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    TEMASLASALIANOS

    HERMANOS DE LAS ESCUELAS CRISTIANAS

    Casa San Juan Bautista de La Salle 476, Via Aurelia 00100 ROMA

    1998

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    PRESENTACIN

    Al presentar el primer volumen de los Temas Lasalianos, el Hno. Len Lauraire anunciaba, el 6 denoviembre de 1992, "un centenar de artculos, a partir de los escritos de La Salle". Hoy hemos alcanzadoel jaln de los 99, y sera bueno continuar al recorrido.

    Este tercer volumen ostenta ms claramente que los precedentes la diferencia de tipos de escrituraentre los diversos artculos. Junto a noticias estrictamente centradas en el empleo de un trmino, hayotras con tal amplitud que estuvimos pensando en publicarlas aparte. Por ejemplo, Castidadpor el Hno.Jaume Pujol, o Gua de las Escuelas Cristianas por el Hno. Len Lauraire, o tambin imitacin deCristo por el Hno. Antonio Botana. Pero, dado que se estim que dichas aportaciones eran valiosas, elcomit de lectura decidi publicarlas ntegramente.

    Cierto nmero de lectores ha manifestado su inters por los Temas Lasalianos, y al mismo tiempo hadeclarado su sorpresa por el retraso con que aparece este tercer volumen. La razn es muy sencilla: paradisminuir el precio de coste de sus publicaciones, los Estudios Lasalianos tratan de componerlos,siempre que sea posible, en el ordenador, pero sin recurrir a personas externas. Esta opcin ha retrasadocasi un ao la aparicin del presente volumen: se requiri tiempo para disponer de los equiposnecesarios y para adquirir la maestra necesaria para realizar el trabajo. Esperamos que la calidad de laobra compense ampliamente a los lectores por el retraso que se les ha impuesto.

    Son numerosos los que han colaborado en Temas Lasalianos 3, tanto para la composicin de losartculos, como para su relectura, traduccin y configuracin de las pginas. Quiero agradecer a todos,uno por uno, por la parte asumida en la tarea comn. Ya hay algunos que se han ofrecido para contribuira redactar el cuarto volumen, porque sienten que en nuestra hora es necesaria la palabra lasaliana sobrealgunos asuntos, previstos cuando se traz el proyecto pero que todava no han sido tratados.

    Sobre varios de tales temas no se han propuesto todava los autores, sin duda porque no ha habidoalgn Hermano que haya trabajado ya esas cuestiones de manera profunda. No se puede improvisar, nisiquiera en plan sucinto, por ejemplo sobre temas como alma-cuerpo o sobre direccin de conciencia.Hay otros temas, por el contrario, que s han sido ya objeto de artculos, pero que no han sido retenidos

    por el comit de lectura, al comprobar que no reflejaban sino muy parcialmente el dinamismo delpensamiento de san Juan Bautista de La Salle, o porque no encajaban en el objetivo de la coleccinTemas Lasalianos. Ya que partir de las concepciones actuales para dar con puntos de apoyo de lasmismas en los escritos del Fundador no sera satisfactorio. Vale ms hacer que broten, con paciencia, dela obra lasaliana entera, la fundacin vivida y los escritos, los ejes de una reflexin y, slo despus,

    podra confrontarse con las solicitudes de nuestro tiempo.

    El comit de lectura manifiesta, pues, el deseo de que se redacte el cuarto tomo de los TemasLasalianos -que ser el ltimo- porque estima que el esfuerzo de reflexin y de redaccin que hay que

    emprender corresponde a puntos-clave de la gestin lasaliana. Mediante ese esfuerzo, pensamos que lacoleccin Temas Lasalianos alcanzar el objetivo que le fue asignado y responder a las expectativas desus lectores.

    Roma, el 9 de octubre de 1996 Hno. AlainHoury, director de los Estudios Lasalianos

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    Autores del Tercero VolumenHermanos: Distrito:

    Rodolfo ANDUR ZAMORA ChileGiles BEAUDET CanadFerdinand BLAIS CanadAntonio BOTANA CAEIRO Central de EspaaJorge BONILLA SORT DE SANZ Mxico NordeJuan Jos BRUNET GUTTIERREZ BilbaoMichael BUTTIGIEG MaltaJacques GOUSSIN FranciaToribio GUTIRREZ ALONSO MadridEdgard HENGEMLE Porto AlegreJos-Luis HERMOSILLA GARCA AndalucaAlain HOURY FranciaLen LAURAIRE FranciaJoseph LE BARS FranciaAugustine Robert LOES Nueva YorkLeonard MARSH L.I.N.E.Yves POUTET FranciaJaume PUJOL i BARDOLET CatalunyaHilaire RAHARILALAO AntananarivoOdn RAZAFINDRAKOTO AntananarivoLuke SALM Nueva YorkSecondino SCAGLIONE TorinoJean-Louis SCHNEIDER Francia

    Bernard SIMN FranciaLorenzo TEBAR BELMONTE Central de Espaa

    Comit de LecturaBOTANA CAEIRO Antonio Central de EspaaHOURY Alain FranciaLAURAIRE Len FranciaSALM Luke Nueva York

    TEBAR BELMONTE Lorenzo Central de Espaa

    TraductoresHermano Saturnino GALLEGOHermano Jos Luis RODRGUEZ (Gua)

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    TABLA DE SIGLAS DE LOS LIBROS del Antiguo y del Nuevo TESTAMENTO

    Ab Abdas

    Ag AgeoAm Ams

    Ap Apocalipsis

    Ba Baruc

    1 Co 1.aepstola a los Corintios

    2 Co 2.aepstola a los Corintios

    Col Epstola a los Colosenses

    1 Cr Libro primero de las Crnicas

    2 Cr Libro segundo de las Crnicas

    Ct Cantar de los CantaresDn Daniel

    Dt Deuteronomio

    Ef Epstola a los Efesios

    Esd Esdras

    Est Ester

    Ex xodo

    Ez Ezequiel

    Flm Epstola a Filemn

    Flp Epstola a los FilipensesGal Epstola a los Glatas

    Gn Gnesis

    Ha Habacuc

    Hb Epstola a los Hebreos

    Hch Hechos de los Apstoles

    Is Isaas

    Jb Job

    Je Jueces

    Jdt Judit

    Jl Joel

    Jn Evangelio segn san Juan

    1 Jn 1.aepstola de san Juan

    2 Jn 2.aepstola de san Juan

    3 Jn 3.aepstola de san Juan

    Jon Jons

    Jos Josu

    Jr Jeremas

    Judas Epstola de san Judas

    Lc Evangelio segn san Lucas

    Lm Lamentaciones

    Lv Levtico

    1 M Libro primero de los Macbeos

    2 M Libro segundo de los Macabeos

    Mc Evangelio segn san Marcos

    Mi Miqueas

    Ml Malaquas

    Mt Evangelio segn san Mateo

    Na Nahn

    Ne Nehemas

    Nm Nmeros

    Os Oseas

    1 P 1.aepstola de san Pedro

    2 P 2.aepstola de san Pedro

    Pr Proverbios

    Qo Ecleisasts (Qohlet)

    1 R Libro primero de los Reyes

    2 R Libro segundo de los Reyes

    Rm Epstola a los Romanos

    Rt Rut

    1 S Libro primero de Samuel

    2 S Libro segundo de Samuel

    Sal Salmos

    Sb Sabidura

    Si Eclesistico (Sircida)

    So Sofonas

    St Epstola de Santiago

    Tb Tobas

    1 Tm 1.aepstola a Timoteo

    2 Tm 2.aepstola a Timoteo

    1Ts 1.aepstola a los Tesalonicenses

    2 Ts 2.aepstola a los Tesalonicenses

    Tt Epstola a Tito

    Za Zacaras

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    TABLA DE SIGLAS DE LOS TEXTOS LASALIANOS

    BER, Bd Conduite admirable...; por el Hno. Bernard, CL 4

    Traduccin espaola: Frre Bernard, Vida del Seor De La Salle.

    BLAIN 1 Vie de Monsieur Jean-Baptiste de La Salle,par le chanoine Blain, lrepartie, CL 7

    BLAIN 2 dem, 2mepartie, CL 8

    C Coleccin de varios trataditos, Paris-Madrid-Barcelona, 1914/1939

    CE Conduite des coles chrtiennes, CL 24Traduccin espaola (fragmentos), BAC 478, pp. 737-771

    DA Les Devoirs d'un Chrtien envers Dieu, I, CL 20Traduccin espaola (fragmentos), BAC 478, pp. 795-808

    DB Les Devoirs d'un Chrtien envers Dieu, II, CL 21Traduccin espaola (fragmentos), BAC 478, pp. 809-815

    DC Du Culte extrieur et public, CL 22Traduccin espaola (fragmentos), BAC 478, pp. 816-829

    E Exercices de pit, CL 18Traduccin espaola (observaciones), BAC 478, pp. 774-775

    EM Explication de la Mthode d'oraison, CL 14; CL 50, pp. 1-171Traduccin espaola, BAC 478, pp. 191-283

    FD Rgle du Frre Directeur, CL 25, pp. 153-162Traduccin espaola, BAC 478, pp. 179-190

    FV Formule des voeux, CL 2, pp. 40 y 42Traduccin espaola, BAC 478, pp. 725

    GA Grana Abrg des Devoirs, CL 23Traduccin espaola (Advertencia), BAC 478, pp. 830-832

    I Instructions et Prires, CL 17Traduccin espaola (fragmentos), BAC 478, pp. 776-794

    L Lettres de Saint Jean-Baptiste de La SalleTraduccin espaola,Las Cartas de San Juan Bautista de La Salle

    Coleccin SINITE 4, Madrid, 1962, 452 pp.

    MAC Vie de M. de La Sallepar F.E. Maillefer, Ms Carbon, CL 6

    MAR Vie de M. de La Sallepar F.E. Maillefer, Ms de Reims, CL 6

    Traduccin espaola, Vida del Seor de La Salle, Bogta, 1977, 152 pp.

    MC Mmoire des Commencements, CL 10, pp. 105-109

    MD Mditations pour les dimanches, CL 12Traduccin espaola, BAC 478, pp. 289-423

    MF Mditations sur les principales ftes, CL 12Traduccin espaola, BAC 478, pp. 424-632

    MH Mmoire sur l'habit, CL 11, pp. 349-354; CL 5, pp. 256-262Traduccin espaola, BAC 478, pp. 716-724

    MR Mditations pour le Temps de la Retraite, CL 13Traduccin espaola, BAC 478, pp. 633-678

    R Recueil de diffrents petits traits, CL 15Traduccin espaola (seleccin), BAC 478, pp. 679-710; y en C

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    RB Les Rgles de la Biensance et de la Civilit chrtienne, CL 19Traduccin espaola (fragmentos), BAC 478, pp. 836-854

    RC Rgles communes, texto de 1718, CL 25

    Traduccin espaola, BAC 478, pp. 137-178

    RD Directoire(s), CL 15, pp. 122-132

    RI Rgles que je me suis imposes, Blain 2, pp. 318-319; o CL 10, pp. 114-116Traduccin espaola, BAC 478, pp. 713-715

    VL Vocabulaire lasallien, Rgion France, 1985-1988

    OTRAS SIGLAS O ABREVIATURAS

    AEP M. SAUVAGE-M.CAMPOS,Anunciar el Evangelio a los pobres

    Traduccin del francs por Guillermo Dagnino. Editorial Bruo, Lima-Per, 423 pp.BJ Biblia de Jerusaln (los autores de CL 50 remiten a la edicin "compacta" de 1988; cf. CL 50,

    p. 185; aqu hemos utilizado la edicin espaola, DDB, 1967)

    CAL M. SAUVAGE,Cataquesis y laicado.Traduccin del francs, Coleccin SINITE 6 (t. I, 526 pp.) y 7 (t. II, 535 pp.)Tejares-Salamanca-Madrid, Instituto S. Po X, 1963

    CBJ Concordance de la Bible de Jrusalem, 1962

    DS Dictionnaire de spiritualit, Pars, Beauchesne, 1937...

