desnimo. 3) La tica tiene como instancia ltima la conciencia individual. La

    deontologa se mueve ms en el campo de lo que es aprobado (criterios compartidos)

    por un colectivo. Es cada profesional el que tiene que formular su propia deontologa

    o cabe atribuir una cierta autoridad moral a los colegios u organizaciones

    profesionales?. La referencia a la conciencia profesional necesita remitirse a reglas

    objetivadas en los cdigos deontolgicos. La deontologa es un desarrollo de los

    principios morales a partir de la existencia de normas jurdicas, hbitos, usos,

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    costumbres, situaciones socioeconmicas del profesional, regulaciones corporativas,

    etc. Este desarrollo de los principios dentro del contexto concreto del mbito

    profesional es lo nuclear de la deontologa. 4) Los principios son aplicados, en primer

    trmino, por el profesional. Es su conciencia formada e informada la que garantiza la

    adecuacin de su conducta a los principios de la moralidad. Pero la eficacia del cdigo

    deontolgico excede del fuero interno pues ante ciertas conductas cabe la sancin.

    Estas sanciones son las que dan cierta eficacia en la prevencin de la conducta

    profesional incorrecta. Quiz al profesional inspirado en los principios ticos de

    probidad, desinters y decoro le resulten innecesarias pero se hacen imprescindibles

    para el funcionamiento de todo el crculo profesional.

    En resumen, la tica profesional es esa tica aplicada, no normativa y no

    exigible, que propone motivaciones en la actuacin profesional, que se basa en la

    conciencia individual y que busca el bien de los individuos en el trabajo. La tica, es

    por lo tanto, el horizonte, la configuradora del sentido y la motivacin de la

    deontologa. La deontologa ser la tica aplicada al mundo profesional concretada en

    unas normas y cdigos de conducta exigibles a los profesionales, aprobado por el

    colectivo de profesionales, que enumera una serie de deberes y obligaciones mnimas

    para todos los profesionales con algunas consecuencias de carcter sancionador.

    En el siguiente cuadro se resumen las diferencias entre tica profesional y

    deontologa:

    Etica profesional: Ethos, modo de ser Deontologa: Deon, deber

    No normativa, no sanciones Normas, cdigos deontolgicos,

    sanciones

    Conciencia individual Aprueba un colectivo

    Amplitud Mnimos exigibles a los profesionales

    Propone motivaciones, da sentido Exige actuaciones, comportamientos

    2. PRINCIPIOS DEONTOLGICOS COMUNES A TODAS LAS PROFESIONES. RASGOS CARACTERISTICOS DE LA PROFESIN.

    En toda sociedad coexisten una pluralidad de normas y de pautas de conducta

    que inspiran e incluso influyen a veces de modo determinante, en la actuacin de cada

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    uno de sus miembros, independientemente de cul sea la esfera social a la que

    pertenezcan.

    Parece indiscutible que un buen profesional es mucho ms que un buen

    tcnico, de tal modo que no puede mantenerse que el estricto cumplimiento de la

    legalidad sea la nica y definitiva instancia para calificar la correcta actuacin

    profesional. Por el contrario, es evidente la importancia que tiene en una sociedad la

    existencia de personas ntegras y capaces, conscientes de su responsabilidad,

    comprometidas con la mejora, desde su situacin, de las estructuras sociales.

    La tica profesional es una tica aplicada a un objeto especfico: las

    situaciones y relaciones que surgen del desempeo de una determinada profesin.

    Importa subrayar tal conexin entre la tica general y la profesional, porque, en

    definitiva, ambas persiguen un mismo fin: el bien humano. No puede mantenerse la

    existencia de una tica diferente para cada profesin. Considerar la tica profesional

    desvinculada de la general, o bien centrarla exclusivamente en las peculiaridades de

    una determinada actividad profesional, puede conducirnos a enfocar los problemas

    desde una perspectiva excesivamente tcnica.

    Por el contrario, es el colectivo profesional el que demanda de la tica general

    principios ms concretos que se adapten a la naturaleza y a los fines de su actividad.

    Al referirnos a la necesidad de una tica profesional, partimos de la idea de que

    cualquier labor humana debe estar al servicio del hombre. Todo ser humano merece

    un trato adecuado a su estatuto ontolgico y l mismo debe comportarse de acuerdo

    con l. En el mbito de la profesin ello se agrava, porque el que recurre a un

    profesional deposita en l una confianza y espera un determinado servicio.

    Para justificar la presencia de un colectivo profesional diferenciado, es

    importante comprobar si posee una funcin claramente atribuida por la sociedad. En

    este sentido, se pude afirmar que la imposicin de una normativa profesional

    especfica a la conducta habitual de un profesional debe ser justificada, apoyndose

    en la clara finalidad social y moral de esa profesin. Debe mostrarse que existe una

    importante labor social, que slo es posible llevar a cabo a travs del cumplimiento de

    ciertas pautas, principios y criterios.

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    Un Cdigo Deontolgico extrae su fuerza vinculante, en ltima instancia, de la

    moral. Estos cdigos son, fundamentalmente, compendios de carcter moral. De este

    modo, se acusa a los Cdigos Deontolgicos de penetrar en campos en los que slo

    debe regir la conciencia individual.

    Dentro de la deontologa es fundamental partir de una reflexin sobre los

    principios, entendiendo stos como los elementos de los que se derivan todas las

    dems cosas o elementos a los que se reducen todas las cosas.

    Principio es, por lo tanto, punto de partida, origen, procedencia, razn de ser de

    todo. En la tica, el proceso de razonamiento moral culmina en la formulacin de los

    principios ticos que son como una serie de proposiciones que expresan un juicio de

    valor sobre lo bueno. Los principios tienen la doble funcin de acumuladores de

    experiencia moral y tambin de orientadores del comportamiento.

    En la moral existen una serie de principios generales que pretenden una

    validez universal por su alto grado de generalizacin. En cuanto a la deontologa, tres

    son los principios que la orientan (GRACIA, 1989): beneficiencia, autonoma y justicia.

    Estos representan las instancias de la vida profesional: no son soluciones, sino

    valores-gua. Los principios son a la vez un punto de partida y un punto de llegada.

    Por otro lado, Santaella habla de tres principios deontolgicos de carcter

    universal (SANTAELLA, 1995): La probidad, el desinters y el decoro. La probidad se

    refiere a la honradez; el desinters se refiere a no anteponer su propio beneficio a

    cualquier otra consideracin, y el decoro se refiere a la dignidad.

    Los cdigos deontolgicos hunden sus races en slidos principios, encerrando

    ciertos aspectos y valores permanentes. Pero esta supuesta rigidez, en cuanto a las

    lneas generales que informan un cdigo, no excluye que, en su aplicacin, se tomen

    en cuenta las muy diversas variantes que conlleva la realidad. Por ello, no es extrao

    que, con el objeto de introducir una cierta flexibilidad, los Cdigos Deontolgicos

    recurran, con frecuencia, a frmulas generales. Precisamente, un buen Cdigo

    Deontolgico debe caracterizarse por su capacidad de admitir nuevas decisiones,

    como respuesta a las progresivas necesidades y cambios que se producen en todos

    los mbitos del saber.