    N Notas que acompaan al texto de la EM (CL 50)

    TOB Traduction Oecumnique de la Bible

    VTB X.L. DUFOUR,Vocabulario de Teologa bblica, Barcelona, Herder, 1973.

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    Indice general - Temas lasalianos 1-2-3

    3. Abandono en manos de laProvidencia

    1.Accin de Dios2.Alegra1. Amor/ Caridad

    1. ngeles custodes

    1. Apstol

    1. Artesanos-... en la escuela lasaliana-... y pobres

    1. Asociacin-como estilo de vida y accin-en los orgenes

    1. Bondad / Ternura

    1. Cnticos Espirituales

    3. Castidad

    1. Catecismo

    3. Celo

    3. Comunidad, Sociedad, Instituto

    1. Consagracin

    1. Consejos evanglicos

    1. Consuelos - Tibieza - Sequedades1. Conversaciones

    1. Conversin-segn La Salle-proceso de conversin

    1. Corazn / Mover los corazones

    1. Correccin

    1. Cortesa y Urbanidad cristiana

    1. Cristiano

    3. Deber, Obligacin

    1. Deberes del Cristiano

    3. Devocin, Devociones

    3. Devocin a San Jos

    1. Devocin mariana

    3. Dios

    3. Director

    1. Discpulos

    1. Educacin / Criar

    1. Ejemplo / Edificacin

    1.Ejercicios

    3. Empleo

    2.Encarnacin3.Escuela1. Espritu del cristianismo

    1. Espritu del mundo

    1. Estado

    3. Estabilidad

    2. Fe, espritu de fe

    1.Fidelidad / Perseverancia

    2.Formacin3.Gratuidad3. Gua

    3. Gua de las Escuelas Cristianas

    2. Hbito de los Hermanos

    2. Hermanos de las Escuelas

    Cristianas

    3. Humildad

    1. Iglesia3. Imitacin de Cristo

    -El seguimiento de Cristo-Dinamismos lasalianos

    2. Inspiraciones (Movimientos delEspritu)

    3. Instruccin(es) - Instuir (a los

    nios)

    2.Justicia3.Leer en francs2. Maestro cristiano

    1. Mandamientos (Dios / Iglesia)

    1. Mansedumbre

    3. Ministerio, Ministro

    2. Misin, Envio

    2.Misterio3.Modestia

    2. Mortificacin

    2. Mundo y relacin con el mundo

    1.Nio / Escolar / Discpulo

    2.Noviciado3.Obediencia2.Obra de Dios3.Oracin2.Padres de alumnos3.Paz3. Pecado

    2.Penitente (Penitencia)3.

    Piedad

    2.Pobres3.La Recompensa del Maestro3. Redencin

    2.Reflexin3.Religioso2. Regla - Regularidad

    2. Relacin Maestro-Alumno

    2. Renovacin

    2. Renunciamiento / Desprendi-miento

    2. Retiro

    2. Sacramentos

    2.Salvacin3.La Santa Misa2. Santos

    2. Silencio

    2. Simple atencin (Contemplacin)

    2.Soledad3. Sufrimiento (sufrir y sus

    derivados)

    3. Unin entre los Hermanos

    2. Verdad

    2.Vigilancia3.Virtudes del Maestro2. Votos

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    66. ABANDONO EN MANOS

    DE LA PROVIDENCIA

    Sumario1.Testimonios de contemporneos cercanos.

    2.Enseanza de la meditacin 672.1. Rplica de los Maestros: Usted se despacha a su gusto 2.2. Ejemplo del Padre Barr 2.3. Compromiso

    personal 2.4. Lo temporal de los obreros apostlicos.3. Exigencia de pobreza y de previsin3.1. Con Gabriel Drolin 3.2. La orden de la Providencia .

    4. Dios es quien, por su Providencia, estableci las Escuelas Cristianas (MR 193)4.1. Providencia de Dios y ministerio de Iglesia 4.2. El abandono al proceder de Dios.

    5.Conclusin: Abandonarse, hoy, en manos de la Providencia.

    Para existir, el hombre tiene que encargarse de s mismo, asumir sus responsabilidades, afianzar sudominio sobre el mundo. Sin embargo, experiencias como la belleza, el amor o el encuentro con Dios le

    conducen a desprenderse, a entregarse... hasta la muerte que es desapego de s. Fiarse totalmente de ladivina Providencia o utilizar los medios que Dios nos ofrece; entregarse como pura prdida de s mismo orenunciar a su responsabilidad como hombre: dnde est la frontera para compartir? La fascinacin de las

    sectas hoy en da, la querella del quietismo ayer: no es fcil encontrar los puntos de referencia de la santaentrega.

    1. TESTIMONIOS DE CONTEMPORNEOS CERCANOS

    El retrato del Seor Juan Bautista de La Salle,

    grabado en el frontispicio de la edicin prncipe delas MR y de las MDF, lleva un cartel que enumeralas virtudes cristianas practicadas por el Fundadorde los Hermanos de las Escuelas Cristianas, el cual[...] vivi en total abandono a la Providenciadurante los cuarenta aos que permaneci con los

    Hermanos de su Instituto. El Hermano Timoteo,Superior General,

    al editar esas meditaciones en 1730, daba

    seguramente su aval a tal compendio, seguro de queinterpretaba el rasgo dominante de cmo el Seor deLa Salle haba vivido las virtudes cristianas, sobretodo [la] caridad y [el] celo por la educacin de la

    juventud, en particular de los pobres.El Seor Bayn, fallecido en 1696, fue director

    espiritual del Seor de La Salle. Admirabasu aban-

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    dono a la divina Providencia y su resignacin sinreserva a la voluntad de Dios (CL 7,330).

    En 1703, en su carta, Charles de la Grange,prroco de Villiers-le-Bel, refiere el rechazo, porparte de los Hermanos de Pars, para aceptar un

    Superior eclesistico que reemplazara al Seor de LaSalle: No puede uno sentirse tan edificado como yolo estoy [...]por su pleno abandono a la Providencia[...] No hay nada de quietismo en el asunto (CL7,418).

    Al citar el testimonio de un cannigo de lacatedral de Lan (probablemente Fierre Guyart), queconoci muy de cerca al Fundador de los Hermanos,Blain puede afirmar tambin quesu abandono

    heroico a la divina Providencia, era el rasgoprincipal del carcter propio del Seor de La Salle(CL 8,254s y 262).

    Al respaldar este aserto, los ejemplos demuestranque no se trata ante todo de un proyecto asctico,

    sino de de la misma existencia de las EscuelasCristianas. El P. Barr, que fue en Francia el primerfundador de las Escuelas cristianas y gratuitas (CL7,172), no haba conseguido encontrar genteadecuada para entregarse al total desasimiento y alabandono en manos de la divina Providencia (CL7,146), exigidos por semejante empresa. JuanBautista de La Salle, unido a unos pocosacompaantes, tuvo que acertar con la senda.

    2. ENSEANZA DE LA MEDITACIN 67La meditacin 67, titulada "Del descuido de s en

    manos de la Providencia", advierte a los Hermanosque en el Evangelio del da, Jesucristo se dirige aellos particularmente cuando dice: "Buscad primeroel reino de Dios" (Mt 6,33).

    Los Hermanos se sienten interpelados por raznde su propia vocacin, que les mueve a contribuir alestablecimiento del Reino de Dios en el corazn desus alumnos (MD 67,1). El segundo punto pone alos Hermanos ante la prueba convincente:"Contemplad los lirios del campo..." que Jess da asus apstoles. S cumpliendo con su obligacin, sedesvelan exclusivamente por que reine Dios en suscorazones y en el de los otros, nunca les faltar lonecesario: la fe sale como garante (MD 67,2).

    2.1. Rplica de los Maestros:"Usted se despacha a su gusto!"

    No es la primera vez que el Sr. de La Sallemantiene semejante lenguaje de perfeccin con suscompaeros (CL 7, 191). En 1682 lanzaba la mismallamada a los maestros inquietos por su porvenireconmico, de confiar plenamente en la Providencia(CL 7,187).

    "Ud. se despacha a su gusto, le dijeron, porque aVd. no le falta nada... Si nuestra fundacin sedesploma, Vd. queda en pie y el cambio de nuestroestado no quebranta el suyo... La pobreza sernuestro nico lote y la mendicidad el nico alivio"(CL 7,188).

    La respuesta brutal de los maestros manifiestaentonces al Sr. de La Salle que su referenciaevanglica

    es impertinente ya que no comparte la condicin deaquellos a quienes pretende exhortar (cf. AEP 55).

    Despus de mucho vacilar y pensar se decide porfin a renunciar a la canonja y despus a supatrimonio. J. Bta. Blain, su bigrafo, nos describela actitud de La Salle tratando de solventar el asuntode su patrimonio: Fundar escuelas (= invertir uncapital para su mantenimiento) a ejemplo de NicolsRoland, que es lo que desean los maestros y susamigos? (CL 7,218).

    Barr, hombre providencial, le daba unaleccin de cosas que La Salle asuma, escribe el P.Rayez, quien recalca el clima salesiano (= de SanFrancisco de Sales), de la corriente espiritual a laque La Salle se adhiere (vase la bibliografa).

    2.2. El ejemplo del Padre Barr

    El consejo del P. Barr es decisivo: La divinaProvidencia ha de ser la nica base sobre la cual sehan de asentar las escuelas cristianas (CL 7,190 y

    217): no sern, por tanto, las escuelas de Reims a lasque el Sr. de La Salle destinar sus bienes. Como elHijo del hombre, para anunciar el Evangelio a lospobres, hay que abandonarse por entero a laProvidencia (cf. AEP 57).

    El Sr. de La Salle ha odo la llamada a travs delos maestros comprometidos en la fundacin de laescuela popular. Cabe el P. Barr, comprometido enuna aventura similar, ha comprendido cmodiscernir la respuesta que Dios espera de l. Laentrega a la Providencia no se la puede valorar sinoen este contexto,

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    Y cuando La Salle, en DB (catecismo dirigido a losnios) cita: Buscad ante todo el Reino es paracimentar la resignacin que hemos de tener a lavoluntad de Dios, con respecto a los bienestemporales cada vez que le rogamos (CL 21,258 =

    DB 4,3,15).

    2.3. Su compromiso personal

    Durante la hambruna del invierno de 1684, lospobres sern a quienes el Sr. de La Salle distribuyasus bienes personales (no toca para nada a lo quecorresponde a sus hermanos y hermanas),reservndose, segn el consejo de su directorespiritual, una renta de 200 libras (CL 4,61), elmnimo vital que pedir luego por Hermano en lafundacin de escuelas.

    En varias ocasiones, los Hermanos y suFundador conocern la extrema indigencia: eldescuido de s en manos de la Providencia no sera

    siempre galardonado con cierto desahogo relativo(AEP 69).

    Por el voto de asociacin y unin de 1691, yluego por el voto constitutivo de la Sociedad de lasEscuelas Cristianas de 1694, cada uno de loscontrayentes se compromete solidariamente con suscompaeros a tener juntos y por asociacin lasescuelas gratuitas [...] aun cuando me viese

    obligado, para hacerlo, a pedir limosna y a vivir deslo pan (CL 2,42 = EP 2,0,3).

    Ese era, precisamente, el riesgo que los primerosmaestros rechazaban y que La Salle asume entonces,antes que ellos y luego junto con ellos. En estecontexto las palabras adquieren un pesoconsiderable. El Sr. de La Salle reconocer que, trasesta renuncia, nin-

    gn Hermano abandon porque la Comunidad noestuviera suficientemente fundada (CL 7,326).

    2.4. Lo temporal en los obreros apostlicos

    Apoyndose en San Pablo, No se pone bozal albuey que trilla (1 Co 9,9), el Fundador exhorta alos Hermanos a ponerse en manos de Dios en loreferente a lo temporal puesto que trabajan porganar almas: es el mismo Seor quien os emplea!(MD 67,3). Otros autores espirituales colocan deentrada el abandono en manos de la Providencia alnivel de las penas interiores y de la salvacinpersonal. Veremos ms adelante que el Sr. de LaSalle recurre tambin a la Providencia en esasactitudes ntimas. Pero aqu vemos que esta actitudde fe se manifiesta en la aceptacin de una situacin

    precaria, que es la condicin de los obrerosapostlicos, enteramente ocupados como estn en lamisin recibida de llevar el Evangelio a los nios.

    El ejemplo de San Bernab al vender una heredadpara entregar su importe a los Apstoles, demuestracunto bien puede operar en la Iglesia un almaverdaderamente desprendida, dando a entender sumucha fe,puesto que uno se confa a la Providenciade Dios como alguien que se hace a la mar sin velas

    y ni remos(MF 134,1).

    De compromiso en compromiso el Sr. de La

    Salle, y sus Hermanos demostraron mucha fe,procurando con ello un bien enorme en la Iglesia: laentrega a la Providencia que los emplea para lasalvacin de los nios pobres y la encarnacin entreellos son las dos caras de la misma gestin (cf. AEP70).

    3. EXIGENCIA DE POBREZA Y PREVISIN

    San Cayetano prohibiendo a los de su Ordenpedir limosna es un ejemplo de desintersextremado en el seguimiento de Cristo, si creemos ala Meditacin 153: hasta tal exceso, si es lcitohablar as. Dejaba el cuidado desu subsistencia, delvestido y dems necesidades del cuerpo a la sola

    Providencia de Dios (MF 153,3).

    Los Hermanos no pueden llevar demasiado lejosel desinters en su empleo; tienen que ensear a lospobres. Pero se han comprometido a dirigir las

    escuelas gratuitamente y a mantenerse de solo pan,si fuere necesario, antes que recibir cosa alguna delos alum-

    nos ni de sus padres (cf. MF 153,3).

    Vuelven aqu las expresiones de la frmula de losVotos y las de la Coleccin que recuerdan a losHermanos a qu obligan los Votos. Aunque no todosemitan votos, la gratuidad es esencial a su Instituto(RC 7,1) y todos deben estar siempre en disposicinde mendigar si la Providencia as lo quiere y demorir en la ltima miseria (CL 15,179s = R15,10,1).

    3.1. Con Gabriel Drolin

    La Salle le comunica a Gabriel Drolinenviadoa Roma sin apoyos humanossu alegra por verlo

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    dispuesto a vivir desprendido del mundo. Pero,aade, puesto en ella, o hay que entregarseresueltamente a la Providencia o, si faltan virtud y

    fe para tanto, hay que tomar las debidasprecauciones antes de ejecutar las cosas; obrar de

    otro modo no es cristiano ni sensato (LA 19,14).La siguiente carta precisa mejor su pensamiento: esuna ventaja estar retirado del mundo, pero se ha decontar para ello con medios de vida y, antes dedejar el mundo, hay que saber dnde se podrnconseguir (LA 20,15). Estamos lejos del "deber deimprevisin" que algunos exigen.

    Cuando aceptaba abrir una escuela, el Fundadorpeda un sueldo regular para cada maestrotitular: sus orgenes familiares le haban enseadoel valor de un contrato en forma correcta y debida.

    Sin embargo, nada garantizaba la subsistencia encaso de enfermedad o cierre de la escuela y lacomunidad tena que tomar a cargo los Hermanossupernumerarios: director, pasajero o anciano.

    La entrega a la Providencia suponediscernimiento y, por tanto, consejo (LA 13,14). SiGabriel Drolin teme demasiado entregarse a laProvidencia, el Sr. de La Salle le escribe: "No pienseque yo le pueda desamparar" (LA 14,5). Solidaridadde la Comunidad.

    La Salle recuerda al mismo Gabriel Drolin queest atento a los signos de la Providencia si Dios sedigna aprobar su trabajo y si la Providencia leayuda o hay trazas de que le quiera ayudar (LA20,17).

    Cuatro meses ms tarde le recrimina por haberabandonado la casa del Sr. de la Bussire queaceptaba alimentarle gratuitamente: era como un

    proceder de la Providencia, una disposicin de laProvidencia en el momento en que las finanzas delInstituto no permitan al Fundador proveer a las

    necesidades del Hermano, aislado en Roma. ElHermano Gabriel debera haber preguntado al Sr. deLa Salle si estaba de acuerdo con esa salida (LA21,7-8).

    En la carta precedente deca tambin: ''Dios le hacolocado en casa del Sr. de la Bussire"; tendra quehaberse quedado all hasta conseguir un empleo quele asegurara su independencia econmica (LA 20,6y 9).

    3.2. La disposicin de la Providencia

    Hace Vd. bien en esperar la disposicin de laProvidencia, fe dice a su corresponsal romano (LA20,3). Segn mi modo de ver, le escriba un mesantes, no gusto de adelantarme en cosa alguna, y no

    me adelantar ms en Roma que en cualquiera otraparte. Prefiero que la Providencia vaya delante;entonces, yo la sigo contento (LA 18,17).

    En ese sentido, Blain recoge varios rasgos de lavida del Fundador de los Hermanos. El obispo deChartres se ofrece a ayudarle para obtener elreconocimiento legal del Instituto. El se lo agradecey afirma que no tiene intencin de dar tales pasospor el momento: siendo el Instituto de losHermanos obra de la divina Providencia, tena que

    encomendarle a ella la preocupacin por la patentereal (CL 8,267).

    Algunos aos antes de la muerte del Fundador,los Hermanos deseaban incoar el mismo proceso:"Dejaos llevar por la Providencia, les dice, podrishacerlo despus de mi muerte si lo deseis" (CL8,267). Referente a las dificultades planteadas por lafinca de San Yon, obtenida en alquiler precario, elSr. de La Salle exhorta un da a los Hermanos aentregarse a la divina Providencia: habra que

    pensar en comprarla. Esta propuesta les sorprendi

    (CL 8,158) pues no es el modo como uno se imaginaespontneamente el abandono, tanto ms cuanto quesu comprensin de los negocios le haba movido aprohibir al Hno. Toms mejorar el jardn de San Yonpor miedo a que esto aumentara el precio (CL8,264), en el momento en que pretendierancomprarla.

    Estos ejemplos muestran claramente que ladisposicin de la Providencia, lejos de oponerse alos prudentes trmites humanos, los presupone y losorienta hacia el cumplimiento de la misin recibida.Con este espritu un superior ha de inspirar granconfianza a sus inferiores: para ello procurar

    prevenirles en todas sus bienes espirituales ycorporales (Avisos a los Hermanos con cargo, 47;texto de dudosa atribucin a Juan Bautista de LaSalle). La Regla dice lo mismo tocante a losenfermos: "Se dar a cada uno de los Hermanoscuanto necesite" (RC 22,1).

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    4. QUE DIOS POR SU PROVIDENCIA ES QUIEN HA

    ESTABLECIDO LAS ESCUELAS CRISTIANAS (MR 193, ttulo)

    "Es verdad que empec a formar Hermanos para

    dirigir las escuelas gratuitamente" (LI 117,2). Afinales de su vida el Sr. de La Salle reconoca elpapel que haba desempeado en la fundacin delinstituto. Y debido, ante todo, a que es el Fundador,estamos nosotros interpelados por su gestin y supensamiento. La afirmacin con la que inicia lasMeditaciones para el tiempo del retiro resulta asms significativa: "Que Dios, por su Providencia, esquien ha establecido las Escuelas Cristianas".

    "Corresponde, pues, a la Providencia de Dios, ya su desvelo en el cuidado de los hombres, colocar

    en lugar de padres y madres a personas [...] paratransmitir a los nios el conocimiento de Dios y desus misterios" (MR 193,2). Y ms adelante: "Noslo quiere Dios que todos los hombres lleguen alconocimiento de la verdad; quiere tambin quetodos se salven [...]y sois vosotros los elegidos porl para ayudarle en su tarea" (MR 193,3).

    La 5ameditacin habla tambin de los elegidospor la Providencia para educar a los nios (MR197, ttulo). Idntica perspectiva en las MF: "Adoradla providencia paternal de Dios con vosotros que os

    entresac del mundo [...] para educar a muchosnios en el espritu del cristianismo" (MF 131,1).Todo el tema del ministerio de la educacin cristianaencuentra ah su fundamento.

    4.1. Providencia de Dios y ministeriode la Iglesia

    Dios es quien ha elegido a los Hermanos (MR193,3). Tambin la Iglesia los ha elegido y los envapara transmitir a los nios el espritu delcristianismo (MR 199,1), Providencia de Dios y

    autoridad de la Iglesia se compaginan. Ambosdinamismos deben confluir, como tambin elabandono a la Providencia se conjuga con lasgestiones humanas, nacidas de la prudencia y lareflexin.

    Lo vemos claramente cuando el Sr. de La Sallecree que las autoridades eclesisticas parecanoponerse a las exigencias del ministerio de losHermanos. Redacta informes para mantener elhbitosingu-

    lar de los Hermanos (CL 11,352 = MH 0,0,33) o

    para ensear a leer a partir del francs (CL 7,375s);desaparece mientras pasa la tormenta (CL 8,39) osale discretamente de Pars cuando el cardenal deNoailles se muestra favorable a los jansenistas (CL8,129). No faltan medios para provocar un sperodiscernimiento.

    El discernimiento cotidiano se lleva a cabo con laobediencia, entregndose al gobierno de sussuperiores (cf. CL 15,107 = R 13,2). Lo que implicatambin el gobierno del Instituto por uno de losHermanos y el rechazo de un superior eclesisticoajeno a la sociedad. Este requerimiento va muchoms lejos del deseo legtimo de cualquier grupo degobernarse por s mismo (CL 8,131). Se trata dediscernir juntos la voluntad de Dios y entregarse aella.

    4.2. La entrega al proceder de Dios

    En una carta a un Hermano, La Salle se alegrapor la disposicin de confiarse totalmente a Dios enla que se encuentra ste (LA 34,1). Escribeigualmente a otro: "Mucho me contenta el total

    rendimiento que hace de s mismo para que se puedadisponer de Vd. para todo" (LI 60,6). No se trata depasividad quietista: "En la oracin djese conducirenteramente por Dios y dle pruebas frecuentes deque nada apetece fuera del cumplimiento de su santavoluntad" (LA 33,7). Hay que saber entregarse a esteatractivo interior (cf. CL 14,124 advertencia = EM19,330), "pedir a Dios en la oracin [...] quemedescubra lo que l exige de m y que me ponga en ladisposicin en que me quiere" (LI 5,2).

    Es necesaria la entrega a Diosparticularmente en

    las penas y arideces (MD 20). No hay que creerseabandonado de Dios cuando uno est tentado (MD17,3) o incapaz de hacer el bien (MD 17,1), sinoadorar la entrega de Jesucristo al sufrimiento y a lamuerte (MD 24). Habra que anotar en este ltimopunto la insistencia sobre la actitud responsable deJess, adoptndose a las circunstancias para ser fiel ala voluntad de su Padre (MD 24,1). Habra aqu unaclave para aplicar al seglar lasaliano una enseanzaescrita ante todo para los Hermanos.

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    5. CONCLUSIN: ABANDONARSE HOY EN MANOS DE LA PROVIDENCIA

    En un mundo en el que las compaas de segurosse responsabilizan de todos los riesgos previsibles eimprevisibles, cmo puede uno abandonarse a la

    Providencia siguiendo a Juan Bautista de La Salle?Habr que rehusar la Seguridad Social obligatoriaen nombre del nico recurso a la Providencia, comoMadre Teresa de Calcutta?

    Hemos visto que el Sr. de La Salle secomprometi en otro sentido. En un mundo en elque la seguridad material estaba habitual menteligada a las rentas procedentes de un capital seguro(fundacin), escogi para los Hermanos una formade salariado ligada, en varias ocasiones, asociedades civiles propietarias de los localesescolares y comunitarios.

    Hoy cuando la seguridad se consiguegeneralmente con un salario regular, se venvoluntarios que aceptan consagrar algunos aos desu vida, con un salario mnimo, a los jvenes delTercero o del Cuarto Mundo. Arriesgando sucarrera, su tranquilidad e incluso a veces su salud,pueden encajar fcilmente con la actitud deabandono de la que habla el Fundador de losHermanos.

    Pues, a travs de esa actitud personal y rigurosa

    de encarnacin en el mundo de los pobres, puedenconstruir y verificar su identificacin con Cristo

    evangelizador de los pobres, que los emplea comosus ministros.