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    En cuanto a la profesin, se puede definir como el empleo, la facultad o el oficio

    que cada uno tiene y ejerce pblicamente de modo retribuido y socialmente til

    (GONZLEZ ANLEO, 1994).

    Los rasgos caractersticos que definen una profesin son los siguientes: 1) Una

    profesin es un servicio a la sociedad nico, definido y esencial. Es nico pues los

    profesionales reclaman para s mismos el derecho exclusivo de realizar las tareas

    propias de la profesin rechazando el intrusismo. Es definido pues el pblico debe

    saber a qu atenerse sobre las funciones de cada grupo profesional y el grupo

    profesional debe acordar las lneas maestras que definen su profesin. Es esencial

    pues es un servicio que ninguna sociedad desarrollada puede permitirse el lujo de que

    quede sin atender, sin recursos, sin profesionales. 2) La profesin se la considera una

    vocacin: se espera que el profesional se identifique con los comportamientos ideales

    de la profesin y que el profesional se dedique a su profesin de por vida. 3) En las

    profesiones debe prevalecer el servicio prestado sobre las ganancias obtenidas: el

    profesional no puede sustraerse a ciertas obligaciones y servicios debiendo dejar al

    margen sus intereses y ganancias. 4) La profesin se basa en conocimientos y

    tcnicas intelectuales para la realizacin del servicio que presta y la tarea que realiza.

    Este dominio de las tcnicas y teoras exige un perodo de preparacin especializada y

    formal. 5) Los profesionales reclaman un amplio campo de autonoma para s y para el

    cuerpo al que pertenece. El grupo profesional reivindica autonoma para decidir sobre

    las condiciones de admisin al ejercicio de la profesin, para la suspensin de un

    miembro o para la determinacin de responsabilidades. La responsabilidad personal

    sobre los juicios emitidos, los actos realizados y las tcnicas empleadas en el ejercicio

    es la contrapartida de la autonoma.

    3. DEONTOLOGA EN TORNO AL TRABAJO EN LA ADMINISTRACIN PBLICA.

    La Administracin Pblica no es ms que un reflejo de la sociedad: la actuacin

    tica de los servidores pblicos es hoy una preocupacin de los ciudadanos, que se

    sita en un lugar predominante en el debate social. El propio ambiente social hace

    indispensable una reflexin sobre los valores y sobre la forma en que estos criterios,

    una vez que han calado en los grupos sociales, influyen en la actuacin pblica a

    travs de sus servidores que, como es lgico, tambin, son ciudadanos.

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    La Administracin Pblica tiene planteado, en nuestro tiempo, un reto capital:

    responder con eficacia y con parmetros de calidad a las demandas sociales. La

    sociedad exige a los gestores pblicos calidad en los servicios que prestan, y cada

    ciudadano busca en las Administraciones Pblicas centros de promocin y desarrollo

    de los valores sociales y personales. Pero la Administracin, a su vez, est formada

    por personas que son quienes tienen directamente encomendada esa fundamental

    responsabilidad de servicio a las legtimas aspiraciones sociales y de promocin del

    libre ejercicio de los derechos fundamentales por parte de todos los ciudadanos.

    Tres van a ser los rasgos que inciden hoy en el cambio constante del entorno

    de las Administraciones Pblicas de nuestro tiempo, encontrndose los tres

    ntimamente relacionados. Estos rasgos son la globalidad de las organizaciones

    actuales, cada vez ms interdependientes, la competitividad a la que se ven avocadas

    como consecuencia del aumento de tareas, y la escasez de recursos y los cambios en

    los modos de gestin en las organizaciones, necesarios para adaptarse al resto de los

    factores.

    Desde el punto de vista de los valores, el cambio hacia la eficiencia ha

    supuesto una nueva concepcin del papel de los administradores pblicos que, a su

    vez, se ha traducido en la necesidad de contar con personas preparadas para dirigir y

    trabajar en equipos profesionales y en un entorno cada vez ms competitivo.

    La Administracin Pblica es una organizacin compuesta por personas que

    gestionan los intereses colectivos: los funcionarios realizan, por tanto, una tarea

    encomendada a la satisfaccin de las necesidades pblicas, de ah que, en la funcin

    pblica, las consideraciones ticas o deontolgicas constituyan algo esencial. La

    formacin en tica pblica es una de las claves esenciales en el xito de cualquier

    reforma administrativa. La incorporacin de programas de tica en escuelas e

    institutos de Administracin Pblica se confirma como una exigencia necesaria para

    disponer de funcionarios que oferten servicios pblicos de calidad.

    Podemos identificar una serie de valores ticos propios del servicio pblico que

    son y deben ser el faro que ilumine la actuacin de la Administracin Pblica. Los

    valores a los que nos referimos estn reconocidos directamente en la Constitucin, en

    la que adoptan la forma de principios informadores de la Administracin Pblica:

    eficacia, eficiencia, servicio a los intereses generales, sometimiento a la ley del

  • TEMA VII: TICA Y DEONTOLOGA PROFESIONAL

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    derecho, y sobre todo, del deber de defensa y promocin de los derechos

    fundamentales (personales, vinculados con la libertad individual; poltico-sociales,

    relaciones con la dignidad humana). Estos valores informan, o deberan informar,

    todas las normas jurdicas que disciplinan la actividad de la Administracin Pblica.

    Lord Nolan, autor del informe que lleva su nombre sobre la tica en la poltica y

    la administracin britnica, entiende la tica pblica simplemente como la elegancia

    en el cumplimiento del deber, afirmando que hay cosas legales que, sin embargo, no

    se deben hacer por puro sentido comn y por decoro. Esta definicin, valiosa por lo

    ilustrativa del modelo de conducta de los servidores pblicos al que podemos aspirar

    como ciudadanos, debe ser completada con una concrecin de estos principios en la

    actividad diaria de las Administraciones Pblicas y en la praxis de la actuacin en las

    zonas de riesgo. Hoy en da, es cada vez ms urgente recordar que concuerda con la

    dignidad humana el derecho a tomar parte activa en la vida pblica y a contribuir al

    bien comn. La participacin debe ser, por tanto, un presupuesto y, a la vez, un

    condicionante de la actividad de los poderes pblicos.

    El citado informe Nolan enumera siete principios que habrn de presidir la

    actuacin de toda la funcin pblica. Estos principios son:

    1) El altruismo, como obligacin de alejar la obtencin de provechos personales de la

    actuacin pblica, al servicio del inters general.

    2) La integridad, que impida ejercer actividades externas que puedan influir en el

    trabajo del servidor pblico.

    3) La objetividad, que obligue a basar en criterios objetivos cuantas decisiones se

    adopten.

    4) La responsabilidad en sus acciones pblicas, comprobable mediante las oportunas

    inspecciones.

    5) La transparencia, que obligue a justificar las decisiones o que impida restringir la

    informacin de los asuntos pblicos a los ciudadanos a aquellos casos en los que el

    inters pblico pudiera verse perjudicado.

    6) La honestidad que obligue a resolver cualquier conflicto entre lo pblico y lo privado

    de forma que beneficie al inters general.

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    7) El liderazgo, como medio de impulsar y apoyar el desarrollo de estos principios.

    De acuerdo con las previsiones del Informe Nolan, estos principios deberan, a

    su vez, servir como marco para la elaboracin, en todas las entidades pblicas, de

    cdigos de conducta que se adapten a la cultura y a las circunstancias de cada

    organizacin.

    El Cdigo de la tica pblica deber cumplir una doble misin como forma de

    expresar las aspiraciones de la sociedad respecto de la accin pblica y, a la vez,

    como medio de control de la adecuacin de las conductas a los principios del servicio

    pblico. Para ello, los cdigos de tica pblica deberan (RODRIGUEZ-ARANA, 2003):

    a) Enunciar los valores que presiden la actividad de servicio pblico. b) Determinar el

    grado de responsabilidad que el cumplimiento de esos valores representa para los

    servicios pblicos. c) Recoger una lista de las obligaciones de actuar y lmites que

    representan esos principios en la actividad pblica. d) Definir los medios para alertar a

    la Administracin y los ciudadanos de la aparicin de conductas no ticas y corregir

    stas.

    Para promover los principios ticos en la Administracin Pblica y su

    cumplimiento habr que atender a las condiciones particulares de cada cultura

    administrativa. La regulacin de los instrumentos al servicio de la tica pblica debera

    incluir los siguientes aspectos (RODRIGUEZ-ARANA, 2003):

    A) Una definicin clara de las relaciones entre poltica y actividad administrativa que

    permita garantizar la independencia del trabajo de los empleados pblicos y, a la vez,

    delimitar claramente, en cada caso, sus responsabilidades de las responsabilidades de

    los polticos que los dirigen, en el buen hacer de la Administracin.

    B) Es preciso definir, tambin, los principios que deben regir la actuacin de los

    servidores pblicos e, incluso, tipificar las conductas que se separen o entren en clara

    contradiccin con esos principios. La codificacin de la tica pblica es el medio ms

    adecuado para determinar su contenido, difundirlo entre sus destinatarios y garantizar

    el respeto a sus principios.

    C) Es necesario dotar a los servidores pblicos de la informacin y los conocimientos

    suficientes para afrontar situaciones de conflicto tico con responsabilidad. En este

    sentido, la formacin en materia de tica pblica deber ocupar un lugar primordial en

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    los programas formativos para empleados pblicos, especialmente para los de nuevo

    ingreso.

    D) Es preciso establecer los medios adecuados para coordinar esta gestin de la tica

    en los distintos mbitos administrativos, de forma que se promueva la difusin y el

    respeto a los principios y normas ticas con que se dota la Administracin.

    E) Establecer un marco jurdico adecuado, unas condiciones de trabajo favorables en

    el sector pblico y la complicidad de una sociedad civil activa, vigilante y participativa.

    4. LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD: FUNDAMENTO MORAL DE LOS PRINCIPIOS DEONTOLGICOS PROFESIONALES.

    Lo que identifica a cada ser humano es su conducta. Es el principio de

    individualizacin el que nos hace ser el que realmente somos y procede de nuestra

    vida. Esos hechos que nos personalizan son consecuencia de que hemos optado: el

    hombre elige constantemente entre posibilidades y ello supone el ejercicio de la

    libertad. Pero elige tambin, y antes, sobre qu va a decidir, entre qu caminos va a

    elegir. La justificacin o su ausencia, a todos los niveles, determinan el carcter moral

    o inmoral de cada acto, de las posibilidades descubiertas y aceptadas de cada vida, de

    los proyectos y su concatenacin o engranaje, de la configuracin total de la

    existencia.

    Al hablar por tanto de tica se trata de hacer realidad la definicin de

    meditacin filosfica sobre la moral que afecta en concreto a la tica profesional, a

    las relaciones entre Moral y Derecho, a la posibilidad de elaborar criterios morales

    universales y a la relacin entre tica y Deontologa o la responsabilidad tica del

    compromiso profesional como criterio fundamentador de la deontologa.

    Conocer los principios ticos que definen cada profesin supone analizar con

    detenimiento los caracteres esenciales de la misma y, a continuacin deducir, de

    acuerdo con los principios ticos universales, cules son los que ms convienen para

    lograr que esos caracteres esenciales se cumplan siempre.

    Siguiendo a J. Finnis (DELGADO DE MIGUEL, 2003), quin quiera conocer la

    verdad en la tica no slo quiere saber cul es su contenido, sino cmo debe actuar

  • BLOQUE IV: DEONTOLOGA PROFESIONAL Y CDIGO DEONTOLGICO

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    en cada momento. Eso se consigue a travs de lo que l denomina la razn prctica,

    que es la que nos presenta a nuestra inteligencia, reflexionando sobre el modo mejor

    de actuar, cules son los principios que deben inspirar nuestra accin. Nuestra razn

    busca siempre una direccin que podemos concretar en los llamados principios de

    razn prctica, que son los siguientes:

    1) Un coherente plan de vida.

    2) No hacer preferencias arbitrarias entre personas de forma que no cabe moralmente

    el desprecio o descalificacin de otras personas por motivos egostas o de otra

    naturaleza.

    3) No discriminar entre valores en relacin con el plan de vida de cada uno.

    4) Capacidad para dejar los proyectos fallidos.

    5) Capacidad de compromiso con los proyectos que uno lleva adelante.

    6) Dar a las consecuencias de los propios actos una relevancia limitada, es decir,

    eficiencia dentro de la razn.

    7) Respeto por cada valor bsico en cada acto.

    8) Fortalecer el bien comn.

    9) Seguir la propia conciencia de cada uno.

    Criterios semejantes siguen Grisez y Rusell (DELGADO DE MIGUEL, 2003),

    los cuales resumen en ocho criterios las reglas universales que deben observarse para

    que una conducta profesional se realice con arreglo a criterios de moralidad:

    1) No actuar o dejar de actuar hacia nadie por motivos de preferencia a menos que la

    preferencia sea requerida por los bienes humanos.

    2) No actuar con hostilidad en detrimento de ningn bien humano fundamental.

    3) No ser individualista al actuar a favor de un bien, como respuesta a sentimientos de

    entusiasmo o impaciencia.

    4) No dejar que los sentimientos de inercia te impidan actuar para el bien.

  • TEMA VII: TICA Y DEONTOLOGA PROFESIONAL

    14

    5) No actuar movido por sentimientos de aversin.

    6) No buscar satisfacer deseos emocionales por ellos mismo, sino como medio para la

    persecucin o logro de algn bien inteligible.

    7) No optar ni actuar a favor de la ilusin de participar en un bien prefiriendo esto a la

    realidad de hacerlo.