    No todo cristiano es llamado a este mismo tipo de

    compromiso; pero la entrega al Dios que crea lasescuelas cristianas, permite a cada cual introducirseen el abandono de Jess a su Padre, segn su propiavocacin, descubierta en clima de oracin asidua.

    Insertar voluntariamente su accin en la de unequipo educativo, aceptar el tomar en cuenta, en eldiscernimiento de la voluntad de Dios sobre s, lasllamadas de sus Superiores: todo ello puede ayudar aentrar en el espritu de abandono al proceder deDios.

    Esto supone una fe activa, el espritu de fe que

    hace que se mire a personas e instituciones comoDios las valora. Esto revela una escala de valores endonde cosas y organizaciones son menosimportantes que las personas y por eso se ponen a suservicio. Dios ha hecho del hombre su propiaProvidencia, dice santo Toms de Aquino: elhombre se introduce de modo responsable en elabandono a Dios, si toma los medios requeridos sinconvertirlos en fines en s mismos.

    Poner, pues, los medios para servir a las personasa quienes estn destinados, es comprometerse con

    decisin en una senda particularmente exigente depurificacin de acciones y de intenciones.

    Temas complementariosMinisterio

    Comportamiento Dios Obra de DiosConsuelo Director Renunciamiento

    BIBLIOGRAFA

    ALPHONSE,Fr. [Guilhem], A l'cole de Saint Jean-Baptiste de La Salle, introduction sa spiritualit. Ligel,Pars, 1952, 368 p.

    RAYEZ, Andr, SJ, La spiritualit d'abandon chez Saint Jean-Baptiste de La Salle, R.A.M. 121,janvier-mars 1955, p. 47-76 (Separata en francs e italiano).

    CAMPOS-MARINO, M. A., Itinerario evanglico de San Juan Bautista de La Salle y el recurso a laEscritura en sus Meditaciones... CL 45, Roma, 1974, p. 228-234 (traducido al castellano).

    Hno. Odn RAZAFINDRAKOTO y Hno. Alain HOURY

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    67. CASTIDAD

    Sumario

    1.Precisin lexicogrfica.

    2.Un modelo de referencia: el Catecismo del Concilio de Trento2.1. Lo que Dios prohbe 2.2. Lo que Dios manda 2.3. Medios para evitar el pecado de impureza.

    3. Castidad e impureza en los catecismos lasalianos3.1. El 6 mandamiento 3.2. El 9 mandamiento y la impureza.

    4.La castidad en las Reglas Comunes .

    5.Concepto de Castidad en San Juan Bautista de La Sallededucido de algunas "palabras-clave" de sus escritos: castidad, pureza, concupiscencia, tentacin, naturaleza, cuerpo,mujer, muchacha, inocente, honesto, deshonesto, desnudar, indecente, deseo, desorden, amigo, abrazo, agradar,

    placer, desnudez, pudor, sexo, vino, voto.

    6. Conclusin: para dar educacin cristiana a los nios (RC 1,3).

    1. PRECISIN LEXICOGRFICA

    Para el estudio de este tema tomar al mismotiempo los vocablos castidad y purezapor creer quelos dos son complementarios, y que, tratadosconjuntamente, van a expresar mejor el mensaje deSan Juan B. de La Salle al respecto.

    Diversos diccionarios del tiempo del fundadorcoinciden incluso con los mismos trminos en laexpresin del concepto de castidad y de pureza, ydan a entender cmo eran comprendidos, por elcomn de las gentes de la poca. Tanto AntoineFuretire (Dictionnaire Universel, 1701), como eldiccionario de

    Trvoux (1721) definen la castidad como virtudmoral por la cual se abstiene de los placeres ilcitosde la carne y se usa moderadamente de los legtimos

    Como la castidad es expresada en trminos de"abstencin" ser bueno completar su significadocon el concepto de pureza tal como era comprendidaen aquella poca. Furetire la define como inocenciade costumbres. Trvoux como integridad decostumbres (morum integritas), y aade que la

    pureza de sentimientos y de pensamientos da todavamayor gracia a la elocuencia que la pureza de

    palabras.

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    2. UN MODELO DE REFERENCIA: EL

    CATECISMO DEL CONCILIO DE TRENTO

    Como el Concilio de Trento insisti en la

    formacin catequstica de los nios y adultos parauna adecuada renovacin en la Iglesia, el Catecismode Trento viene a ser la referencia obligada, tantopara la predicacin como para la redaccin de losdiversos catecismos de los siglos XVII y XVIII.

    Veamos cules son las lneas sobre las que giracuanto se dice en l referente a Castidad. ElCatecismo de Trento trata de fundamentarse enraces bblicas sobre todo del Nuevo Testamento.Cuanto se refiere al sexto mandamiento vienetitulado con la expresin No cometers adulterio1.

    De ah derivan todas las modalidades de pecadocontra el sexto mandamiento. Y as para no incurriren adulterio habr que evitar cuanto puedafomentarlo o ser causa, ya prxima ya remota, delmismo. El Concilio insiste en que los pastores debeninformar, dice textualmente, con prudencia y

    precaucin, y en trminos recatados y honestos, msbien con gran reserva que con abundancia de

    palabras. A este propsito dicho Catecismo da lassiguientes orientaciones, repitiendo insistentementela importancia y necesidad de la labor de lospastores en la informacin y formacin de losfieles2.

    2.1. Lo que Dios prohibe3

    -El adulterio, con la obligacin de ser puros decuerpo y de espritu.

    -No slo la violacin del lecho nupcial, sinotambin toda clase de impurezas y actos deshonestos(se apoya en textos del Antiguo y NuevoTestamentos).4

    -Prohbe, adems, no slo las impurezas que

    pueden manchar nuestro cuerpo, sino tambinaqullas que pueden herir la pureza del corazn ydel espritu.

    2.2. Lo que Dios Manda5

    Guardar la castidad y la continencia...purificarnos de cuanto pueda manchar el cuerpo o elespritu terminando la obra de nuestra santificacinen el temor de Dios.

    2.3. Remedios para evitar el pecadoe impureza6

    Percatarse cmo el vicio de impureza es vergon-

    zoso y pernicioso, ya que los impuros se excluyen

    del Reino de Dios. Pecan contra su propio cuerpo yviolan su santidad. Quienes se abandonan a unaprostituta hacen que los miembros de Jesucristo seanmiembros de esta prostituta, violan el Templo delEspritu Santo, que es su cuerpo, hacen injusticia asu cnyuge, se ocasionan infamia y oprobio, cosaque podra conducir a los hombres a apartarse de laimpureza.

    Dios castiga el adulterio con severidad, como loconfirma la Sagrada Escritura, con la muerte, con laenfermedad y males insoportables y algunos

    incurren en la ceguera del espritu, que es el peor delos males.

    Y para no incurrir en tan graves consecuencias, elCatecismo del Concilio de Trento enumera lossiguientes remedios:

    1- Evitar la ociosidad.2- Evitar el exceso de carne y de vino. En efecto, aadela intemperancia de la boca es madre de la impureza7.

    3- No dar demasiada libertad a los ojos que puedenexcitar en nosotros la pasin.

    4- Evitar los vestidos ajustados y suntuosos, adornos deoro que atraigan las miradas y conduzcan a la impureza(cf. Ecl 9; 1 Pe 3,3; 1 Tim 2,9).

    5- Huir de conversaciones y de discursos impuros ydeshonestos, as como de canciones tiernas y amorosas,danzas, libros que hablan de impurezas y de amor,cuadros, imgenes deshonestas, ya que tienen fuerza

    para excitar en el corazn de los jvenes el fuego delamor impdico y la voluptuosidad infames.

    6- Frecuencia de los sacramentos de la Penitencia yEucarista y la oracin contina hecha con piedad, lalimosna y el ayuno.

    7- Reprimir la sensualidad del cuerpo no slo conayunos, sino tambin con vigilias, peregrinaciones dedevocin y mediante otras acciones penosas ylaboriosas; el amor a la virtud de la templanza aparece

    particularmente por este ejercicio.

    Esta es la doctrina expresada por el Concilio deTrento. Luego, en la aplicacin, mediantepredicaciones y los catecismos, pudo haber algunasubjetividad interpretativa, como de hecho seconstata analizando los diversos textos de la poca.

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    3. CASTIDAD E IMPUREZA EN LOS CATECISMOS LASALIANOS

    3.1. Tocante al sexto mandamiento8

    Es evidente que La Salle tuvo ante s elCatecismo del Concilio de Trento cuando redactlos Devoirs d'un chrtien (obra publicada en 1703).Hay notorias coincidencias, incluso de lenguaje. Elttulo puesto al inicio del sexto mandamiento es Nocometers adulterio: exactamente el mismo que dael Catecismo de Trento. Y desde el adulterio derivaa cuanto conduce a ello: acciones, pensamientos ydeseos impuros. Afirma San Juan B. de La Salle quepor el adulterio, Dios nos prohbe todas lasacciones exteriores contrarias a la pureza y que sonconsideradas como pecados abominables endiferentes lugares de la Sagrada Escritura (CL

    20,133 = DA 208,0,1)En su intento de ser comprendido por sus lectores, La

    Salle concreta lo que es pecado mortal y est prohibidodecir o hacer contra la pureza:

    -proferir o escuchar voluntariamente palabras sucias,-cantar canciones deshonestas,-leer libros capaces de excitar la impureza o afectosmalsanos,-mirar con placer sensual cuadros, imgenes, estatuasen que haya desnudeces, posturas deshonestas,-mirar o besar a alguna persona con mala intencin, orealizar tocamientos deshonestos,

    -solicitar a alguien a la impureza por medio de pala-bras, escritos o por regalos,-cometer el pecado de la carne con una chica o mujercasada; si es con una pariente es incesto; con una perso-na religiosa es sacrilegio.

    El Confesor debe instruir prudentemente para que elpenitente:

    -evite todas las ocasiones que conducen al pecado,antes de recibir la absolucin,-evite las malas compaas,-evite el frecuentar personas de diversos sexo,

    -

    evite el lujo en los vestidos, las comedias, danzas,ociosidad,-practique la frecuente confesin con un mismoconfesor piadoso y esclarecido,-tenga una devocin muy particular para con la Santsi-ma Virgen.

    Se aade que los pastores y los confesores deben estarinformados e informar a las personas casadas acerca delo que es permitido y prohibido en el Matrimonio (CL20,133s = DA 208).

    3.2. Referente al noveno mandamientoy a la impureza9

    Viene titulado: No desears la mujer de tuprjimo. Y concreta, de manera explcita, laprohibicin de todos los pensamientos yconversaciones contrarias a la pureza... y as darnos aentender que hay que tener sumo horror, nosolamente a las acciones exteriores, sino tambin alos menores pensamientos contrarios a la Ley deDios. Sugiere el remedio de elevar el espritu a Dioscuando vengan malos pensamientos.

    La impureza est definida como el deseo des-arreglado de placeres carnales, o bien, como unacomplacencia en los placeres (CL 20,172 = DA214,3,1).

    A este efecto, se comete pecado de impureza cuandouno se complace en pensar cosas deshonestas, mantienedeseos impuros, no evita las ocasiones que los procuran,dice palabras sucias, se entretiene por placer con estaclase de cosas, escucha con gusto a quienes las cuentany se complace en leer libros que tratan de estascuestiones; canta canciones deshonestas, mira cosas queconducen a la impureza, hace tocamientos deshonestossobre s o sobre otros con malos designios o realiza elacto de la carne fuera del matrimonio.

    Efectos:

    -incurre en la ceguera de espritu (Trento y varioscatecismos de la poca utilizan esta misma expresin),-viene a ser desgraciado de Dios y de los hombres,-acarrea la prdida de los bienes, de la saludsobrevinindole enfermedades vergonzosas.

    Medios:-Mortificacin del cuerpo,-Huir de las ocasiones de pecado,-Huir de la ociosidad,-Confesarse con un mismo confesor,-Devocin particular a la Santsima Virgen.

    Prcticamente La Salle repite, bajo otra forma, lomismo en Devoirs II y Grand Abrg, por lo quehuelga reescribirlo aqu.