    8) No permitir que la atraccin ejercida por uno de los bienes humanos fundamentales

    te lleve, por querer conseguirlo, a actuar en contra de esos bienes.

    II. NORMAS DEONTOLGICAS Y NORMAS JURDICAS.

    1. EL ORDENAMIENTO JURDICO Y EL RESTO DE NORMAS SOCIALES

    Dentro del conjunto de normas que, con carcter general rigen la sociedad cabe

    distinguir las que tienen rango prescriptivo, sustentadas por su fundamento jurdico, de

    aquellas otras, los usos sociales, que rigen de manera voluntaria y libre, por

    convencin o costumbre las relaciones entre los individuos, ya sean reglas de la

    cortesa, la buena mesa, la educacin, los modales, el correcto lenguaje, los

    tratamientos, etc. Cabe un tercer grupo: las normas o principios ticos, que obligan en

    conciencia, o las normas de carcter deontolgico; esto es, los fundamentos del recto

    hacer profesional.

    Los distintos tipos de reglas suponen diferentes compromisos: reglas religiosas,

    morales, sociales y tambin, jurdicas. El elemento que caracteriza a estas ltimas es

    la coaccin o coercibilidad, que es el elemento esencial, fundamental de la

    normatividad jurdica.1

    1 Nuestra vida se desenvuelve dentro de un mundo de normas. Creemos ser libres, pero en

    realidad estamos encerrados en una estrechsima red de reglas de conducta que, desde el nacimiento y

    hasta la muerte, dirigen nuestras acciones en esta o aquella direccin.

    Una norma es una proposicin, un conjunto de palabras escritas que tienen sentido entre s. Una

    norma jurdica es un mandato, una orden, que debera ser, al mismo tiempo, justa, vlida y eficaz. Incluso

    una orden puede ser manifestada como expresin de un deseo, de una voluntad. Frente al imperativo

    mandato obligatorio cabe la formulacin, con equivalente resultado de eficacia de lo que denomina

  • BLOQUE IV: DEONTOLOGA PROFESIONAL Y CDIGO DEONTOLGICO

    15

    Las normas legales, por el hecho de serlo, comportan su obligatoriedad, su fuerza

    vinculante. Esta idea se expresa en el artculo 9.1 de la Constitucin los ciudadanos y

    los poderes pblicos estn sujetos a la Constitucin y al resto del ordenamiento

    jurdico.

    consejos; pero quien manda tiene autoridad para mandar, y quien aconseja no puede pretender siempre

    el derecho de poder hacerlo. Los mandatos se imponen, los consejos no.

    Si la norma jurdica es un [mandato] imperativo y por imperativo se entiende una proposicin cuya

    funcin es la de determinar el comportamiento de los dems, no hay duda de que la norma jurdica va

    dirigida a alguien

    Lo que caracteriza, segn Jherng, una norma jurdica no es su eficacia externa, por parte del

    pueblo, sino su eficacia interna, por parte del Estado: todas las proposiciones normativas emitidas por el

    Estado, pero que estuvieran reforzadas por la sancin, no eran para Jhering normas jurdicas y, por tanto,

    lo que tornaba jurdica una proposicin era el hecho de que los jueces tuvieran el deber y el poder de

    hacerlas respetar (BOBBIO, Norberto. Teora general del Derecho. Madrid. Debate 1995)

    La obediencia a un mandato se puede deber, segn Weber a meras consideraciones utilitaristas del

    que obedece, puede deberse simplemente a la costumbre o a la inclinacin personal. Pero la dominacin

    legal se fundamenta siempre en la existencia de un estatuto. Se obedece algo o a alguien, en funcin de

    la regla establecida. Pero con frecuencia se pasa del orden jurdico al convencional y las convecciones se

    instalan finalmente en la rutina de la costumbre.

    Weber utiliza la expresin alemana Anstalt (instituto) para referirse a aquellas asociaciones cuyas

    ordenaciones han sido otorgadas, frente a Verein, o unin, cuyas ordenaciones instituidas solamente

    rigen para quienes son sus miembros por libre eleccin. En este sentido, el orden jurdico viene

    determinado por el recto sentido de las proposiciones que establecen el ordenamiento determinante para

    un crculo de hombres.

    Hoy la coaccin jurdica violenta es un monopolio del EstadoHablamos de derecho estatal, esto

    es, derecho garantizado por el Estado, cuando y en la medida en que la garanta, la coaccin jurdica, se

    establece mediante los medios coactivos especficos, es decir, los medios fsicos en el caso normal de la

    comunidad poltica.

    Una norma jurdica es un mandato para realizar o abstenerse de realizar una conducta. Ms

    precisamente, es la expresin de un mandato. (WEBER, M. Economa y sociedad. Madrid. Fondo de

    Cultura Econmica, 1993).

  • TEMA VII: TICA Y DEONTOLOGA PROFESIONAL

    16

    Las normas legales vinculan a todos los ciudadanos, los pactos, emanados de la

    voluntad autnoma privada, individual o colectiva que sea, comprometen a quienes los

    asumen (convenio colectivo, contrato, estatutos de una asociacin).

    A lo largo de toda la historia siempre ha estado presente la demanda de

    legislacin por parte de la sociedad: puesto que no es posible el acuerdo, o cuando no

    es posible el acuerdo, que lo establezca el derecho. Se le da as al derecho el papel

    de zanjar la discusin, el ordenamiento jurdico tiene esa funcin de resolucin de los

    conflictos; hay que tener claro, sin embargo, que la existencia de la norma jurdica no

    dirime definitivamente la cuestin, el debate social sobre determinadas cuestiones

    permanece.

    Las sociedades occidentales son de hecho sociedades plurales, en las que el

    pluralismo es un valor social y jurdicamente asumido, lo que conlleva que coexistan

    diversas concepciones morales y que los planteamientos acerca de lo que es o no es

    ticamente correcto difieran en ocasiones.

    El legislador es, con frecuencia, reacio a dictar normas sobre cuestiones que

    implican conflictos de valores, dado que el derecho tiene el carcter de ultima ratio, de

    mnimo normativo que asegure la convivencia; y a menudo los colectivos implicados

    directamente por los problemas son los que tratan de forzar el cambio a travs del

    dictado de normas jurdicas. Hechos, valores y normas se implican y exigen

    recprocamente.2

    2 Teora tridimensional del derecho (Miguel Reale, 1997) tres elementos fundamentales hecho, valor

    y norma, pudiendo iniciar la aproximacin desde la dogmtica jurdica: del hecho al valor culminando en la

    norma, la segunda aproximacin sera desde la sociologa del derecho, se ira desde la norma hacia el

    valor culminando en el hecho y la tercera aproximacin se hara desde la filosofa del derecho, partiendo

    del hecho hacia la norma y culminando en el valor.

    Para Reale el punto de partida es el hecho, que pasando por el valor culmina en la norma, sin

    embargo seala que la creacin de normas parte del valor, que incide en un hecho, necesitndose de la

    participacin del poder para que se transforme en norma. El mencionado poder puede ser gubernamental,

    judicial, social annimo o contractual, lo que da origen, respectivamente a normas legales,

    jurisprudenciales, consuetudinarias o contractuales.

    En su formulacin terica Reale seala que el hecho es el objeto de estudio de la Fenomenologa, la

    norma es el objeto de estudio de la Gnoseologa y el valor es el objeto de estudio de la Deontologa. Esto,

  • BLOQUE IV: DEONTOLOGA PROFESIONAL Y CDIGO DEONTOLGICO

    17

    A lo largo de la historia del pensamiento, desde los presocrticos hasta el siglo

    XIX, la relacin entre tica y derecho se conceba como una relacin de subordinacin

    entre el derecho positivo (el dictado por el Estado) y el derecho natural, inspirado en la

    llamada ley natural, vlida para todos los hombre y todos los tiempos, inmutable y

    anterior a todo derecho positivo que deba serle fiel. Cuando la sociedad es

    homognea, con una concepcin tica comn, es factible hablar de prioridad de la

    moral frente al derecho, caso de la Europa medieval, del Imperio relativamente unitario

    en torno a la religin cristiana, pero las guerras de religin de los siglos XVI y XVII

    acabaron con el predominio de las tesis del derecho natural.

    La posicin que propugnaba la prioridad del derecho positivo se desarroll como

    consecuencia necesaria de esa experiencia. La teora del Estado moderno se fragua

    en torno al concepto de soberana como capacidad de imponer mandatos. La

    obligatoriedad de derecho emana de la autoridad del Estado para imponerlo, no de la

    bondad de sus contenidos. Esta autoridad se deriva de distintos fundamentos, segn

    la poca: inicialmente de las doctrinas del contrato social, ms delante de la defensa

    de los derechos del individuo contra el Estado, a travs de la divisin de poderes y del

    establecimiento de instituciones democrticas, sufragio universal, principio de

    legalidad, tutela efectiva de tribunales imparciales, igualdad y seguridad jurdicas.

    Desde el ltimo tercio del siglo XIX, el predominio positivista es casi absoluto. Tras la

    Segunda Guerra Mundial hay un resurgir del derecho natural, al considerar que la

    obediencia a cualquier derecho positivo haba propiciado la obediencia a las normas

    nazis.

    La gran refutacin histrica del positivismo fue, pues, la legislacin del Tercer

    Reich, experiencia que llev a Radbruch a publicar su ensayo Arbitrariedad legal y

    derecho supralegal en el que acuaba la frmula de que en caso de conflicto entre

    como hemos visto en los epgrafes anteriores dedicados a los diversos aspectos de la deontologa no es

    del todo correcto, pues la deontologa se encarga del estudio de los deberes, no del estudio de los

    valores, aunque, obviamente, tampoco se desentiende de ellos.

    La misin del derecho es sostener a la sociedad de modo pacfico, para ello necesita una

    herramienta eficaz, y esta es la norma jurdica.

  • TEMA VII: TICA Y DEONTOLOGA PROFESIONAL

    18

    seguridad jurdica y justicia, entre derecho y moral, hay que dar prioridad al derecho

    positivo salvo que su contradiccin con la justicia alcance un grado tan intolerable

    que la ley, en tanto que derecho injusto, tenga que ceder ante la justicia.

    El derecho no tendra razn de ser si no fuese porque los seres humanos

    comprendemos, previamente a la promulgacin de una norma concreta, que hay algo

    en nosotros que nos lleva a reconocer la dignidad de los dems, su personalidad y

    todo cuanto con esa personalidad y su capacidad de ser, tener y crear, le corresponde.

    La justicia del sistema estriba en el establecimiento del Estado de Derecho y en el

    reconocimiento de los Derechos Humanos, que se articulan como garanta del

    individuo frente a intromisiones indebidas.

    2. LAS NORMAS DEONTOLGICAS EN EL CONJUNTO DE SISTEMAS NORMATIVOS.

    La necesidad de consensuar patrones de conducta aceptables para la

    colectividad es una de las nuevas cuestiones de debate social. Tratndose de

    sociedades plurales, no hay un modelo nico asumido y la dificultad estriba en llegar a

    un acuerdo sobre cul es el contenido tico de estas pautas.

    Tener un sistema tico propio es una aspiracin de las personas que se dedican a

    actividades que tienen un especial reflejo en la colectividad, como la medicina, la

    abogaca, la poltica, el periodismo, la investigacin cientficaEn todos los campos

    hay necesidad de adoptar pautas ticas de comportamiento que las legitime ante el

    conjunto de los ciudadanos. Esta necesidad de legitimacin es naturalmente ms

    fuerte cuando lo que se trata es del servicio pblico y del personal que lo lleva a cabo,

    y cuanto ms afecte (el servicio pblico) a los derechos humanos, la necesidad ser

    ms acuciante.

    La necesidad, por demanda tica, de dotar a ciertas actividades de cdigos de

    conducta propios ha hecho aparecer los cdigos deontolgicos de los Colegios

    Profesionales de mdicos, abogados, periodistasSe incluyen normas de conducta

    que tambin se encuentran en textos legales y por lo tanto, obligan jurdicamente. Son

    supuestos en los que existe una doble sumisin a la norma: en tanto que profesionales

    deben observar una conducta tica prescrita por el colectivo profesional, cumpliendo

  • BLOQUE IV: DEONTOLOGA PROFESIONAL Y CDIGO DEONTOLGICO

    19

    con su cdigo deontolgico; en tanto que ciudadanos deben observar las leyes, que

    obligan jurdicamente.

    Las normas deontolgicas son algo que se sita ms all de la tica. Suponen la

    plasmacin positiva de un modelo tico que un determinado colectivo adopta como

    propio, y esa adopcin implica un plus de vinculatoriedad: ya no es la mera conciencia

    individual la que adopta unas reglas ticas, el que pretende elegir un modelo de

    conducta es el colectivo formado por los integrantes de una profesin.

    El lugar de las normas deontolgicas en la jerarqua de las distintas clases de

    normas que rigen nuestra conducta es: algo ms vinculante y sancionador que las

    normas morales y menos que el derecho.

    La norma tica se convierte en jurdica cuando adquiere tal relevancia que la

    colectividad estima que debe ser obligatoria para todos. Con las normas jurdicas lo

    que se persigue no es la perfeccin individual sino la convivencia y el bien comn. La

    norma jurdica se caracteriza por ser de obligado cumplimiento, su vulneracin tiene

    consecuencias reguladas tambin en normas. La norma jurdica manda, prohbe o

    permite actos humanos.

    El contenido tico o moral de las normas deontolgicas ha ayudado a la confusin

    sobre su naturaleza jurdica.

    Algunas de las normas deontolgicas que rigen profesiones por mucho contenido

    moral que tengan, por mucho que su origen sea consuetudinario son normas jurdicas

    porque participan de todas sus caractersticas: alteridad, posibilidad de ser ejecutadas

    coercitivamente, la sancin aparejada en caso de incumplimiento

    A veces existe el problema de que en algunos textos (de algunos colegios

    profesionales) se pretende que sus destinatarios deben anteponerlas a las propias

    normas jurdicas. En cualquier caso, los Derechos Humanos constituyen las bases

    jurdicas y el mnimo tico irrenunciable sobre los que deben asentarse las sociedades

    occidentales.