    En la mentalidad de San Juan Bautista de LaSalle acerca de la Castidad hay mucha influencia del 'cole

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    Paroissiale (1654; cfr. pgs 27 a 31); por ejemplo,en este catecismo, como en Devoirs I, se habla dehuir de las comedias, igual que lo hace DA.Asimismo, se aprecia la dependencia de losCatecismos de Claude Joly (1672), de Jean Le

    Coreur (1683) y de Godet des Moris (1698)

    10

    .Es cierto que en el Catecismo de Trento no se

    especifican explcitamente los pecados depensamiento y de deseo como vienen concretizadosen los Devoirs y en los otros catecismos con ciertorigorismo; con todo, s quedan dichos de una maneraimplcita, al afirmar que hay acciones que conducenal adulterio: "Dios al prohibirnos el adulterio, nos

    prohbe, al mismo tiempo no solamente todas lasimpurezas que pueden manchar el cuerpo, sinotambin de las que pueden herir la pureza del

    corazn y del espritu

    11

    .Tambin Trento recuerda que Dios obliga por

    este

    mandamiento a guardar la castidad y lacontinencia, a purificarnos, como dice San Pablo,de todo cuanto mancha el cuerpo y el esprituacabando la obra de nuestra santificacin en eltemor de Dios.12

    Hay una insistencia en Trento acerca de la accinde los Pastores. En San Juan B. de La Salle seexpresa por el recurso a la confesin frecuente con elmismo confesor13 (tambin en el catecismo deClaude Joly) piadoso y esclarecido: siempre conprudencia y precaucin (CL 20,135 = DA 208,0,7).

    Trento habla de la oracin y de devociones sinconcretar ninguna en particular. San Juan B. de LaSalle insiste en el medio privilegiado de devocin ala Santsima Virgen Mara (CL 20,135 = DA

    208,0,7). Lo mismo los catecismos de Batencour(L'cole Paroissiale) y de Joly.

    4. EL TEXTO DE LA REGLA SOBRE LA CASTIDAD

    San Juan Bautista de La Salle plasm todo supensamiento acerca de la Castidad en un Captulo dela Regla. Cabe decir que es un captulo, como el

    resto de los captulos, que ha surgido de un largotiempo de experiencia, convivencia y de dilogo conlos Hermanos. Sera fruto y sntesis de lasrecomendaciones dadas a los Hermanos tras lasexperiencias diarias al respecto.

    Leyendo este captulo se puede adivinar ms omenos la historia de los primeros Hermanos encuanto a castidad se refiere. La misma insistenciaempleada en el lenguaje es ya muy elocuente. Tantoel captulo de la Regla como el relato que haceBernard muestra que en los orgenes del Instituto

    haba que consolidar tambin este aspecto.14

    Los dos primeros artculos se expresan con

    grande insistencia, acaso fruto de un forcejeo, paraque la castidad fuera norma de vida de losHermanos; y se era tajante en la exclusin dequienes exteriormente faltaban gravemente a estavirtud.

    En sntesis, el capitulo XIX de la Regla de 1718recoge los puntos siguientes: Los Hermanos debenestar persuadidos de que no se tolerar en el Instituto

    a ninguno en quien se haya notado o se note algoexterior contrario a la castidad. [...] Por tanto, el

    primero y principal cuidado respecto al exterior,

    ser resplandezca en ellos la castidad sobre todaslas dems virtudes (RC 19,1 et 2).

    Para ello:

    -Mucho pudor en todo.

    -No dejarse ver nunca de manera poco decente.

    -No acostarse desjuntes y en caso de necesidadacostarse vestidos.

    -No tocarse el uno al otro.

    -Reserva con las personas del otro sexo: mantenersea distancia, no mirarles la cara... terminar con pocas

    palabras.

    Como puede verse, es un texto reiterativo, llenode mandatos, prohibiciones y precauciones. ElFundador quera asegurar la castidad de losHermanos y acaso su propia experiencia y la de losprimeros Hermanos haca que se tuviesen quelegislar estas medidas para ayudar el establecimientode la sociedad. En los nueve artculos de este brevecaptulo XX de las Reglas Comunes de 1718 hayseis noy cuatro nunca.

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    5. EL CONCEPTO DE CASTIDAD EN SAN JUAN B. DE LA SALLE A

    PARTIR DE DIFERENTES "PALABRAS-CLAVE" DE SUS ESCRITOS

    Tratar de dar a conocer su mensaje y mentalidad

    tocante al tema en cuestin, a travs de sus cuatrotipos de obras escritas:- doctrinales y pastorales (Devoirs d'un chrtien DA,DB, DC, GA, PA., Exercices de pit, Instructionset prires).

    -pedaggicos: Conduite des coles y Rgles de labiensance et de la civilit chrtienne.

    -espirituales (Meditaciones, Explicacin del Mtodode Oracin y Coleccin, Cartas y Memorial sobre el

    Hbito).

    -legislativos (Reglas Comunes y Regla del H.Director).Castidad, casto, castamente

    Estos vocablos son utilizados en los escritos delFundador 46 veces, los cuales 28 se contienen en loslibros doctrinales y 11 veces en los librosespirituales dirigidos a los Hermanos, la mayor partede stos en las MF para dar relevancia a losejemplos de castidad de los santos (MF 101,1;129,1).

    Castos os conservaris con un gran recogimiento

    es uno de los preceptos del Declogo que elFundador dej en la Regla de los Hermanos (RC16,8). Es la consigna de base legada a los Hermanosy que resume el contexto de sus orientaciones yrecomendaciones dadas a los Hermanos. Por lodems, no hay profusin de textos con estosvocablos. Y bajo formas diversas, el Fundadorsubraya que los cuerpos castos son Templos delEspritu Santo.

    Pureza, puro, puramente - impureza, impuro

    Los vocablos referentes a pureza son empleados260 veces, de los cuales 125 en los escritosdoctrinales del Fundador, 115 en los escritosespirituales y 20 en los escritos pedaggicos.Referente a impureza, 97 veces en total repartidasde la forma siguiente, 75 en los escritos doctrinales,17 en los espirituales y 5 en los pedaggicos.

    En numerosas ocasiones la expresin purosignifica "simple, total, exclusivo"; por ejemplo,por

    puro motivo o por pura devocin. Otras veces serefiere al puro amor de Dios (MD 12,1), o a puraintencin

    (CL 20, IX= DA 0,0,15), o tened en vuestro empleo

    intenciones completamente puras (MR 196,3), o a laoracin de pura y simple atencin (CL 14,33 = EM3,112), o que la piedad sin humildad es purahipocresa (CL 15,172 = R 15,8,1). As como &corazn puro (CL 15,52 = EM 5,159,5), o a vctima

    pura, santa y agradable a Dios. Lo mismo cabedecir de puramente;por ejemplo, instruid a vuestrosdiscpulos en las verdades del Evangelio puramente

    por amor (MR 207,2)y la correccin debe ser hechapuramente por la gloria de Dios (CL 24,15 = CE15,3,2), o cuando habla de obediencia puramentehumana (MD 13,1), o motivos puramente humanos

    (CL 15,23 = R 7,2,8).Respecto de pureza habla en trminos muy

    positivos de la pureza de corazn en variasocasiones: pedir a Jesucristo la pureza interior yexterior y profunda humilitad (CL 22,137 = DC42,1,5),poseerla pureza que reclama vuestro estado(MF 101,1), ayudar a conservar el tesoro de la

    pureza (MF 118,2), hay que tener celo por lainstruccin y pureza de costumbres (MR 206,3).

    Donde La Salle concreta ms el vicio opuesto ala castidad es en el vocablo impureza, la mayor parte

    de ellos en los escritos doctrinales, sin duda por suaplicacin catequstica, como ya se ha indicado enpginas anteriores y segn el tenor de la poca. Enlos escritos espirituales se aprecia en La Salle aldirector espiritual que aconseja cariosamente a losHermanos, sin duda, como consecuencia delconocimiento que tena de los mismos y por suexperiencia de confesionario.

    Concupiscencia

    Slo 12 veces se encuentra la palabraconcupiscencia en los escritos del Fundador: 8 en losescritos doctrinales y 5 en las Meditaciones. No haydramatizacin en su lenguaje, sino simplemente paradecir que la causa de todos los males es laconcupiscencia que nace y vive en nosotros, queDios preserv a la Santsima Virgen de laconcupiscencia.

    Tentacin

    159 veces se cita la palabra tentacin: 92 en losescritos doctrinales y 67 en los espirituales dirigidos

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    a los Hermanos. La mayor parte de las veces noespecifica explcitamente la tentacin de impureza,aunque, por el contexto, podra entenderse que setrata tambin de ella; otras veces se refiere atentaciones contra la fe, el orgullo y la castidad (CL

    20,408 y 411 = DA 401,4,7 y 11; CL 21,288 = DB4,9,10). Habla de los medios para vencer lastentaciones, de que hay que descubrirlas al confesor(CL 21,287 = DB 4,9,8); agradecer el haberlasvencido (CL 21,46 = DB 4,1,7); en carta, a unHermano le dice que las tentaciones de impureza nole deben turbar (LA 34,22); que Jesucristo nosensea que no debemos temer las tentaciones (CL20,30 = DA 104,2,8). Asimismo, aprovecha elejemplo de los santos que han vencido lastentaciones para proponerlos a la imitacin de losHermanos (MF 111,2; 128,2). Dedica una

    meditacin acerca de las tentaciones de impureza ysobre los medios para vencerlas (MD 66).

    Naturaleza, natural

    De las 148 veces que el Fundador emplea eltrmino naturaleza, 80 se hallan en escritosdoctrinales, 14 pedaggicos (RB) y 54 espirituales.El adjetivo natural es empleado 92 veces: 31 para lodoctrinal, 25 pedaggico y 36 espiritual.

    La palabra naturaleza tiene en los escritos delFundador significados muy diversos: ya se refiera a

    la naturaleza de las cosas o a la naturaleza divina yhumana de Jesucristo o a la naturaleza de lasPersonas de la Santsima Trinidad, o la naturalezade los Sacramentos, o la naturaleza creada por Dios,que es maravillosa; se refiere tambin a lacorrupcin de la misma naturaleza (CL 17,212 = I3,36,2), a acciones muy contrarias a la naturaleza ya la razn... habla de las repugnancias de lanaturaleza corrompida (CL 14,64 y 100 = EM8,192,5 y 12,269); que hay que mortificar lasinclinaciones de la naturaleza corrompida (MD

    45,2,2); que no hay que buscar las comodidades dela naturaleza (CL 14,111 = EM 15,299); despojarsede los sentimientos que la naturaleza puede sugerir(MD 9,2,2); destruirlos movimientos de lanaturaleza (MD 31,1,2); no seguir en nada losmovimientos de la naturaleza (MF 123,3); no mirarcon los ojos de la naturaleza (CL 15,78 = R 11,25);hay que privarse de lo que la naturaleza busca (CL15,106 y 110 = R 13,1,2 y 13,8,2).

    Respecto del uso del adjetivo natural, unas vecessignifica normal. As habla de realizar las cosas de

    manera natural (CE 28); los nios de un naturaldulce (CL 24,164 = CE 15,6,28); la santidad esnatural en Dios (CL 21,157 = DB 3,3,3); SanSulpicio realizaba las acciones de piedad de maneranatural (MF 98,1); lo mismo respecto de San

    Hilarin (MF 180,2); las ceremonias no debendistanciarse de lo natural (CL 19,227 = RB207,6,581).

    En otras citaciones hay que evitar lo naturalporque se opone a lo sobrenatural; habla que hayque desprenderse de las ataduras incluso naturales(CL 14,35 = EM 3,120); ahogar los sentimientos yafectos naturales (CL 14,40 = EM 4,132,3); escribe aun Hermano: teniendo en la oracin mental

    solamente pensamientos naturales y humanos nosacaremos ningn fruto (CL 14,57 = EM 6,170); estetemor siendo completamente natural no viene de

    Dios (CL 17,108 = I 2,2,5); a propsito de talpeticin, no cree Vd que es puramente natural? (LA52,9); hay que renunciar al propio espritu y a lasinclinaciones naturales (MD 13,3); una obediencianatural y completamente humana no tiene nada dereligioso y no puede agradar a Dios (MD 14,3).

    Por tanto, en la expresin naturaleza y natural nohay carga de lenguaje de impureza o castidad, sinoque tiene un significado mucho ms amplioabarcando la totalidad de la persona humana, en loque sta tiene de maravilloso o de connatural, y

    tambin en cuanto significa como inclinacin denaturaleza corrompida que se opone a los designiosde Dios, buscando su propia satisfaccin en contra delos planes de Dios.

    Cuerpo, corporal

    El cuerpo ocupa un lugar importante en ellenguaje de San Juan Bautista de La Salle. Cuerpo,851 veces en total y 21 veces corporal. Cuerpo, es elsustantivo ms empleado despus de Dios, deber,pecado, Jesucristo, cosa, gracia, da, Iglesia, Espritu,

    tiempo, alma, persona, sacramento y hombre. Las851 veces que La Salle cita el cuerpo: 574 en losdocumentos doctrinales, 92 en los pedaggicos y 185en los espirituales. De las 21 veces del empleo de"corporal": 17 veces en los escritos doctrinales y 4veces en los espirituales.

    En los documentos doctrinales describe lacreacin del hombre y, en general, las verdades de lareligin relatando el cuerpo como una criatura deDios: nuestra alma y nuestro cuerpo son igualmente deDios

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    (CL 20,106 = DA 203,0,3). Habla de la veneracin alas reliquias de los santos, es decir sus cuerpos [...]los cuerpos habiendo contribuido a la santificacinde sus almas (CL 20,111s = DA 203,0,13); trata delcuerpo de la Iglesia (CL 20,112 = DA 203,0,16);

    hay que respetar el cuerpo (CL 20, 403 = DA310,5,15); el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo (CL20,261 = DA 305,1,1). Se cita cmo se peca por elcuerpo contra el sexto mandamiento (CL 21,100 =DB,2,8,5); el pecado que mancha el cuerpo (CL21,101 = DB 2,8,7). Por ello, insiste en laausteridad de vida y la mortificacin del cuerpo (CL22,256 = DC 44,12,3).

    Tambin La Salle, en los escritos espiritualesconcibe el cuerpo como algo que hay que ofrecer aDios, ya que los cuerpos castos son templos del

    Espritu Santo (CL 14,18 = EM 2,59); hacer de sucorazn y de su cuerpo tabernculos vivos (MD26.1); considerando a Dios en nuestro cuerpo comoen su templo [...] mantener mi cuerpo en gran

    pureza [...] debo ofreceros mi cuerpo como unahostia viva, [...] mirar mi cuerpo como que os estconsagrado (CL 14,40 = EM 4,133); el Cuerpo dela Sociedad (CL 2,42 = EP 2,0,3). A un Hermano leescribe: "os creo ms incmodo de espritu que decuerpo" (LA 43,5). Y en la meditacin de SanFrancisco de Paula, al considerar la austeridad de suvida escribe "hay que tener odio para con su cuerpo

    para tratarlo as con tanto rigor" (MF 113,3).Ahora bien, en los escritos pedaggicos (CE,

    RB) La Salle tributa un culto al cuerpo bienregulado y dignificado, sealando posturas dignas enlas que habr que educar a los escolares: De lamanera de ensear a mantener bien el cuerpo (CL24,54 = CE 4,6), debern mantener su cuerpoderecho (CL 24,129 = CE 7,4,2). Y en RB se habladel cuidado de las diferentes partes del cuerpo (CL19,VI= RB 0,015); de los defectos en el cuidado delas -partes del cuerpo (CL 19,1 = RB 101,1,17); del

    alcance de la grandeza del cuerpo (CL 19,19 = RB106,1,60), cuidarla limpieza del cuerpo como unaseal exterior (CL 19,6 = RB 102,1,26); habr queevitar las contorsiones del cuerpo y el alargarse conindecencia (CL 19,4 = RB 101,1,22); el cuerpo esdeshonrado por actitudes vergonzosas (CL 19,155 =RB 205,5,410).

    En sntesis, La Salle manifiesta mucho aprecio yrespeto al cuerpo y todo su lenguaje expresa que suespritu est reconciliado con su cuerpo. No hayrigorismo, s hay un sentido de austeridad, pero que-

    ra que, tanto los Hermanos como los alumnos,tuviesen la prestancia en el cuerpo segn es exigidopor el Dios creador.

    Mujer

    En sus escritos 172 veces es citada la palabra"mujer": 111 en los escritos doctrinales, 33 en lospedaggicos y 28 en los espirituales.

    En los textos doctrinales hay una simpledescripcin de la mujer en los acontecimientosbblicos del Antiguo Testamento, en los Evangelios yen San Pablo, y en la descripcin de las obligacionesdel Matrimonio, etc. Aplica a la mujer elcomportamiento descrito en la Biblia y adjudica a lamujer la sujecin a su marido; el ms belloornamento de la mujer es el pudor (CL 20,402 = DA

    310,5,13).En los escritos pedaggicos (RB) se aprecia

    respeto por la mujer habr que dar a las mujeres losasientos ms bajos por ser los ms cmodos (CL19,4 = RB 101,1,23); se hablar de mujeres decalidad (CL 19,6 y 61 = RB 102,1,29 y 203,1,165).Por lo dems, La Salle sigue la mentalidad de SanPablo al respecto.

    En sus escritos espirituales, La Salle pondera lasantidad y vida ejemplar y casta de varias mujeressantas, de una manera muy especial a la Santsima

    Virgen; pero tambin recomienda marcar ciertadistancia respecto de las mujeres, con ciertorigorismo: "tened horror a toda familiaridad con lasmujeres" (MF 111,2). Igualmente en la Regla. "No sedejar entrar en la escuela a ninguna nia, ni mujer

    por cualquier motivo que sea, a menos que sea paravisitar los nios pobres y sean acompaadas par el

    Prroco o por algn eclesistico encargado delcuidado de los pobres de la ciudad" (RC 9,20).

    Chica, nia

    Complementaria a la anterior es la expresinnia, chica utilizada 58 veces en los escritos de LaSalle: 36 en los doctrinales, 7 en los pedaggicos y15 en los espirituales. De acuerdo con el catecismode Trento, en los Devoirs, La Salle hace alusin aalgunos pecados de pensamiento y de accin connias, para orientar la informacin moral; es laexpresin de los catecismos de la poca. Repite, a sumanera, Trento y los otros catecismos yamencionados. En RB se dan recomendaciones a lospadres con el fin de proteger a sus hijos y noexponerlos al peligro; por ejemplo, hay una reserva

    respecto de la danza al

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    ser citada por Trento y La Salle como una causa deimpureza; en otros catecismos se habla de huir delbaile.

    Hay reserva, desconfianza y precaucin frente ala frecuentacin de diferentes sexos e insistencia en

    los pecados de la vista.En las recomendaciones a los Hermanos, La

    Salle sigue una lnea rigorista al respecto, al menos alos ojos de hoy: "El fino. Director no soportar queninguna nia o mujer entre, en Casa y no hablarcon ninguna en el recibidor de la Casa si no esacompaado de alguno de los Hermanos" (CL25,156 = FD 1,19). La Salle mismo quiso darejemplo de esta normativa al no recibir en suhabitacin a su propia abuela cuando estuvoenfermo.

    Puede parecer excesivamente rigorista a nuestrosojos de hoy la actitud de La Salle respecto de lamujer. De hecho en CL 20,124 (= DA 208,0,4) hablaque es causa de impureza la frecuentacin depersonas de diferente sexo, y cita que "es indecenteel mirar el seno de una mujer y todava ms eltocarlo, y que ni siquiera est permitido mirar

    fijamente su rostro" (CL 19,44 = RB 113,1,123).Pero, si atendemos al Catecismo de Trentoencontramos algo anlogo cuando cita que hay queapartar la vista de una mujer bien adornada y convestidos demasiado ajustados. Cabe aadir queleyendo los catecismos de Batencour, de Joly y deLe Coreur encontramos anlogos lenguajes alrespecto.

    Inocencia, inocente

    Las dos palabras estn citadas 46 veces: 21 en losescritos doctrinales, 2 en los pedaggicos y 23 enlos espirituales. Se refiere al estado de inocencia dela humanidad antes del pecado original y a lainocencia de los nios y de las personas.

    Precisamente, "el espritu de este Instituto

    consiste en un celo ardiente de instruir a los nios yeducarles en el temor de Dios, ayudarles aconservar su inocencia, si no la hubiesen perdido, einspirarles mucho alejamiento y sumo horror al

    pecado y a todo lo que pudiera hacerles perder lapureza" (RC 2,9). Hay una insistencia por parte deLa Salle en las Meditaciones para cooperar en laconservacin de la inocencia de los nios (MD62,1; cf. MF 110,3); con motivo de la fiesta de losSantos Inocentes exhorta a honrar la inocencia delos santos nios (MF 89,1); debis ser un modelo de

    inocencia (MD

    69,2); subraya La Salle "qu ventajoso es habervivido siempre en la inocencia " (MF 162,2). LaSalle vincula al Hermano y al educador cristiano labienaventuranza de colaborar a conservar orecuperar la inocencia de los nios: "Esta es la

    bienaventuranza que disfrutarn en el cielo quieneshayan procurado la salvacin de las almas, y lohayan hecho provechosamente en bien de la Iglesia;como aquellos que, a fuerza de cuidados, revistierona muchos de sus discpulos con la tnica de lainocencia que haban perdido, o contribuyeron a quela conservasen tantos otros, que nunca se dejaronarrebatar por el pecado" (MR 208,3). No cabe lamenor duda que instruir y educar cristianamente alos nios y conservar su inocencia era un objetivoprioritario del Fundador al establecer las EscuelasCristianas.

    Honestidad, honesto, honestamente

    Los tres conceptos suman 211 veces de empleo,de la siguiente forma: 5 doctrinales, 189pedaggicos (RB) y 17 espirituales. Aqu cambiavisiblemente la finalidad del uso de esta expresin.En realidad, en la pluma de La Salle esta expresinsignifica educado, conveniente, honrado, cuerdo.

    Deshonestidad, deshonesto, deshonestamente

    De las 69 veces que es citado este conjunto de

    expresiones, 60 se hallan en los escritos doctrinales,9 en los pedaggicos (RB sobre todo) y ninguno enlos espirituales. Este vocablo toma un sentido deanaloga diversa respecto de la anterior. Si la palabrahonnte significaba educado, honrado... aqudshonnte significa claramente deshonesto eimpdico. Prcticamente, este vocablo se refieresiempre apalabras, canciones, miradas y toca-mientos deshonestos (CL 24,158 = CE 208,0,4; CL20,133 = DA 208,03 ); desear y pensar placeres ocosas deshonestas (CL 20, 172s = DA 214,3,1);

    posturas y gestos deshonestos (CL 21, 100 = DB

    2,8,3).

    Desvestir, desvestirse

    Slo 11 expresiones, sobre todo en RB, paraindicar cmo debe ayudarse al sacerdote a revestirsus ornamentos y que hay que orar al vestirse ydesvestirse; colocar ordenadamente los vestidos, nodesvestirse en presencia de otra persona, cmodesvestirse cuando se debe dormir en la mismahabitacin con otra persona, etc.

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    Indecencia, indecente, indecentemente

    Las 71 veces que estos vocablos son citados enlos escritos de La Salle, 4 se encuentran en losescritos doctrinales, 63 en los pedaggicos (sobretodo RB) y 4 en los espirituales.

    Como en la palabra honnte la expresin encuestin significa inconveniente, mal educado. Secitan "posturas indecentes en la Iglesia, fruncir lanariz, mascar tabaco, no cubrir el bostezo, tener elpecho descubierto, juntar demasiado las rodillas,mover demasiado los pies, arrastrar los pies,sentarse sobre la cama, rer fuertemente, dejarse verde manera inconveniente" (Cf. RB). Dentro de estecontexto se considera como muy indecente mirar elseno de una mujer (CL 19,44 = RB 113,1,123), enuna poca en que las madres carecan

    probablemente de lugares privados para amamantara sus hijos, etc. Dentro de este contexto se sita elcaptulo de la Regla sobre la modestia (RC 21).