    Un profesional de cualquier especialidad, en particular de aquellas cuya actividad

    signifique colisin con la vida y la intimidad de otras personas puede fijar en el respeto

    a los Derechos Humanos el lmite tico a su actividad. En el Estado de Derecho la

  • TEMA VII: TICA Y DEONTOLOGA PROFESIONAL

    20

    salvaguarda y la promocin de los Derechos Fundamentales est claramente instituida

    por las leyes. En el caso espaol, la Constitucin propugna como valores superiores

    del ordenamiento la libertad, la igualdad y el pluralismo, dedicando el Ttulo I a los

    derechos y deberes fundamentales, a la proteccin de la dignidad humana, el libre

    desarrollo de la personalidad y el respeto a los derechos de los dems.

    El ejercicio de una profesin no es una mera peripecia personal, una profesin

    implica siempre un trabajo realizado para otros y, de alguna manera, con o junto a

    otros.

    Cabe calificar de sociales las exigencias morales que, se nos dirigen respecto a

    las conductas que nos relacionan con los dems. Una acepcin de moral social sera

    la de aquellas exigencias ticas que son morales en la medida en que no son jurdicas,

    y que surgen de los criterios ticos socialmente consolidados.

    La deontologa profesional ha cambiado de centro de gravedad cobrando una

    dimensin primordialmente relacional. Las expectativas sociales se convertirn as en

    elemento decisivo.

    Nos consideramos ticamente obligados a comportarnos como se espera que

    lo haga un profesional merecedor de la confianza de esos conciudadanos para los que

    se trabaja. Habremos igualmente de asumir unas pautas de comportamiento

    respetuosas con los derechos de las personas junto a o con las que se ejerce dicha

    labor.

    Las expectativas han de entenderse, a pesar de la importancia que tienen y se

    ha sealado, ms como sntoma o referencia que como fundamento ltimo de las

    exigencias deontolgicas. Se da por hecho que lo que el ciudadano puede esperar ha

    de moverse dentro de un implcito marco tico, vinculado al respeto de los derechos

    de los dems y a la salvaguarda del inters pblico.

    El objetivo mismo de toda deontologa profesional es la necesidad de hacer

    efectivas, en el ejercicio social de una profesin, determinadas exigencias ticas que

    desbordan (por su incidencia y por su posibilidad de verse sometidas a control), el

    mbito de la mera moral personal, sin llegar a requerir necesariamente un plena

    positivacin jurdica.

  • BLOQUE IV: DEONTOLOGA PROFESIONAL Y CDIGO DEONTOLGICO

    21

    Partiendo de la perspectiva moral que caracterizaba a la deontologa en su

    sentido ms amplio, el problema consistira en la necesidad de establecer (de la mano

    de una concepcin prctica de lo justo) una doble frontera sucesiva, hasta deslindar

    tres campos:

    a) el de las exigencias ticas maximalistas destinadas a dar paso a una

    persona modelo, perfeccionada en el ejercicio de su profesin;

    b) el de las exigencias ticas capaces de preservar la confianza de los

    ciudadanos, mediante el respeto de sus justas expectativas sobre el

    desenvolvimiento de un razonable modelo profesional;

    c) el de las exigencias ticas que, por hallarse ms directamente vinculadas a

    valores y derechos constitucionales se veran llamadas a gozar de la

    proteccin de las normas jurdicas, o incluso de sancin penal.

    Los deberes morales, propios de la deontologa profesional, parecen aspirar

    tambin a encontrar, por una parte, una decantacin experimental de lo exigible, y, por

    otra, favorecer en lo posible una saludable mnima intervencin jurdica.

    Se pretende promocionar un modelo de profesional que respete las

    expectativas depositadas por los ciudadanos en quienes desempean profesiones

    socialmente relevantes. No dejarn de esgrimir cuando convenga sanciones

    disciplinarias para hacer factible tan laudable empeo. Entra as en juego este peculiar

    escaln entre lo moral y lo jurdico. Los cdigos ticos profesionales habrn de ir, ms

    de una vez, por delante de la ley. No viene mal contar con este primario control de

    apariencia prejurdica para evitar ms de un destrozo por parte del ordenamiento

    jurdico habitualmente poco propicio a la sutilidad.

    Nuestro propio Tribunal Constitucional justifica la capacidad autorreguladora de

    los Colegios profesionales, no slo por su relevancia pblica, descartando toda

    identificacin simplista entre pblico y estatal, sino tambin por la peculiar situacin de

    sujecin especial que sus colegiados asumen. Ella justificara tal delegacin de

    potestades pblicas en entes corporativos dotados de amplia autonoma para la

    ordenacin y control del ejercicio de actividades profesionales.

  • TEMA VII: TICA Y DEONTOLOGA PROFESIONAL

    22

    Una vez que, con rango constitucional se prohben los Tribunales de Honor en el

    mbito de la Administracin civil y de las organizaciones profesionales (artculo 26

    CE) cabe excluir de la deontologa profesional en sentido estricto cualquier tipo de

    exigencia sin respaldo jurdico. Lo que gravitara sobre los profesionales no seran

    exigencias ticas meramente morales, sino propiamente jurdicas. Por ms que su

    fuente inmediata no hayan sido los poderes pblicos sino las corporaciones (no menos

    pblicas) en las que han delegado un amplio mbito de autorregulacin. En

    consecuencia, su rgimen disciplinario queda sometido a ulterior control jurisdiccional,

    sin que se convierta en cosa juzgada en mbito alguno ajeno a lo jurdico.

    A las normas deontolgicas la jurisprudencia le reconoce eficacia jurdica y no

    son, sin embargo, normas legales, ni son, tampoco, producto de libre y voluntario

    acuerdo de los ciudadanos.

    La coexistencia de diversos sistemas de normas (deontolgicas, jurdicas, ticas)

    regulando las conductas contribuye a la creacin de un entramado regulador que

    coadyuva a la cohesin y garantiza la existencia de un control social realizado a

    distintos niveles.

    III. EL CDIGO DEONTOLOGICO DEL EMPLEADO PUBLICO EN ESPAA

    Es una constante el inters de los distintos Estados por elevar los

    principios ticos aplicados al empleado pblico a un cdigo deontolgico o un manual

    de buenas prcticas que en general tiene como carcter comn la universalidad

    (BAUTISTA, 2005). Constante que tiene su origen en los pases anglosajones y en el

    sector privado o empresarial. La Administracin Pblica ha cambiado notablemente y

    as sus propios valores. Ha dejado de ser una pirmide de normas bien conocidas que

    situaba en su vrtice al jefe de la organizacin y que se alimentaba a s misma. Hoy en

    pro de la eficiencia existe una administracin mucho ms compleja y muy

    especializada compuesta por numerosos organismos a los que las personas que

    ingresan traen sus conocimientos no pudiendo dejar al libre albedro de estos la

    interpretacin de las normas comunes. El funcionario no es annimo y el fin de la

    administracin son tanto los resultados como la calidad del servicio.