    Deseo

    De las 172 veces en que La Salle cita el deseo:117 se encuentra en los escritos doctrinales, slo 2en los pedaggicos y 53 en los espirituales Aprimera vista se aprecian los deseos de la voluntadde Dios, nuestros propios deseos personales dehacer el bien y los malos deseos, o deseos impuros ode la carne.

    En los textos doctrinales se cita, al mismotiempo, el deseo ardiente de hacer la Voluntad de

    Dios (CL 20,96 = DA 201,2,7), el deseo desatisfacer a Dios y a la justicia de Dios (CL 20,276y 278 = DA 306,0,4 y 9), el deseo de ganarindulgencias (CL 20,346 = DA 307,8,19 ); el deseode gozar ms pronto de Dios (CL 20, 347 = DA307,8,20); ardiente deseo de unirse a Dios (CL22,208 = DC 43,5,2); deseo ardiente de obtener loque se pide en la oracin (CL 21,254 = DB 4,3,8);etc.

    En los escritos espirituales dirigidos msconcretamente a los Hermanos, La Salle nospresenta el deseo que Jesucristo tena de sufrir ymorir por nosotros (MD 25); el deseo de unirnos a

    El (MD 26,3); cmo Santa Magdalena de Pazziarda en deseo de unirse ntimamente con Jesucristo

    y de imitarle durante toda su vida (MF 130,3,1);elogia el gran deseo de martirio de San Antonio dePadua (MF 135,2).

    Tambin La Salle asocia a esta palabra losdeseos de la carne (CL 20,148 = DA 211,0,4); que

    se ofende a Dios con malos pensamientos y malosdeseos (CL

    20,151 = DA 211,0,10); la impureza es un deseodesarreglado de placeres carnales (CL 20,172 = DA214,3,1).

    Hay que reconocer que La Salle fue un hombreabierto a grandes y nobles deseos que fueron su

    motor dinmico: el deseo de la gloria de Dios, desalvar las almas, de procurar la instruccin a loshijos de los artesanos y pobres, etc.

    Desorden

    De las 41 veces que esta palabra es citada, 19 sehalla en los escritos doctrinales, 9 en lospedaggicos y 13 en los espirituales. Esta expresinse refiere tanto al desorden material, por ejemplo enla escuela, como al desorden moral de una vida o dela sociedad. No hay explicitacin referente a la

    castidad de manera precisa y concreta."Todos los

    desrdenes entre los hijos de los artesanos y lospobres provienen ordinariamente de que fueronabandonados a s mismos y muy mal educados en

    sus primeros aos" (RC 1,6).

    Amigo, amistad, amistad particular

    Aparece 84 veces este concepto: 37 en losescritos doctrinales, 25 en los pedaggicos (sobretodo RB) y 22 en los espirituales.

    No hay carga afectiva en esta terminologa, al

    menos como hoy se entiende. Amigo significacompaero, colega; Pilatos no quera dejar de seramigo del Csar (perder el favor) (CL 20,47 = DA104,8,8), y amistad equivale a una buena relacin deproximidad. Se habla de amar a los amigos y a losenemigos, ser amigos e hijos de Dios, Dios es amigode los humildes (CL 14,95 = EM 11,255), rogar porel reposo de los parientes, amigos y bienhechoresdifuntos (CL 17,64 = I 1,7,50). Hay tambin algnaspecto confidencial: "tratar con El, de corazn acorazn y como un amigo que [comunica] sus

    secretos a su ntimo amigo [...] un Dios que me trata

    como un amigo" (CL 17,275 = I 6,27,1); Dios tienesu lenguaje que no comunica sino con sus amigos(MD 64,2). "Estis en un estado que tenisnecesidad de la amistad de Dios" (MF 88,1).

    Tampoco el concepto de amistad particular tieneen La Salle una connotacin moralizante. "El besono se realiza sino por personas entre las que existeuna amistad particular" (C 19,196 = RB 206,3,440).Alaba que San Lucas estuviera vinculado con unaamistad may particular con San Pa-

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    blo y recomienda a los Hermanos a esta mismaamistad (MF 178,1).

    La Salle entenda la amistad tratando a todos porigual y para ello "amarn tiernamente a todos susalumnos sin familiarizarse con ninguno de ellos y no

    les darn nunca nada por amistad particular, sinosolamente como recompensa o estmulo" (RC 7, 13).Aun partiendo de igual afecto por todos, La Salleadmite que se tenga un mayor afecto para con losms pobres por estarles stos ms encomendados

    por su Instituto que los ricos (RC 7,14). De formaanloga habla La Salle tratndose de las personasexternas al instituto: Los Hermanos honrarn atodas las personas externas con las cuales tenganque tratar, pero sin contraer amistad particular conninguna de ellas (RC 14,2) Lo mismo dejaprescrito al H. Director: "No tendr amistadparticular ni con ninguno de los Hermanos ni conninguna persona externa, tratando igual a todos, yno dar jams a ningn Hermano nada por amistadni a uno ms que a otro por poco que sea" (CL25,156 = FD 1,22).

    Besar, beso

    Se cita 63 veces besar y beso: 46 en los escritosdoctrinales, 14 en los pedaggicos (sobre todo RB)y 3 en los espirituales. Se alude a formas de respetode besar la mano al sacerdote, al servir la Misa,

    besar el altar, el instrumento de la paz, el crucifijo,etc... Adems del beso como forma de respeto tratadel aspecto sensual del mismo y dice claramente que"es pecado mortal mirar o besar alguna personacon mala intencin" (CL 20,133 = DA 208,0,3).Tanto Trento como otros catecismos de la pocatienen el mismo criterio moral.

    Complacer, complacerse

    De las 174 que es utilizado este verbo, sea enactiva, sea en pasiva, lo encontramos 57 veces en los

    textos doctrinales, 12 en los pedaggicos (RB) y 105en los espirituales. Es frecuente el empleo de estaexpresin en el sentido de agradar a Dios, de llegar aaceptar lo que al Seor le plazca enviarnos; se aludeal deseo de agradar a Dios nicamente (CL 14,126= EM 20,338,4); "yo no deseo otra cosa en el futuro

    sino agradaros" (EM 198); en algunos textos contra-pone el agradar a los hombres respecto del agradar aDios (MD 75,2-3) para conducirse hacia el nico ob-

    jetivo de agradar a Dios (MD 75,3). En la Regla se

    lee: "se esforzarn por tener una continua vigilanciasobre s mismos para no hacer, en la medida de loposible, ninguna accin naturalmente, porcostumbre o por algn motivo humano, sino queharn todas sus acciones bajo la accin del Espritu

    y con intencin de agradarle" (RC 2,6).Tambin respecto del empleo: Debis hacertodas las acciones [...] no para agradar a loshombres sino para contentar a Dios. A esto ltimodebis prestar atencin solamente, y ste es el solo

    fin que quiere Dios pretendis en vuestro empleo(MR 206,3). En sentido reflexivo, el Fundador hablade que "Nuestro Seor naci pobre y am a los

    pobres y se complace en permanecer con los pobres"(MR 202,2), que Diosse complace en comunicarse alas almas puras (MD 18,2); Dios se complace en

    sostenernos (CL 14,13 = EM 2,43); Dios secomplace en comunicar ms abundantemente sus

    gracias (CL 12, 267 = MA 188,2,1). En dos textosde DA se alude a complacerse en cosas deshonestas[...] libros que tratan cosas deshonestas (CL 20,172= DA 214,3,1).

    Puede apreciarse, sobre todo, el carcter eminen-temente mstico y positivo de esta terminologa en elFundador, aunque alude en alguna ocasin al aspectomoral.

    Placer

    El sustantivoplacer es utilizado 220 veces en losescritos de La Salle: 113 en los doctrinales, en lospedaggicos (RB) y 98 en los espirituales. En lamayora de los casos, La Salle, cuando habla de

    placer se refiere al placer sensual, de la carne,vergonzoso, desarreglado, carnal, de la gula. En lostextos doctrinales da normas de moral acerca demiradas, tocamientos. Pero, en algunos prrafostambin habla del placer de or hablar de Dios (CL21,53 = DB 1,12,7);privarse de los placeres de los

    sentidos prefiriendo los placeres del cielo (CL

    22,108 = DC 30,11,11); "tendr mucho placer dealabar a Dios" (CL 17,77 = I 1,8,12); del placer de

    practicar la misericordia (CL 17,188 = I 1,8,35);todo mi placer ser de llenar mi corazn de vuestroamor (CL 17,92 = I 1,8,42); "vuestro corazn me ha

    producido mucho placer" (LA 32,7); "esta visin defe causa gran placer y gozo al alma" (MD 70,3);"nada nos causar tanto placer como elrelacionarnos con Dios" (MD 71,2); "los que aman

    su estado encuentran gran placer en l" (MF 98,1);"si el mundo supiera [...] el

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    placer que se encuentra en el retiro" (MF 105.1).En este sentido afirmaba La Salle: Jesucristo''quera que considerasen como desventurados a losricos y a cuantos hallan su placer sus delicias eneste mundo" (MR 196,2).

    San Agustn despus de su conversin encontrdulzuras y placeres inconcebibles renunciando a los

    placeres mundanos (MF 123,1). Tambin habla elFundador delplacer de servir a los otros (CL 14,106= EM 14,287,2); "que no es permitido mentir porcomplacer a otros" (CL 21,109 = DB 2,10,7).

    Y refirindose a la obligacin de corregir a losescolares:Es tan inclinado el hombre por naturalezaa la culpa, que semeja no encontrar placer (gusto)

    sino en cometerla. Y en los nios resulta particular-mente manifiesto; ya que, por no tener an formado

    el juicio, ni ser todava capaces de largas yprofundas reflexiones, aparentan no tener otrainclinacin que la de dar contento a sus pasiones y

    sentidos, o complacer a la naturaleza (MR 203,2).

    Desnudez, desnudo

    Estos vocablos son utilizados 35 veces: 4 en losescritos doctrinales, 20 en los pedaggicos y 11 enlos espirituales. Se habla de la cabeza descubierta(desnuda) para orar (CL 21,303 = DB 4,13,10; CL23,420 = GA 0,29,4). Se alude a ejemplos de santoscomo San Benito que para vencer una tentacincontra la pureza se ech desnudo en un zarzal (MF111,2); lo mismo San Bernardo echndose en unestanque helado (MF 158,1); que otros andaban conlos pies desnudos. Igualmente en las Reglas decortesa se habla que hay que llevar el cuello, lasorejas y las manos descubiertas (desnudas), etc...Tambin en el aspecto moral afirma: "ser pecadomortal el mirar con placer [...] estatuas en las quehay desnudeces" (CL 20, 133 = DA 208,0,2). Enalgunos otros textos del Fundador la desnudez tieneel sentido de la carencia de todo, lo cual no podr

    separarnos del amor de Cristo (MD 49,2).

    El pudor

    En las 21 veces que La Salle utiliza este trminole da un solo sentido, es decir, el de recato. No sedeber actuar de manera contraria al pudor (CL17,228 = I 4,6,2); para conservar la castidadmostrarn gran pudor en todas las cosas (RC 19,3);el tocarse el uno al otro es opuesto al respeto y al

    pudor (RC 19,6); el

    ms bello ornamento de la mujer es el pudor y lamodestia [...] el pudor debe preceder al matrimonio(CL 20,402 = DA 310,5,13s).

    Sexo

    La palabrasexo es utilizada 26 veces en los escri-tos del Fundador: 11 en los doctrinales, 8 en lospedaggicos y 7 en los espirituales. No era bien vistaen la poca el frecuentarse los dos sexos. As se dice:Se castigar... "a los que habrn jugado con

    personas de diferente sexo" (CE 158, edicin de1720); las ocasiones que conducen a este miserable

    pecado son [...] la frecuentacin de personas dediferente sexo (CL 20,134 = DA 208,0,5).Asimismo, al referirse a San Benito, dice que sealejaba con cuidado de las personas de diferente

    sexo (MF 111,2); tambin San Gregorio Naciancenose alejaba de las personas de diferente sexo

    persuadido de que era una ocasin que contribua ahacer pecadores (MF 126,1).

    En las RB La Salle se muestra conciso y claro:No mirar fijamente a las personas de diferente sexo(CL 19,19 = RB 106,1,60); no debe aceptarse queuna persona de otro sexo entre en la habitacin dedormir (CL 19,51 = RB 201,1,140); no acostarseante ninguna persona de otro sexo (CL 19,53 = RB201,1,144).

    Y en las Reglas de los Hermanos no ha sidomenos concreto: "cuando una persona de otro sexohace visita y habla con alguno de los Hermanos,incluso al H. Director, habr siempre un Hermanotestigo de lo que suceda durante este tiempo" (RC14,6); ''cuando hablen con personas de otro sexo sealejarn siempre algunos pasos y no las mirarn

    jams fijamente" (RC 19,9).

    Vino

    El vino es citado 180 veces en los escritos de LaSalle: 147 en los doctrinales, 16 en los pedaggicos

    (RB) y 17 en los espirituales. Casi en su totalidad serefiere a la Eucarista o a escenas evanglicas (bodasde Cana, MD 8,1). Consecuente con el Catecismo deTrento La Salle precave contra el vino15. En RBhabla de las consecuencias funestas del exceso delvino, que conduce a la impureza (CL 19,78 = RB204,0,205); que no hay que impulsar fa beber] a losque les gusta el vino (CL 19,91 = RB 204,3,239);que no es decoroso aparentar que se entiende devinos (CL 19,120 = RB 204,9,318); el decororequie-

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    re que el vino se mezcle siempre con mucha agua(CL 19, 121 = RB 204,9,321). Por otra parte,aconseja beber vino con moderacin (CL 20,177 =DA 214,5,4). En la Regla del H. Director seala lamedida de vino que podrn beber los HH. en cada

    comida (CL 25,161 = FD 3,4); pondera la austeridadde San Francisco Javier que no coma carne ni bebavino (MF 79,1). En la Coleccin exhorta adesconfiar del vino, ya que produce la impureza,

    segn afirma San Pablo (CL 15,182 = R 15,12,2);bebed el vino siempre mezclado con agua (CL15,205 = R 16,5,10); que tengan cuidado de aguar elvino (CL 15,131 = RD 2,4).

    Voto

    Utilizado 68 veces por La Salle: 38 en los ecritos

    doctrinales y 31 en los espirituales. No figura en losescritos pedaggicos. En los Devoirs da unainformacin y formacin acerca de la naturaleza yobligaciones de los votos. En los escritos espiritualesde direccin de los Hermanos, La Salle tiene

    presente los votos que stos han realizado (RC23,12) mas no les orienta hacia el voto de castidad.Orienta a los HH. respecto de los votos realizados deobediencia, asociacin y estabilidad (CL 2,42 = EP2,0,4), exhortndolas a la fidelidad y recordndoleslas obligaciones contradas por ellos (CL 15,2-4 = R2). Pondera el voto de virginidad de Santa Genoveva(MF 95,1), de Santa Catalina de Siena (MF 118,1),de Santa Magdalena de Pazzi (MF 130,1); deIngenia (MF 167,3); el voto de castidad perpetua dela Santsima Virgen (MF 191,1).

    6. CONCLUSIN: PARA DAR EDUCACIN

    CRISTIANA A LOS NIOS

    De Trento, as como de nuestro Fundador y dequienes escribieron catecismos en su poca, sededuce una mentalidad acerca de la castidad comode "castigo del cuerpo y del espritu", de dominiovoluntarista de los deseos referentes a la sexualidad,con cierta desconfianza de los instintos. Se trata deuna castidad combativa para evitar toda mancha,

    aun partiendo de que nuestros cuerpos son templosdel Espritu Santo.

    Es decir, que la mentalidad de mancha o deimpureza parece prxima al Antiguo Testamento.Una concepcin neo testamentaria quedara definidaen conceptos ms positivos: Estado del alma queescucha la Palabra de Dios con rectitud. La visinde Dios es prometida a los corazones puros (Mt5,8). La castidad es la virtud que desprendiendo elespritu del desconcierto de las pasiones carnales,lo hace claro, lmpido y sensible a las cosasespirituales. Es una disposicin necesaria para lavida contemplativa y es tambin uno de susefectos16.

    Con todo, aun viendo en la doctrina delFundador y de su poca la preocupacin por evitarel pecado y sus ocasiones, podremos apreciar nopocos aspectos positivos en el sentido de que lapureza de alma produce la cercana de Dios y que sise evita la mundanidad y superficialidad en el viviry se est atento a ciertos tpicos de la poca esprecisamente para evitar la impureza y, por ende, laceguera espiritual y

    porque aquello que mancha el cuerpo manchatambin el corazn y el espritu (que es la pena msterrible, dice el Catecismo de Trentol7).

    Cabe decir, de entrada, que el Fundador no tuvouna preocupacin obsesiva por la castidad ya quetodo su lenguaje es de gran normalidad, comoiremos viendo al analizar determinadas palabras-

    clave. Con todo, su mentalidad es coherente con ladoctrina moral vigente en su poca.Quien pretendiera hallar hermosos tratados de

    moral y de psicologa en los escritos de La Salle,segn la mentalidad de hoy, quedara decepcionado.La Salle usa un lenguaje claro, llano, preciso,voluntarista, informando sobre lo que hay que hacery lo que hay que evitar a toda costa.

    A la sensibilidad de hoy puede llamar la atencindeterminados textos, de una manera especial el de laRegla tocante a la castidad con tanta abundancia de

    prohibiciones. Cabe tener en cuenta que todamentalidad obedece a un contexto y al modo de serde las personas en una poca determinada.

    Los primeros Hermanos eran jvenes que habantenido un corto perodo de formacin, la cual secrea apropiada, tanto para sus personas como parael tipo de escuela a la que eran destinados.Asimismo, la mentalidad de la poca era ms biende voluntarismo que no de teorizaciones. Y no cabedudar que tanto el texto de la Regla como las demsrecomendaciones

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    fueron eficaces para la formacin de los Hermanos,para la fundacin del Instituto y para el ejercicio desu misin especfica, Cada poca requiere su propiaorientacin.

    En todos los textos hay que ver al hombre de

    Dios: al director espiritual: al superior de losHermanos que funda un Instituto para dar "cristianaeducacin

    a los nios; y con este fin tienen las escuelas paraque, estando los nios por maana y tarde bajo ladireccin de los maestros, puedan stos ensearles avivir bien, instruyndolos en los misterios de nuestra

    santa Religin e inspirndoles las mximas

    cristianas, y darles as la educacin que lesconviene" (RC 1,3).

    1 Cfr. Catchisme du Concile de Trente, 5e dition, Paris,1702, pg. 485.2 Cfr. id. pg. 486.3 Cfr. Ibd. pgs. 486 a 488.4 La voluntad de Dios es que seis santos y puros, que osabstengis de la fornicacin (1Tes 4,3). Huid de la

    fornicacin y no hagis comercio con los fornicadores (cf1Cor 5,9-11). Que no se oiga hablar entre vosotros ni de

    fornicacin, ni de cualquier otra impureza (Ef 5,3). No osengais, ni los impuros, ni los adlteros... heredarn el

    Reino de Dios (Ef 5,5). (Texto citado en el Catecismo deTrento,pg 487).

    5 Cfr. Ibd. pgs. 488-489.6 Cfr. Ibd. pgs. 489 a 494.7 El Catecismo de Trento cita el texto de San Pablo: No osembriaguis con vino, de donde proceden todas lasdisoluciones; llenaos ms bien del Espritu (Ef 5,18).8 Cfr. Devoirs d'un chrtien, CL 20, 133-136 = DA 208.9 Cfr. Id. CL 20,147-151 y 172-174 = DA 211 y 214,3.10 Consultar al respecto la tesis del H. Manuel FernandezMAGAZ,Un catecismo del Gran Siglo Francs, Los deberesde un Cristiano, o un resumen de la misma, Madrid 1968.

    Igualmente PUNGIER, Jean. Jean-Baptiste de La Salle. Lemessage de son catchisme, Roma 1984.11 Catchisme du Concile de Trente, Ibid., pg. 488. Elmismo catecismo cita a continuacin Mt 5, 28: Habis odoque se dijo a los antiguos, 'no cometers adulterio'. Yo osdigo que cualquiera que mire a una mujer con mal deseo, yacometi adulterio en su corazn . Asimismo, cuanto Trentohabla de la Confesin dice: Mas, como todos los pecadosmortales, an los de pensamiento, hacen a los hombres hijosde ira(Ef 2,3) y enemigos de Dios,

    es indispensable pedir tambin de todos pardn a Dios conclara y verdadera confesin (Denzinger 899).12 Ibd. pg. 488.13 Claude JOLY.Les Devoirs du Chrtien, 6medition, Pars1677, pg. 143.14 Ciertamente que ya en 1687 los Hermanos manifestaronel deseo de hacer voto de castidad, del cual La Salle lesdisuadi. Escuchemos al bigrafo H. Bernard: Despus dehaber reglamentado lo referente a la alimentacin (La Salle)

    se aplic algn tiempo despus a tomar los medios con losHermanos para procurar la estabilidad de los sujetos queestaban y que vendran despus al Instituto. Por lo que

    comenz con ellos un retiro, un da de Pentecosts de 1687,segn el uso que despus se ha ido observando. Fue en estesanto da que estos nuevos sucesores de los Apstoles, en sucelo y pobreza, se dispusieron a atraer sobre ellos la

    plenitud de gracias del Espritu Santo, sin las cuales nohabran podido tomar ningn buen medio y con los cuales

    podan superar todos los obstculos; y sobre todo, tenannecesidad de estas gracias para sostener con valor losasaltos del mundo y del infierno en su empresa.

    Habindose as dispuesto a recibir al Espritu Santo elmismo da que lo recibieron los Apstoles, fueron todosllenos de l. Lo que se vio por la resolucin que tomaron deconsagrarse enteramente a Dios por el voto de obediencia yde castidad. Pero, antes de realizarlo, inter cambiaronconjuntamente para saber si haran voto de castidad, comoalgunos lo proponan, y si se hara voto por toda la vida, o

    por un tiempo solamente. El hombre de Dios, que tenarazones muy fuertes, como es fcil conjeturar, paradisuadirles de hacer tan pronto, votos perpetuos deobediencia, y an ms de castidad, les dijo que no haba que

    precipitarse, que haba que probar durante ms largotiempo, si era la Voluntad de Dios. Los Hermanos, habiendoodo las razones de su superior, moderaron el

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    fuego de su primer fervor, y resolvieron que no haran sinovoto de obediencia por un ao solamente, lo cual fuerealizado el Domingo de la Santsima Trinidad (CL 4,pgs 72s. Cfr. Estudio y explicacin del H. Maurice-Auguste, CL2, 12s).15 Leemos en el Catecismo de Trento ya citado, pg. 492:Evitar siempre el exceso de comida y de vino, laembriaguez y la buena carne. 'Yo les he llenado de bienes,dice Dios por su Profeta, y ellos se han abandonado a laimpureza'. En efecto, la intemperancia de la boca es lamadre de la impureza [...] El Apstol nos ensea: 'No osdejis

    llevar del exceso del vino de donde nacen las disoluciones'(Ef 5,18).16 Dictionnaire des mots de la foi chrtienne, Pars, Cerf1987.17 Cfr. Catecismo de Trento, Ibd. pg. 491. En CA 20, 173(= DA 214,3,2), San Juan B. de La Salle dice (los impuros)caen en una ceguera de espritu que hace que no escuchen nila razn ni el consejo: tratan de satisfacerinconsideradamente todas sus pasiones. Asimismo esta ex-presin ceguera de espritu es recogida tambin en loscatecismos de Joly, pg 142 y de Le Coreur, pg. 192.

    Voces complementaras Modestia

    Mortificacin

    Alma - Cuerpo Conducta MundoAmor - Caridad Consagracin Pecado

    Bondad - Ternura Corazn Templanza

    Catecismo Cortesa TentacinCompaas Deberes del cristiano Votos

    BIBLIOGRAFA

    CAMPOS,M. et S