  • BLOQUE IV: DEONTOLOGA PROFESIONAL Y CDIGO DEONTOLGICO

    23

    En principio observamos que en un sistema como el nuestro, tan

    reglamentado, parecera innecesaria la existencia de estos cdigos de conducta que

    recogen principios generales. La respuesta es que estas normas interpretan conductas

    a realizar por el empleado pblico desde el lado de la tica. Hoy al empleado pblico

    se le exige que cumpla con la ley y que adems haga bien su trabajo.

    Suele citarse por los autores como un antecedente histrico importante en la

    materia el informe Nolan .Debe su nombre a Lord Nolan, presidente del Comit de

    estndares de la vida pblica en el Reino Unido , que en 1.995 publica sus

    conclusiones y ya es referente no solo de la vida pblica inglesa 3. Resume en siete

    los principios de la vida pblica que son: Inters pblico del personal al servicio de la

    administracin , integridad , objetividad y mrito, responsabilidad , transparencia,

    honestidad y capacidad de decisin. Antes podramos citar en 1.993 el Cdigo

    Clinton, el Codice di Condotta italiano de 1.993 o la Carta deontolgica del Servicio

    Pblico francs tambin de 1.993, habindose celebrado en 1.994 en Washington el

    I Congreso internacional de Etica Pblica con asistencia de 55 pases .

    En nuestro pas la Ley 5/2006, de 10 de Abril de regulacin de conflictos

    de intereses de los miembros del Gobierno y altos cargos de la Administracin General

    del Estado y la Ley 7/2007, de 12 de abril, del Estatuto Bsico del Empleado Pblico,

    significan el inicio en la materia que nos ocupa de una nueva era. Y es que esta Ley

    en sus arts. 52,53 y 54 detalla el cdigo de conducta de los empleados pblicos

    (LPEZ LAGUNA, 2008).Al respecto hemos de sealar que an siendo novedoso

    muchas cuestiones deberan referirse a la Administracin Pblica y no al empleado

    pblico echndose en falta una previa definicin de la Administracin del siglo XXI. O

    como se ha dicho es ms, la verdadera dimensin que explica porqu las

    administraciones pblicas deben responder en sus actuaciones a una serie de

    principios o valores y porqu los funcionarios o los empleados pblicos deben cumplir

    unos principios ticos y ajustar su comportamiento a unas normas de conducta, no es

    consecuencia de que las administraciones pblicas deban ser, originariamente, de una

    u otra manera, sino que ambas cosas son consecuencia del reconocimiento de los

    derechos que tienen los ciudadanos y a los que los poderes pblicos deben servir. Por

    3 Completo en Normas de conducta para la vida pblica (Informe Nolan) Documentos INAP. Madrid. 1996. Acaso por el contexto en que nace el informe Nolan (aumento escandaloso de la corrupcin en gobiernos europeos) hace que sea objeto de gran atencin y estudio.

  • TEMA VII: TICA Y DEONTOLOGA PROFESIONAL

    24

    todo ello, creo que hubiera sido ms conveniente elaborar un texto independiente, ms

    en lnea con la prctica anglosajona, que aqu nos lleva una clara delantera, que

    recogiera sistemticamente los derechos de los ciudadanos ante la administracin, los

    valores que inspiran en las organizaciones pblicas que los sirven y los principios

    ticos y normas de conducta que, en consecuencia, les son exigibles a los empleados

    pblicos (GMEZ POMAR, 2007). Y para ello el debate es si ha de ser universal y

    generalista o referidos a las distintas organizaciones (no es lo mismo un cdigo

    deontolgico para la Hacienda Pblica que para la Sanidad), aunque es verdad que

    numerosas cuestiones de este texto legal han de ser luego desarrolladas, de ah la

    importancia del Cdigo deontolgico del personal penitenciario. Seala el citado

    Estatuto lo que sigue:

    Artculo 52. Deberes de los empleados pblicos. Cdigo de Conducta. Los empleados pblicos debern desempear con diligencia las tareas que tengan

    asignadas y velar por los intereses generales con sujecin y observancia de la

    Constitucin y del resto del ordenamiento jurdico, y debern actuar con arreglo a los

    siguientes principios: objetividad, integridad, neutralidad, responsabilidad,

    imparcialidad, confidencialidad, dedicacin al servicio pblico, transparencia,

    ejemplaridad, austeridad, accesibilidad, eficacia, honradez, promocin del entorno

    cultural y medioambiental, y respeto a la igualdad entre mujeres y hombres, que

    inspiran el Cdigo de Conducta de los empleados pblicos configurado por los

    principios ticos y de conducta regulados en los artculos siguientes.

    Los principios y reglas establecidos en este Captulo informarn la interpretacin y

    aplicacin del rgimen disciplinario de los empleados pblicos.

    Artculo 53. Principios ticos. 1. Los empleados pblicos respetarn la Constitucin y el resto de normas que

    integran el ordenamiento jurdico.

    2. Su actuacin perseguir la satisfaccin de los intereses generales de los

    ciudadanos y se fundamentar en consideraciones objetivas orientadas hacia la

    imparcialidad y el inters comn, al margen de cualquier otro factor que exprese

    posiciones personales, familiares, corporativas, clientelares o cualesquiera otras que

    puedan colisionar con este principio.

    3. Ajustarn su actuacin a los principios de lealtad y buena fe con la Administracin

    en la que presten sus servicios, y con sus superiores, compaeros, subordinados y

    con los ciudadanos.

  • BLOQUE IV: DEONTOLOGA PROFESIONAL Y CDIGO DEONTOLGICO

    25

    4. Su conducta se basar en el respeto de los derechos fundamentales y libertades

    pblicas, evitando toda actuacin que pueda producir discriminacin alguna por razn

    de nacimiento, origen racial o tnico, gnero, sexo, orientacin sexual, religin o

    convicciones, opinin, discapacidad, edad o cualquier otra condicin o circunstancia

    personal o social.

    5. Se abstendrn en aquellos asuntos en los que tengan un inters personal, as como

    de toda actividad privada o inters que pueda suponer un riesgo de plantear conflictos

    de intereses con su puesto pblico.

    6. No contraern obligaciones econmicas ni intervendrn en operaciones financieras,

    obligaciones patrimoniales o negocios jurdicos con personas o entidades cuando

    pueda suponer un conflicto de intereses con las obligaciones de su puesto pblico.

    7. No aceptarn ningn trato de favor o situacin que implique privilegio o ventaja

    injustificada, por parte de personas fsicas o entidades privadas.

    8. Actuarn de acuerdo con los principios de eficacia, economa y eficiencia, y vigilarn

    la consecucin del inters general y el cumplimiento de los objetivos de la

    organizacin.

    9. No influirn en la agilizacin o resolucin de trmite o procedimiento administrativo

    sin justa causa y, en ningn caso, cuando ello comporte un privilegio en beneficio de

    los titulares de los cargos pblicos o su entorno familiar y social inmediato o cuando

    suponga un menoscabo de los intereses de terceros.

    10. Cumplirn con diligencia las tareas que les correspondan o se les encomienden y,

    en su caso, resolvern dentro de plazo los procedimientos o expedientes de su

    competencia.

    11. Ejercern sus atribuciones segn el principio de dedicacin al servicio pblico

    abstenindose no solo de conductas contrarias al mismo, sino tambin de

    cualesquiera otras que comprometan la neutralidad en el ejercicio de los servicios

    pblicos.

    12. Guardarn secreto de las materias clasificadas u otras cuya difusin est prohibida

    legalmente, y mantendrn la debida discrecin sobre aquellos asuntos que conozcan

    por razn de su cargo, sin que puedan hacer uso de la informacin obtenida para

    beneficio propio o de terceros, o en perjuicio del inters pblico.

    Artculo 54. Principios de conducta. 1. Tratarn con atencin y respeto a los ciudadanos, a sus superiores y a los restantes

    empleados pblicos.

  • TEMA VII: TICA Y DEONTOLOGA PROFESIONAL

    26

    2. El desempeo de las tareas correspondientes a su puesto de trabajo se realizar de

    forma diligente y cumpliendo la jornada y el horario establecidos.

    3. Obedecern las instrucciones y rdenes profesionales de los superiores, salvo que

    constituyan una infraccin manifiesta del ordenamiento jurdico, en cuyo caso las

    pondrn inmediatamente en conocimiento de los rganos de inspeccin procedentes.

    4. Informarn a los ciudadanos sobre aquellas materias o asuntos que tengan derecho

    a conocer, y facilitarn el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus

    obligaciones.

    5. Administrarn los recursos y bienes pblicos con austeridad, y no utilizarn los

    mismos en provecho propio o de personas allegadas. Tendrn, asimismo, el deber de

    velar por su conservacin.

    6. Se rechazar cualquier regalo, favor o servicio en condiciones ventajosas que vaya

    ms all de los usos habituales, sociales y de cortesa, sin perjuicio de lo establecido

    en el Cdigo Penal.

    7. Garantizarn la constancia y permanencia de los documentos para su transmisin y

    entrega a sus posteriores responsables.

    8. Mantendrn actualizada su formacin y cualificacin.

    9. Observarn las normas sobre seguridad y salud laboral.

    10. Pondrn en conocimiento de sus superiores o de los rganos competentes las

    propuestas que consideren adecuadas para mejorar el desarrollo de las funciones de

    la unidad en la que estn destinados. A estos efectos se podr prever la creacin de la

    instancia adecuada competente para centralizar la recepcin de las propuestas de los

    empleados pblicos o administrados que sirvan para mejorar la eficacia en el servicio.

    11. Garantizarn la atencin al ciudadano en la lengua que lo solicite siempre que sea

    oficial en el territorio.

    IV. GLOSARIO Beneficiencia: Virtud de hacer el bien. Autonoma: Condicin del individuo que de nadie depende bajo ciertos aspectos. Probidad: Honradez, rectitud, integridad, hombra de bien. Decoro: Honor, respeto, honra, pureza. Altruismo: Abnegacin, esmero y complacencia con el bien ajeno. Integridad: Probo, recto, honrado.

  • BLOQUE IV: DEONTOLOGA PROFESIONAL Y CDIGO DEONTOLGICO

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    Transparencia: Que se adivina sus intenciones. Honestidad: Compostura, decencia, recato, pudor, cortesa, decoro. Liderazgo: Accin de guiar o conducir una agrupacin o colectividad. Moralidad: Conformidad de los actos o doctrinas con los principios de la moral.

  • TEMA VII: TICA Y DEONTOLOGA PROFESIONAL

    28

    V. BIBLIOGRAFA

    Para profundizar pueden verse, entre otros:

    BAUTISTA, O. D.: Los Cdigos ticos en el marco de las Administraciones Publicas

    contemporneas. Valores para un buen gobierno,

    http://eprints.ucm.es/6971/1/art-culo-cortes1.pdf.

    CASADO, M.: tica, derecho y deontologa profesional,

    http://www.ajs.es/downloads/vol0604.pdf.

    DELGADO DE MIGUEL, J. F.: Acerca del fundamento moral de los principios

    deontolgicos profesionales en Etica de las profesiones jurdicas. Estudios sobre

    Deontologa. Universidad Catlica San Antonio. Murcia 2003.

    FERNNDEZ FERNNDEZ, J. L.: La economa como oportunidad y reto de la tica

    profesional, en tica en las profesiones, (Comp. HORTAL, A. y FERNNDEZ, J. L.),

    Universidad Pontificia de Comillas, 1994.

    GMEZ POMAR, J.: tica Pblica y el nuevo Estatuto del Empleado Pblico. http://corporateresponsibility.blogs.ie.edu/2007/05/04/etica-publica-y-el-nuevo-estatuto-

    del-empleado-publico/.

    GONZLEZ ANLEO, J.: Las profesiones en la sociedad corporativa, en tica en las

    profesiones, (Comp. HORTAL, A. y FERNNDEZ, J. L.), Universidad Pontificia de

    Comillas, 1994.

    GRACIA, D.: Fundamento de la Biotica, Eudema, Madrid, 1989.

    HORTAL, A: La tica profesional en el contexto universitario. Universidad Pontificia

    Comillas. Madrid 1994.

    HORTAL, A.: Planteamientos de una tica profesional, en tica en las profesiones,

    (Comp. HORTAL, A. y FERNNDEZ, J. L.), Universidad Pontificia de Comillas, 1994.

    HORTAL, A. y FERNNDEZ, J. L.: tica en las profesiones, Universidad Pontificia de

    Comillas, 1994.

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    IGLESIAS, T.: El discutible valor jurdico de las normas deontolgicas,

    http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2528763.

    LOPEZ LAGUNA, F. M. (Directora de la Oficina de Conflicto de intereses del MAP), El cdigo tico de los

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    http://www.unizar.es/gobierno/gerente/26jornadas_gerencia/Codigo%20etico/CODIGO%20ETICO%20DE

    %20LOS%20EMPLEADOS%20PUBLICOS%20ponencia.pdf.

    OLLERO TASSARA, A.: Deontologa jurdica, THMES, Revue de la B.P.C.,

    www.philosophiedudroit.org.

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    Administracin Pblica en tica de las profesiones jurdicas. Estudios sobre

    Deontologa. Universidad Catlica San Antonio. Murcia 2003.

    SNCHEZ-STEWART, N.: Norma deontolgica y norma tica, La Tribuna del

    Derecho. Febrero 2009, http://www.icam.es/docs/ficheros/200902110001_6_3.pdf.

    SANTAELLA LOPEZ, MANUEL: tica de las Profesiones Jurdicas. Universidad

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